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Mantener limpio el fluir del espíritu

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Vamos a la palabra del Señor en el libro de los Hechos en el capítulo 2. Para los que nos visitan y los que no han estado por un tiempo recordemos que en todos los momentos en que yo pueda, que no intervenga otro tipo de situación, visitante, un viaje o lo que sea, yo voy a estar caminando a través del libro de los Hechos, como ustedes bien lo han escuchado pero lo voy a seguir repitiendo hasta que se les grabe. Mi deseo a través de este estudio es infundir en nosotros como congregación y como individuos, lo que yo llamo una mentalidad sobrenatural, un sensibilidad a las cosas del espíritu, un entendimiento de que la vida cristiana no se procesa en la manera en la manera en que se procesan los demás fenómenos de la existencia humana, sino que es algo que se navega en el espíritu.

El Apóstol Pablo dice que los que son del espíritu piensan en las cosas del espíritu. Habla del hombre espiritual o la mujer espiritual. Y para eso hay que renovar la mente y una de las maneras en que nosotros renovamos nuestra mente es meditando en la palabra de Dios, meditando en esos paradigmas, esos conceptos que nos registra la palabra de Dios y al nosotros ver esos textos, esas narrativas, estudiarlas, escucharlas expuestas en los diferentes momentos en que estudiamos la palabra del Señor, en nuestra mente va grabándose esa idea: yo soy un hombre, soy una mujer del espíritu, soy de la eternidad, no camino, no pienso, no hablo, no proceso los eventos de la vida en la misma manera que lo hace la persona natural, el hombre natural, la persona que procesa las cosas en la carne según la razón meramente.

Entonces al estudiar el libro de los Hechos que es un libro eminentemente sobrenatural, porque es los Hechos del Espíritu Santo en realidad a través de los Apóstoles, nosotros podemos entender mejor cuáles son esos patrones, esos hábitos del espíritu, esas formas en que el espíritu obra en la vida de los creyentes, y cómo nosotros interactuamos y nos relacionamos con ese Espíritu Santo.

Y uno de los pasajes claves en toda la Escritura está ahí en el capítulo 2, es el momento como yo decía hace unas semanas atrás, es el momento cúspide del proceso del Evangelio y también es el punto de partida de muchas cosas que vemos en el resto de la Escritura.

En el capítulo 2, comenzando con el versículo 1 se nos describe la venida del Espíritu Santo. El Señor Jesucristo les dice a sus discípulos:

No salgan de Jerusalén hasta que no hayan recibido poder de lo alto, hasta que no hayan recibido la promesa del Padre, por qué? Porque él los enviaba a aprender una tarea sobrenatural, una tarea humanamente imposible para un puñado de hombres y mujeres ignorantes, pobres, sin ningún tipo de influencia social, intelectual o política, conquistar el mundo, hacer discípulo a todas las naciones, conquistar Roma, ir hasta Egipto y las otras partes del mundo que ellos ni siquiera conocían, que ese Evangelio tenía que llegar. Cómo iba esa bandada de gente asustada, impotente, como eran ese puñado de creyentes, cómo iban ellos a cumplir esa tarea excepto que Dios los capacitara en una manera sobrenatural?

Y por eso el Señor Jesucristo le dijo, No se vayan de Jerusalén hasta que no hayan sido ungidos con poder de lo alto. Entonces aquí es el momento esperado, ellos han estado orando, han estado tramando, han estado juntos en espera de esa visitación que el Señor le dijo que vendría y llega el momento. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos. Recuerde de nuevo Pentecostés no es el nombre que se le dio a este fenómeno, a esta experiencia, Pentecostés ya era un día de fiesta solemne judía. Es como decir que el Espíritu Santo cayó el 4 de julio o Memorial Day, o cualquier otro día de esos de fiesta. Pero este era un día de fiesta solemne judío, religioso, espiritual, marcaba la culminación de la cosecha. Que lindo que el bautismo del Espíritu Santo sobre la iglesia, la iniciación del funcionamiento del Espíritu Santo vino cuando se completaban los 50 días de la cosecha. Guau! Iba a ver una cosecha mucho más hermosa, cosecha de almas.

Y ese día que se marcaba la culminación, y que había comenzado el día de resurrección, 50 días después que Cristo resucita se da. Es decir, ese período que culmina con Pentecostés comienza un domingo que fue el domingo en que Cristo se levantó de entre los muertos, primicia, dice, y la primicia era precisamente el día que iniciaba los 50 días hacia Pentecostés. Cuando se cortaba el primer grupito de espigas de trigo o de cebada o lo que fuera, el sacerdote lo cortaba iniciando el tiempo de la cosecha. Y 50 días después se concluía en el día de Pentecostés.

Es decir, la primera cosecha, Jesucristo resucitado, primicia de entre los muertos. Una nueva creación de Dios, 50 días después de cumple ese tiempo y se inicia la cosecha de la humanidad entera, se inicia la nueva era de la iglesia. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos como tu madón epito auto, repitan eso, por favor todos: como tu madón epito auto. Estaban todos juntos, dice en un mismo acuerdo, en el mismo lugar más o menos la idea. Estaban con una idea clara, fija, todos estaban unidos.

Hermanos, qué importante es que las iglesias cultiven la unidad. Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna, que hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía.

Hermanos, sabe usted que la pre condición para cualquier visitación del Espíritu Santo es la armonía? Que la armonía presupone humildad, presupone ajustarnos unos a otros. Ayer, viendo yo esos hombres, hermana lamento decirle mujeres que estos hombres se la comieron. Sabe ya ustedes no son el único show en el pueblo, saben? Lamento decirle que hay otro vaquero ya aquí en Dodge City. Las hermanas dice, amén, gloria a Dios. No, esos hombres están poniendo las pilas, hermana. Que bueno, verdad que sí, las mujeres están deseosas que los hombres se levanten, no para oprimirlas sino para caminar junto con ellas. Amén.

Pero yo creo que una de las razones por las cuales se dio esa bendición, porque estos hombres están aprendiendo a trabajar en armonía, saben? Eso es bien importante. Cuando los hombres se sujetan unos a otros, es que hay demasiado vaquero por ahí de dos pistolas en el mundo y por eso es que los hombres a veces no podemos hacer nada y las mujeres están viajando a la velocidad de la luz y nosotros ahí con una carretilla más o menos y es porque no nos sujetamos, no nos dejamos quebrantar. La mujer aunque aparentemente la llaman el género débil, pero de débil no tiene nada. Esas mujeres nos envuelven en un solo dedito. Pero yo creo que es porque la mujer se sujeta al espíritu, la mujer es frágil ante el Señor, la mujer es como una niña, las mujeres son más sensibles al espíritu y como que pueden sujetarse más fácilmente. Nosotros los hombres, Dios nos ha hecho fuertes, líderes y a veces eso también se pervierte, es el lado oscuro del don y entonces no nos sujetamos y siempre estamos con esa violencia y esa actitud de que no nos sujetamos a nadie y queremos que nuestra agenda sea…

Y yo siempre le he dicho a los hermanos, recuerdan cuando yo fui a predicar allá el martes, hace tiempo, al grupo le decía, hermanos, tenemos que sujetarnos unos a otros, tenemos que amarnos, tenemos que ser mansos y humildes. Yo le doy gracias al Señor, porque estos hombres al trabajar juntos y al llegar allí y amarse como hermanos y poner a un lado las agendas, Dios ha permitido que se vaya levantando un grupo muy bello y que esa bendición de ese sábado, yo creo que fue por eso, así que varones, les animo, sigan en ese espíritu, que no se oiga aspereza en el ambiente.

Yo estaba pensando en eso los otros días, perdonen, tienen tiempo? Y si no, too bad. Yo estaba pensando, hablando con alguien, sabe que cuando se hizo el templo, el primer templo el Señor dijo que en el espacio donde se iba a hacer el templo no se debía oír el golpe de martillos. Cuando Dios dice las cosas, él es un detallista increíble, él no quería que se oyera en el lugar del santuario, mientras se construía el templo jamás golpes de martillos, sino que las piedras tenían que ser talladas en otro lugar y traídas y ajustadas unas con otras. No les vuela eso la tapa de los sesos? Que interesante, no?

Primero, yo creo que en la casa de Dios no debe haber violencia, en el sentido de la gente golpeándose unos a otros, criticándonos unos a otros, atacándonos unos a otros, debe haber armonía, paz, amor, gozo, bondad. Miren el fruto del Espíritu Santo, mansedumbre. Entonces es muy importante eso, escúchenme, hombres, esto es un freezbee, eso es gratis para ustedes. Mujeres, congregación León de Judá, unánimes, juntos, en unanimidad, en armonía. Por qué? Dios dice, yo no quiero violencia en este lugar porque mi espíritu va a morar en él. Reverencia. Y nosotros tenemos que ser como esas piedras del templo talladas por Dios para que podamos pegarnos unos a los otros, vamos a encajar. No era con cemento, ni con clavos, ni nada, no, era que las piedras ajustaban tan bien que podían…

Usted ha visto las piedras del muro de las lamentaciones? Esa es la fundación del templo. Son unas piedras gigantescas y esas piedras han permanecido siglos y siglos. Las otras fue porque las destruyeron los romanos, pero esas piedras, que eran la fundación están simplemente encajadas unas con las otras y así nosotros tenemos que ser.

Yo le tengo que pedir al Señor, Señor, moldéame para que yo pueda encajar con los demás hermanos. Hay que morir. En el matrimonio es igual. En el matrimonio… alguien me preguntó el otro día, bueno, que hay que hacer para tener un buen matrimonio? Yo le dije, morir mucho. Se lo dije inmediatamente. Es cierto. Por qué? porque hay cosas en tu vida que quizás si tu vivieras solo, tu no tendrías que cambiarlas. Están bien, no tienen nada de malo, pero como tu vives ahora a la luz de otro ser con el cual tu tienes que emparentar y empatar, hay cosas que si tu fueras una piedra solitaria en un pedregal, no habría problema, pero como tienes que ajustar muy bien con otra piedra, tienes entonces que tallarte, dejarte tallar por el Espíritu Santo para tu poder encajar con tu pareja. Digan gloria a Dios. Eso me salió tan bueno que quisiera grabarlos. Grábenme por ahí y déjenme oírlo otra vez. Eso es del Señor.

Hay que morir, hay muchas cosas que uno tiene que dejar atrás para que el matrimonio pueda funcionar bien. Y entonces dicen, pero por qué yo tengo que dejar eso si eso no es nada? No, no es nada en sí, solo, pero a la luz de tu pareja y de tu matrimonio, si tu quieres tener un matrimonio feliz y sólido y bendecido, sí es algo. Y si lo sacrificas Dios te va a bendecir por ello. Y si te dejas cortar ese pedacito Dios te va a dar otro pedacito mejor, porque eso es lo que hace que te hace tropezar. Unánimes juntos, estaban unánimes juntos.

Para que el Espíritu Santo se pueda manifestar en una congregación tiene que haber armonía. Yo le doy gracias al Señor, no somos perfectos, de vez en cuando nos jalamos los moñitos allí, pero normalmente esta es una iglesia, gloria al Señor, que hay armonía, hay sus cosas, dónde no las hay? Y yo les digo hermanos, protejamos eso hasta el último segundo. Cultivemos la armonía, cultivemos el amor. Si hay algo, alguna aspereza, con alguien apresúrate a reconciliarte con tu hermano, no lo dejes ahí languideciendo y desangrándote, busca sanidad. Perdona y pide perdón y arregla las cosas con tu hermano para que pueda fluir la unción del espíritu en la congregación.

Porque cualquier cosita es como… la iglesia es como una vena, una gran vena y el conflicto es como crecimiento de grasa que crean arterioesclerosis en la vena, cualquier conflicto entre dos hermanos es un pedacito de grasa que impide un poquito del fluir del espíritu. La iglesia que no tiene un pedacito de grasa, la tubería está casi tapada 80%, necesitan una operación de esas que le hacen… le meten una zonda por ahí para rasparle todo lo que está ahí adentro. Tenemos que mantener limpio el fluir del espíritu.

Yo amo el Espíritu Santo, hermanos, como nunca en mi vida. Yo deseo que el Espíritu Santo descienda sobre esta congregación. Y yo le doy gracias a Dios porque mucha gente viene aquí y dice, pastor, su congregación es amorosa. El profesor Eduardo Ramírez que estuvo aquí en estos veintipico de jóvenes de Eastern University el domingo pasado, me escribió, como siempre lo hace cada año que viene, me dijo, pastor, su congregación es una congregación excepcional, el Señor la gloria. Estos jóvenes dice, se fueron tan animados y tan agradados del calor de esta iglesia, se sintieron como en su casa. Yo le dije, hermano, esta iglesia es suya cuando quieran venir. Para mí lo más importante es manifestar el amor de Cristo sobre todas las cosas. Todo lo demás es secundario, hermanos, el amor de Cristo por eso es tan importante.

Por eso es que yo creo que el escritor puso esto aquí: “… estaban todos unánimes juntos…” por eso yo digo, esperen, por qué? porque mientras oraban juntos, mientras clamaban al Señor, mientras derramaban lágrimas pidiendo la unción del espíritu cada día venían, se reunían, sus espíritus eran hermanados, purificados y entonces cuando la vasija estaba preparada vino el Espíritu Santo sobre sus vidas. Estaban unánimes y juntos.

“…Y de repente, dice, vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen….”

Yo decía, por eso hermanos, yo cada día me enamoro más y más del Espíritu Santo. Por eso en este tiempo… yo creo que estamos en un tiempo clave en que vamos a ver un derramamiento del Espíritu Santo increíble.

De paso, el próximo domingo es día de Pentecostés. El próximo domingo, ya llegamos a la conclusión de los 50 días que marcan. Así que el próximo domingo es día de Pentecostés y yo creo que esta estación, esta época en que estamos entrando es una época como nunca otra. Yo tengo grandes expectativas de ver la manifestación de Dios en una manera sin precedente en la historia de la humanidad. Muchas cosas que Dios ha hablado en mi corazón que yo pienso, bueno, me la está harbando a mí? No, se la está hablando a otros dondequiera. Esta mañana yo leía una carta que me habían enviado hacía como 3 semanas y yo no la había leído. Estaba allí en un sobre que me enviaron con unas grabaciones, una gente que tiene un don profético muy bello. Y yo pude leer esa carta y muchas de las cosas que esta gente decía acerca de esta época en que estamos viviendo ahora de la historia de la humanidad y de la iglesia, hacían resonancia en mí corazón. Yo creo que estamos entrando ya a los últimos tiempos y vamos a ver una gloriosa visitación del Espíritu Santo y yo quiero que mi iglesia se prepare, que mi iglesia esté lista para esa venida del espíritu de Dios.

Y yo quiero, yo mismo, estar listo y prepararme más y más para procesar esa presencia de Dios en mi vida y en mi ministerio y en el ministerio de esta iglesia. Es importante, hermanos, que nosotros entendamos esto.

Ayer mismo yo tuve una experiencia con respecto a eso. Yo iba a predicar, tenía la segunda predicación en el congreso de hombres y yo llevaba un sermón muy diferente, me había preparado para predicar, y había meditado y había orado, y de momento cuando llegué allí y fue más o menos cuando se paró el pastor Osorio a predicar, que algo me dijo, olvídate ese no es el sermón que tu tienes que predicar. Predica otra cosa y me dio exactamente el texto. Y yo prediqué sobre otro texto y creo que fue de bendición.

Pero mire esto, esto no es tanto la cosa. Yo le he dicho que muchas veces he tenido que hacer eso, más en esta etapa de mi vida, y yo creo que es por eso, porque según uno se va dejando guiar por el Espíritu Santo, el Espíritu Santo dice, ok, me estás escuchando, que bueno, te voy a dar más, te voy a dar más. Y a mí no me gusta pararme allí así sin preparar algo, pero cada día me encanta más fluir en el espíritu porque yo sé que si es de Dios, Dios va a proveer. Eso es lo bello y no hay nada como un pan recién horneado del espíritu, sacado del horno.

Después que yo terminé de predicar, al final de día, vino el hermano Héctor. Héctor, ven acá un segundito, por favor. Héctor es un hombre de Dios, es un hombre que ha estado muchos años en nuestra iglesia callado, un hombre respetable y respetuoso, muy especial, una familia muy bella. Y el hermano Héctor no es dado a estar con… yo nunca lo he escuchado a él hablar de estar con muchos alardes del espíritu ni nada por el estilo, pero si pueden poner un micrófono por favor. Pero Héctor vino y compartió conmigo algo al final y yo quiero simplemente… porque esto es acerca de cómo vivir nuestra vida fluyendo en el espíritu, lo importante es escuchar del espíritu y cuando el espíritu se está moviendo…

Héctor, dime algo de lo que tu compartiste conmigo ya al final del servicio? Dios les bendiga. Dios me les bendiga, queridos hermanos. Para mí la primera vez venir a hablar a petición del pastor frente a ustedes y resulta que en el día de ayer cuando nos preparábamos para asistir a la actividad de hombres saliendo del baño Dios me habló, me dijo, abre tu Biblia y vete a Lucas 5 y léelo.

Permítanme leerlo primero como el mandato que él me dio.

“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesareth el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios….”

Así mismo, queridos hermanos, cuando llegamos a la actividad junto a mi hermano Félix, yo abrí la Biblia en el mismo capítulo Lucas 5 y le manifesté a él, mira, Dios me habló esta mañana de que abriera en mi Biblia Lucas 5, pero antes de manifestárselo a él se lo había manifestado a un hermano, el hermano Andrés que es ujier acá, a la entrada del edificio, y le dije, siento que aquí se va a hablar sobre esto. Y él me dijo, espera confirmación. Y así mismo dejé la Biblia abierta en la mesa, cuando el pastor dijo que había cambiado el sermón y que abrieran Lucas, capítulo 5, yo me quedé boquiabierto. Yo no tuve que hacerlo, ya estaba ahí. Y eso fue una confirmación y es algo de que no es casual. Eso quiere decir que Dios se está moviendo alrededor de nosotros y que el pastor está siendo grandemente usado por Dios para manifestarnos a nosotros a través de él, el mensaje. Queridos hermanos para mí fue una gran confirmación el día de ayer.

Gracias Héctor. Amén. Amén. La razón por la cual yo le pido a Héctor mismo que comparta es simplemente para ilustrar esta idea de que bello es cuando nosotros aprendemos a navegar en el espíritu y escuchar. Yo creo sin embargo, hermanos, que el Espíritu Santo siempre nos está hablando lo que pasa es que a veces no lo escuchamos, somos torpes, no somos diestros en discernir la voz de Dios. Porque cuando me vino eso, no fue como un ángel que me dijo verbalmente. No, fue algo, una impresión bien clara. Ese pasaje como que se me sembró en la mente. Yo dije, bueno, yo no sé por qué pero… y entonces yo conozco el pasaje comencé a pensar, claro que sí perfecta coincidencia con este momento de hoy.

Es bueno dejarse guiar por el Espíritu Santo. Es bueno, yo podría darle varias ilustraciones, pero me tomaría todo el sermón, pero ojalá, porque son ilustraciones. Esta misma semana, yo compartía una ilustración muy larga, pero no la voy a hace ahora mismo con los hermanos ayer, de como Dios me llevó a hacer una llamada telefónica estratégica y abrió una puerta extraordinaria. Simplemente escuchando su voz y accediendo a él.

Ahora, uno tiene que tener mucho cuidado con eso. No toda impresión es de Dios, hay que tener mucho cuidado con Dios, sabe. Yo he visto gente cometer serios errores, serios errores con respecto a eso. Uno tiene que tener mucho cuidado y experiencia, confirmación y sobre todo cuando son cosas muy delicadas en la vida. Uno tiene que buscar una seguridad y caminar muy cuidadosamente y sobriamente en el Señor.

Pero Dios quiere que aprendamos a fluir en el espíritu, a escuchar del espíritu, que nuestra vida está lubricada continuamente con el aceite, el ungüento del espíritu. Por eso él quiere bautizar las congregaciones. Y por eso en este tiempo yo estoy hablando tanto del Espíritu Santo y yo les animo, mis hermanos, mis hermanas a buscar esa llenura del espíritu en su vida, buscar ese bautismo del Espíritu Santo.

Si tu no has tenido todavía esa experiencia gloriosa hemos orado muchas veces aquí por los hermanos y las hermanas, seguiremos haciéndolo y tu también ahí en tu propia vida busca y espera y anhela y pídele al Señor ese bautismo del Espíritu Santo porque no podemos simplemente, bueno, yo acepté a Cristo un día y ya soy evangélico, tengo mi carnet para comprobarlo y no necesito más nada. No, hay una segunda experiencia, esa que el espíritu a través de Jesucristo le dijo a los discípulos esperen hasta que sean bautizados con poder de lo alto, investidos con poder de lo alto.

Entonces vino el Espíritu Santo sobre los discípulos y de ahí en adelante, desde ese momento en adelante vemos al Espíritu Santo manifestado en las páginas del Nuevo Testamento en muchas diferentes maneras.

En el libro de los Hechos lo vemos llenando muchas funciones, desde que cae sobre los discípulos. Cuáles eran algunas de esas funciones? Que son las mismas funciones que el Espíritu Santo quiere llenar en nuestra vida hoy, en tu vida y en la vida de la iglesia. Mire, yo veo que los discípulos recibieron denuedo. Digan denuedo. Es una palabra muy rara. Yo podría decir que recibieron valor, recibieron pasión, recibieron atrevimiento, coraje, podría decirse también, para testificar de Cristo Jesús.

Ahí está Pedro cuando en ese mismo momento cuando cae el Espíritu Santo mucha gente afluye a donde están los discípulos porque los están escuchando hablar en otras lenguas y hablar en lenguas, en ese momento el Espíritu Santo se manifestó con lenguas humanas. Eran las lenguas de todos esos judíos que habían venido a Jerusalén de diferentes países donde se encontraban, precisamente para celebrar Pentecostés. Los judíos siempre han estado esparcido por todas partes del mundo y como aquí en Estados Unidos, por ejemplo, que los judíos hablan inglés, o en Europa donde hablan francés, o alemán o cualquier otro de los idiomas europeos, o en Latinoamérica donde hablan español, todos esos judíos que vivían en diferentes partes del mundo, trabajando en comercio, en las diferentes cosas en que siempre han trabajado los judíos, habían llegado a Jerusalén para celebrar ese festival. Y cuando oyen a estos hombres y mujeres indoctos hablando en todos esos idiomas que ellos entienden, se quedaron boquiabiertos. Y entonces llegó una gran multitud alrededor de ellos, y ese Pedro que se acobardó ante una sola sirvienta que le dijo, tu eres de los discípulos de Jesucristo y él dijo, quién yo? Le dijo no conozco a ese hombre. De momento ahora se para como un general y les predica acerca del Cristo resucitado. Y los confronta, les dice, ustedes crucificaron al autor de la salvación. Y esa gente cayó y dijo, varones, hermanos, qué tenemos que hacer? Y él les dijo, recibid a Cristo y sed llenos del bautismo del Espíritu Santo.

Pedro tuvo un coraje, un valor. Y una de las cosas que el Espíritu Santo hace cuando nosotros somos llenos del Espíritu Santo, nos da valor para testificar, nos da efectividad, nos da denuedo para testificar. Y vemos a los discípulos de ahí en adelante testificando en diferentes situaciones ante autoridades, multitudes, funcionarios, como Felipe, ante el etíope, funcionarios del gobierno, diferentes personas con denuedo.

Otra cosa que vemos, vemos al Espíritu Santo dando efectividad y elocuencia en el ministerio. Estos hombres y mujeres se convirtieron en grandes instrumentos del Señor dondequiera que iban. Eran efectivos. No eran perfectos pero eran efectivos.

Yo he visto eso en las iglesias que cultivan la llenura verdadera balanceada del Espíritu Santo son iglesia bendecidas. Crecen, testifican y hablan con efectividad acerca del Señor Jesucristo como Señor y salvador. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, lléname de esa efectividad por medio de tu Espíritu Santo.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo por dondequiera facilitando milagros. Donde está el Espíritu Santo hay milagros, hay señales, hay prodigios, surgen cosas sobrenaturales sobre las que hablaba el hermano Héctor.

Vemos por ejemplo, poco tiempo después que se derrama el Espíritu Santo están Pedro y Juan en la puerta de la hermosa, hay un cojo de nacimiento allí, y el Señor viene sobre Pedro, él testifica, declara sanidad sobre ese paralítico y este hombre que llevaba años y años ahí cojo, paralítico, sentado mendigando, de momento se para, salta y glorifica a Dios y crea toda una sensación, porque el Espíritu Santo facilita milagros. Donde se cultiva la presencia y el mover del Espíritu Santo hay una atmósfera donde Dios puede obrar. Se genera fe en la gente y entonces Dios puede hacer las cosas que él quiere hacer.

Otra cosa que vemos también aquí. Vemos al Espíritu Santo disciplinando y castigando. Sabe usted que el Espíritu Santo no es solamente para pasarle la mano a la gente y decirle Dios te ama, Dios te acepta como tu eres. Yo creo en todo eso, yo creo en la gracia de Dios, yo creo en la iglesia de misericordia, he hablado de amor y todas estas cosas, pero ¿saben qué? El Espíritu Santo también es siniestro, sabe. Le da una bofetada al más bonito. El Espíritu Santo confronta. El Espíritu Santo castiga.

Ananías y Safira, eso no pasó en el Antiguo Testamento con Elías, eso pasó en el Nuevo Testamento. Donde está el Espíritu Santo con poder hay confrontación, hay temor de Dios. Se requiere santidad. Amén, hermanos. Esa vida laxa en que vive tanto cristianismo hoy en día cuando está la llenura del Espíritu Santo verdaderamente la gente tiene temor de hacer ciertas cosas. Hay que hablar la santidad, hay que hablar la verdad de Dios, hay que confrontar las cosas que no están bien. Y cuando está el Espíritu Santo en medio de una congregación el Espíritu Santo puede castigar y disciplinar.

Yo he oído gente decir, no, eso de que Dios puede enfermar a una persona, Dios no enferma a nadie, mire, eso suena bonito pero no es bíblico, no es verdad. Ahí está en Primera de Corintios, dice, aquellos que comen de la cena del Señor y no disciernen el cuerpo del Señor, dice, por eso están muchos de ustedes enfermos y algunos hasta duermen. ¿Sí o no? Quién los hace dormir en otras palabras le corta el pescuezo? El Espíritu Santo porque no están….

Hermanos, donde está la presencia de Dios moviéndose hay que tener cuidado. Camina ligerito, sabe? Eso es algo que a mí me molesta en extremo hoy en día con tanto evangélico en esta nación norteamericana sobre todo. Los amo y lo saben tremendamente, pero veo muchas iglesias donde todo es amor y aceptación y gracia y que Dios te ama, Dios quiere prosperarte, Dios quiere hacerte un millonario, Dios quiere darte tres carros y 4 perros de raza, etc. y cantidad de cosas y nada de, sí, pero Dios espera que tu hagas ciertas cosas, tienes responsabilidad, tienes que comportarte de cierta manera, tienes que caminar rectamente delante de Dios, tienes que darle al Señor, tienes que dejarte confrontar, tienes que morir a muchas cosas.

No se oye esa parte. Todo es la mermelada y nada de comerse el pan, como los niños. Lamben la mermelada y entonces te dan el pan para que le pongas más mermelada. Cómete el pan también. Hay que buscar la otra parte también, la responsabilidad, lo que Dios espera de nosotros. Donde está el Espíritu Santo, hermanos, hay una expectativa de parte de Dios, que su pueblo va a regirse por los principios y los conceptos de la palabra de Dios. Señor, ayúdanos a ser una iglesia de santidad, una iglesia que te agrade, comienza conmigo, yo le digo al Señor. Padre ayúdanos a tomar muy en serio las cosas de tu palabra. Líbranos del mal. Líbranos de la tentación y ayúdanos a nosotros mismos a caminar de manera que tu te agrades de nosotros.

Yo veo aquí un llamado a la santidad. Ananías y Safira para mí, son una muestra. Donde está el Espíritu Santo hay seriedad. Hay que tener cuidado. Se habla claro. Se confronta el pecado, la gente es confrontada en sus comportamientos, hay expectativa de que tu te vas a regir por los caminos de Dios en todas las dimensiones. Yo creo en una iglesia profética, yo creo que en este tiempo el ministerio de Elías se va a hacer más y más fuerte. Ese último tiempo en que vendrá el profeta Elías a la tierra, o su encarnación, o su espíritu va a haber mucha confrontación en la iglesia.

Vamos a comenzar con la iglesia, hermanos, la iglesia tiene que arreglar muchas cosas. Hay que hablar claro. Yo creo en ese espíritu confrontativo. Yo sé que ustedes nunca lo han visto en mí pero…. se supone que se rían. Yo sé que muchas veces puede parecer un poquito áspero, pero hermanos yo creo que hay que tener cierta seriedad en las cosas de la vida, hay que caminar de cierta manera delante de Dios.

La iglesia de Jesucristo es una iglesia que tiene que reflejar el orden de Dios. Si queremos ser bendecidos tenemos que reflejar el orden de Dios. Por eso, entonces veo al Espíritu Santo disciplinando, castigando.

Otra cosa, veo al Espíritu Santo dando conocimiento profético, entendimiento, como al hermano Héctor a quien le habló y le dijo, yo quiero que se predique este pasaje en mi iglesia hoy. Es intuición profética.

Los discípulos entendieron que Ananías y Safira no habían vendido todas las propiedades que ellos decían. Se habían quedado con parte del dinero. El Espíritu Santo les dio entendimiento profético. Muchas veces a Pedro le dio entendimiento profético para que fuera a la cosa de Cornelio, conocimiento profético.

Vemos al Espíritu Santo también bautizando a mucha gente y llenándolos con su energía, a los 120 los bautiza, a Cornelio y sus amigos y familia los bautiza, a los efesios, los discípulos en Efesios en el capítulo 19 los bautiza, a los samaritanos los bautiza con el Espíritu Santo. Y el mismo Pedro cuando predica su primer sermón a 3000 personas habla acerca de que conviértanse y reciban la llenura del Espíritu Santo. Por eso es que yo creo, hermanos, que eso del Espíritu Santo no es solamente para la gente súper espiritual es para todo el que cree, todo el que ha recibido a Cristo como su Señor y salvador.

Hay un pasaje, no lo voy a buscar, bueno sí, aquí está, dice:

“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo porque para vosotros es la promesa y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare…”

La experiencia del bautismo del Espíritu Santo es para todo creyente, no es solamente para los súper espirituales. Todos tenemos que buscar esa experiencia y vemos al Espíritu Santo de ahí en adelante bautizando mucha gente.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dando revelación. Hablé de conocimiento profético y revelación es más o menos lo mismo. Pedro tuvo su visión al respecto de Cornelio. A Ananías el Señor le haba y le dice, Ananías, ve a tal calle allá hay un hombre que se llama Saulo, yo tengo propósitos con ese hombre, ve, ora por él, ora para sanidad y para el bautismo del Espíritu Santo. Y Ananías se sorprende al principio porque ha oído hablar de Saulo, que es terriblemente anti cristiano, pero va en obediencia y Dios hace una obra maravillosa allí. Recibió revelación.

A los Apóstoles cuando iban a predicar en cierto lugar le dice, no, y después van a otro lugar, tampoco allí, después van a otro lugar y les dice, ahí es donde tienen que ir. Que bello es navegar las tareas de la vida cristiana con dirección y revelación de parte del Espíritu Santo. Cuantos errores nos evitaríamos y cuanto trabajo innecesario. Hay revelación.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dirigiendo la obra evangelística. El Espíritu Santo coordina los movimientos y las decisiones de la iglesia. Uno de mis pasajes favoritos es Hechos 13 cuando están allí esos Apóstoles y profetas, perdón, profetas y maestros, dice, reunidos para ministrarle al Señor y mientras están ministrándole al Señor, dice que vino el Espíritu Santo y les dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado.

Que lindo es cuando los que ministran en el ministerio son gente verdaderamente llamada por Dios. Saben que hay mucha gente que se ha invitado a sí misma al ministerio y no siendo llamados por el Señor? Yo creo que hay una parte muy grande de gente en el ministerio ahora mismo que a veces bien intencionados tienen amor por las almas, tienen amor por el Reino de Dios, Dios les ha dado ciertos dones y ya por eso creen que Dios los ha llamado al ministerio pastoral, por ejemplo. Y Dios no los ha llamado al ministerio pastoral, Dios los ha llamado quizás para que apoyen a su pastor, sean maestros en una iglesia, hagan obra de evangelismo, pero no necesariamente para que encabecen una iglesia. Y yo creo que hay mucha gente hoy que se ha invitado pero no han sido llamados.

Entonces por eso viven a veces vidas infructíferas e infelices en el ministerio. Yo veo a veces personas que me da pena en el sentido más respetuoso de la palabra porque ellos mismos se quejan, no ven fruto, están amargados en el ministerio, su vida es una retahíla de tragedias y de fracasos y yo quisiera tener el valor a veces de decirle, hermano, quién soy yo para decir eso quizás, no me atrevo, decir, hermano, Dios no te ha llamado al ministerio pastoral. Como se atreve uno a decirle a una persona algo así?

Yo creo que cuando Dios te llama Dios te prospera y te bendice. No es posible que tu puedas llevar 20 años en el ministerio apretando el acelerador y nunca arranca. Eso no es de Dios. Cuando te bendice, Dios te respaldo. Va a haber pruebas, definitivamente pero también va a haber bendición, va a haber crecimiento, va a haber confirmación de que tu ministerio es de Dios. Pero mucha gente están enamorados del ministerio, no enamorados del Dios del ministerio.

Pero cuando hay palabra de Dios, Dios confirma y entonces viene la bendición. El Espíritu Santo dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado, y dice que los ungieron e impusieron manos y comenzó la obra más poderosa de toda la historia evangelística y apostólica. Todo un ala del ministerio nació porque el Espíritu Santo mismo appointed, asignó, estableció. Dice que él mismo estableció Apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas.

Cuando una iglesia se mueve en el poder del Espíritu Santo Dios habla, confirma, establece y la gente fluye en el don para el cual Dios le ha llamado. Es muy importante, pidámosle al Señor, Padre, danos sabiduría, danos el mover de tu espíritu para que nosotros podamos discernir dónde es que tu nos quieres, qué piedra yo soy. Soy piedra de fundación, piedra de pared, piedra de columna, piedra de techa, cuál es la parte que tu quieres que yo juegue? Porque todos somos parte del cuerpo y todos somos importantes.

Y pedirle al Señor, Espíritu Santo háblanos, enséñanos cuál es la función que tu quieres que nosotros desarrollemos. Es decir, esa visitación, esa venida del Espíritu Santo entre otras cosas desató todo esto que el Espíritu Santo hace y debe y tiene que hacer en nuestras vidas y en nuestros ministerios también.

Otra cosa, veo aquí el Espíritu Santo desató toda una ola de sanidades y liberaciones y milagros extraordinarios. Lo sobrenatural tomó control de la vida de la iglesia. Ángeles se aparecen, cadenas se caen, temblores inducen gente a convertirse al Señor, como el carcelero de Filipos. Extraordinarias sanidades se hacen, gente queda ciega por el juicio del espíritu, muertos son resucitados, todo porque se ha desatado un ambiente de milagros.

En Hechos, capítulo 5, versículo 12 al 16 veo por ejemplo, dice:

“… Y por las manos de los Apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón, de los demás ninguno se atrevía a juntarse con ellos más el pueblo los alababa grandemente, y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres….”

Miren que ambiente más eléctrico había en ese lugar. “… tanto que sacaban los enfermos a las calles y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinos muchos venían a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos y todos, digan todos, todos eran sanados….”

¡Aleluya! Oigan hermanos, me encantaría ver eso. Yo quiero ver eso aquí en la ciudad de Boston. Tenemos que pedirle al Señor, Padre envía una bomba atómica aquí a Nueva Inglaterra que ese mismo ambiente sobrenatural se manifieste en medio de tu pueblo. No queremos business as usual, no queremos las cosas comunes y corrientes, queremos la gloria de Dios. Tenemos que estar inquietos pidiéndole al Señor más y más de esa atmósfera sobrenatural.

En último lugar vemos al Espíritu Santo facilitando el esparcimiento del Evangelio por medio de ese ambiente milagroso. Vemos los viajes de Pablo, vemos a Felipe encontrándose con el eunuco. Y algo interesante, ¿saben qué? otra cosa que yo creo que hace la presencia y la obra del Espíritu Santo, yo nunca lo había puesto así de esa manera, y yo creo que les va a ser difícil a ustedes decir amén a esto, persecuciones, persecuciones. Cuando el Espíritu Santo se mueve, hermanos, los demonios se molestan. Hay mucha gente endemoniada que cuando ven la cruz y el poder del Espíritu Santo comienzan a manifestar toda esa porquería que tienen adentro. Cuando la iglesia comienza a predicar a Cristo, como Señor, como salvador, y los valores del Evangelio y toda esa gente que no se conforma a esos valores, le crujen los dientes porque hay mucha gente…. Cuando una iglesia está moviéndose hay persecución. Sabe que nosotros hemos sido objeto de persecución? Y últimamente ha habido… el diablo se ha estado moviendo por ahí: críticas en la comunidad gay, homosexual, lo voy a decir asimismo, que el diablo se moleste si quiere, es su problema. Hay salió un artículo esta misma semana acusando a la senadora Chan Díaz, voy a hablar, que importa, de haber asistido a una de nuestras cenas, la cena de Alfa y porque ella asistió a la cena, y como ella ha sido apoyada por la comunidad gay aquí en South End, por eso le salieron, como dicen, de centellas, rayos y centellas le cayeron encima porque asistió a una iglesia que es discriminatoria contra los homosexuales.

Y que hay de nuestros derechos, la primera enmienda de los Estados Unidos, que dice que tenemos derecho de nuestras creencias espirituales? Somos nosotros una secta falsa por ahí comiéndose a los niños? Somos una iglesia, hay millones de gente que cree como nosotros en esta nación, la mayoría de esta nación, y sin embargo quieren marginarnos y meternos en una esquina porque hablamos la palabra de Dios.

Yo no voy a dejarme acobardar por el diablo, hermanos. Escúchenme bien. Y si están escuchando ahora mismo, que lo escuchen claramente, esta iglesia no va a dejar de predicar la palabra de Dios claramente. Si quieren ladrar, intimidar, amenazar, todo lo que quieran, pero no vamos a comprometer el Evangelio. No es que yo voy a estar en una guerra activa, para qué? yo amo esa comunidad, se lo he dicho en tantas maneras ya cuando he podido y eso para mí es simplemente un punto de muchas otra cosas que me preocupan en la vida cristiana en general.

Pero cuando llega el momento de decir eso, hablamos de tantas otra cosas, como hay que hablar contra el adulterio y como hay que hablar contra el rencor, como hay que hablar contra el latrocinio y todas las demás, la promiscuidad y la pornografía, y el divorcio y todas cosas que dañan la vida del ser humano. También hablamos en el momento adecuado de ese aspecto, ese fenómeno. Eso es todo. Pero habrá persecución, hermanos, habrá persecución para los que hablan el Evangelio.

Cuando una iglesia está llena del Espíritu Santo está buscando la santidad de Dios, se molestarán los principados y las potestades. Cuando se declare que Jesucristo es el Señor, el diablo no quiere aceptar eso y se molestará y usará diferentes maneras de intimidar, pero nosotros tenemos que mantenernos firmes, porque eso es lo que está matando esta nación, cristianos acobardados, que están cada día callando más y más la verdad de Dios para no molestar a la gente, para que no molesten con ellos porque creemos que con esa simpatía falsa vamos a ganar a la gente. El diablo nunca se va a convertir, hermanos, por más que usted dance delante de él y se cambie el moño y se pinte los labios de diferentes colores, él seguirá siendo diablo.

Él quiere que usted se convierta a él, él no se va a convertir a usted. Así que será mejor, de la cara simplemente y sea frontal. Y predique el Evangelio y sea claro.

Entonces lo voy a dejar ahí, hermanos, hay muchas cosas que podemos sacar de este capítulo 2. Yo quiero que la próxima vez hablemos acerca de las lenguas, el viento y el fuego que se manifiesta aquí en este maravilloso pasaje. Lenguas repartidas como de fuego y también un viento recio. Qué quería decir el Señor con estas cosas? Pero vemos aquí, donde está el Espíritu Santo moviéndose hay denuedo para testificar, efectividad y elocuencia en la predicación, milagros, disciplina y castigo, conocimiento profético, bautismo del Espíritu Santo, revelación para la obra, dirección pormenorizada del Espíritu Santo, sanidades y liberaciones frecuentes y el esparcimiento del Evangelio por diferentes maneras incluyendo la persecución.

Que el Señor te bendiga, mi hermano. Enamórate del Espíritu Santo. Ponte de pie. ¡Aleluya! Vamos a decirle al Señor, Señor amamos tu espíritu. Amamos la energía de tu espíritu, Señor. Amamos la electricidad, el calor, la calefacción que da tu espíritu y queremos ser calentados por ti, Señor. Toma tu iglesia, Señor, toma control de este espacio, Espíritu Santo. Señor, toma control de cada brasita que está en cada asiento, comienza con la mía, Señor.

Estamos enamorados de ti y queremos ver tu gloria. Queremos ver tu gloria. Espíritu de Dios, Espíritu Santo apodérate de esta iglesia. Posesiónate de esta congregación. Señor, amamos tu espíritu y pedimos que nos bautices y nos llenes cada día más y nos ayudes a caminar, Señor, como tu quieres que caminemos. Guárdanos del mal, guárdanos de errores, guárdanos de entusiasmos excesivos, no autorizados por ti, Señor. Guárdanos de excesos. Ayúdanos a caminar dirigidos específicamente, balanceadamente por ti, Señor, paso a paso. Amamos tu presencia espíritu de Dios.

Dile al Señor, te amo y te necesito y te deseo, te requiero espíritu de Dios. Queremos más de ti. Queremos más de ti. Queremos que nuestras reuniones, Señor, sean reuniones donde tu presencia manifiesta esté en medio de nosotros, Señor. Queremos que nuestra adoración, Padre esté caracterizada por esa presencia tuya, Señor. Bendecimos estos músicos, Señor, y declaramos sobre ellos esa mentalidad de la cual hemos hablado, Padre, en el nombre de Jesús.

Comienza conmigo, Padre. Pon en nosotros apetito de adorar, de estar en tu presencia, tener intimidad contigo, Señor. Oh espíritu de Dios, queremos más de ti. Queremos de tu gloria. Bautízanos, llénanos, bautízanos, radicalízanos, Señor. Radicalízanos, Señor.

¿Porqué a mí?

10 de mayo del 2010 - Por Miriam Carrasquillo

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido...”
1 Pedro 4:12

Hay momentos en la vida en que pasamos por pruebas muy difíciles que nos llevan a hacernos éstas preguntas. ¿Porqué a mi? ¿Por qué me están sucediendo estas cosas? Cuando el momento de la desesperación llega siempre tratamos de encontrar un “porque”, y esto, aunque parezca raro, es algo normal, y digo normal porque en nuestra desesperación simplemente estamos tratando de encontrar una salida al problema.

Sabes… muchos de nosotros, los cristianos, hemos pasado por el mismo dilema, nos hemos hecho las mismas preguntas: ¿Porqué si soy hija de Dios y sigo sus principios? Les diré algo que quizás les parezca un poco extraño. Dios si permite que situaciones adversas lleguen a nuestras vidas; y sabes ¿porqué? Porque nos ama y tiene un plan perfecto para ti y para mí. Dios no nos mira como lo que somos, sino como lo que podemos llegar a ser. Quiere formar en nosotros la criatura que él ha predestinado.

A veces estamos tan desentendidos de Dios y tan lejos que él tiene que permitir pruebas difíciles para tornar nuestra mirada hacia él. Pensamos muchas veces, erróneamente, que por ser cristianos todas las cosas nos tienen que salir como las deseamos.

Algunos dicen, solo basta una oración y problema resuelto, la prueba se va y todo vuelve a la normalidad. Entonces cuando no sucede así se sienten mal y aun su fe empieza a titubear: ¿Será que Dios no oye mis oraciones? ¿Será que estoy mal delante de él? Permítame decirle que no creo que sea ni una cosa ni la otra. Nosotros como hijos de Dios tenemos que ser enseñados por él, y muchas veces por medio de situaciones difíciles. Lo que si debemos tener siempre presente es lo que él nos dice en Romanos 8:28 “…A los que aman a Dios TODAS las cosas les ayudan a bien”, aunque en el momento no lo parezca.

Oración:
Padre, enséñanos a ser agradecidos por todo y a entender que tú estás en control siempre. En Jesús tu hijo. Amén.

Una exhortación a los padres

Transcripción

Esta mañana yo quiero hablarles, hacer una exhortación acerca de la paternidad y la maternidad. Yo sé que hoy es el día de las madres, pero vamos a incluir a todo, mamá y papá, porque el mensaje es para ambos. Y para empezar yo quiero que comencemos leyendo un pasaje en Marcos 10, del versículo 13 al 16. Este es un pasaje conocidísimo. Yo creo que prácticamente todos ustedes lo conocen, es el pasaje donde se dice que Jesús bendecía a los niños, un pasaje muy conocido por muchos de nosotros.

Y yo quiero que nos imaginemos la escena, algo que ayudar a darle vida a la palabra de Dios es imaginarnos, es cerrar nuestros ojos e imaginarnos que estamos allí, ponerlo a todo color. A veces nosotros leemos la palabra en blanco y negro, pero la podemos leer la palabra tridimensionalmente con high definition, con colores preciosos, así es que Dios quiere que nosotros leamos la palabra. Así que vamos a imaginarnos esa escena. Está Jesús posiblemente era un campo, un campo abierto. Yo me lo imagino a él sentado en una piedra grande, imagino que hay gente a todo su alrededor pero que hay un espacio que los mismos discípulos y quizás el mismo Jesús ha dejado abierto para que vengan a él. Así que está él rodeado de gente, yo me lo imagino mirando a la gente, haciendo contacto visual con ellos, y deseando darles las palabras de vida que ese pueblo necesitaba escuchar.

Así que vamos a leerlo así, y quiero que lo vean desde la perspectiva de padre y madre este pasaje. Dice así la palabra en Marcos 10 13 al 16:

“… y le presentaban niños para que los tocase….” Eso era una costumbre en aquel tiempo, cuando había una persona de cierta importancia, fuera espiritual, política, los padres muchas veces deseaban traer a sus hijos a esas personas para que los tocasen, simplemente un toque, ustedes han visto los políticos hoy, ustedes han visto en la televisión pasa a cada rato, especialmente en el tiempo de elecciones, que la gente está las barreras para que la gente no pase de cierto punto para que los políticos tengan su espacio y su seguridad y están los papás ahí muchas veces con sus hijos pequeños y lo que quieren es que el político, aunque sea toque un poquito al hijo. Pero obviamente en este caso ellos quieren que alguien que tiene obviamente tenían conocimiento que tenía una profundidad espiritual, un mensaje que esa persona tocara a sus hijos.

Los discípulos reprendían a los que los presentaban. Los discípulos se tomaron la prerrogativa de decirle a estas personas que estaban presentando a los niños, les decían, no, no, no. Yo me imagino que la razón es el Maestro está ocupado, esto no es para niños, su tiempo es limitado así que tiene que dedicárselo a los adultos no a los niños, esto es una pérdida de tiempo, los niños total qué van a recibir con eso, es mejor que él pueda declarar sus palabras, su mensaje sin esas interrupciones que los niños proveen. Y evidentemente no habían escuchado los mensajes de Jesús acerca de la humildad.

Y entonces decía, cuando él vio esto, Jesús obviamente siempre estaba pendiente de todo, tenía ojos por todos los lados de la cabeza, ¿verdad? Como hacemos muchas mamás y papás que sabemos, tenemos ojos por atrás de la cabeza también. Pues Jesús estaba pendiente de todo el cuadro y cuando vio esto, cuando vio que los discípulos estaban reprendiendo a las personas que presentaban a los niños, qué dice la palabra en el próximo versículo? Dice:

“….viéndolo Jesús, qué dice?, se indignó y les dijo…”

Se indignó. Qué quiere decir indignarse? Estamos hablando es un enojo fuerte, ¿verdad? Y es un enojo que la palabra aquí lo que quiere decir es que se enojó pero a la mismo vez había dolor en su espíritu por lo que él estaba viendo, por lo que los discípulos estaban haciendo. O sea que no simplemente cuando nos enojamos porque estamos frustrados, algo superficial, no, cuando habla que el Señor se indignó fue que él vio que esto no podía pasar, que él tenía que hacer algo en el momento, tenía que dar una lección de que eso estaba incorrecto. Y le causó dolor en su espíritu ver lo que los discípulos estaban haciéndole a estos niños. Y dijo Jesús:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis…”

Muchas veces yo he escuchado personas leyendo este pasaje, lo dicen, dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, como un tono así como de…. Cuando uno está indignado, uno no usa ese tono, uno usa un tono categórico, fuerte. Así que yo creo que el Señor dijo aún quizás más fuerte que esto:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis….”

Se lo dice dos veces, por si no entendiste, dejar a los niños venir a mí, te digo, no se lo impidáis. Es una orden doble para darle más énfasis. Entonces miren por qué?

“…. Porque de los tales es el Reino de Dios, entonces sigue añadiéndole a este concepto de que los tales es el Reino de Dios, dice, de cierto os digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él…”

En otras palabras, los niños son modelo para todos nosotros. Si ustedes miran, cuando leía este pasaje vi un viaje unos cuantos años atrás cuando yo era niña y recordé momentos en los que yo todavía los recuerdo donde yo sentía la presencia de Dios en mi vida, donde había un deseo de conocer a Dios y tener hambre de Dios y servirle. Estamos hablando de una niña de 3, 4, 5, 6 años. Yo recuerdo que a mis hermanitos yo los sentábamos y jugábamos a la iglesia; yo era la pastora y ellos eran los congregantes. Y yo les enseñaba la palabra y oramos juntos y digo de dónde salió eso? Es que los niños, si ustedes traten de hacer ese viaje mental para que ustedes vean la sensibilidad que hay en los niños. Los niños obviamente también hay una mancha de pecado en los niños también, eso lo vemos en el egoísmo que tienen. Los niños no son perfectos así que yo no creo que a eso apunta la palabra sino más bien lo que está diciendo es que ellos son ejemplo para nosotros porque tienen una confianza en su mamá y en su papá como nosotros debemos tenerla en nuestro Padre celestial.

Los niños, si usted le dice a un niño, siéntate ahí que yo te voy a traer una galletita ya mismo. Qué hace el niño? Ahí se queda y está pendiente a donde está la jarra de galletas porque sabe que de verdad si mamá dice te voy a traer la galletita ya mismo, es porque lo va a hacer. Es una confianza. Y el niño no está preguntándose, me lo dará, no me lo dará? Qué motivaciones tendrá mi papá de darle la galleta, será que quiere otra cosa, será que….? No, el niño simplemente confía y no solamente eso, sino va a su padre y pide.

Nuestro nietecito viene a nuestra casa y él ahora tiene un truquito nuevo, él siempre dice tita, tita, es galletita, él sabe dónde están y todo y señala para las titas, entonces ahora, como a veces le decimos que no hay galletita porque no es tiempo, ahora dice, una. Y obviamente quién se va a resistir que te dice así con la carita una? Nadie. Así que él tiene la confianza de que va a obtener lo que él quiere ya que los que proveen para él, de los que le aman. Así que a eso yo creo que a esa cualidad del niño se refiere el Señor. El niño cree sin cuestionarlo.

Nosotros vivimos en una época donde todo lo cuestionamos. El niño cree sin cuestionar. Simplemente si usted le dice, sí papito, o mamita, esto es rojo, aquello es azul, el sol se pone a las 5, a las 6, él lo cree, no tiene problemas con eso. No está cuestionándolo. Así que esa cualidad es la que tenemos que tener nosotros para entrar al Reino de Dios. Y ellos son modelo para nosotros.

Y después en el versículo 16 dice; “… y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía…”

Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía. Eso me dice a mí que Jesús en este caso hizo mucho más allá de lo que estaban esperando los que traían a los niños a Jesús. Porque fíjense que en el primer versículo 13, qué les dice? Y le presentaban niños para qué? para que los tocase. Estos padres, o estos quienes fueran, se conformaban con que Jesús los tocase. Pero Jesús no solamente los tocó sino que, no puso su mano así levemente, algo superficial sino que los tomó en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendecía.

Imagínense la escena, él está sentado en esta piedra grande, coge a cada niño individualmente o quizás dos a la vez, es posible que hayan sido…. No, pero no puede ser dos porque necesitaría muchas más manos. Así que cogía uno a la vez, así que si ahí había no sé cuántos, 30, 50, 100 niños, él hizo eso con cada uno de esos niños, los tomó en los brazos, puso la mano sobre ellos y los bendijo.

O sea que usó muchas maneras de llegar al espíritu de ellos. El contacto físico es tan importante para nuestros hijos, es esencial aún biológicamente está comprobado que el contacto físico ayuda aún a la digestión, así que algo tan sencillo que uno ve, y por eso no ve que los niños están en orfanatos o en hogares donde hay negligencia en el cuidado, en el cariño, esos niños sufren en todo, emocionalmente, físicamente, en todas las áreas de su ser sufren. Así que el contacto físico es importante. Jesús los tomó en los brazos, ellos sintieron la presencia del Señor, puso la mano sobre ellos. Yo no sé, yo me imagino quizás se la puso en la cabecita que es lo que muchos hacemos, ¿verdad? Ponemos la mano sobre la cabecita de un niño, lo bendecimos, y los bendecía. Así que también declaró palabras de vida sobre cada uno de ellos.

Y cuando uno ve eso entonces uno tiene que preguntarse, bueno, quiénes llevaban a los niños? Uno asume que eran los padres, ¿verdad? Los hermanos mayores quizás, podría ser, pero yo asumo que mayormente serían los padres los que trajeron a los niños a Jesús. Esa es uno de nuestras funciones principales en la vida, o la principal, no una sino la principal, es traer a nuestros hijos a Jesús.

Y esto es un modelo para nosotros. Lo que Jesús hizo con estos niños es un modelo para cada uno de nosotros. El tomar a nuestros hijos en nuestros brazos, poner las manos sobre ellos y bendecirlos. Bendecirlos es declarar palabras de bendición. Muchas veces palabras proféticas de lo que Dios nos ha dicho acerca de lo que ese niño es o va a ser.

Yo creo que sinceramente si yo les pregunto a cada uno de ustedes, padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, cada uno de ustedes quieren que los niños en su vida tengan una relación personal con Jesús ¿verdad que sí? Eso no hay duda. Y cada uno de nosotros de ver un peligro, si usted ve que viene un carro acercándose a un niño, qué usted hace? Está en peligro. Usted corre y deja lo que sea y usted se pone en medio para proteger a ese niño ¿verdad? O si vemos cualquier peligro, un perro que se abalanza sobre ellos, cualquier cosa, nos ponemos en alerta enseguida y accionamos. Esa es parte de nuestra función como padres es precisamente proteger a nuestros hijos. Lo que pasa es que hay muchas cosas. El carro es evidente, el perro es evidente, muchos otros peligros para nuestros hijos son evidentes, pero hay otros que no son tan evidentes.

Así que lo que yo quiero hacer en esta mañana es exhortarlos en diferentes áreas acerca de la crianza de nuestros hijos para que expandamos nuestra visión. Digamos, son cosas que yo he aprendido, ese es el beneficio de la edad. Cuando vivimos en el Señor y aprovechamos el tiempo como Dios quiere, eso nos da sabiduría. Le pedimos sabiduría, las experiencias vividas en el Señor, nos traen más sabiduría.

Así que hoy lo que quiero es de lo que yo he aprendido compartir con ustedes. Y una cosa que yo creo que es muy importante es entender que Dios creó al ser humano con mente, cuerpo y espíritu y esto no es diferente en la vida de un bebé recién nacido o de un niño pequeño. En otras palabras, el espíritu de un niño no es más pequeño que el espíritu suyo, que ya es adulto, no es más pequeño. Es igual, está lleno de potencial en el Señor, es un espíritu vivo, ya definido por el Señor desde antes de la fundación del mundo.

Yo creo que eso hace una diferencia, porque si nosotros entendemos con qué material estamos trabajando, eso nos debe motivar a ser más responsables y más intencionales en cómo criamos a nuestros hijos. Eso es bien importante. Eso para mí fue una revelación cuando yo me di cuenta, yo no puedo descuidarme, yo no puedo perder el tiempo con otras cosas. Yo tengo que enfocarme en criar, en nutrir el espíritu de mi hijo o de aquellos niños pequeños y aún adolescentes. Los niños en mi vida tienen que ser nutridos y hay que hacerlo desde pequeños.

Nosotros tenemos a veces una tendencia a pensar que los niños se entretienen cuando son chiquitos, y entonces después más adelante nos ocupamos de enseñarles las verdades espirituales. No es así, yo creo que desde el vientre nosotros debemos empezar a bendecir la vida de ese niño, a declarar proféticamente sobre el espíritu del niño.

Fíjese los niños son tan sensibles. Hay estudios que han comprobado que un niño oye música y que un niño que escucha música dentro del vientre de su madre, cuando nace va a ser más sensible a la música, así que si eso es verdad, y estamos simplemente de mecanismos de oído, mecanismos cerebrales, cómo no va a ser verdad también que el espíritu también recibe desde que está dentro del vientre de su madre. Así es esa es la primera verdad que yo quiero compartir con ustedes: ver a ese niño y entender el potencial y determinar desde temprana edad a precisamente nutrir ese potencial.

Yo tuve una experiencia, y perdonen otra vez que saque lo del nieto, es que sabe que esas etapas, a veces uno se ríe de los abuelos que todas las historias son de los nietos, pero cuando uno llega ahí uno se da cuenta por qué es. Es que es otra etapa. Ya ustedes, las que no han llegado a ella verán. Pero de todas maneras, un día yo estaba cuidando a Caleb en la casa y tenía 5 meses, se había dormido en mis brazos y yo simplemente me había quedado disfrutándolo, me había quedado con él así agarrado, y de momento el espíritu del Señor me llevó a profetizar sobre su vida.

Y así empecé, bien calladita, en una voz bien callada, o sea que no iba a despertar a nadie, muy calladamente empecé a declarar el favor de Dios sobre su vida y lo que Dios va a hacer en su vida, lo que el Señor me iba diciendo, yo lo declaraba sobre él en una voz muy calladita. Saben, ese niño estaba profundamente dormido. Ustedes saben que los bebés a los 5 meses duermen y duermen. Y él de momento tan pronto yo empecé a profetizar sobre él, él abrió los ojos bien fijos, me miró fijo a mis ojos, me miró tan pronto yo terminé dije la última palabra, dije amén, él cerró los ojos y siguió durmiendo. Podemos decir, es casualidad, yo sé que no fue casualidad, yo sé que él estaba respondiendo al espíritu de Dios que le estaba hablando por medio de mí. Eso me enseñó una lección que yo no desaprovecho ninguna oportunidad ahora sobre la vida de él, sobre la vida de otros niños, y sobre la vida de los adultos también. Si Dios me dice algo, vamos a bendecir a la persona en el momento.

Así que en la palabra también tenemos muchos fundamentos para saber que el espíritu de un niño, el llamado de Dios sobre su vida está ahí desde temprano. Fíjese, vamos a las Escrituras, no tienen que buscarlo, solo tienen que apuntar, en Isaías 49, versículo 1 dice:

“Oídme Costas, este es Isaías hablando, y escuchad pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria…”

Y si vamos al versículo 5 de ese mismo pasaje del capítulo 49 en Isaías, dice:

“Ahora pues dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo...”

Qué nos dice eso? Llamado los ojos de Dios ya puestos sobre Isaías desde el vientre, no cuando Isaías tenía 50 años, ni 40, ni 30, desde el vientre. No les cambia eso la perspectiva de cómo tenemos que creer acerca de los niños aún desde el vientre?

En Jeremías que es otro ejemplo, y en la palabra hay muchos más ejemplos pero estos son los únicos que vamos a ver hoy, en Jeremías en el primer capítulo, versículo 4 dice:

“… vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones…”

Guau! Así que ya un llamado, pleno sobre la vida de Jeremías. Dice antes de que te formaras en el vientre, o sea que no estamos hablando de vientre, aún antes, ya Dios puede tener planes y propósitos para nuestros hijos porque Dios no solamente llama a los adultos. Como nos dice en esos versículos en Isaías y Jeremías, Dios llama aún antes de nacer.

Y yo creo que parte de los privilegios que nosotros tenemos como padres es preguntarle a Dios qué él tiene para cada uno de nuestros hijos? Si no le preguntamos él no nos va a contestar, así que tenemos que preguntarle a Dios, Señor, qué tu tienes para este chiquitito que solamente dice, gu, gu, gu y llora, y que tengo que cambiarle el Pampers cada dos horas, qué tu tienes para este bebé?

Yo lo sé por experiencia que yo desconocía esta verdad cuando tuve a mi primera hija, pero ya cuando llegó la segunda ya yo había aprendido. Y el Señor me habló acerca de mi hijo. Después me habló acerca de la mayor también cuando ya era un poquito más grande. Pero en el momento en que ella nació Dios me dio el llamado de ella. Así que Dios si nosotros tenemos la disposición, el entendimiento para entender cómo son estos asuntos espirituales sobre nuestros hijos, Dios nos lo va a revelar. Él nos va a revelar lo que él tiene para cada uno de nuestros hijos y cómo es él quiere usarlos.

Así que nosotros como padres somos observadores, todo el tiempo viendo cómo es mi hijo, qué tendencias tiene, cómo es su temperamento, qué veo que a él le gusta, qué sensibilidad espiritual tiene. O sea, todo eso nosotros tenemos que verlo y nutrirlo, igual que nosotros nutrimos la mente de nuestros hijos, vamos a nutrir el espíritu igualmente.

