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Tomar el manto de autoridad

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Yo les invito a que ustedes tomen sus Biblias para reflexionar en lo que Dios tiene para nosotros hoy y, Padre, yo aprovecho y Te ruego que una vez más me concedas Tu gracia, Tu favor para poder traer esta palabra a cada uno de estos hijos e hijas tuyas que se han reunido aquí hoy, Señor.

Padre, como bien sabemos, que Tu palabra no vuelva atrás vacía sino que alcance aquel propósito con el cual Tú la envías. Tu palabra es viva y eficaz y yo te pido que llegue hasta lo más profundo de los corazones de mis hermanos y hermanas incluyendo el mío, Señor, para podernos alinear aún más con la forma de vida que Tú quieres para cada uno de nosotros. Pido esto en el nombre de Tu hijo Jesús a quien le doy toda Gloria. Amén y Amén.

Bien, hermanos, ya que nosotros hemos estado reflexionando en estos últimos días en el personaje de Eliseo; como bien sabemos el Pastor ha estado trayendo una serie de mensajes que hablan acerca de la vida de este personaje y otros que están relacionados a la vida de Eliseo.

Hoy yo me he sentido inquietado a compartir también otra parte adicional de la vida de Eliseo, que el Pastor y yo nos pusimos de acuerdo 'Okay, pues yo voy a decir esto y tú dices aquello, no, no'... pero sí hablamos y quise compartir esta palabra que para mí ha sido de gran bendición y la quiero compartir con ustedes, pues sé que va a ser de bendición también.

Quisiera que me acompañaran al Libro de Segunda de Reyes Capítulo 2. Voy a leer algunos versos. Y comienza leyendo el relato así:

'Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Jilgal...' -y quiero que vayan prestando atención a estos nombres- y dijo Elías a Eliseo: "Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bethel" y Eliseo dijo "Vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré". Descendieron pues ambos a Bethel y saliendo a Eliseo los hijos de los Profetas que estaban en Bethel le dijeron "¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu Señor de sobre ti?" y Eliseo dijo 'Sí, ya lo sé muchacho, calla la boca, no digas nada'.

Elías volvió a decir "Eliseo necesito que te quedes aquí, ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó" y Eliseo volvió y le dijo "Vive Jehová y vive tu alma, que no te dejaré" y fueron pues los dos a Jericó.

Y se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó y le dijeron "Eliseo, ¿sabes qué? Que hoy te van a quitar a tu Señor de ti" y Eliseo una vez más respondió "Sí, ya lo sé, no digan nada".

Elías volvió y le dijo "Eliseo te ruego que te quedes aquí..."- vieron como va cambiando la intensidad de las palabras de Elías- ..." porque Jehová me ha enviado al Jordán y él dijo "Vive Jehová y vive tu alma, que no te dejaré". Y fueron, pues, ambos y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas y se pararon delante a lo lejos y ellos dos se pararon junto al Jordán. Tomando entonces Elías su manto lo dobló y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado y pasaron ambos en seco'.

Quisiera detenerme un momento ahí en la lectura del pasaje, mis hermanos, porque hay algo que yo quisiera compartir con ustedes que para mí ha sido de mucha luz. Particularmente, al tratar de entender distintas etapas en nuestra vida de fe.

A mi siempre me gusta, cada vez que predico, traer un mensaje que no tan solamente vaya a sacudir sus emociones pero que también pueda estimular su mente y pensamiento. Para que usted salga de aquí pensando y reflexionando en cual es el trato que Dios tiene con su vida personal. Y no tan solamente su vida personal sino también su vida personal en relación con otras personas que usted pueda tener a su alrededor.

Pero en este relato cuando nos fijamos en el personaje de Eliseo; Eliseo, claro está fue el hombre que fue escogido por Dios para reemplazar a Elías en este ministerio profético.

Cada una de las cosas que Elías hacía una vez y Eliseo fue escogido, fue como el aprendiz de él: donde quiera que iba Elías ahí estaba Eliseo. Todas las cosas que hacía Elías, Eliseo estaba ahí para presenciarlas. Todo el tipo de enseñanza que se impartía, Eliseo estaba ahí recibiéndola, aprendiendo también, siendo moldeado por Elías en todos estos aspectos.

Y claro está, llegó el momento en el cual a Eliseo le tocaba subir al plato, tomar su lugar y recibir el batón de parte de Elías. Y ese tipo de transición fue algo bien interesante que yo quiero ahora tratar de hilar fino con ustedes en ello.

Si ustedes se dan cuenta, el relato se mueve en distintas ciudades. La primera ciudad Jilgál, la segunda es Bethel, la tercera es Jericó y el cuarto lugar se habla que es el río Jordán.

Y ¿saben qué, mis hermanos? Hay veces que yo me pongo a pensar que cuando la Biblia hace hincapié en lugares específicos, en nombres específicos a mi me gusta prestarle atención a eso porque hay algo que está ahí encerrado.

Y yo quiero que nos fijemos en esto: estas tres ciudades tienen un significado bien particular. La primera ciudad de la cual ellos salen que es Jilgal, yo pude identificar que esta es la ciudad de ‘Nuevos Comienzos’. La ciudad de Nuevos Comienzos en la historia del pueblo de Israel. Si ustedes se fijan en el libro de Josué, capítulo 5 verso 9 apúntenlo, no lo tienen que leer, pero apúntenlo, Josué 5:9 fue el lugar donde Dios se encontró con Josué y le dijo a Josué que se encargara de circuncidar a toda esa segunda generación del pueblo de Israel que habían salido de Egipto antes de que entraran a la Tierra Prometida.

En otras palabras, Dios le estaba diciendo: "Tenemos que preparar a este pueblo. Hay que hacer borrón y cuenta nueva. Hay que empezar todo desde cero". Fue el lugar de un nuevo comienzo. Ahí fue donde el pueblo se estaba preparando ya para adentrarse a una tierra, a un lugar que Dios le había prometido a cada uno de ellos; un lugar próspero, un lugar que iban a heredar la bendición de Dios y que muchos otros iban a recibir esa bendición después de ellos.

Pero tenían que prepararse.

El segundo lugar que es la ciudad de Bethel -Bethel también tiene un significado que es muy particular- y yo puedo identificar la ciudad de Bethel como la ‘ciudad de Sueños y Visiones’.

Si nosotros recordamos, el personaje que yo puedo conectar aquí es Jacob. Cuando Jacob tuvo este sueño donde él veía una escalera y que ángeles subían y bajaban de esa escalera y que él ahí entonces recibió una palabra de parte de Dios que le decía "Ciertamente yo estaré contigo y con tu descendencia", Él impartió una bendición sobre Jacob y él se apoderó de esa bendición.

Pero todo comenzó con un sueño, con una visión que lo 'preñó' como bien yo digo a veces, preñó a Jacob y Jacob pudo tener una dirección, tener un sentido de saber a donde iba para entonces poderse encaminar en ese rumbo.

La tercera ciudad de la cual estamos hablando es la ciudad de Jericó. En la ciudad de Jericó también tiene una historia y yo puedo identificar la ciudad de Jericó como la ciudad que significa las ‘Victorias Pasadas’.

La ciudad de Jericó fue la primera ciudad que el pueblo de Israel conquistó. Fue la primera ciudad que bajo el liderazgo de Josué la apoderaron y detrás de esa vinieron muchas otras victorias que este pueblo logró alcanzar.

Esas tres ciudades son bien importantes. Número 1 Jilgal lugar de nuevos comienzos, número 2 Bethel el lugar de Sueños y visiones, número 3 Jericó el lugar de Victorias pasadas.

El cuarto lugar que menciona este relato es el río Jordán y el río Jordán para mi es el más interesante de todos.

Porque río Jordán de alguna forma u otra tiene este significado que es el lugar donde uno pasa de muerte a vida, es el lugar donde uno cruza de una vida pasada a una vida totalmente nueva. Si ustedes recuerdan fue ahí ante el río Jordán, en el libro de Josué una vez más hago referencia al libro de Josué, que fue ahí que el pueblo se tuvo que preparar para cruzar el Jordán y llegar entonces a esa tierra prometida que la primer ciudad que se encontraron fue… ¿cuál? Jericó.

Ahí fue donde Dios trató con ellos. Ellos estaban dejando atrás, estaban muriendo a una vida pasada, una vida que representaba opresión, una vida que representaba esclavitud, una vida que representaba imposibilidades y ahora se estaban dirigiendo a una vida que era todo lo opuesto, todo lo contrario.

Al yo pensar en estos cuatro lugares, mis hermanos, hay veces que yo me pongo a pensar que muchos de nosotros pasamos a través de esas etapas de la vida. Hay muchos de nosotros que de alguna forma u otra nos encontramos en algunas de esas ciudades.

Puede ser que muchos de nosotros, ahora mismo, estemos disfrutando de un nuevo comienzo -de esos Jilgales de la vida- y estamos ahí gozosos porque hay algo nuevo que ha comenzado, hay algo nuevo que se ha emprendido en nuestra vidas y puede ser que haya nerviosismo pero a la misma vez hay como que emoción porque hay algo que está por delante. Y eso muchas veces viene acompañado con un sentido de sueño, de visión, que uno tiene un sueño de ¡guau! ¡Qué chévere poder alcanzar esto! y como que uno se emociona, se entusiasma y uno dice ¡hey, manos a la obra. Vamos adelante! Y nos lanzamos por ahí.

Pero también está esa otra etapa de victorias pasadas donde muchas veces nos quedamos pensando y reflexionando como bien decimos "en los años de antaño", en qué lindo eran esos golden days por así decirlo, donde las sodas valían 25 centavos en vez de un dólar, donde las cosas eran, como quien dice, más suaves y más pasajeras y no se sufre tanto como se sufría ahora; donde la gente expresaba un mejor sentido de moral, donde la gente vivía con un sentido de camaradería más fino, de mayor respeto.

Y ahora es como que todo así al garete y nos quedamos pensando en esas cosas del pasado.

Pero también entonces está ese lugar, donde muchas veces, es el más difícil de todos.

¿Qué significa ese Jordán? Significa el río Jordán donde yo tengo que morir a algo para poder cruzar a ese lugar que Dios está trayendo, o al cual Dios me está llamando a yo poder llegar. ¿Me siguen por donde voy? Miren esto. El profeta Eliseo tiene unas características bien interesantes en este relato, porque el profeta Eliseo demuestra como que un cierto attachment -¿como diría yo?- como un apego a Elías. Y díganme ustedes ¿quién no le gustaría un apego así a una persona que es tan usada por el Señor, que todo lo que toca se transforma en oro, por así decirlo? Pero que su apego llegó a un punto que yo creo que le empezó a preocupar a Dios.

Si ustedes se fijan cada vez que paraban en un lugar que Elías le decía a Eliseo "Por favor quédate aquí", esos lugares donde pararon -que les quería mencionar esto- cada uno de esos lugares donde pararon habían escuelas de profetas y si recuerdan bien en las predicaciones pasadas -estas escuelas de profetas es como son los seminarios hoy día- que es donde estaban este grupo de hombres que se preparaban, que hasta eran usados por Dios en ese ámbito de la profecía y esos eran los hombres que le impartían dirección al pueblo de Israel en alguna forma u otra.

Elías, en este caso, era como quien dice "la crema de la crema", él era el profeta de los profetas y él era el que se encargaba de proveerle dirección a cada uno de estos lugares.

Así que, el viajar de un lugar a otro, yo me imagino que tal vez estaba preparando los profetas para despedirse y decirle "Miren no se preocupen, Eliseo, está aquí, él va a tomar mi lugar". Como quien dice preparándolos, pero yo creo que había algo más tras bastidores que estaba sucediendo ahí.

Porque el mero hecho de que Eliseo no se quería despegar de Elías, había algo que Dios quería hacer, que quería como que tratar con él. Había un cordón umbilical que Dios quería romper en Eliseo para que él verdaderamente pudiese entrar al ministerio que Dios tenía para él.

¿Saben? Déjenme decir algo. Cuando yo comencé en el Seminario a estudiar una de las primeras clases que yo cogí fue una clase de Consejería Pastoral y yo recuerdo que el profesor una de las primeras cosas que él mencionó fue que al uno dar consejería uno tiene que tener cuidado con esos ‘parásitos de la sociedad’. Y esa expresión me cayó tan y tan fuerte que yo me dije '¿Parásitos de la sociedad? ¿A qué se refiere usted?' y él comenzó a explicar que estas son las personas que -si usted entiende lo que es un parasito, el parasito es este organismo que se pega a otro y vive de otro y le chupa la vida al otro organismo hasta que lo deja flaco como yo. Algo así.

Eso es un parásito- pero la forma en que él lo explicó con el trato de otras personas: son las personas que siempre están dependiendo de lo que otros puedan hacer por ellos. Son las personas que siempre están como en el mantengo: "Si tú no me das esto, pues yo no funciono".

Y es bien interesante, porque esta mañana yo he reflexionado en algunos ejemplos que pueden parecer jocosos pero, ¿saben qué? Ponen a uno a pensar.

Por ejemplo uno cuando era niño -obviamente un niño depende de sus padres que le puedan suplir cada una de sus necesidades- el ser dependiente en ese sentido, pues, va con la naturaleza, porque el niño no se puede bandear por él solo y hay que darle ese cuidado.

Pero ya cuando uno va creciendo y uno va entrando en la adolescencia y -al menos hablo esto de los varones, los varones adolescentes si se recuerdan de aquel entonces- pero habían veces que los varones adolescentes teníamos ese síndrome de ser un "couch potato" o sea estábamos todo el tiempo pegados al .... Okay... Imagínense esto: un jovencito sentado en el sofá de su casa con los calzoncillos sucios, viendo televisión, cambiando por todos los canales. Obviamente el niño está a menos de 10 metros de la cocina y su mamá está del "pingo al tango" haciendo distintas cosas, preparando la cena, lavando ropa, atendiendo al otro niño que es más pequeño y está ahí moviéndose de un lado a otro, de un lado a otro.

Y ese jovencito en el sofá tiene el valor de decirle a su mamá "Mami, ¿me traes un pedacito de bizcocho con un vaso de leche?"

¿Saben lo que me decía mi mamá? "Ve y cógelo tú mismo", eso es lo que me decía mi mamá. Pero es un ejemplo, mis hermanos, porque es como un hábito que se desarrolla. Porque lamentablemente hay padres que dicen "¡Ay, sí, mijo, mija! No te apures que yo te lo busco". Y "paf" vienen y se lo dan, es más se lo ponen en la boca si es posible.

Mira, un malganzón, deja que se pare solo y se lo busque allá en la cocina.

Y podrá parecer algo cómico, pero ¿saben qué, mis hermanos? esas son cosas que se quedan pegadas en la psiquis de la persona; porque poco a poco como no desarrolló ese hábito de bandearse por sí solo, de no tener que depender en nadie para satisfacer sus necesidades cuando llega a adulto le sigue pasando lo mismo.

Es triste a veces, ver ahora, personas que tal vez están en sus veinte en sus treintas y tiene un apego a sus padres como si fueran nenitos de 12, 13 años todavía, porque tienen esa dependencia ahí total de las personas.

Y eso es solamente un ejemplo.

Si usted habla de la relación de pareja, hay veces que en la relación de pareja también es igual: donde el esposo o la esposa puede decir "¡Ah! Mi vida es nada sin esta persona" y se mueren si le quitan esa persona del panorama.

Aunque puede sonar romántico pero ¡ey! también tiene su lado de "como que ahí hay algo que no está bien".

Si yo traigo ese ejemplo al ámbito de la vida de fe, mis hermanos, ¿saben qué? esto es bien particular.

Yo hablaba esta mañana y usé al Pastor Samuel de ejemplo de que hay veces que tenemos esta persona que nosotros queremos mucho pero que nos encontramos con asuntos así, se dan en distintos aspectos, pero son el tipo de persona que se le acercan a uno y dicen "¡Ay, Pastor Samuel! Ore porque tengo este y este problema".

Pero cuando le piden esto al Pastor Samuel, vienen acá y siguen bregando con su problema, siguen cayendo en el mismo hoyo y se siguen ensuciando con el mismo fango y después vuelven de nuevo a la semana y "¡Ay, Pastor Samuel! Si usted supiera, caí de nuevo. Ore por mí". "Sí, no te apures, oro por ti" y vuelve de nuevo y sin querer queriendo va y vuelve y se ensucia en el mismo fango otra vez y vuelve el perro arrepentido con el rabo entre las patas "¡Ay, Pastor Samuel...!"

¿Entienden la idea, verdad?

Hay veces que hay personas, mis hermanos, que en su vida de fe les gusta como "coger cola", como se dice, dependen demasiado de las oraciones de otros y no ejercitan su vida de fe en la forma en que Dios les llama a que puedan ejercitar su vida de fe. Y esto es algo bien importante, mis hermanos, porque -yo no quiero que me mal interpreten- o sea es bello y es precioso el poder orar por otros y buscar que otros oren por usted. Pero ¿saben qué? va a llegar el momento en que Dios te va a decir "Okay, ponte los pantalones en tu sitio y empieza tú a orar" porque tú no puedes depender de la unción de otra persona o como dijo el hermano Hernán hoy, él me dice "Tú no puedes depender del capital de otra persona. Tú tienes que buscar que ese capital tuyo, de tu vida espiritual, de tu vida de fe, pueda crecer en la forma en que tú mismo desarrollas esa conexión con Dios".

Cuando Eliseo se encuentra en este momento, hubo algo que Elías le preguntó a él: 'Cuando habían pasado -estoy leyendo el relato después que Elías golpeó por primera vez el agua- Elías le dijo a Eliseo "Pide lo que quieras que haga por ti antes de que yo sea quitado de ti" y dijo Eliseo "Yo te ruego que una doble porción de tu Espíritu sea sobre mi".

Yo imagino que en ese momento, Elías como que hizo una pausa y se puso a pensar lo que Eliseo estaba pidiendo. ¿Por qué digo eso? Miren lo que Elías le respondió: "Cosa difícil has pedido".

¿Cuántos de nosotros hemos pedido una doble porción del Espíritu? Yo he orado muchas veces por una doble porción del espíritu de Dios pero ¿saben qué? Cosa difícil estamos pidiendo.

Dígale a la persona de al lado suyo, dígale "Cosa difícil estás pidiendo", "Si lo has pedido cosa difícil estás pidiendo".

¿Saben por qué Elías dijo eso? Si conocemos bien el relato de Elías nada más les puedo decir que hubo un momento en el cual Elías estuvo corriendo porque tenía miedo que le fueran a quitar la vida por causa del ministerio y del llamado que Dios le había dado que llegó un momento en el cual el tipo se deprimió de tal forma que le estaba diciendo a Dios "Dios elimíname Tú porque no puedo más".

Ahora imagínense ustedes a Eliseo diciendo "¡Ah! Yo quiero una doble porción de lo que tú tienes".

¡Caramba! Claro que estás pidiendo cosa difícil. Imagínate todo lo que yo he vivido, el doble para ti. O sea no estamos hablando solamente del fuego que desciende del cielo y que consume todo, el holocausto que está en el altar.

Estamos hablando que así como son los milagros, así son las persecuciones y las pruebas, mis hermanos.

Es bello, es precioso pedir una doble porción del Espíritu y hoy más que nunca la necesitamos. Pero tenemos que saber lo que pedimos y preguntarnos si estamos dispuestos y listos para enfrentar lo que venga con eso.

¿Saben? yo me identifiqué mucho con la historia de Eliseo cuando él pidió esa doble porción y yo voy a usar un ejemplo aquí -voy a usar a Roberto como mi ejemplo- porque esto es algo que sucedió entre nosotros dos hace tiempo atrás; hace no mucho tiempo atrás pero fue una buena conversación que tuvimos que para mi fue un gran aprendizaje.

Yo tenía un problema en mi rol Pastoral aquí en la iglesia y era que cada vez que se hacían llamados al altar para orar por los enfermos yo tenía un gran problema, a mi me daba canillera cada vez que hacíamos eso; porque yo me estaba dando cuenta que cuando la gente pasaba al frente y yo en mi fe en aquel entonces yo venía y oraba y oraba y oraba por la gente. Pero yo veía que no pasaba, no se caían al piso, no lloraban, no temblaban, no hacían nada, pero el asunto era que justamente, el asunto es que detrás de mi venía el Pastor Roberto y oraba por la misma gente y "plaf, plaf, plaf" al piso todo el mundo.

Estoy haciendo una confesión aquí Pastor.

Miren, hermanos, yo les digo eso a mi me daba un trauma. Les voy a decir por que.

Miren en verso 14 después que Elías fue subido al cielo y todo eso y Señor no te lleves a Roberto en un torbellino y todo eso, no es lo que estoy diciendo.

"Pero después que alzó luego el manto de Elías que se había caído volvió y se paró a la orilla del Jordán y tomando el manto de Elías que se había caído golpeó las aguas por primera vez y dijo '¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?' ¿Saben lo que pasó? Ese primer golpe de las aguas ¿qué fue lo que pasó? ¡No! Del primer golpe no se abrieron las aguas! Del primer golpe no se abrieron las aguas por eso es que está esa pregunta ahí: '¿Dónde está Jehová el Dios de Elías?'

¿Saben lo que significa eso, mis hermanos? Eso me da a entender que Eliseo aún a ese momento de su vida no había conocido personalmente el poder de Dios obrando en su vida.

Él se estaba alimentando completamente de la unción de Elías donde quiera que iba. Era como la sombra de Elías, donde quiera que Elías se paraba ahí estaba él. Si alguien se caía, Eliseo lo cachaba, eso era lo que Eliseo hacía en ese momento.

Él aprendía directamente de Elías pero no había tenido ese encuentro personal ÉL.

Por eso es que cuando yo mencioné este ejemplo personal con Roberto, yo llegué a un momento en donde me senté en la oficina con Roberto y tuvimos un hombre a hombre, cara a cara y estuvimos hablando y yo le dije "Roberto, yo tengo un problema con esto. Me siento incomodo. Yo oro y después vienes tú y yo no sé si es que la gente tiene una preferencia contigo que tu mano huele mejor que la mía y se caen contigo, entonces, o algo".

El asunto fue que después que Roberto se rió, él sale y me dice "Omar, mira, Dios a ti te ha dado la autoridad que tú tienes y que tú mereces. Tú te tienes que apoderar de esa autoridad, tomar ese manto de autoridad y vivir bajo lo que Dios te ha dado, lo que Dios te ha llamado a ti a hacer".

Esa palabra me apaciguó mucho a mí. Esa palabra me hizo reflexionar a mi en tantas y tantas formas que no fue hasta ya casi un mes que tuvimos aquí este tiempo de oración e intercesión por sanidad, enfermos y que se yo que yo les digo, mis hermanos, que cuando íbamos a empezar a orar a mi me dio canillera de nuevo y esta vez fue peor porque a mi izquierda tenía a Roberto y a mi derecha tenía al Pastor Gilberto Samano. Y yo me dije ¡guau! Tengo estos dos grandes aquí, teníamos a la gente en silla de ruedas en este lado y justamente yo estaba aquí. La gente me estaba mirando como "vamos a ver como empiezan los milagros ahora", ¡guau! Hablemos de presión.

Pero, ¿saben qué, mis hermanos? En ese momento hubo algo que me... esas palabras que yo había hablado con el Pastor en lo privado, esas palabras hicieron eco en mi mente, dijeron "Dios te ha dado la autoridad, Dios te ha dado a ti la autoridad para tú poder hacer esto".

Y ¿saben qué, mis hermanos? A mi se me olvidó que Roberto estaba al lado mío, que Gilberto estaba al lado mío, yo me volví como un loco, pero en todos mis cabales y yo empecé a orar ahí y con la autoridad de Dios se caía, amén, y si no se caían, amén, si lloraban amén, si no lloraban amén... sea lo que sea que Dios quiera.

Mira que fluya como Dios quiera.

Si se da en el momento, amén, si no se da, amén.

¿Qué es lo que estoy diciendo con esto mis hermanos? Yo tuve que llegar a ese momento donde yo tuve que amarrarme ese manto de autoridad en mi mano y golpear las aguas por segunda vez, es más golpear las aguas por tercera, cuarta, quinta vez hasta que yo vea el poder de Dios obrando en mi vida.

Y de la misma forma cada uno de ustedes, mis hermanos, tiene ese llamado de Dios de experimentar el poder de Dios en su vida personalmente.

No dependa tan solamente de que Fulano, Mengano o Sultano oren por usted. Mire, échele mano usted, coja ese manto de autoridad usted y reclame las bendiciones de Dios para su vida.

Lo más bello de todo esto es que todos estamos sirviendo al mismo Dios y todos somos parte del mismo equipo.

Si alguien se cae cuando Roberto lo toca, alguien va a estar ahí para cacharlo y no se de un cantazo en la cabeza. Si alguien predica bien bonito, mira, el otro se va a poder encargar de visitar a alguien al hospital. Así es que como brega Dios, que Dios da esa unción, ese poder que se manifiesta en distintas formas, esa multiforme gracia de Dios de la cual hablan las Escrituras.

Pero el asunto es que para poder hacer eso, para podernos mover en ese ámbito, en ese nivel, tenemos que apoderarnos de esa bendición, de ese poder de Dios obrando, operando en nosotros y a través de nosotros también.

En otras palabras lo que estoy diciendo, mis hermanos, es que cada uno de nosotros tenemos que llegar a nuestro Jordán. Aquí es donde el fuego quema de verdad, porque para poder experimentar eso tenemos que morir algo en nosotros. Aquí es donde yo veo esa conexión con esos cuatro lugares que habla el relato, esos cuatro relatos, no es que uno sea más importante que el otro.

Yo creo que todos son un ciclo que se alimenta el uno del otro y que uno informa al otro.

Cuando yo veo nuestras vidas, mis hermanos, yo puedo decir que cada uno de nosotros tenemos uno de esos momentos o nos encontramos en uno de esos momentos. Que tal vez ahora tú estás experimentando un proceso donde algo nuevo se está iniciando en ti, que algo nuevo, una etapa nueva está en tu vida y tú tienes como que esa ilusión y a la vez nerviosismo del que va a ser, con que me voy a encontrar, ¿voy a tener para esto? ¿Voy a tener para aquello?

Es más, tal vez, si hasta uno se pone a pensar "¡Ay! Mami y Papi que los dejé por allá y yo estoy por acá solo". Esa fue mi historia, mis hermanos.

Cuando yo llegué aquí a Estados Unidos yo les digo que esos primeros seis meses en el semestre que yo estuve en el seminario, yo les digo que yo estaba ‘ready’ para renunciar a todo. Yo era un mamma's boy, lo tengo que confesar, por favor.

Yo tenía un apego a mis padres tan y tan grande que cuando yo me encontré aquí solo en la primera tormenta de nieve yo vivía en un dorm de 10 por 10, era una cajita de verdad. Cuando yo empecé a sentir todo ese frío que yo no podía salir y estaba solito en ese dormitorio, que era un dormitorio de estudiantes y obviamente era Navidad... bueno el tiempo así de invierno, los estudiantes se habían ido. Yo era el único viviendo en el edificio en ese momento, el único.

Yo me deprimí ahí, literalmente yo me deprimí, llegue a un punto de hasta no creer en Dios, mis hermanos, por mas herético que eso pueda sonar. Yo estaba diciendo como que Dios esto, algo salió mal en la calculación, yo no voy a seguir esto yo me voy, voy a regresar a la falda de mami y papi.

Y ¿saben qué mis hermanos?, en esos momentos fue donde Dios me dijo, “más vale que cortes ese cordón umbilical, por que sino no vas a poder ver la gloria que yo tengo para ti."

Yo les digo mis hermanos, Dios trato conmigo fuerte yo me quería revelar, yo me quería ir yo no quería aguantar nada aquí. Fueron tantas las cosas con las que yo me encontré que honestamente yo perdí perspectiva ahí al principio de todo. Pero el Señor en medio de esa soledad me hablo me trajo una palabra y me lo dijo así bien claro: "Corta, corta, corta y deja que yo obre en ti", mis hermanos.

Yo les digo que yo no me arrepiento de haberme quedado, yo no me arrepiento de haberme quedado porque todo lo que yo he vivido hasta el día de hoy -y miren que estoy diciendo todo, y cuando digo todo me refiero a the good, the bad and the oddly me refiero a todo, lo bueno lo malo y lo súper malo. Si no hubiese sido por nada de eso yo no estuviese aquí ahora mismo.

Todo por que me atreví pararme en ese Jordán y atreverme a cruzar, yo les digo han sido varias las veces que yo he tenido que cruzar por ahí y yo se que puede sonar como un testimonio que yo este dando aquí, pero yo no se a quien esta palabra le está llegando.

Por que yo creo mis hermanos que hoy más que nunca el Señor quiere que su Pueblo viva con ese nivel de autoridad, de que si mira sea bonito y bueno que podamos pedirle a otros que oren por nosotros, que intercedan por otros, pero a la misma vez que cada uno de ustedes puedan por su propia cuenta experimentar las bendiciones que Dios tiene para ustedes guardada en su riqueza.

Pero para poder llegar a ese nivel, mis hermanos, hay algo a lo cual tenemos que morir. Hay algo con lo que tenemos que cortar. Que así como Eliseo cuando vio que Elías se fue "Papá no te vayas, papá por favor " se fue.

Defiéndete ahora tú solo, bueno no tu solo por que estas en buena compañía.

Yo me pregunto hermanos, aquí donde usted está ahora, en cual de estas etapas usted se encuentra ahora mismo, en cual de estas etapas usted se encuentra ahora mismo, Amén.

Prepárense todos los que están en el Jordán por que vamos a orar por ustedes ya mismo. Pero yo quiero que piensen en esto mis hermanos, puede ser que usted ahora mismo este en una nueva etapa de su vida, que usted esta ahí a fuerza total, a fuego completo y que usted esta disfrutando de todo eso nuevo que trae y esta disfrutando del nerviosismo.

Puede ser el comienzo de un matrimonio, o puede ser el mero hecho de que vino de su pueblo aquí que vino de su país acá, puede ser que tal vez consiguió una nueva casa y está disfrutando de todos los dolores de cabeza que trae una nueva casa, pueden ser tantas y tantas cosas.

Pude ser que le pusieron una dentadura nueva y ahora le está sonriendo a todo el mundo. Pueden ser tantas esas nuevas etapas en las cual uno se encuentra, pero lo importante es que no nos quedemos estancados ahí, porque esa nueva etapa, mis hermanos te va dirigir a otra.

Esa nueva etapa te va a dirigir a una etapa de sueños de visiones, donde tú vas a poder captar y al menos este la esperanza de que podamos captar lo que Dios tiene para nosotros, lo que Dios tiene para usted, lo que Dios quiere hacer con su vida, que tal vez Dios le dio una oportunidad que tal vez usted estaba al borde de la muerte y Dios lo rescató de ahí.

Ahora el Señor esta trayendo todas esta impresiones a su vida de como el quiere usarle para que usted pueda fluir en lo que Dios tiene para su vida. Esa etapa de sueños, de visiones, de poder emprender algo nuevo algo maravilloso; que tal vez quiere emprender una nueva empresa, o comenzar un nuevo trabajo, o que tal vez usted es un soltero, una soltera y le tenía miedo al matrimonio y ahora está como que ‘Mira sí ahora sí, ya tengo en vista quien va a ser mi futuro esposo o esposa’.

Vamos a arrancar por ahí en esa dirección. Iba a decir arrancarle la cabeza, pero no, no, no, eso no es lo que me refiero. Y esa etapa de sueños, es bella es preciosa, ahora que usted después no se ponga a soñar con pajaritos preñados no hay problema, porque al momento que se ponga a soñar con pajaritos preñados, perdió, perdió la visión, porque es bien difícil pensar en un pajarito preñado.

De esa etapa de sueños, mis hermanos, yo se que Dios los lleva a una etapa de victorias, donde usted pueda ver y reconocer, como Dios, ha estado con usted en el pasado; como Dios lo ha prosperado lo ha bendecido y lo va a seguir haciendo.

Pero lo importante es que aquí donde estamos ahora, no nos quedemos estancados en el sentir de ‘¡ay! ¡Aquellos años de antaño, tan bellos! que Dios trataba conmigo y ahora todo esta como que tan estéril, tan estancado, no no no.

De ahí tú ¿sabes qué? si tú has llegado a ese punto en tu vida, donde tu te sientes que estas como estancado, soñando solamente con el pasado y no tienen ninguna visión hacia el futuro, tengo que decirte que tienes que llegar al Jordán.

Tienes que llegar al Jordán, porque hay algo que va a tener que morir en ti, hay algo que va a tener que morir en ti, para tú entonces verdaderamente poder entrar a una nueva etapa de nuevos comienzos, a una nueva etapa donde tú puedas soñar otra vez, a una nueva etapa donde tú puedas alcanzar nuevas victorias en tu vida.

Si te quedas estancado en una de esas etapas, te quedaste atrás. Pero si llegas a esa etapa del río Jordán donde tú puedas decir ‘tengo que morir a esto’, y piensa tú,, piensa tú a que tienes que morir.

Si tú dices que estas en el Jordán ¿a que tienes que morir?

Tienes que morir al depender demasiado de una sola personas y que este ore por mi o que aquella ore por mi, o mami esto mami aquello, o papi esto, papi lo otro… ¡ah, ah, ah! Sácate el biberón de la boca y empieza a comer carne de verdad.

Tienes que morir tal vez a seguir luchando con el mismo problema con la misma adicción, seguirte ensuciando en el mismo fango. Si tienes que morir a eso pues mira, párate firme y si tienes que golpear el agua otra vez por segunda, tercera, cuarta, quinta vez, la sexta la décima, la número veinte… ¡Pégale al agua un cantazo!

Yo les digo mis hermanos, yo estoy convencido, de que el poder de Dios se mueve en medio de nosotros en una forma grande, en una forma intensa y solos los únicos que pueden verdaderamente explorar eso experimentarlo, captarlo, vivirlo, son aquellos que se ponen sus pantalones y sus faldas en su sitio y mira y se atreven a lanzarse a ese nivel.

Si usted decide quedarse ahí atrás en la periferia, ese no es mi deseo, no creo que sea el deseo de Dios.

Dios quiere que usted profundice que usted se atreva a experimentar algo nuevo, que si usted ya siente como que su vida como que está estancada, no hay nada nuevo, no hay nada excitante, no hay nada aventurero, mire ¿sabe que? atrévase a hacer algo.

Es más yo le voy ha decir una ultima cosa, ayer había una actividad evangelista aquí en el Blackstone Park de otra Iglesia que habían invitado a distintos Ministerios de aquí de la Iglesia a participar, y aunque yo les digo, personalmente, yo creo que las condiciones del tiempo eran totalmente contrarias a que esa actividad se diera, pero… ¡se dio!

El mero hecho de que se dio -bueno no digan mucho Amén todavía ¿Okay?- el mero hecho de que se dio, me hizo pensar y reflexionar a mi en muchas cosas. Por un lado me hizo reflexionar en el Pueblo de Cristo, el cuerpo de Cristo en su totalidad, no estoy hablando de León de Judá, estoy hablando del Cuerpo de Cristo en su totalidad. Me puso a pensar cuan preparado está el Cuerpo de Cristo para verdaderamente para poder evangelizar en el día de hoy.

¡Cuán sabios estamos siendo para alcanzar esas vidas que necesitan el amor de Dios!

Pero en la misma forma yo me dije "Señor yo estoy seguro que este esfuerzo -aunque a los ojos nuestros podría haber parecido nulo- Tú vas ha sacar fruto de ahí". ¿Saben por qué mis hermanos? Porque sea como sea Dios se mantiene fiel, Dios se mantiene fiel.

A mí me pusieron a predicar debajo de la lluvia y debajo de la lluvia ¿saben qué? Yo le estaba predicando a las ventanas de los edificios que estaban allí alrededor, habían dos o tres hermanos y hermanas allí con sus sombrillas, cantando ‘Gloria a Dios Aleluya’, pero yo me puse a predicarle a la ventana de los apartamentos. No es nada como ustedes ¿Okay? Si se me fue el kayaka ahí.

Yo lo que estaba diciendo mis, hermanos, llegó un momento donde yo me dije: “Señor, yo me voy a predicar a lo que yo siempre digo: Ninguna palabra que salga de mi boca en Tu nombre va a regresar atrás vacía, ninguna Señor”. Yo me lo tuve que decir así: "Ninguna"

Así que yo estoy convencido que en algún momento ese gesto que sucedió ayer, de alguna forma u otra podrá parecer que fue algo fanático, pero aun ese fanatismo va a tocar el corazón de alguien. Así que, mis hermanos, yo creo que cada oportunidad de nuestras vidas, cada momento que el Señor nos da a nosotros para podernos acercar más a Él… Miren pueden suceder una de dos cosas bien fáciles.

Eliseo cuando le dio el primer golpe al agua, él fácilmente pudo haber dicho: "Bueno no se dividió el agua, pues eso significa que esto no es para mi". Fácilmente Eliseo pudo haber dejado ese manto ahí, a que se lo lleve la corriente del río porque lo más seguro es para otro y se pudo haber ido fácilmente.

Pero yo me imagino que Eliseo después que le dio ese primer golpe al agua, que vio que no sucedió nada, tal vez se hecho a llorar, tal vez como que se quedo desesperado pensando reflexionando como que haciendo cálculos: “¿Que pasó? ¿Que pasó? ¿Qué palabra no dije bien? No me acomodé tal vez lo agarré en la mano que no era. Elías siempre le daba con la derecha o con la izquierda. ¿Cómo era?” Tal vez se quedo ahí pensando.

Pero hubo un momento donde dijo: "No, Elías me dijo que si yo lograba ver cuando él era levantado, que esa doble porción iba a ser sobre mi. Y yo lo vi, yo lo vi lo recuerdo muy bien se como se veían los caballos, se como se veía el carro, se como se lo llevo a el ese torbellino, yo lo vi, así que él me dio una promesa. Dios ese es tu siervo, hay una promesa en mi vida yo reclamo esa promesa. Me voy a enrollar este manto de nuevo en la mano y voy a golpear las aguas para que se dividan y ahí es donde yo voy a conocer tu poder en mi”

Yo te pregunto cual sea tu Jordán hoy mismo, tal vez tu le has dado uno, dos, tres, cuatro cantazos al agua y estas a punto de tirar la toalla, yo te digo:"no la sueltes","no la sueltes", "no la sueltes" Agárrate ese manto como nunca antes y busca experimentar el poder de Dios en medio de tu vida.

