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La Biblia habla específicamente de la llenura, el Bautismo del Espíritu Santo. La Palabra nos habla en el Libro de los Hechos de esa experiencia transformadora que tuvieron los primeros discípulos, los Apóstoles, y el Señor Jesucristo les dijo: No salgan de Jerusalén a cumplir la gran comisión hasta que no hayan recibido ¿qué? poder de lo alto.
Y muchos creyentes yo estoy absolutamente seguro aquí mismo, ahora mismo, que muchos de ustedes, y eso no es su culpa, no han tenido una experiencia con el Espíritu Santo así de esa manera y necesitan entrar en eso, y vamos a estar haciendo todo lo posible en los próximos meses y semanas para facilitar esto, hoy mismo después del servicio yo quisiera tener un tiempesote de estar ante la Presencia del Señor y pedir una frescura del Espíritu Santo sobre nuestra vida.
Pero hay muchos pasajes en la Escritura que nos recuerdan acerca de la dinámica del Espíritu Santo y las diferentes cosas que acompañan esta experiencia del Espíritu. Una de ellas nos habla acerca de lo que sucedió cuando los samaritanos tuvieron un encuentro con el Espíritu Santo en Hechos capítulo 8. Vamos allá, Hechos capítulo 8, y aquí vamos a ver algunas cosas, posiblemente el próximo domingo voy a continuar con esto, acerca de lo que es recibir el Bautismo del Espíritu Santo y que Dios quiere que cada uno de nosotros como Iglesia pentecostal.
¿Sabe qué? nosotros somos una Iglesia pentecostal. La gente nos pregunta: ¿con qué denominación están afiliados? y yo digo: mira, en realidad estamos afiliados con una denominación o dos pero en realidad nosotros no somos ni una cosa ni la otra, nosotros somos bautistas y somos pentecostales, somos “bauticostales” porque creemos en la primacía de la Palabra pero creemos también en la experiencia del Bautismo del Espíritu Santo.
Lo que distingue a una Congregación, un cuerpo pentecostal, no es la denominación a la cual pertenece porque usted puede ser bautista, usted puede ser metodista, usted puede ser hasta presbiteriano y católico; hay muchos católicos llenos del Espíritu Santo. Yo espero que eso no le duela a nadie aquí ¿sabe? porque yo creo que Dios visita a Su pueblo, como visitó a Cornelio y Pablo decía: no, estos son impuros. Dios dijo: Yo los voy a bautizar Yo mismo para que tú no digas después que te equivocaste y que los bautizaste tú. Dios bautiza a quien Él quiere y sólo se necesita hambre y sed. No está vinculado a una Congregación en particular o a una denominación.
Es más, no está ni siquiera vinculado a si usted habla en lenguas o no, aunque yo creo que todos podemos hablar en lenguas. El apóstol Pablo dice así mismo: yo quisiera que todos hablaran en lenguas y Dios quiere que hables en lenguas, y yo creo que tú puedes hablar en lenguas si quieres.
Pero ¿sabes qué? el hablar en lenguas como muchos han dicho antes pero que ya han ido abandonando aún esa doctrina poco a poco, no es la condición inevitable para uno recibir el Espíritu Santo.
Mi madre era una mujer llena del Espíritu Santo con señales y prodigios y todas las manifestaciones del Espíritu, yo nunca la oí hablar en lenguas pero tenía otras cosas que claramente la calificaban y la identificaban como una mujer poderosa en el Espíritu Santo, porque ella estaba abierta a todos los dones y a todas las manifestaciones, tenía sueños, recibía iluminación de Dios, entendía la Palabra poderosamente, creía en milagros, Dios la usaba en Evangelismo, era una madre espiritual pero nunca la oí hablar en lenguas. A veces le entraban unos aullidos que se oían a tres cuadras de la casa porque Dios la tocaba pero nunca la oí hablar en lenguas.
Porque yo creo que el calificativo de tener la llenura del Espíritu es sí, que cuando el Espíritu se mueve en ti tú danzas como David. Tú puedes danzar, levantarás manos, profetizarás, aullarás, gritarás, patalearás, hay muchas maneras de manifestar el Espíritu. Lo que sí es que cuando el Espíritu se manifiesta hay una expresión de ello. Puede ser levantar manos, lágrimas, lloro, risa, saltar, danzar, decir gloria a Dios, profetizar.
¿Sabe que profetizar no es solamente decir: hijo mío así dice el Señor Jehová: "Yo te llamo a los confines de la Tierra para que"? no, profetizar quiere decir a veces simplemente declarar las grandezas de Dios en una forma poderosa. El caso es que Dios quiere que nosotros vivamos esa llenura del Espíritu y aquí tiene usted un pasaje que nos habla precisamente acerca de una experiencia y que ilumina muchas cosas que debemos aprender.
En el capítulo 8 dice, vamos a ver en el versículo 14, dice que: "Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la Palabra de Dios enviaron allá a Pedro y a Juan." ¿A qué se está refiriendo aquí?
Si usted lee los versículos anteriores usted verá que en los comienzos del Evangelio en la Iglesia primitiva, Samaria que era una aldea semi-pagana, tenían costumbres mezcladas; eran parte judíos, eran parte otros grupos que habían enviado siglos atrás los conquistadores de Israel, se habían mezclado étnicamente y también tenían una religión mixta. Eran parte judíos, parte paganos, un sancocho allí terrible que tenían teológico.