Si volvemos al pasaje de Jeremías, el primer capítulo de Jeremías, el verso 6 entonces, nosotros vemos la respuesta que Jeremías le dio a este llamado, a las palabras de Jehová de que iba a ser profeta de las naciones y que lo había conocido aún antes de nacer. Fíjese lo que Jeremías le contesta en el versículo 6, dice:

“… y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño… y qué le dice Jehová? Oigan la respuesta en el verso 7, dice “… no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y dirás todo lo que te mande…”

En otras palabras, el mismo Señor, el mismo Dios qué hace? Jeremías se auto limita dice, pero yo soy solamente un niño. Y qué le dice Jehová? Que no tome en cuenta su niñez, que eso no es un factor el hecho de que sea niño. Claro, sabemos que el llamado de Jeremías se fue desarrollando con el tiempo. Nosotros entendemos eso. Un niño que ha sido llamado a ser profeta no es necesariamente profeta desde los 3 meses ni los 10 años, a lo mejor, pero está en preparación. Entonces nosotros tenemos que nutrir eso, tenemos que ser partícipes de ese proceso de limitación.

Y otro ejemplo en cuanto a esto está en el primer capítulo de Lucas, en el versículo 76, ahí encontramos cuando Zacarías da unas palabras proféticas sobre su hijo Juan, que sabemos que después sería Juan el Bautista. Miren las palabras que declara Zacarías, este padre, sobre su hijo en Lucas 1:76, dice:

“… y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos….”

Esto es un padre profetizando sobre la vida de su bebé y este bebé en ese momento estaba recién nacido. Así que eso es lo que Dios nos llama a profetizar sobre la vida de nuestros hijos, a estar observando cómo está el espíritu de ese niño, cómo yo puedo ayudar a nutrirlo. Y como una parte yo les animo a escoger el nombre que Dios quiere para sus hijos.

Mucha gente pone nombres sin discernimiento y escogen, bueno, yo voy a mirar el nombre de la abuela tal con la tía tal, acá, y voy a hacer un nombre nuevo, y no nos preguntamos…. Si usted quiere hacer eso, usted tiene todo el derecho de hacerlo, yo sé eso, pero busquen, busquen qué es lo que Dios les está diciendo acerca de ese niño, esa niña para que usted pueda poner el nombre de acuerdo. Los judíos practicaban eso y hasta el día de hoy lo practican. Yo creo que es una buena práctica y yo me gozo, yo veo dentro de nuestra congregación hemos a través de los últimos años cómo la gente está haciendo precisamente eso. Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero estoy pendiente de los nombres de los niños pequeños de nuestra congregación y me he hado cuenta que hay un deseo de honrar a Dios con el nombre y de estampar una personalidad proféticamente en la vida de los niños.

Así que si usted tiene algo que ver con eso, por favor busque del Señor para saber qué nombre ponerle a los niños, especialmente si son los suyos, los ajenos no se los ponga, pero los suyos sí. Sí, porque hay gente que también quiere poner su nombre y hay que respetar lo que los padres quieren. No hay nada más importante que la salvación de nuestros hijos. No hay nada más importante que su vida espiritual.

Muchas veces nosotros tenemos metas muy específicas en cuanto a la educación de nuestros hijos, todo el mundo quiere que sus hijos estudien una vocación o una carrera, queremos que crezcan en diferentes áreas, en el deporte, pero también tenemos metas en cuanto al carácter de Dios que nosotros queremos ver formados en ese niño, en cuanto a la profundidad de su relación con el Señor. Eso es importante, igual que tenemos metas para lo demás, tenemos que tenerlo para eso. Tenemos que ser bien consecuentes y diariamente trabajar en esas metas.

Yo recuerdo, cuando yo mi hija mayor tenía 2 añitos Dios me confrontó con la realidad de que yo no tenía muy claras mis metas en el sentido espiritual sobre su vida. Yo recuerdo que entré a su cuarto, iba a orar por ella y Dios me redarguyó, me dijo, tu tienes que ser más específica en cuanto a lo que pides sobre la vida de tu hija. Ya después aprendí, con la segunda fue diferente, fue un proceso de aprendizaje. Así que yo les estoy dando perla de sabiduría a ustedes.

Desde ahora empiece, pregúntele a Dios, Señor, qué metas yo tengo que ponerme? Qué prácticas yo tengo que incorporar en mi vida para que mis hijos crezcan espiritualmente desde que son niños, no esperando a que sean más grandes, sino desde que son niños. Una trampa en este mundo es pensar este asunto de, ellos tienen que escoger. Cuando mi hija o mi hijo sean más grandes, pues ya escogerán cómo sirve al Señor, qué dones Dios le va a dar. Eso no es así, imagínese qué tonto sería que nosotros escogiéramos libros de texto, libros de matemática, de ciencia, de lenguaje, de literatura, los tiramos ahí al piso, se los tiramos en el cuarto al hijo, y le decimos, hijito, cuando a ti te plazca, cuando tu crezcas, cuando tu sientas la inclinación de estudiar matemáticas, pues ahí está el libro. Tu lo coges cuando tu quieras. Eso sería tonto ¿verdad que sí? Ninguno de nosotros haría eso. Hay un orden y hay que hacer las cosas, hay que hacer las tareas, hay un orden y una disciplina. Eso mismo tenemos que llevarlo a lo espiritual. Claro, sin rigidez. No estamos hablando de rigidez ni de legalismo. Porque las lecciones mejor aprendidas son las que se aprenden en el ambiente natural y en el momento natural. Esas son las mejores lecciones, no las que se nos imponen con tablazo, o un biblazo en la cabeza. Esa no es la idea. Pero estemos pendientes y guiemos a esos chiquitos desde el comienza y aún… no importa la edad que tengan, nunca es tarde para sembrar en la vida de nuestros hijos. Pero si empezamos temprano en la vida mucho mejor resultado.

Y fíjese vamos a leer un pasaje, ese pasaje está en Deuteronomio 6, vamos a leer los versículos 1, 2 y del 5 al 7, porque es un versículo clave acerca de cómo el hogar es el verdadero lugar de discipulamiento para nuestros hijos. Y son palabras de Moisés al pueblo de Dios, Deuteronomio 6 dice:

“… estos pues son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñase para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…”

El pueblo estaba pronto a entrar en la tierra prometida, así que está ahí Moisés dándole las últimas encomiendas de parte de Dios al pueblo.

“… para que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando…” Y fíjese lo que dice ahora, dice: “… tu, tu hijo, y el hijo de tu hijo…”

O sea, estamos hablando de que esto no es solamente para ti, es para tus hijos, tus nietos y todos los demás.

“… todos los días de tu vida para que tus días sean prolongados y amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando, díganlo conmigo, en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes…”

Ok, así que a quién le corresponde discipular a los hijos en las cosas del espíritu? A los padres, es a la familia en todo momento. Fíjese todos esos son momentos cotidianos de la vida, en la casa, andando por el camino, llevándolos a la escuela, recogiéndolos de la escuela, llevándolos al dentista, llevándolos a la práctica de soccer, lo que sea que usted haga y al acostarte. Esos momentos tan lindos que el niño ya está en la cama tranquilito, ya es como que uno lo ve diferente, ese alivio. Yo no sé qué es, yo no sé si es por amor al hijo o es por alivio. Ya se va a acostar, ya puedo seguir, ya puedo tener un rato de tranquilidad. Yo creo que parte es eso también. Pero en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. O sea, en todo tiempo nosotros tenemos que hablarles de las maravillas de Dios, declararle los estatutos y los decretos de la palabra de Dios a nuestros hijos. Y como decía antes en maneras orgánicas y naturales.

Y yo quiero decirles que la iglesia no es la que tiene la responsabilidad de discipular a los hijos, a nuestros hijos. Alguna gente cree eso. Pero no es la iglesia. Claro, sí es importante, es esencial que una iglesia tenga programas de discipulamiento para todas las edades, en particular para niños y jóvenes. Eso es esencial en una iglesia, es parte de la vida de una iglesia. No es que yo no estoy subestimando la importancia de eso. Pero esos ministerios caminan a la par con nosotros como padres o como abuelos, o tíos, lo que sea, están a la par, son recursos para nosotros enriquecer lo que ya estamos haciendo en nuestra casa. No es un sustituto. No es que aquí es que vienen a leer la Biblia, o aquí es que vienen a orar. No, no es así. en la casa los guiamos, los discipulamos y entonces la iglesia viene a ser otro recurso que nosotros podemos aprovechar, y es bueno que lo aprovechemos para enriquecer aún más la vida de nuestros hijos.

Porque en realidad los niños que necesitan son los modelos diarios, el modelo diario de una fe en acción. La fe nuestra en nuestras bocas, en nuestras manos, en nuestros pies, una fe en acción, es lo que los niños necesitan ver cada día. Nosotros somos colaboradores de Dios en ese sentido, en el aspecto espiritual. Y nosotros le modelamos la vida cristiana, los niños van a aprender, van a imitar lo que ven que nosotros vivimos. Así que tenemos el inmenso privilegio, la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos cómo es que se vive la vida cristiana.

Cada uno de nosotros es un libro abierto para nuestros hijos, un libro abierto y nuestros hijos van a leer cada hoja aún las que usted se cree que están ahí pegadas y que nadie las puede ver. Nuestros hijos tienen una visión más allá de 20 20 y van a leer esas hojas también. Así que por eso nosotros tenemos que seguir creciendo, tenemos que tener cuidado con nuestra integridad y tenemos que tener cuidado cómo nosotros tratamos a nuestra esposa, nuestro esposo, como manejamos nuestro dinero, como manejamos nuestro comportamiento porque los niños van a aprender mucho más con eso que con lo que nosotros le hablamos. Así que tenemos que tener muchísimo cuidado con eso.

Y en Timoteo hay otro ejemplo de la palabra donde Pablo le habla a este nuevo pastor, este pastor joven, Timoteo, que ha estado bajo su cobertura. Él lo ha estado mentoreando y el Apóstol Pablo le comenta a su discípulo que lo recuerda sin cesar en sus oraciones y en el versículo 5 dice:

“… trayendo a la memoria no fingida que hay en ti….”

O sea eso es lo que dice Pablo acerca de la fe de Timoteo, que es no fingida, es natural, es genuina.

“… la cual habitó primero en tu abuela Loira, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también…”

Eso es lo que hace una vida familiar sana, una fe vivida en integridad, no en perfección. Mire, yo sé que aquí no hay nadie perfecto, empezando conmigo, no hay nadie perfecto, pero tenemos siempre que hacer lo mejor que podamos con lo que sabemos, con lo que tenemos, lo mejor que podamos y siempre estar creciendo y mejorando, desechando todo aquello que nos impida vivir la vida cristiana como nosotros debemos vivirla. Porque nuestros hijos van a ver eso también, van a ver al antes y el ahora y van a estar contentos de los cambios que ven. Así que eso es un ejemplo más: Timoteo, que la fe que él aprendió, primero estuvo en su abuelo, luego estuvo en su madre y entonces llegó a él y una fe genuina, que eso es lo que nosotros queremos que nuestros hijos logren.

Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos religión. Religión es algo, eso está pegado con tapes del barato, o sea se pega ahí y ahora mismo viene una humedad, un agüita, un viento y el tape se despega. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que la relación que nosotros modelamos con Dios, ellos la imitan también y esté impregnada en su espíritu, no pegada con tape sino impregnada en su espíritu como pasó en el caso de Timoteo.

En el hogar se presentan montones de oportunidades, yo les llamo momentos enseñables, en inglés es teaching moments, momentos enseñables que nosotros tenemos que aprovechar. En la palabra hay un versículo bien conocido que creo que todos los domingos se pone aquí cuando es hora de que los niños suban a sus clases, dice, Proverbios 22:6 dice:

“…Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él….”

Así que otra vez leíamos antes en Deuteronomio que esto es asunto del camino, de la casa, de la entrada, de la salida, al acostarse, al levantarse. Y eso es lo que quiere decir instruir. Instruir quiere decir que el que instruye, el instructor lo hace con propósito, con discernimiento, con orden, con disciplina, con intencionalidad. O sea, no es al azar, sino es algo que pasa que nosotros planeamos, que nosotros buscamos de Dios y entonces instruimos al niño.

Instruimos no por sermones de estar a veces papapapapppa, hablando y los niños después de 30 palabras apagaron el cerebro. No es solamente por las palabras, que las palabras son importantes obviamente, sino también con la manera que los afirmamos, que los corregimos, por el tiempo que pasamos con ellos, preguntándole acerca de sus sueños, viéndolos juntos, compartiendo cosas agradables, hablando de las situaciones en su vida, de sus preocupaciones, trayéndolos con nosotros a adorar, haciéndolos partícipes de nuestra vida espiritual. O sea todas esas son maneras bien… momentos enseñables. Nosotros tenemos que buscar ese momento donde el espíritu de nuestros hijos está poroso, está dispuesto a recibir, mirarlos, aprovecharlos y entonces impartir vida en nuestros hijos.

Nosotros vivimos en un ajoro tan grande, ¿verdad? Muchos de ustedes, el trabajo, la casa, los deportes, las otras cosas que permitimos que entren a nuestra casa, que quitan tiempo, tantas cosas, ese ajoro que vivimos que muchas veces nos impide hacer precisamente eso, estar presente y discernir cuáles son esos momentos enseñables y aprovecharlos.

Yo quiero darles dos ejemplos de mi vida cuando mis niñas eran pequeñas donde yo vi eso claramente, aproveché el momento enseñable para que ellos hicieran su decisión por el Señor. Mi hija mayor a los 6 años, un día estábamos…. Algo totalmente cotidiano, yo estaba alimentando a la chiquita que tenía menos de un años, tenía meses, estaba en su sillita de comer, y yo le estaba hablando de la maravilla, mira que lindo que tenemos ahora una hermanita, una hijita, un miembro más de nuestra vida, tenemos que estar tan agradecidos a Dios por eso, y ella estaba… ella misma añadió sus palabras de felicidad porque ella estaba feliz, ella no sabía que hacer con el hecho de que tenía una hermanita. Y entonces la llevé en ese momento a hablar acerca de Jesús, de la bendición de Dios sobre nuestras vidas, sobre la vida de ella y la guié para que ella pudiera hacer su decisión por Jesús en ese momento, que su espíritu estaba abierto y poroso en ese momento para recibir al Señor.

Sé que después al tiempo ella tuvo que hacer otra decisión, ¿verdad? Porque van madurando, pero es importante uno buscar esos momentos cuando son pequeños e infundirles eso en ese momento. Con la pequeña fue una situación parecida, estábamos de camino, yo estaba llevándolos a la escuela, ellas estaban en una escuela lejos de nuestra casa y en el camino yo prendí el televisor en una estación cristiana y había una canción que a ella le gustaba, una canción acerca de verdades espirituales. Y yo vi cómo ella reaccionó a la canción y empezó a cantarla y empezamos a hablar de la canción, y yo le pregunté, tu quisieras ahora mismo aceptar a Jesús como tu salvador? Y yo recuerdo su carita, así moviéndose, que sí, que ella quería hacerlo y yo dije, bueno, ahora es el momento, así que paré, iba manejando. Paré el carro debajo de un árbol, hasta el día de hoy ella recuerda donde está ese árbol. Y ahí ella hizo su profesión de fe.

A eso me refiero con buscar esos momentos así donde el espíritu del hijo está abierto a recibir para nosotros enseñarle algo o impartirle alguna palabra de vida. Y si estamos con tanto ajoro todo el tiempo a veces vamos a desaprovechar esos momentos. Así otra vez, busque los momentos enseñables.

Y otra vez, usted no tiene que tener hijos, a lo mejor es su vecinito que vino a su casa, o su sobrina que vino de visita. No importa, sus nietos, no importa quién sea, usted puede ser una influencia en la vida de ese niño.

Otra cosa que yo creo que es bien importante es que nosotros le regalemos una comunidad de fe a nuestros hijos. Muchas personas vienen a la iglesia, vienen como que ponchan la tarjeta los domingos, vienen, llegan muchas veces tarde, se sientan en su asiento, participan, escuchan, pero luego, antes que se termino a veces el servicio, ya está corriendo saliendo. Eso no es vida de comunidad, eso es mejor que nada, nos alegramos y si eso es solamente lo que usted puede hacer por ahora, gloria a Dios, estamos felices de que usted venga y no participe de nada más. Pero eso no es lo que es la vida cristiana. La vida cristiana también se vive en comunidad. Así es bien importante que usted le cree el deseo en el niño de venir a la iglesia, de que aquí estén sus amigos, sus madres y sus padres espirituales. Es tan bonito uno ver niños que siempre quieren venir a la iglesia porque saben que es un fun place, es un sitio donde yo disfruto, es un sitio agradable, donde recibo, donde soy parte de una comunidad, donde tengo un nombre, donde me conocen y me aman. Y eso no se hace corriendo, entrando corriendo, estar aquí hora y media o dos horas y salir corriendo. Hay que dedicarle un poquito más de tiempo a eso.

Y a la misma vez entonces que usted trae a sus hijos, lo importante es que usted los supervise durante estas actividades de adoración y de discipulamiento que usted viene. A veces nosotros tenemos esta mentalidad de que venimos a la iglesia por nosotros, el adulto es el que recibe, el niño se entretiene. Y eso es una mentira del diablo. Los niños no vienen a la iglesia a entretenerse, vienen a ser discipulados por el Señor, y por los recursos que aquí hay, aparte de lo que ya reciben en su casa. Así que es bien importante eso que ellos vengan sabiendo a lo que vienen. Que ellos entiendan que este es un lugar de reverencia donde la presencia del Señor está aquí, donde hay poder en el hecho de que se reúnen los hermanos y adoran juntos. Eso nosotros tenemos que interpretárselos a ellos como padres, no simplemente vienen ahí, los traemos así corriendo, a veces los tiramos aquí, nosotros seguimos y usted no sabe lo que está haciendo el niño, qué esta recibiendo, no le preguntamos qué aprendiste hoy en la escuela bíblica. Tenemos que darle seguimiento. Si nosotros le estamos proyectando a ellos que eso no importancia, ¿saben qué va a aprender el hijo? Que no tiene importancia, que eso es simplemente es algo que hacemos los domingos y estamos cometiendo un error y desaprovechando un recurso muy importante.

Miren, hace como tres meses yo bajé al sótano, cuando ya había pasado media hora del servicio, había comenzado el servicio hacía media hora, y en el sótano en una mesa redonda había 8 jovencitos preteens y early teens ahí ellos tenían una fiesta oyendo ipod, conversando, riéndose. Ya había empezado el servicio y era media hora en la alabanza, la alabanza ungida en la presencia del Señor y ellos allá abajo con su propio asunto riéndose. Y lo peor de todo fue que cuando yo les hablé con respeto les pregunté qué hacían ahí, que era hora de irse, que tenían que buscar cada uno a sus padres, lo peor fue que ninguno de ellos se movió. Tuve que levantarles la voz para que ellos reaccionaran. Guau, qué estamos haciendo? Un recurso tan precioso.

Y eso, miren, no es trabajo de los ujieres, no es trabajo de los maestros, eso es trabajo de los padres, tener que buscarlos, tiene que estar pendiente de dónde están, qué está haciendo, si no hay clases, dónde tienen que estar ellos? Tienen que estar al lado de usted sirviendo también.

Hay una señora joven que pasa muchos domingos aquí al frente, ella pasa con su jovencita, una niña de edad elemental y un niño y eso me parece tan bonito, danzan juntos, oran juntos, es muy especial ver como ella viene.

Y otro día, volviendo a los ejemplos no tan agradables, eran las, otra vez ya había comenzado el servicio, había 4 jovencitos, uno de ellos con un aparato de videojuegos, muy conectado. Había buscado conectarlo en la pared allá arriba, por ahí detrás, muy conectado él, muy inteligente, y ahí jugando videojuegos, eran 4 en total. Y yo digo, y los papás no saben que este nene trajo un videojuego, que lo está usando en la iglesia? Yo creo que tenemos que poner un letrerito que dice, Son las 9, va a comenzar el servicio, sabes dónde está tu hijo?

Parece que it struck a chord, eso es trabajo de los padres más que nada. Ok, yo sé que …. Tenía mucho más que hablar pero unos minutitos más. Una cosa importantísima es aprovechar los recursos que la iglesia ofrece, venga, traiga a sus hijos. Vaya a la inconveniencia de traerlos, haga otras cosas. Cómprele materiales cristianos, videos cristianos, música que a ellos les guste cristiana, haga algo por nutrir a su hijo en ese aspecto. Ore con sus hijos y por sus hijos. Pídale a Dios que le de el discernimiento para saber cuáles son las necesidades espirituales de su hijo.

Miren, todos nosotros tenemos grietas en nuestra armadura, empezando por los adultos, tenemos grietas. No somos perfectos, tenemos inconsistencias. Y la paternidad es un lugar muy importante, nosotros tenemos que ver cuáles son mis inconsistencias y cómo afectan la manera en que yo crío a mis hijos.

Un ejemplo es por ejemplo, ser demasiado permisivo, dejar que los hijos hagan todos. Muchas veces es porque nos hemos criado en un hogar tan rígido que queremos entonces compensar con nuestros hijos, dándoles todo lo que ellos quieren. Eso obviamente no va a conducir a nada bueno. Hay muchísimos ejemplos que nosotros podríamos dar de cosas en nosotros que nos limitan en la manera en que nosotros ejercemos nuestra paternidad.

Y entonces miremos también cuáles son las grietas en la armadura de mi hijo. Aún desde chiquito, muchas veces puede ser excesiva timidez, niños que no se quieren relacionar con nadie, que tienen miedo a la gente, pues, ore por el niño, provéale experiencias naturales para que supere eso. Pueden ser niños que a lo mejor tienen la tendencia a ser enojados, un poco egoístas, poco generosos. O sea, vamos a ver cuáles son esas cosas que tiene nuestro hijo, las grietas en su armadura y vamos a ayudar a discernir y en oración, ora acción, como dice Roberto. Orar y acción para ayudar al hijo a superarla.

Y también vean, vamos a observar cuáles son los rasgos que ese niño tiene de sensibilidad espiritualidad y vamos a guiarlo más y más por eso. Puede ser un niño que sea muy sensible a las necesidades de los demás, pues entonces vamos a proveerle oportunidades para que ese niño crezca en su liderazgo respondiendo a una necesidad por los demás.

Así que hay tanto que uno puede hacer con un niño, cosas prácticas. Otra cosa es discernir qué influencias están compitiendo por el corazón de nuestros hijos. Eso es tan importante. Nosotros tenemos que ver qué nosotros estamos permitiendo que nuestros hijos reciban. Usted no permitiría que viniera un camión de la basura a descargar su podredumbre en su sala, ¿verdad que usted no permitiría eso? Que entrara un camión de basura a su casa y plum, le depositara toda esa basura maloliente en su casa, esa contaminación. De ninguna manera, haríamos todo lo posible por poner barreras, por impedir que eso sucediera.

Sin embargo, como padres, nosotros muchas veces no nos ponemos en la brecha y permitimos que entren influencias a nuestros hijos que son dañinas. Y obviamente es fácil pensar en muchas. No estoy hablando, fíjese no es droga necesariamente, ni otras cosas, a veces son cosas como el televisor, como el uso del internet, como el ipod, como todos esos aparatos. No es que yo esté en contra de eso, todo lo contrario, yo los uso diariamente, pero muchas veces nosotros no ponemos reglas, no enseñamos a nuestros hijos a usar esos recursos, permitimos que ellos tengan acceso libre.

Y yo quiero, sé que estamos corriendo con el tiempo, pero permítanme solamente para abrirles su entendimiento a esta realidad, quiero compartir con ustedes unas estadísticas pequeñas, no las voy a poner todas las estadísticas que tenía preparadas por falta de tiempo, pero una cosa importante es por ejemplo, que en los últimos 5 años ha aumentado dramáticamente el uso diario de los jóvenes de 8 a 18 años lo que es los medios de comunicación. Tenemos que los niños 8 a 18 años usan diariamente por lo menos 7 horas y media de los medios de comunicación. Y eso incluye todo, incluye televisión, incluye el uso del internet, el ipod, no incluye el teléfono celular para hacer llamadas y recibir textos. Dicen que diariamente los niños de 8 a 18 en promedio reciben y dan mensajes una hora y media diariamente. Solamente en text messaging, usted se imagina lo que es eso: una hora y media. Y 7 horas y media de los medios de comunicación.

Eso, no se ustedes, pero a mí me alarma bastante. Y dicen 30% de los niños que se entrevistaron en este estudio que solamente la tercera, que 30% de los entrevistados, de estos niños que participaron en este estudio, solamente el 30% de esos niños sus padres le ponen algún límite en el uso de los medios de comunicación. En otras palabras, el 70% están usando su ipod como les parece, donde les parece y cuando les parece, la computadora sin ningún tipo de restricción y viendo toda la televisión que ellos quieren ver.

Eso es, me parece, bastante alarmante. 64% dicen que el televisor está prendido durante la cena. 45% dicen que el televisor está prendido casi todo el tiempo. Yo he ido muchas cosas donde el televisor… no hay nadie viendo el televisor pero el televisor está prendido, es como que les da confort, llena el espacio de algo, no sé de qué es, el asunto es que obviamente los niños donde el televisor está prendido la mayor parte del tiempo, ven más televisión que los demás.

En una más adelante vemos que los niños hispanos ven 5 horas y media de televisión diaria más que los niños blancos. Así que eso nos toca a nosotros. Y saben, yo creo que parte de eso son novelas y quién prende las novelas? Ok, nada más, vamos a decir nada más acerca de eso.

El asunto es que el ver televisión, los medios de comunicación, todas esas cosas, eso lo que trae es daño a nuestros niños. Pudiéramos hacer una lista muy larga de las cosas que traen. Traen aumento en la agresividad, en la violencia, el aprovechamiento escolar se reduce, porque obviamente tienen el cerebro embotado, está lleno de todo lo que ven. No tienen espacio, no les queda espacio para entrar la matemática y la ciencia. No hay espacio, todo está embotellado con cosas que no se deben.

Y así por el estilo. Otra cosa, uno de los daños es falta de tiempo de la familia. Ustedes han ido a familias donde todo el mundo está en lo suyo? Hay uno por acá, viendo televisión para no molestar a los demás, a veces tiene un headphone. El otro está por allá, haciendo asignaciones con un ipod prendido. Cada uno en lo suyo. En otras palabras, tenemos medios de comunicación bombardeando nuestra casa pero no hay comunicación. La comunicación en la familia se está erodando y está despareciendo, es casi como un animal extinto.

Pero usted puede hacer algo por eso. Usted puede poner límites en no regalarle un celular a su hijo, no le de ese privilegio sin darle una lista de reglas de cómo debe ser usado. Y una de las cosas que a mí más me preocupe, es la última, la estadística de la página enough is enough. Una de las cosas que más me preocupa es que el 79%, dice otro estudio, de los niños están siendo expuestos a la pornografía en el hogar.

Estamos hablando, no es niño necesariamente que están buscando activamente la pornografía, sino que usando el internet, sin reglas, sin ningún tipo de provisión de cómo lo usan por sus padres, están entrando a estos websites por error. Yo recuerdo una vez yo puse, yo estaba buscando acerca del fruto del espíritu en la computadora en un website, y puse algo de amor, no sé qué fue lo que puse en la computadora, el asunto es que saben lo que me salió? Un web pornográfico para mujeres… por si acaso, no miré, no busqué, pero lo encontré sin estar buscándolo, totalmente inocentemente.

Así que imagínense, son niños usando estos medios en su casa, solos, qué están haciendo? Tienen todo tipo de acceso. Así que eso se lo digo para que usted tenga discernimiento y establezca orden en su hogar. La mayor parte de los niños de los que están adictos a la pornografía, eso comienza en la casa, es en nuestros hogares, en los hogares cristianos. Y entonces si ven el televisor que está prendido en programas que son dudosos, donde hay mujeres con escasa ropa, y escenas que los niños no deben estar viendo con los padres presentes, pues qué dice el niño? Esto no es malo, mi papá y mi mamá ven esto durante el día. Así que yo se los digo como mamá, como una mamá, por favor tenga cuidado. No permita que la basura entre a la sala de su casa. Haga algo, póngale un no a esto, es por el bien de sus hijos.

Sus hijos son como un esponja, si están llenos de basura, si eso es lo que están absorbiendo no hay espacio en la esponja para que absorban las verdades del espíritu y lo que Dios quiere hacer con ellos. Esas dos esencias no mezclan. Así que es nuestra responsabilidad, nosotros impedir que eso suceda.

Y lo último que quiero decirles es animarlos a no subestimar todo lo que ustedes hacen por el crecimiento espiritual de sus hijos. Es posible que hoy usted no vea resultado de lo que usted está haciendo, pero no se preocupe que un día eso que usted está haciendo por sus hijos va a dar fruto. Yo sé, lo sé por mi vida, todavía hoy en día yo disfruto de los beneficios de lo que recibí de mis padres espiritualmente hablando y tengo el ejemplo de mi hermana, mi hermana Sonia es 16 años menor que yo, así que yo fui como figura de mamá para ella, teníamos a nuestra mamá pero yo fui figura maternal para ella. Yo recuerdo que desde chiquitita, cuando ella iba a dormir yo me acostaba cerca de ella y le leía lecturas de la Biblia, historias de la Biblia y ella dice que cuando ella se convirtió después al tiempo, como a los 27 años que ella se convirtió, que Dios me permitió a mí el privilegio de traerla a los caminos del Señor, ella después de haber vivido una vida, pues difícil, con muchas luchas, malas decisiones, ella finalmente aceptó al Señor, como a esa edad, a los veintitantos, y ella dice que una de las cosas que ella más le ayudó finalmente a tomar su decisión, es recordar las historias que yo le leía de niña. Eso parece que es algo como que no tiene tanta importancia, pero aún ahí. Y hoy en día ella se casó con un pastor, ella u su esposo pastorean, tienen 3 hijas preciosas que están levantando para el Señor, así lo que nosotros pensamos que era imposible que se lograra, por la trayectoria de vida que ella llevó en su juventud, ha sido todo lo contrario. Dios ha usado todo lo que se invirtió en ella.

sí que no tenga usted temor aún puede ser que usted tenga un hijo que ya pasó de la niñez, no tenga temor, siga invirtiendo en la vida de su hijo, orando por él, bendiciéndole. Hace poco yo le decía a una mamá que tiene 4 hijos, yo le decía, bendice, estábamos hablando de esto, de este tema de hoy, yo le decía bendice a tus hijos y ella se quedó así, nunca se me había ocurrido, y es una mujer cristiana. Nunca se me había ocurrido que yo puedo bendecir en el momento conmigo presente puedo declarar palabras proféticas y de bendición sobre mi hijo. Y de hecho lo hizo con uno de sus hijos y estaba feliz, dice, guau, qué hermoso, yo sentí la presencia del Señor mientras yo declaraba estas palabras de vida sobre mi hijo. Y beneficio, no solamente yo creo que lo recibió mi hijo sino que lo recibí yo.

Así que nosotros como padres estamos posicionados en el mejor lugar, en el lugar más estratégico para impactar la vida espiritual de nuestros hijos. Nadie más tiene ese privilegio, nadie más, solamente nosotros.

Así que discierna lo que el espíritu le está diciendo. Ponga barreras donde tiene que ponerlas en maneras bien prácticas. La vida cristiana no es solamente orar por nuestros hijos, a veces es disciplinar, es confrontar, pero vamos a hacer todo eso en el espíritu del Señor, sabiendo que con fe él va a hacer lo que nosotros queremos que él haga. Sean bendecidos.

Vamos a terminar orando por todo esto que hemos hablado y si quieren ponerse de pie, yo sé que han estado sentados un ratito.

Señor te damos gracias, Padre, por tu presencia en este lugar. Yo te doy gracias por la presencia tuya en la vida de todas las madres y padres aquí presentes, Padre. Yo te pido, Señor, que tu bendigas la vida de cada uno. Señor, yo sé que desde lo alto tu pones tu mano de amor sobre cada uno de los padres y las madres presentes. Señor, yo sé que tu abrazas a cada uno, yo sé que tu los bendices, yo sé que tu declaras palabras de afirmación y de amor sobre cada uno.

Señor, yo te doy gracias porque en tu palabra está la respuesta a todos los dilemas de la vida, Señor, en especial en esta área de la crianza de nuestros hijos. Padres, yo te pido, Señor, que tu obres de una manera poderosa. Yo te presento a los hijos, a los niños, aún a los que no han nacido, Señor, a los niños pequeños, a los de todas las edades, a los jóvenes de esta congregación. Padre, yo te pido que ni uno se pierda, Señor, que cada uno de ellos, Señor, tenga una experiencia personal contigo. Yo te pido, Padre, que en especial uses a cada persona aquí presente, sea madre o padre, o no lo sean, Señor, para ser instrumental en la vida de un niño, de un joven, para traerlo a tus caminos, Señor, y guiarlos.

Padre, además de ser padres y madres biológicas, de hacer todo lo demás que un padre y una madre hace, yo te pido, Señor, que en este lugar tu levantes padres y madres espirituales, Señor, hombres y mujeres llenos de tu presencia con tu unción, Señor. Yo te pido, Señor, que esa sea la manera en que esta tierra se sane, Señor, que estos niños sean criados en hogar donde padres y madres estén enfocados en presentar los hijos a ti, Señor.

Yo te pido Señor, que ningún impedimento, que nada que el mundo pueda inventar, nada que Satanás pueda pensar, nada, nada, nada, se interponga en la obra que tu quieres hacer en la vida de cada niño de esta congregación, Señor. Gracias por el privilegio de ser mamá y papá, en tu nombre Señor, yo bendigo ese ministerio, esa vocación de ser madre y padre, Señor. Gracias por tu amor, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.

Una exhortación a los padres

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Esta mañana yo quiero hablarles, hacer una exhortación acerca de la paternidad y la maternidad. Yo sé que hoy es el día de las madres, pero vamos a incluir a todo, mamá y papá, porque el mensaje es para ambos. Y para empezar yo quiero que comencemos leyendo un pasaje en Marcos 10, del versículo 13 al 16. Este es un pasaje conocidísimo. Yo creo que prácticamente todos ustedes lo conocen, es el pasaje donde se dice que Jesús bendecía a los niños, un pasaje muy conocido por muchos de nosotros.

Y yo quiero que nos imaginemos la escena, algo que ayudar a darle vida a la palabra de Dios es imaginarnos, es cerrar nuestros ojos e imaginarnos que estamos allí, ponerlo a todo color. A veces nosotros leemos la palabra en blanco y negro, pero la podemos leer la palabra tridimensionalmente con high definition, con colores preciosos, así es que Dios quiere que nosotros leamos la palabra. Así que vamos a imaginarnos esa escena. Está Jesús posiblemente era un campo, un campo abierto. Yo me lo imagino a él sentado en una piedra grande, imagino que hay gente a todo su alrededor pero que hay un espacio que los mismos discípulos y quizás el mismo Jesús ha dejado abierto para que vengan a él. Así que está él rodeado de gente, yo me lo imagino mirando a la gente, haciendo contacto visual con ellos, y deseando darles las palabras de vida que ese pueblo necesitaba escuchar.

Así que vamos a leerlo así, y quiero que lo vean desde la perspectiva de padre y madre este pasaje. Dice así la palabra en Marcos 10 13 al 16:

“… y le presentaban niños para que los tocase….” Eso era una costumbre en aquel tiempo, cuando había una persona de cierta importancia, fuera espiritual, política, los padres muchas veces deseaban traer a sus hijos a esas personas para que los tocasen, simplemente un toque, ustedes han visto los políticos hoy, ustedes han visto en la televisión pasa a cada rato, especialmente en el tiempo de elecciones, que la gente está las barreras para que la gente no pase de cierto punto para que los políticos tengan su espacio y su seguridad y están los papás ahí muchas veces con sus hijos pequeños y lo que quieren es que el político, aunque sea toque un poquito al hijo. Pero obviamente en este caso ellos quieren que alguien que tiene obviamente tenían conocimiento que tenía una profundidad espiritual, un mensaje que esa persona tocara a sus hijos.

Los discípulos reprendían a los que los presentaban. Los discípulos se tomaron la prerrogativa de decirle a estas personas que estaban presentando a los niños, les decían, no, no, no. Yo me imagino que la razón es el Maestro está ocupado, esto no es para niños, su tiempo es limitado así que tiene que dedicárselo a los adultos no a los niños, esto es una pérdida de tiempo, los niños total qué van a recibir con eso, es mejor que él pueda declarar sus palabras, su mensaje sin esas interrupciones que los niños proveen. Y evidentemente no habían escuchado los mensajes de Jesús acerca de la humildad.

Y entonces decía, cuando él vio esto, Jesús obviamente siempre estaba pendiente de todo, tenía ojos por todos los lados de la cabeza, ¿verdad? Como hacemos muchas mamás y papás que sabemos, tenemos ojos por atrás de la cabeza también. Pues Jesús estaba pendiente de todo el cuadro y cuando vio esto, cuando vio que los discípulos estaban reprendiendo a las personas que presentaban a los niños, qué dice la palabra en el próximo versículo? Dice:

“….viéndolo Jesús, qué dice?, se indignó y les dijo…”

Se indignó. Qué quiere decir indignarse? Estamos hablando es un enojo fuerte, ¿verdad? Y es un enojo que la palabra aquí lo que quiere decir es que se enojó pero a la mismo vez había dolor en su espíritu por lo que él estaba viendo, por lo que los discípulos estaban haciendo. O sea que no simplemente cuando nos enojamos porque estamos frustrados, algo superficial, no, cuando habla que el Señor se indignó fue que él vio que esto no podía pasar, que él tenía que hacer algo en el momento, tenía que dar una lección de que eso estaba incorrecto. Y le causó dolor en su espíritu ver lo que los discípulos estaban haciéndole a estos niños. Y dijo Jesús:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis…”

Muchas veces yo he escuchado personas leyendo este pasaje, lo dicen, dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, como un tono así como de…. Cuando uno está indignado, uno no usa ese tono, uno usa un tono categórico, fuerte. Así que yo creo que el Señor dijo aún quizás más fuerte que esto:

“… dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis….”

Se lo dice dos veces, por si no entendiste, dejar a los niños venir a mí, te digo, no se lo impidáis. Es una orden doble para darle más énfasis. Entonces miren por qué?

“…. Porque de los tales es el Reino de Dios, entonces sigue añadiéndole a este concepto de que los tales es el Reino de Dios, dice, de cierto os digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él…”

En otras palabras, los niños son modelo para todos nosotros. Si ustedes miran, cuando leía este pasaje vi un viaje unos cuantos años atrás cuando yo era niña y recordé momentos en los que yo todavía los recuerdo donde yo sentía la presencia de Dios en mi vida, donde había un deseo de conocer a Dios y tener hambre de Dios y servirle. Estamos hablando de una niña de 3, 4, 5, 6 años. Yo recuerdo que a mis hermanitos yo los sentábamos y jugábamos a la iglesia; yo era la pastora y ellos eran los congregantes. Y yo les enseñaba la palabra y oramos juntos y digo de dónde salió eso? Es que los niños, si ustedes traten de hacer ese viaje mental para que ustedes vean la sensibilidad que hay en los niños. Los niños obviamente también hay una mancha de pecado en los niños también, eso lo vemos en el egoísmo que tienen. Los niños no son perfectos así que yo no creo que a eso apunta la palabra sino más bien lo que está diciendo es que ellos son ejemplo para nosotros porque tienen una confianza en su mamá y en su papá como nosotros debemos tenerla en nuestro Padre celestial.

Los niños, si usted le dice a un niño, siéntate ahí que yo te voy a traer una galletita ya mismo. Qué hace el niño? Ahí se queda y está pendiente a donde está la jarra de galletas porque sabe que de verdad si mamá dice te voy a traer la galletita ya mismo, es porque lo va a hacer. Es una confianza. Y el niño no está preguntándose, me lo dará, no me lo dará? Qué motivaciones tendrá mi papá de darle la galleta, será que quiere otra cosa, será que….? No, el niño simplemente confía y no solamente eso, sino va a su padre y pide.

Nuestro nietecito viene a nuestra casa y él ahora tiene un truquito nuevo, él siempre dice tita, tita, es galletita, él sabe dónde están y todo y señala para las titas, entonces ahora, como a veces le decimos que no hay galletita porque no es tiempo, ahora dice, una. Y obviamente quién se va a resistir que te dice así con la carita una? Nadie. Así que él tiene la confianza de que va a obtener lo que él quiere ya que los que proveen para él, de los que le aman. Así que a eso yo creo que a esa cualidad del niño se refiere el Señor. El niño cree sin cuestionarlo.

Nosotros vivimos en una época donde todo lo cuestionamos. El niño cree sin cuestionar. Simplemente si usted le dice, sí papito, o mamita, esto es rojo, aquello es azul, el sol se pone a las 5, a las 6, él lo cree, no tiene problemas con eso. No está cuestionándolo. Así que esa cualidad es la que tenemos que tener nosotros para entrar al Reino de Dios. Y ellos son modelo para nosotros.

Y después en el versículo 16 dice; “… y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía…”

Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos los bendecía. Eso me dice a mí que Jesús en este caso hizo mucho más allá de lo que estaban esperando los que traían a los niños a Jesús. Porque fíjense que en el primer versículo 13, qué les dice? Y le presentaban niños para qué? para que los tocase. Estos padres, o estos quienes fueran, se conformaban con que Jesús los tocase. Pero Jesús no solamente los tocó sino que, no puso su mano así levemente, algo superficial sino que los tomó en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendecía.

Imagínense la escena, él está sentado en esta piedra grande, coge a cada niño individualmente o quizás dos a la vez, es posible que hayan sido…. No, pero no puede ser dos porque necesitaría muchas más manos. Así que cogía uno a la vez, así que si ahí había no sé cuántos, 30, 50, 100 niños, él hizo eso con cada uno de esos niños, los tomó en los brazos, puso la mano sobre ellos y los bendijo.

O sea que usó muchas maneras de llegar al espíritu de ellos. El contacto físico es tan importante para nuestros hijos, es esencial aún biológicamente está comprobado que el contacto físico ayuda aún a la digestión, así que algo tan sencillo que uno ve, y por eso no ve que los niños están en orfanatos o en hogares donde hay negligencia en el cuidado, en el cariño, esos niños sufren en todo, emocionalmente, físicamente, en todas las áreas de su ser sufren. Así que el contacto físico es importante. Jesús los tomó en los brazos, ellos sintieron la presencia del Señor, puso la mano sobre ellos. Yo no sé, yo me imagino quizás se la puso en la cabecita que es lo que muchos hacemos, ¿verdad? Ponemos la mano sobre la cabecita de un niño, lo bendecimos, y los bendecía. Así que también declaró palabras de vida sobre cada uno de ellos.

Y cuando uno ve eso entonces uno tiene que preguntarse, bueno, quiénes llevaban a los niños? Uno asume que eran los padres, ¿verdad? Los hermanos mayores quizás, podría ser, pero yo asumo que mayormente serían los padres los que trajeron a los niños a Jesús. Esa es uno de nuestras funciones principales en la vida, o la principal, no una sino la principal, es traer a nuestros hijos a Jesús.

Y esto es un modelo para nosotros. Lo que Jesús hizo con estos niños es un modelo para cada uno de nosotros. El tomar a nuestros hijos en nuestros brazos, poner las manos sobre ellos y bendecirlos. Bendecirlos es declarar palabras de bendición. Muchas veces palabras proféticas de lo que Dios nos ha dicho acerca de lo que ese niño es o va a ser.

Yo creo que sinceramente si yo les pregunto a cada uno de ustedes, padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, cada uno de ustedes quieren que los niños en su vida tengan una relación personal con Jesús ¿verdad que sí? Eso no hay duda. Y cada uno de nosotros de ver un peligro, si usted ve que viene un carro acercándose a un niño, qué usted hace? Está en peligro. Usted corre y deja lo que sea y usted se pone en medio para proteger a ese niño ¿verdad? O si vemos cualquier peligro, un perro que se abalanza sobre ellos, cualquier cosa, nos ponemos en alerta enseguida y accionamos. Esa es parte de nuestra función como padres es precisamente proteger a nuestros hijos. Lo que pasa es que hay muchas cosas. El carro es evidente, el perro es evidente, muchos otros peligros para nuestros hijos son evidentes, pero hay otros que no son tan evidentes.

Así que lo que yo quiero hacer en esta mañana es exhortarlos en diferentes áreas acerca de la crianza de nuestros hijos para que expandamos nuestra visión. Digamos, son cosas que yo he aprendido, ese es el beneficio de la edad. Cuando vivimos en el Señor y aprovechamos el tiempo como Dios quiere, eso nos da sabiduría. Le pedimos sabiduría, las experiencias vividas en el Señor, nos traen más sabiduría.

Así que hoy lo que quiero es de lo que yo he aprendido compartir con ustedes. Y una cosa que yo creo que es muy importante es entender que Dios creó al ser humano con mente, cuerpo y espíritu y esto no es diferente en la vida de un bebé recién nacido o de un niño pequeño. En otras palabras, el espíritu de un niño no es más pequeño que el espíritu suyo, que ya es adulto, no es más pequeño. Es igual, está lleno de potencial en el Señor, es un espíritu vivo, ya definido por el Señor desde antes de la fundación del mundo.

Yo creo que eso hace una diferencia, porque si nosotros entendemos con qué material estamos trabajando, eso nos debe motivar a ser más responsables y más intencionales en cómo criamos a nuestros hijos. Eso es bien importante. Eso para mí fue una revelación cuando yo me di cuenta, yo no puedo descuidarme, yo no puedo perder el tiempo con otras cosas. Yo tengo que enfocarme en criar, en nutrir el espíritu de mi hijo o de aquellos niños pequeños y aún adolescentes. Los niños en mi vida tienen que ser nutridos y hay que hacerlo desde pequeños.

Nosotros tenemos a veces una tendencia a pensar que los niños se entretienen cuando son chiquitos, y entonces después más adelante nos ocupamos de enseñarles las verdades espirituales. No es así, yo creo que desde el vientre nosotros debemos empezar a bendecir la vida de ese niño, a declarar proféticamente sobre el espíritu del niño.

Fíjese los niños son tan sensibles. Hay estudios que han comprobado que un niño oye música y que un niño que escucha música dentro del vientre de su madre, cuando nace va a ser más sensible a la música, así que si eso es verdad, y estamos simplemente de mecanismos de oído, mecanismos cerebrales, cómo no va a ser verdad también que el espíritu también recibe desde que está dentro del vientre de su madre. Así es esa es la primera verdad que yo quiero compartir con ustedes: ver a ese niño y entender el potencial y determinar desde temprana edad a precisamente nutrir ese potencial.

Yo tuve una experiencia, y perdonen otra vez que saque lo del nieto, es que sabe que esas etapas, a veces uno se ríe de los abuelos que todas las historias son de los nietos, pero cuando uno llega ahí uno se da cuenta por qué es. Es que es otra etapa. Ya ustedes, las que no han llegado a ella verán. Pero de todas maneras, un día yo estaba cuidando a Caleb en la casa y tenía 5 meses, se había dormido en mis brazos y yo simplemente me había quedado disfrutándolo, me había quedado con él así agarrado, y de momento el espíritu del Señor me llevó a profetizar sobre su vida.

Y así empecé, bien calladita, en una voz bien callada, o sea que no iba a despertar a nadie, muy calladamente empecé a declarar el favor de Dios sobre su vida y lo que Dios va a hacer en su vida, lo que el Señor me iba diciendo, yo lo declaraba sobre él en una voz muy calladita. Saben, ese niño estaba profundamente dormido. Ustedes saben que los bebés a los 5 meses duermen y duermen. Y él de momento tan pronto yo empecé a profetizar sobre él, él abrió los ojos bien fijos, me miró fijo a mis ojos, me miró tan pronto yo terminé dije la última palabra, dije amén, él cerró los ojos y siguió durmiendo. Podemos decir, es casualidad, yo sé que no fue casualidad, yo sé que él estaba respondiendo al espíritu de Dios que le estaba hablando por medio de mí. Eso me enseñó una lección que yo no desaprovecho ninguna oportunidad ahora sobre la vida de él, sobre la vida de otros niños, y sobre la vida de los adultos también. Si Dios me dice algo, vamos a bendecir a la persona en el momento.

Así que en la palabra también tenemos muchos fundamentos para saber que el espíritu de un niño, el llamado de Dios sobre su vida está ahí desde temprano. Fíjese, vamos a las Escrituras, no tienen que buscarlo, solo tienen que apuntar, en Isaías 49, versículo 1 dice:

“Oídme Costas, este es Isaías hablando, y escuchad pueblos lejanos, Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria…”

Y si vamos al versículo 5 de ese mismo pasaje del capítulo 49 en Isaías, dice:

“Ahora pues dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo...”

Qué nos dice eso? Llamado los ojos de Dios ya puestos sobre Isaías desde el vientre, no cuando Isaías tenía 50 años, ni 40, ni 30, desde el vientre. No les cambia eso la perspectiva de cómo tenemos que creer acerca de los niños aún desde el vientre?

En Jeremías que es otro ejemplo, y en la palabra hay muchos más ejemplos pero estos son los únicos que vamos a ver hoy, en Jeremías en el primer capítulo, versículo 4 dice:

“… vino pues palabra de Jehová a mí diciendo, antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones…”

Guau! Así que ya un llamado, pleno sobre la vida de Jeremías. Dice antes de que te formaras en el vientre, o sea que no estamos hablando de vientre, aún antes, ya Dios puede tener planes y propósitos para nuestros hijos porque Dios no solamente llama a los adultos. Como nos dice en esos versículos en Isaías y Jeremías, Dios llama aún antes de nacer.

Y yo creo que parte de los privilegios que nosotros tenemos como padres es preguntarle a Dios qué él tiene para cada uno de nuestros hijos? Si no le preguntamos él no nos va a contestar, así que tenemos que preguntarle a Dios, Señor, qué tu tienes para este chiquitito que solamente dice, gu, gu, gu y llora, y que tengo que cambiarle el Pampers cada dos horas, qué tu tienes para este bebé?

Yo lo sé por experiencia que yo desconocía esta verdad cuando tuve a mi primera hija, pero ya cuando llegó la segunda ya yo había aprendido. Y el Señor me habló acerca de mi hijo. Después me habló acerca de la mayor también cuando ya era un poquito más grande. Pero en el momento en que ella nació Dios me dio el llamado de ella. Así que Dios si nosotros tenemos la disposición, el entendimiento para entender cómo son estos asuntos espirituales sobre nuestros hijos, Dios nos lo va a revelar. Él nos va a revelar lo que él tiene para cada uno de nuestros hijos y cómo es él quiere usarlos.

Así que nosotros como padres somos observadores, todo el tiempo viendo cómo es mi hijo, qué tendencias tiene, cómo es su temperamento, qué veo que a él le gusta, qué sensibilidad espiritual tiene. O sea, todo eso nosotros tenemos que verlo y nutrirlo, igual que nosotros nutrimos la mente de nuestros hijos, vamos a nutrir el espíritu igualmente.

Si volvemos al pasaje de Jeremías, el primer capítulo de Jeremías, el verso 6 entonces, nosotros vemos la respuesta que Jeremías le dio a este llamado, a las palabras de Jehová de que iba a ser profeta de las naciones y que lo había conocido aún antes de nacer. Fíjese lo que Jeremías le contesta en el versículo 6, dice:

“… y yo dije, ah, Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño… y qué le dice Jehová? Oigan la respuesta en el verso 7, dice “… no digas soy un niño porque a todo lo que te envíe irás tu y dirás todo lo que te mande…”

En otras palabras, el mismo Señor, el mismo Dios qué hace? Jeremías se auto limita dice, pero yo soy solamente un niño. Y qué le dice Jehová? Que no tome en cuenta su niñez, que eso no es un factor el hecho de que sea niño. Claro, sabemos que el llamado de Jeremías se fue desarrollando con el tiempo. Nosotros entendemos eso. Un niño que ha sido llamado a ser profeta no es necesariamente profeta desde los 3 meses ni los 10 años, a lo mejor, pero está en preparación. Entonces nosotros tenemos que nutrir eso, tenemos que ser partícipes de ese proceso de limitación.

Y otro ejemplo en cuanto a esto está en el primer capítulo de Lucas, en el versículo 76, ahí encontramos cuando Zacarías da unas palabras proféticas sobre su hijo Juan, que sabemos que después sería Juan el Bautista. Miren las palabras que declara Zacarías, este padre, sobre su hijo en Lucas 1:76, dice:

“… y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado porque irás delante de la presencia del Señor para preparar sus caminos….”

Esto es un padre profetizando sobre la vida de su bebé y este bebé en ese momento estaba recién nacido. Así que eso es lo que Dios nos llama a profetizar sobre la vida de nuestros hijos, a estar observando cómo está el espíritu de ese niño, cómo yo puedo ayudar a nutrirlo. Y como una parte yo les animo a escoger el nombre que Dios quiere para sus hijos.

Mucha gente pone nombres sin discernimiento y escogen, bueno, yo voy a mirar el nombre de la abuela tal con la tía tal, acá, y voy a hacer un nombre nuevo, y no nos preguntamos…. Si usted quiere hacer eso, usted tiene todo el derecho de hacerlo, yo sé eso, pero busquen, busquen qué es lo que Dios les está diciendo acerca de ese niño, esa niña para que usted pueda poner el nombre de acuerdo. Los judíos practicaban eso y hasta el día de hoy lo practican. Yo creo que es una buena práctica y yo me gozo, yo veo dentro de nuestra congregación hemos a través de los últimos años cómo la gente está haciendo precisamente eso. Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero estoy pendiente de los nombres de los niños pequeños de nuestra congregación y me he hado cuenta que hay un deseo de honrar a Dios con el nombre y de estampar una personalidad proféticamente en la vida de los niños.

Así que si usted tiene algo que ver con eso, por favor busque del Señor para saber qué nombre ponerle a los niños, especialmente si son los suyos, los ajenos no se los ponga, pero los suyos sí. Sí, porque hay gente que también quiere poner su nombre y hay que respetar lo que los padres quieren. No hay nada más importante que la salvación de nuestros hijos. No hay nada más importante que su vida espiritual.

Muchas veces nosotros tenemos metas muy específicas en cuanto a la educación de nuestros hijos, todo el mundo quiere que sus hijos estudien una vocación o una carrera, queremos que crezcan en diferentes áreas, en el deporte, pero también tenemos metas en cuanto al carácter de Dios que nosotros queremos ver formados en ese niño, en cuanto a la profundidad de su relación con el Señor. Eso es importante, igual que tenemos metas para lo demás, tenemos que tenerlo para eso. Tenemos que ser bien consecuentes y diariamente trabajar en esas metas.

Yo recuerdo, cuando yo mi hija mayor tenía 2 añitos Dios me confrontó con la realidad de que yo no tenía muy claras mis metas en el sentido espiritual sobre su vida. Yo recuerdo que entré a su cuarto, iba a orar por ella y Dios me redarguyó, me dijo, tu tienes que ser más específica en cuanto a lo que pides sobre la vida de tu hija. Ya después aprendí, con la segunda fue diferente, fue un proceso de aprendizaje. Así que yo les estoy dando perla de sabiduría a ustedes.

Desde ahora empiece, pregúntele a Dios, Señor, qué metas yo tengo que ponerme? Qué prácticas yo tengo que incorporar en mi vida para que mis hijos crezcan espiritualmente desde que son niños, no esperando a que sean más grandes, sino desde que son niños. Una trampa en este mundo es pensar este asunto de, ellos tienen que escoger. Cuando mi hija o mi hijo sean más grandes, pues ya escogerán cómo sirve al Señor, qué dones Dios le va a dar. Eso no es así, imagínese qué tonto sería que nosotros escogiéramos libros de texto, libros de matemática, de ciencia, de lenguaje, de literatura, los tiramos ahí al piso, se los tiramos en el cuarto al hijo, y le decimos, hijito, cuando a ti te plazca, cuando tu crezcas, cuando tu sientas la inclinación de estudiar matemáticas, pues ahí está el libro. Tu lo coges cuando tu quieras. Eso sería tonto ¿verdad que sí? Ninguno de nosotros haría eso. Hay un orden y hay que hacer las cosas, hay que hacer las tareas, hay un orden y una disciplina. Eso mismo tenemos que llevarlo a lo espiritual. Claro, sin rigidez. No estamos hablando de rigidez ni de legalismo. Porque las lecciones mejor aprendidas son las que se aprenden en el ambiente natural y en el momento natural. Esas son las mejores lecciones, no las que se nos imponen con tablazo, o un biblazo en la cabeza. Esa no es la idea. Pero estemos pendientes y guiemos a esos chiquitos desde el comienza y aún… no importa la edad que tengan, nunca es tarde para sembrar en la vida de nuestros hijos. Pero si empezamos temprano en la vida mucho mejor resultado.

Y fíjese vamos a leer un pasaje, ese pasaje está en Deuteronomio 6, vamos a leer los versículos 1, 2 y del 5 al 7, porque es un versículo clave acerca de cómo el hogar es el verdadero lugar de discipulamiento para nuestros hijos. Y son palabras de Moisés al pueblo de Dios, Deuteronomio 6 dice:

“… estos pues son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová, vuestro Dios, mandó que os enseñase para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla…”

El pueblo estaba pronto a entrar en la tierra prometida, así que está ahí Moisés dándole las últimas encomiendas de parte de Dios al pueblo.

“… para que temas a Jehová, tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando…” Y fíjese lo que dice ahora, dice: “… tu, tu hijo, y el hijo de tu hijo…”

O sea, estamos hablando de que esto no es solamente para ti, es para tus hijos, tus nietos y todos los demás.

“… todos los días de tu vida para que tus días sean prolongados y amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos y hablarás de ella estando, díganlo conmigo, en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes…”

Ok, así que a quién le corresponde discipular a los hijos en las cosas del espíritu? A los padres, es a la familia en todo momento. Fíjese todos esos son momentos cotidianos de la vida, en la casa, andando por el camino, llevándolos a la escuela, recogiéndolos de la escuela, llevándolos al dentista, llevándolos a la práctica de soccer, lo que sea que usted haga y al acostarte. Esos momentos tan lindos que el niño ya está en la cama tranquilito, ya es como que uno lo ve diferente, ese alivio. Yo no sé qué es, yo no sé si es por amor al hijo o es por alivio. Ya se va a acostar, ya puedo seguir, ya puedo tener un rato de tranquilidad. Yo creo que parte es eso también. Pero en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. O sea, en todo tiempo nosotros tenemos que hablarles de las maravillas de Dios, declararle los estatutos y los decretos de la palabra de Dios a nuestros hijos. Y como decía antes en maneras orgánicas y naturales.

Y yo quiero decirles que la iglesia no es la que tiene la responsabilidad de discipular a los hijos, a nuestros hijos. Alguna gente cree eso. Pero no es la iglesia. Claro, sí es importante, es esencial que una iglesia tenga programas de discipulamiento para todas las edades, en particular para niños y jóvenes. Eso es esencial en una iglesia, es parte de la vida de una iglesia. No es que yo no estoy subestimando la importancia de eso. Pero esos ministerios caminan a la par con nosotros como padres o como abuelos, o tíos, lo que sea, están a la par, son recursos para nosotros enriquecer lo que ya estamos haciendo en nuestra casa. No es un sustituto. No es que aquí es que vienen a leer la Biblia, o aquí es que vienen a orar. No, no es así. en la casa los guiamos, los discipulamos y entonces la iglesia viene a ser otro recurso que nosotros podemos aprovechar, y es bueno que lo aprovechemos para enriquecer aún más la vida de nuestros hijos.

Porque en realidad los niños que necesitan son los modelos diarios, el modelo diario de una fe en acción. La fe nuestra en nuestras bocas, en nuestras manos, en nuestros pies, una fe en acción, es lo que los niños necesitan ver cada día. Nosotros somos colaboradores de Dios en ese sentido, en el aspecto espiritual. Y nosotros le modelamos la vida cristiana, los niños van a aprender, van a imitar lo que ven que nosotros vivimos. Así que tenemos el inmenso privilegio, la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos cómo es que se vive la vida cristiana.

Cada uno de nosotros es un libro abierto para nuestros hijos, un libro abierto y nuestros hijos van a leer cada hoja aún las que usted se cree que están ahí pegadas y que nadie las puede ver. Nuestros hijos tienen una visión más allá de 20 20 y van a leer esas hojas también. Así que por eso nosotros tenemos que seguir creciendo, tenemos que tener cuidado con nuestra integridad y tenemos que tener cuidado cómo nosotros tratamos a nuestra esposa, nuestro esposo, como manejamos nuestro dinero, como manejamos nuestro comportamiento porque los niños van a aprender mucho más con eso que con lo que nosotros le hablamos. Así que tenemos que tener muchísimo cuidado con eso.

Y en Timoteo hay otro ejemplo de la palabra donde Pablo le habla a este nuevo pastor, este pastor joven, Timoteo, que ha estado bajo su cobertura. Él lo ha estado mentoreando y el Apóstol Pablo le comenta a su discípulo que lo recuerda sin cesar en sus oraciones y en el versículo 5 dice:

“… trayendo a la memoria no fingida que hay en ti….”

O sea eso es lo que dice Pablo acerca de la fe de Timoteo, que es no fingida, es natural, es genuina.

“… la cual habitó primero en tu abuela Loira, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también…”

Eso es lo que hace una vida familiar sana, una fe vivida en integridad, no en perfección. Mire, yo sé que aquí no hay nadie perfecto, empezando conmigo, no hay nadie perfecto, pero tenemos siempre que hacer lo mejor que podamos con lo que sabemos, con lo que tenemos, lo mejor que podamos y siempre estar creciendo y mejorando, desechando todo aquello que nos impida vivir la vida cristiana como nosotros debemos vivirla. Porque nuestros hijos van a ver eso también, van a ver al antes y el ahora y van a estar contentos de los cambios que ven. Así que eso es un ejemplo más: Timoteo, que la fe que él aprendió, primero estuvo en su abuelo, luego estuvo en su madre y entonces llegó a él y una fe genuina, que eso es lo que nosotros queremos que nuestros hijos logren.

Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos religión. Religión es algo, eso está pegado con tapes del barato, o sea se pega ahí y ahora mismo viene una humedad, un agüita, un viento y el tape se despega. Eso no es lo que nosotros queremos. Nosotros queremos que la relación que nosotros modelamos con Dios, ellos la imitan también y esté impregnada en su espíritu, no pegada con tape sino impregnada en su espíritu como pasó en el caso de Timoteo.

En el hogar se presentan montones de oportunidades, yo les llamo momentos enseñables, en inglés es teaching moments, momentos enseñables que nosotros tenemos que aprovechar. En la palabra hay un versículo bien conocido que creo que todos los domingos se pone aquí cuando es hora de que los niños suban a sus clases, dice, Proverbios 22:6 dice:

“…Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él….”