¿Sabes por qué? porque Dios te va ha encontrar, Dios te va ha encontrar, tarde o temprano tú lo vas a ver que Dios te va ha encontrar, tarde o temprano tú vas a ver que Dios va ha hacer ese milagro que las aguas se van a dividir y tu vas a ver el otro lado bien clarito y vas a poder caminar en esa dirección.

Así que mi, hermano, mi hermana esta es la palabra que yo quiero compartir con ustedes hoy. Yo veo todo este grupo, veo gente joven, gente adulta, veo que tal vez hay gente que tienen dudas de lo que yo estoy diciendo ahora mismo, veo gente que están como que “Dame más, Dame más" pero ¿sabes qué? yo no te voy a dar más yo voy a dejar que Dios te de a ti.

Pongámonos de pie y vamos a orar por favor.

¿Cuál es el lugar en el que te encuentras? Sea cual sea ese lugar, Dios te quiere encontrar ahí. Dios se quiere encontrar contigo ahí, Dios te quiere dar una experiencia, Dios te quiere hablar, Dios te quiere formar, Dios quiere tratar contigo, Dios quiere, Dios anhela, Dios desea.

¿Por qué? porque tú eres hijo suyo, tú eres hija suya, y si estas aquí es con un propósito. Si estás aquí tal vez tú estas pensando en todas las heridas que tú tienes marcadas en tu cuerpo por distintos eventos, distintas cosas que han sucedido a lo largo de tu vida.

Mira ¿sabes qué? Has llegado al lugar correcto para encontrar sanidad en tu ser. Haz llegado al lugar correcto donde, sí, va a haber gente que puede orar por ti, pero también va a haber gente que te van a animar a que tú puedas buscar encontrarte con Dios en una forma bien personal.

Dios honra cuando alguien puede orar por ti, pero Dios honra aún más cuando tú te acercas personalmente a Él. Eso toca el corazón de Dios, eso mueve el corazón de Dios. Sea cual sea tu pasado, sea cual sea el futuro que Él tiene intencionado para ti.

A Dios le honra cuando Él ve a sus hijos y a sus hijas que se acercan a Él y le dicen “¿Dónde estas Dios? ¿Dónde estas? ¿Dónde estas?. Los pastores hablan esto, mis hermanos, mis líderes de célula me dicen esto, esto y esto, pero yo todavía no te he encontrado, no te he experimentado”.

Mira ¿sabes qué? Yo te animo, yo te invito a que hoy sea el día en que tú puedas experimentar el poder de Dios en tu vida. Dije ahorita que quiero orar por las personas que se encuentran en el Jordán. Yo quiero tomar esa oportunidad para orar por ti ahora. Si tú reconoces que tú estás ahora mismo en tu vida en un momento donde tienes que pasar de muerte a vida, que te has sentido estancado o estancada en tu caminar personal, que te has sentido estancado o estancada en tu relación con Cristo, que te has sentido estancado o estancada en tu vida, tú con tu familia, con tu esposo, tu esposa, tus hijos tus hijas, sea quien sea yo te invito a que hoy sea el día en que cruces ese Jordán, que tú mueras a lo que tienes que morir y que aceptes, que aceptes, todo lo que Dios tiene para tu vida.

Si tú estas al borde del Jordán ahora mismo, yo te invito a que tú vengas acá al frente, yo quiero orar por ti, corre de donde tú estés, si estas arriba allá en el balcón, ven baja vamos a orar por ti, vamos a orar por ti .

Porque yo creo que hay un soltar hay un rompimiento que Dios quiere hacer en tu vida.

Dios quiere que tú experimentes ese toque de Dios. Dios quiere que tú rompas ese cordón umbilical al cual tú has estado conectado por demasiado tiempo que tal vez te está impidiendo el que tú puedas experimentar el toque de Dios en tu vida.

Él quiere, Él quiere, Él quiere que tú puedas, que tú puedas alcanzar eso ahora mismo.

Él quiere que tú puedas alcanzar eso ahora mismo, en el nombre de Jesús. En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús.

Créelo, créelo.

Yo no te estoy hablando aquí ninguna falacia yo te estoy hablando algo bien real. El Señor quiere administrar a tu vida, Él quiere darte un nuevo comienzo, Él quiere que tú puedas experimentar SU poder, el toque de Él en medio de tu vida. Él te anhela, Él te desea, Él desea que tú puedas crecer, el desea que tú puedas vivir a la altura de lo que Él tiene para ti.

Si tienes que llorar, llora, si tienes que reír, ríe, si tienes que perdonar a alguien perdona, si tienes que soltar alguna dependencia que tú tienes, suéltala y comienza a depender al cien por ciento de tu Papá que está en los cielos.

Aleluya, te adoramos Jesús, te adoramos Jesús, te adoramos Jesús. Bendecimos tu nombre Señor. ¡Oh! Tú eres Santo mi Dios, Tú eres santo Señor Jesús, Tú eres santo Jesús. Bendito eres, bendito eres Jesús.

Muévete en medio de tu Pueblo Señor Jesús, trae un toque tuyo Señor, trae un toque tuyo sobre cada cual en nombre de Jesús. Ahora mismo,

Jesús yo declaro, declaro, declaro, sobre cada uno de tus hijos e hijas que están aquí, Señor, sea cual sea la etapa que ellos estén cruzando ahora mismo Jesús yo pido una intervención tuya poderosa en medio de sus vidas Jesús.

Padre por aquellos que están cruzando ese Jordán mi Dios, que tienen que morir a algo en ellos, que tienen que soltar alguna dependencia para verdaderamente lanzarse a poder experimentar Tu poder en medio de sus vidas ahora mismo, Señor.

Yo declaro en el nombre de Jesús por la autoridad que se nos es dada por ti y por tu espíritu, yo declaro Señor que cada uno de mis hermanos y hermanas puedan agarrar ese manto de autoridad, Señor en sus manos y que se atrevan a golpear esas aguas que los están separando de esa promesa que Tú tienes para ellos, Señor.

Padre que se dividan las aguas y que seas Tú trayendo bendición, que seas Tú trayendo libertad sobre cada uno de tus hijos e hijas mi Dios.

Sean hombres, sean mujeres, sean jóvenes, sean solteros, sean casados, sean familias enteras ahora mismo Señor yo lo declaro, lo declaro sobre cada uno de ellos; que ellos puedan apoderarse de ese manto de autoridad que solamente Tú les das. Encuentros contigo Señor, yo declaro encuentros contigo. Encuentros contigo en su lugar de trabajo, encuentros contigo a lo largo de la carretera, encuentros contigo en la intimidad de su cuarto cuando estén orando, cuando estén comiendo, cuando estén haciendo lo que sea yo declaro encuentros, encuentros contigo mi Dios que traigan un nuevo sentido de dirección, que traigan nuevos sueños, nuevos comienzos a sus vidas, nuevas victorias Señor, eso yo declaro.

Una generación tuya que se levante hoy mi Dios basado en tu poder Señor, basado en tus promesas.

¡Oh Padre! Tú eres poderoso, Señor. Yo lo declaro, declaro, declaro una palabra un aire fresco, Señor, un aire fresco sobre tus hijos e hijas. Declaro un nuevo comenzar para cada una de sus vidas Señor Jesús. Yo declaro firmeza, yo declaro valor, Padre.

Que no tengamos miedo a nada ni a nadie Señor, si no que podamos depender por completo de ti Jesús. Trae, trae señor Jesús, trae ese renuevo que Tú tienes para cada una de sus vidas en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús declaramos tu bendición Señor.

Sea cual sea la situación de sus vidas Señor ahora mismo declaramos que Tu Espíritu Santo cubra, cubra todo este salón Señor, desde el más chico hasta el más adulto, Señor.

Declaramos Tu bendición sobre sus vidas.

¡Oh! A ti sea la gloria y el honor Jesús. A ti sea la gloria y el honor Señor Jesús. Aleluya. Ministra tu pueblo, Señor.

Vivir en tiempos de normalidad

TRANSCRIPT

Quiero en esta mañana que posemos la mirada por unos minutos, precisamente, en una mujer que se distinguió por ser una dadora alegre, una servidora de Dios; que le dio al Señor su mejor ofrenda y que fue grandemente bendecida. Ustedes saben que estamos estudiando los milagros del profeta Eliseo, estamos estudiando la vida del profeta Eliseo en este tiempo que estamos hablando de la vida de fe.

Vamos a ir al Capítulo 4 de Segundo de Reyes. Es el tercer milagro que vamos a discutir en la vida del profeta Eliseo.

El primer milagro que discutimos fue el de la viuda que Eliseo bendijo invitándola a buscar muchas vasijas vacías y pedir vasijas de todos sus vecinos, su esposo había muerto, estaba ella desamparada y no tenía como pagarle a sus acreedores y Eliseo la invitó a buscar vasijas vacías en todo el vecindario. Lo único que ella tenía era… ¿qué? Un poquito aceite y Eliseo le dijo, “Toma esas vasijas vacías, derrama el aceite que tienes sobre cada vasija y según esa se llene ponla aparte y toma otra más". Y cuando se acabaron todas las vasijas que ella tenía, cesó el aceite y de ese dinero que ellos obtuvieron de la venta del aceite pudieron vivir ella y sus hijos y pagarle a los acreedores. Un milagro precioso con gran simbolismo y muchas enseñanzas prácticas y espirituales.

El domingo pasado hablamos de ese otro milagro cuando el Rey Josafat se encontraba en un gran apuro en medio del desierto, sin agua para él y los otros dos reyes que lo acompañaban y todo el ejercito y los animales: caballos y vacas que estaban con ellos. Iban camino a una guerra y se encontraron en el medio del desierto, se les acabó la provisión, el agua y estaba cerca el profeta Eliseo, ministró en el poder del Espíritu Santo, dio la palabra profética y el agua milagrosamente surgió del interior de la tierra y bebieron todos ellos. Y no solamente esto, no solamente Dios hizo el milagro de proveerles en su necesidad sino que también confundió al enemigo porque al enemigo desde lejos ver en el desierto esos charcos de agua que habían surgido parecían que eran sangre porque eran una hora del día en que el sol rojizo -ya quizás hacia la tarde- hacía brillar el agua y ellos pensaron: 'Esto es sangre. Se han matado - porque, ¿de dónde va a salir agua en el desierto?- todos unos a otros, vamos a recoger el botín y cuando llegaron estaban los israelitas bien fresquecitos ahí esperándolos. Y hubo una gran derrota para el ejército enemigo, así que Dios no solamente les salvó la vida sino que también les dio la victoria a pesar de que no estaban haciendo las cosas correctamente como vimos.

Ese sermón nos enseñó acerca de la importancia de nosotros tener cuidado como nos relacionamos con gente que no camina con Dios, el cuidado que tenemos que tener en el mundo. El hecho de que somos un pueblo santo, somos un pueblo apartado; no quiere decir que caminemos con orgullo por ese hecho, pero sí tenemos que tener mucho cuidado porque no podemos compartir con las sobras del mundo, no podemos compartir con las sobras de los que no conocen al Señor. Como hizo Josafat al mezclar su vida con este rey Joram que era un hombre impío y que no quería saber nada de Dios, un pagano, un apóstata. Entonces hay que tener cuidado porque cuando uno camina con Dios, porque muchas veces cuando se hermana con los incrédulos en una manera demasiado intima uno termina a veces padeciendo de las mismas aflicciones y retrasos que ellos padecen y tenemos que tener mucho cuidado con eso.

Siempre con humildad y sencillez pero sí con mucha cautela de que dos no pueden andar juntos, dice, si no están de acuerdo.

Bien, hoy quiero hablar de la mujer, la sunamita, una figura muy querida de mi parte y yo he predicado de ella a través de los años y siempre es de gran, gran bendición meditar sobre la vida de esta mujer ejemplar.

Segundo de Reyes Capítulo 4 comenzando con el versículo 8 dice: 'Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem -de ahí el nombre de sunamita, ella vivía en el pueblo de Sunem, era del pueblo de Sunem- y había allí una mujer importante -en otras palabras era una mujer de cierta sustancia económicas, cierta importancia social. Era una mujer, quizás adinerada, su esposo tenía negocios. Eras una mujer conocida en la comunidad, influyente, era una figura de renombre y resaltante en su ciudad.

'... había allí una mujer importante que le invitaba insistentemente a que comiese...'

Yo le invito a poner su mirada sobre ese adverbio: insistentemente. Ella le invitaba y no de cualquier manera, sino que le invitaba insistentemente a que comiese.

'... y cuando él pasaba por allí venía a la casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido, “¿Sabes qué? He aquí ahora yo entiendo que este que siempre pasa por nuestra casa es varón de Dios, varón Santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero para que cuando él viniere a nosotros se quede en el. Y aconteció que un día vino él por allí y se quedó en aquel aposento y allí durmió. Entonces dijo a Giesi su criado, “Llama a esta sunamita", y cuando la llamó vino ella delante de él. Dijo él entonces a Giesi dile, “He aquí, tú has estado solicita por nosotros con todo este esmero., ¿Qué quieres que haga por ti?, ¿Necesitas que hable por ti al rey o al general del ejército? Y ella respondió, “Yo habito en medio de mi pueblo"; y él dijo, “¿Qué pues haremos por ella?" y Giesi respondió, “He aquí que ella no tiene hijo y su marido es viejo". Dijo entonces, “Llámala" y él la llamó y ella se paró a la puerta y él le dijo, “El año que viene por este tiempo abrazarás un hijo". Y ella dijo, “No, señor mío, varón de Dios. No hagas burla de tu sierva. Mas la mujer concibió y dio a luz un hijo el año siguiente en el tiempo que Eliseo le había dicho".

Lo voy a dejar hasta allí. Y bendecimos la palabra de Dios en esta mañana.

La próxima parte del relato lo vamos a tratar posiblemente la próxima vez, aunque estén muy juntos pero por ahora vamos a dejarlo allí. Vamos a meditar en esa parte porque la próxima parte denota una crisis que surgió como consecuencia del milagro que ella recibió y habla acerca de las crisis y como comportarnos en las crisis.

Esta primera parte del relato nos enseña como comportarnos en los tiempos de normalidad. Porque muchas veces los cristianos somos orientados hacia las crisis.

¿Cuando buscamos a Dios? Cuando las cosas se ponen color de hormiga, cuando el agua nos está llegando al cuello y cuando el diablo está dando vueltas alrededor de nuestra casa y está listo para darnos el jaque-mate. Entonces nosotros clamamos a Dios y pensamos en Dios y nos convertimos en gente muy piadosa. Pero mientras tanto somos a veces indiferentes, somos casuales y no nos preocupamos tanto por las cosas de Dios, no le damos a Dios la preferencia que Él requiere.

Esta mujer tanto en la normalidad como en la crisis dio muestras de ser una persona amorosa para con Dios, una mujer consagrada y entregada al Señor. Fue una mujer que mostró dedicación, consagración, entrega, preferencia para con Dios y por eso para mí es una mujer tan especial.

Tantas mujeres bellas que hay en el Antiguo Testamento, mujeres ejemplares, mujeres que nos muestran... Algunos dicen, bueno, que el Antiguo Testamento es machista y que la mujer es como denigrada. Pero lo que yo veo en la escritura es, mujeres como Débora, como Ruth, como Noemí, como esta mujer Sunamita, como esa viuda que vimos como la viuda de Zarepta, Esther, óigame, está llena la Biblia de mujeres ejemplares, de mujeres poderosas. La mujer de Proverbios, la mujer idónea, la mujer ideal que describe Proverbios.

Donde quiera uno ve estas bellas, ejemplares mujeres que son un paradigma de lo que es la vida en Dios.

Y esta mujer Sunamita no es menos que eso y yo amo el ejemplo de ella, porque desde el principio mismo uno ve que hay tantas cosas que uno puede imitar. Aquí dice que era una mujer importante. Esta mujer tenía medios, tenía dinero, tenía influencia pero no se quedó allí solamente, no se contentó simplemente con tener estas cosas sino que había en su corazón amor para con Dios.

Lo primero que yo aprendo es eso que el dinero, los bienes que nosotros tenemos no son un fin en si mismo, son dados por Dios para que los disfrutemos, sí, pero sobre todo también para que hagamos bien a los demás y para que hagamos con respecto a las cosas de Dios; que seamos solícitos con los asuntos del Señor; que seamos solícitos cuando hay una necesidad, cuando alguien tiene una necesidad que nosotros extendamos misericordia, generosidad.

Y, ¿sabe qué? que el Señor siempre se encarga de dar más y más y más a la persona que es generosa con lo que recibe. No nos enamoremos del dinero, hermanos, no nos apeguemos, ni nos aferremos al dinero. Cuando Dios da el dinero, recibámoslo con alegría, disfrutemos de él, de las bendiciones que depara pero siempre agarremos el dinero con mano suave porque eso en última instancia, Dios lo da, Dios lo puede quitar y nuestro valor y nuestra importancia y nuestra felicidad no dependen en última instancia del dinero.

¿Saben? Lo que hace del dinero algo bello es cuando nosotros lo invertimos para bendecir a otros, cuando hacemos bien alrededor de nosotros. Cuando bendecimos a nuestros hijos, bendecimos a nuestros amigos, cuando somos hospitalarios, cuando usamos las bendiciones que hemos recibido para ser agentes de la gracia de Dios sobre todo cuando bendecimos el reino de Dios, las cosas que son importantes para Dios.

Esta mujer su posición no la absorbió sino que ella vio su posición como una manera de bendecir y de avanzar el reino de Dios, entonces vemos que ella era solícita para con las cosas de Dios. Dice que, “cuando Eliseo pasaba por Sunem", ahora, ¿qué hacía Eliseo pasan por Suném?

Bueno yo imagino que Eliseo era como un predicador itinerante, era un profeta de Dios. Dios lo enviaba a diferentes pueblos, a diferentes ciudades a comunicar su palabra, Eliseo dirigía una escuela de profetas que era como un seminario ambulante.

Dios lo mandaba a diferentes lugares a ministrar y había que caminar por caminos difíciles. Me imagino que la noche alcanzaba a uno donde fuera y él tenía que quedarse allí para continuar su camino al otro día y esta mujer, evidentemente su casa estaba en un camino probablemente importante y ella se dio cuenta que por ahí pasaba ese hombre de Dios. Ella entendió que este era un hombre de Dios y esto era importante.

Ella discernió que este hombre era genuinamente un siervo de Dios. Dios le comunicaba su palabra, él se movía en integridad y se movía en servicio al Señor y eso fue lo que movió el corazón de ella.

No era tanto, simplemente Eliseo en si y su posición o lo que fuera sino que ella vio en Eliseo una extensión del reino de Dios. Eliseo ejecutaba la voluntad de Dios y entonces ella quiso bendecir al siervo de Dios, quiso bendecir a lo que ella veía como la extensión del ministerio de la Iglesia. Entonces es por eso que ella, insistentemente, invitaba... yo me pregunto, ¿por qué puso el Espíritu Santo esa palabra allí? ¿Que ella lo invitaba, “insistentemente" a que se quedara? Porque Eliseo, quizás, tenía otras opciones, quizás se podía quedar en algún otro lugar, en un pequeño hotel o la versión de hotel en el Antiguo Testamento, quizás había otras personas en el pueblo que estaban deseosos de que él se quedara con ellos.

Fíjese, Eliseo era un hombre influyente también, Eliseo tenía ciertos recursos, se ve que era un hombre... Porque cuando él le pregunta a ella más adelante, "¿Qué podemos hacer por tú?" y él le dice, “¿qué es que tú necesitas que hagamos por ti?, ¿Tu quieres que te de una recomendación al rey o quieres que hable con el general del ejercito para que haga algo por ti, por tu familia o tus negocios?" Eliseo tenía acceso a todas esas cosas.

¿Recuerdan lo que yo decía el domingo pasado?

No sé si fue en el primer o segundo servicio: que cuando la iglesia de Jesucristo tiene el poder de Dios con ella, cuando la unción del Espíritu Santo está sobre la Iglesia, cuando los milagros de Dios se están haciendo, la Iglesia quiere influencia. La iglesia quiere impacto sobre la sociedad y la iglesia entonces no tiene que estar mendigando para que le pongan atención.

Eliseo era un hombre que comandaba la atención y a veces el temor de los reyes y de la gente importante, tenía acceso y esta mujer tenía que competir que querían también la bendición de que el hombre, el siervo de Dios posara en sus casas. Ella insistió.

De nuevo ahí hay una aplicación bien bonita porque…yo creo que todos nosotros debemos querer bendición, debemos querer intimidad con Dios, debemos querer el toque de Dios en nuestras vidas, debemos querer que Dios bendiga nuestras casas, nuestros hogares con su presencia.

Ella sabía que en la visita de este hombre de Dios iba a haber bendición para ella en su casa, que en ella servir al Señor por medio del servicio al siervo de Dios, su casa iba a ser bendecida.

Ella quería el privilegio, ella de bendecir al siervo de Dios y por eso le insistía.

Yo entiendo allí, hermanos, que cuando nosotros queremos a la bendición de Dios en nuestras vidas tenemos que insistir, tenemos que orar insistentemente para que Dios visite nuestro hogar, para que Dios llene nuestra casa, para que Dios llene nuestra vida, para que Dios ilumine nuestro entendimiento.

¿Saben? Los que prevalecen, los que se mantienen insistentemente delante de Dios son los que reciben las bendiciones de Dios, los que verdaderamente la desean y la anhelan en su corazón. No es la persona que dice, 'Bueno, Señor, yo estoy, si Tú quieres tocarme, pues, Amén, haz lo que Tú quieras en mi vida".

¡No! es esa persona a ese punto de hervor y de tener hambre y sed de Dios y que dice, “Señor, visítame", “Señor toca mi vida", “Señor, pósate en mi casa", “Señor bendice mi matrimonio", “Señor, bendice mis hijos" y está continuamente clamando ante el trono de Dios por una visitación de Dios. Esa es la gente que verdaderamente recibe de Dios, es la persona solícita.

Eliseo dice, “He aquí. Tú has estado solícita por nosotros. Has mostrado todo este cuidado por nosotros".

Hermanos, ¿quién es la gente que toca el corazón de Dios? Es la persona apasionada para con Dios. Tenemos que, por favor, abandonar esa impresión casual del Evangelio.

Mire, yo siempre aclaro estas cosas: yo respeto el catolicismo, yo respeto a los hermanos católicos, yo creo que la Iglesia Católica es una iglesia cristiana. Usted nunca me va a oír a mí tirándole piedras a la Iglesia Católica pero le voy a decir algo también. Yo creo que a veces el catolicismo ha hecho mucho daño, como también hay muchas iglesias evangélicas que hacen lo mismo. Mostrando un Evangelio que es cuestión de ir a la Iglesia media hora, veinticinco minutos, tirar ahí una limosna: 10 centavos o 25 centavos en el plato e irse a la casa como si nada hubiera pasado y creer que eso es ser un cristiano.

Y desgraciadamente tanta gente, antes de entrar en los caminos de Dios más profundamente, esa es la idea que se le forjó en la mente, ¿no? Un evangelio, así, casual.

Yo soy cristiano, si, pero... Ser cristiano es simplemente como un mueble más entre todos los muebles de mi casa, psicológica, emocional y es una partecita más de todas las demás cosas que comandan mi atención.

Entonces mucha gente creció con esa mentalidad, ¿no? el 95 por ciento de su vida es otra cosa o el 99, y un ratito como para, no sé, poner allí un detallito de espiritualidad van a la misa por un ratito y a veces lo que están es mirando alrededor mientras el cura está haciendo su cosa allá arriba y se van y ya salieron y como poncharon la tarjeta como que ya sienten que agradaron a Dios e hicieron lo que tenían que hacer, ¿sí o no?

Ahora hay muchos hermanos católicos que son consagrados, eso hay que aclararlo, ¿no? Pero desgraciadamente ese es el tipo de mentalidad que se nos enseñó a muchos de nosotros y, ¿qué pasa? cuando entramos en el Evangelio desgraciadamente no apagamos la grabación esa.

Y entonces lo que hacemos es cambiamos de carnet: ahora somos evangélicos; pero no hemos cambiado de mentalidad y entonces tenemos esta idea de que ser cristiano es lo mismo solo que ahora, pues, nos quedamos un ratito más en la iglesia y somos un poquito más pacientes con el Pastor que habla demasiado cuando predica.

Y ahí a regañadientes en vez de 25 centavos echamos 1 peso en el plato pero no hemos cambiado de corazón, mi hemos cambiado de mente. Y de veras, es decir, es triste pero esa es la realidad.

Y yo les suplico, mis hermanos, apaguen la grabadora. Si fuera Pentecostal le diría, “dile a tu hermano: apaga la grabadora", ¿no? Apague ese disco que le dice que esa es la forma de vivir la vida cristiana.

Yo anhelo, hermanos, yo le pido al Señor, “Padre, que nuestra iglesia, que nuestra Congregación se pueble de gente hirviendo por Ti, gente al rojo vivo por Ti".

Cuando se convoque a una reunión de oración, mire, se llene la iglesia; cuando se convoque una sesión extraordinaria que la gente diga, “bueno, no, yo ya ponché la tarjeta el domingo. Ya no tengo que ir hasta el próximo domingo". ¡No! Que la gente sienta el deseo de venir a la casa de Dios, gente que no diga, “¡Ay! Estoy demasiado cansado, me duele la espalda, me duele esto".

Mire si la ejercitara más viniendo más veces le dolería menos, yo le aseguro. El problema está en que somos tan conservadores con nuestras energías. Yo he descubierto eso, que mientras yo más trato de conservar mis energías menos me duran, mientras yo más las invierto en el Señor, más tengo. ¡Es increíble, hermanos! Pero es el secreto de la multiplicación.

Mientras más le damos al Señor, más recibimos. A veces, usted va a estar pensando, “No, es viernes en la noche, ya trabajé toda la semana... ir a la noche a la iglesia para un culto, ¿qué va a ser? No. Y yo necesito descansar, necesito reponerme".

Mire a la larga va a estar con las ojeras el lunes por la mañana cuando vaya al trabajo. Si va a la iglesia y busca al Señor y se llena del Señor, su espíritu es bendecido, su mente se aclara, sus emociones son enriquecidas, se le van todos los achaques y usted siente la bendición de Dios al otro día.

Yo he dejado de pensar eso de que mientras más yo conservo mi energía, más voy a tener. Es todo lo contrario, mas escapes hay de energía. Mire consagre su vida al Señor, insístale a Dios, busque de Dios. Como dice el salmista: 'Como el siervo brama por las corrientes de las aguas. Así clama, por Ti, ¡oh Dios! el alma mía".

Dice: 'Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo., ¿Cuando vendré y me presentaré delante de la casa de Dios?' dice el salmista.

¿Cuántos de nosotros pueden decir que deseamos así la presencia de Dios? ¿Cuántos somos insistentes como esta mujer que cuando vemos la presencia de Dios, en este caso en el siervo de Dios, que vio esta mujer? Porque Eliseo era la encarnación de la presencia de Dios en Israel. Cuando vemos esa presencia de Dios, decimos, “Yo quiero eso, yo quiero que esa presencia esté en mi casa. Yo quiero que esa presencia esté en mi casa y yo estoy dispuesto a pagar el precio para que la bendición de Dios repose en mi vida. Y yo quiero invertir en las cosas de Dios."

Y eso es lo que hace la diferencia. Esta mujer insistió.

Hermanos, yo les animo a darle... mire sáquele los frenos al carro de su espíritu, simplemente tenga un acelerador eso es todo y eche adelante, no se preocupe que un choque con la presencia de Dios es la cosa más bella, yo creo.

Busque a Dios, insístale a Dios, insístale a Dios.

Dice: 'El que busca hallará, al que toca se le abrirá, al que pida se le dará'. Dice el Señor que 'Si vosotros siendo malos sabéis dar buenas dadivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre Celestial dará El Espíritu Santo a los que lo pidan?'

¿Cuál es tu necesidad? Paga el precio, insístele a Dios hasta que el Señor abra su mano y bendiga. Al Señor le gusta muchas veces aguantar sus bendiciones para vernos anhelarnos y pedirle hasta que Él suelte su bendición que tiene para nuestras vidas.

Sea como esta mujer, insistente. Ella le invitaba insistentemente a que se sentara en su casa y comiera con ella. Y cuando él pasaba por allí venía a la casa de ella a comer.

Hay otro pasaje así bello que nos recuerda de Dios a través de Eliseo sentándose a comer. El Señor Jesucristo iba muchas veces a la casa de Lázaro, Marta y María y se sentaba a comer con ellos.

El Señor dice en su palabra: 'Yo estoy a la puerta y llamo y si alguno escucha mi voz y abre la puerta, yo entraré y cenaré con él o con ella y él conmigo'. Señales de intimidad, ¿no?

Cuando Eliseo se sentaba en la casa de esta mujer, había conversación, había intimidad. Ella aprendía. Me imagino a esa mujer preguntándole a Eliseo, “Y bueno, ¿cómo fue el milagro de esa viuda? Dice el periódico que usted la invitó a que trajera ollas vacía y se llenaron de aceite., ¿Cómo fue eso?, ¿Fue que el aceite no dejaba de correr o fue simplemente que ella echaba una gotita y se multiplicaba en la olla? Explíqueme eso, señor Eliseo."

Eliseo le decía a ella como se dio el milagro, ella crecía, conocía más, se desarrollaba en su fe y su conocimiento de los misterios de Dios y era bendecida. Porque cuando tenemos intimidad con Dios ahí viene el entendimiento, el discernimiento, la experiencia, las cosas que nos permiten entonces recibir más bendición de Dios.

Él se sentaba a comer con ella. Pero, fíjese lo siguiente: ella hubiera podido quedarse allí y ya hubiera sido una mujer ejemplar, insistió, usó sus bienes para bendecir al Profeta, le daba de comer continuamente.

Pero ella quería más que eso. Hay que ser ambiciosos, hermanos, en las cosas de Dios. Hay que estar hambriento. En dominicano decimos hay que ser, “agayú", hay que decir… ¿esa palabra existe en otros países también? ¿Verdad que sí? Es una cosa que es... si... viene que agalla, hay que pedirle, hay que atreverse a pedir cosas grandes a Dios, ¿no?

Entonces, “ella, dice que, le dijo a su marido: 'He aquí ahora, yo entiendo que este que pasa siempre por nuestra casa es varón santo de Dios'.

Déjeme decir algo allí. Dice, “He aquí, yo entiendo, que este que siempre que pasa por nuestra casa es varón santo de Dios". Ahí está implicando algo y es que había otra gente, quizás por ahí que eran falsos profetas. Había gente por ahí que eran mercaderes. En estos tiempos de Eliseo y Elías había falsos profetas; donde quiera que hay profecías genuinas y el mover de Dios está en el ambiente, hay también gente que está predicando lo que no es debido y gente que está detrás del dinero o detrás de la fama o la influencia u otras cosas peores.

Esta mujer discernió que Eliseo era un hombre sincero, que estaba sirviendo a Dios verdaderamente, que los bienes que él manejaba eran para el reino de Dios y esta mujer dijo, “¿Sabes qué? Yo me he dado cuenta que este es un hombre integro, este es un hombre que verdaderamente camina con Dios. Hay que bendecirlo".

Hermanos, lo que yo quiero decir con esto es lo siguiente, como yo decía el domingo pasado, puede haber muchas diferentes iglesias, muchos diferentes ministerios, muchos diferentes personas sirviendo al Señor. Cuando usted distinga y discierna y descubra una buena iglesia, una buena comunidad, un buen ministerio, bendígalo.

Bendígalo y péguese a él y no ande por ahí como una mariposita saltando de sitio en sitio.

Agárrese bien. Hoy en día yo veo mucha gente saltando de lugar en lugar y se cansan de un sitio y van a otro para ver que de nuevo hay en esa iglesia. Y óigame, siempre la grana se ve mucho más verde del otro lado. Cuando llegan allá descubren que también hay arrugas y hay defectos y todo y después cuando se cansan de esa tierra van a otra más y nunca crecen y tampoco sirven, ni bendicen.

Si usted tiene una buena congregación, sirva a su congregación, déle a su congregación, manténgase en su congregación porque hay mucha mala enseñanza allá afuera. Si usted cree que, digamos, en esta iglesia se predica la palabra de Dios, hay cierto grado de integridad aunque lejos de ser perfectos. Pero si usted está comiendo bien, si está recibiendo de la palabra, bendiga su congregación.

El Apóstol Pablo dice que, “los que reciben los bienes espirituales, bendigan los bienes materiales a los que los bendicen espiritualmente".

Esta iglesia es su congregación, usted come aquí, esta iglesia sirve a esta ciudad, tantos diferentes ministerios. Déle generosamente a su congregación, bendiga a su iglesia y respalde a su congregación, si usted cree que aquí se está usando su dinero en una manera adecuada.

Y yo creo que nosotros damos la mayor muestra posible de que lo que se hace aquí es para servir al Señor y no para enriquecer a nadie. Entonces, no hay razón. Así que ella discernió que este hombre era un hombre verdaderamente santo y que servía al Señor de corazón y eso la lleva a ella a concluir dice, “Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes y pongamos allí, cama, mesa, silla y candelero para que cuando el viniere a nosotros se quede en él".

Déjeme parar un momentito y déjeme ir atrás porque hay una enseñanza aquí bien importante.

Los hermanos, los varones, piensan que yo siempre les estoy dando en la cabeza; pero fíjese que esta mujer es como que ella es la que... es la líder espiritual de la casa. Usted va a ver más adelante que cuando ella dice 'Mira, tengo que ir a ver al profeta porque su hijo ha muerto y quiero ir a ver al profeta. Ir a visitarlo donde vive el profeta", y el esposo dice, “¿Pero, que estás diciendo si no es domingo, no hay actividad especial en la iglesia, hoy no es miércoles de oración? ¿Por qué tú quieres ir a la iglesia?". ¿Cuánta gente piensa así? Si no es domingo y miércoles en la noche, en el mejor de los casos, ¿para qué ir a la iglesia? Hay tantas otras cosas que hace a una iglesia.

Pero esta mujer, ella es la que está como que siempre es la protagonista, el esposo de ella es como que está preocupado con el negocio, con el trabajo y ella es la que siempre está atenta por la bendición espiritual del hogar.

Ya usted sabe por donde voy, ¿verdad? Hermanos, varones, sean líderes en sus hogares, sean sacerdotes en sus hogares, encabecen en su casa en la manera cristocentrica que Dios quiere. Una casa es bendecida cuando el esposo es un hombre que ejemplifica los mejores valores del reino de Dios.

Yo me gozo porque estoy viendo señales, más y más cada día de todo un ejercito varonil que se está levantando en León de Judá cada vez más y más; y que vienen a orar a las 5 de la mañana el sábado por la mañana y se reúnen los martes.

Le doy gracias por el ministerio de nuestro hermano Gilberto Sámano que está bendiciendo esos varones, encabezándolos y animándolos y estimulándolos para que sean verdaderos varones, hombres de Dios. Qué no sean las hermanas, solamente.

Las iglesias evangélicas y las católicas... ya hay demasiadas mujeres en ellas. No es que haya, como hemos dicho, hay demasiados pocos hombres en ellas, ese es el problema y necesitamos varones consagrados a Dios. Ya tiene que acabarse la época de que las mujeres nos lleven la delantera, hermanos. Sinceramente.

Necesitamos hombres que amen al Señor, igualito que sus mujeres. Necesitamos hombres que asuman su liderazgo espiritual, que no sea la mujer siempre jalando al varón para, “vamos a la iglesia, vamos a coger el discipulado, vamos al servicio especial, vamos a la campaña".

¡No! Varones ustedes tienen un don especial de Dios, la mujer es bendecida, es y será de gran bendición. Es coheredera del reino igualita que nosotros espiritualmente, pero Dios ha hecho al hombre cabeza para bendición, no es para que señoree sobre su mujer sino para que la cubra y encabece espiritualmente. Así que, hermanos, no subestimen la importancia.

Yo amo a esta mujer porque desde que yo posé mis ojos sobre este pasaje yo he visto que esta mujer ejemplifica tantas cosas bellas.

¿Saben que la primera vez que yo prediqué este pasaje...? Este fue el primer sermón que yo prediqué en la iglesia hace 24 años sobre la sunamita. Y tengo, mire lo bueno que es uno guardar las cosas, estas notas son del año 85 y ese es el primer sermón que yo prediqué en la iglesia como Pastor, ya. Porque el hermano Polishuck se había ido, que era el hermano predicador, después de que el hermano Juan Vergara tuvo que regresar a Puerto Rico con su esposa Elsie por un tiempo.

Y eso indica algo de lo importante que ha sido esta mujer, esta figura, en la Biblia para mí, ha sido de gran inspiración ella, porque representa tantas cosas. Ese espíritu de la mujer que a través de los siglos, contra viento y marea, muchas veces oprimida, muchas veces denigrada, ignorada pero que secretamente han mantenido muchas veces la vida, la lámpara de Dios en la tierra, prendida. Pero no tiene que ser así.

Yo creo, que Dios quiere, que los varones, los hombres, su espiritualidad es muy especial. No es que seamos mejores que las mujeres, pero hay algo cuando una iglesia es encabezada en una manera Cristo-reflexiva por hombres con sus mujeres a su lado, como guerreras, amazonas espirituales mostrando la vitalidad de Dios.

¿Por qué el mundo musulmán es tan fuerte aunque no tienen el Espíritu Santo y encabezan un espíritu contrario inclusive al espíritu divino? Una de las cosas, yo creo es porque el hombre en el mundo musulmán, la religión islámica está llena, llena de hombres que darían su vida mil veces. Desgraciadamente por una causa totalmente falsa, por su Dios. Y en el mundo musulmán en una manera opresiva y destructiva de la mujer y su dignidad, los hombres son los que absolutamente tienen la delantera en esa religión. Y es que cuando los hombres se ponen de pie, mis hermanos, en una forma que refleje el fruto del espíritu santo, la mansedumbre y el amor de Dios eso es, mire, eso es atómico, yo les digo.