El caso fue que ese grupo que tenía una controversia muy seria con los judíos recibió la Palabra del Señor y hubo un gran avivamiento en Samaria, mucha gente se convirtió a Jesucristo, y se hizo notorio que Dios se estaba moviendo en esa aldea, en esa ciudad de Samaria.
Y dice aquí que esa gente: "Había recibido la Palabra de Dios." Dice que cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén ¿quiénes eran esos apóstoles que estaban en Jerusalén? eran los hombres que habían caminado con Jesús durante Su tiempo aquí en la Tierra: Pedro, Juan, Santiago, Felipe, estos hombres que habían caminado con el Señor y que ahora habían sido constituidos como el gobierno de la Iglesia naciente, era el asiento, la sede de la doctrina y de la enseñanza para esa Iglesia que estaba comenzando a nacer, eran los que eran responsables por el orden teológico y gubernamental de esa Iglesia naciente y estaban en Jerusalén, eran reconocidos como el asiento, la sede del gobierno cristiano.
Entonces cuando estos hombres que están allí en autoridad apostólica sobre los demás creyentes y que están dirigiendo el nacimiento de la Iglesia delegado por Jesucristo escuchan que hay un avivamiento en esta ciudad, mire lo que ellos hacen: "Enviaron a Pedro y a Juan."
Ahora, ellos oyeron que Samaria había recibido la Palabra de Dios, es importante que entendamos esto. Estos samaritanos habían recibido la Palabra de Dios, quiere decir que eran cristianos fidedignos, habían recibido a Cristo, no hay duda de ello. Porque hay mucha gente por allí que no cree en el bautismo del Espíritu Santo que dice que eso era solamente para otros tiempos, ya no es para ahora, para nosotros, y que estos no eran creyentes sino que todavía eran paganos etc. y que Pedro y Juan fueron enviados para que verdaderamente creyeran en Jesús, no. Ya ellos creen en Jesús pero necesitan algo más y eso a lo que comienza a apuntar es algo muy importante hermanos.
Hay dos experiencias en la vida cristiana que son de gran importancia, una quizá más que la otra. La primera experiencia es recibir ¿a qué? a Cristo como Señor y Salvador porque eso es lo que te pone el dial tone en el teléfono, eso es lo que te conecta con el Reino de Dios, recibir a Cristo como Señor y Salvador, y sin eso tú no puedes ser salvo evidentemente.
Pero hay una segunda experiencia que no se tiene que dar, hay mucha gente que ha recibido a Cristo como Señor y Salvador, son salvos, tienen inclusive el Espíritu Santo en sus vidas pero le falta una dimensión adicional y eso es el Bautismo del Espíritu Santo.
La teología pentecostal se distingue por esa creencia de que después que tú recibes a Cristo como Señor y Salvador hay otra experiencia que es como un ser sellado, un ser sumergido y metido de lleno en el mar infinito de Dios y del Espíritu Santo, es una activación del mover del Espíritu de Dios en tu vida.
Y yo creo que es importante hacer esa separación porque yo creo que muchos cristianos entran al Evangelio, reciben a Cristo y nunca se les dice que necesitan ir un paso más allá y recibir una impartición del Poder de Dios en sus vidas, ¿cuántos saben a qué me estoy refiriendo? porque quizás tú eres una persona que ahora te estás haciendo a la idea de que tú necesitas eso.
Pero lo interesante es que en los albores, en los comienzos del Evangelio los primeros discípulos, los apóstoles se aseguraban de que cuando una persona recibía a Cristo también recibieran esa otra parte de la llenura del Espíritu Santo.
Por eso es que cuando Juan y Pedro llegan, fíjese que enviaron a los dos principales apóstoles, a Pedro y a Juan, "los cuales" dice "habiendo venido oraron por ellos" ¿para qué? "para que recibiesen el Espíritu Santo." Es importante esa idea ¿no? de que a pesar de que habían recibido la Palabra les faltaba todavía esa otra experiencia. Yo quiero decirte eso, quiero marcar tu corazón y tu mente: tú tienes que estar seguro en tu vida de que además de haber recibido a Cristo como tu Señor y Salvador tú también has sido llenado con el Espíritu Santo.
Ahora déjeme decirle algo, esto es bien importante, esta diferenciación, quiero marcar esto. Ahora yo quiero hacer esta pregunta: ¿cuándo recibe un hombre, una mujer el Espíritu Santo? cuando recibe a Cristo. ¿Entonces por qué dice aquí "para que recibiesen el Espíritu Santo"?
Yo someto a su consideración que esto es un asunto simplemente de complejidad lingüística porque, déjeme aclararle esto. La Palabra dice bien claro, el Señor dice que Él enviará al consolador, dice que hará morar Su Espíritu en nosotros, dice que si tú abres tu corazón Él entra y cena contigo ¿y qué espíritu es el que entra? es el Espíritu Santo.
Yo creo que toda persona que cree en Jesucristo y recibe a Cristo recibe el Espíritu Santo, viene a su vida, está salvo, se va al cielo si mantiene firme su confesión, yo entiendo eso. Pero yo creo que lo que la Biblia quiere decir con "el bautismo del Espíritu Santo" y con "recibir el Espíritu Santo" se refiere a un recibir en una forma como dinámica, activa, poderosa, eléctrica, violenta, definitiva, es como una activación del Poder de Dios. De lo que está dentro de ti ya Dios lo pone como a zumbar y a moverse.