Así que otra vez leíamos antes en Deuteronomio que esto es asunto del camino, de la casa, de la entrada, de la salida, al acostarse, al levantarse. Y eso es lo que quiere decir instruir. Instruir quiere decir que el que instruye, el instructor lo hace con propósito, con discernimiento, con orden, con disciplina, con intencionalidad. O sea, no es al azar, sino es algo que pasa que nosotros planeamos, que nosotros buscamos de Dios y entonces instruimos al niño.

Instruimos no por sermones de estar a veces papapapapppa, hablando y los niños después de 30 palabras apagaron el cerebro. No es solamente por las palabras, que las palabras son importantes obviamente, sino también con la manera que los afirmamos, que los corregimos, por el tiempo que pasamos con ellos, preguntándole acerca de sus sueños, viéndolos juntos, compartiendo cosas agradables, hablando de las situaciones en su vida, de sus preocupaciones, trayéndolos con nosotros a adorar, haciéndolos partícipes de nuestra vida espiritual. O sea todas esas son maneras bien… momentos enseñables. Nosotros tenemos que buscar ese momento donde el espíritu de nuestros hijos está poroso, está dispuesto a recibir, mirarlos, aprovecharlos y entonces impartir vida en nuestros hijos.

Nosotros vivimos en un ajoro tan grande, ¿verdad? Muchos de ustedes, el trabajo, la casa, los deportes, las otras cosas que permitimos que entren a nuestra casa, que quitan tiempo, tantas cosas, ese ajoro que vivimos que muchas veces nos impide hacer precisamente eso, estar presente y discernir cuáles son esos momentos enseñables y aprovecharlos.

Yo quiero darles dos ejemplos de mi vida cuando mis niñas eran pequeñas donde yo vi eso claramente, aproveché el momento enseñable para que ellos hicieran su decisión por el Señor. Mi hija mayor a los 6 años, un día estábamos…. Algo totalmente cotidiano, yo estaba alimentando a la chiquita que tenía menos de un años, tenía meses, estaba en su sillita de comer, y yo le estaba hablando de la maravilla, mira que lindo que tenemos ahora una hermanita, una hijita, un miembro más de nuestra vida, tenemos que estar tan agradecidos a Dios por eso, y ella estaba… ella misma añadió sus palabras de felicidad porque ella estaba feliz, ella no sabía que hacer con el hecho de que tenía una hermanita. Y entonces la llevé en ese momento a hablar acerca de Jesús, de la bendición de Dios sobre nuestras vidas, sobre la vida de ella y la guié para que ella pudiera hacer su decisión por Jesús en ese momento, que su espíritu estaba abierto y poroso en ese momento para recibir al Señor.

Sé que después al tiempo ella tuvo que hacer otra decisión, ¿verdad? Porque van madurando, pero es importante uno buscar esos momentos cuando son pequeños e infundirles eso en ese momento. Con la pequeña fue una situación parecida, estábamos de camino, yo estaba llevándolos a la escuela, ellas estaban en una escuela lejos de nuestra casa y en el camino yo prendí el televisor en una estación cristiana y había una canción que a ella le gustaba, una canción acerca de verdades espirituales. Y yo vi cómo ella reaccionó a la canción y empezó a cantarla y empezamos a hablar de la canción, y yo le pregunté, tu quisieras ahora mismo aceptar a Jesús como tu salvador? Y yo recuerdo su carita, así moviéndose, que sí, que ella quería hacerlo y yo dije, bueno, ahora es el momento, así que paré, iba manejando. Paré el carro debajo de un árbol, hasta el día de hoy ella recuerda donde está ese árbol. Y ahí ella hizo su profesión de fe.

A eso me refiero con buscar esos momentos así donde el espíritu del hijo está abierto a recibir para nosotros enseñarle algo o impartirle alguna palabra de vida. Y si estamos con tanto ajoro todo el tiempo a veces vamos a desaprovechar esos momentos. Así otra vez, busque los momentos enseñables.

Y otra vez, usted no tiene que tener hijos, a lo mejor es su vecinito que vino a su casa, o su sobrina que vino de visita. No importa, sus nietos, no importa quién sea, usted puede ser una influencia en la vida de ese niño.

Otra cosa que yo creo que es bien importante es que nosotros le regalemos una comunidad de fe a nuestros hijos. Muchas personas vienen a la iglesia, vienen como que ponchan la tarjeta los domingos, vienen, llegan muchas veces tarde, se sientan en su asiento, participan, escuchan, pero luego, antes que se termino a veces el servicio, ya está corriendo saliendo. Eso no es vida de comunidad, eso es mejor que nada, nos alegramos y si eso es solamente lo que usted puede hacer por ahora, gloria a Dios, estamos felices de que usted venga y no participe de nada más. Pero eso no es lo que es la vida cristiana. La vida cristiana también se vive en comunidad. Así es bien importante que usted le cree el deseo en el niño de venir a la iglesia, de que aquí estén sus amigos, sus madres y sus padres espirituales. Es tan bonito uno ver niños que siempre quieren venir a la iglesia porque saben que es un fun place, es un sitio donde yo disfruto, es un sitio agradable, donde recibo, donde soy parte de una comunidad, donde tengo un nombre, donde me conocen y me aman. Y eso no se hace corriendo, entrando corriendo, estar aquí hora y media o dos horas y salir corriendo. Hay que dedicarle un poquito más de tiempo a eso.

Y a la misma vez entonces que usted trae a sus hijos, lo importante es que usted los supervise durante estas actividades de adoración y de discipulamiento que usted viene. A veces nosotros tenemos esta mentalidad de que venimos a la iglesia por nosotros, el adulto es el que recibe, el niño se entretiene. Y eso es una mentira del diablo. Los niños no vienen a la iglesia a entretenerse, vienen a ser discipulados por el Señor, y por los recursos que aquí hay, aparte de lo que ya reciben en su casa. Así que es bien importante eso que ellos vengan sabiendo a lo que vienen. Que ellos entiendan que este es un lugar de reverencia donde la presencia del Señor está aquí, donde hay poder en el hecho de que se reúnen los hermanos y adoran juntos. Eso nosotros tenemos que interpretárselos a ellos como padres, no simplemente vienen ahí, los traemos así corriendo, a veces los tiramos aquí, nosotros seguimos y usted no sabe lo que está haciendo el niño, qué esta recibiendo, no le preguntamos qué aprendiste hoy en la escuela bíblica. Tenemos que darle seguimiento. Si nosotros le estamos proyectando a ellos que eso no importancia, ¿saben qué va a aprender el hijo? Que no tiene importancia, que eso es simplemente es algo que hacemos los domingos y estamos cometiendo un error y desaprovechando un recurso muy importante.

Miren, hace como tres meses yo bajé al sótano, cuando ya había pasado media hora del servicio, había comenzado el servicio hacía media hora, y en el sótano en una mesa redonda había 8 jovencitos preteens y early teens ahí ellos tenían una fiesta oyendo ipod, conversando, riéndose. Ya había empezado el servicio y era media hora en la alabanza, la alabanza ungida en la presencia del Señor y ellos allá abajo con su propio asunto riéndose. Y lo peor de todo fue que cuando yo les hablé con respeto les pregunté qué hacían ahí, que era hora de irse, que tenían que buscar cada uno a sus padres, lo peor fue que ninguno de ellos se movió. Tuve que levantarles la voz para que ellos reaccionaran. Guau, qué estamos haciendo? Un recurso tan precioso.

Y eso, miren, no es trabajo de los ujieres, no es trabajo de los maestros, eso es trabajo de los padres, tener que buscarlos, tiene que estar pendiente de dónde están, qué está haciendo, si no hay clases, dónde tienen que estar ellos? Tienen que estar al lado de usted sirviendo también.

Hay una señora joven que pasa muchos domingos aquí al frente, ella pasa con su jovencita, una niña de edad elemental y un niño y eso me parece tan bonito, danzan juntos, oran juntos, es muy especial ver como ella viene.

Y otro día, volviendo a los ejemplos no tan agradables, eran las, otra vez ya había comenzado el servicio, había 4 jovencitos, uno de ellos con un aparato de videojuegos, muy conectado. Había buscado conectarlo en la pared allá arriba, por ahí detrás, muy conectado él, muy inteligente, y ahí jugando videojuegos, eran 4 en total. Y yo digo, y los papás no saben que este nene trajo un videojuego, que lo está usando en la iglesia? Yo creo que tenemos que poner un letrerito que dice, Son las 9, va a comenzar el servicio, sabes dónde está tu hijo?

Parece que it struck a chord, eso es trabajo de los padres más que nada. Ok, yo sé que …. Tenía mucho más que hablar pero unos minutitos más. Una cosa importantísima es aprovechar los recursos que la iglesia ofrece, venga, traiga a sus hijos. Vaya a la inconveniencia de traerlos, haga otras cosas. Cómprele materiales cristianos, videos cristianos, música que a ellos les guste cristiana, haga algo por nutrir a su hijo en ese aspecto. Ore con sus hijos y por sus hijos. Pídale a Dios que le de el discernimiento para saber cuáles son las necesidades espirituales de su hijo.

Miren, todos nosotros tenemos grietas en nuestra armadura, empezando por los adultos, tenemos grietas. No somos perfectos, tenemos inconsistencias. Y la paternidad es un lugar muy importante, nosotros tenemos que ver cuáles son mis inconsistencias y cómo afectan la manera en que yo crío a mis hijos.

Un ejemplo es por ejemplo, ser demasiado permisivo, dejar que los hijos hagan todos. Muchas veces es porque nos hemos criado en un hogar tan rígido que queremos entonces compensar con nuestros hijos, dándoles todo lo que ellos quieren. Eso obviamente no va a conducir a nada bueno. Hay muchísimos ejemplos que nosotros podríamos dar de cosas en nosotros que nos limitan en la manera en que nosotros ejercemos nuestra paternidad.

Y entonces miremos también cuáles son las grietas en la armadura de mi hijo. Aún desde chiquito, muchas veces puede ser excesiva timidez, niños que no se quieren relacionar con nadie, que tienen miedo a la gente, pues, ore por el niño, provéale experiencias naturales para que supere eso. Pueden ser niños que a lo mejor tienen la tendencia a ser enojados, un poco egoístas, poco generosos. O sea, vamos a ver cuáles son esas cosas que tiene nuestro hijo, las grietas en su armadura y vamos a ayudar a discernir y en oración, ora acción, como dice Roberto. Orar y acción para ayudar al hijo a superarla.

Y también vean, vamos a observar cuáles son los rasgos que ese niño tiene de sensibilidad espiritualidad y vamos a guiarlo más y más por eso. Puede ser un niño que sea muy sensible a las necesidades de los demás, pues entonces vamos a proveerle oportunidades para que ese niño crezca en su liderazgo respondiendo a una necesidad por los demás.

Así que hay tanto que uno puede hacer con un niño, cosas prácticas. Otra cosa es discernir qué influencias están compitiendo por el corazón de nuestros hijos. Eso es tan importante. Nosotros tenemos que ver qué nosotros estamos permitiendo que nuestros hijos reciban. Usted no permitiría que viniera un camión de la basura a descargar su podredumbre en su sala, ¿verdad que usted no permitiría eso? Que entrara un camión de basura a su casa y plum, le depositara toda esa basura maloliente en su casa, esa contaminación. De ninguna manera, haríamos todo lo posible por poner barreras, por impedir que eso sucediera.

Sin embargo, como padres, nosotros muchas veces no nos ponemos en la brecha y permitimos que entren influencias a nuestros hijos que son dañinas. Y obviamente es fácil pensar en muchas. No estoy hablando, fíjese no es droga necesariamente, ni otras cosas, a veces son cosas como el televisor, como el uso del internet, como el ipod, como todos esos aparatos. No es que yo esté en contra de eso, todo lo contrario, yo los uso diariamente, pero muchas veces nosotros no ponemos reglas, no enseñamos a nuestros hijos a usar esos recursos, permitimos que ellos tengan acceso libre.

Y yo quiero, sé que estamos corriendo con el tiempo, pero permítanme solamente para abrirles su entendimiento a esta realidad, quiero compartir con ustedes unas estadísticas pequeñas, no las voy a poner todas las estadísticas que tenía preparadas por falta de tiempo, pero una cosa importante es por ejemplo, que en los últimos 5 años ha aumentado dramáticamente el uso diario de los jóvenes de 8 a 18 años lo que es los medios de comunicación. Tenemos que los niños 8 a 18 años usan diariamente por lo menos 7 horas y media de los medios de comunicación. Y eso incluye todo, incluye televisión, incluye el uso del internet, el ipod, no incluye el teléfono celular para hacer llamadas y recibir textos. Dicen que diariamente los niños de 8 a 18 en promedio reciben y dan mensajes una hora y media diariamente. Solamente en text messaging, usted se imagina lo que es eso: una hora y media. Y 7 horas y media de los medios de comunicación.

Eso, no se ustedes, pero a mí me alarma bastante. Y dicen 30% de los niños que se entrevistaron en este estudio que solamente la tercera, que 30% de los entrevistados, de estos niños que participaron en este estudio, solamente el 30% de esos niños sus padres le ponen algún límite en el uso de los medios de comunicación. En otras palabras, el 70% están usando su ipod como les parece, donde les parece y cuando les parece, la computadora sin ningún tipo de restricción y viendo toda la televisión que ellos quieren ver.

Eso es, me parece, bastante alarmante. 64% dicen que el televisor está prendido durante la cena. 45% dicen que el televisor está prendido casi todo el tiempo. Yo he ido muchas cosas donde el televisor… no hay nadie viendo el televisor pero el televisor está prendido, es como que les da confort, llena el espacio de algo, no sé de qué es, el asunto es que obviamente los niños donde el televisor está prendido la mayor parte del tiempo, ven más televisión que los demás.

En una más adelante vemos que los niños hispanos ven 5 horas y media de televisión diaria más que los niños blancos. Así que eso nos toca a nosotros. Y saben, yo creo que parte de eso son novelas y quién prende las novelas? Ok, nada más, vamos a decir nada más acerca de eso.

El asunto es que el ver televisión, los medios de comunicación, todas esas cosas, eso lo que trae es daño a nuestros niños. Pudiéramos hacer una lista muy larga de las cosas que traen. Traen aumento en la agresividad, en la violencia, el aprovechamiento escolar se reduce, porque obviamente tienen el cerebro embotado, está lleno de todo lo que ven. No tienen espacio, no les queda espacio para entrar la matemática y la ciencia. No hay espacio, todo está embotellado con cosas que no se deben.

Y así por el estilo. Otra cosa, uno de los daños es falta de tiempo de la familia. Ustedes han ido a familias donde todo el mundo está en lo suyo? Hay uno por acá, viendo televisión para no molestar a los demás, a veces tiene un headphone. El otro está por allá, haciendo asignaciones con un ipod prendido. Cada uno en lo suyo. En otras palabras, tenemos medios de comunicación bombardeando nuestra casa pero no hay comunicación. La comunicación en la familia se está erodando y está despareciendo, es casi como un animal extinto.

Pero usted puede hacer algo por eso. Usted puede poner límites en no regalarle un celular a su hijo, no le de ese privilegio sin darle una lista de reglas de cómo debe ser usado. Y una de las cosas que a mí más me preocupe, es la última, la estadística de la página enough is enough. Una de las cosas que más me preocupa es que el 79%, dice otro estudio, de los niños están siendo expuestos a la pornografía en el hogar.

Estamos hablando, no es niño necesariamente que están buscando activamente la pornografía, sino que usando el internet, sin reglas, sin ningún tipo de provisión de cómo lo usan por sus padres, están entrando a estos websites por error. Yo recuerdo una vez yo puse, yo estaba buscando acerca del fruto del espíritu en la computadora en un website, y puse algo de amor, no sé qué fue lo que puse en la computadora, el asunto es que saben lo que me salió? Un web pornográfico para mujeres… por si acaso, no miré, no busqué, pero lo encontré sin estar buscándolo, totalmente inocentemente.

Así que imagínense, son niños usando estos medios en su casa, solos, qué están haciendo? Tienen todo tipo de acceso. Así que eso se lo digo para que usted tenga discernimiento y establezca orden en su hogar. La mayor parte de los niños de los que están adictos a la pornografía, eso comienza en la casa, es en nuestros hogares, en los hogares cristianos. Y entonces si ven el televisor que está prendido en programas que son dudosos, donde hay mujeres con escasa ropa, y escenas que los niños no deben estar viendo con los padres presentes, pues qué dice el niño? Esto no es malo, mi papá y mi mamá ven esto durante el día. Así que yo se los digo como mamá, como una mamá, por favor tenga cuidado. No permita que la basura entre a la sala de su casa. Haga algo, póngale un no a esto, es por el bien de sus hijos.

Sus hijos son como un esponja, si están llenos de basura, si eso es lo que están absorbiendo no hay espacio en la esponja para que absorban las verdades del espíritu y lo que Dios quiere hacer con ellos. Esas dos esencias no mezclan. Así que es nuestra responsabilidad, nosotros impedir que eso suceda.

Y lo último que quiero decirles es animarlos a no subestimar todo lo que ustedes hacen por el crecimiento espiritual de sus hijos. Es posible que hoy usted no vea resultado de lo que usted está haciendo, pero no se preocupe que un día eso que usted está haciendo por sus hijos va a dar fruto. Yo sé, lo sé por mi vida, todavía hoy en día yo disfruto de los beneficios de lo que recibí de mis padres espiritualmente hablando y tengo el ejemplo de mi hermana, mi hermana Sonia es 16 años menor que yo, así que yo fui como figura de mamá para ella, teníamos a nuestra mamá pero yo fui figura maternal para ella. Yo recuerdo que desde chiquitita, cuando ella iba a dormir yo me acostaba cerca de ella y le leía lecturas de la Biblia, historias de la Biblia y ella dice que cuando ella se convirtió después al tiempo, como a los 27 años que ella se convirtió, que Dios me permitió a mí el privilegio de traerla a los caminos del Señor, ella después de haber vivido una vida, pues difícil, con muchas luchas, malas decisiones, ella finalmente aceptó al Señor, como a esa edad, a los veintitantos, y ella dice que una de las cosas que ella más le ayudó finalmente a tomar su decisión, es recordar las historias que yo le leía de niña. Eso parece que es algo como que no tiene tanta importancia, pero aún ahí. Y hoy en día ella se casó con un pastor, ella u su esposo pastorean, tienen 3 hijas preciosas que están levantando para el Señor, así lo que nosotros pensamos que era imposible que se lograra, por la trayectoria de vida que ella llevó en su juventud, ha sido todo lo contrario. Dios ha usado todo lo que se invirtió en ella.

sí que no tenga usted temor aún puede ser que usted tenga un hijo que ya pasó de la niñez, no tenga temor, siga invirtiendo en la vida de su hijo, orando por él, bendiciéndole. Hace poco yo le decía a una mamá que tiene 4 hijos, yo le decía, bendice, estábamos hablando de esto, de este tema de hoy, yo le decía bendice a tus hijos y ella se quedó así, nunca se me había ocurrido, y es una mujer cristiana. Nunca se me había ocurrido que yo puedo bendecir en el momento conmigo presente puedo declarar palabras proféticas y de bendición sobre mi hijo. Y de hecho lo hizo con uno de sus hijos y estaba feliz, dice, guau, qué hermoso, yo sentí la presencia del Señor mientras yo declaraba estas palabras de vida sobre mi hijo. Y beneficio, no solamente yo creo que lo recibió mi hijo sino que lo recibí yo.

Así que nosotros como padres estamos posicionados en el mejor lugar, en el lugar más estratégico para impactar la vida espiritual de nuestros hijos. Nadie más tiene ese privilegio, nadie más, solamente nosotros.

Así que discierna lo que el espíritu le está diciendo. Ponga barreras donde tiene que ponerlas en maneras bien prácticas. La vida cristiana no es solamente orar por nuestros hijos, a veces es disciplinar, es confrontar, pero vamos a hacer todo eso en el espíritu del Señor, sabiendo que con fe él va a hacer lo que nosotros queremos que él haga. Sean bendecidos.

Vamos a terminar orando por todo esto que hemos hablado y si quieren ponerse de pie, yo sé que han estado sentados un ratito.

Señor te damos gracias, Padre, por tu presencia en este lugar. Yo te doy gracias por la presencia tuya en la vida de todas las madres y padres aquí presentes, Padre. Yo te pido, Señor, que tu bendigas la vida de cada uno. Señor, yo sé que desde lo alto tu pones tu mano de amor sobre cada uno de los padres y las madres presentes. Señor, yo sé que tu abrazas a cada uno, yo sé que tu los bendices, yo sé que tu declaras palabras de afirmación y de amor sobre cada uno.

Señor, yo te doy gracias porque en tu palabra está la respuesta a todos los dilemas de la vida, Señor, en especial en esta área de la crianza de nuestros hijos. Padres, yo te pido, Señor, que tu obres de una manera poderosa. Yo te presento a los hijos, a los niños, aún a los que no han nacido, Señor, a los niños pequeños, a los de todas las edades, a los jóvenes de esta congregación. Padre, yo te pido que ni uno se pierda, Señor, que cada uno de ellos, Señor, tenga una experiencia personal contigo. Yo te pido, Padre, que en especial uses a cada persona aquí presente, sea madre o padre, o no lo sean, Señor, para ser instrumental en la vida de un niño, de un joven, para traerlo a tus caminos, Señor, y guiarlos.

Padre, además de ser padres y madres biológicas, de hacer todo lo demás que un padre y una madre hace, yo te pido, Señor, que en este lugar tu levantes padres y madres espirituales, Señor, hombres y mujeres llenos de tu presencia con tu unción, Señor. Yo te pido, Señor, que esa sea la manera en que esta tierra se sane, Señor, que estos niños sean criados en hogar donde padres y madres estén enfocados en presentar los hijos a ti, Señor.

Yo te pido Señor, que ningún impedimento, que nada que el mundo pueda inventar, nada que Satanás pueda pensar, nada, nada, nada, se interponga en la obra que tu quieres hacer en la vida de cada niño de esta congregación, Señor. Gracias por el privilegio de ser mamá y papá, en tu nombre Señor, yo bendigo ese ministerio, esa vocación de ser madre y padre, Señor. Gracias por tu amor, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.

Ajustar nuestras expectativas a los planes de Dios

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En Isaías capítulo 43 hay un verso que yo he leído en otras ocasiones pero que esta vez lo estoy leyendo con un nuevo ángulo, con una nueva perspectiva que quiero compartir con todos ustedes. Pero si yo les preguntara por señal de manos, ¿cuántos de ustedes están en la expectativa de algo que Dios hará? ¿Cuántos están en la expectativa de algo? Okay y ¿cuántos no están a la expectativa de nada? Si quieren levantarse, ¿cuántos de ustedes no están esperando absolutamente nada? Siéntanse libres, no los voy a culpar ni nada.

Miren esto. Isaías 43 el verso 18. Dice: “No se acuerden pues de las cosas pasadas ni traigan a memoria ninguna de las cosas antiguas porque he aquí que yo hago cosas nuevas y pronto saldrán a la luz”. ‘He aquí yo hago cosas nuevas y pronto saldrán a la luz’. “¿Acaso no las pueden percibir?”. Es verdad que el texto dice ‘¿No la conoceréis?’ pero hay otra versión que también dice ‘¿No la pueden percibir?’ como quien dice ‘Don’t you get it?’. ¿No lo pueden ver que ya se está acercando?

“¿No la pueden percibir? ¿No lo pueden ver que se está acercando? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad”. Déjame dejarlo ahí. Mis hermanos, lo que quiero compartir con ustedes es un simbolismo que está envuelto en la Biblia, está envuelto en las Escrituras y obviamente yo creo que cada mujer que ha dado a luz se puede identificar muy bien con esto. Y los hombres, tal vez, se les hace difícil identificarse con eso porque nosotros no damos a luz como lo hace una mujer. Pero si usted ha presenciado, si usted ha sido parte de su esposa en ese proceso usted se puede identificar muy bien con que significa dar a luz.

Pero, miren esto que interesante: nueve meses de total expectativa pueden ser bien interesantes. Nueve meses de total espera donde uno tiene sus propias expectativas de qué será, como va a ser. Al menos una de las expectativas que nosotros teníamos era ¿como van a ser sus narices cuando nazcan? Ese es mi trademark por así decirlo. La nariz. Mi suegra siempre me relaja porque ella siempre me dice: “Si sale con tu nariz le voy a poner un palillo para que se le perfile la nariz”. Esa nariz, ahí redondita. Y uno siempre está a la expectativa. ¿Cómo serán las cosas? Uno se pone a pensar en el día del alumbramiento y obviamente mi esposa y yo hablábamos y estábamos diciendo ‘¡Guau! Qué sea natural, que yo pueda empujar sin mucho dolor y que salga ahí en cuestión de dos o tres horas y ya para afuera’.

Uno se pone a hacer todas esas expectativas. Un sonograma nos dijo que era un varón pero en varias ocasiones yo soñé que yo me veía cargando una niña y yo me decía ‘Señor, ¿será confusión del sonograma y lo que viene es una nena en vez de un nene?’ Y están todas esas expectativas ahí. Yo comenté eso con una persona y me dice “Eso lo más seguro es la tercera”. Y yo, ‘¡No, no! Déjame con el segundo por ahora. Déjame ver como me va con dos, no me tires a tres todavía. Por favor. ‘El asunto es que en ese proceso hay tantas expectativas que uno tiene. Es como que uno está en un mar de emociones. Hay veces que uno se siente bien contento y otras veces una preocupación que abruma a uno y es como que ‘¿qué será de esto?’

Y entonces cuando uno llega a ese punto que uno está ahí esperando y uno empieza a sentir esos dolores que muchas veces hacen a uno llorar, que desesperan. Son dolores que hasta muchas veces hasta frustran por así decirlo. Como que ¿Cuándo se va a acabar esto ya de una vez y por todas? ¡Sal ya muchacho! Pújalo. Y hay veces que requiere la mano de otras personas para que eso pueda también salir y llevarse a cabo y concretizarse. Y una vez, si ya está afuera y uno lo tiene en las manos es como que ‘¿Y ahora qué?’.

Es como que “reality sets in” y le cae a una así encima ese peso y uno lo tiene en las manos y por un lado es un gozo, un vislumbre que uno pueda ver en una forma tangible lo que ha estado escondido pero que se estaba formando delante de tus propios ojos y ahora lo tienes en tus manos y puedes disfrutarlo, te puedes reír, te pueden bautizar también cuando le estas cambiando y cosas así por el estilo. Pero el asunto es que disfrutas eso en tus manos. Y yo me puse a pensar, mis hermanos, créanme que en estos días pasados yo he estado pensando “Señor ¿cuántas veces Tú no haces eso con cada uno de nosotros?

Qué hay promesas, hay cosas que Tú has sembrado ahí en cada uno de nuestros corazones hay deseos, hay anhelos, hay expectativas que tenemos con nuestra relación con Dios, expectativas que tenemos que tenemos con seres queridos a nuestro alrededor, expectativas que tenemos de otros, expectativas que tenemos de nosotros mismos. Expectativas que podemos tener de una iglesia y como cada una de esas expectativas se llena o no. Cómo cada una de esas expectativas van formando o formulando un vislumbre de lo que será pero que no es todavía y muchas veces los que será que nosotros formamos en nuestro interior cuando lo vemos concretizarse para muchos puede ser como que ‘¡Ah! Eso no es lo que yo esperaba’.

Para muchos puede ser como que un proceso de frustración porque es como que ‘¡Guau! Yo esperaba otra cosa de otro tamaño y con otros olores, más sin embargo recibí esto otro’. Y hay veces que hay personas como que no lo logran asimilar esa transición de las expectativas de lo que uno puede tener aquí dentro versus lo que está real delante de uno. Y muchas veces en esa transición perdemos algo. Más sin embargo si yo reconozco que de lo que yo pude haber formulado aquí y lo que Dios trae y me permite disfrutar en mi mano. Si yo reconozco que eso es algo que proviene de Dios, no importa el color, no importa la forma, no importa los olores que tenga. Si proviene de Dios es algo bello y es algo hermoso.

Y mi responsabilidad entonces es poderme asimilar a lo que Dios quiere con eso que está ahí tangible delante de mi. Con lo que está tangible delante de usted. Estas expectativas, mis hermanos, forman un sentido de esperanza en nosotros. Yo no se usted, pero a mi me gusta vivir con esperanza. Yo tengo esperanza en muchos sentidos. Yo tengo esperanza, usted también tiene esperanza. Hay personas aquí que tienen esperanza que van a ver sus hijos llegar a los pies del Señor y que usted lo dice. Que usted en su vida antes de que usted se muera, usted va a ver a su hijo y a su hija a llegar a conocer al Señor. Hay muchos aquí que tal vez dicen lo mismo con respecto a su cónyuge, a su esposo o a su esposa: que antes de que usted llegue hasta siete pies bajo tierra, usted va a ver a su esposo o a su esposa reconciliado o reconciliada con el Señor.

Hay personas aquí que tienen la esperanza que su estatus migratorio, tarde o temprano, se va a llevar a cabo. Por más impedimentos que puedan salir, usted tiene la esperanza de que algo va a suceder que va a beneficiar a su vida. Hay muchos aquí que tienen la esperanza que tal vez están luchando con un problema de carácter o de actitud que es algo como que sigue ahí revelándose una y otra vez. Y en algún lugar profundo en su corazón usted tiene la esperanza de que ese carácter puede cambiar, puede dar un giro de 180 grados. Y usted tiene esa esperanza. Usted tiene la esperanza de que llegará el día que usted va a salir de todas sus deudas. Usted tienen la esperanza de que tal vez algún día usted va a conocer a su príncipe verde o a su princesa violeta. Digo otro color porque me estoy saliendo como quien dice de lo común y corriente por así decirlo.

Yo no creo que haya tal cosa como príncipe azul o como, ¿cuál es el color de la mujer? ¿Una princesa blanca? Usted tiene la esperanza de que la sanidad que usted está esperando en su cuerpo, usted tiene la esperanza de que la sanidad que usted está esperando por algún ser querido que esa sanidad va a llegar. Y mire, ¿sabe qué? Aún si llegara el punto de la muerte, en el Señor tenemos la esperanza que hay una vida que nos espera más allá todavía. La muerte no termina en las cosas, esa no es la palabra final de la vida. La palabra final la tiene el Señor. Pero esa esperanza está ahí. Y miren como dice la Escritura en Romanos 5:5 “Esa esperanza que nosotros tenemos no avergüenza”.

“Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones sabiendo que la tribulación produce paciencia y la paciencia produce prueba y esta prueba esperanza. Y la esperanza no avergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Mira eso, mis hermanos, esa esperanza que nosotros tenemos… si yo combino esa esperanza con mis expectativas y me encierro en mis expectativas y mi esperanza se basa en que mis expectativas sean cumplidas puede ser que yo me frustre al final con el resultado.

Ahora, pero si mis expectativas basadas en la esperanza de ese amor que Dios me ha dado a través de su Espíritu Santo se ciñe y se cimenta a lo que Dios pueda hacer en medio de Él en las cosas, en medio de mi vida, aunque no suceda como yo lo esperaba, con todo, yo se que voy a estar bien. Porque es algo que Dios lo permite, es algo que Dios lo hace. Es algo que Dios lo trae a nuestras vidas. Para muchos ¿saben qué? La prueba que produce esa esperanza es bien dura y yo no lo puedo negar. Yo se que para muchos ese proceso de espera y de expectativa para ver lo que Dios hará es un proceso bien duro y bien doloroso.

Que muchas lágrimas se han botado, que muchas lágrimas se están botando y que muchas lágrimas se seguirán botando quien sabe en los días por venir. Pero cuando llegue el tiempo en el que ese período cese y que el Señor diga “Ya hasta aquí llegó. No más”. Llega la recompensa de tu esperanza. Entonces lo que eran lágrimas antes se va a convertir en lágrimas de gozo, en lágrimas de canto, en lágrimas de regocijo. Porque uno puede ver el fruto final de lo que uno esperaba y como Dios lo llevó a su cumplimiento final, a la expectativa de lo que Dios hará.

¿Saben qué? Yo los miro a ustedes y yo miro sus caras y yo los veo mirándome y yo me digo ‘Señor, are they getting it? ¿Lo estamos entendiendo esto?’. Yo me digo a mi mismo, ‘Señor ¿verdaderamente yo entiendo lo que estoy diciendo? ¿Entiendo lo que esto significa?’ Y yo se que mi mente en parte es bien fina: yo logro comprender tan solamente una parte de. Pero cuando tengo eso en mis manos, cuando llega ese nuevo momento, ese nuevo suceso, cuando veo que eso que estaba creciendo iba creciendo y el Señor me iba diciendo ‘¿No lo percibes? ¿No lo conoces? Ves que está ahí. Ya mismo llega, ya mismo llega’.

Como que lo puedes ver, puedes ver a veces los roces cuando se mueve eso ahí adentro. Y cuando llega el momento de que sale y está ahí ese es otro punto en el proceso porque ahí es cuando nos encontramos con lo que decía hace unos minutos: y ahora ¿qué? Cuando tus hijos llegan a conocer al Señor y ¿ahora qué? Cuando tu esposo o tu esposa llega a reconocer al Señor y es restaurado por el Señor y ¿ahora qué? Cuando te dan el aumento de trabajo que tú esperabas y ¿ahora qué? Cuando tú logras ver que en ti hay un cambio en tu conducta, en tu carácter, y ahora ¿qué? ¿Sabes por qué hago esa pregunta de “¿y ahora qué?”? Porque muchas veces nos acostumbramos a vivir con –como puedo decir en una forma respetuosa- hay veces que nos acostumbramos a vivir con nuestros “achaques”.

Nos acostumbramos a vivir con nuestras vainas. Somos bien complacientes. Gracias. O mejor dicho, déjame ponerlo en contexto. Estamos como que viendo hacia lo que Dios va a hacer pero seguimos comportándonos y pensando y viviendo y mirando en una forma que no se asemeja a lo que eso otro trae. So, entonces cuando eso otro llega si en este proceso por el cual yo voy no hay un ajuste de mente, no hay un ajuste de espíritu, no hay un ajuste de las células de mi cuerpo para poder entrar en esto nuevo, pues me voy a quedar en el ahora y aquí y ahí me voy a quedar estancado. Voy a estar viviendo como quien dice a la deriva por el diario vivir y no me hago un plan.

No me tracé un plan para que cuando esto se manifieste pues que yo pueda correr con eso y navegar esas aguas. La gente me dice ‘¿Te estas preparando para no dormir cuando llegue Sebastián?’ y yo ‘Mira, sí, me estoy preparando. Ya estoy preparado’. Pero ¿saben qué? Mi esposa y yo, yo creo, que esto es lo que pasa cuando uno se casa con una mujer que es bien logística. Una mujer que le encantan los números y si los números no suman y restan como ella quiere, no se da, pues hay que ajustarnos así. El asunto es que, y eso es una virtud bella en mi esposa yo lo digo así, cuando vemos que ese hijo va creciendo allí adentro, nosotros empezamos ya a ver que vamos a hacer cuando llegue el tiempo de dormir. Mucha gente nos decía “¡Ah! Duerme con él en la cama para que sienta tu calorcito” o “Cárgalo todo el tiempo para que lo añoñes bien. Los bebes necesitan ser añoñados”.

Mira ¿sabes qué? Yo le doy gracias a Dios por esto. Porque cuando vemos el “¿ahora qué?” que lo tenemos ahí, cuando estábamos en el hospital ella me decía ‘Nos quedamos con él aquí en el cuarto con nosotros para que duerma’ y yo le dije ‘¿Sabes qué? Me encantaría tenerlo aquí pero tú necesitas recuperarte así que vamos a mandarlo al nursery y cuando empiece a llorar que te lo traigan. Pero tú y yo necesitamos descansar porque si no descansamos no vamos a tener energía para poder atender el chico’. Así que miren, desde el momento que eso nuevo se revela uno empieza a hacer ajustes. Desde el momento que eso nuevo llega uno empieza, como quien dice, ese tango: ‘It takes two to tango’.

Se necesitan dos y uno da un paso aquí y otro da un paso allá y uno se va ajustando aquí y se va ajustando allá. Los caracteres se tienen que ir ajustando y pensando como vamos a hacer para que el otro hermano no se sienta celoso y que se pueda sentir atendido también. ¿Cómo vamos a hacer esas cosas y ajustarnos a esa nueva vida juntos? Mis hermanos yo estoy hablándole de ilustraciones que estoy viviendo ahora mismo arriba de mi carne y sangre pero a la misma vez eso se da en las cosas que Dios quiere hacer con nosotros. Eso se da en nuestro diario vivir con el Señor. Cada día que nosotros podemos abrir nuestros ojos es un día que hizo el Señor y con cada día que tiene el Señor, Dios tiene algo nuevo que puede aparecer ahí.

Pero nosotros tenemos que estar pendientes y ver esas cosas cuando salen a la luz. Cosa que cuando Dios lo hace que yo pueda responder. ‘¡Ah! Sucedió esto. ¿Cómo me puedo mover por aquí entonces?’. ‘¡Ah! ¿Sucedió algo pequeño que me acerca un poquito más a lo que yo esperaba?’ Mira ahí está la recompensa a mi esperanza porque poco a poco voy viendo vislumbres aquí y allá que me van acercando cada vez más y más. Y cuando yo veo eso si yo los resiento no estoy asimilándome a esas cosas nuevas que yo deseo ver en mi vida. Y entonces de nada vale que yo este orando por eso nuevo si desde aquí yo no estoy haciendo ajustes para eso.

Por lo tanto, mis hermanos, esas expectativas que nosotros tenemos –voy a cerrar aquí- miren mis hermanos, nuestras expectativas en vez de nosotros ajustar las expectativas de Dios a las nuestras, ajustemos nuestras expectativas a las expectativas de Dios. Yo se que es un proceso duro, es un proceso difícil porque eso requiere, como quien dice, el uno bajarse uno mismo pero eso es lo que Dios quiere. Cuando yo leo la Escritura “deléitate a ti mismo en Jehová y Él concederá las peticiones de tu corazón”, ese deleite significa eso: Señor mi deleite está en ti, mi deleite no está en yo tener lo que yo quiero. Mi deleite está en Ti y cuando yo me deleito en Ti entonces Tú concedes las peticiones de mi corazón que van en línea con las cosas que Tú quieres para mi.

Así que hermanos me voy a callar. Tengo mucho más que decir, pero me voy a callar porque mi voz no me deja. Así que vamos a orar, vamos a orar con esto en mente. ¿Saben qué? Yo puedo imaginarme cuales son algunas de sus expectativas porque tal vez son expectativas que compartimos en alguna forma u otra. En esencia las compartimos pero también yo se que Dios tiene expectativas con cada uno de ustedes. Así como usted desea ver algo nuevo de Dios, así también el Señor desea ver algo nuevo de usted. Así como yo deseo que Dios se comporte y proceda con mi vida en una forma u otra, Dios también anhela y desea ver algo en mi vida que se mueva en dirección a Él.

Así que todos estamos a la expectativa de lo que Dios va a hacer. Todos estamos a esa expectativa. Que esa expectativa no muera. Escuche bien: que esa expectativa no muera, que esa esperanza no muera, que esa esperanza no se ahogue por las circunstancias de la vida sino que esa esperanza pueda permanecer porque esa esperanza, ¿sabe qué? No te va a dejar caer en vergüenza. Otros querrán que tú caigas en vergüenza pero si tú esperanza está basada en lo que Dios quiere para ti, tú no vas a caer en vergüenza jamás. Ni tú ni los tuyos caerán en vergüenza y cuando tú veas la revelación, la manifestación de eso que tú estabas esperando que tú puedas entonces fluir en esa nueva corriente que Dios tiene para ti. Que no te quedes como que en el “y ¿ahora qué?” sino que puedas fluir de lleno.

Vamos a orar. Gracias Jesús. Gracias Señor. Padre yo te doy las gracias por tu pueblo que está aquí hoy. Gracias por cada uno de tus hijos e hijas, gracias por las expectativas que Tú tienes concernientes a nosotros porque eso nos da esperanza, Señor, de que Tú tienes interés en medio de nuestras vidas. Por cada uno de nosotros Tú te interesas y nos amas. Así que Señor, yo te ruego que cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí, ellos también tienen expectativas. Nosotros tenemos expectativas concernientes a Ti Yo te pido que nos enseñes a vivir de una forma, Señor, en la cual nosotros podamos alinearnos a las tuyas porque Tú eres mayor que nosotros, Tú eres más grande que nosotros, Tú eres más fiel que nosotros.

Tú tienes más de lo que nosotros podemos ofrecer. Así que te pido que Tú nos ayudes a alinearnos a ti Jesús. Y Padre en la misma forma que por el amor que Tú tienes hacia nuestras vidas nosotros podamos ver cumplidas las expectativas y esperanzas que nosotros tenemos también en esta vida que tenemos hoy día. En cualquier forma que eso se pueda manifestar. Sea a nivel de familia, sea a nivel de trabajo, sea a nivel personal, sea a nivel de finanzas, sea a nivel de provisión material, sea a nivel de paz interior, sea lo que sea Señor. Sea a nivel de salud física, emocional, espiritual. Señor yo te pido que Tú desde lo más profundo de Tu corazón Tú traigas en nosotros esta convicción de que Tú quieres llenar nuestras expectativas.

Y que a la misma vez deseas que nos ajustemos a las tuyas para que una vez y estas se manifiesten sepamos como vivir con esos cambios, Señor. Sepamos como vivir con esos nuevos ajustes. Enséñanos mi Dios, enséñanos el camino que debemos andar. Tu Palabra es lámpara para nuestros pies, lumbrera a nuestro camino, Señor. Permite que Tu palabra siga alumbrando cada paso de nuestras vidas para que cuando llegue la manifestación de esas cosas que Tú tienes guardadas, Señor, que podamos disfrutarlo, que podamos gozarnos y que sepamos como vivir segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, día tras día Señor.

A la luz de lo que Tú tienes para cada una de nuestras vidas. Te bendecimos Señor. Gracias te damos Padre por las bendiciones que Tú nos das, que nos has dado y nos seguirás dando, Señor. Bendice a cada uno de mis hermanos y hermanas en esta noche, llévalos con bien hasta sus hogares y que Tú les concedas a cada uno Tu Paz. Gracias en el nombre de Jesús. Amén.

La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo

3 de mayo del 2010 - Por Meche López-Miranda

En 1865 el poeta norteamericano William Ross Wallace publicó un poema titulado Lo que gobierna el mundo. Este poema elogia la labor insustituible de la mujer como madre. La frase “la mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo” se repite al final de cada una de las tres estrofas. Evidentemente, esta frase ha hecho eco en la mentalidad colectiva ya que por muchos años se ha mantenido como un dicho popular.

Por diseño del Creador las madres están posicionadas estratégicamente desde la concepción para nutrir al hijo. En la tierra no hay otra relación tan cercana y tan incondicional como la que existe entre una madre y su hijo.

El éxito de la maternidad se fundamenta en gran medida en las actitudes que reinan en nuestro corazón con respecto a ella. ¿Has tomado tiempo para pensar en cuáles son las actitudes que guían tu estilo maternal, las actitudes que determinan cómo “tu mano mece la cuna”? Podemos tener actitudes, aún escondidas, que pueden impactar negativamente a nuestros hijos. Una actitud peligrosa que permea la sociedad moderna feminista, y que frecuentemente pasa desapercibida, es el menosprecio sutil, y a veces no tan sutil, de la vocación de madre. Muchas mujeres hemos colocado el rol de madre como una actividad más en la que invertimos nuestro tiempo. Muchas hemos caído en la tentación de permitir que muchas ocupaciones le roben consistentemente tiempo y calidad a esta gran empresa.

Permíteme ilustrar esto con una experiencia de mi propia vida. Un día sábado de hace muchos años cuando era una joven mamá de dos preciosas niñas de siete y dos años Dios me habló unas palabras, a la vez dulces y categóricamente firmes. Mientras transfería la ropa de la lavadora a la secadora le hacía comentarios de queja y reclamo a El. Me quejaba de lo rutinario de la vida, del mucho trabajo que era atender a todas las cosas relacionadas con ser mamá. Además le expresaba mi frustración de no poder dedicarle al ministerio más tiempo como yo estaba segura que El quería.

En el momento en que cesé mi monólogo quejumbroso mi Padre me dijo: Meche, ahora tu misión más importante es tu hogar y las hijas que te he dado. Eso fue todo. Comenzaron a brotar las lágrimas y el arrepentimiento del corazón de una madre. Esa lección de vida se impregnó en mi alma para siempre. Mentiría si te dijera que de ahí en adelante fui una madre casi perfecta. Continué necesitando sus correcciones y ajustes pero nunca más subestimé el valor de la maternidad.

Ser una mamá “en equilibrio” en esta época es verdaderamente una hazaña. Es una aventura cuesta arriba que vale la pena emprender para el beneficio de tus hijos. Manténte vigilante en cuanto a las actitudes de tu corazón. Después de todo, tu tarea de mecer la cuna es de importancia trascendental, y el tiempo para impactar la formación de tus hijos es muy corto. Dios se agrada de que cumplas tus responsabilidades como mamá. Pero se agrada aún más cuando lo haces con deleite y paciencia creciendo en el proceso. ¡Qué hermoso es oír a una mujer gozarse en ser madre!

Oración
Padre, que tus hijas siempre veamos la maternidad como Tú la ves. Que nunca subestimemos el valor de los que has puesto en nuestras manos.

Un tesoro en vasos de barro

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Acompáñenmen en oración, mis hermanos. Señor, declaramos como acaba de declarar Jesus Nevitas que eres tres veces Santo. Es un privilegio estar en tus atrios, es un privilegio oír tu voz, es un privilegio estar donde tú nos puedes tocar, a donde tu gracia puede alcanzar neustras vidas. Espíritu de Dios, donde puedes identificar nuestra necesidad y ahí pueda fluir tu virtud. Es un privilegio estar en un lugar donde podemos recibir y experimentar milagros, verdaderamente vivir una vida sobrenatural. Maestro, eso es mi deseo, que tu espíritu vivifique esta palabra y que tu nos llenes esta tarde, y que todos, Señor Dios, hagamos aquí, experimentando, una vida y una eternidad sobrenatural. Te lo pedimos en el nombre de Jesús.

Mis hermanos, les dirijo a Segunda de Corintios, capítulo 4, comenzando con el versículo 5. Hermanos, ¿cuántos estuvieron aquí para el servicio de las doce la semana pasada? Amen. El servicio de las doce. Si usted estuvo para el servicio de las doce, la semana pasada, usted se acuerda que era del privilegio de recibir la palabra y la ministración del profeta, y son muy pocos hermanos, hermanas, que verdaderamente, yo diría, que tienen un oficio así, que se les puede llamar Profetas del Señor a tiempo completo. Pero este es el ministerio del hermano, el profeta, el Pastor Emile Samule, que tuvimos con nosotros la semana pasada.

Y si ustedes se acuerdan, y si usted estuvo aquí, vimos lo que puede parecer una contradicción, a la vez vemos un hombre – como cualquiera – un hombre usado, yo diría, incontrovertiblemente como un canal del Espíritu de Dios. Nosotros que llegamos a oír la palabra a través de él y quedamos para ver una parte de la ministración pudimos ver, que Gloria a Dios, el oficio del profeta está en videncia y que lo llegamos a ver. Me encantó ver que este hermano que no conoce esta gente, no conoce esta congregación, llamando a personas a – desde atrás, cerca de las ventanas, en las partes más extremas del Santuario, llamándolos, indicándolos individualmente. Personas francamente, que prácticamente, ni siquiera nosotros los Pastores los conocemos muy bien. Que los pasamos por alto, pero Dios no los pasa por alto.

Amén.

Y Dios ve sus vidas y el Señor le dio palabra a este hombre extranjero, no es que este hombre no esta iglesia, no es de este país o de esta cultura y que le comparta una palabra. Vi evidencia aún en los hermanos que sí tengo el privilegio de conocer. Que por lo general, el Señor les habló, y les habló con una claridad asombrosa.

Pues, vimos esto – esta demostración de la gloria de Dios y a la vez llegamos a ver la escena de un hombre, ya llegando a anciano, afligido por diabetes y otros achaques, tan dolorido que se le hacía difícil aún caminar. Temiendo que por su condición de diabetes, tomara algún sostén en medio de su ministración. Su cafecito y su alimentito, para poder él terminar su tiempo de ministración

Yo diría, ¿qué contradicción no? El poder de Dios fluyendo de una forma tan clara – tan indebatible a través de esta vida, y a la vez un hombre lleno de achaques. Y yo diría el Señor tiene un buen sentido de humor. Hace una semana que el Señor me puso esta palabra en mi corazón, y aquí estoy hablando un poquito como Hermit the Frog, uno de los héroes de sus hijos y tomándome un tecito para también poder pasar la jornada de esta tarde. Y aún así estoy dispuesto a declarar, como declaré ahorita. Jesús es un Dios sanador.

Amén.

Jesús es un Dios que liberta y lo digo con toda sinceridad y lo digo con todo mi corazón. Jesús es un sanador. Es mi sanador. Que contradicción, ¿no? Es más, mis hermanos, no lo es. Todo lo contrario. En lugar de ser inconsistente, esto es precisamente la manera en que la vida sobrenatural opera. Sépalo.

Hermanos, la vida sobrenatural no significa, que por lo menos aquí en la Tierra, dejamos de ser humanos. La vida sobrenatural no significa que dejamos de ser frágiles, mortales y abiertos a equivocarnos. Todo lo contrario. La vida sobrenatural significa que un Dios poderoso se glorifica a través de nosotros, a pesar de nuestra fragilidad y nuestra humanidad. Un Dios extraordinario, haciendo milagros a través de gente ordinaria. Esa es la esencia de la vida sobrenatural.

O como declara esta palabra que vamos a compartir hoy. Es la gloria de Dios – es la gloria de Jehová en vasos de barro. Es esta iglesia. Es más, esa es la iglesia de Jesucristo, es más esa es la iglesia de Jesucristo desde el día de Pentecostés. La esencia de la vida sobrenatural es la gloria de Jehová morando y transmitido a través de vasos de barro que declara la palabra del Señor.

Segunda de Corintios, capítulo 4, versículo 3. “Porque no nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor a Jesús. que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.”

La gloria de Dios en vasos de barro. ¿Qué quiere decir esto?

Primeramente mis hermanos, qué quiere decir esto porque lo dije ya y lo repito. Mis hermanos, para mí explorando la vida sobrenatural, es una verdad esencial. Tal vez la verdad esencial. Qué es la vida sobrenatural? Es una manifestación desde Génesis hasta el día que los Santos son recogidos en el Apocalipsis – una manifestación de la gloria de Jehová en vasos de barro.

Yo diría, mis hermanos, que este es el tema que sostiene toda la sinfonía de la vida de Dios. Este es el balance, el poema de nuestras vidas, el contraste, la inconsistencia y aún la raíz del poder y el resultado de la gloria del Señor. Y es que, sin excepción, somos vaos de barro usados como vasijas para la gloria de Jehová.

Ahora, ¿qué quiere decir eso? Sencillamente quiere decir esto. Como declara – es más, el versículo 6, hace esta declaración: “Porque Dios –,” y yo añadiría con temor, pero yo creo que con certeza, esto es lo que quiere decir el apóstol. Porque el mismo Dios, usted podría decir, el mismo Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz – el mismo Dios que separó la luz de las tinieblas, el mismo Espíritu Santo que caminó sobre las aguas.

El mismo Dios – la palabra es muy clara aquí, que no estamos hablando de un sustituto a Dios, no estamos hablando de una sombra a Dios, no estamos hablando de una manifestación secundaria de Dios. Vea, Primera de Corintios, capítulo 12 – estamos hablando del uno y el mismo Espíritu de Dios. Romanos, capítulo 8, “Si el mismo espíritu que levantó a Jesucristo de los muertos, está en vosotros.” Estamos hablando de Dios.

De ese Espíritu de Dios, infalible, eterno, incomparablemente bello, todopoderoso, supremamente amable, bondadoso y temible. Ese Dios – estamos hablando de la voz de muchas aguas, estamos hablando de las rosas, estamos hablando del lirio de los valles, estamos hablando de la mano que puso las estrellas en su lugar. Ese Dios habitamos – habitándonos.

Escribe el apóstol Pablo en esta misma carta, en el capítulo 6, “que vosotros sois el templo del Dios viviente.” Imagínese, ese Dios habitándonos, viviendo dentro de nuestros cuerpos mortales, junto con nuestras flaquezas. Eso sí – eso no cambia. Junto con nuestras flaquezas, nuestra vulnerabilidad, nuestra mortalidad y yo diría, aún más importante, compartiendo nuestra conexión con la raza humana. Porque somos seres sociales.

Hermanos, su vida está pegada a otra vida y eso lo sabe Dios. Es más, el Señor te envió, te puso – declaró a Pablo en Hechos, capítulo 17, el Señor declaró en los tiempos y la hora para su existencia. Y como una bombilla en un pasillo oscuro, el Señor te puso en un lugar preciso y estratégico, contectado a una red familiar y una red social, y el Señor sabe lo que eso implica. Nuestros líos, los pecados de esa red – sus complejidades, sus complejos, sus quebrantos. El Señor sabe que estamos conectados a otras vidas, y ¿sabes qué? Ese es el punto.

Este es el plan divino, es de esta manera, mis hermanos. Es precisamente a través de esto, que la gloria de Dios se esparce para conquistar la humanidad a través de un vaso de barro a otro. De una vida a otra. Y, mis hermanos, tenemos las primicias de esta gran aventura. Lo tenemos en nada menos que Jesucristo.

El Señor declara – la palabra declara, que Jesús es la primicia para aquellos que creen. Jesucristo en su encarnación representa esto mismo, cien por ciento hombre, cien por ciento Dios. Sujeto, declara la palabra, a las mismas tentaciones, a las mismas limitaciones a la cual somos nosotros sujetos, pero sin pecar. Y lleno del Espíritu de Dios. Y el Señor insistió a sus discípulos – no se atrevan, comenzad sus ministerios. No se atrevan dar un paso sin primero que ustedes como vasos de barros sean llenos del Espíritu Santo.

Y en ese día, en el aposento alto – en el capítulo 2 de Hechos – no fue el comienzo de una religión, fue el comienzo de todo otro género de raza humana. Toda otra especie de humanidad. Jesús, dando el primero paso y nosotros siguiéndolo como él – siguiendo este patrón bello de humanos, cien por ciento humanos, lleno de algo que es cien por ciento divino, cien por ciento poderoso, cien por ciento Dios.

Esa palabra, esa palabra, cristiano, es mucho más – representa mucho más que meramente la expresión de su religión. Hace mucho más que distinguir que usted es cristiano porque no eres budista o musulmán. Cuando ese nombre, cristiano, fue aplicado a la iglesia, por gente que nos observaron.

Los griegos llamaron a los primeros discípulos – los primeros seguidores de Cristo – cristianos, indicando que esta gente eran para ellos pequeños Cristos. Pequeño Cristo – usted, cristiano, eso es lo que usted es. Usted, cristiano, eso es lo que usted representa. Usted es un reflejo, una reflexión – usted es parte de esta raza divina que el Señor está creando, llamado cristiano. Pequeño Cristo.

Que ahora, también, como Él tenemos el privilegio de sí, vivir en este cuarto pero servir como la habitación para un Dios vivo a través del Espíritu Santo. Ahora, ¿qué implica eso? Primeramente, la gloria de Dios en vasos de barro, ¿qué implica? Implica primeramente que nuestra declaración debería ser este, mis hermanos. “Yo soy barro, Señor, pero tú eres Dios.”

Hermanos, si usted quiere crecer – lo poderoso de conocer estas verdades, es que las podemos usar, utilizar, para avanzar en el crecimiento del poder de Dios en nuestras vidas. Si sabemos manejar las verdades del Señor, y lo primero que el Señor requiere de nosotros es un nivel de humildad, y eso no es difícil mis hermanos. Hermanos, es importante que nosotros conozcamos la patita sobre la cual cojeamos, perdonen. Es importante y todos lo tenemos – todos lo tenemos.

Y yo hice algo, ¿verdad? Un modelo Pentecostal – okay, perdón. Un gesto – is it working, are you hearing me? Good. Amén.

Hermanos, deberemos – sepa esto, mis hermanos, sin la obra del Espíritu Santo dentro de nosotros, somos incapaces, somos incompetentes para lograr la obra divina que el Señor nos ha delegado. Y a cada uno de nosotros el Señor le ha delegado parte de la obra divina. Pero para poder cumplir con la obra que el Señor tiene en usted necesitamos el poder del espíritu de Dios.

Sabe, el pastor compartía la semana pasada que el Señor le ha puesto a cantar a media noche. Imagínese nuestro pastor a las dos, tres de la mañana. Ofreciéndole al Señor este cántico. Y, ¿sabes qué? Se pega. Porque yo también he estado morando en ese cántico. Yo quiero menguar, yo quiero menguar para que crezcas tú.
Mis hermanos, eso no es meramente un gesto lindo. Nuestro pastor está deseando ser usado más por el poder de Dios y hay una ruta para eso. Hay una condición – una pre-condición para eso, hay un paso, un requisito para eso para que podamos nosotros crecer en el Señor, es necesario que mengüemos. Es necesario que mengüemos.

Hermanos, una y otra vez. Trece veces – en el libro de los Hechos aparece esta frase, lleno del espíritu. Y donde primero aparece es en el aposento alto. En el capítulo dos. Que estuvieron ellos unánimes, orando, pidiendo que esta promesa del Espíritu Santo les llegara y de momento, dice la palabra, dice que ellos fueron “llenos del espíritu”, una y otra vez, esta frase aparece.

El apóstol Pedro se levanta y la palabra declara, que él habló con autoridad, lleno del espíritu. Declara que los diáconos que fueron escogidos en Hechos, capítulo 7, que los – que esos siete hombres, todos fueron llenos del espíritu. También declara que Esteban, cuando estuvo delante de, tenía el rostro de un ángel, y que este hombre era en ese momento, lleno del espíritu. Declara en Hechos, capítulo 10, cuando Pedro va y está compartiendo con Elio, que este hombre, un gentil, un romano, un centurión, comenzó a creer en Jesucristo y de momento se derramó el bautismo del Espíritu Santo en ese hogar y que con Elio y todo su hogar, fueron llenos del Espíritu.

¿Qué querrá decir? Esa frase implica dos cosas. Para que algo sea lleno del espíritu, o lleno de cualquier cosa, implica un envase, ¿no? Algo – el espíritu tiene que llenar algo, no puede llenar un vacío, ¿verdad? Algo lo tiene que contener – eso es lógica. Esto es mera física. Y aquí el envase que el Señor escoge para llenar con el espíritu, son estos vasos de barro. Estos cuerpos mortales, pero más que eso, su vida, sus experiencias, sus flaquezas, su trasfondo, de dónde viene, a dónde vas – eso es lo que el Señor pretende hacer lleno con el Espíritu.

También implica esto. Primeramente, la llenura del espíritu implica un envase. En este caso son los vasos de barro que el Señor llena de su gloria. ¿Entendemos? Segundo, implica esa frase, lleno – llenar, implica en sí, niveles de llenura, ¿no? Porque si algo es lleno del espíritu, implica en contraste, que otra cosa puede ser menos de lleno. Puede ser que algo contenga, que tenga evidencia del espíritu, que el espíritu more en un envase. Pero que ese envase no esté lleno del espíritu, ¿también entienden?

Llenura, implica niveles de llenura. ¿Cómo es que se gradúa, que se mide? ¿Cuál es la llave que se abre para que seamos llenos del espíritu? Primeramente tenemos que vaciar esos vasos, vaciar esas vasijas para hacer lugar, para que podamos contener más del espíritu. O sea, vaciarnos más de nosotros. Menguar para que crezcas tú. Implica niveles.

Y por más que nosotros crecemos en el Señor – los cristianos más maduros que yo conozco, son los cristianos que son más concientes de sus flaquezas, y el área al cual el Señor los arroja. Y eso, irónicamente, da lugar para más gloria, y para más unción. Y eso nos lleva a la segunda implicación, y es esta, mis hermanos, sólo estamos rodeados, en el mejor de los casos – en el mejor de los casos – sólo estamos rodeados por vasos de barro.

Sólo estamos rodeados por vasos de barro. Estoy mirando los rostros de una congregación, muchos de nosotros – algunos aquí tal vez nos conocemos por más de diez años, algunos nos conocemos por más de veinte años. Hay otros que acaban de llegar. Tenemos distintos trasfondos, hemos vivido – hemos experimentado distintas aventuras. Hemos llegado de distintos lugares y a la vez están en camino a otros lugares, en camino a una aventura, en camino a un lugar que el Señor les tiene, pero siempre, por lo menos en esta tierra, todo lo que somos es vasos de barro – eso y nada más.

Somos vasos de barro. Y, ¿qué implica eso, mis hermanos? No juzguemos por las apariencias. Amén.

Yo creo que uno de los sub-temas que se está oyendo aquí – que se ha predicado de distintas maneras es que el Señor al oír nuestras oraciones, y al traer el avivamiento, traerá de todo tipo de personas aquí. Todo tipo de barro, pero todos somos vasos que el Señor ha moldeado por su mano y sobre el cual él ha soplado con su hálito. Algunos estudiados y otros no, algunos con dinero y con una casa y una hipoteca y un carrito – y otros sin un chele. Algunos que huelen bien y algunos que no huelen tan bien. Todo tipo de vaso.

Y el Señor nos sigue diciendo como le dijo a Samuel, por poco pasan por alto a David – por poco lo pasan por alto, a David. Y el Señor le dice, muchacho míralo de nuevo, yo no juzgo por las apariencias, yo miro el corazón. Amén.

Y, ¿sabes qué? Tal vez la persona que está sentada – ¡usted no tiene idea! Hermanos, usted no tiene idea del tesoro que está encerrado dentro de usted o dentro del hermano que está sentado a tu lado. You have no clue. No tienes idea qué es lo que ve Dios ahí.

¿De dónde sale esta frase, vasos de barro? En el mundo antiguo, los tesoros más preciosos – en el mundo judío del primero siglo, se guardaban literalmente en envases – en vasijas hechas de barro, altas – muchas veces más altas que este púlpito. Y no parecían gran cosa pero allí escondían tesoros.