Y por eso yo les suplico varones de Dios, “pónganse las pilas" para decirlo en forma bien llana y estén allí al rojo vivo, dirigiendo, encabezando el pueblo de Dios y siendo sacerdotes en sus hogares, siendo ejemplo para sus hijos, encabezando la vitalidad del reino de Dios. Yo les llamo en el nombre de Jesús.

Esta mujer era sin embargo la que se le ocurrían las cosas, 'Mira, ¿por qué- este siervo de Dios viene continuamente por aquí, pasa- no le construimos un dormitorio?, ¿Por qué no le hacemos un lugar donde él pueda venir y quedarse?'.

Usted ve como ella estaba solícita, no era suficiente ya darle comida al siervo de Dios; 'vamos a hacerle un cuarto y vamos a ponerle allí una conexión de Internet wi-fi y vamos a poner una estufita pequeña para que él haga su cafecito allí por la mañana y vamos a ponerle un escritorio, una cama'.

Mire como ella pensó, esta mujer es solícita. Ella pensó en todo, yo imagino que lo que dice allí es solamente algunas de las cositas que ella pensó. Ella pensó 'este cuadrito que estoy segura que le va a gustar, y una colcha para que cuando él llegue se sienta contento y una buena almohada y su escritorio para que él escriba allí y una lámpara en la noche...' Ella pensó en todo para la presencia de Dios, olvídese del siervo, lo que ella veía era la encarnación del espíritu de Dios entrando a su casa.

Ella quería bendecir al hombre que representaba la obra de Dios en esa tierra espiritualmente estéril que era Israel en ese tiempo. Entonces ella va donde su esposo y le dice, '¿por qué no le preparamos su buen aposento a este hombre? Vamos a construírselo'.

¿Ve la cosa? Ella quiso invertir el dinero de su familia en prepararle un lugar al siervo de Dios. Y me imagino que el esposo también... 'bueno si eso es lo que tú quieres, bueno adelante, hazlo'. Le hicieron su buen aposento al siervo de Dios. Ella fue más allá, un plato de comida es una cosa, pero otra cosa es cuando usted añade a su casa una estructura y contagia su casa de la intimidad del hogar -ahora con la presencia de una persona y usted permite que esa persona viva con usted.

Eso es entrar ya a otro nivel, yo siempre he dicho que, hermanos, siempre hay otros niveles de madurez y de crecimiento espiritual en los caminos del Señor. No se contente con el fuego de ayer, no se contente con experiencia de ayer, no se contente con la cima que escaló espiritualmente hace una semana, hace un año. Busque la próxima cima.

En el Señor no hay límites ni de profundidad, ni de altura, ni de extensión. En el Señor uno siempre puede ir a otro nivel. Cuando usted alcance la próxima cima, mira para ver donde está la próxima montaña y vaya en esa dirección.

Ella tuvo esa experiencia con el siervo de Dios que comió en su casa y ahora dijo, “¿Sabes qué? Ahora vamos a hacerle un dormitorio donde él more, donde él pueda estar cómodo"

¿Qué lugares hay en nuestras vidas, hermanos? A veces le damos al Señor una partecita solamente de nuestra vida. Pero decimos, ¿sabes qué? eso de que Él venga y entre a mi recamara, ahí no. Qué Él entre a mi intimidad, a mi subconsciente, a mis pensamientos, ahí no; que Él entre a mi dinero, ahí no; que Él entre a mi profesión: ¡no!

Y Dios dice: 'Yo quiero entrar en los lugares más íntimos de tu vida'.

Ya voy cerrando esto, pero a esa imagen se le puede sacar mucho, mucho provecho. Porque primero eso, ella fue a otro nivel; segundo contagió su vida con la del profeta de Dios.

En tercer lugar -hay algo aquí muy importante- y dice que, “un día pasó Eliseo por allí y se quedó allí". ¿Qué quiere decir eso? Que por muchas semanas y meses ese dormitorio quedó vacio y yo imagino que ella mandaba siempre a la muchacha -por así decirlo- para que limpiara, mantuviera el escritorio limpiecito, la cama que estuviera bien tendida. Esa lámpara estaba ahí apagada esperando que un día el hombre de Dios llegara y usara ese dormitorio.

Dice que, “un día pasó por allí y se quedó en su casa". Hermanos, eso quiere decir para mí que muchas veces nosotros estamos pidiéndole al Señor que haga cosas en nuestra vida. Le hemos dicho, “Padre yo quiero servirte, yo quiero que Tú transformes mi vida".

Quizás le hemos dicho al Señor, “Padre hay algo en mi vida que yo quiero que Tú rompas -un mal habito, una relación que yo sé que no es conducida a lo que Tú quieres de mi vida, yo quiero cambiar de ese trabajo que yo se no me permite ir a la Iglesia como yo quisiera". Y uno está rogándole al Señor, uno está clamando a Dios, orando.

Para mí ese dormitorio es símbolo de esos espacios que hay dentro de nosotros que nosotros que Dios los llene y los bendiga de alguna manera y que permanecen vacíos y nosotros creemos como que ya Dios se olvidó y que nunca va a llegar.

Pero, hermanos, déjenme decirles que un día Dios va a tocar tu vida y Él va a responder a ese clamor que está dentro de ti y yo te animo a dejar esa lámpara allí, no la quites de allí; deja esa cama allí donde Dios pueda reposar en tu casa; deja esa oración continuamente delante de Dios.

No dejes de pedirle al Señor que pose sobre tu casa y que entre a un nuevo nivel de profundidad en tu vida. Porque un día el Señor va a hacerlo, el Señor no pasa por alto el clamor de sus hijos. El Señor no pasa por alto para siempre los deseos que tenemos de llegar a otros niveles de relación con Él.

"Un día, dice la palabra, que llegó Eliseo y se quedó allí y posó sobre esa casa" y vino la bendición porque dice que parece que descansó bien el hombre y ya antes de irse dijo a su criado 'Óyeme, esta mujer ha sido tan cortes con nosotros. Se ha portado tan bien durante tanto tiempo con nosotros. Mira lo que ha hecho, tenemos que hacer algo para bendecirla".

Hermanos, ¡qué aplicación más bella!, ¿no?

Cuando tú le das al Señor, Dios no se va a cansar de bendecir tu vida. El Espíritu Santo va a estar solícito por ti, si tú estas solícito por Él. Dios es galardonador de los que le buscan. Nadie jamás le dio al Señor sin que recibiera bendición de parte de Dios. El corazón de Dios es motivado y movilizado cuando hay una persona que lo ama en una forma escogida, en una forma preferencial.

Y me encanta eso, porque yo veo ahí, lo que hace el Espíritu Santo cuando nosotros le damos a Dios, cuando nosotros somos motivados por el Señor. El Señor va a estar diciendo, “¿Qué puedo yo hacer para bendecir a mi hijo?, ¿Qué puedo yo hacer para bendecir a mi sierva?"

Yo tengo una espinita, y la voy a sacar ahora. Déme treinta segundos más.

Yo veo por ahí gente que se molesta y de vez en cuando veo que, “Pastor no hable mucho de dinero en la iglesia". Yo no creo que hablemos mucho de dinero, aunque nuestra iglesia tiene necesidades. Yo creo, ¿saben que, hermanos? el que se molesta porque se hable de dinero en la iglesia si se hace de una manera correcta, es la persona que su corazón no está todavía totalmente, verdaderamente entregado al Señor en ese aspecto.

Yo se que en muchas iglesias se habla excesivamente y nosotros tratamos cuando viene al caso, cuando está en la Palabra y cuando hay una situación de movilizar al pueblo de Dios; yo deseo una Iglesia que no tenga que pedir disculpas por hablar de dinero cuando es apropiado.

Déjeme hacer una pregunta, ¿cuantas veces habla usted de dinero en su casa con su esposa o en su familia?, ¿Cuántas veces menciona usted dinero para pagar los, “billes" de la casa o para si van a comprar un carro o no o para pagar la renta o para el próximo arreglo que hay que hacerle al carro o para cuanto van a apartar en la cuenta?

La familia habla de dinero porque eso es parte de la economía del hogar. Esta familia espiritual no se nutre de aceite de maíz o lo que sea, hay dinero, hay gastos y hay proyectos y hay misiones.

Entonces hay que informar al pueblo de Dios acerca de eso, en una forma natural, coherente, orgánica y no se moleste por eso.

Yo creo que la persona que ama a Dios y si está en una iglesia que hay integridad en el uso del dinero, no debe sentirse tensa. Yo creo que el que se siente tenso es el que se siente amenazado y no le gusta que le den por donde le pica.

Pero yo creo que cuando uno ha resuelto el asunto del dinero, uno está tranquilo, uno no se molesta, uno simplemente lo recibe naturalmente. Si su conciencia está tranquila, ¿por qué se molesta? Déjelo en paz y siga adelante. Usted sabe que no se alude a usted. Usted dice 'No, claro que sí, vamos a darle al Señor. Vamos a servir al Señor'.

Bueno lo que quiero decir, hermanos, es que cuando uno le da a Dios, Dios no se cansa de bendecir. Eso es lo que yo le quiero decir a la larga. No nos robemos el privilegio de ver a Dios bendecir.

Eliseo dijo, “Mira tenemos que hacer algo por esta mujer, llámala. Y le dijo, ¿qué puedo hacer yo por ti?, ¿Tú quieres que yo haga esto, que yo haga lo otro?", “No, yo no necesito nada".

Cuando le demos al Señor, démosle a Él porque Él es bueno, simplemente. Déle a Dios porque Dios es quien es.

Mire yo escribí esto hace 24 años y es solamente una frasecita acerca de eso, porque uno nunca cambia la forma de pensar sobre las cosas verdaderas. Aquí dice: el mejor acto de dar a Dios no mira hacia el futuro sino hacia el pasado. No lo que Dios pueda hacer por mi en el mañana sino lo que ya hizo por mi en la cruz. Eso es todo, ¿no?

En otras palabras no le de a Dios, pensando en lo que usted va a recibir. Una de las cosas que yo objeto y yo me opongo a veces a tanto predicador que le pide a la gente dinero es que lo que hacen muchas veces es atizarle y levantarle la avaricia: “Dale a Dios y él te va a dar ese Mercedes Benz." “Dale a Dios 100 dólares y Él te va a dar mil dólares", y lo que sea.

Pedimos para que Dios haga esto y haga lo otro. No.

Mire, en última instancia yo quisiera que todos fuéramos como esta mujer: “No, yo doy porque amo a Dios. Yo no necesito que tú hagas nada por mi".

Esa es una de las respuestas más bellas que hay en toda la escritura. “Yo habito entre mi pueblo".

Yo me imagino la dignidad con que esa mujer dijo esas palabras. Le dijo: “No profeta de Dios, yo no necesito nada. Yo estoy entre mi gente". Y es el corazón de una persona verdaderamente dadora.

Pero no contento Eliseo le volvió a preguntar a Giesi. “Mira algo hay que esta mujer necesita. Tenemos que hacer algo por ella," y Giesi le dijo, “Bueno, mira hay algo. Ella nunca ha tenido un hijo. Es estéril o su marido parece que..."

No, ella no era estéril, su marido era viejo, en otras palabras. No podía concebir, ya la fabrica estaba cerrada y Dios dijo, “vamos a abrir esa fabrica por una vez" y Eliseo movido por el Espíritu Santo le dijo: “De cierto te digo que de aquí a un año, para este mismo día tú vas a tener un hijo en tus manos". Y ella no lo podía creer y dijo, “Usted se está burlando de mí. No, no se burle de mi". Parecía imposible.

Hermanos, es que Dios es así. Cuando tú amas a Dios por sobre todas las cosas, Dios te va a poner a ti como la niña de sus ojos. Dios va a preocuparse por ti y por tus necesidades. Dios te va a tener en la mente.

Sirve a Dios, dale a Dios generosamente, busca de Dios y prefiérelo por sobre todas las cosas. Yo te aseguro que Dios no se cansará, Dios te dará los anhelos de tu corazón. Dios te dará las peticiones secretas de tu alma. Dios te bendecirá en muchas diferentes maneras.

En este caso la bendición le vino no con más dinero sino con algo que el dinero no podía comprar.

A veces Dios nos bendice con paz en el corazón, un sueño tranquilo, salud, una familia armoniosa y en paz, sanidad emocional, amigos queridos, tiempos de refrigerio en nuestra vida. Hay muchas maneras en que Dios bendice a sus hijos que lo prefieren a Él y que lo aman por sobre todas las cosas.

Esta mujer es un llamado a esta iglesia: amar a Dios por sobre todas las cosas y a entregarse de lleno a Dios.

Hoy, mis hermanos, Dios nos llama. Consagrémonos más y más. Démosle al Señor todo. Let´s pull all the stops, como dicen en inglés. Vamos a quitar todo freno y vamos a ser generosos en todas las áreas con el Señor. ¡Quiera Dios tener un pueblo con un corazón como el de esta mujer! Entregado completamente a Él. Gloria al nombre del Señor.

Vamos a bajar nuestras cabezas un momento y a re consagrarnos a Dios en esta mañana y si alguien no ha entregado su vida todavía a Jesucristo y quiere hacerlo yo le invitaría a levantar su mano en esta mañana y me gustaría orar por usted para encomendarlo a Dios.

Si no lo ha hecho antes y quiere hacerlo ahora, levante su mano y yo oraré por usted y le presentaremos delante del Señor. Si no lo ha hecho antes, este momento lo dejamos abierto... Gracias, Señor. Te adoramos, Te bendecimos.

Si no hay nadie vamos a orar para que nuestros corazones sean consagrados a Dios. Padre te bendecimos. Gracias, Señor. Gracias porque tenemos en Ti todo lo que necesitamos y queremos aún así darte más.

Queremos que Tú tengas lo que Tú mereces de nosotros. Hoy Te entregamos la totalidad de nuestra vida. Levántate una iglesia, Señor, de la cual Tú puedas estar orgulloso y que verdaderamente agrade tu corazón. Una iglesia consagrada a Ti y que se goce en darte lo mejor de si misma.

Gracias Señor, gracias por tu presencia. Gracias por el ejemplo bello de esta mujer y ahora nos confiamos a Ti y bendecimos a Tu pueblo, Padre. En el nombre de Jesús. Amén y amén.

Agua de vida y agua de muerte

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Vamos a la palabra del Señor, hermanos. Segundo Libro de Reyes, Capítulo 3, Versículos 4 en adelante. Es un pasaje bastante largo pero voy a tratar de abreviar lo más posible la lectura y entonces entraré en el relato mismo para sacarle el provecho que Dios quiere que le saquemos en el tiempo que nos queda. Segunda de Reyes Capítulo 3. Vamos a comenzar con el versículo 4. Y yo quiero hablar acerca... yo he titulado este sermón 'Agua de vida y agua de muerte'.

Vamos a comenzar. Dice aquí,"Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel..." ¿Saben qué Israel estaba dividido? La nación judía se había dividido entre dos reinos: el reino del norte que se llamaba Israel al cual pertenecían diez tribus y el reino del sur Judá cuya capital era Jerusalén que era donde seguía la línea davídica. Los reyes que eran descendientes del Rey David y el Reino de Israel, el reino del norte, generalmente se distinguía por reyes muy, muy malos. Reyes paganos, reyes idolatras que se habían apartado de Dios completamente. En el reino de Judá había reyes buenos y reyes malos a veces y Josafat era un hombre de Dios, un rey piadoso, un hombre que amaba al Señor. Pero el rey de Israel era un hombre impío.

Dice que, "...pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones. Pero muerto Acab -es decir el papá de este rey de Israel- el rey de Moab se reveló contra el rey de Israel. Salió entonces de Samaria -Samaria era la capital del reino de Israel, así como Jerusalén era la capital del reino de Judá- el rey Joram -este es el rey de Israel en ese tiempo, después de Acab su hijo, su descendiente- y pasó revista a todo Israel. Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá -el otro reino judío, el reino del sur. Josafat un hombre de Dios, un hombre temeroso de Dios pero que tenía ciertos defectos también como vamos a ver- "El rey de Mohab se ha rebelado contra mi: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab?".

Esta invitando el rey de Israel a este rey de Judá a ir a la guerra con él para recuperar otra vez el mando y el dominio sobre el rey de Moab.

"Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo y mis caballos como los tuyos. Y dijo: '¿Por qué camino iremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Edom. Salieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edom".

Estos tres reyes se alían, se unen para ir en campaña contra el rey de Moab y cooperar para volver a traerlo bajo el dominio de Israel, el reino del norte.

"Y como anduvieron rodeando por el desierto..." porque por ahí fue que determinaron ir a la batalla quizás para agarrarlos por sorpresa al rey de Moab.

"...como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército y para las bestias que los seguían. Entonces el rey de Israel dijo: '¡Ah! que ha llamado Jehová a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.

Mas Josafat dijo: '¿No hay aquí profeta de Jehová para que consultemos a Jehová por medio de él?' Y uno de los siervos del rey de Israel respondió y dijo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que servía a Elías. Y Josafat dijo: Este tendrá palabra de Jehová. Y descendieron a él el rey de Israel, y Josafat y el rey de Edom.

Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque Jehová ha reunido a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas. Y Eliseo dijo: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que si no tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no te mirara a ti, ni te viera.

Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo, quien dijo: Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados.

Y esto es cosa ligera en los ojos de Jehová."

Vamos a dejarlo allí ¿Okay? Amén. Yo voy a seguir ahora el relato más adelante pero para no hacer demasiado largo el relato aunque en realidad la mejor parte está por delante; que es el desenlace de este drama que vemos aquí construido.

Pero leyendo este pasaje, como yo les decía, he estado trabajando en escribir un libro sobre la vida de Josafat. Porque es un rey muy fascinante, es un rey muy interesante y leyendo su historia que está relatada sobre todo en el Libro Segundo de Crónicas, en los capítulos 17 al 20-21, su historia, he encontrado muchas cosas. Y en este pasaje, aquí de Segundo de Reyes capítulo tres, estos episodios de la vida de Josafat nos muestran el carácter de este hombre.

Y es un carácter complejo, matizado, no blanco o negro sino de áreas grises. Y a mi me encanta la gente compleja. Yo creo que los asuntos del reino de Dios son complejos, son matizados y yo creo que muchas veces los cristianos queremos pintar solamente con colores primarios: rojo, amarillo, verde, blanco, negro y no somos muy dados a los matices. Y es lo que hablábamos hace un momentito también. Tenemos que ser matizados porque la Palabra de Dios es matizada.

Y Josafat es un hombre muy complejo porque amaba a Dios, tenía pasión por el reino de Dios, hizo grandes reformas en Judá para traer a su pueblo al conocimiento del Señor e instituir leyes piadosas y a neutralizar la adoración a Baal y a la diosa Acera y traer a Judá otra vez a los caminos del Señor. Pero tenía un problema.

Y es que era un hombre que como que se dejaba impresionar mucho por los impíos y dejaba que lo metieran en caminos que no eran aprobados por Dios. Estableció intimidad con estos reyes del norte que habían abandonado la adoración al Dios verdadero. Se habían empedernido en la adoración a los Baales. Y estableció maridaje con ellos, estableció alianza con ellos.

De vez en cuando vemos que uno de estos reyes invita a Josafat a participar con ellos en alguna situación, alguna empresa, algún esfuerzo, alguna campaña de guerra... y ahí está Josafat como un corderito. ‘¡Claro que sí! Como no vamos adelante, yo soy como tú y yo puedo hacer lo mismo que tú haces’. Y se dejaba meter en problemas serios. Una y otra vez le pasó eso.

Uno de los problemas con el rey Josafat fue que lo que primero que hizo fue mal hecho. Casar a su hijo Joram, no este Joram -este Joram es el hijo de Acab, no se confunda; Josafat también tuvo un hijo llamado Joram y lo casó con la hija de Acab y Jezabel. Imagínese.

¿Usted sabe quienes son Acab y Jezabel? Dos de los reyes más impíos, más diabólicos que registra la escritura. Contra ellos guerreó Elías y después Eliseo también un poco. Pero Elías sobre todo tuvo una controversia terrible.

Jezabel es el espíritu demoniaco en sí. Una mujer que venía de los paganos, del mundo pagano y Acab, rey de Israel, judío se casó con esta mujer -que era una verdadera demonio- y esto corrompió más y más a Israel.

Y esta gente era aborrecida por Dios porque aborrecían a Dios. Cometieron crímenes, abusaron de su reinado. Y aquí vino Josafat a establecer relación con esta gente aborrecida por Dios.

Casó a su hijo con una hija de Acab y Jezabel y eso fue el error más grande que Josafat pudo cometer. Un hombre que amaba a Dios, un hombre respetuoso y temeroso de Dios. Apasionado con Dios.

Pero, ¿qué tenía este hombre que hacer casando a su hijo con un linaje maldito, con un linaje corrupto como era el linaje de Acab y Jezabel? Y eso trajo gran pérdida a la vida de Josafat y su familia.

La Biblia registra que después de muerto Josafat, años después, esa nuera de Josafat a quien casó con su hijo; hija de Jezabel mató a casi toda la descendencia de Josafat por quedarse ella en el reino. Todos los nietos de Josafat fueron asesinados porque ella quería -su propio linaje lo mató - para que ninguno de sus hijos se quedara en el poder, y ella misma pudiera continuar reinando en Israel.

Terrible, le costó gran pérdida a este piadoso rey. Su maridaje, su cooperación indebida con personas que no debían en ese nivel de su vida. Y yo creo que una de las lecciones grandes que este pasaje registra es precisamente eso. Y como digo es un pasaje muy largo y no tenemos todo el tiempo.

Pero usted ve aquí eso. Josafat está allá en Judá de lo más tranquilo. Joram tiene su problema con un rey que ahora no quiere sujetarse a él e invita a Josafat a meterse en sus asuntos y a cooperar con él para sacarlo del aprieto.

Una de las cosas que yo aprendo, hermanos, que cuando uno -y eso está bien claro en la historia de todos estos reyes- camina con Dios y la vida de uno responde a los principios de la Palabra de Dios hay bendición sobre la vida de uno. El respaldo de Dios está sobre uno.

Y mire, yo creo que cuando tú tienes el espíritu de Dios en tu familia, tu economía, tu salud, tu vida, tú puedes esperar que la bendición de Dios va a acompañarte.

Pero cuando tú te separas de Dios, inclusive el diablo y los demonios que estaban sujetos a ti ahora comienzan a levantarse y a decir "¿Sabes qué? Yo no voy a respetar a este tipo. Vamos a hacer lo que nos da la gana".

Eso pasó en Israel. Muchos de esos pueblos que ellos tenían bajo su gobierno comenzaron a revelarse contra ellos y a atacarlos inclusive y se suscitaron una cantidad de enemigos.

Israel tenía que estar continuamente peleando para mantenerse como estaba rodeado como lo está hoy todavía por tantas naciones enemigas.

La Biblia dice que Dios le dio a Josafat paz porque Josafat fue temeroso de Dios y Josafat destruyó los ídolos de Acera y de Baal y estableció la ley de Jehová en su nación. Y como consecuencia de eso vino la bendición de Dios y las naciones mismas, dicen que vinieron a darle tributo al rey Josafat y a buscar su señorío, su gobierno y Josafat se hizo fuerte y estableció ejércitos en diferentes partes de su nación y Dios lo prosperó materialmente.

Pero Josafat hizo mucho trabajo -léalo para que usted vea- en tratar de establecer la ley del Señor, educar al pueblo y por tanto vino la paz y vino la prosperidad y la tranquilidad al reino de Judá. Pero en el reino de Israel había guerra, sedición, revoluciones en contra de él, desorden y ¿qué pasa? que entonces viene Joram el rey de Israel a decirle a Josafat "¿Sabes qué? Te necesito. Ve conmigo a esta batalla".

Y yo pienso… esto nos habla mucho, hermanos, de la relación de los cristianos con el mundo esencialmente y lo difícil que es manejar esa tensión que hay en la Escritura.

Porque por una parte la Biblia dice que estamos en el mundo aunque no somos del mundo y tenemos que tener relaciones con el mundo desde el ámbito del trabajo, la economía y muchas otras cosas que es imposible que nosotros nos mantengamos completamente aislados. Y no es bueno tampoco porque somos sal de la tierra y la sal tiene que mezclarse con las cosas que sala. ¿Sí o no? Somos la luz del mundo. La luz tiene que invadir la oscuridad.

Pero tenemos que tener cuidado de que en ese proceso no dejemos que el mundo coloree y determine nuestra forma de conducirnos. Amén.

Que el mundo no nos meta en controversias y que el mundo no nos dicte el camino por donde nosotros tenemos que ir. Sino que nosotros siempre mantengamos esa sana distancia que nos hace distintivos.

Tenemos que tener cuidado. La Santidad es real. El llamado de Dios en la Escritura a mantenernos separados.

¿De dónde viene la palabra Santo? La palabra Santo quiere decir eso es “separado" y ¡qué difícil es para nosotros mantenernos separados del mundo!

Yo soy el primero que levanto la mano porque uno quiere que el mundo apruebe a uno. Hay tanta gente en el mundo decente, amorosa, bien intencionada.

Los evangélicos aquí en Norteamérica queremos que el mundo nos vea como gente simpática, gente winsome, ganadora, gente atractiva y hacemos todo lo posible por muchas veces evitar cualquier cosa que nos muestre como separados y diferentes.

Pero es un balance. Yo creo que tenemos que mostrar una cara simpática del evangelio, yo no creo que tenemos que andar por ahí como si hubiéramos sido curados en limón todo el tiempo. Con una cara, ahí, sombría y triste. No, queremos que el mundo sepa que en Cristo hay gozo, hay alegría, hay abundancia, hay bendición.

¡Claro que sí! Porque la hay. Porque donde está el espíritu del Señor hay bendición, hay libertad.

Pero habrá momentos en que vamos a tener que decir al mundo "¿Saben qué? Lo lamento mucho, en eso no puedo cooperar contigo. En esa área yo tengo mis principios y lo lamento pero si vamos a caminar juntos que sea con claridad. Yo no puedo para que tú me aceptes meterme en las cosas que tú estás haciendo".

Y eso es lo que el mundo quiere muchas veces. el mundo le tira piedras a los cristianos porque no apoyamos ciertas prácticas en que ellos están metidos y dicen que somos altaneros, somos farisaicos, que juzgamos a la gente.

Y mire, el diablo siempre va a acusar. Olvídese de eso.

No se deje intimidar. Hay una campaña de intimidación sobre los cristianos para que nos dejemos sobornar emocionalmente y que nos metamos en las tonterías que ellos... que es lo que está causando precisamente sus problemas y su destrucción. El ataque del diablo sobre nuestra cultura. Tantos problemas que tiene esta cultura.

¿Y qué pasa muchas veces? Qué el mundo viene entonces a la iglesia para que la iglesia resuelva los problemas. Para que la iglesia se meta en los problemas del mundo, no sabiendo muchas veces que ellos son los que nos han causado los problemas y tenemos entonces nosotros que venir a resolvérselos.

Es un balance. ¿Ve? Es una línea muy delicada.

Aquí tenemos a Joram invitando a Josafat a meterse en esta campaña con este rey, que se ha revelado contra ellos. Y a mí me impresiona la expresión de Josafat que de hecho cuando el rey Acab, papá de Joram, lo invitó a otra campaña militar años anteriores a ese contra Ramot de Galaad, otra nación de Siria. Es una ciudad grande de Siria.

Y cuando llamó a Josafat para invitarlo a esa guerra la respuesta de Josafat fue la misma que le dijo ahora a su hijo años después: "Mi pueblo como tu pueblo y mis caballos como los tuyos".

¿Qué quiso decir Josafat con esto? Quiso decir '¡Hey! Yo soy tan hombre y tan macho como tú. ¡Claro que sí! ¿Tú vas a ir a la guerra? Pues olvídate; que yo también. Mete mano que yo voy a estar detrás de ti, yo voy a hacer lo mismo'.

Esa es la versión Miranda de la Escritura.

Pero, hermanos, ¿qué nos indica eso? Que en Josafat había una cierta inseguridad. Él quería compararse con Joram.

Y yo he tratado de meterme en la psicología de Josafat para entender qué resortes lo movían a responder de esa manera y la verdad es que me reconocí a mi mismo dentro de eso.

Porque ¿cuántos de nosotros los cristianos queremos que el mundo nos vea como "cool"? Como ¿saben qué? Yo soy tan simpático, tan gozador como cualquier otro y puedo bailar el tango como cualquier otro más del mundo y puedo hacer cualquier cosa que los demás hacen. Yo no soy de esos evangélicos por ahí agrios y santurrones. ¡No! Yo soy un evangélico liberado, yo soy un evangélico simpático.

Y ¿cuántos de nosotros nos dejamos sobornar por el mundo? ¿Y tratamos de probar: 'No, yo soy evangélico, pero no te preocupes yo tengo mis momentos de liberarme un poco?' Y a veces creemos que con eso vamos a atraer al mundo. Pero ¿saben qué? eso no funciona así. Yo nunca puedo ser más ágil y más desarrollado en la publicidad cristiana que Dios mismo. Y Dios ha dicho claramente que no podemos andar en yugo desigual con los incrédulos.

Yo creo que nosotros como cristianos tenemos que estar seguros en lo que Dios nos ha dicho. Yo no puedo estar con esa inseguridad de "quiero que el mundo me apruebe, que yo le guste al mundo, que el mundo diga que yo soy buena gente".

Mire, el mundo no va a decir eso porque la Biblia es bien clara. Dice que 'las tinieblas no aman'. Los hombres no aman la luz porque le muestra sus malas acciones. Usted no se va a ganar el mundo tratando de mostrar simplemente una cara simpática. No es que muestre lo contrario. Pero usted va a ganarse el mundo por la presencia hermosa de Dios en su vida.

Usted se va a ganar el mundo, cuando la gente vea algo diferente en usted. Cuando vea el fruto del espíritu santo en su vida, cuando vea la armonía en su hogar, cuando vea el orden en su casa, cuando vea su carácter: integro y bondadoso.

La Biblia dice, 'vuestra gentileza sea conocida de todos'. ¿Sabe lo que toca al mundo cuando ve a una persona con el carácter de Jesucristo? ¿Cuando ve a una persona amable, bondadosa, generosa, transparente? No anda por allí juzgando a la gente, ni diciendo 'yo soy mejor que nadie'. No.

Dice, 'mira yo soy un pecador como tú. Pero Cristo me ha sanado y tengo la gracia de Dios en mí y la misma misericordia que yo he recibido tú también la puedes recibir. Y la misma palabra que a mi me fortalece cuando estoy pasando por crisis, esa misma palabra te puede ayudar a ti también’.

‘¿Sabes qué? Yo también tengo mis pruebas, yo también tengo mis luchas económicas. Sí, yo también. Mi familia no es ciento por ciento perfecta. Pero yo tengo los recursos del Cielo que me ayudan y me bendicen y estoy creciendo y estoy aprendiendo. Estoy cada día más cerca a Cristo’.

Y cuando la gente ve esa presencia de Dios, cuando ve el Shalom de Dios en tu vida, en tu casa, en tu economía, en tu forma de ser, en tus relaciones con los demás, en tu vida espiritual que te da paz y confianza y esperanza, ellos dicen "¿sabes qué? yo quiero eso también".

Pero no es esa simpatía artificial que trata de compararse con el mundo y hacer como el mundo hace y evitar todo lo que pueda traer controversia.

Hoy en día aquí en Norteamérica, sobre todo los evangélicos y tengo que decir desgraciadamente donde quiera se cuecen habas, donde quiera hay problemas... pero el mundo anglosajón y en otros sectores de Norteamérica yo veo un sector de los evangélicos norteamericanos tratando, teniendo miedo de que el mundo no nos vea como más justos o más -como dijera yo- más farisaicos de lo que debemos ser.

Y quitamos el nombre de Cristo de los nombres de nuestras iglesias, los sermones los editamos para que haya nada controversial cuando vienen los buscadores y los visitantes a la iglesia. Quitamos todo lo que pueda ser controversial, todo lo que pueda ser enfrentador, todo lo que pueda traer incomodidad a la gente y predicamos un evangelio sanitizado. Es un evangelio higiénico, pero un evangelio que no tiene vida porque también así como quitamos una cosa quitamos la otra.

Con la controversia también se van las vitaminas y contristamos el espíritu de Dios porque estamos tratando de agradar más al hombre que a Dios. Y solamente cuando nosotros tenemos la bendición de Dios es que el mundo va a ser confrontado.

Porque dice la Palabra que "no es con espada ni con ejército sino con mi espíritu" dice el Señor. Amén.

La Biblia dice en su palabra que las 'armas de nuestra milicia no son carnales sino que poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas'.

Al mundo no se le va a ganar con técnicas de publicidad de Madison Avenue o donde quiera que estén hoy en día las compañías de publicidad. En un tiempo era en Madison Avenue, hoy en día será en otra parte. No la vamos a ganar así. El mundo se va a ganar con armas espirituales, con la presencia de Dios en nuestras vidas.

Con una iglesia que haya abierto espacio para que el Espíritu Santo more en ella. Una iglesia que se purifique, que se santifique, que este buscando, que tenga misericordia, amor, paz, gozo. El fruto del espíritu Santo y la santidad que conviene a la casa de Dios.

Por eso, hermanos, Dios nos está llamando. Purifiquémonos, santifiquémonos. Y hay muchos ángulos acerca de este pasaje. Pero uno de estos es este asunto de que hay que tener cuidado cuando el mundo te invita a participar en sus asuntos porque se ha metido en líos. No vengas tú por simplemente ganártelo.

Yo creo que Josafat, uno se pregunta, ¿qué hacía un hombre tan piadoso como Josafat metiéndose todo el tiempo con esta gente? Y en parte yo creo que Josafat quería evangelizar a esta gente. Josafat pensó quizás "mira esta dos naciones hermanas han estado sesenta años en guerra desde que Salomón murió.

Y. ¡guau! Que oportunidad ahora de sanar la brecha entre estas dos naciones y volver a establecer unidad y tanta guerra que ha habido entre nosotros. ¡Cuánto dinero se podría economizar para obras sociales, etc.! Pero ¿saben qué? No era la voluntad de Dios. Porque esta gente estaba ya empedernida, estaba ya comprometida.

Y ¿saben qué? yo veo, hermanos, que una nación, una sociedad hay dicho "¿saben qué? Yo no voy a hacer trato con Dios"- Hay momentos en que el hombre se empecina tanto ya en un derrotero que ya nada lo puede apartar.

Y a veces yo veo que esta cultura está tan empedernida y tan segura de sí misma y tan metida allá en sus pasiones y sus adicciones que yo creo que es muy difícil. Ahora tenemos que seguir tratando, pero que tenemos que saber también que tenemos que cuidarnos y manejar ese trato con suma cautela.

Hay un pasaje que no recuerdo ahora la expresión exacta, creo que es el Apóstol Pedro que dice que 'hay gente que nosotros tenemos que ministrarle aún mientras aborrecemos la misma ropa que tienen puesta'. Búsquelo allí, suena difícil pero yo sé que está ahí.

Y así pasa muchas veces, este mundo está corrompido, corrupto y nosotros tenemos que tener cuidado como nos involucramos en él porque queremos ganarlo pero muchas veces ese mundo nos mete una llave de jiujitsu y nos dice "vengan, vengan, vamos a dejarlos que trabajen con nosotros" pero es para cooptarnos y arroparnos a nosotros y cambiar nuestra manera de ser y tenemos que tener cuidado.

Es decir, yo no tengo una respuesta ciento por ciento clara. Es una tensión porque nosotros trabajamos, muchos de nosotros somos trabajadores sociales, maestros, estamos en el mundo de negocios, hay abogados, hay gente que tienen pequeños negocios, etc. Y nuestro trabajo nos mete en esa tensión y tenemos que estar allí, pero tenemos que caminar con mucho cuidado. Tenemos que pedirle al Señor que nos de sabiduría.

¿Dónde está el balance? Y cada situación va a ser diferente, cada persona, cada momento, cada institución, cada posibilidad va a traer sus propias dificultades.

Este es un tiempo para que el pueblo de Dios le pida a Dios mucha sabiduría, mucho discernimiento para saber como caminar entre una generación como dice 'maligna y perversa'.

Eso no lo digo yo, de paso, eso lo dice la Palabra del Señor.

No es que yo... el café estaba amargo esta mañana, no. Es que eso es lo que dice la Palabra del Señor. Nosotros hemos tratado de sanear el vocabulario de la Palabra y desde luego no podemos. Es bien claro, hermanos, y es lo que dice la Palabra del Señor.

Tenemos que pedirle, "Padre, dame sabiduría".

Este es un tiempo para que el pueblo de Dios estudie la Palabra del Señor, conozca la Biblia. Son tiempos peligrosos, son tiempos en que usted a veces escucha un hombre de Dios, una mujer de Dios que ama a Dios y que Dios lo usa en muchas maneras pero hay semillas, hay raíces de amargura en su predicación o en su estilo ministerial o en su vida. Y uno tiene que pedirle "Señor, dame discernimiento. Ayúdame a saber como separar una cosa de la otra".

Hoy en día estamos en tiempos peligrosos, peligrosos y solamente el conocimiento de la Palabra de Dios y el discernimiento que sólo el Espíritu Santo puede poner en tu vida te va a enseñar como resolver las tensiones, los peligros, las ambigüedades que vivir en este Siglo XXI le plantea al hijo y a la hija de Dios.

Y por eso es que no podemos ser cristianos domingueros solamente. Usted tiene que estudiar su Palabra, tiene que conocer la Palabra de Dios, tiene que orar.

Dice la Biblia que "llegarán tiempos en que si no fueran acortados, ni aún los escogidos se salvarían" y yo no dudaría de que ya hayamos entrado en esos tiempos y necesitamos saber como balancear, como relacionarnos con el mundo, como mantener la santidad conveniente a Dios y como también ser luz en el mundo y una presencia salutífera. Una presencia sanadora en el mundo en que nos movemos.

Una cosa que el mundo hace es lo que vemos aquí que nos invita a pelear sus batallas y entonces quiere decirnos como es que tenemos que pelearlas y la metodología que tenemos que usar.

Aquí dice que una vez que Josafat le dice 'mis caballos como los tuyos' y entonces le pregunta a Joram '¿por que camino iremos?' y él respondió 'por el camino del desierto de Edom'.

