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No huyas del conflicto, resuelvelo!

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Les invito a ir al libro de los Hechos, en el Capítulo 6, vamos a continuar con nuestro estudio y quiero leer los versículos del 1 al 7 que nos hablan de la elección de esos primeros diáconos en la vida de la iglesia primitiva. Dice aquí:

“…En aquellos días como creciera el número de los discípulos hubo murmuración de los griegos contra los hebreos de que las viudas de aquellos, es decir, de los griegos, eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los 12 convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron, “No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas, buscad pues, hermanos, entre vosotros a 7 varones de buen testimonio llenos del Espíritu Santo y de sabiduría a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Y agradó la propuesta a toda la multitud y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás Proxélito de Antioquía, a los cuales presentaron ante los Apóstoles, quienes orando les impusieron las manos y crecía la palabra del Señor y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén. Y también muchos de los sacerdotes judíos obedecían a la fe…”

Bendiga el Señor su santa palabra. El resto de este pasaje trata con Esteban, uno de esos diáconos y su ministerio, su arresto y después en el Capítulo 7 su muerte. Quizás la próxima vez que estemos compartiendo podremos tratar de esa parte. Pero me voy a concentrar en este texto acerca de la elección de los 7 diáconos y qué dio lugar a este momento.

En el Capítulo 5 que discutimos el domingo pasado, vimos el comportamiento heroico de los Apóstoles ante el concilio judío en Jerusalén. Ellos fueron arrestados por predicar la palabra del Señor, fueron llevados ante las autoridad religiosas judías y fueron azotados por su testimonio. Se comportaron heroicamente. Los Apóstoles dan testimonio poderoso de su fe en Jesús, en el Capítulo 5, como vemos y de hecho, se nos dice que consideraron un privilegio el ser azotados y padecer por causa del nombre de Jesucristo.

Vemos también al final de ese Capítulo 5, el domingo pasado, vemos la persistencia de estos hombres en evangelizar y predicar el Evangelio. Se nos dice allí que no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo en el templo y por las casas. De paso, antes de entrar en el Capítulo 6, es importante que recordemos eso, predicaban el Evangelio en el templo y por las casas. Eso de paso, es un buen patrón, una buena costumbre para los hijos de Dios. Tenemos a predicar a Jesucristo tanto en la iglesia como en nuestros vecindarios también. Amén.

Esto es parte de un patrón de evangelismo efectivo. Nosotros somos testigos de la palabra de Dios. Dondequiera que vamos tenemos que llevar esa preciosa semilla. Cuantos saben que nosotros tenemos algo especial? Que es el Evangelio de Jesucristo. Dice que aún los ángeles anhelan mirar sobre lo que nosotros vemos como hijos de Dios. Nosotros vivimos cada día como testigos de Jesucristo y no podemos reprimir esa semilla. Hay gente que necesita escuchar el Evangelio en las casas, nuestros familiares, nuestros compañeros de trabajo, de estudio. Tenemos algo bello y usted no se imagina cuánta gente está esperando que un cristiano comparta lo que Cristo ha hecho en su vida. Cada día vemos gente nueva entrar en los caminos de Dios y ser bendecidos porque alguien los trajo, los invitó a la iglesia o les habló acerca de Jesucristo.

Ellos testificaban, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. Ahora, en el Capítulo 6 vemos un patrón que se repite en otras ocasiones en el libro de los Hechos. Que pasa aquí? Una bendición creó una crisis. La prosperidad que resulta de la fidelidad al Señor muchas veces puede, como decíamos el domingo pasado inclusive, puede convertirse en un obstáculo, una piedra de tropiezo, y por eso cuando Dios nos bendice tenemos que permanecer siempre muy alertas para asegurarnos de que esas bendiciones no se conviertan en un obstáculo para seguir sirviendo al Señor.

Tenemos muchas veces que revisar y analizar las bendiciones y recordar siempre que no es tanto la bendición sino el que bendice el que importa. Amén. Por eso ese coro me gusta, el que cantamos, dice, no solamente queremos una bendición, te queremos a ti. Nosotros tenemos siempre que desear a Dios más que a la bendición. Usted entiende? Hay mucha gente que viene a la iglesia, como dice Jesús por los panes y los peces, para que Dios me bendiga, para que me de un trabajo, para que me de una novia, o una casa con 4 dormitorios. Pero ¿Saben qué, hermanos? Lo más importante es tener a Cristo en nuestro corazón, tener a Dios por él es el dador de toda buena dádiva y todo don perfecto.

Y tenemos que tener cuidado porque muchas veces Dios nos prospera, nos bendice y entonces nos enamoramos de las bendiciones. O a veces, cuantas familias han sido separadas y divididas porque cuando Dios bendice a una familia, pues, viene el trabajo, viene el dinero muchas veces y entonces la gente se enamora de esas cosas, dejan de venir a la iglesia, viene la división, viene el problema. Siempre tenemos mantener la mirada fija.

Qué pasó aquí en este pasaje? Bueno, había una bendición bien grande, la iglesia estaba haciendo el trabajo de justicia social, se le estaba dando comida a las viudas, a los pobres y esa bendición de servir al Señor de esa manera, generó un problema, generó división. Por qué? Porque en esa comunidad cristiana del primer siglo había gente, había judíos de diferentes extracciones, de diferentes trasfondos culturales, había judíos que habían vivido en otros países del extranjero, en Grecia, por ejemplo, en los países que estaban la influencia de la cultura griega. Habían regresado a Jerusalén pero su cultura y su lenguaje era más griego que hebreo y constituían una cultura en sí, pero también había judíos que habían permanecido en Israel, nunca habían salido, hablaban arameo o hebreo, y también constituían como una cultura diferente a los de cultura griega. Cuando esta gente se convirtió la primera iglesia entonces era muy multi étnica, había gente de extracción judía, otros de extracción griega y qué pasó? Que parece que al distribuir la comida los judíos que eran como los que tenían más influencia, le daban un cucharón extra de arroz con habichuela a la viuda que conocían de extracción judía y la pobre viuda griega se tenía que conformar con una tortilla con sal nada más. Y entonces esto generó insatisfacción y un sentido de ofensa.

Y usted ve lo que pasa? Eso es importante que nosotros lo entandamos muchas veces, cómo hacer algo que es bueno, puede convertirse si no hay un patrón de cuidado, bíblico y de hacer las cosas en el espíritu del Señor, se puede convertir en un problema en una iglesia, en una familia. Yo pensaba nuestra iglesia es una iglesia muy diversa, tenemos gente de diferentes países, tenemos centroamericanos, de todas las partes de Centroamérica, tenemos caribeños de diferentes islas, tenemos sudamericanos, de todo el continente Sudamericano, tenemos norteamericanos, africanos, asiáticos, a las 9 esto estaba lleno de norteamericanos de nuestro ministerio en inglés también, nos hemos hecho una Congregación bien compleja. Y yo miro rostros aquí que reflejan todos los colores del arcoíris humano ahora mismo. Gloria a Dios por eso. Eso hay que celebrarlo y darle gloria al Señor. Que bendición!

Hay veo una dominicana sentada al lado de una salvadoreña, y eso no se ve en el mundo muchas veces. Que lindo eso! Y una colombiana, pero aquí hay una portorriqueña también, y hay un dominicano predicándoles, así que imagínese cómo es la cosa. Que lindo eso cuando aprendemos a conocernos, a amarnos.

Pero, hermanos, tenemos que tener cuidado porque esa armonía hay que trabajar para mantenerla, para que no se contamine. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo bien grande, como iglesia yo trato de hacer eso como pastor para no expresar preferencia. Hermanos, yo les digo, mi deseo como pastor principal de ustedes, es que nuestra iglesia siempre mantenga esa bella diversidad y ser justos los unos con los otros. Si usted piensa algún que yo estoy usando de preferencia, déjemelo saber porque yo me voy a disculpar, mi deseo es que todos se sientan somos parte del Reino de Dios, una sola familia en Cristo Jesús. Y ustedes tienen que ayudar en eso, saben?

Siempre extienda un saludo a la gente que es diferente a usted, invite a su casa gente de otra cultura, no invite solamente a los que se ríen como usted y dicen los mismos chistes, y hablan igual que usted. No, sálgase de esa zona de confort e invite a alguien diferente para que se enriquezca su vida. Amén. El Señor Jesucristo dice, de qué te sirve a ti si tu invitas solamente a los que son como tu y los que te pueden invitar a su vez. Eso lo hacen los impíos. No, invita a alguien diferente a ti. Extiende la mano a alguien que sea diferente a tu persona y trata siempre a los demás con la misma cautela y el mismo cuidado, y la misma consideración.

Yo le pido al Señor, Padre, que siempre nosotros nos prefiramos unos a otros y que yo siempre esté alerta a la bendición que es tener a un hermano de diferente color, diferente extracción económica o social o lo que sea. Y tenemos que ser una iglesia de justicia. En nuestros ministerios, escoger a la gente no porque sea como nosotros o porque nos guste, sino porque sean la persona que Dios quiere en esa posición. Amén.

Entonces, aquí había un problema, es que había una injusticia y se estaban prefiriendo las personas unos a otros y claro, los griegos, la gente de extracción griega se sintió ofendida y fueron a donde los Apóstoles para quejarse a ellos. Y entonces, los Apóstoles reaccionaron y trataron de establecer una solución.

¿Saben qué, hermanos? El conflicto siempre ha sido parte de la vida de la iglesia. Aún en esta comunidad tan especial vemos conflicto. El conflicto es algo natural y de esperarse. ¿Saben qué? Lo importante no es si va a haber conflicto en el matrimonio, en la familia o en la iglesia, porque siempre lo habrá. No, la clave está en cómo navegamos y resolvemos el conflicto, cómo resolvemos la tensión cuando llega inevitablemente a la vida de un ministerio o una iglesia, o una familia. Dondequiera que hay, yo diría, dos seres humanos o más, ahí va a haber conflicto. Es más, yo diría que donde hay uno solo, a veces yo tengo conflicto conmigo mismo, yo peleo conmigo mismo. A veces yo no me pongo de acuerdo en lo que yo mismo creo, imagínense entonces. A veces yo no me tolero las cosas que yo mismo hago.

El conflicto es natural. Parte de la caída adaníca. Ahora, ¿Saben qué? Lo importante en una familia es cómo se resuelven los conflictos inevitables entre el esposo y la esposa, entre los padres y los hijos, entre el pastor y los feligreses, entre los miembros de una Congregación. Yo me imagino que los que están por ejemplo, en las células y en los grupos familiares, excepto en el de Sandra y Juan, yo sé que ahí nunca hay conflicto, nunca pasa nada malo, no? pero la verdad, hermanos, es que siempre va a haber algo que afee un poquito.

Entonces cuando usted vea conflicto no se escandalice, no eche un pie y se vaya, oh, que mala es esta célula, qué mala es esta iglesia. No, lo que hay que hacer es, ok, cómo vamos a resolver el conflicto. Y eso pasa así en el matrimonio también, inclusive a veces, el conflicto puede ser una gran oportunidad para que salgan a la luz cosas escondidas y entonces se puedan resolver de alguna manera.

Y sabe lo que pasa que si usted resuelve el conflicto adecuadamente, su relación va a ser más fuerte que lo que era antes. Así que yo no huyo del conflicto. Mire, por ejemplo, yo les decía a los hermanos esta mañana, el jueves pasado nos pasamos una hora y media los miembros del grupo de alabanza hablando de cómo mejorar las relaciones entre nosotros, porque es un ministerio muy diverso y ahora hemos añadido otros directores de alabanza y estamos apretando el funcionamiento del ministerio y es natural, donde hay cambios surgen a veces tensiones. Y al final de la hora y media, yo les decía a los hermanos, ¿Saben qué? Que bueno es que nosotros podemos hablar de las cosas con libertad, tratarlas, discutirlas y salir con esperanza de que las cosas van a ser mejores que nunca. Que bendición tan grande hoy la alabanza! Por qué? Porque cuando las cosas se hablan, se resuelven, hay bendición.

El conflicto va a pasar, yo lo que le pido al Señor, Padre, ayúdanos a ser una iglesia que sepa manejar el conflicto conforme a patrones bíblicos, aún en el grupo de los 12 con Jesús ahí mismo, en el mismo medio de ellos, había conflicto, imagínese ahora que él está en el cielo si no será la cosa un poquito más difícil. Ahora lo importante es eso, que haya un procesamiento adecuado del conflicto.

Vemos aquí en este pasaje buenos patrones y prácticas para resolver el conflicto. Cuáles son algunas de esos mecanismos que usaron ellos? 1. Hubo buena comunicación. Digan todos comunicación. No se ignoró el problema, no se echó debajo de la alfombra, y dijeron, bueno, que nadie sepa que hay conflicto entre nosotros, así que todo sigue como si nada hubiera pasado. En cuantas familia hay cosas escondidas, nunca se hablan, nunca se dicen, todo el mundo ve las cosas por arriba muy lindas, pero abajo hay ratones y cucarachas y cantidad de cosas que están pasando, una esposa ofendida, un esposo herido, unos hijos magullados emocionalmente, pero para que la gente no piense que esta es una mala familia, cuando salimos de la casa, todo bien arregladito, cada pelito en su lugar, a la iglesia agarraditos de la mano y después nos damos de puño con la misma mano que nos agarramos cuando estábamos en la casa, no?

Yo he preferido, hermanos, siempre la honestidad y la comunicación. Hay que hablar las cosas, hay que procesarlo. A mí me gusta una canción de Mercedes Sosa, así se llamaba la pobre, ya está espero con el Señor, una gran cantante sudamericana, ella decía, hay que sacarlo todo afuera como la primavera, nadie quiere que algo adentro se muera. Yo oigo canciones a veces también, yo no tengo temor, son buenas canciones. Pero a mi gusta eso, hay que sacarlo todo afuera como la primavera, nadie quiere que adentro algo se muera. Por qué? Porque las cosas se mueren cuando las mantenemos escondidas.

Búsquense alguien de confianza, discreta, madura y hable con ella o con él y hable las cosas con sus seres queridos también. En la iglesia hablemos las cosas, hay que procesar las cosas. Aquí vemos que el problema no se ignoró sino que se habló, se ventiló. Los ofendidos pudieron comunicar su insatisfacción y fueron escuchados, sobretodo, fueron escuchados por los Apóstoles. Ellos no dijeron, váyanse de aquí, todo está bien. No, escucharon y buscaron una solución.

En las iglesias y los ministerios de la iglesia, hay que promover un ambiente de apertura donde se puedan ventilar los problemas y los conflictos antes que se conviertan en una fuente destructiva de contaminación. Sabe lo que pasa? Que si usted no procesa las cosas tarde o temprano se convierten en elementos hostiles. Yo he aprendido eso, que las tensiones de la vida, si usted las escucha y les pone atención se convierten en su aliado, pero si usted las ignora comienza a tirarle piedras desde afuera y romper la ventana y el techo y todo.

Los conflictos de la vida, las debilidades del ser humano, las diferencias del matrimonio y de una iglesia son dones raros que Dios pone para que al trabajarlos nosotros seamos más como Jesucristo. Si no hubiera problemas y tensiones nunca desarrollaríamos la paciencia, el amor, la bondad, la tolerancia, el respeto a la diversidad que son partes importantes de la vida de un hijo de Dios.

Así que usa las dificultades de la vida, usa los problemas de la vida y di, yo lo voy a vencer en el nombre del Señor y cuando termine voy a ser más fuerte que antes de comenzar el problema. No los ignores, dales la bienvenida y dile, siéntense aquí y vamos a hablar y vamos a resolverlo. Muy importante eso, Dios permite situaciones en la vida de sus hijos para que las trabajen y en el nombre del Señor yo creo que cualquier situación se puede resolver, si hay una voluntad de hacer las cosas como Dios manda.

Entonces tenemos que ventilar los problemas y los conflictos antes de que se conviertan en una fuente de contaminación. Ahora, así como digo una cosa digo la otra, el ventilar los problemas tiene que estar gobernado por un espíritu de paciencia, de amor, de tolerancia también. No podemos simplemente desde que pasa cualquier cosa de una vez, este es mi derecho, estás demandando, criticando. Hay gente que se especializa en criticar. Son unos especialistas en ver problemas y demandar sus derechos.

No, la actitud de un cristiano debe ser una postura de generosidad y de tolerancia. Ahora, cuando hay una situación que merece ser hablada, acérquese a la persona, con amor, con mansedumbre y hable las cosas. Siempre afirmando a la persona, no golpeándole su orgullo, su dignidad. Tiene que hacerlo en el espíritu de Jesucristo.

Y hay veces en que inclusive habrá que esperar un poquito de tiempo antes de expresar el agravio, porque quien sabe, si en ese tiempo Dios hace la obra. Y quien sabe si no es el momento tampoco y primero tienes que ablandar esa situación con oración, y entonces seguro de lo que vas a decir, y tocado y preparado por el Espíritu Santo y esa persona también ablandada por el espíritu, quizás será el momento y Dios hace la obra.

Así hay muchas maneras de resolver el conflicto. Yo diría otra cosa también, que cuando viene el conflicto a nuestra vida nosotros también tenemos que ser generosos y muchas veces sufrir algo de pérdida para que la gloria de Dios se manifieste.

Por ejemplo, Abraham, cuando hubo conflicto con Lot, su sobrino, le dijo a Lot, mira Lot, primero escoge tu y lo llevó a una montaña y toda la tierra que le pertenecía a ellos, Abraham le dijo, mira Lot, escoge la mejor tierra, la que tu quieras primero y si tu te vas por allí, yo me iré por el otro lado. Y qué pasó? Que Lot escogió la súper mejor tierra que había, se sirvió con la cuchara grande y Lot dijo, está bien, no hay problema, tu te vas por allí, yo me iré por el otro lado, y ¿Saben qué? Dios después bendijo a Abraham y le dio inclusive la misma tierra que Lot había escogido. Porque Lot se portó de una forma egoísta.

Entonces muchas veces tenemos que ser generosos y aún a veces sufrir agravio para que la bendición de Dios prevalezca en un hogar. A veces hay que callar un poco, pero cuando hay que hablar, cuando una situación necesita resolución, hable.

Y los que escuchan también escuchen con un espíritu de, ok, qué me está diciendo esa persona? Que tiene razón. Los Apóstoles escucharon a esta gente, hubo comunicación, hubo proceso muy importante. Y entonces los Apóstoles tomaron medidas correctivas. Sabe lo que hicieron? Eligieron personas capacitadas para atender el problema.

Otro elemento importante, la solución que ellos adoptaron obedecía a los valores de la iglesia, obedecían a los valores de la institución sobre la cual ellos presidían. Esa solución que ellos tomaron de escoger hombres llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, estaba en alineamiento, estaba en sintonía con las prioridades espirituales de su iglesia en Jerusalén. Qué es lo que pasa? Que a veces nosotros resolvemos un problema pero no lo resolvemos conforme a los valores que nosotros consideramos importantes.

Por ejemplo, una iglesia viene una persona rara, diferente, viene una persona vestida de una manera diferente, o viene una persona que huele a alcohol, o una persona que tiene unos manerismos que no nos gustan, o un joven drogadicto, o vienen de momento muchos niños que hacen ruido en el ambiente, y qué pasa? La gente establecida en la iglesia, muchas veces, no siempre, aquí esto no pasa, pero se quejan y a veces hasta queremos sacar esos elementos de la vida de la iglesia porque queremos que la iglesia se mantenga siempre un dechado de virtudes, todo bien.

Qué pasa? Cuando una iglesia, por ejemplo, está haciendo evangelismo efectivo, llegan a la iglesia gente con todo tipo de pasados difíciles y diferentes, no convencionales, llegan parejas que no están casadas, están conviviendo simplemente en convivencia común, llegan personas que todavía no han sido tratadas por el Espíritu Santo, y si uno comienza a decir, bueno, no queremos a esa gente, y el pastor coge miedo y los saca del ambiente. O sí, se resolvió el problema, sacamos el elemento de incomodidad pero se violaron los principios de la iglesia. Qué tiene que hacer una iglesia? Ser abierta al extranjero.

Yo quiero que me iglesia se me complique con gente que no conoce al Señor y que viene a buscar de Dios aquí. Hermanos, de qué nos sirve una iglesia predecible y donde nadie tiene nada desarreglado. Eso quiere decir que no estamos haciendo evangelismo, porque si una iglesia está haciendo evangelismo siempre está viniendo gente nueva con problemas. Y ese es el valor, para mí, una iglesia si está cómoda no está haciendo el trabajo del Evangelio. Una iglesia tiene que tener siempre gente nueva viniendo, que los santurrones se retuerzan en su silla, pero amén, que sigan viniendo los inconversos. Hay que preservar los valores de una iglesia.

Hermanos, yo digo mire, una iglesia, perdone si me salgo un poquito del tema, no es salirse del tema, una iglesia es una espacio donde viene gente traído por el Espíritu Santo a ser tratados por Dios en diferentes maneras. Y el rol de los que dirigen espiritualmente es asegurarse que ese espacio se preste. Esa gente que viene algunos le tomará dos años, a otros tres años, a unos un mes para entrar un poco en la actitud conveniente a un cristiano. Si tratamos de apresurarlos, si los sacamos antes de tiempo, si confrontamos a veces las cosas demasiado tajantemente se nos rompen y se nos van, se nos rompen las redes.

Hay peces que si usted los jala demasiado rápido se le rompe la carnada y se llevan el barco y todo con usted. Un pastor tiene que ser sabio y entendido y resolver las complejidades de la vida eclesiástica congregacional con sabiduría y mantener una ecología muy compleja para que se resuelvan los problemas de la gente y entren a la similitud de Cristo Jesús.

Entonces, qué pasó? Cuando los Apóstoles escuchan que hay este problema, ellos dicen, ¿Saben qué? Vamos a resolverlo pero señores nosotros no podemos dejar la predicación de la palabra y el estudio del Evangelio y la oración, para nosotros ponernos a servir las mesas para asegurarnos de que no haya injusticia. Qué hicieron? Escogieron otras personas de la Congregación que tuvieran las cualidades adecuadas para que sirvieran a las mesas mientras ellos, los pastores principales, los Apóstoles, se preocupaban por predicar el Evangelio y velar por los intereses espirituales de la Congregación.

Que lindo esto hermanos! Una cosa bien importante, en una iglesia hay tantos talentos y tantos dones y cada uno puede hacer algo bello. Yo me gozo cuando sé que hay hermanos visitando las cárceles, visitando los hogares, visitando los hospitales, compartiendo con los hermanos cuando hay una pérdida. Los pastores no podemos estar haciéndolo todo.

Gloria a Dios, hermana, gracias por eso. Por lo menos una sola persona está de acuerdo conmigo. Cuando una iglesia crece ¿Saben qué? Todos tenemos que convertirnos en pastores y dadores unos de los otros. Yo les digo a los hermanos, mira, cuando tu vas a visitar una persona en el hospital ve en nombre de tu iglesia y de tus pastores, y dile yo estoy aquí representando el cuerpo de Jesucristo.

Desgraciadamente no podremos estar en todos los quinceañeros y todos los bailes de muñecas, y todos los bautismos de la gente, no damos a vasto. No, una iglesia debe estar llena de pastores, llena de consejeras, llena de directores de grupos de hogar, ungidos por el Espíritu Santo haciendo la obra del Señor y nosotros debemos aceptar que es así la complejidad de la vida de la iglesia por que el pastor no vaya a su cama de hospital no quiere decir que la presencia de Cristo no pueda ir a través de un hermano que le visita.

Y entonces tenemos que entender esa especialización en un sentido. Ahora, claro, nosotros tenemos que hacer nuestra parte también. Pero tenemos que ser tolerantes, no ponerle cargas indebidas a la gente que vela por la salud espiritual de la Congregación. Estos Apóstoles dijeron, vamos a resolver el problema pero vamos a resolverlo en una manera correcta y vamos a buscar gente que pueda preservar esos valores que queremos y vamos a ungirlos e imponerles manos y entonces que ellos vayan adelante.

Tenemos que entender cuáles son nuestras prioridades y ceñirnos a ellas. Por último, otra cosa que vemos aquí, los Apóstoles escogieron gente capacitada y establecieron claros requisitos para escogerla. Resulta interesante observar cuáles eran esos requisitos. Dice que tenían que ser gente llena del Espíritu Santo y de sabiduría. Hermano si tu quieres trabajar en las cosas del Señor llénate de la palabra de Dios, llénate del conocimiento, estudia, prepárate, pídele al Señor que prepare tu carácter. Yo me encanta ver gente preparándose.

Ayer mismo tuvimos un entrenamiento para líderes, 3 horas pasamos aquí entrenando a nuestros hermanos. Y yo estoy comprometido para que cuando haya una necesidad en la iglesia siempre haya gente capacitada, gente de carácter y gente que tenga el conocimiento de los principios básicos de la palabra de Dios. Hay discipulados que se están dando, hay clases de diferente tipo, toma tu clase, prepárate para servir al Señor. Eso es importante para que nuestra iglesia siempre tenga muchas manos como las de Cristo, muchos pies como los de Cristo, muchas voces que puedan aconsejar, que puedan predicar la palabra, que puedan enseñar a otros, que puedan atender a los niños. Cada día crecen las necesidades en esta iglesia y cada día vamos a necesitar más gente dándole al Señor de su tiempo, preparándose para servir al Señor.

Hermano, tu eres un elemento, un instrumento que Dios quiere usar para extender su gracia a alguien. Yo le pido al Señor que abra en nosotros una consciencia bien grande, bien grande de que cada cristiano, cada hijo de Dios es un evangelista, es un siervo, es un intercesor, puede ser un maestro, puede ser un salmista, puede ser un cuidador de niños, un maestro de jóvenes. Dios tiene un llamado para tu vida, Dios tiene un propósito para tu vida. Prepárate para servir al Señor.

Cuando tus pastores necesiten a alguien para enviarlo a un hospital, a una casa que tiene un problema matrimonial, a una escuela donde se necesita atender a jóvenes, que haya gente preparada, llena del Espíritu Santo y llena de sabiduría de Dios para atender esas cosas. Dios quiere una iglesia donde todos sean diáconos en un sentido.

Sabe de dónde viene la palabra diácono? Es del griego, diaconos quiere decir siervo o ministro. Y cada cristiano es un siervo de Dios. Dios quiere usarte, Dios quiere que tu seas un resolvedor de problemas por así decirlo. Las iglesias tienen problemas porque hay mucha gente que no está haciendo su parte, pero estamos comprometidos a preparar al pueblo de Dios para que puedan resolver problemas, puedan estar ahí donde se necesita.

Quiera el Señor, hermanos, que nosotros podamos ser siempre una iglesia de armonía, una iglesia donde los problemas se hablan, donde los problemas se ventilan, que seamos familias de comunicación saludable. Has un compromiso con Dios de ser un buen oidor y también de ser una persona que comunique la verdad en el amor de Jesucristo. No le temamos a los problemas. Le damos la bienvenida y resolvámoslos y Dios permitirá que a través de esa resolución vengan más bendiciones a nuestro hogar. Seamos gente de dinamismo, gente de proceso y seamos una iglesia de transparencia, de preferirnos unos a otros y de tratarnos con mucha, mucho respeto, mucho cuidado unos a otros.

Gracias al Señor por todo lo que él está haciendo y que continúen esas bendiciones cada día viniendo a nuestra Congregación. Así que, Padre, en esta tarde pedimos que tu espíritu, Señor, tu espíritu de armonía, tu espíritu de comunicación, Señor, y de resolución de problemas, sea una realidad en esta Congregación, tanto las familias como los ministerios de la iglesia, las células, los grupos familiares, cada ministerio, Señor, sea un lugar donde haya buena comunicación, haya transparencia, haya soluciones prácticas y concretas conforme a los valores del Evangelio, Padre. Donde haya respeto de la diversidad, Señor, y haya justicia en la manera en que nos tratamos unos a otros. Gracias por todo lo que tu nos has dado, Señor, a través de este hermoso servicio, y pedimos que sigas, Señor, manifestándose cada vez más, manifestándose cada vez más, Señor, en nuestras reuniones. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén, y amén.

Mentalidad específica, una nueva manera de pensar (Parte 2)

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Persistencia es una de las marcas de una iglesia y de una institución sólida y en la última reunión pudimos lograr algo muy lindo y yo creo que ese ritmo que establecimos y la manera en que fluimos fue precioso y ojalá que no bajemos la guardia, sino que siempre mantengamos ese mismo. Yo sé que pasan accidentes, pasan cosas y todo pero que lo que pasa en las instituciones muchas veces es que eso que llaman institutional drift hay muchos nombres para ello, pero es como que las cosas comienzan a cierto nivel pero se van olvidando, se olvidan las visiones, se olvidan las declaraciones de misión, se olvidan los acuerdos, se olvidan las asignaciones y como que se practica por un mes, dos mes y después como que se pierde esa atención que es tan necesaria para el buen funcionamiento de toda institución.

Y una de las cosas que yo deseo arduamente como pastor y como líder de esta institución que nosotros cultivemos una cultura de, hablamos de excelencia, y a los pentecostales les encanta hablar de la palabra excelencia, pero es como un cliché que en realidad no entendemos lo que quiere decir, excelencia es esfuerzo, es sudor, es aburrimiento, es imponerse sobre el aburrimiento. Eso es excelencia. No es algo lindo, mágico, sabroso, es mucho trabajo. Y sus ministerios, mi ministerio, nuestras vidas, mi vida, y todo lo que nosotros hacemos debe reflejar ese nivel de altura y ese esfuerzo y solamente entendamos eso, porque cuando comenzamos así tan tarde, todo se decae y entonces todo como que pierde su ritmo. Y es muy fácil decir, bueno, pasó esto, pasó lo otro, siempre hay una razón, pero es bueno siempre tratar en todo lo posible en nuestra vida, y si cometemos un error, lo admitimos y seguimos adelante. Eso es lo que yo quiero hacer porque quiero que ustedes se acostumbren a eso en sus ministerios, en sus vidas y yo también quiero acostumbrarme a eso en mi propia vida.

Así que, gracias, disculpen eso, pero vamos a ponernos al día y vamos a terminar a la hora que dijimos. Bueno, la pregunta es esa. Yo voy a dar 45 minutos sólidos para, estoy tratando de aprender a hacer eso también, gracias, Miguel. Ahí solamente hay una metáfora de algo que queremos aprender, ese aspecto de diligencia. Pero, de nuevo, Wendy comenzó muy bien con esa idea de un cuerpo y de la importancia de estructuras. Un cuerpo necesita huesos, una iglesia necesita estructura.

Cuando venimos aquí y adoramos al Señor y el espíritu se mueve y hay bendición y Dios fluye, detrás de eso hay personas que en la noche lavaron los baños, el hermano Roberto arregló las sillas, se pagó la electricidad porque gente diezmó, alguien abrió las puertas al principio de la mañana, se pusieron signs para el estacionamiento, y se le asigno a alguien que hiciera eso y se le pagó a alguien para que hiciera eso. Hay toda una estructura debajo de la magia. Me doy a entender? y muchas veces nosotros no entendemos eso, saben por qué? Porque no se nos enseña eso, sobretodo el mundo latino lo tiene el doble, iglesias como la nuestra, porque somos hispanos o latinos y porque somos carismáticos pentecostales, porque eso no se enfatiza en nuestro mundo, ni cultural ni espiritual muchas veces.

Tenemos una iglesia muy fogosa pero que carecen de estructura. Y yo creo que Dios me ha dado algo que es como una palabra que yo creo que es algo así como profético, que cada día ahora dondequiera que yo voy Dios como que me pone a hablar acerca de eso, de la importancia de desarrollar una nueva forma de pensar, una mentalidad diferente.

Cuántos estuvieron en el último retiro de líderes? De eso hablamos, recuerdan, de una nueva manera de pensar. Decíamos que la iglesia de Jesucristo necesita desarrollar una forma nueva. El mundo es experto en eso y por eso nos llevan una distancia y una ventaja de millas. La gente del mundo entiende eso muy bien. Nosotros, la gente supuestamente llena del espíritu, no lo entendemos, y por eso nuestras iglesias siempre están cojeando.

Lo que tenemos es muy buena retórica, eso sí tenemos. Nosotros le ganamos a cualquiera hablando. Venimos a la iglesia y en un momentito decimos, lo declaramos, lo tenemos, lo hacemos, es mío en el nombre de Jesús, todo lo puedo en Cristo. Salimos de aquí, nuestras vidas no expresan eso.

Y lo que Dios ha puesto en mí es un hambre de integridad en ese sentido de que nuestras vidas, y nuestros ministerios reflejen lo que nosotros decimos que supuestamente tenemos y queremos. Y eso debe reflejarse en todas las áreas. Y para llegar a eso hay que pasar por estos procesos, la estructura, aprender a pensar en términos de estructuras y desarrollar esa parte izquierda del cerebro.

Por qué yo escogí el tema, si usted busca allí elementos de la mentalidad empresarial, yo voy a seguir con eso dentro de un momento, y voy a…. pero hay tantas otras cosas que quiero decir, que tocaré lo que pueda en el tiempo que tengo. Y quiero continuar con ese tema, porque no quiero salirme de ese tema por un buen tiempo hasta que se entienda lo que yo quiero decir con eso y lo podamos internalizar como individuos, como iglesias.

Y yo hablaba, recuerden, acerca de que hay dos facultades en la vida cristiana, una facultad es lo que yo llamaría la facultad espiritual, mística, que es la parte que tiene que ver los dones del espíritu, la unción, la santidad, la guerra espiritual, la adoración, todas estas cosas que abren puertas mágicas en el mundo del espíritu, la oración, eso es bien importante. Una espiritualidad sana, fuerte, apego a la palabra, conocimiento de la palabra de Dios, uso poderoso de la palabra de Dios. Todas esas cosas son herramientas que yo llamaría, por así decirlo, espirituales, los dones del espíritu.

La gente carismática pentecostal se enamora de eso y se olvida de la otra parte que en la Biblia la vemos en muchas, muchas diferentes partes. Lo que pasa que se nos enseña solamente a fijarnos en una parte y no nos fijamos en la otra. La otra parte es lo que yo llamaría, la parte estratégica, intelectual, cerebral que es la parte de administración, disciplina, ejecución, estudio, dominio propio, desarrollo del liderazgo de uno. Toda esa parte que a nosotros no nos gusta porque nos suena aburrida, estructura, organización, planificación, todas estas cosas, porque pensamos que contradice a la otra parte. Y las dos partes son necesarias.

Yo creo que hay mucha gente que piensa que yo no soy lo suficientemente espiritual ni conocedor de los dones, porque enfatizo mucho eso. Y a veces cuando en el servicio hay un momento en que yo paro a alguien, o digo tenemos que seguir, o lo que sea, piensan, está deteniendo el espíritu, es porque no entendemos que hay que tener un balance entre las dos cosas. Si yo tuviera tiempo lo desarrollaría más, pero una espiritualidad balanceada necesita de las dos dimensiones.

Si usted está muy fuerte en un área y débil en la otra, usted va a estar cojeando. Y le va a faltar algo bien importante. Entienda esto, porque si no lo capta va a estar en deficiencia toda su vida como líder. Lo que yo busco, la gente me pregunta, cuál es su visión, pastor? Mi visión es una iglesia balanceada, una iglesia que pueda caminar en esos dos rieles de la vida cristiana espiritual. Y si ustedes me toman en serio y toman eso en serio, yo les aseguro que van a crecer y van a desarrollarse mucho como líderes y nuestra iglesia va a ir creciendo cada día más y más.

Eso es algo que yo quiero enfatizar y ojala tuviera más tiempo para desarrollarlo pero lo dejo ahí por un momento. Ahora, vamos a este, porque todo lo que decimos acerca de estos formularios, por qué estamos haciendo estas reuniones? Porque nosotros hicimos un acuerdo que es importante que nuestros líderes fluyan todos en armonía y conforme a ciertos valores compartidos, que no haya un sector de la iglesia pensando, no, esta iglesia debe ir en esta dirección, la dirección espiritual, más ayuno, más oración, más santidad, más alabanza, más vigilia. Y otro grupo diciendo, no, más disciplina, más administración, más organización, más tecnología, más estrategia. Y cada uno tirándose piedras al otro porque no entendemos que es las dos cosas. Me doy a entender?

Entonces estas reuniones son porque queremos promover una iglesia que fluya en armonía, todos los líderes recibiendo la misma dieta, siendo entrenados, enseñados y creciendo. Por ejemplo, cuando nuestros hermanos muestran estas formularios, quizás no tenemos todas las respuestas ahora mismo, quizás no estuvo todo tan claro, pero así es que se comienza. Cuando un niño comienza a hablar, comienza balbuceando, y pacientemente uno lo va animando hasta que habla en frases claras, en palabras claras, oraciones completas y después párrafos.

Y así pasa con esto, estamos tratando de desarrollar estos formularios, estos acuerdos para que todo el mundo sepa, para que no haya esas confusiones. Para mí lo más importante de esa discusión, porque yo no la pude seguir todo en el momento, fue la falta de coordinación que teníamos de a quién llamar en una emergencia. No es tanto el formulario, porque eso saca a la luz una cosa y es que muchas veces nosotros, que la centralización, llamemos al pastor, llamemos a Gregory. Y entonces, no hay delegación, no hay descentralización, entonces hay una persona que es la que lleva la carga.

Ahora, cuando una iglesia sabe, no, ese es el líder que está encargado de ese departamento, a esa persona se le llama, a esa persona hay que ir, no al pastor. Entonces, ese tipo de descentralización crea una iglesia saludable. Por qué? Porque si el pastor se muere de un ataque al corazón, qué va a pasar entonces, a dónde van a ir? Según la institución va creciendo y desarrollándose más tiene que prescindir del líder principal o el líder fundador. Eso es una ley de la institución, sea iglesia, sea non profit, sea una corporación. Mientras más depende de una sola persona, más débil es porque si ese apoyo frágil se cae, se va toda la estructura con él o con ella. Y por eso es que hay que descentralizar.

Cuantas columnas hay aquí que se vean? Una, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y hay otras que no se ven. Si se cae una, si se rompe una yo creo que todavía puede haber tiempo para fortalecerla, pero si hubiera una sola, se viene todo abajo. Entonces, es bien importante que haya descentralización. Eso es una de las marcas de una institución bien desarrollado, sea pentecostal o no sea pentecostal.

Le digo, toda la oración del mundo no va a salvar una iglesia que carece de estructura. Eso es así. Yo conozco iglesias muy espirituales que son un desastre y si pudiera les daría un ejemplo muy reciente de eso. Seamos balanceados, hermanos, no seamos niños. Ya tenemos que ir a la madurez, esta iglesia tiene que continuar yendo hacia la madurez. Estoy siendo un poco sombrío o no?

Porque estas son cosas que yo creo que son importantes. Miren, vamos a esto de elementos de la mentalidad empresarial. Yo puse esto aquí, y no sé si hay otra hoja también que habla sobre indicios de la mentalidad empresarial, menos elegante, pero está ahí también. Esto yo lo escribí a última hora, esta mañana, antes de salir. Dije, espérate, esta idea, y me puse ahí en 30 segundos lo escribí. No tuve tiempo para pasarlo a maquinilla pero van a ver que también es importante si tengo tiempo para discutirlo.

El caso es que por qué esto? Quizás usted si no estuvo en la última sesión, va a estar un poquito cojo con esto, pero le suplico que vaya conmigo. Yo hablé de esa forma específica de pensar. Si usted lee su Biblia Eclesiastés 11, yo creo que ahí en el Capítulo 11 versículo 1 está como esbozado lo que es una mentalidad empresarial. Así que en pocas palabras, o parte de ella, donde dice:

“…Echa tu pan sobre las aguas porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a 7 y aún a 8 porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra… y en el versículo 6, …. Por la mañana siembra tu semilla y a la tarde no dejes reposar tu mano porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello o si lo uno y lo otro es igualmente bueno…”

Por qué yo hablo de una mentalidad empresarial? La palabra empresarial, yo creo que en inglés es mucho más expresiva, enterpreneurial, usted sabe cómo son las empresas. Las empresas siempre están diversificándose, desarrollándose, buscando nuevas ideas, sosteniendo varios experimentos, probando nuevos productos. Usted ve cómo hace Wendy. Wendy se saca un nuevo hamburgher con queso y salsa barbacoa, y lo tiran al mercado a probar. Si pega lo dejan en el menú permanente, sino lo quitan y traen otro con una quesadilla con pollo o lo que sea a ver si eso pega en el ambiente latino de Estados Unidos.

Y siempre están probando. Siempre están haciendo nuevas cosas, siempre están inventando. Por eso echa tu pan a las aguas, reparte a 7 y a 8, diversificación, inventar cosas, dinamismo, y esa mentalidad también que es organizada, que siempre está pensando en algo nuevo, que está planificando, que no se contenta con el status quo sino que siempre está buscando cómo desarrollarse, cómo desarrollar nuevos formularios, nuevos productos, nuevos programas. Eso es algo bien, bien, importante para la vida de una iglesia.

Para mí algunos de las cualidades que como iglesia nosotros, porque queremos ser una iglesia empresarial, y una mente que piensa, una institución que piensa en estos términos. Una de las cosas que es típico de ese tipo de Congregación o de ministerio, piense también en su ministerio, si usted es ujier, si dirige el ministerio o está trabajando en el ministerio de hombres, si es un pastor asociado de la iglesia, padres, el ministerio de los padres, inglés como segunda lengua, el ministerio de mayordomía, piense en ministerio al yo hablar de estas cosas. A la misma vez que yo hablo de la iglesia como iglesia también a dónde queremos ir.

Yo creo que una de las cosas que distingue una institución empresarial, una iglesia empresarial, es un alto nivel de energía e iniciativa en el liderazgo. Yo anhelo tener líderes dinámicos y nerviosos, gente que le bailan los ojos, gente que siempre está pensando cómo ayudar a su iglesia, cómo desarrollarse, cómo hacer nuevas cosas.

Le doy un ejemplo, no para alabar a Miguel, pero yo a veces estoy sentado aquí en el servicio del domingo y simplemente doy una mirada, un gesto del cuello y Miguel enseguida viene a preguntarme si yo necesito algo. Él no lo hace porque quiere halagarme a mí, es porque Miguel tiene una mentalidad bien de disciplina y de resolver problemas y de ayudar en algo. Y Erenia, por ejemplo para hablar de otras personas, porque hay muchos aquí que podrían, que ejemplifican, cuando asignamos algo siempre está buscando una manera mejor de hacerlo, un formulario, y se ha hecho casi imprescindible en muchas áreas del ministerio de los diáconos y en otras cosas.

Y muchos de ustedes caben en esa categoría. Estoy señalando dos solamente, muchos de ustedes caben en esa categoría, son gente dinámica. Yo quiero que esta iglesia sea una iglesia de alta energía y que nuestros líderes ejemplifiquen eso, porque el líder indolente, el líder pasivo, el líder que espera que le digan las cosas, el líder que ese conforma con lo mínimo, el líder si no me piden que lo haga, pues no lo voy a hacer, no puede llegar al nivel que tiene que llegar. Se necesita gente inventiva.

Yo creo que una iglesia empresarial es una iglesia donde hay alto nivel de energía, donde hay esfuerzo. Por ejemplo, en el ministerio de los ujieres, que la persona no esté contenta con simplemente estar parada pegada a la pared y si ve a una persona que entró por allí y la ve un poquito a mitad del servicio, y la ve como un poquitito confundida mirando, esa persona, no debe decir, bueno, ya el servicio comenzó, eso es asunto de ellos, y allá ellos o lo que sea. A veces ni siquiera pensamos eso, simplemente ni siquiera pensamos. Vemos a la persona pero no hay una conexión entre nuestro cerebro y ese fenómeno que se está dando en ese momento.

Mientras que una persona empresarial, inmediatamente ve eso, y es como tirarle carne a un perro hambriento, siente una atracción, hay un problema posible, quizás no sea un problema, quizás la persona simplemente está buscando a alguien que le está aguantando un asiento, pero esa persona, algo en su sistema nervioso se activa y va porque siente, me están llamando y se acerca a la persona y pregunta, hermano, puedo servirle en algo? Y sino ven, usted entiende?

Eso es alta energía. Una iglesia empresarial es donde están pasando cosas, una iglesia empresarial, un ministerio empresarial es donde hay momentum, hay crecimiento, hay líderes que se están entrenando, hay gente inquieta, hay personas que están… por eso esos ministerios crecen. Echa tu pan a las aguas porque después de muchos días regresará a ti.

Los ministerios que crecen, hermanos, por qué Dios dice, varón esforzado y valiente? Siempre Dios nos está llamando varones y varonas esforzadas y valientes. Porque es que a Dios le gusta la gente esforzada, no la gente aplatanada. Cuando usted oyó al Señor decirle, Dios está contigo, varón aplatanado y cobarde. Nunca, no lo va a encontrar en la Biblia. No, no, Dios quiere gente dinámica, altamente dinámica, que invierta, que se esfuerce y una iglesia donde están pasando cosas. Eso es para mí una de las cualidades, un alto nivel de energía e iniciativa. Digan todos iniciativa. No se contente con que a usted le digan lo que tiene que hacer, pregúntese usted, qué debo yo hacer? Y Dios honra ese líder y ese líder crece, ese líder Dios lo bendice y lo prospera, hermanos. Yo les aseguro eso.

En segundo lugar, una iglesia de mentalidad o un ministerio o un líder altamente empresarial. En ese ambiente hay mucha experimentación y establecimiento de nuevos proyectos. Una iglesia que se contenta, o un ministerio con simplemente hacer las mismas cosas, donde hay inercia, donde lo que se hizo el año pasado es lo que se hace hoy, los mismos procedimientos, no hay nada nuevo. Esa persona, esa iglesia, ese ministerio no crece.

Yo sé que a veces yo pongo mucha presión sobre los líderes o sobre el equipo pastoral, porque cuando yo veo una oportunidad, Meche siempre me está tratando de agarrar los caballos, por ese sentido, sí, hay muchas cosas que…

Por ejemplo, hemos estado hablando, Dios ha abierto una puerta para mejorar el funcionamiento de la librería. Es un proyecto bien interesante que ha surgido. Dios me puso eso en el camino con un par de personas, no voy a adelantarme más de la cuenta, estamos en ese proceso, pero eso añade un poco de tiempo y de tensión al inicio. Yo no estoy seguro de que tengo todas las piezas en mi mente acerca de ellos. Habrá un poco de lío y de mess que arreglar y limpiar en el proceso, pero yo sé que eso es algo bueno, es prometedor, puede enriquecer la vida de la iglesia, puede avanzar. Yo mira, amén, yo agarro la oportunidad y en el camino voy a ir mejorando y perfeccionando y Dios irá proveyendo.

Y podemos hablar así de tantas cosas. I wanna es algo que algo que ha ido surgiendo en los últimos dos años y medio, tres años? Y en realidad ha entrado como en vida poderosa el último año y pico. Al principio mucho mess, pero poco a poco y era una cosa nueva que se atrae. Hay otras cosas también que suceden, otros ministerios, se prueba con diferentes cosas.

Una iglesia altamente empresarial es donde hay experimentación y establecimiento de nuevos proyectos. El líder que solamente se conforma con el status quo, hermanos, yo amo, adoro a la gente que no espera que yo les diga lo que tienen que hacer, sino que dicen, pastor, qué le parece esta idea? Delmi Chacón o Martínez Chacón es una de las personas que se especializa en esa área de ser inquieta, de inventar nuevas cosas. A veces yo nada más le digo algo y ella coge y cuando viene a ver, va 10 veces más de lo que yo tenía en mente antes y me pone presión a mí entonces, pero eso es bien importante.

Tiene que haber experimentación, tiene que haber nuevos proyectos. Tiene que haber gente inquieta que le guste hacer nuevas cosas. Pero para eso se requiere un alto nivel de energía, se requiere gente también animada por el Espíritu Santo, porque si fuera por mi propia fuerza yo creo que ya yo hubiera decaído hace tiempo, pero Dios de alguna manera me renueva, porque yo le pido, Señor, que no sea en mi fuerza física, sino que sea en tu espíritu. Y es una bendición.

Yo sé que hay muchas cosas que yo podría añadir para matizar eso, estoy de acuerdo. Hubo un error allí el 13 es igual al 12. Vamos al 4. Otro elemento de la mentalidad empresarial. Atención a la visión y persistencia en la visión. Qué quiero decir con esto? La visión nuestra, ser una iglesia ejemplar, modelo, que ejemplifique los mejores valores del Reino de Dios, mostrando excelencia en la actividad social, administración y capacitación de sus líderes para ser instrumentos útiles y ayudar a desarrollar a otros líderes. Esencialmente esa es la idea.

Bueno, esa visión a mí me mantiene amarrado y me motiva. Cada una de esas palabras tiene algo que ver y yo siempre trato de ver, okay, estamos progresando por eso simplemente es una cosa retórica que la decimos porque suena bonito. Cuál es la visión de su ministerio? Y entonces está usted cada día en todo lo que hace, tratando de llevar?

Por ejemplo, por qué estamos haciendo esto? Porque queremos ser buenos en administración y en la capacitación de nuestros líderes para ser instrumentos y para ayudar a desarrollar otros líderes. Esto que estamos haciendo hoy obedece a esa parte de la visión. Y cada vez que nos reunimos, y cada vez que usted da tiempo para venir aquí, yo les aplaudo y les bendigo por sacar estas tres horas y media, cuatro horas de su sábado, para venir a esto, y me encanta ver tan buen número tan lindo de ustedes, que representa lo mejor de esta Congregación y los ministerios más poderosos de esta iglesia.

Porque ustedes también están, ustedes quieren ser líderes poderosos, ustedes quieren ser gente de capacidad, ustedes quieren que sus liderazgos también respondan. Si usted obtiene algo bueno de esta reunión, usted va a ir y lo va a transmitir a su gente y usted va a ser un líder contagioso.

Entonces, yo estoy tratando de obedecer a eso. Hay una palabra alignment entre las instituciones, cuán alineadas están las actividades y el funcionamiento de tu ministerio a tu visión. Es lo mismo, si en tu visión personal, yo quiero ser una mujer capacitada intelectualmente, una persona culta, que conozca algo acerca de la historia, de la cultura de la humanidad, bueno, cuando fue la última vez que fuiste a un museo? Cuándo fue la última vez que leíste un libro sobre arte? Cuándo fue la última vez que viste un documental sobre algún aspecto de la historia de la humanidad? Qué sabes tu acerca de la historia de Francia? O de la historia de Colombia? Te estás instruyendo? Porque si tu quieres ser una persona culta y eso es parte de tu visión, qué estás haciendo específicamente para adelantar esa visión?

Luis, como médico que es, dirige una clínica y él quiere que su clínica refleje los mejores valores, la precisión, digamos, que merece una buena medicina, una práctica. Okay, qué está haciendo él para entrenar a sus empleados en esa área? Que lean bien los charts, que haya precisión en medir las cosas, que haya buenas prácticas de cuidado y de profesionalismo, que haya buen cuidado al cliente, que los biles se manden a tiempo y se paguen a tiempo, y que no haya errores. Usted entiende?

Es decir, cómo está alineada tu práctica a tu visión? Sea tu ministerio, sea tu vida persona, sea nuestra iglesia. Entonces, por eso nosotros hacemos estas cosas, porque si decimos que queremos líderes bien desarrollados, bueno, eso no se hace en el servicio de los domingos, ahí no es ni siquiera, bueno en discipulado parte, no, en estos momentos en que tratamos de cosas bien concretas y creamos una mentalidad, es ahí donde se logra ese tipo de cosas. Por eso esto es importante.

Hay tiempo para orar y para ayunar. Algunas personas les digo, ayuna y ora, a otras les digo mira, ayuna menos, y estudia más. Habla menos en lenguas y tómame una clase de inglés. No te aparezcas por la iglesia un miércoles por 6 semanas y tómame un curso de Microsoft Word, y que eso sea tu adoración al Señor. Cuando estés dándole a las teclas, Señor, te adoro, te bendigo, gracias, Padre, que tus dedos adoren a Dios diciendo, quiero ser el mejor instrumento para Dios y necesito esta herramienta.

Sabe que los monjes de la Edad Media decían, el trabajo es parte como de una manera de adorar a Dios. Y por eso ellos hacen su trabajo con la tierra y la construcción de su monasterio, lavar los platos de los demás monjes. Estaban adorando al Señor. El trabajo adora a Dios. Es que tenemos la mente muy estrecha, hermanos, tenemos que salir de la mentalidad infantil y entrar a la madurez que Dios requiere.

Entonces, es importante atención y persistir en la visión. Nosotros llevamos años y todavía no le hemos logrado completamente y nunca lo lograremos, pero hay que persistir en ellos. Si te caes del caballo móntate otra vez. Ok, si fallamos en algo hoy, yo no lo digo para atacar, no lo digo simplemente, ok, mira en esto vamos adelante.

Una de las cosas en las iglesias latinas y las iglesias pentecostales carismáticas y en muchas otras iglesias también, no se hablan las cosas, y pensamos que cuando se hablan están peleando. No. el jueves tuvimos una reunión con los líderes de alabanza, muy nutrida, hora y media, estuvimos hablando cosas bellas, fuertes, claras, pero yo salí de allí gozoso, que bueno que en nuestra iglesia se puede hablar las cosas sin que la gente se vaya a los puños. Se pueden decir cosas importantes, incómodas y todo, es necesario que en una institución haya buena comunicación y comunicación dura, difícil, tensa, trabajada y que al final de ella, nos abracemos y nos veamos como hermanos que ahora somos más hermanos porque nos entendemos mejor.

Hay que promover. Una de las cualidades de una gran institución, un gran ministerio, WPG o lo que sea, es comunicación dolorosa en el amor de Cristo, con misericordia, amor, perdón y voluntad hacia una solución, se tome el tiempo que se tome. Cualquier institución, cualquier grupo, adoración, nosotros llevamos en el grupo de alabanza, sabe cuántos meses nosotros llevamos trabajando esa masa difícil? Pero yo sigo allí y sigo pegado a ello, porque para mí, yo tengo que persistir en la visión y veo que sí, vamos mejorando, poco a poco. Y a mí no me molesta que haya comunicación fuerte, porque para llegar a la visión tiene que haber honestidad, tiene que haber transparencia en la manera correcta.

En su matrimonio tiene que haber comunicación y lo que no es saludable hay que hablarlo. En la amistad tiene que haber comunicación porque hay una visión lo que queremos. Entonces, atención y persistencia en la visión.

Pensamiento estratégico. Yo puse aquí muchas cosas, es una tormenta de ideas un día. Pensamiento estratégico, hay que pensar estratégicamente. Nosotros estamos haciendo eso aquí, al reunirnos, esta es una de varias otras reuniones que tendremos y la segunda que hemos tenido, y llevamos años, porque tenemos una estrategia, queremos ir en una dirección, estamos estrategiando.