En el año 1942, unos arqueólogos investigando unas cuevas en Qumrán, cerca de – en Israel, encontraron cientos de rollos bíblicos que ningún ojo había visto por casi dos mil años, el Libro de Isaías, el Libro de Daniel – casi el Antiguo Testamento completo y otras escrituras. Encerrados allí por casi dos mil años. ¿Por qué nadie lo había descubierto antes? Porque nadie – a nadie se le había ocurrido investigar en una cueva. Y tal vez si miraron en esa cueva, vieron un muro de vasos de barro - ¿para qué sirven?

Hasta que alguien miró adentro de esos vasos y ver el tesoro que había – que estaba encerrado allí, la revelación que estaba encerrada allí. Hermanos, así nos ve Dios, hay tesoros en esta congregación. Muchos de ustedes tienen que pedirle al Señor, tal vez piensen “yo no valgo nada, yo no tengo un don, no me imagino qué puedo añadir al reino de Dios.” Hermano, yo te garantizo, el Señor ha encerrado un tesoro dentro de ti.

En el momento que el Espíritu Santo llega a ti, mora en ti, te invade, ya allí hay propósito eterno. No subestimemos y tampoco, mis hermanos, subestimemos el proceso por el cual estos vasos de barro se están madurando para que el Señor los pueda usar y la palabra que debe operar en esta comunidad de vasos de barro, esta pequeña ciudad, comenzando con los pastores, porque somos vasos de barro – Gracias a Dios. Cada vida aquí, hermanos – la palabra que debe operar es esta: Gracia. Grace. Grace.

Ahora, la gracia no significa que pasemos por alto el pecado, porque eso sería menospreciar el mismo tesoro de Dios que está en nosotros. Eso no es lo que quiere decir la gracia. La gracia no quiere decir que hábitos pecaminosos, una vida pecaminosa no debe ser identificada y repudiada y rechazada por el mismo hecho que disminuye lo que eres, el tesoro que eres. Pero a la vez, el Señor pide que nosotros tengamos gracia los unos a los otros, porque usted no ve lo que ve Dios.

Usted no tiene idea de lo que ve Dios. Usted no ve el valor que ve Dios. You don’t know. No eye has seen, no ear has heard – ni ojo ha visto, ni oído ha oído, ni corazón ha comenzado a sentir lo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman. You don’t know. Y también implica esto, tenga usted un poco de gracia con usted mismo ¿oyó?

Sepa que usted es un vaso de barro, sepa que Dios – que tú estás en la escuela. Estamos siendo entrenados, cada uno de nosotros. Cada uno de nosotros estamos siendo moldeados, estamos siendo preparados para un propósito bello y eterno. El apóstol Pablo, también en esta carta, en el capítulo 12, en un punto muy famoso – una crisis en su ministerio, él lo admite. Le dice, Señor, quítame esta cosa, tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí, y me ha dicho, “bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” Se perfecciona en la debilidad. Por tanto, escribe Pablo, de buena gana me gloriaré más en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Otra manera de decir yo quiero menguar para que crezcas tú, pero nos trae a la tercera implicación: debilidades. Mis hermanos, la tercera implicación del hecho de que somos vasos de barro es que no somos exentos de quebrantos o luchas en este mundo. No somos exentos. Es más, es parte del drama. Es más, acostumbrémonos porque ésta es precisamente la vida sobrenatural.

Allí describe en el versículo 7, del capítulo 4, “pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados.” El hecho, hermanos, de que usted es un vaso de barro, permite que usted sea atribulado – van a llegar momentos de atribulación, van a llegar noticias que les va a chocar, van a llegar retos en sus vidas. Pero no angustiados, la angustia es una condición de mente y de corazón. Es una condición – es una reacción a ser atribulados.

Podemos decir, escogemos reaccionar a la tribulación con angustia. Angustia es decir esta cosa va a acabar conmigo y tomarnos auto-lástima, auto-pena. Y abrazar como un estilo de vida la depresión, abrazar como un estilo de vida la mortandad, eso no es lo que quiere Dios para un hijo de Dios, como vasos de barro seremos expuestos a tribulaciones, pero como vasijas de la gloria de Dios, no seremos angustiados.

También declara, “desesperados pero no desesperados.” Bienvenido apóstol a donde no se puede beber el agua hoy. Vi los hermanos del Distrito Federal, “Ah, qué bueno que le pase.” La venganza de Moctezuma llega aquí a Boston. Good for us. ¿Cuántos ayer se vieron en Stop-and-Shop comprando dos o tres galones de agua? Eso está bien, también me encontraron a mí – estábamos en apuros, teníamos que buscar agua fresca. Me dijo Marina, es como si estuviéramos en la República Dominicana. Welcome home – comprando agua.

Eso está bien, hermanos, fue mayordomía, pero desesperación es otra cosa. Y yo le comenté esto a Marina, no viste, tal vez, alguien llenando pero el carro de cuanta agua había, con los ojos – la luna llena, y eso era, olvídate. Esto era el Apocalipsis lo que venía. Nos vamos a envenenar, corre a los montes, ya! Will Smith. Y ese pánico – la palabra es pánico.

El Señor – mira, nosotros como vasos de barro seremos expuestos a apuros, pero como vasijas de la gloria de Dios nunca deberíamos experimentar desesperación o pánico. Hermanos, sigue: “perseguidos, más no desamparados.” Y sí, eso incluye los Estados Unidos. Los hermanos que me escuchan en países donde tienen que esconder sus Biblia, o en donde es un crimen que se llame cristiano, conocen bien lo que es ser perseguido.

Pero yo les puedo garantizar esto, si usted toma ese nombre en serio, si usted toma ese nombre en serio, cristiano, en Boston en el año 2010, si usted toma ese nombre en serio, tarde o temprano en su caminar, estudiante universitario, en una clase donde Jesús es una metáfora y la cristiandad es una superstición. Varón en su trabajo, donde está rodeado de hombre que te persiguen porque crees que es un honor para un hombre ser fiel a su esposa y es honor para un hombre no tomar más de lo que su patrón le paga. O el hermano que está rodeado de familiares, y has sido el único en toda su familia que representa lo que es ser un cristiano.

Hermanos, tarde o temprano seremos perseguidos por ese nombre pero nunca, nunca, nunca desamparados. ¿Cómo te va a desamparar? Él vive dentro de ti, Él mora dentro de ti. Él no te va a desamparar. “Derribados, pero no destruidos.”

Vendrá el momento, dice el libro de Proverbios, que el justo caerá siete veces. Cada vez se levanta. “Derribados, pero no destruidos.” Aquí estoy, aquí estoy de nuevo. Hermanos, precisamente es a través de la vida sobrenatural, es viviendo como un vaso de barro que el Señor demostrará su gloria a través de ti. Este es el forro que permite que el Espíritu de Dios fluya a través de ti.

Eso es precisamente la oportunidad que tiene Dios, no solamente para mostrarte que su palabra es verdad. Hermanos, no deje – Gloria a Dios, una frase que dijo el Dr. Elden Villafania que se me pegó una vez. Una cosa es estudiar la Biblia, otra cosas es que la Biblia te estudie a ti.

Y es en estos momentos de angustia, es en estos momentos de apuros – es en estos momentos de persecución, son en estos momentos como vasos de barro, que el Señor nos estudia. Y que tenemos la oportunidad de crecer en el Señor, y no solamente eso, su gloria y su faz y su poder fluye a través de las reglas a nuestro alrededor y somos testigos de la gloria de Dios.

Es precisamente a través de nuestras aflicciones y retos que la gloria sobrenatural de Dios se manifiesta. Y esto nos trae a la última implicación, vaso de barro, sepa esto, estamos siendo transformados. Estamos siendo transformados día en día. De una forma que usted tal vez ni idea, ni esté conciente, pero el Señor tiene una agenda contigo. Tiene una agenda contigo.

Declara la palabra en el versículo 18, de este capítulo, “no mirando nosotros las cosas que se ven sino las que no se ven.” Hermanos, es muy fácil mirar lo que se ve, es muy fácil mirar estos cuerpos que se desgastan. Es muy fácil mirar la cuenta de banco, que la cuenta de ahorros que están sujetos a la economía. Es muy fácil ver las circunstancias y no ver el propósito eterno y lo que Dios está haciendo dentro de ti a través de estas circunstancias porque, hermanos, cristiano que me oye, su meta debe ser mucho más que meramente sobrellevar la vida. Su meta debe ser mucho más que vivir día en día.

El Señor te ha hecho para algo superior a esto. El propósito de Dios contigo es superior a eso. Usted tiene una meta. Su meta debe ser una meta eterna, ¿sabe? No es meramente, me levanto en este día, vamos a ver cómo me va en el trabajo, vamos a ver cómo me va en esta experiencia… Eso no es suficiente. Pido que el Señor despierte en usted una revelación eterna y sepa qué es lo que el Señor está haciendo a través de ti. Sólo así su vida y su experiencia como un vaso de barro, tiene sentido. Sólo así somos protegidos de sufrir por sufrir. Ningún cristiano vive así, Dios tiene algo.

Hermanos, llegará un día en que todo esto y lo que ahora no se ve, se verá y el resultado de la obra de Dios en ti, cuando se desgasten estos envases – cuando los echemos a un lado. Cuando guardemos los vasos de barro y delante del trono de Dios es derramado el tesoro que él dé, en ese día, hermano, usted sabrá en un instante que todo valió la pena y para qué fue eso. En ese día usted se dará cuenta que todo fue orquestado de una forma poética y perfecta y divina y deliberada – intencional, por un Dios eterno morando dentro de ti, cumpliendo un propósito eterno a través de ti. It will all make sense in that day, in the name of Jesus! It will all make sense.

Declara la palabra en el versículo 16, “por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación,” y comparado a la gloria que nos espera, todas las tribulaciones son leves. “Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.”

Hermanos, aún en la ley de la física, cualquier cosa que llene un vaso, tiene su peso. Y por más que tu tengas, que esta cosa sea lo que sea, dentro de un envase. Por más que usted añade a este vaso, de tal sustancia, más pesa ese vaso. Y el Señor te está diciendo que con cada experiencia, que usted tiene como vaso de barro, con cada batalla ganada, con cada decisión de creer al Señor, y obedecerlo – con cada tribulación sobrellevada, con cada alabanza elevada en medio de su angustia, el Señor añade peso de gloria a su vaso.

Con cada circunstancia que usted sobrevive y usted en lo natural tal vez no ve el peso de la gloria, pero sí hay evidencia, sí se manifiesta porque esta tribulación usted no la trata como la última. Ahora usted está entrenado, ahora sus oraciones son más directas, son más efectivas. Ahora su unción es más profunda – yo he visto esto ya. El Dios que me rescató de lo último, también me ha rescatado de otro. El Dios que me sanó de esto, también me sanará de eso.

El Dios que me escuchó la última vez también me escuchará ahora. Y eso hace mucho más que meramente ayudarte a sobrellevar esta carga. Eso añade peso a su vaso de barro. Peso de gloria. No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven. Pues las cosas que se ven son temporales. Pero las que no se ven son eternas.

Pongámonos de pie, mis hermanos. Hermanos, habrá un día en que estaremos delante del trono de Dios. Habrá una asamblea así, pero exageradamente más grande. En ese día los vasos de barro los vamos a guardar. Dice la palabra que lo conoceremos como Él nos conoció. También nos conoceremos como Él nos conoció. Nos vamos a conocer aún con estos envases porque dijo el Señor, que sabrán que son mis discípulos porque se aman.

Este amor que nos une. Eso es lo que hará que yo te voy a conocer. Te voy a encontrar en la asamblea, delante del trono de Dios. Pero ya no con estos vasos, tendré el privilegio de ver lo que veía el Señor, tendremos el privilegio de esta transformación bella que está haciendo Dios. Esta metamorfosis que se está llevando a cabo en este lado de la eternidad. Nosotros veremos el resultado de la obra de Dios en nuestras vidas.

Tal vez el hermano o la hermana más frágil que está a su lado, usted la verá o lo verá, rodeado de una gloria incomparable, indistinguible a los ángeles, indistinguible – dice que somos uno menos – un poco menos que los ángeles. Una gloria.

Y cada día, mis hermanos, el Señor está añadiendo por su amor por ti, peso a esa gloria. El Señor está añadiendo peso a la obra de Dios en usted. Eso es lo que es usted. Eso es lo que es usted, es un honor ser llamado un vaso de barro. Saber que a través de nuestras flaquezas somos envases para la gloria del Señor.

Es un honor, un honor saber lo que Dios tiene en mente. A dónde, cómo va a terminar esto. ¿Cómo va a terminar esto? ¿Sabe cómo? La gloria de Jehová en todo su reinado y nosotros delante de su trono creados a su imagen, creados a su imagen, moldeados por su mano y hermanos, no sé lo que estás pasando, qué persecución, qué mortandad, pero yo les suplico, tenga una vista eterna porque vale la pena. Vale la pena.

Gloria a Dios. Gloria a Dios. It is worth it! It is Worth it! That day will be worth it, in His presence. That momento befote him will be worth it, it will all be worth it as we are transforming.

Mi hermano, vamos a cantar este coro, este coro que el pastor ha estado cantando y por la misma razón, queremos ser llenos. Llénanos, Maestro. Y, hermanos, si eso quiere decir sobrellevar una experiencia que te está menguando, amén. Si eso quiere decir vivir con una flaqueza que te obliga a menguarte, amén.

Si eso quiere decir una realidad que te achica y te mengua delante de Él. Amén. Yo quiero menguar para que crezcas tú, Señor. Gloria a Dios.

Señor, Espíritu del Señor Jesús, he aquí vasos, frágiles, mortales, creados a tu semejanza. Señor, ninguno de ellos, Señor, ninguno de ellos menospreciado por ti, preciosos delante de ti. Ahora pido Señor, que a menudo tu pueblo declare tu nombre y a menudo que tu pueblo se abre a ti, y a menudo, Señor, que clamemos a tu nombre, Espíritu de Dios, llénanos, llénanos, llénanos, llénanos, llénanos, llénanos Espíritu de Jehová. Llénanos con tu gloria.

Llénanos, Maestro, llénenos. Padre, hay lugar para más, Señor, hay lugar para más. Nuestros vasos tienen lugar para más. Señor, hay lugar para más en nuestras vidas. Lord, there is room for more. Jesús, there is room for more. We want more of you, Lord Jesús, what we have isn’t enough, Master. What we have isn’t enough, God.

Derrama más poder, derrama más de tu gracias. Derrama más de tu unción, Señor, derrama más. Derrama más.

La integridad, presentación del cristiano

26 de abril 2010 - Por Fanny Rodríguez

Felipe buscó a Natanael y le dijo: Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas. ¡De Nazaret! replicó Natanael. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? Ven a ver, le contestó Felipe. Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, comentó: Aquí tienen a un verdadero israelita, en quien no hay falsedad. ¿De dónde me conoces? le preguntó Natanael. Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto. Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! declaró Natanael. ¿Lo crees porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera? ¡Vas a ver aun cosas más grandes que éstas! Y añadió: Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Juan 1:45-51

Te pasó alguna vez que tu mami preparó un pastel lo sacó del horno y lo colocó en la mesa mientras se enfriaba para después repartirlo. Entonces tú o alguno de tus hermanos le metió el dedo para probarlo. Cuando ella vio el pastel preguntó: “¿Quien metió el dedo en el pastel?” y el o ella dijo yo no fui, sin saber que tenía la boca untada de chocolate. Bueno todos se rieron. Pero esto es lo que hacemos en nuestro caminar con el Señor, le fallamos y después ignoramos lo que pasó.

Desafortunadamente la sociedad posmoderna niega la importancia de principios y valores. Hoy el carácter de una persona no es importante para ocupar una posición de liderazgo; lo importante son las credenciales que lo han preparado para desempeñar ese cargo. Sin embargo la Biblia nos insta a cultivar el carácter de Jesús:”hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.”
En el pasaje de Juan, hay un diálogo entre Felipe, Natanael y el Señor. Cuando Natanael se acercó al Señor, dijo: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.” La integridad debe ser la cualidad que resalta en nuestras vidas. Este es un testimonio que impacta la sociedad donde la mediocridad, el engaño, la mentira, el disimulo son imperantes. Cuidemos la imagen de Jesús que estamos llevando a nuestros trabajos, y hogares. Que dirá de mí el Señor cuando me acerque.

Oración:
Padre celestial hoy queremos reconocer que por nuestras fuerza no podremos llegar a la estatura de Cristo, pero te pedimos que el Espíritu Santo nos redarguya y exhorte y fortalezca para vivir vidas dignas de ser llamados hijos de Dios. En el nombre de Jesús amén.

No rechaces el don de Dios

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Segunda de Timoteo capítulo 1. Ya el Señor nos habló de este versículo en el tiempo profético que tuvimos aquí. Y yo siento que todo lo que hemos escuchado en términos de palabra profética está completamente en unión a la Palabra que Dios me ha dado para que comparta. Ahí en Segunda de Timoteo Capítulo 1 versículos 6 y 7. Versículos famosos, conocidos.

‘Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio’. En realidad quisiera tener más tiempo de lo que tengo para desarrollar el pensamiento central que Dios ha puesto en mi corazón. De hecho que cuando estuve ahora en Puerto Rico predicando en una conferencia en el pueblo de Arecibo usé este mismo versículo en otro contexto para tratar con lo que Dios me dio para esa Congregación, el viernes en la noche.

Esta mañana, y desde que vine de Puerto Rico he estado pensando en el tema inclusive de la palabra profética y del mover del Espíritu Santo y por qué a veces se hace tan difícil para las Congregaciones y los individuos entrar en el mover del Espíritu Santo. Y una de las razones muchas veces es porque los dones vienen a veces empacados en unas envolturas muy poco atractivas. Muchas veces vemos el mover de la iglesia de Cristo en el mundo y vemos cuan contaminada está la energía de Dios cuando encarna en hombres e instituciones humanas. Desde el momento que el Espíritu Santo sale del mundo perfecto de la eternidad y entra en el tiempo en el espacio tiene que estar en contacto con la carne y las imperfecciones de los seres humanos.

Eso lo vimos en el ministerio de la Encarnación en que toda la totalidad de la deidad de Dios tiene que meterse dentro de un cuerpo humano que está sujeto a tentaciones y que probablemente tuvo todos los procesos que cualquier ser humano manifestó. Lo vemos aquí en esta Biblia, que es la Palabra de Dios, también. Es un texto que contiene todo tipo de complicaciones y expresiones históricas, pero nosotros creemos que ahí está la perfecta revelación de la voluntad de Dios. Vemos que los héroes de la Biblia que vemos en las páginas de la Biblia estaban llenos de imperfecciones. Yo me temo que si tuviéramos oportunidad de tomarnos un capuchino con Elías saldríamos un poco desilusionados.

Si nos mostraran un video de Jesús caminando por las calles de Jerusalén nos sentiríamos decepcionados y quizás diríamos “¡Guau! ¿Eso es todo?”. El profeta Isaías dice que el Mesías sería sin atractivo para que lo deseáramos. Es decir no iba a ser atractivo sino humilde, sencillo. Por esa razón de que la eterna revelación de Dios, el poder de Dios a veces se manifiesta en formas bien poco atractivas. Muchas veces nos sentimos impulsados a rechazar las cosas que vienen de Dios.

Yo he tenido que aprender que si voy a aprovechar el poder de Dios en mi vida tengo que ser bien humilde y aprender a coger las cosas que a veces vienen en paquetes muy poco atractivos. Eso me recuerda una de las Palabras del Apóstol Pablo y voy decirles por qué este versículo que relación tiene. Por ejemplo en Segunda de Corintios capítulo 4 versículo 7 el Apóstol Pablo dice: “Pero tenemos este tesoro”. Digan todos “tesoro”. “En vasos -¿de qué?- de barro”. Es como si cogiéramos un diamante de 3 mil quilates y lo pusiéramos en un engaste de aluminio. ‘Tenemos este tesoro en vasos de barro’. Miren el contraste entre tesoro y vasos de barro. Uno no pone un tesoro en vasos de barro.

La idea es poner un tesoro en un envase que esté a la altura del tesoro. Y el Apóstol Pablo está hablando aquí del Evangelio, la revelación máxima de Dios a la humanidad. Dios la ha puesto en ‘vasos de barro’. Ese es el contexto de este versículo en el capítulo 4. Y ¿para qué? Dice “para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”. Cuando uno mira todos los escándalos y todos los fallos de la iglesia de Jesucristo, todas las atrocidades que se han cometido a través de la historia, la imperfección de la iglesia universal de Jesús y de la iglesia en estos mismos tiempos, uno se pregunta ¿Cómo se le habrá ocurrido a Dios meter el sublime Evangelio, la tarea de evangelizar al mundo en gente como usted y como yo? ¿En instituciones tan imperfectas como es la Iglesia?

Si usted tiene su mirada puesta en los hombres, en las instituciones y eso es lo que le va a convencer a usted buscar de Dios, olvídese que esto está destinado al fracaso. Si usted sólo va a recibir una palabra profética que venga de una persona, de un cuerpo perfecto, de una personalidad perfecta emitida en una forma perfecta olvídese de la profecía y no busque que Dios le hable a través de la Palabra. Muchas veces la Palabra de Dios viene en vasos de barro, en formas imperfectas, en formas en que no las esperamos. Y uno tiene que estar dispuesto a pagar el precio, ser humilde, ser complejo y entender que hay una interacción entre la humanidad del hombre y la deidad de Dios y que Dios ha querido que así sea siempre en todo lo que nos da a nosotros.

Ninguno de los dones que la Biblia dice que Dios le ha dado a su iglesia, yo los he visto expresándose en formas perfectas. Siempre los he visto en formas que a veces, yo me he sentido tentado a rechazarlos y decir ‘Si eso es lo que es ese don, no me interesa’. Pero yo he descubierto que cuando recibo lo que Dios me da y recibo esa adivinanza, cuando recibo esa cosa rara que yo me siento en carne tentado a rechazar y trato de buscar y preguntar ¿qué es lo que Dios tiene para mi allí?’ y discernir el contenido divino en ese paquete raro, hay bendición. Siempre hay bendición para mi vida, en alguna manera que yo no puedo explicar. Cuando yo pongo en entredicho mi mente, cuando la sujeto a la verdad mayor de Dios, siempre esa humillación de mi intelecto genera bendición de parte de Dios.

Por eso es que Cristo dijo “a menos que no seamos como niños no podemos entrar en el Reino de los Cielos”. Muchas veces nuestro intelecto y nuestros valores estéticos de cómo se tienen que hacer las cosas nos hacen tropezar y nos impiden entrar en contacto con la energía misteriosa de Dios. Muchas veces las bendiciones más grandes que yo recibido en mi vida han venido de gente que yo no invitaría a comer a mi casa. Gente con mal olor en la boca, mal vestidos, te escupen cuando te dan la profecía, gente a veces que no son los más desarrollados espiritualmente, tienen defectos obvios de carácter. ¿Cuántas veces la gente que más me ha bendecido a mí en esta misma iglesia son personas que yo he tenido que pelear con ellos por otras razones aparte? Siempre están peleando conmigo y yo con ellos. Pero no se preocupe que ese no es usted. En el segundo servicio. Es cierto.

Pero, ¿de dónde me sale todo esto? Y estoy compartiendo con ustedes. ¿De dónde viene? Es que alguien me dio para que mirar un video de un predicador que tiene cierta popularidad. Un predicador carismático, ultra pentecostal, y la persona que me lo dio siente que eso que este hombre ejemplifica no es de Dios. Y quizás usted espera que a la luz de los que yo estoy diciendo, yo le diga que ‘No, yo sentí que este hombre verdaderamente tiene un ministerio bíblico’. Pero fue todo lo contrario, yo estoy de acuerdo que esa persona no hizo resonancia en mi espíritu. Su forma de ministrar no resonaba con mi espíritu, yo no siento que eso es lo que Dios quiere para la manifestación de los dones.

Un misticismo falso, emocionalismo, falta de fundamento Bíblico, expresiones de falta del carácter del siervo de Dios. Por lo menos por lo que yo puedo juzgar así a groso modo y simplemente ásperamente. Inclusive vi cosas peligrosas para la salud de la iglesia. Hay toda una rama del Pentecostalismo que va en crecimiento hoy en día que como que es simplemente como que ‘metete a experimentar, emborráchate y metete la droga del Espíritu y olvídate de la Palabra y de la doctrina y de la teología y simplemente goza del mover del Espíritu’. Historias de ángeles gorditos que se te aparecen y te dan mensajes. Cosas raras.

Cosas, que verdaderamente, es como que yo creo que es peligroso porque tú te emborrachaste y experimentaste algo y ya eso valida que es Dios, verdaderamente. Pero precisamente cuando yo veo esas cosas entro en lucha. Porque yo no digo ‘Señor yo no quiero rechazar algo simplemente porque no es lo que yo creo que debe ser la forma en que Tú te manifiestas’. Y eso me hace preguntar “Bueno, ¿por qué Dios ha hecho tan difícil la cosa? ¿Por qué no manifiesta sus dones en una forma perfecta? que uno pueda decir definitivamente eso es y no hay duda de eso. ¿Por qué tenemos que estar siempre ejerciendo juicio y juzgando a la luz de la Palabra y preguntándonos será esto del Señor o no? ¿Por qué simplemente Dios no manifiesta las cosas puras perfectas y ‘ya resolvemos el problema’?

Y sin embargo vemos en la Biblia que así es. Porque si usted lee Primera de Corintios capítulo 14 el Apóstol Pablo está bregando allí con falsas manifestaciones aún en medio de la Congregación cuando el espíritu se manifiesta. De hecho Primera de Corintios 14 se escribe para corregir algunos de los excesos que se estaban dando en medio de esa Congregación Pentecostal. Y el Apóstol Pablo escribió para corregir y para establecer un orden bíblico, coherente con los principios de la Palabra de dios. Y por eso en el capítulo 14 verso 27 él dice “Hágase todo para edificación”. Muchas veces yo me pregunto cuando veo tantas manifestaciones y tantas cosas en un servicio o en algunos ministerios dicho”Bueno, que edificación hay; ¿qué queda?; ¿Cómo está la gente siendo fortalecida, avanzada, transformada en sus vidas” ¿qué de valor queda después que el polvo se ha aquietado y todo ya está normal?

¿Dónde está el sedimento permanente del ministerio? En el versículo 27 dice: ‘Si habla alguna lengua extraña sea esto por dos o lo más tres y por turno”. En el versículo 27 dice: “Si habla alguno lengua extraña sea esto por dos o lo más tres y por turno y uno interprete”. En el versículo 29 dice “Asimismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Esto de juzgar quiere decir, como dice ahí en la traducción en inglés, midan cuidadosamente lo que esa persona ha dicho. La idea es no hacer tan indiscriminadamente todo lo que ustedes oigan simplemente porque parezca atractivo o interesante o impresionante. El diablo hace milagros. El diablo habla en lenguas. El diablo sana, claro sana para enfermarte más, porque no sabe hacer.

No podemos, simplemente llevarnos por las manifestaciones. Pero por otra parte, porque porque algo sea feo, imperfecto o poco atractivo, porque no sea lo que tú esperas o porque no esté dentro de las definiciones que tú quieres que sea, eso no quiere decir que no sea de Dios. Es más yo creo que por eso mucha gente como muchas veces los dones de Dios se manifiestan a través de formas poco atractivas y de gente común y corriente con sus imperfecciones, rechazan y no entran en la vida del Espíritu porque no se conforma a lo que ellos esperan que sea grandioso y perfecto. Tiene que haber un balance, en otras palabras. Porque sea feo, no quiere decir que no es de Dios y porque sea bonito, no quiere decir que sea de Dios.

Porque el profeta mida 6 pies con 8 y tenga ojos azules no quiere decir que sea de Dios. O porque mida 4’3 y esté arrugado no quiere decir que no sea de Dios. Dios usa lo que quiere, cuando quiere, como quiere y nosotros tenemos que discernir las cosas en el Espíritu. Hay una parte que Dios quiere que nosotros hagamos y cuando nosotros entramos en cualquier encuentro con la manifestación de los dones tenemos que pedirle al Señor que nos dé esa capacidad para juzgar, no conforme a los ojos y la carne, sino conforme a la palabra y el Espíritu.

Pero ciertamente, el énfasis de este sermón es esto: ‘No rechaces el don de Dios porque se manifieste en formas poco atractivas’. Ese es el énfasis que yo quiero dejar en este día. Lo otro es muy cierto y por eso lo señalo. Pero mi parte es, no rechacemos el don de Dios porque venga en un atuendo, una vestidura humilde, sencilla e imperfecta. ¿Qué conexión tiene esto con lo que le dice Pablo a Timoteo? Porque Pablo le dice “Timoteo aviva el fuego del don de Dios que está en ti”. En otras palabras, había una parte activa que Timoteo tenía que jugar para que el don de Dios se manifestara en su vida. Dios no lo hacía todo, simplemente por él.

Así como hay una parte que nosotros tenemos que juzgar para que los dones se manifiesten en nuestros medios, en nuestras vidas. A veces Dios quiere que seamos alertas y estemos juzgando mientras interactuamos con el don que estemos vigilando y viviendo con el don de Dios. Y es una parte que a nosotros nos toca. A veces cuando tú te sientas menos disponible y menos dispuesto a manifestar el don de Dios, quizás ese es el momento en que por fe, tú vas a tener que entrar en orar por alguien o dar una palabra profética o comenzar a suscitar el mover de Dios en algún ambiente en que tú te encuentres.

A veces en un momento en que todo parece tranquilo en el servicio y no hay nada que promete como que Dios se va a mover, tú por fe comienzas a hacer tu parte, ya sea el Pastor o quien sea y tú comienzas a procesar la energía de Dios y eso hace entonces que el Espíritu comience a manifestarse y a moverse. Es como este tiempo que tuvimos aquí, donde el Señor se manifestó tan lindamente, es un proceso. Eso va poco a poco y como que hay un momento en que alguien hace algo y uno ve algo o siente algo y entonces uno toma por fe que eso es Dios y todo comienza de ahí. De ahí otro hace otra cosa, entonces uno declara algo y entonces Dios comienza a moverse y uno entra a moverse en el poder de Dios.

El mover de Dios es como una locomotora y hay que romper la inercia de esa masa grande que hay que comenzar a mover. Mientras más se mueve, más impulso gana hasta que ya es una máquina que es irresistible, se mueve hacia adelante. Y ¿saben lo que pasa? Muchas veces lo que impide que mucha gente en el mover del Espíritu Santo en sus vidas es que no entienden que a ellos les toca una parte bien importante. Y también que el don de Dios, sobre todo al comienzo, se va a manifestar en formas muy a veces, pequeñas, humildes y sencillas y lo que tienen que hacer es insistir y persistir ejercitando el don por fe hasta que ese don comience a cobrar calor y se manifieste entonces en todo su poder y en toda su perfección.

Muchas veces, hay gente que está buscando ‘Señor, bautízame con tu Espíritu, lléname con tu Espíritu’ y Dios está allá arriba diciendo: Pero si yo ya te lo entregué hace tiempo, muchacho. Simplemente úsalo y muévete en él. ‘Señor yo quiero el don de lenguas’. Abre tu boca y habla. Hay veces que la gente cree que para hablar en lenguas tienen que venir dos angelitos y comenzarles a mover la lengua a uno. Piensa que tiene que entrar en un estado místico y caer al suelo suavemente y elegantemente y entonces comenzar a hablar.

Si tú tienes un don, si tú conoces un idioma, tú simplemente abres tu boca y hablas. Yo no tengo que sentirme emocional ni romántico para hablar en francés. Y así mismo pasa con el don. Yo creo que todo creyente puede hablar en lenguas. Toda persona bautizada en el Espíritu Santo, pero a veces se rehúsan a abrir la boca y dar esa palabra rara y tonta que le va a salir la primera vez cuando hablen en lenguas. Y por eso, no es que Dios no quiera, es que nosotros decimos ‘No, hombre, yo esperaba algo mucho más hermoso que esto. Yo esperaba una voz de trueno que saliera de mi boca’. Y lo que salen son dos o tres palabritas humildes o quizás un ruido raro. Pero Dios dice ‘atrévete y cuando tú hayas procesado eso yo te voy a dar más’.

Y cuando entonces tú en tu tiempo de oración, cuando nadie te está escuchando tú abres tu boca y hablas al Señor, tú ejercitas tu don. En tiempos de alabanza cuando tú sientes que el Señor está moviendo tu espíritu, tú abres tu boca y comienzas a verbalizar lo que Dios pone en tu espíritu. Así es que tú vas ejerciendo el don y se va soltando tu lengua y tú entras en la plena manifestación de la lengua que Dios te ha dado. Pero mucha gente quiere como que desde que abre la boca la primera vez, comenzar a hablar un idioma total y perfectamente; con toda la sintaxis y toda la gramática y todas las elocuciones de un idioma. ¿Cómo aprendió usted a hablar un idioma que usted no conocía? ¿Cómo empezó a hablar su propio idioma? ¿Usted comenzó hablando oraciones perfectas? No.

Pasa con el don de profecía. Viene una persona que tú sabes medio neurótica y con dificultades en su matrimonio y te da una palabra del Señor y tú dices ‘No, ¿Cómo puede esa persona hablar la profecía de Dios si yo conozco quien es y lo imperfecta que es? Si tú rechazas esa palabra, y cuidado que quizás estás contristando al Espíritu Santo. Por eso Dios dice ‘Mi tesoro está en vasijas de barro. Para que nadie se gloríe’. Si Dios estuviera buscando a alguien perfecto en la Tierra para darle su Palabra, nadie calificaría. Yo creo que precisamente lo glorioso está cuando nosotros aprendemos a recibir y respetar lo que Dios da. Y decir: ‘Padre aunque yo no entiendo la vasija pero lo que estoy escuchando hace sentido a la luz de la Palabra y de mi vida. Así que yo lo recibo y lo demás yo te lo dejo a Ti.’.

Eso puede pasar por ejemplo con el don de sanidad. Dios te dice: ‘Mira –y tú sientes en tu espíritu- yo he puesto en ti un don de orar por los enfermos para que sanen’. Y quizás la primera vez que tú oras por una persona con resfriado coge pulmonía y se muere. Y piensas que ya no vas a más. O quizás una persona tiene ese mismo resfriado y está estornudando y le están cayendo lágrimas por los ojos y tú oras por ellos y simplemente dejan de estornudar pero todavía tienen lágrimas en los ojos. Es una sanidad parcial. Y tú dices ‘¡Ah, no! Si hubiera sido Dios esa persona hubiera quedado sanada inmediatamente, rotunda y perfectamente. Así que no puede ser de Dios’.

Pero yo he descubierto que muchas veces la sanidad es de Dios, por misterios que solamente Dios conoce, a veces son parciales y solamente con el uso del tiempo como un médico usando su don se van haciendo más y más sólidas, más y más perfectas, más y más obvias. A veces oramos por una persona y creemos que inmediatamente que oramos por esa persona, tiene que quedar sanada. Pero yo he visto muchas veces que la sanidad es de Dios, que somos medios imperfectos, pueden ser graduales –poco a poco- y mientras persistimos orando por esa persona y esa persona ora también, peleando por su propia sanidad, Dios puede traer esa sanidad a largo plazo.

Yo creo que por eso hay tanta genta allá afuera y aún evangélicos que como ven que las manifestaciones de los dones de Dios son tan imperfectas y que requieren esfuerzo, proceso, tiempo y que son manifestadas a través de la imperfección por eso las rechazan y se mantienen afuera del mover de Dios. Yo conozco Pastores y Congregaciones que quieren ver el mover del espíritu en su vida congregacional. Pero como el mover de Dios cuando encarna en vidas humanas es tan imperfecto y ellos no quieren bregar con el desorden y la imperfección. Ellos se quedan simplemente como gente sedienta pero que no se tiran a las aguas. Y siempre están celebrando la teoría y la teología del mover del Espíritu pero necesitan entrar en la práctica. Pero como digo toda práctica es problemática y difícil muchas veces.

Déjenme preguntarle algo: Si usted estuviera en un desierto muriéndose de sed su boca está seca completamente y sus labios están cuarteados por la sed tan grande que tiene. Usted sabe que le quedan unas pocas horas de vida si usted no bebe agua. Y de momento usted se encuentra una cantimplora, una vasija con agua. Pero hay un problema, hay unas tres moscas encima del agua allí. ¿Qué usted va a hacer? ¿Usted va a decir ‘¡Ah! Esa agua tan desagradable, esas moscas? Yo voy a esperar a encontrar agua que tenga una nevera, bien tapada con un plástico y bien pura para beber. ¿Usted seguiría de paso y dejaría esa agua ahí sin tomársela? Mire yo creo que usted se traga el vaso con el agua y todo lo que usted pueda. Las moscas también se las come. Una mosca no le habría sabido tan bien en su vida como esa mosca.

Y así somos nosotros. Nosotros somos sedientos, tenemos sed, tenemos necesidad del Espíritu. Y porque el Espíritu tenga sus imperfecciones no vamos a dejar de buscarlo y de procesarlo y de trabajar con él. Porque esa es la realidad del Espíritu, eso es lo que yo he visto en 25 años de práctica Pastoral y lo que todos hemos visto a través de los siglos. Siempre hay imperfección mezclada con la manifestación del don de Dios. No podemos dejar, hermanos, que el miedo de errar el blanco y de meternos en algo que no sea de Dios nos impida entrar y comenzar a movernos en el camino al cual Dios nos llama. No podemos dejar que porque la manifestación del don no sea perfecta la rechacemos y digamos ‘no la quiero porque no es lo que yo esperaba’. No dejes que el temor y la complejidad te impida entrar en interacción con el don de Dios.

¿Ve usted por qué este versículo? Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía. Aunque tú no tengas todas las respuestas y todo esté explicado y justificado no esperes para meterte en el agua de Dios. Aunque la manifestación de los dones que tú veas no sea perfecta y completamente como tú la piensas que debe ser, no la rechaces, entra y mientras entres pregunta. Será de Dios, pero interacciona. Deja que te lleve, cuando no encuentres algo más pues te apegas, pero usa lo poco que puedes sacar de la experiencia. Yo quisiera tener más tiempo para explicar todo esto. Se que nos hemos excedido pero de nuevo los dones cuestas. Queremos a veces la bendición de Dios pero no queremos pagar el precio.

Dios nos ha dicho muchas veces que los servicios iban a comenzar a las nueve, un servicio iba a meterse en el otro y yo no se, pero muchas veces hay que… Esa es una de las razones por las cuales muchas iglesias no entran en la manifestación del poder de Dios. Le dicen a Dios: ‘Queremos que te manifiestes pero que ser entre las 9 y las 11. Ya a las 11 y uno ya nosotros nos vamos para la casa’. Y ‘Pastor queremos que usted profetice pero tiene que ser en 15 minutos porque luego de 15 minutos tengo que almorzar. Tengo una cita allá en el restaurant’. Yo creo que eso es todo, yo no creo que hemos desperdiciado el tiempo.

Pero, miren, una cosa aquí. Ya con esto ya termino. Yo estaba pensando en Naamán. Después cuando usted pueda lea la historia que se encuentra en Segundo de Reyes Capítulo 5. Naaman tiene una lepra que se lo está llevando quien lo trajo. [Risas] Y le dicen que hay un profeta en Israel que puede sanarle su lepra. Y Naamán que es un general segundo del Rey prácticamente él tiene todo un escenario de cómo se van a dar las cosas cuando él llegue a Israel. Él está esperando que cuando él llegue allí el profeta lo va a estar esperando con toda una comitiva del Rey detrás de él.

Va a haber gente con trompetas y armas esperando para darle la gran bienvenida al general sirio. Y el profeta vestido en sus ropas sacerdotales, fluyentes, le va a decir ‘¡Oh gran Naamán! Bienvenido, Dios está esperándote para sanarte’. Y el profeta con una gran liturgia y muchas cosas bombáticas le va a imponer las manos y aceite va a fluir de sus dedos y Naamán quedará sanado inmediatamente. Pero cuando llega allí ni siquiera el profeta se aparece. Y la casa del profeta es una casita toda destartalada por allí por una calle que ni nombre tiene si quiera. Lo recibe el sirviente del profeta y le dice ‘Naamán dice el profeta que vayas al río Jordán y te zambullas 7 veces y que ya con eso vas a quedar sano’.

Dice aquí que: “Cuando Naamán oyó esto se fue molesto y respingando y quejándose por todas partes” porque no era lo que él esperaba de ese momento. Dice el 5:11 “y Naamán se fue enojado diciendo ‘He aquí yo decía para mi, saldrá él luego y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios y alzará su mano y tocará el lugar y sanará la lepra’. Y para colmo de las cosas el río al cual él manda a Naamán que se zambulla es un río que está sucio y es un río pequeñito y hay mejores ríos allá en su país. Naamán pregunta a Abana y Farfán el río de Damasco ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿Si me lavare en ellos no seré también limpio? Y se fue para su casa. Pero ¿qué quería Dios hacer? Dios no solamente quería sanar a Naamán.

Porque muchas veces lo que nosotros queremos es que Dios nos de lo que yo quiero y que no trabaje en mi carácter, en mi mente, en las cosas que yo asumo. En mis premisas intelectuales y académicas. Queremos simplemente que Dios me de la cosa rápida y lo demás es asunto de Él. Yo lo que quiero es lo que necesito en este momento. Y yo veo muchas veces que en esa lucha que nosotros tenemos con la forma en que los dones se manifiestan, lo difícil que es discernir la intención y la presencia de Dios hay un proceso de crecimiento espiritual y personal que Dios quiere que atravesemos por eso para llegar a conocerlo mejor.

Muchas veces aprendemos fe, humildad, paciencia, tolerancia, mirarnos a nosotros mismos, creer por fe y no por vista. Muchas otras cosas que Dios quiere que aprendamos y por eso envía su tesoro en una vasija de barro. Gracias a Dios que había ahí un hombrecito que seguramente ni sabía leer ni escribir que era sirviente de Naamán y le dijo ‘Pero padre si él te hubiera pedido una cosa grande y difícil lo hubieras hecho. Te está pidiendo algo sencillo. Hazlo y prueba’. Sí porque Dios usa, cosas pequeñitas, personas humildes. No fue un ángel que le habló a Naamán. No fue un profesor universitario, fue un sirviente que le dijo ‘¿ Por qué no haces?’ y tenía una lógica perfecta en la situación.

Gracias a Dios que Naamán se humilló y se tiró en ese río sucio sin haber hablado directamente con el profeta. A pesar de que tuvo que quitar un poquito de cosas sucias en el río y buscar un lugarcito ahí que pareciera más o menos limpio, mirando por todas partes –‘espero que YouTube no me agarre aquí en esto y que me tomen una foto y que mi esposa allá me vea’. Él dice la Palabra que “descendió” y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, tenemos que descender de nuestras expectativas, nuestro intelecto, nuestras dudas razonables, nuestros temores comprensibles. Dice que “se zambulló siete veces”.

Mira zambúllete en las aguas del Espíritu 7 veces hasta que se te llene el espíritu. Si a la primera vez no te funciona, zambúllete otra vez, si a la segunda no te funciona hay una tercera vez, si a la tercera no te funciona una cuarta vez, fue a la séptima vez que se hizo el milagro. Todos llevamos años metiéndonos en el Espíritu, tratando y esforzándonos y todavía no es perfecto pero seguimos buscando la manifestación perfecta del don de Dios en nuestras vidas. Dice que lo hizo conforme a la palabra del Varón de Dios. Ese hombre que no lo recibió que le dio una receta imperfecta, pero dice que su carne se volvió como la carne de un niño y quedó limpio. Ni el jabón Ivory hace un trabajo tan limpio como el que hizo ese río sucio del Jordán.

Hermanos, no dejemos que la imperfección de la manifestación del don nos impida entrar en las aguas y comenzar el proceso de sanidad y de crecimiento en nuestras vidas. No te estoy diciendo que dejes de juzgar y de comparar con la palabra. No te estoy diciendo que aceptes todo lo que venga y simplemente… No te estoy diciendo que porque sea raro y salvaje sea de Dios. Lo que estoy diciendo es que así mismo porque sea un poquito imperfecto y raro no lo rechaces. Entra y deja que el Señor te dirija y comienza. Hazte como un niño, sencillo, ejercita el don. No dejes que el temor o la complejidad te mantenga fuera del Señor. Comienza con lo que tienes a la mano. Si Dios te dio una palabrita de lenguas usa esa palabrita y después vendrá más. Si Dios te dio un solo pensamiento, un fragmento de pensamiento profético obedece y dale gracias por ese pedacito y Dios te dará más la próxima vez. Si Dios te sanó el dolor de cabeza parcialmente y tuviste que tomar Efedrina también, pues, dale gracias a Dios por la parte que te sanó y la próxima sigue orando. Quizás la segunda se sane solamente con oración.

Dile al Señor ‘perfecciona mi unción, Padre. Yo voy a seguir ejerciendo el don, ejercitándolo hasta que se haga perfecto. Hasta que yo vea la manifestación plena de tu don’. Usa el don con humildad y recibe el don con humildad. Gloria a Dios. Amén, amén. Vamos a ponernos de pie y darle gracias al Señor. Espero que no haya arruinado tu cita de almuerzo esta mañana. Pero yo creo que la palabra de Dios es más alimenticia que cualquier comida. No rechaces el don. Si quieres un título para este sermón es ese: ‘No rechaces el don’. Ejercítalo, no dejes que el espíritu de cobardía te impida entrar en el uso del don. Aleluya. Gracias Señor. Te adoramos. Recibimos tu palabra, Padre todo lo que Tú has dado en esta mañana te damos gracias. Te bendecimos y adoramos. Perdona nuestro orgullo y perdona a veces las exigencias que te ponemos, Señor.

Ayúdanos a ser humildes como niños. Recibir lo que Tú nos das y usar el don que Tú has provisto humildemente, ejercitarlo hasta que se vaya manifestando con más poder. ¡Oh, te adoramos! Gracias por tus dones Señor. Perdónanos por no ser vasijas más adecuadas. Nosotros declaramos que tus dones sí son perfectos y nos humillamos ante el misterio que Tú has escogido. Que Tú has escogido vasijas imperfectas pero para que te demos a Ti la Gloria y la Honra, Señor. Señor, queremos ser una Iglesia que use tus dones y se mueva en tus dones. Enséñanos como usar los dones. Te adoramos y te bendecimos, Señor. Aleluya. Dale gracias al Señor. Ponte a trabajar el don, ponte a procesar el don, vive en el don. No rechaces el don. Aviva el fuego del don que está el don que está en ti y di conmigo ¡Yo lo tengo! Lo voy a ejercitar, lo voy a avivar hasta que se manifieste perfectamente en mi vida.

Aleluya. Dale un gran aplauso al Señor. Gracias Dios. Aleluya, aleluya.

Un llamado a agarrar la mente del espíritu

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El Dr Riad es de Egipto, es médico en Cape Cod y es un hombre que apasionadamente ama las cosas del Señor y un hombre balanceado y ungido de Dios, siempre buscando más del espíritu en su vida. Él no ha permitido que su intelecto le robe las bendiciones del espíritu. Y su familia es una familia maravillosa que nosotros nos alegramos tanto de contarlos como amigos y de ser compañeros en las luchas y en las batallas de bajar la unción de Dios o manifestar, poner en manifestación la unción de Dios aquí en Nueva Inglaterra. Gozamos de tenerlos a ellos en esta tarde aquí en nuestra congregación para que oremos juntos.

El Dr Riad ha sido instrumento para invitar al pastor Emille Samuel que es un pastor también de Egipto, actualmente reside en Canadá y lleva muchos años allá moviéndose entre diferentes grupos étnicos y es un hombre que Dios usa mucho en el don profético específicamente. Es un profeta de Dios, genuino profeta de Dios. Hemos teneido oportunidad de participar con él, de escuchar la palabra de Dios a través de su vida, es un hombre de mucha experiencia en el camino del Señor. Ha ministrado en muchos diferentes países. El Señor le dijo a una edad muy joven cuando estaba en Egipto, apenas conociendo al Señor que Dios lo iba a llevar a Asia a ministrarle a los chinos y a los asiáticos. Y él se preguntó, bueno, cómo será eso posible? Cuándo en la vida, yo aquí en una aldea de Egipto voy a yo a ministrarle al Señor, a los chinos allá en Asia? Bueno el Señor lo ha llevado no solamente a diferentes países de Asia sino a muchos otros países del mundo también ministrando su palabra. Y es un hombre que ama a Dios en una manera muy poderosa.

Y cuando Mandu me dijo que él iba a estar aquí, ya nosotros lo conocíamos a él personalmente, al pastor Emille, yo dije, bueno, que buena oportunidad, hemos estado hablando todas estas semanas y meses acerca del mover del espíritu y de cultivar una mentalidad sobrenatural y de levantar una iglesia que se mueva en los dones cómodamente, y de aprender a procesar la energía del espíritu y crecer. Y conociendo yo al Dr Mandu Riad y sabiendo su balance en las cosas de Dios y su recomendación acerca del pastor Emille, decidimos invitarlo a él para que venga hoy y ministre según el Señor le dirija.

Cuántos están dispuestos a recibir del Señor lo que el Señor quiera? Yo creo que vamos a poner una silla. Le puedes ayudar, él prefiere mejor mantenerse aquí en la parte de abajo así que simplemente ábrase al Señor ahora mismo. Esta mañana yo prediqué acerca de que nosotros tenemos que estar abiertos al Señor según el Señor se manifieste. No podemos pedirle precondición al Señor. Cuando nos acercamos al Señor tenemos que acercarnos con humildad, con total humildad dejando que él hable en la manera que él quiera.

Otra cosa, cuando el Señor se manifiesta él no quiere espectadores, usted… diga, yo no vengo a ver un show, diga eso conmigo. Yo no vengo a ver un show. Yo quiero que usted participe en esto, en su espíritu y que usted esté orando, no esté curioseando, hay una diferencia entre curiosear y ver lo que Dios quiere hacer y participar. Yo quiero que seamos participantes, no espectadores. Ok? Porque esto no es show, es el mover de Dios que queremos. Amén. Así que si usted participa no será frío en su manera de ver las cosas, ni tampoco sea crítico sino juzgue en el espíritu las cosas de Dios. Ok? Pero esto es una manera de nosotros aprender y crecer más en las cosas del Señor y atizar el fuego y entrar más en la expresión del espíritu. Así que dejemos que Dios nos dirija.

Denle un aplauso de bienvenida al pastor Emille. Yo voy a estar traduciendo de hecho para él.

Están contentos, animados, en la presencia de Dios? Estás anticipando la nube de gloria de Dios? Que sea manifestada esta mañana. Dale alabanza al Señor.

Esta mañana el Espíritu Santo anima a mi espíritu humano a compartir un mensaje específico titulado ‘Un llamado a agarrar la mente del espíritu’. Hermanos y hermanas, la Biblia nos enseña que la mente del espíritu es transcendente y nadie puede abarcar la mente del espíritu a menos que él sepa cómo ser muy sensitivo, muy sensible al espíritu. Y hay grados de sensibilidad espiritual y yo creo que el Espíritu Santo está restaurando de nuevo la gloria de la iglesia primitiva apostólica de los primeros tiempos y la manera en que esos gigantes espirituales a través de esa sensibilidad de la cual estamos hablando del espíritu podían conquistar el mundo entero. Y yo creo que el Espíritu Santo está restaurando de nuevo aquellos que están obsesionados por el trabajo, la obra del Espíritu Santo, los que tienen pasión y obsesión por el Espíritu Santo.

Si buscamos en Romanos, capítulo 8 allí el Apóstol Pablo menciona. Romanos 8 comenzando en el versículo 26: “… de la misma manera el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, de manera que cuando las cosas están mixtas y mezcladas y confusas y es difícil saber cuáles son las directrices específicas que vienen de parte de Dios, cuando se nos hace difícil determinar esto y yo conozco a muchos de los hijos de Dios que se encuentran en una encrucijada, en un momento de decisión sea en su trabajo o en sus relaciones humanas, en el ministerio y no pueden percibir exactamente qué es lo que está diciéndoles el Espíritu Santo acerca de esas decisiones y situaciones. ¿Saben qué? es porque no conocemos los caminos, las maneras, las formas en que el Espíritu Santo opera y se manifiesta.

Está más allá de nuestra compresión muchas veces y requiere primeramente que entreguemos, pongamos a los pies del Señor nuestra propia sabiduría, poner a un lado nuestros propios pensamientos, nuestra sofisticación y entonces cuando hacemos esto el Espíritu Santo comienza a expresar una luz, a dar luz y uno comienza a reconocer el misterio de su manifestación, su expresión, dirección. Dale alabanza al Señor.

El Espíritu Santo conoce nuestras debilidades que nosotros queremos trabajar a través de nuestra propia mente, queremos trabajar nuestras mentes, hemos buscado, nos hemos esforzado en encontrar una respuesta a nuestros problemas. Dice el Apóstol Pablo porque no sabemos cómo orar, cómo hemos de orar como debiéramos. Qué quiere decir esto, que no sabemos cómo orar en la forma en que debemos hacerlo? De acuerdo con la mente natural, a través del intelecto natural humano nos encontramos perdidos, muchas veces cuando tratamos humanamente no llegamos, tratamos de administrar las cosas, tratamos de hacer algo, tomar alguna iniciativa pero lo hacemos a través de nuestras percepciones personales. Y después de un tiempo descubrimos que hemos fracasado, somos un fracaso. Hemos tratado muy sofisticadamente de arreglar las cosas, de hacer nuestros propios esquemas a fin… hemos tratado de hacerlo a través del proceso natural, humano.

Aún hay ocasiones en que no sabemos ni siquiera acerca de qué orar, qué pedir según debiéramos. Pero dice la palabra que el Espíritu Santo intercede y lo que hace que nos sostiene nuestra parte humana, nos sostiene ayudándonos para nosotros corregirnos primeramente a nosotros mismos y separarnos de nuestro intelecto humano, natural. Es difícil uno negar sus propios pensamientos, apartarse, pero yo quiero decirles a ustedes que solamente a través de la intercesión del Espíritu Santo puedes poner tu a un lado tus pensamientos superficiales y llanos, solamente a través del Espíritu Santo apartarte de esa sofisticación llana y superficial.

Y al tu permitirle libertad al Espíritu Santo para que ore a través de ti entonces el Espíritu Santo podrá intervenir y tomarte y llevarte por la dirección correcta para que puedas orar acorde a la dirección del espíritu. Pero dígame cómo puedo yo hacer esto? Quizás es algo inescrutable, inexplorable, cómo puedo yo saber la voluntad de Dios? Cómo orar en la dirección correcta conforme a la voluntad de Dios?

De acuerdo a Primera de Corintios, capítulo 14 dice la palabra, “si yo hablo en lenguas oro en el espíritu, dice cuando oramos en lenguas, oramos en el espíritu y cuando oro en el espíritu yo edifico mi espíritu humano, lo fortalezco cuando oro en lenguas en el espíritu, mi espíritu humano se fortalece. Y en esta manera el Espíritu Santo entonces el espíritu me revelará de esa forma su trabajo, su palabra. Quizás usted me puede preguntar esto es algo difícil para la mente descifrarlo porque si yo hablo en lenguas estoy hablando un lenguaje desconocido para mí personalmente pero cómo puedo yo saber la voluntad de Dios entonces. Lo que pasa es cuando tu espíritu humano es fortalecido y edificado, es levantado, construido, fortalecido entonces el Espíritu Santo va a comenzar a dirigir tu espíritu humano en una manera maravilloso, asombrosa, cuando se une con el espíritu humano el Espíritu Santo. Es algo sobrenatural y sobrepasa las fronteras meramente humanas.

Y cuando tu eres entonces llevado a una especie como de trance, de estado misterioso verás una visión, vas a agarrar algo, se te va a pegar algo totalmente diferente a lo que tu mente natural es capaz de percibir normalmente. Y entonces dice, el espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos demasiado profundos para ser expresados en palabra, gemidos indecibles. En otra traducción es con gemidos inexpresables, indecibles, con suspiros. Cuando tu le estás dando al espíritu entonces generosamente, libremente, ese derecho total de interceder a favor de ti, cuando le das esa libertad plena al espíritu para hablar tu vida y a través de ti y orar por ti, ese tipo de gemidos entonces, ese tipo de suspiros del espíritu entonces el Espíritu Santo interpretará lo que tu necesitas, estás diciendo, y entonces lo traducirá a palabras y expresiones que convencerán a tu espíritu personal humano. Y cada vez que yo hablo en lenguas extensivamente, me tomo tiempo para hacerlo, por una hora…

De paso, cuando yo primeramente fui bautizado con el Espíritu Santo yo hablé en lenguas por 3 horas.

Y es por eso que Dios me dio ese don profético en una manera muy rápida, me dotó con un don profético instantáneamente. Mi trasfondo es muy conservador, yo vengo de un trasfondo religioso muy ortodoxo, muy conservador, la iglesia ortodoxa, lo que el Espíritu Santo hizo es una revolución en mi vida. Cuántos de ustedes quieren que el Espíritu Santo revolucione su vida, a cuántos les gustaría que el Señor haga una revolución en su vida?

Y el que busca, explora el corazón de los hombres sabe lo que está en la mente del espíritu. Así que no se preocupe, el que conoce e investiga profundamente las profundidades de los seres humanos tiene su espíritu y tiene la capacidad de su espíritu para interceder sostenidamente, también para fortalecer y sostenerte a ti para que llegues a ser lo suficientemente maduro para poder percibir y recibir, aprehender la mente del espíritu.

Debido al hecho de que el espíritu intercede a favor de los santos no de una manera al azar e indisciplinada, no en una forma confusa pero dice según, de acuerdo con el espíritu de Dios. Hermanos y hermanas, no estamos detrás de un mero emocionalismo, no estamos simplemente buscando manifestaciones baratas, estamos detrás de, buscando la voluntad de Dios, la voluntad de Dios.

Denle alabanza al Señor. Si vamos al libro de los Hechos, capítulo 16 allí podremos ver una frase, una expresión, esas vasijas de Dios a través del poder del Espíritu Santo se puede percibir la voluntad definitiva, clara, específica de Dios. Capítulo 16 del libro de los Hechos vemos allí al Apóstol Pablo camino a Asia y dice fueron a través de la región de Frigia, Asia, habiéndole prohibido el Espíritu Santo hablar la palabra a esa región de Asia porque no era la voluntad de Dios que ellos fueran específicamente a Asia en ese tiempo, no era lo que Dios quería para ellos en ese momento. Y se les prohibió en ese momento al Apóstol Pablo y sus compañeros que fueran a esa región de Asia.

Por qué el Espíritu Santo me prohíbe predicar la palabra de Dios a cualquier nacionalidad? Por qué? ha tenido usted una experiencia parecida alguna vez? Que uno tiene el entusiasmo y el celo y el deseo de llevar a cabo algún tipo de ministerio específico, algo que tu sientes que Dios quiere que hagas y te prohibió llevarlo a cabo. Pongan atención, no solamente se trata de barreras o impedimentos de cualquier tipo. Fue específicamente el Espíritu Santo interviniendo que les prohibió que fueran a Asia en esa ocasión. Por qué? porque el Espíritu Santo tenía una voluntad específica y un pueblo específico al cual él quería que ellos fueran en ese momento cairos, ese momento específico que él tenía destinado para ellos.

Pero cómo recibieron ellos ese impedimento del espíritu, esa prohibición del espíritu, cómo supieron o experimentaron? Yo les digo, dice que cuando llegaron entonces a Misia, cuando llegaron a ese punto, quisieron predicar allí pero el Espíritu Santo tampoco en esa segunda ocasión les permitió predicar en ese lugar. Me parece a mí que los Apóstoles no tenían experiencia en ese tipo de prohibiciones del espíritu, no sabían como interpretar eso. Así que trataron entonces como de probar otra vez, bueno, si nos impidió aquí vamos a otro lugar, y a ver si funciona allí, ir en algún lugar allí en Asia donde ellos sentían que tenían que predicar pero el Espíritu Santo no les permitió que fueran a ese lugar una segunda vez.

El Espíritu Santo te protege, te cuida porque si tu haces algo que no está de acuerdo con la voluntad específica de Dios y según el momento y el tiempo de Dios vas a perderte, vas a perder el derrotero. Y es por eso que muchas veces muchos ministros sinceros, bien intencionados, confrontan fracasos en sus ministerios porque no son muy sensibles al Espíritu Santo son orgullosos. Cuantos de ustedes están dispuestos a ser obedientes aún si se le cerraran las puertas? Si tu tratas con tus propias innovaciones y tus propias iniciativas de abrir la puerta. La puerta se te cierra, entiende que esa puerta se te cierra porque no es la voluntad de Dios para tu vida en ese momento específico y tienes que esperar un tiempo o seguir de paso, seguir de largo o esperar hasta que el momento de Dios llegue a tu vida y entonces el Señor abrirá las puertas en una manera amplia.

Esto ya profetizando. Quizás. Pero ¿saben qué? el Señor recompensó la obediencia de los Apóstoles y el Señor entonces hizo algo que estaba mucho más allá de sus expectativas. Qué pasó? Dice que pasaron entonces a Troas después de pasar Misia se le apareció una visión a Pablo de noche. Un varón macedonio se le puso de pie frente a él rogándole y diciéndole pasa a Macedonia y ayúdanos a través de esta visión. Entonces vemos que en el tiempo de Dios, el tiempo preciso de Dios una vez que habían sido probados para ver si obedecían incondicionalmente como una recompensa de su obediencia de momento vino la revelación de Dios y vieron esa visión de ese varón en Macedonia diciendo, vengan, pasen y entonces fueron completamente convencidos que el Señor tenía un llamado específico para ellos, que Dios verdaderamente les había llamado a Macedonia. Amén.

Entonces vemos que en el curso de tu obediencia, en el proceso de obedecer a Dios aún cuando las cosas no estén lo suficientemente clara para ti siempre y cuando tu obedeces ese estímulo del espíritu, esa dirección del espíritu específica, el Señor entonces te bendecirá con una revelación clara, una visión clara de qué debes hacer, dónde ir. Dale alabanza.

Ahora, para la iglesia congregación León de Judá están ustedes dispuestos a levantar el estandarte de su madurez? Amén. Están dispuestos de pedirle a Dios esa sensibilidad al Espíritu Santo, ser sensitivos a su mover, discernir, el discernimiento sobre el Espíritu Santo? Ustedes están dirigiendo, simplemente por el hecho de ser una iglesia en este estado, ser una iglesia cristiana ya están siendo líderes. Yo me deleité mucho escuchando de ustedes profetizando y yo oro al Señor que ustedes lleguen a ser una iglesia profética. Diga amén. Gloria a Dios.