Leyendo algunos comentarios me dio cuenta que muchos escritores e interpretes de este pasaje piensan que fue Joram quien le preguntó a Josafat por qué camino debían ir.

Conociendo bien y estudiando bien la vida de Josafat a través de estos últimos meses y viendo la ambigüedad gramatical que hay aquí, no está claro si fue Joram quien le preguntó a Josafat o Josafat quien le preguntó a Joram '¿por que camino iremos?'

Yo pienso personalmente, y de nuevo, usted quizás piense diferente, que fue Josafat quien le preguntó a Joram '¿por que camino iremos?' y Joram le dijo 'por el camino de Edom'. Ve que aquí dice "él" y "él". No sabemos cual fue el que le preguntó a quien y eso... la ambigüedad se transmite también en el mismo hebreo original. Entonces ¿por qué yo creo eso?

Porque en otra ocasión cuando el rey Acab le pide a Josafat que vaya con él a otra campaña que era contraria a la voluntad de Dios y Acab le da instrucciones a Josafat de que deben hacer cuando entren a la batalla y Josafat muy mansamente y muy tontamente se deja llevar por la sugerencia del rey Acab.

¿Ustedes recuerdan? Acab le dice a Josafat "bueno Josafat cuando entremos a la batalla yo me voy a disfrazar y tú vístete con tus ropas de rey". Óigame, "hello?" como dicen en inglés. Acab muy inocentemente dice yo me voy a disfrazar para que no me reconozcan pero tú vístete como rey para que te identifiquen y ponte aquí un blanco bien grande que diga "Rey. Dispárenme".

Y, ¿qué hace Josafat muy mansamente? Dice "Okay, está bien". Entra en este plan tan maléfico del rey Acab y ¿qué pasa? cuando entran a la guerra, claro que sí enseguida ven a Josafat con todo su atuendo y sus joyas que es el Rey y "vamos a atacarlo a él porque es el rey". El rey enemigo había dicho "no vayan contra nadie sino contra Acab, solamente" y cuando lo vieron vestido a él de rey dijeron "Bueno este es el rey Acab vamos a tirarle a él".

Y ¿qué pasó? casi matan al pobre Josafat.

Dice la Biblia que 'Josafat en su premura clamó al Señor y Dios lo libertó e hizo que milagrosamente los arqueros se alejaran de él y se fueran en contra de otros'.

Porque cuando el justo, aún cuando se equivoca clama a Dios, Dios tiene misericordia de él, hermanos. Es una gran lección.

Si nosotros nos hemos ido detrás del mundo, si hemos hecho errores, si hemos cometido errores, hermanos, hay lugar para arrepentimiento y Dios es misericordioso.

Gracias a Dios que Dios no nos juzga solamente como nosotros obramos. Porque si no ¿quién podría sostenerse? dice la Palabra del Señor. Dios tiene misericordia de nosotros.

Pero mi punto es que Josafat una y otra vez se dejaba gobernar, controlar y que la metodología de las batallas que él emprendía, él dejaba que el mundo se las definiera en vez de él. Y ese mundo que representan Acab y Joram es un mundo que no tiene la bendición de Dios.

Es más tiene la maldición y el juicio de Dios contra él. Acab tenía la maldición de Dios sobre su vida. Y de hecho en esa batalla, de la cual -no esta sino la otra que yo acabo de mencionar- donde Acab hace todo lo posible por disfrazarse y toma todas las medidas posibles para que no conocieran que él era el rey de Israel y

Dios había mandado un espíritu de mentira para destruir a Acaba en esa batalla. Muy larga y quizás yo continúe esto el próximo domingo.

Pero el punto es este: dice la Biblia que, "un arquero tiró un flechazo al azar, sin saber -en las guerras se usaba eso, los arqueros simplemente tiraban sus flechas y caían al otro lado, donde quiera que fuera y al que le diera ese era ... tenía un dolor de cabeza ese día- el caso es que ese arquero tiró la flecha al azar; Acab estaba armado hasta los dientes y con todos sus collares y con todas sus armaduras y dice que la flecha esa ciega lo penetró exactamente en el único lugar donde lo podía meter entre por aquí por el costado, donde la armadura tenía un poquito de abertura.

La flecha lo encontró ciegamente porque iba dirigida por el espíritu de Dios contra este rey que era un rey maligno y que Dios había declarado el ajusticiamiento de él. Porque la justicia de Dios estaba contra Acab.

Y, hermanos, lo último porque ya veo que, óyeme, yo predico demasiado largo.

Miren, los hermanos norteamericanos ya están viniendo, yo aquí todavía estoy comenzando mi sermón. ¡No se asusten, no! El hermano Gregory es mucho más sabio que yo en eso. Pero, no parece que no, Okay, puedo seguir entonces.

Hermanos, el punto es: el juicio de Dios está determinado sobre los impíos. El juicio de Dios está determinado sobre los que no buscan del Señor. El hombre, la mujer que no está en paz con Dios no tiene la protección divina, solo tiene el juicio divino, sólo tiene la guerra de los demonios.

El Espíritu del mal es una realidad en este mundo. El espíritu diabólico está suelto en este mundo y el que no tiene a Cristo en su corazón no tiene protección. Al contrario tiene la ira de Dios contra él o contra ella.

Si tú no estás en Cristo Jesús desgraciadamente, hermano, tú podrás ser muy bien intencionado pero la protección divina no puede estar sobre tu vida, sino que vas a tener juicio.

Lo que tú emprendas no te va a ir bien por más medidas que tú tomes, por más precauciones, por más esfuerzos por protegerte, por más... dice la Palabra que 'Si Jehová no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican'. Dice que 'Si Jehová no vela sobre la ciudad, en vano vela la guardia'.

El mundo está condenando al fracaso, todos sus esfuerzos, todas sus inversiones, todos sus programas sociales, todos sus avances científicos, todas sus investigaciones sociológicas y psicoanalíticas a la larga van a ser espada botas que no van a poder hacer mella contra la destrucción y el disfuncional ismo y el deterioro natural del cosmos de la naturaleza.

Solamente cuando tenemos el espíritu de Dios podemos contrarrestar las obras del pecado y el daño que hace el pecado en el mundo. Y entonces cuando nosotros nos metemos a participar con el mundo y el mundo nos dice el camino por donde debemos ir, ¿ve? aquí ahora estoy empatando.

Porque cuando Josafat le pregunta '¿por donde iremos?' 'Ah, vamos por el camino de Edom', por el desierto. El mundo te lleva por caminos de desierto y de muerte. El mundo te lleva por caminos creyendo que es el lugar más estratégico, es el mejor camino pero cuando estés metido allí te va a faltar el agua como le faltó a Josafat y te vas a ver en aprietos.

No permitas que el mundo defina la manera en que quieran que tú vives, no permitas que el mundo defina la metodología que tú adoptes para pelear las batallas de tu vida. No permitas que el mundo te contamine con su forma de razonar, el mundo solo conoce la razón, el intelecto, la ciencia. Pero esas armas nunca fueron lo suficiente para depararle al hombre, a la mujer sabiduría y felicidad.

Solamente la palabra de Dios, el temor de Dios y el Espíritu Santo.

El mundo dice "vamos por el desierto, vamos por Edom", el camino del mundo. Edom representa el mundo, búsquelo en la Escritura. No tengo tiempo para desarrollarlo. Pero el mundo dice "ven, coopera conmigo, ayúdame en este problema que tengo", pero dice: "no menciones a Cristo, no hables de la cruz, no hables de santidad, no hables de pureza sexual porque yo no quiero saber de eso, eso no es para mi. Si tú quieres ayudar, ayúdame con las armas que yo te permito".

Y nosotros muchas veces, tontamente, nos dejamos engatusar por ese espíritu y terminamos en el desierto. Terminamos dando vuelta en el desierto como esta gente y solo la presencia de Dios nos puede sacar adelante.

Gracias a Dios que Josafat a pesar de su error a tiempo dijo 'caramba, ¿hay alguien aquí en este desierto que tenga palabra de Dios que nos diga qué tenemos que hacer?' y ahí estaba Eliseo. Y Eliseo se acercó y el espíritu profético vino sobre Eliseo y Eliseo dio la palabra milagrosa.

Y esa batalla se ganó no porque el ejército tuviera buena estrategia sino porque Dios en su misericordia intervino y con una estrategia sobrenatural trajo la victoria. Nuestra batalla es sobrenatural, nuestras armas son sobrenaturales. Si vamos a sanar a nuestros hijos será con armas sobrenaturales, si vamos a sanar nuestros matrimonios será con armas sobrenaturales, si vamos a sanar nuestra economía es con armas sobrenaturales. Si vamos a sanar las heridas de nuestras emociones, las distorsiones de nuestra personalidad, las heridas que el mundo nos ha hecho va a ser con la intervención del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Porque sepamos a donde ir para pedir una intervención directa del espíritu de Dios en nuestras vidas. Vamos a necesitar el espíritu profético que Eliseo encarnaba para dijera "esta es la palabra de Dios", esta es la estrategia de Dios, esto es lo que Dios quiere que tú hagas.

Hermanos, quiera el Señor que nosotros seamos un pueblo, un pueblo que busquemos donde tenemos que buscar, que nuestras resoluciones vengan de la Palabra del Señor; que nosotros digamos "No, yo lo siento mucho. Yo te amo, pero mira yo estoy casado con este libro, yo lo siento. Yo quisiera decirte que lo que estás haciendo está bien, pero, mira, yo me ciño a esta Biblia que me juzga a mi primero y que me dice lo que yo tengo que hacer".

Nosotros tenemos que usar la metodología de la palabra de Dios. No nos casemos con el mundo, no nos dejemos intimidar.

I want to challenge you this morning, too. Put your faith on the Lord, put your eyes on the Lord, put your brain and your intellect on the Lord. Seek the methodology of the Kingdom of God. Seek the guidance, seek the counsel, seek the reasoning of the domain of the Spirit.

Young people, particularly now that you're struggling and you're fighting in a very difficult cultural context, I urge you in the name of Jesus Christ renew your vow of holiness for the Lord and say to yourself: 'Do you know what? I'm not going to try to please the world. I'm not going to try to win the world over by showing that I'm a nice guy, that I'm a nice girl. I'm going to be who I am and I'm not going to be judging people or walking around as if I'm holier than thou.

But I'm going to stand my ground, I'm going to be my own man, my own woman and I'm going to just be a Christian and I'm going to walk according to the word of the Lord. If they don't like it, you know, I'm so sorry. I wish I would have good relationships but too bad, I'm not going to sacrifice my relationship with God to please man.

No estamos aquí para agradar al hombre, estamos aquí para agradar al Señor. Dios te dará gracia y Dios te bendecirá. Pongámonos de pie, hermanos. Let's stand. Vamos a ponernos de pie, hermanos.

Hoy el Señor nos llama 'No camines por el camino de Edom'.

Hay dos aguas, agua de vida y agua de muerte. El agua que Dios deparó a Eliseo -no tuve tiempo para desarrollar eso- el agua milagrosa que vino para sanar la sed de estos ejércitos terminó siendo un tropezadero para el otro ejército y la razón de su derrota.

Porque las armas de Dios son filo de doble espada. Si tú las recibes, si te dejas ministrar por ellas por ellas te bendicen, sino que maldicen.

La palabra de Dios es bendición para los que la reciben y maldición para los que la rechazan.

Nosotros queremos estar del lado correcto.

Yo te invito en esta mañana en el nombre de Jesús: si tú no has entregado tu vida a Jesucristo, yo te pido que en esta mañana tú des un paso de fe en tu espíritu y tú digas "Señor, yo necesito esa agua que solo Tú puedes dar. Cuando yo camine en el desierto, yo quiero estar cerca de esa fuente. Esa fuente de agua que es la que yo necesito para salir adelante".

Y si tú no has dado ese paso de fe todavía, y no has entregado tu vida a Jesucristo yo quiero invitarte antes de que salgas de aquí en esta mañana a dar ese paso de fe, mi hermano, mi hermana y a poner tu vida en las manos de Cristo Jesús.

Si tú estás en un desierto como nosotros lo estuvimos, sin Cristo, sé como Josafat, humíllate, humíllate y di "Yo quiero, yo quiero la intervención de Dios en mi vida. Yo quiero ir a la fuente de las aguas".

El Señor Jesucristo lo ha dicho "Yo soy el agua de vida. El que toma de mi no tendrá sed jamás, jamás. El que toma del agua que yo le daré no tendrá sed".

Así que Cristo te invita y se invita a tu vida esta mañana. Yo quiero asegurarme que todos los que estén aquí han dado ese paso de fe y han entregado su vida a Jesús. Y si no lo has hecho, hermano, hermana, yo quiero invitarte a que levantes tu mano y yo quiero orar por ti.

Quiero preguntar si hay alguien aquí que no ha dado ese paso de fe todavía y no ha entregado su vida a Jesús. Yo quiero invitarte a que lo hagas. ¿Habrá alguien que no lo ha hecho todavía y que quiera decir "Señor yo te recibo hoy como mi Señor y Salvador?" ¿Habrá alguien?

Voy a dar un momentito más para que tengas tiempo para pensar si eres una de esas personas que necesitas dar ese paso.

¿Habrá alguien que no habrá entregado su vida a Jesús todavía? Te invito a levantar tu mano. Queremos orar por ti. Amén. Si no hay nadie, gloria a Dios.

Yo asumo que todos estamos claros, estamos metidos bien, bien adentro de esa agua de vida que es Cristo Jesús. Vamos a bajar nuestras cabezas.

Padre, que Tu Palabra en esta mañana haga impacto en nuestros corazones. Queremos ser hombres y mujeres que te agraden, Señor. Queremos ser gente comprometida contigo. Gente claramente definida, gente dispuesta a pagar el precio. Gente que estamos tan seguros en Ti que aunque el mundo nos critique y nos sintamos a veces solitarios y enajenados... podamos encontrar paz y podamos encontrar satisfacción porque tenemos tu sonrisa, tenemos tu mirada aprobadora, Padre.

Tenemos tu corazón de Padre que nos bendice y nos sella y nos adopta.

¡Oh, Señor! Hay hambre y sed en nosotros de serte un pueblo agradable y de ser un pueblo que traiga una sonrisa a tus labios y a tu corazón de Padre. Conságranos, Señor, séllanos. Santifícanos. Quita todo lo que no sea de ti Padre.

Sana toda división en nuestra mente, nuestro espíritu. Todo doble ánimo, Señor, toda indefinición y haznos un pueblo resuelto, comprometido, Señor. Claro, en que hemos muerto y estamos escondidos. Nuestra vida está escondida con Cristo Jesús en los lugares celestiales.

Ese es nuestro deseo, Señor. Santifícanos y purifícanos y cúbrenos ¡oh, Dios! Cúbrenos de los ataques del enemigo y de las tentaciones de este mundo.

Yo bendigo este pueblo, Padre y lo declaro sellado. Tu Palabra sellada en sus corazones y dotado con una doble porción de tu gracia, Padre, para ser testigos efectivos allá en el mundo del amor y la gracia de Cristo Jesús.

Te adoramos y te bendecimos. Gracias Señor. Amén. Denle un gran aplauso al Señor en esta mañana. Gloria al nombre de Jesús.

El aceite de la viuda

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Segundo de Reyes, Capítulo 4. Hablando de Fe, hablando del Dios proveedor. El Señor impresionó mi espíritu con este pasaje. Precisamente esta mañana mientras oraba a Dios para buscar su bendición en el servicio de hoy y coincide muy bien con los temas que hemos estado tratando, que es el tema de la Fe este año.

Por lo menos mis sermones y yo sé que mis hermanos Pastores -que han estado predicando también- han estado encajando en este tema de Fe. Porque este es un año de Fe, este es un año para creerle al Señor, para saber que Dios es más poderoso que las circunstancias, que Dios es más poderoso aún que nuestra incapacidad, nuestros errores, nuestros defectos, nuestros pecados. La Fe vence, la Fe hace que se muevan montañas, la Fe quita los obstáculos, la Fe es la gasolina que hace posible el mover el vehículo del hijo o la hija de Dios.

¡Qué bien me salió eso! Diga Amén, aunque no sepa lo que dije allí.

La Fe es el combustible, la Fe es lo que hace posible todo lo demás. Está la Biblia, está el sistema de alabanza de la Iglesia, están los programas de la Congregación, están las declaraciones de Dios en su Palabra y las promesas para sus hijos. Todo eso es como un carro, es como el gear, los asientos, el motor, la transmisión, el muffler del carro y todos los demás componentes de un carro.

¿Pero qué pasa si usted no tiene gasolina en el carro? ¿A cuántos les ha pasado que se han quedado sin gasolina alguna vez? Admítalo. A mí me ha pasado por lo menos una vez en mi vida, si fuera honesto tendría que añadir 'muchas veces más que eso'.

Pero, en otras palabras, la gasolina es lo que moviliza, capacita que las partes del carro que son potencialidad se conviertan en actualidad, que se puedan mover, que puedan actualizarse. Y así pasa. Las promesas de Dios, están aquí. Las declaraciones eternas de Dios están aquí. Los derechos del hijo o de la hija de Dios están aquí.

Pero si nosotros no los activamos por medio de nuestra fe se quedan como el carro... parados. Hay gente que tienen un carro bellísimo pero lo tienen en la marquesina en el garaje y de ahí no se mueve, cogiendo polvo.

Hace poco salió una noticia en Londres, un médico se murió -ya anciano- y cuando los descendientes de él fueron a limpiar el garaje -que estaba lleno de cachivaches y todo eso- descubrieron un carro que valía como 5 millones de dólares, una antigüedad. Creo que era un modelo de Rolls Royce muy antiguo, como de los años 30 por ahí… 37… 40, por ahí. Muy antiguo, en impecables condiciones, pero lleno de polvo. Y cuando lo llevaron a la subasta 4 millones y pico de dólares consiguió. Pero este hombre lo tenía allí metido en el garaje, no lo usó.

¿Y qué pasa muchas veces? ¿Que así pasa con nuestra Fe y con las promesas de Dios? Están allí encerradas, pero muchos de nosotros ni siquiera leemos la Biblia a veces y si la leemos, la leemos en una forma pasiva en vez de entrar en lucha con ella y sacarle sus nutrientes y ponerlos en práctica.

Y la fe es lo que hace posible que se mueva el vehículo de Dios, el creerle a Dios, el ponerle pies y manos y acción a las promesas de Dios, a la Palabra de Dios. Por eso tenemos que decir: "Señor, activa mi Fe. Hazme cada día un hombre, una mujer de fe, que se atreva y que ponga en movimiento la maquinaria de Dios".

Es creerle a Dios, es atreverse, es dar un paso en el nombre de Jesús y creer que lo que Dios ha prometido se va a actualizar en mi vida. Por eso cuando Dios te dice: "Dame en el nombre de mi nombre y yo te bendeciré." Tú tienes que actuar en fe y hacerlo y Dios te ha de bendecir.

Aquí hay un caso muy parecido a este caso, que nos muestra la fidelidad de Dios.

Por eso -de nuevo- estamos queriendo enriquecer el concepto de Fe que tenemos y por eso quiero discutir este pasaje que incorpora algunos de esos elementos de Fe que nos van a ayudar a ser gente, precisamente, de Fe.

Capítulo 4, Versículo 1 dice, "una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo" -digan todos 'clamó', muy importante. Clamar al Señor en nuestro tiempo de necesidad. "Clamó a Eliseo" -hay está Fe, se requiere Fe para uno clamarle a Dios.

Y clamar no es una palabra cualquiera ¿verdad? Clamar es una palabra intensa, urgente, deliberada, agresiva. Muchas de nuestras oraciones son oraciones pasivas, genéricas, generales, ahí de paso, rápido porque tenemos otras cosas más importantes que hacer.

Pero clamar es gritarle a Dios como Bartimeo le clamó a Jesús cuando Él pasaba cerca de él y dijo: "Jesús, Señor, hijo de David, ten misericordia de mí".

Es clamarle a Dios, es atreverse uno, es llevar la petición al rojo vivo.

Es la petición del amigo a media noche -que también discutimos- que con la urgencia que tiene de no quedar en vergüenza con sus visitantes, le toca y le toca ahí a su vecino para que le de esa tacita de azúcar que necesita y esas tres cucharaditas de café para darle a la gente que ha llegado imprevistamente.

Es la fe de la mujer siro-fenicia que le clama al Señor, que le dice, "Señor mi hija está gravemente atormentada por un demonio" y que no se da por vencida cuando el Señor le dice "¿Sabes qué? No tengo tiempo, ese es no es mi llamado. Yo tengo que primero atender a los judíos y quizás más adelante tenga tiempo para los gentiles" y ella le dice "No, Señor, aún los gentiles tienen derecho a comer de las migajas que caen de la mesa" y el Señor dice "Mujer, grande es tu fe "por esa palabra, tu hija es..."

Es la fe de la mujer con el flujo de sangre que toca el manto de Jesús y ese tocar constituyó un clamor también implícito, silencioso pero físicamente muy poderoso y les robó poder a Jesús y también ella se fue con su milagro.

Discutimos eso. ¿Recuerdan también? ¿Cuántos recuerdan ese tiempo, verdad?

Es la fe de los amigos que traen a su amigo paralítico en su lecho y rompen el techo y bajan al pobre hombre este y se lo presentan allí a Jesús y le dicen "Vamos a ver que tú vas a hacer con él ahora aquí. No tienes escapatoria. Está llena de gente la casa. Tienes que hacer algo."

Y el Señor movido por la fe de ellos dice "Sanó al amigo" y el hombre se fue con su camilla a cuestas que antes lo sostenía a él y ahora él la sostiene a ella. Porque hay clamor, ¿no?

"Ella clamó a Eliseo diciendo, 'Tu siervo, mi marido, ha muerto y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová"'. Note "tu siervo" dos veces. "Qué tu siervo era temeroso de Jehová y ha venido el acreedor"...

¿Quién es el acreedor? Es la persona que viene a cobrarte a ti, no el que cree, es el que cree que tú le debes dinero y viene a pedirte ese dinero. Hay una diferencia entre acreedor y creyente muy grande. Un par de letras pero hacen todo un mundo de diferencia.

Dice "Ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos". Este acreedor no era fácil. Él quiere llevarse dos hijos de esta pobre mujer como esclavos por lo que le debían. "Y Eliseo le dijo: '¿Qué te haré yo?'"

Recuerdan esa pregunta cuando viene Bartimeo a Jesús con el bastón... el pobre hombre viene con el bastón... evidentemente está ciego y el Señor le dice, "¿qué tú quieres que yo te haga?" Y Bartimeo le dice, "qué me sanes, que me des la vista". Gracias a Dios que fue mas respetuoso que eso. Le dijo, "Señor, que recobre la vista". Se lo dijo humildemente. ¿Por qué le preguntó Jesús '¿qué quieres que te haga?'?. Porque al Señor le gusta oír de nuestra boca lo que nosotros necesitamos.

Eso es un principio que uno ve una y otra vez en la palabra.

El Apóstol -creo que Santiago- dice, "¿por qué no recibís? Porque no pedís". Porque no piden, no reciben. Hay que pedirle al Señor y hay que ser específico, hay que ser claro, hay que describir la necesidad y hay que describir lo que nosotros queremos con lujo de detalles; nombre y apellido. A Dios le gusta que nosotros nos expresemos.

Él sabe, pero hermano, si usted no clama, si usted no ora, si usted no toma tiempo para definir sus necesidades, no espere que recibirá cosa alguna del Señor. A veces Dios en su misericordia nos da algo pero ya cuando llegamos a la madurez, Él espera que nos comportemos como gente madura y que presentemos al Señor nuestras necesidades.

Entonces... ella... "¿Qué quieres, qué necesitas, qué te haré yo? Declárame que tienes en casa". ¡Guau! Hay mucha tela que cortar allí. ... y ella dijo: "Tu sierva ninguna cosas tiene en casa".

¡Qué triste hubiera sido si ella se hubiera quedado allí! Pero en el momento se le prendió la bombilla, "pero una cosa ti tengo, una vasija de aceite". ¿Ve lo reveladora que es la palabra del Señor? “Ella añadió, 'no tengo nada en mi casa sino una vasija de aceite.’ Y Él le dijo, "ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos. Vasijas vacías, no pocas".

Hay mucho allí de instrucción específica, ¿no? "Entra luego, enciérrate tú y tus hijos y echa en todas las vasijas y cuando una esté llena ponla aparte".

Yo me imagino a esta señora tomando nota... busquen un papel, allí rápido, mientras Eliseo le decía. “Okay, tengo que hacer esto, tengo que buscar vasijas de los vecinos, llenarlas todas, encerrarme con mis hijos y cuando una esté llena ponerla aparte".

Una serie de instrucciones especificas. "Y cuando una esté llena ponla aparte. Y se fue la mujer y cerró la puerta, encerrándose ella y sus hijos. Y ellos le traían las vasijas y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo 'Tráeme aún otras vasijas'.

La mujer estaba entusiasmada ya con lo el asunto, ¿verdad? le gustó lo que estaba pasando.

Ya estaba cobrando ahora animo ella, "Mm, me gusta esto."

Imagínense si hicieran eso con dinero. 'Búscate un dólar y dáselo y cuando ese dólar se multiplique busca otro'. Imagínese, ¡Qué lindo sería así ¿no?!

'Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo 'Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo "No hay más vasijas".

Entonces ¿qué pasó? "Cesó el aceite. Vino ella luego y lo contó al barón de Dios". Hay que testificar cuando Dios hace milagros, hay que ir. Mucha gente recibe milagros y se quedan callados y entonces se quedan ellos con el gozo y no lo comparte con otros. Si Dios hace un milagro en tu vida, mira, testifica, déjale saber a otros.

…"y volvió el barón de Dios el cual dijo "Ve y vende el aceite y paga a tus acreedores. Y tú y tus hijos vivid de lo que quede".

¡Gloria al nombre del Señor! ¡Qué lindo milagro! Este es uno de los primero milagros que hace Eliseo y yo creo que vamos a estar hablando de la vida de Eliseo en estos próximos tiempos en que yo este interviniendo. ¿Qué le paso? ¿No les gustó el mensaje? No, mentira.

Es la segunda vez que yo hago eso y la primera no me salió bien así que siéntese tranquila. El segundo milagro que registra la Biblia a cerca del Profeta Eliseo en su nuevo rol. Eliseo era aprendiz de Elías y ahora Eliseo tiene la unción de Elías. Elías ha sido tomado, Eliseo es su sucesor y comienza a registrar aquí la Biblia milagros que hace Eliseo.

Por eso les dijo que vamos a estar tratando un poco con la vida de Eliseo... porque la vida de Eliseo ejemplifica muchos de esos grandes milagros que son parte del proceso de fe y ¿cómo es qué Dios hace los milagros en nuestras vidas? ¿Cual es la dinámica?

Este pasaje si usted lo desgrana y lo desmonta en sus partes constituyentes, encierra lecciones que usted se puede llevar a la casa y aplicar en su vida y que van a hacer cosas grandes en su vida, también.

La fe de esta mujer ejemplificada en estas acciones que se dan entre ella y Eliseo son para nosotros también. Están registradas aquí porque es la manera en que Dios nos informa a nosotros y nos dice, ‘lo que le pasó a ella también te puede pasar a ti si usas los mismos principios’.

Entonces nuestra pregunta es, ¿cuales son esos principios que están encerrados allí? y el Espíritu Santo nos ilumina a través de ellos. Enfoquemos un momentito la Palabra "acreedor" o "acreedores". Esta mujer llega donde Eliseo, clama a él. Viuda... no hay social security... se acabó el social security, se acabó Medicare. No hay estampas, ni cupones, ni nada por el estilo. Ella está totalmente dependiente de la misericordia, la intervención divina.

Y vienen los acreedores que le dicen, "tu marido nos debía. La tarjeta de crédito tiene 3 mil dólares aquí la Visa y la MasterCard tiene mil quinientos y tienes que pagarnos y si no, nos vanos a llevar dos hijos tuyos.

Para mí los acreedores, representan ese aspecto duro de la vida, la vida en todo su peso en su demanda de nosotros, que nos desgasta que pide algo de nosotros. Es la parte dura de la existencia humana, es la necesidad del ser humano. Es como el amigo a media noche que llega y tiene una necesidad y que representa al hombre, la mujer en su estado de "NECESIDAD".

La vida es así, la vida es ciega en sus demandas y a la vida no le importa que tu seas joven o anciano, mujer, hombre, que te portes bien o no.

La vida viene con una enfermedad, viene con una deuda, viene con un fracaso financiero, viene con un problema familiar, matrimonial y demanda algo de ti. Demanda energía, demanda intervención de algún tipo y te dice tienes que pagarme, te estoy demandando estoy poniendo un peso sobre ti. Esa es la vida, Cristo dijo que en el mundo hallareis "aflicción". En el mundo siempre hay fricción, todo en la vida es fricción y roce, todo cuesta algo.

El dinero que necesitamos para pagar nuestras cuentas cuesta algo. Es que la vida es una acreedora increíble y la vida viene con sus demandas, viene con su peso a nosotros, viene con sus crisis a nosotros. Periódicamente van a venir diferentes tipos de situaciones. "¡Ah! que los muchachos tienen que ir a la Universidad. Tenemos que pagar y no tenemos dinero para pagarle la Universidad. Acreedores. El matrimonio se pone duro y difícil. Acreedores.

El hijo que hasta entonces era un niño obediente comienza a juntarse por allí con jovencitos de mal caminar y comienza a exhibir comportamientos que amenazan nuestro bienestar y nuestra paz, el futuro de él y son los acreedores de la vida.

Y entonces la pregunta es: ante los acreedores de la vida, cuando viene la tragedia, cuando viene la pérdida ¿Como vamos nosotros a reaccionar? ¿Cual es la alternativa, la opción que tiene el hijo de Dios para bregar con los acreedores… de la vida?

¿Qué hacemos nosotros… qué hace el ser humano cuando viene el acreedor a su vida?

Bueno muchos se lamentan y se quejan: "¿Por qué yo? ¿No habría otro por allí a quien le cayera mejor este problema?”. “¿Por qué yo? Si yo hago lo que puedo, voy a la iglesia, si yo sirvo al Señor”. “¿Por qué yo? Si yo diezmo, ¿por qué me viene este vil, que yo no esperaba?”. Nos quejamos, nos lamentamos, acusamos a Dios de no ser fiel en sus promesas. Otros nos deprimimos, otros nos llenamos de ansiedad.

Diferentes cosas podemos hacer y se nos amarga la vida. Dejamos de ir a la Iglesia, dejamos de orar, o simplemente nos ponemos la mano en la cabeza y nos escandalizamos por lo que viene y nos envenena la vida.

O… podemos hacer como hace esta mujer, que clama y va a la fuente, va a donde esta el poder, va a donde ella sabe que esta la solución. Ella va a donde esta Eliseo, que es ahora el sucesor de Elías el profeta de Dios. Eliseo representa la presencia de Dios, representa la autoridad divina. Esta mujer era en un sentido como esposa de un pastor, podíamos el equivalente, los hijos de los profetas de los cual habla aquí, era como una comunidad de siervos de Dios a los cuales Elías encabezaba.

Había algo así como una escuela de Profetas un Seminario que producía siervos de Dios, que servían recuerden un contexto donde estaba, Acab, Jezabel, Ocosias, estos reyes de Israel impíos y estos hombres servían al Señor allí.

Entonces, esta mujer viuda de un Sacerdote, no un Sacerdote oficial, sino como un profeta -podíamos decir un Pastor-, no tiene a nadie donde ir pero ella sabe que en la persona de Eliseo esta la Unción que había antes en Elías, que se la transfirió antes de ser llevado por Dios.

Así que Elías representa la presencia de Dios, Elías representa los recursos del reino de Dios. Elías representa un hombre lleno del Espíritu Santo que tiene autoridad divina para hacer transacciones en el mundo del espíritu.

Hoy nosotros gracias a Dios no necesitamos a Eliseo. Tenemos acceso al Padre a través de Cristo Jesús. Diga Amen. ‘Podemos entrar confiadamente -dice la palabra- al trono de la gracia y recibir oportuno socorro’, dice el escritor de hebreos. Nosotros no tenemos que ir hoy en día necesariamente a Eliseo.

Es bueno cuando compartimos nuestras necesidades con el Pastor, o con un hermano de la Iglesia para que nos ayude a orar y eso es bueno. Yo no estoy diciendo que no. Pero, ¿sabe qué mi hermano, mi hermana? Usted, por medio Cristo Jesús y el Espíritu Santo -que mora en usted- usted, puede ir directamente a la fuente y presentar su necesidad al padre. Usted puede clamar a Dios.

Cuando viene el problema a nuestra vida en vez de ponernos la mano en la cabeza, levantemos las manos al Dios Todopoderoso, el Dios que quiere socorrernos, quiere ayudarnos.

Hermanos, aprendamos a orar, aprendamos a clamar a Dios, aprendamos a ser gente de Oración. Yo digo siempre, que… sin embargo nosotros no debemos esperar a que tengamos al enemigo encima de nosotros para entonces clamar. No debemos esperar que tengamos el agua al cuello, para entonces buscar de Dios.

Yo les animo más bien a vivir una vida de oración continua. Una vida de higiene espiritual donde usted siempre esta trayendo sus necesidades delante de Dios y las esta haciendo proactivamente.

Ya cuando su hijo esta entrando a High School comience a Orar por la beca. Cuando él se gradúe, dentro de cuatro años, no espere que le llegue la cuenta de la Universidad para entonces decir: “¡Oh Señor, ten misericordia de mi!” Comience a Orar. Es mas, comience a Orar cuando este en el vientre y diga, “Señor, él va a ir a la Universidad”.

Mejor todavía: “Y necesito que Tú vayas preparándome ya esa beca”. O mejor todavía: “El dinero para yo mismo pagarlo”. ¿Entienden lo que quiero decir?

Tenemos que estar orando proactivamente presentando nuestras necesidades continuamente. Yo creo mucho en la oración proactiva. Yo creo mucho. No ore cuando usted tenga el problema de salud y Gloria a Dios. Si es lo único que puede hacer, hágalo en el momento, pero ore por salud en su cuerpo siempre. Bendiga su cuerpo, declare sanidad sobre su sistema conductivo, sus venas, su corazón. Declare sanidad sobre su sistema digestivo, sus huesos, declare mi cuerpo esta sano. Visualice sanidad, todos los días declare la sanidad de Dios en su vida. No espere a tener que pelear.

Ayuda mucho uno orar proactivamente. Ore por sus finanzas cada día, bendiga sus finanzas. No espere de nuevo hasta que este con el problema financiero. Pídale al Señor todos los días "Padre bendice mis finanzas. Yo declaro tu provisión”. La oración es clave el clamor a Dios.

Ahora cuando viene la necesidad cuando viene la crisis, dice la palabra, ‘por nada estéis afanosos, si no sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego delante de Dios’.

Cuando viene la necesidad, clame a Dios, en vez de afanar… Orar.

Y esto fue lo que hizo esta mujer, ella fue a la fuente, fue al profeta y le pidió. ¡Y qué lindo es su manera de presentar sus necesidades! Dice, “Tu siervo era temeroso de Jehová y a venido el acreedor para tomarse a mis hijos” ¿No? Y tu siervo mi marido ha muerto.

¿Por qué enfatiza ella "tu siervo"? Porque este no era un hombre cualquiera. Era muy importante que el profeta Eliseo supiera, que este hombre había sido fiel a Dios, que este hombre había servido fielmente a Elías como cabeza de una comunidad de Fe que servía al Señor. Entonces, ella se esta identificando y se está personalizando e individualizando ante el profeta. Le esta diciendo aquí están mis credenciales. Yo soy viuda de un hombre que sirvió al Señor.

Hermanos, qué importante es que cuando vengamos ante el Señor, tengamos autoridad; que nuestras oraciones estén respaldadas por una vida de servicio al Señor; por experiencias con Dios.

Por eso es que dice el Señor, ‘que tenemos que amontonar buenas obras en los cielos, invertir en los cielos donde el ladrón no roba, donde el oxido no corrompe las cosas’. Que nuestras vidas sean vidas de fidelidad.

Yo se que les digo no esperemos a que estén los Moros encima de nosotros para entonces convertirnos en Cristianos que vamos a la Iglesia todos los domingos. Vamos a vivir nuestra vida en la santidad del Señor, vamos a vivir nuestra vida en servicio al Señor, en obras buenas de servicio a Dios. Porque cuando venga la necesidad eso nos va a dar autoridad, seguridad para clamar delante de Dios.

Esta mujer vino y dijo, “mira este hombre servía a tu señor Elías y ahora él a muerto y vienen a tomar a sus hijos, yo soy su esposa”. Hay autoridad hermanos. Nosotros tenemos que acumular esas cosas.

No es que nuestras obras sean las que motiven a Dios. Pero es muy bueno cuando nuestra vida esta vivida en ese comportamiento, que nos da a nosotros esa seguridad de que podemos venir ante nuestro Padre Celestial. Y Él es bueno y fiel para bendecir nuestra Fe y nuestro buen comportamiento.

‘Ha venido el acreedor para tomarse sus dos hijos’, y Eliseo le dijo, “¿qué te haré yo?” De nuevo, hermanos, ahí simplemente subrayo eso. Una y otra vez el Señor pide que nosotros en nuestra vida de Fe, seamos específicos cuando le presentamos nuestras necesidades.

Simplemente digamos, ‘Señor Bendíceme’, o ‘Señor Provéeme en el nombre de Jesús Amen’.

El Señor dice: “Bueno ¿qué es lo que necesitas que yo provea?”

- ‘Una bicicleta’

- ‘Y ¿de cuantas ruedas la quieres, de dos o quieres dos chiquitas al lado porque no sabes todavía... ¿Quieres una JWIN o que marca la quieres?’ ¿No? ‘¿cuan gruesa quieres las ruedas?’.

Hay que presentarle al Señor necesidades específicas. Hay que cultivar esa seguridad de que es lo que yo quiero, que es lo que yo pido. Yo creo que muchas veces Dios aguanta sus respuestas por que Él quiere llevarnos a definir nuestras necesidades y que seamos específicos delante del Padre.

Que seamos proactivos en buscar la bendición de Dios. En presentarle lo que nosotros necesitamos. Que tomemos tiempo. Esas oraciones ahí pasadas por agua de 3 minutos mientras nos cepillamos los dientes eso tiene que pasar ya a la historia.