Ese edificio que estamos haciendo allá afuera, es parte de una estrategia, queremos conquistar. Y para conquistar se necesitan fortalezas, se necesitan herramientas, se necesitan armas porque la estrategia presupone que hay un blanco a largo plazo y hay una serie de acciones que se van a planificar y a tomar para llegar a ese blanco. Eso es lo que, no tengo todo el tiempo, pero pensamiento estratégico.

Cómo estás tu pensando acerca de tu ministerio? Dónde tu quieres que llegue tu ministerio en 3 años, 1 año, 2 años? Y qué estás haciendo para llegar allá? Cuáles son las piezas como tu has desmontado esa visión alta que tiene tu ministerio y qué metas e instrumentos, prácticas, acciones, relaciones, te estás forjando para llegar al punto Z si estás en B o C? Cómo va a ir allá? Eso es pensamiento estratégico. Qué cosas estás haciendo?

Visión a largo plazo. Eso es parte, por eso yo los puse juntos porque son parte de una… persistir en la visión quiere decir tener visión a largo plazo. Hay gente que hacen algo, si no funcionó su stand de atención es bien poco, por eso yo digo a veces a algún líder, mira, necesito que hagas esto y lo hace por los primeras 3, 4 semanas y después se pierde, se olvida. Y así vivimos todo el tiempo en la vida diciendo, vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro y no se hace, se comienza y después se decae, porque no tenemos visión a largo plazo.

Cuando uno se forja una meta péguese a ella, siga adelante, tenga paciencia. No se desaliente porque no funcionó bien la primera vez. Siga. Persista y diga aunque no lo alcance hoy, lo voy a alcanzar más adelante. Por eso es que en ese pasaje dice, porque después de muchos días lo hallarás. Invierte ahora y piensa a largo plazo porque va a llegar la visión.

Y hay que tener claridad en la visión, declararla, escribe la visión dice en Habakuk, Capítulo 2, para que el que la leyere corra por ella. Hay que tener claridad. De qué se compone tu visión? Bueno, yo quiero ser un buen padre. Qué quiere decir eso? Quiere decir, tengo que pasar tiempo con mis hijos, número 1, número 2, tengo que ser paciente con ellos, número 3, tengo que ser una presencia activa en sus vidas, número 4, tengo que aprender a perdonarlos mucho, número 5, tengo que estimularlos y animarlos a que lleguen a ser algo poderoso, número 6, tengo que pedirles perdón cuando necesite, número 7, etc. Etc.

Qué quiere decir ser un buen padre? Eso es muy amplio, eso requiere diez volúmenes, redúcelo a diez cosas y pásate diez años hasta que lo alcances. Y no lo vas a alcanzar ni siquiera en esos 10 años. Pero hay que ser claros.

La especificidad es una de las grandes cualidades de un gran liderazgo, ser específico, ser claro, desmontar las cosas en sus partes constituyentes, desarrollar la capacidad para ver las cosas en su secuencia, no ver una mole de principios sino soltarlo uno a uno y ponerlo sobre la mesa y entonces volver a montarlo para que sea algo vivo. Es una de las grades cosas, claridad, especificidad y pensar pequeño y pegarse a una cosita y después trabajar otra y después trabajar otra, bien importante, no?

Todo esto tiene que ver con eso de la visión, etc. Número 5, esto tiene que ver con lo otro que decía de la visión, alineamiento de las actividades, ministerios, estilos de liderazgo con la visión. Por eso yo decía, una de las cosas que anhelamos es que un día, y cada día nuestra iglesia vaya más y más produciendo un tipo de líder que sea reconocible.

Sabe que decía, los fariseos dijeron y supieron que habían andado con Jesús, se dieron cuenta por qué? Porque quizás se reflejaban los valores de Jesús, hablaban como Jesús, se comportaban como Jesús, reprendían demonios como Jesús, sanaban como Jesús, porque se habían contagiado con el espíritu de Jesús y cuando los vieron a ellos dijeron, mira, ese pertenece.

Yo creo que nosotros buscamos un tipo de líder y un tipo de ministerio en León de Judá que proceda siempre concretamente, específicamente, clarificando, que hay buena comunicación, que no haya abuso de la autoridad, que haya sujeción a la autoridad, líderes que cuando se comprometen a algo, lo ejecuten.

Todo esto que yo he dicho, líderes que tengan iniciativa, líderes que tengan pasión por el Reino de Dios, líderes dispuestos a pagar el precio, líderes sacrificiales, líderes generosos con su dinero, líderes de integridad y santidad. Lo que queremos es que esos valores que haya alineamiento y que la institución, una de las cosas que a mí me da gozo, aunque esta iglesia está, pero infinitamente lejos de ser perfecta, una de las cosas, me lo estaba diciendo alguien el viernes, me decía Josmar, mucha gente dice viene a la iglesia y cuando entran al edificio ya sea durante el día o los domingos dicen, aquí se respira paz.

Usted no sabe cuánta gente me lo ha dicho, a mí también. Me alegré de saber eso que otras personas, porque a mí me lo han dicho muchísimas veces. Yo digo, guau, que bueno! A mí me encanta oír risas durante el día en esta iglesia. Aquí se oye mucha risa. Para mí uno de los indicios de salud de una familia o una institución es que haya risa. Si hay risa eso dice mucho.

Y a mí me gusta que aquí siempre hay risa, la gente se está riendo, hacen chistes. Hay tensiones, claro que sí, donde no las hay. Pero lo que quiero decir es que una institución tiene que alinearse con sus valores, porque hemos dicho que el fruto del Espíritu Santo es una de las cosas, la misión visión de la iglesia, el fruto del Espíritu Santo. Yo pongo eso allí porque hay muchas iglesias son muy fuertes con los dones, pero busque el fruto del espíritu, mansedumbre, amor, humildad, paciencia, benignidad, paz, no lo va a encontrar porque se enfocan en los dones, no se enfocan en el fruto.

Entonces, tiene que haber alineamiento de las actividades. Es decir, que lo que se hace responda a la meta, que los líderes reflejen eso, reflejen una actitud de trabajo en equipo, el delegar a otros, capacitar a otros, echarse a un lado para que otros crezcan. Todas esas cosas, eso para mí son los valores y nosotros queremos que nuestros líderes reflejen eso y que un líder no se sienta cómodo si no refleja eso, y que se cree toda una ecología y una economía y una cultura que cuando un líder no encaja en esa mentalidad que es lo típico de León de Judá inmediatamente haya presiones invisibles que comiencen a configurarlo o configurarla en la dirección de lo que es la mentalidad de la iglesia. Me explico?

Porque hay alineamiento. Que si un líder es displicente y no ejecuta y es muy dejado, y no se sujeta a autoridad, inmediatamente fuerzas invisibles se alineen para torcer eso y reprimirlo hasta que se configure a los valores de la iglesia. Y que esta iglesia vaya produciendo un estilo que sea reconocible como el estilo de León de Judá. Por eso que para mí la adoración es tan elusivo, porque es algo místico, misterioso, espiritual, pero hay un producto que yo tengo en mi espíritu y en mi mente, y yo estaré peleando hasta que eso se de porque persisto en la visión y porque me gusta ser claro y porque tengo que ayudar a mis líderes para que sean excelentes.

Una de las metas es que la adoración de León de Judá sea de calidad mundial, que se pudiera poner en una pantalla de televisor y que la vieran 50 millones de personas y que estuviera a la altura de esas 50 millones. No para 100 personas o 50 hispanos que se entienden y cualquier cosita, pues, está bonito porque es para Dios. Eso es lo que pasa en muchas. No, no, que sea para calidad mundial.

Por qué a la gente le gusta Hilson y por qué ha llegado a tener tanto impacto? Pregúntese por qué. Examine, léalo, vea el producto. Sí, tendrán sus cosas también, claro, pero es porque hay unos valores que la gente reconoce y yo no puedo decir, no, estamos bien porque estamos… No. nosotros tenemos el espíritu de Cristo también. Y lo que pasa es que tenemos que persistir, tiene que haber claridad, tiene que haber persistencia en la visión. Ahora, tiene que haber misericordia, amor, yo entiendo todo eso, pero hay que ser implacable con nosotros en ese sentido.

Entonces alineamiento de actividades. Capacidad organizativa, número 6. Desarrollo continuo de la capacidad. Qué estamos haciendo aquí hoy? Desarrollando la capacidad, formularios, protocolos, procedimientos, acuerdos, desarrollando la capacidad de cada líder. Yo espero que usted regrese a su liderazgo en su ministerio, y usted se lleva alguna de esas cosas, usted sale de aquí, yo espero, inquieto. Cómo puedo yo producir cada día un mejor ministerio? Cómo puedo yo que esos ujieres brillen por su disciplina marcial y que todo ujier aplatanado sea aplastado, que sea un tostón al final de cuentas. No, perdonen, lo que quiero decir es, de nuevo, que el sistema, you have todo weed out, quizás el llamado de esa persona no es para ser ujier, quizás debe ser un intercesor, ahí en su casa, orando sin que nadie le ponga presión, ni se espera nada excepto Dios que entiende su lenguaje.

Pero yo creo que, de nuevo, los sistemas tienen eso, en adoración es igual, en discipulado, hay un maestro que quizás mira no se prepara para su lección, no es creativo en su enseñanza. Bueno, podemos tratar de desarrollar la capacidad, pero llega un momento en que el sistema tiene que sacarlo gentil, amorosamente para que la excelencia del Reino de Dios pueda continuar. Usted entiende?

Y tenemos que ser, porque es para Dios y nosotros tenemos que representar bien al Reino de Dios. Entonces, que desarrollar la capacidad continuamente. Hermanos, observe a sus líderes y obsérvese usted mismo, y lo que no está bien anótelo y órele al Señor y también pídale a esa persona, yo se una cosa, es que no siempre yo soy todo lo generoso que debiera en comunicar ciertas cosas. Ese es mi carácter, yo brego con eso, oro y creo que he mejorado bastante, pero la verdad que a veces también yo pido las cosas tantas veces que ya a la décima o treintava vez se me puede perdonar si soy un poquito impaciente.

Pero, de nuevo, es importante que nosotros hagamos listas de las cosas que no conviene que trabajemos para mejorarla, mejorarla, mejorarla. Desarrollo continuo de la capacidad. Y no hay forma, en última instancia, idónea de comunicar estas cosas.

Buena estrategia financiera, sistemas y controles financieros. Eso es más bien para la iglesia, pero también puede ser para un liderazgo. Estamos llevando buenos números, hay buena capacidad administrativa, etc., no voy a insistir mucho en eso.

Otra cosa, sólidas estructura de gobierno, voy a poner congregacional pero puede ser, ok, cómo gobierna usted, sabe la gente claramente a quién ir en caso de una situación? Hay un liderazgo que va más allá del líder principal? Si yo soy la única persona que reparte el bacalao, es un problema serio, en una iglesia. Tiene que haber gobierno, hay diáconos, hay gente a quien yo le tengo que dar cuenta y ellos me dan cuenta a mí, hay distribución, hay líderes que se encargan de diferentes áreas, hay descentralización.

Todo esto, buena coordinación entre el líder principal y su equipo. Yo, al hablar muchas veces de estas cosas, lo que quiero también es comunicar mi mente para que ustedes me entiendan a mí por qué yo hago esto, por qué insisto en aquello, por qué reacciono de esa manera o lo otro, para que ustedes me puedan entender. Buena comunicación, yo necesito comunicarme con ustedes para que ustedes conozcan mi corazón, por qué yo hago esto o por qué no hago lo otro. Eso es parte, no tenemos todo el tiempo.

Diversidad de ideas. En una iglesia tiene que haber diferentes personas pensando, no solamente el líder principal, sugerencias que se tomen en cuenta, que enriquezcan.

Proceso en las decisiones, las decisiones no se hacen unilateralmente sino que se trabajan, se hablan en conjunto.

Se da cuentas, yo tengo que darles cuentas a ustedes, yo no soy Moisés bajando del Sinaí con las tablas para que ustedes las obedezcan. Yo tengo también que dar cuenta de mis acciones y decisiones, el por qué esto, el por qué lo otro.

Y hay transparencia. Si algo no se hizo bien hay que admitirlo, hay que pedir perdón y hay que tratar de mejorarlo. Hay mucha tela que cortar.

Hay trabajo en equipo. Hoy esto es trabajo en equipo. Yo les aseguro, yo no he hecho gran cosas en este evento. Gracias a Dios por gente como Wendy, como David Díaz, como Erenia y tantos otros que han trabajado. Ustedes saben quiénes son. El 95%, yo vine aquí a dar lo mío y gracias Señor, que bueno que tanta gente trabaja. Yo le doy gloria a Dios por eso. En esta iglesia se hace tanto, hermanos, ustedes no se imaginan, y es porque cientos de personas literalmente hacen el trabajo y gloria a Dios por eso. Trabajo en equipo. Delegación, descentralización.

Y no hay nepotismo. Cuídese de eso, no escoja a sus amigos ni a su familia simplemente porque son sus amigos. Es un indicio de un mal sistema, cuando hay nepotismo. Nepotismo es eso, cuando el líder escoge a su gente allegada o su familia y los pone, sean capacitados o no. esto no es una dinastía esto es del reino, aquí yo no tengo nada, yo no soy dueño de nada. Por lo tanto yo no puedo decir, a mi hermana o quien sea, no, toma tu este ministerio. No, la idea es, estás capacitado? Y tienes el respaldo de los demás.

Termino con esto, rápidamente aquí. Esto yo lo puse así. Indicios de la mentalidad empresarial. Para mí cuando una iglesia está creciendo, o un ministerio está creciendo, estos son como pequeños indicios, indicadores de una institución, un ministerio, una vida, un trabajo que está como yendo en cierta dirección. Usted va a ver y no estoy glorificando la burocracia, no tengo tiempo para matizar todo esto, hay que tener mucho cuidado, pero en esos ministerios va a haber listas, protocolos y procedimiento a las cosas. Usted va a ver el uso hoy en día del correo electrónico. Me tomó tiempo llegar a decir eso, pero es cierto. Objetivos claros, medición, estamos alcanzando lo que nos propusimos? 138 personas llegaron. Como sabemos que fueron 138? Se contó. Ok, hay listas. Cómo sabemos que I wanna merece el dinero que se invierte y el tiempo y la energía? Hay producto y se identifica, asistencia, niños creciendo, muchas cosas. Medición de los objetivos.

Ejecución, la gente se compromete a algo, lo ejecuta y se mantiene ejecutándola semana tras semana, mes tras mes. Hay ejecución.

Las iglesias muchas veces muchos compromisos se hacen listas, se hacen promesas, se hacen compromisos, se decide cambiar el mundo en 10 días y ya al otro día se olvidó todo. Ejecución.

Acountability, dar cuentas a los demás, esa es la palabra en inglés es genial. Hay descentralización, hay delegación, hay sujeción a la autoridad, muy importante. Hay comunicación honesta, hay planificación y hay comités que a veces decimos, comités, eso es burocracia. Pero son algunos elementos que yo creo ejemplifican cuando uno ve estas cosas en un ambiente y no solamente porque las haya, sino porque hay vida debajo de ello, porque la vida demanda esto para ordenar.

Dios siempre crea y después ordena. Busque en Génesis, usted vea, anote eso y piense en ello. Dios crea y después ordena. Da nombres, separa, divide, clasifica y eso pasa también. Nuestra iglesia tiene mucha vida y ha tenido y ahora estamos dándole nombre, estructura, organización, creando folders para toda esa vida, metiendo una cosa aquí, otra allí, otra acá, dándole un nombre a esto.

Hay comités, es decir, hay organización, grupos, etc. Todas estas cosas, cuando usted ve estas cositas, esas rocitas de maíz saltando en un ambiente, sea su ministerio, sea su vida, sea su familia, sea su trabajo, sea León de Judá una iglesia, estas son algunos indicios de que se está progresando hacia una mentalidad empresarial.

Hermanos, el tiempo se acabó, Dios les bendiga. Piensen en estas cosas y que Dios permita que como iglesia cada día vayamos más y más hacia esa altura, porque ¿Saben qué? Lo que viene es grande y tenemos que tener buenas redes. Sino, nuestra pesca milagrosa se nos va a perder. Así que prepárese y esto va a ser de bendición para sus vidas. Si usted practica estas cosas yo le aseguro su familia, su peso, su ministerio, lo que sea, va a cambiar, va a reflejar la altura, la excelencia del Reino de Dios.

Dios les bendiga.

Cuando Jesús no se apura

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En esta historia Jesús estaba en la ciudad de Betania, fuera de Jerusalén, lejos de Jerusalén, el asunto es que obviamente le llegan noticias de que Lázaro había muerto. Y yo he hablado de esto en otras ocasiones y siempre impacta esto, que cuando uno recibe una respuesta así es como que la reacción inicial es como que, guau, vamos allá y vamos a estar con la familia y cosas así.

Yo, por ejemplo, ayer recibí una noticia de que alguien cayó grave en el hospital, que le dio un stroke y a mí me impactó tanto esa noticia que yo dejé de hacer todo lo que estaba haciendo aquí en la oficina y salí corriendo al hospital. La reacción fue así.

Pero cuando yo veo lo que Jesús hizo aquí, qué fue? Qué pasó? Él salió corriendo a ir a ver a Lázaro? No, cuánto se tardó? 4 días. Se tardó 4 días en ir allá. 4 días. 4 días que pudieron haber hecho una diferencia.

Ahora, cuando yo estaba reflexionando en esto, mis hermanos, aquí fue donde yo vi el enganche de este pasaje. Porque cuando Jesús llega y se encuentra con Marta y con María ahí fue donde Marta le dice, Señor, en el verso 21 del Capítulo 11, dice:

“…Señor, si tu hubieses estado aquí mi hermano no hubiese muerto…”

Estaba reclamando por un lado. Pero después le dijo:

“…Pero también yo sé que todo lo que tu le pidas a Dios él te lo va a dar. Y Jesús le dice, “tu hermano va a resucitar”, y Marta le dijo, “ah, sí yo sé que va a resucitar en la resurrección en el día postrero”. Ya estaba hablando de otras cosas por allá, pero Jesús le estaba diciendo, “no, no, no, yo soy la resurrección en la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente…”

Miren la pregunta que le dice al final, qué es lo que le dice? Miren, es bien interesante porque en la conversación que yo tenía con Rafael, nosotros estábamos hablando, como que sabes que tu eres de esas personas que vienen semana tras semana a la iglesia, que tu los ves que llegan aquí, oran, dejan el altar lleno de mocos y todo eso y lágrimas y los ujieres tienen que venir a limpiarlos a ellos y limpiar el altar también.

Pero entonces cuando salen por esa puerta es como que, otra persona, se les olvidó de todo lo que dejaron aquí y por un lado es bueno que se olviden de todo lo que dejaron aquí, pero se olvidan literalmente de que hasta hay un Dios que existe y que puede hacer algo en medio de sus vidas.

Y cuando yo veo eso, mis hermanos, hay veces que yo me digo, guau, hay veces que nosotros necesitamos que Jesús nos confronte de primera porque venimos con este jueguito de que sí voy a cumplir con ir a la iglesia y orar 7 días de la semana, a tal hora porque esa es la hora que el Señor bendice, sino madrugo, pues Dios no me ayuda. No sé, tenemos como que estos mitos y estigmas que si cumplimos con eso vamos a tener la bendición de Dios.

Miren, yo sé que Dios bendice esas acciones pero no necesariamente lo manipulan, no es que manipulen a Dios esas acciones y muchas veces nosotros lo que tratamos de hacer es precisamente eso, manipular que Dios se amolde a lo que uno desea y lo que uno quiere. Y hay veces que Dios tiene que ponernos el freno.

Yo me imagino que, yo quiero que ustedes visualicen este escenario conmigo. Que usted esté en un funeral, tal vez no es el mejor escenario de todos pero obviamente cuando usted está en un funeral es como que todo es bien solemne, uno llega para darle sus condolencias a la persona, a los familiares del difunto, la difunta, y uno va con todo su cuidado y seriedad y cosas así, déjame no decir nada que hay veces que uno va a un funeral y es como que todo el mundo está diciendo, sí, lo vamos a ver en el cielo, pero ese era un hijo del diablo. Yo no sé en qué cielo lo vamos a ver, pero y uno no quiere decir nada que no vaya a ofender a nadie. Pero el asunto es que uno viene y procede con cautela, con cariño para animar a la persona.

Pero imagínense aquí a Jesús, él entra como que sí viene con todo su cuidado y de repente le dice a Marta como que, Marta, ven acá, pero qué es lo que sucede contigo? Acaso yo no te he dicho que hay algo que yo puedo hacer? Acaso yo no te he dicho que yo tengo el poder para poder hacer algo en medio de las cosas?

Es bien interesante, mis hermanos, porque esta historia cuando Jesús está diciendo que en él está la resurrección, él está hablando de que él es el que tiene el poder de la vida y de la muerte en sus manos. Él es el que tiene el control de todas esas cosas. Si ustedes leen el pasaje anterior, en el Capítulo 10, les voy a decir un secreto pero no se lo digan a nadie. Si ustedes leen el pasaje anterior de Juan, Capítulo 10, particularmente los verso 18. Miren cómo el mismo Jesús dice, él está hablando diciendo que “…nadie me quita la vida sino que yo de mí mismo la pongo. Yo tengo el poder para ponerla y tengo el poder para volverla a tomar. Este es mandamiento que yo recibí de mi Padre…”

Esa frase de Jesús, él mismo está diciendo que él es el que tiene poder sobre esas dimensiones de la vida que nosotros muchas veces hasta le tenemos miedo. Y después de haber dicho lo comprobó en la historia de Lázaro, que él es el que tenía el poder sobre todas esas cosas. Y miren, Dios anhela a través de su Hijo Jesús mostrar todo ese poder en medio de nuestras vidas. Pero hay veces que el problema más grande es que nosotros no creemos lo suficiente de que él lo puede hacer.

Venimos, oramos, pedimos, escuchamos los sermones, y nos sentamos una hora y media, dos horas, pero cuando salimos para allá afuera nuestras acciones, nuestros estilos de vida dicen todo lo contrario de lo que uno recibe acá. Y no estoy hablando de ninguno de ustedes, yo sé que esto no le aplica a ninguno, estoy hablando de otra gente, de los que no vinieron hoy estoy hablando.

Pero el asunto es ese, mis hermanos, cuando yo veo que Jesús le hace esa pregunta a Marta, le dice, “Tu crees esto?” O sea, en un momento de dolor, en un momento de trauma Jesús de repente le para el caballo, y le dice, ven acá, tu crees o no crees? O te peinas o te haces rolo? Qué es lo que va a hacer?

Y miren, si ustedes siguen leyendo después es que dice, ah, que Jesús se acercó a la tumba y que fue lo que dice, el verso más corto de toda la Biblia cuál es? Y Jesús lloró. Por qué habrá llorado Jesús? Usted no se ha preguntado por qué, de qué lloró Jesús? Acaso Jesús lloró porque había muerto Lázaro? Puede ser. Acaso Jesús lloró por la incredulidad de la gente? Yo creo que sí. Acaso había una combinación de todas estas cosas mezcladas? Yo creo que sí, que Jesús lloró por todas esas cosas. Sí lloró, porque el pasaje dice, ah, miren cómo lo amaba. Sí, él amaba a Lázaro, había un sentir ahí. Pero yo creo que lo que más le dolía a Jesús fue la incredulidad de la gente. Que aún esas personas que más compartían con él, porque miren, Marta y María eran dos de las mujeres en el relato bíblico que más compartían, que `más cercanas estaban a Jesús.

Acaso eso no le da un poquito de luz? Que nosotros nos matamos orando, ayunando, buscando a Dios y tenemos esa cercanía con él, más sin embargo, muchas veces domina la incredulidad en nosotros? Sí, es verdad mis hermanos, es verdad. Que muchas veces que las cosas que Dios hace no tienen sentido y hay un libro que se titula así, “Cuando lo que Dios hace no tiene sentido”. Pero acaso nosotros necesitamos que todo haga sentido en nuestros propios términos? O nosotros más bien nos tenemos que ajustar a los términos de Dios?

Miren, mis hermanos, yo les confieso, aún yo como pastor, yo no tengo todas las respuestas a las situaciones, hay veces que yo me enfrento a unas situaciones de vida que ustedes comparten con uno, que yo me quedo sin palabras. Que hay veces que yo no sé ni cómo orar por esas cosas. Es más, aún aquí mismo en el servicio, ahorita, cuando estábamos orando, mis hermanos, yo venía con una idea de cómo dirigir el tiempo de oración, pero cuando empezamos a orar aquí mi mente se fue en blanco. Yo me quedé como… o sea, hay veces que yo no logro entender qué es lo que Dios está queriendo hacer. Hay veces que yo no logro, como quien dice, grasp, no logro agarrar bien qué es lo que él está haciendo, cómo él se está moviendo y no es porque no tengo fe, no es porque no estoy suficientemente conectado con Dios. No, no, no, es que hay veces, mis hermanos, que Dios obra así.

Cuando la Biblia dice que Dios es un ser misterioso, es precisamente por eso, porque hay veces que él trabaja en formas que nosotros no necesariamente tenemos que entenderlo desde la A a la Z, sino que Dios nos dice ese famoso texto que dice, “… por fe andamos y no por vista…”

Mire, dondequiera que usted se encuentre ahora, sea las cosas que usted haya pasado o a las cosas a las cuales usted se vaya a enfrentar, tenga fe en esto: pase lo que pase, Dios se va a encargar de que todo obre para bien. No me digan amén todavía. Porque yo no quiero que esto suene como un cliché. Ah, pase lo que pase, no, no, no, yo no quiero que suene así. Es más les voy a dar el ejemplo de Sadrac, Mesac y Abed Negó. Ustedes recuerdan la historia de Sadrac, Mesac y Abed Negó? Cuando estaban tocando la trompeta que al toque de la trompeta todo el mundo se tenía que inclinar ante la estatua que Nabucodonosor había hecho y ellos se quedaron de pie. Y qué fue lo que pasó? Ah, la amenaza, vamos a pararnos del fuego y qué fue lo que ellos dijeron? Rey, queremos que sepas que no nos vamos a inclinar ante tu estatua, porque nosotros sabemos en quién creemos. Pero aquí es donde está el punto culminante, cuando ellos dicen, “… y aún si Dios no nos salvare, con todo no nos vamos a inclinar ante ese ídolo que tu hiciste…”

Esa parte de “aún si Dios no hiciese lo que nosotros estamos esperando que sea como él quiera”. Tu lo dijiste eso es fe. Eso es fe. Eso es fe. De dónde va a salir el dinero para hacer esto? Y aún si Dios no proveyera el dinero, mi fe está en él.

Mira, una bacteria que fácilmente podría fulminar a Ana María y yo escucharte lo que tu acabas de decir ahora. Cuando yo escuché esa primera noticia, yo digo, guau, aquí llegó. Hemos hecho todo lo que se podía, hemos orado, hemos ayunado, se ha intercedido, se le ha puesto mano y si no sucedes, pues, algo sacará Dios de esto. Pero mira, Dios viró la tortilla otra vez.

Crees esto? Miren la pregunta, crees esto? Crees que yo puedo hacer algo? Aún en ese punto más culminante, aún cuando las cosas están ahí apretando, como que te estás cayendo de un precipicio y la soga donde te estás agarrando, no es una soga sino que es uno de los hilitos nada más, y estás ahí como que… y aún ahí, uno puede decir, aún si me caigo, Dios puede responder.

Me recuerdo un sueño que tuvo una hermana en la iglesia aquí conmigo, que me vio que yo me tiré de un puente y me vio cayendo. Y ella me vio cuando yo caía al piso y reboté y todo en el piso, pero asimismo me vio que me levantó y cuando me levantó otro hombre se me acercó, me limpió, me tiró la mano, y siguió caminando conmigo. Ese sueño fue bien precioso, mis hermanos, y esa hermana se aguantó ese sueño, porque tenía miedo de decírmelo, porque ay, que el pastor no se va a sentir mal o algo. Pero cuando yo le pregunté cuándo fue que lo tuvo? Lo tuvo en un momento donde precisamente yo me estaba sintiendo así, que me estaba cayendo y que había rebotado en el piso.

Pero asimismo yo también sentí la presencia de Dios que me levantó, me esforzó, me animó para yo seguir adelante. En ese sueño yo no me estaba agarrando de un hilito, yo caí. No es que estoy diciendo que caí en un pecado ni nada por el estilo, era solamente una etapa en mi vida donde se sintió así, como que uno cae como una guanana en el piso. Pero asimismo Dios viene y levanta a uno.

Miren, mis hermanos, mi punto final en todo esto, ya me pasé por diez minutos. Mi punto final en todo esto es el siguiente, así como Jesús dice, crees en esto? Yo soy la resurrección, la vida, el que cree en mí, miren, va a vivir, el cree en mí aunque se le presenten del IRS en la puerta de la casa, esa persona va a vivir, aunque lo deporten a otro país, esa persona va a vivir en el otro país porque cree en Dios. Aunque venga una inundación de donde yo no sé dónde rayos, y el basement termine bajo agua, esa persona va a vivir. Aunque cumpla 50 años y estés pasando el midlife crisis, esa persona va a vivir. Aunque estás ahí sentado en la mesa de tu comedor a la medianoche y tienes todos los biles así y no sabes de dónde va a salir el dinero, cree que tu vas a vivir, que tu familia va a vivir y que Dios te va a proveer las herramientas para tu saber cómo descifrar todas esas cosas que tienes por delante. Solo cree.

Vamos a orar. Amado Dios, yo te doy las gracias una vez más, porque tus palabras me asombran, nos asombran, Señor, palabras tan sencillas, tan claras, pero que tienen tanta profundidad y tanto poder de llegar a nuestro ser. Señor, yo presento esta palabra que he compartido con mis hermanos y hermanas, y yo te pido que esta palabra siga haciendo eco en nuestros corazones y que tu nos inspires a saber cómo, mi Dios, llevar una vida como tu mandas, que no seamos por emociones, Señor, sino vivamos por la convicción de nuestra creencia en ti, de que aunque las cosas no salgan como uno espera, que tu estás en control, que tu puedes resucitar nuestra situación, Señor, sea cual sea, tu puedes traer vida, Señor, en medio de esos espacios que parecen estar muertos.

Tu eres el que trae vida, Señor, tu eres el que trae vida a corazones que están desalentados. Tu eres el que trae vida a cuerpos que están dolidos, tu eres el que trae vida a familias que están quebrantadas, a matrimonios que están enfrentando un divorcio, sea lo que sea, tu eres el que puede traer vida en el momento más preciso, Señor. Tu eres el que puedes traer vida a aquellas personas que están en una transición de un trabajo a otro, Señor, tu eres el que puede traer vida a estudiantes de escuelas superior y de universidad que están apretados con sus trabajos y no saben cómo todo va a surgir.

Tu puedes traer vida, tu puedes traer luz, tu puedes traer una respuesta, Señor. Tan solo pide que nosotros podamos creer en ti, poder creer en tu poder, en tu gracia, en tu favor sobre nosotros. Y tener el valor y la fe para poder decir que aún si tu no lo hicieras, con todo nos mantendremos fieles en ti, Señor. Con todo seguiremos diciendo que nuestra creencia, nuestra fidelidad está dirigida a ti, Señor. Por todo lo que tu has hecho, por todo lo que estás haciendo y por todo lo que harás.

Señor, bendice a mis hermanos y hermanas, a medida que se preparan para salir y regresar a su hogares, regresar a la realidad de lo que ellos están viviendo, Señor, yo te ruego, Padre, que estas palabras provean luz en medio de las tinieblas, y si hay una persona aquí, o personas, que están en esa luz, mi Dios, que esa luz resplandezca aún más y que contagien e iluminen a otros a su alrededor. Tu eres el que lo puede hacer posible, Señor, y nosotros te daremos la gloria y la honra siempre. Gracias de damos, Señor. Bendice a mis hermanos, llévalos con bien hasta sus hogares que puedan tener un sueño reparador, que tu renueves sus fuerzas, sus energías, y que mañana si así tu lo permites, sea un día fructífero, mi Dios, donde se puedan alcanzar a hacer las cosas que tu quieres que nosotros podamos hacer. Bendecimos tu nombre en el nombre de Jesús. Amén. Amén. ¡Aleluya!

Limpiando mi gaveta

20 de septiembre del 2010 - Por Sandra Pérez

Un día decidí arreglar una de mis gavetas (una tarea que no es mi preferida). Vacié el contenido de la gaveta sobre la cama y comencé a clasificar todo el contenido para así decidir cuáles tenía que conservar en la gaveta y cuáles tenía que desechar. Y a medida que lo hacía me puse a meditar en cómo el corazón puede ser semejantes a una gaveta, pues en él también podemos guardar mucho a lo largo de la vida. Al clasificar el contenido de la gaveta me encontré con cosas que yo no recordaba que poseía y otras que me continuarían siendo útiles y serían dignas de volver a guardarse. También encontré otras muchas que eran basura y, aún otras, que al verlas me pregunté a mí misma: “¿Qué estaría yo pensando cuando decidí comprar esto? “ Al seguir organizando la gaveta también vi cosas que me sorprendieron y que nunca pensé encontrar en mi gaveta.

En el transcurso de nuestras vidas acumulamos muchas cosas dentro de nuestros corazones: cosas buenas que nos edifican, que son útiles para nuestras vidas y que son de bendición para los que nos rodean. Pero también acumulamos cosas malas que nos pueden destruir a nosotros y afectar de una forma negativa aún a los que más amamos. Las cosas que permitimos entrar en nuestros corazones determinan nuestros pensamientos y actitudes. Por lo tanto afectan cómo reaccionamos, cómo hablamos y cómo nos comportamos. Lo que guardamos en nuestros corazones impacta nuestra vida positiva o negativamente.

Proverbios 4:23 nos dice “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida”. Fíjate que el versículo dice “guarda tu corazón”. Tú y yo tenemos la responsabilidad de proteger el corazón, de asegurarnos de que lo que entre en él haya pasado por el filtro de la Palabra de Dios.
Muchas veces somos heridos por comentarios que dicen acerca de nosotros o de nuestras familias. ¿Y quién no ha recibido una traición o no ha sufrido un rechazo? Aunque no podemos evitar muchas de estas experiencias sí podemos impedir que el odio y la falta de perdón se alberguen en nuestros corazones. El Espíritu Santo de Dios nos da la fortaleza para perdonar. Si nos ocupamos de colaborar con él día tras día vamos a tener un corazón limpio, libre de contaminantes. Jesús dijo: “Dichosos los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” Mateo 5:8.

Meditar en la Palabra de Dios y orar nos fortalece y nos ayuda a proteger nuestros corazones. Pidámosle al Espíritu Santo que nos muestre qué tenemos en nuestros corazones. A lo mejor, como yo al limpiar mi gaveta, te encontrarás con cosas que no recordabas que tenías, cosas útiles, otras que son basura y otras que te harán preguntar: ¿Qué estaba yo pensando cuando permití que esto entrara en mi corazón?

Oración
Padre, en este momento te pido que tu Espíritu Santo ilumine mi corazón y me muestre todo lo que tengo acumulado en él que no me permite crecer y ser un discípulo efectivo. Dame sabiduría y ayúdame a estar alerta para cuidar mi corazón de los dardos del Enemigo. Gracias por tu inmensa misericordia y paciencia para conmigo.
Te lo pido en el nombre de tu Hijo, Jesús.

Líbranos del mal y no nos metas en tentación

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Vamos a la palabra del Señor, y en el libro de los Hechos tenemos, continuando con el estudio que iniciamos. Hace 3 semanas, que yo prediqué el último sermón. Vamos a ir al Capítulo 5, yo voy a ser económico en el uso del tiempo. Mantenga ahí su vigilancia y su receptividad a la palabra de Dios y vamos a ver que el Señor nos edifique a través también de este mensaje. Capítulo 5, del libro de los Hechos. Es un Capítulo bastante largo, yo voy a simplemente tocar los temas resaltantes. Dice en el versículo 1:

“…Pero cierto hombre llamado Ananías con Safira, su mujer, vendió una heredad y sustrajo del precio…”

Esa palabra sustrajo ahí lo dañó todo al hombre.

“… sustrajo del precio sabiéndolo también su mujer….,─ allí pecó ella, se metió en el problema también ella ─ …. Y trayendo solo una parte la puso a los pies de los Apóstoles y dijo Pedro, “Ananías, por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola no se te quedaba a ti? Y vendida, no estaba en tu poder? Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios.” Al oír Ananías estas palabras cayó y expiró y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron y levantándose los jóvenes… ─le tocó a los jóvenes el problema de enterrar al pobre Ananaías─ … lo envolvieron y sacándolo lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo, “Dime, Safira, vendiste en tanto la heredad? Y ella dijo, “Sí, en tanto”, y Pedro le dijo, “Por qué convinisteis en tentar al espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido y te sacará a ti también”. Al instante ella cayó a los pies de él y expiró. Y cuando entraron los jóvenes la hallaron muerta… ─ellos habrán dicho, guau, que habremos hecho hoy que nos ha tocado enterrar a dos personas ─ …. Al instante ella cayó a los pies y expiró y entrando los jóvenes la hallaron muerta y la sacaron y la sepultaron junto a su marido. Y vino gran temor sobre toda la iglesia y sobre todos los que oyeron estas cosas…”

Yo lo voy a dejar hasta allí. El resto del pasaje, de los versículos 12 al 16 nos muestran esa vida victoriosa, llena del Espíritu Santo, de sanidad, de señales, prodigios que vivían los primeros cristianos, un reporte de cómo era la vida en ese momento, sobrenatural de esa iglesia primitiva. Y los versículos 17 hasta el 42, que es el final del Capítulo, nos muestran la persecución que se desató contra Pedro y los Apóstoles, y también la victoria que ellos ganaron. Aún en medio de la persecución, cómo dieron testimonio claro y vigoroso del Cristo que había resucitado y los había llamado a ser representantes del Reino de Dios en la tierra.

Y es muy lindo todo este pasaje y yo voy simplemente a limitarme a, como dije, tocar los puntos sobresalientes de este maravilloso Capítulo.

Número 1, en el Capítulo 4, hace unas semanas atrás cuando yo prediqué, el Capítulo 4, el anterior, nos da una imagen gloriosa de la vida de los primeros discípulos. Vimos que a pesar de la persecución que se desató con la sanidad del cojo ante la puerta La Hermosa en el templo, a pesar de esa persecución que vendrá cuando los hijos de Dios se mueven en el poder del Espíritu Santo, a pesar de eso, hay victoria, hay un testimonio efectivo de Jesucristo que dan Pedro y Juan ante los miembros del concilio de Jerusalén.

Pedro y Juan regresan victoriosos a los suyos, dice la Biblia, a lo suyos, quiénes? Su familia espiritual. Regresan a los suyos y testifican lo que Dios ha hecho ante el concilio, los hermanos se regocijan, oran para que Dios siga moviéndose en medio de la persecución del enemigo, y Dios bendice esa gran reunión con un temblor que confirma su presencia poderosa en medio de ellos. Y dice que fueron todos llenos del Espíritu Santo.

Y yo decía esta mañana que me tocó ese hecho, de que estos mismos discípulos, que en el día de Pentecostés, meses antes, habían sido llenados con el Espíritu Santo, ahora son llenados otra vez del Espíritu Santo. Por qué? Porque el Espíritu Santo es redundante? No, porque ellos necesitaban una fresca unción.

Cuántos saben que necesitamos refrescarnos continuamente, llenarnos del Espíritu Santo una y otra, y otra vez. No podemos contentarnos con la unción de ayer o del año pasado. El hijo de Dios, la hija de Dios tiene que estar buscando siempre la llenura nueva del Espíritu Santo, la oración, la alabanza, la búsqueda del rostro de Dios, tiempos de vigilia, ayuno, lectura de la palabra.

Cuando vemos que esta temperatura está bajando, tenemos que subirla de nuevo. Porque en el curso de servir a Dios se gasta energía, como en un carro, y necesitamos volver otra vez a llenarnos de la presencia de Dios. Por eso, recibe una fresca llenura del Espíritu Santo y siguen testificando con poder.

Y en ese mismo Capítulo 4, el anterior, de los versículos 32 al 37 se concluye con otro resumen de la vida maravillosa de esos primeros discípulos, una vida colectiva llena de la unción de Dios. Vemos allí manifestaciones de unidad, estaban unánimes, juntos, generosidad, compartían todo lo que tenían, poder de Dios que fortalecía y daba testimonio de que ellos eran hijos de Dios. Había también favor ante el pueblo porque esa comunidad que testificaba y vivía una vida de integridad y de santidad, tenía gracia ante la gente, como lo tendrá toda iglesia, toda persona que vive los valores del Reino de Dios. La gente de afuera mirará y dirá, yo quiero ser como él o como ella. Amén.

Así que tenemos que vivir esa vida victoriosa y veíamos también, dice en ese Capítulo 4, al final, que los discípulos compartían generosamente, dice que hasta el punto de que algunos vendieron sus propiedades y el dinero que recibían de las propiedades lo traían a los discípulos para que se compartiera entre los pobres de la comunidad. Maravilloso reporte de la vida.

Pero ¿Saben qué? Que el diablo siempre quiere meter sus uñas sucias cuando la vida de Dios se está manifestando. Qué pasa? Que esa misma bendición de los hermanos compartir sus propiedades unos con los otros, comienza el enemigo a tratar de usarla para hacer daño a esa comunidad. Ahora, aquí en el Capítulo 5 usted ve que comienza, “….Pero, cierto hombre llamado Ananías…”

Ese pero allí, lo que está diciendo, bueno, a pesar de todo eso bueno, algo pasó para que querer dañar esos actos de tanta bendición. Aquí en el Capítulo 5 vemos el otro lado de la moneda, la humanidad de esa comunidad.

Cuantos saben que el pueblo de Dios no es perfecto? Que una iglesia no es perfecta, siempre hay algo que tiende a querer hacerle daño. Y muchas veces la misma bendición de Dios si no nos cuidamos va a querer socavar y debilitar las bendiciones que Dios quiere traer. No podemos, cuando Dios está bendiciendo una comunidad, no podemos bajar la guardia. Saben? No podemos ufanarnos, oh, que buena es la bendición de Dios! Tenemos que mantener los ojos alertas.

La Biblia dice que sed sobrios y velad porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar. Y qué pasó? Que esa misma bendición que Dios había traído, de que la gente generosamente daba de sus bienes, ahora el enemigo quiere tornarlo.

Y esta pareja, Ananías y Safira, es más, se ha preguntado usted qué fue de Ananías y Safira después que se murieron? Se habrán ido al infierno? Yo no sé si usted es tan curioso como yo, pero yo me hecho esa pregunta? Sabe qué? Esto es gratis, esto es una reflexión teológica, no le voy a cobrar por eso, por lo que le voy a decir ahora mismo. Sabe que yo pienso que Ananías y Safira posiblemente se fueron al cielo, Dios los disciplinó y trató con ellos, los fulminó, eso es cierto como un rayo, pero yo creo que se los llevó. Él quiso dar un ejemplo. Esa es mi versión personal, no deje que eso le inspire confusión a usted. Yo creo que esta gente, cuantas veces hemos metido la pata nosotros? Queriendo hacer algo y nuestro corazón ama a Dios pero a veces hacemos cosas que son terribles. Pero Dios también nos enjuicia, no se crea.

Y yo creo que en este ambiente en que cosas tan poderosas estaban pasando, Dios quiso dar un ejemplo. Y muchas veces Dios trata con nosotros y dice que nuestro cuerpo es entregado a Satanás para que nuestra alma no se pierda. Y yo pienso que quizás, Dios en su misericordia, sí, disciplinó a esta gente, pero es posible, yo reservo ahí como una posibilidad de que Dios se los llevara con él.

Pero lo importante es que ellos cometieron un grave error y vemos algo aquí bien interesante. Yo digo que hay como tres movimientos, tres tonalidades en el libro de los Hechos. Y usted lo va a ver una y otra, y otra vez.

Número 1, vemos en muchas ocasiones el poder de Dios manifestándose abiertamente, como lo veremos más adelante en este mismo pasaje, milagros, señales, prodigios, sanidades, ciencia, conocimiento de Dios, revelación poderosa, eso es uno de los momentos del libro de los Hechos.

El segundo tono es persecución que en muchas ocasiones vemos que vienen. Muchas veces después que Dios hace algo poderoso, el diablo enseguida viene y persigue al pueblo de Dios. En muchas ocasiones vemos eso a través del libro de los Hechos. Y déjeme decirle, cuando usted está sirviendo a Dios y Dios está haciendo cosas grandes a través de su vida, como decía antes, el enemigo va a querer vengarse y hacer daño. Y por eso es que tenemos que estar siempre firmes en el Señor, siempre buscando una doble porción de su espíritu.

Yo cada día me convenzo más y más hermanos, no es que nosotros le tengamos miedo al diablo, no es que le demos más importancia a Satanás de lo que él merece, pero yo sí veo algo. Mire aquí mismo en este pasaje quién dice Pedro que llenó el corazón de Ananías y Safira? Satanás. Yo creo que no puedo dar al diablo demasiada gloria pero tampoco debemos descuidarnos de él.

Y yo creo que si los hijos de Dios pensáramos más en la obra misteriosa del mal en la tierra, nosotros seríamos más cuidadosos, más vigilantes de nuestra propia vida personal. Yo creo que la iglesia ha perdido esa conciencia de que vivimos en un mundo penetrado por el mal y que tenemos que ser vigilantes, tenemos que cuidarnos, tenemos que vivir una vida santa, tenemos que ser puntillosos en todo lo posible en la manera en que vivimos. Porque hay un enemigo que quiere aprovecharse de cualquier cosa para entrar y hacer daño.

El Apóstol Pedro en otro pasaje también dice, nos vistamos de toda la armadura de Dios porque nuestra lucha no es contra sangre y carne sino contra principados y potestades. Y hay muchos otros pasajes que nos hablan acerca de eso.

El Nuevo Testamento nos habla tengan cuidado, cuídense y en este caso el enemigo está tratando, aún mientras Dios está bendiciendo, él está tratando de usar. ¿Saben qué? Muchas veces entre el pueblo de Dios el enemigo va a usar los elementos más débiles para hacer estragos. Y por eso es que nosotros tenemos que tener también, a la vez que vigilancia, tener misericordia de la gente débil y saber que muchas veces nuestra lucha no es contra esa persona que te está haciendo daño, no es contra la persona que está murmurando, no es contra ese individuo que de alguna manera está sirviendo para piedra de tropiezo en tu camino, no veas a esa persona, como tu enemigo, detrás de él o de ella, ve a Satanás tratando de usar una persona para hacer daño en tu vida, para hacerte caer.

Lo que está pasando quizás en la iglesia, hay división, hay lucha, un líder que no se comporta como es debido. Detrás de todo eso, sí, tu puedes ver a esa persona, pero también hay la fuerza del mal tratando de hacer daño. Y tu tienes que identificar eso.

En el hogar, hay pugnas, hay dificultades, un hijo se pone rebelde de la noche a la mañana, surgen problemas en el matrimonio. Cierto, hay temas que hay que tratar directamente humanamente, pero muchas veces detrás de eso está el diablo tratando de socavar la paz del hogar.

Y si tu identificas a tu esposa como tu enemiga, entonces le habrás dado al diablo la victoria. No, identifica el poder maligno que quiero hacer daño a tu vida, y ponte la armadura de Dios y reprende en el nombre de Jesús.

Déjeme decirles, Dios ha estado hablando mucho a mi vida en estos días. Eso no lo compartí tanto con el servicio de la mañana, pero Dios me está hablando mucho en estos días acerca del poder del diablo para hacer daño entre los hijos de Dios. Y no es que yo le esté quitando gloria a Dios, cada día estoy convencido de que Dios tiene la victoria sobre los poderes del mal, pero tenemos que cuidarnos.

Dios me ha hablado mucho acerca de esa oración del padre nuestro donde Cristo dice, “más líbranos del mal y no nos metas en tentación, más líbranos del mal”. Sabe algo interesante, ya me estoy saliendo un poquito del tema, pero es ahí, porque esto es Satanás, la lucha, su deseo de hacer daño cuando Dios está bendiciendo.

Cuando Cristo dijo, no nos metas en tentación, uno como que se pregunta, bueno, Dios no mete a nadie en tentación. Cómo Dios me va a meter en tentación? El griego original, esto es algo que descubrí hace poco, el griego original, la palabra que se traduce en español tentación, puede querer decir, o tentación o ataque, crisis, persecución. Entonces, yo siento que la traducción preferible sería en este caso, y no nos metas, no nos dejes caer en persecución, en ataques, en pruebas, más líbranos del mal.

Ve? Me hace mucho más sentido lo que sigue después de eso. Y la idea es, solo Dios nos puede guardar del mal, hermanos. Hay veces que un hombre, una mujer puede hacer todo lo que puede por caminar en santidad y agradar al Señor, pero a veces su humanidad, su biología, una relación humana, una situación, un decaimiento, lo que sea, puede hacer que esa persona caiga en una trampa y haga algo que es contrario a su naturaleza misma.

Un accidente, una fuerza ciega que viene y destruye, hace daño, un elemento destructivo que entra al cuerpo humano, el mal ciego que quiere hacer daño. Satanás solo sabe matar, robar y destruir, y tenemos que pedirle al Señor, Padre, líbranos del mal, líbranos de tentación y danos tu bendición, llénanos de tu gracia, cuídanos, protégenos. Cubra a su familia siempre con la sangre de Cristo. Ore para que el enemigo no entre a su vida ni a su hogar. Mientras usted da gloria a Dios y está consciente del poderío de Cristo también, dígale a Satanás, tu no puedes entrar a mi vida, no tienes poder. Yo soy de Cristo, soy propiedad del Reino de Dios. Y afirme el señorío de Cristo en su vida, el bien es la ley, el principio que gobierna su vida.

La sangre de Cristo derramada que derrotó a los principados y las potestades. Pero esté consciente del mal, esté alerta del enemigo. Cuídese, no le de entrada al enemigo. La Biblia dice eso, que no le demos un asidero al enemigo. No le demos ni una uña para que él meta ahí su dedito, porque él se agarra de eso y entonces entra en la casa completamente. No le de al diablo nada, ni una pulgada para que aterrice en su vida. Cúbrase con la sangre del Señor y pida sabiduría siempre.

No subestime la importancia de las acciones, los pensamientos, las palabras, porque quizás Dios no va a actuar tan fulminantemente como actuó con Ananías y Safira, dele a gloria a Dios, porque sino nadie saldría de aquí vivo. Pero ¿Saben qué? Yo decía esta mañana que siempre hay una consecuencia. Cuando nosotros hacemos algo, cuando hay deshonestidad en nuestros corazones, cuando hay palabras indebidas, cuando hay acciones que nadie ve, el ojo de Dios sí ve, el Espíritu Santo sí ve, y hay consecuencias, hay muerte, hay muerte en alguna manera, hay empobrecimiento de nuestra vida, hay una pérdida de autoridad, hay un escape de poder, hay juicio que viene, hay consecuencias negativas, nuestra comunión con Dios es interrumpida. Hay muchas maneras.

Y por eso es que tenemos que tener cuidado porque Dios es real, Satanás es real y vivimos en un mundo donde hay ojos por dondequiera. Hay una gran nube de testigos que está siempre alrededor de nosotros. Y tenemos que caminar en esa manera, somos figuras que representamos el Reino de Dios. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, ayúdanos a caminar de una manera que tu seas agradado y que tu nombre sea glorificado en nuestras vidas.

Entonces, Ananías y Safira, para mí, representan ese elemento de imperfección y de humanidad que hay en toda comunidad cristiana y que el enemigo quiere usar para hacer daño, pero que no podemos permitir que así sea, sino que tenemos que creer que Dios quiere purificar.

Por qué Dios fue tan fulminante con Ananías y Safira? Recuerde que estamos en los principios mismos de la iglesia de Jesucristo. Dios quiso dar un ejemplo de su presencia vigilante. Dios quiso también, algo interesante, una y otra vez, no tengo tiempo para buscarlos pero mire que una y otra vez, y vino un gran temor, así dice en el versículo 5 y así dice en el versículo 11, y vino un gran temor sobre toda la iglesia. Dios quería decirle a la iglesia, alerta, mis hijos, yo estoy vigilando, sean sobrios, velen , sean santos como yo soy santo.

La iglesia tiene que tener un sano temor delante de Dios. No tenerle miedo a Dios pero tener un santo temor. Yo creo que nosotros hemos perdido el temor a Dios muchas veces. Ya tratamos a Dios como si fuera nuestro pana, nuestro panita. Le damos la mano, le ponemos el brazo alrededor del hombro y queremos que Dios vaya a donde nosotros vayamos y que se olvide de lo que nosotros hacemos. Dios es santo, santo, santo. Y tenemos que caminar con él, él está en el cielo y yo estoy en la tierra, dice la Biblia, por tanto sean tus palabras pocas, sean tus pensamientos pocos, sean tus pretensiones pocas. Camina sobriamente delante de Dios.

Yo creo que ese el mensaje que nos da el ejemplo de Ananías y Safira. Hay otra cosa en el versículo 12 al 16 de ese Capítulo 5 del libro de los Hechos, hay un reporte, como un resumen de la vida de los discípulos. Esos resúmenes los vemos varias veces en el libro de los Hechos. Es como un reporte completo de lo que está pasando.

Allí se nos habla de que hay poder en la vida de los discípulos. La presencia del Espíritu Santo era tan poderosa que las señales y los prodigios, las sanidades y las liberaciones eran cosa común entre los discípulos. Noten, hermanos, que dice, todos eran sanados, en el versículo 16, dice que aún de las ciudades vecinas, muchos venían a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundo y todos eran sanados.

Guau, la presencia de Dios era tan poderosa. Quizás en nuestros tiempos no todos serán sanados, no todos serán sanados, pero ¿Saben qué? Para mí ese es el blanco, en el centro mismo de… ahí es donde yo tengo que apunta, que el poder de Dios sea tan grande en mi vida y en la vida de mi iglesia que la sanidad, la liberación, la manifestación del poder de Dios sea totalmente irresistible. Yo voy a seguir pidiéndole al Señor cada día, más y más, Padre, que tu unción sea cada día más poderosa en medio nuestro, porque yo creo que ese mismo poder es para nosotros también en nuestro tiempo.

Yo no me voy a contentar con que alguien se sane de un dolor de cabeza, yo quiero que si le cortan la cabeza, yo se la pueda pegar en el nombre de Jesucristo. Amén. Nosotros queremos que los cánceres se sanen, nosotros queremos que las personas que están impedidas en su movimiento, Dios envíe su espíritu y las levante para que puedan servir al Señor todavía con más efectividad. Gloria a Dios por el testimonio maravilloso de mi hermana Ciumara, porque es para mí ella es un testimonio de fe. Esa es la fe de Dios, el poder de Dios en ella obrando de una manera diferente.

