Dios siempre está buscando gente seria

TRANSCRIPT

Acompáñeme a Génesis capítulo 28, versículos 18 al 22, un momento en la vida del patriarca Jacob. Al inicio del año estuvimos hablando acerca de Betel, el lugar donde Dios se le apareció a Abraham originalmente, después se le apareció a Jacob también, y a través de la Biblia vemos que Betel, "Casa de Dios" en español, jugó un papel importante en la vida de los patriarcas, y también tiene un propósito simbólico en nuestras vidas.

Es el lugar donde se establecen pactos, es el lugar donde se renuevan pactos, es el lugar de encuentros personales con Dios. Es el lugar donde Dios le habla a hombres como Jacob y como Abraham acerca de Sus propósitos y promete bendecirlos, y los llama a hacer un compromiso firme con Él. Es un lugar sagrado y santo.

Y allí se encontró Jacob, en ese lugar misterioso, una noche cuando huía de su hermano Esaú que quería matarlo porque Jacob le había robado su primogenitura, Esaú que era un hombre débil e inconstante que no apreció el privilegio que él tenía como hermano mayor, como primogénito de cargar con la herencia de su familia, la herencia espiritual como padre de su familia, Esaú no apreció ese privilegio que él tenía y lo cambió por un plato de comida cuando tenía hambre y regresaba de un día de cacería. Jacob apreciaba y deseaba tener ese liderazgo espiritual.

Y usó un medio no muy legítimo, no muy bueno para apropiarse él de la primogenitura y atrapó en un sentido a su hermano Esaú para que su hermano hiciera trato con él y le entregara a él la primogenitura, se disfrazó y lo sedujo en un sentido para que se la entregara. Y cuando Esaú se despertó, y se dió cuenta de lo que había pasado y lo que había perdido, y descubrió que su hermano lo había engañado de esa manera, quiso matarlo y Jacob tuvo que huír de la casa y tomar refugio en otra tierra con la familia de su madre.

Y en el camino se paró en este lugar o Dios lo paró allí, porque es un lugar misterioso, es un lugar donde de alguna manera Dios estaba allí presente, y Dios se le apareció y le habló, y entonces tomamos aquí el relato en el versículo 18, dice: "Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera" como estaba durmiendo a la intemperie no tenía almohada, así que cogió una piedra y se acostó sobre la piedra; yo me imagino el dolor de cuello que tenía al otro día.

Pero no obstante: "Tomó la piedra que había puesto de cabecera y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella." Qué lindos son los rituales, qué lindos son los símbolos. El pueblo de Dios a veces ha aprendido el sentido de la importancia de los símbolos. Los evangélicos a veces somos muy secos en la manera en que adoramos al Señor. A mí me encantan y cada día cobro más aprecio de los actos simbólicos y de las cosas que son de simbolismo para los tratos y las cosas que hacemos con Dios.

Y él cogió esa piedra, me imagino que en un sentido él habría estado durmiendo sobre esa piedra, como que quizás su intimidad había estado ahí toda la noche sobre esa piedra, Dios se le apareció en una especie de sueño. Y él tomó esa piedra y derramó aceite como una señal de consagración, como de separar esta piedra, de hacer de esta piedra ya no algo inerte allí muerto, sin sentido, y al derramar aceite la consagró y le dió vida espiritual, y la constituyó como en una señal, una bandera. Fue como una forma de firmar él y de señalar lo sagrado de lo que él iba a hacer en ese momento.

Qué importante es hermanos cuando nosotros hacemos un compromiso con Dios que tomemos un momento para sellarlo, tomar consciencia de lo que estamos haciendo. No hacer las cosas a la ligera, no ser descuidados, ser sobrios y solemnes en las cosas que hacemos, y recordar, marcarlas. Por eso es tan importante.

La gente dice: bueno, yo no tengo que pasar al frente para recibir a Cristo como mi Señor y Salvador, eso es cierto, no tiene que hacerlo. Pero la verdad es que los grandes gestos necesitan algo que los recuerde, algo que marque la energía que uno está invirtiendo en ello, porque si no a uno se le olvidan fácilmente. Por eso la gente cuando se va a casar invitan a sus amigos, invitan al Pastor, hacen una ceremonia y la hacen ante testigos, y a veces hasta publican las cosas en los periódicos, y tienen una gran fiesta para testificar, y para recordar lo que se ha hecho; para que toda la comunidad sepa: nos estamos comprometiendo y ellos mismos también marcar la importancia de lo que están haciendo. A Dios le gustan esas cosas. Dios no ha cambiado su forma de ser, a Él le gusta marcar los acuerdos que hace con nosotros.