Los hijos de Dios tenemos que sacar tiempo para ser deliberados. Si el presidente Obama llegara a su casa, estoy seguro que usted no le diría, “mire siéntese allí que yo vengo dentro de un momentito,” y mientras esta lavando los platos habla con él, ¿verdad que no?

Dios quiere que usted sea deliberado. Saque tiempo. Levántese un poquito más temprano. Esté su mente lucida; tómese un cafecito para que esté bien clara su mente. Entonces, hable con Dios, muéstrele a Dios que usted lo toma en serio a Él. Y mire, hermano, yo le digo, ese tipo de oración hace una diferencia increíble en como usted se siente después que termina.

Entonces, “¿qué tú quieres que yo te haga? declárame qué tienes en casa”. A Dios siempre le gusta que nosotros aportemos algo. Escuche esa es una de las lecciones mas fuertes que yo le puedo dar de todo este pasaje y para su vida de fe.

Escuche esto bien: A Dios siempre le gusta que usted le de algo. Que usted invierta algo en el milagro. Nosotros tenemos a veces esta idea de nosotros mismos como esas aguiluchitas chiquititas, que viene el águila mama y le pone la comida ahí mismo en la boquita, ¿no? Y Dios quiere hombres y mujeres guerreros. Dios quiere hombres y mujeres que sean parte del milagro.

¿Por qué usted ve cuando los discípulos le dicen al Señor, “Señor no tenemos comida para darle a toda esta multitud.” El Señor les ha dicho, “denle ustedes de comer.”? El Señor dice, “vayan y vean entre la multitud qué hay,” y, cuando regresan… ¿con qué regresan? Cinco panes y dos peces.

Encontraron algo. Al Señor le gusta que usted haga algo. ¿Por qué? Porque el Señor lo toma en serio. Porque el Señor no quiere crear parásitos que siempre estén nada mas recibiendo. El Señor quiere gente de Fe, gente que ponga algo en el milagro, que se ejerciten un poquito.

Es como el padre que no quiere simplemente cuando viene el hijo, "papa, necesito 20 dólares" “Okay, toma aquí está”. “Necesito 100 dólares”. “No hay problema aquí está”.

¡No! Dice “Vete a trabajar aunque sea al supermercado y aunque sea de esos 20, gánate 5” ¿no? Para que aprenda desarrolle independencia. Nunca le de a sus hijos todo lo que le pidan, hermano, por favor. Yo sé que muchos de ustedes no tienen problema en eso.

Pero los que sí, hermano, ponga a sus hijos a hacer su parte. Porque así es que crean personalidad, independencia, solvencia, desarrollan sus dones, etc. Ayude pero no sustituya. ¡Qué bonito cayo eso! Ayude pero no sustituya. Eso es Dios. Dios siempre quiere obrar con nosotros y a través de nosotros por eso le dice, "¿qué hay en tu casa? busca algo”.

A Moisés le dice, “¿qué tienes en la mano?” “Una vara”. “Bueno ve con eso donde Faraón y yo voy a hacer un milagro a través de esa vara”. Dios siempre quiere que nosotros pongamos algo.

Si tú quieres que Dios obre en tu vida pregúntate a ti mismo ¿qué puedo yo hacer para poner a correr la maquina? ¿Qué puedo yo hacer para comenzar el proceso? Muchas veces queremos, ‘¡Oh Señor yo quiero estudiar, yo quiero sacar mi grado universitario!’.

Pero estamos ahí aplatanados viendo la televisión todos los días y no hacemos nada.

Coge el teléfono llama a la oficina de admisiones y pide que te envíen un catalogo a la casa. O ve tu mismo si no te atreves a llamar por teléfono, ve y encomiéndate a los santos y llega allí con temor y temblor y toca una puerta y dice, “¿alguien que hable español aquí?” -aunque sea. “Quiero aprender ingles,” y pregunta y busca algún papel o algo y comienza.

Y esa persona te va a decir, “bueno yo no soy la persona adecuada, pero yo se alguien aquí hay otro departamento,” y cuando vienes a ver tienes lo que necesitas.

Dios comienza a obrar en tu depósito. Hay un depósito que nosotros podemos poner siempre en nuestra vida y Dios quiere eso de tu parte. Dios quiere una acción de tu parte. Dios quiere un esfuerzo de tu parte. Por eso es que es tan importante que nosotros entendamos hermanos, que Dios no nos sustituye a nosotros.

Dios quiere bendecirnos, pero Él está diciendo, ‘okay, yo te di ya la palabra, yo prometí la bendición. Ahora toma la bendición y comienza a caminar en Fe de que yo voy a abrir el mar delante de ti.” Golpea el mar y el mar se abrirá.

Yo creo que es una de las cosas que mas necesita la comunidad latina, para poder romper la inercia del estudio y de nuestra situación económica, de nuestras familias desmembradas y quebrantadas.

¿Cómo va a salir la comunidad latina de su atolladero? ¿Cómo vamos a tener la próxima generación que sea de gran bendición? Nosotros mismos. Hay que fajarse, hay que ser gente de disciplina, hay que trabajar, hay que esforzarse, hay que creerle a Dios, hay que comenzar a ordenar la vida, hay que comenzar a hacer esfuerzos.

Si tú quieres comprar una casa no esperes que te vas a sacar la lotería y que así es que la vas a comprar. Hay mucha gente así. “Bueno quiero una casa. Yo confió voy a orarle al Señor para que me pegue la lotería. Voy a comprar dos o tres tickets en la farmacia para la lotería,” ¿no?

¡No! Mejor ponte a ahorrar y arregla tu vida financiera y cree que ese es el comienzo de la bendición de Dios. Comienza a preguntar por ahí que oportunidades hay; comienza a moverte. No, que tienes en casa, siempre hay algo en tu vida que tu tienes que con eso Dios, ese es el respaldo, la base que Dios quiere usar para apoyarse en el espíritu para de ahí entonces lanzarse en el mundo.

Mire qué interesante. ¿Por qué Dios no bajo a Jesucristo simplemente como un espíritu y tuvo que ir donde una María y pedirle permiso para usar su vientre, para que su hijo encarnara en ella y entonces comenzara a caminar sobre la tierra?

¿No ve usted allí algo de que el milagro de Dios, necesita una base humana para entrar a correr en el mundo del tiempo y del espacio? Y por eso Dios obró.

Él necesitaba una base y María era la base. Cristo era la joya y María era el engaste del anillo.

Dios siempre necesita algo de ti.

Los milagros de Dios la energía divina para correr en esta tierra necesita un conducto material, un alambre y ese alambre eres tú, ese alambre es tu fe, ese alambre es tus acciones de fe, ese alambre son tus iniciativas, tus esfuerzos. A veces torpes, inadecuados pero eso es todo lo que Dios necesita: un pequeño esfuerzo de tu parte.

El esfuerzo no será lo suficiente pero a Dios no le importa, lo que Él quiere es, "dame algo, dame una base, dame un punto de apoyo".

¿Cuántos aquí, los que son ya más avanzados en edad en nuestros países cuando no podían comprar una pelota cogían una piedra y la envolvían con hilo? No levante la mano, no tiene que levantarla, no se preocupe. Y después le pegaban esparadrapo alrededor y con eso tenían una pelota allí para jugar. No era hilo solamente, porque si hubiera sido hilo solamente no tenía la solidez... necesitaba una piedra adentro para todo lo demás alrededor.

Y yo creo que es así ¿no? El milagro de Dios es etéreo, es espiritual, es abstracto, es una esencia, una energía. Pero las energías necesitan un conducto físico para encajar.

Y es así en nuestra vida que Dios quiere hacer un milagro en tu vida pero necesita tu acción, necesita tu inversión, necesita tu vientre, necesita tu fe, necesita tu iniciativa, necesita tu esfuerzo que parecerá inadecuado pero eso es lo que Él quiere para que se cumpla la ley, por así decirlo, y que entonces venga el milagro y la acción de Dios.

Me he detenido mucho aquí. Creo que voy a redondearlo allí, me voy a quedar a mitad del sermón. Y, el Señor nos ayudará a seguir adelante en algún momento si Él quiere. Pero voy a ser prudente.

Quiero terminar señalando ese hecho, ¿no? Y quédese con eso solamente de que él dice, "¿qué tienes en casa?" Entonces ella dice, "tu sierva ninguna cosa tiene en casa".

Enfoquemos en ese asunto de que, 'okay, ¿qué puedo yo darle al Señor para que haga su milagro? ¿Qué puedo yo contribuir?

En última instancia una de las cosas que tenemos que decir es, ¿sabes qué? Mira la verdad es que yo no puedo, yo no tengo la solución. Es importante. Antes que Dios obre en nuestra vida y haga algo, yo creo que, en un sentido, en una primera etapa es decir, 'Señor, yo no puedo. Yo no tengo. Yo no soy la solución.'

Yo creo que es bueno que el hombre y la mujer de Dios sepan que, 'yo no soy la última Coca-Cola en el desierto. Yo soy débil, yo soy frágil, yo... Señor, este problema es demasiado grande para mí y la verdad es que yo no sé que hacer.' Es bueno que uno llegue a ese punto primero.

Cuando uno reconoce que una situación es muy grande, uno en vez de decir, 'No, yo puedo. Yo sé lo que tengo que hacer y yo voy a bregar con esto y alguna solución yo voy a tener'.

¡No!, diga: '¿Sabes qué, Señor? Como dijo Josafat "Señor, no sabemos que hacer y hacia Ti volvemos nuestros ojos". ¡Qué linda esa expresión!

"No sabemos que hacer y hacia Ti volvemos nuestros ojos".

Todo milagro comienza con un reconocimiento: Yo no tengo la solución y la verdad es que yo no tengo los recursos para resolver la situación. Yo no tengo la fuerza para dominar esta adicción, este problema, esta dificultad... ¡ah! pero yo puedo hacer algo. Yo puedo clamar y yo puedo hacer un comienzo.

Bueno, "lo único que tengo es unas vasijas de aceite". Bueno ese tiene que haber sido el Espíritu Santo que la iluminó porque, ¿qué iba a hacer una vasija de aceite en un problema como ese? Pero lo único que tengo de valor aquí en mi casa, lo único que yo podría pensar... El aceite era valioso en el Medio Oriente y lo es todavía en muchas partes del mundo. 'Lo único que tengo es una vasija de aceite.’

A veces, -de nuevo-, eso no era suficiente. Nosotros no tenemos, pero hay algo, hay un germen que nosotros podemos contribuir y eso es. Entonces Eliseo dice: "¿Sabes qué? Con eso ve y pide para ti, vasijas vacías" y vamos a ver que va a hacer. Lo dejo allí. Después vamos a seguir más adelante.

Pero yo quiero que tú te enfoques en esta mañana en el hecho de que Dios te está diciendo, “yo quiero obrar un milagro en tu vida. Yo tengo la solución a tu problema pero hay una parte que yo quiero que tú hagas. Yo quiero que tú clames a mí desesperadamente, que saques tiempo para pelear tu milagro, que inviertas." Y... “No me digas que tú no tienes nada. Yo entiendo y acepto tu humildad de decir que no puedes, pero también hay algo. Busca. Hay una parte que yo quiero que tú hagas. Hay un esfuerzo que yo quiero que tú emprendas. Hay unos gestos de fe que yo quiero que tú te atrevas a hacer porque eso va a ser el vehículo, la base que yo voy a usar para moverme en tu vida y hacer el milagro. Y yo voy a obrar en esas acciones tuyas de fe".

'Echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti,' dice el Señor. Si tú no echas el pan a las aguas no va a volver a ti. Tienes que atreverte a invertirlo, tienes que atreverte a moverlo a hacer algo con lo poquito que tú tienes.

Conviértete en una persona de acción en tu vida, pero que sea una acción disciplinada, en fe, en quietud. Porque tú haces las cosas, te esfuerzas, tú das todo lo que tú puedes y entonces descansas al final del día porque tú dices, ‘ya yo hice lo que podía hacer. Lo demás ahora lo tiene que hacer el Señor. Yo hice mi parte.’

Ese es el depósito que yo estoy poniendo en las manos de Dios.

Ahora, yo creo que en eso el Señor va a encarnar y Él va a enviar su milagro a mi vida y yo voy a seguir trabajando. Yo voy a hacer lo que yo puedo hacer. Lo único que yo tengo es un poquito de aceite y muchas vasijas vacías. Un corazón grande, ancho que espera ver la Gloria de Dios. Y en ese corazón ancho y dispuesto Dios va a echar su unción. Amén.

Dios quiere que nosotros le creamos a Él. Créele. No hay fracasos en la vida del hijo de Dios.

Hace poco yo leí una pregunta, '¿Si tú supieras que no puedes fracasar, qué tú harías? ¿A qué te atreverías a emprender?' Si tú sabes que no puedes fracasar ¿qué te atreverías tú a tratar de hacer? ¿Qué esfuerzos emprenderías si tú sabes que la bendición de Dios está, la promesa de Dios está sobre tu vida?

Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús. Toma esa palabra y deja que te marque, que impacte tu vida en esta mañana. Dios quiere bendecirte. La circunstancia, la crisis de la vida no te va a destruir, no te va a vencer. Las crisis de la vida son ejercicios que Dios ha permitido en tu vida para hacerte más fuerte, eso es todo.

"No morirás, sino que vivirás", dice el Señor. Dios tiene tu milagro, Dios tiene tu solución. Créele al Señor. Camina en fe. Toma acciones de fe y deja que Dios te extienda la mano, no te vas a hundir. Sal de tu barca comienza a caminar. El Señor está contigo como poderoso gigante. Recibe esa palabra de Fe en esta mañana, aprópiatela y di "eso es para mi, eso es mío". Señor, marca mi mente, marca mi sensibilidad. Marca mi espíritu. Ayúdame a vivir así. Cuando venga el gigante, en vez de salir huyendo, yo voy a donde mi papá y se lo echo encima. Yo hago mi parte. Yo le tiro una pedrada si puedo pero el Señor es quien va a poner la unción allí.

El Señor va a hacer la otra parte. Amén. ¡Aleluya! Padre, gracias, Señor. Ármanos de fe en esta mañana, Señor. Ármanos de Fe. ¡Aleluya! Ármanos de fe, Señor. En el nombre de Jesús, yo declaro la provisión de Dios sobre tu vida. En el nombre de Jesús, yo declaro hombres y mujeres terriblemente peligrosos para el diablo.

Gente llena de fe, gente atrevida, gente arrojada. Gente activa en la Fe. Padre, haznos guerreros tuyos. Haznos héroes, Señor, tuyos. Créate un pueblo, Padre, digno del Cristo grande que tenemos. El Cristo Todopoderoso. Perdónanos por no vivir a la altura, Señor, del llamado y del reino que nosotros hemos recibido.

Pero queremos mejorar, Señor. Queremos ser más conforme a lo que Tú esperas de nosotros.

Tu proxima cita divina - estas preparado?

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Vamos a la Palabra, un momento. Y, Señor, ahora mismo, yo te suplico que por favor, que esta palabra, Señor, pueda ser como un viento refrescante que alivia nuestras vidas, Señor y que Tú nos inspires en nuestro corazón, que Tú nos hables a nuestras vidas. Que Tu palabra no regrese atrás vacía, sino que cumpla el propósito con el cual Tú la envías hoy. Bendice a mis hermanos y hermanas y que todos nuestros corazones y mentes puedan estar abiertos y receptivos a Tu palabra, hoy. En el nombre de Jesús. Amén.

¿Saben hermanos? Yo quiero compartir algo con ustedes que me sucedió ayer. Fue... ayer, yo puedo decir que yo tuve una cita divina, por así decirlo. Pero ayer, mi esposa y yo salimos con mi cuñado y su esposa, ya que ellos nos estaban visitando de la Florida. Ellos ayer salían una vez más, iban a estar conduciendo, me imagino que todavía están conduciendo en dirección allá ya que ellos se iban ayer.

Pero ayer decidimos tomar el tren, ya que el día estaba precioso. Tomamos el tren para ir a Boston y caminar para que ellos pudieran ver la ciudad. Pero mientras estábamos en el tren, algo bien interesante me sucedió en el tren. Algo que usualmente nunca me pasa en el tren.

Pero mientras estábamos en el tren, yo estaba en los asientos, obviamente y a mi mano derecha yo tenía a mi esposa, mi cuñado y a la esposa de él. Estábamos así hablando y de repente yo veo este hombre americano, alto, bastante grande. No grande de gordura, sino grande de músculos, un hombre "husky". El hombre pasa así, yo lo veo y se sienta como que al lado mío y él empieza a soplar estos globos que hacen figuritas de perros y cosas así.

Y él empieza a soplar los globos y había unos niños sentados en la otra esquina y él parece que empezó a entretener a los niños. Yo como que me fijé en eso. Pero no le presté atención y seguía hablando con mi esposa, haciendo chistes así con ellos.

Y como a los minutos yo de repente siento que alguien me estaba hablando así por la parte de atrás. Y cuando me doy cuenta, era este hombre que se me acercó y me empezó a hacer una pregunta acerca de la camisa que yo tenía puesta.

Yo tenía una T-shirt que tenía un parafraseo del Pasaje de Segundas de Timoteo 1:7. El pasaje que dice: “Porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y dominio propio.”

Todo ese pasaje estaba escrito completo en mi espalda. Era la camisa del retiro de jóvenes. Entonces, yo como que no me había percatado de qué era lo que él me estaba preguntando. Y por un momento yo me encontré en una encrucijada donde, ¿le corto la conversación a esta persona y lo ignoro o entro en una conversación?

Y a medida que él me seguía haciendo preguntas porque le pareció tan interesante la camisa a este hombre, especialmente esa parte que decía "un espíritu de dominio propio" -o sea self-control- estaba en inglés la camisa, y yo me dije "Okay. Aquí tengo una decisión. O ignoro la conversación que estoy teniendo con mi esposa y con mi cuñado y le presto atención a este hombre o ignoro por completo a este hombre y sigo acá en mi conversación."

Pero yo no sé por qué me sentí movido a hablar con este hombre y tal vez si ustedes lo hubiesen visto... miren... yo tengo que hacer una confesión.

Hay veces que uno está en el tren y hay gente que uno siente ignorar por completo, porque es como que, 'no quiero hablar con esa persona'. Y yo puedo decir que este hombre hubiese llenado ese tipo de categoría. No es un hombre con el cual yo me hubiese sentido cómodo hablando y lo estoy diciendo honestamente. Pero mientras ese hombre me seguía haciendo preguntas y preguntas yo me dije, "okay, yo tengo que romper ese estereotipo ahora mismo y enredarme en una conversación con este hombre".

Así que mis hermanos, por los próximos cinco minutos yo estuve hablando con esta persona. Él me seguía haciendo preguntas acerca de mi fe. Resulta que él es de Broughton y estaba tratando de hacer algún tipo de actividad con distintas iglesias, pero las iglesias lo habían rechazado porque pensaban que él estaba fuera de sus cabales y el hombre me empezó a preguntar de cómo él puede hacer algún tipo de rally con distintas iglesias para limitar o impedir la violencia en las calles de Broughton.

Y yo me impresioné tanto con este hombre que yo me enredé en la conversación que yo seguí hablando con él, seguí hablando con él hasta que la parada de él llegó y se tuvo que ir.

Mientras yo hablaba con él yo me di cuenta que entró también una señora con lo que yo entiendo era su hija, una hija adolescente y ellos estaban como agarrados del tubo y estaban justamente al frente de nosotros, so estaban escuchado nuestra conversación.

Y hubo un momento, mis hermanos, yo no se los puedo negar, ustedes me ven que yo me paro aquí y hablo y ustedes pueden decir '¡Guau! Omar habla sin miedo'. Pero hay veces que cuando yo estoy en conversaciones así, como que me cohíbo un poco y trato de no hablar muy duro, para que la gente no oiga que estoy hablando de la iglesia o que estoy hablando de Jesús, cosas así. Pero, ahí yo no sé, se me fueron mis inhibiciones y estuve hablando ahí y yo sabía que esta persona me estaba oyendo, que las personas al frente mío me estaban oyendo. Yo sabía que mi esposa y mi cuñado también me estaban oyendo. Y cuando este hombre se levantó y se fue yo me quedé con una sonrisa en mi cara.

Y yo miré a mi esposa y yo le dije a mi esposa, '¡guau! Tengo un amigo nuevo'. Se lo dije en inglés, 'I have a new friend'. Y cuando dije eso, mis hermanos, en una manera que a mi me sorprendió, esta señora con su hija se me sentaron al lado y me dicen "I want to have a friend like you as well".

Y yo como que ¡guau! so por las próximas tres paradas me volví a olvidar de mi esposa y de mi cuñado y de la esposa de él y seguí hablando con esta otra señora y con su hija. Y me seguían haciendo preguntas de la camisa porque también habían visto mi camisa.

Yo me decía, "¡guau, Señor!". La verdad es que hay momentos en los cuales uno tiene citas divinas, que uno no está preparado para esas citas pero que cuando llegan uno tiene que saber como discernir el momento de Dios para uno poder impartir una palabra de bien a estas personas.

Y yo les quiero dirigir la atención, mis hermanos, a una parte bien particular que tuve precisamente con este hombre. Con el primer hombre que estuve hablando porque él me hizo esta pregunta y yo les quiero hacer la misma pregunta a ustedes. Este hombre me preguntó, "¿cuál es el distintivo de tu fe cristiana? ¿Cuales son esas características que distingue a tu fe de cualquier otra?".

Y no se los puedo negar, mis hermanos, yo me dije 'esta pregunta puede ser bien conflictiva,' pero en los pequeños minutos que tenía yo tuve que darle una respuesta a esta persona. Y, precisamente en esa respuesta es en la que yo quiero reflexionar con ustedes ahora, mis hermanos.

El propósito de este mensaje tal vez no es el que usted vaya por ahí ahora y empiece a hablar con todo el mundo en el tren o en la guagua o donde sea. Si lo quiere hacer, amén.

Pero yo quiero reflexionar con usted a cerca de los distintivos de nuestra fe cristiana. ¿Qué es lo que separa la fe cristiana de tantas otras religiones, de tantos otros grupos que hay ahí afuera? Y, en este mensaje yo quiero, al menos, resaltar tres cosas que son bien particulares; que fueron tres cosas que yo hablé con esta persona.

Pero al meditar yo en esto, mis hermanos, yo me puse a pensar lo siguiente, ¿por qué una persona tiene que aceptar la fe cristiana? Y estoy haciendo preguntas retóricas para que ustedes vayan siguiendo mi línea de pensamiento.

¿Por qué alguien tiene que aceptar la fe cristiana? ¿Qué diferencia puede hacer esa vida en una persona? Y, por último, ¿qué nos distingue de otros grupos religiosos que están en la sociedad en que vivimos?

Para contestar a estas preguntas yo pensé en estos tres elementos: el primer elemento que yo logré identificar es el siguiente: "Toda persona necesita algo en que creer".

Y usualmente yo no hablo en absolutos, pero es la verdad. Aquí yo sí me tiro en un absoluto.

"Toda persona necesita algo en que creer".

Y esto se puede manifestar en muchas formas. El mero hecho de uno poder tener una creencia o una filosofía de vida o una base doctrinal o un fundamento de fe, le da a la persona un sentido de dirección y propósito que no puede tener sin ese fundamento. Hay personas que deciden creer en algún sistema o en alguna institución que fue establecido por patrones humanos. Hay personas que prefieren creer en el sistema de un gobierno; hay otras personas que deciden creen en un sistema educativo establecido en una sociedad; como también hay personas que pueden decidir creer en un sistema económico que también fue establecido por patrones humanos.

Pero que todos estos que yo he mencionado tienen sus lados que son fallidos, que en algún momento u otro van a frustrar ese sentido de creencia en la gente. Y también están aquellas personas que aún cuando dicen no creer en nada, en otras palabras, estos "supuestos ateos" por así decirlo. Ateos significando, teos significa "Dios" y a- preposición "algo ausente de”… Dios, como quiera ese ateísmo se convierte en su base de creencia. O sea, sea como sea, están creyendo en algo.

Y, mis hermanos, esto es algo que es crucial, que es un sistema que es también… que está constantemente cambiando. Qué cada día salen nuevas ideas, cada día salen nuevas filosofías, que si a alguien se le inventó un aire cuando estaba en el campo allí arriba, eso se convierte en la modalidad de toda la sociedad.

Y la gente que empezó a creer en algo de repente se confunde y dice "No, ahora pues, tengo que creer en esto" y siempre están constantemente cambiando. Y hay un sentido de imbalance en esto.

Pero ese sentido de esperanza, mis hermanos, es lo que nos ayuda a nosotros a forjar nuestras vidas en una forma alrededor de una cosa u otra.

Déjenme aclararme aún más. Porque veo sus caras ahí como que no me están siguiendo.

Miren lo que quiero decir: en la sociedad en la que nosotros vivimos, sí existen todas estas filosofías que pueden ofrecer alternativas de como vivir, pero muchas de estas perspectivas son incompletas.

Si yo empiezo a hablar de las distintas religiones que nosotros tenemos -y recuerden que estoy reflexionando en esta perspectiva de que es lo que distingue nuestra fe cristiana-; ¿Por qué aceptar esta fe cristiana?, ¿Por qué vivir esta fe cristiana? ¿Qué es lo que hace la diferencia en mi vida?

Miren esto. Ayer yo me puse ha hablar con mi cuñado y yo le hice esta pregunta y a su esposa. Empezamos a analizar distintas religiones que hay hoy día.

Pero miren, ese sentido de esperanza en algunas religiones, miren esto, para los budistas y los hindúes -los que se van con esas líneas- la promesa de vida que ellos tienen es que van a reencarnar en alguna otra cosa. Algunos reencarnarán en una vaca, otros van a reencarnar en una mariposa, otros van a reencarnar en uno de los vientos Alisios que soplan del norte a sur, o algo. No sé si lo dije bien; pero ellos creen que van a reencarnar en otra cosa. Ese es su sentido de esperanza. Lo que ellos buscan hacia el futuro.

Para los islámicos -los que practican el Islam- su sentido de esperanza es llegar a esta nueva vida donde cada hombre va a tener 72 vírgenes con las cuales va a vivir y obviamente ya eso separa a las mujeres de ese grupo porque dice que solamente los hombres son los que van a llegar. Y las mujeres que lleguen son aquellas que caigan en la categoría de los 72.

Así que miren que mucha esperanza ofrece eso.

Y hay otro grupo así bien común, allá afuera, que -diría yo- es lo que se conoce como el grupo de "Los Testigos de Jehová" y créanme que estoy hablando con mucho respeto de esto. Pero es el grupo donde solamente un escogido de 144 mil son los que van a llegar a esa vida eterna.

So, cuando yo escucho todas estas cosas, mis hermanos, yo me digo, "pues entonces ¿qué es lo qué separa nuestra fe cristiana de todos estos grupos religiosos que están ahí afuera?" Y ¿saben qué, mis hermanos? yo me puse a buscar así en la Escritura y llegué a un libro que usualmente nosotros no leemos mucho o predicamos mucho de él, pero llegué al libro de Apocalipsis.

En el libro de Apocalipsis yo me encontré en el último Capítulo, el Capítulo 22, me encontré con este verso -que hace tiempo no leía que cuando lo leí me agarró la cabeza. Apocalipsis Capítulo 22 dice el Verso 20 -miren lo que dice este verso: "El que da testimonio de estas cosas" -obviamente está hablando de Jesús- "dice: Ciertamente vengo en breve".

Y yo quisiera hablarles hoy de ese distintivo de nuestra fe cristiana, mis hermanos, lo que separa a esta fe de cualquier otra. Y es algo que muchas veces no escuchamos de los pulpitos pero yo he sentido en mi corazón hablar de esto hoy. Y es que nuestra fe cristiana ofrece una vida eterna que ningún otro grupo, ninguna otra filosofía de vida puede ofrecer, porque es una vida eterna que no se centra en paradigmas o en ideales sino que está centrados en las promesas que el mismo Jesús le ha ofrecido a cada uno de sus hijos e hijas. Qué le ha ofrecido a aquellos que han tomado la decisión de creer en Él, de entregar sus vidas a Él y de vivir completamente por Él.

Si usted me pregunta ¿qué es lo que distingue esta fe cristiana de todas las demás? Es precisamente eso, de que yo tengo una promesa de vida eterna que está esperando por mí, que está esperando por todos nosotros.

Si usted le quita ese elemento a la fe cristiana, ¿saben lo que va a pasar? Vamos a ser otro grupo religioso que solamente se enfoca en acción social, que solamente se enfoca en poder llevar una vida bien. Yo con mi familia sin molestar a más nadie y cuando tenga oportunidad de servir a mi prójimo y ya. Así acumulo mis puntos y estoy bien.

Pero la vida cristiana es mucho más que eso, mis hermanos, la vida cristiana ofrece tanto y tanto y tanto... no tan solamente para nosotros en el día de hoy; no tan solamente Jesús quiere ofrecer una vida abundante que tú puedas disfrutar mientras tú existas aquí en la tierra, pero que esa vida abundante se transmita por toda una eternidad. Cuando Él decida regresar por cada uno de nosotros y nosotras.

Y ¿saben qué, mis hermanos? es ese distintivo que muchas veces nosotros perdemos de vista. Perdemos de vista porque nosotros tenemos que reconocer que vivimos sí en una realidad, vivimos en un tiempo, tenemos que ser alertas a lo que estamos viviendo en el día de hoy, pero también tenemos que estar alerta, mis hermanos, que hay una realidad que se acerca en el futuro. Qué cada vez más y más se está acercando y que viene a nosotros.

Ese suceso que yo tuve ayer, mis hermanos, me hizo pensar tanto, precisamente en ese elemento.

A mí hasta se me había olvidado la camisa que yo tenía puesta. A mí se me había olvidado el mensaje que yo estaba transmitiendo a través de esa camisa. Se me había olvidado por completo. Si no llega a ser porque ese hombre me hizo reaccionar acerca de eso, yo hubiese seguido caminando por ahí de rolling-pin y ¿quién sabe si tal vez no hubiese hecho que no se hubiese visto como parejo con el mensaje de la camisa? No es que yo esté diciendo que yo sea un sinvergüenza pero quien sabe porque hay veces que uno se va por ahí... ¿cuántos de ustedes usan camisas así con mensajes cristianos "Cristo te ama" o cosas así? Qué salen por ahí al parque o una gorrita que dice "Jesús te ama", sea lo que sea. Okay.

Ahí tengo mi respuesta.

Y digo, mis hermanos, no estoy, perdonen, no estoy diciendo esto por hacer sentir a nadie mal, pero más bien lo que quiero es, mis hermanos, que nosotros podamos reaccionar. Que hay algo que el Señor pide de nosotros.

¿Saben qué? Ese suceso de ayer, también me hizo pensar, "¡guau! ¿Si yo no hubiese tenido esa camisa hubiese causado la misma reacción en la persona? ¿Mis hechos, mi forma de sentarme, mi forma de proyectarme hubiese causado en esa persona la reacción de que se hubiese acercado a mí y me hubiese hecho una pregunta de algo en la vida, sea lo que sea? O ¿necesito tener una camisa para poder tener una conversación religiosa con alguien?

Todas estas cosas me hacen pensar mis hermanos en ¿cuán alertas yo estoy acerca de la vida que el Señor Jesús quiere que nosotros manifestemos? y ¿cómo yo logro identificar esas cosas que distinguen mi fe cristiana en el diario vivir, en todas las cosas que yo hago, en todas las cosas que yo vivo?

Que sí hay un fundamento de fe en el cual yo me puedo parar, en el cual yo puedo creer, en el cual yo puedo forjar en mi vida un sentido de dirección y que a la misma vez es un recurso que yo lo puedo compartir con otros para que ellos también puedan tener un fundamento sólido, un fundamento clave, un fundamento vital, lleno de vida. Para que ellos también puedan forjar sus vidas así y que eso en cambio le de a ellos un sentido de esperanza.

¿Cómo nosotros inspiramos esa esperanza en las personas que nosotros tenemos a nuestro alrededor? Los ojos de este hombre con el cual yo hablaba ayer se veían tan faltos de esperanza. Porque ya las muchas puertas que él había tocado, se las habían restrellado en la nariz por completo. ¿Y cómo yo entonces en ese momento puedo sacar una palabra de mi boca y de mi corazón que pueda inspirar a ese hombre con la misma esperanza que yo vivo día tras día?

De qué hay algo mejor por lo cual vivir. Qué si me cierran esta puerta, pues entonces me muevo a la otra, y que si me cierran la otra, pues entonces busco abrir una venta y si me tratan de cerrar la ventana, pues entonces hago un hueco en la pared para poder entrar.

¿Por qué? Porque está ese sentido de esperanza que me mueve, que me propulsa hacia adelante para poder alcanzar las cosas que Dios tiene, no tan solamente para mí, sino como esa bendición se puede extender de mí también a otras personas a mí alrededor.

¿Saben? el cristianismo no se distingue tan solamente porque tenemos un Dios bueno, que es poderoso, que es todo amor, que es bendito. No, no, no hermanos. Yo creo que nosotros estamos bien claros con eso.

Dios también tiene un lado que es bien fuerte. Dios también tiene un lado que es tajante: donde hay que cortar, hay que cortar.

Si ustedes recuerdan las mismas palabras de Jesús en el Libro de Mateo cuando Jesús mismo dice que 'a los cabritos los va a poner en su mano izquierda y a las ovejas las va a poner en su mano derecha. Y a unos les va a decir "Vente conmigo, tú has sido fiel, vas a estar conmigo por toda la Gloria". Pero a esos otros les va a decir 'Chau, chau. Bye, bye. Have fun wherever you... donde vas a terminar. Disfruta por allá el calor que te vas a encontrar'.

Si aquí hace calor, ¡yo no me quiero imaginar cuanto calor va a hacer allá abajo! Pero mis hermanos, yo tengo que reconocer que eso es un distintivo también que marca mi vida.

¿Saben? Este fin de semana, el viernes, aquí en la Iglesia estuvimos celebrando un servicio memorial para el hijo mayor del Pastor David Marrero que falleció. Ellos aquí, la familia completa, se reunió el viernes y ellos hicieron este servicio.

¡Y fue algo tan tremendo, tan bello y tan hermoso! La verdad es que parecía más una fiesta que un servicio memorial, literalmente. Aquí el Pastor Marrero se paró al final y hasta empezó a cantar coritos al son de merengue y salsa con sus hermanos Felipe y Medrad y fue una celebración total.

Y el yo haber visto eso, me dijo "eso es un distintivo de nuestra fe cristiana". Qué aún cuando supuestamente la muerte ha tocado nuestras puertas, la vida de Cristo se manifiesta aún más. La vida de Cristo toma poder, toma control, toma dirección e inspira. La gente le da un sentido de esperanza.

Pero ese viernes pasado, mis hermanos, yo viví esto como nunca antes lo había visto.

Toda la familia -miren esto que interesante- en vez de vestirse de negro, enlutados, todos estaban vestidos de blanco. Cuando yo vi eso, yo me sentí tan fuera de lugar, porque yo estaba con mi traje negro y yo era el único. Yo parecía una mosca en un vaso de leche.

Eso era lo que yo parecía cuando yo me paré aquí. Pero el asunto es que aún eso, mis hermanos, estaba transmitiendo un mensaje de vida que esta familia tiene inmerso en el tuétano de su cuerpo, de su ser por completo.

Y al final el Pastor David terminó mencionando estas palabras que se quedaron ahí plasmadas en mi mente. El Pastor David terminó diciendo que él sabe donde está su hijo y él sabe que va a llegar el momento en el cual él se va a encontrar con él y van a poder celebrar. Porque hay una vida que Dios les ha prometido a ellos.

Y aquí fue donde estuvo el "catch" como quien dice, de esas palabras del Pastor David, para mí, al menos para mí. Porque él dice: 'Por eso es que yo amo tanto al Señor Jesús. Porque el Señor Jesús siempre se han mantenido fiel y yo se lo digo todo el tiempo. ¡Qué lo amo! Si estoy en el baño se lo digo, ¡qué lo amo!

En estas últimas noches, decía él, que yo he estado llorando y llorando y llorando... después de llorar me paraba y lo primero que salía de mi boca era "Señor te amo. Porque Tú te has llevado a mi hijo. Tú diste y Tú quitaste. Me diste a mi hijo y te lo llevaste otra vez. Así que por eso te amo".

Y después él sale y dice: "Y aún si yo no llegare al cielo y termino en el infierno... se fue ajuste la cosa porque entonces desde el infierno, Dios va a tener a alguien que le va a estar diciendo ¡Qué lo ama como quiera!"

Oigan, mis hermanos, esas palabras a mí me sacaron de ritmo, se los tengo que decir. Esas palabras a mí me sacaron de ritmo, y yo sé que lo estaba diciendo con un sentido más poético de querer transmitir un mensaje. Pero a mí me cautivaron.

Porque sea donde sea el lugar donde uno pueda terminar, si uno ha decidido amar a Dios, yo sé que Dios va a honrar la fe de esa persona y que esa persona va a poder disfrutar de esa vida eterna que solamente Dios puede ofrecer.

Oigan, mis hermanos, yo no sé usted, pero este fin de semana para mi, en cierta forma como que ha destapado ese primer amor en mí. Y yo quiero compartir eso con ustedes también.

Porque hay veces que nos ocupamos tanto y tanto y tanto en el que hacer, que si hay que preparar esta actividad, que si hay que ir y orar por tal persona, que si tengo que ir y preparar un estudio bíblico, que si tengo que llamar a 30 personas a lo largo de toda la semana o que si tengo que ir y hacer esto con mi familia o si tengo que ir al Banco o tengo que llevar al carro a hacerle el cambio de aceite... y uno como se ocupa y se ocupa en tantas cosas y oímos de tantas cosas alrededor del mundo entero que están sucediendo y muchas veces la fe de uno como qué en vez de alentarse, hay veces que esa fe lo que hace, es como que se apaga. Y si uno no llega un momento en que uno se encuentra consigo mismo y dice 'Espérate un momento, ¿qué es lo que yo creo? ¿Dónde es qué está centrada mi fe? ¿Cómo es que yo puedo responder a las preguntas que personas en el tren me van a hacer? y poder responder sin ningún pachó, sin ningún sentido de timidez, pero responder con un sentido de autoridad, de claridad, para que la gente pueda salir de ese tren con un nuevo sentido de esperanza, de algo mejor que les espera cuando logramos abanderizarnos bajo esa persona de Cristo Jesús y no cualquier otra cosa.