Pero también nosotros queremos ver manifestaciones de sanidad en todas las dimensiones. Amén. Y yo seguiré pidiéndole al Señor, Padre, que tu poder descienda sobre tu iglesia. Por eso es que yo tengo que mejorar mi propia vida y ustedes también. Queremos ser una iglesia cada día más penetrable por el poder de Dios. Yo creo que Dios tiene grandes cosas para nosotros, pero tenemos que pagar un precio, tenemos que preparar nuestras vidas, tenemos que cada día darle más al Señor. El que está débil por allá, pensando en pajaritos en el aire, póngase firme. Amén. La persona que está jugándose entre dos mundos, defínase de una vez por todas. Llénese de la palabra de Dios, busque más y más la unción del Espíritu Santo en su vida, pague el precio. Paguemos el precio, iglesia León de Judá para que Dios pueda hacer todo lo que él quiere.

Es un maravilloso pasaje. Que todos sean sanados, que todos sean liberados, que todos sean bendecidos, que cada día que la gente venga a nuestra iglesia, cuando adoremos al Señor, podamos hacerlo con corazones entregados a Dios, conscientes de que adoramos al rey de reyes, al Señor de Señores. Que el pueblo venga deseoso de entregar sus vidas al Señor en adoración y alabanza, de que venga un pueblo radicalmente comprometido con los valores del Reino de Dios, un pueblo ejemplar, hermanos, y que el poder de Dios se manifieste entre nosotros, genuino, verdadero, lleno de gracia y de simpatía. Peleen por eso.

Porque yo veo esa vitalidad aquí reflejada en este pasaje, aún en medio de los pecados de Ananías y de Safira, y las imperfecciones del pueblo, hay bendición también.

Y de paso, se me olvidó, yo dije que había tres movimientos, 1. Poder, unción, llenura del Espíritu Santo, 2. Persecución y 3. Imperfección, humanidad. Hay momentos en que se manifiesta, como en el caso de Ananías y Safira, esa imperfección. Pero a ese juego, poder, persecución, imperfección, lo vemos una y otra vez manifestándose en el libro de los Hechos.

Cuando Pablo y Silas tienen su pugna, cuando en el Capítulo 6 hay pugnas entre los judíos y los griegos acerca de las viudas, cómo son atendidas. Se habló de eso hace unas tres semanas. Ahora en este caso Ananías y Safira, pero en todo eso también está el poder de Dios ungiéndose.

Esa es la riqueza, esa es la belleza de una comunidad cristiana. En una comunidad cristiana hay de todo. Aún el mismo tiempo en que Dios se está moviendo hay pecado también, pero eso no quiere decir que Dios no sea tan poderoso. Dios es poderoso y tenemos que tener ojos sabios para discernir una cosa de la otra y simplemente seguir hacia adelante en la fe, no dejando que nada nos entretenga o nos quite de nuestro camino.

Ahora, este último pasaje que son los versículos 17 al 42, yo quiero tratarlo así levemente antes de terminar. Este último gran pasaje de este Capítulo trata con la persecución nueva, otra ola de persecución que sobrevino a ese período de gran manifestación del poder de Dios.

Vemos en la primera parte, imperfección y pecado, en la segunda parte, del 12 al 17, poder y unción, y ahora 17 al 42, persecución. Tres tonalidades de la vida. La vida cristiana se mueve en esos tres momentos, y uno tiene que saber nadar esas aguas para cada uno de esos momentos, cuando viene la prueba, cuando viene la persecución, y cuando se manifiesta el pecado, ya sea en nosotros o en los demás. Que siempre nuestra mirada se mantenga fija sobre Cristo Jesús.

Entonces aquí viene la persecución que sobrevino a este gran período de manifestación del poder de Dios. Las autoridades judías se llenan de celos, dice, y meten a Pedro y a los demás Apóstoles… esta vez no son Pedro y Juan, sino los demás Apóstoles, los meten en la cárcel. Pero qué pasa? Victoria, un ángel los libera y los manda a anunciarle al pueblo, dice, las palabras de esta vida.

Usted se ha detenido alguna vez en esa maravillosa expresión? Qué poético. Las palabras de esta vida. Vayan, párense ante la comunidad y anúncienle las palabras de esta vida. Esta mañana yo le decía a la gente que importante que nosotros veamos el cristianismo como una vida, un estilo de vida, una vivencia. No es solamente cuando usted entra por ahí por la puerta, y se pone el sombrero de evangélico, y entonces ahora es usted un dechado de virtudes, todo bien, allá afuera lo están esperando los diablitos para volver a manifestarse, no? o manifestarse a través de usted a veces también. No que eso sea un problema entre nosotros.

Pero tenemos que tener cuidado de diferenciar entre una vida que solamente se vive dentro de la iglesia, cuando nos están mirando en el contexto, y una vida que nosotros abrazamos y que nos abraza a nosotros. El cristianismo es una vida, hermanos, es una profesión, mi fe penetra todas las dimensiones de mi vida, la dimensión ética, la dimensión moral, la dimensión relacional, la vida de mi familia, mi profesión, mi vida financiera, como yo administro mi dinero, como yo administro mi vida mental, emocional, como yo brego con los conflictos y las luchas de la vida. Todo, como yo me divierto, como yo me visto, todo, hermanos, digan amén, aunque sea para animarme un poquito.

Todas las dimensiones de la vida son penetradas por los valores del Evangelio y tenemos que decirnos a nosotros mismos, cómo está la levadura del Reino de Dios penetrando toda la masa de mi vida? Cómo están mis relaciones con los demás? Reflejo yo la gracia de Jesús? Cómo están mis finanzas? Estoy yo, si alguien examina, si hacen una auditoría de mis finanzas, reflejan los valores de un hombre, una mujer de Dios, del Reino de Dios? Como yo distribuyo mi dinero.

Mi tiempo, como está mi tiempo distribuido? Glorifica a Dios, refleja las prioridades del Reino de Dios o de una persona carnal que vive como le da la gana? Como está la vida cristiana manifestándose a través de tu vida? Las palabras de esta vida.

Eso es lo que nosotros tenemos que anunciarle a la gente, los valores, los principios del Reino de Dios, porque el cristianismo es una vida. Y como yo estoy viviendo mi vida de manera que mi vida refleje la gracia, la bendición del Reino de Dios. Como dice el Apóstol Pablo en Filipenses, que vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. Nuestra vida tiene que siempre reflejar la simpatía del Reino de Dios, el gozo, la paz, el amor, la vitalidad, la victoria, el poder, la autoridad del Reino de Dios, que la gente al mirarme, al mirarte vea la redondez del Evangelio reflejada en ti, y que tu palabra, tu acción siempre sea llena de gracia, y que la gente al verte a ti vea a un sanador, alguien saludable que aún en medio de las pruebas, las dificultades, refleja el gozo del Señor y la victoria de Dios.

Eso es lo que Dios quiere, las palabras de esta vida. Anúnciale a la gente tanto con tu vida como con tu palabra también. Amén. Las palabras de esta vida.

Ahora, esa liberación angelical, porque dice la Biblia que vino un ángel y libera y los manda a anunciar las palabras de esta vida, esto sirve para mostrarnos una vez más el poder de Dios en libertar y proteger a los suyos.

Vemos aquí el carácter excepcional de lo que está pasando en este tiempo, por qué? Porque Dios no siempre libera a los suyos en manera espectacular. A veces como el caso de Juan el Bautista, Dios escoge permitir la muerte de sus siervos para glorificarse también de esa manera.

Recuerdo las palabras de Daniel cuando en el libro de Daniel, le dice él con sus compañeros al rey de Babilonia que los quiere meter en el horno de fuego, dice, sabe una cosa, rey? Que el Dios a quien nosotros servimos es lo suficientemente poderoso para librarnos del horno de fuego. Pero si no nos libra aún así no nos vamos a arrodillar ante tu estatua.

El hijo de Dios sirve a Dios para vida o para muerte, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor. Si Dios te libera de la cárcel, cualquier cárcel, cualquier persecución dale gloria a Dios, pero si te deja en el horno de la prueba, dale gloria a Dios también. En toda situación de la vida los hijos de Dios somos más que victoriosos.

Dice el Apóstol Pablo, quién nos separará del amor de Dios? Tribulación o angustia o hambre o desnudez, o peligro o espada o muerte, dice, antes en todas estas cosas somos más que victoriosos. Si Dios te sana dale gloria a Dios, si no te sana, dale gloria a Dios. Es el mismo Dios.

Pablo y Silas metidos en la cárcel azotados, perseguidos, fríos, hambrientos, cantaban himnos dándole gloria a Dios, y la cárcel tembló y sus cadenas se cayeron. Cuando un hijo de Dios le da a Dios gloria en medio de sus tribulaciones, luchas, padecimientos, aún caídas, Dios es glorificado y el diablo es avergonzado.

Recuerda que en cualquier situación de la vida, porque Dios puede que un día mande un ángel a liberarte, pero un día quizás te corte la cabeza y quizás Dios quiere que esa sangre que tu derrames sea lo que lo glorifique a él. Por eso es que yo decía a un hermano esta mañana, yo muchas veces no sé ni siquiera cómo orar, no es que mi fe sea poca, es que yo conozco a Dios muy poco y a veces yo no sé si Dios quiere darme vida o matarme para su gloria. Pero hay que orar de todas maneras para que te de vida. Sigue orándole al Señor para que te sane. Sigue orándole a Dios para que te saque del problema. Sigue orándole a Dios para que te de prosperidad, y si él no quiere dar es asunto de él, sigue sirviéndole, dándole gloria al Señor, con el mismo gozo y eso frenará, te dará la victoria al final.

Pero yo creo que en este momento Dios quiso mostrar su poder. Porque yo les digo, Dios está obrando en una manera muy poderosa allí, y él decidió enviar su ángel y sacarlos de la cárcel para que siguieran testificando.

De paso, en una ocasión, no sé si en esta misma los azotan. Fue aquí que los azotaron? Sí, versículo 40, convinieron con él, llamando los Apóstoles, después de azotarlos para que no se fueran ilesos, para que recordaran. Le dieron un azotito también para que se vayan contentos. Pero dice aquí, y ellos salieron de la presencia del concilio gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del nombre.

Quiera Dios que esa sea la actitud de nuestras vidas. A veces nos perseguirán, a veces entraremos en dificultades, tenemos que darle gloria al Señor y retener el mismo gozo de siempre. Yo le pido, Padre, ayúdame a estar gozoso aún en la.. no solamente cuando todo me va bien, sino también en las tribulaciones y esperar que venga la mañana. A veces el tiempo más oscuro es la madrugada antes de que salga el sol, pero hijo de Dios, hija de Dios aguanta en el nombre del Señor y dale gloria a Dios y gózate en medio de las afrentas, de las dificultades.

Hay un último elemento que es bien interesante, y es que el comportamiento de Gamaliel me parece interesante. Gamaliel es un miembro del sanedrín, es un rabino distinguido, es dicen algunos, el maestro del Apóstol Pablo, cuando Saulo era fariseo y fue instructor y tutor de Pablo. Y Gamaliel es un rabino que todavía es tenido como una persona muy excepcional en el panteón rabínico judío, todavía. Y yo puedo ver por qué. Porque aquí este hombre se comporta con una sabiduría que nosotros hacemos bien en imitar.

Qué pasa? Cuando estos judíos líderes se sienten llenos de celo y quieren matar a Pedro y a los Apóstoles, Gamaliel, cuando ellos están hablando entre sí, los sacan del salón y Gamaliel les dice, miren, mis amigos, vamos a tener cuidado, por ahí pasó fulanito y quería llevarse el mundo por encima y como no estaba alineado con Dios, le cortaron la cabeza. Y después vino zutano, y también parecía que iba a tener mucho éxito su movimiento pero no era de Dios y fracasó. Si esta gente no es de Dios esto que ellos representan se va a deshacer, y va a fracasar, pero si es de Dios no seamos nosotros encontrados peleando contra Dios.

Que sabiduría más grande, no? y lo que yo quiero decirles, hermanos, es que muchas veces en la vida, mire, hay situaciones, hay personas en el cristianismo que vienen a la vida y su manifestación es diferente a lo que hasta aquí hemos visto y qué pasa? Muchas veces nosotros queremos sacar la espada y cortar la cabeza. Pero yo digo que nosotros tenemos que ser sobrios y pacientes.

Muchas veces cuando uno ve gente, predicaciones, predicadores, movimientos que uno dice, caramba, yo como que hay algo allí que yo no creo que esto es de Dios. Pero en vez de usted lanzarse de una vez a denunciarlo y a querer cortar cabeza, ore, y dele tiempo al Señor. Porque yo creo que Dios habla para que Dios aclare las cosas. Y muchas veces cuando no es de Dios se viene abajo.

Hay veces que usted ve gente llevándose el mundo por delante, iglesias creciendo, ministerios haciendo cosas, pero si la fundación no es buena, a la larga eso cae. Ahora, ore, cuando usted vea algo raro en la vida, en su familia, dele tiempo para que madure. El Señor Jesucristo hizo una parábola y dijo, mire, cuando tu veas que el trigo crece con la cizaña, no te apresures a cortar todo de una vez, a cortar la cizaña, porque quizás te equivoques y cortes trigo con la cizaña, deja que se maduren las dos, que estén bien definidos y entonces córtalo para que no mate lo malo con lo bueno.

Yo creo que el Señor nos dice seamos cuidadosos en nuestra vida. Hay veces que debemos darle tiempo a los procesos, a veces un consejo que nos dan, en vez de rechazarlo inmediatamente, dale tiempo para que Dios te hable, considéralo un poquito más. A veces algo que Dios está haciendo en tu vida y tu no sabes, será de Dios, será del mal? Ora y dale tiempo al Señor. Hay a veces una situación en tu familia, un hijo que se está… te da una palabra, un comportamiento, dale tiempo al tiempo. A veces somos tan apresurados, nos lanzamos de una vez a cortar cabezas, nos lanzamos de una vez a pronunciar, esto es de Dios, esto no es de Dios. Dios quiere que tengamos una sana humildad y paciencia y que le pidamos a Dios sabiduría. Tomemos tiempo. Dios obra, hermanos.

Yo creo cada día más y más, Dios es fiel para mostrar la veracidad de las cosas. Yo no tengo que estar continuamente con una espada inmediatamente lanzándome a fulminar contra esto o lo otro, tengo que pedirle al Señor que me de sabiduría y a veces medir mis propios impulsos para ver si son de Dios o no. tenemos que ser pacientes, ser sobrios, y darle tiempo al tiempo y darle tiempo a Dios para que nos ilumine.

Claro. Amén. Un gran ejemplo de parte de Gamaliel que era un rabino que no creía en Jesucristo pero que tenía gran sabiduría. Hermanos, que la gracia del Señor sea con ustedes en este día. Recordemos, Dios es fiel, se manifiesta en nuestra vida, hay poder. El Espíritu Santo está entre nosotros. Seamos sobrios y velemos también porque el enemigo quiere socavar y hacer daño. Seamos pacientes con la humanidad de los demás y perdonemos, toleremos y oremos por aquellos que nos ofenden. Y no nos escandalicemos, salgamos corriendo.

Y en tercer lugar, cuando venga la persecución parémonos firmes en lo que Dios ha declarado y esperemos porque cuando pase el día malo, si nos vestimos del poder de Dios estaremos firmes, Satanás no podrá prevalecer contra un hijo de Dios. Nuestra vida es poderosa, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor. Dios es poderosos para sacarnos de cualquier apuro, y si no nos saca es porque él tiene un plan mejor. Démosle gloria al Señor. Vivamos vidas constantes, firmes y nuestra senda será ascendente como la luz de la aurora. Vendrán pruebas pero así también vendrá el tiempo del refrigerio, del descanso, de la bendición y saldremos brillando como el oro si somos firmes cuando la viene la dificultad.

Dios les bendiga. Pongámonos de pie. Recibe lo que te toque a ti. Dios ha dado muchas diferentes bendiciones en este día, muchas cosas. Recuerda este tiempo. Que te ha hablado Dios a ti? Qué te ha dicho Dios en tu vida hoy? Reten eso. Guarda eso, ora sobre ello, mételo en tu corazón y mete esa semilla hondo en tu tierra para que de fruto.

Gracias a Dios por todas las bendiciones que hemos recibido, victoria en medio de las limitaciones de la vida. Yo creo que es algo muy bello que Dios nos ha dado hoy. Gracia de Dios que se manifiesta en todo momento.

Padre, queremos ser una comunidad que refleje la redondez del Reino de Dios. Queremos ser una comunidad llena de gracia y de favor para con los hombres y para contigo. Queremos traer agrado a tu corazón de Padre. Señor, líbranos del mal, líbranos de las fuerzas ciegas y tenebrosas que se mueven en la profundidad de la vida queriendo meterse y hacer daño y socavar tu gracia en nosotros.

Danos ojos vigilantes, danos corazones alertas, danos una vida que permita que Cristo nos cubra con sus alas y nos proteja de los ataques del enemigo. Bendice esta iglesia, Padre, esta comunidad en la cual tu estás haciendo cosas bellas. Presérvanos del mal. Ayúdanos a ser humildes y sencillos de corazón y darte siempre la gloria a ti, Padre y buscar tu unción y caminar humildemente delante de ti y ser testimonios de la gracia de Cristo ante esta comunidad.

Padre, mira nuestra base y pon un bello edificio encima de ella que glorifique a Cristo y que sea de bendición a esta comunidad. Haznos irresistibles, Señor, haznos radioactivos espiritualmente. Danos una palabra contundente, Señor, para el mundo, manifiesta tus señales, tus milagros, tus prodigios, tus sanidades, tus liberaciones, en medio de nosotros, Padre, rompe, Señor, el dique para que el agua de tu espíritu ruja y se lleve todo lo malo, Padre, la enfermedad y las tinieblas, Señor, ante las declaraciones de poder de Cristo Jesús.

Queremos ver la gloria de Cristo manifestada. Queremos que venga un gran tsunami, Señor, de poder que se lleve las huestes del mal, Padre. Oh, queremos ver tu gloria manifestada, Señor, queremos ver el nombre de Jesús entronado, puesto en alto para que todos miren hacia él y todos los que crean sean salvos.

Úsanos, Señor, úsanos como un instrumento en tus manos, Padres. Queremos que tu gloria se manifieste, Señor. Bendice a este pueblo y sácalo de aquí con tu bendición y tu gracia, Señor, te adoramos y te bendecimos. Bendice el nombre del Señor, mi hermano, mi hermana, antes de irte de aquí, dale gloria a Dios. Dale gloria al nombre del Señor. Dale al gloria al nombre de Jesús y sal de aquí preparado y capacitado para vivir la vida que Dios quiere que tu vivas. Amén y amén.

Agradecer la misericordia de Dios en el desierto

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Salmo 63, en el verso 1. Yo quiero que se fijen en el titular de este salmo, el titular de este salmo. Yo no sé si su Biblia lo dice, pero, así mismo como está en la pantalla dice, Salmo de David cuando estaba en el desierto de Judá.

Voy a explicarles un poquito esto. Dice:

“… Dios mío eres tu de madrugada te buscaré, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida, su labios te alabarán…”

Vamos a detenernos ahí. Miren esto, mis hermanos, cuando yo leo, si yo hubiese leído este salmo sin haberle prestado atención al título, yo lo hubiese leído como que guau, que lindo, lo más seguro David estaba caminando por el palacio y reflexionando en cuan bueno ha sido Dios con él. Porque decir una palabra como esa, guau, mejor es tu misericordia que la vida. Esas son palabras grandes, profundas, y eso usualmente uno puede asumir que esas son palabras que vienen de una persona que está bien. Ah, Señor, estoy experimentando tu bondad en mi vida y puedo decir que tu misericordia es mejor que cualquier cosa. Estoy en el Seventh Heaven, por así decirlo.

Y mis labios te alabarán, miren eso, o sea, el hablar de la bondad de Dios usualmente, de nuevo, uno asume que puede venir de una persona que tiene como quien dice, entre comillas, su vida all set, que todo lo tiene bien, lo tiene todo bajo control. Pero cuando nosotros le prestamos atención al título de ese salmo ya la historia es otra. El contexto es uno totalmente distinto porque cuando yo leo que estas palabras fueron inspiradas en el corazón de David cuando él estaba en el desierto de Judá, mis hermanos, no fue que salió del palacio y con su ropa real se fue a caminar por el desierto. No, no, no, esa no fue la época. La historia dice que él cuando escribió esto era el tiempo donde él todavía estaba siendo perseguido. Es verdad que no está claro si era perseguido por el rey Saúl o si era perseguido después de su reinado que fue perseguido por sus propios hijos, como Absalón que fue uno de ellos.

El asunto es que el hombre estaba en el desierto pero estaba en un estado de estrés por así decirlo, estaba en un estado de ansiedad, estaba en un estado de inquietud, estaba en un estado de inseguridad, porque no sabía que era lo que iba a acontecer con su vida. Más sin embargo, en medio de esa búsqueda yo quiero que usted se imagine una persona caminando por el desierto con sed, con sus labios que se están rompiendo por el sol y la sequedad y la deshidratación, y una persona en medio de esa ambivalencia en la cual se puede encontrar, de repente, sale de su boca el decir, Dios mío, tu eres mi Dios y yo te busco intensamente, mi alma tiene sed de ti y todo mi ser te anhela.

Si yo lo pongo a usted en el desierto de Sahara usted va a decir, mi boca tiene sed, y no es de ti sino de agua. Eso es lo que yo diría. Pero él en medio de esta situación, lo que le da por decir, mi alma tiene sed de ti, o sea que la sed de justicia que él tenía en su corazón era más que la sed que él podía estar sintiendo en su cuerpo físico. Es más, quién sabe si la sed de su cuerpo físico era un reflejo de lo que verdaderamente estaba pasando en su interior. Y en medio de todo eso, él puede decir estas palabras, todo mi ser te anhela.

Y él de repente, Señor, yo te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. En otras palabras, en medio de esa ansiedad él lo que está diciendo, ah, yo sé quién tu eres, yo sé lo que tu puedes hacer, yo te he visto en acción en mi vida. Yo sé que tu eres el Dios de los imposibles y en medio de todo eso poder decir entonces al final, Señor, tu misericordia es mejor que la vida.

Mis hermanos, yo quiero hacer hincapié en esa frase. Porque hay veces que nosotros llevamos la vida como si no le prestásemos atención verdaderamente a cuán bueno y cuán misericordioso es Dios con cada uno de nosotros.

Miren, el mero hecho de que nosotros estamos aquí ya es una expresión de la misericordia de Dios. Yo escucho testimonios como el de Daniel, o recuerdo muchos testimonios de sus propias vidas, o sea, yo veo sus propias caras y sus propias caras ya es un testimonio de la misericordia de Dios. De cómo nosotros en una forma sobrenatural podemos sacar fuerza de donde no las tenemos, podemos sacar ánimo de donde no existe ninguno, podemos tener una perspectiva distinta de la vida cuando las circunstancias a nuestro alrededor nos están apuntando a otra realidad y aún así poder decir, Señor, tu misericordia, tu amor, tu bondad, todo lo que tu tienes es mucho mejor de lo que me pueda pasar a mí en esta vida.

Y eso se manifiesta en tantas formas que cuando uno está alerta de esa bendición de Dios uno entonces puede decir, mis labios te alabarán. Esa expresión de que mis labios te alabarán, sabe lo que están diciendo? Es que mis labios van a testificar de todo lo que has hecho, de todo lo que tu haces.

Por eso fue que yo sentí hoy invitar a personas que pudiésemos testificar que Dios está haciendo. Porque esos testimonios mis hermanos, edifican nuestras vidas en tal forma que nos animan y nos ayudan, y nos impulsan a seguir adelante. Mira, tu vida no tiene que estar al cien por ciento perfecta para que tu puedas testificar de lo que Dios está haciendo en ti. Tu vida no tiene que estar en la perfección.

Yo me puedo parar aquí ahora mismo y yo les puedo decir, mira, mi vida no está al cien por ciento perfecta, como yo desearía o como Dios quisiera, pero aún así Dios me da la fuerza, me da el ánimo para yo poder hablar en fe de lo que Dios ha hecho, de lo que Dios está haciendo, y de lo que Dios va a seguir haciendo.

Yo les digo, miren, el yo escuchar estas cosas así, ver la gente orando por mí, y yo le doy gracias a Dios por eso. Hoy he celebrado mi cumpleaños ya tres veces. El staff aquí en la iglesia, me cogieron de sorpresa, rompieron una reunión que teníamos los pastores y llegaron con un pastel y cantamos. Ahorita los muchachos del grupo de alabanza de oración también tengo un pastel que me está esperando ahí ahorita. Es para mí. Para mí. Dice mi nombre. Y ahora el mero hecho de que estamos aquí en este tiempo de oración, eso es algo que bendice mi vida. Y yo no sé, bueno, yo estoy seguro que todos nosotros tenemos esos momentos donde de repente nos detenemos y paramos y reflexionamos y es como que, guau, Señor, dónde está mi da? Qué he logrado hacer? Qué estoy haciendo? En qué dirección voy? Qué nuevo tu quieres que yo haga? Qué puedo corregir?

Ustedes me entienden, es esa jornada de reflexión interna donde uno se dice, ok, Señor, vamos a hacer un maintainance check. Dónde estoy ahora mismo? Cómo están las cosas? Y hay algo que yo he logrado reflexionar en estos tres días pasados, y es el mero hecho, mis hermanos, que yo estoy más que agradecido con el Señor. Y de nuevo, mi vida no está al cien por ciento perfecta como yo quisiera, y yo sé que usted se puede identificar con eso, pero aunque no está al cien por ciento perfecta, mire, yo veo todo lo que está a mi alrededor y yo tengo que decir que realmente hay un Dios que está en los cielos y que se está moviendo aquí en medio de nosotros.

Yo anoche mientras estábamos celebrando en mi casa, a mi esposa le dio fiebre con hacer bizcocho ahora, con hacer pasteles y ayer estuvimos preparando el bizcocho, poniendo el frosting, ¿verdad? El suspiro? Eso es nuevo para mí. A lo dominicano, el suspiro, el frosting, lo dulce. El supiro.

Pero el asunto es que de repente ponemos el bizcocho en la isleta de la cocina y de repente yo tengo a mi esposa, que está agarrando a Sebastián, Lucas se enganchó en la pileta, y mi suegra por otro lado, y el mero hecho de yo poder escuchar a todos ellos cantando así sapo verde todo you, como nosotros… Happy Birthday, miren para mí yo estaba contemplando ese panorama y me decía, guau, Señor, la verdad es sin yo merecer esto, tu me has dado estos regalos. Una familia bella, preciosa.

Y entonces hoy en el tiempo que he estado aquí, cuando yo vengo y me paro de frente a ustedes y yo los veo a cada uno de ustedes yo me digo, Señor, qué mejor regalo yo puedo pedir, o sea, cada una de estas personas, en el nivel en que yo los pueda conocer a ustedes, a unos más a otros menos, pero cada uno de ustedes significa un regalo de Dios por que ustedes son una familia aquí, y yo sé y reconozco que uno está aquí en capacidad pastoral, pero yo los miro y yo veo una familia que Dios me ha permitido tener aquí.

Yo aquí ahora mismo veo cumplido lo que dice Jesús en Lucas, cuando él dice, si alguno dejare a madre o padre o hermano o hermana, o hijo o hija, o perro o gato, cotorra, por mí, por el Evangelio, recibirá cien veces más cada una de esas cosas. Y yo solamente tengo un perro, no tengo gatos ni tengo cotorras, pero sí yo puedo decir, como he dicho otras veces, tengo muchas madres, tengo muchos padres espirituales, tengo muchos abuelos y abuelas espirituales, y tengo muchos hermanos y hermanas, primos, primas, tíos, tías, puedo seguir ahí dando la lista.

Y todo eso, mis hermanos, es bendición de Dios, todo eso me permite a mí decir, Señor, tu misericordia es mejor que cualquier otra cosa que uno pueda desear o querer en la vida. El mero hecho de que tu provees este ambiente aquí y de nuevo, yo no estoy diciendo que este grupo sea un grupo de personas cien por ciento perfectas, porque yo sé que hay momentos en los cuales nos pisamos los cayos y rozamos hombros y hay veces que uno dice cosas que tal vez al otro le cae mal. O usted dice cosas que a mí pueden caer mal, y es como que, y ahora qué? Pero como quiera, acaso eso no es parte de una familia? Acaso eso no es parte de una familia? Como dice el verso 5, por favor, hablando de supiro, de frosting, ahora es de meollo. Qué es meollo, by the way? Lo que se mueve en la olla, ¿verdad? Yo voy a averiguar bien qué es lo que significa meollo, es que aquí lo estaba leyendo en otra versión.

En mi versión dice: “… mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete…”

Si suculento banquete significa meollo, yo creo que el que escribió esa versión de la Biblia tenía algo de hispano en su corazón. Creo que lo sacaron de Santo Domingo o algo.

“…Como de meollo y de grosura será saciada mi alma y con labios de júbilo te alabará mi boca. Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite de ti en las vigilias de la noche porque has sido mi socorro y así en la sombra de tus alas me regocijaré…”

Miren, yo cierro con esto, mis hermanos y hermanas, yo no sé cuántos de ustedes se han levantado por la noche porque la ansiedad no los deja dormir. Cuántos le ha pasado eso? Que la ansiedad no los deja dormir. Y se levantan y están como que jalándose los pelos, qué va a pasar con esto. Ahora, escúchenme bien, yo no sé, aquí sí que yo no sé, porque esto no es muy usual, pero yo no sé cuántos de ustedes se levantan por la noche porque la satisfacción, el gozo, el deseo es tan y tan grande, y tan inmenso que uno no puede dormir. Le ha pasado? A mí me ha pasado también.

Mire, y de nuevo, de nuevo, estoy poniendo esto en contexto mis hermanos y hermanas, no significa que la vida tenga que estar cien por ciento perfecta, pero sí hay algo que… se recuerdan hace dos miércoles atrás que le estaba hablando acerca de ese momentum divino, de ese momentum espiritual que cuando Dios está haciendo algo, si uno no está alerta te va a pasar, y se fue la guagua, olvídate, te dejó a pie. Pero si uno está alerta, sensible a lo que Dios está haciendo, cuando viene ese momentum uno se queda como que, espérate, esta ola la tengo que surfear.

Pues, mire, así a veces pasa, hay veces que hay situaciones alrededor que vienen y amenazan, son duras, son fuertes pero en medio de todas esas cosas, se siente algo de Dios que es sobrenatural. Y es ese algo de Dios que es como mantiene a uno con una adrenalina arriba y uno siempre está a la expectativa, guau, que amanezca ya, yo quiero saber qué va a pasar en este próximo día, o qué puedo hacer nuevo en este próximo día.

Miren, mis hermanos, esas son las cosas, ese verso que decía en las meditaciones de la noche pienso y estoy conectado contigo. En mi lecho me acuerdo de ti. Mira cómo dice, me acuerdo de ti y pienso en ti toda la noche. Eso es una expresión de amor. Cuando usted conoció a su primer amor, su novio, su novia, cuantos de ustedes, vamos a confesarnos aquí y ahora, voy a poner una cortinita para que se confiesen conmigo, dígame hijo, dígame hija, cuántos de ustedes no enganchaban el teléfono a la una de la mañana y media hora después ya estaban pegados al teléfono de nuevo, porque es como que, papito, mamita, no puedo dormir, te tengo que escuchar otra vez. Mira allá están los dos ahí atrás, como eso parece que todavía pasa, ¿verdad? Te levantan a media noche, están durmiendo, están uno al lado del otro y se levanta a medianoche, como papito, te extraño.

Eso es lo que está diciendo David aquí, es como que, está a este nivel de emoción que, ok, me voy a dormir ahora Dios, pero no, no es que me haces falta. Tengo que despertarme de nuevo. Pensar en ti, hay algo que pasa.

Y miren, mis hermanos, eso es parte de ese momentum, de ese ímpetu, de esa fuerza que Dios pone en nuestras vidas y cuando eso sucede, miren, hay que aprovecharlo, porque uno nunca sabe lo que Dios pueda revelar a nuestras vidas en esos momentos.

Así que, mis hermanos y hermanas, piensen, mediten en estas palabras. Yo les estoy mirando las caras y mira sí, puede ser que usted tenga una necesidad bien crasa, bien fuerte. Hay algo que está ahí bien apremiante en su corazón, pero asumamos la actitud de David, que en medio de esos desiertos de la vida, cuando las cosas aprietan, y uno se siente que está en persecución, esa ambivalencia, esa inseguridad, qué va a pasar, qué me van a decir, o qué me van a hacer o qué yo voy a hacer, o qué yo voy a decir, y uno está así como que, mire, encuentre las fuerzas para poder decir eso, Señor, de madrugada, a las 9 de la mañana, a las 12 del mediodía, a las 3 de la tarde, el tapón, tomando café, tomando te, comiendo un hamburgher en Mc Donalds, sea donde sea, te voy a buscar, Señor.

Te voy a buscar, voy a estar en contacto contigo y ver cómo tu puedes inspirar mi vida de tal forma para que yo entonces pueda decir, tu misericordia es mejor que la vida, y mis labios te alabarán.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Gracias te damos, Señor Jesús, tu misericordia es mejor que la vida, Señor Jesús. Y por eso nuestros labios te alaban, nuestros labios te bendicen, Jesús, porque tu eres el que hace todas estas cosas posibles en medio de nuestras vidas, Señor Jesús.

Padre, yo te doy las gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, yo bendigo sus vidas dondequiera que estén, dondequiera que se encuentren, Señor Jesús, sea cual sea su necesidad, su situación particular, yo te pido que tu les visites donde ellos están ahí ahora mismo, Señor Jesús, y que ellos puedan recibir de ti ese aire que los levanta, Señor, ese aire por debajo de sus alas que los levantan a nuevas alturas. Señor que puedan experimentar esa misericordia tuya que los satisface, que los llena, que sacia su sed, que sacia su hambre y que aún en las meditaciones de la noche los mantiene despiertos. Pero es un despertar que trae energía, Señor, que trae fuerza, que trae nuevas perspectivas, nueva visión.

Señor, no dejes que nosotros nos endurezcamos hacia ti, Señor, sino permite que nuestro espíritu, nuestro corazón se mantenga sensible a escuchar tu voz y a obedecerla sobre todas las cosas. Te damos las gracias por lo que tu haces, por lo que tu has hecho y por lo que seguirás haciendo, Señor, gracias por cada uno de mis hermanos y hermanas, Señor, que han llegado hasta aquí en esta noche. Sobre cada uno de ellos declaramos tu bendición. En el nombre de tu Hijo Jesús, lo decimos así Padre, gracias te damos. Amén.

La protección del Pastor

13 de septiembre del 2010 - Por Myrza Marilys Lassús

“Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”. Isaías 40:11

Mi hermano y yo íbamos camino a la escuela. Yo tenía 11 años y él tenía 10 años. El cargaba un violín porque tenía un concierto ese día. De momento paró un carro grande, de color rosa pálido y salieron dos hombres grandes. Uno de ellos comenzó a preguntarme por direcciones, mientras el otro se acercaba a mi hermano. Yo en par de segundos le grité: “Corre, corre y olvídate de mí”. Mi hermano tan chico corrió con su violin y el hombre se le fue detrás. Había nieve y mucho hielo en la carretera. El hombre logró alcanzar a mi hermano. Lo tiró al suelo y tomó el violín. Yo me había escapado del otro y corrí tras mi hermano. Los hombres se olvidaron de nosotros y se fueron en el carro. Mi hermano y yo asustados, llegamos a la escuela. Llamaron a la policía y lograron recuperar el violín. El ladrón “inteligente” le estaba robando a una anciana con el violín en la mano. Eso fue una de las tantas cosas que nos sucedieron al principio de llegar a este país.

¿De cuantas cosas Dios no te ha librado? ¿Cuándo fue la última vez que te sentaste a pensar en el accidente que tuviste y no te pasó nada; en la vez que te caíste de la escalera y no te pasó nada; en la vez que te operaron y no se infectó la herida? Dios nos cuida en todo momento. El nos tiene refugiados en sus brazos guardándonos del mal.

En aquel entonces, mi hermano y yo no nos percatamos del peligro que nos amenazó. Pero algo nos libró; las oraciones que mami hacía todos los días por nosotros.

No temas. El está contigo. Levanta tus ojos y mira quien creó los cielos y la tierra y llama a todas las estrellas por su nombre. El grande en fuerza y poder. El que da fuerza al caído y multitudes de fuerzas al que no tiene ninguna. Ese es el gran Dios que te protege y cubre como un gran pastor hace por sus ovejas.

Sermon clásico #6059: Como ganar perdiendo

Vamos a ir al capítulo 13 de Génesis, este es un pasaje sobre el cual yo he comentado en años anteriores y que siento que el Señor me ha dado un enfoque fresco y que yo creo que es para hoy, para hoy y ahora mismo, para este día, para mi vida, yo creo y para la vida de nuestra congregación y vamos a pedirle al Señor que nos hable a través de esta palabra que él tiene para nosotros. Génesis capítulo 13, ponga su espíritu en sintonización con lo que Dios quiere decirle a su vida. Dice la palabra del Señor:

“… Subió pues Abraham de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía y con él Lot. Y Abraham era riquísimo en ganado, en plata y en oro, y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Betel hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Betel y Ay, al lugar del altar que había hecho allí antes, e invocó allí Abraham el nombre de Jehová. También Lot que andaba con Abraham tenía ovejas, vacas y tiendas y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos pues sus posesiones eran muchas y no podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abraham y los pastores del ganado de Lot, y el cananeo y el pereseo habitaban entonces en la tierra. Entonces Abraham dijo a Lot, no haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos porque somos hermanos. No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí, si fueras a la mano izquierda yo iré a la derecha, y si tu a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán que toda ella era de riego como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Soar antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces, Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán y se fue Lot hacia el oriente y se apartaron el uno del otro. Abraham acampó en la tierra de Canaán en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Más los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera y Jehová dijo a Abraham después que Lot se apartó de él, alza ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur y al oriente y al occidente, porque toda la tierra que ves la daré a ti y tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra que si alguno puede contar el polvo de la tierra también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho porque a ti la daré. Abraham pues removiendo su tienda vino y moró en el encinar de Mambré que está en Hebrón y edificó allí altar a Jehová.”

Bendiga el Señor su palabra. El Señor me ha estado moviendo en estos últimos días a hablar acerca de esta temática que tiene que ver con, podríamos llamarlo el espíritu apacible, el espíritu de reconciliación, el espíritu de amor, de perdón. Hace unos domingos hablamos acerca de sobrellevar las cargas unos de los otros, recordarán ese tema. Hemos hablado también acerca del llamado de Jesucristo a ir esa segunda milla, un llamado tan doloroso y tan difícil para todos nosotros, yo diría. Y hablamos de eso diciendo que es el arma espiritual más poderosa que podemos usar para avergonzar al diablo muchas veces y para que el espíritu de Cristo sea glorificado y para vencer el mal con el bien.

El domingo pasado reflexionábamos acerca de Ana, esta mujer que fue madre del gran profeta Samuel, y usábamos a Ana como ejemplo para nuestras vidas. Y una de las cualidades que yo señalé fue la mansedumbre de Ana, su espíritu manso, su forma de responder a Elí cuando Elí la insultó por su falta de discernimiento espiritual. Su forma de tratar a su contrincante, la concubina de esposo, que la insultaba y se reía de ella porque ella no podía tener hijos y cómo Dios usó a Ana y esa actitud de Ana para traer una gran bendición a su vida y la llevó a ser la madre de un profeta que trabajo liberación al pueblo de Israel.

Y una y otra vez el Señor me ha estado hablando, hermanos, de esa necesidad que tenemos de usar esta regla espiritual tan poderosa que el Señor nos dejó, de vencer el mal con el bien, de vencer el espíritu de violencia y de agresividad que domina a este mundo, con su contrario que es el espíritu de la cruz y el espíritu del perdón, el espíritu de la tolerancia y el espíritu de ceder aún cuando tenemos todo el derecho.

Y yo decía que esta es un arma espiritual tremendamente poderosa y un arma muy misteriosa, paradójica, viola las reglas de la razón y viola las reglas de el darwinismo que controla muchas veces las relaciones humanas, esta lucha que el más grande se come al más pequeño y el más fuerte es el que impera sobre el más débil.

Y el Señor Jesucristo vino a darle al diablo una estacada central por medio de la cruz y ustedes notarán que la cruz es la antítesis total de ese espíritu diabólico de conquista y de agresividad y de ojo por ojo y diente por diente. La cruz a través de la muerte trajo vida, a través de la vergüenza mayor, trajo gloria para Jesucristo. Y a través de la inmovilidad y la impotencia total desató un poder irresistible en el universo que es el poder de salvación y de vida eterna, usted entiende? Allí Cristo clavado en la cruz, sangrando, incapaz de moverse dentro de su humanidad que él había escogido, allí, dice la Biblia, que Cristo hizo lo que no se había podido hacer en todos los siglos en que la humanidad había existido antes.

Dice el libro de Colosenses que en la cruz Cristo despojó a los principados y a las potestades. Allí sin moverse sangrando, recibiendo burla de la gente y contradiciendo en un sentido aparente su deidad y su poder, y su gloria, y su eternidad, el Señor le quitó las llaves al diablo de la vida y de la muerte y del universo y de la humanidad. Despojó a los principados y a las potestades, dice también, que obtuvo salvación para nosotros, anuló el acto de los decretos que nos era contraria, todas las acusaciones que teníamos en contra nuestra fueron neutralizadas. Cómo? Sin hacer nada, sumiéndose en la vergüenza y en la muerte y en la impotencia más grande.

Y ese es el principio fundamental hermanos, que yo creo que vence en el universo. Y es el principio que cuando nosotros, los hijos de Dios, lo adoptamos trae gran victoria para nosotros y desata el poder de Dios a través de nuestras vidas. Neutraliza al diablo, lo avergüenza, lo ata y entonces desata el poder y la gracia de Jesucristo.

Lo que pasa es que cuando nosotros buscamos nuestra propia gloria y nosotros buscamos salirnos siempre con la nuestra, entonces estamos solos, a la merced de nuestra sabiduría, nuestra astucia, nuestras fuerzas, pero cuando nosotros en el nombre del Señor, por una decisión consciente y espiritual y bíblica, nosotros decidimos darle la gloria al Señor, entonces las cosas cambian. Y el Señor entonces entra y se hace socio de nosotros. El Señor se hace socio de nosotros y nos da la victoria. Él entra en acción a favor nuestro.

Por eso es que, hermanos, esa regla, aunque es tan difícil de poner en práctica es tan provechosa y es tan misteriosamente efectiva. Y yo creo que Abraham muestra esto, en este pasaje en una manera eminente. Por eso yo quiero ilustrar este principio con ustedes a través de la vida de Abraham.

Dios había escogido a Abraham para un destino muy, muy especial. Había escogido a este hombre oscuro, sin ser conocido por nadie, y le había dicho, Abraham, lo vemos en el capítulo 12, “haré de ti una nación grande, te bendeciré en grande, seré tu nombre, será bendición, bendeciré a los que te bendijeren, a los que te maldijeren maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra…”

Que promesa tan grande para un hombre que hasta ese momento había vivido una vida normal, común y corriente, que Dios venga y le diga, yo voy a hacer de ti una nación inmensa y el que te maldiga a ti será maldecido y el que te bendiga a ti será bendecido y te daré a ti toda la tierra que pise la planta de tus pies.

Por qué Dios hizo eso? Tenía que ser un hombre muy especial. Tenía que haber habido algo en ese hombre que atrajo la atención de Dios y que hizo que Dios dijera, de esta semilla yo quiero hacer mi nación, mi pueblo escogido. Así que Abraham tenía que tener unas cualidades muy especiales. Y aquí en el capítulo 13 uno puede comenzar a ver qué había en ese hombre, que había tocado el corazón de Dios.

Si hay un testamento maravilloso que ilustra la grandeza moral y espiritual de Abraham, ahí ustedes lo tienen en el capítulo 13, en ese evento pequeño de la vida de él, muchas veces en nuestra vida las acciones pequeñas son las que demuestran la totalidad de un hombre o de una mujer. El gran teólogo y escritor Unamuno, filósofo muy conocido, español, decía que muchas veces uno puede en un momento, en un segundo observar una acción de un hombre o de una mujer, y en esa acción mínima está retratada y contenida toda la personalidad de un ser humano, su grandeza o su pequeñez, su sabiduría o su insensatez, en un acto, una palabra, una reacción, uno puede decir mucho.

Así cada un gene mínimo que no lo puede ver el ojo contiene todas las cualidades y las características físicas por lo menos de un ser humano, así mismo a veces una acción puede contener la totalidad de un individuo, su altura moral o su bajeza moral. Por eso es que tenemos que tener tanto cuidado, hermanos, cómo nosotros lo que hablamos, lo que decimos, porque nuestras acciones denotan tantas cosas y a veces somos descuidados y no entendemos que estamos proyectando lo que somos y lo estamos revelando.

Y Abraham aquí en el capítulo 13 para mí revela su grandeza moral, lo que lo hizo un hombre agradable delante de los ojos de Dios. Una contienda surge entre los pastores, los empleados de Abraham y su sobrino Lot. Como siempre las posesiones, hermanos, que cosa!, las cosas materiales dividen a los hermanos, las bendiciones mismas que Dios a veces nos da se convierten en trabas para nuestra vida espiritual y para nuestras relaciones con los demás. Y eso se da en todas las áreas de la vida, a veces en el matrimonio puede ser las cuentas y en qué se invierte el dinero, y si las vacaciones nos vamos a Hawái o nos vamos a ir a visitar a los padres de él o de ella, o si vamos a comprarle a los hijos ropa, o si vamos a invertirlo en un televisor nuevo, etc. en la iglesia muchas veces puede ser otro tipo de posesiones, puede ser la posesión de autoridad y de derechos que tenemos. En el trabajo pueden ser otras cosas, pero dondequiera es la posesiones, y a menos que no haya un espíritu gentil y un espíritu desprendido y un espíritu que remite la causa al Señor siempre habrá pugnas en las iglesias, en el hogar, en el trabajo, en la calle, y la sociedad no irá para ningún sitio porque a menos que no haya alguien que ceda en el nombre del Señor no puede haber paz.

Y cuando estamos tan estancados en nuestras posiciones y la persona que siempre quiere salirse con la suya y que nunca da su brazo a torcer, y que nunca se queda dao, como decimos nosotros en buen dominicano, no puede ser un agente de bendición, no puede ser un buen cristiano, en otras palabras, no puede seguir siendo un modelo adecuado de Cristo Jesús. Tiene que haber un espíritu de dar y un espíritu de ceder.

Para mí esa es la esencia de lo que yo veo aquí en Abraham, en ese evento. Si Abraham no dialoga con Lot en alguna manera hubiera habido un derramamiento de sangre, hubiera habido una enemistad que hubiera durado para toda la vida y quizás la historia de Israel hubiera sido muy diferente. Qué cosa nos enseña Abraham aquí? Rápidamente yo veo un punto y es que, y esto es parte de esa actitud de dar y de entregar y de ceder, Abraham mantenía una comunicación continua con Dios. Abraham tenía una vida de adoración muy saludable.

Miren el versículo 3, Abraham ha dado un gran viaje, ha estado por allí unos cuantos meses o años, no sabemos, antes de él irse, él había edificado un altar de donde había salido. Y qué hace él cuando regresa de su largo viaje? Dice, regresó habiendo estado antes allí en ese lugar entre Betel y Ay al lugar del altar que había hecho allí antes. Qué hizo? E invocó allí Abraham el nombre de Jehová.

Enseguida que Abraham llega de nuevo al área donde estaba va al altar que él había edificado antes de salir y vuelve otra vez y allí adora al Señor, invoca el nombre del Señor, pide la bendición de Dios sobre su vida y como lo entendían en ese tiempo Dios moraba en ciertos lugares específicos. Ahora, evidentemente mora en nuestros corazones por medio de su Espíritu Santo, pero Abraham entendía que en ese altar allí había una presencia especial de Dios y él enseguida, yo me lo imagino llegando de su viaje, ni siquiera quitándose la ropa, primero va allí y le da gracias a Dios por haberlo acompañado durante su viaje, re consagra su vida, alaba al Señor, adora al Señor, le reconoce la soberanía a Dios y entonces continua con sus quehaceres.

Una y otra vez vemos Abraham edificando altares en comunicación, recibiendo revelación de Dios. Y qué interesante, hermanos, que en la vida de Ana o decía que una de las cosas también que aparte de su mansedumbre, era eso mismo, su gran comunión con Dios, que lo vemos en el canto que ella le expresó a Dios cuando tuvo a Samuel. Dijo, mi poder se exalta en Jehová y yo me gozo en el Dios de mi salvación.

Es decir, usted va a ver siempre ligado, hermanos, una cosa no es posible sin la otra, yo creo. No es posible tener un espíritu de mansedumbre y un espíritu apacible a menos que uno no esté en gran comunicación y en gran contacto con Dios y que uno no tenga una comunicación profunda con el Señor. Para poder vivir en paz con los demás se necesita fe y comunicación con Dios, se necesita estar fuerte espiritualmente. La regla de Cristo de ir la segunda milla no es para gente débil, no es para gente emocionalmente inestable, no es para gente con heridas de la niñez y con dolores que no se han sanado.

Mucha gente resiste esta actitud de ceder porque creen que es para gente débil y para gente que siempre está dominado y con el cuello debajo de la bota de alguien, y por eso lo resisten, porque nadie quiere ser un parásito, nadie quiere ser una víctima. Pero, hermanos, lo irónico del Evangelio es eso, que a la verdad para usted aplicar la ley de Jesucristo usted tiene que ser bastante maduro espiritualmente y haber crecido bastante en el Señor y tener su fortaleza muy claramente afincada en el Señor. Porque solamente aquel que tiene mucho puede dar mucho. La persona pobre generalmente va a ser aguantada, con el dinero y con la comida, y con las cosas porque entiende que su supervivencia depende de lo poquito que tiene. Generalmente una persona que tenga un poco más si es una persona bastante normal va a darse la libertad de dar más, porque puede prescindir. Esa es la regla natural y así pasa emocionalmente, si nosotros estamos saludables y fuertes con el Señor, y nuestra confianza está en el Señor y sabemos que nuestra vida depende de Dios entonces eso nos va a permitir ser más generosos con los demás, perdonar más, tolerar un poco más, dejar el agua correr un poco más, olvidar un poco más, esperar un tiempo hasta que Dios haga su obra, porque sabemos que Dios es real y que Dios actúa y que lo ha hecho antes y que lo va a volver a hacer en nuestra vida.

Usted ve, entonces por eso es que en realidad lo que Cristo pide de ir una segunda milla y voltear la otra mejilla y vencer el mal con el bien, eso es para gente que está saludable emocional y espiritualmente, para gente que está bebiendo continuamente la sabia de Dios y que está fuerte y que entonces puede darse el lujo de perdonar a los demás y amar a los demás a pesar de sus faltas. Se necesita estar fuerte espiritualmente y Abraham tenía ese contacto con Dios, Abraham sabía que Dios le había dado mucho y por eso Abraham podía darse el lujo de ser como fue con Lot.

Qué otras razones hay allí? La comunicación con Dios nos hace partícipes de la sabiduría divina. Cuando estamos siempre en oración y leyendo la palabra del Señor, y reflexionando sobre las verdades espirituales, eso nos permite recibir el consejo divino en tiempos de conflicto y de dificultad y entonces viene la revelación de Dios para la necesidad. Nos hace partícipes de la sabiduría divina.

Además de eso la comunicación con Dios nos hace conscientes de que la solución a nuestros problemas no depende solo de mí, que Dios también es un jugador en mis situaciones. Ese hecho de saber que yo no soy el único que tiene que defenderse y buscar la solución a sus problemas eso produce paz en nosotros, eso reduce nuestro nivel de tensión que muchas veces es lo que nos hace atacar y contra atacar cuando viene la ofensa real o imaginada. Y eso nos permite ceder y a veces nos permite darle a nuestro opositor una palabra que lo calme y le baje el ánimo y que entonces le permita ver el otro lado del asunto. Por qué? Porque yo estoy consciente de que Dios también está jugando en el asunto.

En tercer lugar, el estar en contacto con Dios directamente me quita a mí esa tendencia a querer desquitarme y querer buscar venganza y a querer siempre contra atacar y hacer que la otra persona pague las consecuencias de sus acciones, porque yo sé que Dios también es un jugador en el asunto.

Miren lo que dice Romanos, capítulo 12, dice, “… no os venguéis a vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios porque escrito está, mía es la venganza yo pagaré, dice el Señor. Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No sea vencido de lo malo sino vence con el bien el mal…”

Usted ve? Es decir, ese es un llamamiento, cuando yo sé que Dios es el que hace justicia en la vida yo no tengo que estar siempre con esa presión de que yo tengo que hacerle justicia a mi contrincante que me ofendió. Por eso es que tanta gente vive presa del resentimiento y el rencor durante años y años por algo que se le hizo, porque no tuvieron la satisfacción de vengarse y entonces se sienten como que se les engañó, se les quitó ese derecho que tenían y están tronchados y están como incompletos porque ellos creen que como yo no lo hice, nadie más lo va a hacer.

Pero dice la Biblia, mía es la venganza y dice el Señor, yo pagaré. Dios es un Dios justo, el universo, aunque no lo veamos está regido por leyes de justicia. A la larga las cosas siempre tienen que igualarse y la justicia de Dios tiene siempre que cumplirse.

Entonces si yo estoy en comunión con Dios yo sé que Dios va en su momento hacer las cosas y eso me ayuda a mí a ser una persona más calmada, un agente de paz. Yo creo que Abraham en su manera de actuar con Lot, de llamarlo aparte y de buscar una solución, fue porque él tenía esa comunión tan íntima con el Padre.

En segundo lugar, yo veo que Abraham fue diligente en mantener la paz. Abraham fue solícito en establecer la paz con su sobrino. Él no esperó a que las cosas se deterioraran. Él no esperó a que las cosas llegaran a un punto ya en que no hubiera solución, sino que él inmediatamente fue a donde Lot desde que descubrió que estaba pasando algo, y muy diligentemente fue a buscar una solución al problema.

Qué dice Efesios capítulo 4 versículos del 1 al 4? “… yo os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, y aquí está la clave, solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz….”