Así que no se dejen guiar ni dirijan ustedes saliendo de su propio entendimiento, no se apoyen en su propio entendimiento, no dirijan basados en su propia sabiduría personal, pidan la crucifixión de Dios, que Dios crucifique sus pensamientos naturales, su mente meramente humana natural, para que el Señor revele su camino. Amén.

No estoy exhortando a la generación joven, a los jóvenes, la generación joven, no se conformen a este mundo, este siglo, porque van a ser engañados. Pregúntele al Señor primero, pídanle que les revele a ustedes tanto el llamado que él tenga para sus vidas, el llamado que te tenga como su destino también, su destino personal. No se inclinen, no se reposen ni apoyen sobre las enseñanzas o intuiciones de los hombres. Yo creo que el Señor va a revolucionar tu entendimiento.

No corrompan su vida espiritual con opciones, decisiones males, mal hechas. Busquen primero al Señor. Busquen al Señor. Esperen hasta que él revele su voluntad. Amén.

Una noche más con las ranas

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Hubo una meditación que yo hice esta mañana, hay veces que yo siempre les digo que hay a veces, estoy haciendo una confesión yo aquí, a veces yo saco mi tiempo por la mañana y me busco un librito de meditaciones diarias que yo tengo que se llama, El aposento alto, y esta mañana yo me crucé con una meditación que me llamó la atención el titular de esa reflexión y la quería compartir con ustedes. La meditación de ese día se llamaba “Una noche más con las ranas”, así mismo, “Una noche más con las ranas”.

Vayan conmigo al libro de Éxodo, capítulo 8. Yo creo que algunas personas me miran como que, hmmm…. A dónde va esto? Voy a ir a “Una noche más con las ranas”. Esto yo creo que fue una predicación que yo también escuché hace mucho tiempo de Dante Gebel, yo no sé cuántos de ustedes conocen a Dante Gebel, pero Dante Gebel predicó de esto uuuuf, hace mucho que yo escuché eso. Pero esta mañana me crucé con esa meditación que es del día de hoy y no sé cuando yo leí el texto, hubo varias cosas en este texto que me hincaron así, no que hincaron perdón, que resaltaron, no sé las voy a compartir con nosotros hoy.

Dice en el verso 1, “Entonces Jehová dijo a Moisés, ‘entra a la presencia de faraón y dile, Jehová ha dicho así, deja ir a mi pueblo para que me sirva y si no lo quieres dejar ir he aquí que yo castigaré con ranas todos tus territorios y el río criará ranas las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cama donde duermes, y sobre tu cama y en las casas de tus siervos en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas….”

Qué es una artesa? Yo me quedé medio perdido. Eso es como una olla, ¿verdad? Ok, como una olla. Ok.

Verso 4, “… y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos’, y Jehová dijo a Moisés, ‘di a Aarón, extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto’. Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto y subieron las ranas que cubrieron la tierra de Egipto, mucho énfasis en la tierra de Egipto, y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto…”

O sea, que clase de mentes son estos hechiceros del faraón? En vez de haber hecho lo contrario, de sacar las ranas, trajeron más ranas. O sea, eso me…. Voy ya mismo a eso.

“….Entonces, verso 8, faraón llamó a Moisés y Aarón y les dijo, ‘orad a Jehová para que quite todas estas ranas de mí y de mi pueblo y deje ir yo a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová’. Y dijo Moisés a faraón, aquí es donde está la clave, ‘Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti y por tus siervos y por tu pueblo para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río?’ Y dijo faraón….”

Vamos a decirlo a coro, y dijo faraón, a quién se le ocurre decir mañana? Yo le hubiese dicho, mira ahora mismo, que se vayan ahora. Por qué tu vas a querer quedarte con las ranas toda una noche y que mañana por la mañana se vayan las ranas. En qué cabeza cabe? Pero miren esto, por favor no me hagan reír que me quiero concentrar. Miren esto, esa frase es bien interesante. Las ranas, yo creo, que nosotros podemos identificar las ranas como cualquier cosa que nos estanca a nosotros. Una rana es una cosa fea aunque hay niños que cogen las ranas, que les dan besos a las ranas y yo no sé si usted ha visto fotos así. Pero una rana es algo feo, algo asco, o sea, a menos que sea un coquí puertorriqueño, está bien, eso es otra cosa. El coquí es más pasable. Pero una rana es una rana, pegajosa. Tu te imaginas que tu amanezcan un día y que tu tengas como cinco ranas metidas en tu cama? Que vas a abrir la nevera y de repente sale una rana. Que vayas al baño y de repente te salga una rana del toilet o algo así. Te imaginas una cosa igual? Eso es un asco. Eso es un asco. Mira a Gloria, Gloria se queda como que Pastor Omar, que tu estás hablando? Eso es un asco.

Por qué mañana? Oye, Lucy ven acá, termina tu la predicación. Mira eso, es interesante. Se acostumbraron a tener las ranas por una noche. Ah, yo puedo lidiar con las ranas por una noche. Eso no es nada. Yo las piso, las aplasto. Pero miren eso, mis hermanos, esas cosas feas que no gustan, que apestan, que dan asco, muchas veces son cosas que están en nosotros. Y usted lo puede definir de cualquier forma. Hay veces que son rasgos de carácter que apestan, rasgos de carácter que afean a uno, que son como que …. Por qué tengo que seguir lidiando con esto?

Las personas que sufren de algún tipo de adicción también, eso es otra forma, que esas ranas se pueden manifestar. Personas que pelean con adicción al cigarrillo, o a estar bebiendo, o a estar de fiesta en fiesta, de bar en bar y you name it, exacto, dicen sí, yo voy a dejar de beber mañana. Yo voy a dejar de fumar mañana. Ah, yo no vuelvo a ir a la fiesta mañana. Eeeh, no, no vuelvo a mirar a una mujer con lujuria, sí, mañana. Claro. Tantas cosas, tantas cosas. No vuelvo a decir una mala palabra empezando mañana. No vuelve a salir una mala palabra de mi boca. Las dietas empiezan no tan solamente el primer día del año como una nueva resolución, sino que también empiezan mañana.

Mañana salgo a hacer ejercicios. Y mañana llovió y no sale a hacer ejercicios. Mira, voy a ser responsable, llamando a la gente, tu sabes cuándo? Mañana. Ah, voy a empezar a orar. Mañana. Aunque el orar no es una rana. No, no, no, orar no es una rana. La rana es no orar. Ayunar también, el no ayunar puede ser otra rana. Qué más, qué más podemos identificar como una rana? Ah, voy a pagar todas mis deudas, mañana. Mañana, empiezo a ahorrar dinero, mañana. Me voy a buscar un analista financiero que me ayude a pagar mis deudas. Cuándo? Mañana. Ah, voy a dar el diezmo mañana. Voy a llamar a mi abuela que hace tiempo está llamándome y yo no le contesto la llamada. Cuándo? Mañana. Ven la idea? Ven la idea?

Qué es lo que dice este refrán bien conocido: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Déjenme seguir leyendo el texto porque queda algo bien interesante. O sea, la meditación de hoy lo dejaba ahí en el verso 10 pero yo seguí leyendo y descubrí algo bien interesante. Dice:

“… y él dijo, tomorrow, y Moisés respondió, ‘se hará conforme a tu palabra para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios. Y las ranas irán se irán de ti, de tus casas, de tus siervos, y de tu pueblo y solamente quedarán en el río’. Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia del faraón y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas, Dios mira ve si puedes por favor saca estas ranas de aquí, e hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés. Miren esto, … y murieron las ranas en las casas de los cortijos y de los campos y las juntaron en montones y, mira esto, y apestaba la tierra.”

Oiga, yo no sé, pero esa frase me cogió. Sabe por qué me agarró esa frase, porque muchas veces cuando empezamos a lidiar con esas ranas y empezamos a buscar la forma de matarlas, eso puede ser un proceso que apeste mucho y muchas veces cuando empezamos a sentir ese mal olor como que nos intimidamos y nos echamos a un lado y lo dejamos ahí. ¿Verdad? Hay veces que esa es la tendencia, que cuando hay algo que apesta si es un olor que le da nauseas a alguien, qué es lo que va a decir? Brega tu con eso, yo no puedo. O ve y límpialo tu. Porque hay veces que ni lo limpiamos y lo dejamos ahí tirado, que el sol lo consuma solo, el sol y el aire y la lluvia y el sereno y cosas así que lo consuma solo. Pero mientras tanto la peste sigue ahí.

Y yo creo, mis hermanos, que en este proceso de deshacernos de las ranas hay que ser un proceso bien intencional. Yo creo que hay que orarle a Dios para que le de a uno un estómago fuerte para poder soportar esos malos olores.

Sabe cómo se pueden manifestar esos malos olores muchas veces en la vida? Estaban hablando ahorita de la dieta y del ejercicio. Saben cómo se puede empezar a manifestar ese mal olor? Cuando usted empieza ha hacer ejercicios después de años que tal vez no hacía, qué es lo que primero con lo cual usted va a tener que lidiar? Los dolores. El cansancio, el cuerpo que está tieso y la primera semana se quita y no vuelve a hacer ejercicios. Le apestó tanto la cosa que ahí lo dejó.

Lo mismo pasa con la dieta. Se empieza a sentir flaquito, así chiquitito, chiquitito, y ensaladita con tomatitos y huevito y una pechuguita de pollo bien chiquitita, bien flaquita, y de repente me ve a mí al laso suyo que me empiezo a comer una pizza bien grasosa y es como que esa pizza de Omar se ve como Gloria ahora mismo y me quiere sacar la pizza. Entonces la pizza mía se va a convertir en esa peste que los va a distraer de lo que verdaderamente usted tiene que hacer.

Cuando empezar a lidiar con esas ranas que están bien engranadas en uno, que causan tanto asco pero cuando uno empieza a matar esas ranas, que uno se empieza a encontrar verdaderamente con esos aspectos de carácter que están bien centrados en uno, que uno dice, como que guau, esto está peor de lo que yo pensaba. Yo pensaba que esto era algo así bien superficial, pero esto va más profundo. No, pero oigo todavía. Hasta que haya vida en la batería seguiré hablando. Mañana cambiaré la batería del micrófono. Gracias por el esfuerzo. Ahora empieza a apestar este micrófono.

Pero miren esto, mis hermanos, porque yo creo que intencionalmente Dios quiere que tratemos con esas ranas que están en nuestra vida y van a haber momentos donde esas ranas van a empezar a apestar. Cuando Dios empiece a darnos la fuerza y la autoridad para saber cómo destruirlas y eliminarlas de nuestras vidas muchas veces vamos a tener que lidiar con situaciones que va a causar dolor, que va a causar asco, que va a causar incomodidad, que es como que yo no quiero lidiar con eso ahora. Yo estaba muy cómodo como estaba antes.

Ese fue el problema de faraón, cuando dijo eso de mañana, eso significa como que mira, no, ahora no, hay muchas cosas, tal vez era la hora de tomarse un te y prefirió tomarse un te en la compañía de una rana que tomarse un te con su mesa totalmente limpia. Y yo creo, mis hermanos, que muchas veces ese mañana se sigue convirtiendo en el otro mañana, y pasado, y pasado, y pasado y nosotros seguimos como que lingering around, cómo se dice eso en español? Lingering, como que dándole vueltas al asunto y se queda ahí, se queda ahí, y no lidiamos verdaderamente con lo que hay que lidiar. Se requiere valor, mis hermanos, se requiere como que un espíritu verdaderamente comprometido para echar esas cosas a un lado que dejen de apestar, que dejen de molestar y que dejen de incomodar, para verdaderamente entonces uno abrirse a lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas.

Obviamente en esta historia las ranas eran una plaga, de las muchas otras que Dios envió, sabes por qué? por la terquedad de faraón y hay veces que nuestras ranas se convierten en muchas otras plagas porque somos tercos en no querernos abrir al trato de Dios en medio de nuestras vidas. Y estamos peleando y luchando con lo mismo, lo mismo, la misma vaina para aquí, para allá, de un lado para el otro y estamos ahí, ahí, y ahí.

Hay veces que uno mismo sin querer queriendo uno permite y atrae esas plagas a la vida de uno. Pero la intencionalidad de Dios es una totalmente distinta. La intencionalidad de Dios en toda esta historia es poder traer libertad a un pueblo, poder libertar a un pueblo de su esclavitud, poder libertar a un pueblo de su situación de opresión en la cual se encontraba. Y acaso eso no es lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas? de traer libertad a nuestros corazones, de podernos sentir que estamos llevando una vida totalmente abundante de acuerdo a las cosas que él quiere para nosotros. Pero entonces nos encontramos en esta encrucijada que empezamos como que a juzgar, ok, o me quedo con esta rana o me quedo con esto que Dios tiene para mí.

Yo no sé si me están siguiendo, mis hermanos, pero esto es algo que es bien profundo. Yo no estoy diciendo que este sea el caso suyo, pero tal vez usted conoce a gente que están bien acostumbrados a vivir con sus ranas y apesta, apesta. Y yo creo que nosotros tenemos que tanto a nivel personal como que nivel de nuestro servicio y nuestro ministerio con otros, tenemos que estar bien pendientes a esas áreas donde puedan haber ranas escondidas por ahí y no esperar a mañana para lidiar con ellas sino que hoy, en el momento, empezar ya desde hoy y empezar a decir, mira, Señor, saca estas cosas, vamos a matar estas cosas, aunque apeste por un tiempo pero el mero hecho de que las vamos a sacar y las vamos a quemar o las vamos a enterrar o lo que sea, pero después que se vaya ese olor, lo que va a quedar es los olores de Dios por así decirlo, la gloria de Dios, lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas.

Pero esto no nos viene fácil o natural a nosotros. Esto no lo podemos hacer por nuestra propia fuerza, no lo podemos hacer por nuestro propio valor o esmero. Esto requiere una intervención de Dios. Obviamente aquí en esta historia Moisés tuvo que interceder para que fuera Dios el que sacara toda esa plaga de esa región. Y ahora mismo Jesús intercede por nosotros para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas y que esas imperfecciones que están en nosotros nos podamos deshacer de ellas con el poder de Dios, la ayuda de otros hermanos y hermanas que puedan orar por nosotros, que nos puedan aconsejar, que puedan darnos la mano, que me puedan ayudar a cargar esa bolsa de ranas y sacarlas de mi vida por completo.

Dios obra en todas esas formas, mis hermanos, pero aquí la clave de este chiste de mañana, tiene que ver con ese aspecto de la terquedad que muchas veces nos ciega a nosotros, terquedad, torpeza, ignorancia pero en este caso se ve la terquedad de un rey, de un faraón que tal vez él pensó que él podía lidiar con eso por su propia cuenta, pero al fin y al cabo se dio cuenta de que no. Y mire, yo no sé cómo usted define terquedad, pero la terquedad nos puede apartar a nosotros de lo que Dios verdaderamente quiere hacer en medio de nuestras vidas. Y hay veces que lo hace en formas sutiles y escondidas, que muchas veces nos acostumbramos tanto a esas cosas más sin embargo son cosas que están impidiendo que el fluir de Dios pueda verdaderamente correr en nosotros y a través de nosotros para bendecir a otros también.

Así que, miren, yo les dije que en diez minutos yo iba a terminar, cumplí mi parte. Pero yo quiero tomar un momento para orar por esto. Digo, no estoy diciendo que usted se confiese si tiene ranas o no en su vida, no es eso. Pero yo quiero que oremos, mis hermanos, porque tal vez la rana más grande con la cual nosotros lidiamos es la terquedad. Que bárbaro, estoy diciéndoles tercos, Señor, perdóname. Pero entienden por dónde voy?

Hay veces que la rana más grande con la cual lidiamos es nuestra propia necedad. Gracias. Que hay veces que nos cegamos con las cosas que parecen bien comunes a nuestras vidas, más sin embargo son esas mismas cosas las que a veces nos limitan, nos detienen, nos roban de lo que Dios quiere hacer en nosotros.

Es decir, que yo le animo a que en esta noche nosotros podamos orar y podamos orar con esto en mente. Sea lo que sea que haya en mí, primero que nada que Dios me de el discernimiento para poderlo identificar y una vez que lo identifique que Dios me de entonces el valor para saber cómo enfrentarlo y deshacerme de eso, aunque sea un proceso que coja tiempo, aunque el mal olor perdure, pero que nos de como quien dice la fuerza interior que necesitamos para sea que tenga que limpiar con cloro, y tirar free breeze en el aire, para despejar los malos olores, pero que Dios nos de la firmeza y la consistencia de que no tengan que esperar hasta mañana para hacer algo sino que yo empiece hoy y que mañana continúe y pasado y continúe y así, así por el estilo.

Eso es lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas. Una vez que nosotros lo logremos hacer en nuestras vidas, nosotros nos convertimos entonces en testimonios vivos para otras personas a nuestro alrededor, otras personas que tal vez están lidiando con otras ranas y quien sabe si más ranas de las que usted tenía y que entonces Dios nos pueda usar a nosotros como ese Moisés de ponernos en el medio, de interceder para que Dios quite las ranas de esa otra persona. O que ayude a esa otra persona a deshacerse de sus ranas también.

Así que mis hermanos, yo les invito, yo no intencionaba así traer un mensaje demasiado extenso, pero entendieron la idea ¿verdad? No es mañana, es hoy. Es ahora. Es en este mismo segundo. Sea lo que sea, mis hermanos, usted póngalo nombre y apellido a sea cual sea esa ranita que esté por ahí molestando, aunque sea un canto tan lindo como el coquí, pero sigue siendo una ranita.

En el nombre de Jesús, Señor nos acercamos a ti. Padre hay veces que esas ranas están tan y tan escondidas en nosotros que hay veces que no nos damos cuenta de ellas, más sin embargo están por ahí escondidas. Hay veces que esas ranas están cantando y bien fuertes, y nosotros sabemos que están ahí pero no nos atrevemos ni tan siquiera ni agarrarlas para echarlas fuera y es por eso que necesitamos una intervención de parte tuya, Señor.

Padre, yo te pido que a cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí hoy y aún aquellos que nos están escuchando por el Internet, Señor, que tu nos des a cada uno de nosotros el poder, la gracia, la firmeza para saber cómo lidiar con esas áreas tan feas en medio de nuestra vida, Señor, y podernos deshacer de cada uno de ellas, Señor, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar con malos olores, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar con situaciones conflictivas, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar tal vez con lidiar con un sentido de vergüenza o de culpabilidad, Señor, pero que todo eso funcione para nosotros llegar al cumplimiento de tu propósito en medio de nuestras vidas.

Tu palabra dice que todas cosas obran para bien en las vidas de aquellos que te aman, Señor, en las vidas de aquellos que están buscando que tus propósitos se cumplan en medio de nosotros. Así que, Señor, yo te ruego ahora mismo aquí en compañía de cada uno de mis hermanos y hermanas que tu nos des esa sabiduría y ese discernimiento para saber cómo lidiar con esas imperfecciones en nosotros, Señor.

Padre, yo la verdad es que tal vez yo no sé el propósito completo con el cual estoy comunicando este mensaje pero yo sé que hay algo en esto, Señor, y tu conoces cada uno de las personas que están aquí escuchando y recibiendo esta palabra ahora mismo. Así que yo solamente te suplico que tu palabra cumpla el propósito con el cual está siendo enviado ahora mismo, Señor. Si tal vez ese asunto de las ranas no se identifican con ellos, pero la idea del posponer las coas para mañana sí, Señor, cosas que tal ve tu estás buscando que nosotros nos decidamos ya, hoy, en una forma crasa, Señor, y no seguir posponiendo las cosas para mañana, o pasado o pasado, Señor, sino que hoy estás buscando que tomemos una decisión firme por ti, Señor. Mira, aún por eso, Padre, yo te ruego, Señor Jesús que tu nos ayudes a discernir tu voz, que tu nos ayudes a discernir tu voz, Señor, para saber cómo responder al trato tuyo en medio de nuestras vidas.

Y ¿saben qué? se me ocurre algo ahora, esto fue algo con lo cual estaba leyendo esta mañana y es el mero hecho de tal vez personas que tienen que reconciliarse con Dios directamente, personas que necesitan reconciliar sus vidas con Dios en una forma bien directa, bien intencional, personas que tal vez siguen diciendo, mira, ¿saben qué? Mañana yo voy a seguir haciendo lo mío, y lo seguimos posponiendo, esa restauración de una relación con Dios. Yo no sé si este es el caso suyo en esta noche, o tal vez alguna persona que me esté viendo por el Internet, que tal vez usted necesita reconciliar su vida con el Señor pero hay una rana ahí que usted sigue diciendo mañana, mañana, mañana, mañana. Mire, hoy, como dice la palabra, hoy es el día de salvación, hoy es el día donde podemos reconciliarnos con el Señor, donde podemos empezar de nuevo. Hoy es el momento donde las misericordias de Dios se hacen nuevas y podemos comenzar una vez más, una vida de relación estrecha con Dios. Así que si eso es algo que llega a su corazón dondequiera que usted se encuentre yo solamente pido ahora mismo que esta palabra llegue y cumpla el propósito.

Señor, si hoy ahora mismo tu estás tocando una vida que necesita reconciliarse contigo, Señor, o una vida que necesita aceptarte a ti por primera vez y entregarse a ti por completo por primera vez, Señor, yo te pido que esta palabra llegue ahora mismo a cada uno de sus corazones y que tu traigas con tu Espíritu Santo la convicción de tu presencia en medio de esa vida ahora mismo Señor, que ese hombre, que esa mujer, que ese joven, que ese anciano que está recibiendo esta palabra ahora mismo, Señor, pueda tomar la decisión de reconciliarse contigo, de restaurar su comunicación contigo, de restaurar su amor contigo, de pedirte perdón por sus faltas, Señor, y de buscar la forma de comenzar de nuevo bajo tu gracia y bajo tu misericordia, Señor. Yo bendigo a esa persona, Señor, dondequiera que se encuentre, sea aquí en este salón o sea a través del Internet, si me está viendo ahora, y yo lo creo así, ahora mismo que hay una persona que se está reconciliando contigo, Señor, a esa persona la bendecimos y declaramos la cobertura de tu Espíritu Santo sobre él, Señor Jesús, ahora mismo.

Gracias te damos por este tiempo, Señor. Gracias porque tu palabra nunca viene vacías, Señor, sino que cumple el propósito con el cual tu la envías. Gracias te damos, Señor, en el nombre de Jesús. Amén y amén. Gracias Señor. Gracias.

El dinero

19 de abril del 2010 - Por Betsy Behan

"El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad" Eclesiastés 5:10

Todos sabemos que el dinero es necesario, sin el no podríamos subsistir ya que con el compramos los alimentos, pagamos por un techo, estudios, etc. El dinero es una bendición que si no sabemos administrar, fácilmente se puede convertir en todo lo contrario, y el querer tener, y tener puede llegar a ser el mal de nuestras vidas "Porque la raíz de TODOS los MALES es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores" (1 Timoteo 6:10). Quizás te preguntes: ¿Dios no quiere que tengamos dinero? No, pero prueba nuestros corazones, la muestra está con Abraham, hombre sencillo al cual Dios le dio riquezas.

El amor al dinero, y todo lo que él representa no respeta principios, moral, relaciones, familias, y ha sido motivo de dolor, muerte, la cual viene desde los primeros tiempos. Uno de esos hechos fue el de Judas de entregar a Jesús por unas monedas. Hoy día el amor al dinero, y el querer tener se ha expandido como una epidemia.

También está la herencia, la cual he bautizado como la esposa del dinero. Ésta en lugar de bendecir en muchos casos, trae con ella división, rencor y al igual que su esposo el dinero no respeta principios de ninguna clase. "…los llamados reciban la promesa de la herencia eterna" (Hebreos 9:15c).

Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones (Proverbios 17:1).
El dinero es necesario, igualmente el tener, pero La Palabra dice: el amor al dinero es la raíz de todos los males, y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. El recibir una herencia es una bendición, pero el que traiga con ella división, y rencor es perdición. Superémonos sin olvidarnos que aquí estamos de pasada, y vivamos "Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3:24). Nuestro Padre Celestial nos da el mejor regalo, el cual no se compra con dinero "La Salvación", y la mejor herencia "Vida Eterna".

"Cápsula de Inspiración"
El dinero puede comprar una cama pero no el sueño. Libros pero no la mente; una casa pero no un hogar. Medicina pero no salud; lujos pero no felicidad. Imagen pero no carácter; religión pero no la salvación.

“Cápsula bíblica"
Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado
Salmo 16:5-6

Una iglesia sin murallas

TRANSCRIPT

Hay algo que el Señor ha puesto en mi corazón que quiero compartir con ustedes y es algo que está bien reciente en mi corazón, es algo que he sido inspirado –como quien dice, este fin de semana- para compartir esta palabra. Y créanme que no es un mensaje que no sea espiritual, yo creo que es súper espiritual este mensaje, pero quizás no voy a escuchar muchos “amén” o muchos “aleluya” pero sí yo espero que cada una de sus mentes, sus corazones y sus espíritus salgan de aquí con una convicción diferente.

Es mi deseo que usted pueda salir hoy con un sentido de estar más abierto a lo que Dios está haciendo en medio. Como nosotros hemos escuchado mucho en los últimos meses, se está hablando de esta Palabra profética de que Dios quiere hacer algo en medio nuestro, que Dios va a traer un mover nuevo aquí al área de Nueva Inglaterra. Y siempre que escuchamos esa palabra decimos “Amén”, ¿verdad? ¿Podemos decir amén a eso? ¿Qué queremos ver un mover de Dios en medio nuestro? Un mover que cubra niños, que cubra jóvenes, que cubra adultos; pero también un mover que sin duda alguna va a cubrir a toda la iglesia con “I” mayúscula por así decirlo. El cuerpo de Cristo donde quiera que se reúna sobre la faz de la Tierra.

Este fin de semana aquí en la ciudad de Boston se estuvo llevando a cabo una conferencia que se llama “Ethnical American Summit” que se estaba dando un capítulo aquí en Boston. Y esta conferencia es una conferencia donde distintos ministerios multiculturales de toda la nación se dieron cita aquí en Boston. Habían distintas personas que estaban hablando, que estaban compartiendo sus experiencias, sus perspectivas en lo que significa tener un ministerio multicultural en sus lugares de ministerio.

Y yo participé el viernes de esta conferencia. Yo se que había distintas personas de aquí de la Iglesia que también estuvieron por ahí. Yo se que mi hermana Patricia, mi hermana Damaris estuvieron bien involucradas en la combinación de este evento. Yo se que nuestro hermano Eldie Villafañe también estuvo ahí. Pero hubo algo que yo saqué de esa conferencia que yo siento una responsabilidad delante de Dios de poderla compartir con ustedes como mi Iglesia también.

Yo creo que es una revelación tangible de lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. Hay veces que nosotros hablamos de revelación de que ha estado durmiendo y tuvo un sueño y vio esta visión así. Pero lo que yo voy a compartir con ustedes fue una visión literalmente tangible, en vivo y a todo color. Algo que se pudo tocar, algo que se pudo experimentar. Y esta conferencia estuvo basada en el texto que se encuentra en Zacarías Capítulo 2. ¿Capítulo Dios dije? [Risas] Bueno, ese capítulo es nuevo. Bueno todos los capítulos tienen a Dios ahí en el corazón. Zacarías Capítulo 2, perdón. Yo no se si ustedes han conocido a Zacarías piedras del río pero ese no es el Zacarías que estoy hablando aquí ahora.

Okay. No cogieron el chiste, ¿verdad? “Sacarías piedras del río” ¡Ah! ¡Ahora! [Risas] Libro de Zacarías en el Antiguo Testamento en el Capítulo 2. Voy a comenzar a leer en el verso 1, voy a leer los primeros 5 versos nada más. Dice: “Alcé pues mis ojos y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije ‘¿A dónde vas?’ y él me respondió ‘Voy a medir a Jerusalén para ver cuanta es su anchura y cuanta es su longitud. Y he aquí salía aquel ángel que hablaba conmigo y otro ángel le salió al encuentro y ese otro ángel le dijo “Corre, habla a este joven y dile que Jerusalén va a ser habitada sin muros o sin muros será habitada Jerusalén a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella”.

“Yo seré para ella –dice Jehová- muro de fuego en derredor y para gloria estaré en medio de ella”. Si yo fuera a parafrasear este verso lo que este verso está diciendo es que Jerusalén va a ser una ciudad sin paredes, sin murallas. Que Dios va a estar protegiendo esta ciudad como si fuera un muro de fuego alrededor de ella y que la Gloria de Dios estaría viviendo justamente en medio de esa ciudad. Tres puntos bien importantes aquí en este pasaje. Ahora déjenme ponerles en contexto del por qué quiero compartir esto hoy con ustedes.

El viernes yo tuve la oportunidad de compartir un taller en esta conferencia de Ministerios multiétnicos donde me pidieron que yo pudiese hablar de mi perspectiva pastoral y de nuestra experiencia como Congregación León de Judá en lo que han sido nuestros retos en poder tratar de levantar un Ministerio multicultural y como desde una perspectiva pastoral nosotros hemos logrado lidiar con esos retos en alguna forma u otra. Para mi eso fue un reto. Yo me dije “¡Guau! Yo creo que eso el Pastor Greg lo puede hablar mejor que yo o tal vez el Pastor Roberto Miranda”. Pero obviamente el Pastor Miranda está en Puerto Rico y el Pastor Greg tenía una conferencia ese mismo día también. Así que yo me dije “Bueno, pues me va a tocar a mí el vellón. Así que vamos a prepararnos para eso”.

El asunto es que cuando yo llego a mi salón y me dijeron que tal vez iba a tener un grupo como de 15 personas. Pues yo me preparo para un grupo de 15 personas y cuando veo que se empieza a llenar el salón y termino con 35 personas en mi salón. Y yo empiezo a notar la gente que yo tengo en el salón. Tengo un Pastor anglicano que viene de Castleberry, ¿es que se llama esa ciudad allá en Ámsterdam si no me equivoco? Viene de allá él pero que está localizado acá en Nueva Inglaterra. Tenía otro Pastor que llegó de la India también para estar en esa conferencia, tenía una pareja joven –tal vez ellos se encontraban en sus mid-twenties- que llegó de Hawaii. Tenía como nuestro querido Pastor Greg, tenía dos gringos confundidos allí también. Bueno, dos gringos y dos gringas confundidos que estaban allí que entendían muy bien el español y lo hablaban muy bien.

Uno de ellos era de San Francisco, California; otro venía de Arizona y también había un Pastor original de Méjico que está ministrando en Texas ahora. So, tenía, claro está había como unas cuatro personas afro-americanas en el salón. So, miren la amalgama de personas que yo tenía en medio de este salón. Y claro está yo un Puertorriqueño en medio de todos ellos. Cuando yo me encuentro de frente a todas estas personas, yo me dije “Señor ayúdame”. Porque yo se que el tema que me toca hablar es bien difícil y yo estoy de frente a personas que tienen experiencias y perspectivas totalmente distintas a las que yo traigo a la mesa. Así que solo te pido que me pongas en gracia para poder comunicar lo que tengo que hablar.

Miren mis hermanos, cuando yo empecé a hablar… a mi siempre me gusta la interacción y gracias a Dios, desde el principio la gente empezó a interactuar. Pero hubo un momento que yo sabía que había un comentario que yo iba a decir que en algún momento u otro iba a abrir una caja de Pandora y así mismo sucedió. Porque yo estaba hablando en un momento acerca de que muchas veces las relaciones que se dan entre hispanos y afro-americanos que en algunos momentos creemos que tenemos muchas cosas en común y sí las tenemos. Pero son cosas en común que se experimentan con historias totalmente distintas.

Por ejemplo, el comentario que yo estaba hablando tenía que ver con el tiempo de la esclavitud. Y cuando yo saqué este comentario las personas afro-americanas que estaban allí, yo se que toqué un nervio en ellos. Y aunque estas personas reaccionaron y como que levantaron la mano e hicieron un comentario y yo como que “¡Guau! Déjame ver como arreglo esto ahora”. Pero al final estas personas se me acercaron y comenzamos a profundizar un poco más el comentario que yo había hecho. Ellos entendieron que yo no lo hice con ninguna intención de ofender pero si lo que sucedió fue algo que yo entiendo que fue milagroso. Porque en esa conversación se llevó a cabo un entendimiento que si yo no hubiese dicho ese comentario, jamás nos hubiésemos podido entender.

Y tal vez usted se está diciendo, ‘Pero Pastor Omar, ¿qué fue lo que usted dijo?’ Obviamente no voy a entrar en detalles pero in a nutshell lo que yo dije fue: “Que hay veces que yo –porque yo estaba hablando de mi- puedo percibir que cuando tratamos de hacer esfuerzos de ministerio combinado con estos dos grupos particulares hay veces que nuestras historias se interponen al nosotros poder ejercer un ministerio efectivo y productivo. Porque siempre estamos con ese prejuicio: ‘Okay, si yo me envuelvo contigo, what am I going to get out of it?’ ‘¿Qué voy a sacar de esto yo?’

Y es como que viene de un prejuicio ya de los tipos de historia que nosotros tenemos. Pero no fue hasta que yo hablé con estas personas que entonces me comenzaron a decir: “Mira tú tienes que entender que que esto es una historia que está bien cercana a nuestro corazón, que está bien cercana a nuestra experiencia”. Yo lo entendí así también. Pero a la misma vez me dieron el permiso de yo poder decir que si nosotros queremos alcanzar un tipo de ministerio que sea productivo, fructífero y de acuerdo a lo que Dios quiere y lo que Dios intenciona tenemos que aprender a mirar por encima de esas historias por más dolorosas que estas puedan ser. Para verdaderamente lograr hacer conexiones entre nuestros grupos, para nosotros verdaderamente poder definir que nuestra etnicidad está medida por los valores del Reino de Dios y no tan solamente por los grupos culturales de donde nosotros venimos.

Para nosotros poder reconocer reconocer que nuestra nacionalidad está en el Cielo y no tan solamente aquí en la Tierra aunque es una nacionalidad bien real. Pero si nosotros pertenecemos al Reino de Dios y queremos ver el Reino de Dios establecido aquí en la Tierra tenemos que pensar entonces con esa mentalidad. Porque si yo sigo juzgando las cosas con lo que tengo de frente a mi los alcances que yo pueda hacer van a ser bien limitados. Porque siempre va a haber un prejuicio a través del cual yo voy a estar mirando ese tipo de experiencias. Y eso no es lo que Dios intenciona y yo he salido de esta conferencia bien convencido de eso. Estaba convencido antes pero ahora aún más.

Miren unos puntos que quiero compartir con ustedes. Cuando yo leo ese texto que dice “Jerusalén va a ser una ciudad sin muralla, que Dios va a estar en derredor de ella como un muro de fuego y que su propia gloria va a estar viviendo en medio de nosotros…” miren alguno de los puntos que yo logré sacar de toda esta conferencia y de leer o interpretar este texto. Este texto, créanme este fin de semana ha sido evaluado en muchas formas, teólogos han hablado de este texto, pastores han hablado de este texto, lideres laicos han hablado de este texto; así que yo solamente quiero compartir con ustedes hoy la porción que me tocó a mi: uno de sus pastores compartiendo esto con ustedes.

Pero el primer punto yo lo tomé del Doctor Al Padilla cuando en su presentación el viernes por la mañana él estaba diciendo que ser parte de una ciudad sin murallas- y para esto consta, vamos a hacer un cambio aquí- ser parte de una iglesia sin murallas. Lo voy a decir así. Ser parte de una iglesia sin murallas significa o implica un nuevo aprendizaje al cual todos nosotros nos tenemos que enfrentar. Un nuevo aprendizaje al cual todos nosotros nos tenemos que someter de alguna forma u otra. ¿Por qué un nuevo aprendizaje? Imagínense ustedes que si ustedes viven en una ciudad fortificada que tiene murallas a su alrededor y dentro de esas murallas hay un sistema de gobierno. Un sistema social a través del cual todo el mundo se rige y cada cual está acostumbrado a vivir de esa forma, esas murallas proveen un sentido de protección, proveen un sentido de seguridad. Todo el mundo está bien cómodo con su propia esquinita y todo el mundo vive de esa forma.

Ahora si quitamos esas murallas, ya la cosa es totalmente distinta. Porque lo que se entiende que es el sentido de protección, lo que era seguro ya no es más y tenemos que empezar a lidiar entonces con que somos una comunidad totalmente abierta, que cualquier persona puede llegar a donde nosotros estamos. Si yo les doy un ejemplo bíblico el profeta Isaías habló de esto en un momento. Isaías en el capítulo 54 los versos del 14 en adelante. Miren algunas palabras que él dice inspirado de parte de Dios. Él dice “Con justicia –hablando de Jerusalén- serás adornada y estarás lejos de opresión porque no temerás y lejos de temor porque no se acercarán a ti.

Si alguno conspirare en contra tuya lo hará sin mí. Y el que contra ti conspire delante de ti caerá. Ninguna arma forjada en contra tuya prosperará y condenarás toda lengua que se levante en contra de ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de mi vendrá”, dijo Jehová. Aquí Dios está hablando de esa dinámica de Él ser ese muro de fuego que protege a la ciudad. Qué Él es el que protege de cualquier influencia que trate de venir de afuera para destruir lo que está ocurriendo adentro. Ahora si yo leo más adelante en el capítulo 60 el verso1. Miren esto que interesante.

Dice: “Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti porque he aquí que tinieblas cubrirán la Tierra y oscuridad las naciones más sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria”. El verso 3, aquí está la clave. “Y andarán las naciones a Tu luz y los reyes al resplandor de Tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira. Todos estos se han juntado y vinieron a ti. Tus hijos vendrán de lejos y tus hijas serán llevadas en brazos”. Obviamente Isaías está hablando de un tiempo de exilio donde está diciendo que todo el pueblo de Jerusalén va a ser reunido una vez más pero a la misma vez cuando él habla de que naciones y reyes vendrán a esta nueva luz que ha amanecido sobre Israel, está hablando precisamente de ese plan nuevo que Dios está estableciendo con esta nación.

Que va a ser una nación donde otras naciones van a llegar a ella para explorar, para disfrutar, para aprender de lo que está sucediendo en medio de esa nación. Ahora, cuando nosotros vemos esto a la luz de la Iglesia, cuando nosotros vemos esto a la luz de lo que Dios está queriendo hacer aquí en medio de Nueva Inglaterra, esto tiene muchas implicaciones mis hermanos. Porque eso significa que cuando nosotros oramos y pedimos que Dios traiga avivamiento aquí en este lugar, que Dios traiga avivamiento en esta reunión o en esta región y nosotros decimos “Amén” a eso, ¿verdad? Siempre que oímos esa palabra es como que “¡Sí, amén! ¡Que venga avivamiento!” y todo se va en fiesta cuando decimos eso. Pero es bien importante entender, mis hermanos, que el avivamiento de Dios no viene a una iglesia local tan solamente. Lo que Dios quiere hacer no es tan solamente con una iglesia local. Lo que Dios quiere hacer es con un cuerpo mayor. Lo que Dios tiene intencionado abarca a mucho más de lo que es León de Judá.

León de Judá es tan solamente una milésima parte de lo que Dios quiere hacer en una región aún mucho mayor. Y eso tiene grandes implicaciones para nosotros como iglesia. Porque eso implica que para nosotros poder ser parte de ese plan mayor tenemos que entender primero como se aplica esa idea de ser una iglesia sin murallas. De ser una iglesia cuyo sistema está abierto a una total revolución y renovación de parte de Dios para nosotros aprender lo que significa vivir dentro de ese sistema. Y esto es algo bien difícil porque a ninguno de nosotros nos viene natural el ajustarnos a esos cambios. A ninguno de nosotros se nos sale natural exponernos a personas que no conocemos. Personas de distinto color de piel, personas con un acento distinto en su voz, personas con olores a gardenia y personas con olores a basura.

Se nos hace bien difícil ajustarnos a todas esas dinámicas. Más sin embargo si somos una iglesia sin murallas vamos a ser expuestos a eso. De alguna forma u otra van a llegar personas aquí a este lugar que Dios las va a traer, mis hermanos, yo lo tengo que decir así, Dios las va a traer. En alguna forma u otra esas personas van a empezar a llegar aquí y nosotros como iglesia tenemos que estar listos y preparados para saber como lidiar con esas nuevas multitudes que llegarán aquí.

Miren, yo les doy un ejemplo. Esto es acabadito de sacado del horno. ¿Cómo quieren el pan? ¿Lo quieren francés, lo quieren italiano? ¿De qué sabor lo quieren? Miren esto. Yo se los tiro y ustedes le ponen la mantequilla o la jalea como ustedes quieran. Miren esto, yo comparto esto, mis hermanos no porque es que me las quiero echar pero comparto esto porque yo creo que fue una respuesta de Dios inmediata a lo que yo prediqué esta mañana. Cuando yo me bajo del altar voy arriba me empiezo a comer mi guineo o mi banana, como mejor ustedes entiendan. Voy allí y de repente llega esta hermana, corriendo a mi oficina: “Pastor tenemos un muchacho allí abajo que necesita ayuda, que necesita coger un taxi y no tiene dinero. A ver si usted puede bajar y ayudarlo”. Y yo “¡Guau! Okay” y cuando voy así bajando con ella, ella me dice: “Parece que el muchacho le dieron, alguien lo golpeó, el muchacho no se ve muy bien”. Y yo me imaginé tal vez tenía un tajito o algo, el muchacho.

Entonces cuando llego aquí a la escalera me encuentro con un muchacho que tenía el ojo totalmente apagado, un tajo aquí en la frente, sangre por la nariz, sangre en la oreja y solamente tenía una camisita de hospital azul de plástico. Y él estaba ahí sentado. Cuando yo me le acerco y lo toco el muchacho estaba frisado porque estaba loco allá afuera tratando de conseguir una guagua y la guagua no lo dejaba entrar. Estaba tratando de conseguir un taxi pero nadie lo ayudaba a conseguir un taxi. Y esta muchacha de la iglesia lo vio allá afuera medio desorientado y que fue lo que hizo: “Déjame traerlo a la iglesia para ver si alguien lo puede ayudar”. Y ¿quién es el primero que la muchacha encontró? El Pastor Omar.

Aquí entonces, mira a mi me estuvo bien curioso esto, la muchacha me dice “Pastor lo dejo ahí entonces para que practique lo que predicó hoy”. [Risas y aplausos]. ¿Verdad que sí Fabio? Mira que interesante esto, mis hermanos, yo creo que Dios tienen un sentido de humor y la gente también. Yo amo a mi gente, definitivamente. [Risas]. El asunto es que yo estaba hablando con Bruce entonces y yo “Bruce, ¿tienes el dinero para ayudar a este muchacho? A ver si hacemos un serrucho entre tú y yo”. Yo tenía como ocho dólares y Bruce me dio uno de 20 y yo le di los 8 y yo cogí el de 20 y voy para allá abajo a hablar con el muchacho [Risas].

Cuando estamos ahí que yo me acerco, yo no se, hubo algo que me compungió mi corazón. Yo empiezo a hablar con este muchacho, le pregunto su nombre se llama César, así que oren por César. Estoy ahí hablando con él y le empiezo a preguntar “César, ¿qué pasó contigo?” Y él me explicó que anoche después que salió del trabajo salió con unos amigos a darse un par de cervezas y cuando salió una ganga le cayó encima y le agolpearon y le dejaron tirado en la calle y después de eso él no se recordó que más pasó. So, él estaba aquí tratando de coger un taxi porque él estaba bien cansado, bien adolorido y quería llegar a su casa. Yo le dije “Bien, pues vamos a ver, ¿Cómo consigo un taxi?”. Busco un número y empiezo a hablar y de repente me puso con Fabio y le digo “Fabio, ayúdame a ver si podemos conseguir a alguien que viva en East Boston que lo pueda llevar allá”.

So en el ínterin de tiempo, yo cojo al muchacho y lo traigo aquí a la antesala y sigo hablando con él, sigo hablando con él y yo me doy cuenta que el muchacho estaba como que temblando de frío. Obviamente, imagínense una camisita de hospital, así de plástico finita. Y yo de repente me digo “¡Guau! Señor, ¿Qué yo puedo hacer con este muchacho ahora?” Y yo tenía, los que se recuerdan esta mañana, yo tenía un sweater verde por encima de esta camisa, y es uno de mis sweaters más favoritos. Era, era uno de mis sweaters favoritos. Tengo que recalcar eso. Era. [Risas]. Alguien lo está disfrutando ahora. Pero, mis hermanos, fue eso de verdad. Yo honestamente, yo voy a hacer esta confesión. Desde la primera vez que yo vi al muchacho me pasó esto por la cabeza “Pásale tu sweater” y yo “No”. ¿Saben por qué yo dije que no? Porque eso ya me había pasado aquí en esta iglesia anteriormente cuando yo empecé.

En mi primer año aquí en la iglesia yo recuerdo que mi esposa me había regalado un jacket de lluvia bastante chévere. Deportivo como a mi me gusta. Y yo recuerdo que hubo un día que se acabó el segundo servicio y llegó una persona una persona de afuera de la calle y yo se que estaba borracho y como que se empezó a poner medio violento. Y el tipo se me acercó y miró mi jacket y me dijo “Oye, me gusta ese jacket”. Y yo “¡Ah! ¿Te gusta? Toma”. Me lo quité y se lo di y después me arrepentí. [Risas]. Como tres días después veo al muchacho por ahí por la calle caminando con mi jacket cubriéndose. Y yo “Señor, fíjate, Señor, que lo disfrute”.

Pero la cosa fue que cuando me encontré con César aquí también me pasó lo mismo, mis hermanos. Y yo quiero que entiendan lo que estoy diciendo porque yo me sentí incómodo. Hubo una parte mía que se sintió incómoda. Yo sabía que era Dios el que me estaba inquietando a yo poder hacer eso con una persona que lo necesitaba. Y estaba diciendo “O le doy el sweater o le doy la chaqueta, ¿cuál de los dos le va a funcionar más?” Miren, pregúntenle a Fabio. Fabio estaba conmigo. “Mira, toma el jacket”. Se lo pusimos, lo ayudamos porque él casi ni podía mover las manos, los vestimos, le traemos un cubo. En lo que entonces llegaba mi hermano Salomón, mira como funciona el cuerpo de Cristo, que él se ofreció para llevarlo allá. Lo llevó hasta allá, hasta East Boston. [Aplausos]. Pero miren como funciona. Miren como funciona este mensaje que yo estoy comunicando ahora mismo con cada uno de nosotros mis hermanos.

Que las cosas que Dios quiere hacer, no necesariamente es un avivamiento espiritual de “¡Ah! ¡Qué rico se siente! Y los pelos se esmorusan y uno habla lenguas por allá, y el otro profetiza por allá, y uno es sanado por aquí y de repente se oye de un milagro por allá. Amén. Gloria a Dios por eso que suceda”. Pero las cosas sobre naturales que Dios también quiere hacer es precisamente eso que pasó esta mañana. Que llegue gente adolorida, que llegue gente dañada por la sociedad. Gente que ha sufrido injusticias de la sociedad y que lleguen aquí y que puedan encontrar un tipo de refugio y que se encuentren con un hombre o con una mujer que está dispuesto a quitarse su camisa y dársela o que está dispuesto a faltar a parte del servicio por llevar al muchacho allá a East Boston y volver otra vez. De eso es lo que se trata lo que Dios quiere hacer en medio de nosotros. Ahora estoy hablando del contexto hispano nada más. Pero lo que Dios quiere hacer trasciende culturas. Trasciende grupos étnicos.

Y aquí es donde yo también entiendo que muchas veces se pone difícil para nosotros. Cuando hablamos de avivamiento, Dios quiere avivar a su iglesia. Dios quiere avivar a hispanos, Dios quiere avivar a afroamericanos, Dios quiere avivar a asiáticos, a brasileños, a españoles. Dios quiere avivar a todas las naciones y culturas representadas alrededor del mundo entero. Y para eso nosotros como iglesia tenemos que estar preparados. Porque eso no nos va a venir, así, demasiado fácil. ¿Saben qué? Esas injusticias es uno de los prejuicios que nosotros también tenemos que sobrepasar. Porque muchas veces aunque estamos hablando de grupos minoritarios, nosotros mismos hemos tenido tertulias o percances con esos mismos grupos hispanos. Particularmente en la comunidad más joven. Hay veces, jóvenes hispanos que están en peleas con jóvenes afroamericanos o jóvenes asiáticos que también están en peleas con jóvenes afroamericanos.

Y muchas veces para poder tratar de edificar esos puentes hay que sanar las heridas que las injusticias han causado a lo largo de esos y cada uno de esos grupos. Y eso no es nada fácil, mis hermanos. Cuando hablamos de un nuevo aprendizaje, significa precisamente eso. Como me pasó en ese taller el viernes. Que podamos tener conversaciones difíciles con aquellos que tal vez nos han herido o tal vez nosotros hemos herido y poder tratar de aclarar esos malos entendidos para entonces podernos identificar como una etnia, con un mismo sentido, con un mismo valor que es el valor del Reino de Dios.

Es posible llegar ahí pero va a requerir sacrificio de ambas partes o de todas las partes. Porque si esto no es algo que está en la visión comunal de nosotros como cuerpo, de nosotros como iglesia, entonces no vamos a poder llegar muy lejos. Miren esto. Este es otro punto que les quiero decir. Parte de vivir como una iglesia que no tiene murallas y la gloria de Dios viviendo en medio de ella, tenemos entonces que depender aún más que nunca de esa nutrición, de esa alimentación que recibimos del poder de Dios. Si esa gloria de Dios está viviendo en nosotros, esa misma gloria de Dios es la que nos enseña a saber como vivir los unos con los otros dentro de estas cuatro paredes. Y miren que eso hace falta también.

Porque si queremos buscar unidad con otros grupos étnicos y culturales tenemos que aprender lo que es la unidad dentro de nosotros mismos como iglesia. Y eso es algo que es bien intencionado mis hermanos. De nada vale que nosotros gastemos esfuerzos y energía en buscar la unidad con otros grupos, con otras iglesias si nosotros aquí como iglesia no aprendemos lo que significa vivir en unidad. Y tal vez usted dice “Pero Pastor eso se da aquí en la iglesia. Mire”. Sí se da en la iglesia, sí se da en la iglesia. Pero si son un ministerio peleando con otro ¿a quién le dan más atención que quien? O que si llega una persona nueva y uno entonces empieza a defender su territorio cuando verdaderamente no es su territorio. Pero es como si “¡Guau! Cuidado, espérate, esta persona me va a quitar el puesto ahora. Cuidado ahora, entonces” Y uno empieza como que a actuar así como que defensivamente.

O si aquel que no me saludó y se cree que es una iglesia de mucho amor y de mucha paz y… ¡Eh! Ni Walter Mercado hace eso. Pero miren mis hermanos, es bien importante que nosotros podamos entender que ese espíritu de unidad tienen que estar bien activo y bien genuino en nosotros primero que nada para entonces nosotros poder nutrir ese mismo mover con otros grupos a nuestro alrededor. Déjenme seguir poniendo otra cosa aquí en contexto. Otra de las personas que hablaron este viernes fue el Pastor Bishop William Thompson que es el Pastor principal de la iglesia Jubile. ¿Cuántos de ustedes conocen la iglesia de Jubile aquí? ¿La conocen verdad? Una iglesia predominantemente de afroamericanos pero es una iglesia multicultural también.

El asunto es que mientras él estaba hablando precisamente acerca de este pasaje de Zacarías una de las cosas que él sacó de ahí es que para nosotros lograr ser una ciudad sin murallas, gobernada y protegida por el Señor y donde la gloria del Señor se manifieste en medio de ella nosotros tenemos que aprender a como compartir necesidades comunes que tengamos un grupo con el otro. Me explico y lo voy a hacer bíblicamente. ¿Se recuerdan? Ya que hemos estado predicando del Libro de los Hechos. En el Libro de los Hechos, capítulo 2. Una de las cosas que se menciona en el verso 44 dice: “Y todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas”. Eso es clave: ‘tenían en común todas las cosas’.

“Vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad que tenía cada uno”. Un poquito más adelante. Capítulo 4, verso 32. Dice: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y de un alma. Y ninguno decía suyo nada de lo que poseía sino que tenían todas las cosas en común”. Una vez más, está enfatizando el hecho de que todos tenían todas las cosas en común. Cuando yo estoy escuchando al Pastor Thompson hablar y él dice que nosotros como iglesias tenemos que aprender a como suplir nuestras necesidades. Esas necesidades que están en común unos con los otros. Él mencionó algunas. Y la primera que él mencionó es como nosotros como iglesia podemos ayudar a reducir lo que es la violencia de jóvenes en nuestras calles. Las calles de nuestros vecindarios.

Que muchas veces nos limitamos a orar y orar y orar aquí dentro de la iglesia pero es bien poco lo que hacemos cuando nos vamos allí afuera y tratamos de involucrarnos más con la comunidad para buscar la forma de reducir esos casos de violencia que se da entre nuestra juventud y nuestra juventud hispana con la juventud de otros grupos culturales, también. Otro punto que él mencionaba también es como juntos podemos trabajar en el mero hecho de poder impactar los sistemas políticos de esta nación para que puedan haber leyes que sean mucho más justas, que puedan alcanzar a una población inmigrante que sigue creciendo, creciendo y creciendo en medio de esta nación.

Inmigrantes minoritarios que se dividen en distintos grupos culturales. Ahora eso no implica que al nosotros envolvernos con otras iglesias, con otros grupos y ministerios, eso no implica o significa que nosotros dejemos de ser el tipo de iglesia que somos. Que nosotros, entonces, descuidemos el grupo hispano solamente por atender a otros grupos. ¡No, no, no! Yo entiendo que el propósito de Dios es que nosotros seamos una iglesia hispana y que podamos atender a las necesidades de nuestra comunidad hispana. Pero también yo entiendo que Dios nos está moviendo a hacer un poco más allá de eso y nosotros poder reconocer que somos parte de un grupo mayor que está ahí afuera. Y no es cualquier grupo. Estamos hablando que es la iglesia. Y Dios quiere que nosotros trabajemos con esas otras partes del cuerpo de Cristo, también.

Que podrán ser de un color distinto, que podrán tener un tono de voz distinto al suyo, que tal vez uno es más alto, otro es más bajito. Pero ¿Saben qué? Eso lo tenemos aquí ahora mismo así que hemos tenido una buena práctica para podernos conectar con esos otros grupos. Yo entiendo, mis hermanos, y estoy totalmente convencido de esto: que hoy más que nunca Dios está llamando a la iglesia. A que nosotros podamos aprender a estrechar nuestros lazos aún más. Yo decía esta mañana, compartía con el grupo esta mañana, donde yo vivo en Randolph en mi calle. Es bien interesante porque al frente mío yo tengo un policía de la ciudad de Hamilton que es anglo, totalmente blanco él. Le gusta ir de cacería, obviamente es policía. A cada rato me dice “me voy a ir allá a mi cabaña en Maine y me voy a trepar en un árbol a esperar que pase un venado por ahí”.

Él me dice que pasa horas trepado en ese árbol esperando que pase un venado y hay veces que no pasa ninguno. Ese es mi vecino que tengo justamente al frente. Un poquito más adelante tengo una familia de afroamericanos también que los tengo ahí, al lado mío tengo una familia colombiana que hemos establecido muy buenos lazos con ellos. Los amamos mucho. Ahí va para los colombianos. Entonces detrás de mi tengo una familia puertorriqueña. Allá de Mallagüé, de los jibaros de Mallagüé y en el verano la verdad que es interesante porque prenden el radio, acogen de él con salsa y yo tengo salsa ahí de gratis. Y hay veces que yo me digo, que no es que no me guste la salsa pero tú sabes “escucha tu música allá y yo escucho la mía acá, bajito, acá… cada cual” pero esos son mis vecinos en la parte de atrás.

Al otro lado, tengo una familia asiática que creo que son coreanos y yo no se pero cuando Estados Unidos estaba celebrando el 4 de Julio el Día de la Independencia, tres semanas después a ellos les dio por celebrar la independencia de Corea. Y de repente a las 9 de la noche yo oigo fuegos artificiales ahí que salen y yo “Rayos, se acabó el mundo. Llegó Cristo y yo me quedé”. Y cuando yo salgo y me asomo a la parte de atrás tenía esta familia de asiáticos que literalmente había como 100 personas en ese patio allá detrás. Y estaban tirando fuegos artificiales y había un dragoncito por ahí corriendo, y tantas cosas. Y yo lo único que podía decir era “Señor que no se levante Lucas, por favor”.

Y un poco más abajo también, tengo una familia de jamaiquinos que cuando a ellos les da con hacer fiestas, ellos se tiran la fiesta con todos los pavos. Hasta alquilan un Moon Walking y lo ponen allí y eso música con altoparlantes, no es un radio, es música con alto parlantes. Así que eso es una descripción de mi vecindario. ¿Saben lo que a mí una vez me cruzó por la mente? Qué interesante sería pedirle a la ciudad de Randolph un permiso para cerrar la calle y hacer un barbacue entre todas esas personas. [Aplausos] Suena bien romántico, yo se que eso suena bien romántico pero ¿saben qué difícil sería poder hacer eso? Sería algo bello y hermoso, pero ¿saben lo que es que cada cual contribuya algo al plato, al barbacue? Que los jamaiquinos traigan algo, que los afroamericanos traigan algo, los puertorriqueños traigan algo, los colombianos, el americano que traiga un canto de venado y lo ponga en el barbacue.

Sería algo bien interesante, mis hermanos. Pero miren, todo esto lo estoy diciendo porque de nuevo, mis hermanos, yo veo cada vez más y más que si nosotros queremos recibir ese mover de Dios en medio de esta región. Si nosotros queremos verdaderamente ver la mano de Dios obrando nosotros tenemos que aprender no tan solamente a como vivir nosotros como iglesia local sino aprender nosotros a vivir como iglesia local en relación con otras iglesias. Martin Luther King creo que fue el que dijo –no voy a decir ‘I have a dream’ ahora, no voy a decir eso- pero quien sabe yo también tengo un sueño. Pero Martin Luther King en uno de sus discursos, él dijo una vez que el domingo a las 11 de la mañana es el momento cuando el cuerpo de Cristo está más segregado. Miren eso. Eso duele, mis hermanos, eso duele. Yo oigo una frase como esa y me pincha el corazón por así decirlo.

Porque el cuerpo de Cristo si verdaderamente quiere estar unificado pues tiene que hacer precisamente eso. La palabra segregación no puede caber en el vocabulario del cuerpo de Cristo. Y de nuevo yo vuelvo y digo: aunque cada grupo cultural tiene el llamado de ministrar a su grupo en particular, yo creo que Dios llama a eso a cada grupo cultural aquí en medio de esta nación porque funciona como un refugio también para nosotros, también que estamos aquí. Nuestras experiencias compartidas, podemos ser ministrados dentro de este cuerpo. Pero a la misma vez la visión y el plan que Dios tiene sobrepasan a todas esas cosas. Para nosotros poder aprender a trabajar con otras partes del cuerpo. Lo hemos predicado aquí, Primera de Corintios 12, cuando estamos hablando de que ninguna parte del cuerpo le puede decir a la otra “no te necesito” o “tú no eres parte del cuerpo”. ¡No! Todos somos parte del cuerpo. Por más grande o más pequeña que sea.

Por más importante o insignificante que sea su función es todo parte del cuerpo y nos necesitamos los unos a los otros. En la misma forma ocurre con la iglesia, el cuerpo de Cristo aquí en la región de Massachusetts, de Nueva Inglaterra y también alrededor de toda la nación y aún alrededor de todo el mundo. Y esas otras partes del cuerpo de Cristo, mis hermanos, tienen colores y olores y sabores que tal vez a nosotros no nos van a gustar. Pero yo se que Dios nos llama a poder a trabajar, interactuar con esos colores, con esos sabores y con esos olores.

Si queremos verdaderamente ver el mover de Dios en medio de nosotros tenemos que abrir nuestros horizontes a esas dimensiones también. Al yo poder reconocer los dones que Dios tiene en Jubile y que nosotros no somos más que ellos, al yo poder reconocer los dones que están en el Boston Evangelical Chínese, Boston Chínese Evangelical Church, que yo pueda ver los dones y los talentos que Dios ha puesto en ellos y como esos dones y esos talentos se complementan los unos a los otros para traer ese mover de Dios en medio nuestro y que entonces juntos nos podamos mover en lo que sea que Dios quiere hacer en medio de esta región. Yo no se ustedes pero yo a eso le digo un “Amén” bien grande.

Déjenme cerrar con esto, mis hermanos, voy a cerrar con esto: yo creo que la parte más bella y más hermosa de todo esto, aunque hay una parte que es bien difícil, claro está, el mero hecho de tener que lidiar con esa incomodidad del momento, del proceso; pero esa incomodidad trae esperanza y la esperanza nunca avergüenza, como dice la palabra de Dios. Y esta esperanza lo que me da a entender a mi es que al nosotros aprender a hacer eso, el nosotros aprender aprender a vivir con otros grupos culturales, con otras iglesias, el nosotros aprender a rozarnos los hombros con ellos, el nosotros aprender a adorar con ellos. Yo no estoy diciendo adorar como ellos, estoy diciendo aprender a adorar con ellos. Porque no significa que ahora mis hermanos hispanos empiecen a actuar como los afroamericanos o que los afroamericanos empiecen a actuar como los coreanos.

Yo no estoy diciendo eso. Yo lo que estoy diciendo es que aprendamos a reconocer quienes somos pero a la misma vez ver que lo que Dios quiere para nosotros sobrepasa cada una de esas cosas. Y el nosotros aprender a vivir eso, ¿saben qué? Nos da un vislumbre de lo que nosotros vamos a experimentar en el Cielo. ¿Se recuerdan de la Palabra de Apocalipsis libro 7 verso 9? Voy cerrar aquí. Dice: “Después de esto miré y he aquí una gran multitud la cual nadie podía contar de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas que estaban delante del Trono y en la presencia del cordero vestido de ropas blancas y con palmas en las manos clamaban a gran voz diciendo: ‘la salvación pertenece a nuestro Dios que está sentando en el Trono y al cordero’.

