Tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de Ti; Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. Salmos 39:5
Nuestro Salvador Cristo Jesús puso fin a la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio. 2 Timoteo 1:10