Solícitos en guardar la unidad del espíritu en el vínculo de la paz. Hermanos, a menos que nosotros no estemos solícitos. Qué quiere decir la palabra solícitos? Diligente, dispuestos, atnetos, dinámicos en mantener esa paz. Y para que haya paz entre los seres humanos y en las relaciones humanas tiene que haber gente solícita, tiene que haber gente atenta a esta dinámica de la paz. Por eso es que yo me tomo este tiempo para hablar porque yo quiero plantar esa inquietud en sus corazones así como reforzarla en mí también. Tenemos que continuamente estar revisitando esas ideas y volviéndolas a hacer brotar en nuestro corazón y en nuestra mente porque si no, si no lo hacemos no vamos a recordarlo.

Tenemos que ser diligentes en guardar ese vínculo de la paz entre los hermanos porque esa paz no se da automáticamente, requiere vigilancia, requiere esfuerzo, requiere que continuamente estemos atendiendo. Está bien todo con mi hermano? Si yo noto que las cosas se están complicando, ir enseguida y hablar con él o con ella y arreglar las cosas y establecer la paz en vez de que se haga una montaña que después sea imposible de uno derribarla. Estar siempre en oración examinándonos para que el rencor y el resentimiento no se acumulen, buscando formas de comunicar lo que sentimos en una forma adecuada, reflexionando y meditando lo que nos dice la palabra de Dios acerca de la reconciliación y el perdón y el amor, y la tolerancia de unos con los otros. Requiere diligencia.

Abraham enseguida que supo que había problema con siervos suyos y los siervos de Lot llamó a Lot enseguida. Lot vamos a hablar, qué es lo que está pasando? Vamos a comunicar, hay problemas entre nuestros trabajadores, no permitamos que eso trascienda a nosotros. Tu y yo somos hermanos, tiene que haber una solución y Abraham no tenía que hacer eso, él era el mayor, él era el tío. En la cultura judía o en la cultura semita, más bien, él tenía todo el derecho a decir, bueno, hey, que venga él a donde mí, yo soy mayor que él, yo tengo más derechos que él, y que hable conmigo y entonces vamos a ver si se resuelve la situación. No, el fue donde su sobrino, el más joven y le dijo, ven acá, vamos a arreglar las cosas, vamos a buscar una solución a este problema. Él fue diligente. Él no se quedó allí en su gloria diciendo, bueno, como él es el que le toca pues que venga él donde mí. Él usó la ley de ceder y él fue a donde su sobrino.

Otra cosa que yo veo aquí, Abraham puso los principios espirituales por encima de los materiales. Dónde veo yo eso? Mire en el versículo 8 de Génesis 13, dice, “… entonces Abraham dijo a Lot, no haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, por qué? Porque somos hermanos..”

Usted ve? Allí, qué estaba diciendo Abraham? Lot, no dejemos que haya pugna y división y problemas y luchas entre nosotros porque hay algo que debe estar por encima de esta situación y es el hecho de que tu y yo somos hermanos. Antes de eso dice, en el versículo 7, el versículo anterior, que el cananeo y el pereseo habitaban entonces en la tierra. Eran gente extraña y sin embargo Abraham y Lot eran consanguíneos, eran hermanos en un sentido de sangre y carne. Y entonces Abraham dice, Lot, no es posible que tu y yo siendo hermanos demos un mal testimonio ante esta gente que es incrédula. Tu y yo siendo hermanos no podemos darnos el lujo de pelear y de matarnos unos a otros y estar en pelea, vamos a resolver esta situación. Ve?

Hermanos, por encima de los derechos suyos o míos están los derechos de Cristo Jesús y del Evangelio y de la palabra de Dios y de los principios que han sido revelados a través de la palabra del Señor. Usted recuerda lo que yo decía el domingo antepasado de la familia como un sistema y el matrimonio como un sistema y que muchas veces el problema está en que estamos tan preocupados por mí y mis necesidades y mis derechos, y mi dignidad que ha sido violada que no pensamos en la salud de la pareja o en la salud de la familia y de los hijos, o en la salud de la iglesia, o en la salud del testimonio que damos ante los incrédulos o ante los débiles en la fe. Porque no estamos pensando en esa estructura mayor sino que estamos pensando en mí y en mí necesidad y por eso es que yo decía que dondequiera que hay pelea continua y hay desarmonía es porque a la raíz hay egoísmo, yo ismo, una atención desmerecida al yo y a las necesidades del yo en vez de pensar en el sistema mayor dentro del cual nosotros estamos integrados.

Y por eso Abraham dijo, no es posible Lot que nosotros nos pongamos a pelear como perros y gatos por ovejas y vacas y hierba siendo tu y yo hermanos. Este hecho de nosotros ser hermanos es mucho más importante y más profundo y de más envergadura las vacas y las ovejas y la hierba que ellas se comen, y la tierra donde estamos.

Ve? Eso es lo que yo quiero decir, hermanos, que muchas veces en la iglesia por ejemplo, nosotros tenemos que tener cuidado porque a veces puede haber una pugna entre mi hermano y yo y yo puedo decirle una palabra hiriente o tajante y no se crea usted, como yo decía, que eso se da así en el aire, aún cuando estemos los dos encerrados dentro de una caja de seguridad, una caja fuerte, nadie más lo vea ni lo oiga, los aires están penetrados por la santidad de la iglesia y de la presencia de Dios. Tenemos alrededor de nosotros una gran nube de testigos, tenemos demonios y ángeles, tenemos el Espíritu Santo y tenemos a Satanás siempre mirando. Nuestras acciones dan gloria al diablo o dan gloria a Dios. Y entonces nosotros tenemos que estar siempre solícitos al hecho de que yo al obrar en una manera inadecuada estoy trayendo vergüenza al Reino de Dios, estoy a veces, hermanos, no nos cuidamos y el padre y la madre pueden pelear ante los hijos y no estamos pensando en el principio mayor de la salud de nuestros hijos, salud emocional, o espiritual de nuestros hijos. O en el trabajo, hay una pelea y no nos damos cuenta que esa pelea puede estar envenenando el ambiente y no solamente tener que ver con las dos personas que están teniendo la pelea. Hay principios mayores.

No sé si me estoy explicando bien, Abraham le dio al principio de hermandad más importancia que al principio de propiedad y eso nos ayuda muchas veces a ser gente de paz. Mire, estoy predicando algo que yo tengo que aprender a aplicarlo. No se crean que le estoy hablando desde mi gloria, es difícil pero yo creo que estas cosas nos ayudan.

Y finalizando Abraham usó el principio de darle la ventaja al contrincante, le dio ventaja a su contrincante, que en este caso era Lot. Usó el principio de ceder, he gave up his rights, versículo 9 y 10, qué le dice Abraham a Lot? “… Lot, no está toda la tierra delante de ti, yo te ruego que te apartes de mí, si fueres a la mano izquierda yo iré a la derecha; si tu a la derecha yo iré a la izquierda….”

Mire a Lot ahora, usted ve lo que yo le digo? Que el carácter de un hombre está retratado en una acción. Así como Abraham fue retratado en una luz gloriosa y admirable, miren lo que inmortaliza a Lot, versículo 10, dice; “…. Y alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán que toda ella era de riego como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Soar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra… y qué hizo Lot? Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán…”

Lot dijo, esta es mi oportunidad, aquí me hago yo rico. Y él cogió me imagino unos anteojos y buscó bien cuidadosamente y vio todos los arbolitos y todos riachuelos, y todos los lagos y el pasto que parecía más verde y pensó, por aquí me voy. Él estaba pensando en sí mismo, él estaba pensando en su ventaja, él estaba pensando en su provecho para el futuro, su cuenta bancaria y todo lo demás y el provecho de su ganado, y su prosperidad futura. Todo lo apostó y escogió así a la franca, y dijo, bueno, como tu me diste la oportunidad pues yo me llevo esta parte, la mejor de todas. Y Abraham tranquilo allí.

Hermanos, cuántos de nosotros hubiéramos dicho, que tonto Abraham. Cuántos de nosotros hubiéramos dicho, no, aquí Abraham se le quemó el cerebro en ese momento, un fusible se le fundió. Sin embargo, Abraham estaba, su cercanía con Dios le daba a Abraham una paz tremenda que le permitía remitir su causa al Señor y usar el principio de ceder y de la cruz mucho antes de que la cruz surgiera en la historia. Por eso es que Abraham era un genio espiritual, por eso yo creo que Dios lo escogió a ese hombre, porque él conocía ese corazón que había allí en Abraham, aunque Abraham también tenía grandes errores en su vida. Cometió errores serios pero tenía un corazón como el de David que era conforme al corazón de Dios.

Y entonces Abraham sabía que el carácter de Lot requería una acción desesperada, dramática y muy, muy poderosa espiritualmente y por eso Abraham le dijo, ok, Lot escoge tu primero, donde tu te vayas yo me iré en la dirección contraria. Y Abraham no le recriminó a su sobrino, no lo acusó, no vemos nada de eso, sino que Abraham dijo, ok, yo hice mi trato contigo, ahora vete tu por allí, yo me voy por acá. Lot me imagino que se habrá ido cantando y gritando y saltando e hizo una gran fiesta al final de ese encuentro.

Pero miren después ya pasan, me imagino, que Lot se fue en ese momento, pasan unos minutos y entonces viene el espíritu de Jehová y se acerca a Abraham y miren la palabras de Dios a Abraham, después que Lot se apartó de él. “Abraham alza ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y el sur y el oriente, y el occidente…”

Eso incluía la tierra que Lot había escogido, mis hermanos, eso incluía la tierra, porque todo lo que él podía ver desde su posición, toda esa tierra incluyendo la tierra que Lot había escogido y que ya él se había ido feliz creyendo que era suya, pero la tierra era del Señor, la tierra no era de Lot y qué le dice:

“… porque toda la tierra que ves la daré a ti y tu descendencia para siempre y haré tu descendencia como el polvo de la tierra que si alguno puede contar el polvo de la tierra también tu descendencia será contada….”

Hermanos, ven la gloria de Dios al uno usar estos principios de guerra espiritual? A quién quiere usted tener como su garante, a usted con su limitado entendimiento y fuerza o al Dios todopoderoso que garantiza bendición para usted, para sus hijos, sus nietos, sus bisnietos, sus tataranietos? Yo siempre quiero que el Señor esté bendiciendo mi linaje porque yo sé que yo no soy capaz, ni el que tengo inmediato a mí de bendecirlo. Y por eso yo necesito que Dios sea mi canal y mi intermediario y mi defensor. Y yo tengo que remitir mi causa al Señor y poner mis cosas en las manos de Dios. Y la única manera es abriendo el espacio a Dios para que haga la obra.

Hermanos, vamos a imitar el espíritu de Abraham en este día, vamos a imitar el espíritu que se da en sacrificio al Señor. Vamos a dar el espíritu que imita al Cristo que dijo, Padre, no se haga mi voluntad sino la tuya. Vamos a imitar el espíritu del Cristo que se montó a la cruz y abrió sus brazos para una humanidad que no lo amaba ni lo estaba buscando para darle salvación y vida eterna. Y ese Cristo entonces qué pasó? Que dice la Biblia que Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Por qué? Porque Cristo usó ese principio entonces fue levantado. Antes de que tu seas levantado tienes que descender. Antes que tu seas enaltecido tienes que humillarte. Antes que tu seas resucitado tienes que ser crucificado. Esa es la regla de la vida cristiana.

Hermanos, vamos a abrazar ese principio, vamos a cargar nuestra cruz porque en cargar nuestra cruz hay descanso. Llevad mi yugo sobre vosotros y hallaréis descanso para vuestras almas. Tu quieres que la paz reine en tu hogar? Comienza a ceder en el nombre de Cristo. Tu quieres que tus hijos crezcan saludables? Practica yudo espiritual y pídele a Dios que te de revelación cómo hacerlo en tu vida. Tu quieres que haya paz en tu trabajo y tu ser un agente de bien? Comienza a darle a Cristo espacio para defender tus principios y no quieras tu todos los días y exclusivamente defenderlos tu.

Hermanos, que la paz del Señor reine en nuestros corazones y que ese espíritu tan difícil de entender pero tan lleno de vida y de sanidad venga a reinar en nuestras iglesias, en nuestros hogares, en nuestro trabajo, en dondequiera que nosotros vayamos. Que el Señor nos bendiga.

El gozo del Señor es tu fuerza

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Hermanos, vamos a abrir la palabra a Romanos Capítulo 14. Cuántos se gozan de estar en la casa de Dios? Amén. Cuántos se sienten gozo por estar en la casa de Dios? Gloria a Dios. Amén. Entonces, todo el punto, la razón, hermanos, estamos en buenas manos porque es precisamente eso lo que quiere Dios con nuestras vidas. Hermanos, no sé qué le trajo a la casa del Señor, y el Señor usa un sin número de maneras y de patrones para traernos hasta acá. Pero sepan que el Señor quiere algo contigo también. Usted desea algo del Señor, pero algo desea Dios contigo. Al final de este proceso aquellos que caminan en el Señor, el Señor quiere que usted llegue a un fin muy claro, ese es el deseo de su corazón.

Y en el nombre de Jesús pedimos que todos los que estén aquí caminando en los caminos del Señor, todos los que nos siguen por el internet, todos aquellos que llaman a Jesucristo su Señor, nuestra oración es que sus vidas se semejen a esta palabra, a esta declaración. Romanos, Capítulo 14, versículo 17, ahí estaremos solo por una introducción y luego nos pasaremos a Nehemías, el libro de Nehemías, Capítulo 8. Pero esta palabra declara:

“… Porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo…”

Justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. De qué se trata esto? Qué es lo que está diciendo el Apóstol Pablo con esto de ni bebida, ni comida. En otras palabras, cómo usted adora al Señor? Él está hablando de distintas, hay gente en esos días comían una cosa pero no se sentían como no comer ciertas cosas, y todo su tiempo en el Señor ellos se pasaban debatiendo esos detalles.

El Señor le está diciendo a usted, hermano, tranquilo, al fin y al cabo los detalles, lo que quiere Dios cumplir contigo, lo que quiere Dios cumplir con nuestras vidas es que a lo largo de nuestras vidas podamos ver nuestras vidas a la luz del Señor y decir, gracias a Dios que desde que conocí al Señor yo puedo testificar que el Señor ha incrementado su justicia en mi vida. En otras palabras, que me aflijo por el pecado, conozco su ley, amo al Señor, me estoy alejando más y más de aquellas cosas que me alejan de su gloria y de su distancia, y puede decir que aunque no sea yo perfecto, he conocido la justicia del Señor. Sé que abogado tengo en el cielo y sé que más y más Dios está haciendo una obra de justicia en mi vida. Aunque sea nuestra vida una vida de paz.

Ahora, pregúntese, mi hermano, está viviendo una vida de paz? Y eso es no meramente aquellos que acaban de llegar a la Congregación León de Judá, o que acaban de comenzar su camino en el Señor. Usted que ha estado sirviendo en la mesa del Señor, usted que ha estado viviendo , caminando como un hijos de Dios por x años, 10, 15 años, está usted experimentando verdaderamente una… conoce usted la paz que sobrepasa todo entendimiento? Conoce usted cuando hablan de esa paz en que en medio de la tormenta usted duerme bien, como Jesucristo durmiendo en la popa del barco, usted sabe lo que es eso? Usted lo ha experimentado.

Yo veo amén, gloria a Dios, pero si no mi hermano, sepa eso es lo que quiere Dios contigo. Y por fin, yo creo que es más importante gozo. Gozo. Joy. Hermanos, el Señor quiere que esta vida en él sea repleta, saturada, conocida por gozo, que a usted caminar en el Señor, usted pueda decir, yo conozco el gozo de mi salvación. Es uno de los tesoros de mi vida. Porque le advierto, en esta mañana mis hermanos, no les quiero asustar, pero sí le advierto en esta mañana Satanás le tiene en su blanco, le tiene en el diana de su blanco. Eso lo sabía usted.

Pero usted tal vez, está esperando ataques de Satanás en lugares obvios y lugares sensibles y pedimos que el Señor cubra esos lugares con la sangre del cordero. Pero muchos de nosotros no nos damos cuenta que Satanás está atrás de su gozo. Tiene tu gozo en su blanco. Quiere atacar, disminuir y si puede hacerlo, evaporar tu gozo, el que servir al Señor sea una aflicción. Y mira que cosa, por más, esta es la fórmula, por más que usted sirva al Señor, por más ocupado que usted esté en la viña del Señor, más está usted en peligro que el enemigo ataque el gozo del Señor.

Samuel, qué es lo que estás tratando de decir? Hermanos, hay un gozo en servir al Señor. Estar ocioso es aburrido, hay mucho que hacer aquí, gracias a Dios por todos los anuncios. Esta iglesia es septiembre, esta iglesia está a punto de arrancar. Clases de discipulado, clases de…, células siguen en vigencia, …. Está haciendo clases de …., vale esperar, está viento en popa, alfa tiene su caminata. Gloria a Dios, hay vida en la casa del Señor.

Gloria a Dios. Amén. Gloria a Dios. Hay vida en la casa del Señor. Y muchos de ustedes dirían, yo lo sé, porque yo soy uno de esos que estoy corriendo, haciendo mil cosas aquí en la casa del Señor. Y ese es el peligro. Muchas veces llegamos, no todos, pero Satanás le encantaría que usted llegara a ser esas cosas y hacerlo olvidándote del gozo del Señor. Y que ese trabajo se convierta en puro afán. O sea, usted se pierde en los detalles. Y aún el trabajo en el Señor, aún preparando su clase de discipulado, aún preparando su clase para la escuela bíblica, aún preparando la clase de …. esta semana, se convierte como en una monotonía, porque lo ha hecho tantas veces. Tal vez lo has hecho tantos años, y cuando lo haces sin el gozo del Señor, usted pierde de vista la razón tras esto, pierde de vista la gloria del Señor, pierde de vista cómo lo que usted hace, cómo es que la obra de sus manos glorifica al Señor.

Y eso es un peligro. Eso es el comienzo de algo muy negativo y sabe, eso no es el modelo de Dios para sus vidas. El Señor quiere que usted viva esta vida y que todo lo que usted haga, por lo mínimo que sea, por los detalles más… usted diría anónimo que usted haga, que aún en eso, usted experimente el gozo del Señor.

Qué es lo que desea el Señor con tu vida? Yo creo que hay un modelo que podemos seguir en Nehemías Capítulo 8. Que para mí esto es una de las escenas más preciosas en el pueblo de Dios. Es una escena que hemos visto aquí, hoy lo vimos, hoy vimos algo así acontecer en la casa del Señor. Pido al Señor que esta iglesia siempre esté viviendo escenas de avivamiento como la que vamos a leer ahorita. Pero también que veamos el lugar del gozo del Señor en estas manifestaciones del Espíritu Santo. Nehemías, Capítulo 8, digamos comenzando con el versículo 9.

“… Y Nehemías, el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo dijeron a todo el pueblo, día santo es a Jehová nuestro Dios…”

Qué es lo que está pasando aquí. A propósito, en el primer versículo del Capítulo 8, yo les encomiendo este Capítulo, algo extraordinario está pasando aquí. Un avivamiento. Un avivamiento en toda esta comunidad. Pareciera algo pasajero, pero algo muy significante. En vez de los sacerdotes y los escribas y los religiosos profesionales decirle al pueblo, decirle a la comunidad, mira, esto es lo que Dios espera de ti, mira, pórtense bien, mira esto es lo que dice la palabra. Algo aconteció en el corazón de la comunidad, bello.

Pídele al Señor, el Señor que hizo esto una vez, lo puede volver a hacer en la Ciudad de Boston. Lo puede volver a hacer en Nueva Inglaterra, lo puede volver a hacer dondequiera que usted esté. Cuando el pueblo, el pueblo se le acerca a los escribas y a los sacerdotes y ellos le dicen a los profesionales y religiosos, ¿Saben qué? Saquen el libro de la ley, léela, dinos, por favor, el deseo de Dios, dinos la verdad, predíquenos la palabra del Señor. Esta gente hicieron una plataforma especial, solamente … ustedes no pueden ver eso aconteciendo a León de Judá, veo al hermano Roberto Naranjo haciendo una plataforma de 20 pies de altura para que se pare ahí el siervo de Dios y esté predicando la palabra del Señor desde el rayo al alba, al cruzar el día y todo el pueblo parado allí recibiendo palabra del Señor, y si eso no fuera suficiente regado por toda esta Congregación, regado por todo este pueblo habían levitas, habían escribas, habían maestros, personas haciéndole entender al pueblo qué era lo que estaba leyendo. Era como si fueran concordancias humanas.

A propósito, maestros de discipulado, eso es lo que es usted. A propósito, maestra de …, eso es lo que es usted. A propósito, maestra de célula, esa es su función. Usted está haciendo en vida esta palabra para que la gente lo pueda entender. y el Espíritu Santo abrió sus espíritus, abrió el espíritu de este pueblo, abrió las mentes de este pueblo y comenzó a derramar verdad dentro de sus corazones y penetró la palabra. Tal vez ellos son buenos judíos, ellos se criaron oyendo la palabra de Dios pero por primera vez, tal vez en sus vidas, ellos se veían a la luz, ellos veían sus vidas a la luz de la palabra de Dios. Y por primera vez en sus vidas se le amaneció la profunda necesidad que ellos tenían por este Dios, no un Dios lejano, sí un Dios que los conoce, que lo amaba, que tenía un trato con ellos, que tiene mandamientos sí, pero mandamientos que están allí para que nosotros los acercáramos a él, para que fuéramos él nuestro Padre, nosotros sus hijos y herederos de promesas. Ellos despertaron.

Y hermanos, la reacción que ellos tuvieron al recibir esta palabra, nosotros somos ellos. Después de 2000, 3000 años vemos lo mismo. We are these people. Nosotros somos esta gente. En el momento que eso pasa, que por primera vez una gota de la palabra de Dios cae como miel viva en ese corazón árido, algo paso. Es algo mágico en ese momento. Hay lágrimas.

Usted no lo han visto aquí? Ustedes no lo han visto en León de Judá? No lo vimos aún esta tarde? En el momento que el espíritu de Dios conecta con nuestro espíritu y hace vivir la palabra, es una reacción antigua, inspira lágrimas. Lágrimas, tal vez, de sentirse redargüido por saber la distancia que tenemos. Lágrimas, primera vez darse cuenta del vacío que tenemos por este Dios. Lágrimas de tal vez, de esperanza, saber tal vez mi vida no es un caos, puede cambiar. Gracias a Dios, lágrimas de gozo en saber que hay un Dios vivo, lágrimas.

Hermanos, yo no sé de usted pero yo bendigo en el nombre de Jesús las lágrimas que se derraman en este altar por el Señor. Yo bendigo a aquellos que le lavan los pies a Jesús, aún con sus lágrimas. Es una de las cosas más, es una de las alabanzas más puras, más claras, más elocuentes que se acontece en este lugar. Es una de las cosas más bellas que acontece aquí. Cuando un alma se deja quebrantar por el espíritu de Dios. Hombre, mujer, niños, jóvenes, derramando lágrimas delante de la presencia del Señor. Es bello. Pero lo único que les digo es esto, no se quede ahí. No se queden ahí. No se queden con las lágrimas. Las lágrimas es una introducción para otra cosa. El avivamiento es lágrimas, pero el avivamiento es también es el gozo del Señor.

Y el Señor quiere que usted, el que sí derrame lágrimas el Señor que usted también experimente el gozo del Señor. Y Nehemías, el siervo de Dios, vio algo aconteciendo aquí. Fue un momento precioso, pero el Señor le dio discernimiento al siervo de Dios. Praise the Lord. Para eso tenemos pastores guiando los profetas y coordinando el mover del espíritu. El espíritu de Dios trabajando a través de sus profetas y sus pastores. Y el Señor le reveló sube Nehemías, y habla, habla a través de mí. Y Nehemías en el versículo 9 el gobernador Esdras, ellos le dicen:

“… Día santo es Jehová nuestro Dios, no os entristescais ni lloréis que todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Luego les dijo, id, qué le dice, comed grosuras, bebed vino dulce, si eso es fuerte para mí, bebed Coca Cola y Pepsi Cola, pero bebed algo. Envía porciones a los que no tienen nada preparado, porque día santo es a nuestro Señor. No os entristezcáis al contrario, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza…”

Gloria a Dios. Maten el becerro grande, inviten a sus vecinos, barbacoa por dondequiera a los hombres, sí, que bueno es un Dios vivo. Por que no? ¿Saben qué? Satanás es un experto en tomar las cosas más bellas de Dios y más sagradas de Dios y darle un buen arañazo sucio y dañarlo en algo maligno, y algo malévolo. Él es experto en esas cosas. Para eso nació él.

Él le encantaría tomar tu gozo y esconderlo detrás de las lágrimas. Él está atacando. Él tiene un propósito de atacar tu gozo. Y el gozo del Señor, no es cualquier cosa es vuestra fuerza y si alguien lo sabe es él. Por qué él está tan decidido en atacar su gozo? Por lo menos, por dos razones. Primeramente, sin el gozo del Señor nos convertimos en cristianos inmovilizados e inefectivos. Es cierto.

Hermanos, tal vez usted está preocupado porque Satanás, y eso es bueno, le tiene o le descarrile, o le distraiga. Amén. Velen por eso. Pero ¿Saben qué? Él estaría contento, feliz meramente con quitarte el gozo, con eso él hace su trabajo. Eso sería lo suficientemente efectivo. Porque sin su gozo, sin el gozo del Señor, todo lo que usted hará le va a saber a polvo. Usted no verá el propósito divino en lo que está haciendo. Todo lo contrario, sería un afán. Sin el gozo del Señor más inefectivo eres.

Ustedes saben que tiene dones, ¿verdad? Que cada persona aquí tiene un don del Señor. Algo el Señor hizo en su vida, te escogió, te hizo cuando naciste fue con un código especial que el Señor hizo en ti, para que esos dones se pongan en función. Pero esos dones requieren el soplo del espíritu del Señor para que sean avivados y esa obra tiene que ser lubricada en el gozo del Señor. Pues por más que usted sin el gozo, más inefectivo eres.

Todo te molesta, te encuentras dando un encontronazo detrás de otro, porque todos también te molestan. Nada sale bien. Y luego, usted ve este patrón. Por menos gozo que usted tiene, más inefectivo es. Por más inefectivo eres, menos gozo tienes. Menos gozo tiene, todavía más inefectivo eres. Y ¿Saben qué? Mission accomplished. Hay un cristiano menos por el cual Satanás se tiene que preocupar. Hay uno más a quien él le ha atado las manos, y lo único que hizo fue quitarte el gozo. That’s it. Hacer tu vida una pura aflicción.

Y eso nos lleva a la segunda razón porque tenemos que buscar, pedirle al Señor por el gozo de nuestra salvación, protegerla celosamente, porque ¿Saben qué? Sin el gozo del Señor Satanás llenaría el mundo de cristianos agrios y reacios, llenaría de cristianos agrios y reacios. Y ¿Saben qué? A él le encantaría eso. Por qué? Porque quién se quiere meter en algo así, no? a propósito, y usted no tiene ni que levantar la mano, por favor, pero cuántos están aquí como refugiados de iglesias así, saben, amén, cómo está? Vete y no peques más. Cuántos de ustedes han venido de iglesias así? Totalmente sale agrio y por qué es que la gente, tal vez, no asisten, por qué, hermanos, por qué, hermanos, no reciben la palabra? Por qué no te prestan más atención? Hermanos, porque parece que usted no se está gozando. You’re not having a very good time. Para qué meterse en eso? Para que se vean así como usted después de tantos años? No como usted, estoy seguro que alguien en la internet que está recibiendo esta palabra.

Pero quién se mete en eso? Y Satanás le encantaría llenar el mundo de cristianos así. Llenar el mundo, poblar el mundo de iglesias así. Alejadas del gozo del Señor. Protejamos el gozo del Señor, celosamente protege el gozo del Señor. Haz todo lo que puedas.

Y hermanos, yo soy el presidente del club de aquellos que han tenido que aprender a proteger el gozo del Señor. Pero el Señor en su misericordia me ha dado ciertas tácticas y humildemente, mis hermanos, si ustedes me permiten, yo le comparto por lo menos tres tácticas, tres temas sobre el cual yo le invito que mediten, que bendicen. Yo sé que han sido de bendición para mí y que incrementaría tremendamente la taza del gozo del Señor en su vida. Tal vez no perfectamente, hay una obra que el Espíritu Santo tiene que hacer en muchas de nuestras vidas. Hay cosas que el Señor tiene que sanar y atar y él es poderoso para hacerlo. Pero si usted se acuerda de estas tres cosas, hermanos, tal vez habrá un 75%, 80% mejoramiento en usted recibir y caminar en el gozo del Señor.

El primer consejo es este. Number 1, el primer consejo es este. Nunca se olvide de esto. Cristo te ama. Oyó? Cristo te ama. I know, eso está tal vez tu niño de 4to año, tu niño de 3, 5 años, el que está en el …. Lo dibujó, usted lo tiene en la nevera, lo ve cada mañana cuando abre la nevera para sacar leche, y todavía no se le ha amanecido la idea que Cristo, Cristo, Cristo, ese Cristo, el alfa, el omega, el que está sentado a la diestra del Padre, el que tiene toda autoridad sobre el cielo y la tierra y debajo de la tierra, frente su autoridad los demonios huyen, el todopoderoso, el shaday, el que resucitó de los muerto y que vendrá a juzgar los muertos y los vivos, ese Cristo te ama.

Oyo? Te ama. Se le sale la babita cuando piensa en ti. Es loco por ti. Se acuerda de tu cumpleaños porque mil años antes de usted nacer, él ya te tenía en idea. Programó dones dentro de ti. Te ve caminando, te ve despertando, te ve en la ducha, te ve dondequiera y dice, guau, he ahí mi hijo amado. Tal vez es más cerrado que un huevo, no sabe cuánto yo le amo. Pero muchacho, qué belleza de creación es ese muchacho. Que obra bella yo he hecho en esa joven. Que potencial hay en ese, guau, eso si es precioso. Yo amo… mira, yo daría, dice el Señor, es más lo hizo, es más para allá voy yo, se vistió de carne, vino a la tierra, caminó entre nosotros y dio su vida porque te ama. Y si eso no te da gozo, todavía no se te ha amanecido la idea. He loves you. Él te ama.

Hay una razón porque la palabra dice, fijémonos en él, fijémonos en él. Fíjate en el autor y en el consumador de nuestra fe, el que te trajo a este asunto, el que te tiene por la mano, por el cual tu te fajas, por el cual tu sudas, a quien tu adoras, y al final a quien tu estás glorificando. En todo lo que tu haces es por él. It’s about Him.

En el momento que tu pierdes de vista de su belleza y su autoridad, entonces todo es afán. Porque te pierdes de vista la cosa más preciosa en el universo, la energía más poderosa en el universo, amándote a ti. Y no conforme con amándote a ti, pero queriéndote de cerca, queriendo comunión contigo, queriendo intimidad contigo. Que humillante, el Dios de los cielos, el rey de reyes, tocando a la puerta de nuestro corazón, a ver si alguien escuchara su voz y abriera la puerta porque si abres la puerta, él entrará a ti y cenará contigo, y tu con él.

Pero tanto así le importa, hay una prioridad divina de tener intimidad contigo. Hermanos, es por eso que queremos alejar al pecado de nuestras vidas, es por eso que queremos vivir en santidad, es por eso que nosotros servimos y servimos con gozo y si hay más que podemos hacer, lo hacemos. Si estamos enamorados de este Jesús la vida es una delicia.

Mira, Satanás le encantaría tapar las nueves y esconder tu corazón del rostro de Dios. Porque detrás de eso, sigue el gozo del Señor. Pero el gozo del Señor no es producto de una teología, mi hermano, el gozo del Señor no es como dijo Pablo, no es cuestión de bebida o comida, no es cuestión de teología, es cuestión de él. Una presencia poderosa, divina, sensible, personal que invita a un pueblo a amarlo, a conocerlo, a perderse en un mar de conocimiento eterno llamado Jesús.

Cristo te ama. He loves you. Acuérdate de eso especialmente cuando pases por tus pruebas. Y esto me trae al segundo consejo. El segundo consejo, mi hermano, no permitas que sus pruebas y sus días difíciles te sorprendan. Mi hermano, vendrán, la lluvia vendrá, es como vivir en Nueva Inglaterra, hoy soleado, tres horas, tremendo aguacero. Uno nunca sabe lo que espera y ¿Saben qué? Así es su vida. Un drama divino. Y tu eres el protagonista.

Cuántos de ustedes no han visto una buena película pero por más… más te encanta la película. Lo ven dos o tres veces. Se le recomienda a la gente. Mira, eso te va a hacer llorar muchacho, pero se lo recomienda. Ahora, tu eres un artista en una película así. Vendrán esos momentos. Deja que vengan, hermano, no lo resista, van a venir. Van a venir. Hay razón porque vienen, sabe?

Hermanos, eso está pegado a lo que acabamos de decir. Cristo te ama. Lo crees? Uno, hay aspectos de su carácter, hay aspectos de su poder, hay aspectos de su belleza que usted no verá, hay ángulos del trono de Dios, reservados para gente que están pasando por pruebas. Hay aspectos de su gloria que a menos que usted no pase por una buena prueba, jamás conocerá el nivel, usted puede hablar, hermanos, de la capacidad de Dios para sacar a uno de un apuro, usted puede oír, podrá oír testimonios de la provisión de Dios, de la sanidad de Dios, de la fidelidad de Dios pero a menos que usted no esté en el aprieto, y a menos que usted no conozca lo que es eso, al rojo vivo, en persona, usted solo lo conocerá de oídas, como Job, un hombre justo amando al Señor desde el primer Capítulo de Job, hasta que él no pasó por una infierno vivo y eso con la mano de Dios cubriéndolo, tapándolo, comunicando con su espíritu, hasta que él no experimentó eso, y en medio de eso declarar, ¿Saben qué? Yo sé, yo lo sé, la palabra me dice, la promesa es que mi redentor vive, vive mi redentor y mis ojos lo verán.

Dicho sea de paso así termina ese libro. Guau! Yo pensé que yo conocía a este Dios, ahora mis ojos lo ven, ahora sé yo lo que es él. Yo hablaba lo que no entendía, yo hablaba pura teología, yo hablaba ideas, yo conozco, he visto, he visto, he visto, he visto un Dios redentor, no es que yo oí de un Dios redentor, él es mi fiel amigo. Y él me ha sacado de este apuro.

Sabe lo que se llama eso? Esperanza. It’s hope. Esperanza. Y hermanos, a un milímetro de esperanza, al lado, son gemelos, está el gozo del Señor. Uno se despierta a las dos de la mañana, guau, viene esta prueba, se acuerda, Dios está en su trono. Oh, it’s right. Thank you Jesus. Esperanza. Hope. El saber, la certeza que mi Dios me va a sacar de esto porque él es poderoso para hacerlo y él es bueno y me ama.

Y hermanos, cuando él lo haga, y lo va a hacer, es más, no cuando, antes de que él lo haga, aún en el potencial que lo haga, yo le recomiendo este tercer y final consejo. Muy sencillamente, celebra. Celebra. Celebra delante de tu Dios. Sabe que la celebración, praise the lord, así no me olvido yo tampoco, sabe que la celebración es del Señor, el celebrar el Señor es una disciplina espiritual?

Y yo, a propósito, celebro algunos jóvenes adultos que han estado estudiando el libro de Richard Foster, Celebration of Discipline, la celebración de la disciplina. Y es un libro pequeñito, pero poderoso y esto se ha repartido por años, por lo sencillo que es. Es meramente celebrar y recalcar las disciplinas espirituales que la iglesia exitosa ha hecho, ha vivido en todos los años de la iglesia. Cosas como oración, la disciplina de oración, la disciplina de meditación, la disciplina de alabanza, la disciplina de someternos a autoridad, la disciplina de dar dadivosamente. Todo esto son disciplinas espirituales que marcan una vida exitosa en el Señor.

E interesantemente, la última disciplina que él trata, el número 10 es la disciplina en sí de la celebración. Él celebra, es como un juego de palabras, él celebra la disciplina y la última disciplinan es celebración. Sabe el decirme a mí que es una disciplina quiere decir si yo no lo estoy haciendo, hay un gran aspecto de la vida del Señor que no estoy viviendo. Si yo no tengo una práctica de celebrar delante del Señor, hay algo de la vida del Señor que se está empobreciendo en mí. Y hermanos, en esto yo les tengo un testimonio, no compartí este testimonio a las 9, aunque lo tenía en el bosquejo y el Señor me redarguyó, Samuel, ve y practice what you preach, ve y practica lo que predicas, celébrame. Thank you, Lord. La misericordia de tu siervo.

Un pequeño testimonio acerca de Hurk. Algo, una manera en que el Señor me aprendió esto, pero esto no es cualquier, para mi vida, no fue cualquier testimonio. En verdad esto me marcó. El año pasado, algo así como en la primavera de 2009, Hurk, que sorpresa, estaba pasando por una crisis financiera. Hermanos, esa es la vida de Hurk. Eso es su historia. Lo he visto muchas veces y también yo he visto como el Señor nos ha sacado del apuro. Mira, esto ha sido mi gimnasio en la fe, ese lugar.

Pero esta vez, oh brother, teníamos todos los datos y todos los datos me decían una cosa, Samuel, para el día 31 de julio 2009 aquí van a desenchufar medio mundo y pum y todo el mundo para su casa porque no queda ni un kilo más. Pero yo, fíjate, ya el Señor me había entrenado y yo comencé a orar. Cuantos aquí tienen un testimonio del Señor, tu orar en tiempos así y ver la provisión de Dios? Good. Good. Ok, ustedes entienden lo que estoy diciendo. Y eso fue, mira, pero oré, esto es Josafat tirado en el piso. Has algo pero apúrate, Señor. Y el Señor que sorpresa, el Señor contestó y contestó en grande y en dos semanas, en dos semanas inesperadamente llegó por lo menos 6 meses de provisión para este ministerio.

Gloria a Dios. Eso era lo que quería oír el Señor. Tómalo Señor. Pero yo lo hice como hicieron ustedes. Saben lo que yo hizo? Guau, vino esa provisión y yo dije, gracias, Señor. Amén. Y entre poco yo oí la voz del Señor diciéndome, gracias, Señor? That’s it! Eso es todo? Tu sabes el apuro como tu te perdía la lágrima, como tu me pediste y mira lo que hice, yo me boté bendiciéndote y todo lo que tu me das es Gracias, Señor? Dónde está mi gloria? Dónde está? Muchacho, celebra.

En ese momento, éramos penosamente éramos 2 ó 3 gatos ahí con la gente comiendo frío, y Hurck en ese tiempo Danielle, que la veo aquí, acaba de llegar, gracias a Dios ni siquiera ella sabía el lío en que se estaba metiendo. Y miren, chicos, vamos a almorzar, vamos y yo no sé matar el becerro grande, pero voy a ir a donde lo hacen. Y vamos a pedir bien un buen bistec y vamos a celebrar al Señor y su provisión. Gloria a Dios.

¿Saben qué? Hace más de un año desde eso y el Señor dentro de los dos servicios, el Señor me lo vino a la mente, por esto es que lo tienes compartir, porque jamás hemos pasado algo así. Algo ha pasado, una explosión de provisión de parte del Señor. El patrón se dobló, se está multiplicando la bendición de Dios sobre ese ministerio y yo tengo que ver que tal vez algo acerca de esa celebración desató algo en el corazón de Dios, porque esta gente de Hurck te puede decir, yo vivo contando ese testimonio y diciéndole, mira, el Dios que hizo eso, qué no puede hacer? Y mis hermanos, yo estoy viviendo ahora en un momento semejante, y yo sé que el Señor va a proveer por los otros ministerios que tenemos delante del Señor, vale esperar, …. y todos esos ministerios, por qué? Porque tenemos un Dios que provee, un Dios poderoso.

Y aún antes de que veamos su mano, aún antes de que veamos las nubes abrirse, aún antes de que él se presente con sus ángeles a caballo, celebremos el nombre de Jesús. Celébralo ya, celébralo en anticipación porque si usted está aquí en su juicio común, pasé lo que usted esté pasando, y pido que los músicos me acompañen en este momento, si usted está aquí, algo ha hecho Dios por ti. Si usted está sentado aquí y hermanos, yo sé que muchos de ustedes estamos pasando por cosas horribles, este altar se llenó, pero el mero hecho de que estás aquí es evidencia de que Dios está obrando en tu vida. There’s something to celebrate before the Lord.

Es más, hermanos, pongámonos de pie. Hermanos, levante su mano donde está, sabe, eso mismo. Gloria a Dios por el tiempo de petición, el tiempo de traer cargas al Señor, el tiempo de llorar delante de su presencia, el tiempo de venir delante de él y decir, Señor, necesito, Señor, intercede, Señor, apúrate, Señor, acuérdate de mí. Pero ahora, cambia la sintonía de tu corazón un poquito. Change the channel, y busca el canal de gratitud y celebración.

Y tomo un momento, tome dos minutos, y en voz alta, delante del Señor, esto es tuyo con él. Él quiere oír, hermano, algo pasa y tienes creerlo, hasta que usted no lo viva no lo va a ver, pero algo acontece cuando tu corazón conecta con esta realidad, cuando comienzas a celebrar al Señor, en voz alta. Señor, hubo esa noche en el año 2006 en que me vi más muerto que vivo y ahí tu estuviste para mí.

Señor, hubo esa mañana en que la despensa estaba vacía, Señor, y que no había solución y me despidieron del trabajo, y tenía 3 meses de deuda, Padre, cómo fue que nosotros comimos? Cómo fue, Señor, que encontramos para el alquiler? Fue tu mano. Gracias, Señor. Padre, hubo ese momento horrible, sentí ese tumor y nadie me daba esperanza y los doctores me miraban con pena, pero algo me decía que tu ibas a sostenerme, que tu me ibas a contestar, y aquí estoy, vivo, saludable, en mi juicio común, celebrándote. Gracias Jesús.

Padre, yo pensé que iba a perder a mi hijo, yo pensé que él iba a desconectarse de ti, y de tu obra, Padre, yo pensé que él era un caso perdido. Pero, Señor, gracias que yo veo aquí, gracias que lo veo entre los jóvenes, gracias que yo lo veo en …., eso fuiste tu. Padre, thank you Jesus. Gracias, Jesús porque tu has sido bueno, bueno, bueno, bueno, bueno, bueno.

My God is good. My God is good. My God is good. My God is good. Mi Dios es bueno. Y te celebramos, tu lo mereces. ¡Aleluya!

Conmigo bueno él has sido, su misericordia es sobre mi, con todo el alma y corazón le adoraré. Conmigo bueno él ha sido, su misericordia es sobre mí.

Sing this until they believe it.

Con todo el alma. ¡Aleluya! Conmigo bueno él ha sido. Su misericordia es sobre mí, con todo el ama y corazón le adoraré. Él es bueno, sí.

Bueno él ha sido, su misericordia es sobre mí, con todo el alma y corazón le adoraré. Su misericordia ha sido bueno. Conmigo bueno él ha sido, su misericordia es sobre mí, con todo el alma y corazón le adoraré. Adoraré.

¡Aleluya! Lord Jesus. Señor, recibe esto como un bouquet de alabanza presentado a ti. Recíbelo, Padre, como un ramo, Maestro, de preciosa alabanza que se te entrega a ti, un premio, Señor, arrojamos nuestra coronas delante de tus pies. Arrojamos, Padre, nuestros días y nuestras noches, Señor, delante de tus pies. Y declaramos derramando aceite de unción a tu pies. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Tu eres bueno. Y hermanos, si le cabe esta oración, dile, Señor, devuélveme el gozo de la salvación. Devuélveme el gozo de la salvación. Señor, yo me gozaré delante de ti. Yo reprendo y ato en el nombre de Jesús toda estrategia de tratar de robarte el gozo, de tratar de disminuir la obra poderosa de Dios en ti, de tratar de esconder el sol de Jehová bajo una nube de duda, bajo una nube de experiencias agrias que pierdes tu distancia al Señor. Y yo declaro en el nombre de Jesús esta iglesia y este pueblo recobrará su fuerza delante del Señor, recobrará su fuerza delante del Señor.

El gozo del Señor, Señor, te serviremos con gozo. Te serviremos con gozo. Señor, te alabaremos con gozo. Señor, te alabaremos con gozo. Señor, caminaremos en tu presencia con gozo. Señor, hasta que nos veamos en gloria viviremos en gozo delante del Señor. Thank you Jesus. Thank you Jesus. Thank you Lord. Bendito sea el nombre de Jesús. Hermanos por qué tu no le das, tu no le den, dale al Señor un aplauso y tu sabrás por qué, y tu sabrás por qué. Eso es de él. Esa victoria es de tu y él, tu sabrás por qué pero él lo merece. Tu sabrás por qué, tu sabrás por qué, pero él lo merece. Él lo merece. Él lo merece. You know why you do it. You know why you’re celebrating, but it’s celebration. This is the celebration. This is joy, this is joy unspeakable.

El pecado y la gracia

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Vamos a primera de Juan, la primera carta de Juan, Capítulo 2 y vamos a leer ese primer versículo. Segundo Capítulo de la Primera epístola del Apóstol Juan, versículo 1. Mis hermanos, si hay una verdad clave en el Evangelio de Jesucristo es la verdad, la teología por así decirlo, de la gracia. Y mi petición en esta noche es que esta noche salgamos conociendo lo que es verdaderamente la gracia en los ojos del Señor. Para así alcanzarla, explorarla, soñar con eso, que habitemos en su gracia en nuestras oraciones. Francamente mi propósito en el nombre de Jesús es aclarar el blanco, nuestro blanco debe ser alcanzar la gracia del Señor. De eso depende el Evangelio de Jesucristo. Es un Evangelio de gracia. Pero qué es eso?

Interesante, sabe en toda la epístola de Juan en Primera de Juan, en toda esta epístola, ni siquiera aparece la palabra gracia, que interesante. Pero para mí este versículo lo define. Todos los elementos de la gracia están aquí y regados por toda esta epístola y vamos a explorarlo en el nombre de Jesús. Primera de Juan, Capítulo 2, versículo 1:

“…Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis…”

Digan conmigo, no pequéis.

“… Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis y si alguno hubiera pecado abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo, el justo…”

Amén. Gloria a Dios. Ahí, hermanos, tenemos todos los elementos de la gracia y a la vez vemos una de las luchas más ardientes en la iglesia evangélica. Hay iglesias, y yo no sé cuántos de ustedes, muchos de nosotros, y yo he oído esto una y otra vez, pastor Samuel, y no es que sea esta iglesia, pero una iglesia efectiva, conocerá este balance y la gracia tiene que ver con un balance. Y es así.

Muchos de nosotros venimos aquí ni siquiera les voy a pedir que levanten las manos, pero básicamente estamos aquí refugiados. Algunos de nosotros hemos llegado a aquí porque solamente hemos oído la primera parte de ese versículo, hijitos míos, no pequéis. Dejen eso. Dejen de pecar. Somos pecadores. Y nunca se le ocurrió o de una forma muy pasajera o mínima, hablar de la otra parte, abogado tenemos, abogado tenemos.

Ahora, también algunos de nosotros también venimos refugiados de otros tipos de iglesias en que eso es todo lo que se oye. Gracia. Tenemos un abogado. Podemos vivir, no hay consecuencias, podemos vivir como queramos, hacer lo que inventamos y aún sentándose ahí, aunque todas las palabras son positivas, en nuestros corazones algo nos dice instintivamente, aunque nadie te lo predique, el espíritu de Dios te da testimonio que algo anda mal, que algo falta, que hay algo incompleto.

Bueno, sí, el Señor es un Dios bueno, un Dios de gracia, pero por qué tiene él que ser un Dios bueno? Bueno en el contexto de qué? Por qué importa que Dios sea bueno? Y por qué necesito yo un abogado? Yo necesito un abogado y a dónde voy yo entonces, a qué corte voy a comparecer que necesite yo un abogado? Para mí, si necesito un abogado es porque estoy en un lío. La única razón por que yo llamaría un abogado es porque algo anda mal y necesito un profesional que sepa lo que esté haciendo.

El Señor nos dice, mira la gracia es este balance entre el pecado y la naturaleza corrosiva del pecado, y el amor sacrificial del Señor. El amor sacrificial de Jesús. En la carta de Primera de Juan usted no oye la palabra gracia, pero sí se habla del pecado. Y mucho. Y tal vez usted no oirá la palabra gracia, pero se habla mucho del amor de Dios.

Y, hermanos, para poder aprovechar la gracia del Señor primeramente tenemos que confrontar esta realidad. Primeramente confrontar este hecho: ojalá esto no sea noticia… ustedes sabemos que todos llegamos pecadores, ¿verdad? Ok. Si esto es noticia para usted, prepárese, ajústese los cinturones, se va a poner mejor, pero por ahora, sepan esto y claro: nosotros somos pecadores. We’re sinners.

No pequéis. Qué es lo que me está diciendo el Señor ahí? Primeramente el Evangelio en su belleza es una invitación a andar en la luz de Jesucristo. Mira, el primer Capítulo, por ejemplo, Capítulo 1, versículo 5. Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos, Dios es luz, Dios es luz y no hay ninguna tiniebla en él.

Ahora, lo bello de esto es esto, ese Dios que es luz anhela tenerte cerca. Y anhela tenerte caminando en su luz, pero declara la palabra, si decimos que tenemos comunión con él, con este Dios que es luz, y andamos en tiniebla, mentimos y no practicamos la verdad, por qué? Hermanos, por qué nos importa el pecado? Bien, bien fácil. Hay buenas razones por qué evitarlo. Si la palabra no te lo dijera y si eso no es suficiente, sepan esto, qué nos importa si pecamos o si se encuentra pecado en nosotros?

Primeramente y esto debe ser suficiente, el pecado nos separa de la luz de Dios. El pecado nos separa de la luz de Dios. Y qué importa eso? Si nos separa de la luz de Dios nos separa de su comunión, nos separa de su capacidad de bendecirnos, interrumpe su obra en nosotros , congela la obra de gracia que él ha comenzado desde que usted nació, el proyecto de Dios que él inició en el momento que él produjo tu DNA nos aleja de su rostro, enmudece su voz profética y empobrece la integridad que el Señor ha programado dentro de ti.

O sea, imagínese el pecado como si fuera una lluvia de ácido, lentamente corrompiéndonos y corrompiendo nuestro caminar con el Señor. Y, mis hermanos, la gracia comienza con este reconocimiento, la gracia comienza con este hecho, sabiendo el pecado sí es malo y yo no lo quiero en mi vida.

Ahora, te tengo buenas noticias. Si usted puede aún imaginar ese pensamiento es que ya el Espíritu Santo está obrando en ti. Solo alguien que ha tenido un encuentro con el Espíritu Santo es capaz de caminar en la luz de Jesucristo, bienvenido. Pero lo que el Señor quiere en este momento es eso mismo, decir, sabe, Señor, yo estoy en buena compañía como dice en el versículo 8. Si decimos que no tenemos pecado, qué hacemos? Nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

Y, hermanos, lo primero que quiere Dios es esto. El Señor quiere primeramente sobre todo ver esto en nosotros, ver esto en nuestro corazón. Cuando nosotros venimos delante del Señor como hicimos ahorita, declarándole esas palabras, yo te entrego mi ser, te doy mi corazón, qué es lo que le estamos diciendo? Estamos diciendo, Señor, yo sé que no soy perfecto, y sé que soy pecador porque todos hemos pecado y nos hemos encontrado destituido de la gracia de Dios, all of us.

Señor, a pesar de eso, a tu invitación yo vengo delante de ti. Y Padre, yo determino que el pecado no se encuentre dentro de mí. Y, hermanos, si usted dice eso, si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de qué? De todo pecado.

Ahora, mis hermanos, yo no los voy a abrumar con un catálogo de pecados. Estaríamos aquí toda la noche y saldríamos de aquí deprimidos. El primer deprimido sería yo. Es una lista larga. Pero tiene su género, por ejemplo, this is fun, pecados que cometemos conociendo la ley. Está ese especie de pecados, lo hago, lo sé que lo estoy haciendo y lo voy a hacer porque Dios es un Dios de gracia. No. Eso sí que no lo haga, bad news, bad judgement, very, very bad, don’t do that. Pecados intencionales.

Pero hay otros. Pecados de omisión, o sea, lo que deberíamos hacer y no lo hacemos. Dentro de este lovely género está honrar a nuestros padres, está perdonar a alguien que nos ha ofendido. Sabemos que la palabra lo requiere y no lo hacemos. Eso es un pecado de omisión.

Pecados ligados a nuestro carácter. Engañamos porque somos engañadores. Hablamos con soberbio porque somos orgullosos. Y son áreas de nuestro carácter que todavía el Señor tiene que tratar.

Y pecados que cometemos por inercia. Malos hábitos. Ni siquiera tiene que tratar muy duro, solamente te tienes que levantar por la mañana, esperar 5 ó 10 y no te apures, dentro de poco vas a pecar porque está ligado a nuestro carácter y nuestros hábitos.

Te tengo buenas noticias. Todos esos pecados, cada uno de esos pecados, y ahora se va a poner interesante, todos esos pecados, la sangre de Cristo nos limpia. Cada uno de esos pecados, como declara el versículo 9 del Capítulo 1, si confesamos nuestros pecados y hermanos, esa es la clave. Esa es la clave. Es una victoria pero es una victoria condicional.

El Señor está en su trono esperando. Todo el aparato de gracia está listo, la mesa está servida, el cirujano tiene sus instrumentos listos, la medicina, el jarabe mágico necesario para que nosotros vivamos una vida de plena victoria en la luz, sabe quiénes viven en la luz? Los ángeles del Señor, los arcángeles, los serafines, caminando en la luz. Tener acceso a su trono, it’s easy. Pero hay una condición, ahí está la solución, el detergente que nos limpia de esos pecados.

Pero hay un si, si confesamos nuestros pecados él es fiel cada vez, no tengas temor, no lo pienses dos veces. No crea que él no te va a escuchar, no creas que él te va a dar la espalda, no creas que ya está cansado de ti, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Y eso es tener un abogado.

Sabe, la parte del abogado viene después de eso. Si usted ha pasado por ese proceso, Señor, claro que soy pecador. Señor, quiero vivir una vida intachable delante de ti. Es imposible no tengo, yo quiero acceso a tu trono, yo quiero acceso a tu gracia, yo quiero ser heredero de tus promesas. Límpiame con tu sangre.

Si usted ha dicho eso, usted ha retenido el mejor abogado del universo. En el momento que usted ha hecho eso, Jesucristo, el justo, se convierte no en tu juez, sino en tu abogado. Y si usted ha hecho eso, mis hermanos, a propósito, ya el enemigo no tiene autoridad sobre ti. Si usted ha hecho eso, ya el enemigo no tiene autoridad sobre tus hijos. Si usted ha hecho eso ya la cadena de pecados generacionales comienza a pudrirse.