¡Que bello y precioso va a ser ese momento en el Cielo cuando todos nosotros nos encontremos junto a esa multitud aclamando, bendiciendo y adorando a ese Rey de reyes y Señor de Señores! ¡Qué lindo será, ¿verdad?! Pero por qué esperar al Cielo cuando lo podemos hacer aquí. ¿Por qué mejor no traemos un cantito de Cielo y lo hacemos presente aquí con nosotros? Voy a cerrar con esto: I have a dream, por así decirlo. I still have. Pero hace unos meses atrás nosotros los Pastores aquí fuimos a participar en un Pastors Prayer Summit, una convocatoria de oración que sucede todos los años de distintos pastores de aquí del área de la región. Pastores anglosajones, afroamericanos, hispanos, asiáticos, jóvenes y viejos. Habían allí, no se, como tal unas 80 casi 100 personas que llegaron allí más o menos.

Estaba ese grupo y el asunto es que yo estoy allí sentado y yo empiezo a prestarle atención a las oraciones que están diciendo. Y empiezan a orar bien intenso diciendo “Señor trae avivamiento a la región de Nueva Inglaterra, trae avivamiento a nuestras iglesias, trae avivamiento a nuestros jóvenes, a nuestros ancianos. ¡Oh! Que nuestros ancianos tengan sueños y nuestros jóvenes visiones”. Pero el asunto es que en medio de todas estas oraciones yo estoy así sentado en la parte de atrás y yo recibo esta impresión, esta palabra que me dice “Mira lo que mi Padre está pidiendo yo lo quiero dar, pero no están listos para recibirlo. Porque no están unidos”. Una vez al año sacan tiempo para venir reunirse y orar pero después de esto cada cual por su lado otra vez.

¿Cómo yo puedo traer lo que yo quiero hacer verdaderamente si todavía no está esa cohesión, esa fusión de todas esas energías en una forma bien genuina y constante que se pueda mantener? Que no sea algo por un mero evento de un día nada más y después el resto del año cada cual por sus esquinas. Y mientras yo estaba como que reflexionando en esa palabra, de repente vino otra cosa así a mi mente que me dijo: Imagínate un día –y yo comparto esto con usted- Imagínense un día donde todos los templos estén vacios pero la iglesia esté llena. ¿Entendieron? Un día donde todos los templos, edificios, estén vacios pero que la iglesia esté llena, reunida, unánime en un mismo lugar. Óigame, yo no se usted, pero eso es como revivir ese momento cuando Martin Luther King logró reunir a todas esas personas de todos esos lugares con ese mismo discurso diciendo “Yo tengo un sueño”.

Donde todos los hombres y mujeres, no importando el color de su piel o su trasfondo cultural puedan ser considerados como uno solo. Yo me puse a pensar Señor el Kiddy Garden no me puede aguantar, no puede aguantar esa iglesia. El Gillette Stadium ¿Qué capacidad tiene? 60 y pico de mil personas, no puede retener a esa iglesia. El Boston Common, maybe. Pero van a tener que cerrar un par de calles para poder aguantar a la Iglesia. Yo no se ustedes mis hermanos, pero y deseo y anhelo ver ese día cuando Dios verdaderamente derrame todo su poder porque su iglesia está verdaderamente unidad, preparada para recibir lo que Él tiene.

Ese momento se acerca. Yo estoy seguro que ese momento está más cerca ahora que nunca. Pero nosotros tenemos que concientizarnos en una forma mucho más intencional y mucho más profunda de verdaderamente poder ver a través de esos paradigmas de vida que muchas veces nos han separado el uno del otro por demasiado tiempo. Y pedirle a Dios que nos de la gracia para saber como sanar las heridas de las injusticias que se han causado a lo largo de todos estos grupos y poder ministrar con la paz que solamente Dios da. Que no nos miremos los unos a otros de acuerdo a las historias de vida que nosotros hemos tenido sino que nos veamos cada uno de nosotros a la luz de la historia que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.

Esa historia tiene mucho más peso que cualquier otra. Y consta que no le estoy quitando valor a las historias individuales de cada cual pero la historia de Dios se da por encima de cada una de ellas. Yo les animo, yo les exhorto a que cuando usted salga de aquí, tal vez usted no sale hoy con su pelo emborrizado o no sale brincando en una patita pero yo quiero que usted salga de aquí con un sentido de convicción. Que cuando usted salga de aquí salga orando pidiendo al Señor: “Señor enséñanos a como ser ese tipo de iglesia que Tú quieres que seamos. Enséñame a como yo poder intencionalmente conectar mejor con mi prójimo como Tú pides. No importando su color de piel, o la música que oye o la comida que come. Pero que yo pueda buscar la forma de conectar con ellos en una forma más intencional y directa.

Ayúdame Señor a que cuando se me aparece alguien así al frente que está necesitado, que esta dolido, que esta sangrando literalmente, ayúdame a no echar mi mano para atrás. Sino a poder dar y contribuir a esa necesidad. Ayúdanos a ser ese tipo de iglesia que cuando Tú nos muevas a hacer esfuerzos en conjunto con otras iglesias con otros grupos, mira que no nos quedemos atrás como que ‘¡Ah! Pero eso es mucha cosa. No, hay mucho tráfico, no va a haber parking’. Mire por encima de esas cosas y vea las posibilidades de lo que Dios puede hacer. Yo lo creo mis hermanos, que Dios está al borde de hacer algo grande pero nosotros nos tenemos que poner las pilas. No tan solamente ponernos las pilas a nivel personal, de como nosotros podamos responder al llamado de Dios en nuestras vidas, que como que nos tenemos que ajustar. Tiene que haber un aprendizaje a nivel interno de como los valores y los principios de Dios se cimentan en nosotros.

Pero también tiene que haber una transferencia de cada una de esas cosas a nuestro exterior y como Dios nos llama a conectar con esas otras personas que tenemos a nuestro alrededor. Que Dios nos ilumine, mis hermanos, a saber como tener conversaciones difíciles con otros. Aun con la misma comunidad homosexual, porque esto está en el meollo. Que hay veces que los tratamos como que ¡Ah para afuera con esa gente! Pero mire que Dios nos ayude a nosotros a tener la gracia y la sabiduría de sabernos sentar en una mesa y no necesariamente back down de nuestros principios pero sino saber como hizo Jesús que se sentó con un saqueo, que dejó que una prostituta le lavara sus pies con lágrimas y los secara con sus cabellos y él seguía siendo Jesús.

Que Él nos enseñe a nosotros a como hacer eso. Que nos podamos sentar con otros que son diferentes, que piensan diferente a nosotros. No bajándonos de los principios y los valores que dominan en nosotros. Esos valores del Reino del Dios pero si aprendiendo a compartir una comida con ellos. Aprendiendo a como tener una conversación, aprendiendo a que lo mas seguro es que tiene que haber un momento donde yo tenga que callar para poder escuchar la historia del otro, la perspectiva del otro y también pidiéndole a Dios la gracia donde ese otro lado va a tener que callar y poder escuchar mi perspectiva y mi historia. Para que al fin de todas las cosas, mis hermanos, podamos vivir a la luz de la historia que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. ¡Oh, Señor Jesús te damos la gloria y la honra solamente a ti Padre! Yo te doy las gracias por Tu palabra, yo te doy las gracias por lo que Tú estás haciendo en medio de esta región, Señor. Yo te doy las gracias por esta iglesia, Congregación León de Judá, por las cosas tan bellas y tan hermosas. Lo que Tú has hecho, lo que Tú estas haciendo y lo que Tú vas a seguir haciendo en medio de nosotros. Pero a la misma vez, Señor, yo ahora en conjunto con cada uno de mis hermanos y hermanas te rogamos Jesús que Tú nos enseñes a ser esa iglesia sin murallas. Enséñanos a ser esa iglesia donde Tú eres quien nos protege como un muro de fuego alrededor de nosotros.

Ayúdanos a ser esa iglesia donde Tu gloria está tan activa y tangible en medio de nosotros que podamos entonces conectar con esas otras personas a nuestro alrededor que llegarán a esta luz. Que llegarán a experimentar esta gloria Jesús. No es una gloria que Tú tienes limitada para nosotros nada más, sino que es una gloria que Tú quieres invertir sobre Tu iglesia, Tu cuerpo, Señor. Sobre esta ciudad, sobre este estado, sobre esta región, sobre esta nación y aún alrededor del mundo entero donde se reúna ese mismo cuerpo, Señor.

Padre me llena de sumo gozo el poder saber que a la misma vez que nosotros estamos esta oración hay otras personas, hay otras iglesias en otras partes del mundo que están orando por lo mismo, Señor. Precisamente en este mismo momento, Señor. Que están orando por nosotros en Australia, que están orando por nosotros en Italia, que están orando por nosotros en Sudáfrica o en India, o en Corea y así mismo nosotros estamos orando por cada uno esas partes del cuerpo allá en esos otros lugares. Pare enséñanos, abre nuestros ojos, ayúdanos a concientizarnos a como es que Tú quieres que podamos vivir. Que si podamos fomentar la unidad entre nosotros mismos aun más y que Tú abras nuestros ojos para poder ver los momentos que estamos siendo injustos los unos con los otros.

Podernos perdonar, mi Dios y podernos abrazar para poder seguir trabajando juntos en el llamado que tú tienes para nosotros como iglesia. Como iglesia local y a la misma vez, ayúdanos, Señor, danos el discernimiento para saber también como sanar esas injusticias que se han dado con otros grupos culturales, con otros grupos minoritarios para saber entonces como vernos a la luz de los valores de tu Reino, Señor. Que podamos medir nuestra historia con la historia que Tú estás haciendo en medio nuestro, Señor. ¡Oh Padre! Queremos ver tu gloria manifestarse aquí en esta regió, Señor. Que tu gloria se manifiesta en todos los ámbitos, Señor, de nuestras vidas, de nuestras familias, de nosotros como iglesia. Enséñanos Jesús a responder a tu llamado. De ser una ciudad, de ser una nación, de ser un cuerpo sin murallas cubierto, protegido y ungido por Ti, Señor.

Bendecimos a nuestras iglesias hermanas aquí en esta comunidad, aquí en esta ciudad, Señor. Sean del color que sean, sean del trasfondo que sean y pedimos que tu gracia y poder se manifieste en cada uno de ellos también. Enséñanos a vivir juntos en armonía como Tú intencionas para este tiempo, Señor. En tu nombre Jesús oramos y te bendecimos y te damos toda la gloria y toda la honra solo a ti, Señor. Amén y amén.

Se busca un intercesor

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Vamos a la Palabra de Dios, vamos a Ezequiel Capítulo 22 versículos 30 y 31. Me gusta decir, me encanta recalcar y casi siempre yo puedo –raras son las veces que no sigo a la intervención del Pastor Omar que no tengo que hacer esta aclaración. Mis hermanos nosotros no nos combinamos, no tenemos el tiempo para combinarnos y aún si nos combináramos dañaríamos la sopa. No nos combinamos. Pues, cuando el Pastor Omar hizo esas entrevistas ahorita, preguntándonos ‘¿Por cuál tierra está usted intercediendo?’ Y ‘¿Cuál es su gigante?’ Yo pensé en esta Palabra que el Señor me dio para compartirles a ustedes en esta noche.

Y mis hermanos, mientras estamos buscando esta escritura, Ezequiel Capítulo 22 versículo 30, recuerden esto: Nunca subestime el alcance de su oración intercesora. En particular por cosas grandes, por cosas inalcanzables se supone y por más grande que sea el tema. Muchos de ustedes –una hermana mientras el Pastor Omar estaba entrevistando los hermanos, una hermana ni siquiera esperó que el Pastor la entrevistara y dijo: “La tierra por la cual estoy intercediendo es por la República Dominicana. Estoy aquí, estoy aquí para interceder por ese pueblo”.

Imagínese la hermana María intercediendo por todo el pueblo de la República Dominicana, toditos. ¿Se imaginan? ¿Cuántos dominicanos hay aquí? Y eso es una fracción. ¡Por toda esta gente y más! Y otros “Estoy orando por Boston”. Imagínense que gigantesco todo el nudo que es el gobierno, la infraestructura, el sistema escolar, el sistema de salud, la diversidad de familias… todo el registro de pecados que es la ciudad de Boston. Y usted se atreve a interceder por ¡Boston! My Godness! ¡Dios mío, que atrevido este pueblo! Qué atrevido, orando por esos temas gigantescos. Por la injusticia en el sistema escolar.

Algo que la gente todavía está estudiando. Una administración tras otra y nadie lo puede arreglar. Por más de 50 años. Nunca subestimen el alcance, mis hermanos, de sus oraciones. ¿Sabes por qué? Grandes cosas acontecen cuando el pueblo de Dios ora e intercede. Y a la vez suceden graves consecuencias cuando dejamos de interceder. Grandes cosas acontecen cuando intercedemos y cuando dejamos de interceder eso también invita a consecuencias. Intercedamos. La Palabra del Señor declara así:

El Señor hablándole a Ezequiel le dice: ‘Y busqué entre ellos, hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mi a favor de la tierra para que yo no la destruyese y no lo hallé. Por tanto derramé sobre ellos mi ira y con el ardor de mi ira lo consumí. Hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza’, dice Jehová el Señor. Horrible. El veredicto de un juez. Uno siente el martillo del juez dando sobre su escritorio y el Señor de ahí va desatar juicio no sobre cualquier pueblo sino sobre su pueblo amado. Dios no tiene alzación de persona y eso me da paz. Eso también te da paz, ¿sabes por qué?

Hermanos, ustedes que estaban aquí orando por injusticias que han sufrido, sepan algo: El Señor no tiene “nene lindo”. El Señor es un Dios de justicia. Su palabra es justicia y se cumplirá. Pero antes de esto hay un proceso. Antes de que el Señor visite este pueblo con juicio o cualquier pueblo con juicio hay un proceso intercesor. Y en esta noche, francamente, estamos reclutando intercesores. Y ahora le voy a dejar la definición de trabajo de un intercesor de este tamaño.

¿Qué es lo que está buscando el Señor? Se busca un intercesor. Y este proceso antes de que el Señor haga su veredicto, Él primero busca intercesores. La semana pasada, 8 días atrás, este lugar, este mismo lugar estaba primeramente lleno de la presencia del Señor así como esta noche. Yo siento la misma unción en este lugar que sentí 8 días atrás cuando había de 600 a 700 intercesores en este lugar. Imagínense un domingo de Resurrección y repita ese domingo de Resurrección cuatro días corridos. Y ya está usted comenzando a ver y llénalo de locos por el Señor. Pero gente que adoran al Señor al rojo vivo.

Y algunos adorando al Señor aquí en el Santuario, otros intercediendo por otros en las esquinas, otros caminando el pasillo y orando a la vez en lenguas. Imagínense ese ambiente y no solamente durante los servicios. Hubo intercesión aquí de 24 horas. Esos jóvenes -300 jóvenes- vinieron de Kansas City y otros 100 de aquí de Boston. 400 jóvenes intercediendo por la región. Llegaron en buses con un propósito y un propósito nada más. Ellos llegaron con el propósito de interceder por Boston. Ellos perdieron sueño a propósito por Boston. Por nosotros. Por todo lo que nosotros presentamos delante del Señor.

Ellos y también usando un buen dicho Pentecostal “se pararon en la brecha”. ¿Qué queremos decir con eso? El “pararse en la brecha”. Hay un patrón bíblico, mis hermanos, en toda la Biblia se encuentra este drama. Es un drama que se repite una y otra vez. Primeramente, Dios está por visitar un pueblo. En este caso su pueblo amado con juicio. Antes de eso busca intercesores. Es un patrón. En Génesis, por ejemplo, tenemos este drama misterioso: está Abraham en su casa, tranquilo, con Sarah. Todavía el Señor no le había dado ni siquiera a Isaac y llegan estos tres personajes, seres queridos, seres divinos y ellos hablando entre ellos, estos ángeles ellos mismos se preguntan ¿Haremos esto sin compartirlo con nuestro amigo Abraham?

Y le compartieron a Abraham: ‘Mira, Dios está por guindar a Sodoma y a Gomorra. ¿Qué piensas tú de esto?’ Y entran en un diálogo para que Dios primeramente, ¿para qué Dios le tenga que descubrir sus planes a un hombre, a un ser humano? La intimidad de su corazón. Si el Dios –El Shalai- el Dios altísimo hizo una decisión entonces hizo una decisión. Mi hermano, hizo una decisión, ¿tú no crees? Quien se va a poner a porfiar con Dios. Al menos que sea un intercesor. Hay cierta gente que el Señor dota con la capacidad de sí ser parte de un milagro, ser copartícipe con decisiones divinas. Y esto sí suena loco.

Aún luchar con Dios, semejante a como Jacob luchó con el ángel para que cierta decisión… francamente para que ciertas decisiones y ciertas cosas que el Señor tiene en mente quisiera hacer, se hagan a través de esta persona. Esta persona es ya una parte esencial de una decisión divina. ¿Saben lo que me dice eso? Cuando Dios dice ‘Yo busqué alguien que se parara en la brecha. Yo vi este pueblo “podrido” en pecado. No hubo un pecado más’. Lean el Capítulo 22. ‘No hay un pecado más que ellos pudieran inventar pero primero busqué a alguien que se parara en la brecha y no lo hallé y tengo que destruir este pueblo’.

¿Saben lo que me dice esto? Esto se oye escandaloso. La conclusión tiene que ser esta: hay cosas que Dios quisiera hacer y no lo hace por falta de alguien que se pare en la brecha. Hay cosas que el corazón de Dios prefiere no hacer pero su juicio lo requiere y lo hace por falta de alguien que se pare en la brecha. ¿Qué crees de eso? Y yo pensé: “¿Señor por qué tú permites esta influencia? Hermanos, un día de estos ya no entiende usted que gobernarás con Él. El Señor nos está preparando para un gobierno divino.

Hermanos, yo creo que allí a donde la hermana de misa, la intercesión no ha parado. Si hay un intercesor tremendo en el Cielo es el Señor Jesús sentado a la diestra del Padre intercediendo incesantemente por nosotros. Y tú sabes lo que es que lleguemos nosotros ahora con todas nuestras porquerías resueltas, en traje de Gloria delante de la presencia del Señor y que el Señor te pregunte ‘¿Omar, qué tú crees, que debería yo hacer con mi gloria ahora aquí por Júpiter? ¿Qué tú crees a donde debería yo enviar mi gloria? Aquí con estos rebeldes, con estos demonios ¿Qué debajo del infierno deberían ellos encender? ¿Nivel 7, nivel 8? ¿Qué tú opinas Omar? Does that blow your mind?

Pero eso es ¡intercesión! Un día de estos gobernaremos con Él. ¿Y qué es la intercesión si no es eso? Hay una fórmula aquí, primeramente el Señor busca intercesores. Eso no nos debe sorprender. Hermanos, no dice la palabra que el ojo de Dios –Segunda de Crónicas- contempla toda la tierra para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él. Luego el Señor le dice a la mujer samaritana en Juan capítulo 4 ‘qué todavía el Padre busca adoradores’. Él busca adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad. Ahora usted dirá ¿Cómo es que el Señor busca intercesores? Un anuncio en el periódico, un anuncio en el boletín. Hermana Carolina el Señor está buscando intercesores, por favor hablen con el Pastor Omar.

¿Cómo es que se hace? ¿A usted le ha pasado esto? Usted está viendo televisión o está oyendo un anuncio en la radio y de momento algo te choca y se queda en tu mente y tú como que no puedes borrar eso. No nada que ver con usted, usted nunca ha ido a Polonia y de momento te encuentras llorando por ese pueblo. Usted nunca ha ido a Haití pero de momento estás perdiendo sueño. Usted ve un juicio en la televisión, en el noticiero, un par de jóvenes haciendo alguna delincuencia y tú estás en ese momento orando y ni siquiera te das cuenta: “Señor, ¿dónde están los padres de esos muchachos? ¿Cómo permites esto?” Hermanos, eso no es un sencillo sentimiento. Yo diría que en algunos casos ese es el mismo soplo del Espíritu Santo. El Señor llamándote, el Señor buscando “Okay, sentiste así. Good. Habla ahora, solo pido que ores. Comienza a orar y yo te dirijo desde allí”.

“Comienza a orar si algo… el mismo espíritu que te despierta, despierta ese deseo en ti. Te dirige”. Y cuidado porque algunas veces va mucho más allá. David Welcomeson, el Pastor de Times Square Church y el protagonista de la Cruz y el Puñal. ¿Ustedes han oído su historia? El Fundando de Team Challenge. ¿Como comenzó esto? Un sentir así: Cuidado de ignorar esos soplos del Espíritu Santo. Él estaba viendo televisión un día. Él vio un juicio que se estaba llevando a cabo en Nueva York entre un par de ganguistas. Él tenía su iglesita tranquila en Pennsylvania, la iglesia que pastoreó su papá y su abuelo. Y su destino era pastorear esta iglesita pero eso no lo dejó en paz: “Pero Padre, ¿por qué? ¿Cómo esto sucede?” ‘David ora’. Comenzó a interceder y el Señor no lo dejó quieto con ese Nehemías.

¿Ves el patrón? No lo dejó quieto. Se montó en su coche, sin conocer a nadie, fue a Nueva York durmiendo en Brooklyn en su coche. Cuarenta años después es uno de los ministerios más poderosos y una de las iglesias más poderosas que ha visto Nueva York. Pero comienza con ese soplo del Espíritu. Those intuitions. Ese sentir como que vagos. La única manera que el Señor tiene de comunicarse contigo es a través de tu corazón y tu mente. Y te está tocando tu corazón y tu mente como si fuera un arpa. Ahora ¿Cómo contestas? El Señor busca. ‘Busqué entre ellos a alguien que se interponga’ A ALGUIEN. A un hombre entre ellos. Leí de la nueva versión internacional.

No cualquiera, no cualquiera. Estamos hablando de un Moisés. Moisés está por destruir este pueblo ya me tiene hasta los ojos y yo voy a enviar un ángel para que haga lo que yo le prometí pero si yo voy con ellos, voy a acabar con ellos. Pues hasta aquí quedamos. Y dice la Palabra en Éxodo Capítulo 33 –es uno de mis capítulos favoritos de toda la Biblia- Moisés entró a ese tabernáculo a solas con el Señor, habló con Jehová cara a cara ¿Cómo es? Como uno habla con un amigo. Amigo. Este es el punto. Un buen intercesor primeramente conoce sus derechos como un hijo de Dios, conoce esta palabra, conoce las promesas. Algo te hinca porque el Señor te está dando un latido de su corazón y usted está sintiendo la injusticia. Usted está sintiendo que hay algo que está mal, primeramente.

Luego, aparte de eso, no es meramente conocer la palabra o conocer sus promesas, es conocer el corazón de Dios, conocerlo a Él. Estar acostumbrado a estar a solas con Él. Dice “Estaba buscando a alguien que hiciera vallado, una cerca, levantara un muro entre mi y este pueblo. Como David hizo –otro intercesor. Viendo el ángel de la muerte, levantó, sacrificio en su presencia para detener la plaga’. Alguien que hiciera eso. No cualquiera, pero alguien que tiene intimidad conmigo y se siente cómodo en mi presencia. Que me puede hablar tú a tú y ahí que levante vallado. Mis hermanos, hoy leímos este versículo: “Pídeme y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra”. Pero la primera palabra es “Pídeme. Pídeme”.

Mi hermano, no hay gigante que sobreviva la unción del Espíritu Santo cuando el Señor te usa a ti como canal. Esta gente, estos jóvenes –pongámonos de pie un momento- de allá Ihope dijeron una y otra vez, y los líderes dijeron una y otra vez “León de Judá, ustedes que buscan el gozo de Dios por noche, now invite Bruno or whoever to come close. Ellos dijeron una y otra vez “¿Saben por qué estamos aquí? ¿Saben quienes llenaron todos esos buses? ¿Saben que hacemos aquí? Ustedes nos trajeron aquí. Sus oraciones, ustedes han estado delante del trono de Dios pidiendo por Nueva Inglaterra y el Señor nos llamó desde allá para venir aquí como relevo y orar por ustedes. Interceder con ustedes”.

Yo lo se porque yo he estado en Kansas City. Yo he oído a esa gente orar por Nueva Inglaterra como si vivieran allí. Hay gente allá- y esto es lo bello del pueblo de Dios- hay gente en China –y ellos tienen sus problemas- orando por ti. Intercediendo por ti, intercediendo por tus problemas. Intercediendo por un rostro que nunca han visto, unos hijos que nunca conocerán, una iglesia que nunca visitarán. Ni siquiera saben que existe. Están ellos, hay santos parados en la brecha en China. Esta mañana –porque es mañana allá- por ustedes. Y nosotros, hermanos, no te atrevas a creer que el Espíritu de Dios no puede arropar el mundo a través de sus oraciones. Hay poder. This is a power-house. Hay poder en la oración de sus santos.

El Señor te dice en esta noche, no es que está orando demasiado de sencillo y pequeño. Tal vez hasta oramos demasiado de grande. El Señor te dice “Pídeme”. Cierren sus ojos un momento. Eres un intercesor because we need you. Viene avivamiento. I’m telling you. Te digo en serio, en serio, en serio. En serio te digo hay dones que el Señor tiene que desatar para que el avivamiento que el Señor quiere derramar sobre Nueva Inglaterra sea derramado. Dones proféticos, dones de sanidad, dones de evangelismo. Yo diría hermanos, antes de todo eso, we need some intercessors. ¡Necesitamos intercesores!

¿Dónde está usted? Si ese es usted, por favor párese en la brecha por esta región y no dejes que el ejército de Satanás te calle, te canse, te desanime, te baje los brazos o te diga que el Señor no te oye. Usted trajo un ejercito de jóvenes a este lugar a través de sus oraciones y antes de ellos un ejercito de ángeles trajo usted y eso sí no se ha ido de aquí. El Señor, mira, esto parece lo ridículo pero a la vez lo grande. Usted es un intercesor, eres un socio con el Dios Altísimo –El Shadai- you’ re His partner. Tú eres un socio, un co-creador con Él y a través de la oración Él te dice: “Mi amigo ¿qué haremos? ¿Dónde vamos? ¿Dónde enviamos gracia? ¿Dónde enviamos poder? ¿Dónde enviamos…? ¿Dónde enviamos la intervención de los carros de fuego? Dime. Pídeme y te daré las naciones. Pídeme

Intercesores párense, es más, intercesores vengan, párense en la brecha. Si usted es un intercesor, come on down, párese en la brecha. Intercesores, vengan, llegó tu hora. El avivamiento es visible, se ve una mano, una nube con una mano pequeña y viene lluvia. El Señor trae su justicia, el Señor trae su poder, el Señor trae redención, el Señor trae sanidad, el Señor trae la respuesta a años de sueños. Intercesor, párate en la brecha. Toma un momento. No son tus palabras, es ese corazón que el Señor ama y respeta. Levanta, las palabras que tú inventes, pero ora por tu pueblo, ora por tu pueblo, ora por lo grande. Ora, levanta. Levanta, levanta, levante intercesión. Párate en la brecha. Párate en la brecha, el Señor te escucha.

Como nunca antes, como nunca antes en la historia de la iglesia el Señor te está escuchando. Sépalo, sépalo, sépalo hay poder en la oración de sus Santos. Sépalo. Dios te está oyendo, sépalo. Tu oración no es en vano, el Señor lo recoge en vasos de oro y es derramado delante de sus pies. Ese es el incienso que se derrama delante de Él. It’s important. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Padre, Lord, that verse was declare here and I declare it again in the hearing of your people. Father we have heard of your fame. Lord and we’ve seen your mighty deeds now renew them again in these days. And Lord remember mercy and in your raffs remember mercy, renew your deeds. Renew your deeds, renew your deeds. Hazlas de nuevo, tus obras de poder. Hemos oído de tu gran nombre y de tu fama Maestro. Hemos oído de tus obras, Señor y tu pueblo no se ha cansado de esperar en Ti Tu pueblo no se ha cansado de esperar que también nuestros verán lo que nuestros padres vieron, que también nuestros ojos verán lo que tus santos vieron. Qué también seremos testigos de la gran obra de Dios.

Tú mano no se ha cortado, tú oído no se ha detenido, tú unción Señor sigue corriendo. He aquí un pueblo fresco, he aquí un pueblo renovado. He aquí almas que te aman, he aquí una generación Señor, escogida por ti. En la brecha, en la brecha, en la brecha, Señor. Renew your deeds Lord Jesus. Renueva tus obras, sana los enfermos, Señor. Padre, trae revelación a los gobiernos y tráelos a tus pies, Señor. Trae a tus pies toda obra que se opone a tu gloria. Hazlo Señor en nuestros días, renew your deeds. Si nos atrevemos a creer que tu Palabra se anunciará en las escuelas públicas. Nos atrevemos a declararlo, nos atrevemos a declararlo. Sí nos atrevemos a creer que surgirá de entre nuestros medios jóvenes apasionados, adorándote locamente, adorándote con abandono, adorándote como el único Dios verdadero. Perdiendo sueño delante de tu presencia. Nuestros jóvenes, serán esos jóvenes, nuestros niños, mi Dios.

Father that includes our kids, Lord Jesus. Esa promesa, esa promesa no se cumplirá sin nuestros niños, Señor. Esa promesa no se cumplirá sin nuestros hijos. Acuérdate de ellos, cuando soples sobre esta tierra con tu avivamiento. Comienza con esa generación de Samuel, levántala, levántala en nuestros medios, maestro. Señor, que no habrá una aldea en un rincón de una esquina de Latinoamérica que no sentirá la unción que será derramada sobre este lugar en nuestros días. Gente que nunca nos conocerá, Señor, vendrán a tus pies, vendrán a tus pies. Por las oraciones que se están levantando hoy. Preparando en la brecha, Lord Jesus. Padre hay unción en estos hombres que aquí reciben el alma a las cinco de la mañana. Padre, echamos leña Señor en ese horno, echamos leña en ese horno, Señor. Padre que oraciones se oigan en este lugar a la vuelta del reloj, Maestro.

Para la gloria de tu nombre, escucha la oración de tu pueblo. Escucha la oración de tu pueblo. Nos paramos en la brecha. Nos atrevemos a creer que Tú eres el mismo Dios ayer, hoy y por todos los siglos, Señor. Nos atrevemos a creerlo. We believe this Jesus.

Contemos nuestras bendiciones

12 de abril del 2010 - Por Gloria Marroquín

Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.
1 Samuel 17:37

Nos dice el relato que todos tenían desanimo, Saúl y sus soldados tenían temor y huían de aquel filisteo llamado Goliat, el cual, revestido de una impresionante armadura, les amenazaba infundiéndoles miedo con sus palabras y su presencia, mientras desafiaba a todo el ejército de Israel.

Ante esta visión el temor invadió sus corazones, mientras decían miren como sale y nos provoca, pero cuando David lo escuchó dijo: que harán al hombre que le venciere y quitara la afrenta de Israel, porque quien es éste hombre para que provoque a Dios y David se ofreció para pelear, pero Saúl quiso desanimarlo, diciéndole “No podrás ir contra él, no tienes experiencia, y él en cambio tiene más habilidades de guerra que tú”, pero David en lugar de meditar en el desanimo y el fracaso, hizo un recuento de las obras de Dios en su vida.

Ni leones ni osos me arrebataron mis corderos cuando yo era pastor, yo salía y los hería, los libraba de su boca y si me atacaban los mataba. Y así hare con este filisteo, porque si en el pasado Jehová me ha librado de leones y osos, también ahora me librará. Luego intentó usar la armadura que Saúl le dio, pero David no la usó. En cambio con cinco piedras y su honda venció al filisteo haciendo caso omiso de su burla y prepotencia.
Así como ese filisteo, así vienen a nuestra vida, amenazas, crisis y ataques pueden no llamarse Goliat, pero en cambio puede ser una enfermedad, un problema en el trabajo, en el hogar, con el esposo, con un hijo, un accidente, problemas con amigo, una traición cualquier otra cosa. Y tal vez encontremos Saules que nos dirán: no eres capaz, no podrás, no tiene caso entrar en esta batalla, y nos dirán que estamos perdidos.

Cuando viene un gigante a tratar de amenazarnos y a robarnos la paz, nos preguntaremos como puedo responder elegiremos hacerlo, será nuestra opción como hizo el ejército de Israel, viendo la apariencia y temiendo las palabras, las amenazas, viendo nuestra pequeñez y lo inmenso del problema, dejando entrar el temor en nuestras vidas. O podemos responder como David, él hizo un recuento de las obras que Dios había hecho en su vida en el pasado, su Padre Celestial lo había cuidado, lo había respaldado, le había dado fuerzas, lo había guardado, le había provisto lo necesario para vencer y por último selló sus recuerdo con una confesión positiva, dijo él no me dejara solo él estará conmigo hasta el final y desde antes de empezar la batalla, David, habló victoria, confesó ganancia, triunfó y de antemano dio la honra y honor, a quien le daría un futuro de gloria “Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, … y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.” “Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla…” Y así fue.

Amado Dios; te damos las gracias porque vemos el pasado y podemos contar las innumerables bendiciones que hemos recibido, cuántas veces hemos sentido temor e incertidumbre y hemos llegado a puerto seguro por pura misericordia, has suplido nuestras necesidades con abundancia, hemos visto milagros en nuestras vidas y en nuestra familia, gracias Señor por la convicción de tu victoria en cada circunstancia de nuestra vida en el nombre de Jesús. Amén.

El Dios intencional

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Basado en el libro de los Hechos porque de nuevo, alguien me puede decir por qué yo he escogido estudiar el libro de los Hechos en estos próximos meses? Qué es lo que me ha movido a hacerlo? Yo lo he compartido con ustedes. Alguien que no estuviera durmiendo a las 9 de la mañana cuando yo compartí eso, alguien que sea atrevido y me pueda decir por qué estoy yo sacando tiempo para estudiar el libro de los Hechos. No levanten la mano todos a la misma vez porque me van a confundir. Ah, por acá, Víctor. Ponte de pie y con voz de trueno como tu hijo, uno de los que estaba aquí, que estaba dando el drama. Dime.

Yo recuerdo que usted dijo que….. ok. Una de las razones que mi deseo como pastor de ustedes es que nuestra iglesia regrese a las raíces, a los orígenes de la fe cristiana según lo ejemplifica el libro de los Hechos, la vida de los primeros cristianos. Alguien más que me diga un poquito más, complete eso que Víctor muy bien dijo. Arriba, ok, que bien hermana. Póngase de pie, por favor.

Queremos exponer nuestra congregación al mover sobrenatural del Espíritu Santo, definitivamente, al meditar en este libro que ejemplifica eso, estamos manteniendo nuestra mente activa alrededor de ese hecho.

Alguien más? Otra persona más, vamos a ver. Rápido, si usted sabe que tiene algo que decir, no me deje agonizando aquí, levante su mano. Vamos a ver, otra persona. Están dormidos? Sino los voy a poner a correr ahí mismo, los voy a parar y que corran en su lugar donde están. Alguien más? Quiero otra persona más, yo sé que hay otro. Miriam, por allá atrás. Guau, puedo ver hacia atrás, mis ojos están mejorando, que bueno! Reconocí a Miriam ahí atrás. Sí, Miriam.

Tenemos que tener el mismo denuedo, el mismo ánimo, el mismo compromiso, el mismo impulso que inspiró e impulsó a estos creyentes del primer siglo, y queremos ser inspirados al estudiar su ejemplo y lo que Dios hizo en la vida de ellos.

Saben que voy a ser insistente. Alguien más? Otra persona más. Esta gente era la primera iglesia, era la primera comunidad cristiana, estuvieron cerca de Cristo, ejemplificaban esos valores que con los siglos se van perdiendo poco a poco y se va perdiendo el ánimo, la fe, la inspiración, el carácter radical de los primeros cristianos y caemos en el peligro de caer en la rutina, de olvidarnos de esa primera pasión que llevó a esta gente inclusive a dar sus vidas por el Evangelio y a morir martirizados y ser perseguidos.

Así que ahí tienen ustedes algunas ideas y muchas más, yo podría añadir a eso, así resumiendo, que nosotros queremos cultivar esa mentalidad sobrenatural de los primeros creyentes. Digan conmigo, mentalidad sobrenatural. Queremos ser una iglesia, hermanos, que se mueva en lo sobrenatural. Mi deseo como pastor es que en nuestra iglesia no haya esas áreas de frío y de calor que a veces hay en la iglesia, donde hay un grupo de hermanos que están apasionados por Dios, radicalmente comprometidos con el Reino de Dios, cuando vienen a los servicios están apasionados, participan en la adoración, son movidos por las oraciones, están en contacto con el pastor cuando está predicando, les gusta el mover del espíritu y hay otros que están allí pasivos, sentados, mirando como espectadores, aburridos y mirando el reloj deseando que pronto termine el servicio para irse a su casa a ver el juego de fútbol o lo que sea.

Queremos una iglesia pareja, donde todo el mundo pueda entrar en ese tipo de adoración que nosotros teníamos hace un ratito aquí, donde dejamos que el espíritu brotara y se manifestara. Y que nadie se sienta… que no haya diferencia, mi deseo es que todos estemos con esa mentalidad sobrenatural, ese compromiso radical con Jesucristo, ese acceso a las herramientas, a los instrumentos, a los recursos que provee la palabra de Dios. Mi deseo es que desde el más jovencito en el Evangelio, la persona que se convirtió el domingo pasado, y la persona que lleva 20 años en el Evangelio, que haya la misma pasión, el mismo gozo en el Señor, el mismo disfrutar de la alabanza, la misma necesidad de venir a la casa del Señor, el mismo conocer la palabra, saber dónde buscar en la palabra para recibir consejo, consuelo, ánimo, sanidad, liberación, respuesta a una necesidad.

Eso es lo que queremos, crear una iglesia pareja. Y hermanos, yo no sé dónde encuentras en esa escala de crecimiento, dónde tu estás en ese proceso. Yo te animo en el nombre del Señor, busca cada vez más y más ese fuego del espíritu. Amén, busca más y más esa pasión del Señor. Si tu no te sientes movido por lo que se da aquí, pídele al Señor que ponga fuego en tu corazón y que te de ese gozo, ese disfrute de las cosas de Dios. No te quedes en la orilla, busca más y más del Señor y entra más y más hondo en las cosas de Dios. Y por eso estamos discutiendo estas cosas, por eso yo creo que este año, por lo que yo veo, al paso que vamos, y no es porque estamos desperdiciando el tiempo, vamos a estar todo el año, vamos a declarar el año del libro de los Hechos, el año del Espíritu Santo, como ustedes quieran, pero vamos a meditar en esto y vamos a llenarnos de esa pasión.

Entonces, hemos visto que en los últimos domingos nos detuvimos en el capítulo 1, en realidad, y vimos allí cómo el Señor se dirigió a sus discípulos, les dijo, no se vayan de Jerusalén, esperen a recibir el poder del Espíritu Santo antes de que comiencen a predicar el Evangelio y a evangelizar. Esperen, porque la promesa que el Padre dio va a venir y ustedes van a ser investidos con poder de lo alto para ser testigos efectivos que puedan verdaderamente hacer la obra a la cual yo les he encomendado. Les dijo, no salgan todavía, esperen un momentito, no se disparen porque viene la gasolina que ustedes necesitan.

Entonces, vimos también acerca de la ascensión de Jesús, cómo después que él estuvo entre ellos por un tiempo, los llevó a un lugar aparte y allí fue levantado y llevado a la presencia del Padre. Vimos allí cómo ese subir de Cristo, ese ascender es una forma también, él entró al lugar santísimo, ahora ya el Cristo resucitado, reasumió su gloria que había dejado atrás cuando encarnó en Jesús, y está sentado a la diestra del Padre, pero vimos que nosotros también estamos sentados ¿verdad? Al lado de Jesús y que ese Cristo ser levantado, también nos pone a nosotros en una situación de poder.

Digan amén, aunque sea para confundirme un poquito. Nos pone a nosotros también en una posición de poder, de autoridad, de señorear con Cristo Jesús. Vimos también que después que el Señor asciende y sube y se sienta en el trono, los discípulos tienen que regresar a la cotidianeidad, la vida diaria, tienen que volver, ahí están los demás discípulos que no vieron a Jesús subir, y se encuentran con una necesidad administrativa.

Quiénes recuerdan cuál era esa necesidad que tenían que resolver ellos? Había un problema, una cosita que tenían que arreglar, una cuestión administrativa. Qué fue? Sí, … eso es, alguien dijo tesorero, por aquí. Es cierto, sí, dudan, no el tesorero corrupto, no queremos ese tipo de tesorero, ¿verdad? Pero ciertamente Judas era tesorero y era Apóstol , era el Apóstol número 12 que el Señor lo escogió no porque no supiera quién era, pero porque era necesario que estuviera allí. Siempre se necesita un poquito de manzana podrida. Tiene que haber una manzana podrida en el cesto aunque sea para mantener las cosas interesantes.

El caso fue que cuando Judas muere, se suicida, de hecho, entonces surge la necesidad que un discípulo número 12, un Apóstol número 12 lo sustituya y entonces tienen que hacer una decisión y hacen una decisión con lo mejor que tienen, y hablamos acerca de la importancia de decidir. Hay que hacer decisiones en la vida, encomendarse al Señor, buscar sabiduría de Dios y creer en la gracia de Dios, si tenemos un problema familiar, matrimonial, financiero, de trabajo, Dios siempre tiene una solución, hay que buscar una respuesta, hay que buscar una respuesta a la necesidad.

Y hablamos acerca de eso y también después de eso, la otra parte en el…. Hasta ahí llegamos. Eso fue. Yo hablé de una radiografía de una decisión. Entonces vemos ahora en el capítulo 2, donde quiero entrar brevemente en esta mañana es el comienzo del libro de los Hechos pero es también como la culminación, en un sentido, no hay un momento más alto en todo el libro de los Hechos, y yo diría en toda la historia de la iglesia más alto y más poderoso que ese momento que describe el capítulo 2 donde el Espíritu Santo desciende sobre esos 120 primeros cristianos que estaban orando, ayunando y esperando la visitación que el Señor dijo que había de venir sobre ellos.

Aquí lo que tenemos es la inauguración, el comienzo mismo, el comienzo formal, yo diría, de la iglesia de Jesucristo en la tierra. Porque cuando el Señor estaba con ellos era una cosa, pero ahora es como, esto es como el sello, es como la inauguración, es como cortar la cinta y decir, ok, ahora sí comienza la cosa, ahora sí comienza la vida y el mover de la iglesia de Jesucristo, ya no con el Maestro en carne propia instruyendo y enseñanado y haciendo milagros por ellos y preparándolos. No, ahora ya los niños han pasado a ser adultos y ahora tienen que administrar ellos la casa.

Pero ¿saben qué? que bueno que cuando el Señor se fue no nos dejó solos, como dijo él, sino qué hizo? Mandó al consolador, gloria a Dios. Mandó al paracletos, mandó al Maestro por excelencia que el Señor dijo, él os guiará hacia toda verdad, él hablará acerca de mí. Y la palabra misma consolador, esa palabra paracletos, quiere decir el animador. A mí me gusta más la palabra animador. Es el que nos estimula, es el que nos lleva adelante, es el que nos fortalece, el que nos empuja, el que nos entrena, el que nos dirige, el que nos fortalece, el que nos da poder, el que derrama y comparte sus dones con nosotros, el que nos da sabiduría para poder entender las verdades y los misterios del Evangelio.

El Señor dijo, yo lo voy a enviar y cuando ustedes emprendan su vida ahora como adultos y en esta nueva economía de la fe que se llama, la era de la iglesia, ustedes no van a estar solos, yo les voy a mandar una ayuda. Yo les voy a mandar alguien que les va a fortalecer, va a caminar con ustedes, va a estar allí invisible pero muy realmente dentro de ustedes y con ustedes tanto al nivel individual, en su vida personal de siervos y de gente común y corriente que vive la vida y que tiene que resolver problemas, pero también como iglesia colectivamente yo les voy a enviar un recurso, un poder que no ha estado antes en esa manera con el pueblo de Dios. Espérenlo, esa es la promesa que el Padre tiene para ustedes y ustedes la van a recibir, esperen, esperen.

Saben que la palabra esperar es una palabra muy, muy poderosa en este contexto del Espíritu Santo. Esperar era que algo que tenían que hacer esta gente, pero tenían que esperar no como se sienta uno en una banca con el brazo alrededor de la otra silla y esperando pasiva, lánguidamente. No, era esperando en expectativa, esperando qué va a pasar, cuándo va a venir. Señor, envíalo. Estamos deseosos, anhelosos. Era una espera anhelosa, una espera dinámica, una espera activa, era una espera que estaba clamándole al Señor para que el Señor enviara lo que él dijo que había de enviar.

Cómo encuentra el Espíritu Santo a esta gente? Miren lo que dice, “… cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos….”

Eran de un solo espíritu, unánime. Quiere decir de una sola alma, un ánima, de un ánima, de un alma. Estaban juntos, estaban unánimes. Yo me imagino que estaban en expectativa, cuándo será que el Señor lo va a enviar? Y déjenme decirle algo, si usted quiere recibir la visitación del Espíritu Santo en su vida, si usted tiene hambre de que Dios… si usted todavía no ha recibido un toque personal del Espíritu Santo, si usted todavía no puede decir con seguridad de que usted ha sido bautizada o bautizado con el Espíritu Santo, si cuando yo le preguntara a usted, tu has recibido el bautismo del Espíritu Santo? Usted me dice a mí, bueno, no estoy segura o no, no lo he recibido, entonces lo primero que usted tiene que hacer es esperar, pero no esperar simplemente a que, bueno, si Dios quiere, cuando él quiera pues yo estoy abierto. No, tu tienes que meterte a buscar y esperar que si Cristo dijo que lo ibas a recibir, lo vas a recibir. Si Cristo dijo que si lo pides te lo va a dar y entonces comienza a estar inquieto, comienza a orar al Señor.

Cuando haya oportunidades para orar por la unción del Espíritu Santo en la iglesia, pasa adelante, recibe esa imposición de manos o esa intercesión en tu casa, pídele al Señor que te visite, antes de acostarte, Señor, que esta noche sea la noche que tu me des una visitación especial. Visita lugares donde se mueve el poder del Espíritu Santo.

Yo acabo de llegar esta madrugada desde Oklahoma, Tulsa, Oklahoma y estuve allí y le digo, como 3 ó 4 veces casi cancelo el viaje porque el tiempo no me sobra, en este tiempo sobre todo. Había una conferencia sobre el Espíritu Santo, una conferencia de proporciones mundiales. Vino gente de todas partes del mundo y era una conferencia que incluía teólogos y practicantes del ministerio, parte era para como consagrarle al Señor la unión de las generaciones, las generaciones antiguas, esos pioneros del…. Porque ya estamos ahora en el siglo, estamos celebrando el centésimo aniversario del movimiento pentecostal que comenzó en Azuza en California en el año 1906 y que después se confirmó que para el 2010 uno de los Apóstoles grandes del ministerio profetizó que para el 2010 iba a haber una visitación especial del Señor.

Y entonces esta conferencia era para celebrar eso y para meditar y hablar acerca de esa visitación que se necesita en el siglo XXI del Espíritu Santo. Y el hecho de que la iglesia de Cristo necesita buscar esa visitación fresca. Cuáles son los retos? Cuál es el lugar del Espíritu Santo y del movimiento pentecostal en el siglo XXI? Y cómo podemos nosotros preparar esa nueva generación de jóvenes para que tomen el batón, tomen la espada de la generación que ya está pasando y que ellos ahora asuman el llamado ministerial a conquistar este mundo para Cristo, pero en la unción del Espíritu Santo. Y entonces fue una conferencia intergeneracional, donde los jóvenes jugaron un papel muy grande. Y cuando yo leía acerca de la conferencia yo dije, ah, ya no tengo tiempo, ya yo he estado en tantas de esas conferencias y lo que voy a hacer mejor compro los cassettes cuando salgan. Pero no, era como que Dios me decía, no, ustedes están buscando el Espíritu Santo, están buscando más unción en su vida, como congregación, tu lo estás buscando en tu ministerio, tu sabes que es el tiempo de una visitación del Espíritu Santo y que lo que se va a hacer en el siglo XXI tiene que hacerse bajo la unción del Espíritu Santo.

Yo sentí en mi corazón, mira, aunque sea simplemente ir allí y honrar al Espíritu Santo con el esfuerzo, dije, Señor, aunque sea simplemente invirtiendo tiempo y ofrecerte este holocausto de ir allí aunque no puedo y quizás ni debo y no quería estar tanto tiempo fuera de la iglesia y otros compromisos que tengo, y otras cosas. Pero sentí de Dios que tenía que esforzarme y como hacer una inversión profética y decirle al Espíritu Santo, yo tengo la suficiente hambre de ti y te asigno la suficiente importancia como para hacer algo incómodo, algo fuera de lo común e ir allí y estar presente en esa conferencia.

Y Dios me bendijo, fui con el hermano Miguel Preciado estuvo allá también. Fue una gran bendición y Dios bendijo ese tiempo. Pero lo que les quiero decir, hermanos, es simplemente el punto mío es este, que tenemos que esforzarnos. Si verdaderamente nosotros queremos una visitación, si tu quieres recibir una mayor unción del Espíritu Santo en tu vida, tu tienes que esperar, pero esperar activamente, esperar apasionadamente, buscar, tocar, pedir, estar incómodo hasta que tu recibas lo que Dios quiere. El don de Dios es algo muy bello, muy poderoso y Dios no lo da a una persona simplemente que está allí, bueno, si me lo da bien, y si no está bien, no hay otra cosa que yo puedo hacer. No. Hay que desearlo, hay que buscarlo.

Esta gente estaba esperando. Entonces es muy importante en todo momento que nosotros estemos anhelosos, esperando esa visitación porque eso fue lo que el Señor les dijo, esperen hasta que reciban ese poder de lo alto. Entonces ellos entraron en un tiempo de oración. No sabemos exactamente donde ellos estaban cuando se dio esa visitación. Algunos piensan que era, de hecho, románticamente la iglesia en el aposento alto, porque es allí donde van los Apóstoles en el capítulo anterior y encuentran a los que estaban allí reunidos y allí celebran la elección del sucesor de Judas. Y asumimos como que eso pasó casi inmediatamente después de eso. Como está en el próximo capítulo pensamos, bueno, una cosa sucedió inmediatamente después de la otra. No estamos seguros. Pudo haber pasado varios días.

Yo creo que pasaron varios días. Algunos comentaristas de la Biblia creen que ellos estaban en otro lugar o inclusive creen que posiblemente estaban en el templo porque era la hora de la oración, era la hora tercera cuando iban los judíos al templo a orar, porque cuando creen que están ellos borrachos, la gente, Pedro les dice su sermón, hermanos, esta gente no está borracha porque es apenas, es temprano todavía, es la hora tercera del día. Algunos piensas que ellos estaban quizás en el patio del templo y que estaban allí juntos orando y esperando y que allí fue. Por qué? porque fíjese que cuando pasa esto hay una cantidad de gente alrededor, hay gente de todas las naciones, de todos los países que están allí visitando a Jerusalén en este tiempo que vienen de sus propias naciones a Jerusalén y están allí cuando se da esa visitación. Oyen este ruido y ven a esta gente hablando en otras lenguas y están allí para presenciar esto, y enseguida son conmovidos y comienzan a hacer especulaciones, qué es lo que está pasando? Están borrachos. Qué es esto? Oyen inclusive el estruendo. Algunos piensan que ellos estaban en un lugar donde había mucha gente alrededor de ellos y me parece que esa es posiblemente, para mí, una buena explicación.

Porque si el Señor…, vamos a ver, que el Señor tenía un propósito en todos los elementos que componen esa visitación. Había una importancia en cada uno de ellos. Y yo creo que el Señor, inclusive, el sitio también hubiera sido muy significativo. Y yo creo que el Señor quería que fuera un sitio público y un sitio donde hubiera mucha gente alrededor que pudiera escuchar y presenciar lo que estaba pasando para que se diera ese momento en que Pedro entonces predica su primer gran sermón.

Pero lo importante es eso, que no se pierda eso. Si tu quieres una visitación del Espíritu Santo y tu la necesitas, yo la necesito, tu tienes que estar ansioso. Hermanos, yo les suplico en el nombre de Jesús no dejen de anhelar más. Y aún si ya tu has sido visitado por el bautismo del Espíritu Santo no digas, ok, ya lo tengo todo, ya me gradué, ya tengo el diploma. No, busca más. Y todos los días pídele al Señor una fresca visitación, una llenura nueva, fresca del Espíritu Santo. No te conformes con el pan de hace una semana, porque el pan se pone duro. Cuántos saben eso? Que bueno es un pancito sacado del horno, eh?

Y así es también, nosotros tenemos que buscar la unción fresca, tenemos que buscar mucha llenura del Espíritu Santo, tenemos que estar ardiendo y deseando y a los que desean, a esos es que Dios visita y bendice. Los que tienen hambre, sed, los que quieren una vida vital, los que no se conforman simplemente con ir a la iglesia, ponerse la mantilla, persignarse, irse a la casa como que ya hicieron todo lo que tenían que hacer. Pero no, quieren algo, quieren que Dios los toque, quieren sentir una presencia de Dios, quieren que el Señor se manifieste en su vida, quieren vivir una vida al fuego vivo, quieren estar vitales continuamente en su vida.

Entonces, dice aquí, cuando llegó el día de Pentecostés… hay tanto aquí que yo creo que no vamos a poder. Esto es interminable. “… cuando llegó el día de Pentecostés…” Fíjese la gente pensaría que el día de Pentecostés, ese nombre se lo pusieron por lo que pasó ese día. Qué quiere decir Pentecostés? Pente es del griego que quiere decir 5, Pentateuco, los primeros 5 libros del Antiguo Testamento. Es una palabra que define a 5, 50 en este caso. Pentecostés era un día de fiesta judío, un día religioso, uno de los días importantes en el calendario litúrgico judío. La visitación del Espíritu Santo se dio ese día. Por qué? porque Dios tenía una razón para ese día. Cuando Dios hace algo siempre tiene una razón.

Dios es estratégico, por eso a veces, hermanos, yo lucho, de nuevo es lo que les digo, que uno comienza y no termina en estas cosas. Yo a veces lucho porque por una parte yo estoy deseos, estoy anhelando una visitación del Espíritu Santo en Nueva Inglaterra. Yo sé que eso va a venir, yo sé que viene una lluvia como ninguna otra en toda la historia de la humanidad y va a arropar a Estados Unidos y yo quiero que Dios tome control de Europa, de Australia, de Canadá, todos estos países sobre todos los más duros, los más difíciles, eso son los que yo quiero que Dios tome, porque ya en Asia y en África y Latinoamérica, eso es como tumbar un mango bajito. Ya eso está ahí, es fácil. Pero esos países duros es lo que yo quiero que Dios les de un buen batazo en la cabeza. Lo que pasa es que por una parte oramos y anhelamos y ayunamos, dice, Señor, envía tu espíritu, envía tu espíritu, queremos ya hoy que eso suceda, y sabemos que hay un papel que nosotros tenemos que jugar en que Dios envíe su espíritu. La iglesia tiene que interceder, tiene que clamar, tiene que pedirle a Dios, has algo, Señor, si no lo haces nos vamos a morir. Necesitamos tu visitación.

Pero ¿saben qué? hay otra parte también del asunto, y es que Dios tiene sus tiempos y a Dios usted no lo puede acelerar. Dios nunca llegar tarde ni nunca llega demasiado temprano. Él llega en el momento en que él tiene que llegar.

Entonces por una parte, yo sé que tenemos que clamar y pedir y rogar, y pedir una visitación, pero por otra parte también como que tenemos que aprender a esperar el tiempo de Dios. Porque Dios sabe exactamente cuando llega su visitación. Yo creo que hay un día en el reloj, en el calendario de Dios que él sabe que ese día va a caer el Espíritu Santo y va a haber una visitación como la que estamos deseando y esperando. Y la aguja de los segundos está dando y en la de los minutos también está acercándose.

Yo sé que en la mente de Dios él sabe exactamente por qué es ese día y no ningún otros. Porque ese día tiene una razón en el corazón y en la mente de Dios. Hay propósito, hay significado, hay intencionalidad en ese día. Yo quisiera meterme allá adentro para ver el reloj ese y saber cuál es el día. Pero él sabe el día.

Dios escogió el día de Pentecostés para derramar su espíritu. No fue una coincidencia. Por qué el día de Pentecostés? Y aquí ya perdí el sermón, yo creo que me voy a quedar solamente en eso. No se preocupen, un par de minutos más. Por qué el día de Pentecostés? Porque, mire, en el calendario ritual, en el calendario litúrgico judío, cuando venía la Pascua, que ya se celebró hace poco, ¿verdad? Los judíos celebraron la pascua, la liberación cuando salieron de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, el cordero pascual, la sangre en los dinteles, el cruce del Mar Rojo, todas estas cosas, la liberación de Egipto.

Entonces ese sábado después de la pascua comenzaba una época, un festival, un tiempo sagrado del calendario judío que era 50 días, 7 semanas y un día. Ahora, cuál fue ese sábado? En este tiempo, cuál fue? En ese fin de semana fue cuando Cristo fue resucitado, cuando Cristo fue crucificado y resucitado. El día de la resurrección de Jesús era el día que comenzaba en el calendario esos 50 días. Era siempre el día después del día sábado del tiempo de pascua. Ese primer, cuando terminaba ese sábado, al otro día comenzaban los 50 días y terminaba finalmente en el día 50 que era domingo, si usted cuenta, no se pierdan mucho en los cálculos, eran 50 días y terminaba en un día domingo para nosotros, después del último sábado, 7 sábados más un día.

Entonces, interesantemente el día de Pentecostés es el día, ese día 50, que comenzó esa semana de la pascua, que comenzó con el día de resurrección, los 50 días que conducen al día de Pentecostés, ya comenzaron a contarse el domingo de resurrección, la semana pasada, ¿verdad? El domingo pasado.

Estamos ahora en los 50 días, moviéndonos en los 50 días que culminan el día de Pentecostés. Yo hice el cálculo, 23 de mayo, si usted es curioso póngalo en su calendario, porque ese es el domingo de Pentecostés, 23 de mayo. 50 días desde Easter Sunday, domingo de resurrección hasta el día de Pentecostés.

Entonces, es interesante, ahora, qué era ese día, ese festival de qué era? Que interesante. En esto solamente tenemos una gran lección acerca de el Dios que siempre hace las cosas con intencionalidad, es más, yo podría este sermón: el Dios intencional. Porque fíjese, ese festival religioso judío era el siguiente: ese domingo, ese primer domingo que comenzaba este festival era el festival, se llamaba el festival de las primicias, los primeros frutos. También era conocido como el festival de la cosecha. Y ese domingo el sacerdote principal iba al campo y cortaba las primeras gavillas, las primeras espigas del fruto de la tierra. Después de semanas y semanas de plantar había diferentes cereales que ellos cultivaban, diferentes plantas, y ese era el primer día en que formalmente, ceremonialmente, se cortaba los primeros frutos y el sacerdote ceremonialmente cogía un manojo de esas primeras gavillas, de esas primeras espigas, podría ser cebada, creo que era cebada, porque era lo primero que brotaba. Saben, hay diferentes plantas que brotan en diferente tiempo. Era lo primero de toda la cosecha que se iba a estar cosechando durante los próximos 50 días.

Y entonces el sacerdote tomaba esa primera cosecha y la mecía, la levantaba y la mecía delante de Dios. Se la presentaba al Padre. Por eso se llamaba, el festival de las primicias o de los primeros frutos. Entonces, desde ese día, domingo de resurrección, cuando Cristo resucitó para ser redundante, pero era importante eso, ese primer día en que se tomaban los primeros frutos, las primicias, se mecían delante del Padre, se daba gracias por la cosecha, por la primicia, comenzaba a tocar el reloj 50 días hasta el día en que terminaba la cosecha y se daba gracias a Dios y entonces era una gratitud a Dios por la cosecha. Y entonces claro, comenzar a disfrutar entonces plena y formalmente de la comida y de todos los frutos que Dios había dado a su pueblo.

Ven ustedes una aplicación a esto que está sucediendo aquí? Sino, déjenme ayudarle porque hay mucha intencionalidad aquí en esto, inclusive, otra cosa también, para los hebreos en la historia de la teología hebrea, no cristiana, el día de Pentecostés independiente de lo que pasa aquí en el libro de los Hechos, ellos consideraban ese día el día en que Moisés históricamente recibió la ley en el monte de Sinaí y por lo tanto ellos consideraban ese día el inicio de la religión hebrea, del judaísmo, el día de Pentecostés judío. Ellos consideraban ese día su día de iniciación de su religión, de su fe, el día en que recibieron la palabra, recibieron los principios que habían de gobernar, los mandamientos que habían de gobernar su vida. Entonces ellos consideraban ese fue el día, es el día que ellos reservaban para celebrar el inicio de su fe.

Ahora, mire todo esto, tomémoslo. Ese día de resurrección, cuando Cristo sale de la tumba, qué dice Pablo en Primera de Corintios, capítulo 15 acerca de Jesús? Dice que él es la primicia de los que resucitaron. Él es el primer fruto, Cristo es el primero que resucita, el primer hombre, recuerden que él era hombre y Dios a la misma vez. Cristo era el representante de esa humanidad redimida, en la nueva economía de la fe cristiana.

Dios lo levantó de los muertos. Y él fue el primero que resucitó para nunca más morir porque Lázaro resucitó, el hijo de la viuda de Naín resucitó, pero cuántos saben que murieron alguna vez en algún momento. Fue un milagro provisional, una resurrección, Cristo resucitó para siempre.

Y por eso él es el primero, él es el prototipo, él es el que inicia el que inicia esta nueva cosa de gente que resucita para no morir. Usted sabe que usted no va a morir, le van a apagar la luz por un segundito pero en el momento que le apaguen la luz se va a prender otra luz a la eternidad. Los cristianos no morimos, pasamos de una vida imperfecta a una vida perfecta. Amén.

Usted no muere ya, usted es un ser eterno. Entienda eso. En el momento que usted de su último aliento ahí están dos angelitos listos para llevárselo y decirle, ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Gloria al nombre del Señor.

Si usted le tiene miedo a la muerte, póngase a leer su Biblia porque no hay que temerle a la muerte. Dónde está oh muerte tu aguijón, dónde oh sepulcro tu victoria, dice el Apóstol Pablo en Primera Corintios, sorbida es la muerte en victoria. Porque ya Cristo lo hizo, ya Cristo resucitó. Él fue el primero, él fue el primer fruto de esa nueva época que él mismo abrió a través de su cruz.

Cuando el Señor se levanta de la tumba él es esa primera gavilla, ese primer fruto que es levantado y que es ofrecido como el primer fruto de la cosecha, esa cosecha que todavía está en pie, cosechando almas para la salvación. Y vendrá un día la última cosecha y entonces vendrá el fin.