Es como la idea de digamos, un carro, yo usé otra ilustración esta mañana pero, imagínese un carro. Usted va al lugar de venta de carros, ya le dan las llaves, tiene el tanque lleno de gasolina, está limpiecito, todos los componentes eléctricos están en el carro, todo está listo, ese carro está allí preparado, tiene todo lo que necesita para moverse pero se requiere que usted meta la llave y que se active algo dentro del carro, es como una combustión que se da. Tengo que tener cuidado porque aquí hay algunos mecánicos y puedo decir un disparate (risas).
Pero el caso es que algo pasa, hay unas chispas que se dan en las entrañas del carro y cuando la llave se toca se hace un contacto y hay combustión, y hay fuego inclusive dentro de las cámaras del motor, y hay presión, y de momento usted oye que ese carro hace "broom" y se enciende, y entonces ese carro pasa de ser algo en potencial a ser algo activo. Y yo creo que eso pasa. Todo creyente tiene el Espíritu Santo pero yo creo que Dios quiere que tomes ese poder que está dentro de ti y que le eches un fósforo para que se prenda en llamas y para que se active dentro de ti, y haya entonces como una inundación del sistema.
Es como de nuevo, los sprinklers aquí anti-fuego, hay una tubería gigante que es por donde entra el agua principal, y entonces hay unos tubos larguísimos y gruesos que corren por las esquinas de todo el edificio que llegan del primer al cuarto piso, y entonces se dividen en tuberías pequeñas a través de todo. Aquí ahora mismo hay cabezas que si hay un fuego, diga gloria a Dios, eso se prende enseguida y vamos a ser bautizados querramos o no por agua que va a apagar el fuego, nosotros queremos prender el fuego.
Pero el caso es que cuando viene el plomero y la compañía pone toda la tubería, lo establece todo y conecta el agua, los bomberos hacen una prueba antes de certificar, y es que cogen las tuberías grandes y las inundan con agua hasta el tope y las ponen bajo presión, parquean un camión de bomberos ahí al frente y llenan totalmente esa tubería principal con agua para probar a ver si tiene la presión necesaria. Y solamente cuando un sistema que está ahí en potencial es llenado de agua entonces está verdaderamente capacitado. Y yo veo así en esas imágenes eso de "recibir" el Espíritu Santo.
Hay diferentes expresiones en la Biblia. Se habla de recibir el Espíritu Santo, se habla de ser lleno del Espíritu Santo, se habla de ser bautizado en el Espíritu Santo, se habla de recibir poder de lo alto, se habla de que el Espíritu Santo desciende y cae sobre nosotros, todas son diferentes expresiones tratando de agarrar algo que es muy difícil de explicar, de que una persona que tiene el Espíritu también necesita que ese espíritu sea como activado y prendido, y puesto a funcionar, que el motor se prenda y comience a moverse con poder.
Una última ilustración que usé esta mañana, el estanque de Betesda que esta mañana tuve ahí un poquito de titubeo si era de Siloé o de Betesda, el estanque al cual el Señor se refiere en un pasaje. Dice la Biblia que había un estanque que, cuando venía un ángel de vez en cuando a ese estanque y movía el agua ¿qué pasaba? que las aguas se convertían en aguas de sanidad, era sano. Mientras tanto el estanque estaba plácido, tranquilo, y había la posibilidad de sanar en esas aguas pero hasta que un ángel no venía y las removía no había sanidad.
Y ustedes recuerdan la historia, porque la segunda parte no es tan importante para nuestro propósito, cuando el Señor se acercó al paralítico y le dijo: Hey ¿qué te pasa? estoy aquí Señor hace tiempo esperando pero hay unos listos por ahí, unos avivatos que ven que el agua se mueve y ellos se tiran primero y yo, como soy paralítico, no tengo a nadie que me eche al agua, el Señor le dice: No te preocupes que llegaste al mero mero aquí, Yo te sano, y lo sanó. Yo prefiero ser sanado por Jesús que por cualquier agua de estanque en cualquier momento ¿amén?
Pero lo importante es eso, que hasta que el agua no era removida no había poder ¿no? Y yo creo que la llenura del Espíritu Santo se identifica siempre con efervescencia, vitalidad, dinamismo, explosividad, las palabras que se usan son dunamis, energeia que quieren decir: poder, energía de donde viene la palabra dinamita, el poder eléctrico de la Presencia de Dios. Y el Señor Jesucristo dijo: "Los que creen en mí, ciertamente os digo que ríos de agua viva correrán de su interior."
Donde quiera que usted que usted vea la llenura del Espíritu, donde quiera que usted ve pasión por las cosas del Espíritu usted ve exaltación, alabanza, profecía. Otro día voy a hablar acerca de la experiencia de otros personajes y usted ve que donde quiera que está el Espíritu hay alegría, hay muchos instrumentos, hay acciones de gracias, hay danzas, hay efervescencia porque el Espíritu es vida, el Espíritu es poder.
Entonces Dios quiere hermanos que nosotros vivamos nuestras vidas con ese poder, y Dios quiere que nuestra experiencia con Él sea más que simplemente venir a la Iglesia y salir como llegamos. Cuando usted tiene el mover, el Poder de Dios dentro de usted eso le da un componente diferente.
Yo siempre he creído y hasta aquí he reprimido esto de buscar oportunidades para orar con los hermanos para la llenura del Espíritu Santo, y ya yo dije: no, yo tengo ya que, en este tiempo en que Dios nos está dando un poquito más de libertad de la construcción y todo eso yo siento que tenemos que ir por orden, y una de las cosas que yo quiero es asegurarme de que todos nosotros estemos capacitados con esa unción del Espíritu Santo en nuestra vida, todos, y el tiempo que se tome, no sé cómo lo vamos a hacer, pero yo necesito estar con ustedes y ser yo como su padre espiritual principal para acompañarlos en ese parto del Espíritu Santo hermanos. Si ustedes hacen de su parte yo voy a hacer la mía y los hermanos que me están ayudando en ese proceso los bendigo, y yo creo que Dios va a hacer algo muy, muy poderoso con nosotros.