Entonces él derramó aceite encima de la piedra y hasta le dió nombre a aquél lugar, y el nombre de aquél lugar dice es, lo llamó Betel, aunque anteriormente luz era el nombre de esa ciudad, primeramente. Entonces dice el versículo 20 que: "Hizo Jacob voto" voto quiere decir una promesa, un acuerdo espiritual de peso, "diciendo: si fuera Dios conmigo y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre" mire, aquí está lo que, este es el pacto que él hace: "Jehová será mi Dios."

Al decir esto él estaba señalando algo, es que él se movía en un contexto idólatra donde habían muchos diferentes dioses, el mismo Dios que él adoraba, Jehová no era bien conocido. Es más yo creo que Jacob mismo no entendía muy bien quién era Jehová porque apenas, Jehová se le había aparecido a su abuelo, Abraham, Isaac, Jacob, y Dios todavía no había sido explorado por así decirlo ni se había revelado con el detalle que habría de revelarse progresivamente. Jacob tiene un entendimiento instintivo de Dios en este punto.

Pero dice: ¿sabes qué? si Dios me acompaña, va conmigo, me saca de este lío en que estoy metido ahora mismo, yo voy a hacer de Él mi Dios. Yo voy a vivir mi vida en relación con Él, con Sus mandamientos, con Su universo, Su mundo, Su ámbito. "Jehová será mi Dios, y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios. Y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para Ti."

Qué interesante eso, después puedo hablar quizás si se me viene un momento, como que la señal final de todo su compromiso era eso "y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti." Había allí también una mentalidad, un pensamiento, una forma de él ver a Dios y Su autoridad, y otras cosas.

Pero yo de lo que quiero hablarles en esta mañana hermanos, quiero que marquen esto en su corazón, es de un Dios de pactos, un Dios de pactos. Y le voy a decir el pensamiento inicial que sirvió de fundamento para mí, para escoger este tema para nuestro mensaje en esta mañana, y si no logro más nada, váyase con este pensamiento. Y es que, a Dios le gusta gente que hace pactos con Él. A Dios le gusta gente que lo toma en serio y que se toma en serio a sí misma también, y a sí mismo, y que viene ante Dios con toda seriedad y toda intencionalidad, y toda deliberación, y hace un trato firme, y un compromiso con Él, y no miran atrás, y lo siguen no importa qué. A Dios le gusta tratar con gente así, gente seria, gente íntegra, gente de palabra y eso es lo que yo quiero que usted se lleve.

Porque lo que yo leí en mi interior cuando pensaba en eso era esto de que Dios siempre está buscando gente seria, gente que lo tome a Él en serio, gente que considere bien lo que está haciendo cuando se acerca a Él, y que son personas de una sola palabra, y que no miran atrás cuando hacen un compromiso con el Señor. A esa gente quiere bendecir y con esa gente Dios quiere tratar, y con esa gente Dios se compromete, y pelea por ellos, y los bendice.

Y ese tipo de gente que hace pactos serios con Dios, que firma esos pactos con la seriedad con que lo hizo Jacob. Cuando él estaba vertiendo ese aceite sobre esa piedra él estaba diciendo: No hay vuelta atrás. Hoy yo hago un pacto con el Señor y este va a ser mi pacto, yo lo voy a servir todos los días de mi vida.

¿Por qué yo digo eso también? Porque yo creo que, hermanos en el mundo evangélico hay mucha gente, y en todo el cristianismo, hay mucha gente de doble ánimo. Hay mucha gente que no entiende la seriedad de lo que es caminar en los caminos del Señor. Mucha gente que viene a la Iglesia pero no tiene un sentido personal de en qué es lo que se están moviendo, en qué universo es que ellos han entrado, la seriedad de servir a Dios, la importancia de ser íntegro con el Señor y de ser cauteloso con la Santidad y la magnificencia de Dios, que toman a Dios en serio.