Así que, hermanos, yo quiero que ustedes reflexionen en esta mañana.

Yo quiero que ustedes reflexionen esto: ¿cuál es ese distintivo de fe que verdaderamente separa lo que es Cristo Jesús de cualquier otro? ¿Qué es lo qué verdaderamente nos aparta de otros grupos?

Y yo no estoy diciendo que somos supremos o que estamos por encima de algún otro, pero yo sí estoy diciendo lo siguiente... y es que hay un fundamento que nos da un sentido de firmeza que nos puede llevar aún mucho más arriba, mis hermanos, que nos permite ver la vida en una forma mucho más completa, en una forma más amplia y que nos provee un sentido de esperanza que ninguna otra cosa en la vida nos puede proveer a nosotros.

¿Sabes qué? Si usted se encuentra aquí hoy y usted en algún momento ha pensado adoptar algún tipo de filosofía de vida solamente por vivir la vida día tras día como quien dice del plato a la boca, de cheque a cheque... mire si usted quiere vivir su vida así... fine, go ahead, make your day. Haga su día.

Pero yo le voy a decir, en algún momento u otro ese estilo se va a quedar corto. Porque hay algo más que está cimentado en la promesa de vida que el Señor Jesús nos da.

Hermanos, podrá parecer un mensaje simple, sencillo y anticuado, que le tuve que sacar el polvo a la Biblia para poder leer esto. Pero son palabras de Jesús. Están marcadas en rojo en mi Biblia, yo no sé si en la de usted. Pero cuando yo leo que dice, "ciertamente vengo en breve" y en ese mismo capítulo tres veces lo menciona: "He aquí yo vengo pronto y mi galardón y mi recompensa conmigo según la obra de cada uno" "Yo soy el Alfa, el Omega, el Principio, el Fin. El primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de vida, para entrar por las puertas de la ciudad".

"Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de todas estas cosas a las iglesias. Yo soy la raíz, el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Ciertamente, vengo en breve".

Oigan, hermanos, yo no sé ustedes, pero yo quiero disfrutar ese día cuando el Señor venga. Yo quiero disfrutar ese día cuando el Señor venga. Y sea que yo esté en la tumba, pero aunque yo esté en la tumba, también hay una promesa de que 'los muertos en Cristo resucitarán primero'.

Y esto es algo que solamente es posible a través de la persona de Jesús. No hay mejor fundamento que ese. Nosotros como hombres o mujeres somos fallidos, en algún momento se nos van a quebrar los tobillos y vamos a caer. Pero en la persona de Jesús que fue quebrado en la cruz por nosotros, todas estas promesas reciben una vida, que ninguna otra cosa lo puede dar. Se me puede estar cayendo el mundo alrededor, al lado mío. Se me puede estar cayendo en piezas, pero yo estoy seguro de que hay una promesa que se me ha dado y yo vivo y alineo mi vida a esa promesa.

No significa que me desconecto de la realidad en la cual estoy viviendo ahora. Estoy bien conectado estoy, bien alerta de las cosas que estoy viviendo hoy día, de las necesidades de mi prójimo, de las necesidades de mi familia, de mis necesidades personales. Estoy bien al tanto de cada una de esas cosas, mis hermanos.

Pero a la misma vez, estoy al tanto de que hay una realidad que se está acercando cada día más y más. Hay una realidad que está llegando, que la veo que viene ya pronto, pronto. Y no es que me la estoy imaginando, pero sé que está ahí.

¿Saben qué? Déjenme terminar con esto. La semana pasada tuve la oportunidad de participar en una competencia, en uno de esos triatlong, que a veces, me entra estas loqueras y me meto en esas competencias así a veces.

Por si acaso, si no sabe, los triatlong son estas competencias donde uno nada, corre bicicleta y después sale a correr a pie los tres en uno. Me metí a hacer una de esas competencias. Y obviamente, yo estaba entrenando, me preparo, pero siempre cuando uno está en el momento, uno siente el dolor, el cansancio y cuando voy en la parte de la corrida que todo el mundo... yo oigo a la gente alrededor mío "Dale que te falta media milla por llegar a la meta" y fue bien bonito, mis hermanos.

Fue en un lugar que era más o menos residencial. Y yo quiero que usted se imagine esto conmigo. Porque esa corrida para mí fue una demostración de fe. Así fue como yo lo vi. Dios me habló a mí a través de esa carrera.

En esa corrida, cuando yo salgo, mis piernas estaban tensas, después de haber corrido la distancia en bicicleta y salgo y me siento bien, acalambrado... yo tratando de soltar mis piernas y sigo corriendo. Había gente que me pasaban por el lado y yo alcanzaba a otros. Y yo veía que el tramo de correr iba como que subiendo cuesta a cuesta y de repente nos metemos en un bosque.

La ruta de la carrera era en un bosque. Y cuando yo veo, mis hermanos, que voy así corriendo y de repente me encuentro con esta cuesta empinada, digo '¡Guau! ¿Y ahora cómo voy a subir esa cuesta?'

Y no estoy hablando que era una cuesta en brea, estoy hablando que era fango, piedra, raíces de árboles y uno tenía que correr como que con cuidado y hermanos, todo el mundo se rajó en esa cuesta. Todo el mundo... íbamos corriendo y cuando íbamos a mitad fue como que....'¡Aaahh! ¿Y ahora cómo llego allá arriba?'

Había un hombre que se me paró al lado y me dice, "this is where the men are separated from the little boys", y yo "yeah? Go ahead, after you".

El asunto es, mis hermanos, que subí la cuesta caminando, lo confieso. No tenía fuerzas para correr la cuesta, pero la subí caminando. Cuando llegué arriba, cogí aire y salimos a la calle y allí estaban todos los vecinos, estaban con cowbells. Estaban como con unas campanas de vacas, que parece que es una tradición. Y la gente empezaba a sonar las campanas.

Y empezaron a gritar "Dale que te falta media milla... Go! Half a mile, half a mile! You can do this, you can do this". Yo como que, “okay”.

Entonces vamos corriendo y era una cuesta, bajando, y entonces cuando bajamos, damos una curva y yo empiezo a ver la bandera del finish line ahí abajo y la vi, mis hermanos, y fue como que algo me inspiró.

Me dije, 'okay, media milla. Vamos a agachar el resto ahora' y hermanos, fue como que un second wind se me metió por la nariz, por la boca, por los poros y como que saqué fuerzas yo no sé de donde. Y en mi mente yo iba pensando en este pasaje de Hebreos Capítulo 12 que dice "Puestos los ojos en Jesús. Despojados de todo pecado y sigamos adelante la carrera que tenemos puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de nuestra fe".

¿Saben qué, mis hermanos? Cuando yo veo esa línea final y veo a mi esposa y veo a mi hijo yo me dije, "¡guau! Si así va a ser cuando el Señor regrese, que yo pueda llegar y que lo vea a Él ahí y que yo vea a toda esta multitud de testigos que puedan gritar y sonar las campanas y decir, "ven, buen siervo, fiel. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. Has corrido la carrera, has llegado".

¿Saben qué, mis hermanos? Ese es el distintivo de mi fe cristiana, ese es el distintivo de por que yo he puesto mi fe en Cristo Jesús: porque Él ofrece algo mucho mejor. Porque Él ofrece un final que ningún otro puede ofrecer.

Qué sí tendremos nuestras cuestas y nuestros planos a lo largo de la carrera... pero al final ¡ahh! ¡Qué rico va a ser poder llegar a los brazos de Papá y poder decir, "finalmente llegué a casa. Llegué al lugar de donde yo salí!"

Llegamos al lugar del cual todos nosotros salimos. Eso hace la diferencia en nuestra fe cristiana. Así que yo quisiera tomar un momento ahora, mis hermanos, para invitarlos a orar con respecto a esto.

¿Saben? Si aquí hay alguien en esta mañana que todavía no ha tomado una decisión por Cristo Jesús, yo quiero invitarte a tú hagas de esta oportunidad, esto. Yo no podría compartir todas estas cosas que yo estoy compartiendo si la persona de Jesús no fuera central en mi vida.

Jesús ha hecho la diferencia en mí. Y yo sé que Jesús puede hacer la diferencia en tu vida, también. Así que tú que me escuchas hoy que todavía no has tomado una decisión por Cristo Jesús, mira, yo te quiero animar con estas palabras.

Esos ejemplos, esas ilustraciones que yo he dicho... tal vez tu vida se ha visto así en algún momento... que te has encontrado con cuestas que tú piensas que no puedas subir, que te has encontrado con tramos en tu vida en donde pensabas que no había sentido de esperanza... pero, ¿sabes qué?

Quiero decirte hoy que en el Señor Jesús hay esperanza. Jesús puede hacer la diferencia en tu vida y si tú así lo decides... Él va a hacer esa diferencia.

Y yo quiero invitarte a que si tú quieres tomar esa decisión hoy, mira, que hoy tires la casa por la ventana y que tú entregues todo lo que tú eres al Señor Jesús. Un momento como que no sabes definir cuales son esos distintivos de tu fe cristiana porque otras cosas te han abacarado y han ocupado tu mente y han ocupado tu corazón y tú entiendes hoy que tú necesitas un renuevo completo. Qué tú necesitas como un second o un third o un fourth wind que venga y se meta dentro de ti y te de fuerzas y energías para seguir adelante.

Este llamado también es para ti.

Si tú quieres responder a este llamado, solamente a este llamado, escucha bien. No te pongas de pie porque todo el mundo se puso de pie. Ponte de pie, solamente, si tú quieres responder a ese llamado en donde tú sientes que tienes que refrescar tu vida en el Señor para poder seguir adelante.

Yo te invito a que te pongas de pie. Yo quiero tomar un momento para orar por ti. Y aún si tú quieres pasar al frente, por favor, siéntete libre de pasar al frente. Hay una carrera que está en tu vida. Dios te ha puesto en una carrera y yo estoy seguro que el Señor está aquí para echarte porras, para animarte, para decirte 'Mira, sigue adelante, Yo estoy contigo'. Hay una meta que se acerca a tu vida.

'Tú no estas solo, tú no estas sola. No tienes por que correr esto tú solo o sola porque Yo estoy contigo'. Así que yo te animo, mi hermano, mi hermana, a que tú recibas estas palabras porque no vienen de mí. Yo sé que son palabras que vienen del Señor Jesús.

Padre, en Tu nombre ahora mismo, yo quiero elevar delante de Ti a cada uno de estos hombres y mujeres que se han puesto sobre sus pies. Sea que estén tomando una decisión por Ti por primera vez, o sea que han reconocido que necesitan un renuevo en sus vidas, que necesitan reconciliar su visión, su vida entera contigo, Señor.

Yo te suplico ahora mismo que Tu Espíritu Santo sea sobre cada uno de ellos y ellas. Acércate ahora mismo a sus corazones. Padre, trae ese viento que aliente sus vidas. Trae ese refrigerio de parte tuya, que los aliente a seguir adelante.

Padre, yo te ruego ahora mismo, en el nombre de Jesús... cómo solamente Tú sabes hacerlo que Tú pongas Tu mano sobre cada uno de su corazones y que Tú avives ese primer amor en cada uno de sus corazones, Señor.

Padre, que nada ni nadie impida el que ellos puedan acercarse a Ti, sino que Tú seas refrescando sus corazones, refrescando su espíritu, su alma. Refréscalos en ti. Dales esa vitalidad una vez más. Qué solamente Tú puedes dar a sus vidas, Señor. Padre afirma sus corazones, yo te lo suplico en el nombre de Jesús.

Qué Tú afirmes los corazones de cada uno de tus hijos e hijas, Señor. Llénales, mi Dios, y que en cada una de las carreras de sus vidas, Señor, qué seas Tú afirmando sus corazones. Qué cuando ellos se encuentren con esas cuestas difíciles de subir, que ellos puedan encontrar en Ti las fuerzas y el ánimo para poder subir a la cima, Señor y poder ver la bendición que Tú tienes para cada uno de ellos.

¡Que esa meta, Señor, a la cual Tú les llamas se acerca cada día más y más! Afirma nuestros corazones en las promesas que Tú has dado sobre nuestras vidas: ¡Que Tú vienes pronto, que Tú vienes pronto por nosotros! Y Señor, nosotros dedicamos nuestro corazón a ti aún más. Qué aún a pesar o a través de las rutinas de nuestro diario vivir, Señor, que nosotros podamos saber y estar alertas, Señor que tú tienes una promesa de que volverás.

¡Qué tu volverás por tu pueblo! ¡Qué Tú vas a volver por cada uno de nosotros y nos va a llevar a reinar contigo en Gloria, Jesús!

Afirmamos nuestras vidas, afirmamos nuestras mentes, afirmamos nuestros corazones en Ti y en tus promesas, Señor. Le decimos que "No" a cualquier otra y nos afirmamos en lo que solamente Tú tienes para ofrecer.

La honra y la Gloria es toda para ti, Señor. Gracias por tu pueblo. Gracias por tus hijos e hijas, Señor. Extiende a cada uno de ellos Tu bendición. Te damos la Gloria, Señor. Bendice a tu pueblo en esta mañana, Señor. Y que esta palabra haga eco en sus corazones a través del día en todo lo que ellos hagan, a través de la semana, Señor.

Inquieta los corazones a buscar cada vez más y más de ti. Gracias Jesús. Gracias, Señor. Amén y amén. Gracias. ¡Aleluya!

Jehová es mi pastor

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Vamos al Salmo 23. ¿A ver si lo conocen algunos, no? Yo sé que hay algunos que no van a sacar su Biblia, van a decir yo lo voy a repetir de memoria. Está bien. Salmo 23. Sentí del Señor reflexionar sobre este Salmo. Esto va a ser un poquito diferente. Yo dije en la mañana "¡Hemos tenido dos o tres sermonazos en estas semanas!".

Esto va a ser más una reflexión sobre la Palabra, así que vamos juntos al Salmo 23 que dice:

Jehová es mi pastor

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me

Hará descansar;

Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia

Por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra

De muerte,

No temeré mal alguno, porque tú

Estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán

Aliento.

Aderezas mesa delante de mí en

Presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite;

Mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia

Me seguirán todos los días de mi vida.

Y en la casa de Jehová moraré por

Largos días.

Padre en el nombre de Jesús. Gracias, Señor.

Padre es Tu Palabra que ya ministra, Señor. Es la realidad que estas palabras tienen que ministrar el alma, Señor. Yo te pido que nos hables en este día, Padre que Tú seas el que nos habla. Señor a pesar de lo frágil de este vaso, yo te pido que sea tu Espíritu Santo, ministrando a cada corazón.

Yo quiero escuchar de Ti y te pido revelación divina en el nombre de Jesús. Amén y amén. Jehová es MI Pastor, MI PASTOR.

¿Saben qué? Yo tengo un hijo de dos años y a él le encanta esa palabra “mío”, ¿no?

Hoy mismo mirando un juguete de otro niño dice, 'my toy, my toy'. Todo es mío para él. ¿Pero sabes qué? A veces Dios quiere que seamos como niños con Él... Dios Tú no eres un Pastor, Tú eres MI Pastor, Tú ERES MI Pastor, yo puedo confiar en ti, mi pastor personal que me conoce por nombre.

Jesús dijo 'Yo soy el buen pastor. Conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mi.'

Jehová es tu pastor, tiene cada cabello contado, sabe cada detalle de tu vida, cada pensamiento, te conoce mejor de lo que tú te conoces a ti mismo. Gracias a Dios, Jehová es mi pastor en el día de hoy.

¿Sabes qué? A veces cuando pensamos en la imagen de pastor, visualizamos una escena muy tranquila y una persona muy tranquila con la guitarrita, ¿no? tocando ahí en el campo. Y yo creo -y hay mucho de tranquilidad y paz en este Salmo. Vamos a hablar de eso.

Pero la realidad en la época de Jesús y de la Biblia, del Antiguo Testamento es que los pastores eran la gente más guerrera que había. Vivían en los campos, día y noche. Estaban listos para pelear con cualquier animal salvaje.

Los pastores son fuertes y confiables, con él se puede contar. Nuestro Jesús no es Jesusito, es mi pastor, está ahí para cuidarme y para defenderme. Vamos a reflexionar en eso.

Dice: "Nada me faltará".

¿Qué te hace falta? ¿Sabes qué? Este lenguaje de faltarle algo se usó mucho en la época del Éxodo cuando Israel salió de Egipto.

Dios dijo 'Nada te faltó en estos cuarenta años que vagaste en el desierto". Y ¿sabes qué? es la verdad; que si tú quieres conocer a Jehová como tu pastor que provee por todas tus necesidades, Jehová Yiré, el mejor lugar para aprender esto es ... el desierto. Es el desierto.

Es el lugar donde no tienes nada, cuando estás pasando por necesidad y tú no sabes donde van a llegar las soluciones. Es en el desierto que conocemos el pastor más que nunca. Dios hizo esto para el pueblo de Israel. No tenían agua, así que Él dice: "Yo les voy a enseñar que yo soy capaz de sacar agua de la roca". No había pan y Dios dice "Yo soy capaz de poner unos pancitos en la arena cada mañana para que recojas tu pan".

Cuando estaban en peligro, Dios dice, "yo voy a ser un gran gigante con ustedes. Yo voy a estar al lado con la Gloria Shakiná de Jehová para guardarles de los animales salvajes. Si necesitas sombra en el día, yo voy a ser una columna de nube y habrá una sombra grandota cubriéndote".

¡Qué rico tener la sombra del Señor, ¿no?! Es la sombra del Omnipotente.

Si tú necesitas, también, guianza en la noche cuando no ves para donde vas, Dios dice "Yo seré columna de fuego. La Gloria Shakina para que tú veas para donde vas. No te voy a dejar solo. Te voy a guiar".

"Nada me faltará".

Hay algunos que han aprendido esto de experiencia ¿no? Tú has pasado por el desierto, tú sabes lo que es no tener para pagar la renta este mes o no tener comida en la mesa y tú oras 'Jehová Tú eres mi pastor' y hay tocadera en la puerta y el Señor provee lo que tú necesitas. Algunos lo han aprendido, pero ahora están pasándolo otra vez. Dios dice, 'yo soy el mejor. Ayer, hoy y para siempre. Yo no cambio.'

Jehová Tú eras mi pastor y todavía eres mi pastor. “Nada me faltará.” Gracias a Dios. ¿Cuáles son las necesidades de tu vida? El Señor está ahí para proveer. Gracias a Dios.

"En lugares de delicados pastos me hará descansar;

Junto a aguas de reposo me pastoreará."

¡Ay, qué lindo! El Señor sabe donde llevarte de vacaciones de verdad. El Señor sabe y conoce los pastos delicados donde tú necesitas reponer el alma.

¿Sabes qué muchas veces nosotros asociamos el descanso y refrigerio con el estar totalmente sin hacer nada, no? Tenemos ya demasiado trabajo, yo quiero descansar. Para Dios no es así. Él tenía que mover los pastores en esa época, las ovejas, de un campo... un pasto a otro pasto porque si se quedan ahí en el mismo se van a comer toda la hierba y van a quedar sin nada.

Dios sabe que para tu propio bien, tienes que estar en moción pero es posible ser activo y estar descansando por dentro.

Jesús dice "Venid a mí. Todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Y hallareis descanso para vuestras almas".

La imagen esta es estar con el mismo yugo con Jesús, caminando al lado. Estar descansando no significa que no hago nada, pero significa que yo sé quien está caminando a mi lado y yo sé que Él tiene todo en sus manos y yo puedo andar en las cosas que Dios me ha dado y ser activo pero hacerlo sin afán. Yo puedo descansar porque yo sé quien está a mi lado y está compartiendo el yugo conmigo. Gracias a Dios.

¿Sabes qué? Muchas veces nosotros escogemos el afán, preferimos estar ansiosos que confiar en Dios. Hermanos, perdóname por mi país. Yo sé que aquí andamos muy afanados. ¿Se han fijado, no, la diferencia aquí? Como todo el mundo está corriendo, corriendo, agitado. Se han hecho estudios, que especialmente en Boston la gente habla más rápido, camina más rápido, maneja más rápido. Aún le ganamos a Nueva York en algunos estudios, ¿no? Afanado.

Dios dice que no tiene que ser así.

¿Sabes que muchas veces los niños cuando están afanados en medio de la noche, cuando tú quieres dormir a las dos o tres, y están afanados, se requiere alguien para hacerlos descansar?

Por eso Dios dice, -o el salmista dice-: "En lugares de delicados pastos me hará descansar".

Yo necesito alguien que me calme a veces. Ni me puedo calmar a mi mismo, pero hay uno que sí; que si yo lo dejo va a calmar mis temores y mis afanes y mis preocupaciones, pero tengo que pararme y decir "Jehová tú eres mi pastor; nada me faltará".

En Isaías dice: 'porque así dice Jehová el Señor, el Santo de Israel, en descanso y en reposo seréis salvos. En quietud y en confianza será vuestra fortaleza y no quisiste sino que dijiste 'No' antes huiremos en caballos.'.

Dios dice, 'Mira hay dos maneras de vivir, puedes andar afanado o puedes descansar en mi. La decisión es tuya'. Pero es igual, porque Dios nos cuida o puede ser fácil o duro y Dios dice 'Mira, ¿para qué estar tan preocupados? Es tiempo de confiar en mi, es tiempo de descansar, porque yo sé donde están las aguas que tú necesitas'.

Se han hecho estudios, yo leí un poco de ovejas y todo eso. Yo no sé mucho de ovejas, los únicos animales que yo conozco están en el zoológico en Dorchester -que me encanta de hecho- pero yo soy de la ciudad, ¿no?

Algunos tal vez, vienen del campo y conocen mejor que yo. Pero las ovejas si pueden hacer lo que les da la gana, van a tomar cualquier agua sucia que encuentran con toda clase de porquería. Y ellos pensando en estar restaurando o satisfaciendo su sed se contaminan con una cantidad de parásitos, ¿no? Toman el agua fea.

¿Sabes qué muchas veces nosotros por tratar de refrescarnos nosotros mismos nos contaminamos? Nos contaminamos.

Yo estoy convencido que mucho pecado que nosotros tenemos en la vida no es causa de la rebelión directa, sino que es porque estamos buscando una salida, estamos buscando refrigerio, algo para calmar los nervios o no sé qué; y buscamos soluciones fáciles.

Y Dios dice, 'mi hijo, es agua sucia, pero yo tengo el agua que necesitas. Yo te puedo guiar a las aguas apropiadas para ti'.

Como Jesús habló con la mujer samaritana. Yo creo que no había ninguna casualidad. Jesús estaba hablando con una persona que había tenido novio tras novio tras novio tras novio y nada le salía bien, porque estaba buscando llenar este vacío en su vida.

Jesús dice "Mira, mi amiga, yo tengo agua que tú no conoces; que de verdad va a tocar esta necesidad que tú tienes. Venga a mí. Todos los que están cargados y trabajados y yo los haré descansar".

Tal que, al estudiar eso me ponía a pensar en los pastos delicados que conocemos, literales, y pensé en mi viaje en Latinoamérica, en muchos lugares lindos, ¿no?

Un lugar encantador para mí está en Guatemala. Hay un lago con volcanes alrededor. ¿Cómo se llama ese lago? ¿Alguien sabrá? Atitlán. Fui en un barquito en Atitlán. That was nice! El sol pasando por esas nubes, ¿no?

También allá en Centroamérica, en otro país... en Honduras, hay otro lago ¿no? ¿Yojoah? I'm sorry. Ustedes saben de lo que estoy hablando… Y playas en el Caribe... Punta Cana, Fajardo... Saltos en el Yunque que no pensé.

En un campo donde yo fui donde yo fui en República Dominicana. Se llama Jarabacoa donde me ¡daba frío ahí! Estaba tan fresco.

No he viajado mucho en Sudamérica pero he escuchado del sur de Chile, he escuchado... bueno yo fui, sí, a Cataratas, allí en Iguazú.

Escucho que en la costa en Colombia hay unas playas lindas en Santa Marta y ¿qué es la otra ciudad ahí? Cartagena. That's the one! Wow! ¡Qué lindo, ¿no?! Ahora les estoy poniendo más tristes porque aquí estamos en la ciudad, ¿no?

Mi hermana es una mamá excelente y tiene un hijo hermoso que es súper, súper sensible. Es tan sensible que tiene altos y bajos, es difícil para ese muchacho. Y él, cuando tenía 5 añitos, estaba en la playa aquí en Cape Cod. ¿Ves que tenemos algunas playas, no? Frío, yo sé pero bueno... pero me miran como ¡eso no es playa! pero bueno... Y estaba ahí mirando y este muchacho tan lindo, tan poético, él dice: "Mira, mami, mira el mar…" e hizo hasta un gesto poético... "Mira el mar, mira los cielos azules, mira las nubes -el muchacho de 5 años- mira la arena, mami. ¡Qué lindo es!" Mi hermana dijo algo muy sabio: "¿Sabes, m'ijo? La próxima vez que tu estés triste o ansioso quiero que pienses en este momento porque este momento no tiene que quedar aquí puede ir contigo por dentro".

O sea que los pastos delicados para nosotros, esto no es un lugar físico es un lugar espiritual, no importa el lugar, importa la persona espiritual que está a nuestro lado, importa que tengo un pastor a mi lado y Él me puede llevar a estos pastos en el espíritu aunque esté en la esquina de Harris y Northampton, ¿no?

Me encanta, hay una caja eléctrica aquí, que alguien ha pintado con hierba y nubes. ¿Lo han visto en la esquina? ¡Qué rico! Porque en cualquier esquina, en cualquier situación Dios te invita "M'ijo, mi oveja, yo te quiero guiar a pasos delicados. ¡Déjame hacerlo! Tengo aguas para ti que de verdad te van a refrescar. Dejar de buscar tú sola, yo te ayudo con eso"

"Jehová es mi pastor, confortará mi alma".

Toda esta sección habla de la capacidad de Dios para restaurarme por dentro cuando estoy muerto con cansancio. Dios puede hacerlo.

Pero, ¿sabes qué? Más allá yo estudié este texto en hebreo y la palabra aquí para confortar usa la palabra "shuv" en hebreo que significa girar o volver. Es una palabra muy literal, muy físico. Significa normalmente estoy en una calle y voy a girar o voy a volver.

Creo que el significado es que Dios nos hace volver nuestras fuerzas. Pero es una palabra rara para este contexto y me puse a pensar ¿habrá otro significado de pastores y ovejas que habrá aquí? Y leí en un libro que habla de un problema que pasa con las ovejas a veces. Que a veces, especialmente, las ovejas que pesan mucho, que tienen mucho pelo o están en cinta o sencillamente están gordos, se ponen a recostar en la hierba más blanda, más como swampland más como pantanosos y comienzan a perder su balance y su centro de gravedad se mueve... ¡vuau! y se quedan ahí patas arriba, perdidas, ¿no? Y no se pueden enderezar otra vez. En inglés se llaman "cast sheep or cast horses" que están echados, que están caídos y no se pueden enderezar y dicen que es algo tan patético, tan triste observar como la ovejita se pone como una loquita dando pataleta con las patas, tratando de moverse y no se pueden y mientras más se mueven se acumulan gases en el abdomen y se ponen peor que antes en el sol. Una oveja echada, una oveja caída se puede morir dentro de unas horas. Y más allá no es solamente el pastor que busca las ovejas caídas, hay aves de rapiña, hay animales salvajes buscando su presa fácil y ahí están caídos.

Sabes que yo pienso en esta escena, de una ovejita que no se puede enderezar, ¿no?

Mi hijo una vez… yo escuché unos gritos -que no es nada nuevo-, pero unos gritos de su cuna y yo sentí algo diferente en esos gritos y entré y yo vi que estaba stucked con el piecito ahí entre las barras el pobrecito; y él, "¡ah, ah!" y yo " ¡Ay, m'ijo!" ¡Ay, y cuanto te rompe el corazón ver una criatura inocente, débil que no se puede ayudar a sí mismo que te mira con estos ojos, ¡¿no?!

Así somos muchas veces. Somos ovejas caídas a veces que nos metimos en problemas ahí estamos ya en aprietos y no podemos salir de eso. No sabemos las soluciones. O sea que tu pastor no te mira con ojos de desprecio, Él te conforta el alma, Él te vuelve, Él te gira para ponerte en tus piecitos otra vez.

"Jehová es mis pastor, confortará mi alma. Me endereza cuando estoy caído".

Gracias a Dios, mi salvación no depende de mí. Nosotros tenemos que aceptar a Cristo pero no nos salvamos a nosotros mismos. Es como agarrar un salvavidas. Somos personas débiles en la carne, naturalmente, y Jesús nos salva. Nuestra salvación depende de Él y gracias a Dios también nuestra santificación depende de Él, el futuro depende de Él. Gracias a Dios. Él que comenzó en vosotros la buena obra es fiel, para perfeccionarla.

God will finish what he started with you. No se va a dar por vencido. Él sabe lo que está haciendo, es un pastor excelente y confortará mi alma. Gracias a Dios, "me guiará por sendas de justicia, por amor a su nombre".

Ahí habla que el pastor enseña. No solamente provee y cuida, pero enseña, guía también.

Jesús, cuando vio las multitudes y sintió compasión por ellos, de corazón, de estómago, de sus entrañas. Sintió compasión por las multitudes porque era como ovejas sin pastor, estaban perdidos. Y Jesús comenzó a enseñarles muchas cosas.

Para ser una oveja del Señor, tenemos que ser enseñables.

¿Saben qué me encanta a mí en el discipulado? Me gustan todos los niveles, pero especialmente me gusta el Nivel 1 porque la gente que ha decido estar ahí es gente enseñable, que está allí con el corazón listo para que el buen pastor, el Señor Jesús, les guie en el camino correcto.

Me encanta esa actitud y a Dios le encanta también. Es la actitud que tenemos que tener. Porque ¿sabes qué? hay mucho que está en juego con el camino que nosotros usamos.

Dice, "nos guiará por caminos de justicia, por amor de su nombre".

¿Sabes qué? la fama, la buena reputación de Jesús está en juego. Cuando nosotros usamos caminos torcidos o caminos pantanosos hay otro que estamos difamando... el Señor que servimos. Él es nuestro pastor y si tú vas a ser oveja del Señor... vas a ser guiado a caminos de justicia, lo quieras o no... esto viene con el paquete.

No se puede... cuando nosotros vivimos en el pecado, cuando tomamos otros caminos, estamos perdiendo toda la riqueza que Dios quiere darnos en este Salmo y Él es un buen pastor y Él no tiene miedo de usar su vara. Y vamos a hablar de eso más adelante.

Y después dice "aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento". Esta es la parte del Salmo más oscura, más triste en cierto sentido, pero también es la parte del Salmo con más intimidad con Dios porque "tú estarás conmigo". Es en el valle de sombra de muerte que tenemos intimidad tú a tú con el buen pastor.

Cuando estamos más de cerca con Él, estudiando de los pastores y ovejas dice que en el verano el sol es tan fuerte que para mantener las ovejas saludables hay que buscar pastos más altos en las montañas. Así que el pastor agarra sus ovejas y van de viaje. Él y ellos a solas 'in te wilderness', en el ambiente con la naturaleza y para llegar a la tierra más alta hay que seguir un camino ahí en los valles, que toma cosas... caminos que no hubiéramos querido tomar. Pero el pastor sabe que para llevarte a la tierra más alta, donde hay pastos hermosos, donde la nieve se ha derretido, está ahí, agua fresca ahí arriba... te tengo que subir a través de caminos oscuros a veces. No significa que has pecado, no significa que Dios está enojado contigo.

A veces cuando pasamos por sufrimiento, pensamos "¿Dios que hice mal que Tú estás enojado conmigo?" y no es así a veces. A veces, sí, los buscaste y hay problemas porque metiste la pata y hay problemas y hay que resolver los problemas. Pero a veces sufrimos y no hay nada malo, no hemos hecho ningún pecado; sólo es que toca pasar por el valle de sombra de muerte. Y Dios sabe que si yo te paso por ese camino, aunque sea un camino triste y oscuro al otro lado hay pastos más verdes que nunca y yo te voy bendecir allí. Tú vas a estar ahí alto, alto, alto.

Hermanos, todos sabemos, que para crecer en Cristo si queremos ser usados por el Señor, tenemos que ser pulidos, tenemos que pasar por lo duro. Y no va a ser fácil. El cristianismo nunca promete que todo será fácil, no es así. Dios no te guarda de peligros en la vida cristiana.

El Apóstol Pablo dijo "Mira yo ando en peligro en todo. Peligro en el campo, peligro en la ciudad, peligro en la calle, peligro cuando estoy durmiendo, peligro...mira yo quiero las cosas más fáciles que eso", ¿no? Y algunos dicen 'I didn´t sign on for that'. Pero es así.

Pero Dios dice 'No te guardo de peligro, pero yo estaré contigo ahí en ese camino oscuro y no temerás mal alguno'.

¿Sabes qué? Yo hablando con una hermana del culto en ingles... muy linda se llama Gail, es ella que predicó aquí de Israel un día... una señora ya mayor. Ella dijo que un día ella se encontró en un carro a solas con un hombre, no sé la situación, pero un poquito peligrosa la situación. El hombre dijo "¿No tienes miedo de estar aquí en este carro conmigo?", ella dijo "Mira hay dos ángeles más feos que tú atrás así que no estoy... no me das miedo" y es que nuestro Dios está con nosotros.

Él tiene una vara que duele si tú te metes conmigo, te metes con mi pastor. Yo no estoy solo en este camino, yo tengo a alguien velando por mí. La vara es lo que David usó con todo eso que hizo... sus slingshots para matar a Goliat. Una cosa pequeña, pero demuestra la autoridad del pastor y se usa para proteger a sus ovejas. "Tu vara y tu cayado me infundirán aliento".

Pero también la vara se usa no solamente con los enemigos, también se usa con las mismas ovejitas. Cuando están mal -sonidos de golpes- Él usa esa vara para darles el buen... la cosa que hace el sonido del coco, ¿no? No voy a repetirlo porque en cada sermón yo usa esta palabra, yo se. Pero dale esa disciplina que tú necesitas... la vara.

Pero también se usa la vara para lo que se llama en inglés 'passing under the shepard´s rod' que se compara a pasar bajo la vara del pastor. Lo usan los profetas para hablar de la manera que Dios nos examina, para conocer donde Él va a trabajar este año, ¿no? Yo no dudaría que pasaría una vez al año, en el espíritu, en la noche... Dios pasa la vara. No sé... pero es algo simbólico y es algo interesante.

Para las ovejas, dicen, que cuando se le corta el pelo duele, ¿no? porque siempre deja rascaduras como cuando te estás afeitando. O sea que quitando ese pelo pesado para que no caigan, esto duele. La oveja pelea con esto, no le gusta.

Pero al examinar la oveja con la vara, dice que él mueve todo el pelo con esta vara para inspeccionar bien de cerca si habrá animalitos o pulgas o ticks o cosas así y "pam, pam" limpiarlo. Y dicen que a las ovejas les gusta. That the cattle feels good como un masaje del pastor, o como un buen... ¿a cuántos les gusta ir al salón a que te corten el pelo, no? Los peluqueros aquí quieren que yo hable de eso.

Todo peluquero aquí... levanten la .... ¿no?

Pero el Señor hace eso moviendo el pelo, examinando y nos examina. Pienso en el Versículo que dice "examíname ¡oh, Dios! y conoce mi corazón. Pruébame y conoce mis pensamientos y ve si hay en mi camino de perversidad y guíame en el camino eterno.'

La vara se usa para proteger, se usa para disciplinar y se usa para examinarnos, para revelar lo que tiene que trabajar el Espíritu Santo en ti. Nuestro pastor sabe lo que está haciendo y Él va a trabajar a las ovejas para que estén saludables aunque signifique que tienen que inspeccionarlos y ver donde, cuales son las pulgas que nos han mordido.

Where are flees that we are going to be picked off, I mean.

Así que Él lo hace, la vara y el cayado es, you know, en la otra foto tenemos el cayado que tiene el 'the crook, you know, esto se usa, dicen para agarrar estas ovejitas y ponerlas con la mamá si se extravían para que no se pegue el olor del pastor para no causar problemas con la mamá. Si el olor le causa rechazo, no se qué. También para agarrar las ovejas que están en las aguas cuando se han perdido y están en un árbol ahí y se les tiene que sacar.

Dicen que los pastores a veces caminando tocan las ovejas con ese cayado tocan a las ovejas para guiarlos en ese camino. Y me encanta esa imagen de una persona caminando al lado con esta vara extendida tocando las ovejitas en el camino. Ahí no le está dando duro, sólo tocándolo en el camino, para que sepan 'por ahí vamos. Yo estoy aquí'.

A veces ¿has vivido eso, que sólo necesitas algún toquecito para recordar que Dios está ahí, no?

Una vez yo desayunando con un amigo mío, su hija de dos años... un año y medio, estaba sentada en una camisa ahí en medio y ella estaba mirándome y tenía la mano sobre la pierna de su papá.

"I wanna be sure you're here. Quiero estar segura que estés acá para guardarme de ese mal 'gringo' que está aquí al lado".

A veces necesitamos un toquecito, ¿no? Me pongo a pensar dice en el Salmo 'tu vara y tu cayado, ellos me infundirán aliento'. Hay énfasis en eso, en eso en el hebreo. Y me pongo a pensar... ¿será que en los caminos de sombras que no se puede ver -a veces no se puede ver nada- y tal vez, saben que el pastor está ahí pero no lo ven y ayuda saber que tiene una vara y ayuda sentir el toquecito del cayado de vez en cuando?.

Hermanos, hay algunos que cuando estás pasando por las sombras, estás pasando por el tiempo difícil, te cuesta a veces ver que está haciendo Dios contigo. Pero quiero que sepas que Él tiene un cayado y si tú esperas tu buen pastor te puede dar el toquecito que tú necesitas para saber que no estas caminando solo en este callejón, que Dios está a tu lado.