Es increíble. El que descubre esta realidad de la gracia, ha descubierto un arma poderosa. Porque el pecado, lo primero que hace el pecado es retener una ola de poder que inunda nuestras vidas y nuestros hogares. Pero en el momento que el Señor comienza a decir, no, este es mío, él me pertenece, él permanece en mí. El Señor comienza a aplicar sobre nosotros, nosotros no somos justos pero nosotros nos pertenecemos a él. Él es nuestro amo, nosotros somos sus siervos, automáticamente tu eres de la casa.

Y su justicia se aplica a ti. Sabe lo que se llama eso? Gracia. Gracia. Ahora, si hay un compromiso, hay algo que él pide de nosotros. Él dice y en esto sabemos que nosotros reconocemos, dice en el versículo 3 del Capítulo 2, si guardamos sus mandamientos, el que dice yo lo conozco y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él, pero el que guarda su palabra en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado por esto sabemos que estamos en él.

O sea, en este momento, guau, yo voy, hago una decisión, voy a seguir al Señor. Pero pastor, tu no acabas de decir que somos pecadores y que voy a caer? Yo trato de caminar en su luz, lo he hecho, yo me levanto por la mañana, yo le digo, Señor, yo te seguiré y dentro de media hora, una hora, dos horas, sea lo que sea, en nuestro seguir a Jesús resbalamos. Esta es la belleza de esto.

Gloria a Dios por la gracia de Jesucristo. Porque saben lo que hace este proceso? No es meramente que nos cubre nuestros pecados, pero descubrimos algo después de un tiempo. Trátalo, vive así y sabes lo que vas a descubrir? Vas a descubrir dos cosas. Primeramente vamos a descubrir lo inútil que somos nosotros, verdaderamente, lo incapaz que somos nosotros.

Cuánto nosotros dependemos de Jesús? Y dos, te garantizo tu vas a descubrir lo mucho que te ama Jesús, lo mucho que él se ha comprometido contigo. Mira, tu permaneces en él, no hay… dice la palabra que las puertas del infierno no prevalecerán contra su iglesia. Y eso te incluye a ti. Eso es gracia. Eso es gracia.

No es que nosotros seamos perfectos, pero tenemos un Jesús que nos perfecciona y que nos ama y que no nos va a dejar ir, que no nos va a dejar resbalar, que no nos va a abandonar, que nos va a convertir en sus hijos. Nos va a entrenar a ser huestes que gobernaremos con él. Pero eso es a través de este proceso de la gracia que es poderoso.

Pongámonos de pie. Amén. Señor, venimos delante de tu presencia. Guau, esa frase, Señor, venimos delante de tu presencia. Venimos delante de la presencia de un Dios santo, un Dios poderoso, un Dios sanador, un Dios que tiene la llave, la clave a todo lo que tus hijos le hace falta. Y Señor, si lo único que puede obstruir que cualquiera de tus hijitos se acerque al trono de la misericordia es el pecado, Padre, declaramos que a través de tu gracia y tu poder, tu has vencido el pecado a través de la sangre de tu Hijo Jesucristo.

Y ahora no hay nada, Señor, yo declaro en el nombre de Jesús, el que se aferra, this was a hard message, esto fue difícil, this is hard medicine, pero saben lo que es? El propósito de este mensaje es esto, mis hermanos, yo no quiero que nada, nada, nada, nada esté entre usted y esa presencia, entre usted y esa unción, entre usted y esa sabiduría, entre usted y esa fuerte de sanidad, entre usted y esa luz, entre usted y la victoria que tu has estado pidiendo, entre usted y la respuesta a su oración, entre usted y ese Dios que es como el rey, el esposo de Ester, extendiéndote su cetro. He wants you. Él te desea y te anhela a su lado.

Y si el pecado es el problema, gloria a Dios, hay solución. Not a problem. Hay solución. Abogado tenemos. Abogado tenemos. Venimos delante de ti, Señor, Padre, yo vengo con tu pueblo. I come before you with your people.

Y declaramos, Señor, que aquí delante de tu presencia tu estás aquí a la vez como sumo sacerdote, con la vasija de sangre preparado, chorreándola sobre tu pueblo, chorreándola, Padre, sobre sus vidas, chorreándola Padre sobre sus corazones, chorreándola Padre, sobre los dinteles de sus casas, chorreándolo Padre, sobre su hamaca y el lecho de sus hijos, chorreándola, Padre Santo, sobre sus sueños.

You are sprinkling every part of our existence, everything that we confess to you, everything that we bring before you, God the devil cannot stop this.

El enemigo no puede parar esto. El enemigo no tiene autoridad. Si confesamos nuestros pecados, la sangre del cordero lo cubre, lo cubre, lo cubre y ya no hay autoridad, y ya no hay culpabilidad, hay ahora una vida de libertad, libertad y victoria porque nuestro abogado es nuestro hermano mayor y es el Cristo de la gloria y la garantía de nuestra victoria. Es nuestra resurrección.

Thank you, Jesús. Ahora con razón decimos, gracias Jesús. Gracias Jesús. Oh, eso fue lo que tu hiciste por nosotros. Eso fue. Gracias, Jesús. Thank you, Jesús. Thank you, Jesús. Padre, que cada uno que esté aquí, cada uno de tus hijos descanse su cabeza sobre su almohada en esta noche, seguro que hay poder en ti, hay poder en ti para garantizar una nueva vida en ti, para cubrir, inunda nuestros hogares con la luz de Jesucristo. Inunda nuestros hogares con la luz de Jesucristo porque tu lo garantizas en el nombre poderoso de tu Hijo, nuestra esperanza, en el nombre de Jesús declaramos. Amén.

Engañosa es la gracia y vana la hermosura

6 de septiembre del 2010 - Por Meche López-Miranda

Durante una reciente visita a una librería pasé frente a la sección de los audio-libros. Uno captó mi atención porque tenía una foto de la comediante Joan Rivers en la carátula. El título no merece ser repetido aquí porque es un tanto vulgar, y porque expresa un leve desprecio hacia los hombres. El tema principal del libro es que la mujer debe hacer todo lo que esté a su alcance para conservarse y aumentar su atractivo físico. Este gran consejo viene de una mujer que ya ha perdido la cuenta del número de cirugías plásticas a las que se ha sometido. Según el resumen de la carátula Rivers explica con detalle cómo decidir qué tipo de cirugía es más conveniente y en qué consiste basado en su propia experiencia.

Creo que es importante cuidar nuestra apariencia y nuestra salud, de manera que nos veamos y sintamos óptimamente hasta que el Señor nos llame a Su presencia. Pero me preocupa que también nos hemos contaminado con la vanidad del mundo en este aspecto. Este énfasis exagerado no sólo se manifiesta en la cantidad de tiempo y recursos que le dedicamos a la belleza externa. También se manifiesta en el rechazo propio porque nuestro rostro o cuerpo no se conforman al ideal del siglo veintiuno. Hay demasiadas mujeres sufriendo inseguridades innecesarias porque subestiman la belleza única que Dios les regaló y persisten en compararse con otras mujeres. Muchas tristemente viven obsesionadas con lograr verse de tal o cual manera para ganarse la atención del sexo opuesto, aún cuando tengan que comprometer en alguna manera sus valores al revelar más de lo apropiado.

Una querida amiga mía se dedicó con mucho éxito al estilismo. Un día en que visité su salón, entre el corte y el secado, entablamos una interesante conversación. Compartimos ideas acerca de qué es lo que hace a una mujer verdaderamente atractiva. Jenelle me decía que en sus años en el negocio de la belleza había visto mujeres que a los ojos del mundo cualificaban como mujeres muy bellas. Pero, a su entender, carecían de verdadero atractivo porque las expresiones de sus rostros y su trato indicaban malas actitudes. Por otro lado, había conocido muchas mujeres quizás no tan agraciadas físicamente que irradiaban belleza. La belleza de sus corazones hermoseaba sus rostros y las hacía atractivas. Mi amiga y yo concluimos que es en el corazón donde se origina la belleza genuina y perdurable de una mujer. Hace dos mil años el apóstol Pedro lo expresó así:

Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos
de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el
incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de gran
estima delante de Dios.

Así que, querida amiga, sí cuida de tu apariencia pues es un regalo para ti misma y para los demás. Discierne qué valores mundanos se han infiltrado en tu alma con relación al tema de la belleza externa. Recuerda lo que la Palabra te dice en Proverbios 31:30:

Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

Y finalmente, sigue cultivando la belleza del corazón pues es lo que el mundo necesita y lo que trae deleite al corazón de tu Padre Celestial.

Oración
Amado Padre, gracias por mi cuerpo y mi rostro. Perdóname por las veces que he sido excesivamente crítica conmigo misma, y por las veces que me he comparado con los ideales de belleza establecidos por la cultura secular. Guíame a establecer balance entre el cuidado de mi “atavío externo” y el cultivo de mi “atavío interno”. Reconozco, Padre, que la única belleza que perdura es la que tú depositas en mi corazón. Sigue conformando mi corazón al tuyo. Gracias por aceptarme tal y como soy.

Pelea, iglesia, pelea!

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Cuántos vinieron a escuchar palabra de Dios? Creo que su palabra es necesaria en nuestras vidas y yo le doy gracias a Dios y al cuerpo pastoral, al pastor Roberto por esta oportunidad. Y quiero, hermanos, aprovechar el tiempo de entrar a la palabra, y el Señor me ha dado mensaje. Quiero saludar a los hermanos que nos van a seguir por internet, en Alemania, el pastor Ernst, ya lo estoy declarando pastor allá en Alemania; a los hermanos en Italia, en España, en Sudamérica, en Centroamérica, que nos han llamado, han orado, han ayunado.

Hermanos, vamos a dejar que Dios nos hable. Cuántos quieren escuchar la voz de Dios en esta mañana? Levante su mano y muévala así, diciéndole, aquí estoy Señor, háblame. Yo en esta mañana le he pedido al ministerio de hombres y al grupo WPD que nos ayude durante la predicación y vamos, hermanos, a dejar que su palabra corra libremente.

Yo quisiera que ustedes abran su corazón, dejen que la palabra llegue a su corazón. En estos días Dios ha estado moviendo la iglesia en general, incluyendo el pastor Roberto ha estado hablando de la iglesia, el libro de los Hechos, y hermanos, creo que todos sabemos que al nacer la iglesia, pasaron muchas cosas y una de las cosas más sobresalientes que cuando la iglesia nació, allí en el libro, el Capítulo 2 del libro de los Hechos que ya se habló, dice que nació con el bautismo del Espíritu Santo, con un viento recio, con un estruendo.

Y la iglesia siempre ha tomado la posición de una iglesia militante. Todos digan militante. Una iglesia que pelea, una iglesia que debe pelear. Y naturalmente todo el que ha aceptado a Cristo, cuántos saben de lo que estoy hablando de esa pelea que tenemos en la vida? Creo que todos.

Y después de varios años el Señor ha tratado con mi vida y en estos días me dio un mensaje fresco. Es la primera vez que lo predico, me lo dio el Señor, y me dijo, hijo, tu has estado peleando y has ganado algunas batallas, pero yo te quiero enseñar a pelear la manera que yo quiero que mi iglesia pelee.

Quiénes son la iglesia, hermanos? Levante la mano si usted es parte de esta iglesia. Las 4 paredes no son la iglesia. Usted y yo somos el templo del Espíritu Santo. Y hermanos, pidamos las oraciones para que Dios nos de la unción fresca para poder vocear esta palabra que el Señor nos ha dado, es panecito fresco.

Voltee a su hermano y dígalo, abróchate el cinturón para volar. Dígale a alguien. Volar. Cuántos saben que la palabra de Dios los hace volar al cielo? Y hermanos, aquí a mi lado traje mi escudero, porque cada guerrero tiene que tener un escudero, y Dios bendiga a mi escudero, el hermano Renzo Rojas, uno de mis sargentos del ministerio de hombres, de buen tamaño.

Hay templos del Espíritu Santo, pero hay catedrales también del Espíritu Santo y yo y el hermano Renzo somos esas catedrales. Hermanos, voy a pedirles vamos a entrar a la palabra de Dios y vamos a leer unas Escrituras para poder, hermanos, entrar y dar la base del mensaje que yo traigo.

En Judas Capítulo 1, la palabra de Dios nos da una Escritura y estableciendo que la iglesia es una iglesia militante, Judas escribe:

“… Amados por el gran deseo que tenía de escribirles acerca de común salvación… ─todos digan, común salvación─ … me ha sido necesario escribirles para exhortarlos a que contendáis ─todos digan contendáis─ ardientemente por la fe… ─todos digan ardientemente por la fe─… que ha sido una vez dada a los santos…”

Otra Escritura muy conocida en Mateo, Capítulo 16, versículo 18 y 19 que creo que se ha oído muchas veces donde dice:

“…Yo también te digo que tu eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del hades no la dominarán, dice una versión, o la vencerán, dice otra… y te daré las llaves del reino de los cielos y todo lo que ates era tierra será desatado en los cielos y todo lo que desatares en la tierra será atado en los cielos…”

Y la última Escritura en Efesios, Capítulo 6, versículo 12 donde el Apóstol San Pablo dice, quisiéramos que lo leyéramos conmigo a voz alta unánime, todos juntos:

Ya usted hizo algo también en esta mañana para predicar. Lucha, lucha, guerra, pelea. Vivimos en unos tiempos donde la iglesia del Señor sobre la tierra tiene grandes conquistas, grandes cosas están pasando en todo el mundo. Se predica el Evangelio por la radio, por la televisión, por los medios de internet, ya, hermanos, hay palabra difundida por todas partes del mundo. Y gloria sea al Señor por ello, porque la palabra de Dios tiene poder.

Cuántos dicen amén a esto? La iglesia nace, están pasando cosas en el libro de los Hechos que estamos escuchando, pero una de las características de la iglesia que nace en el día de Pentecostés con una actitud militante, de militar, de guerrillar, de pelear. Inmediatamente el primer mensaje de Pedro convierte a 3000 personas; el segundo 5000, hay avivamiento, hay crecimiento, hay guerra, hay persecución también.

Para haber guerra tiene que haber un enemigo. Cuántos dicen amén? Ahora, hay gente que se pelea hasta con ellos mismos, eso ya es otro tipo de guerra. Y yo no sé si aquí hay alguien que se pelea consigo mismo, pero para haber guerra se necesita un enemigo, se necesita, alguien que nos esté tratando de estorbar para conquistar la meta que nosotros queremos conquistar.

Y, hermanos, hay gente que pelea y estudiando las estrategias de guerra, me encontré un libro que la mayoría de los generales en todos las repúblicas, en todos los gobiernos donde existen ejércitos, se habla de este libro muy famoso, las 33 estrategias de batalla o de guerra. Y en este libro me di cuenta que hay maneras, muchas estrategias para pelear, para guerrear, y todas estas 33 están basadas en dos estrategias principales.

La primera es una estrategia que se llama la guerra a la defensiva. Y esta estrategia se usó mucho en la Primera guerra mundial, en la Segunda y hasta en el conflicto de Vietnam donde los soldados hacían hoyos y se metían adentro y allí tiraban balas a los enemigos. Ese tipo de guerra es una guerra muy protectiva, es una guerra, dice es pelear retrocediendo, sin moverse adelante en un hoyo escondiéndose del enemigo.

Pregúntele a su hermano si está escondido del enemigo. Pero sin poder estar seguro de sus estrategias y estar seguro que están las balas llegando y pegándole al enemigo. La guerra defensiva fue una estrategia que se trató, se perdieron muchas vidas porque muchos soldados allí en el hoyo, en el Marine Corps usaban una frase de tres letras, defence fighting position or strategy. Y mucha gente, muchos soldados les enseñaban que allí en el hoyo, si hacían un hoyo y sacaban la cabeza y tiraban balas y las balas llegaban y tumbaban al enemigo. Pero se dieron cuenta que los soldados se sentían muy protegidos en su propio hoyo. Por qué? Porque sí escuchaban las balas, sí escuchaban la guerra, sabían que estaban en guerra, tenían el uniforme, tenían las armas, tenían sus raciones para sobrevivir, pero no avanzaban, se quedaban peleando en un hoyo.

Y ese tipo de guerra defensiva, iglesia, por muchos años muchas iglesias han peleado con esta estrategia de quedarse y no avanzar. Estamos bien, para qué tanto movimiento? Estamos bien cómodos. El soldado en el hoyo se sentía en el hoyo muy cómodo, protegido. Algunos hasta hacían sus cocinitas, sus hoyitos, it was my home, decían algunos soldados. Por qué? Porque allí en el hoyo se sentían protegidos del enemigo.

Y muchas personas en la vida espiritual también pelean así. Y la guerra defensiva causa que el soldado, el creyente se viva en una zona de confort. Estoy sirviendo, pero la pregunta en esta mañana, estás avanzando? Estás conquistando? Estás teniendo victoria? El soldado cuando tiraba balas algunos tiraban, tiraban, no sabían si pegaban o no pegaban. Por allá caía un soldado, oían un grito y se gozaban y decían, all right, estamos ganando! Pero no sabían si en verdad estaban ganando. Porque ellos estaban escondidos, estaban escondidos. No había la visión para ver porque ahí en su hoyo estaban peleando.

Ahora, esta estrategia causó muchas pérdidas de vida, mucha gente murió. Y les voy a decir que hay miles y miles de soldados que murieron en estos hoyos. Y en esta mañana mi pregunta es, cuántos estamos en esos hoyos peleando? Hoyos de auto conmiseración, hoyos a veces de depresión, de luchas personales, a veces un hoyo que parece que no vamos a salir.

Llega a mi mente cuando el salmista dijo allá en el salmo 103, “rescátame vida del hoyo”. Y yo quisiera en esta mañana iglesia, que vayamos a la palabra de Dios porque la guerra defensiva no ha sido la voluntad de Dios sino que el hombre se siente más cómodo peleando en este tipo de pelea. Por qué? Porque ahí no hay mucho riesgo. Sí hay riesgo, pero quiero decirles algo, pasó algo que los enemigos se dieran cuenta que todo lo que tenían que hacer ellos, es comenzar a tirar bombas y bala a los hoyos y los soldados se enterraban solos.

Hermano, hermanas, el diablo quiere que tu te entierres solo. Haces el hoyo para defenderte, no sabiendo que en ese mismo hoyo el diablo quiere destruir tu vida. Pero el Señor lo reprenda. Cuántos saben que hay poder en Jesús? Cuántos saben que hay victoria en Jesús? Ahora, una de las cosas en la guerra defensiva que en la guerra de Vietnam muchos comenzaron a usar droga, opio, la heroína, para estar despiertos toda la noche, porque tenían miedo que durmiendo llegara el enemigo y los destruyera.

Y, hermanos, si ustedes salen a las calles se van a dar cuenta que la mayoría de las personas homeless, la mayoría son soldados, veteranos de Vietnam o de la primera o segunda guerra, porque el enemigo los engañó a usar estas drogas durante la guerra, unos por temor, nos por sentirse, se dormían en los hoyos y el enemigo todo lo que tenía que hacer el enemigo, pasaba y barría con balas o tiraban granadas y los mismos soldaditos salían y caían enterrados.

Dijo un soldado, no supimos de dónde salió el enemigo porque los vietnamitas hicieron una estrategia, hacían hoyos y escarbaban y luego no tenían que hacer nada, o tirar una granada nomás así despacito y mataban a los soldados. Muchas vidas se perdieron.

Otra estrategia defensiva es la guerra ofensiva. Esta guerra no se pelea en un hoyo, se pelea avanzando, se pelea, hermanos, dice, es un sistema que fue empleado desde el…. De conquista y atacaba. Los grandes generales siempre aprovechan la ofensiva, porque agarran al enemigo descuidado, lo atacan, lo tumban, salen, no están enterrados sino que están marchando, están avanzando.

Cuántos saben que Dios quiere que la iglesia avance, hermanos? Entonces, esta estrategia ofensiva es, no enterrarse, sino que tomar las armas, levantarse y marchar y conquistar el terreno que Dios quiere que conquistemos. Vamos a la Biblia, yo estudiando esto el viejo Testamento, en Josué uno de los grandes guerreros, en Josué 11:16 donde dice:

“… Conquistó pues Josué toda aquella tierra…”

Todos digan conquistó. Eso implica una estrategia de ofensiva, de ataque, de no retroceder sino avanzar, marchar. Fui a Hebreos, Capítulo 11 y también allí en el libro de los héroes de la fe, en el Capítulo 11 en el versículo 33 dice una frase que me llama mucho la atención, dice:

“… todos ellos por fe conquistaron reinos…”

Todos digan, conquistaron reinos. Dice, “… hicieron justicia, alcanzaron promesas y taparon la boca de leones…”

Una estrategia de conquista, una actitud de conquistar, no voy a estar retrocediendo sino voy a ir caminando, aunque sea un paso pequeño, pero es para adelante, no es para atrás. Venga lo que venga yo voy a alabar a Dios. Pase lo que pase yo voy a darle gloria a Dios. En las buena y en las malas voy a levantar mis manos, voy a reconocer que él es Dios, que él es digno de ser alabado, voy a reconocer, voy a conquistar, voy a pelar, voy a cancelar, voy a darle gloria al rey de reyes, voy a decir que él está conmigo. Pero con acción.

Y quiero terminar, hermanos, rápidamente porque tengo unas ilustraciones. Me llamó la atención un acróstico para explicar un poco esa guerra ofensiva. El acróstico de favor de Dios. Este acróstico es muy importante porque Dios me reveló que para que nosotros podamos tener victoria necesitamos el favor de Dios.

Cuántos dicen amén a esto. En una frase muy clave el Señor Jesucristo lo dijo claro a sus discípulos, “sin mí….” Entonces hermanos, si Jehová no edifica la casa, entonces el favor de Dios es muy necesario.

Vamos a rápidamente explicar un poco este acróstico. La palabra favor, la primer letra, f, esa palabra fe. Todos digan fe. Es una de las primeras armas para pelear ofensivamente porque sin fe. En ese mismo Capítulo 11 dice, “es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”.

Para tener el favor de Dios necesitamos fe. Alguien diga dame más fe, Señor. Voltee a su hermano y dile, que nos de más fe. Porque la fe es una de las primeras cosas que trae el favor de Dios a tu vida.

Saben que Dios se deleita cuando sus hijos dependen de él. Dije que Dios se deleita cuando su iglesia por fe depende de él. Pero la fe sin obras, letra a para acción. Esa palabra acción la busqué en el diccionario y me di cuenta, hermanos, que esta palabra significa la actitud de actuar en algo, desarrollar algo. Entonces, la fe no sirve para nada si no la usamos. Entonces, la fe necesita acción y la iglesia pelea por fe pero también con acción. Todo lo que nosotros hacemos lo hacemos basado en la palabra y tenemos fe que su palabra es verdad.

Cuántos dicen amén a esto? La f para favor, es visión. Un soldado que no tiene visión va a ser derrotado porque va a morir en su propia miseria o auto conmiseración. Él mismo se va a enterrar y va a decir, no puedo, es imposible. Esta palabra visión en Segunda de Reyes, Eliseo, el profeta Eliseo en una ocasión había guerra y su escudero, ya se fue el mío, pero tenía su escudero a un lado y comenzó a temblar, comenzó a preocuparse, y el profeta la dice, Segunda de Reyes, Capítulo 6, versículo 16 y 17, Eliseo respondiendo le dijo:

“…no tengas miedo…”

Voltee a su hermano y diga, no tengas miedo. Le dijo “… no tengas miedo porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Lloró Eliseo diciendo, te ruego, Jehová que abras sus ojos…”

Muchas veces tenemos que pedirle a Dios que nos abra los ojos. Cuántos dicen amén a esto? Aprender a usar los ojos de la fe y del corazón. No lo que yo veo, lo que tu ves a lo mejor no es lo que Dios está viendo. Se necesita visión para tener el favor de Dios. Dios se deleita cuando su iglesia usa fe, usa acción, pero tiene visión. Sin visión no hay hermanos, sin la visión el pueblo perece. Se necesita visión para poder sentir el favor de Dios.

La o para favor, esa palabra famosa, oración. Todos digan oración. En otras palabras Jesús una vez lo dijo en otra forma: “… velar y orar…” esa palabra oración, esta carne no le gusta orar. Cada sábado a las 5 de la mañana algunos llegan a tomar con la cabeza, con el Dunkin Donuts, Starbucks y algunos hasta enojados no saludan. Pero hermanos, cuando comienzan a platicar con Dios, comienzan a sentir las caricias de Dios, esa tristeza se cambia en gozo, ese lamento, ese dolor, porque la oración tiene resultado. Dije que la oración tiene resultado. Dios escucha tu oración.

La oración es esa comunicación que Dios quiere tener contigo con esa relación iglesia. La r para favor, es la famosa palabra resistir. Todos digan resistir. Dígalo más fuerte, resistir. Es fácil decirlo pero qué duro es hacerlo.

Someteos pues a Dios, dijo Santiago, resistid al diablo, resistid a quién? Al enemigo. A mi ni me gusta ni decir su nombre. Le damos más gloria al diablo. Cuando yo estaba allá y a veces él se gozo de eso, me gusta. Pero hermanos, una cosa que el enemigo lo tenemos que conocer, pero la Biblia dice, resistirlo.

F para fe, acción, visión, oración y resistir. En este acróstico vemos que la palabra favor nos da a nosotros armas, si las usamos va a haber victoria en nuestras vidas. Ahora, una de las palabras más poderosas es la palabra Dios. Y vamos a rápidamente la D, todos digan dedicación. Esa palabra cuando uno se dedica a algo, se entra alma, cuerpo y espíritu. Cuántos quieren dedicarse más a Dios?

Me dijo un hermano ayer temprano a las 5 iba subiendo yo por los escalones, me dijo, pastor, ore por mí porque estoy orando a que Dios me de la fe para amarlo más que mi propia vida. Guau, ese hermano nunca me lo esperaba.

Y, hermanos, cuando me dijo eso me di cuenta que a veces dedicación implica también consagración. La iglesia pelea defensivamente con el favor de Dios porque estamos dedicados a lo que hacemos día tras día, culto tras culto, actividad tras actividad. Hermanos, día, minuto tras minuto, segundo tras segundo, nosotros estamos seguros que la palabra de Dios es la verdad, creemos en su palabra, la hemos experimentado, la vivimos y peleamos creyendo que esta palabra tiene poder.

Dedicación, dedícate, hermano. Muchos hermanos, llega el buen tiempo, me dijo un hermano, pastor, no cuente conmigo, yo me voy de vacaciones. Después que llegue el invierno nos vemos en la oración, porque yo necesito una vacación. Vacación de Dios me dijo. Guau, dije yo, hermano, ten cuidado que Dios no vaya a tener una vacación de ti.

Dios, dedicación. La siguiente letra, la i, integridad. Todos digan integridad. Esto es honestidad, ser sinceros con Dios. Para recibir el favor de Dios yo creo, hermanos, que una de las armas más poderosas es ser íntegros, ser transparentes con Dios, reconocer que sin él nada somos, sin él nada podemos hacer. Por qué? Porque él nos da la capacidad y la bendición de poder ser íntegros con él.

La o, otra vez, llega a mí que va conectada con visión, que es observación. Si alguno piensa estar firme mire, dice, mire dijo el Apóstol, mire…. Dígale a su hermano, observa. No todo lo que brilla es oro. A cuántos les han engañado oro falso? Sean sinceros, cuántos han sido engañados? Nadie quiere levantar la mano? Cuántos le dijeron que eran 14 quilates o 18 quilates y fue y las llevó y le dijeron. Allá en Nápoles, Italia, para los hermanos italianos de Nápoles, hay un lugar que venden oro de todos tipos de … venden ropa, venden Nike, venden Louis Vouitton, venden muchas cosas, y me compraron los hermanos un reloj bien hermoso, y el pastor dijo, esto sí es oro, me lo puse y se puso verde la mano inmediatamente. Y dijo, pastor, nos engañaron. Nosotros no sabemos de oro. Cuidado, observa, observa, observa.

Voltee a su hermano y diga, es tiempo de observar. Es tiempo de observar. Se levantarán falsos maestros, falsos profetas, habrá engaño, pero gracias a Dios que la iglesia tiene con quién pelear y para qué? Lo que nosotros hacemos lo hacemos confiando que Dios va a dirigiendo nuestros pasos. Observa. Observa.

La s de Dios, es palabra tan poderosa, santidad. Todos digan santidad. Yo creo que la palabra no se equivoca allá donde dice que si la paz y la santidad. Esa palabra para algunos es una palabra muy fuerte, muy difícil, pero simplemente quiere decir separación de practicar el pecado. Cuántos saben que la sangre de Cristo nos perdona todos los días? Cuántos ya le pidieron perdón hoy? Levante su mano si le pidió perdón al Señor. Si no le ha pedido, pídale perdón porque esa es una de las cosas más importante. Para ser santos hay que aplicar la sangre de Cristo a nuestras vidas.

Hermanos, iglesia, es tiempo de pelear en la ofensiva. Salgamos de nuestros hoyos y vamos al ataque, vamos a pelear la buena batalla. Pablo lo dijo en esa frase, “he peleado la buena batalla, he acabado la carrera”.

Pero esa palabra buena la investigué en el griego, en el español, en el italiano, inglés, francés, y en todas las lenguas significa la misma cosa: guerrearon pelear con éxito. Dios no nos ha llamado a derrota. Cuántos dicen amén a esto?

Cuando Pablo escribió “somos más que vencedores”, digo en todas estas cosas somos más que vencedores. Él estaba declarando que él se había dado cuenta que aunque estuviera en la cárcel, en la prisión, estuviera en la catacumba más profunda, Dios estaba con él. Hermanos, Dios está contigo, hermana, Dios está contigo. Hay poder en Jesús.

Y yo quiero, hermanos, terminar y quiero que como dije al grupo de los hombres y también a los jóvenes de WPG ayudarme a hacer unas ilustraciones para explicar un poco todo lo que nosotros tratamos de dejar a toda la iglesia. Todos digan pelea, pelea iglesia. Dígalo más fuerte: pelea… digan favor de Dios. Yo quiero más el favor de Dios. Yo siento que Dios ya está aquí viéndonos con una sonrisa y diciendo, mis hijos quieren pelear como yo quiero que ellos peleen. Somos más que victoriosos, somos más que vencedores. Y hay que tomar una actitud de soldados victoriosos.

Hermanos, voy a pedir que a los hermanos que van a prepararse para hacer esta ilustración, yo quisiera que ustedes nos escucharan, tuvieran un poco de paciencia, voy a tratar de ser rápido. Quiero explicar una cosa; que en estas ilustraciones voy a hacer el llamamiento al altar después de cada escena, porque representa una cosa muy importante. Si ustedes me escuchan yo quisiera que todos entráramos como que si estuviéramos en la base militar y que Dios nos está diciendo, ejército, iglesia, yo quiero llevarlos a conquistar una gran batalla.

Cuántos están en una batalla en esta tarde? Levanten su mano. Cuántos tienes muchas? Si tienen más de 2 batalla, levante dos manos. Si tienen más de 3 levanten los pies también. Yo, hermanos, creo…

Bueno, vamos hermanos, a establecer algo primero, que la iglesia es un ejército militante. En el estudio de la iglesia en la teología nos damos cuenta que la iglesia es un ejército, el cuerpo de Cristo, la iglesia universal, la iglesia católica, de todo el mundo, universal, es una iglesia militante. Dígale a su hermano, somos militares. Amén.

Hermano Bruce. Cuántos pueden darle un aplauso a Cristo, hermanos? Estos soldados te representan a ti y a mí. Pero hay que pelear como Dios quiere que peleemos. Hay muchas cosas por qué pelear. Yo quisiera, hermanos, que así como estos hombres representan soldados guerreros de Cristo, todos nos demos cuenta que Dios nos ha llamado a pelear la buena batalla.

Y si algo te llevas en tu corazón es que todo soldado tiene un enemigo, pero tiene una victoria. Ahora, yo quisiera que el Espíritu Santo te prepare a ti, hermano amigo, que estás aquí en esta mañana o viéndonos por el internet. Es tiempo de pelear, iglesia, la batalla no la hemos ganado todavía, pero Cristo ya la ganó por nosotros. Dije que Cristo ya la ganó por nosotros.

¡Aleluya! Dale gloria a Dios. Aprende a marchar, y estamos aprendiendo a marchar. Ahora, viene lo bueno. Demostramos que somos un ejército, pero ahora quiero demostrar algunas batallas que tu y yo pasamos en la vida. Todo cristiano tiene batallas y a lo mejor la primera no te va a identificar, pero casi estoy seguro que sí te vas a identificar, porque una de las cosas más grandes que el diablo quiere hacer es robarte tu salvación. No descuidemos una salvación tan grande que Dios nos ha dado.

Y la primera escena estamos viendo que el enemigo, la primer cosa que quiere hacer es robarte la salvación. Entre más te dedicas, más buscas el favor de Dios comienzan a pasar cosas extrañas, comienzas buscar, a leer y llega el enemigo. Oh, pero gracias a Dios que cuando llega el enemigo también nosotros podemos pelear, podemos pelear, podemos pelear y podemos ganar la batalla de nuestra salvación.

Hermanos, sí se puede ser salvo, sí se puede. ¡Aleluya! Ahora, yo quiero hacer el llamamiento, hay alguien que está necesitando pelear por su salvación. Esto es para los que ya son salvos, no para los que no son salvos. Alguien que llegó un poco desanimado que quisiera pasar. Te queremos ayudar a pelear por tu salvación. Habrá alguien que quiera pasar? Pase hermano, pase hermana aquí, ya el sermón se acabó, ahora el Espíritu Santo quiere tratar con tu vida.

Toda esa primera persona que quiere ser íntegro con Dios y decir, he estado pasando por unos momentos que a veces hasta dudamos que Dios está con nosotros. Donde está esa primera personas que dice, yo soy esa alma? Dios te bendiga hermano. Dios te bendiga hermana. Dios honra tu sinceridad.

Los hombres van a ministrar a ellos. Habrá alguien acá? Dios te bendiga hermana. Hay alguien más aquí que le diga a Dios, yo estoy necesitando pelear por mi salvación? Sí, puedes ser vencedor. Necesitas ayuda. Cristo te quiere ayudar a pelear en esta mañana. Pasa, no tengas temor. Pasa creyendo que Dios te va a dar la victoria. No tengas temor. A veces nos avergonzamos, qué van a decir? Qué importa que digan lo que digan. Lo importante es que tu seas victorioso. Dios te bendiga hermano. Dios te bendiga hermana.

Levanta tus manos en señal de victoria ya. La siguiente cosa, voy a decir algo, el que vence la salvación casi es vencedor en todas las cosas, pero a veces el enemigo nos ataca, a veces donde nos duele más. La siguiente escena es el matrimonio para todos los casados y cansados. Miren que hermosa pareja. El matrimonio lo que Dios unió el hombre no lo separe. Pero el diablo quiere destruir el matrimonio en esta última hora. No importa cuántos años tienes casado, el diablo quiere destruir. Pero sí se puede también pelear por nuestro matrimonio. Sí se puede buscar la solución y reparar lo que está quebrado. Sí se puede pelear por el matrimonio porque Dios unió el matrimonio.

Habrá una pareja en esta mañana que diga, yo necesito ayuda. Pasa, si tu esposo no está aquí tu pasa en lugar de él. Pero muchos dicen, no, se van a dar cuenta todos. Ya todos lo saben, hermanos. No más que somos diplomáticos. Oh, cómo está la esposa? Ya tiene un año que no la ve, oh, está bien, todo bien. Pasa, pelea por tu matrimonio, pelea por tu matrimonio. Sí se puede mantenerse unido. Dios te bendiga hermano, Dios te bendiga hermana.

El diablo siempre nos pega donde está más cerca. La siguiente cosa que nos ataca mucho el diablo es por aquellos, dicen por allá en México, los hijos, las hijas. Dios te bendiga hermano. Alguien a ministrar, aquí hay unas hermanas, ya estamos terminando. Los hijos, todos digan hijos. Hermanos, los hijos son tan importantes que el enemigo muchas veces nos ataca cuando comienza a plantar rebelión, cuando comienza a querer destruir a nuestros hijos, a llevarlos por caminos que no son de él. Pero sí se puede pelear por los hijos, sí se puede pelear por los hijos.

Si tu tienes hijos que quieras pelear, ven, ven en representación a este altar. Hermanos, los hijos son preciosos. Que bonito cuando están chiquitos y hacen todo lo que tu les digas que hagan. Pero a veces el diablo nos comienza a robar y a veces perdemos la fe que nuestros hijos van a ser salvos. Cuántos saben de lo que estoy hablando, hermanos, que a veces son una decepción, nuestros hijos, pero hoy se puede pelear por ellos, sí se puede ganar nuestros hijos para el Reino de Dios.

Oh this is beautiful! Iglesia, pelea, pelea por tus hijos. Pelea por tu salvación. Pelea por tu matrimonio. En la vida tenemos muchas batallas, algunas pequeñas, algunas grandes. A veces son batallas que no las vemos llegar pero llegan. Hay batallas que necesitamos conquistar en la victoria. Muchas veces, hermanos, no hay victoria porque no peleamos por nuestra victoria. Estamos aquí representando, Dios te bendiga.

La victoria en nuestras vidas a veces las necesitamos. Saben por qué? Porque estamos en el hoyo y de repente el diablo manda una granada y no tenemos victoria. De repente llega un problema a nuestras vidas y comenzamos a perder la fuerza. Pero Dios quiere darte la victoria. Sí se puede ganar la victoria. Sí se puede ganar la victoria.

Sí se puede ganar esa victoria. Hay victoria en el nombre de Jesús. Hay victoria en nombre de Jesús. Habrá alguien que quiere pelear por su victoria? Pasa. Yo sé que el altar está pequeño, pero busca un lugarcito o ahí donde estás ponte de pie, no tienes que pasar, ahí donde estás ponte de pie. Dios te bendiga, hermano, Dios te bendiga, Dios te bendiga, hermano.

La victoria es tuya. Dije que la victoria es tuya. La victoria es tuya, hermana. La victoria es tuya, hermano. Alguien dele gloria a Dios por la victoria. Favor de Dios para tu vida, nadie se mueva hermanos, ya voy a terminar. Hay victoria en esta mañana.

La última escena que es una de las escenas más importantes, uno de los mandamientos fue ir por todo el mundo y predicar el Evangelio. Hay almas perdidas que mueren en los hoyos porque no saben pelear pero Dios quiere que nosotros podamos ir por todo el mundo y ganar almas.

Miren, hermanos, las almas necesitan que alguien pelee por ellas. El diablo las quiere destruir pero tu tienes la salvación, tu tienes a Cristo en tu vida. Sí puedes salvar almas para el Reino de Dios. Sí puedes ganar almas que necesitan a Cristo. Las almas son de Cristo. Pasa, pasa, pasa.

Almas ir por todo el mundo y predicar el Evangelio. Alguien dele un aplauso a Cristo por la sangre de Cristo. Hermanos, por favor, denme un minuto, voy a dejar este lugar al pastor Omar. Yo creo que ahora llega lo más importante de nosotros como iglesia peleamos, pero ahora hay que arrebatarle las almas al reino de las tinieblas.

Habrá un alma en esta mañana que quiera aceptar a Cristo? Levanta tu mano ahí donde estás, yo sé que no hay mucho campo aquí. Habrá alguien que diga, yo quiero confesar con mi boca que necesito a Cristo en mi vida? Dónde está esa persona o personas que quieran aceptar a Cristo? Levanta tu mano. Cristo por medio de su palabra, que es representada por la espada de Dios, cuántos saben que la palabra es la verdad, hermanos?

Amigo, amiga que me estás escuchando, hoy es el día de salvación. Aquí está un joven que quiere aceptar a Cristo? Alguien dele un aplauso a Cristo por esta alma. Otro señor, Dios te bendiga. Otra persona. Dónde están las mujeres, las jóvenes? Dos hombres. Habrá una hermana? Dios te bendiga. Dios te bendiga, joven.

Ahora, iglesia, digan conmigo 3 veces, pelea iglesia. Dígalo otra vez. Dígalo otra vez. Pastor Omar con nosotros. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Vamos solamente a orar bien rápido, ahí donde las personas que han pasado al frente, vamos a orar. Vamos a declarar esa bendición de Dios sobre esa guerra que estamos haciendo. Yo sé que esto es algo que es bien dramático pero ilustra mucho de lo que nosotros vivimos en nuestro diario vivir y cómo Dios envía a sus ángeles a que peleen en favor de nosotros a nivel espiritual.

Y también envía personas alrededor nuestro que nos cubren con sus oraciones. Son distintos frentes de los cuales siempre tenemos que guardar, esa relación con Dios, nuestra salvación, nuestra familia, nuestros hijos, y aquellas personas que aún no le conocen.

Señor, como iglesia, venimos delante de ti a orar y pedimos que seas tu, Señor, celebrando esta palabra en medio de cada uno de nuestros corazones, Señor.

Padre, por todas estas personas que han pasado aquí al frente, cualquiera de estas escenas con las cuales se identifican, Señor, nosotros declaramos que es tu favor, es tu misericordia, Señor, quien les cubre, que les fortalece y que les anima a seguir adelante, Señor, es solamente por ti, mi Dios, que nosotros podemos lograr hacer esto.

Padre, pedimos que cada familia, cada persona, Señor, que está luchando de alguna forma u otra, que hoy a través de este tiempo, de esta palabra que ha sido predicada, Señor, que puedan recibir la fuerza y las energías, la estámina, las estrategias que necesitan para seguir batallando en favor de los suyos, Señor, peleando por aquellas cosas que tu nos has dado como un regalo en la vida, Señor. Te adoramos, mi Dios, te adoramos, Señor Jesús. Y declaramos que tu eres el Señor de nuestras vidas, que solamente por tu misericordia, Señor Jesús, que nosotros podemos permanecer firmes, es solamente por ti, Señor, que nosotros permanecemos firmes. Que somos nosotros, Señor Jesús para que tu nos visites?

Un momento divino

TRANSCRIPT

Déjeme solo recapitular un poco sobre lo que hablé el miércoles pasado para beneficio de aquellos que no estuvieron. El miércoles pasado estuve hablando de segundo Capítulo de Ageo, donde estuvimos meditando en esa frase que Ageo, por ejemplo, en el Capítulo 2 decía meditad sobre vuestros caminos, que eso tenía que ver con la forma de proceder, la forma en que uno se ha comportado, la conducta que uno tiene. Y después en el Capítulo 12, el llamado de Dios a través del profeta, es decir, meditar en nuestro corazón. Meditar sobre vuestro corazón.

Y eso llamado es más bien a meditar sobre las actitudes, y las acciones de carácter que muchas veces se convierten en obstáculos para dejar que la bendición de Dios pueda fluir en nosotros. Y una cosa bien importante que yo mencioné es el mero hecho, mis hermanos, de que nosotros tenemos que estar bien alertas al mero hecho de poder identificar cuáles son las intenciones con las cuales nosotros llegamos delante de la presencia de Dios.

En ese Capítulo de Ageo algo que el profeto dijo en el primer Capítulo fue que, Dios, perdón, hablando a través del profeta decía, ah, para ustedes es tiempo de estar en sus casas mientras que la casa del Señor está completamente abandonada. Y él lo que estaba apuntando era precisamente eso, las intenciones de la gente, cómo la actitud de una persona fácilmente podía contagiar la actitud de muchas otras. Una persona que vino del exilio aquí a Jerusalén de nuevo con la intención de reconstruir pero que todavía en su corazón está como que, no, yo me voy a enfocar en mi propia cosa. Y cuando empieza a pensar de esa forma, ese pensamiento se empieza, como quien dice, a contagiar sobre otros. Y entonces dejan de prestarle atención a lo que verdaderamente Dios quiere que le presten atención y cada cual se empieza a enfocar en lo suyo.

Y fue por eso que Dios entonces tuvo que decir, ven acá, qué tiempo ustedes se creen que es? Ustedes se creen que es el tiempo de que ustedes abandonen mi casa y enfocarse en lo suyo nada más, o tu crees que tenemos que ir aquí más o menos de par en par. Bueno, Dios fue bien directo. No, aquí hay que prestarle atención a la casa primero para que después puedan trabajar en lo suyo.

Eso me recuerda mucho la palabra de Jesús cuando Jesús dice, buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas, qué? Se les van a ser atendidas. Es un principio del Reino de Dios que muchas veces nosotros lo ignoramos porque caemos en esta rutina de vida que fácilmente nos cega de lo que Dios verdaderamente quiere que nosotros podamos aprender y de la forma en que él quiere que nosotros podamos vivir.

Miren, esas palabras de Ageo, mientras yo iba meditando en ello, me hizo pensar, guau, hay veces que cuando Dios tiene algo, Dios se las trae. Yo no sé usted, pero cuando Dios tiene algo, Dios se las trae, Dios se va a buscar la forma de captar nuestra atención para que nosotros podamos responder a esas acciones que Dios está haciendo. Que si en medio de todo esto, mis hermanos, ¿Saben qué? Mi corazón se ha puesto a meditar en qué son, qué son esas acciones que Dios quiere hacer con nosotros. Qué es lo que Dios está tratando de hacer?

Y por algún, la semana pasada, yo estuve hablando con el pastor Miranda, salimos a almorzar y en un momento estuvimos hablando del servicio de los miércoles, de cómo Dios se está moviendo y cómo están sucediendo las cosas. Estuvo bien interesante porque él me dijo esta frase, como que, mira Omar, hay veces que uno tiene que entrar en ese momentum de Dios. Entienden ese término? Cuando uno tiene un momentun que es como un ímpetu, un impulso que nos está moviendo. Y uno tiene que aprender a discernir eso y poder como quien dice, ride that wave, de poder navegar esa ola de alguna forma u otra.

Yo no tengo duda, mis hermanos, de que Dios está haciendo esto alrededor de toda su iglesia. El lunes yo tengo un podcast, es como una serie así en audio que yo recibo de predicaciones de un pastor en Australia, saben por allá donde le dicen, el down under, allá en Australia, el sur del Japón, por allá. Este pastor de esta iglesia, …. Church, él se llama Brian Houston, da la cosa que el lunes cuando yo empiezo a oír esta reflexión, el tema de su prédica era A Divine Momentum, un momento divino. Y yo me dijo, vaya, más claro no canta un gallo. Yo me dijo, Señor, definitivamente algo tu estás haciendo en tu iglesia, en tu iglesia con I mayúscula. Y las palabras que este pastor estaba diciendo, estaban haciendo eco de esos mensajes que yo traje concerniente a Ageo. Él no estaba haciendo hincapié en Ageo, pero sí las palabras que yo había compartido con ustedes, él estaba diciendo exactamente lo mismo.

Y yo quisiera hoy, mis hermanos, compartir una inquietud que yo tengo en mi corazón con ustedes, y a la misma vez un deseo, que ustedes se puedan ir hoy de aquí de la mano. Esto tiene un fundamento bíblico también. Vaya a la Biblia conmigo al libro de Hechos, Capítulo 2, aunque yo me imagino que ya a esta hora ustedes tienen que saber de memoria el Capítulo de Hechos 2 y el 3 y el 4, porque ese ha sido el centro de las prédicas de los últimos domingos por hace casi un mes o un mes y medio, lo más seguro.

Así Hechos, Capítulo 2, 3 y 4 ya ustedes se lo tienen que saber de memoria. Es más, quién quiere venir aquí y recitar 3, 4 de memoria? Tampoco así. Pero miren esto, si yo solamente hago referencia a algunas partes de estos 3 Capítulos en el libro de Hechos. Miren esto, cuando llegó el Espíritu Santo sobre los discípulos, qué fue lo que pasó? Vamos a hacer un repaso aquí. Cuando llegó el Espíritu Santo que los discípulos estaban en el aposento alto, estaban allí orando, ayunando, buscando la presencia de Dios, qué fue lo que pasó cuando llegó el Espíritu Santo? Se manifestó en lenguas y ellos comenzaron a hablar en otros idiomas, otras personas que estaban allí de otros países los empezaron a entender, que estaban hablando en su propia lengua. El que hablaba árabe, en árabe, el que hablaba en arameo, en arameo, el que hablaba en jebuseo, en jebuseo, el que hablaba en guantanameno, guantanameno también lo entendían. Hablaban en todos los lenguajes.

Y qué pasó después? Se recuerdan? Cuando llegaron algunas personas que empezaron a decir, guau, esa gente está borracha ahora tan temprano por la mañana. Y qué fue lo que pasó con Pedro? Le entró un momentum a Pedro. Y abrió esa boca y sacó una letanía de mensaje que nadie se lo imaginó. Todo el mundo se quedó como que patidifuso. Han escuchado esa palabra, ¿verdad? Patidifuso es como atónito, se quedaron como que guau, pero este pescador que salió de la esquina, mira qué clase de mensajote se sacó ahí de repente.

Y qué fue lo que pasó? Miren como dice, el versículo 41 del Capítulo 2, el verso 41 del Capítulo 2. Dice:

“…Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados y se añadieron aquel día como 3000 personas… y si sigo leyendo…. Y sobrevino temor a toda persona y muchas maravillas y señales eran hechas por los Apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas y vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad que tenían. Perseverando unánimes cada día en el templo y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, teniendo favor con todo el pueblo y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos…”

Dígame usted si eso no es un momentum divino. Usted ha experiementado en algún momento un momentum? Usted ha experimentado en su vida algo así? Yo no sé, pero mi mejor ejemplo yo lo puedo dar cuando yo en mi tiempo de high school, a mí me gustaba hacer mucho pista y campo, entonces uno de los eventos que a mí me dirigieron a practicar fue el salto a lo largo. Yo era flaco pero brincaba, yo no sé de dónde rayos sacaba fuerza pero yo brincaba con todo y que era flaco. Yo recuerdo que yo participaba en los eventos de mi escuela y tal vez no llegaba en primer lugar pero sí me tiraba mis buenas marcas. Y hubo un día que el entrenador mío me sugirió ir a un entrenamiento que se iba a dar en Tennessee. Y de Puerto Rico él me mandó allá con otra parte del equipo de los muchachos. Entonces pues amí me llevaron a un coach que era específico de salto a lo largo. Y ese señor me sentó a mí con los demás muchachos que estaban participando en ese evento. Nos sentó primero en un salón con una proyección y nos enseñó un video, y en ese video él nos enseñaba paso por paso como en cámara lenta, cómo uno tenía que tener la técnica apropiada desde que uno salía del bloque, cuando uno iba corriendo, la posición que uno tenía que asumir cuando uno tocaba la tabla, asegurarse que uno levantara el pecho hacia arriba, porque al hacer eso era lo que iba a dar uno el impulso para salir y llegar más lejos.

El asunto es que después de toda esa charla técnica teórica, obviamente qué pasa? Nos llevan al field, nos llevan al campo. Entonces pues uno empieza a practicar y obviamente los primeros intentos son medio torpes porque uno está aprendiendo a dominar una técnica, pero óigame cuando uno cae en sintonía, ay, ay, yo, el brinco mío yo lo logré superar por dos pies. Solamente por dominar bien una técnica, que en Puerto Rico yo recuerdo que yo hice como 18 pies brincando a lo largo. Cuando llegué de esta práctica yo terminé haciendo casi como 20 pies y medio más solamente por dominar la técnica.

Pero mis hermanos, experimentar un momentum, eso es gloria. Es como estar en una nube, es como uno de nada más dar un paso, puf, es como que el cuerpo mismo se impulsa porque ya hay algo que te está moviendo. Y esto se experimenta en muchas otras cosas. Yo no sé si a usted le ha pasado que usted se levanta una mañana y usted se levanta como que con unas energías que no sabe de dónde le salió, pero usted se levanta y está, pam, y hace esto y hace aquello, y hace lo otro, y logras preparar el desayuno antes de tiempo, y planchas tu ropa, y sales al trabajo. Cuando llegas al trabajo la guagua está ahí, digo, cuando sales a la parada la guagua está ahí y no tienes que esperar y te montas y llegas y coges el tren, y está todo ahí fluyendo. Llegas a la oficina, ya tus compañeros prepararon el café y tu no tienes que esperarlo. Me siguen por dónde voy?

Es como que tu vienes con este momentum donde todo fluye. Todo te lo tienen ahí, como quien dice, en la mano. Y tu no lo pediste, pero sucede así. Y en la vida eso se puede experimentar en muchas formas, en muchas formas.

Pero cuando estamos hablando de un momentum divino, un ímpetu que viene de parte de Dios, aquí es donde yo veo, mis hermanos, que uno tiene que prestar mucha atención. Miren, en la Biblia hay muchos ejemplos de distintas personas que experimentaron un momentum de parte de Dios.

Y si yo le pregunto a ustedes si creen que los momentum son solamente, como quien dice, para cosas buenas que todo termine en algo bueno? No necesariamente porque hay momentums que pueden empezar, que pueden ir de otro lado. Yo recuerdo cuando yo empecé a hacer este servicio aquí los miércoles por la noche, los primeros días habían como 40 personas. El primer miércoles, el segundo miércoles llegaron como 38, el próximo miércoles llegaron como unos 32 y así seguían y yo, guau, si sigo a este paso terminaré con 10 personas. Y mira literalmente había un momento que había 10 personas. So, el momentum iba como quien dice, del otro lado, y yo, Señor, ese no es el momentum que yo quiero ver. Perdóname, a mí me gustaría ver otra cosa.

¿Saben qué? En la Biblia hay otras personas que experimentaron eso. Qué le pasó a Job? Qué le pasó a Job? Óigame, un momentum que iba una detrás de la otra. Primero, se le secó todo lo que tenía en cuestión de los ganados, todo lo perdió, se le empezaron a morir los hijos. Después la esposa se le fue a juste, y encima de eso le salió lepra y encima de eso los amigos supuestamente lo estaban aconsejando, pero era como que, qué tu habrás hecho delante de Dios?

Mire, dígame si eso no es un momentum malo de verdad. Eso es un momentón por así decirlo, no un momentum, sino un momentón, que va en reversa. Saben otro personaje en la Biblia que tuvo un momentum así? José, el soñador. Óigame el momentum de él como que iba cogiendo despegue. Tuvo un primer sueño y como, esta revelación está buena y seguía y tuvo un segundo sueño, y guau, y lo contó pero ya cuando los hermanos dijeron, ah, ah, no más, qué pasa con ese momentum? Se estrelló. Los hermanos lo tiraron en un pozo, nada, vamos a sacarlo de ahí, vamos a venderlo mejor. Y si vemos ahora el momentum cuando lo vendieron por allá, qué pasó? Se fue de esclavo a otro sitio y después que terminó siendo de esclavo, qué pasó? Terminó en la cárcel y después que estaba en la cárcel qué pasó?

