Las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
2 Corintios 10:4
"No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu," dice el SEÑOR de los ejércitos.
Zacarías 4:6
Las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
2 Corintios 10:4
"No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu," dice el SEÑOR de los ejércitos.
Zacarías 4:6