"Tu vara y tu cayado me infundirán aliento". Gracias a Dios.

Tú sabes que Jehová es tu pastor y Él sabe lo que está haciendo. Es difícil pensar en nosotros como ovejas. ¿No sé si has visto ovejas? ¿Cuantos aquí en este año han visto ovejas? Están lindas... todas blanquitas, todas... huelen mal, son tontas, comen cualquier cosa que tú les pones delante y nosotros somos así a veces, ¿no?

A veces no somos los más inteligentes y a veces hay fragancias no tan lindas de nuestra vida... pero 'Jehová es mi pastor y nada me faltará'.

Dice, "aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores".

¿Sabes que el Salmo 23 no habla todo de ovejas y pastores? ¿Tú sabes eso?

Sólo la primera mitad habla de ovejas y un pastor, después de eso es otra analogía completamente. Es otra imagen, otra metáfora. Y ahora está hablando de una mesa delante de nosotros.

¿Sabes que en el hebreo las palabras "aderezar una mesa" son palabras muy especiales? No es una mesa cualquiera, es una mesa ceremonial y "aderezar la mesa" no es solamente preparar la comida, es preparar la mesa ceremonial así como Dios mandó hacerlo. Se usa principalmente con la mesa en el templo o en el tabernáculo.

Una mesa, cuando tú estás entrando -antes de entrar en el lugar santísimo- había una mesa con pan encima. Se llamaba 'pan de la presencia de Dios' o 'Pan de rostro'. El lenguaje aquí está hablando de la mesa de Jehová en el templo con el pan de la presencia del Señor delante del Rey David.

Él está diciendo "Yo creo que lo que está pasando es que David está adorando a Dios en el templo" y vamos a hablar más del momento tal vez, y ahí tiene un 'flashback' cuando está imaginando el pasto con las ovejas y él dice "Jehová es mi pastor. Nada me faltará" y está pensando en todo eso.

Ya vuelve a la situación. Gracias Señor.

"Tú aderezas mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores".

¿Sabes qué? Había momentos -y un momento en particular- cuando David estaba corriendo como un loco porque el Rey Saúl y otra gente estaban buscando matarlo. Estaban persiguiéndolo para matarlo.

¿Cuántos han visto esa película del Fugitivo? Es una buena película, ¿no? Él corriendo de las autoridades... David corriendo de las autoridades... querían matarlo y llega al templo con sus hombres, él agotado, muerto de cansancio le dice al sacerdote "¿Tienes algo para comer aquí?" y el sacerdote le dice "Bueno no hay ningún pan normal sólo tenemos pan santo de la mesa, pan de la presencia." Y, David dice, "Muy bien, yo voy a comer y lo voy a compartir con mis hombres".

¿Fue malo que lo hiciera? Eso es pan consagrado. ¿Quién tiene el derecho de comer el pan en el templo? Porque esto no es pan para ser sacrificado, esto es pan para ser comido pero sólo por una persona... es sólo por el sacerdote.

David dice, "unges mi cabeza con aceite", él sabe 'Yo no soy un prófugo corriendo como un loco, yo soy el ungido de Jehová. Yo soy un Rey sacerdote y aunque no parezca que tengo la autoridad ahora mismo... está.

Yo soy un sacerdote de Jehová y tengo el derecho de comer este pan que Dios puso delante de mí'.

¿Sabes eso? ¿Qué tú no eres una persona normal? Aunque parezca diferente por situaciones que estamos viviendo, sabemos que yo soy un rey, un sacerdote, una princesa en el Reino de Dios, el aceite de Jehová está sobre mi vida y tú Jehová has puesto una mesa delante de mí. Y no es pan para ser sacrificado esta vez, este es pan regalado de los Cielos para mí.

En el mismo templo de Dios, David sabía "en presencia de mis angustiadores aún con la lucha y la guerra pasando alrededor de mi, Dios ha puesto una mesa delante de mi y yo puedo sentarme y comer con Él y disfrutar la tranquilidad de una comida”.

Dios dice, "He aquí. Yo estoy a la puerta y toco. El que oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo".

Hermano, hermana, yo no sé qué está pasando en tu vida... pero sé que Dios te invita a la mesa como cristianos estamos lavados por la sangre de Jesús. Estamos limpios. Tenemos derecho de entrar en una intimidad excepcional con Jehová, con el Espíritu Santo. Cuando tú vienes al templo y cuando tú sabes que la presencia de Dios está aquí y estás adorándole... es una mesa que Dios ha puesto delante de ti. Y ¿sabes qué? Esta unción es preciosa, esta unción nos cambia porque Dios ha ungido nuestra cabeza.

En Isaías 61 dice lo siguiente -versículo 3-, 'Ha de ordenar que a los afligidos de Sión se les de Gloria en lugar de ceniza, oleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado y serán llamados árboles de justicia plantío de Jehová para Gloria suya'.

¿Sabes qué? Yo he visto personas experimentando dolor, lucha tremenda en su vida y sus rostros están brillando con gozo porque ellos tienen una cena invisible con Dios. Ellos tienen un refrigerio espiritual que pueden recibir en este momento y esto no quita el sufrimiento pero por dentro hay gozo porque tienen oleo de gozo sobre su cabeza.

Yo no sé pero tengo entendido que no se bañaban tanto en esa época y echar aceite era como tomar un buen baño ¿no? ... y estar fresco con esta fragancia.

A mi me encanta a veces saludar a un hermano y ... la colonia, yo la puedo oler... pero es porque está agradecido por estar con Dios y está en la casa de Dios y se siente bien que Dios ha ungido mi cabeza aunque yo creo que el significado es espiritual. No hay nada malo en saber que Dios también te ayuda a sentirte bien de ti mismo, te invita a una cena linda y elegante.

Yo pienso en Jesús durmiendo en esa barca aunque había una tormenta Jesús pudo dormir en la barca... y así también nos invita a disfrutar la intimidad de una cena con Él a pesar de las luchas que están pasando en la vida.

Hay personas a veces que yo escucho decir, 'yo no debo asistir a la iglesia hasta que yo tenga ciertas situaciones en orden'. Están sufriendo, están pasando problemas, tal vez hay luchas con cosas que están haciendo y dicen, 'no quiero ir a la iglesia hasta que yo me arregle y después vengo'.

¿Sabes qué? Dios dice "Mira, ven tal como tú eres. Hay una mesa preparada delante de ti. Te voy a ungir la cabeza con aceite y te voy a restaurar aquí en este lugar. Ven, ven a la mesa. Hay aguas preparadas para ti." Gracias a Dios.

Dios prepara esto para nosotros y hay ese brillo que Dios tiene. Yo pienso en David allí en el templo sin nada. Él estaba totalmente fregado en ese momento que yo describí. No tenía dinero, andaba como un loco corriendo de la gente. Pero él dice ahí en la presencia de Dios 'Mi copa está rebozando'.

¿Cuantos sabemos que es posible tener mucho dinero y estar vacío por dentro? Es posible tener todo y estar en pobreza extrema porque estás buscando llenar la sed del corazón. Y ¿cuántos hemos conocido a personas que viven con muy poco en esta vida, pero son ricas para con Dios? ¡Que pueden decir con el corazón brillando en los ojos "Mi copa está rebozando, Dios ha sido bueno conmigo!".

Hermanos, yo quiero que tengan mucho. Yo quiero que la gente pobre tenga más y luchamos por eso. Pero lo que queremos es que todos podamos en la presencia de Dios, disfrutar de lo que la Biblia llama 'plenitud de gozo'. En tu presencia hay plenitud de gozo y tú dices, "mi copa está rebozando".

Yo pienso en la última parte de este Salmo, cuando David estaba siendo perseguido por sus enemigos. ¿Cómo pudo estar tan tranquilo? Que al final él dice '¿Sabes que yo sé que fulano, fulano y fulano me persiguen para mal, pero hay otros dos que me persiguen para bien y ellos corren más rápido que yo. Y no importa donde yo vaya, ellos me van a alcanzar?’ Se llama el bien y la misericordia. Me seguirán todos los días de mi vida. Y están corriendo, la imagen is that he's like running. A veces nosotros corremos de la presencia de Dios, corremos de Dios, pero Dios nos busca y nos alcanza con su bien y con su misericordia.

Gracias al Señor.

Tú eres un hombre perseguido, una mujer perseguida por la misericordia de Jehová. Y no te puedes esconder porque Dios te va a encontrar a donde quiera que estés escondido... la misericordia de Dios te alcanza.

Pienso en la última parte que dice 'Y en la casa de Jehová'.

¿Sabes qué? Estamos hablando otra vez de estar en el Templo de Dios, que en el Templo de Dios, en la presencia de Dios entramos en estos pasos delicados, disfrutamos de todo eso.

Pero, ¿sabes qué? A veces no podemos estar en el Templo y ahora en esta época la Gloria de Dios habitaba en un edificio. Yo amo este lugar y nosotros debemos siempre preservar la santidad y respeto por este lugar físico.

Los lugares físicos son importantes. A nuestro Dios le importa mucho el mundo de materia, de carne y hueso. Pero yo sé que el Reino de Dios y la casa de Dios no es un lugar. Ahora la casa de Dios somos personas. La casa de Dios es estar con mi buen pastor, es estar... que Jesús está a mi lado.

Hay una canción por un cantante hace muchos años atrás cantada a su esposa que dice, 'no importa donde estemos. Podemos andar en las montañas de California o podemos estar en el tráfico de Nueva York. Podemos estar en las playas de la Florida... Pero si tú estás conmigo yo estoy en mi casa'.

Y yo he sentido al Señor alguna vez en mi vida decirme "Gregory, donde quiera que tú estés, Yo estoy en mi casa".

'En la casa de Jehová moraré por largos días'. No importa para donde vas, no importa lo que estas viviendo, Jehová... si Él es tu pastor, si Él está a tu lado, estoy en mi casa.

Él ha puesto una mesa delante de mí y ha puesto un pasto delicado. Porque lo tengo a mi lado. Su vara y su cayado me infunde aliento y yo no se como va a resolver estas situaciones y no tengo soluciones fáciles pero yo sé quien anda conmigo y sé que no estoy solo en la situación.

Hermano, hermana, vamos a ser ovejas del Señor. Vamos a disfrutar esta intimidad. Estar en la casa de Dios no es un lugar. Depende de quien es tu pastor y tenemos un buen pastor.

Yo invito a los músicos y pienso en las palabras de Jesús en Juan capítulo 10 cuando Él hablaba de Él mismo como nuestro pastor y Él dijo "El enemigo no ha venido sino para robar, matar y destruir más yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. Yo soy el buen pastor y el buen pastor su vida dará por las ovejas". Gracias a Dios.

"Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas y las mías me conocen así como mi Padre me conoce a mi y yo conozco al Padre. Y pongo mi vida por las ovejas".

Hermanos hay una invitación para nosotros en este día de volver a esa intimidad con Dios. Algunos son nuevos en los caminos de Dios y están luchando con toda clase de obstáculo. Quiero que sepas que tienes un pastor fuerte a tu lado.

No te preocupes, Él se encarga, Él te cuida, Él te va a hacer llegar a tus pastos delicados.

Pero más allá hay muchos que llevan muchos años en el Señor. Dios quiere que tú sepas 'Todavía eres mi oveja. Todavía te conozco, todavía te amo y yo sé lo que estoy haciendo contigo'. Amén.

Pongámonos de pie y vamos a orar.

Padre en el nombre de Jesús venimos delate de ti, Señor. Gracias Jesús que Tú has venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Gracias Señor que en la presencia tuya, Señor, Tú has puesto una mesa delante, Señor.

Gracias, que Tú sabes como guiarnos a los pastos que Tú has escogido para nosotros aunque tengamos que pasar por valle de sombra de muerte. Yo te pido en el nombre de Jesús por una revelación nueva de tu Espíritu Santo, que podamos verte, Señor. Y Señor yo te pido que no solamente aquí en un culto formal, sino yo te pido, Señor que mañana lunes en el trabajo, en las calles, en la casa, en el hospital, donde que quiera que andemos que sepamos, que conozcamos que nuestro pastor está a nuestro lado.

Que podamos saber, Señor, que hay pastos delicados para nosotros ahí en ese momento contigo, Señor. Persíguenos, Señor con tu bondad y tu misericordia, Señor. Búscanos hasta encontrarnos, Señor. Ayúdanos a vivir con este optimismo, Señor, porque Tú eres bueno y para siempre es tu misericordia.

Yo soy Jehová Rafa, tu sanador

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Vamos a la Palabra del Señor un momentito. ¿Saben que vamos a tener servicio de Sanidad esta tarde? Y ya Dios, ha hecho cosas hoy aquí. Él ha estado presente de manera preciosa. Pero esta tarde a las 12 estamos consagrando el tiempo de las 12 para orar específicamente por sanidad por los enfermos.

Siempre oramos por sanidad, todos los domingos tenemos tiempo de ministración. Pero hay una diferencia, yo creo que esta vez como nunca hemos tirado como un reto al piso y hemos dicho: nosotros creemos que Dios es Sanador, Dios sana y lo vamos a poner todo sobre eso y vamos a dedicar ese servicio específicamente para buscar la unción sanadora, milagrosa de Dios.

Les invitamos a venir, inclusive, si usted quiere seguir... este es el día del Señor, así que si usted quiere venir al servicio de las 12 venga. ¡Ojalá que quiera venir! y que sigamos celebrando este tiempo. Va a ser algo muy especial. Ya se siente la presencia densa de Dios en medio de nosotros.

¿Saben cuantas personas han pedido oración a través del Internet? Que como saben que vamos a tener ese servicio de Sanidad, esta tarde, invitamos a la gente que quisiera a que enviara sus nombres. Y Omar y yo el miércoles o el jueves estábamos hablando quizás... "bueno quizás si hay diez personas o quince quizás, mencionemos sus nombres uno por uno". Gente de poca Fe.

Omar, ¿Cuántas personas han mandado sus nombres ya…? 500 personas de diferentes partes del mundo, de muchas diferentes partes del mundo no solamente Latinoamérica sino otros países del mundo; pidiendo que oremos por ellos. Han dado sus nombres y han pedido.

Así que hay una gran Congregación invisible que usted no ve nunca pero están ahí con nosotros también y reciben Bendición y nos escriben continuamente. Eso es parte de la obra misionera que Dios está haciendo posible.

Damos gracias a Dios por el ministerio del ministro que es ordenado por nosotros mismos, el doctor Ernst Diehl y su equipo, gracias a los voluntarios que también trabajan para hacer posible ese ministerio tan significativo que permite que el Evangelio sea llevado a sitios que usted ni siquiera se imagina.

Ahora hay por ejemplo un grupo, una estación de radio en El Salvador, que esta semana nos pidió para poner los programas de radio que se dan aquí cada día a las siete de la mañana para ellos pasarlos a través de su estación allá en El Salvador.

Así que hay muchas cosas así los programas, las predicaciones se están pasando de diferente manera.

Gloria al Señor. Todo es para Gloria de Dios.

Pero le digo para su ánimo, para que usted crea que Dios es un Dios fiel y que mientras nuestra Fe vaya creciendo, Dios irá haciendo cosas mayores.

Yo creo que esto, es solamente el comienzo, pero según nuestra fe, nos será hecho. Según su Fe, la mía, nuestra capacidad para participar y para darle al Señor nuestro tiempo, nuestras energías, Dios hará cosas bellas y hermosas.

Yo quiero que esta mañana nos unamos en espíritu a lo que vamos a estar haciendo a las 12 y continuar edificando nuestra propia Fe, proclamando la Palabra de Dios con respecto a la sanidad, y la prosperidad y a la Bendición que Dios hace posible a través de Cristo Jesús.

Yo quiero que recordemos, hermanos, que Cristo ha dicho que las obras que Él hizo nosotros también las podremos hacer, y aún mayores.

Y que, nuestra Fe es el conducto, es el instrumento que Dios usa para hacer correr su Bendición y que las cosas no han cambiado. Dios es el mismo, ayer, hoy y por todos los siglos.

Este asunto de la sanidad que Dios quiere traer a nuestras vidas...

¿Sabe que la sanidad es nuestra herencia? La sanidad es nuestra herencia a través de Cristo Jesús, nosotros tenemos derecho a vivir vidas saludables, aspirar a vidas saludables.

¿Sabe que la vida cristiana no es esto de aprieta los dientes hasta que Cristo venga y te saque de este mundo cruel? La vida cristiana es una vida de abundancia y Amén, aunque no lo crean. Es una vida de abundancia. Cristo dijo. "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia".

Yo siempre vivo con la expectativa de que Dios me va a bendecir más y más y a veces me meto en líos grandes porque tengo tanta fe en el Señor y tanta creencia de que Dios me ha llamado a hacer proezas, Dios me ha llamado a derribar gigantes, Dios me ha dado todo lo que yo necesito para hacer su obra aquí en la Tierra y para ser prosperado. Y eso es para usted también.

'Conforme a tu fe, te será hecho', dice la Palabra del Señor. El Señor Jesucristo le dijo a Marta: "¿No te he dicho que si creyeres veras la gloria de Dios?" y Marta estaba allí diciéndole: "Sí, Señor yo sé que Lázaro resucitará cuando venga el día del juicio…" "No- le dijo el Señor- yo lo quiero resucitar ahora, hoy, ahora en este momento." Y si tú crees, tú vas a ver la gloria de Dios manifestada.

Muchos de nosotros estamos acostumbrados a la bendición genérica de Dios. Una bendición como general, pero Cristo quiere una bendición específica para nuestras necesidades, nuestras situaciones, nuestras luchas, nuestros problemas. Hay bendición para los hijos de Dios. No importa que tú estés pasando por tiempos difíciles, muchos estamos pasando por tiempos difíciles pero yo creo que la victoria es del Señor, siempre. Cuando pasamos por las pruebas, las tribulaciones, yo creo que Dios me puede sacar de ella con victoria. Dios no va a permitir que yo sea derrotado.

Esta obra que estamos emprendiendo ahí en Dedham, eso llegó a mi Ministerio, llegó a mi vida de una manera no solicitada y Dios nos ha ido metiendo en un compromiso moral y espiritual con esa congregación en un sentido de... pero hermanos yo nunca he querido retroceder. Cuando Dios permite que un reto venga a mi vida, yo lo examino y si es Dios, yo digo Amén, presente, yo se que Tú me vas a dar la victoria.

Esa iglesia ha tratado ya, en tres diferentes ocasiones, de salir de su situación difícil en que han estado.

Tres veces. Las tres veces han fracasado, ya estaban dispuestos a entregarlo todo, una bella propiedad que tienen allá. Tres edificios preciosos en un área muy estratégica de la ciudad de Derahm y ya estaban dispuestos a entregar el espíritu como así decimos, pero yo les he animado en el nombre de Jesús.

Les dijo 'No, prueben una vez más. Nosotros vamos a comisionar a este joven, que es un hombre de Dios, ha estudiado en un Seminario, se ha preparado; tiene un espíritu emprendedor, una familia linda, ama al Señor. Nosotros le vamos a respaldar en el nombre de Jesús. Prueben una vez más".

Y yo creo que Dios no nos va a dejar quedar en vergüenza. Ellos lo han hecho allí como con temor y un poquito a regaña dientes pero yo me he atrevido a decirles: 'Prueben, Dios no nos deja quedar mal'. Y yo creo que Dios no nos va a dejar quedar mal. Yo creo que esta vez es la vencida.

Dicen que a la tercera es la vencida. Bueno esta vez, a la cuarta es la vencida.

Pero yo creo que cuando Dios está presente, hermanos, cuando nosotros emprendemos las cosas en el nombre de Jesús y hay oración, y hay respaldo, hay espíritu fluyendo las cosas se hacen.

Dios no nos llamó a fracaso, Dios nos llamó a éxito, a bendición y por eso nos atrevemos a hacer cosas. Nos metemos en líos y Dios nos saca de ellos... de alguna manera. Oliendo a humo pero nos saca de ellas.

Cuando Pedro vio a Jesús caminando sobre las olas, Pedro que era atrevido y tenía un espíritu de fe le dijo: "Señor, haz que yo también camino sobre las aguas" y el Señor le dijo "Bueno si te atreves, metete en el agua". Y Pedro comenzó a caminar pero su fe no le daba en ese momento, vio las olas, escuchó el rugido del viento, comenzó a hundirse y… el Señor le dijo "Bueno, Pedro, ese es tu problema. Te metiste en lío ahora sal tú de él. Te veré allá en el Cielo cuando yo llegue".

No, el Señor le extendió la mano y lo sacó y lo metió en la barca.

Eso quiere decir que cuando nosotros emprendemos cosas a veces, y a veces emprendemos cosas que están más allá de nuestra capacidad, de nuestra fe, pero si lo hacemos para glorificar a Dios, el Señor se encarga de sacarnos de los aprietos, ¿sabes?

Cuando nuestro corazón es puro, cuando nuestro corazón es bueno para el Señor y queremos ver su gloria, aún a veces cuando la embarramos un poquito el Señor nos bendice y nos saca adelante y no permite que seamos avergonzados.

Nunca le diga 'No' a un reto que venga de Dios para su vida porque usted no tenga lo que necesita. Crea que el Señor es poderoso para proveer lo necesario. Y pienso en este momento -no se preocupe ya estoy en el sermón- pienso cuando... los discípulos vinieron de Jesucristo y dijeron "Señor la multitud, el tiempo ha pasado, es noche, la multitud necesita comer, mándalos para su casa para que coman y busquen lo que puedan".

Estaban en el medio del campo abierto y no tenían lugar a donde ir y que les dijo el Señor, les dijo:" Denle ustedes de comer". "¿Nosotros? ¿Como vamos a darles de comer a esa multitud tan grande? No hay ni siquiera dinero y aún si hubiera dinero no hay por aquí un super stop & shop donde podamos comprar tanta comida para tanta gente". Y el Señor les dijo "Bueno, ¿qué hay entre ustedes? Busquen ahí. ¿Qué hay en la multitud?".

Buscaron, sacaron cinco panes y dos peces que ya debían oler a monos huyendo por ahí a esa hora de la tarde con el calor que hacía. Y el Señor dijo: "Denme eso" y cogió los panes y los peces, los levantó hacia el Cielo, los bendijo y ¿qué pasó? recibieron suficiente comida para darle a toda la multitud y sobró aún. Queriendo decir que cuando el Señor nos dice 'Hagan algo', no se preocupe si usted tiene los recursos o no, obedezca al Señor. Hágalo en el nombre de Jesús y el Señor ha de bendecir.

Esta tarde nos estamos metiendo en problemas porque estamos diciendo que Dios es un Dios sanador y que Dios hace milagros y como Pedro nos hemos puesto a caminar sobre el mar pero yo creo que el Señor nos va a bendecir.

Porque Dios no permite que sus hijos queden en vergüenza. Dios va a hacer sanidades, Dios va a hacer señales y prodigios. Su espíritu va a estar con nosotros porque cuando Él nos pone algo en nuestro corazón, Él se encarga de que venga la provisión. Aunque no la tengamos en nosotros mismos, Él la provee. Porque todo es con el espíritu del Señor.

Y yo creo que esa es la postura, la actitud de la cual Dios nos ha llamado. Eso es lo que yo veo a través de toda la Escritura, esa bendición grande que Dios tiene para nosotros.

Mire por ejemplo en Deuteronomio, capítulo 7, eso está por donde quiera en la Biblia. Es la sanidad, es la salud, es la abundancia, es la prosperidad, es el tener suficiente para hacer todo lo que Dios quiere y necesita que nosotros hagamos, incluyendo vivir vidas poderosas y bendecidas.

Capítulo 7 de Deuteronomio comenzando con el versículo once y mire como en muchas ocasiones la bendición de Dios, la sanidad de Dios, la prosperidad de Dios está atada a guardar sus mandamientos. Por eso es que yo digo, cuando decimos 'Sí, Dios te va a bendecir materialmente, Dios te va a bendecir financieramente; pero hay un mandamiento: "Dale tu diezmo al Señor". Tú no puedes esperar ser bendecido en tus finanzas si no estas guardando el mandamiento de darle al Señor lo que el Señor se merece.

Hay un vínculo entre honrar a Dios, obedecer a Dios y la bendición de Dios.

Dice en el versículo 11 de Deuteronomio 7: "Guarda por tanto los mandamientos, estatutos y decretos que Yo te mando hoy que cumplas".

Y el libro de Deuteronomio tiene mucho de esos mandamientos, estatutos y decretos. Es decir, había una diversidad de leyes y mandamientos que Dios le daba a su pueblo en diferentes formas y la idea es 'guarda'. Es decir, tenemos que ser solícitos, cuidadosos en guardar esos mandamientos que Dios nos ha dado.

Y mire lo que dice el versículo 12: "Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado" ¿Por qué? Porque muchos oyen pero no hacen. ¿Verdad que sí?

Diga Amén, diga 'Yo soy uno de ellos'.

Dice: "Por haber oído estos decretos y haberlos guardado", cuando usted guarda los decretos, los mandamientos, cuando usted camina conforme a lo que Dios ha dicho ¡y qué lucha tan grande es esa, hermano!

Yo digo como dice el Apóstol Pablo: 'Hermanos, les confieso que todos los días muero. Todos los días yo batallo por lo que mi carne quiere hacer y por lo que la Palabra de Dios me dice que haga'. Una lucha continua. Pero hay que guardar los mandamientos del Señor, hay que hacer lo que Dios dice.

La carne dice: "Vete por allí porque es más rápido, más fácil", el espíritu Santo dice "No es por allí". Aunque te tome más tiempo, pero ve por allí, porque por allí hay bendición y hay éxito.

Entonces dice: "Por haberlos oído y guardado, Jehová tu Dios, guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres". En otras palabras, es como un contrato. Un contrato que Dios ha escrito y que te pide que firmes porque ya Él lo ha firmado.

Entonces cuando tú haces tu parte de ese contrato, el Señor dice: "¿Sabes qué? Yo voy a guardar mi parte, entonces. Te voy a bendecir, te voy a prosperar, te voy a sanar. Le voy a dar autoridad a tu palabra y vas a ver bendiciones que van a venir a tu vida".

Es así, hermanos, hay que vivir en integridad para con Dios y si Dios va a usarnos y va a desatar las cosas grandes que yo se que Él quiere desatar en este tiempo sobre su pueblo, nosotros vamos a tener que hacer un voto fiel.

Dios quiere gente consagrada al Señor.

Hermanos, según la unción de Dios vaya cayendo sobre León de Judá, nosotros vamos a cambiar. Esa mirada de tigre que tenemos algunos se va a tener que ir y ser reemplazada por una mirada suave, sana y agradable. Las uñas va a comenzar a ser cortadas. Los trajecitos se van a tener que poner un poquitito más largos y quizá un poquito más holgados, también. Y también los hombres van a tener que... los que Dios les ha dado la gracia de tener algo que tiente a alguien... pues también van a tener que vestirlo de una manera correcta. Pero la idea es que eso es parte de la Sanidad, hermanos, eso es parte de un pueblo que camina bajo la bendición de Dios.

Dios va a pedir un pueblo santo, un pueblo que sea capaz de... que la gracia de Él corra a través de nosotros. Y yo sé que Dios quiere hacer eso, Dios quiere un pueblo consagrado a Él. Y entonces vamos a ver que el pacto que Él hizo con nosotros lo va a guardar y la misericordia que juró a nuestros padres -a Abraham, a Isaac, a Jacob- corriendo por el linaje de Jesús llegando hasta nosotros. Porque todo esto fue escrito y ¿por qué está aquí en la Biblia? No es para que miremos y veamos ¡Oh! un documento arqueológico de miles de años atrás.

¡No! Eso es para nosotros hoy. Diga 'HOY' conmigo. Diga 'PARA MI', esto es para nosotros y esto es para hoy... estas bendiciones.

Y dice aquí entonces: "Y te amará". Mire cuales son las bendiciones a las cuales nosotros tenemos derecho. La primera es eso: el amor de Dios. "Y te amará, te bendecirá y te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra. Tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas en la tierra que juró a tus padres que te daría".

Hoy en día, el Señor emplearía quizás otras imágenes, diría: "Bendecirá tu cuenta de banco, bendecirá tu closet, bendecirá tu carro, bendecirá tu despensa. Bendecirá tu trabajo, bendecirá tu cuerpo, bendecirá tus hijos. Bendecirá tu casa, bendecirá el lugar donde tú trabajes. Bendecirá el vecindario donde tú habites, el edificio donde tú habites".

La bendición de Dios estará allí porque tú estas presente. Cuando tú ores por tu vecindario, la bendición de Dios correrá a través de las calles donde tú vives. Y si hubiere violencia o hubiere disfuncionalidad y neurosis y conflicto; por tu oración, esas áreas serán bendecidas. Eso es lo que dice el Señor.

Dice entonces: "Bendito serás más que todos los pueblos. No habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados".

A mí, cuando yo oigo ese lenguaje me complica la vida. Porque o Dios estaba exagerando y estaba eufórico en ese momento o Él quería decir lo que estaba diciendo y yo tengo que creerlo.

Dice aquí "No habrá varón ni hembra estéril". Ahí lo dice así y eso quiere decir, hermano, yo se que, mira por alguna razón, cosas... pero yo tengo que creer lo que dice la palabra del Señor. Y ¿por qué pasan las cosas? Yo no se. Pero yo prefiero enfocarme en la promesa del Señor, que daremos frutos en abundancia, que Dios bendecirá la matriz, que Dios bendecirá nuestro sistema reproductivo; que nuestros hijos crecerán y serán multiplicados, llenaremos las ciudades.

Los liberales no quieren dar a luz, tienen un hijo allí o 1.2 porque no quieren compartir su dinero y son muy eficientes en todo.

Yo digo, mira, llenemos la Tierra con nuestros hijos, hijos que crean en el Señor, que amen a Dios. Vamos a abrumarlos con simplemente la productividad nuestra, vamos a dejarlos minoría. Vamos a ser nosotros mayoría simplemente por tener muchos hijos.

"El Señor proveerá", échele más agua a la sopa, Dios bendecirá. Yo creo que hay bendición, yo creo que Dios le está diciendo aquí "No hay esterilidad". Dios, todo lo que Tú toques habrá producto, habrá fruto, habrá bendición. Esa enfermedad de la esterilidad "Yo la sanaré", dice. "Y quitará Jehová de ti"... ¿qué? "toda enfermedad". ¿Usted ve ahí la promesa? "Y quitará Jehová de ti toda enfermedad".

¿Por qué hoy en día tenemos tanta enfermedad, y tantas plagas y tantas cosas malas en este mundo?

Yo creo hermanos, yo someto que es en la medida en que nosotros nos alejamos del centro perfecto de Dios. En esa medida, nosotros abrimos nuestros cuerpos y nuestras ciudades y nuestras aldeas y nuestras familias a enfermedades.

Yo creo que si el hombre se consagrara completamente a Dios, la humanidad, la enfermedad iría desapareciendo paulatinamente hasta que viviríamos en la gloria de Dios, un pueblo sano lleno de salud. Y yo creo hermanos, lo único que yo puedo decir es que en la medida en que nosotros vivimos dentro de la voluntad de Dios y llenamos nuestra mente con la palabra de Dios, meditamos en la palabra, quitamos una cantidad de cosas contaminantes que hay en nuestras casas que leemos y vemos y pensamos. En la medida en que nuestra vida esta llena del poder de Dios una expectativa de bendición de prosperidad, llenamos nuestros pensamientos de expectativas positivas, confesiones positivas en nuestros labios, hablamos la palabra de Dios, servimos al Señor, dejamos que Dios llene nuestros hogares, hay salud y hay bendición en nuestros hogares.

Puede haber una enfermedad claro que si, pero podemos orar Dios bendice y si hay otro tipo de enfermedades Dios sabe, habitamos un mundo muy caído muy impuro. Pero lo que Dios le estaba diciendo al pueblo de Israel era, ‘Mira en la medida en que ustedes vayan permitiendo, que mi persona, mi palabra llene su nación, en esa medida ira decayendo la enfermedad cada día’.

.Nosotros habitamos un mundo muy impuro, muy muy impuro y por eso yo creo que hay tantas enfermedades y nosotros mismos sufrimos las consecuencias de nuestras propias decisiones. Y no nos compliquemos mucho la vida, el caso es que la promesa... yo prefiero habitar en lo positivo. Dice aquí: "Quitará Jehová", esta hablando en futuro, "de ti toda enfermedad en la medida en que tú guardes mi palabra y todas las malas plagas de Egipto que tu conoces"

Egipto es el mundo que no conoce a Dios, el mundo que no admite la verdad de Dios y que todas esas enfermedades, todas esas plagas. Dice: "Si tú eres un pueblo escogido, yo iré disminuyendo, se hará cada día más y más delgada la presencia de la enfermedad en tu hogar, en tus hogares, en tu familia y yo levantaré un pueblo sano, un pueblo enérgico, un pueblo fortalecido".

Un pueblo con una mente lúcida y sana, pensante. Eso yo creo que son las bendiciones de caminar en los caminos del Señor y de guardar sus mandamientos. "Todas las malas plagas de Egipto que tú conoces no las pondrá sobre ti antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren".

Entonces, hermano, mire ahí una de esas bendiciones. Aún en el Antiguo Testamento, Dios estaba diciendo: "Viene bendición y sanidad para tu vida, si tú me sigues".

Y yo digo los siguiente, hermanos, si ese primer pacto que fue un pacto tan imperfecto, el pacto de la ley, el pacto a través de símbolos solamente como sacrificios y carneros y símbolos del templo que era simplemente un aguante en lo que venía el pacto verdadero, el nuevo pacto de Cristo Jesús. Si ese primer pacto fue de tanta bendición y de tanta promesa ¡como no será el pacto ahora que tenemos en Cristo Jesús! Mucho mejor, mucho mayor, mucho más completo, mucho más abarcador y eso es lo que dice continuamente la palabra del Señor.

Mire, hermano, una cosa es clara a través de toda la Biblia -no tengo el tiempo que requeriría, podría pasarme aquí un par de horas enseñándoles y rastreando a través de toda la escritura todas las promesas.

Una de las cosas que yo puedo decir de esto es que la presencia de Dios, la venida del reino de Dios, la entrada del reino de Dios y la verdad del Evangelio a un hogar, a una comunidad, a una nación, siempre está acompañada con promesas de sanidad y de salud. Así como también de salud y sanidad para las finanzas y para las emociones y para el espíritu. Siempre.

No es posible que la presencia de Dios esté en una comunidad y no esté la salud y la prosperidad y la bendición. Siempre una cosa está acompañada de la otra.

Mire otro pasaje interesante: Isaías capítulo 53, voy a saltar simplemente unos cuantos en lo que nos queda un poquitito más de tiempo. Isaías 53, versículo 4.

Este pasaje es un pasaje profético, mesiánico que habla acerca de lo que el Mesías iba a realizar a través de su crucifixión en la Cruz. Versículo 4, Isaías 53 dice: "Ciertamente llevó Él" -¿quién es Él? Cristo Jesús- "nuestras enfermedades y sufrió" ¿qué? "nuestros dolores y nosotros le tuvimos por azotado, por el Hijo de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestros rebeliones, molido por nuestros pecados y el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga " -¿qué?- "fuimos nosotros curados". "Por su llaga fuimos nosotros curados".

Está hablando en pasado de algo que todavía ni siquiera había sucedido para añadir al sentido de certeza y de algo definitivo.

Por las llagas, por las heridas que el Señor sufrió en la Cruz.

En la Cruz del Calvario dice que el Señor despojó a los Principados, a las potestades, anuló el acta de los decretos que nos era contraria.

El diablo es el origen de la enfermedad, es el origen de la pobreza, es el origen de la depresión, es el origen de la opresión.

Y cuando el Señor derrotó las obras del diablo y deshizo las obras del diablo en la Cruz, desató bendición para nosotros.

Al Él neutralizar la industria del mal, abrió la posibilidad de que nosotros pudiéramos habitar en bendición y en salud.

Por eso le digo, hermano, llene su mente cada día de imágenes de salud. No esté ahí esperando una ancianidad decrepita, porque si usted la espera... le va a venir.

Llene su mente de imágenes de ser un viejito peligroso, una viejita con su minifalda y su pintalabios bonito que... se vea bien (risas).

¿Cuantas hermanas pueden decir amén a eso?

Risas generales

Hermanas, hermanos no anticipen una vejez decrepita. Anticipen una vejez de alegría, de gozo. ¿Verdad que sí, hermana? Amén. ¡Aleluya!

Si usted está pensando que va a estar allí hablando tonterías y que nadie la va a querer ver ni hablarle eso... su profecía se va a cumplir. Pero crea que Dios le va a bendecir y usted va a ver como la bendición de Dios va a venir a su vida.

Y bendiga desde ya su cuerpo, bendiga sus músculos, bendiga su sistema nervioso, bendiga su cerebro que no se le seque... sino que crezca y sea prosperado y bendecido. Bendiga su cuerpo.

A mí me gusta hacer un recorrido de todas las partes de mí ser y bendecirlas en nombre... y anticipar la bendición de Dios, la sanidad, la salud de Dios, el vigor y la fuerza de Dios en todas las áreas de mi vida.

Y así mismo como Dios promete bendición, usted también llene su mente de una expectativa de poder y de victoria. Todo lo que el diablo le tire, batéelo de home run y sáquelo del campo, hermano.

Eso es lo que Dios quiere porque el Señor lo hizo posible. El Señor dijo: "Para robarle a un hombre fuerte hay que primero atarlo".

El diablo es quien domina la maldad del mundo, y la enfermedad y todas estas cosas. Y Cristo lo amarró a través del poder de su sangre en la Cruz del Calvario derramada. Y nosotros podemos, entonces, meternos detrás de Jesús y con Él correr una vida más fácil, más bendecida, más próspera, hermanos.

Los delfines, a veces, se meten detrás de un bote que va bien rápido en el mar porque aparentemente ese bote que va bien rápido crea una corriente que ellos al meterse pueden ser más económicos en el uso de sus fuerzas y pueden nadar más rápido detrás del bote.

Son inteligentes, no se crean. Y ¿saben qué? yo veo así a Cristo. Cristo es como ese bote fuerte de motor y de poder que va delante de mí y cuando yo me meto detrás de la ola que Él crea yo puedo ir en la vida mucho más rápidamente y mis esfuerzos son multiplicados y bendecidos.