Yo recuerdo hermanos, voy a saltear aquí y voy a hacer una mezcla, voy a coger el arroz y las habichuelas y los voy a mezclar juntos, hace años yo fui a San Francisco con una organización que se llama Prisoner Fellowship, Compañerismo Carcelario a un taller, yo trabajaba con ellos en las prisiones dando talleres y todo esto, y me mandaron con un grupo de personas a un entrenamiento en San Francisco, de fin de semana.
El domingo nos llevaron a una Iglesia afroamericana muy próspera, llena del Espíritu de hecho para que nosotros visitáramos esa Iglesia, para que entendiéramos la experiencia eclesiástica de donde vienen muchos afroamericanos, desgraciadamente muchos están en la cárcel como otros también, pero ellos querían que tuviéramos como una experiencia un poquito más a fondo de.
El caso fue que yo fui a esa Iglesia con el grupo de hermanos y allí el Señor hizo algo, porque ¿qué es lo que pasa? que cuando tú te conectas con ambientes donde está el Espíritu Santo suceden cosas como dice el corito. Ya yo conocía al Espíritu Santo, había tenido mi experiencia con el bautismo del Espíritu Santo, pero lo había dejado allí, ya yo estaba comenzando a entrar como Pastor de la Iglesia, antes de eso había sido fundada por un par de años por el Pastor Juan Vergara y Dios me fue llevando a entrar, y yo estaba verdecito todavía en las cosas ministeriales, y Dios como que quería sellarme para la tarea que yo tenía por delante.
Entonces fui a esa Congregación, estuve allí en el servicio, un servicio bello, vital, lleno de energía y todo lo demás, y algo pasó allí, algo pasó en mi espíritu, yo lo pongo como que Dios me rozó, el manto de Dios me rozó de paso y algo se despertó en mí, y yo ví lo que es una Congregación donde está la llenura del Espíritu; yo no hablé en lenguas, yo no me caí al piso, nada, aunque puede sucederte, de paso, no estoy diciendo que no, pero yo sé que Dios hizo algo allí en mí, y yo ví lo que es una Congregación bendecida por el Espíritu Santo. Eso fue en la mañana.
En la noche un Pastor amigo mío que vivía aquí en Boston, misionero general de la Congregación a la cual nosotros pertenecíamos, me había invitado a un grupo hogareño que estaba comenzando una Iglesia, plantándose una Iglesia. Yo fui a ese grupo de esa Iglesia, y cuando nos sentamos allí que comenzó el servicio casero, el Pastor comenzó a hablar acerca de lo deprimido que él estaba, lo fracasado que él se sentía y que la iglesia no estaba avanzando y que él quería entregar la iglesia, que él no podía seguir, y fue un servicio prácticamente derrotista. Ahora, yo me compadezco de él y admiro su apertura y su transparencia.
Pero mientras yo lo escuchaba fue como que Dios me dijo: Escoge cuál de esos dos modelos ministeriales quieres tú Roberto, la bendición Mía y la llenura, y la energía del Espíritu con la prosperidad y la bendición que eso trae o derrota ministerial y esterilidad ministerial, y yo dije: claro Señor, yo quiero la vida Tuya, yo quiero la Gracia Tuya.
Yo regresé de San Francisco el lunes o el domingo en la noche, no recuerdo, fue el lunes probablemente aquí a Boston, en ese tiempo era Cambridge, pero Dios me había hablado y yo comencé con la Congregación una búsqueda activa del mover del Espíritu Santo en nuestra Iglesia.
Algunos de ustedes ¿cuántos de los que están aquí recuerdan ese tiempo? admítalo porque hace muchos años de eso, algunos están por allí. Todos eran niños en ese tiempo estoy seguro pero hace como 23 años o más ¿no? yo creo que eso fue como el 80, 91, yo tenía como 10 años, no recuerdo ahora mismo, 9, 8 (risas). Yo les dije que soy una persona de fe, yo declaro las cosas que no son como que son.
El caso hermano es que cuando yo regresé yo vine comprometido a compartir lo que Dios me había dicho y comencé a hablarle a la Congregación, y comencé a animarlos a que nos adentráramos en una búsqueda como Congregación.
Yo comencé a activar lo que ya estaba en mí. Yo me tiré a las aguas, no sabía lo que estaba haciendo, no sabía si iba a estrellarme contra el pavimento, si algo se iba a dar o si Dios iba a responder a mi declaración pentecostal, yo no quería realmente los modelos que había visto en otras iglesias, se los digo francamente, sobre todo hispanas con el legalismo y tantas otras cosas que no me interesaba y la simpleza excesiva de ciertos pentecostales, y le pedí al Señor que nos iluminara, nos abriera camino.
Y allí torpemente comenzamos la jornada de nuestra Iglesia en el mover del Espíritu Santo. Y lo primero que hicimos fue cambiar el órgano lúgubre que teníamos, un órgano inmenso que era un dinosaurio valiosísimo. Había sido diseñado por un organista ilustre de Nueva Inglaterra y cuando sonaba era como Drácula así como: drrraaamm (risas) no, no es así, no era tanto, estoy exagerando un poquito (ríe).