Yo creo que al predicar, con propiedad de hecho, acerca del Dios de gracia y de misericordia, y de amor que se conduele y se compadece de nosotros, y que es un Dios que nos trata como hijos, muy importante todo eso, hemos a veces, al no enfatizar el otro lado del asunto, el lado de la santidad de Dios, de Su magnificencia, de Su realeza y de cómo nosotros tenemos que servirlo a Él con una puntillosidad tremenda y un cuidado tremendo, hemos perdido mucho en el mundo evangélico.

Y hay mucha gente hoy en día que entonces ve a Dios de una forma muy relajada, y se toman todo tipo de libertades con Dios, no sabiendo que Dios nunca ha cambiado su forma de ser. Dios se toma a sí Mismo muy en serio y es muy consciente de Su Santidad, de Su magnificencia, de Su grandeza y a Él le gusta mucho que lo tomen en serio a Él, y que no se jueguen con Él, y le gusta esa gente que siempre está sabiendo que todo lo que viven, todo lo que hacen, todo lo que hablan, todo lo que piensan está explayado delante de los ojos de Dios siempre que lo ve todo, y caminan con ese sentido de que Dios ahora mismo está siendo testigo de lo que yo estoy haciendo, diciendo, pensando y camina con esa consciencia, siempre quieren agradar a Dios en todo y siempre están buscando la gloria de Dios.

He estado pensando en estos días y lo compartí de hecho con el personal pastoral de la Iglesia esta semana de un versículo en Jeremías, creo que es el capítulo 9 de Jeremías, donde dice: "Que no se alabe el sabio en su sabiduría, ni el valiente en su valentía se alabe, ni el rico en su riqueza dice el Señor. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que Yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio, y justicia en la Tierra porque estas cosas quiero, dice Jehová."

Mire lo serio que Dios se toma a sí Mismo. Él dice: Mire, si alguien se tiene que alabar, la gente se alaba de ser ricos, de ser valientes, de ser sabios, pero ¿sabe qué? eso es basura. Si alguien tiene que alabarse, nadie debe alabarse, francamante dice Él, pero si no pueden reprimir el alabarse alábense por esto: por entenderme y conocerme, porque eso es lo que verdaderamente cuenta, mire quién lo dice, lo dice Dios mismo. En otras palabras Dios se toma en serio a sí Mismo, tan en serio.

Dios no es modesto en el sentido de que como que trata de esconder Su gloria ¿no? Dios es simplemente exactamente como tiene que ser. No hay nada más grande que Él y Él puede muy bien decirle a la gente: Miren, lo más importante es que ustedes me entiendan a Mí y me conozcan a Mí. En otras palabras: mire cuán seriamente se toma Dios a sí Mismo.

Y así nosotros tenemos que tomarlo en serio a Él, y por eso es que tenemos que caminar ante el Señor con sumo temor y en una forma muy puntillosa. Y por eso es que yo creo que nosotros, cada uno, tiene que llegar el día, si tú no lo has hecho yo te pido por favor, todos tenemos que hacer pacto firme con Dios de que: Señor, en este momento yo me comprometo Contigo llueva, truene o ventee, yo te voy a servir, voy a caminar Contigo, te voy a obedecer, voy a ser sumamente cuidadoso de Tu Gloria y de Tus atributos. Y cuando Dios ve una persona así Dios siempre se enamora de esa persona y se compromete con ella llueva, truene o ventee, no importa qué, la persona que ama al Señor y que es firme con el Señor.

Y no digo esto a manera de queja porque yo entiendo que a veces estas cosas pasan. Pero ¿saben cuál es el domingo de menor asistencia en todo el año en Estados Unidos? ¿cuál es el domingo de menor asistencia? El domingo después del domingo de Resurrección, y ahora mismo podemos ver eso, aunque claro, ahora tenemos en inglés que está allá también y eso ocuparía un poco más.

Pero lo que quiero decir es que uno entiende, y ¿por qué es así? Porque a veces, la gente invierte tanto en esa semana en tantas diferentes cosas, en fiestas, en salidas, en trajes nuevos y vienen a la casa del Señor, y la gloria de Dios, está lleno por un evento, números especiales y todo esto, y ya como que el sistema nervioso se cansa un poco, y como que uno se dice secretamente: bueno ¿sabes qué? es tiempo de tomarme un breakesito, voy a descansar, me voy a quedar en la casa tranquilo.