Después de la cárcel fue que el momentum volvió a coger vuelo de nuevo. Pero miren, saben lo más interesante de la historia de José, es que a pesar que ese momentum supuestamente iba bajando, bajando, bajando, la Biblia siempre dice que Jehová estaba con él. Jehová estaba con él y hacía prosperar todo lo que llegaba a sus manos.

Eso me dio entender a mí que no necesariamente porque el momentum se va como quien dice, cuesta abajo, significa que sea todo malo, porque Dios está ahí como quiera. Imagínese usted, o yo, que hay veces que en la vida parece que el momentum se va cuesta abajo también. No tengo suficiente dinero para pagar las deudas, el hijo, la hija se me fue o se me fue de la casa. No Luca no se me ha ido de casa. Perdón, se dan esos casos. Lo que yo esperaba que sucediera con mi esposo, con mi esposa, no se está dando y es como que el momentum sigue, sigue.

Es más, mire a nivel ministerial, si aquí tengo líderes de ministerio, yo creo que esto también se ve a veces hasta a nivel ministerial. Que uno está orando, que el ministerio que se ponga sólido, y que se yo, y hay veces que lo que pasa es lo contrario. El ministerio como que va como cuesta abajo, y uno como que , ay, Señor, pero qué está pasando aquí? No estoy orando lo suficiente? No estoy ayunando lo suficiente? No estoy pidiendo como debo pedir?

Pero miren, en medio de todo eso yo me atrevo a decir que Jehová está usted. Como le pasó a José. Jehová está con usted. Miren, un momentum es duradero, sí o no? o sea, permanente. Usted cree que un momentum es permanente. No? no? no, no, no, imagínese como es un surfeador, eso es en Spanglish, pero un surfer, un surfista, okay, un surfista, lo voy a decir así, de los que navegan las olas en la tabla. Imagínese un personaje de estos, sabe que cuando ellos se van mar adentro, qué es lo que ellos están haciendo? Ellos están esperando la mejor ola. Y qué es lo que pasa? Es una ola detrás de la otra, cada ola trae su momentum. Y él tiene aprender a idenficiar el momento oportuno para montarse en esa ola y ponerse de pie y hacer todas las maromas que vaya a hacer dentro de la ola para entonces como quien dice, llegar a su final. Y después de eso, qué? Vuelve a ir otra vez adentro para agarrar otra ola y por ahí seguirlo. Pero hay veces que cuando las olas bajan, qué es lo que tiene que hacerse? Se tiene que quedar ahí esperando y está ahí sentado en la tabla y chequeando que no vengan tiburones por abajo ni nada, hasta que de repente las olas vuelven de nuevo y empieza a subir otra vez y él vuelve y coge ese mismo fluir una vez más.

Miren, mis hermanos, así mismo pasa en esos momentums de Dios con nosotros. Hay veces que esas olas que Dios trae, las trae como quien dice, para impulsarnos a cierto nivel, para llevarnos a un nivel, para movernos del punto A al punto B y cuando llegas al punto B tienes que esperar a que venga otro momentum, otra ola para llevarte al punto C. y puede ser que el espacio que se de entre un y el otro sea bien variado. Puede ser que de la A a la B en 5 minutos venga uno, pero puede ser que de la B a la C te tengas que tardar 2, 3, 4 días y por ahí puedo seguir añadiendo más, más, más tiempo.

Pero el asunto es que en medio de todas esas cosas, Jehová está con usted, con nosotros. Qué puede detenerlos? Un momentum. Qué puede detenerlo? Mire, lo primero que me cruzó por la cabeza fue incredulidad. La incredulidad de qué? Incredulidad de qué? La mayor incredulidad que nosotros podemos tener es que Dios no vaya a hacer nada, que nosotros lo tengamos que hacer nosotros por nuestra propia cuenta, que ellos mismos tengan que provocar ese momentum.

Y mire, usted puede provocar el momentum en su propio plano, como quien dice, en su propia realidad, usted puede provocar una que otra cosa. Pero si es un momentum de Dios usted lo más que puede hacer es orar por eso. So, incredulidad es una. Conformismo, el yo quedarme conformado. Yo estoy bien. Mi realidad está chévere, yo estoy bien, tengo casa, tengo trabajo, tengo carro, tengo novio, tengo novia, tengo esposa, tengo esposo, tengo hijos, tengo todo, ya, ya estoy aquí. Déjame aquí tranquilo. Ese pensamiento de conformismo, mira, también puede tener ese momentum que Dios quiere hacer contigo.

Sabe otra cosa que lo puede detener? Tratarte de montar en la ola de otro. Tratar de correr el momentum de otra persona. Eso también lo puede detener. Sabe que los surfistas se pelean las olas y si una vez ya uno está montado en una ola, si otro se mete, se lo llevan enredado, no le va a decir, ah, perdona, tu estaba ahí, perdóname, me salgo entonces. No, que va. No, esa ola es mía y yo la estoy corriendo.

Lo que sí puede pasar es que el momentum de uno, de una persona pueda provocar un momentum en el tuyo. La ola que deja uno puede ser que esa ola cause un rip curl, como otra onda que te impulse a tu a tu poder encontrar como quien dice, tu propio ritmo, pero tu no puedes navegar la ola del otro. Tu tienes que esperar el momentum tuyo.

Otra cosa que lo puede detener es enfocarse en lo suyo propio demasiado, demasiado a expensas de otra persona. Si yo me enfoco demasiado en lo que yo quiero y como yo deseo ver ese momentum de Dios en mí vida, y me olvido de cómo otras personas puedan ser benediciadas, mira ese momentum de Dios se puede apagar también. Cuando Dios trae un momentum, cuando Dios trae algo, un mover, ese ímpetu, esa fuerza que te empieza a mover, que te empieza a impulsar a un nuevo crecimiento, a una nueva madurez, a un nuevo desarrollo, mira, Dios lo va a traer a tu vida, pero a través de tu vida va a impactar a otros también. La bendición de Dios es así. Tu puedes como quien dice, retenerlo para que otros no lo reciban y entonces tu problema va a ser uno de egoísmo porque es como que no, lo que Dios tiene para mí es para mí nada más. Pero no, eso no es lo que Dios quiere.

Dios lo que quiere es que nosotros podamos como quien dice, regar esa bendición en la vida de otros también. Así que miren, yo quiero aquí es donde viene, yo creo que ustedes han tomado ya la idea, aquí es donde quiero, como quien dice, dar el punto final, hoy voy a terminar temprano, y es esto, mis hermanos, estos últimos miércoles y domingos y aún esta vigilia que aunque yo no estuve, pero escuché muchas cosas, miren, yo no tengo la duda de que Dios está trayendo esas olas que nos están moviendo a otro nivel. Yo creo que Dios está trayendo un momentum divino, no tan solamente aquí en esta iglesia, sino que Dios está trayendo un momentum divino a través de su iglesia alrededor del mundo entero, y eso yo lo confirmé con esa predicación de este señor, miles de millas de distancia de aquí. Hay algo que Dios está haciendo. Y Dios está, como quien dice, diciendo, hello, wake up, despierta.

Dios no puso un maní ahí adentro, ni tampoco lo puse ahí para cargar pelo nada más. Hay algo ahí y también el Señor dice, como que, hay algo aquí dentro también? Miren, cómo se pueda manifestar eso en su vida, tal vez usted dice, pero usted pastor, usted debe saber pero yo no sé necesariamente. Eso le conviene a Dios. Y le conviene a usted. Yo puedo orar por usted, yo puedo estar en mi ola y puedo mojarlo a usted con mi ola a ver si pasa algo en su vida, pero créame que yo voy a seguir corriendo esta olita porque no es muy fácil correrla tampoco, uno tiene que aprender a discernir, mis hermanos.

Tenemos que, a ver cómo lo digo, tenemos que aprender a ver un poquito más allá de nuestras narices. Y poder comprender lo que Dios está haciendo en medio de todas las cosas, mis hermanos, y no es fácil, no es fácil. Miren, yo les digo, aún en este mismo fin de semana yo pasé a través de una experiencia que fue como que, Omar, tu sabes mejor, tu sabes mejor. Me dejo llevar por sentimientos personales que están ahí y empieza a hacer asunciones que no debo hacer para simplemente al fin y al cabo, para que Dios me diga como que, Omar, ven acá, qué tu estás pensando? O sea, usted cree que las cosas van a ocurrir solamente como tu piensas o como tu entiendes? O tu vas a aprender a poner tu mirada en lo que yo estoy mirando, vas a aprender a pensar en la forma en que yo estoy pensando. Vas a aprender a orar en la forma que yo quiero que tu ores, no como tu deseas necesariamente orar. Vas a empezar a proceder con la gente en una forma de reino o vas a proceder con la gente en una forma banal, de mundo, aquí, social como tutti li mondo.

No es fácil, mis hermanos, no es fácil. Hay veces que, miren, cuando un surfista se cae de la ola, eso es lo que le dicen en el …. Y esos …. Pueden ser bien feos, porque cuando esa ola cae, no se crea que el surfer se queda así en superficie flotando. Esa ola cuando cae la corriente de la ola lo lleva para abajo. Y allá abajo se queda en el rollo de la ola, y si hay arrecifes abajo, créame que esa persona va a llegar abajo, al arrecife. Fácilmente se puede quedar debajo del agua uno, dos minutos. So, los surfistas tienen unos pulmones de hierro, se lo puedo decir. Pero no se quieren caer, jamás.

Yo no me quiero caer de esa ola, porque yo sé que si me caigo me voy a ver en una situación donde voy a estar, como quien dice, Señor, sácame de esta. Pero mire, si estamos entendiendo el fluir de Dios, aún si nos caemos, el Señor vuelve de nuevo y nos saca y nos pone otra vez, ve de nuevo, coge otra ola y sigue. Tenemos que estar pendiente a eso, mis hermanos, de verdad. Tenemos que estar pendientes a ese mover de Dios, a esos hints que nos hace Dios a veces, a esa técnica de cómo Dios quiere que nosotros llevemos nuestras vidas. Si seguimos demasiado pendiente a nuestra situación particular, mire, vamos a perder de vista lo que Dios verdaderamente quiere hacer.

Uno se tiene que atrever, uno tiene que hacer riesgos. Si yo pienso que cuando yo estaba aprendiendo esa técnica de salto a lo largo, mire, uno tiene que hasta atreverse a hacer el ridículo de otras personas hasta que usted pueda dominar bien lo que tiene que hacer. Ahora, yo no estoy diciendo que eso le da licencia como quien dice, para ir y …. Yo no estoy diciendo eso, no es que usted y empieza, ah, pues voy a hacer errores porque el pastor me dijo que sí, tengo que hacer errores para poder, como quien dice, aprender la técnica. No, no, no, yo no estoy diciendo eso.

Pero sí yo estoy diciendo, mis hermanos, que cuando uno se tira de verdad a entender, a buscar, a discernir lo que Dios está haciendo. Miren, a lo largo del camino, vamos a cometer los errores, porque vamos a interpretar lo que Dios está queriendo hacer, es más, casi siempre nuestra interpretación va a estar contextualizada en lo que nosotros estamos pidiendo, sintiendo, experimentando en el momentum.

Si yo cojo un ejemplo bien básico, si yo le digo a Anthony ahora mismo el salmo 23, verso 9, yo le digo Anthony, Jehová es tu pastor y nada te faltará. Él lo va a interpretar en una forma, de que si yo se lo digo es ….

María, si yo le digo a María, Jehová es tu pastor y nada te faltará. Yo estoy seguro que María va a interpretar esa misma frase totalmente distinta a lo que lo está interpretando Anthony.

Si yo se lo digo a Arnold ahí atrás, Arnold también lo va a interpretar en una forma distinta. Si se lo digo a Suyen, Suyen lo va a interpretar en una forma distinta. Porque nuestra interpretación siempre está condicionada a donde nosotros estamos, donde estamos viviendo, qué estamos sintiendo, que estamos experimentando, qué pruebas tenemos, qué logros tenemos. Uno lo interpreta todo así, pero lo bello de Dios es que aunque lo interprete así, Dios puede llegar a la necesidad de su corazón en la forma que él quiere, a través de esa misma frase.

Ahora, pero no significa que yo voy a amoldar lo que Dios me está queriendo decir a mí necesidad, yo tengo que ajustar mí necesidad, mi condición, mi situación a lo que Dios verdaderamente está queriendo decir. Me siguen por dónde voy o los perdí ahí? Cogieron el momentum? Están en la ola conmigo. Sálganse que es mía.

Miren, mis hermanos, yo les digo esto, y se los digo obviamente desde una perspectiva pastoral, pero es más bien para alentarles, para que sus radares estén bien prendidos. En los detalles más mínimos hay algo que puede causar un mover, un ímpetu, una fuerza de parte de Dios. Puede ser una tragedia como puede ser un logro bien grande, como también puede ser un simple saludo que le haga una persona que usted jamás esperó que esa persona lo fuera a saludar así.

Como también puede ser que usted está ahí montándose en el autobús y en una fila bien grande y usted es el última y ya van a cerrar, y de repente, la última persona que está antes de usted, se echa a un lado y le dice, adelante. Y usted pasa y después entra otra persona.

Como puede ser algo así, cosas tan simples y sencillas que puede ser Dios diciéndonos, como que, hace tiempo que no hago esto. Te estoy mirando. No te duermas. Te estoy mirando. Yo tengo mis ojos sobre ti. Tengo mis ojos sobre ti, y hay alto que estoy trayendo a tu vida pero tu tienes que despertarte y estar pendiente a lo que yo estoy haciendo, porque si no estás pendiente te vas a perder.

Así que, mis hermanos, vamos a ponernos de pie. No voy a hablar más.

Cuando lo que Dios te pide no tiene sentido...

30 de agosto del 2010 - Por Miriam Díaz

Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Juan 10:26-28

Un día sentí el suave tocar de el Espíritu de Dios que me impresionó en mi corazón, "no te pongas pantalones". Respondí: ¡Queeeeee! ¿Estás seguro?
Continué mi conversación con el Espíritu Santo esa mañana: "Pero, Joyce Meyer se pone pantalones y tú la usas Jehová. ¿Es que acaso tú todavía tienes que bregar con ella? ¿Y qué tal de la esposa de el pastor y la predicadora que tu tanto usas al frente?"

Fue una primavera larga, no había explicación alguna que le pudiese dar a mi esposo, a mis hermanas, ni aún a mis hermanas de la iglesia. Solo que "Dios me quito los pantalones". Tampoco podía explicarle a muchos. Habían ocasiones en que solo decía con una sonrisa: "Me he determinado a ponerme faldas", esto era más aceptado y entendido que la anterior. No mentía, era cierto.

A medida que caminaba en fe, notaba como mis faldas y mis nylons y mis zapatitos hacían de mí una mujer delicada y tierna. Hacía que la gente se detuvieran a cederme el paso, a sacarme la silla, a tratarme delicadamente. Mi interior comenzó a cambiar con mi exterior. Me agradaba el trato de mujer, ese trato especial que una mujer radia, delicado, único para ella. Donde ella no es una "puede-lo-todo", sino una mujer dispuesta a ser delicada y lista para anticipar y aceptar la oferta dulce y amable de los hombres sanos que también dentro de su corazón anhelan ser hospitalarios, necesitados por una mujer sana también.

Conocí a hombres que nunca supe que estaban ahí, y conocí a una mujer que nunca supe que estaba ahí, yo. Una mujer en cuyo corazón yace innatamente la delicadeza y el deseo de ser delicada y mimada. Me di cuenta que lo que de Dios era innato en mi había sido ahogado por la gran liberación femenina que continúa creciendo hoy día y cuyo propósito es establecer cero diferencias entre el hombre y la mujer. Como que ese deseo escondido, impregnado en mi por la sociedad de ser "suprema", igual o mejor que, con los mismos derechos de un hombre comenzó a significar un cero en mi vida.

Todo lo que comenzó a pasar a mí alrededor comenzó a complementar mi ser femenino. ¡Maravilloso! Al pedir ayuda veía que le daba a mis hijos varones y aun a mi esposo un sentir de valor de ser necesitado. Y de ahí nacía también nueva apreciación en mi corazón hacia el ser masculino en mi hogar y fuera de mi hogar. Comencé a mirar a los hombres como seres fuertes, capaces de el rescate y comenzó a morir ese “puede-lo-todo” en mí. Con este entierro también se enterraron unos resentimientos fantasmas que existían en mí, mas no los veía. Vivía la vida bien, feliz, mas mi Dios Todopoderoso que conoce el corazón de cada mujer y de la mujer a quien El formó, como EL la formó y en el orden que El la formó, sabía que a mí me faltaba algo.

Lo innato en mi no es el deseo de ser una mujer que levanta su pie hasta donde le alcanza por que tiene "pantalones". Mi interior llamaba a gritos esa actitud innata de ser mujer "sin pantalones" y mi actitud se rebelaba contra el hombre porque me trataba como mujer "con pantalones". Quería el trato delicado, no sabía que pasaba en mi interior, y es que la mujer delicada y tierna había sido ahogada y no se veía.

Esta historia no tardó en recordarme a Eva en el huerto y la oferta de "más". La historia se había repetido una vez más y yo era la protagonista principal. Ahora me pongo pantalones, más en mi interior hay un traje.

Cuando lo que Dios te pide no tiene sentido, hazlo confiadamente. Amén.

Felipe - constructor de puentes

TRANSCRIPT

Yo le pedí a Bob Baker que estuviera con nosotros esta mañana y nos trajera la palabra del Señor ya que él es miembro del ministerio en inglés y hay un micrófono ´más que no sé donde estará, quizás lo tengo aquí en frente mismo. Yo voy a estar traduciendo para Bob. De nuevo, ellos han sido pastores, Bob y Susy, su esposa, han sido pastores en Cape Cod en una iglesia que se llama South Chattam Community Church, varios años. Ellos están en transición ahora, Dios los ha traído en nuestro medio para que compartan y ha sido una bendición conocerlos, gente de carácter.

Bienvenido, un placer tenerte con nosotros. Es un honor, este micrófono todavía está caliente. La primera canción que yo aprendí cuando estuve en Chicago fue Fuego, Fuego, la iglesia quiere fuego. Y cantamos esa canción como 50 veces cada vez que la cantábamos. Y este blanquito de Massachusetts salió de esa iglesia cantando Fuego, Fuego.

El pastor Roberto ha estado predicando una serie de mensaje sobre la primera iglesia, la iglesia primitiva, y mi esposa Susy y yo sentimos aquí este mismo tipo de gozo y de expectativa en el momento que entramos por la puerta de la Congregación de León de Judá, ese mismo gozo, y recuerdo la bienvenida tan cálida que recibimos de parte del pastor Roberto. Pero también recuerdo la bienvenida cálida que me dio una hujier llamada Ascany, cuando llegamos.

Nosotros asistimos al segundo servicio que como saben es en español exclusivamente, y Ascany se aseguró de que tuviéramos aparatos de traducción. Nunca olvidaremos ese primer servicio, era el Día de la Madre, y la esposa del pastor Roberto, Mercedes, dio un sermón poderoso e inspirador. Ella comenzó con una serie de transparencias que captaron la atención de todo el mundo. Y luego ella captó la escencia de lo que es ser un padre, una madre cristianos.

Yo sinceramente creo que el Espíritu Santo nos dirigió a esta Congregación y por eso llegamos. Digan amén, aunque sea. Llegamos porque el espíritu nos trajo pero nos quedamos porque nos sentimos tan amados y apoyados por ustedes. Nos quedamos porque había una pasión tan fuerte en ustedes para seguir a Jesús. Sabemos que hay diferencias culturales y lingüísticas entre nosotros, pero hay una intencionalidad del espíritu de parte del pastor Roberto y los demás líderes de la iglesia y de parte de ustedes, cada uno de ustedes, para crear puentes que vayan más allá de las barreras que dividen las diferentes culturas y nacionalidades.

Y en esta mañana vamos a ver en la Biblia un hombre llamado Felipe cuyo llamado era para precisamente derribar barreras en el nombre de Jesús. No todo el mundo puede ser un gran teólogo como el Apóstol Pablo. Y no todo el mundo puede ser un líder tan carismático como lo era el Apóstol Pedro. Pero todos nosotros podemos ser constructores de puentes como lo fue el evangelista Felipe.

Vamos a ver tres aspectos esta mañana de la vida de Felipe. Felipe, el hombre de paz, Felipe el siervo líder o el líder siervo; y en tercer lugar, Felipe el evangelista, el hombre de paz, el evangelista y el siervo líder de Dios.

La primera vez que encontramos a Felipe lo encontramos en Hechos, Capítulo 6. La iglesia estaba creciendo en una manera extraordinaria. Y uno pensaría, bueno, ese es el tipo de problema que toda iglesia querría tener, y de hecho es así.

Pero mucha gente se pone un poco nerviosa cuando llega demasiada gente al servicio, sobre todo si se ven un poquito diferentes o actúan de una forma un poco extraña, o piensan en una forma diferente a como nosotros pensamos. Y ese precisamente era el problema que tenía la iglesia de Jerusalén. Hechos, Capítulo 6, comencemos allí con el versículo 1:

“…. En aquellos días creciendo el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cotidiano….”

Y quiero ahora poner esto en un contexto histórico. Lo que estaba pasando aquí es como sabemos, el pueblo judío había sido a través de toda su historia, esparcido debido a la persecución. Había comunidades judías en todas partes del mundo en ese tiempo y todavía lo hay actualmente. Quizás ustedes recuerden la historia de Daniel en el foso de los leones. Daniel era …. A Israel y se habían llevado sus propios prisioneros. Hay un término que se usa para este fenómeno histórico que se llama la Diáspora, y muchos de los judíos de la Diáspora, de ese esparcimiento, anhelaban regresar a su tierra nativa, Israel, especialmente deseaban regresar a Israel en su edad anciana y poder ser enterrados en su amada Jerusalén.

Y esos judíos de la Diáspora, de la expulsión, hablaban griego, pero los judíos que se habían quedado en Israel, en Jerusalén, hablaban arameo o hebreo. Y como es la naturaleza humana qué pasa, a uno le gusta asociarse con la gente que es igual a uno, y que habla como uno. Y esta gente, como vemos aquí, no tenían ninguna diferencia con nosotros en nuestras costumbres también. Los que hablaban griego, los judíos que hablaban griego, se juntaban con los que eran también de esa misma procedencia, hablaban también griego. Y los judíos que hablaban hebreo les gustaba asociarse con la gente de Jerusalén que hablaban y tenían la cultura más pura hebrea también. Y algunos comentadores de la Biblia piensan que ese tipo de problema lingüístico era solamente un aspecto muy mínimo de lo que era un problema mucho más amplio culturalmente hablando. Probablemente había otros prejuicios y problemas, intenciones que iban más allá de simplemente el idioma, la diferente idiomática.

Y cuando nosotros muchas veces exploramos la iglesia primitiva en el libro de los Hechos decimos, guau, ahí está una iglesia definitivamente perfecta. Hechos 4:32, por ejemplo nos dice que:

“… todos los creyentes eran de un mismo sentir, una misma mente, lo compartían todo, todo lo que tenían…”

Y eso me suena a mí como una iglesia perfecta. Pero solo dos Capítulos después aquí en el Capítulo 6, vemos que esa unidad de mente y corazón estaba siendo amenazada y estremecida. Una de las traducciones de la Biblia dice que había como temblores de descontento, había tensiones en el aire. Poco tiempo después que Susy yo nos casamos teníamos una secadora de ropa que precisamente temblaba cuando funcionaba y poco tiempo después se nos rompió la bendita secadora y tuvimos que ir al laundry para lavar la ropa.

Vemos aquí en el Capítulo 4 todo el mundo compartiendo con la gente que tenía necesidad, pero en el Capítulo 6 vemos que había muchas viudas necesitadas que no estaban recibiendo comida. Quizás usted pensó cuando llegó aquí primeramente a León de Judá que esta era la iglesia perfecta. Lo único que les puedo decir de mi propia experiencia es que quizás León de Judá era perfecta hasta que yo llegué. Pero en el momento mismo en que yo llegué ya dejó de ser la iglesia perfecta.

Recuerdo una señora que dice que oró, querido Señor, hasta aquí ha sido un día perfecto, no he pecado todavía, no le he gritado a los muchachos, mi mente no ha sido inundada con preocupaciones y tribulaciones, ni siquiera me he molestado con mi esposo todavía, pero ahora Señor, necesito levantarme de la cama y voy a necesitar tu ayuda. Cuántos pueden identificarse con esa señora?

La perfección solamente se da en el cielo, cuántos pueden decir amén a eso? Mientras tanto somos como el santuario nuevo que está siendo construido allá afuera en el estacionamiento. Esas grúas están sacando porquería que ha estado allí durante muchos años debajo de la tierra. Todos esos escombros tienen que sacarse antes de que ese hermoso edificio pueda ser edificado. Somos cristianos bajo construcción. Amén. Hay cantidad de basura en nuestra vida, las heridas del pasado, las distorsiones, los pecados, las tendencias pecaminosas que están ahí dentro de nosotros tienen que ser arrancados de raíz para que entonces el nuevo edificio que Cristo quiere construir sea edificado. Amén. Y ese proceso de construcción se llama con la palabra santificación y es un proceso que dura toda la vida.

De vez en cuando mi persona no santificada se manifiesta a través de mi vida, y si esto pasa como puede pasar a veces, en el camino a la iglesia los domingos, si alguien se me interpone en la carretera, entonces llego a la iglesia con mi ser no santificado. Alabado sea Dios que todavía no ha terminado de trabajar en mi vida.

Y este proceso de construcción, de santificación, como vemos, estaba dándose aquí en este pasaje, en la iglesia primitiva, y la pregunta iba a ser, cómo van ellos a responder a esas necesidades de estas viudas de habla griega? Se unirían en el nombre de Jesús? O la situación explotaría en sus caras y dividiría a la iglesia?

Los 12 Apóstoles, gracias a Dios, no trataron de simplemente meter la basura debajo de la alfombra y pretender que no estaba existiendo el problema. Ellos presentaron la situación ante la Congregación y le ordenaron a la Congregación que escogieran a 7 hombres para que ellos administraran el programa de suministro de alimentos que tenía la iglesia. 7 hombres llenos de sabiduría y del Espíritu Santo.

Necesitamos hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo que puedan usar sus habilidades para hacer el trabajo de Dios. No necesitamos gente que solamente esté llena de sabiduría del mundo, del intelecto. El colapso de las instituciones financieras que vimos en Wall Street en las finanzas aquí en Estados Unidos, se debió precisamente a gente que tenía conocimiento intelectual mundanal, pero no tenían conocimiento espiritual.

Y Felipe fue uno de esos hombres llenos del Espíritu Santo escogido para esta tarea. Felipe fue usado para traer paz, él fue un pacificador en medio de esta situación potencialmente explosiva. Y debido a que los líderes manejaron la situación en una forma piadosa y santa y adecuada, la iglesia pudo continuar creciendo en formas extraordinarias.

Y yo me imagino que había gente fuera de la iglesia que estaban observando este proceso para ver qué iba a pasar. Seguramente pensaron, guau, algo extraordinario debe estar pasando dentro de esa comunidad. Toda esta gente de diferentes culturas, que normalmente no se hablan unos a los otros, dirían ellos, están uniéndose juntos adorando a Dios. Y probablemente dijeron, guau, seguramente esta gente tiene algo que yo necesito en mi propia vida también.

Cuando nos unimos en el nombre de Jesús, cuando derribamos barreras en el nombre de Jesús, cuando perdonamos y nos amamos unos a otros en el nombre de Jesús le estamos dando al mundo exterior un atisbo, una visión inicial del cielo como será.

El libro de Apocalipsis nos da una visión de un grupo inmenso de personas de diferentes tribus, lenguajes, culturas, adorando juntos a Dios. Tienen vestiduras blancas y están ondeando palmas en sus manos y están declarando sus alabanzas y dicen, la salvación pertenece a nuestro Dios, él está sentado en el trono y salvación y alabanza al cordero. Si usted habla español esta mañana yo quiero que diga esto en español, a la misma vez que los que hablan inglés lo dicen en inglés, los que hablan español, lo dirán en español, y los que hablan inglés en inglés. Lo voy a repetir otra vez, “la salvación pertenece a nuestro Señor que está sentado en el trono y al cordero”.

Denle un aplauso al Señor. Amén. Gloria a Dios. Ven ustedes cuando oramos al Señor en español y en inglés nos prepara para el cielo.

Felipe era un pacificador, un hombre de paz. Y nosotros nos convertimos en pacificadores cuando nos unimos con otros que hablan otros idiomas, tienen otras culturas, gente que viene de un trasfondo cultural diferente al nuestro. Y hay otras maneras también de edificar la paz en nuestras iglesias. Edificamos la paz cuando nos rehusamos a escuchar chismes, digan amén. Traemos paz cuando hablamos la verdad en amor. Traemos paz cuando somos rápidos en perdonar y lentos en airarnos. Amén.

La Biblia dice, hagan todo tipo de esfuerzos para mantener la unidad del espíritu a través del vínculo de la paz. Felipe era un hombre pacificador. Y en segundo lugar veremos que Felipe era también un líder siervo. Fue uno de los primeros diáconos de la iglesia. Ahí está en el versículo 2 del Capítulo 6. Dice aquí que:

“-… Los 12 Apóstoles unieron a todos y dijeron lo siguiente: no es correcto que nosotros dejemos el ministrarle directamente al Señor para atender a las mesas para resolver este problema.

La palabra que se traduce diácono en el griego original, literalmente quiere decir alguien que atiende a las mesas, un mesero, en un sentido como decía Lizette aquí. Levante su mano si usted ha sido mesero alguna vez en un restaurante. Yo financié mis estudios de seminario trabajando como mesero en un restaurant. Yo usaba un chalequito negro muy lindo y un lacito rojo en el cuello. Que mejor manera de prepararme para ser un líder que sirve en la iglesia.

Recordemos que el Señor Jesucristo nos enseñó acerca del servicio cuando lavó los pies de sus discípulos. Recordamos que hoy marca el quinto aniversario del huracán Katrina que devastó Luisiana. Yo recuerdo como unos líderes siervos fueron llamados para ir a Biloxi, Mississippi, para ayudar a restaurar esos escombros. Yo fui con algunos de esos en ese viaje y les digo, que nunca había visto tranta destrucción en toda mi vida. Algunas de las casas simplemente desaparecieron completamente en el Golfo de México y otras fueron reducidas absolutamente a simplemente montones de escombros. Pero una iglesia en el centro mismo de la ciudad de Biloxi permaneció intacta y era una iglesia bautista. Amén. Y nos quedamos allí en esa iglesia bautista y recuerdo que dormíamos en colchones tirados en el piso de esa iglesia. Y esa iglesia se convirtió en uno de los puntos principales para la distribución de comida en toda el área afectada por el huracán Katrina. Pero el pastor me dijo lo siguiente el mismo día después que el huracán golpeó esa área, de hecho la única comida que tenían en grandes cantidades era arroz con frijoles y habichuelas, así que ellos simplemente cocinaron una gran cantidad de arroz con frijoles y se lo servían a toda la gente que estaba en el camino necesitados.

Pero de pronto un gran milagro sucedió: comenzaron a llegar a la iglesia grandes cantidades de agua y comida que la gente traía e inmensos camiones comenzaron a traer comidas y todo tipo de comestibles a la iglesia de todas partes del país. Iglesias y universidades cristianas enviaron miles de voluntarios para limpiar y para establecer el orden en esa área tan devastada por el huracán. Un grupo, por ejemplo, llegó y estableció una gran cocina y mucha gente a través de toda la costa del golfo me dijeron no fue el gobierno quien nos ayudó, decían ellos, fueron las iglesias cristianas, iglesia que establecieron un ejército y otras agencias cristianas como Bolsa del Samaritano y otras agencias de ayuda social cristianas.

Dos hermanos llegaron desde la Florida, uno de ellos era un tipo grandísimo como el actor de la película de cine que se llama la Roca, es inmenso el tipo este, y el otro parecía Don Johnson de Miami Vice. Ellos llegaron desde de la Florida trayendo consigo, arrastrando una especie de máquina para hacer barbacoa, pollo a la barbacoa, así que los llamamos los hermanos pollos, y yo lo decía con mucho respeto porque el tipo que yo digo que era grande podría fácilmente cargarme y tirarme si quería. Y los hermanos pollo ahumaban a veces hasta 500 pollos a la vez. Y entonces se iban con todos estos pollos a la barbacoa por diferentes vecindarios y los distribuían a la gente necesitada. Pero saben alto? Su meta era más que simplemente darles pollo a la gente. Su meta verdadera era darle a la gente comida espiritual, oraban por la gente. Un día me fui con ellos y parecería verdaderamente que esto era un avivamiento, una campaña evangelística. El espíritu de Dios era tan poderoso en ese momento. Milagros suceden cuando servimos a los demás en el nombre de Jesús.

Si usted sirve como diácono en esta iglesia yo le doy gracias a Dios y todos los que sirven por su servicio porque como pastor yo sé lo duro que ustedes trabajan detrás de bastidores, tras el escenario, ustedes ponen la mesa de comunión, visitan a los pobres, visitan a la gente en los hospitales que están enfermos. Quizás algunos de ustedes no tengan el título de diacono pero quizás usted estará sirviendo comida allá abajo en la cocina esta tarde, quizás usted es un maestro de escuela dominical, quizás usted sirva por ejemplo como hujier, o hace trabajo administrativo para la iglesia. Quizás sirve en el ministerio de adoración, o quizás usted es el que recoge las sillas y las ordena después del servicio, que limpia el lugar. Adoramos al Señor por ustedes, alabado sea Dios por todos ustedes que sirven en nuestra iglesia.

Sean fieles en su servicio y los milagros continuarán. Su sonrisa como hujier le dará la bienvenida a un visitante, y quizás esa sea la primera sonrisa que ellos hayan visto en mucho tiempo. Maestro, tu compromiso será recordado por tus alumnos muchos años después que tomen tu clase. Tu diligencia como administrador, tu entusiasmo va a mantener la iglesia corriendo durante mucho tiempo, tus cánticos, el ministerio de alabanza audiovisual estarán en nuestros corazones durante toda la semana. Su consideración, gente que limpia la iglesia, será apreciada por las personas que se benefician.

El Señor Jesús dijo cuando servimos a los demás en verdad estamos sirviendo a él. Felipe entonces vemos aquí, el pacificador, el hombre de paz, esa es la tercera persona de Felipe. Vemos Felipe, el siervo líder, y ahora tenemos a Felipe, el evangelista. Luis Palao y Billy Graham son famosos evangelistas, pero cualquiera que comparte las buenas nuevas de Jesús es un o una evangelista.

Ahora, recordaremos que Felipe fue expulsado de Jerusalén por la persecución que se desató contra la iglesia. Quizás Felipe habrá pensado que ya su tiempo de servir a Dios había terminado cuando salió perseguido. Pero Dios puede usar tiempos de tribulación en nuestra vida para llevar a cabo cosas importantes en la vida de su iglesia, y eso es exactamente lo que pasó con Felipe. Capítulo 8, versículo 5 de Hecho proclama:

“… Felipe llegó a una ciudad en Samaria y allí proclamó la buena nueva del Evangelio…”

Ahora, recordemos que los samaritanos eran considerados como las ovejas perdidas de Israel, descarriadas de Israel. Eran extranjeros enajenados de la cultura judía porque se habían casado con personas de otras nacionalidades. Algunos los consideraban traidores simplemente y gente mezclada. Y algunos trataban de evitar Samaria e iban alrededor del pueblo de Samaria para continuar en su camino simplemente porque no querían mezclarse con gente que ellos consideraban impura.

Y qué de Jesús? Cómo actuó Jesús? Se nos dice que Jesús caminó y entró directamente a Samaria. Quizás ustedes recuerden cómo él se paró en el pozo de Samaria y le pidió algo de tomar a la mujer samaritana. Esa conversación que Jesús tuvo con la mujer samaritana, es la conversación más larga que registra la Biblia que el Señor tuviera con ningún otro personaje en la Escritura. Ahora, aquí vemos que entra Felipe a Samaria.

Recordemos que Felipe también en un sentido era un extranjero. Así que en realidad no había una mejor persona para hablarle a los samaritanos de Jesús que Felipe, otro extranjero, otro de los de afuera. Capítulo 8, versículos 5 y 6, dice:

“… Felipe volvió y fue a Samaria y predicó a Jesucristo y cuando la multitud oyeron a Felipe, su mensaje, y vieron los milagros, las señales milagrosas que él hacía en el nombre de Jesús le pusieron mucha atención a lo que decía Felipe, y se dice que con gritos espíritus inmundos salían de la gente cuando él predicaba, y paralíticos y gente con diferentes tipos de impedimentos fueron milagrosamente sanados también…”

Así que hubo gran gozo en toda la ciudad de Samaria. Gozo porque Jesús estaba vivo, había resucitado. Y ese fue el mensaje que Felipe le trajo a esa gente de Samaria. La salvación ha llegado al mundo a través de Jesús, el que fue crucificado en la cruz y enterrado en la tumba, ha resucitado y está dando vida hoy a los… Y todas las profesías acerca del Mesías fueron cumplidas a través de Jesús y ahora esas promesas que el Señor había hecho acerca del Espíritu Santo se estaban dando en ese momento. El Espíritu Santo vino con poder en ese momento. Hubo señales y prodigios. Los demonios eran sacados y los enfermos eran sanados, vidas quebrantadas eran sanadas y el gozo fue la reacción predominante de esa ciudad. Hubo gran gozo en esa ciudad.

Y a veces yo pienso en la Ciudad de Boston cuando pienso en esto de gozo en la ciudad. Nosotros nos gozamos cuando los Red Socks ganan el campeonato. Y yo creo que eso va a pasar de hecho, ellos van a ganar este año también. Nosotros nos animamos cuando vienen las elecciones y la política está al rojo vivo, pero la cosa más extraordinaria es cuando alguien da su corazón a Cristo Jesús.

El Señor dice que cuando un pecador se arrepiente en el cielo hay fiesta. Los ángeles se gozan y celebran, hay canto y danza por una sola alma que se convierte y es salvada en el cielo. Uno de mis domingos favoritos fue cuando el pastor Roberto y otros comenzaron a danzar y a dar vueltas alrededor de la iglesia. Es como un pequeño gustito de lo que va a ser la cosa en el cielo algún día.

Vidas quebrantadas fueron sanadas, corazones quebrantados y heridos son sanados y la tristeza se convierte en gozo en el nombre de Jesús, hay poder en el nombre de Jesús. Pero en el mismo medio de esa gran campaña evangelistico del Apóstol Felipe mientras la gente era salvada a diestra y a siniestra vemos que Dios llamó a Felipe y lo sacó de la ciudad por un momento. Y el Espíritu Santo le ordenó a Felipe que comenzara a viajar en el camino de Jerusalén a Damasco. Uno se pregunta, por qué Dios le ordenaría a su evangelista que hiciera tal cosa?

Felipe hubiera podido argumentar con Dios. Señor, mira todo la buena obra que estoy haciendo por ti aquí en Samaria, no puedo detenerme ahora. Las cosas están pasando, se están dando. Pero no, Felipe inmediatamente obedeció a Dios y se dirigió por ese camino desértico.

Ven ustedes, Dios tenía algo en su mente mucho mayor de lo que ni siquiera Felipe pudiera imaginarse. A la misma vez que Felipe estaba caminando por ese sendero, Dios estaba trayendo convicción al corazón de un hombre que venía del lejano país de Etiopía. Este etíope venía desde Jerusalén donde había ido a adorar a Dios y no era un hombre cualquiera, déjeme decirle, era el Tesorero oficial del país de Etiopía. Y ahora vemos que este hombre, este tesorero, este oficial iba de regreso a su país de Etiopía, y él iba en gran carro oficial y estaba leyendo las Escrituras. Estaba leyendo en el libro del profeta Isaías, leyendo profecías acerca del Mesías que había en el libro de Isaías, y el Espíritu Santo se acercó a Felipe y le susurró y le dijo: ve habla con ese hombre.

Y la Biblia dice que Felipe inmediatamente corrió a donde estaba este hombre en su carro, se subió al carro de este hombre y comenzó a hablarle acerca de Jesús, porque todo lo que este hombre estaba leyendo en Isaías era acerca de Jesús, profecías acerca de Jesús, y el corazón de este hombre fue quebrantado y entregó su vida a Jesucristo.

Y ahí se las arreglaron, encontraron agua y hasta tuvieron un servicio de bautismo ahí también para el hombre. Ustedes recordarán cómo el Señor Jesucristo le dio la gran comisión a sus discípulos, y les dijo, ustedes recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en Judea y Samaria y hasta los fines de la tierra.

Ven ustedes, Felipe encarnaba la gran comisión, era la gran comisión encarnada. Sirvió al Señor en Jerusalén, dirigió esas grandes cruzadas en Samaria y finalmente los fines de tierra llevó a este etíope de un país lejano a Jesús. Pero no se para allí la historia.

La Biblia dice que el etíope siguió su camino gozoso, gozándose, y Dios usó a ese hombre para traer el Evangelio a Etiopía, lo cual en la literatura antigua se conocía como precisamente los fines de la tierra, como había dicho Jesús, era conocido geográficamente.

Felipe era la gran comisión en persona. Y usted es la gran comisión con piel y huesos. Ahora, uno se pregunta, el Espíritu Santo trabajará en esta misma forma en los días actuales? Creemos nosotros que el Espíritu Santo todavía une a la gente en el tiempo correcto, el lugar correcto para traerlos a Dios?

Permítanme cerrar mi serón con una historia precisamente del huracán Katrina. Esta historia me la relató un amigo mío, Gary Lane. Gary Lane era el pastor que estaba encargado de dirigir a más de 9000 voluntarios en esta iglesia de la cual yo hablaba que estaban ayudando a la gente en Katrina, y él les enseñó a todos los voluntarios lo siguiente: si hay algo que ellos necesitaran, antes que me lo pidan a mí, pídanselo directamente a Dios. Y una y otra vez se pudo confirmar que Dios proveyó exactamente lo que se necesitaba en esa respuesta a las oraciones de sus hijos.

Ahora, por ejemplo, uno de esos momentos en que sucedió esto. Se acuerdan de todo ese pollo que estaban sirviendo los hermanos pollo de los cuales les hablé anteriormente? Todo ese pollo llegó de una gran compañía suplidora de pollo que estaba en Mississippi. Llegaba en unos trailers, unos vagones de 53 pies de tamaño. El chofer del camión dejaba un tráiler lleno de pollo, un congelador lleno de pollos en la iglesia y entonces se llevaba el vagón ya cuando estaba vacío y lo regresaba otra vez a su lugar de origen. Así que siempre en la iglesia había un tráiler, un congelador lleno de pollos continuamente, y ese proceso se dio durante muchas semanas. Pero un día el chofer dijo que la iglesia podía tener todo el pollo congelado que había, es decir, se podían quedar con todos los pollos congelados pero desgraciadamente él tendría que llevarse los dos trailers, el que traía y el que tenía que llevarse. Tenía que llevarse los dos.

Y el pastor tuvo el gran dilema de decidir si iba a poder aceptar dos vagones, miles y miles de libras de pollos que no sabía qué hacer con todo ese pollo. Y como se iban a llevar los vagones congeladores no había ningún lugar donde ponerlos excepto ahí en el piso, en el asfalto. El pastor Gary unió a varios voluntarios con él y juntos oraron al Señor. Y luego dice, bueno, los vamos a tomar.

Así que todo ese pollo congelado lo sacaron y lo pusieron en el estacionamiento y ese sol calentísimo de Mississippi comenzó a derretir esos pollos congelados. Gary los cubrió con una tarpa, un plástico, le impusieron manos a los pollos y simplemente continuaron haciendo su trabajo. Y en menos de dos horas después que ellos oraron llegó un camión a la iglesia. El chofer de ese camión venía desde Carolina del Sur. Este hombre había sentido el Espíritu Santo decirle que arreglara su camión y que lo trajera a ese lugar para ayudar a la gente ahí en Mississippi, pero no sabía a dónde ir. Simplemente comenzó a manejar y cuando llegó a esa iglesia él simplemente entró con su camión. Y llegó al pastor Gary y le dijo, pueden ustedes usar mi camión? Y Gary no lo podía creer.

Dios había provisto un tráiler de 53 pies congelador y la iglesia lo podía usar todo el tiempo que le diera la gana. Y esos voluntarios tomaron todo ese pollo y lo metieron en el congelador dándole gracias al Señor. El Espíritu Santo todavía a la gente y los une en el momento preciso en el lugar preciso.

No todos nosotros tendremos el gran privilegio de dirigir una gran cruzada como Billy Graham o Luis Palao, pero Dios nos puede usar para esos encuentros divinos cada día cuando nosotros estamos en nuestros propios quehaceres para tener encuentros divinos con otras personas que necesitan, y nuestra obra, nuestra tarea puede ser en nuestro trabajo, en la escuela donde estamos, en la comunidad donde vivimos, el Espíritu Santo nos provee oportunidades para compartir esa esperanza que nosotros tenemos en Jesús. Él nos capacita, como capacitó a Felipe para ser constructores de puentes para dejarle saber a otros acerca de Dios también. Nosotros podemos edificar puentes de amor más allá de las barreras y los abismos culturales y lingüísticos. Exactamente como Felipe, Dios nos da oportunidades para servirnos unos a los otros en amor.

Y mientras la Congregación León de Judá continúe desarrollando y desempeñando su misión y su llamado lo cual es la gran comisión de Jesús, habrá gozo en la ciudad, habrá gozo en la Ciudad de Boston. Bendecido sea el Señor. ¡Aleluya! Denle un gran aplauso al Señor. Amén. Gloria a Dios. Gloria a Dios. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gloria al Señor.

Nuestros músicos por favor vengan rápidamente. Gloria a Dios. Sí, Señor, gracias, gracias.

Vamos a orar y vamos a darle gracias al Señor, selle ese mensaje. Que podamos ser verdaderamente líderes siervos, que podamos ser hombres y mujeres de paz, pacificadores y también que podamos ser gente que evangelice y que comparta las buenas nuevas de Jesucristo en el poder del Espíritu Santo. Amén.

La recompensa del servicio

23 de agosto del 2010 - Por Betsy Behan

"Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del señor, sea siervo o sea libre"
Efesios 6:8

La historia de Isaac y Rebeca es bien conocida y linda. De ella aprendemos sobre la fe, la obediencia, el amor, el servicio, y de éste último hablaremos. Abraham envió a su criado de más confianza a buscar esposa para su hijo Isaac, y le recomendó buscarla en la tierra de sus padres. El criado al llegar a un pozo, oró diciendo: ‘la doncella que sirva agua para mi, y mis camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac" Ver Génesis 24:14. Esa doncella fue Rebeca.

Rebeca le dio agua al criado, y cuando terminó "corrió de prisa " a buscar más agua para darle de beber a los camellos. Un camello puede tomar casi catorce galones de agua, y eran diez camellos, pero Rebeca no miró cuantos eran, sino que busco agua para todos, y no solo eso, sino que le ofreció alimento y lugar para posar. El criado estaba maravillado. Rebeca sirvió con entusiasmo, y amor, sin saber que esos camellos la transportarían hasta donde Isaac el cual sería su amado esposo, ese servicio le dio la bienvenida a una familia de Dios, la familia de Abraham el padre de la fe. "LA RECOMPENSA DEL SERVICIO.

Al igual que los camellos (los cuales no son muy lindos) muchas veces el servicio que debemos desempeñar no es muy lindo o atractivo para realizar, pero detrás hay una bella experiencia, enseñanza, y bendición. Cuando en nuestro camino se presente el desempeñar un servicio, desempeñémoslo con alegría y amor, no perdamos tiempo buscando una balanza para determinar si es muy pesado o una tira de medir para saber si es muy largo; si se presentó en nuestro camino fue porque así Dios lo permitió para bendecirnos. ¿Cuál es tu servicio?

Señor Jesús: Gracias por darnos las fuerzas, y deseo para servir, gracias porque detrás de cada
tarea que pones en nuestras manos hay una enseñanza por la cual crecemos, y Somos bendecidos. ¡Amén!

La bendición de Jehová
es la que enriquece,
y no añade tristeza con ella
Proverbios 10:22

Después del milagro - la persecución

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Capítulo 4, libro de los Hechos, voy a leer solamente los primeros 3, 4 versículos y después seguiremos tratando con lo demás: “… Hablando ellos al pueblo vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo y los saduceos resentidos de que enseñasen al pueblo y anunciasen en Jesús – marque eso en Jesús- la resurrección de entre los muertos…”

What’s wrong with that? Como diría alguien por ahí. Qué tiene de malo eso?

“… Y les echaron mano y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente porque era ya tarde. Pero muchos de los que habían oído la palabra creyeron y el número de los varones era como 5000…”

Vamos a dejarlo allí en el nombre del Señor. Vamos a explorar lo más posible de este Capítulo 4. Queremos avanzar y sacarle el mayor provecho a esta enseñanza. El tema que vemos aquí claramente perfilado es el tema de la persecución en medio del servicio al Señor. Este Capítulo, su mayor parte, nos habla de la persecución que se desata cuando Pedro y Juan hacen la obra del Señor y movilizan el Espíritu Santo a favor de este paralítico que ha estado sentado a la puerta de la Hermosa. Y el Señor tiene un mensaje acerca de eso.

La semana pasada vimos a Pedro lleno del Espíritu Santo, fogoso en el espíritu, aclarándole a esa multitud que se ha reunido para contemplar este milagro de este hombre que tiene 40 años paralítico y que de momento está saltando, alabando, gozándose, declarando las grandezas del Señor. Ellos lo han visto tirado en el piso, todo el tiempo mendigando y ahora ven un hombre fortalecido por el espíritu, tan lleno de asombro.

Pedro, dirige la mirada de la multitud hacia Cristo. Le dice, nosotros no tenemos nada que ver con esto en un sentido, es el Señor, esto se ha hecho en nombre de aquel a quienes ustedes crucificaron. Él es quien ha hecho esa obra, su autoridad y su poder y Dios ha usado esto para mostrarles que él es el Hijo de Dios, él es el ungido de Dios. Quitaron la mirada de sí mismos y la pusieron escuetamente sobre Jesús, como debemos hacer nosotros siempre. Invitar a la gente a mirar.

Cristo dijo que es preciso que el Hijo del hombres sea levantado para que todo aquel que en él cree no se pierda sino que tenga vida eterna. En nosotros no hay poder, todo el poder está en Cristo Jesús. Amén.

Y de momento todo está muy bien, la gente está feliz, Pedro ha hecho un llamamiento y se ha convertido una cantidad inmensa de gente y Pedro dice, guau, de aquí me van a poner como presidente de la nación en cualquier momento. Pero qué pasa? Llega la policía, llegan 3 policías estatales de 300 libras cada uno, 6,5 y lo cogen y lo levantan y lo llevan en el aire a la cárcel. Qué ha pasado? Persecución, la ira del enemigo.

Hermanos, yo digo aquí que después de la bendición y el milagro, después de la cosecha de las almas viene la persecución, y aquí en ese Capítulo 4, se introduce un tema recurrente en el libro de los Hechos: la persecución que acompaña a la predicación del Evangelio, dondequiera que el Evangelio es proclamado con poder, eficacia, dondequiera que la gente se esté convirtiendo, dondequiera que la palabra de Dios está siendo anunciada con claridad, el Espíritu Santo se esté moviendo, se esté avanzando en contra de las fuerzas de las tinieblas, el diablo no va a estar contento y va a arrojar su furia contra la iglesia de Jesucristo.

Usted sabe cuándo el diablo se queda tranquilo y no hace nada en nuestra contra? Cuando nosotros no hacemos nada en su contra. Cuando hay una iglesia entretenida con ritual de la religión, ir a la iglesia los domingos, hacer lo que hace siempre la gente religiosa, no se afecta la cultura, no hay cambio, vidas no se convierten, Dios no hace milagros, el Espíritu Santo no se manifiesta, el enemigo no tiene que hacer nada. Ahora cuando él siente que sus intereses están siendo amenazados por una iglesia que se ha puesto las pilas, por gente que está viviendo el Evangelio al rojo vivo, por gente que ama a Dios por sobre todas las cosas, está santificando, están purificando, están conquistando terreno, entonces el enemigo arroja su ira.

Si usted está viviendo una vida que agrada al Señor, no se descuide, sino que fortalézcase. No es que anda asustado tampoco, mirando para atrás para ver si el diablo le va a dar un batazo. No, pero también sabe, guarde sana cautela. Yo digo que los cristianos deben ser como esos policías que andan por la calle pitando, dándole la vuelta a su macana, no? por si acaso. Están tranquilos pero siempre están mirando a ver de dónde puede salir un tiro o alguien que quiera hacerle daño. Y nosotros podemos vivir la vida cristiana muy bien pero saber que el enemigo siempre va a estar tratando de hacer daño a nuestras vidas.

Yo digo aquí que la ira del enemigo se desata cuando el Evangelio progresa como vemos aquí. Cuando los creyentes están cumpliendo con el mandato de Jesucristo, como Pedro y Juan haciendo las obras, deshaciendo las obras del diablo, este hombre atado 40 años, paralítico y ahora viene Pedro y Juan y lo desatan, es cuando entonces el enemigo quiere hacer estragos. El Evangelio siempre progresa en medio de la oposición y el conflicto. La fuerza del infierno y el mundo no se quedan tranquilas cuando sus intereses están siendo cuestionados y opuestos.

Qué pasa aquí? Estos intereses religiosos, los fariseos, los saduceos, la gente que gobierna en el área religiosa sienten que su imperio está siendo cuestionado. Ellos tienen el dominio. Ellos reparten el bacalao, como decimos nosotros. Ellos son los que gobiernan todas esas cosas, la industria de la religión ellos tienen el control y ahora de momento vienen estos renegados, estos rebeldes, no tienen autoridad, no tienen carné de nada, no han ido a un seminario, no pueden enseñar una identificación oficial de nada y están convirtiendo 5000 personas y tergiversando todo lo que ellos han pasado tanto tiempo para adormecer al pueblo y controlar ellos el sistema religioso.

De momento cuando ven que la gente está siendo liberada, sus ojos están siendo abiertos, claro, el diablo, no quiere eso. El diablo quiere una iglesia adormecida, quiere un sistema religioso que mate más bien la fe, y eso es lo que hace que esta gente se abalance contra ellos. Detrás de eso, hermanos, está el enemigo, el enemigo está como estuvo detrás de Judas, como estuvo detrás de Caifás, tratando de deshacer la obra de Dios.

Por eso en Mateo, Capítulo 11, versículo 12 el Señor dice:

“…Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan…”

Yo he hablado acerca de eso antes. En realidad la traducción original en el griego habla de …… es decir, biacetai quiere decir, no solo sufrir violencia sino también hacer violencia. Puede ser activo o pasivo. La idea que Jesucristo dice es que el reino de los cielos avanza con fuerza, avanza con violencia y también lo atacan con violencia.