El caso es que cuando comenzamos ahí a poner otros instrumentos, un teclado, trajimos una batería que horrorizó a medio mundo, una batería en el santuario de Dios si lo único que Dios había ordenado cuando creó el mundo fue el órgano, eso es todo, batería, comenzamos allí con un guitarrista raquítico que encontramos allí, yo espero que no esté aquí ahora mismo (ríe) pero dijimos: vamos a jugar este juego pentecostal y lo primero que necesitamos es un grupito aquí de, comenzamos a traer canciones de Marcos Witt y de toda esa.
Y comenzamos a dar pasitos de bebé en el Espíritu. Esta Congregación que queriendo decir: amén no decían amén ni gloria a Dios, hacían así (seña) porque así nos habían enseñado, que hiciéramos así cuando, hasta ahí llegaba nuestro pentecostalismo. Y comenzamos a abrirnos en el Espíritu Santo y yo comencé a predicar lo mejor que podía acerca del Espíritu, y hacerme creer que yo era pentecostal, yo no sabía lo que estaba haciendo pero me atreví en el Nombre del Señor. Y dije: Padre si perezco que perezca (ríe) pero yo no me voy a quedar así raquítico, voy a hacer todo lo que pueda para entrar esta Congregación.
Y el caso fue hermanos que comenzamos así las primeras semanas. Lo primero que pasó fue que se me dividió la Congregación, el mejor 20% de la Iglesia se fue, comenzaron los conflictos porque Dios comenzó a traer soberanamente sin yo buscarlo ni pedirlo, gente que conocía del Espíritu Santo para que nos ayudaran. Fue como esto de pasa Macedonia y ayúdanos.
Cuando nos atrevimos a activar el mover de Dios públicamente y a declarar la primacía del Espíritu Santo el Espíritu Santo dijo: Wow, eso es lo que estaba esperando, y comenzó a moverse y a crecer, y a ensancharse, y a llenar el lugar, y comenzó gente a venir de fuera, algunos de ellos están aquí todavía. De allí vino Delmi que era una muchachita chiquitita en aquel tiempo y Carolina León, y otros que están por aquí todavía, yo no sé, algunos de ustedes que tenían experiencia en el bautismo del Espíritu Santo y comenzaron a ayudarme y a acuerpar ese mover de Dios.
Les digo, se dividió la Congregación porque a algunos no les gustó lo que estaba pasando, se sintieron amenazados, ellos tenían el control de las cosas, yo espero que entiendan lo que estoy diciendo, lo estoy diciendo en el temor de Dios porque vino otra gente y entonces comenzaron a desplazar a los otros porque ya la vida y el espíritu era diferente, de la Congregación, y se tornó agrio el ambiente. Porque es lo que pasa muchas veces, que cuando Dios comienza a moverse en tu vida las estructuras comienzan a removerse y las vigas del templo comienzan a crujir.
Pero ¿sabe qué? que en ese proceso, bueno. Una de las cosas que pasó cuando se me fue, se me fue todo el grupo de música; se me fueron todos los cantantes, la pianista, todo el mundo se nos fue, nos quedamos en cero. Un día yo acorralé a July, la hija de nuestra hermana Janet Morales que sabía tocar unos cuantos tonitos en el piano y yo le dije: July, tú tienes que ayudarme. Coge ahí, aunque sea toca Mary had a little lamb, toca ahí algo (risas), July comenzó a tocar tímidamente, pero pagamos el precio hermanos ¿sabe? comenzó a venir gente a la Iglesia, más personas.
Un día se nos apareció. Eso es lo que iba a decir hermanos, comenzaron a surgir personas. Nuestro hermano Gonzalo comenzó con su guitarra chilena también a tocar allí, teníamos el baterista Juan Carlos, Juan Carlos que hace poco me dijeron que estaba por ahí en Boston, una parte. Y un día se apareció un pianista de la escuela de Berkeley, David Mora, y llegó así como un búho ahí misterioso parado, yo lo recuerdo en la esquina mirando el ensayo del coro, y me dijo: Pastor yo toco el piano, si usted quiere usarme yo estoy aquí disponible.
¿Y sabe qué? una de las cosas que pasó en ese tiempo fue que como yo estuve dispuesto a pagar el precio dejando a la Iglesia sin música yo le oré al Señor y le dije: Padre, mándanos músicos. ¿Sabe que Dios destapó como la matriz de Ana y comenzaron a venir músicos? y desde entonces nuestra Iglesia nunca ha carecido de buenos músicos y de buena adoración.
La adoración comenzó a crecer, el mover de Dios comenzó a moverse, Dios me dió un sueño del León de Judá sobre la ciudad de Boston. Ustedes están aquí hoy porque comenzamos esa carrera allá en Cambridge Port, y Dios me habló en sueños de que Él quería que viniéramos a Boston para hacer una Iglesia de Judá, León de Judá, una Iglesia cabeza, una Iglesia de adoración, de guerra espiritual, agresiva, feroz, en enemistad con los poderes del diablo en la ciudad, y otras cosas que me habló a través de ese sueño. Él downloaded, Él me metió una cantidad de cosas, de información y de programación en ese sueño que yo tuve.
Y yo le anuncié a la Iglesia el llamado de Dios de venir a la ciudad, les dije: Dios me ha dicho también que tenemos que cambiarle el nombre. Ese nombre allí un poco lame de Iglesia Bautista Central se lo cambiamos a Congregación León de Judá, aleluya.