Y puede que eso sea, puede que eso, you know no quiero criticar a nadie innecesariamente, hay razones, hay cosas. Pero a mí me gusta la gente que mire, aunque se esté arrastrando viene a la Casa del Señor, no importa cómo y sirven a Dios, y dicen: ¿sabes qué? yo no me voy a dejar llevar de mis emociones, hay que darle gloria y honra al Señor, hay que apoyar a nuestra Congregación, hay que estar allí. ¿Usted entiende lo que quiero decir?

No pecan con no venir, pero a veces, mi deseo, mi anhelo es que nosotros tengamos una Congregación siempre vertical, confiable, de gente comprometida con el Señor no importa qué. Gente detallista con Dios. Gente que cuando hay algo que hacer dicen: yo estoy presente acá, que no somos como la hoja en el viento que va donde el viento la lleva. Gente que miran la cultura y dice: ah mira, parece que fulanito acaba de decir que esto debe ser así y que cambió de opinión, y que ahora ve la Biblia de una manera diferente; ah bueno pues vamos, si fulanito dice yo también me voy a ir con él. En vez de decir: no, ¿qué dice la Palabra de Dios? y se mantienen firmes, con agonía y lucha en su corazón pero se mantienen firmes en lo que dice la Palabra del Señor y siguen adelante.

Ese tipo de personas Dios las bendice, Dios las respalda, Dios las prospera porque ha hecho un pacto con Dios, se ha comprometido en su corazón. A diferencia que la gente que viene a la Iglesia simplemente porque otros vienen, porque es costumbre, porque mi abuela lo hacía, porque mi mamá lo hacía, y simplemente les gusta la Iglesia, ven un lugar nuevo.

La gente a veces viene por curiosear. Un lugar nuevo, sillas más cómodas, todavía están duritas pero cuando se pongan más blanditas ya no vienen a la Iglesia porque el mundo está lleno de eso, el cristianismo está lleno de eso. Yo diría que la mayoría desgraciadamente, muchas veces, hacen las cosas así por emociones.

Por eso yo no me dejo llevar: ¡oh, tenemos la Iglesia llena! y qué sé yo, no sé cuánto, no, yo siempre miro lo que pasa al final, yo siempre miro el final; quizá la gente dice que soy de poca fe pero no, yo ya he aprendido lo que es la naturaleza humana. Y lo que pido es que usted y yo seamos gente de compromiso, de pacto para con Dios, que seamos gente clara con el Señor, que seamos firmes, que hagamos un pacto como hizo Jacob porque Dios es un Dios firme en Su Palabra y Su propósito.

Cuando Dios se compromete con algo lo cumple porque Dios es un Dios íntegro. Dios se toma en serio a sí mismo y nos toma en serio a nosotros, por eso es que Dios puede hacer pactos con nosotros, porque Él nos toma en serio. Si Dios no nos tomara en serio y no nos viera como una entidad considerable, Él no haría un pacto con nosotros, nos trataría como meros objetos.

A mí me abruma siempre cuando yo pienso en lo serio que Dios me toma y el poder que yo tengo para afectar el Reino de Dios con mis acciones, mis decisiones, mis palabras y todo lo demás. Y así debe ser contigo, debes tomarte en serio porque tú afectas. Tu familia, tu matrimonio, tus hijos, tu comunidad, tu Iglesia, lo que tú haces tiene peso, afecta tu entorno y Dios sabe esto, y por eso Dios te toma muy en serio a ti. Como Dios nos toma en serio Dios hace pactos con nosotros, porque Él se toma en serio a sí Mismo y nos ve a nosotros como una entidad digna de hacer pacto con ella también.

Cuando Dios se mueve en algo Él lo hace deliberadamente, lo hace con gran seriedad y con gran peso, y por eso Dios espera que nosotros obremos de esa manera con Él también. Y yo creo que esa seriedad que Dios le asigna a Su trato con nosotros tiene que ver algo también con la dignidad que Él se asigna a sí Mismo, la gloria, la magnificencia, el cuidado que Él tiene de sí Mismo. A Dios le gusta esa gente que posee esa cualidad de integridad y seriedad que Él tiene y le gusta tratar con ellos.

Otra cosa interesante: cuando Dios hace un pacto con alguien ese pacto se hace firme y Dios lo guarda por varias generaciones, y ese pacto afecta a tus hijos y a los hijos de tus hijos también, y afecta a todo eso sobre lo cual tú tienes autoridad. Tus nietos son bendecidos, tus bisnietos son bendecidos cuando un hombre, una mujer hace un pacto serio con Dios y se compromete para servir al Señor y ser fiel al Señor.

