No se adapten (no se conformen) a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto.
Romanos 12:2
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Salmos 51:10