Ahora, quién entra en contacto con el reino de los cielos? Quién se apodera de él? Quién se apodera de la bendición de ese reino? Quién arrebata lo que Dios tiene para ellos? ¿Saben qué? Los que son igual, de la misma temperatura que el Reino de Dios. El Reino de Dios está hecho para la guerra, hermanos.

Cuando usted busca dondequiera la palabra del Reino de Dios, ese término, y usted verá que se refiere al avance como de un ejército, es una nación, es un reino, es un gobierno. Qué dice Cristo acerca de este mundo? Dice que está gobernado por Satanás. El Príncipe de este mundo. Una y otra vez dice eso. Por eso el Apóstol Pablo también dice, nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo. Una y otra vez dice eso, que el mundo entero está bajo el dominio de Satanás.

Dios le entregó al hombre el mundo y el hombre a su vez se lo ha dejado arrebatar por el diablo. Y ahora, el enemigo, gobierna este mundo y cuando Cristo viene al mundo, viene para romper esas ataduras, viene para romper esas cadenas. Cristo, dice la Biblia, que vino para deshacer las obras del diablo.

Fíjense que siempre el Reino de Dios, el progreso del Evangelio está siempre siendo descrito en términos de batalla, guerra, atar, desatar, romper, deshacer. Qué dice el Señor Jesucristo? Dice que para que uno pueda saquear la casa de un hombre fuerte, recuerdan eso? Qué tiene que hacer primero? Atarlo. Y entonces puede saquear su casa. A qué se refería Jesucristo? Cuál es la casa? El mundo. El mundo está bajo el dominio de Satanás. Y para nosotros arrebatarle almas, vidas, para avanzar los intereses del Reino de Dios, para cambiar la sociedad, para convertir a la gente, para establecer los principios del Reino de Dios, primero tenemos que atar al diablo, tenemos que ser más fuertes que él. Tiene que darse una pelea, una confrontación y entonces podemos quitarle las armas.

Qué pasó aquí? 5000 almas, 5000 hombres además de sus mujeres, familias y la gente a quien ellos le iban a testificar más adelante, dice aquí 5000 varones, hombres, andronios es la palabra en el griego original. Pero y qué de las esposas y los hijos de esos hombres, los familiares que iban a evangelizar. El diablo ve, están saqueando mi casa y por eso envía las autoridades que él controla. Estos hombres que no aman a Dios sino que se aman a sí mismos y el poder que tienen, y los envían para que aprisionen y acallen la boca a esta gente.

Por eso es que Señor Jesucristo dice que Reino de los cielos avanza con violencia y los violentos, es decir, los que son iguales que ese reino, agresivos, por eso hermanos, es que pedirle al Señor, Señor, danos una mentalidad de guerra. Ese pueblo dócil, pasivo, acostumbrado a las cosas, queriendo el agrado del mundo, la aprobación del mundo, esa gente que le gusta la comodidad, que le gusta esa hora extra de sueño, que aman demasiado el televisor, el microondas, la nevera, y todas las cosas cómodas del mundo, entiende? Y las sedas de los vestidos bonitos, y trajes de 3 piezas, ya eso ni se usa, pero lo que sea, hay otros nuevos, usted entiende lo que estoy diciendo, ¿verdad? Esa gente que ama al mundo no tiene comunión con el Evangelio verdadero.

Si usted quiere servir al Señor, si usted quiere hacer las obras de Cristo, usted tiene que adoptar la mentalidad de Cristo. Es que mi reino no es de este mundo, que usted no vive para usted misma, usted vive para Dios, usted lo ha perdido todo, lo ha entregado todo, usted es un terrorista del Reino de los cielos, usted anda por ahí con 4 granadas y un cinturón lleno de explosivos para irse y llevarse a 50 ó 60 con usted para el Reino de Dios. Usted entiende lo que le estoy diciendo, no estoy predicando terrorismo aquí.

Pero los cristianos tenemos que ser peligrosos. El diablo no le interesa ni le molestan esos cristianos todos aburridos y deseosos simplemente de hacer su pastel aquí en la tierra y gozar del mundo a lo máximo. El diablo a quien le tiene miedo es a esa gente flaca, que no come mucho porque está siempre ayunando y orándole al Señor y con los ojos puestos en el cielo. Esa gente le inspira terror al reino de las tinieblas, la gente que ha muerto al mundo, la gente que vive para Cristo. Y contra esa gente él va a lanzar sus dardos, pero Dios es más poderoso, tome coraje, tome valor.

Este pasaje es acerca de eso, de la predicación del Evangelio como un asunto de guerra. El avance de un reino de luz contra un reino de tinieblas y de muerte. Cristo dice, el diablo solo sabe matar, robar, destruir, pero yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. La Biblia dice que Cristo vino a deshacer las obras del diablo. La Biblia dice que en la cruz Cristo destronó a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente en la cruz del calvario. Todo el Evangelio, si usted mira el Evangelio, usted ve continuamente imágenes de guerra contra las tinieblas y los poderes del diablo. No necesariamente siempre se menciona Satanás, pero él está detrás del imperio de la muerte, y la persecución.

Y en el libro de los Hechos usted va a ver siempre cuando el Evangelio está más poderoso viene el ataque del diablo inmediatamente. Recuerdan cuando Pablo y Silas, lo veremos más adelante, liberan a esa joven que está atada por un demonio de adivinación? La gente se convierte, una gran multitud quiere adorarlo porque creen que son dioses. Pablo predica un mensaje y qué pasa? Ahí mismo vienen los judíos a meterlos a la cárcel. Los meten a la cárcel, los persiguen. Ahora, gloria a Dios que su fe los lleva a adorar al Señor y viene la liberación.

Pero dondequiera usted ve continuamente, cuando Esteban lleno del Espíritu Santo predica ese maravilloso sermón, qué pasa? La gente se llena de ira y el diabla los usa para apedrear a este hombre lleno del Espíritu Santo y qué pasa? Se desata todo el infierno, una gran persecución, los cristianos son usados. Pero qué pasa? Tienen que huir pero dondequiera que van comienzan a predicar el Evangelio y se llenan todas de alrededor del Evangelio.

Porque es que, hermanos, un pueblo de Dios que vive para Cristo, miren, como dice el Apóstol Pablo, ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo futuro ni lo por venir lo alto ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada lo podrá separar del amor de Dios que es Cristo Jesús. Cuando usted lo ha perdido todo por Cristo y usted vive para el Reino de Dios, el diablo le puede arrojar todos los proyectiles que él quiera, y todos usted se los batea de jonrón. La persecución simplemente lo pone a usted más furioso contra el infierno, eso es todo.

Por eso es que tenemos que vivir en el Señor, para bien, para mal, para bueno, es como el matrimonio, en enfermedad o en salud, en pobreza o en riqueza, hasta que la muerte nos separe. Lo bueno es que ni la muerte nos separa de Cristo. Pero usted se casa con Cristo y sea lo que sea ya usted vive para él, usted vive para el Reino de Dios, usted es un muerto en vida en un sentido, sabe? A un muerto no le pueden quitar nada, tampoco le pueden dar nada.

Sabe que usted ni las alabanzas del mundo, ni los prestigios del mundo, ni la gloria, a usted eso lo deja igualito, pero tampoco le molesta. Perdió la casa, gloria a Dios, más se perdió cuando quemaron a Roma. El carro ya se le despedazó, bueno, no te preocupes que como vino ese vendrá otro, el Señor proveerá. Se le muere un ser querido, Dios quitó, como dijo Job.

Hermanos, tenemos que despojarnos de todo, tenemos que vivir la vida para el reino de Dios. La eternidad está por ahí a la vuelta de la esquina. Viva para Cristo. Mi meta es que Dios me saque todo el jugo que pueda antes de yo irme de aquí. Esa es mi meta, hermanos. Y eso debe ser la suya también. Lo demás entrégueselo a Dios. Los diplomas, la profesión, la mujer, lo que sea, los hijos, entrégueselo a Dios, viva para él. Y lo irónico es que más le dará Dios.

Ustedes saben quién es la gente más bendecida y más gloriosa de la tierra? Lo que lo perdieron todo por Cristo ya en su corazón. Dijeron, Señor, ya yo no vivo para mí, como dijo Pablo, ya no vivo yo, más Cristo vive en mí, y lo que vivo ahora, lo vivo para gloria del Señor. Esa es la gente que Dios usa, esa es la gente más feliz de la tierra. Esa es la gente más bendecida porque usted está viviendo para el Reino y el diablo que ruja como quiera, que menee la cola, que le crujan los dientes, mejor, que sufra por malo que es. Usted viva gozoso en el Señor y sirva a Dios, no importa qué, porque el va a tratar, él va a hacer todo lo posible por atemorizarlo, intimidarlo, avergonzarlo, pero usted manténgase firme.

El Apóstol Pablo dice que nos mantengamos firmes y habiendo pasado el día malo todavía estemos firmes. Por qué dice el Apóstol Pablo eso? Revistámonos con toda la armadura de Dios porque estamos en guerra. Y eso es lo que este Capítulo 4 en el comienzo mismo del libro de los Hecho nos enseña y es un tema que va a ver una y otra vez usted en el libro de los Hechos. Cuando el Evangelio se predica con poder, viene la asechanza del enemigo, viene la guerra también, viene la persecución.

Muchas veces va a venir a través de enfermedades, pérdida de trabajo, pérdida de una relación que amamos, situaciones de conflicto en el hogar o en el trabajo, con un hijo, que de momento comienza a causar problemas, un choque en la carretera, cuando yo estaba escuchando a Marcos, metido estaba en la alabanza y entonces alguien le choca por detrás o lo que sea. Hay muchas maneras. El diablo es un desvergonzado, hermanos, él trata de destruir nuestro amor por Dios. Ahí está esa persona recién convertida, buscando de Dios, santificándose, queriendo servir al Señor y viene esa tentación de una manera u otra queriendo apartarla, complicando su vida. Hay manera, el diablo siempre está tratando cuando el Evangelio está haciendo su obra, envía, a veces sus armas pueden ser calientes, a veces pueden ser frías, a veces usa un cañón, a veces usa un puñal, pero él siempre sabe como se las arregla para tratar de tergiversar las cosas. Estamos en guerra, mantenga sus ojos… sed sobrios y velad.

Por qué la Biblia usa tantas imágenes? No es porque estemos paranoicos. Sed sobrios y velad, por qué? Porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar. Eso lo dice la palabra. Tenemos que ser sabios y velar.

Si tu estás sirviendo al Señor, si Dios está haciendo cosas en tu vida, no dejes que el enemigo te quite el gozo. Aún en la iglesia usted va a encontrar, hermanos, el ataque del diablo, un conflicto con una hermanita, una mirada que te dieron que no te gustó, un puesto que no te dieron, que te quitaron, un reconocimiento que no te hicieron, se lo hicieron a otro que hizo menos que tu, un líder que te traicionó o no se portó como debía. Hay muchas maneras, aún en la iglesia.

Miren, quién persigue a Pedro y a Juan? No es Roma, son los judíos, son gente religiosa. El diablo se viste como un ángel de luz, dice la Biblia. Él usa cualquier disfraz, él es un maestro de los disfraces, ni la CIA es tan buena en los disfraces como el diablo, hermanos. Él se puede vestir con la ropa de un profesor de universidad, una modelo un ladrón, un asesino en serie, lo que sea, él usa cualquier disfraz, un fariseo, a él no le importa, él usa cualquier apariencia, un pastor.

Sed sobrio, velad, pídele al Señor sabiduría. Si tu estás viviendo la vida cristiana, mantente alerta porque las circunstancias pueden cambiar, pero detrás está el mismo actor de siempre. Y eso es lo que nos enseña este pasaje. Por eso es que el Evangelio siempre usa estas imágenes de guerra, de combate.

Para predicar el Evangelio con efectividad hay que armarse de esta mentalidad combativa, dispuesta a padecer persecución, a experimentar el desprecio y la oposición del mundo. Hay que saber que estamos en guerra y que el mundo no es nuestro hogar. Hay que estar dispuesto a ser un mártir, lo cual quiere decir, tanto testigo como víctima de persecución.

Sabía usted que la palabra mártir que viene del griego original mártir, así mismo, quiere decir dos cosas: testigo, pero también quiere decir víctima de persecución. Es la misma palabra. Y es muy apropiado porque cuando testificamos de Cristo también vamos a padecer persecución.

Hermanos, yo creo que lo que Dios quiere decirnos a través de este pasaje, todo el Capítulo 4, que Dios me dijo esta mañana mientras yo trataba de extraer la enseñanza para ustedes, es que la mentalidad que adoptemos como cristianos tendrá mucho que ver con nuestro éxito en hacer la voluntad de Dios en la tierra. Nuestra predisposición inicial determinará nuestras acciones en el Reino.

Es decir, Dios quiere que tu te armes desde ahora de una mentalidad guerrera, una mentalidad de despojarte de todo y vivir solamente para Cristo, una mentalidad de Señor, todo lo que tengo es tuyo. El mundo no es mi hogar. Estoy en el mundo pero no soy del mundo. Mi vida te pertenece a ti, para muerte o para vida, yo soy tuyo. Yo voy a predicar tu palabra a tiempo o destiempo. No me importa que me boten del trabajo o lo que sea, pero yo voy a predicar la verdad, yo voy a vivir tu verdad. Entiende?

Ahora, si va a predicar predique en tiempo, no esté cogiendo un sueldo y predicando también. No, trabaje y haga sus 8 horas y cuando usted pueda predique el Evangelio. Pero en todo contexto predique la palabra de Dios y nunca tenga temor de decir lo que usted cree.

Esa mentalidad guerrera, hermanos, lo que yo digo es que tenemos que dejar a un lado la mentalidad religiosa convencional, entiende? La mentalidad de evangélico barato, hermanos, usted es un guerrero, una guerrera del Reino de Dios. Pídale a Dios que nos selle.

Eso es lo que tratamos con estos jovencitos aquí, es lo Dios tiene que hacer esa obra de renovación en sus vidas para cambiarle la mentalidad, sorberles la mentalidad esa de que ama el mundo. El diablo los ha hipnotizado y el diablo ha inventado una cantidad de juguetes y sistemas más poderosos que nunca para matarle la creatividad a esa juventud, para adormecerlos con el sexo, con la promiscuidad, la tecnología, son una tribu armada todos entre ellos, facebook, ha creado una familia más poderosa que la familia de la fe. La familia que esos jóvenes tienen en facebook es más fuerte que su propia familia en la casa. Usted sabe eso?

Sabe que esos jóvenes se están lavando los dientes y mandan un text, me estoy lavando los dientes, y lo escuchan todos sus amigos. Se están comiendo un perro caliente con mostaza, estoy comiendo un perro, la marca Nathan, estoy comiendo un perro caliente ahora mismo, está riquísimo, un hot dog, que bueno. Y todo, están en la clase, la maestra y haciendo texting, enviado a facebook or a twitter o lo que sea. Es increíble. El enemigo los ha ido amarrando y necesitan romper ese hechizo y adquirir una mentalidad del reino. Por eso es que hay enseñarles a pensar como hombres y mujeres de Dios, en nuestras casas, en nuestros hogares, nuestros hijos, hermanos, metámosle, embutámosle una mentalidad del reino para que puedan entrar en lo que Dios quiere para su vida. Y nosotros adoptemos también esa mentalidad guerrera.

Mi deseo, como les he dicho, de predicar acerca del libro de los Hechos es para inducir en nosotros esa mentalidad sobrenatural. Porque ahí es donde está la clave. Ahí es donde uno comienza a crecer y a hacer grandes cosas y a recibir de parte de Dios grandes bendiciones.

La mentalidad del cristiano tiene que ser aguerrida, quiere decir, eso de guerrero, agresiva, consciente de estar en guerra con el mundo, la carne y el diablo. Si se trata de una mentalidad de acomodamiento e integración al mundo y a la cultura, no habrá efectividad y poder espiritual. Conforme a su mente así será su efectividad, conforme a su disposición, así será los provechos que usted le saque al Reino de Dios. Dios obrará a través de un corazón guerrero y un corazón entregado completamente a los intereses del Reino de Dios. Eso es en gran parte el problema con la iglesia moderna en Occidente, en estos países de América, Europa, por eso la iglesia está tan impotente.

La iglesia moderna en muchas partes del mundo ha perdido esa mentalidad de separación, de oposición, de guerra, agresividad, dispuesta a guerrear y a padecer por Cristo. El Señor te está diciendo hoy, hijos de Dios aquí en León de Judá, te está diciendo, si tu me quieres servir, tienes que estar dispuesto a padecer por mí. Si tu quieres ser efectivo en mi reino y si tu quieres que yo te bendiga como yo quiero bendecirte, y tu quieres que yo te cubra de los ataques del diablo, aunque va a atacarte, pero yo te cubriré siempre, estate preparado para estar en guerra con el mundo y adopta una mentalidad guerrera, una mentalidad de separación del mundo. Ama el mundo, sirve al mundo pero no te apegues a él ni pongas tu lealtad en el mundo.

Tu tienes que estar dispuesto a morir por la humanidad pero no dejes la humanidad te controle a ti, no dejes que la humanidad determine tus valores, no dejes que la humanidad te ponga a vivir como ella quiere. No, no, tu eres el líder, tu le dices a la humanidad cómo vivir en el Reino de Dios. Porque Cristo dice, si tu vives una vida cristiana como yo la quiero, el mundo te va a perseguir, no te va a amar.

Qué dice Segunda de Timoteo, Capítulo 3, versículo 12? Búsquelo conmigo, dice:

“…y también todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución…”

Te aseguro una cosa, el mundo nunca te va a amar si tu representas los intereses del Reino de Dios, porque el mundo dice el Señor Jesucristo, no quiere que le señalen sus malas obras. Y si tu vives como Cristo quiere que tu vivas, tu vida va a ser una señal de lo que es el Reino de Dios. Y los que no quieren conformarse a ese reino, se van a oponer a ti. Así que la iglesia tiene que abandonar esa idea de que el mundo nos va a amar, tenemos que ganarnos al mundo. No, usted se gana al mundo predicando el Evangelio y viviendo un Evangelio auténtico. No entregando sus armas para que el mundo lo quiera. El mundo no lo va a amar a usted si usted vive como Cristo vivió. La vida cristiana es una vida de guerra y de oposición al mundo, aunque amamos, de nuevo, yo no estoy diciendo que anden por ahí con una cara de aburrido, de una persona que odia y detesta la vida, siempre serio, siempre aguándole la fiesta a la gente, hablando todo el tiempo solamente de las cosas espirituales. No, Dios quiere que usted sea una persona normal, se ría, que disfrute de la vida pero con una misión clara, como Cristo Jesús.

El Señor Jesucristo iba a una fiesta, iba a una cena pero usted lo ve siempre haciendo el trabajo del Padre, dondequiera que estaba. Y así tenemos que ser nosotros. Gente convencida y clara en lo que tenemos que hacer.

Ahora, mire aquí, quién encabeza la oposición? Dice los saduceos, con el jefe de la guardia del templo, los sacerdotes. Por qué? Porque predicaban la resurrección de los muertos en Cristo Jesús. Ellos negaban, los saduceos era una secta muy liberal, racional, muy entregada a la cultura griega, una cultura muy filosófica, muy racionalista, y por eso negaban la resurrección. Hoy en día, hay toda un ala del cristianismo que niega los milagros, niega los demonios, niega la vida sobrenatural porque se han metido un Evangelio racional y cuando nosotros le predicamos un Evangelio real, un Evangelio de milagros, de prodigios, de santidad, de entrega al Señor, no les gusta.

Entonces, note eso, los que persiguen son esa gente que no quieren que se predique un Evangelio lleno de vida, un Evangelio que libere a la gente de sus ataduras espirituales. Toda la casta directiva de Israel se abalanza contra los discípulos porque sienten que sus intereses están siendo amenazados, y así pasará siempre. Si tu quiere vivir una vida como Dios la manda, a veces hasta tu familia se va a abalanzar contra ti para tratar de apartarte de ese fuego para con el Señor, no se lo permitas.

Vamos un poquito más adelante. Noten la pregunta, más adelante cuando los arrestan, los llevan a la cárcel y los cuestionan, miren la pregunta que le hace los saduceos a Pedro y a Juan:

“… y poniéndoles en medio, versículo 7, les preguntaron, ‘con qué potestad o en qué nombre habéis hecho vosotros esto?’…”

Usted ve algo aquí interesante, esta gente religiosa sabe acerca de lo que es verdaderamente importante en la vida espiritual. Le preguntan qué poder, qué autoridad, con qué nombre ustedes han hecho esto, quién les dio derecho a hacer esto, por qué se sienten ustedes con el derecho de predicar el Evangelio?

Hermanos, porque ellos entienden que las cosas espirituales, las cosas religiosas tienen que manejarse en términos de poder y de autoridad. Hermanos, nosotros tenemos que entender, somos un pueblo que se mueve con combustible espiritual, con poder. El Apóstol Pablo dice, no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree.

Dice en otra parte, el Evangelio no consiste en palabras sino en poder de Dios. Nosotros tenemos entender que necesitamos pegarnos a ese poder. Ahora, de dónde viene ese poder, cómo le contesta Pedro a los saduceos. Dice:

“…el Dios de Abraham, en versículo 13, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su hijo Jesús a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilatos, cuando éste había resuelto ponerle en libertad...”

Versículo 16: “… Y por la fe en su nombre a este que vosotros veis y conocéis le ha confirmado su nombre y la fe que es por él ha dado a éste hombre esta completa sanidad en presencia de todos vosotros….”

Pedro pone la mirada de nuevo sobre Jesús. Dice, okay, ustedes quieren saber en nombre de quién, con qué poder nosotros lo hemos hecho? Lo hemos hecho en el nombre y con el poder de Jesús de Nazaret.

Hermanos, la iglesia tiene que cultivar ese apego a Jesucristo y tiene que cultivar esa entrega total a Jesús. Cristo dice, permaneced en mí y yo en vosotros y llevaréis mucho fruto. La iglesia tiene que cultivar ese nombre, ese apetito de poder. Por eso es que nosotros venimos a la casa de Dios y buscamos en nuestro tiempo de adoración, lo que estamos buscando, como enchufar la batería, o mejor enchufar la computadora o el teléfono espiritual a esa batería que nos va a dar poder, nos va a llenar de la fuerza del espíritu.

La vida te va a absorber energía, la vida te va a quitar efectividad, el roce de los problemas y las luchas. Tu tienes que estar continuamente buscando poder, buscando la unción de Dios, buscando la llenura del Espíritu Santo.

Nosotros tenemos que conjugar la vida cristiana en términos de poder y pedirle al Señor siempre, Padre, enséñame cómo acumular poder para yo poder hacer las obras que tengo que hacer.

Es decir, anoche por ejemplo, ayer tarde, larga la historia pero de todas maneras, llegó como las 5 o las 6 de la tarde y yo lo que sentí deseos, mire, ¿Saben qué? Voy a ver un programita de televisión para ver si me distraigo un poco. Pero algo me dijo en mi espíritu, ¿Sabes qué? En vez de hacer eso, ayuna de eso y dedícame este tiempo a mí, y búscame a mí. Mañana tu tienes que estar predicando la palabra. Yo he aprendido algo, que aunque no hubiera sido nada de malo, yo hubiera visto un programa inofensivo, hubiera estado un tiempecito para distraerme. Uno necesita eso también. Pero yo sentí del Señor, ¿Sabes qué? Mejor voy a ayunar de esa comida de entretenimiento y le voy a dedicar ese tiempo al Señor para que mañana la unción de Dios se manifieste más poderosamente en el servicio. Yo soy la autoridad espiritual de esta iglesia, hay otras autoridades, pero yo soy el pastor principal. Y Dios obra a través de esas cosas de poder y autoridad.

Cuando los líderes de la iglesia están buscando el poder de Dios y conjugan las cosas en términos de poder, Dios puede moverse. Hoy ha sido un día glorioso, dos servicios maravillosos, hermanos, Dios se ha movida. No es que solamente se deba a esto, no? porque ha habido una adoración preciosa, pero todo eso tiene que estar unido. Si los adoradores el sábado en la noche se están preparando, o se levantan temprano en la mañana del domingo para buscar la unción de Dios, el que va a dirigir, los ujieres están ahí en sus casas, Señor, llénanos de tu santo espíritu, la iglesia está orando, Padre, unge a los pastores que van a predicar, unge a los que van a adorar, están en la mañana, en vez de estar ahí arropados y con las sábanas, están orando y haciendo guerra espiritual, hermanos, cuando viene aquí es una explosión del poder de Dios, el poder de Dios se manifiesta. El padre, la madre que están teniendo problemas en el hogar, hay dificultad en el hogar, los hijos están fuera del Evangelio, hermano, guerrea en el espíritu, llénate del poder de Dios, llénate de la autoridad de Dios, ayuna un poco más, lee más la palabra, pídele a alguien que ore contigo, busca el poder, porque tu eres un consumidor de poder, estás en guerra. El diablo te va preguntar, qué poder tu tienes? Me estás pidiendo a tu hijo, qué poder, en qué nombre tu lo estás pidiendo? Y tu tienes que saber exactamente a nombre de quién tu vas a guerrear. Con qué poder tu estás viviendo?

Por eso es que estos hombres no saben lo que están preguntando, pero están inspirados en un sentido casi por el Espíritu Santo. En qué nombre están ustedes haciendo esto, con qué autoridad, con qué poder? Gracias a Dios que Pedro y Juan conocían ese poder, dicen, en el nombre de Jesús de Nazaret.

Los músicos que pasen por acá, por favor. Ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha levantado de entre los muertos y le ha dado autoridad y poder. Usted quiere saber en qué poder? En el poder de él. Ese poder que Pedro le dijo al paralítico, no tengo plata ni oro, pero de lo que tengo te doy, en el nombre de Jesús levántate y anda. Ese poder, hermano, hermana, joven, anciano, esposa, ama de casa, trabajador, padre, cabeza de un hogar, ujier, siervo de Dios, persona que dirigen una célula, trabajador, profesional, maestra, tu quieres arrebatarle almas al diablo? Quieres vivir una vida de poder? Busca poder en Cristo Jesús, llénate, vive una vida.

Hermanos, hay que pagar el precio, hay que pagar el precio. Tu quieres ser efectivo para Dios? Tu quieres cubrir a tu familia con tu autoridad, invierte en el reino. Usa tu tiempo. El tiempo es corto, usa tu tiempo adecuadamente, úsalo para llenarte de poder. Oh, aprende a disfrutar de los manjares del Reino de Dios. Pon a un lado, a veces la comida del mundo y di ¿Sabe qué? Me voy a contentar con este manjar delicado del Reino de Dios.

¿Saben qué? En vez de esa película apetitosa e interesante, ¿Saben qué? Voy a decir, tiempo de ofrecerle esto al Señor, Padre, estas dos horas las voy a emplear leyendo un buen libro, escuchando un mensaje o simplemente estar en silencio, darte la gloria a ti. Uf, tengo sueño, queiro dormir. ¿Sabe qué, Padre? En la iglesia hay un servicio, estas dos horas te las voy a dedicar a ti, voy a ir allí para llenarme de poder. Voy a adorarte.

Usted entiende? Hay que vivir al rojo vivo. Para ser un instrumento de Dios hay que pagar un precio, hay que acumular poder. Si usted quiere ser usado, porque usted está en guerra, usted es un guerrero, usted está bajo opresión, el enemigo tiene su nombre y tiene su número y él quiere hacer estragos en su vida, así usted tiene que vivir como un soldado. La espada no puede estar muy lejos de su mano, nunca. La palabra de Dios no puede estar muy lejos de su mente. Usted tiene que estar continuamente renovando las fuerzas porque eso es lo que usted es, su identidad es guerrero. Su identidad es miembro del Reino de Dios que avanza, con fuerza y con vigor y rompe y va a recibir ataques del diablo, y yo soy, parte de ese reino poderoso.

Me explico? Pueblo de Dios, Dios te llama en esta tarde, asume una mentalidad correcta. Quítate la mentalidad de civil y asume la mentalidad de guerrero del reino. Ese cristiano que se rompe por cualquier cosita que le hacen 20 mil pedazos, como es que dicen por ahí? Como un vidrio de Belén. Lo miran y de una vez de deprime, se pone molesto, se ofende, se va de la iglesia, le pone mala cara a los pastores, deja de servir al Señor. Quítate ese vestido, ponte el vestido de una guerrera, un guerrero fuerte, un guerrero que las cosas le resbalan.

Esa persona que tiene un dolorcito de cabeza y por eso no va a ir a la iglesia. Vente a la iglesia con dolor de cabeza y todo, Dios te bendecirá, se te irá el dolor de cabeza cuando estés en la casa del Señor. Esa persona que está triste y deprimida y no siente deseos de alabar al Señor, dile a tus emociones, contrólense y sujétense al espíritu, yo voy a adorar al Señor, te guste o no te guste. Ese esposo, esa esposa que está teniendo problemas en el hogar y dice, por eso no voy a servir al Señor, porque ya se ofendió con Dios porque no le dio la respuesta inmediatamente. Mira, hay que pelear, hay que guerrear, hay que batallar, hay que doblar rodillas, hay que ayunar para conseguir las batallas de la vida y ganar victoria. Lo que tu necesitas te va a costar. Dios no te lo va a dar inmediatamente. Muchas veces quiere que desarrolles mollero espirituales, así que ora más, ayuna más, persiste hasta que Dios te de la victoria, lo que tu estás pidiéndole, pero mantente porque tu eres un guerrero.

La persona que se siente aburrida porque ya es lo mismo, todos los domingos, es lo mismo, ya yo llevo haciendo eso 10 años, me voy a tomar unas vacaciones. No, sigue. Tu eres un soldado, el soldado se disciplina, el soldado marcha aunque no sienta deseos de marchar. El soldado es un soldado 24 horas al día, se sienta contento o no, tu sirves al Señor, tengas ganas o no, tu sirves al Señor, esté aburrido o no tu sirves al Señor. Tengas o no tengas tu le das al Señor. Somos guerreros. Esa es la mentalidad que tu tienes que adoptar. Mentalidad de poder, mentalidad de disciplina, mentalidad de entrega porque estás en guerra. Hay un enemigo que quiere cortarte la cabeza y Dios te ha llamado a ser victorioso. Dios te ha llamado a batearle al diablo de jonrón todo lo que él te tira. Y necesitas el poder de Dios, en qué nombre, en qué autoridad tu estás sirviendo? Estás sirviendo en la autoridad de León de Judá, olvídese. Que si está sirviendo en eso, ahí no hay poder. Roberto Mirando, menos todavía, imagínese. Cristo Jesús, Cristo Jesús, Cristo resucitado, el Espíritu Santo, el poder de Dios. Eso, ahí está el poder. Estamos en guerra, por eso necesitamos poder y la mentalidad del soldado.

Ponte de pie un momento y recibe la unción de Dios, recibe el llamado de Dios en tu vida. Iglesia de Dios, ponte las pilas, iglesia de Dios, ponte el casco del guerrero, iglesia de Dios, ponte las botas del guerrero, ponte toda la armadura de Dios porque es tiempo de batalla, tiempo de arrebatarle al diablo las almas, es tiempo de avanzar el Reino de Dios, es tiempo de lograr cosas para Dios, es tiempo de unificar a tu familia, es tiempo de que tu hogar sea un templo donde more el Espíritu Santo con toda comodidad. Es tiempo de que tu trabajo sea la viña en la cual tu trabajes y traigas vida a Cristo, es tiempo de que la iglesia sea el lugar donde los guerreros se adiestran para la batalla y reciben la palabra que los hace diestros para servir al Señor y hacer grandes proezas para el Reino de Dios. Es tiempo que la iglesia cambie su mentalidad porque son tiempos de guerra, y tiempos de cosecha, y hay que acumular el poder, hay que acumular autoridad, hay que saber que nos movemos en el nombre de Jesús.

Y cuando nos digan en qué nombre tu sirves? Yo sirve en el nombre de Jesús de Nazaret, el Cristo resucitado. ¡Aleluya! Ese Cristo que yo conozco, hemos visto su resurrección. Lo hemos visto, oímos su palabra, yo lo conozco, él ha hecho cosas en mi vida, y ha hecho proezas a través de mí. En qué nombre yo sirvo? En el nombre de Jesús. Bajo qué autoridad? Bajo la autoridad de Cristo.

Iglesia llénate del llamado de Dios. No dejes que se escape lo que tu has recibido hoy. Cuando tu salgas de aquí atesora lo que te han dado, por favor, la mentalidad del guerrero, métela ahí adentro en tu mente, séllala. No permitas que nadie te quite eso. Cultívala cada día, más, más, porque Dios quiere hacer cosas grandes. Son tiempos de cosecha, son tiempos de hazañas, son tiempos de celebración, son tiempos de hacer cosas que serán leyendas en el futuro. Prepárate, pueblo de Dios, paga el precio, paga el precio. Hay mucho que morir, mucho que morir, mucho que matar, mucho que dar, mucho que entregarle al Señor. Hay que morir mucho, hay que ser como el grano de trigo que si no cae a tierra y muere, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto. Te está llamando a morir para vivir. Está llamando a dar para que pueda dar más, a perder para tener y recibir.

Llénate del poder de Dios. Vacíate de todo lo que no sea de Dios para que Dios pueda echar su aceite en ti. Él no va a llenar una vasija llena, va a llenar una vasija vacía con su unción y su poder. Así que, pueblo, recibe el llamado de Dios en tu vida. Padre, levanta tu manos ahora, levanta tus manos y recibe esta palabra es palabra de Dios, es palabra que ha salido del corazón de Dios para ti, pueblo. Y la palabra de Dios es vida, la palabra de Dios es poder, es unción.

Yo no estoy comunicando información, estoy comunicando energía, estoy comunicando autoridad, estoy comunicando el Reino de Dios a través de las palabras. Es palabra profética apostólica la que yo te doy, pueblo. Recibe en el nombre de Jesús un corazón guerrero, recibe una mente guerrera, recibe una mentalidad sobrenatural, pueblo de Dios, abre tu corazón, abre tu mente.

Padre, abre las puertas grande en la mente de tus hijos ahora mismo para que entre el Reino de Dios en sus corazones. En el nombre de Jesús, créate una iglesia a tu medida, Padre, créate una iglesia que te honre, Señor. Créate una iglesia que traiga agrado a ti, Padre, a tu corazón. Comienza conmigo, Señor, quítanos todo lo barato, lo vil, lo terrestre, Señor, y pon el traje de un sacerdote guerrero, Padre, de príncipes y princesas que caminen con toda la autoridad de tu reino, en el nombre de Jesús, Señor, créate una iglesia nueva y alcanza los que estuvieron esta mañana, los que no vinieron también y llénalos con el mismo poder, Padre, la misma autoridad, en el nombre de Jesús.

Nos ponemos la armadura de Dios, el soldado, el uniforme del soldado, nos lo ponemos en el nombre de Jesús, la guerrera, la princesa con la espada en la mano, en nombre de Cristo. Declaro un corazón aguerrido, declaro una mente de guerrero, una mente agresiva, una mente conquistadora, en el nombre, cámbianos Padre, cambia esta iglesia, Señor, cambia a tu pueblo, Padre, cambia nuestras prioridades, Señor. Oh, perdónanos, Padre, porque amamos demasiado este mundo. Cámbianos, Señor, y danos una mente nueva, una mente renovada, Padre.

Morimos, morimos, morimos, morimos, nos despojamos de todo lo que no sea tuyo, Padre, todo lo que compita con la lealtad exclusiva a Cristo Jesús, a su reino y sus intereses, la eternidad. Vivo para la eternidad, soy de la eternidad, me muevo en la eternidad. Peleo y guerreo para la eternidad. Cristo es mi general, Cristo es mi cabeza, y lo que vivo lo vivo en el nombre de Jesús, en la obra, en la vida de Jesús.

Oh, Señor no nos dejes caer de la altura de este mensaje, sino llévanos cada vez más y `más, más alto, más consagrado, más entregados, Señor, más santificados. Gracias, Señor, te lo entregamos todo, te lo entregamos todo, Señor, te lo entregamos todo, todo, todo, Padre. Poséelo todo, llena nuestros hogares, llena nuestras finanzas, llena cada miembro de nuestro cuerpo, Señor, apodérate Señor de todo y haznos instrumentos en tus manos para gloria de tu nombre, Señor, queremos ser mártires, queremos ser mártires, queremos ser testigos y queremos ser también, si tenemos que morir por Cristo, amén, lo haremos, Señor, pero sabemos que tu nos darás la victoria en todo. Avergonzaremos al diablo y lo derrotaremos una y otra vez, porque nos movemos en el poder y la autoridad del nombre de Jesús.

Despertar

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Hermanos, vayan conmigo al libro de Hageo, Capítulo 1. Está en el Antiguo Testamento llegando casi al final, después de Sofonías y antes de Zacarías. Está ahí entre medio de esos dos, entre Sofonías y Zacarías. Hageo, Capítulo 1. Voy a leer algunos versos de aquí, este es bien interesante porque este pasaje me llegó hoy después de una conversación que tuve con una persona, después que hablé con esta persona, yo sentí en corazón irme a orar un rato, y yo estaba diciendo, Señor, yo necesito que tu me hables, basado en esa conversación, para mí fue una conversación tan reveladora, que yo dije, Señor, yo necesito que tu hables a mi espíritu, que confirmes algo. No tan solamente para mi vida personal, sino también para lo que tu estás haciendo en nosotros como iglesia. Para mí se ha convertido en una carga, pero una buena carga. El poder estar tan y tan en sintonía con el espíritu de Dios, particularmente los miércoles, mis hermanos, porque yo lo creo en mi corazón, que hay algo que Dios va a hacer con estos servicios de mitad de semana. Yo lo creo y lo confieso que aquí se van a dar unas visitaciones sobrenaturales. Yo sé que nosotros vamos a estar escuchando testimonios de personas que van a ser transformadas por el poder de Dios, que ya lo han sido, pero que también va a seguir sucediendo, que usted va a llegar aquí un miércoles por la noche, y se va a quedar, guau, espérate, hoy es miércoles, hoy es domingo, qué es esto? Un nuevo día en la semana o algo así.

Y mi carga se ha convertido en eso, mi carga se ha convertido en el sentido de poder orar intensamente pidiéndole al Señor esa visitación, mis hermanos. Por favor, en ningún momento hago este disclaimer, en ningún momento que Dios le libre, pensar que los miércoles por la noche es el show del pastor Omar, o el servicio del pastor Omar, Dios le libre de decir eso. Es más, que el Señor reprenda un pensamiento como ese. Porque esto no tiene nada que ver con el pastor Omar, yo sé que yo soy un recurso, yo me he puesto a la disposición de Dios, así como todos nosotros nos ponemos a la disposición de Dios. Pero esto es un servicio de la iglesia y es un momento donde nos encontramos con Dios, es un momento donde venimos, lo apartamos, lo tenemos ahí consagrado a él para llenarnos, para afirmarnos, para poder seguir adelante con los diarios vivir, y miren, para exponernos a la palabra de Dios que tiene tanto que ofrecer a nuestras vidas.

Este es cargando las pilas en el medio de la semana. Dale manigueta ahí. Hageo, comenzando en el verso 2, dice:

“… Así ha hablado Jehová de los Ejércitos diciendo: ‘Este pueblo dice… - y de hecho les dejo saber, esta palabra puede sonar un poco fuerte pero es importante, así que tengan eso en mente - … ‘este pueblo dice: no ha llegado aún el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada’…. - Miren por donde empieza esto -….Entonces vino la palabra de Jehová por medio del profeta Hageo diciendo: “Acaso es para ustedes tiempo de habitar en sus casas artesonadas, más sin embargo esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los Ejércitos… -marquen esta frase- … ‘Meditad sobre vuestros caminos’…”

Mediten sobre sus caminos, mediten sobre sus andares, mediten sobre su conducta, mediten sobre su pensamiento, mediten sobre su forma de proceder, su forma de hablar, su forma de conectarse con Dios, su forma de ver la vida, mediten sobre su forma de si vemos el vaso mitad lleno o mitad vacío. Mediten sobre sus caminos. Miren cómo dice el verso 6:

“… ustedes siembran mucho y recogen poco, comen y no se sacian, beben y no quedan satisfechos, se visten y no se calientan y el que trabaja a salario, recibe su salario como en un saco roto. Así les ha dicho Jehová de los Ejércitos… -qué dice?- … meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte y traed madera y reedificad la casa y pondré en ella mi voluntad y seré glorificado, ha dicho Jehová. Ustedes buscan mucho y hallar poco y se encierran en casa y ¿Saben qué? Yo lo disiparé de un soplo, por qué? Dice Jehová de los Ejércitos, porque mi casa está desierta y cada uno de ustedes corre a su propia casa…”

Brinquen al verso 12, dice:

“-…Y oyó Zorozábel … -que en aquel entonces estaba dirigiendo, gobernando Judá- … hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josadac que era el sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová, su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová, Dios, y temió el pueblo delante de Jehová. Pero entonces Hageo enviado por Dios, habló por mandato al pueblo diciendo: ‘Yo estoy con ustedes, dice Jehová’…”

Una afirmación muy importante en medio de todo esto: ‘Yo estoy con ustedes’. Y el verso 14, aquí es donde está el punch line, que les quiero traer:

“… Y despertó Jehová, el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá y el espíritu de Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los Ejércitos, su Dios. Y despertó Dios el espíritu de cada uno de ellos…”

Diga conmigo: Y despertó Dios el espíritu de cada uno de ellos. Ahora dígaselo a la persona al lado suyo. Y despertó Dios el espíritu de cada uno de ellos. Dígaselo usted mismo: y despertó Dios el espíritu de mí persona.

Mire, yo creo que yo voy a coger este libro de Hageo y lo voy a repasar con ustedes los miércoles, porque aquí hay mucha tela que cortar, sin duda alguna. Pero hay algo que yo quiero hacer. Yo quiero poner un contexto para que todos podamos ir entendiendo por dónde va esta línea de estas palabras que está diciendo el Señor.

Déjeme darle un poquito de historia. Cuántos les gusta la historia? Les gusta la historia sí? Seguro, no mienta. Cuántos de ustedes estudiaban historia cuando estaban en el high school? Sí, pero lo hacían a regañadientes, ¿verdad? Lo hacían con la muelas de atrás. Ustedes eran los que se sentaban ahí a leer historia por las noches. Guau, que interesante!

Déjeme darle un poquito de historia. Este pasaje, mis hermanos, viene en el tiempo cuando el pueblo de Israel estaba regresando a Jerusalén después de sus 70 años en el exilio en Babilonia. Durante el exilio en Babilonia, quiénes fueron los profetas que hablaron al pueblo? Fueron Isaías, Jeremías y Ezequiel estaba como que en esa transición, al final del exilio, y entrando otra vez al tiempo que el pueblo volvía a Israel. Esos fueron los profetas más importantes durante el tiempo de exilio.

Pero una vez que estaban regresando, ahí fue donde Dios tuvo que levantar otros profetas para animar y dirigir al pueblo concerniente a lo que tenían que hacer una vez más y estuvieran en Judá.

Ahora, digo intencionalmente que los tenía que animar, por qué? Si yo preguntase, por qué el pueblo de Dios estaba desanimado con el mero hecho de que habían regresado a su casa, había regresado a su tierra prometida, habían regresado al lugar donde Dios los estableció y los afirmó? Por qué ese pueblo estaba, como quien dice, con su ánimo por el piso?

Vamos a explorar algunas cosas. Por un lado, mis hermanos, yo quiero que consideremos esto. Por un lado, después de 70 años en el exilio, yo me imagino que gran parte de este pueblo se había, como que acomodado al exilio. Como que hicieron de Babilonia su casa. Imagínate, uno aquí en Estados Unidos, después de 3, 5 años ya es como que… ya perdí mis esperanzas de regresar a mi país, pues me voy a quedar aquí, voy a hacer de Estados Unidos mi exilio, mi Babilonia, mi casa. Yo no sé cuántos de ustedes se sienten así, pero yo lo siento así. Aquí está mi casa ahora. Hay veces me siento como que estoy en dos bases todavía, pero no. estoy aquí.

Una segunda razón puede ser que tal vez algunas de las personas que estaban en el exilio, sus negocios les iban muy bien. Estaban ganando sus buenos chavitos, su buen dinero y regresar a Israel significaba tener que dejar todo ese esfuerzo, todas esas ganancias y tener que enfrentar una vez más los retos y los riesgos de tener que entrar a una ciudad que estaba abandonada y destruida. So, ahí había un sacrificio muy grande que tal vez no muchos estaban dispuestos a hacer. Aunque era palabra de Dios, que les llegó, pero tal vez no muchos estaban dispuestos a hacer eso.

Una tercera opción que tal vez les puedo dar, es que muchos de ellos, ¿Saben qué? Tal vez estaban bien enfocados en la palabra del profeta Jeremías. Si usted se recuerda en Jeremías, Capítulo 29, es una palabra que nosotros leemos mucho. Jeremías 29, miren cómo Dios le habló al pueblo de Israel en el exilio, durante el exilio a través de Jeremías y les dijo:

“… Así ha dicho Jehová de los Ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia… - mira cómo les dice - … edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed del fruto de ellos, casaos y engendrad hijos e hijas, dad mujeres a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas y multiplicaos allí y no se disminuyan, y procurad la paz de la ciudad a la cual los hice transportar y rogad a Dios por ella, porque en su paz tendrán ustedes paz…”

Quién sabe si algunas de esas personas recibieron esa palabra y estaban tan y tan afincados a esa palabra que pensaban, como que volver a Judá, no, pero si Dios nos dijo que nos quedáramos aquí, que hiciéramos casas, que nos casemos, que hiciéramos negocios, que nos fructifiquemos, y todo eso, esa fue la palabra de Dios, así que nos estamos afincando a esa palabra.

Y mire, ¿Saben qué? Puede ser que tengan razón. Pero eso era lo que Dios quería? No necesariamente. Y miren, una cuarta opción, yo creo que uno de los problemas más grandes que tenían en ese retorno a Judá era tener que enfrentar a los samaritanos y otros grupos étnicos que se apoderaron de sus tierras mientras ellos estaban en el exilio.

En otras palabras, tenían que volver a confrontar los enemigos que una vez pelearon contra ellos, cuando estaban en el proceso de conquistar la Tierra Prometida, me siguen por donde voy? Al menos ahí yo creo que había 4 razones que para muchos de ellos tenían que ser bien obvias, de por qué se sentían un poco como que, ay, volver a todo esto otra vez.

Así que si yo lo resumo sería por un lado, había una actitud de comodidad con la actualidad y conformarse con lo que tenían en el exilio. Comodidad y conformismo. Por otro lado, yo creo que también había un sentido de insensibilidad a responder al deseo del corazón de Dios. Y el deseo del corazón de Dios era volver a su pueblo al lugar donde él primero los plantó, los engendró. Una tercera es enfocarse en una palabra profética, como que no, esta fue la palabra de Dios y guau, se le mete entre ceja y ceja y no hay quién lo saque de ahí. Cuando tal vez esa palabra, mis hermanos, estaba intencionada a tener una efectividad por un período de tiempo específico y determinado.

Es más, cuando leemos esas palabras de Jeremías, nosotros podemos deducir que esa era la intención de esa palabra, que la intención de esa palabra cuando Dios dice, mira, cásense, hagan casa, hagan negocio, lo que Dios estaba diciendo era, yo necesito que mi pueblo se multiplique para que pueda permanecer. Mi pueblo en el exilio estaba, como quien dice, disminuyendo, se estaba muriendo las generaciones y si los judíos se hubiesen quedado entre los judíos nada más y no se hubiesen mezclado con otros, sus oportunidades de supervivencia hubiesen sido mínimas.

Entonces por algo Dios entonces está diciendo, hey, conéctense, cásense, vayan, hagan vivir, o sea multiplíquense porque una vez más el deseo de mi corazón es que ustedes puedan volver al lugar de donde yo los saqué, porque ahí es donde yo los quiero. Ok, pastor Omar, cómo se conecta todo esto a nosotros?

Esa es la pregunta que yo siempre me hago, créame cuando estoy viendo la palabra. Cuál es la relevancia que esto tiene a nuestras vidas? Yo entiendo que Dios está en un proceso de despertar a su pueblo. Dios desea despertarte. Dios quiere despertar tu espíritu. Dios quiere despertar tu corazón.

Y a qué me refiero con la palabra despertar? En la intención de esa palabra aquí en este texto, quiere insinuar el sentido de levantar, de excitar, de incitar, de provocar, de abrirle los ojos a alguien. Ese es el propósito de esa palabra ahí en el contexto de Hageo. Hay muchas referencias, varias referencias que puede hacer sentido, por ejemplo, déjeme decirle esto: en Isaías, para que vean que no me estoy inventando esto. Isaías, Capítulo 50, miren cómo él dice en el verso 4, dice:

“…Jehová el Señor, me dio lengua de sabios para saber hablar palabras al cansado, despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios…”

Mira eso, el mismo Isaías está diciendo, Señor, tu eres el que me despierta para que yo preste atención a lo que tu me quieres dejar saber. Un poquito más adelante en Isaías 52, verso 1, qué es lo que dice?

“… despierta, despierta, vístete de poder, oh Sión, viste tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa porque nunca más vendrá a ti incircunciso o inmundo…”

Una vez más Dios está incitando el espíritu de su pueblo. Despierta, wake up! Otra referencia que también yo puedo marcar aquí está en el Capítulo 60, de Isaías, cuando dice:

“… Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti…”

Ese sentido de levantarse significa eso, hey, despierta, wake up, smell the rose. Digo, en este caso sería smell the presence of God. Huele la presencia de Dios de cómo se está moviendo en tu vida. Saben por qué ese llamado de despertar a la gente? Dios tenía mucho cuidado con sus hijos e hijas, porque es que él sabía que una vez que sus hijos volvieran a su casa, se iban a encontrar con todo este meollo de cosas, que él sabía que se iban a desanimar. A lo largo de toda la Escritura en varias ocasiones, Dios siempre está animando sus escogidos, llamándolos a esforzarse, llamándolos a cobrar ánimo, llamándolos a ver las cosas como él las ve y no como ellos las ven.

Josué se lo dijo, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que tu vayas. A Gedeón, qué fue lo que le dijo? Gedeón estaba ahí escondidito como un ratón, diciendo, quién soy yo para poder hacer algo como eso? Más sin embargo él le dice, hombre, varón, valiente esforzado, así te dice Jehová. No te veas con los ojos tuyos, despiértate. No es la realidad que tu estás viendo, es la realidad que está viendo Dios.

Y ¿Saben qué? Mis hermanos, nosotros tenemos que abrir nuestros ojos, nosotros tenemos abrir, despertar nuestro corazón para poder ver y discernir lo que Dios anhela y desea hacer en medio de nuestras vidas hoy más que nunca. Se han estado danto cuenta que yo estoy repitiendo esa frase mucho en estos últimos días? Hoy más que nunca el Señor quiere despertar nuestro corazón. El Señor quiere despertar a su pueblo, porque hay algo que él quiere revelar.

Y ¿Saben qué? Mis hermanos, yo le digo amén a esta palabra. Porque fácilmente cada uno de nosotros, si yo me pusiera a enumerar las distintas circunstancias que nosotros vivimos día tras día, esas circunstancias fácilmente nos pueden cegar nuestro entendimiento, fácilmente nos pueden distraer de lo que Dios verdaderamente quiere hacer. O es más, puede ser que las cosas te están yendo tan y tan y tan bien que tu te estás acomodando mucho, mucho, mucho a todas esas cosas que estás viviendo ahora, cuando tal vez el deseo del corazón de Dios es… flip your life around, y dirigirte en otra dirección. Pero no, el Señor me tiene en una iglesia tremenda. Esta es la mejor iglesia de todo Boston. Por qué Dios me va a querer sacar de aquí? Ah, la casa donde yo vivo, tengo el …. Y voy allí de frente al televisor de 57”, el carro que yo guío, ah la ropa con la que me visto, caché, Dolce & Gabbanna, como es Che Guevara. No, o Dolce & Gabbana, hay que decirlo con el acento francés. Yo no sé si eso es francés, tal vez eso es garabato mío.

Pero, entienden lo que estoy diciendo, mis hermanos? Esto se puede ir en muchas direcciones. Y yo entiendo que Papá quiere despertar algo en nosotros. Hay algo que el Señor nos está llamando la atención, mis hermanos, y no podemos dejar que las circunstancias de nuestro alrededor, las ansiedades y las preocupaciones así también como nuestros logros y conformidades, nos vayan a nublar de nosotros verdaderamente poder estar en sintonía con lo que Dios quiere hacer.

Miren, yo no sé cuántos de nosotros tal vez nos identificamos con esas palabras que dijo Hageo, siembra y recogen poco. Hay veces que uno está… mire, siembran mucho y recogen poco, comen y no se sacian, beben y quedan satisfechos, se visten y no se calientan y el que trabaja a jornales es como si viven del plato a la boca, es como quien dice, tu recibes tu cheque hoy y mañana es como, ooops, se me fue el cheque. Qué pasó? O te mandan un email que te dicen tu cuenta de banco no tiene suficientes fondos.

Miren, uno ve todas esas cosas y miren cómo Dios dice, hay veces que uno piensa como que, ay, válgame, la suerte que yo tengo, que mira cómo me están saliendo todas las cosas. Más sin embargo hay veces que el mismo Dios dice, miren cómo dice en el verso 9:

“… buscan mucho, hallan poco, se encierra en casa y yo lo disiparé todo por cuanto mi casa está desierta y cada uno de ustedes se va y corre a su propia casa…”

Saben lo que significa eso? Dios lo que está diciendo es, poder establecer prioridades. Esto no significa que uno desconsidere sus propias cosas. No es eso, porque no es que vas a tirar tu casa, tu familia a la borda. No es eso, pero sí de uno poder verdaderamente alinear esas prioridades y de saber reconocer a Dios en todo lo que uno hace.

Aquí obviamente había un caso que era craso, un caso importante. Y era el hecho de que el templo estaba en ruinas, el lugar más importante y eso era lo que Dios estaba llamando. Dios estaba llamando a restaurar el templo. Y miren, yo les invito a que ustedes estudien esto, porque hay veces que hablamos de Nehemías, y hay veces que hablamos de Esdras y todo eso, pero ¿Saben qué? Todos estos personajes funcionaron más o menos en el mismo episodio de tiempo. Hageo y Zacarías fueron los profetas que estuvieron hablando durante el tiempo del reinado de Zorobabel, y el llamado de Zorobabel fue a restaurar el templo.