Esta mañana estaba leyendo la meditación de Dios Habla Hoy, ese mensaje que nosotros enviamos a través de la página del Internet a la que les animo a inscribirse de paso, y es un escrito famoso de Charles Spurgeon, el famoso predicador del siglo XIX. Y Charles Spurgeon dice lo siguiente que para mí afirma un poco esa idea del Dios que hace un pacto con un hombre, una mujer y luego lo mantiene, y por medio de ese pacto bendice a las generaciones subsecuentes.

Mire lo que dice Charles Spurgeon, dice: "La ansiedad por nuestra familia es natural, pero seríamos sabios si la convirtiéramos en preocupación por nuestro propio carácter. Si caminamos delante del Señor en integridad, haremos más por bendecir a nuestros descendientes que si les heredáramos propiedades. La vida santa de un padre es un rico legado para sus hijos." Un padre o una madre, que yo puedo decir que mi madre nos ha bendecido a nosotros y a sus subsecuentes generaciones de una manera preciosa. Una mujer seria delante de Dios, llena del Espíritu Santo, comprometida con Dios bendice a su familia. Esto es no solamente para los hombres sino para todo padre y madre que toma a Dios en serio.

"La vida santa de un padre y una madre es un rico legado para sus hijos. El hombre recto deja a sus herederos su ejemplo, y esto en sí mismo es una mina de verdadera riqueza. ¿Cuántos hombres" yo diría mujeres "pueden atribuir su éxito en la vida al ejemplo de sus padres? él también les deja su renombre" es decir el padre le deja su fama espiritual y de integridad a sus hijos, "los hombres tienen mejor concepto de nosotros como hijos de un hombre que era confiable o los sucesores de un comerciante de excelente reputación, ¡oh! que todos los jóvenes estuviesen deseosos de salvaguardar el nombre de la familia.

Sobre todo deja a sus hijos sus oraciones y la bendición de un Dios que oye las oraciones, y estas oraciones hacen que nuestros vástagos" es decir nuestros hijos, nuestros descendientes, "sean favorecidos entre los hijos de los hombres. Dios los salvará aún después que hayamos muerto, oh que fueran salvados de inmediato. Nuestra integridad puede ser el instrumento de Dios para salvar a nuestros hijos y a nuestras hijas.

Si ven la verdad de nuestra fe demostrada por nuestras vidas podría ser que creyeran en Jesús por sí mismos. Señor, cumple esta Palabra para mi familia." Bendito sea el Señor. ¿Es cierto o no? amén. La Palabra de Dios hablada por un hombre que vivió y sirvió al Señor con integridad.

Entonces es importante que tú entiendas, tu vida, tu relación con Dios, tu seriedad con Dios, la manera que tú caminas con Dios, la seriedad. La firmeza con la que tú guardas tu pacto que has hecho con el Señor va a tener un efecto terrible importante sobre toda tu familia, tus descendientes, tu economía, todo. Óigame, si los hombres tomaran eso en serio, y las mujeres. Digo los hombres porque nosotros a veces los hombres, la verdad que sí: necesitamos hermanos hombres como nunca, en nuestro tiempo como nunca, hombres que abracen a sus hijos como mi hermano está aquí abrazando a su hijo, lo cubran así, que peleen por sus hijos como leones, no solamente las mujeres. Hombres que tomen en serio el legado que le dejan a sus hijos, tomen tiempo para darles calor a sus hijos, dejar un ejemplo a sus hijos.

Cada rato uno escucha de hombres que dejan a los hijos porque se enamoraron de otra mujercita por ahí y dejan el legado, como Esaú, sacrifica su primogenitura por un apetito animal; que Dios reprenda al diablo sinceramente, y no saben el daño que les están haciendo metiéndoles puñaladas a sus hijos, y ellos ensuciándose en la vileza, la suciedad más grande de todas.

