2 de mayo del 2011-Por Carmen Samano
Somos especiales…porque somos el pueblo de Dios
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Peter 2:9 (NVI)
He notado que a veces nosotras nos olvidamos de quiénes somos, vamos a través de senderos de pruebas, desalientos y el enemigo siempre nos quiere destruir. Pero con estas palabras que salen desde lo más profundo de mi corazón te quiero recordar que...TU ERES ESPECIAL
Permíteme sugerirte que siempre recuerdes estas cuatro palabras clave:
Escogida: ¡Sí, tu! Si has rendido tu vida a Jesucristo, has sido escogida por Dios. Tú eres especial. Eres escogida, preciosa y muy valiosa delante de los ojos de Dios. Tu tienes acceso a todas las bendiciones disponibles en el reino de Dios. ¡Ya no eres de segunda clase! Ahora tú eres parte de la familia de Dios.
Linaje: Esta palabra quiere decir familia. Ya tú no está sola. No hay necesidad de seguir luchando sola y por tu propias fuerzas. Eres parte de una familia, de la familia de Dios. Hay una canción que dice: “Somos parte de una familia que nació de nuevo, parte de una familia que su amor no conoce fin, pues Jesús nos ha salvado y nos ha hecho suyos, ahora somos parte de la familia de Dios que va camino al cielo y unas veces lloramos y otras reímos juntos”.
Yo oro que siempre recordemos estas palabras…
Proclama: ¡Habla de Jesús! Dile a otros del maravilloso Dios que tú sirve y lo maravilloso que es servirle a El. Donde quiera que vayas, no importa con quien esté, proclama las excelencias del Rey de reyes y Señor de señores. Esta es una de las razones por la que él te ha escogido.
Decisión: Dios ya hizo su decisión. El ha escogido que todos podemos ser parte de la familia de Dios. Sin embargo, cada persona tiene que tomar la decisión de pertenecer o no a la familia de Dios y ser parte del “linaje escogido” A cada persona Dios le ha dado esta opción…si ya tu has tomado esta decisión ¡Gloria a Dios! Pero si no has hecho tu decisión, rinde hoy tu vida a Jesús…y únete a la familia de Dios.