Después de esto vino Esdras como otro de los gobernadores de Judá, y a través de Esdras se estima que el profeta que habló fue Malaquías durante el tiempo de Esdras. Y a través de él lo que sucedió fue un avivamiento en el pueblo para restaurar la experiencia del culto de adoración en el templo. Y después de Esdras vino entonces quién? A ver si saben? Nehemías. Cuantos de nosotros nos fascina la historia de Nehemías, ¿verdad?

Pero entonces llegó Nehemías y cuál fue el propósito de Nehemías? Restaurar las murallas que protegían la ciudad de Jerusalén. Esos 3 episodios que estamos hablando, que fueron casi como un promedio de 100 a 120 años más o menos, que sucedieron ahí. Dios lo que estaba haciendo era restaurando su pueblo y lo hizo a través de tres personajes específicos. Y en todo momento Dios estaba incitando al pueblo, Dios estaba provocando, Dios estaba causando ansiedad en el pueblo.

Y miren, yo no sé usted pero a mí últimamente me está dando esta piquiña en mi corazón de anhelar conocer lo que Dios tiene, de buscar no tan solamente cuáles son los propósitos de las intenciones de Dios para mi vida personal, pero poder buscar identificar cómo Dios quiere usar mi vida a la luz del contexto de esta iglesia. O a la luz del contexto de la iglesia con I mayúscula, alrededor del mundo entero de qué Dios quiere que yo pueda hacer, cómo Dios quiere que yo pueda contribuir con lo mucho o lo poco que Dios ha puesto en mis manos.

¿Saben qué? Cuando él dice, meditad sobre vuestros caminos, Dios lo que está diciendo, no te enfoques demasiado en tus propias cosas, broaden your perspectives, amplía tus horizontes. Y empieza a ver las cosas como yo las veo. No significa que Dios no va a proveer a tu necesidad personal, eso lo vamos a leer un poquito más adelante, pero sí implica que el deseo de Dios es que nosotros podamos estar más abiertos y dispuestos, disponibles, mejor dicho, a poder entender y discernir qué es lo que Dios quiere hacer, qué es lo que Dios quiere hacer en estos tiempos.

Miren, Efesios, Capítulo 5, verso 14 dice, es un verso muy interesante porque dice:

“… Despiértate tu que duermes y te alumbrará Cristo…”

Déjeme leerlo porque es chévere. Efesios Capítulo 5, verso 14, miren cómo dice el verso 14:

“… Por lo cual, dice, despiértate tu que duermes y levántate de los muertos y te alumbrará Cristo. Mirad pues, aquí es donde está la cosa, mirad pues con diligencia cómo andéis… -una vez más, esto se conecta con ‘meditad sobre vuestros caminos’.

Oye, dile un secreto a la persona al lado tuyo, dile, hey, medita sobre tus caminos. Tu que me estás viendo allá arriba, enfócate aquí, medita sobre tus caminos.

“…. Mirad pues con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. Por tanto, no seamos insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor…”

Oye, no andes por ahí emborrachándote con ….. Miller light, con Heinken, con cualquier otra cosa que se pueda mencionar, sino busca emborracharte con aquel que verdaderamente puede llenar tu vida por completo. En vez de beberse cerveza boca abajo con un tubo, bebe el espíritu de Dios como Dios intenciona que uno beba las cosas. Despierta, despierta, despierta, mis hermanos, tenemos que despertar. Yo lo creo así. No nos podemos conformar a lo cotidiano, a lo ordinario, no, no, no, mis hermanos.

Miren, el sábado pasado aquí en la actividad de soul revival con los jóvenes se cantó un himno que para mí es tan edificante. Y este himno decía, que no nos conformaremos con nada ordinario, te queremos a ti, Dios. Dice, we won’t be satisfied with anything ordinary, we won’t be satisfied at all, we won’t be satisfied with anything ordinary, all we want is you.

Y yo lo creo así, mis hermanos. Mire, voy a cerrar con esto, yo sé que me he extendido un poco, pero voy a cerrar con esto. Cuando usted llegue aquí a la iglesia, si hay una palabra que usted pueda recibir de mí como pastor, cuando usted llegue aquí a la iglesia Dios lo libre, es más, Dios nos libre de venir aquí con un sentido de, oh, otro servicio más, uy, válgame Dios. No, reprenda ese pensamiento, mis hermanos. Dios nos libre de venir con un pensamiento así. Dios nos libre de venir y sentarnos aquí y pensar, ahora el pastor Omar va a decir esto, y esto, y esto, o ahora el pastor Roberto va a orar de esta y esta otra forma. Y ahora es que viene la predicación, y ahora es que vienen las ofrendas y ya uno está como… next, next, next.

Mire, no, si usted viene así, ¿Saben qué? Usted va a arruinarle la fiesta a Dios. Vengamos siempre con un corazón dispuesto, con un corazón despierto. Venga ahí Señor, como que mira, tengo mis necesidades Papá, pero quiero conocer qué es lo que tu tienes. Señor, mira, mi cuenta de banco está un poquito baja, pero Señor, yo confío en ti, yo sé que tu eres el proveedor de todas las cosas y vengo a buscarte a ti. Señor, tal vez hoy no tengo el ánimo, me siento cansado, quiero quedarme en casa durmiendo. Señor, tal vez se explotó la goma del carro de camino aquí o en la casa, se me explotó la goma y no puedo salir.

Mire, cualquier razón, por no decir excusa, que nos podamos inventar, miren, no lleguemos a estos encuentros, no lleguemos a estos servicios a sentarse aplatanadamente como que, ah, sí, aquí vamos a cantar, ¡Aleluya! Gloria a Dios. No, no, no, venga con intencionalidad, venga a propósito, venga con la expectativa, venga como que guau, Señor, que hay, qué hay de nuevo hoy, viejo. Dígaselo al Señor, mire esté pendiente, esté pendiente porque usted nunca sabe cuándo Dios lo vaya, o la vaya a sorprender.

Es más, tal vez usted está viniendo aquí, me está escuchando a mí ahora, y usted está, como que, pastor, acabe que me quiero ir, quiero irme a comer un sándwich de jamón y queso con un poquito de Quick con leche. Digo, leche con quick y ya acostarme a dormir. Avanza, pastor, son las 9.15, te pasaste por 15 minutos.

Miren, mis hermanos, no, vengamos a la expectativa, vengamos a la expectativa, hay algo, hay algo, hay algo que Dios quiere, mis hermanos, y no me pregunten a mí qué es porque yo no sé, yo también estoy buscando. Yo también quiero saber. Yo tal vez puedo tener una idea pero no lo sé todo. Quién sabe si Dios te revela una parte a ti, y otra a ti, y otra parte a ti, entonces todo el conjunto de todo es como que, bing! Eso es lo que Dios quiere hacer.

Pero lleguemos, lleguemos a la expectativa. Vamos a contagiarnos con eso. Mire, ¿Saben qué? Mis hermanos, esto es algo que tenemos que aprender. Saben que mi papá estuvo visitándome en estos días y yo amo a mi padre, el Señor lo sabe, pero mi padre desde que llegó él estuvo conectado a las noticas de Guapa Televisión, manteniéndose enterado de cuánta gente mataban en Puerto Rico, que si la madre del niño, que si aquel otro lo asesinaron, y todas las noticas negativas, negativas, negativas. Yo creo que yo podría coger el televisor y mirarlo así de lado y salía sangre por todas las cosas negativas que estaban diciendo.

Y yo me senté a hablar con mi papá, y yo como que, papi, papi, para, para, hay algo positivo que tu me puedas decir de lo que está sucediendo en Puerto Rico? Ah, sí, pues claro que hay cosas positivas. Dime una aunque sea. Pero es que mataron a tantos y tantos y tantos. Y yo, no, no me digas eso, dime lo bueno que está sucediendo.

Miren, mis hermanos, hay veces que, dígame si la ha pasado o no? Omar, termina, termina. Oh, que bien voy, y sigo hablando. Miren, dígame si le ha pasado o no? que cuando ocurre algo malo, se riega como pólvora, ese es el bochinche, todo el mundo habla de lo malo. Pero si sucede algo bueno, dicen, ah, sí, mira qué chévere! Y ahí se murió. No dicen más nada. Oigan, mis hermanos, vamos a despertar, vamos a despertar nuestro espíritu, abrirnos, a decir, Señor, el vaso tu quieres que lo veamos mitad lleno, no mitad vacío. Tu quieres que nosotros podamos ver nuestras vidas literalmente a la luz de lo que tu tienes para nosotros. Tu no quieres que yo esté pensando, como que, guau, cuando salga de aquí me van a dar ganas de fumar. Mira, no pienses que te van a dar ganas de fumar, piensa en que Dios te va a dar la fuerza para no fumar. Piensa que tal vez cuando llegues a tu casa, vas a tener un esposo, una esposa ahí refunfuñón, y está como que, guau, ahora me tengo que enfrentar…

Mira, no, piensa positivamente. Si algo pasa, Señor, tu me vas a dar la paz para estar tranquilo, tranquila y para poder proceder en la forma que tu quieres que yo haga. Ah, mira me está esperando mi mamá, mi papá en casa, con una correa en la mano. Pues, ¿Saben qué? Si tienen una correa, ah… ponte una almohada por si acaso.

Pero, mis hermanos, tenemos que despertar. Yo me voy a callar la boca. Miren, mis hermanos, yo quiero ver, yo quiero, anhelo y deseo ver lo que Dios tiene, y estas cosas que yo he mencionado, esos 4 puntos, miren, en alguna forma u otra yo me veo en ese espejo. Hay veces que yo veo que yo me conformo con las cosas. Bueno, esta es mi rutina, pues así sigo, pero quién sabe si Dios lo que quiere es apuntarme en otra dirección.

Hay veces que yo me digo, bueno, pues, esto está yendo bien, por qué tirarme a la aventura de hacer algo nuevo? O tal vez no me atrevo a considerar los riesgos de hacer algo nuevo, y cómo eso puede afectar mi vida. Pero ¿Saben qué? Confiemos en el Señor.

Yo creo que ahí está la aventura de nuestra fe. Como que me fui de frente. Ahí está la aventura de nuestra fe, mis hermanos, en el mero hecho de que la fe no se mide porque ya escribimos todo lo que teníamos. No, es aburrido. La fe se mide porque hay algo nuevo, hay una aventura. Mira, créase que usted está en una película de Indiana Jones con Dios, que siempre hay una aventura, siempre hay un tesoro nuevo que buscar.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. Ya me voy a callar la boca. Padre, hoy estoy híper. Mire, extienda la mano sobre la persona al lado suyo, póngale la mano ahí sobre el hombro a la persona. Ay, gracias, Señor Jesús, Padre te adoramos, te bendecimos. Gracias por tu palabra, Señor, tu palabra es tan rica, es tan dulce, Señor, poder escuchar, leer esta palabra, escucharla, Señor, internalizarla, digerirla, Padre. Y yo te pido que esta palabra, Señor, permanezca en nuestros corazones, Señor.

Oh, mi Dios, yo quiero y al igual que yo sé que muchos de mis hermanos y hermanas queremos despertar, queremos abrir nuestros ojos, Señor, queremos responder a esa forma que tu nos estás provocando, mi Dios, a poder responder a tu voz, al llamado tuyo en nuestras vidas, mi Dios. Y Señor, si hay alguno en nosotros que está frío, que está rígido, que está estéril, Señor, y que tal vez no percibe esa incitación de parte tuya de tu espíritu, mi Dios, ahora mismo yo declaro que esos corazones puedan empezar a abrirse, mi Dios, yo te pida, que esas mentes comiencen a abrirse, Padre, que cualquier pensamiento de rebeldía, cualquier pensamiento de indiferencia, cualquier pensamiento de whatever, mi Dios, que eso se caiga por completo y que seas tu trayendo revelación, revelación clara, mi Dios, una revelación que sea tan tangible que nosotros podamos decir, como que, sí, Señor, esto es lo que tu quieres. Por aquí es que tu quieres que caminemos.

Pero Padre, que no nos enfoquemos tanto en estas cosas sino que siempre podamos estar mirándote a ti por encima de todo, mi Dios. Estamos como parte de esta iglesia ahora, pero sabes, tu solamente sabes dónde nos pondrás después. Así que, mi Dios, por este interino de tiempo, por esta temporada de nuestras vidas, por esta época en la cual estamos viviendo, Señor, te pedimos que por favor, nos ayudes a vivir sabiamente, no como insensatos, ayúdanos, mi Dios, a poder tener esa iniciativa de buscar tu presencia para saber cómo, mi Dios, saber cómo conocer tu voluntad en medio de nosotros, de nuestras vidas personales, de nuestras familias, de nuestros lugares de trabajo, de nuestro vecindario, donde vivimos, de la iglesia donde nos congregamos, de la célula de que participamos, del ministerio donde estamos involucrados. Señor, en todos los lugares, aún donde hacemos compras, donde echamos gasolina, Padre, donde compramos ropa, en cualquier lugar, ayúdanos a conocer tu propósito y tu voluntad.

Queremos ver tu mano, Señor, obrando con poder en medio de nosotros. Así que, Padre, have your way, toma tu lugar, Señor, toma tu forma de saber cómo hablar a nuestras vidas y que nosotros tengamos el valor de poder decir como dijo Isaías, heme aquí, envíame a mí. Úsame a mí, transfórmame a mí, equípame a mí, Señor, para yo poder ser un buen colaborador tuyo en el establecimiento y la expansión de tu reino aquí en este mundo en el cual nos has puesto a vivir.

Te damos la gloria y la honra solo a ti, bendícenos mi Dios, a medida que nos preparamos para salir a nuestros hogares. Llévanos con bien, llévanos con tu protección, Señor, que ese gozo que tu nos das pueda permanecer con nosotros y Señor, que esta noche, tu nos des un sueño tranquilo, reparador, placentero, Padre, que podamos dormir en tu mano y que mañana si así tu lo permites, podamos levantarnos con nuevas fuerzas, nuevas energías, Señor, y cumplir con aquello para lo cual tu nos llamas. Bendice a tus hijos e hijas, lo pedimos en nombre de Jesús. Amén. Amén. ¡Aleluya! Salúdense unos a otros.

¡Qué difícil es esperar el tiempo del Señor!

16 de agosto del 2010 - Por Herenia Hernández

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1)

Por casi dos años estoy esperando que el Señor conteste a mi petición con un milagro sobrenatural; que sólo nuestro Padre Celestial es capaz de poder hacer.
¿Alguna vez has estado tú esperando pacientemente, creyendo cada mañana que ese será el día en que recibirás tu milagro? Y como un niño dices bueno será más tarde o mañana he incluso piensas que será en una fecha especifica que es muy importante para ti. Y estás confiada y en paz. Pero resulta que no, que debes continuar esperando; y así sucesivamente cada día albergas la esperanza y la fe de que acontecerá, que no puede ser posible que el Dios al cual tu le has creído te deje desamparada y permita que todos los que te conocen y saben que tu eres Cristiana y les has dicho que existe el Dios todo poderoso, el que pago el precio en la cruz del calvario por ti y por mi y que además cumple sus promesas y guía nuestro destino y el de nuestros hijos al propósito que El ha diseñado para nuestras vidas y lo hace en formas y maneras que no podemos entender; pero tu milagro aún no se ha cumplido en el momento que tu más lo necesitas; y los demás se burlan de ti, como lo hicieron con Job diciendo ¿Dónde está tu Dios, que responde a tus milagros? Que dolor produce sentir ese sentimiento de impotencia y el deseo de recibir lo que crees que necesitas para tu vida o los tuyos y tu alma llora y clama en silencio. Y cuando tu alma llora te duelen hasta los huesos de cada parte de cuerpo. ¿Lo has sentido? Yo también.

Pero este dolor y el sentir autocompasión, no mueve al Señor a responder tu milagro. Ni tampoco jugar el papel de abogadora de la imagen de un Dios perfecto que responde nuestras peticiones inmediatamente, estas cosas no mueven al Señor. Si nuestra fe no está basada en la palabra, no nos sirve de nada clamar; debemos creer en nuestro corazón y confesarlo con nuestra boca que lo que pedimos esta hecho; porque antes de que nosotros naciéramos el Señor ya había creado el plan para nuestras vidas; por lo tanto nuestras vidas, nuestros propósitos, sueños, anhelos ya están hechos, solo debemos creerlo de corazón y tener una actitud positiva y clamar con oración y convicción de que lo obtendremos en el tiempo del Señor, no cuando nosotros lo creamos. Según David Yonggi Cho; autor del libro La Fe Mueve Montanas; nos dice que “la paciencia es algo clave para todos incluyendo a los cristianos. Debemos esperar con paciencia y con fe hasta que la promesa sea cumplida y recordar que Nuestro Padre Celestial nos dijo que en el Mundo encontraremos aflicciones pero con El venceremos.

La vida de nosotros los Cristianos no será solo de felicidad, habrá tiempos de tristeza y dolor pero debemos recordar que para que la cosecha sea buena y fructifica deben haber días de sol, de viento y de lluvia, nos enfatiza Yonggi Cho”.

Hermana, si estas esperando la respuesta a tu petición como yo lo estoy. Debemos estar confiadas y con fe y una actitud positiva. Creer que el Señor nos lo concederá en el tiempo que El considera que estamos listos para recibir las promesas para nuestras vidas o para los nuestros. Conforme nuestra paciencia crezca así también crece nuestro carácter y muchas áreas de nuestra vida son restauradas. “No es en nuestro tiempo, es en el tiempo del Señor”.

Padre yo te doy las gracias, por el privilegio que tengo de amarte, hablar contigo y de glorificar tu Nombre que es sobre todo Nombre. Este día decido doblegar mi impaciencia y sujetarme a esperar en ti con paciencia y con fe confesando que toda petición de transformación y bendición para mi vida y los míos será concedida, por que tus planes para nuestras vidas son de bien y no de mal, de bendición y abundancia, para que nos deleitemos con lo que tu haz creado para nosotros. Padre que se haga tu voluntad y no la mia. En El Nombre de Jesús. Amén.

Los requisitos del milagro

TRANSCRIPT

Vamos a la palabra de Dios, Hechos, Capítulo 3, continuamos con nuestro estudio del libro de los Hechos y quiero tomar ahora este tiempo. El Capítulo 3, lo voy a tratar de cubrir en su totalidad, si Dios me da la sabiduría para ser económico y para ir al grano en los puntos especiales de este Capítulo tan elocuente en muchas, muchas, diferentes maneras.

Recordamos a los hermanos que estamos haciendo un recorrido a través del libro de los Hechos con todas sus enseñanzas bien profundas, bien poderosas. Pero voy a leer simplemente unos cuantos versículos, Capítulo 3 versículo 1 dice:

“… Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa…”

El templo tenía diferentes puertas o portones bien grandes por donde entraban los adoradores a las diferentes secciones del templo. Y esta puerta tenía el nombra de la Puerta Hermosa. Y allí se sentaba este hombre para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.

“… Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro con Juan fijando en él los ojos le dijo, “Míranos”, entonces él les estuvo atento esperando recibir de ellos algo. Más Pedro dijo, “No tengo plata ni oro” –famosas palabras. Cuántos han oído esa expresión del Apóstol Pedro?- …”No tengo plata ni oro pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Y tomándole por la mano derecha le levantó y al momento se le afirmaron los pies y tobillos y saltando se puso en pie y anduvo, y entró con ellos en el templo andando y saltando y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo La Hermosa, y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido….”

Bendiga el Señor su santa palabra. Amén. Bueno, aquí tenemos, hermanos, en este pasaje y en todo el Capítulo 3, yo diría que aunque ha habido otros momentos milagrosos como el bautismo de Pentecostés y otras cosas por el estilo, pero es como el primer milagro formal, claro que registra la Biblia en el libro de los Hechos. Es como el primer milagro que se da dentro de este nueva época después que Cristo ha ascendido en la época de la iglesia, esta iglesia que está en formación. Es el primer milagro.

Vemos aquí otro aspecto de la vida de la iglesia que el evangelista Lucas quiere presentarnos. Él nos ha hablado acerca de la vida de los primeros discípulos, como vimos la semana pasada, creo que fue o antepasada, la semana antepasada, sí. Y hemos visto diferentes cosas que han pasado porque son como momentos clave en el desarrollo de la iglesia. Y ahora él quiere enseñarnos algo que vamos a ver varias veces: sanidades y liberaciones de opresiones demoníacas en la gente.

Vemos aquí el mover milagroso, poderoso del Espíritu Santo, en una forma bien gráfica, la sanación, aquí lo llaman un cojo, pero probablemente era un paralítico porque es un hombre que no se puede mover de ninguna manera. Entonces vemos aquí este mover milagroso de Dios. Jesús de hecho había dicho que sus seguidores, que dice, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán. Eso el evangelista Marcos lo registra en Marcos 16:18. Era una promesa de parte del Señor que aquellos que lo siguieran iban a hacer cosqas poderosas y que Dios haría sanidades a través de ellos.

Y entonces vemos aquí esa palabra, esa promesa del Señor Jesucristo cumpliéndose por primera vez a través de la oración, la intervención de Pedro y de Juan. Noten aquí algo, cositas interesantes, dice que Pedro y Juan subían al templo a la hora novena. Todavía los discípulos adoran a la costumbre judía, van al templo. La separación gradual que vemos en el libro de los Hechos todavía no ha comenzado a darse entre el judaísmo y el cristianismo. Estos cristianos todavía se consideran judíos, por la única salvedad que son judíos que han encontrado a su mesías y lo reconocen como la persona de Jesucristo. En eso se diferencian, pero en realidad ellos se ven como hebreos, judíos, unidos a la antigua Escritura de los profetas y todo lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento y ellos van, como es de costumbre, a las oraciones a las cuales va un judío piadoso.

Y parece que allí se reunían todos los primeros cristianos también juntos a conversar y hablar de las cosas de Dios. Pero Pedro y Juan van en una especie de costumbre religiosa, de judíos piadosos al templo a la hora novena, es como las 3 de la tarde más o menos, es una hora específica cuando se daba la oración en el ritual judaico.

Seguramente, como digo, iban a reunirse con otros creyentes. Vemos aquí sin embargo que Dios está preparando como un encuentro divino. A la misma vez que ellos van hacia el templo, están trayendo a un hombre, como es de costumbre, paralítico, dice que lo ponían cada día a la puerta de la Hermosa. Es algo repetitivo, hasta aquí todo va muy normal. Unos hombres van a adorar como siempre, otro hombre es traído quizás por sus padres, por un familiar que lo cargan, y lo ponen siempre en el mismo lugar para que recoja su limosna. Todo está como de costumbre, excepto, que Dios está preparando un encuentro divino, una cita divina. Es algo que Dios quiere demostrar. Dios está en el asunto, hay poder en el aire. Esa es la diferencia, cuando el Espíritu Santo está moviéndose en medio de una iglesia, una Congregación, en medio de la vida de un creyente, las cosas comunes y corrientes se tornan en cosas extraordinarias. Y Dios siempre está proveyendo oportunidades para manifestar su poder.

Así que vemos que se da este encuentro entre estos dos elementos, y la presencia del Espíritu Santo transforma. Quien sabe si Pedro y Juan no hubieran sido bautizados en el Espíritu Santo? O quién sabe si ellos muchas veces pasaron a este hombre, pero no sucedió nada? Pero cuando estaba la presencia del espíritu en la vida de ellos, entonces ellos pudieron transformar ese momento cotidiano en algo espectacular, algo dramático.

Eso pasa cuando hay unción en el aire, hermanos, cuando hay una persona llena del espíritu cosas que son comunes y corrientes se tornan en algo extraordinario. Yo recuerdo, por ejemplo, cuando el Señor Jesucristo va a la sinagoga y está allí predicando un sermón como invitado y dice la Biblia que una persona, una mujer que tenía un demonio lo manifiesta y el Señor Jesucristo reprende al demonio. Y el demonio mismo denuncia su presencia y el Señor lo confronta y esa persona es sanada. Esa persona iba a la iglesia estaba allí todo el tiempo, no había poder en el aire, era el judaísmo muerto, pero cuando el Señor estaba allí presente, ese demonio que estaba escondido tuvo que salir a la luz, tuvo que manifestarse para ser denunciado y para ser expulsado.

Que importante es hermanos, que nosotros llenemos nuestra vida cada día de esa presencia del espíritu, que cultivemos la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. Que le pidamos al Señor que nos llene cada día más y más de su poder porque eso lo que hace es la diferencia. Tantas cosas que pasan en nuestra vida común y corriente, a veces enfermedades, opresión, dificultades familiares, muchas cosas que quién sabe si hubiera la presencia de Dios manifiesta en el hogar, más oración, más palabra de Dios, Dios nos podría aclarar muchas cosas espirituales que están escondidas bajo la superficie, y podríamos entonces confrontarlas y vivir vidas más poderosas, más libres de todas las opresiones de la vida.

Así que es importante, por eso es que predicamos estos sermones acerca del libro de los Hechos porque podemos ver aquí la importancia de esta dimensión sobre natural. Ahora la dinámica del milagro este, es bien interesante: número 1, Pedro llega ante este hombre y le dice, “Míranos”, por qué le dice Pedro que lo mire? Yo creo que Pedro, inspirado por el Espíritu Santo entiende que hay algo, como una transferencia de poder que él quiere que se de a través de esa mirada. A veces nosotros imponemos manos sobre una persona para invocar sanidad. En este caso Pedro intuye que es importante que este hombre los mire a los ojos. Y este hombre dice que lo mira fijamente también, pero qué pasa? Él lo que está esperando es que le de una moneda. Él lo mira con interés material. Dice, bueno, este hombre quizás me va a dar 20 dólares, quién sabe? Me está diciendo que lo mire, o quién sabe si me va a enviar a un hospital para que me cure o lo que sea. Él está esperando algo extraordinario también, pero no está esperando lo que Pedro tiene en la mente, que es invocar el poder de Dios.

Pero, de todas maneras era importante ganarse la atención de esta persona. Y para mí, es interesante y es irónico que este hombre no está a tono en realidad, con lo que Pedro quiere hacer espiritualmente, sin embargo Dios aún así lo sana. Su fe es imperfecta, es como la mujer con el flujo de sangre que toca a Jesucristo por el borde de su manto. Quizás ella está simplemente pensando, bueno, es algo como un poco supersticioso, pero de todas maneras, esa fe, lo que Dios busca, hermanos, es ese contacto, esa conexión de alguna manera.

Nuestra fe no tiene que ser perfecta, muchas veces nuestra fe no es todo lo que debiera ser, pero ¿Saben qué? Tenemos un Dios misericordioso. Lo que Dios quiere es ese contacto, lo que Dios quiere es esa búsqueda, ese deseo, ese ponernos a tono con su persona. Lo demás él lo completa. Nuestra fe no tiene que ser perfecta. Nosotros no tenemos que ser perfectos para Dios moverse en nuestra vida, pero sí tiene que haber algún tipo de conexión.

Y yo veo esto, que en ocasiones Dios usa la mirada para transferir poder. El ángel, cuando se le aparece a Gedeón en el Antiguo Testamento para llamarlo que convertirse en el liberador de Israel de los marianitas, lo mira, dice, como que esa mirada lo comisiona y le transfiere poder a Gedeón. De ahí Gedeón sale hecho un liberador de su pueblo.

Hay algo, son misterios. Yo creo mucho en estos elementos proféticos, estos símbolos físicos de la transferencia de poder de Dios. El Señor Jesucristo muchas veces tocaba a la gente, en su promesa en Marcos 16 dice, que impondrán manos sobre los enfermos y sanarán. A veces él tomó, en un caso cogió tierra del suelo, escupió sobre la tierra, hizo una mezcla rara y la puso sobre una persona para sanarlo sobre sus ojos.

Hay muchas maneras. Yo creo que es importante que como cristianos nosotros aprendamos a discernir del Señor, esos símbolos, esas formas externas del mover de Dios. Nosotros los carismáticos pentecostales creemos que hay una bendición en pasar al frente, levantar las manos, arrodillarnos, danzar, salirse de lo común y corriente, porque a través de todos esos símbolos Dios hace muchas veces cosas maravillosas.

Pero el caso es que en este caso Dios usa la mirada de Pedro como una manera como de canalizar su poder a la vida de este hombre, aunque él tiene un entendimiento muy imperfecto de lo que está pasando aquí. Pero Dios es soberano, Dios quería hacer un milagro, Dios quería bendecir a este hombre. Y Pedro también, miren todas esta dinámica de este milagro, Pedro da una orden verbal. Note de paso, el hecho de que es Pedro quien encabeza esto, no es Juan. Juan está con él, pero qué está pasando aquí? Una cosa bien interesante del libro de los Hechos, es que el liderazgo espiritual de Pedro se está comenzando a perfilar en la iglesia. El Señor Jesucristo le había dicho a Pedro que él lo haría una columna de su iglesia, recuerdan? Pedro vino a ser el líder principal de los Apóstoles. Era reconocido como el número 1 y en muchas ocasiones en el libro de los Hechos vemos a Pedro tomando la delantera. Luego después surge el ministerio del Apóstol Pablo, pero en Jerusalén Pedro era el cabeza principal, la cabeza número 1 de todos los Apóstoles.

Y es interesante, claro, de ahí la iglesia católica, por ejemplo, ha tomado esta idea de la transferencia de autoridad apostólica. El Papa católico se supone que viene de una línea directa de Apóstoles o de personas que vienen desde el primer obispo, que fue Pedro, ese linaje a través de los siglos, porque se reconoce que Pedro tuvo un rol muy importante sobre la iglesia al principio mismo.

Aquí Pedro da una orden verbal y dice en el nombre de Jesucristo de Nazaret, se sano. Esta sanidad, nótese, se da en el nombre de Jesucristo. Es la primera vez en un sentido, que se da esta idea de el nombre de Jesucristo de Nazaret. Antes, Jesús mismo daba la ordenes en su propia persona, en su propio poder, ahora los discípulos usan el nombre de Jesús.

No ven ustedes aquí un poquito de una implicación de la deidad de Jesucristo también? Del hecho de que es en el nombre de Jesús. Pedro no dice en el nombre del Padre, nuestro Dios todopoderoso, en el nombre del Señor, refiriéndose a Jehová. No, dice en el nombre de Jesucristo de Nazaret. Y ese Jesucristo de Nazaret le da como una especie de carácter de importancia y de peso a la persona de Jesús, el nombre de Jesús es la clave. El poder, la autoridad.

La Biblia dice que de le dio a Jesús un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodillo de lo que está en el cielo y la tierra y debajo de la tierra. El nombre de Jesús tiene gran poder. Yo he visto demonios temblar y huir de una persona cuando se usa el nombre de Jesús. Yo no conozco otro nombre que haga eso, sabe? Yo nunca he visto, y perdonen esto, nunca he visto a un demonio salir en el nombre de María, aunque gloria a Dios por María, no quiero con eso indicar ningún desrespeto, entiende? Pero háblele al demonio en el nombre de Jesús de Nazaret y usted verá la diferencia, no? gloria a Dios por eso. Es decir, Jesús, Cristo céntrico que tiene que ser el creyente.

Entonces, otra cosa bien interesante aquí es que cuando Pedro toca al paralítico, mire cómo le dice, el versículo 7 dice:

“… y tomándole por la mano derecha…” Ahora hubiera sido también por la mano izquierda, yo creo que se hubiera dado lo mismo, ahora no convirtamos esto en un rito que hay que coger a la gente por la mano derecha, para que Dios haga algo, no?

Pero lo importante aquí es que lo tomó de la mano y lo levantó y al momento se le afirmaron los pies y tobillos. Yo me detengo sobre esto porque es bien interesante el hecho de que… Fíjese quizás cuando Pedro dijo, en el nombre de Jesucristo de Nazaret recibe sanidad, este hombre recibió la sanidad. Pero qué pasa si Pedro se hubiera quedado ahí, okay, hijo, que Dios te bendiga y bandéate como puedas por allá, Dios te… quién sabe si ese hombre se hubiera quedado ahí toda su vida paralítico.

Pedro tuvo que tomar como una especie de riesgo y yo digo a veces a la gente, don’t try this at home, pero lo tomó de la mano. Es como que a veces las intervenciones divinas necesitan una parte física también. A veces le pedimos, Señor, sáname, y oh Dios envía tu espíritu y levántame. Pero seguimos con la misma mentalidad de enfermo, entiende? Y yo creo que a veces Dios requiere un movimiento de fe también.

Señor, levántate. Pero, menso, levántate, ya yo te di la fuerza para hacerlo. Ponte, muévete. Es importante que nosotros cooperemos por así decirlo, con el Espíritu Santo también. Estoy deprimido allá en la casa, Señor, quítame esta depresión, pero se queda uno y se mete en la sábana más todavía alrededor del cuello y se mete más ahí en la cama y se atrinchera más todavía. Bueno, yo creo que si yo le pedi al Señor que me sane de la depresión o del desánimo, yo tengo que coger esa sábana, tirarla para un lado, darme un buen baño, perfumarme, ponerme la mejor ropa y decir, en el nombre del Señor yo creo. Y cuando usted hace eso comienza a fluir la bendición de Dios.

Eso es algo bien interesante. Los otros días yo estaba corriendo por la Sommerville, corro por la mañana cuando puedo, y me entró un dolor en una rodilla. Nada porque uno corre en el pavimento, y ya a los 35 años la cosa pues es… no es tan fácil como cuando yo tenía 20. Pero sentí algo, me estaba hincando la rodilla, y casi me siento tentado a detenerme y regresar a mi casa. Pero ¿Saben qué? Dios como que puso en mí suficiente fe porque ya me ha pasado antes eso mismo, y yo dije, Señor, en el nombre de Jesús yo voy a seguir y tu vas a ungir, porque una vez tuve… bueno, a través de los años uno siempre tiene diferentes tipo de… y yo he visto cómo verdaderamente cuando uno le cree al Señor y le ora, y reclama la bendición de Dios, Dios hace cosas increíbles. Dios restaura músculos, restaura articulaciones, cosas así. ¿Saben qué? Yo seguí corriendo, no lo voy a dar todos los detalles, pero seguí clamando al Señor, seguí orando y declarando unción y sanidad y seguía persistiendo el dolorcito esto. Y como tres veces en el proceso… pero yo seguí porque sentí como que esto era una prueba que Dios estaba poniendo para aprender algo acerca de la sanidad.

El resumen es que, hermanos, al rato ese dolor desapareció y yo lo hice, sabe, voy a correr más que nunca para que no lo vuelva a hacer, y seguí y gloria a Dios nunca más me ha afectado esa… y ya hacía varios días que me estaba hincando ese dolor precisamente. Yo creo en un Dios que sana, hermanos.

Pero yo creo que también cuando pedimos la sanidad y le clamamos sanidad al Señor, pues tenemos que hacer cosas que avalen lo que estamos declarando en nuestra vida. Tenemos que poner en práctica lo que declaramos. Nosotros, los pentecostales, somos muy buenos en decir esto y lo otro, pero cuando llega el momento de la prueba y de hacer cosas en el Señor, ahí es donde nos rajamos, como dicen los mexicanos.

Entonces Pedro dice, en el nombre de Jesús levántate y anda, pero no lo deja ahí, sino que lo toma de la mano, lo levanta y ahí en esa acción de fe es donde se desata el mover poderoso de Dios. Yo creo que hay una lección allí. Medite en eso. No siempre necesariamente se va a dar así pero hay ocasiones en que Dios te va a decir, ¿Saben qué? Tu me has pedido algo, pues muévete entonces.

Cuando Pedro dice, Señor, si eres tu ayúdame que yo camine sobre las aguas, como tu lo has hecho. Y qué le dice Jesucristo? Bueno, salte de la barca, atrévete si tu eres hombre, pues salta y vamos a ver qué pasa. Y Pedro se sale y caminó sobre las aguas, pero le falló su fe. Dice que cuando comenzó el ruido de las olas, y de la lluvia y los truenos, comenzó a hundirse porque le quitó la mirada de Jesús.

Muchas veces los milagros del Señor requieren que nosotros nos persistamos, nos mantengamos allí, guerreemos. Guerrera por tu milagro. Toma riesgos, muévete, acciona el poder de Dios en tu vida, en otras palabras. Para mí es una de las cosas más reveladoras, fue en el momento en que Pedro lo tomó de la mano y lo jaló de su lugar cuando el poder que ya estaba declarado sobre él se activó. Hermano y hermana, medite en eso. No tengo todo el tiempo para sacarle todo el jugo que quisiera a eso, pero hay mucho allí que podemos aprender.

Entonces, otra cosa interesante sobre este milagro es que la sanidad es completa. Cuando Dios hace las cosas, hermanos, él las hace de las a hasta la z, perfecto. Esto es una sanidad tremenda. El cojo salta, anda, alaba, poco le faltaba para hacer unas cuantas volteretas en los aires. Esto es una sanidad total, radical. Y más adelante en el Capítulo 3, en versículo 16, Pedro se refiere a ese hecho, dice aquí:

“… y por la fe en su nombre, Jesús, a este que vosotros veis y conocéis le ha confirmado su nombre y la fe que es para él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros…”

Que lindo es cuando Dios hace unas de esas sanidades radicales, no? es precioso. A veces las sanidades de Dios son graduales, a veces no son totales, por qué, no me pregunte. Pero es lindo ver una sanidad total así, porque Dios puede hacer eso, Dios lo hace cuando él escoge de esa manera.

Ahora, otra cosa acerca de este milagro es que Dios escoge a una persona estratégica para llevarlo a cabo. Alguien conocido por mucho tiempo como un paralítico. No había duda de que un milagro se había dado. Este hombre era conocido en las calles. Ah, mira ahí está fulanito. Lo habían visto por años y años, había estado paralítico desde su niñez. Es decir, que no había manera de decir que esto era un truco, de que lo habían traído de otra parte. No, este hombre era conocido y era incontrovertible el milagro que Dios había hecho.

Una última cosa acerca del milagro, note el comentario de Pedro: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. El poder de Dios siempre será mucho más útil para el progreso del Evangelio que el dinero o los accesorios físicos del poder. Eso es lo que yo aprendo de allí.

Cuantas iglesias tienen grandes bocinas y templos y phd en todos los pastores, pero no hay poder de Dios. Tienen un gran caudal de dinero pero una teología y una enseñanza en bancarrota completamente. No hay poder. Pero todo lo contrario, cuando el poder de Dios está en una iglesita, esa pequeñitas por allá, cuando la presencia de Dios se manifiesta en la adoración, donde hay gente que clama a Dios, donde hay gente que está buscando el poder de Dios que saben cómo desatar la presencia de Dios, suceden cosas.

Hermanos, yo prefiero en cualquier momento ser pobre pero tener la gracia de Dios en mi vida, que tener mucho dinero y ser un desgraciado. Es decir, no tener gracia, eso es lo que quiero decir.

Que lindo es, hermanos, nosotros tenemos siempre… bueno, le damos gracias a Dios por sus provisiones, le damos gracias a Dios por todas las cosas que él provee pero no nos olvidemos que es con gasolina espiritual que corre la iglesia de Jesucristo. No es con espada ni con ejército, sino con mi espíritu dice el Señor. Tenemos que cultivar primero la presencia de Dios, la llenura del Espíritu Santo. Antes de que usted busque cualquier otra cosa, asegúrese de que su saco esté lleno de dones del Espíritu Santo y del poder de Dios en su vida. Sea una persona hambrienta de la gracia y el poder de Dios. Eso es número 1.

Todo lo demás muy bueno, muy lindo, un templo bonito, precioso, una buena cuenta en el banco, tremendo, buenos aparatos electrónicos, maravilloso; pero si no tengo el poder de Dios, no te vistas que no vas para ningún sitio. El poder de Dios es primordial. Que bueno que Pedro pudo decir, mira hermano, estoy quebrado, no tengo nada en el bolsillo, pero ¿Saben qué? Tengo una cosita que va a ser mejor. Cuanto habría dado ese hombre por recibir lo que recibió de Pedro. El poder de Dios es más poderoso que cualquier cantidad de dinero o cualquier cosa material.

Pidámosle al Señor que podamos decir asimismo como Pedro, lo que tengo te doy. El diablo muchas veces le pregunta a los cristianos, bueno, qué tienes tu? Vamos a ver. Ojalá que usted diga, yo tengo el poder del Espíritu Santo conmigo. Tengo la presencia de Dios en mi vida y que usted pueda usar eso para llevar a cabo las tareas que Dios tiene para usted.

Miremos un poquito más adelante, me quedan unos minutos todavía. Dice aquí que:

“… teniendo asidos a Pedro y a Juan, este hombre estaba agarrado de ellos, lo que había pasado era algo verdaderamente extraordinario y surge una gran conmoción, la gente conoce este hombre, ve que está saltando, antes lo habían visto totalmente impedido, y Pedro, como en la primera vez en su primer sermón, qué hace? Aprovecha el momento para predicar otro sermón evangelístico. Se frota las manos y dice, aquí está mi oportunidad, carne fresca. Se reunió la gente alrededor de él y de nuevo importante uno aprovechar los momentos, hermanos. Dios nos abre momentos para predicarle a la gente, no sea lento ni perezoso, tampoco, predique el Evangelio a tiempo y a destiempo. Usted es un evangelista. Pedro aprovechó esta oportunidad. La gente estaba sorprendida y él en seguida aprovecha la oportunidad. Mire qué hace Pedro en este sermón?

Número 1, quita la mirada de sí mismo y de Juan y la pone escuetamente sobre Jesús. Dice, por qué ustedes nos miran a nosotros? Quién somos nosotros? No somos nadie. Miren a Jesús, el que ha hecho este milagro. Eso es lo que debe hacer todo siervo de Dios, debe quitar la mirada de sí mismo y ponerla sobre el Señor.

Nosotros somos simplemente un dedo que apunta hacia Jesucristo. Cuantos creen eso? Amén. Hoy en día yo veo mucho en la televisión, todos estos sistemas evangelísticos, qué pasa? Se glorifica tanto a la persona. Hoy en día los predicadores son como artistas de cine, grandes casas, aviones privados por donde quiera, hoteles de $ 5000 la noche, corbata de $ 400, y fulanito de tal, fulanito de tal, son como artistas de cine, hermanos.

Ahora, yo creo que está bien que se reconozca la importancia de un nombre, porque todo se mueve hoy en día con la publicidad y todas estas cosas. Yo veo, por ejemplo, las diferencias entre un Billy Graham, la gente hablaba de las campañas de Billy Graham, amén, pero yo siempre vi en Billy Graham, a un hombre que apuntaba siempre hacia Jesucristo. Siempre sobrio, nunca llamando tanta atención hacia sí mismo. Era importante, sí, el nombre de él, porque la gente sabía que cuando estaba Billy Graham, que iban a recibir buena palabra, buena enseñanza, un hombre ungido de Dios, pero no había ese culto a la personalidad que hoy en día hay en muchos casos.

Hermano, no adore a ningún hombre por favor. No ponga su mirada sobre ninguna persona. Nosotros somos columnas muy, muy fallidas. No ponga su fe en ningún pastor, ni en ninguna iglesia tampoco, póngala en Jesucristo porque cualquier hombre le va a fallar a usted, sabe? Póngala en Jesús. Una iglesia le puede fallar, pero Cristo nunca le va a fallar.

Pedro dice, “… por qué os maravilláis de esto? Por qué ponen los ojos en nosotros? Como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este hombre. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús…” usted ve? Es Cristo quien ha hecho este milagro a través del Padre, que lo ha glorificado a él.

Ve aquí esta interacción también el principio de la Trinidad, el esbozo de la Trinidad, el Padre glorifica al Hijo haciendo milagros en el nombre del Hijo para que se sepa que el Hijo es el Hijo y que es el Mesías que él ha enviado.

Entonces Pedro dice, no nos miren a nosotros, no nos adoren a nosotros, no nos conviertan ahora en un culto a nuestra personalidad. No, Dios, usando a su Hijo Jesucristo ha hecho esto para glorificar a su Hijo. Es muy importante esto. Y ha glorificado a su Hijo Jesús, edocsasen, es una palabra quiere decir, de donde viene la palabra docsología, lo ha hecho glorioso, la ha exaltado, lo ha adornado, le ha dado una gloria especial a su Hijo, haciendo esto que ustedes ven aquí. Esto es para el mérito de Jesús y no para nuestro mérito.

Otra cosa, en la manera en que Pedro habla hay una confrontación clara y directa. Los judíos han crucificado al autor de la vida. Irónicamente lo han matado al que es el autor de la vida. Ahora, quién es el autor de la vida sino Dios? ¿Verdad que sí? Hay algo interesante ahí también, no? es una implicación de que Jesucristo es Dios, porque solo Dios crea vida, sí o no? y Cristo dice, es el creador de la vida, es autor de la vida, entonces hay una implicación allí.

Ve por qué la iglesia siempre ha creído que Jesucristo es Dios? Porque es que en la mente bíblica, como que no hay separación entre el Hijo y el Padre, de su divinidad. Dios es el creador de la vida, es el autor de la vida. Dice en el versículo 14:

“… vosotros negasteis al santo y al justo y pedisteis que se os diese un homicida, y mataste al autor de la vida…”

Entonces hay una confrontación de la gente. Hermanos, y Pedro no lo hace en una forma cruel o dañina. Él simplemente está notificando, ustedes mataron al que da la vida, es una ironía. Yo siempre he dicho que a la gente hay que hablarle acerca de sus pecados, pero no con guille de ser uno más santo que ellos ni nada, sino simplemente hablarle de que todos somos pecadores y necesitamos arrepentimiento y sanidad a través de Jesucristo.

No podemos obviar eso, no podemos quitar la importancia del pecado, la santidad del arrepentimiento, del repertorio cristiano. Entonces Pedro los confronta y les deja saber que ellos han hecho algo terrible y que han matado al que Dios mismo autorizó como el Hijo de Dios, como el Mesías, y que ellos necesitan arrepentirse.

Entonces viene luego la misericordia. Dice:

“… más ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho como también vuestros gobernantes –versículo 17-“

En otras palabras, no se preocupen, está bien, no se vayan a pegar un tiro, todavía hay esperanza, no? Cójanlo suave, no? sí, hicieron un error pero hay una posibilidad de solución. Versículo 19:

“… así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…”

Cuál es el llamado? Está bien, cometieron un pecado, pero la esperanza está. Arrepiéntanse y conviértanse al Señor. Cambien de mente. Recuerdan qué era arrepentimiento? Cambiar de mente, cambiar de dirección, cambiar de comportamiento. Esa es la respuesta.

Aquí hay algo interesante, no tengo tiempo para tantas cosas pero, fíjese que en el primer sermón Pedro dice, arrepiéntanse, bautícense para perdón de pecados y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque en ese contexto era lo que llamó la atención de la gente fue el derramamiento del Espíritu Santo. Aquí fíjense que él omite esa parte del bautismo del Espíritu Santo. Una notita ahí, simplemente un detalle. Interesante, no? como que en esta ocasión esa parte no parece tan relevante, no es que no sea importante el bautismo del Espíritu Santo, pero él no lo menciona.

Y así en diferentes ocasiones en la Biblia no hay como una consistencia total acerca de que esto tiene que ir después de lo otro, y después de lo otro. Pero solamente me parece interesante, no? porque en este caso él no menciona como en el primero la cuestión del bautismo del Espíritu Santo.

Y finalmente, un versículo que a mí me cautivó mucho, el 21, dice:

“… para que él envíe a Jesucristo que os fue antes anunciado, versículo 20, entonces 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de su santos profetas…”

Es decir, hablando de Jesucristo dice, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba. En otras palabras, como que el cielo retenga, que el cielo aguante a Jesús, que él esté allá arriba como está todavía hace 2000 años que el cielo lo está recibiendo, lo está aguantando allá. Él está allí esperando su momento. Ese Jesús es importante que se quede allá arriba, hasta qué tiempo? Hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas.

La palabra restauración es apocatastaceo, de donde viene la palabra apocalipsis, apocatastaceo, es el final de los tiempos. Ahora, qué esto de la restauración de los tiempos? El Apóstol Pedro no explica, ni la Biblia explica, qué quiere decir Pedro. Pero es interesante a la luz de lo que hemos estado diciendo, yo creo, hermanos, que Jesucristo no vendrá. Yo me aseguré de leer algunos comentarios, por ejemplo el de John Wexley, que es uno de los grandes hombres de Dios, es exactamente lo que yo pienso que quiere decir esto. Yo no creo que Jesucristo va a venir hasta que no se den ciertas correcciones que tienen que darse en este mundo, hasta que Dios no haya cumplido su propósito.

El Señor Jesucristo le dijo a la iglesia, id y haced discípulos a las naciones. El Señor le dio a la iglesia autoridad. El Señor, yo no creo que va a venir necesariamente hasta que la iglesia no haya hecho todo lo que tiene que hacer aquí en la tierra. Yo no creo que Jesús va a venir hasta que Israel no llegue a su punto de conocer algo del Señor. Yo creo que tienen que darse ciertas correcciones, ciertas cosas en este mundo. Yo no creo que Cristo va a venir a un mundo totalmente caótico y deshecho, yo creo que todavía la iglesia tiene que establecer mucho orden en este mundo, y todavía todo lo que la iglesia tiene que cumplir en esta tierra no se ha dado.

Yo no creo que Jesucristo va a venir hasta que no haya, por lo menos, no sé exactamente lo que quiere decir, pero hasta que no haya una restauración de este mundo. Y por eso es que yo vivo siempre diciendo, Señor, qué es lo que tu tienes en mente? Qué es lo que tu vas a hacer todavía? Porque todavía queda mucho por hacer. Yo no creo que este mundo todavía esté restaurado como Dios lo quiere y esa es mi señal de que ya mi tiempo se termina. Como ustedes ven estoy tratando de ser más responsable con ustedes, sobre todo en el verano que la paciencia de la gente está un poquito más baja.

Pero no, estoy entrenando también para ser un poquito más parco en las enseñanzas porque sino no se puede ir por todas partes. Pero, es importante, hermanos, que nosotros le pidamos al Señor claridad acerca de eso. Señor, qué es lo que te falta todavía por hacer antes de que Cristo venga?

Dice también en otra parte que hasta los tiempos de los gentiles, cuando se haya cumplido el tiempo de los gentiles entonces Jesucristo vendrá. Es decir, Dios tiene un reloj, lo mínimo que eso quiere decir es que Dios sabe el momento preciso. Hay cosas que tienen que pasar en este mundo, hay restauraciones, hay correcciones que tienen que darse en este mundo antes de que el Señor venga. Y lo que tenemos que hacer, por lo menos yo sé esa cantidad, no sé exactamente todo. Habla aquí de la cual hablaron los profetas antiguos. Bueno, vaya a los profetas. Yo en este verano cuando estuve de vacaciones recorrí todos los libros proféticos, estoy haciendo un resumen, estoy sacando todos los textos proféticos, y yo veo allí claramente la restauración de Israel, el juicio de las naciones, cambios en la naturaleza, muchas cosas que tienen que suceder, de las cuales hablan los profetas: Isaías, Ezequiel, Jeremías, Zacarías, Malaquías, Joel. Hay muchas cosas que tienen que pasar antes de que Cristo venga y no todas han sucedido todavía.

Así que no se compre el paracaídas todavía porque quien sabe si todavía le falta tiempo antes de que usted suba. Hay mucha gente que dice, bueno, ya mañana y quién sabe Cristo puede venir en cualquier momento. Pero no se vaya tan rápido todavía, hay mucho trabajo que hacer aquí en la tierra, sabe? Y mucha bendición que todavía Dios quiere darle a su pueblo. Amén.

Así que apriétese los cinturones todavía, mi hermano, mi hermana, porque cosas buenas van a pasar. Amén. Gloria al nombre del Señor.

Vamos a ponernos de pie y vamos a darle gracias a Dios por su palabra. Vaya después durante la semana, medite en este milagro. Pídale Señor, yo quiero vivir esa vida milagrosa de estos primeros discípulos. Caramba, cómo se movía el Señor. Yo vivo con hambre y sed de ver ese mover de Dios en la vida de su iglesia. Un nuevo Pentecostés, necesitamos un bautismo del Espíritu Santo, un mover de Dios en la iglesia para que se den esos momentos. Porque la gente entonces va a estar interesada en escuchar y Dios va a abrir oportunidades para que le prediquemos el Evangelio.

Hoy en día la iglesia se mueve y ni una mosca se da por enterada y por eso es que hay que estarle rompiendo la puerta a la gente para que nos dejen entrar a hablar del Evangelio. Si el espíritu de Dios se está moviendo, si hay unción de Dios en los aires, la gente va a venir y vamos a tener nosotros que aprovechar oportunidades que Dios va a abrir en nuestras vidas. Yo quiero que Dios nos de una iglesia radioactiva, yo quiero ser una persona magnética para Dios. Tengo que llenarme del Espíritu Santo. Tengo que vivir una vida… hay que pagar un precio, esta gente había pagado un precio, habían recibido la unción del espíritu.

Pídele a Dios que te haga interesante, pídele a Dios que te haga intrigante. Pídele a Dios que te haga magnético para que otros vengan y te pregunten, qué es lo que tu tienes? Dime. Qué es lo que hace la diferencia en tu vida? Y nosotros podamos hablarle de ese Cristo que conocemos.

Así, Padre, en el nombre de Jesús pedimos en esta mañana, Señor, una fresca unción de tu espíritu. Gracias porque tu dejaste registrada en tu palabra estos milagros, Señor, que nos recuerdan sobre todo que tu no has terminado con nosotros. Tu quieres que esto mismo se de en nuestros tiempos en tu iglesia, en este lugar, Señor, en esta Congregación. Envía tu espíritu, Padre, haznos gente evangelística, haznos gente inquieta, haznos gente, Padre, que Dios se mueva de tal manera alrededor de nosotros que sea imposible esconder el hecho de que Cristo vive y que Dios lo ha glorificado por medio del poder de su espíritu en su nombre.

Yo bendigo a mis hermanos, Señor, en esta mañana y pido que tu gracia repose sobre cada uno de ellos. Bendice sus vidas, Señor, llévalos de este lugar con tu bendición y con la presencia poderosa de tu espíritu, Señor. Sus temas, sus luchas, sus dificultades, sus retos, trabajos, falta de trabajo, vivienda, falta de vivienda, situaciones matrimoniales o familiares, Padre, sus emociones, yo declaro ese mover poderoso de Jesucristo en sus vidas, y que al salir de aquí, Señor, salgamos como Pedro y Juan a ser testigos de un Cristo que todavía vive, un Cristo resucitado, un Cristo de poder, un Cristo de milagros y de sanidades, Señor. Llénanos con tu espíritu de nuevo Padre, porque sin tu espíritu no podemos hacer nada. A ti damos toda la gloria y toda la honra, Señor, y apuntamos hacia ti, Señor Jesús, el único y sabio Dios, el único que merece toda gloria, toda honra, todo honor por los siglos de los siglos. A ti Señor te adoramos, bendito sea tu nombre, amén y amén. Gloria al nombre del Señor, hermanos. Les bendigo en el nombre de Jesús. Amén. Amén