De paso: el matrimonio es un pacto. El matrimonio no es un contrato, yo no lo veo como un contrato, contrato quizás a nivel civil. El matrimonio es un pacto, un pacto que una mujer y un hombre hacen y se entregan mutuamente el uno al otro, una promesa. Te voy a amar, te voy a servir, voy a estar contigo hasta que yo me muera o tú te mueras y puedes contar conmigo. Aunque yo me ponga feo o tú, o lo que sea, o me enferme, o no tenga dinero, ella le dice a él: yo voy a estar contigo viejito, y él le dice lo mismo a ella también; y esa mujer se siente segura ¿sabe?

Ella sabe que cuando llegue a los 50, a los 60 años él no la va a dejar simplemente porque él le dió su palabra, hizo un compromiso con ella. Su corazón, su vida, su dignidad, su integridad de hombre está comprometida a cumplir con esa palabra, no importa qué. Esa es la seguridad, eso es lo que se ha perdido hoy en día, eso es lo que la gente no entiende y podría entrar en otra perorata ahí acerca del matrimonio hoy en día, cómo está siendo amenazado y todo eso, y es por eso; es porque la gente ya hoy en día el matrimonio ya la gente no lo ve como lo que es en realidad: es algo sagrado, íntimo, personal que involucra lo más íntimo de un ser humano y eso no responde a cambios culturales ni a definiciones extrañas, es algo que Dios ha establecido, ese compromiso, esa seriedad, esa entrega y tenemos que mantener eso y ser gente de pacto, gente de palabra, gente de integridad.

Nuestro sí debe ser sí y nuestro no debe ser no dice la Palabra del Señor, todos los cristianos tenemos que ser conocidos como gente de pacto. Cuando tú le dices algo a alguien tú mantienes tu palabra. Si tú eres un empleado de una compañía o lo que sea tú das ocho horas de trabajo por ocho horas de pago, y tú no estás por ahí malgastando tiempo en el baño texteando con alguien, murmurando y chismeando. No, me están pagando y yo tengo que hacer mi trabajo, ¿usted entiende?

Usted respeta las leyes, usted paga lo que debe. No me entre por ahí porque, todavía hermanos estoy esperando cristianos a quienes yo les preste dinero que me paguen, sinceramente les digo hermanos, qué triste. Es más fácil esperar de una persona no cristiana muchas veces que de un cristiano que te pague lo que te debe, terrible. Porque no, no hay, la gente, ¿dónde está la palabra? si usted debe algo páguelo ¿sabe? La Biblia dice: No le deba nada a nadie, al que gloria, gloria, al que honra, honra, al que dinero, dinero pero páguele. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, recuerde eso siempre.

Usted le debe a sus hijos: integridad, seriedad, protección, firmeza, cuidado, enseñanza, páguele a sus hijos. Le debe a su esposa o a su esposo: lealtad, amor, cuidado, páguele. Le debe a su Iglesia: consistencia, apoyo, respaldo, páguele. Le debe a Dios: alabanza, gloria, honor, alma, vida, cuerpo, todo, páguele a Dios. Gente de pacto, gente de seriedad, gente de compromiso, y al Señor le gusta eso.

Hermano: nosotros podemos hacer, escuche esto, es bien importante, nosotros podemos hacer pactos con Dios. He oído a veces, he leído de vez en cuando teólogos que dicen que no, los pactos siempre tienen que ser Dios que los inicia y que el hombre no puede hacer pactos con Dios sino que tiene que ser Dios, que lo que ven en la Biblia según ellos es simplemente Dios iniciando pactos con los hombres, yo no creo eso. Yo no lo veo así en la Biblia. El que dice eso está contradiciendo lo que se ve en la Escritura.

Primeramente Dios nos toma muy en serio a nosotros y Él está dispuesto. Ahora, si usted hace un pacto loco: Señor, yo te voy a servir si Tú me das una mansión en Bel Air por allá en California y cuatro carros o lo que sea, eso es algo chabacano. No, los pactos son serios, tienen que estar dentro de las leyes. Pero cuando un hombre, un hombre puede venir ante Dios y hacer pactos.

El rey Josías por ejemplo hizo un pacto con Dios, usted puede encontrar esto más adelante, lo leímos hace un tiempo atrás. Segundo de Crónicas 29 para que usted entienda porque eso es algo que yo he oído muchas veces y me pareció un poquito raro, y me aseguré de buscarlo en la Biblia de que no se puede hacer pactos con Dios, uno iniciándolo.

