¡Qué grandes son Tus obras, oh SEÑOR, cuán profundos Tus pensamientos!
Salmos 92:5
El bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores; el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El sea la honra y el dominio eterno. Amén.
1 Timoteo 6:16