Pero el Señor fue ese primer fruto, esa primera gavilla que fue ofrecida al Padre como fruto de lo que él mismo había hecho en la cruz. Entonces, por eso el día de resurrección. Y si usted ve como todos los festivales del Antiguo Testamento hablan acerca de Jesús. Por qué cree usted que Jesús dijo Moisés habló de mí, los profetas hablaron de mí. Yo vine a cumplir y a realizar todo lo que estaba escrito en la Ley porque todo lo que está en el Antiguo Testamento apunta hacia Jesús. Todos los festivales, tanto de los tipos, los símbolos, las cosas y cuántas cosas que nosotros ni siquiera nos imaginamos están encerradas en clave en el Antiguo Testamento apuntando hacia Jesús.

Entonces, cuando el Señor resucita el día de resurrección comienza el reloj hacia los 50 días. Los discípulos no entendían esto, no sabían. Y el Señor les dijo simplemente esperen y oren y esperen a la visitación del Espíritu Santo. Ahora, al día 50 que es el día…. Es decir, cuando llegó el día de Pentecostés es como dijera, cuando llegó el día de Washington, cuando llegó Labor Day, el día del trabajo, estaban ellos unánimes juntos orando y cayó el Espíritu Santo.

Quién sabe qué día de fiesta el Señor va escoger para enviar su última visitación. Quién sabe qué día que nosotros ni sabemos su significado, pero él lo sabe en la eternidad. Entonces, el día de Pentecostés que era el día que culminaba ese tiempo de darle gracias a Dios por la cosecha, ese día que los judíos consideraban el día del inicio de su fe, ese día Dios inaugura la fe cristiana con la venida del Espíritu Santo.

Como Moisés, mire, porque si usted mira el Monte de Sinaí fue una especie de Pentecostés. Dice que había fuego, había truenos, estaban tan aterrorizados esos judíos en el desierto que le dijeron a Moisés, mira, vete tu, déjanos aquí porque no queremos morir. Era tan terrible la presencia de Dios. Y Moisés se acercó a la misma presencia del Padre y recibió esa revelación y aquí tenemos, en el día de Pentecostés, fuego, viento recio, temblor, una visitación poderosa de Dios, lenguas repartidas, movimientos sobrenaturales que es como abrir la puerta, es como el inicio, es la inauguración, es el toque de la trompeta, es cortar la cinta, es decir hoy en este momento comienza la época de mi iglesia y yo lo voy a inaugurar con trompetas, con bombas, con platillos, con todo lo que sea para decir, hoy comienza la nueva época de mi iglesia. Hoy comienza la fe cristiana formalmente. Eso fue, Dios escogió ese día en particular que se inició con la resurrección de Jesucristo para decir, ok, hoy mi iglesia comienza a moverse en el poder de la resurrección, en el poder del Espíritu Santo y ahora comienzan esos frutos de esa cosecha a entrar a mi pueblo.

Entonces, note eso, lo dejamos aquí porque luego vamos a tener tiempo. Dios inicia este nueva era de su plan salvífico con este evento que abre, inaugura la nueva época. Si los músicos por favor pueden pasar por acá se los voy a agradecer.

Esta nueva época comienza ahora con el bautismo del Espíritu Santo. Y por eso, hermanos, es que yo pienso, Dios hizo esto de esa forma porque él quería decir, mira si tu quieres iniciar tu vida como cristiano, si tu quieres iniciar tu propia época personal tu necesitas iniciarla como la iniciaron mis discípulos buscando la unción, buscando la llenura del Espíritu Santo, buscando la iniciación del espíritu porque así fue que yo inicié mi iglesia.

Y yo siempre tengo un propósito, una razón, cuando yo llego, yo sé por qué yo llego. No te desanimes, no te desalientes, sigue esperando, sigue buscando, sigue clamando a mí porque yo tengo el día preciso que te voy a dar lo que tengo para ti, pero tienes que buscarlo y tienes que esperarlo y tienes que pedirlo, pero no salgas de Jerusalén, no te adelantes a vivir la vida cristiana plenamente sin primero buscar esa unción, esa visitación del Espíritu Santo.

Y vamos a hablar mucho acerca de cómo se recibe el Espíritu Santo y vamos a tener tiempos de buscar esa unción en nuestras vidas y vamos a estar, no solamente, hablando de teorías sino también de práctica, pero yo quiero en esta mañana implantar en ti una convicción acerca de la importancia de tu tener esa experiencia, esa visitación. Porque eso fue lo que pasó aquí en Pentecostés, el Señor inició la vida de su iglesia con un ventarrón, con una infusión del espíritu.

Vamos a pedirle ahora mismo al Señor, póngase de pie un momento, vamos a pedirle al Señor que haga eso y si tu quieres pasar aquí al frente para que oremos por ti en esta mañana, para que tu recibas una fresca unción, sobretodo me gustaría gente que no ha recibido todavía ese bautismo del Espíritu Santo, prefiere gente que no lo ha recibido, escúchenme, que pase por aquí para que oremos por ti en esta mañana y entonces yo te animo a creer que algo ha sucedido dentro de ti, si lo recibes ahora mismo yo creo que, mira, todo está en que simplemente lo creas. Es como cuando yo le digo a la gente, recibe a Cristo como Señor y salvador, y qué tu haces? Tu recibes a Cristo como Señor y salvador, tu abres tu corazón y tu crees que él entra.

Yo creo que si oramos por ti tu vas a recibir y entonces yo te animo inclusive ahí mismo si tu quieres a glorificar al Señor, dale gracias por fe y entonces comienza a buscar esa manifestación pentecostal, esa manifestación porque fíjate cómo se manifestó en este caso con viento, con lenguas de fuego repartidas, con expresiones proféticas, con milagros. Yo creo que tenemos que buscar esa dimensión también. Yo creo que cuando oramos las personas, eso puede darse en este mismo momento si la persona cree, puede abrir su boca, hablar en otras lenguas inclusive. A veces no lo hacemos porque más bien estamos nosotros aguantándolo pero otra cosa que tu puedes hacer es también comenzar y cuando tu estés en la congregación suelta tu lengua, levanta tus manos, vive una vida pentecostal, confiesa milagros en tu vida, cree que tu tienes la unción de Dios y comienza a adoptar una mente pentecostal, una mente de unción, a vivir una vida sobrenatural.

Confiesa, yo tengo la llenura, yo tengo el bautismo del Espíritu Santo. No dudes, no andes por allí de iglesia en iglesia buscando esto, buscando lo otro, simplemente créelo, reclámalo, confiésalo, adora al Señor con libertad. Cuando tu estés adorando al Señor abre tu boca y habla en otra lengua, tu vas a tener eso, lo vas a recibir en esta mañana. Ora por los enfermos, reprende al enemigo, ora por la liberación de las personas. Vive una vida llena del espíritu, lee tu palabra, ayuna, y di lo tengo, yo soy, yo estoy ungida, estoy ungido, tengo el Espíritu Santo, tengo la llenura del Espíritu Santo y muévete en esa vida apasionada, esa vida dinámica, esa vida que provee espacio para la manifestación del poder de Dios en tu vida.

Así que yo quiero orar por ti y te animo al orar por ti que tu confieses con tu boca, Señor, gracias porque yo lo tengo, gracias porque lo he recibido. Gracias porque tu me lo das. Gracias porque me estoy moviendo en eso. Gracias porque tu prometiste que tu se lo darías a todos los que lo pidieran, gracias porque tu estás conmigo y tengo la unción, la promesa del Padre en mi vida.

Y quiero invitar a toda otra persona también que quiera una visitación fresca, que pase por aquí un momento, mientras los demás continúan orando y clamando al Señor. Y si usted tiene que irse le despido en el nombre de Jesús, váyase quietamente, calladamente, los demás seguimos aquí intercediendo y orando.

Siete acciones de una mujer sabia

Transcripción

¿Sabe usted, qué usted tiene la habilidad de ser una mujer sabia, sabe? Amén. ¿Recuerdan que la canción “Todo lo que necesito”? A veces no confiamos en nosotras mismas lo suficiente. Pero en esta mañana yo quiero que usted salga, no simplemente, escuchando pero creyendo que usted es una mujer sabia. No es que va a ser, sino que ya es una mujer sabia. ¿Por qué? Porque Dios vive en ti y cuando Él está en nosotros andamos con Él y tenemos comunicación con Él y cuando le pedimos las cosas a Él y cuando vamos a Él; cuando tenemos decisiones o cosas importantes que hacer Él nos da la sabiduría para actuar.

Yo quiero compartir siete acciones de una mujer sabia. Quiero que usted diga conmigo, ponga su mano sobre su mente, su frente –aquí, diga: Yo tengo la sabiduría de Dios. Tengo la sabiduría de Dios para ser una buena esposa, tengo la sabiduría para criar a mis hijos en este camino, tengo la sabiduría y la habilidad para tener un matrimonio feliz y saludable, tengo la sabiduría para tener a mis padres saludables. A veces hay que hablarnos a nosotras mismas. You have to talk to yourselves every now and then. Aunque nadie te escuche pero a veces repitiendo las cosas como que “the more you share, más te llegan al corazón de uno”. I’m very Spanglish, so me perdonan.

Primero les hago el capítulo 25 y vamos a leer mientras estamos compartiendo esta palabra. Vamos a leer de una mujer llamada Abigaíl. Cuando empezamos a leer el capítulo nos damos cuenta que ya Samuel había muerto. David se va al desierto. Le dicen a los hombres que hay un hombre Nabal que tiene “has a lot of possessions”. Entonces él tiene hambre. ¿Cuántos saben de un hombre con hambre? Difícil es. Mami me decía “Sole, cuando le vayas a dar a tu esposo, asegúrate que él ha comido bien para que ustedes se puedan sentar y entonces platicar. No hables antes de que él coma”. ¿Por qué? Porque después que el hombre come, come que puede digestir mejor, tener mejor presión.

Este hombre naval tenía como esposa a Abigail y David la describe a ella como una mujer ‘de buen entendimiento y de hermosa apariencia’. Que Samuel había muerto, David está todavía está siendo perseguido por Saúl. David está en un momento muy difícil en su vida, perdió un hombre que era “like a mentor to him”. Perdió un hombre que él amaba. Murió Samuel. Entonces hay otro hombre el cual él amaba y respetaba mucho pero este “man” lo perseguía para matarlo.

Él estaba en una situación difícil y ¿Cuántas de nosotras nos encontramos en esos momentos difíciles? ¿Verdad qué llegan esos momentos difíciles donde uno dice ‘no se para donde ir’, no se que paso tomar’? Aquí estaba David en este momento donde decía “Murió Samuel pero Saúl me persigue pero me persigue para matar”. Aconteció que David escuchó que Nabal estaba cerca y le dice a diestros jóvenes, yo les digo cuando vamos a leer, ‘Subid a Carmel e ir a Nabal y saludadle en mi nombre. Decidle así: ‘Alabanza a ti y paz a tu familia y paz a todo cuanto tienes’.

Ahora vamos a decir los 7 y 8 de primera de Samuel. ¿Okay? ‘He sabido que tienes esquiladores. Ahora tus pastores han estado con nosotros, no les tratamos mal ni les faltó nada en todo el tiempo que se han estado en Carmel. Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Halla por tanto en estos jóvenes gracia a tus ojos porque hemos venido de buen día. Te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos y a tu hijo David’. ¿Qué es eso? Los jóvenes van donde Nabal y le van a dar el mensaje. Nabal responde en el versículo 10.

‘Pero, ¿quién es David? Y ¿Quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomarte en mi pan en mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores y darla a hombres que no se de donde son?’ Los jóvenes regresan a David con esta información. Estas no son noticias muy buenas, ¿no? Van donde David con está información y me imagino la tristeza y no tanto la tristeza, el enojo que le llevó a David. ¿Okay? Estas noticias molestaron a David.

¿Cómo es que este hombre no puede darle un poquito de comida? Cuando estábamos con él lo protegíamos. We protected him over there and now this is how he wants to pay me? David les dice: “Ciña cada hombre su espada” y David va con 400 hombres. Deja 200 atrás pero va con 400 hombres y van con un propósito. El propósito no era hablar con Nabal, el propósito era acabar con él y con toda su familia. David, tenía propósito, David estaba pero bien molesto. No iba a negociar. No iba a ver si Nabal cambiaba ni de opinión, él quería terminar esta generación completa. Pero ¿qué pasa? Que uno de los criados escuchó cuando los jóvenes llegaron a él, a Nabal, entonces Nabal le dice a Abigail.

He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo y él los ha rechazado. Vamos al versículo 15. El criado le dice a Abigail: ‘Ellos han sido muy buenos con nosotros y nunca nos trataron mal. No nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos. Cuando estábamos en el campo, muro fueron para nosotros de día y de noche. Todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas’. Le dice el criado. ‘Ahora pues, reflexiona y ve lo que has de hacer porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su raza. Él es un hombre tan perverso que no hay quien pueda hablarle’.

La primera acción de una mujer sabía, ¿saben cual es? Reflexionar. Hay que reflexionar porque a veces somos “we are too impulsive”, muy impulsivas que escuchamos y queremos reaccionar, pero rápidamente. Pero cuando llegue la información, cuando lleguen los ataques de la vida, cuando lleguen las situaciones sean enfermedad, sea lo que sea. Reflexione. No actúe rápidamente. Reflexione para ver que es lo que Dios está tratando de decir a través de esto. Porque inmediatamente culpamos al diablo. ‘Es el diablo, es el diablo’ y usted no puede creer que ¿a lo mejor es Dios tratando con usted?

¿Amén? A veces puede ser el mismo Dios que quiere su atención. Ha tratado de diferentes maneras pero usted no para lo que hace porque está en su carrera o como madre o arreglando su casa. Y Dios dice “Dame 5 minutos quiero hablar contigo. Pero tú dices ‘Señor, ya está ya hablamos’”. Hay que reflexionar como mujeres, especialmente como mujeres cristianas porque cuando estamos muy ligeros dañamos las cosas. ¿Amén? Entonces la primera acción que Abigail hace, ella hace es ella reflexiona. Ella se pone a procesar la información. ¿Amén? Ella se pone a procesar la información. Hay que procesar la información.

Leímos en la palabra que Abigaíl era una mujer de buen entendimiento y ¿qué hace? Ella reflexiona y se da cuenta que tiene que reaccionar. No reacciono primero, sino que cuando reflexionó entonces entendió que ella tuvo que reaccionar. ¿Por qué? Porque el mal, la muerte estaba a la vuelta de la esquina. Y quiero decirte mujer que el enemigo está a la vuelta de la esquina tratando de matar y robar lo que Dios a ti te ha dado y tenemos que reflexionar. Tenemos que mirar como está nuestra relación con Dios para que el mal no llegue a nuestras casas. Okay.

Llegó un momento en la vida de la reina Esther que tuvo que reflexionar. Su tío le dice: “Mira, Esther, la cosa está brava. Llama han mandado el decreto y los judíos todos vamos a morir. Y no te creas que simplemente porque estás ahí vas a vivir”. Esther tuvo que reflexionar, ¿qué voy a hacer? Yo me la imagino decir “Señor ¿por qué Tú me enviaste aquí? ¿Por cual razón?”. Y la razón por la cual para mi Esther por la cual Esther llegó al reinado, a estar como el rey era porque este momento venía para el pueblo de Israel y se necesitaba una mujer sabia que reflexionara y supiera actuar cuando era tiempo necesario. Y ella con sabiduría envió al pueblo ¿qué? A orar, to fast, ¿para qué? Para que Dios le diera gracia y vemos que Dios le dio la gracia a Esther.

Ella reflexionó. Esther reflexionó, reaccionó y mandó a los judíos que se hallaban en Suza a ¿qué? A ayunar por ella. Pero ella no simplemente envió la palabra que ayunaran, ella también ayunó. Ella también buscó a Dios. ¡Porque qué fácil es mandar a otra persona a orar y ayunar y hacer de todo! Pero que difícil es levantarse de madrugada a hablar con el Señor. Es tiempo de reflexionar mujeres de Dios. Es tiempo de reaccionar porque nosotras estamos aquí por un tiempo como este. ¿Amén? ¿Están siguiendo ya?

Vamos a leer el versículo 8. Después que reflexionó ella reconoció que tuvo que actuar. Ahora que reflexionar y actuar son dos cosas diferentes. Yo les he dicho anteriormente. Yo me miro al espejo y veo mi reflexión y digo ‘Tengo que ir al gimnasio o comer mejor’ pero de nada vale que yo reflexione y no actúe. Y a veces ahí nos quedamos. Reflexionamos y como sabemos lo que tenemos que hacer, pero el actuar nos va a costar. It means a sacrifice in that act. Entonces: ‘¡Ah! Mañana, mañana, mañana.’

La segunda acción sabia que Abigail hizo fue que ella ofrendó. El ofrendar es muy importante. Amén. El versículo 18. “Abigail tomó luego 200 panes, 2 cueros de vinos, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y 200 panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos”. La ofrenda de Abigail no vino en finanzas, la ofrenda de Abigail vino en una comida. ¿Por qué que tenía David? Hambre. Él no necesitaba dinero, él lo que necesitaba era comida. Y a veces nosotras queremos compartir el Evangelio de Dios pero hay gente que usualmente necesita un pan, leche y una docena de huevos.

¿Me están entendiendo? A veces lo hacemos tan espiritual pero si podemos hacer una necesidad física entonces vamos a poder saciar la necesidad espiritual. Abigail entendía lo que ella tenía que hacer porque ella reflexionó y empezó a actuar con una ofrenda. Nabal tiene riquezas materiales. Nabal era un hombre muy rico pero la palabra dice que él era un hombre ¿qué? Muy ciego. Le faltaba a él sabiduría. Abigail no solo dio porque ella era una mujer bendecida sino porque necesitaba una cosecha buena. ¿Amén?

El dar para nosotros es muy importante. Me recuerdo cuando yo pude ir a una convención de Jimmy Jacques y estaba Juan Irapaino y ya yo sentía que había algo que yo tenía que sembrar. Antes que pidiera una ofrenda, antes de que predicara ya yo tenía ese ardor como que yo tenía que soltar algo. Y empieza la ministración y empieza la predica y yo sabía que tenía que dar algo pero no sabía la cantidad. Y yo esperando y esperando para ver ‘Señor ¿qué es lo que tengo que dar?’ Y cuando tiran del altar una ofrenda de mil dólares yo dije ‘¡Ea! ¡Mil dólares!’ Pero yo sabía que era que tenía que hacer.

Era un momento que Dios estaba tramando conmigo. Mi esposo rezaba pero yo me creía Dios en ese momento porque yo sabía que Dios me estaba hablando a mí de una manera específica. Y mi esposo es un sembrador. Y yo sabía que cuando yo le dijera él me daría el Okay porque él siembra. Sabemos la bendición en el sembrar. Bueno, yo di la ofrenda. Llegamos a casa. Yo le dije la historia y me dijo “Okay, honey. Vamos a creerle a Dios”. Un mes después mi esposo pierde un trabajo y por seis meses no encuentra trabajo. Esa semilla, esa ofrenda nos llevó por seis meses.

¿Por qué? Porque le creí a Dios. Porque cuando uno da creyéndole a Dios, Dios siempre te respalda y Dios siempre provee. Pero a veces nosotros escuchamos esa palabra de dar una ofrenda pero nuestros diezmos no son fieles, con nuestras ofrendas tampoco. Pero damos al Señor una ofrenda o una promesa y queremos que Dios haga. Tenemos que tener todas nuestras cuentas al día. El dar el diezmo no es cuando nos da la gana. El dar el diezmo es dar cuando nosotros recibimos. Darle a Dios porque a Él le pertenece. Y cuando entendemos la importancia del ofrendar, de darle a Dios, Él siempre va a proveer. ¿Amén? Praise the Lord.

Todo esto lo hizo y no le dijo nada a su esposo. Hay momento que tenemos que callar. Pero que difícil es. It’s so hard to speak wise. ¿Por qué? Porque creemos que estamos bien siempre. Aunque usted crea que está bien espere, espere porque en el momento correcto Dios le va a dar la palabra, el tono de voz y la sabiduría para actuar. Sea con su esposo o una relación de amistad. ¿Amén? Hay cosas, mujer de Dios que tú no se la tienes que decir a nadie. Espera, espera. Hay personas que se llaman “matan sueños” o “matadores de sueños”. They don’t want to see you happy; they don’t want to see you prosper. ‘Oh! And that’s going to give you wealth?’ Porque como no quieren no entienden que el sueño fue para ella, el sueño fue para usted. Entonces es que ¿ella va a entender lo que Dios está diciéndote a ti si Dios te está hablando a ti?

Recibe el sueño, créalo, camine en él y cuando venga la manifestación del sueño ellos van a entender. ¿Amén? Si Abigail le dice a Nabal lo que ella tenía en mente para hacer, esta historia no estaría como está en la Biblia porque Nabal hubiera sido ‘You are not going anywhere. You do because I say and because I say you are not going anywhere’. Pero ella reflexionó. Ella supo actuar y supo dar su ofrenda. Nuestras ofrendas producen algo. A veces en ciertas ocasiones cuando pongo una ofrenda en un sobre le pongo nombre porque estoy esperando una cosecha de esa ofrenda, estoy esperando una semilla de esa ofrenda. Siempre háblele a Dios con propósito, escríbalo, pero no simplemente escríbalo, créalo y aunque se vea opuesto usted crea que esa semilla va a dar fruto. ¿Amén?

Esta ofrenda que Abigail preparó fue una ofrenda grande ¿por qué? Porque ella necesitaba misericordia y la necesitaba grande. Ahora, no es que compramos a Dios. No, nunca, jamás podemos comprar a Dios. Entiéndalo bien. Mi ofrenda no compra a Dios, mi ofrenda me bendice. ¿Amén? Su ofrenda te va a bendecir. Y oramos a Dios con nuestras ofrendas. Abigail no se quedó en su casa para ver si las ofrendas que le envió a David es suficiente para él y su familia. Ella no envió su ofrenda. Hay madres que envían sus hijos a la iglesia, que envían a la esposa y se quedan. ¡No! Ven, ven a la casa de Dios.

No digas que tú no tienes nada, no diga que usted tiene nada porque todo lo que usted necesita ¿Dónde está? Está en usted, ya Dios se lo dio. De sus ofrendas al Señor porque eres una mujer bendecida. Cuando damos porque somos bendecidas, Dios nos bendice. La tercera acción es el actuar y ella pudo actuar. Ella reflexionó, actuó y dio su ofrenda. El versículo 20 nos dice: “Y montándose en un asno descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella y ella les salió al encuentro”. ¿Qué sucede cuando nosotras entramos en nuestro cuarto secreto? Nos encontramos con Dios y Abigail tuvo tener la versión mía. Ella supo pasar por ese camino secreto y al final del camino se encontró con David. Se encontró con la persona que ella necesitaba encontrarse.

Y cuando nosotros tenemos el lugar secreto, nuestro cuarto secreto nos encontramos con Dios. ¿Tiene usted su lugar secreto? ¿Tienes un tiempo a solas con Dios? Yo se cuando la Pastora me dice ‘I love being in my car, play other music and praising loud. It’s one of a wonderful time of the day’. Uno puede cantar y puede cantar lo más duro que uno quiera y alaba al Señor. Aleluya. ¿Cómo queremos que el Señor cuide de nosotros si no pasamos por el tiempo, el momento, el lugar secreto con Él? Abigail supo llegar. El enemigo está para serlo. David en este caso viene siendo el enemigo que ¿quería qué? Acabar con la familia de Nabal. Pero el enemigo, el diablo está tratando de devorar y romper, matar nuestras familias.

Es tiempo de coger esta relación con Dios en serio. Vale la pena vivir esto, pero vivirla bien. No vivirla simplemente aquí pero allá afuera donde la gente tiene que ver. Mujeres sabias, este es el momento en que sin dudas necesita de mujeres sabias. Mujeres con buen entendimiento, mujeres saben reflexionar, mujeres que saben expresarse. The world needs us. El mundo nos necesita. Pero ¿qué? Decimos que no podemos. Saque esa palabra de su vocabulario. Empiece a creer que yo puede. Usted vive donde usted vive porque Dios tiene un propósito con usted. Usted trabaja donde trabaja porque hay personas que necesitan escuchar la palabra de Dios. Tiene los hijos que tiene porque Dios te los ha dado con un propósito, porque usted con ello. Usted no diga que “usted no puede con ella”. Usted puede con ello. Dios te lo dio. Él confió en ti lo suficiente para darte los hijos que tienes. So we give up? I’m tired, Lord. When? Y empezamos a preguntar al Señor, ¿pero cuando?

Tú sabes que yo oro, que mucho yo lloro, Señor y mis hijos se ponen peor. But it can’t be for nothing. Son tuyos por una razón. You had them because you have offrended them. Nadie lo va a amar como usted lo va a amar. Nobody is going to have the patience as you have the patience for them. Y ahí va a ver usted, que sus hijos necesitan escuchar. ¿Amén? Praise the Lord. I feel the presence of the Lord this morning and I hope it won’t take too long. Vamos a regresar a David. ¿Cómo está este pobre David con hambre? Está molesto con la respuesta de Nabal y parece que más caminaba más molesto se ponía. “¡Ay pero si lo veo! ¡Ay pero si [sonidos]!”

¿Se ven? ¿Se ven ustedes en David? Can you see yourselves there? [Risas] David tampoco estaba actuando bien. David se dejó por sus emociones, se apoderaron de él y tenemos que tener cuidado porque mujeres, el deseo también es emocional. Pero habla de las cosas simples de la vida. A veces nuestros matrimonios se rompen por cosas tontas. A veces rompemos relaciones con familiares, con hermanos, con tíos, con madres por cosas… calm. Porque dejamos que el diablo se meta y no actuamos como mujeres sabias sino actuamos como mujeres necias y pasan años a veces y nosotros el orgullo no nos permite pedir perdón. No nos permite mirarnos. Y es que es la cuarta acción. La cuarta acción es “se postró, se humilló”. Supo pedir perdón. ¿A cuántas de nosotras nos cuesta pedir perdón?

Hay mujeres enfermas porque no saben pedir perdón porque viven con esa amargura. Porque quieren que la persona que lo hirió sufra. [Risas] Verse 21. Versículo 21: “Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien”. Versículo 23: “Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra”. Vamos a aprender a postrarnos, vamos a aprender a humillarnos cuando sea necesario, vamos a aprender a pedir perdón. Aunque usted diga que ‘it’s not your fault’ la palabra nos dice que ‘it doesn’t matter whose fault it is’. Vaya y pida perdón y usted va a sentir como una carga que se le va, una libertad.

¿Y qué pasa cuando podemos perdonar? Somos libres y ¿qué? Libramos a la otra persona. Allá ella, allá él con Dios pero nosotras vamos, como mujeres sabias, a pedir perdón porque esa es una acción sabia. El pedir perdón. La Biblia nos dice que se bajó prontamente de su asno y se postró sobre su rostro delante de David. Este no era el momento de tratar de persuadir a David. A veces decimos ‘I got this’. Voy a usar todo lo que se de mujer para arreglar este asunto. Pero no es momento de persuadir a David.

La vida de Abigail está en peligro simplemente porque era esposas de Nabal. Hay momento cuando nuestras palabras no van a hacer la diferencia en la situación en la cual estamos. Right? Simplemente tenemos que ir de rodillas delante de ¿quién? Delante de Dios y postrarnos en su presencia y reconocer Señor que sea Tu voluntad. Qué sea Tu voluntad, Señor. No la mía, pero que sea Tu voluntad. ¿Amén? La cuarta acción es postrarnos, el humillarnos, el perdón es importante para una mujer sabia.

La quinta acción sabia que hace Abigail es que ella habló con sabiduría. ¿Amén? Habló con sabiduría. Porque a veces hablamos y al terminar nada sabio salió, pero ¡que mucho hablamos! Versículos 24 y 25: “y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sobre mi sea el pecado; más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva”. Después que se aseguró que tenía la atención de David, Okay, this is important. El tono de voz que usamos. A veces mi esposo me dice: ¿por qué lo tienes que decir de la manera que tú lo dices? Has your husband told you that? Why you have to say it like that? What he tells me? El tono de voz.

A veces queremos actuar pero hablamos con ese “accussing tone of voice”. Venimos a donde el esposo o quien sea, con esa actitud y ¿qué hace la persona? O what do they say? “What’s your problem?” Porque de la manera que vamos they did come by. Pero cuando aprendemos a hablar y a adecuar el tono de voz, pida lo que quiera del esposo y ¡se lo va a dar! ¡Aleluya! Esta es la palabra de hoy. Versículo 25: “ No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal, porque conforme a su nombre así es. El se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”. Habló con sabiduría y no le dijo ‘What’s your problem, man? She didn’t go with that attitude. She was like ‘ I wasn’t there’. ‘No estuve ahí. Pero ahora estoy. Permíteme hablar contigo’.

Y el tono de voz es importante para una mujer sabia. I catch myself with my children all the time. Le puedo hablar bien a todo el mundo y a veces cuando les hablo a mis hijos ‘¡Ahh!’ and I stop again and I have not to go to any authority. But if I would just recognize I wouldn’t have to say I’m sorry. Pero como son nuestros hijos, a veces creemos que les podemos hablar así estrujado. ¡No! Ellos necesitan ser tratados con sabiduría, con amor y con ternura, con respeto. ¿Para qué? Para que ellos en el tiempo de Dios hablen con sabiduría y con respeto a otros. ¿Amén? Pídanle perdón a sus hijos porque a veces yo se que somos muy ligeras y herimos a nuestros hijos. Hay dolor en el corazón de ellos porque ‘mami tiene tiempo para escuchar a todo el mundo y hablar con todo el mundo pero yo quiero cinco minutos con mami y mami no me los da’.

Yo tengo tres hijos, tengo uno 15, uno de 12 y uno de 7. Y el de 12 años me dice unas historias que cogen ¡Ay! Una eternidad. He stays there forever! Él es medio vaguito a veces and I go Aha!Aha! y como que se goes, he comes back. What’s the point? All he wants to do is tell me the story. Pero yo no quiero sacar cinco minutos para escuchar la historia de él. Pero para él es algo que quiere compartir conmigo. Y hay que tener tiempo para nuestros hijos porque si no le damos el oído otra persona se lo dará. ¿Y como podemos aconsejar, amar con sabiduría a nuestros hijos si no tomamos el tiempo para escuchar?

¡No es fácil! Yo lo se y todavía estoy aprendiendo. Porque hay veces que mi esposo me hace [señas físicas] ¿Por qué? Porque hago mucho de esto [señas físicas] y tengo que callar y empezar de nuevo. ¿Amén? But I have to be woman and after all I’m talking to a child. Si yo quiero ser efectiva y salvar mi matrimonio tengo que aprender como y cuando decir las cosas. ¿Amén? Tenemos que pedirle a Dios para que nosotras aprendamos a expresarnos correctamente. Necesitamos la sabiduría de Dios para poder hablarles y que nuestras palabras puedan ser oídas y que produzcan ¿qué? Good fruits.

La sexta acción sabia que hace Abigail: que ella toma un momento para profetizar. Verse 26: “Ahora pues señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor”. Ella habla, ella profetiza, ella con sus palabras cambia las cosas. ¿Me están entendiendo? Is this making any sense? Or Shall I just read this chapter completely different? David no había cambiado su mente de perdonar a Nabal. Sin embargo Abigail le dice a David que Jehová le impidió venir a derramar sangre. Nosotras podemos profetizar. Hablar las cosas que no son como si fuesen. ¿Amén? Porque el poder está en nuestra boca. El poder de la vida, el poder de la muerte.

Y a veces hablamos más muerte que vida. Decimos ‘mi hijo nunca cambia’, estas hablando muerte. ‘¿Mi esposo? ¡Ah!’ Estás hablando muerte. Cambia tu lenguaje. Cambia. Una mujer sabia aprende el lenguaje que tiene que hablar y empieza a hablar cosas, empieza a profetizar las cosas, empieza a creer a Dios. Empieza a decir “Espérate, Dios me dio este hijo, esta hija con un propósito. El diablo tú eres mentiroso. Ella ya tiene propósito, ella va a ser lo que Dios ha mandado que ella sea”. Profetice, hable. Usted no tiene que ser profeta para profetizar. ¡Usted créale a Dios! Y usted va a ver como Dios va a hablar.

Versículo 27: “Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor. Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa”. ¿Qué hizo Abigail? Está pidiendo perdón por lo que no hizo pero está pidiendo perdón por su familia, por su generación. Porque mujer de nosotros depende a veces. Si respetamos, si sabemos el lugar que tiene nuestro esposo, el sacerdote, el hombre de la casa. Pero ¿cuál es su responsabilidad en su hogar? Abigail dice: “perdona a esta sierva, esta ofensa”. “Pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová y el mal no se ha hallado en ti en tus días”. Abigail sabía quien era David, ella conocía de este hombre. Abigail usó su entendimiento, su sabiduría para el bien y le recordó a David las promesas que David aún tenía.

A veces nos olvidamos y necesitamos… we need to be reminded of the process that comes to us. ¿Amén? Y le recordó a David lo que Dios tenía para él y no lo podía gozar si sus manos se llenaban con sangre derramada sin causa o por haberse vengado. David estaba actuando para vengarse y era incorrecto. Este es el mismo David que tuvo la oportunidad de matar a Saúl pero reconocía que no se puede tocar el envío de Dios y pudo perdonar y pudo salir. Pero aquí “este no nos va a dar algo de comer, este muere”. Let’s be careful. Vamos a tener cuidado. Abigail continua diciendo, creo que es el 28: “ Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda”. Y termina diciendo: “ Guárdese pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva”. No es fácil. Sembró una semilla. When the Lord gives something in your life, remember me.

La séptima y última acción que yo pude entender en este capítulo es que ella estaba dispuesta a pagar el precio. Are you? Está usted dispuesta a pagar el precio? El precio para cada una de nosotras va a ser diferente pero lo que tenemos en común es que todas vamos a pagar un precio. Para algunas va a ser un poco más alto a lo mejor para otras…Hay familias que prosperan en todo y hay familias que uno dice como que ¡guau! Pero tenemos que estar dispuestas a pagar el precio. La vida de Abigail y la de la familia estaba en las manos de David. Aquí podían terminar las generaciones porque David no venía sólo en busca de Nabal pero de todo varón en la casa de Nabal.

¿Cómo David responde a estas siete acciones? David después de escucharla dice: “ Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano”. Él pudo recapacitar, él pudo entender que estaba actuando en una manera de venganza y que si actuara de esa manera, la mano de Dios iba a caer sobre él. Versículo 34 David dice: “Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón”. And what’s that he has just reflected? She had to act. No nos podemos quedar en la decisión nada más, tenemos que actuar. Tenemos que ofrendar, tenemos que postrarnos, humillarnos, pedir perdón al Señor.

Tenemos que hablar con sabiduría. Tenemos que usar el tono correcto. Hay momentos que todo tiene que ser firme pero hay momentos que tienen que ser dulce. Vamos a aprender cual es el tono que tenemos que hablar en los momentos específicos. David recibió la ofrenda y le dice: “Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz y te he tenido respeto”. Una mujer sabia se sabe hacer respetar. ¿Amén? Versículo 37: “ Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió a su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra. Y diez días después, Jehová hirió a Nabal y murió”. Estoy segura que Abigail no lloraba “Señor, llévatelo, mátalo, Señor”. Pero Dios hizo lo que tenía que hacer ¿por qué? Porque ella fue una mujer sabia. Ella supo lo que tenía que hacer ¿para qué? Para que la paz reinara en su casa.

¿Qué es lo que usted tiene que hacer para que la paz de Dios reine en su hogar? Porque la paz de Dios tiene que reinar en su casa, en su hogar. Su casa es su santuario debe ser un lugar de paz, donde sus hijos vean llegar y sentirse bien. Porque creamos ese ambiente de paz, de armonía. ¿Qué hace Dios con una mujer sabia? Es respetada, prometida, ella produce, recibe misericordia pero la hace una reina. No la deja en el anonimato ni en el olvido. Él se acuerda de todas las cosas que hacemos y Él siempre, Él es un buen galardonador. He knows how to pay, He knows how to reward. Mujer de Dios eres madre, logra que el mundo te diga algo diferente. Eres llamada, eres escogida, eres bendecida, eres hermosa por dentro y por fuera.

Eres una mujer sabia. El versículo 39 dice: “ Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer”. Versículo 44: “Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor. Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó su asno y siguió a los mensajeros de David y fue su mujer”.

Hay recompensas, hay bendiciones cuando somos mujeres sabias. Pero cuando somos mujeres insensatas y necias hay consecuencias. ¿Usted quiere vivir con las consecuencias o quiere vivir con las bendiciones? Estemos de pie. En estos momentos empiece a reflexionar en su vida. ¿Dónde le falló a Dios? ¿Dónde le falló a su esposo? ¿Cómo le falló a sus hijos? Aún a la iglesia, ¿cómo ha fallado? Reflexione y Señor traiga a la memoria. Allow just Him to bring those pieces to your mind. Many of the things that you have hidden so so deep, that you don’t need the mind to bring them up, but that’s the moment that God wants to deal with you individually. Este es un momento cuando Dios quiere actuar con usted individualmente.

Hay cosas en su corazón que no la permiten ser libre. Reflexione cuales son esas cosas. ¿Dónde es que usted vino a vivir la vida amargada en su corazón? Su corazón está lleno de amargura, de tristeza, de enojos, de contiendas. Si así está su corazón, reflexione porque este es el momento que Dios quiere cambiar ese corazón amargado y poner dulzura, poner paz en su corazón. Reflexione en esta mañana. Yo se que Dios ha puesto cosas en su corazón, en su mente. Y no es suficiente que usted reflexione, hay personas en las cuales usted va a tener que llamar. Hay personas en las cuales usted va a tener que tocar a la puerta y actuar como una mujer sabia.

Humíllese, que el amor de Dios va delante de usted y esa persona puede ser libre y puede ser salva porque somos sabias. Hay que actuar. ¿Cuáles son las áreas en donde usted tiene que actuar? Llegó el momento de ofrendar. ¿Ha ofrendado su vida? ¿Ha dado por completo su vida? O simplemente ¿quieres los beneficios de Dios pero no quieres sacrificar tu cuerpo, tu vida, tu espíritu? Llega el momento de ofrendar y la ofrenda se hace más, no simplemente en las finanzas. El tiempo. ¿Le ofrendamos a Dios el tiempo suficiente o le robamos el tiempo? Aprenda a ofrendar. Tenemos que aprender a ofrendar. Sele fiel a Dios en todo. Aleluya.

Hay que actuar. Le voy a pedir que nos postremos delante de la presencia del Señor. ¿Alguna de las presentes quiere pasar al altar? Vamos a postrarnos, vamos a reflexionar las cosas que tenemos que arreglar. Ahora háblelas con Dios, hable esas cosas con Dios. No permita que usted salga con la culpabilidad. Dios no es un Dios que te culpa. Dios es un Dios que perdona. El enemigo es quien te culpa. El enemigo es quien te pone ahí débil y te dice “Tú no puedes”. Pero Dios perdona. Póstrese delante de la presencia de Dios, hable. Abra su boca en estos momentos. No salga como llegó. Esa es la palabra de Dios para cada una de nosotras. Este es el momento de postrarnos, de humillarnos: “Señor perdónanos porque te hemos fallado, perdónanos, Señor”.

“Perdona mi manera de ser. Que yo pueda pensar antes de actuar ¡Oh, Dios! Enséñame a hablar con mis hijos. ¡Que mucho daño yo como madre le hecho a mis hijos porque no hablo con sabiduría, perdóname, Señor! Perdónanos, Señor. Perdónanos, Señor. Aleluya. Aleluya. Jesus. Ríndase pero ríndase completamente a Él. Vale la pena rendirse por completo. Just surrender, surrender. Admit who you are. Surrender before the Lord. You are going to surprise the Lord. Vas a sorprender a Dios, surrender, surrender before the Lord. Hable con sabiduría. Declare las promesas de Dios para ti y para tu familia. Aleluya.

Tome un momento para profetizar sobre su vida. Profetice en estos momentos sobre su esposo, profetice sobre sus hijos. Declare, declare, declare las promesas de Dios que son para ti y para tu familia. Declare, profetice, profetice. Créale a Dios que las cosas cambian, créale a Dios que las cosas cambian. Créale, créale, créale a Dios. Créale a Dios en este momento, créale a Dios. No vea las cosas con sus ojos físicos, no mire la situación. Deja las cosas al Señor. Permíteme ver con tus ojos, permíteme ver con tus ojos. Aleluya. Declare, declare las cosas sobre su vida. Hay momentos de dar pero hay momentos también de profetizar, de hablar, de declarar la palabra de Dios que es vida. Es viva y eficaz.

¿Está dispuesta a pagar el precio? Este dispuesta a pagar el precio aunque le cueste la muerte pero en Dios va a ser vida. Gracias, Señor.

Siete acciones de una mujer sabia

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¿Sabe usted, qué usted tiene la habilidad de ser una mujer sabia, sabe? Amén. ¿Recuerdan que la canción “Todo lo que necesito”? A veces no confiamos en nosotras mismas lo suficiente. Pero en esta mañana yo quiero que usted salga, no simplemente, escuchando pero creyendo que usted es una mujer sabia. No es que va a ser, sino que ya es una mujer sabia. ¿Por qué? Porque Dios vive en ti y cuando Él está en nosotros andamos con Él y tenemos comunicación con Él y cuando le pedimos las cosas a Él y cuando vamos a Él; cuando tenemos decisiones o cosas importantes que hacer Él nos da la sabiduría para actuar.

Yo quiero compartir siete acciones de una mujer sabia. Quiero que usted diga conmigo, ponga su mano sobre su mente, su frente –aquí, diga: Yo tengo la sabiduría de Dios. Tengo la sabiduría de Dios para ser una buena esposa, tengo la sabiduría para criar a mis hijos en este camino, tengo la sabiduría y la habilidad para tener un matrimonio feliz y saludable, tengo la sabiduría para tener a mis padres saludables. A veces hay que hablarnos a nosotras mismas. You have to talk to yourselves every now and then. Aunque nadie te escuche pero a veces repitiendo las cosas como que “the more you share, más te llegan al corazón de uno”. I’m very Spanglish, so me perdonan.

Primero les hago el capítulo 25 y vamos a leer mientras estamos compartiendo esta palabra. Vamos a leer de una mujer llamada Abigaíl. Cuando empezamos a leer el capítulo nos damos cuenta que ya Samuel había muerto. David se va al desierto. Le dicen a los hombres que hay un hombre Nabal que tiene “has a lot of possessions”. Entonces él tiene hambre. ¿Cuántos saben de un hombre con hambre? Difícil es. Mami me decía “Sole, cuando le vayas a dar a tu esposo, asegúrate que él ha comido bien para que ustedes se puedan sentar y entonces platicar. No hables antes de que él coma”. ¿Por qué? Porque después que el hombre come, come que puede digestir mejor, tener mejor presión.

Este hombre naval tenía como esposa a Abigail y David la describe a ella como una mujer ‘de buen entendimiento y de hermosa apariencia’. Que Samuel había muerto, David está todavía está siendo perseguido por Saúl. David está en un momento muy difícil en su vida, perdió un hombre que era “like a mentor to him”. Perdió un hombre que él amaba. Murió Samuel. Entonces hay otro hombre el cual él amaba y respetaba mucho pero este “man” lo perseguía para matarlo.

Él estaba en una situación difícil y ¿Cuántas de nosotras nos encontramos en esos momentos difíciles? ¿Verdad qué llegan esos momentos difíciles donde uno dice ‘no se para donde ir’, no se que paso tomar’? Aquí estaba David en este momento donde decía “Murió Samuel pero Saúl me persigue pero me persigue para matar”. Aconteció que David escuchó que Nabal estaba cerca y le dice a diestros jóvenes, yo les digo cuando vamos a leer, ‘Subid a Carmel e ir a Nabal y saludadle en mi nombre. Decidle así: ‘Alabanza a ti y paz a tu familia y paz a todo cuanto tienes’.

Ahora vamos a decir los 7 y 8 de primera de Samuel. ¿Okay? ‘He sabido que tienes esquiladores. Ahora tus pastores han estado con nosotros, no les tratamos mal ni les faltó nada en todo el tiempo que se han estado en Carmel. Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Halla por tanto en estos jóvenes gracia a tus ojos porque hemos venido de buen día. Te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos y a tu hijo David’. ¿Qué es eso? Los jóvenes van donde Nabal y le van a dar el mensaje. Nabal responde en el versículo 10.

‘Pero, ¿quién es David? Y ¿Quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomarte en mi pan en mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores y darla a hombres que no se de donde son?’ Los jóvenes regresan a David con esta información. Estas no son noticias muy buenas, ¿no? Van donde David con está información y me imagino la tristeza y no tanto la tristeza, el enojo que le llevó a David. ¿Okay? Estas noticias molestaron a David.

¿Cómo es que este hombre no puede darle un poquito de comida? Cuando estábamos con él lo protegíamos. We protected him over there and now this is how he wants to pay me? David les dice: “Ciña cada hombre su espada” y David va con 400 hombres. Deja 200 atrás pero va con 400 hombres y van con un propósito. El propósito no era hablar con Nabal, el propósito era acabar con él y con toda su familia. David, tenía propósito, David estaba pero bien molesto. No iba a negociar. No iba a ver si Nabal cambiaba ni de opinión, él quería terminar esta generación completa. Pero ¿qué pasa? Que uno de los criados escuchó cuando los jóvenes llegaron a él, a Nabal, entonces Nabal le dice a Abigail.

He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo y él los ha rechazado. Vamos al versículo 15. El criado le dice a Abigail: ‘Ellos han sido muy buenos con nosotros y nunca nos trataron mal. No nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos. Cuando estábamos en el campo, muro fueron para nosotros de día y de noche. Todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas’. Le dice el criado. ‘Ahora pues, reflexiona y ve lo que has de hacer porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su raza. Él es un hombre tan perverso que no hay quien pueda hablarle’.

La primera acción de una mujer sabía, ¿saben cual es? Reflexionar. Hay que reflexionar porque a veces somos “we are too impulsive”, muy impulsivas que escuchamos y queremos reaccionar, pero rápidamente. Pero cuando llegue la información, cuando lleguen los ataques de la vida, cuando lleguen las situaciones sean enfermedad, sea lo que sea. Reflexione. No actúe rápidamente. Reflexione para ver que es lo que Dios está tratando de decir a través de esto. Porque inmediatamente culpamos al diablo. ‘Es el diablo, es el diablo’ y usted no puede creer que ¿a lo mejor es Dios tratando con usted?

¿Amén? A veces puede ser el mismo Dios que quiere su atención. Ha tratado de diferentes maneras pero usted no para lo que hace porque está en su carrera o como madre o arreglando su casa. Y Dios dice “Dame 5 minutos quiero hablar contigo. Pero tú dices ‘Señor, ya está ya hablamos’”. Hay que reflexionar como mujeres, especialmente como mujeres cristianas porque cuando estamos muy ligeros dañamos las cosas. ¿Amén? Entonces la primera acción que Abigail hace, ella hace es ella reflexiona. Ella se pone a procesar la información. ¿Amén? Ella se pone a procesar la información. Hay que procesar la información.

Leímos en la palabra que Abigaíl era una mujer de buen entendimiento y ¿qué hace? Ella reflexiona y se da cuenta que tiene que reaccionar. No reacciono primero, sino que cuando reflexionó entonces entendió que ella tuvo que reaccionar. ¿Por qué? Porque el mal, la muerte estaba a la vuelta de la esquina. Y quiero decirte mujer que el enemigo está a la vuelta de la esquina tratando de matar y robar lo que Dios a ti te ha dado y tenemos que reflexionar. Tenemos que mirar como está nuestra relación con Dios para que el mal no llegue a nuestras casas. Okay.

Llegó un momento en la vida de la reina Esther que tuvo que reflexionar. Su tío le dice: “Mira, Esther, la cosa está brava. Llama han mandado el decreto y los judíos todos vamos a morir. Y no te creas que simplemente porque estás ahí vas a vivir”. Esther tuvo que reflexionar, ¿qué voy a hacer? Yo me la imagino decir “Señor ¿por qué Tú me enviaste aquí? ¿Por cual razón?”. Y la razón por la cual para mi Esther por la cual Esther llegó al reinado, a estar como el rey era porque este momento venía para el pueblo de Israel y se necesitaba una mujer sabia que reflexionara y supiera actuar cuando era tiempo necesario. Y ella con sabiduría envió al pueblo ¿qué? A orar, to fast, ¿para qué? Para que Dios le diera gracia y vemos que Dios le dio la gracia a Esther.

Ella reflexionó. Esther reflexionó, reaccionó y mandó a los judíos que se hallaban en Suza a ¿qué? A ayunar por ella. Pero ella no simplemente envió la palabra que ayunaran, ella también ayunó. Ella también buscó a Dios. ¡Porque qué fácil es mandar a otra persona a orar y ayunar y hacer de todo! Pero que difícil es levantarse de madrugada a hablar con el Señor. Es tiempo de reflexionar mujeres de Dios. Es tiempo de reaccionar porque nosotras estamos aquí por un tiempo como este. ¿Amén? ¿Están siguiendo ya?

Vamos a leer el versículo 8. Después que reflexionó ella reconoció que tuvo que actuar. Ahora que reflexionar y actuar son dos cosas diferentes. Yo les he dicho anteriormente. Yo me miro al espejo y veo mi reflexión y digo ‘Tengo que ir al gimnasio o comer mejor’ pero de nada vale que yo reflexione y no actúe. Y a veces ahí nos quedamos. Reflexionamos y como sabemos lo que tenemos que hacer, pero el actuar nos va a costar. It means a sacrifice in that act. Entonces: ‘¡Ah! Mañana, mañana, mañana.’

La segunda acción sabia que Abigail hizo fue que ella ofrendó. El ofrendar es muy importante. Amén. El versículo 18. “Abigail tomó luego 200 panes, 2 cueros de vinos, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y 200 panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos”. La ofrenda de Abigail no vino en finanzas, la ofrenda de Abigail vino en una comida. ¿Por qué que tenía David? Hambre. Él no necesitaba dinero, él lo que necesitaba era comida. Y a veces nosotras queremos compartir el Evangelio de Dios pero hay gente que usualmente necesita un pan, leche y una docena de huevos.

¿Me están entendiendo? A veces lo hacemos tan espiritual pero si podemos hacer una necesidad física entonces vamos a poder saciar la necesidad espiritual. Abigail entendía lo que ella tenía que hacer porque ella reflexionó y empezó a actuar con una ofrenda. Nabal tiene riquezas materiales. Nabal era un hombre muy rico pero la palabra dice que él era un hombre ¿qué? Muy ciego. Le faltaba a él sabiduría. Abigail no solo dio porque ella era una mujer bendecida sino porque necesitaba una cosecha buena. ¿Amén?

El dar para nosotros es muy importante. Me recuerdo cuando yo pude ir a una convención de Jimmy Jacques y estaba Juan Irapaino y ya yo sentía que había algo que yo tenía que sembrar. Antes que pidiera una ofrenda, antes de que predicara ya yo tenía ese ardor como que yo tenía que soltar algo. Y empieza la ministración y empieza la predica y yo sabía que tenía que dar algo pero no sabía la cantidad. Y yo esperando y esperando para ver ‘Señor ¿qué es lo que tengo que dar?’ Y cuando tiran del altar una ofrenda de mil dólares yo dije ‘¡Ea! ¡Mil dólares!’ Pero yo sabía que era que tenía que hacer.

Era un momento que Dios estaba tramando conmigo. Mi esposo rezaba pero yo me creía Dios en ese momento porque yo sabía que Dios me estaba hablando a mí de una manera específica. Y mi esposo es un sembrador. Y yo sabía que cuando yo le dijera él me daría el Okay porque él siembra. Sabemos la bendición en el sembrar. Bueno, yo di la ofrenda. Llegamos a casa. Yo le dije la historia y me dijo “Okay, honey. Vamos a creerle a Dios”. Un mes después mi esposo pierde un trabajo y por seis meses no encuentra trabajo. Esa semilla, esa ofrenda nos llevó por seis meses.

¿Por qué? Porque le creí a Dios. Porque cuando uno da creyéndole a Dios, Dios siempre te respalda y Dios siempre provee. Pero a veces nosotros escuchamos esa palabra de dar una ofrenda pero nuestros diezmos no son fieles, con nuestras ofrendas tampoco. Pero damos al Señor una ofrenda o una promesa y queremos que Dios haga. Tenemos que tener todas nuestras cuentas al día. El dar el diezmo no es cuando nos da la gana. El dar el diezmo es dar cuando nosotros recibimos. Darle a Dios porque a Él le pertenece. Y cuando entendemos la importancia del ofrendar, de darle a Dios, Él siempre va a proveer. ¿Amén? Praise the Lord.

Todo esto lo hizo y no le dijo nada a su esposo. Hay momento que tenemos que callar. Pero que difícil es. It’s so hard to speak wise. ¿Por qué? Porque creemos que estamos bien siempre. Aunque usted crea que está bien espere, espere porque en el momento correcto Dios le va a dar la palabra, el tono de voz y la sabiduría para actuar. Sea con su esposo o una relación de amistad. ¿Amén? Hay cosas, mujer de Dios que tú no se la tienes que decir a nadie. Espera, espera. Hay personas que se llaman “matan sueños” o “matadores de sueños”. They don’t want to see you happy; they don’t want to see you prosper. ‘Oh! And that’s going to give you wealth?’ Porque como no quieren no entienden que el sueño fue para ella, el sueño fue para usted. Entonces es que ¿ella va a entender lo que Dios está diciéndote a ti si Dios te está hablando a ti?

Recibe el sueño, créalo, camine en él y cuando venga la manifestación del sueño ellos van a entender. ¿Amén? Si Abigail le dice a Nabal lo que ella tenía en mente para hacer, esta historia no estaría como está en la Biblia porque Nabal hubiera sido ‘You are not going anywhere. You do because I say and because I say you are not going anywhere’. Pero ella reflexionó. Ella supo actuar y supo dar su ofrenda. Nuestras ofrendas producen algo. A veces en ciertas ocasiones cuando pongo una ofrenda en un sobre le pongo nombre porque estoy esperando una cosecha de esa ofrenda, estoy esperando una semilla de esa ofrenda. Siempre háblele a Dios con propósito, escríbalo, pero no simplemente escríbalo, créalo y aunque se vea opuesto usted crea que esa semilla va a dar fruto. ¿Amén?

Esta ofrenda que Abigail preparó fue una ofrenda grande ¿por qué? Porque ella necesitaba misericordia y la necesitaba grande. Ahora, no es que compramos a Dios. No, nunca, jamás podemos comprar a Dios. Entiéndalo bien. Mi ofrenda no compra a Dios, mi ofrenda me bendice. ¿Amén? Su ofrenda te va a bendecir. Y oramos a Dios con nuestras ofrendas. Abigail no se quedó en su casa para ver si las ofrendas que le envió a David es suficiente para él y su familia. Ella no envió su ofrenda. Hay madres que envían sus hijos a la iglesia, que envían a la esposa y se quedan. ¡No! Ven, ven a la casa de Dios.

No digas que tú no tienes nada, no diga que usted tiene nada porque todo lo que usted necesita ¿Dónde está? Está en usted, ya Dios se lo dio. De sus ofrendas al Señor porque eres una mujer bendecida. Cuando damos porque somos bendecidas, Dios nos bendice. La tercera acción es el actuar y ella pudo actuar. Ella reflexionó, actuó y dio su ofrenda. El versículo 20 nos dice: “Y montándose en un asno descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella y ella les salió al encuentro”. ¿Qué sucede cuando nosotras entramos en nuestro cuarto secreto? Nos encontramos con Dios y Abigail tuvo tener la versión mía. Ella supo pasar por ese camino secreto y al final del camino se encontró con David. Se encontró con la persona que ella necesitaba encontrarse.

Y cuando nosotros tenemos el lugar secreto, nuestro cuarto secreto nos encontramos con Dios. ¿Tiene usted su lugar secreto? ¿Tienes un tiempo a solas con Dios? Yo se cuando la Pastora me dice ‘I love being in my car, play other music and praising loud. It’s one of a wonderful time of the day’. Uno puede cantar y puede cantar lo más duro que uno quiera y alaba al Señor. Aleluya. ¿Cómo queremos que el Señor cuide de nosotros si no pasamos por el tiempo, el momento, el lugar secreto con Él? Abigail supo llegar. El enemigo está para serlo. David en este caso viene siendo el enemigo que ¿quería qué? Acabar con la familia de Nabal. Pero el enemigo, el diablo está tratando de devorar y romper, matar nuestras familias.

Es tiempo de coger esta relación con Dios en serio. Vale la pena vivir esto, pero vivirla bien. No vivirla simplemente aquí pero allá afuera donde la gente tiene que ver. Mujeres sabias, este es el momento en que sin dudas necesita de mujeres sabias. Mujeres con buen entendimiento, mujeres saben reflexionar, mujeres que saben expresarse. The world needs us. El mundo nos necesita. Pero ¿qué? Decimos que no podemos. Saque esa palabra de su vocabulario. Empiece a creer que yo puede. Usted vive donde usted vive porque Dios tiene un propósito con usted. Usted trabaja donde trabaja porque hay personas que necesitan escuchar la palabra de Dios. Tiene los hijos que tiene porque Dios te los ha dado con un propósito, porque usted con ello. Usted no diga que “usted no puede con ella”. Usted puede con ello. Dios te lo dio. Él confió en ti lo suficiente para darte los hijos que tienes. So we give up? I’m tired, Lord. When? Y empezamos a preguntar al Señor, ¿pero cuando?

Tú sabes que yo oro, que mucho yo lloro, Señor y mis hijos se ponen peor. But it can’t be for nothing. Son tuyos por una razón. You had them because you have offrended them. Nadie lo va a amar como usted lo va a amar. Nobody is going to have the patience as you have the patience for them. Y ahí va a ver usted, que sus hijos necesitan escuchar. ¿Amén? Praise the Lord. I feel the presence of the Lord this morning and I hope it won’t take too long. Vamos a regresar a David. ¿Cómo está este pobre David con hambre? Está molesto con la respuesta de Nabal y parece que más caminaba más molesto se ponía. “¡Ay pero si lo veo! ¡Ay pero si [sonidos]!”

¿Se ven? ¿Se ven ustedes en David? Can you see yourselves there? [Risas] David tampoco estaba actuando bien. David se dejó por sus emociones, se apoderaron de él y tenemos que tener cuidado porque mujeres, el deseo también es emocional. Pero habla de las cosas simples de la vida. A veces nuestros matrimonios se rompen por cosas tontas. A veces rompemos relaciones con familiares, con hermanos, con tíos, con madres por cosas… calm. Porque dejamos que el diablo se meta y no actuamos como mujeres sabias sino actuamos como mujeres necias y pasan años a veces y nosotros el orgullo no nos permite pedir perdón. No nos permite mirarnos. Y es que es la cuarta acción. La cuarta acción es “se postró, se humilló”. Supo pedir perdón. ¿A cuántas de nosotras nos cuesta pedir perdón?

Hay mujeres enfermas porque no saben pedir perdón porque viven con esa amargura. Porque quieren que la persona que lo hirió sufra. [Risas] Verse 21. Versículo 21: “Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien”. Versículo 23: “Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra”. Vamos a aprender a postrarnos, vamos a aprender a humillarnos cuando sea necesario, vamos a aprender a pedir perdón. Aunque usted diga que ‘it’s not your fault’ la palabra nos dice que ‘it doesn’t matter whose fault it is’. Vaya y pida perdón y usted va a sentir como una carga que se le va, una libertad.

¿Y qué pasa cuando podemos perdonar? Somos libres y ¿qué? Libramos a la otra persona. Allá ella, allá él con Dios pero nosotras vamos, como mujeres sabias, a pedir perdón porque esa es una acción sabia. El pedir perdón. La Biblia nos dice que se bajó prontamente de su asno y se postró sobre su rostro delante de David. Este no era el momento de tratar de persuadir a David. A veces decimos ‘I got this’. Voy a usar todo lo que se de mujer para arreglar este asunto. Pero no es momento de persuadir a David.

La vida de Abigail está en peligro simplemente porque era esposas de Nabal. Hay momento cuando nuestras palabras no van a hacer la diferencia en la situación en la cual estamos. Right? Simplemente tenemos que ir de rodillas delante de ¿quién? Delante de Dios y postrarnos en su presencia y reconocer Señor que sea Tu voluntad. Qué sea Tu voluntad, Señor. No la mía, pero que sea Tu voluntad. ¿Amén? La cuarta acción es postrarnos, el humillarnos, el perdón es importante para una mujer sabia.

La quinta acción sabia que hace Abigail es que ella habló con sabiduría. ¿Amén? Habló con sabiduría. Porque a veces hablamos y al terminar nada sabio salió, pero ¡que mucho hablamos! Versículos 24 y 25: “y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sobre mi sea el pecado; más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva”. Después que se aseguró que tenía la atención de David, Okay, this is important. El tono de voz que usamos. A veces mi esposo me dice: ¿por qué lo tienes que decir de la manera que tú lo dices? Has your husband told you that? Why you have to say it like that? What he tells me? El tono de voz.

A veces queremos actuar pero hablamos con ese “accussing tone of voice”. Venimos a donde el esposo o quien sea, con esa actitud y ¿qué hace la persona? O what do they say? “What’s your problem?” Porque de la manera que vamos they did come by. Pero cuando aprendemos a hablar y a adecuar el tono de voz, pida lo que quiera del esposo y ¡se lo va a dar! ¡Aleluya! Esta es la palabra de hoy. Versículo 25: “ No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal, porque conforme a su nombre así es. El se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”. Habló con sabiduría y no le dijo ‘What’s your problem, man? She didn’t go with that attitude. She was like ‘ I wasn’t there’. ‘No estuve ahí. Pero ahora estoy. Permíteme hablar contigo’.

Y el tono de voz es importante para una mujer sabia. I catch myself with my children all the time. Le puedo hablar bien a todo el mundo y a veces cuando les hablo a mis hijos ‘¡Ahh!’ and I stop again and I have not to go to any authority. But if I would just recognize I wouldn’t have to say I’m sorry. Pero como son nuestros hijos, a veces creemos que les podemos hablar así estrujado. ¡No! Ellos necesitan ser tratados con sabiduría, con amor y con ternura, con respeto. ¿Para qué? Para que ellos en el tiempo de Dios hablen con sabiduría y con respeto a otros. ¿Amén? Pídanle perdón a sus hijos porque a veces yo se que somos muy ligeras y herimos a nuestros hijos. Hay dolor en el corazón de ellos porque ‘mami tiene tiempo para escuchar a todo el mundo y hablar con todo el mundo pero yo quiero cinco minutos con mami y mami no me los da’.