Tú sabes que las cosas de Dios son raras porque yo dije: Congregación León de Judá, Pastor eso suena como un animal, León de qué sé yo qué y qué es eso, y yo dije: no, ese es el nombre que Dios nos dió y yo creo que es un nombre glorioso y bello, aunque de vez en cuando la gente: León de "Juda", y yo digo: no, nosotros no somos ni de Judas ni Juda, es ¡León de Judá! ¡aleluya!
El caso fue que Dios comenzó a moverse cuando le dimos libertad, cuando nos atrevimos, cuando nos hicimos frágiles, cuando activamos porque eso es lo que pasa hermanos. No es tanto muchas veces lo que tú tienes dentro como lo que tú haces con lo que tienes adentro, escríbame también eso rápido alli (aplausos y risas). Porque cuando el Espíritu está dentro de ti, estaba dentro de mí, pero yo decidí ponerlo a fluir y a moverse, y esa es la diferencia entre una persona llena del Espíritu que se mueve en el Poder del Espíritu y una persona que tiene el aceite pero el aceite de no moverse está hecho sólido completamente, ni frizado, está seco completamente, está petrificado mas bien, pero sí entiendo lo que tú dices Isabel.
Pero el caso fue que Dios comenzó hermanos a moverse porque nos atrevimos a ponernos en acción. Yo creo que el problema con muchos cristianos no es que no tienen el Espíritu Santo, es que no lo han puesto a fluir en sus vidas. No lo han reclamado, no lo han recibido diciendo: ¡esto es mío! No se han apropiado activamente de ello y han dicho: ahora me voy a mover con la seguridad de que Dios está conmigo y se atreven entonces a dar pasos de fe, y comienzan con cositas pequeñas pero entonces Dios las va anchando y las va expandiendo, porque los dones se desarrollan en la medida en que tú vas usándolos.
¿Qué le dice Pablo a Timoteo? dice: "Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por medio de la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio."
Pablo le dice a Timoteo: ya tú tienes el Espíritu, ahora no seas mangansón: ponte a usarlo y muévete en él, abanícalo como se abanican las brasas de un carbón para que se enciendan en llamas. ¿Cuántos hacen barcacoas aquí en su casa los veranos? admítalo. Yo espero que no sean los domingos a las 9 o a las 12 de la mañana, de paso. Pero ¿qué pasa? cuando usted pone el carbón, lo enciende, le pone y entonces uno tiene que esperar a que venga un vientecito o algo, si no hay oxígeno no se prenden llamas, y Pablo dice: abanícalo para que las llamas surjan de las brasas, muchos de nosotros tenemos brasas pero no tenemos llamas y Dios quiere llamas, entonces hay que empezar a moverse en fe. La diferencia está en: ¿estás tú dispuesto con lo que Dios te ha dado y con lo que vas a recibir a vivir entonces una vida de activar entonces el Espíritu por fe?
Muchas veces yo me lanzo a cosas y le digo: Señor por Tu Gracia porque si no yo me voy a partir la cabeza en cincuenta pedazos. Cada edificio que yo he emprendido en esta jornada del Espíritu Santo, tantas cosas que yo hago yo voy temblando y temiendo, y digo: Padre pero Tú nunca me has fallado y tampoco me vas a fallar en esta. Yo nunca he salido derrotado en nada que he emprendido en el Nombre del Señor, jamás.
Y a veces yo declaro cosas hermano y después que las declaro me aterrorizo de lo que dije y digo: Señor creo que hoy hice el ridículo, pero digo: no, yo creo que Tú vas a respaldar todo lo que yo he declarado porque hasta aquí no me has fallado ni una sola vez. Y Dios me ha dicho cosas en mi corazón, y yo he hablado de cosas que Dios va a hacer, y hasta aquí hermanos Dios ha sido.
Hoy mismo esta mañana estaba buscando unas notas de hace años atrás en el clóset que yo creo que hasta dinosaurios salen de ahí cuando yo lo abro, hay tantas cosas ahí que eso está amontonado, no se lo digan a Meche ni nada pero. El caso es que yo estaba buscando y agarré una hoja que no sé cuántos años hace que la escribí, yo sé que por lo menos 10, 12 años donde yo escribía una visión específica de varias cosas que yo sentía que Dios quería hacer en León de Judá.
Y entre ellas yo decía: que hayan 1000 personas asistiendo a nuestro servicio los domingos cada domingo, hermanos: ya eso se cumplió. Entre los servicios acá, los cursos, las cosas que se dan allá cada domingo, en nuestra Iglesia hay como 1.500 o 2.000 personas que se consideran parte de esta Congregación; desgraciadamente no todos vienen cada domingo pero yo espero que según se vaya llenando el Espíritu vengan, y que se queden, y que vengan cada domingo en vez de estar aplatanado en la casa lamentándose de la semana tan dura que tuvieron, que vengan a la casa del Señor.
Esta mañana yo hablé de cristianos circunstanciales que están a la merced de las circunstancias. Cuando tú estás lleno del Espíritu las circunstancias están bajo tus pies y no ellas sobre ti, yo pensaba eso aquí saltando por un lado y por el otro.
Pero ¿sabe qué? en Estados Unidos ¿sabe cuál es el domingo de menos asistencia en todo el año? y eso ya se ha probado estadísticamente, ¿a que usted no sabe cuál es el domingo de menor asistencia del año? el domingo después del Domingo de Resurrección. Es como que hay algo de psicología de masas que parece que, después del Domingo de Resurrección, hay tanto, se invierte tanta energía y la gente viene y se viste bonito, y van a un restaurant después del servicio o tienen una comelata en la casa, y es como que eso causa en el sistema emocional-neurológico de la gente como un contraste, y entonces el domingo que viene, como que invirtieron tanta energía el domingo que quieren un descansito, y entonces encuentran diferentes razones.