Y mire Segundo de Crónicas 29:10, Segundo de Crónicas 29:10, dice Josías y esto lo estudiamos hace un par de semanas atrás, no así específicamente pero dice: "Ahora pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel para que aparte de nosotros el ardor de Su ira. Hijos míos: no os engañéis ahora porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de Él y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso." Me gusta esa Palabra de Josías: "Yo he determinado hoy hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel." Dios quiere hacer pacto y le gusta la gente dispuesta que está dispuesta a hacer un pacto con Él.

Y hay otros pasajes de igual manera también que hablan claramente. Jacob hizo ese pacto, yo hago pacto Contigo hoy, este es mi acuerdo Contigo, yo te voy a servir todos los días de mi vida, espero Tu protección, Tu cuidado como uno espera de cualquier rey que lo cubra a uno con su protección y su provisión, Jacob hizo pacto con Dios. David dice en un pasaje: "¿Y quién quiere hoy hacer pacto con Dios?" creo que fue cuando él apartó dinero para el nuevo templo, el templo que iba a construir.

Dice: "Yo he apartado de mi riqueza." Dice: "Yo he apartado oro, plata, bronce, madera para la construcción del templo." Dice: "Y de mi propio dinero, de mi propio haber también he apartado" no se contentó con solamente dinero nacional sino que dice "de mi propia hacienda yo aparto dinero para la construcción del templo, ¿y quién ahora quiere hacer pacto con Dios también?" En otras palabras la gente que hace pacto con Dios puede retar a otros también a que hagan pacto con el Señor. Dios amó siempre a David por ese cuidado que tuvo acerca de Su Gloria.

Y entonces a Dios le gusta gente seria que esté dispuesta a hacer pactos con Él, y ya Dios ha hecho un pacto con toda la humanidad a través de Su Hijo Jesucristo. Cristo murió en la cruz para que todos sean salvos. En un sentido todo el mundo está ahora bajo el pacto nuevo de Dios, entonces lo que Dios quiere ahora es gente que firme ese pacto que Dios ha hecho y diga: no, yo quiero hacer pacto dentro de ese pacto con Dios, yo voy a servir al Señor bajo la bandera de Cristo Jesús. Yo digo amén a Tu pacto Señor, yo establezco pacto Contigo ahora y te voy a servir, y te voy a seguir. Lo único que nosotros tenemos que hacer ahora es ratificar ese pacto para nosotros mismos y nuestros hijos, tenemos que entrar en el pacto.

Ahora yo diría que uno puede, dentro del pacto que ya Dios ha iniciado y que ahora yo ratifico con mi palabra y mi firma, aún dentro de ese pacto mayor hay pactos menores que tú puedes hacer con Dios en tu vida. Yo te animo a ser un hombre, una mujer de pacto, que tú digas: ¿sabes qué? yo no voy a ser un cristiano cualquiera, yo no me voy a contentar simplemente con que bueno, ya yo tengo mi pasaporte sellado y ya me voy al cielo, ya yo sé que aunque yo sea chabacano y mediocre en la manera en que yo sirvo al Señor, Dios me va a salvar porque no es por obras sino por gracia, hay mucha gente así y Dios ve el corazón de esa gente.

Y se van a salvar porque de nuevo, la salvación no es por obras, óigame pero: ¿sabe a quién Dios ama y prefiere, y se contenta? El hombre y la mujer que dice: ¿sabes qué Señor? Yo no me voy a contentar con simplemente irme al cielo, yo te voy a servir con todo mi corazón, con toda mi mente y con todas mis fuerzas, te voy a amar por sobre todas las cosas, te voy a preferir por encima de todos los dioses. Todo lo que yo tenga va a ser Tuyo, todo lo que yo sea, todo lo que yo sepa, todo lo que yo alcance es para Tu Gloria y voy a vivir para Ti puntillosamente todos los días de mi vida; esa persona Dios la ve y dice: Con ese hombre, con esa mujer Yo quiero tener tratos. Yo lo voy a bendecir, voy a pelear con él y por él, lo voy a sacar de todos sus apuros.

Cuando me falle lo voy a perdonar si se arrepiente y lo voy a bendecir, y voy a bendecir a sus hijos y a sus hijas, y lo voy a poner en alto, y lo voy a hacer influyente en la comunidad, y le voy a dar el gozo de Mi salvación, y lo voy a acompañar en sus enfermedades, en sus luchas, en sus tristezas, sus tribulaciones, sus pruebas y sus ausencias, y lo voy a consolar en la noche cuando esté triste y ansioso porque me ama, me prefiere y está atento a Mi Gloria y a Mi Persona. Esas personas Dios quiere bendecirlas.