Yo tengo tres hijos, tengo uno 15, uno de 12 y uno de 7. Y el de 12 años me dice unas historias que cogen ¡Ay! Una eternidad. He stays there forever! Él es medio vaguito a veces and I go Aha!Aha! y como que se goes, he comes back. What’s the point? All he wants to do is tell me the story. Pero yo no quiero sacar cinco minutos para escuchar la historia de él. Pero para él es algo que quiere compartir conmigo. Y hay que tener tiempo para nuestros hijos porque si no le damos el oído otra persona se lo dará. ¿Y como podemos aconsejar, amar con sabiduría a nuestros hijos si no tomamos el tiempo para escuchar?

¡No es fácil! Yo lo se y todavía estoy aprendiendo. Porque hay veces que mi esposo me hace [señas físicas] ¿Por qué? Porque hago mucho de esto [señas físicas] y tengo que callar y empezar de nuevo. ¿Amén? But I have to be woman and after all I’m talking to a child. Si yo quiero ser efectiva y salvar mi matrimonio tengo que aprender como y cuando decir las cosas. ¿Amén? Tenemos que pedirle a Dios para que nosotras aprendamos a expresarnos correctamente. Necesitamos la sabiduría de Dios para poder hablarles y que nuestras palabras puedan ser oídas y que produzcan ¿qué? Good fruits.

La sexta acción sabia que hace Abigail: que ella toma un momento para profetizar. Verse 26: “Ahora pues señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor”. Ella habla, ella profetiza, ella con sus palabras cambia las cosas. ¿Me están entendiendo? Is this making any sense? Or Shall I just read this chapter completely different? David no había cambiado su mente de perdonar a Nabal. Sin embargo Abigail le dice a David que Jehová le impidió venir a derramar sangre. Nosotras podemos profetizar. Hablar las cosas que no son como si fuesen. ¿Amén? Porque el poder está en nuestra boca. El poder de la vida, el poder de la muerte.

Y a veces hablamos más muerte que vida. Decimos ‘mi hijo nunca cambia’, estas hablando muerte. ‘¿Mi esposo? ¡Ah!’ Estás hablando muerte. Cambia tu lenguaje. Cambia. Una mujer sabia aprende el lenguaje que tiene que hablar y empieza a hablar cosas, empieza a profetizar las cosas, empieza a creer a Dios. Empieza a decir “Espérate, Dios me dio este hijo, esta hija con un propósito. El diablo tú eres mentiroso. Ella ya tiene propósito, ella va a ser lo que Dios ha mandado que ella sea”. Profetice, hable. Usted no tiene que ser profeta para profetizar. ¡Usted créale a Dios! Y usted va a ver como Dios va a hablar.

Versículo 27: “Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor. Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa”. ¿Qué hizo Abigail? Está pidiendo perdón por lo que no hizo pero está pidiendo perdón por su familia, por su generación. Porque mujer de nosotros depende a veces. Si respetamos, si sabemos el lugar que tiene nuestro esposo, el sacerdote, el hombre de la casa. Pero ¿cuál es su responsabilidad en su hogar? Abigail dice: “perdona a esta sierva, esta ofensa”. “Pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová y el mal no se ha hallado en ti en tus días”. Abigail sabía quien era David, ella conocía de este hombre. Abigail usó su entendimiento, su sabiduría para el bien y le recordó a David las promesas que David aún tenía.

A veces nos olvidamos y necesitamos… we need to be reminded of the process that comes to us. ¿Amén? Y le recordó a David lo que Dios tenía para él y no lo podía gozar si sus manos se llenaban con sangre derramada sin causa o por haberse vengado. David estaba actuando para vengarse y era incorrecto. Este es el mismo David que tuvo la oportunidad de matar a Saúl pero reconocía que no se puede tocar el envío de Dios y pudo perdonar y pudo salir. Pero aquí “este no nos va a dar algo de comer, este muere”. Let’s be careful. Vamos a tener cuidado. Abigail continua diciendo, creo que es el 28: “ Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda”. Y termina diciendo: “ Guárdese pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva”. No es fácil. Sembró una semilla. When the Lord gives something in your life, remember me.

La séptima y última acción que yo pude entender en este capítulo es que ella estaba dispuesta a pagar el precio. Are you? Está usted dispuesta a pagar el precio? El precio para cada una de nosotras va a ser diferente pero lo que tenemos en común es que todas vamos a pagar un precio. Para algunas va a ser un poco más alto a lo mejor para otras…Hay familias que prosperan en todo y hay familias que uno dice como que ¡guau! Pero tenemos que estar dispuestas a pagar el precio. La vida de Abigail y la de la familia estaba en las manos de David. Aquí podían terminar las generaciones porque David no venía sólo en busca de Nabal pero de todo varón en la casa de Nabal.

¿Cómo David responde a estas siete acciones? David después de escucharla dice: “ Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano”. Él pudo recapacitar, él pudo entender que estaba actuando en una manera de venganza y que si actuara de esa manera, la mano de Dios iba a caer sobre él. Versículo 34 David dice: “Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón”. And what’s that he has just reflected? She had to act. No nos podemos quedar en la decisión nada más, tenemos que actuar. Tenemos que ofrendar, tenemos que postrarnos, humillarnos, pedir perdón al Señor.

Tenemos que hablar con sabiduría. Tenemos que usar el tono correcto. Hay momentos que todo tiene que ser firme pero hay momentos que tienen que ser dulce. Vamos a aprender cual es el tono que tenemos que hablar en los momentos específicos. David recibió la ofrenda y le dice: “Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz y te he tenido respeto”. Una mujer sabia se sabe hacer respetar. ¿Amén? Versículo 37: “ Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió a su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra. Y diez días después, Jehová hirió a Nabal y murió”. Estoy segura que Abigail no lloraba “Señor, llévatelo, mátalo, Señor”. Pero Dios hizo lo que tenía que hacer ¿por qué? Porque ella fue una mujer sabia. Ella supo lo que tenía que hacer ¿para qué? Para que la paz reinara en su casa.

¿Qué es lo que usted tiene que hacer para que la paz de Dios reine en su hogar? Porque la paz de Dios tiene que reinar en su casa, en su hogar. Su casa es su santuario debe ser un lugar de paz, donde sus hijos vean llegar y sentirse bien. Porque creamos ese ambiente de paz, de armonía. ¿Qué hace Dios con una mujer sabia? Es respetada, prometida, ella produce, recibe misericordia pero la hace una reina. No la deja en el anonimato ni en el olvido. Él se acuerda de todas las cosas que hacemos y Él siempre, Él es un buen galardonador. He knows how to pay, He knows how to reward. Mujer de Dios eres madre, logra que el mundo te diga algo diferente. Eres llamada, eres escogida, eres bendecida, eres hermosa por dentro y por fuera.

Eres una mujer sabia. El versículo 39 dice: “ Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer”. Versículo 44: “Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor. Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó su asno y siguió a los mensajeros de David y fue su mujer”.

Hay recompensas, hay bendiciones cuando somos mujeres sabias. Pero cuando somos mujeres insensatas y necias hay consecuencias. ¿Usted quiere vivir con las consecuencias o quiere vivir con las bendiciones? Estemos de pie. En estos momentos empiece a reflexionar en su vida. ¿Dónde le falló a Dios? ¿Dónde le falló a su esposo? ¿Cómo le falló a sus hijos? Aún a la iglesia, ¿cómo ha fallado? Reflexione y Señor traiga a la memoria. Allow just Him to bring those pieces to your mind. Many of the things that you have hidden so so deep, that you don’t need the mind to bring them up, but that’s the moment that God wants to deal with you individually. Este es un momento cuando Dios quiere actuar con usted individualmente.

Hay cosas en su corazón que no la permiten ser libre. Reflexione cuales son esas cosas. ¿Dónde es que usted vino a vivir la vida amargada en su corazón? Su corazón está lleno de amargura, de tristeza, de enojos, de contiendas. Si así está su corazón, reflexione porque este es el momento que Dios quiere cambiar ese corazón amargado y poner dulzura, poner paz en su corazón. Reflexione en esta mañana. Yo se que Dios ha puesto cosas en su corazón, en su mente. Y no es suficiente que usted reflexione, hay personas en las cuales usted va a tener que llamar. Hay personas en las cuales usted va a tener que tocar a la puerta y actuar como una mujer sabia.

Humíllese, que el amor de Dios va delante de usted y esa persona puede ser libre y puede ser salva porque somos sabias. Hay que actuar. ¿Cuáles son las áreas en donde usted tiene que actuar? Llegó el momento de ofrendar. ¿Ha ofrendado su vida? ¿Ha dado por completo su vida? O simplemente ¿quieres los beneficios de Dios pero no quieres sacrificar tu cuerpo, tu vida, tu espíritu? Llega el momento de ofrendar y la ofrenda se hace más, no simplemente en las finanzas. El tiempo. ¿Le ofrendamos a Dios el tiempo suficiente o le robamos el tiempo? Aprenda a ofrendar. Tenemos que aprender a ofrendar. Sele fiel a Dios en todo. Aleluya.

Hay que actuar. Le voy a pedir que nos postremos delante de la presencia del Señor. ¿Alguna de las presentes quiere pasar al altar? Vamos a postrarnos, vamos a reflexionar las cosas que tenemos que arreglar. Ahora háblelas con Dios, hable esas cosas con Dios. No permita que usted salga con la culpabilidad. Dios no es un Dios que te culpa. Dios es un Dios que perdona. El enemigo es quien te culpa. El enemigo es quien te pone ahí débil y te dice “Tú no puedes”. Pero Dios perdona. Póstrese delante de la presencia de Dios, hable. Abra su boca en estos momentos. No salga como llegó. Esa es la palabra de Dios para cada una de nosotras. Este es el momento de postrarnos, de humillarnos: “Señor perdónanos porque te hemos fallado, perdónanos, Señor”.

“Perdona mi manera de ser. Que yo pueda pensar antes de actuar ¡Oh, Dios! Enséñame a hablar con mis hijos. ¡Que mucho daño yo como madre le hecho a mis hijos porque no hablo con sabiduría, perdóname, Señor! Perdónanos, Señor. Perdónanos, Señor. Aleluya. Aleluya. Jesus. Ríndase pero ríndase completamente a Él. Vale la pena rendirse por completo. Just surrender, surrender. Admit who you are. Surrender before the Lord. You are going to surprise the Lord. Vas a sorprender a Dios, surrender, surrender before the Lord. Hable con sabiduría. Declare las promesas de Dios para ti y para tu familia. Aleluya.

Tome un momento para profetizar sobre su vida. Profetice en estos momentos sobre su esposo, profetice sobre sus hijos. Declare, declare, declare las promesas de Dios que son para ti y para tu familia. Declare, profetice, profetice. Créale a Dios que las cosas cambian, créale a Dios que las cosas cambian. Créale, créale, créale a Dios. Créale a Dios en este momento, créale a Dios. No vea las cosas con sus ojos físicos, no mire la situación. Deja las cosas al Señor. Permíteme ver con tus ojos, permíteme ver con tus ojos. Aleluya. Declare, declare las cosas sobre su vida. Hay momentos de dar pero hay momentos también de profetizar, de hablar, de declarar la palabra de Dios que es vida. Es viva y eficaz.

¿Está dispuesta a pagar el precio? Este dispuesta a pagar el precio aunque le cueste la muerte pero en Dios va a ser vida. Gracias, Señor.

¡Levántate!

5 de abril del 2010 - Por Nancy Meléndez-Girón

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz… Isaías 60:1

Inesperadamente el día miércoles 10 de junio del 2008 recibimos la noticia de que mi suegro había pasado a la presencia del Señor. Ese mismo día a las 9 de la noche salimos de Boston rumbo a New York. El viaje se extendió debido a las escalas y esperas que tuvimos que hacer hasta llegar a nuestro destino el día viernes 12 de junio a las 2 de la madrugada. El Señor me dio la palabra “levántate” mientras estaba en Boston haciendo las gestiones y preparativos para el viaje.

Fue durante el viaje de San Pedro Sula a Tegucigalpa que tuve tiempo para reflexionar en la palabra “levántate”. Un viaje que se supone durara 3 horas y media, duró ¡7 horas! de 7 de la noche a las 2 de la madrugada. Las luces del carro en que viajábamos no funcionaron y tuvimos que depender de las luces de otros carros para ver la carretera en que estábamos viajando.

Durante esas horas largas de viaje en la oscuridad de la noche, ante el eminente peligro de ser asaltados, atacados, de tomar el camino equivocado por la falta de luz, de la posibilidad de chocar con otro carro porque el nuestro no tenía las luces apropiadas, de irnos a un abismo por no poder ver las señales de la carretera, de pensar que íbamos a hacer si el carro fallaba, fue que Dios empezó a susurrarme: levántate por encima del miedo, que sientes y confía en mi cuidado por ti, levántate por encima de las circunstancias adversas que te rodean y confía en que yo tengo el control de tus circunstancias, levántate por encima de la oscuridad que te rodea y confía en que yo soy tu luz que te ilumina en la oscuridad, levántate por encima de la soledad en la carretera y confía en que yo soy tu compañía, levántate por encima del sentido de muerte que puedas sentir porque yo te protejo, levántate por encima de la duda si podrás llegar a tu destino final porque yo soy tu seguridad.

“Levántate” tú también te dice el Señor, por encima de lo que sea que te esté sucediendo en este momento de tu vida porque Él te da la fuerza para hacerlo. En un acto de tu voluntad decide creerle a Él por encima de todo sentimiento/emoción contraria a Sus promesas que son eternas.

Despójate y vas a recibir

TRANSCRIPT

En el capítulo 2 de Filipenses en el versículo 3 comienza lo que algunos consideran el primer himno o uno de los primeros himnos de la iglesia. Ahí en el versículo 5 se cree que este es un himno que se cantaba en las reuniones de los primeros cristianos. Porque para los primeros cristianos la Resurrección de Jesús era esencial, era la exaltación de Jesús, su condición exaltada, su levantamiento de la tumba. Establecimiento como el Señor de señores, el Rey de reyes. El hecho de que Dios lo levantó de su condición de humillación cuando Él se despojó de su Gloria y asumió la forma de un mero hombre –que no era mero hombre pero tenía la apariencia de un hombre aunque era humano- pero era mucho más que simplemente humano.

Y entonces como Dios lo levantó de entre los muertos y lo puso en un lugar es sobretodo otro lugar. Y parece que en su exaltación del Cristo Resucitado, el Señorío de Cristo, su carácter Mesiánico este es uno de los primeros signos. Habla acerca de ese proceso que Cristo vivió. Pero antes de entrar el Apóstol Pablo en el Himno que es en el versículo 5 él comienza con unas palabras de práctica, de aplicación y las explicaciones de la vida para la conducta cristiana. En realidad esto es lo importante. Fíjese, ese maravilloso himno, esa maravillosa exaltación teológica, porque ese texto que comienza con el versículo 5 es uno de los textos claves acerca de la deidad de Jesucristo y su superioridad sobre toda otra figura que podríamos mencionar en la economía de la fe.

Pero lo que motiva al Apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo a exaltar y señalar ese carácter mesiánico, superior de Cristo es los dos versículos anteriores, donde él está llamando a sus lectores y nosotros somos parte de esa generación y de esa iglesia al cual el Espíritu Santo dirige este pasaje. Los está llamando a un estilo de vida, a un comportamiento, a una forma de relacionarse unos con los otros. Y eso es en realidad lo que está en la mente del Apóstol Pablo, el comportamiento. Al Apóstol no le interesaba solamente hacer una exposición teológica –aunque eso siempre es importante- doctrinal. Al Apóstol Pablo lo que le interesaba era qué implicaciones tiene la Resurrección para la vida cristiana.

Y ¿cómo tenemos nosotros que vivir nuestra vida? ¿Qué tipo de conducta? ¿Qué tipo de ética debemos nosotros vivir como miembros de la familia de la fe cristiana? Entonces él comienza en el versículo 3 con una exhortación a cada uno de nosotros. Escuche esa exhortación porque eso es para ti y para mí. Dice aquí: “Nada hagáis por contienda o por vana gloria”. ¿Qué es lo que tantos problemas causa a veces en la vida cristiana y en las congregaciones? Precisamente dos cosas: el orgullo y el conflicto. Y a veces el orgullo lleva al conflicto.

Y el Apóstol Pablo muchas veces a través de sus escritos llama a los cristianos porque ¿sabe qué? El conflicto y el orgullo no son enfermedades del Siglo XXI ni de la Congregación León de Judá. Eso es algo que viene desde la humanidad misma pero ciertamente la iglesia primitiva tenía sus propios problemas y dificultades, sus conflictos. El Apóstol Pablo en Primera de Corintios en el capítulo 2 habla precisamente acerca de –y en el capítulo 3 también- los conflictos entre los cristianos y de que se están metiendo demandas legales unos a otros y de que hay luchas y todo este tipo de cosas.

En la Epístola al Apóstol Santiago habla también acerca de las cosas que rugen dentro de nosotros, los conflictos interiores que llevan a las guerras a las divisiones y a las peleas en el pueblo de Dios y en el mundo en general. Y en otras cartas también el Apóstol Pablo siempre llamaba a las comunidades a las cuales él les escribía a que pusieran a un lado las peleas y la búsqueda de gloria personal. Pienso por ejemplo en Romanos, creo que es en el Capítulo 12 si no me equivoco, donde Pablo habla precisamente acerca de preferirnos unos a otros. De no pensar más de nosotros mismos de lo que tenemos que pensar.

Sino que pensemos en nosotros mismos con cordura, con una mente sobria. Que no estemos exaltándonos más a nosotros mismos de la cuenta sino que nos prefiramos unos a otros, que pongamos a los demás antes que nosotros. Porque el conflicto siempre ha estado en las iglesias y el conflicto siempre ha estado en la humanidad. Entonces el Apóstol Pablo dice “nada hagan por contienda o por vanagloria”. ¿Cuántos de nosotros hemos hecho cosas simplemente para mostrarle a alguien que nosotros podemos o que no se pueden salir con la suya? O que tenemos algo, ¿no? Porque tenemos algo que probar. Contienda, vanagloria.

Dice “antes bien -¿con qué?- con humildad. Estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. En otras palabras no mirando nuestra propia gloria, nuestra propia preferencia, sino siendo humildes. Es más llegando al punto de ver lo bueno que hay en los demás y de apreciar mucho las virtudes que hay en las demás personas. Yo creo que si nosotros pasáramos más tiempo mirando las cosas buenas que tienen las personas en vez de las malas yo creo que resolveríamos por lo menos el cincuenta por ciento de los problemas de la raza humana.

Si nosotros lográramos enfocarnos en el don de Dios en una persona que a veces nos cae mal o una persona que está siempre metiendo las patas en algo en la iglesia o algo así y miráramos su buena intención, su buen deseo, su amor a Dios. Mire, yo creo que la mitad de las molestias que experimentamos se esfumarían enseguida. Entonces, está esta idea de estimar a los demás. Claro, eso no quiere decir, que nos miremos a nosotros como la cosa más baja de la Tierra. Hay una cosa que también podemos tener una baja autoestima y echarnos tierra en la cabeza y pensar “yo no valgo nada”, “yo no soy nadie” y “todo el mundo es mejor que yo”. Esa no es la idea.

La idea es ‘Mira, mira las virtudes que hay en los demás. Enfatiza la bendición que son los demás’. No mirando cada uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de los otros. Siempre pensando en el bien de las demás personas. Siempre atendiendo y asegurándonos de que la gente alrededor de nosotros esté bendecida. Si hay alguna necesidad, si hay algún déficit en su vida, si yo puedo ser en alguna manera un agente de la bendición de Dios. Un agente de gracia, una antena por la cual baje la gracia y la bendición de Dios y la generosidad de Dios; en cualquier contexto sea en mi trabajo, mi casa, la iglesia, la calle, en el autobús, en el tren, donde sea siempre que yo esté velando por el bienestar de las demás personas.

No pensando en mi propio bien sino en el bien de las demás personas. De paso, déjenme decirles, hay ilustraciones de eso. En un día como hoy donde hay tanta gente en la iglesia y el primer servicio estuvo tremendamente apretado, óiganme, ¡que importante es que en ocasiones así los cristianos tengamos eso en mente! ¡Qué fácil se nos olvida el cristianismo cuando nos aprietan los cayos un poquito! o cuando alguien coge nuestro espacio favorito o alguien está sentado donde nosotros nos sentamos regularmente.

O nos piden que abandonemos un asiento para que una persona o una familia pueda estar más cómoda. ¡Qué lindo es cuando uno como Pastor puede pedirle a los hermanos: “Hermanos, ¿podrían acomodarse un poco?”! Y los hermanos con ese buen rostro dicen: ‘Claro que sí, Pastor’. Vi dos o tres muestras de eso durante el Servicio y que gozo nos da eso, ¿no? Porque estamos experimentando, estamos llevando a cabo esto que dice la Palabra del Señor.

Pero miren, ese llamado práctico del Apóstol Pablo lo que lo lleva a dar una ilustración de eso. Es interesante que una de las declaraciones más exaltadas de la deidad de Cristo y de su señorío y de su exaltación vino como resultado de una humilde meditación sobre el comportamiento cristiano, sobre la ética cristiana; sobre como deben ser las relaciones entre los hijos de Dios y también hacia el resto de la humanidad. Y vino porque el Apóstol Pablo quería dar un ejemplo de esa actitud. Él está diciendo ‘Hermanos compórtense de esta manera, relaciónense de esta manera’.

‘Esta es la actitud en cada uno de ustedes, esta es la forma en que deben ustedes relacionarse’. Y les voy a dar un ejemplo de esto, les voy a ilustrar esa actitud. Sientan esto que yo les voy a describir. Entonces dice: “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Es decir, hermanos, que habite en cada uno de nosotros esa actitud que hubo en Cristo Jesús. Mire, ¿sabe? La palabra que se traduce en español ‘sentir’ en realidad en el griego original es más bien ‘mente’. ‘Haya en ustedes la misma mente que hubo en Jesucristo’. La misma mentalidad podríamos decir, la misma actitud, la misma convicción, la misma manera de pensar que hubo en Cristo Jesús.

En otras palabras para Cristo lo que Él hizo de despojarse de su gloria y obedecer al Padre e incomodarse por nosotros fue producto de una actitud esencial que había en Él. Un principio gobernante de su persona. Y yo creo que es importante insistir en eso porque a veces decir “haya en ustedes el mismo sentir” uno piensa en una emoción, ¿no? Y a veces las emociones pueden ser algo pasajero. Un día puedo sentirme como que quiero ser generoso y otro día estoy de mal humor y ‘mira, que se lo lleve quien lo trajo. Yo voy a hacer lo que tengo que hacer’ y no nos preocupamos por las otras personas, ¿no?

Pero lo que dice aquí es que tiene que haber en nosotros una mentalidad, una ética, una forma de pensar, un sistema que gobierne nuestra vida, queramos o no. Nos sintamos que queremos hacerlo o no, nos guste a la persona o no nos guste, nos caiga bien o no nos caiga bien. Es un concepto porque eso fue lo que Cristo hizo. Cristo no pensó en si Él quería despojarse de su gloria y venir a la Tierra y hacerse hombre y soltar sus beneficios y sus privilegios de Dios. Él lo hizo porque el Padre –por así decirlo, esta es la complejidad de la Trinidad, ¿no?- lo hizo porque quería resolver el dilema de esta raza humana y su propio dilema de la Justicia y la Misericordia y el Pecado de la Humanidad, todo esto.

Y el Señor Jesús, como dijimos el viernes pasado, en nuestra meditación, Cristo era la respuesta y Él simplemente en obediencia se humilló a si mismo, puso a un lado los privilegios. No pensó en lo que Él quería hacer, pensó en la necesidad de una humanidad que estaba perdida en el pecado, condenada a la muerte, abandonada. Porque había una separación entre Dios y esa humanidad pecaminosa. Y la humanidad estaba completamente desprovista de esperanza, a la merced del enemigo.

[Ujieres, hay una hermana allí que –atiéndanla por favor-] A la merced del enemigo. Y dice en uno de los pasajes, creo que es en Efesios ‘Pero Dios, cuando estamos sumidos en pecados, Cristo murió por nosotros’. Fíjese, no era como que nosotros merecíamos. Nosotros no merecíamos ser salvos. No fue como que Dios dijo ‘Esta pobre humanidad que está tan deseosa de reconciliarse conmigo y que necesita que yo les envíe un Salvador’. No era como que la humanidad estaba clamando a Dios por un Salvador. No era como que la humanidad había evolucionado hasta un punto que Dios dijo ‘¿Saben qué? Ahora merecen una obra especial’. No.

En el momento más inmerecedor de la historia de la humanidad, en ese momento Cristo murió por nosotros. Cristo se despojó de su gloria. Es decir que lo que Dios hizo fue puramente por su amor objetivo, no fue porque lo mereciéramos. Dios decidió hacerlo y Cristo decidió obedecer al Padre. Yo pienso en eso, hay en nosotros esa mentalidad, esa actitud, ese principio gobernante de la vida cristiana que llevó a Cristo a despojarse de su gloria. Cuando yo veo a Jesús en el jardín de Getsemaní orándole al Padre y le dice “Señor, si Tú quieres, si es posible pasa de mi esta copa”.

¿Ustedes recuerdan ese pasaje? Es un pasaje que muchas veces se predica los viernes Santo, sudaba gotas de sangre de tan terrible que era la tensión que Él sentía porque Él sabía lo que le esperaba en esa cruz. Él sabía el vía Crucis, el sufrimiento que estaba delante de Él. Y Él dijo: “Señor, si es posible líbrame de esto. Yo no quiero eso. Me aterroriza -en su humanidad decía el Señor- la idea de subirme a esa cruz”. Pero que dijo: “Pero hágase Tu voluntad y no la mía”. En otras palabras Él puso a un lado sus preferencias, Él puso a un lado su terror, puso a un lado sus sentimientos y simplemente se abandonó a un principio.

El principio de obedecer al Padre, humillarse y ser un siervo y hacer lo que el Señor quería que Él hiciera, el Padre quería que Él hiciera, ¿no? Entonces, por eso dice “Haya en ustedes este mismo sentir”, esta misma mentalidad que hubo en Cristo Jesús. El cual siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa ‘a que aferrarse’. ¿Sabe usted que Jesucristo es Dios mismo? Esa es una de las grandes verdades de la fe cristiana. Jesucristo es Dios mismo. En el misterio de la Trinidad y de la Encarnación, la Biblia dice una y otra vez que Jesucristo es Dios. Él no fue creado. El Hijo de ese misterio que llamamos la Trinidad no fue creado, Él no tiene ni principio ni fin, Él es la esencia misma, está hecho de la esencia misma que el Padre.

Él es Dios mismo. No deje que nadie le meta gato por liebre. No deje que nadie jamás arroje duda acerca de que Jesucristo es Dios mismo. De que no podamos comprender, ni explicar eso en términos racionales yo entiendo muy bien, pero no todas las cosas de Dios se sujetan a la razón necesariamente. Por fe nosotros creemos lo que dice la Biblia. Pero Jesucristo era Dios, es Dios y cuando Él vino al mundo algo mágico –no se como decirlo- sucedió y fue que Él se despojó de su gloria. No se despojó de su deidad porque el siguió siendo Dios en hombre pero se despojó de todos los privilegios y la gloria y la refulgencia de ser Dios no estaba…

En su deidad pura Él no estaba sujeto al tiempo, al espacio, nada. Es decir, Él era Dios mismo con todos los privilegios y todos los poderes de la deidad del “cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”. La palabra aferrarse es un palabra que quiere decir ‘como algo que codiciaba’, algo que robar, algo que arrebatar, algo que era tan valioso que uno como que quiere pegarse a ello y nadie me lo va a quitar porque eso es mío. Y dice ‘a pesar de que Él era igual a Dios, Él no se apegó a esa gloria ilimitada, a esa comodidad absoluta, total’.

¿Cuántos de nosotros nos aferramos a las cosas, eh? Y ahí vienen los problemas, ¿no? Nos aferramos a nuestros derechos, nos aferramos a nuestras prerrogativas, nos aferramos a lo que hemos estudiado, nos aferramos a esa persona que tanto amamos, nos aferramos a una profesión, a una casa, a un carro. En la iglesia nos aferramos a nuestra posición de líderes, nos aferramos al trato que se supone que se nos de por todo lo que nosotros hacemos por la iglesia o nos aferramos a lo que creemos que Dios tiene que hacer por nosotros, porque nosotros servimos y damos, etc.

Nosotros nos aferramos a muchas cosas. Nos apegamos a cosas que no son valiosas y yo creo que parte del crecimiento cristiano, la madurez comienza cuando nosotros comenzamos a despegarnos de cosas que nosotros amamos. ¿Usted entiende? Cuando usted cree que a usted se le debe dar cierto trato y a veces no lo recibe, usted dice ‘¿Sabes qué? Amén. Más se perdió en el diluvio’. Y uno no se apega a eso, no se siente ofendido. Cuando no te dan ese regalito de Navidad que tú sabías que tenían que darte y dices ‘Amén. No importa yo voy a dar aunque no me den’. Si no te celebran el cumpleaños, tú no te ofendes y te sientes como que no te aman y pones mala cara por el próximo año con la gente alrededor de ti.

Sino que tú no te apegas a esas cosas, no te aferras. Si estuviste enferma y el Pastor no te llamó, no le pones mala cara el próximo domingo cuando lo veas. ¿Amén? ¿Cuántos de nosotros confiesan nos aferramos, nos apegamos a las cosas que hacemos? ‘Eso me lo deben, eso me lo tienen que dar’. Hay tantas maneras. En la familia, en el hogar, en las relaciones entre esposo y esposa, en el trabajo. ¿Cuántas veces el problema y el conflicto viene de que secretamente nos estamos aferrando a algo? Decimos ‘No, esto es mío, yo lo tengo por derecho y si no me lo dan va a haber un problema’. Entonces de alguna manera reaccionamos.

La Biblia dice ‘No te apegues a las cosas que tú crees que te deben. Despégate de ellas como Cristo se despegó de su gloria’. Dice “Por lo cual, siendo en forma igual a Dios, no se aferró a ninguna de estas cosas”; sino ¿qué hizo? Se despojó asimismo. Esa palabra “se despojó” quiere decir se vacío, se ahuecó. Es como coger una cuchara y coger una fruta y sacarle todas las semillas que tiene adentro. No sé, bueno un aguacate, yo puedo poner otro. ¿Todos saben lo que es una calabaza o una uyama? Los dominicanos tienen uyama los otros calabaza, ¿no? Esta semana, de hecho, me habían dicho que si usted coge una calabaza, hermanas, esto es una receta. No les voy a cobrar por esto. [Risas]. ¿Usted sabe que la calabaza se daña rápidamente? Pero tengo entendido que si uno le saca todas las semilla de adentro que se corrompe más fácilmente, la calabaza le va a durar mucho más tiempo. Así que hay un secreto allí para ustedes.

Yo tenía un lindo pedazo de uyama, de calabaza allá en mi casa y decidí hacer eso. Cogí una cuchara y la raspé por dentro toda. Le saqué todas las semillas y quedó la calabaza bien limpiecita. Yo diría que eso es algo como lo que Cristo hizo, ¿no? Él cogió, se vació, todo lo que tenía adentro, toda su deidad, toda su gloria o los privilegios. Él se vació, raspó todo eso y se quedó simplemente como un árbol podado y asumió forma humana. Esquilasen es la palabra. Es una palabra teológica muy poderosa. Él se despojó, se robó a si mismo, podríamos decir, en un sentido.

Él se quitó las cosas que Él podía tener y las entregó por amor al hombre, a la humanidad y por amor al Padre. Porque Él vivía bajo ese principio de servir, de dar a los demás. Pero miren, lo que está pasando aquí y la conexión que yo veo entre el día de Resurrección que es el que celebramos hoy y este proceso que yo estoy describiendo es que, hermanos, lo maravilloso es que el Apóstol Pablo describe todo este proceso de el Cristo que se despojó a si mismo, que se desvistió de su gloria, que se vació y se desvistió de todo lo que Él tenía que le daba su comodidad y su gloria, porque eso es lo que nosotros hablamos acerca de la encarnación.

Nosotros en estos días celebramos el viernes donde el Señor fue crucificado y ya antes de ser crucificado fue azotado, fue avergonzado, se quedó solo. Todos nos escandalizamos de Él, se fueron todos sus discípulos. Él estuvo solo para padecer, todo esto. Y antes de esto, estuvo treinta años más o menos en la Tierra viviendo como Clark Kent, simplemente nadie sabía, muy poca gente sabía que Él era Dios. Él caminaba por las calles y ‘¡Ah! Es el hijo, sí de María y José el carpintero. Yo lo conozco’. Era tan poco impresionante que la gente no podía creer que Él fuera quien Él era. Y cuando hizo milagros se sorprendieron. Sus propios hermanos no podían creer que Él…

María su madre, nunca entendió plenamente, parece, lo que Él era verdaderamente. Era un misterio. Él caminó esos años, simplemente, humilde, sencillo. Cuando entró a Jerusalén, no entró en un caballo de guerra inmenso. Entró en una asna, sencillo de corazón. Vivió toda su vida así. Dice la Biblia “Sin atractivo”, para que dijéramos ¡Guau! ¡Qué atractivo! Esas pinturas de Jesús como si fuera Clark Gable o un Robert Redford u otro de esos actores hermosos y muy atractivos… Yo no creo.

Cuando Él se despojó, se despojó. Él andaba por las calles. La gente lo que veía era un judío allí mediano, promedio. Eso era todo. Él pasó treinta y pico de años en esa existencia. Metido en la camisa de fuerza de su humanidad, pero dentro de Él palpitaba el poder de Dios, la vida de Dios. Era Dios también, era Dios pero metido –en alguna manera misteriosa- en base plenamente humano. Dios y la humanidad, allí adentro, en perfecta unidad. Y eso terminó en la Cruz. Y por eso es que el Apóstol Pablo dice “Se despojó a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y estando en la condición de hombre –es decir, no fue suficiente simplemente que Él fuera hombre, sino que estando en esa condición- se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte”.

No cualquier muerte, sino muerte ¿de qué? Muerte de cruz. La peor muerte que una persona podía experimentar. Es decir, ¿qué estamos diciendo aquí? El despojamiento de Jesús, su descuido de si mismo fue absolutamente total. No podía haber una manera más grande de uno rebajarse que lo que Cristo hizo. Y recuerdo lo que decíamos antes, ¿qué dice el Apóstol Pablo? ‘Mire, haya en ustedes esa misma actitud. Esa misma mentalidad que llevó a Cristo a hacer todo esto’. Y por eso es que él dice ‘No puedo pensar, es como si él estuviese diciendo, en otro ejemplo excepto el de Cristo’.

Si ustedes quieren saber a qué yo me refiero, miren a Cristo y miren lo que Él pasó. Ahora hermanos, aquí está la cosa. Esto es lo importante, escuche esto. Lo que el Apóstol Pablo está describiendo aquí es para mí el principio central de la vida cristiana. Escuche esto, es lo que para mí hace distintivo el cristianismo por encima de cualquier otra religión. Y es la cosa más misteriosa y más contradictoria y aparentemente más paradójica que yo conozca en todos los principios filosóficos y teológicos de la humanidad. Y es este. El Apóstol Pablo dice: “Si ustedes hacen eso y si ustedes viven de esa manera y si ustedes dejan que su vida sea gobernada por ese principio de despojarse de lo que les pertenece y lo que ustedes tienen derecho a tener y lo que ustedes aman y lo que ustedes valoran y lo que la gente les debe a ustedes”.

“Si ustedes no están dispuestos a despojarse de eso, a despegarse de ello, a entregarlo por amor a los demás y por el bienestar de los demás lo mismo que le sucedió a Jesucristo les va a suceder a ustedes también”. El mismo resultado que Jesucristo recibió como consecuencia de su conducta y de su obediencia y de vivir conforme a ese principio, ustedes lo van a experimentar también en su propia vida”. Y ¿cuál fue el resultado que Jesucristo recibió? Mírenlo aquí. Después de describir el viernes, el proceso, el rebajamiento, el sufrimiento, dice; mire el versículo 9: “Por lo cual –digan conmigo por lo cual, en otras palabras: como consecuencia, como resultado de ese comportamiento, de esa acción, de esa conducta- Dios también –es decir, Dios hizo una cosa pero hizo la otra.

Dios lo humilló, lo rebajó, lo metió en una camisa de fuerza, permitió que fuera subido a la cruz, permitió que se metiera en las profundidades de la Tierra y experimentara la muerte y sintiera todo el pecado de la humanidad, se ensuciara con el pecado total de la humanidad a través de toda la historia. Hizo eso. Pero también hizo lo siguiente: lo exaltó hasta lo sumo. Lo exaltó hasta lo sumo. Lo levantó, lo glorificó en la manera más extremada que podemos considerar. Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que “es sobre todo nombre”.

En el tiempo antiguo y siempre el nombre representaba la dignidad, representaba la autoridad, representaba el poder de una familia, de una persona. Todavía eso es así. Cuando usted firma ¿qué usted firma? Usted firma su nombre. El nombre encarna a la persona. Cuando usted pone su nombre en un cheque o en un contrato o en un documento legal, usted está diciendo ‘mi persona está metida allí. Mi vida está implicada en ese nombre que yo estoy poniendo en ese documento’. O sea que todo lo que usted es está allí metido. Entonces aquí lo que dice es eso: Dios le dio un nombre. En otras palabras, le dio una autoridad, le dio un poder, le dio una personalidad, le dio un carácter representativo que está por encima de toda otra representación.

En otras palabras, usted puede dar toda la realidad que existe potencialmente tiene un nombre. Puede ser una galaxia, puede ser una estrella o una súper estrella, puede ser un pez, puede ser un elefante, puede ser una enfermedad. Satanás tiene nombre, los principados y potestades del infierno tienen nombre, los ángeles tienen nombre, los átomos en el centro mismo de la materia tienen nombre. Las células del cuerpo tiene su nombre: células. Todo tiene un nombre y si no tiene nombre es porque no ha sido descubierto todavía. Pero todo en el universo tiene nombre.

Dice la palabra que a Cristo se le dio un nombre, que no importa lo que se mencione, que el nombre de Él es siempre más poderoso, más alto. Todas las enfermedades que nosotros conocemos tienen un nombre, por ejemplo. ¿Saben qué? El nombre de Cristo es más poderoso que cualquier enfermedad y por eso nosotros en el nombre de Jesús orar para sanidad. [Aplausos]. Satanás tiene un nombre, que el Señor lo reprenda. ¿Sabe qué? El nombre de Cristo es más poderoso que Satanás y por eso cuando tú usas el nombre de Jesús, tú estás pegándote al poder más grande que existe en el universo, más poderoso que diez mil o cien mil o billones de bombas atómicas o cualquier energía que el hombre pueda imaginarse.

Cuando tú estás enchufado al nombre de Jesús, tú eres infinitamente poderoso, potencialmente. Cuando tú vives tu vida en el nombre de Jesús no hay concepto, no hay problema, no hay dificultad, no hay reto, no hay tragedia que pueda estar por encima de ti porque tú tienes el nombre de Jesús a tu favor. Tú estás moviéndote en el poderoso nombre de Jesús. Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre, todo concepto, todo principio, todo ser, toda fuerza, toda energía, toda situación. El nombre de Jesús.

Como consecuencia de su abatimiento, su humillación, su despojamiento, su vaciarse de si mismo el Señor le dijo: ‘¿Sabes qué? Como consecuencia de todo eso te voy a dar algo que está por encima de todo. Te voy a dar gloria, te voy a dar tu poder, te voy a devolver todo lo que tú perdiste’, supuestamente. ¿Saben qué? Inclusive déjenme decir esto, cuando Cristo subió tenía algo que no tenía cuando bajó. Uno puede pensar ¿cómo puede Dios tener más? Porque si es Dios no hay más que se le pueda añadir. Si yo fuera un filósofo yo diría: Dios es la suma total de todo y a Dios no se le puede añadir ni se le puede quitar. Eso diría un filósofo, ¿verdad?

Pero, ¿sabe qué? Cuando Dios bajó y se hizo hombre adquirió algo que no tenía: humanidad. ¿Si o no? Dios era Dios, es Dios. Pero cuando Cristo bajó asumió forma de hombre. Cuando subió Él no dejó su humanidad como un traje arrugado y ya no lo necesitaba. La piel de Cristo no se quedó allí abajo como si fuera ‘Men in black’ que se queda la piel allí. Su humanidad no se quedó abajo, su humanidad subió con Él. El que subió es Dios y es hombre, está sentado a la diestra de Dios Padre, tiene las marcas de su crucifixión que lo prueban. Cuando Él resucitó comió peces para decir ‘Yo soy un hombre, también’. [Aplausos].

Así que, yo creo que los privilegios… Dios le dio algo al Señor que ¡guau! No puedo ni siquiera pensar cuan grande fue. Cuando el Señor fue resucitado, Él había experimentado algo incomprensible. Dios le exaltó hasta lo sumo, le dio “un nombre que es sobre todo nombre” para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los Cielos y en la Tierra y debajo de la Tierra. Si Él hubiera podido decir algo más dentro de la Tierra, alrededor de la Tierra, más allá de la Tierra lo hubiera dicho.

Pero dijo ‘lo que está en los Cielos, en la Tierra, debajo de la Tierra’ sea el infierno, sea lo que sea ahí está comprendido. Un nombre. No hay ningún otro nombre mayor que el nombre de Jesús y que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. ¿Saben qué? Todavía no toda lengua ha confesado, ni confiesa que Jesucristo es el Señor. Por aquí en el South End hay algunas personas que no creen que Jesucristo es el Señor y hay también en todo Boston y en Estados Unidos y en la historia de la humanidad hay naciones y hay personas que…

Pero ¿saben qué? Dice que ‘un día toda lengua confesará, toda rodilla se doblará y confesará que Jesucristo es el Señor’. [Aplausos]. Y qué bueno que los que estamos aquí hemos ido delante de eso, nosotros sabemos. Y cuando dice que Jesucristo es El Señor –Curios en el griego original, esa es la palabra que se traduce Señor- está tomando prestado del nombre que le daban los hebreos a Jehová. Los hebreos piensan que el nombre de Dios es tan sagrado que no lo pronuncian con su boca. Entonces lo que dicen es El Señor. Curios es la traducción del hebreo original para la palabra Señor. Los judíos hablan de El Señor.

Por ejemplo Isaías cuando vio la visión de Dios dijo ‘vi al Señor’. Entonces cuando dice aquí que ‘Jesucristo es el Señor’ está diciendo que es Dios en su forma de soberano, de gobernante de todo lo existente. Él domina todo, Él tiene poder sobre todo, Él gobierna lo visible, lo invisible, el microcosmos y el macro cosmos, todo está bajo el control, el Señorío de Jesucristo. Jesucristo es Dios. Él le ha entregado todo al hijo, dice. Y un día cuando el Hijo lo haya tomado todo y haya sometido toda autoridad, todo principado, toda nación bajo su dominio dice que lo tomará todo y se lo entregará al Padre para que todo sea uno en uno y ahí la historia se habrá consumado en su totalidad.

Pero Dios le dio ese derecho al Hijo. Pero miren, ya con esto les prometo que cierro la historia, y es que Dios dice “ Si tú te sometes a esa misma dinámica que Cristo se sometió, lo mismo que le pasó a Jesús –claro en forma menor como ser humano, en la dimensión humana, en la escala humana- te va a pasar a ti también”. Porque recuerde que así es que comenzó la meditación del Apóstol Pablo: “Haya en ustedes este mismo sentir que en Cristo Jesús. Ámense los unos a los otros, no piensen en ustedes mismos, no se aferren a las cosas, no estén demandando de la gente”. No estén pensando primero en su propia comodidad, en su propio provecho, piensen en los demás. No estén pensando de si mismo como que ‘yo soy la gran cosa’.

¡No! Piensen en lo que los demás tienen. Yo creo que si nosotros pensáramos en los demás y sus atributos habría menos gente segura de si misma en el mundo. Yo creo que mucha gente tiene la bendición de tener una seguridad que yo desgraciadamente no tengo porque uno que se conoce a si mismo lo sabe. ¡Hey! Yo no tengo derecho a tener tanta seguridad en mi mismo. Uno sabe lo que es y cuando uno mira alrededor uno ve tanta gente con más talento que uno.

Pero hay gente que son tan ignorantes que creen que son la cosa más grande del mundo. La última Coca-Cola en el desierto, y andan con una seguridad y una confianza y un llevarse el mundo por delante. Pero es porque son ignorantes no porque saben mucho, ¿saben? Porque yo creo que mientras uno más conoce, más inseguro se hace en cierto punto. Uno entiende menos que sabe y menos puede y más peligroso es el mundo y más tosco es uno y ¡cuantos errores podemos cometer en el mundo! Más frágil uno se siente.

Yo creo que la madurez de la fe cristiana es eso, que mientras uno más crece, más conoce, más fuerte se hace en el Señor. Como que uno más se disminuye, hermanos. Por eso Pablo dice “Me gloriaré más bien en mis debilidades” porque cuando soy débil entonces soy fuerte. El Señor le dijo “bástate mi gracia”, “mi poder se perfecciona -¿en qué?- en la debilidad”. Por eso hermanos les dije, escuchen, cuando dije hace un momentito: el principio clave de la vida cristiana, el principio número uno; yo diría el principio que corre desde Génesis hasta Apocalipsis, el principio que usted va a encontrar en todos los libros de la Biblia, en todos los personajes –yo creo- de la Biblia, en todos los grandes relatos de la Biblia es ese principio de que cuando nos hacemos pequeños, cuando nos despojamos de nuestros derechos, de nuestra gloria, cuando pensamos en los demás y no en nosotros mismos más se manifiesta el poder y la gracia de Dios en nuestras vidas. Mejor nos va.

Más éxito tenemos, más poder tenemos, más autoridad contra el demonio tenemos, más Dios nos cubre con su gracia, más misericordia hallamos cuando nos equivocamos. Más los dones del Espíritu Santo se manifiestan a través de nuestra vida, más gloria recibimos. Porque esa es la clave de todo. Cuando yo dije acerca de Cristo que se despojó por amor a los demás me vino a la mente inmediatamente… Mire un ejemplo, por ejemplo, sacado al azar casi. Antiguo Testamento, porque pensamos que estas cosas son del Nuevo Testamento, Dios ya estaba un poquito más maduro y por eso se inventó el Nuevo Testamento. No, yo creo que desde el principio mismo.

Mire por ejemplo la vida del Rey Salomón. Cuando Salomón entra al reinado y Dios se le aparece en un sueño y le dice “Hijo, pídeme lo que tú quieras. Yo te voy a conceder por amor a tu padre David lo que tú me pidas”. ¿Qué le pidió Salomón? Le dijo –sabiduría-: “Mira Señor yo soy un jovencito ignorante y tengo un pueblo difícil de gobernar, grande. Retos grandes de Estado que yo no tengo un doctorado en política o relaciones internacionales o economía. Me siento inadecuado para hacer este trabajo, quiero gobernarlo bien. Así que solamente te pido ‘dame sabiduría’”. Y ¿saben qué? Esa petición de Salomón agradó tanto a Dios, porque Dios vio el corazón de Salomón. Lastima que después cuando viejo se apartó de esa verdad.

Ahí está se fue detrás de las mujeres, se fue detrás del poder y la gloria y como perdió esa verdad, terminó un hombre destruido. Destruyó toda su reputación y toda su gloria que alcanzó como joven. Pero cuando se mantuvo en la dinámica esencial de Cristo, la dinámica esencial del corazón de Dios, cuando le pidió eso a Dios, Dios le dijo ‘¿Sabes qué, Salomón? Me agrada lo que me has pedido. Como no me pediste riquezas, no me pediste poder que es lo que normalmente me hubiera pedido un hombre, no me pediste las cabezas de tus enemigos que es lo que pediría un Rey que está comenzando. ¿Sabes qué, Salomón? Te voy a dar lo que me pediste. Te voy a dar sabiduría como no le he dado a ningún ser humano. Voy a darte conocimiento, te voy a dar entendimiento. Pero ¿sabes qué? No solamente eso, te voy a dar también dinero, te voy a dar gloria, te voy a dar poder, más que cualquier otro hombre”.

A través de la historia, proporcionalmente, Salomón fue el hombre más rico y más poderoso. Su reino alcanzó un nivel tan alto. Dios le dio, ¿por qué? Porque él no pensó en si mismo, pensó en su pueblo, pensó en agradar a Dios, pensó en hacer un buen trabajo. Estaba preocupándose por su nación. Y cuando Dios vio esa dinámica –porque eso es lo que mueve el corazón de Dios, eso es lo que arrebata a Dios- cuando un hombre, una mujer vive conforme a ese principio ‘No yo, sino Dios y los demás’. Cuando tú vives tu vida para agradar a Dios y como tú sabes que lo que más agrada a Dios es cuando nos preocupamos por sus criaturas. Cuando tú cuidas a alguien porque es un hijo de Dios, es una hija de Dios, eso es lo que le agrada a Dios.

Y ¿sabes qué? Cuando tú vives así, Dios está que no cabe dentro de si tratando de bendecirte. Él va a buscar mil maneras de bendecirte. Si nosotros entendiéramos eso y cada día viviéramos descendiendo para ascender, muriendo para vivir eternamente, despojándonos para recibir gloria. Haciéndonos pequeños para ser grandes, no pidiendo nada para tenerlo todo, despojándonos de nuestros derechos para tener la estima de la gente. Óigame si usted y yo que estoy predicando este sermón, a veces yo predico cosas que ni yo mismo me las creo, hermano, las predico porque se que es la Biblia. Yo digo a veces, yo estoy predicando algo muy exaltado. Yo digo ‘Señor ayúdame a vivirlo’.

Porque yo les aseguro que si nosotros entendiéramos eso, seríamos la gente más poderosa, más feliz y más exitosa del mundo. Hoy hermanos, yo deseo en el nombre del Señor que cada uno de nosotros, que nuestra iglesia, esta comunidad de fe y que el cristianismo en general entienda eso, básico. Si tu padre vive no para vivir a través de tus hijos vicariamente. ¿Cuántos padres quieren realizarse a través de sus hijos? Y usamos a los hijos como un instrumento para nuestros sueños y resolver nuestros problemas del pasado. Si tú vives para que tus hijos lleguen a ser lo que Dios quiere que sean y tú te das a ellos; esposo, tú eres la cabeza del hogar, tú eres el líder espiritual de tu familia. Pero si tú vives para que tu esposa llegue al máximo en Cristo Jesús, si tú la sirves a ella, si tú le sirves a ella, si tú la bendices, si tú la amas como Cristo amó a la iglesia.

Si tú te conviertes en un líder espiritual, en un mentor, un Jesús que sirva y lave los pies de su esposa ¡cuanta gloria tú vas a recibir! Hijo, si tú te sujetas a tu papá como Cristo se sujetó al Padre y tú veneras a tu padre o a tu madre y tú obedeces a tu padre y a tu madre porque son tu padre y tu madre, porque la Biblia dice “Honra a tu padre y a tu madre” y si tú los obedeces aunque no estés totalmente convencido de todo lo que ellos te están diciendo pero tú les das a ellos la preferencia y los cuidas y los tratas bien y los sirves a ellos, ¿sabes qué? Un día cuando tú seas padre tus hijos te van a bendecir a ti y te van a servir a ti. Y tú vas a saber lo que es la gloria verdadera.

Jefe de una oficina o manager de una fabrica o dueño de una compañía si tú sirves a tus empleados, en el sentido no de dejar que ellos hagan de ti lo que quieran no estoy hablando de eso, pero si tú entiendes que tú tienes un compromiso con ellos de cuidarlos, de tratarlos bien, de respetar la dignidad que hay en ellos, de ayudarlos inclusive a que se entrenen y crezcan y se desarrollen más profesionalmente, tú vas a tener gente leal y entregada a ti. A menos que no sean unos canallas y los hay ahí por de vez en cuando, pero Dios te va a defender de ellos porque tú estás haciendo las cosas conforme a lo que Dios dice.

Hermanos, si nosotros en la iglesia nos tratáramos con ese cuidado, esa atención, ese cariño, esa consideración los unos a los otros. Si tú no estuvieras pensando en como te están tratando, que te están dando, si simplemente tú das, tú eres un siervo o una sierva. Tú estás aquí para bendecir a tu comunidad, estás aquí para bendecir a tu iglesia, bendecir a tus Pastores, bendecir el reino de Dios, tú vives de esa manera. No te preocupas tanto por ti mismo, tus propios derechos, tu propia naturaleza que demanda consideración y tú vives simplemente como un niño inocente, deja que Dios se preocupe de ti. Preocúpate tú de los demás por amor a Dios y Dios siempre estará defendiéndote a ti. Tendrás estima de los demás.

¿Sabes por qué muchas veces tenemos tanta ansiedad e insomnio? Porque hay algo secreto dentro de nosotros que no hemos resuelto. Algo de lo cual no nos hemos despojado. Despójate de todo, entrégaselo todo a Dios. Vive para Dios, vive en Dios, vive para los demás y vas a tener salud mental y emocional. Y los psiquiatras se van a morir de hambre. Gloria a Dios por los psiquiatras. [Aplausos] Porque vas a tener paz en tu corazón. Nadie te puede quitar nada porque tú no tienes nada, todo es de Dios. Tú vas a tener estima, vas a tener respeto, vas a tener influencia.

La gente va a venir a ti porque el mundo está deseoso de encontrar maestros, mentores, modelos y te van a buscar. Van a querer que tú les enseñes, les aconsejes. Mira Dios te va a dar materialmente, no te va a faltar nada porque Dios se va a encargar de lo que tú das te sea regresado con creces. Vas a tener conocimiento de las cosas de la palabra y de los misterios del Evangelio. Porque los misterios del Evangelio dependen de ese principio principal: “Despójate y vas a recibir, muérete y vas a vivir, hazte débil y vas a ser poderoso, da y vas a recibir más y más cada día. Cree que no sabes nada y lo sabrás todo. Muévete en el poder de Dios y tendrás el poder del universo, no en tu propio poder”.

Es el principio principal. A través de toda la Escritura, es ese principio. No es con espadas, no es con ejércitos, es con el espíritu. No es con tu fuerza, no es con tu talento, no es con tu destreza, es en el poder de Dios. Y mientras tú más te vacías, más te despojas, más te ahuecas por dentro, más Dios puede poner su unción dentro de ti, su gloria dentro de ti, sus dones dentro de ti. Y tú va a experimentar la bendición. Esa es la clave, hermanos. Yo creo que muchos de los problemas del cristianismo es porque no hemos entendido esa verdad. Muchos de los sufrimientos. Y por eso es que nosotros vamos a tener que insistir una y otra y otra y otra vez en esta iglesia y todo el cristianismo.

Yo creo que esa verdad tenemos que estarla insistiendo, insistiendo, insistiendo. Porque yo les digo, yo creo que el problema de los cristianos a través de los siglos ha sido que los sacerdotes, los pastores hemos fallado en eso. Y ahora tenemos iglesias por donde quiera y tenemos una cultura evangélica o católica, semi-cristiana donde le enseñamos a la gente una cantidad de cosas pero no le estamos enseñando lo más importante de todo que es vivir la vida como Cristo la vivió. Sentir lo mismo que Cristo sintió, pensar como Cristo pensó, conjugar la vida y las relaciones humanas como Cristo las conjugó. En esa dinámica de “mientras yo más pequeño me hago, más grande soy. Mientras más doy más recibo, mientras más amo, más amado soy, mientras más me despojo, más tengo. Mientras más débil me hago, más fuerte soy, mientras más me preocupo por los demás, más Dios se preocupa por mi”.

Si aprendemos eso, hermanos, usted no tiene que venir a la iglesia. Quédese en su casa y va a ser un gigante espiritual. Estoy jugando por si acaso. Pero es la palabra esencial. La real, la resurrección depende de la crucifixión. Al poder del domingo de resurrección no se llega sino a través del viernes de crucifixión. No se llega sino a través de treinta años de anonimato y despojo y pobreza. Pero entonces vas a tener gloria, Dios te va a dar un nombre. ¿Tú quieres nombre? Mucha gente quiere nombre y se matan ellos tratando de conseguir el nombre. Deja que Dios te de el nombre. Si Dios te da el nombre, ese nombre va a ser excelso, va a ser hermoso, va a ser maravilloso. Quiera Dios que esta congregación, por lo menos, entre nosotros hoy nazca un deseo o se aumente de tener el mismo pensamiento que tuvo Cristo. La misma forma de proceder, el mismo principio gobernante de no pensar en mí sino pensar en los demás y pensar en Dios sobre todo.

A mi me gustaría estar a la altura de esa enseñanza y yo quiero que tú también te unas en ese deseo en esta tarde. Amén. Vamos a bajar nuestras cabezas un momento y vamos a pedirle al Señor que haga nacer o fortalecer ese principio en nuestros corazones, en nuestras mentes, en todo nuestro ser. Señor, yo quiero pensar como Cristo, yo quiero pensar como Cristo. Yo quiero tener la mente, la actitud de Cristo, yo quiero ser Cristo caminando sobre la Tierra. La gente verá simplemente un ser humano común y corriente pero Cristo estará caminando en mí con su poder, su autoridad, su discernimiento, su sabiduría y yo recibiré de Ti lo que yo anhelo y necesito.

Tú me lo darás. Yo quiero ser así, yo quiero ser como Cristo, yo quiero vivir la vida como Cristo. Quisiera preguntar si hay alguien en esta tarde que nos visita o que no ha dado un paso de fe todavía de entregar su vida al Señor Jesús. No quiero que nadie se vaya de aquí sin un deseo quizás de reconciliarse con el Señor o poner su vida en las manos de Jesús o invitar a ese Cristo a entrar a su corazón. Si tú no lo has hecho antes y quieres hacerlo ahora vamos a tomar un momento para invitarte a que consideres poner tu vida en las manos de Jesús e invitarlo a entrar a tu corazón y hacer del Señor tu vida para que Él te enseñe como vivir como Él vivió y tener el poder que Él tiene y tuvo.

Quiero preguntar si hay alguien aquí en esta tarde que quiera invitar a Cristo a su corazón, si no lo ha hecho antes. Quisiéramos orar por ti en esta tarde antes de que te vayas. ¿Habrá alguien que no lo haya hecho antes y que quiera dar su vida a Jesús en esta tarde? El Señor dice “El que viene a mi yo no le echo fuera”. [Pasa por aquí] Gloria a Dios. Quizás haya alguien más todavía que no haya entregado su vida al Señor y quiera hacerlo ahora. Se necesita valor en ser el primero ¿saben? ¿Habrá alguien, un hermano, una hermana, un joven, alguien más que quiera dar un paso de fe en esta tarde? Yo le invito a pasar por acá y comenzar a caminar en la manera en que Cristo caminó. Esto es una jornada de mucho tiempo. Si no lo ha hecho antes yo lo invito a pasar un momento por acá y en un día como hoy que es un día de Resurrección, usted quizás quiere dar ese paso.

Yo le invito a venir aquí. ¿Habrá alguien más que no haya dado ese paso y quiera hacerlo ahora? [Aplausos] Gloria a Dios. Amén. Gloria a Dios. Todavía habría tiempo si alguien quisiera hacerlo, si está inquieto allí o inquieta en tu asiento, quizás sea el Espíritu Santo que te está diciendo “Te vas a sentir incómodo pero es parte del proceso que está describiendo el Pastor Miranda en su sermón. Tienes que moverte no conforme a emociones sino conforme a principios espirituales”. ¿Habrá alguien más que no haya dado ese paso todavía y que quiera hacerlo ahora en esta tarde? Hacemos un llamado. ¿Habrá alguien más allá arriba o allá abajo? Esperamos si están en los balcones, si está en los últimos asientos del lugar. ¿Habrá alguien más? Vamos a orar por estos hermanos.

Vamos a darle gracias a Dios por ellos. Lord we thank you for these wonderful men who have given their lives to You. We bless this young woman. Señor te damos gracias por esta joven también, que tenemos aquí delante. Hay un par de hermanas que por favor vengan por favor conmigo también. Y damos gracias Señor, gracias por esta vida son preciosas delante de ti. Valen estrellas, valen galaxias, valen mundo Señor. Valen para ti infinitamente. Yo bendigo a cada uno de ellos en el nombre de Jesús. Y Señor Jesús te los ofrecemos como trofeos de tu Resurrección. Te los ofrecemos como trofeos de tu Crucifixión y de tu vida de padecimiento y sacrificio. Te pedimos que entres a sus corazones como promete tu palabra que Tú has de hacer, Señor. Entrar con ellos, sentarte con ellos y tener intimidad con ellos.

Los bendigo y declaro tu Señorío, tu sanidad, tu bendición, tu nombre sobre sus vidas y sobre esta iglesia, Señor, también establecemos los principios del Reino de Dios. Quiero que esta iglesia en tu nombre, Señor –lo digo así- quiero que esta iglesia ejemplifique ese principio central de la vida cristiana: amor, humildad, entrega a los demás, obediencia al Padre, sujeción mutua, misericordia, bondad, mansedumbre, perdón, gracia, paciencia, benignidad. Esos principios, Señor, los abrazamos como hombres y mujeres y Dios. No vamos a vivir para nosotros mismos, vamos a vivir para ti y para tus criaturas. Vamos a ser instrumentos de tu gracia. Queremos que esta iglesia, esta familia se caracterice por estos principios. Comienza conmigo y sigue a través de toda persona, Señor.

Y pedimos así que Tu iglesia en toda la Tierra conozca que sirvió a los demás aunque Él es Señor de señores y Rey de reyes. Establece Tu persona, Señor, en este lugar y en esta familia de fe. Hoy lo pedimos y nos comprometemos a vivir en esta manera para gloria de tu nombre. A ti la gloria, no a nosotros. Gracias, gracias. Sigue con esta familia de fe, Padre. Y gracias por todo lo que hemos experimentado en este día, Señor. Séllalo en nuestros corazones y nuestras vidas. Gracias Señor. Te amamos. En el nombre de Jesús. Amén y Amén.