No van a decir que es por eso pero a la larga coincide que muchos no vienen a la Iglesia el próximo domingo y yo digo que eso es una prueba de que hay muchos cristianos que son mas bien circunstanciales. ¿Sabe que yo anhelo el día en que después del Domingo de Resurrección venga más gente que en el de Resurrección mismo? porque no están dependiendo de cómo se siente.
Usted viene porque, la Biblia dice: "No dejando de congregarnos." Usted viene porque usted es un soldado y usted se reporta ante el general y paga sus respetos, dice: Padre aquí estoy. Te traigo mi cuerpo, mis emociones, mi mente, aquí está, saludo Tu grandeza y Tu Señorío sobre mi vida. Usted le guste o no traiga sus zapatos y venga aquí a la Iglesia y adore al Señor, no importa cómo usted se sienta. Si está deprimido más razón para que venga todavía, si está enfermo más razón para ser sanado. No se deje mover por las circunstancias o las emociones, venga porque Dios lo ha dicho y es importante. Ya hasta se me olvidó lo que estaba diciendo pero eso es algo extra allí.
Entonces hermanos yo creo que, de nuevo: cuando Dios comenzó a hacer tantas cosas, Dios hizo tantas cosas en ese tiempo, bautizó gente con el Espíritu Santo. Una de las cosas preciosas también que hizo fue que gente que nunca antes, es más, algunos eran contrarios a la experiencia de. Dios comenzó a moverse soberana e inesperadamente.
Un día, de nuevo, yo convoqué, convocaba a los hermanos todo asustado yo a que después del servicio se reunieran un ratito para orar juntos en el frente y con esto termino, un domingo la hermana Minelli comenzó, aunque debe estar de viaje, lleva como treinta años en la Iglesia y fue una cosecha, vino crudita del mundo y Dios la tocó y la selló, y esa mujer usted ve la diferencia cuando una persona tiene la experiencia con el Bautismo del Espíritu Santo.
Un día en un servicio así estábamos orando en un tiempo de intercesión, yo no había tenido experiencias de esa manera, yo había visto que a Yiye Ávila se le caía la gente y que esto y que lo otro pero yo tenía miedo de que no pasara eso, ¿y sabe qué? Minelli estaba allí y se puso a caminar y ¡boom! se desplomó en el piso, y Dios comenzó a moverse así en formas soberanas porque no teníamos experiencia en eso.
Fanny Rodríguez al verla caerse al final del servicio vino y me reprendió porque yo permitía esas cosas en la Iglesia y que cómo yo, una católica que se estaba regenerando en ese tiempo, colombiana imagínese, católica colombiana, eso es como no sé, es una mezcla doble allí de. Y se quejó amargamente de que eso no era de Dios y que.
¿Sabe qué? una o dos semanas después estamos orando tomados de la mano y oramos, yo tengo mis ojos cerrados y oigo un cuerpo que se desploma al piso y cuando miro era Fanny Rodríguez tirada en el piso también (aplausos). Y desde entonces Fanny ha sido una de las personas más fogosas y más militantes del Espíritu Santo que tiene la Congregació León de Judá, fue tocada, fue impactada, fue cambiada su vida.
Y Dios hizo tantas cosas en ese tiempo hermanos que todavía nosotros estamos comiendo de ese pan hoy, y Dios ha visitado, nos ha visitado en diferentes maneras a través de los años y hemos tenido momentos, y yo sé que Dios tiene algo. El vino tardío va a ser mejor que el primero, yo lo declaro en el Nombre del Señor y Dios nos está llamando a reenamorarnos de Él y a buscar de nuevo, yo estoy comprometido y yo te animo a acompañarnos en esa jornada de búsqueda de la llenura. Yo quiero que seamos una Iglesia conocida como un lugar que los bomberos tengan que llegar aquí cada domingo a apagar el fuego hermanos, aleluya.
Una Iglesia de santidad, de integridad, de amor, de sinceridad, de sujeción a la autoridad, de generosidad, de adoración, de viva la Palabra, de buenas obras, de buen testimonio, de salud, de prosperidad, yo podría hablar de cada una de las cosas que acabo de señalar aquí como distintivos para esta Congregación. Renunciemos a la religión hermanos, renunciemos a ser evangélicos y abracemos la vida de ser discípulos de Cristo Jesús.
Yo quiero llamarte ahora mismo, vamos a ponernos de pie. Dios te está llamando, Dios nos está llamando. En el Nombre de Jesús, mi hermano, mi hermana, aunque hoy sea el primer día que tú vienes a la Iglesia o a una Iglesia hoy puede ser un día transformador en tu vida y hoy Dios puede hacer algo en tu vida, yo te invito ahora mismo a dejar que el Espíritu.
Vamos a probar algo, si me pueden apagar un par de luces simplemente para que haya un poquito menos de, Bruce o alguien si me puede ayudar con eso, estas luces de aquí (señala), vamos a aminorar un poquito porque quiero que tengamos un momento así de intimidad. Como les digo, yo voy a estar trabajando en esto y voy a ver cómo Dios nos ayuda a proveer espacios con grupos pequeños para. Mas bien esa se puede prender pero estas de aquí, las que son de la plataforma, y estas sí las pueden apagar acá, si se puede, no te preocupes.