Es decir, aún dentro del pacto mayor que Dios ha establecido a través de Cristo Jesús, Dios te llama a ti y a mi en esta mañana a hacer un pacto con Él personalmente. La gente no sabe lo que se pierde cuando vive ante Dios chabacanamente dentro de un pacto genérico, como esos contratos generales que hacen los abogados, you know, esos boiler plate contract como los llaman, que usted los compra ahí en Wall Green's o e Staple's. No, no, Dios quiere un pacto específico contigo. Dentro del pacto mayor que Él ha establecido a través de Su Hijo Jesucristo quiere que tú camines con seriedad con Él. Esa es la gente que uno quiere tener alrededor de uno ¿sabe?

¿Sabe la gente que a mí me mueve mi corazon? La gente que yo los veo que son a prueba de bala. Llueva, truene o ventee puedo confiar en ellos, puedo depender de ellos. Uno sabe quién anda por ahí simplemente con retórica vana y con palabras vacías. Hay hombres y mujeres que tienen peso, cuando te hablan y te dicen algo tú sabes que puedes ir al banco con esa palabra, esa gente la quiere tener alrededor de uno. Hay otros que son marineros de agua dulce. No seas así en tu vida, se una persona seria, íntegra.

Si un mero hombre ve eso y se mueve ¿cuánto más Dios cuando tú lo prefieres? Hay muchos pasajes adicionales que yo podría compartir con ustedes y otros pensamientos pero vamos a dejarlo ahí. La Biblia está llena de ejemplos de hombres y mujeres que fueron íntegros con Dios y que lo prefirieron a Él por encima de todas las cosas. Hicieron hazañas, hicieron proezas, arriesgaron sus vidas, pelearon contra gigantes, fueron martirizados pero no cedieron, no falsearon su palabra, no falsearon su compromiso. Los trajeron ante reyes, los aserraron, los partieron en cuatro, los quemaron pero no retrocedieron en su palabra.

Que el Señor permita que tú seas una de esas personas y yo también que predico este mensaje, gente de pacto. En el Nombre del Señor, recibe esa Palabra, baja tu cabeza un momento y medita en esta Palabra, quiero compartirla contigo así en tu corazón, créela, recíbela ahora mismo y dí Señor: Señor yo hoy, hago pacto Contigo, voy a ser un hombre, una mujer de integridad, voy a caminar seriamente Contigo. Voy a ser una persona de una sola palabra porque yo sé que el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos, no piense quien estas cosas haga que recibirá nada del Señor.

Oh Dios, nos comprometemos Contigo a ser gente de pacto, gente concienzuda, gente responsable. Padre, que esta Iglesia, nuestra Iglesia Señor esté compuesta de almas que puedan hacer lo mismo y decir lo mismo, gente puntillosa Padre, gente cuidadosa con Tu gloria Señor. Perdóname porque cada uno de nosotros falla en esto, yo soy el primero Padre, necesito ser más cuidadoso, pero ayúdanos hoy Padre. Esta Iglesia te la presentamos delante de Ti Señor.

Nosotros sabemos que no te podemos engañar con palabras vanas y con rituales vacíos Padre, Tú ves el corazón Señor. Queremos tener un corazón perfecto para Contigo, ayúdanos Padre. Fórmate un pueblo Señor del cual Tú te puedas agradar. Tu corazón está herido Señor y Tú necesitas hijos que te prefieran por encima de todas las cosas y queremos ser ese tipo de hijos, de hombres y mujeres Señor. Levántate una Congregación íntegra Padre, una Congregación agradable delante de Ti. Que no mire a otros dioses, que no haga pacto con otras naciones que no sean los que te aman y respetan Tu Gloria, y respetan Tu Nombre, queremos ser así Padre y por eso nos comprometemos Contigo en esta mañana. Sea Tu Nombre glorificado Señor, gracias, gracias Señor, te adoramos, te bendecimos, aleluya. Póngase de pie hermano, vamos a darle al Señor una última alabanza. Creo que están tocando "Dios de pactos" vamos a declarar eso en esta mañana y que ese sea el sentir de nuestros corazones, ¿amén? Dios les bendiga mis hermanos.