Pero hermanos, yo quiero invitarlos en el Nombre del Señor a que como cuerpo, como grupo, nos enamoremos de nuevo del Espíritu. Y en esta misma tarde te invito ahora mismo a olvidarte de lo que está allá afuera por un momento, olvídate de ser el primero en salirte del estacionamiento o de lo que sea y simplemente concéntrate. Si tú buscas primeramente el Reino de Dios las demás cosas vendrán por añadidura. Concéntrate en una cosa y es salir de aquí con una impartición fresca del Espíritu Santo en tu vida.
En el Nombre de Jesús, en el Nombre de Jesús, recibe ahora mismo un llamado de Dios en tu vida. Les pido que tengamos el mayor orden aquí, silencio. Si tú puedes levantar tus manos al Señor y pídele al Espíritu Santo en una forma, como si fuera la primera vez. Dile: Espíritu Santo lléname, inúndame como si fuera esa tubería de la cual habló el Pastor Miranda. Parquea tu camión de bomberos allá afuera y pega tu manguera gigante a mis tuberías e inúndame con el agua del Espíritu Santo.
Visualiza al Espíritu de Dios entrando, descendiendo sobre tu vida ahora mismo. Enfócate en una sola cosa, constitúyete en una vasija vacía y abierta para que el aceite de Dios te llene y que ese aceite sirva para todas las cosas que Dios quiere hacer a través de ti. Di: recibo el Espíritu Santo dentro de mí. Invita al Espíritu: lléname Señor, lléname, inúndame con Tu fuerza, con Tu Poder y con Tu vida.
Si no has recibido a Cristo como Señor y Salvador te invito ahora mismo, invita al que bautiza con fuego y con el Espíritu Santo a entrar a tu corazón, porque eso es lo primero que necesitas hacer, y di: Espíritu de Cristo te recibo, Jesús te recibo como mi Señor y mi Salvador, y te entrego mi vida, y ahora invita al Espíritu Santo, al Espíritu Santo a habitar dentro de ti y a tener intimidad contigo.
Dile: Señor quiero intimidad con Tu Espíritu. Pídele perdón por tus pecados si necesitas hacerlo, si hay un pensamiento que te entorpece tómalo y échalo a un lado, y entrégaselo al Señor y concéntrate simplemente. El Señor dice que si nosotros le pedimos Su Espíritu Él lo dará. Muchos no reciben porque creen como que, no sé, como que hay una cláusula invisible que tiene primero que llenarla. Mira, es tan fácil como pedir y desear, y anhelar, y si tú entiendes la importancia de esa experiencia y tú le pides al Señor que te la dé Él te la dará, recíbela, y después vamos a tener otros momentos pero, en este momento yo quiero provocar en ti una experiencia de crisis.
Yo mismo pido al Señor ahora mismo: Espíritu Santo, renúevame a mí primero y dame pan a mí para dárselo a mi pueblo, y bautízame fresco con una porción suficiente de ti para este pueblo y para esta jornada que estamos emprendiendo. Bautízame a mí primero y bautiza a mis hermanos Pastores y a los líderes de esta Congregación, y llega hasta el más recóndito Padre. La persona que está ahora mismo sentada allá en su casa que lo alcance un roce del Espíritu Santo Padre.
Pídele al Señor tú mismo, tú mismo. Yo solamente estoy aquí para ser tu coach y tu facilitador pero el que tiene que dar a luz eres tú. Yo puedo ser la comadrona digamos, pero la matriz la tienes tú y la vida del Espíritu está en ti, deja que brote a través de ti, recíbela. Recíbela ahora y pídele al Señor conmigo: Padre bautiza a mi Congregación, bautiza a mi pueblo, embriáganos con Tu Espíritu Señor, embriáganos con Tu Espíritu Señor, embriáganos con Tu Espíritu Padre, embriáganos con Tu Espíritu, sácanos de aquí sabiendo que hemos tenido un encuentro con el Espíritu Santo y perdónanos por ser descuidados con Tu unción.
Perdónanos por tomar livianamente la importancia de esta experiencia Señor y por relegarla a un segundo, tercer lugar y hoy decimos: no, queremos la llenura del Espíritu Santo. Yo no puedo vivir sin esa fuerza Tuya Espíritu de Dios y la recibo, y me muevo en ella. Padre yo declaro en el Nombre de Jesús porque Tú has dado Poder para impartir y para ungir, y unjo a mi pueblo con el aceite del Espíritu de Dios, unción fresca.
Arrepiéntete de tus pecados y arrepiéntete si hay todavía mundanalidad en ti, y todavía hay amor por el mundo, y hay cosas que no le has entregado al Señor ¿por qué no te mueres hoy mismo antes de irte de aquí, ah? ¿Por qué no te dejas crucificar por el Señor esta tarde y te arrepientes verdaderamente, y le dices: Señor hoy me comprometo Contigo, me comprometo a vivir la vida cristiana auténticamente. Perdóname por jugarme Contigo.
Pueblo de Dios: conságrate. Dios está deseando que León de Judá se consagre al Señor. Dios dice: León de Judá, tienes un destino, un llamado grande. Vive al nivel del llamado que Yo te he emitido. Quiero un pueblo leal, un pueblo noble, un pueblo que refleje Mi Excelencia, un pueblo que camine disciplinadamente, un pueblo que se someta a Mi Palabra y a Mis principios, un pueblo al cual Yo vista con vestiduras sacerdotales, un pueblo que camine con aceite corriendo de su cabeza por su mandíbula, sus rodillas, hasta sus pies, dejando aceite donde quiera que van en esta ciudad. En el Nombre de Jesús recibe fresca unción del Señor, fresca unción.