Lo que me costaba una inversión x de energía ahora me cuesta x menos diez, y entonces tengo más energía para hacer más cosas. Es el secreto de la vida cristiana. Métase detrás de lo que Cristo logró. Métase detrás de la obra que el Señor alcanzó en la Cruz y viva su vida nadando detrás de Él, mucho más económicamente y más fácil. Y usted va a ver que lo poquito que usted tiene le va a rendir mucho más que lo mucho que tienen otros sin Jesucristo.

Hay muchos pasajes preciosos, preciosos.

Mire uno más, vamos hacia atrás Éxodo capítulo 15.

Uno de los pasajes bellos y poéticos.

Éxodo capitulo 15 donde el Señor sanó las aguas amargas de Mara. Es que la Biblia está llena de pasajes de sanidad y de bendición. Donde quiera vemos eso, nos asalta... lo que pasa es que nos olvidamos y por eso es que yo le doy gracias al Señor que en este día y seguiremos haciéndolo más y más cada día, nosotros podamos meditar en estos pasajes.

Por eso es que este año hemos declarado un año de predicar sobre fe para aumentar la fe del pueblo de Dios porque eso es lo que Dios quiere en este tiempo para nosotros.

Capítulo 15, versículo 22. Mire esta imagen preciosa aquí de sanidad, dice: "He hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo y salieron al desierto de Shur y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua".

En la vida hay pruebas, hermanos, quizás ahora mismo tú estás pasando por un tiempo de enfermedad, algún problema matrimonial, algún problema familiar, algún problema de sanidad emocional. Muchas veces llegamos a lugares a donde no hay agua. Muchas veces en nuestra vida llegamos a lugares de esterilidad y de desierto. La pregunta es ¿qué vamos a hacer cuando lleguemos a esos tiempos malos? Cuando llegue el día malo a nuestra vida ¿si vamos a bajar la guardia y nos vamos a caer y deprimir o si vamos a tomar los recursos que hay en la palabra de Dios y hacer guerra por nuestra bendición?

Dice "llegaron a Mara y no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas".

¿Qué hace uno cuando se le amarga la vida? ¿Qué hace uno cuando vienen las depresiones, las dificultades, las pérdidas, las luchas en la vida? Cuando se pone la cosa mara, amarga. Por eso le pusieron el nombre de Mara.

"Entonces el pueblo murmuró contra Moisés", eso es lo que muchas veces hacemos nosotros. Murmuramos contra Dios, nos amargamos contra Dios.

Decimos 'Dios no es fiel, Dios no cumple lo que promete' y secretamente hacemos un propósito en nuestra mente de no servir a Dios tanto como lo hacíamos antes de que viniera el problema.

Decimos '¡Oh, no! todo está bien. Yo amo al Señor. Sí, Gloria a Dios. Yo sé pero, mentira, dentro de nosotros hay una raicitas de amargura que se... entra allí y ya no somos tan fieles en servir al Señor.

En vez de buscar una solución en Cristo. En vez de hacer... tomar los recursos que hay en la Palabra y en la promesa de Dios.

"Y Moisés clamó a Jehová". Eso es lo que tenemos que hacer, clamar al Señor, buscar la unción de Dios, buscar la bendición. "Y Jehová le mostró un árbol y lo echó en las aguas". ¿Y qué pasó? Y las aguas se endulzaron y allí les dio estatutos y ordenanzas y allí los probó y dijo... mire otra vez, hermano, esa promesa, ese árbol, esa situación que ellos encontraron allí, yo creo que era un símbolo que Dios quería dejar para todas las generaciones.

Porque Dios es así, es un Maestro, Él permite que a veces pasemos por situaciones en nuestra vida para enseñarnos algo.

Él quería dejar establecido un precedente en las Escrituras que muchas generaciones a través de los años pudieran ir a la Palabra y encontrar allí una promesa elocuente, poética y hermosa de poder sanador de Dios para sanar cualquier situación en nuestra vida. Por eso ahora el Señor le da la explicación de lo que ellos acaban de experimentar y ver y les dice: "Si oyereis atentamente a la voz de Jehová tu Dios e hicieres lo recto delante de sus ojos", otra vez la cosa esta de oír y hacer y obedecer, "y dieres oído a sus mandamientos y guardares todos sus estatutos"... ¿qué dice? ..."ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti".

¿Por qué? Porque yo soy Jehová ¿qué? tu SANADOR. Gloria en nombre del Señor. Gloria en nombre del Señor. Amén.

"Yo soy Jehová tu sanador".

¿Usted ha oído la expresión: Jehová Rafa? Es uno de los nombres de Dios. De ahí viene esa expresión: Jehová tu sanador. Está Jehová Giré: tu proveedor; Jehová Nisi: Jehová tu bandera. Este es Jehová Rafa, quiere decir Jehová el que te sana. Jehová tu sanador.

Él les dijo 'así como yo sané esas aguas, eso para mí no es nada. Si ustedes me obedecen y si ustedes ponen atención a mis Mandamientos y caminan en ellos' ¿saben qué? 'No solamente les sanaré las aguas, les sanaré las emociones, les sanaré las mentes, les sanaré los cuerpos, les sanaré las finanzas, les sanaré los hijos, les sanaré su tierra. Porque yo soy Jehová y yo me especializo en sanar. Todo lo que yo toco, yo sano. Todo lo que es tiniebla y tragedia yo lo torno en luz y bendición. Donde está Dios hay sanidad. Donde está Dios hay salud, donde está Dios hay vida, donde está Dios hay abundancia, hermanos y por eso Él les dijo aquí ‘Yo soy Jehová, tu sanador.

Si tú eres un pueblo que me sigues y tú habitas dentro de mi bendición y mandamientos yo quitaré todos los cáncer y todas las plagas y todas las enfermedades que yo pongo sobre las naciones que no me sirven, yo no las pondré sobre ti. Tú serás un pueblo sano, un pueblo saludable, un pueblo bendecido.

Hermanos, hay tanto, tanto.

Una última, busque Isaías... vamos a Isaías capitulo 61:1,2; con esto voy a terminar. Isaías de nuevo un profeta que se especializó en predecir cosas acerca del Mesías habló acerca del Ministerio del Mesías y que mejor interprete de la Biblia que Jesucristo mismo que la escribió.

Entonces, Isaías dijo algo que si fuera yo quien lo estuviera interpretando como que se aplica a Jesús la gente diría 'No, usted está forzando la Palabra, porque ahí no dice nada que sea Jesús'. Pero el Señor que sabía lo que había sido escrito y por qué había sido escrito, se aplicó este pasaje a sí mismo cuando Él comenzó su ministerio público. Este pasaje dice: "El espíritu de Jehová, el Señor está sobre mí porque me ungió Jehová y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos".

Mire cuan abarcador es el mensaje y el ministerio salvífico, sanador, bendecidor de Cristo Jesús. "A predicar buenas nuevas a los abatidos".

¿Por qué se dice Evangelio? Evangelio quiere decir ¿qué? buenas nuevas, buenas noticias.

"A predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los presos apertura de la cárcel. A proclamar el buen año, el año de la buena voluntad de Jehová". Hasta ahí lo citó el Señor Jesucristo. ¿Por qué no citó lo demás? Porque lo demás no venía al caso en ese momento. El día de venganza, eso también, pero el Señor quería...

Busque ahora en Lucas Capítulo 4 como el Señor interpretó eso. Él quiso decir mi ministerio es un ministerio de bendición. Él también viene en juicio y todo lo demás que esta allí pero en ese momento Él quería hacer resaltar su misión de bendecir y prosperar y de sanar.

Entonces cuando a Él lo invitan en su primera intervención registrada, pública en su ministerio después de ser bautizado y llenado con el Espíritu Santo y probado en el desierto.

Ahora el Señor cuando lo invitan a su primera predicación -por así decirlo- pública Él toma el libro de Isaías.

Ese pasaje de Isaías 61 versículos 1 y 2 si lo lee de nuevo con todo sus palabras: Me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, bendición material, sanar a los quebrantados de corazón -esa es bendición emocional- libertad a los cautivos eso es para los adictos a drogas y adictos a diferentes tipos de ataduras mentales y emocionales, vista a los ciegos, yo veo ahí libertad física y poner libertad a los oprimidos de opresión espiritual, demoniaca. Ahí cubre toda la gama de posibles deficiencias que el hombre... y para completarlo todo dice: "a predicar el año agradable del Señor". En otras palabras: si me faltó algo métalo ahí en esa última.

El año agradable del tiempo del perdón, de la sanidad, de la devolución de deudas y de tierras que habían sido empeñadas; los esclavos habían sido dejados libres, la tierra se dejaba descansar. Era un tiempo de celebración y de bendición y de enderezar todo lo torcido.

El Señor dijo ¿sabes qué? me envió a publicar el año de la buena voluntad del Señor.

Y dice entonces: "Y enrollando el libro lo dio al ministro y se sentó y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él." Estaban esperando ¿qué va a decir este hombre? y comenzó a decirles 'Hoy señores y señoras, se ha cumplido esta escritura delante de ustedes'. En otras palabras lo que dijo el profeta Isaías acerca de ese ser humano, ese soy yo y ese va a ser mi ministerio y esa es mi visión y misión a hacer estas cosas posibles.

Hermano, eso es lo que Cristo hace en tu vida y en la mía.

Yo voy a pedir que los músicos pasen por aquí un momentito, por favor.

Eso es lo que Dios quiere hacer en tu vida y en la mía. Es todo esto, todo esto... yo le pido al Señor que hoy sea un día en que nosotros recalentemos esa parte de nuestra vida espiritual, nuestra herencia como iglesia.

Yo le pido al Señor que tú te vayas este día de aquí con una mente refrescada y con una promesa reconfirmada y reavivada dentro de tu espíritu de que Dios te ha llamado a vivir una vida de bendición, de gozo de prosperidad.

Quítate el manto de luto en el nombre de Jesús. Hoy quítate el manto de luto, quítate el manto de condenación, quítate el manto de derrota, quítate el manto de enfermedad, quítate el manto de expectativa de tragedia, fracaso, destrucción y vístete con el manto de la alegría.

Danza delante de Dios, da voces de júbilo, cante la estéril, y crea que Dios la ha llamado a habitar en familia porque muchos más son los hijos de la desamparada que la de la casada dice el Señor.

En el nombre de Jesús, hermanos, abracemos esa promesa, ese llamado a vivir una vida de bendición activa en el nombre de Jesús ahora mismo.

Por esta palabra que yo he predicado, yo activo en tu vida ese espíritu de fe y en mi vida ese espíritu de fe que dice 'Yo creo que yo tengo la victoria'. Yo creo que Dios no me ha llamado a derrota o a fracaso. Dios me ha llamado a victoria, a gozo, a prosperidad, a bendición para los míos, para mis descendientes.

Dios me dice 'Tú vas a ser bendecida y vas a ser de bendición a otros, también. Te voy a dar para que tú compartas, te voy a dar para que tú prestes y no tengas que pedir prestado. Te voy a dar para que tú seas cabeza y no seas cola. Te voy a dar para que tu matriz sea fértil y tú puedas producir suficiente para ti y para los demás también'.

Ponte de pie ahora, en el nombre de Jesús y recibe esta impartición fresca del espíritu de Dios.

Di 'esto es para mí'. Dígalo 'esto es para mí, esto es para mi. Yo lo recibo en el nombre de Jesús'.

Padre yo declaro que tu pueblo es impregnado, tu pueblo es impregnado con un espíritu de fe esta mañana, gracias porque Tú nos has llamado a bendición.

¡Oh, Señor! Gracias porque Tú no nos has dado con una cucharita de medir. ¡Oh, Señor! Tú nos has dado con una manguera llena de bendiciones y de promesas. Tú dices 'abre tu boca, yo la voy a llenar. Abre tu vientre, yo te voy a impregnar con cosas grandes y poderosas'.

Yo declaro bendición sobre tu familia, yo declaro bendición sobre tu hogar, yo declaro bendición sobre tus hijos. Yo declaro una iglesia próspera y bendecida. Yo declaro una iglesia madre que dará a luz muchas más iglesias y miles y miles de hijos por toda la Tierra.

Yo declaro una iglesia que proclamará la palabra de Dios para corregir y enderezar y rectificar lo torcido. Yo declaro un pueblo que sea como una vitrina que los de afuera miren en ella y vean el cumplimiento de todas las promesas positivas de Dios y que digan "verdaderamente Jehová está con ellos".

Cancelo toda maldición, cancelo toda acusación del diablo, cancelo toda mente torcida, cancelo todo espíritu de duda en el nombre de Jesús y de timidez, ahora.

Mi hermano, mi hermana, recibe nuevas fuerzas de parte del Señor. Recibe una mente renovada.

Te pido que estés bien atento y actúes conmigo ahora mismo coopera conmigo y di "esto es para mí, yo lo recibo". "Esto es para mí y yo lo activo dentro de mi. Esto es para mi y yo recibo esa impregnación del espíritu de Dios en mi vida".

Y yo digo, hoy ríos de agua viva corren de mi interior. Aleluya.

Mis ojos se afinan, mis ojos se aclaran. Mi mirada espiritual se aclara y puedo ver más claramente lo que Dios promete para mi vida y lo puedo sentir más claramente. Hermanos yo declaro prosperidad y bendición. Esos pozos se abren en el nombre de Jesús. Esos pozos secos se abren, nuevas aguas comienzan a correr. Aguas frescas corren desde lo profundo y llenan esos pozos secos.

En el nombre de Jesús. Gracias Señor, gracias Señor. Recibimos agua fresca de ti, Señor.

Tenemos que regresar a Bet-el

En estos días, hermanos, hemos estado pidiéndole al Señor algo especial para nuestras vidas y para la vida de toda la Iglesia en general. Y, hermanos, hace algunas semanas estando en una reunión con el Pastor Roberto, allí al lado de mi trabajo, platicando de las cosas de Dios y del futuro de la Iglesia y algunas cosas que el Señor me dio un pensamiento, una inspiración a lo que vamos a estar hablando en esta mañana y pido sus oraciones, hermanos, para que Dios sea el que nos dirija.

Quiero agradecer mucho también a Dios por las ciudades de hombres de Dios en crecimiento, como decía el Pastor Omar, estos hombres Dios los está usando y preparando, son los guerreros, son los soldados que Dios está levantando y, hermanos, ¿cuántos van a orar por los hombres de Dios? Todos. Amén. Y también las mujeres y los niños, porque en verdad estamos en necesidad de que Dios levante guerreros listos para pelear la buena batalla de la fe y acercarse a Dios.

También, hermanos, de nuevo agradezco que mi hermana y mi cuñado por voluntad de Dios se quedaron aquí. El avión que iba para San Diego no salió el jueves, y, hermanos, pues se tuvieron que quedar hasta el día de mañana y yo alabo y bendigo a Dios que mi hermana, Raquel, y mi cuñado, Juan, están aquí. Oren por ellos. También, hermanos, quiero saludar a todos los que nos están escuchando por el Internet y queremos, hermanos, decirles que abran también su corazón. Entre ellos, quiero saludar a los hermanos de Italia, de España y otros que escuchan y también, hermanos, a un amigo pastor que está enfermo en California, que pidió oración, el pastor David Murillo.

¿Cuántos saben que Dios todavía sana, hermanos? Me inspiré al escuchar al Pastor Omar decir que en esta última hora queremos ver sanidades, queremos ver milagros. Y yo sé que el domingo que viene Dios va a hacer algo grande y Dios va a preparar nuestros corazones. Hermanos, sin tomar más tiempo, les voy a invitar a abrir su corazón y abrir sus Biblias al primer libro de la Biblia, al libro de Génesis, capítulo 28. Y, hermanos, quiero en esta mañana leer dos escrituras y luego de allí estaremos trayendo el mensaje que Dios nos ha dado.

Génesis, capítulo 28. Y, rápidamente hermanos quiero leer el versículo 11 y 12. Pero estaré sacando de aquí de todo este capítulo. Cuando ya lo tengan, digan amén, hermanos. Génesis 28, versículo 11. Genesis, chapter 28, verse 11.

Y llegó a un cierto lugar, todos digan: y llegó a un cierto lugar como todos llegamos. Y durmió allí porque ya el sol se había puesto. Y tomó de las piedras de aquél paraje y puso a su cabecera y se acostó en aquél lugar y soñó. Y todos digan: y soñó. He aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, yd ice, su extremo tocaba en el cielo, y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella y a lo cual dijo, "Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre y el Dios de Isaac, la tierra en que estás acostado te daré a ti y a tu descendencia.” Nos brincamos al versículo 19, donde dice, y llamó el nombre de aquél lugar, ¿qué? Dígalo más fuerte. [Bet-el], aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. Hizo Jacob voto diciendo, si fuere Dios conmigo y me guardara en este viaje en que voy y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa, ¿de quién? Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal será casa, ¿de qué? Todos digan: Casa de Dios. Y de todo lo que me dieres el diezmo apartaré para Él.

Quiero leer hermanos, y voy a ser un disclaimer. Voy a hacer una aclaración, no voy a hablar del diezmo. Nadie vaya a salir corriendo. Génesis 35, versículo 1 al 3 y luego entramos. Voy a pedirle también a mi cuñado, al Pastor Juan Araujo para que pase aquí al frente. Quiero pedirle que guíe la oración y que Dios me unja con una unción fresca. Capítulo 35, dice, dijo Dios a Jacob. ¿Quién dijo? ‘Levántate…’ y ¿cómo dijo? [Levántate.] Y, ¿sube a dónde? Y quédate allí, y ¿qué dice? Y… ¿has qué? Que te dice… que te apareció cuando huías de tu hermano. Y dice, entonces Jacob dijo a su familia y a todos lo que con él estaban. Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, limpiaos y mirad entre vuestros vestidos. Levantémonos y subámonos, ¿a dónde? Y haré altar allí al Dios que me respondió en el día, ¿de qué? Y dice, ha estado conmigo en el camino que he andado.

Quiero para honra y gloria del Señor, predicar un corto mensaje, bueno digo corto porque el tiempo nos limita, pero se intitula el mensaje: Tenemos que regresar a Bet-el para ver la shikina de Dios. Haber, díganlo conmigo: Tenemos que regresar, ¿a dónde? [Bet-el] Para ver… la shikina de Dios.

Pase Pastor Juan, y yo les pido que ustedes oren para que sea el Señor el que nos hable a todos. Vamos hermanos a pedir que el Señor nos unja con una unción fresca. Yo quiero, hermanos, que…

Oremos: Padre, en esta mañana, Señor, estamos en este lugar, Señor, para poner en Tus manos, Señor, a tu siervo para que hable tu palabra, Señor, y esta palabra pueda llegar a un corazón necesitado, Señor. A un corazón que traiga el vacío, Señor, de esa esperanza que es Tu palabra, Señor, de esa palabra que es de salvación para las almas, Señor. Que pueda llegar a ese rincón a ocupar un lugar vacío, Padre, que pueda llenar de alegría, de gozo, de paz y de esperanza, y sobre todo de salvación, Señor. Que esta palabra pueda llenar, Dios mío, un corazón necesitado en esta mañana, bendice a tus siervos, Señor. Tu palabra ya es bendita y ha sido bendecido siempre, Señor, pero Tu palabra, Señor, llega a nuestros corazones a través de tus siervos. Bendice a mi hermano Gilberto, Señor, úsalo en esta mañana, pon esa palabra, Señor, de vida, que es Tu palabra hacia el corazón necesitado en esta mañana, Señor. Bendice esta Congregación, Señor, bendice a nuestro hermano Roberto, Señor, porque está fuera de este lugar. Ayúdalo, Señor, donde él esté.

Oh, Padre, en esta mañana, que toda Tu palabra pueda llegar a un corazón vacío, Señor, a un corazón necesitado, aún a nosotros que hemos creído en Tu palabra, que puedas llenarnos, Señor, de ese espíritu de vida que está sobre cada uno de nosotros, Padre. Bendice, Señor, a Tu pueblo en esta mañana y el nombre de Dios sea glorificado. Amén.

Un aplauso al Rey de Reyes, hermanos. Tenemos que regresar a Bet-el. Quiero, hermanos, decirles, que es importante entender que el mundo vive en crisis. ¿Cuando dicen amén a esto? Hay crisis en todas partes del mundo, sabemos el problema en Honduras, problemas en los países latinoamericanos, como en México, como en Centro América. Hay muchos problemas políticos y también hermanos, crisis económicas y sobre todo una crisis espiritual. Y, lo digo con todo respeto que hay una crisis espiritual, se ha llegado a entender que, hermanos, hay muchas personas que han llegado en su vida espiritual a llegar a un momento de sequía. Un momento de ya no avanzar, ni para atrás ni pa’ delante. Están en un lugar fijo, no se mueven, no para atrás ni pa’ delante, están allí, pero no han, hermanos, sentido lo que quieren sentir o lo que sentían...

No han podido, hermanos, llegar a esa dimensión que estaban anhelando que deseaban, que oraban, que ayunaban, y ha llegado en sus vidas una sequía. Ha llegado el deseo de hacer algo suficiente. Porque su vida se siente, digamos, con ese deseo de progresar pero como que algo no los deja progresar. ¿Cuántos dicen amén a esto? Y vemos aquí en este principio espiritual del gran hombre, Jacob. Jacob fue un hombre que, hermanos, como todo hombre tenía sentimientos, tenía deseos, tenía sueños y, hermanos, entre ellos él fue hermanos, dirigido por su madre a robarle la bendición a robarle la bendición a su hermano.

Y, hermanos, todos sabemos la historia, lo que hemos leído, él engaño a su padre, se metió por allí y recibió la bendición que no era para él sino que era para su hermano, sin embargo, Dios lo bendijo de igual manera porque era una bendición, una ley espiritual, el Padre lo bendijo, fue bendecido pero, luego el hermano, lo comenzó a perseguir, comenzó a huir, comenzó a escapar por su vida, porque el hermano estaba muy enojado que le había robado la bendición.

Comenzó a caminar, la Biblia nos dice en muchas partes del capítulo 28 en adelante que seguía su camino. Y, una de las cosas que yo quiero en esta maña establecer, es que esa bendición robada, era algo que no le pertenecía pero Dios se la daba en su grande gracia y misericordia. Y, quiero aplicar eso un poco a nosotros. Muchas veces nosotros vamos caminando, con bendiciones robadas o prestadas. No las merecemos, somos salvos por gracia. Un favor no merecido.

Así también Jacob le robó la bendición a su hermano, caminaba con esa bendición, pero es que Dios tenía otra bendición más personal que Dios quería dar a ese hombre. Hermano, hermana, la bendición que Dios te ha dado no debe ser robada, no debe ser algo que tú has recibido porque alguien más oró por ti, intercedió. ¿Saben que Dios quiere bendecirnos personalmente, individualmente porque Dios tiene más que darnos que lo que nosotros pudiéramos pedirle? Lamentablemente, muchos se conforman con las bendiciones robadas. No la merecemos, yo soy bendición porque mi madre, mi padre sembraron. ¿Cuántos son bendición porque alguien sembró por ellos? Levanten su mano. Alguna madre, alguna abuelita, alguien oró por nosotros… una esposa, alguien oró y la misericordia de Dios escuchó aquella oración. Y, hermanos, Dios nos ha bendecido. ¿Cuántos dicen amén? Amén.

A todos lo que Dios ha bendecido, den un aplauso de agradecimiento. A Él la gloria, a Él la honra.

Entonces… gracias, hermanos. Quiero, que entiendan algo, no es que somos ladrones, pero es que hemos recibido la gracia de Dios, un favor no merecido. El nombre de Jacob en pocas palabras significa ladrón, o suplantor, uno que toma del tobillo. En otras palabras, en mi español mexicano era uno que transó a su hermano, le robó la bendición, pero gracias a Dios que en su grande misericordia, los atributos de Dios, Dios lo bendijo de igual manera. Pero, quiero, hermanos, que ustedes entiendan que él caminaba con una bendición que no era propia, no era de él.

Y aquí es que quiero que entendamos, que él tuvo que regresar a ese Bet-el y ¿qué es un Bet-el? Esa palabra Bet-el significa Casa de Dios, era un lugar que, donde leímos allí en el capítulo 28, que Jacob cuando estaba huyendo de su hermano, se cansó, el sol llegó a un cierto lugar y cansado se durmió y allí Dios le habló por medio de un sueño, le enseñó esa escalera que descendía del cielo a la tierra y que unía el cielo a la tierra. Y luego le hizo una promesa. ¿Cuántos saben que Dios les hace promesas a sus hijos? Y Él cumple sus promesas. Le hizo una promesa a Jacob, ‘¡yo estaré contigo, tú no estarás solo, yo seré tu Dios, yo te voy a bendecir, yo te voy a levantar, yo te voy a sanar, yo tengo algo especial para tu vida!’ Entonces, Jacob estaba huyendo estaba cansado, ¿cuántas veces nos cansamos? Y, ¿cuántas veces estamos huyendo? Pero allí, en nuestra desesperación allí en nuestra angustia, en el momento que ya parece que no hay esperanza, no hay salida, de repente Dios nos habla.

A veces, pues, por un canto, a veces por una situación, a veces Dios nos tiene que hablar en su Palabra, en un mensaje, para que podamos entender que Él está con nosotros, que no estamos solos que nada ni nadie nos podrá separar del amor de Cristo. ¡Que Él nos ama, que Él nos ama y que él nos va a ayudar en medio de la aflicción! Tuvo esta grande visión, este grande sueño, soñó esta cosa tremenda. Vio la escalera, vio los ángeles, hermanos, y luego después de este sueño tan tremendo, dice que despertó Jacob de su sueño y dijo, ciertamente, Jehová está en este lugar y no lo sabía.

Muchas veces, Dios está en la situación que estamos pasando y no lo sabemos. ¿Por qué? Porque el instinto humano, porque nuestros sentimientos, porque la pienso así, o yo creo así... Pero a veces, hermanos, no necesitamos ir a lo que yo siento, a lo que yo creo sino por fe caminamos y creemos que las promesas de Dios son verdaderas y son fieles. ¡Dios lo dijo, yo lo creo, yo lo recibo y Dios me va a levantar! Jacob, tuvo que hacer una… Dios le reveló y luego él confesó, y ‘tuve miedo y dije, ¿cuán terrible es este lugar?’

Porque cuando Dios aparece en nuestras vidas, nos damos cuenta que es tremendo nuestro Dios, o as we say in English, awesome God, a terrible God, a God that cannot be measured. Un Dios que no se puede medir en su grande misericordia y poder. Quiero, digamos que ustedes noten, Bet-el y luego el sueño, y luego tuvo él algo que hizo después del sueño, hizo un pacto con Dios. Dios le habló, hizo un pacto, se le apareció Dios y luego, hizo también, una señal, un monumento, dejó establecido. So, vamos a hablar de estas tres cosas, de Bet-el, del monumento y también de la gloria de Dios. Tres cosas rápidamente, comprendo que no hay mucho tiempo, pero quiero decir algo, hermanos.

Dios me ha impresionado y quiero decirles, a través de la predicación como el tiempo nos gana, he sentido de Dios que si usted durante la predicación siente regresar a Bet-el, el altar va a estar abierto ya. Dije que ya. Para que Dios comience a administrar tu vida. Y he invitado a estos hombres que nos ayuden a orar por aquellas personas que quieren regresar a su Bet-el. Todos tenemos un Bet-el. Un Bet-el es aquel lugar en tu vida cuando tuviste el primer encuentro con tu Dios. ¿Cuántos se acuerdan de aquel día? ¿Se acuerdan aquel día, aquel lugar? A lo mejor no fue aquí, fue en otro país, a lo mejor fue en un carro, a lo mejor fue debajo de un árbol, fue en un avivamiento, en una campaña en casa. No importa donde haya sido, fue tu Bet-el, fue mi Bet-el. Y ese Bet-el fue el encuentro que tuvimos con Dios, Dios apareció. Allí entra la shikina o shekina, hay muchas formas de pronunciarlo. Pero, hermanos, vemos allí que representa la gloria de Dios. Todos digan, la gloria de Dios.

Entonces, Jacob se cansó, tuvo un sueño, Dios se le apareció, él reconoció que aquel lugar era terrible, era tremendo, hizo un altar, tomó una piedra, dice que la ungió, la dejó como un monumento, como una señal y dijo, aquí este lugar se llamará Bet-el, Casa de Dios. ¡Porque Dios me ha hablado, yo he escuchado y he comenzado a caminar con la bendición de Dios! –aunque era robada–. Era robada totalmente, no le pertenecía, ¿a cuántos han salvado el Señor por gracia, hermanos? ¿Cuántos de nosotros no merecemos estar aquí, hermanos? Pero Dios nos alcanzó con su grande misericordia, y ahora, por gracia somos salvos.

Dije, por gracia somos salvos, Hermanos. Y tenemos algo grande en nuestras vidas. No lo merecemos, es una bendición robada pero gracias a Dios que Dios quiere darnos la bendición genuina, personal. Caminó Jacob y llegó un momento en su vida, después de haber caminado aproximadamente 20 años, y en ese camino de la vida de Jacob tuvo muchos problemas. ¿Cuántos conocen los problemas? Mueva la mano si usted conoce un problemita. Mueva dos manos si conoce problemotas. Esa palabra, problema, para muchos de nosotros es muy grande. Jacob también siendo humano, fíjese que tuvo problemas también familiares. Tuvo problemas personales, tuvo problemas con la sociedad y también tuvo problema con las mujeres. Benditas las mujeres. No se rían hombres, porque después van a tener que pagar la cuenta. Dios bendiga a las mujeres. No se puede vivir con ellas y sin ellas. Pero, Dios bendiga las mujeres, que Dios también las use y las ama.

Jacob tuvo un problemita allí grande que tuvo que trabajar y de allí trabajar otra vez. Y, hermanos, en verdad batalló. Y yo creo que Jacob tenía un poco de sangre latina porque tuvo los mismos problemas que tenemos nosotros, en su caminar, tuvo problemas familiares, por tierra por propiedad. Problemas económicos, y luego por allí con unas mujeres, y luego también con la familia. Su hermano… ¿cuántos saben que a veces hay problemas con la familia más cercana? Levanten la mano los que saben lo que estoy hablando. A veces aquellos que están más cerca son los que menos nos comprenden. No tiene que levantarla muy alto, hermano, Dios ya sabe.

Jacob tuvo problemas con su propio hermano cercano. Esaú era su hermano, sin embargo, lo quería matar. A veces hermanos, hay problemas familiares tan serios que hasta llega la amenaza, ‘te voy a matar’. Yo siempre les digo a mis hijos, nunca nos debemos de olvidar que traemos la misma sangre y ahora somos salvados por la misma sangre, la sangre de Jesucristo. Sigo adelante. Después de caminar por más de 20 años, Jacob, con problemas económicos, familiares, económicos, materiales… hubo problemas allí con sus hijos, sus ganados, sus posiciones. Llega un momento en su vida que Dios le habla otra vez a Jacob.

Yo espero, hermano, que en esta mañana Dios te esté hablando. Y, como dije, el altar ya está abierto. Cuando tú ya sientas el deseo de venir aquí a regresa a Bet-el, porque le dijo Dios a Jacob, levántate, sube a Bet-el y quédate allí y haz allí un altar a Dios, que te apareció cuando huías de tu hermano. Como que Dios le dice a Jacob, okay, yo te bendije en Bet-el primero, hubo bendición en tu vida, has caminado. Dios no lo dejaba, no lo abandonaba, pero llegó el momento en la vida de Jacob que Dios le dice, regrésate a Bet-el y has allí un altar. Pero ya había una piedra, ya había hecho un altar, ya había experimentado la presencia de Dios. ¡¿Por qué es que Dios le dice que regrese a Bet-el y haga otro altar?! Es que en el plan de Dios, Dios sabía que a través de los 20 años, su vida ya no era la misma cuando tuvo el primer encuentro con Dios.

Como que se había apagado el fuego un poquito, como que se había dormido por causa de los problemas, como que Dios le dijo, “okay, Jacob, basta, ya has caminado por 20 años, sí con una bendición robada, ¡pero yo tengo una bendición para ti más grande que la primera, yo tengo algo especial para tu vida, Jacob! ¡Yo quiero cambiar tu nombre, yo quiero hacer algo grande en tu vida! Pero, tienes que regresarte a Bet-el. Tienes que regresar a aquel lugar que tú tuviste un encuentro conmigo,” le dijo el cielo.

Hermanos, muchas veces se nos ha olvidado... ¿Cuántos se acuerdan de aquel día que aceptaron a Cristo? ¿Cuántos lloraron? Levanten la mano los que lloraron. Yo lloré y no avergüenzo de decirlo. El Señor me cambió, me transformó, a través de los años, a veces, hermanos, se nos olvida lo que Dios ha hecho por nosotros. Aunque digamos que no, pero ya no orábamos como orábamos, ya no leemos la Biblia, ¿se acuerdan, hermanos, como orábamos día y noche? Y estaban, hermanos, y la Biblia... Yo he sido Pastor por varios años, hermanos, y yo conozco los niños en el… a las 3 de la mañana estoy orando aquí, y me dijo que lo llamara. Y, ¿usted que estaba haciendo? Pues, durmiendo, hermano, pero levántese hermano, tengo algo que decirle. ¡Dios me ha hablado, Dios me ha dicho esto, porque hay una comunión con Dios íntima, estamos en el primer amor, hay bendición en nuestras vidas! Jacob había tenido un Bet-el como todos tenemos un Bet-el. Pero ahora, el señor nos dice regresa, regresa a aquel encuentro. A veces, hermanos, nos organizamos tanto, que nos olvidamos para qué estamos organizados. Amén.

Estamos, y yo voy a hacer esto y voy a hacer lo otro y hacemos mucho. Yo siempre he dicho hermanos, a veces hay que tomar tiempo para estar con papá y decir, papá… hacer una cita con Dios y decir, Señor, ¡yo necesito que me examines papá, un poquito, dime lo que está mal, dime lo que yo necesito. Necesito un físico, necesito un encuentro contigo, necesito regresar a Bet-el! Y dice que Jacob le dice a su familia, levántense, nos vamos a Bet-el. Pero, antes de ir a Bet-el le dice, hay que limpiarnos un poquito, porque a veces con el caminar nos enmugramos, se nos pega el polvo, se nos pega el polvo, las telarañas. Si se dice por aquí telarañas, no lo sé. Cuando se limpia un poco, qué se pone en las casas, hermanos, en las esquinitas… a veces, no se ve mucho pero si se prende la luz, allí, “mira, pensé que había limpiado.” Así nos pasa en nuestras vidas, pensamos que todo va bien, pero, por allá en una esquinita hay algo que necesitamos limpiar para regresar a Bet-el, para que Dios nos bendiga y cambie nuestro nombre.

Antes de esta experiencia, Jacob luchó con el ángel por una bendición. Pero no era la bendición que Dios tenía para él. Dios quería bendecirlo más. ¿Cuántos saben que Dios nos quiere bendecir más en esta mañana? Hermano, hermana, yo sé que tú estás pasando por muchas cosas, pero Dios te dice en esta mañana, regrésate a Bet-el que yo tengo algo especial para tu vida. Jacob, regrésate, levántate, regrésate a Bet-el. La obediencia de Jacob le produce una grande bendición en su vida, tan grande que cuando él le dice a su familia, límpiense, cámbiense de vestido, porque vamos a Bet-el, vamos a regresar a Bet-el, ¡allí donde Dios me habló por primera vez! ¡Yo quiero tener, otra vez, un encuentro con ese Dios maravilloso, yo quiero sentir su presencia, yo quiero sentir su amor, yo quiero sentir su poder, quiero sentir su Espíritu Santo! Dile a tu hermano, ¿estás listo para regresar a Bet-el? Dile a tu hermano, regrésate a Bet-el.

El altar ya está abierto, hermano, si necesitas regresarte, regrésate. No tengas temor, ven a Bet-el a ese encuentro con Dios. Jacob dice que regresó y cuando regresó, el Señor le habló una vez más. Y dice que llegó Jacob a luz, o Bet-el, que está dice en tierra de Canaán. Esta es Bet-el, y él y todo el pueblo con él estaba, y edificó un altar y llamó a aquél lugar, “el Bet-el.” 35, versículo 7. Ya no solo Bet-el, ya no solo Casa de Dios, sino que ahora él reconoció que era Dios que le había dado otra oportunidad de estar con su presencia. Hermano, hermana, Dios es un Dios de oportunidades, amigo que me escuchas, Dios es un Dios de oportunidades.

Lamentablemente, hermanos, muchos no obedecen el llamado de Dios y sufren las consecuencias, las consecuencias del pecado. En esta mañana, el Espíritu de Dios me enseña está administrando a alguien que dejó su Bet-el por mucho tiempo, pero hoy el Señor te dice regrésate, regrésate a Bet-el, yo tengo algo que te quiero decir. Muchas veces no escuchamos la voz de dios por estar tan ocupados en la obra de Dios y no le damos tiempo a Dios que nos hable. ¿Cuántos quieren escuchar la voz de Dios, en esta mañana? ¿Cuántos en verdad han venido y quieren ser cambiados? Entonces, Jacob hizo este altar, obedeció, regresó con su familia, a aquel lugar donde él había tenido su primer encuentro con Dios. Edificó un altar, lo bendijo, otra vez, vemos ese monumento, esa señal y luego otra vez se le aparece Dios a Jacob. Y se apareció otra vez, el versículo 9 dice, ‘apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Param a Canaán, y le bendijo.’

¿Cuántos quieren la bendición esta mañana? ¿Cuántos necesitan una bendición para su familia? Levante su mano si en verdad necesita una bendición. ¿Cuántos en verdad tienen necesidad de una bendición? Hay algunos, hermanos, que no piensan que necesitan una bendición. Todo va bien, parece que todo va bien, tu vida parece que todo está bien arreglado, te vas a casar, tienes familia, ya estás planeando la boda, está todo listo, tienes buen trabajo, tienes dinero en el banco, nos vamos a ir de vacaciones… ¡hay todo planeado! Pero acuérdate que en un segundo Dios puede cambiar los planes.

¿Cuántos dicen gloria a Dios?

Vamos para allá, pero Dios nos dice vente para acá. Queremos hacer esto, pero Dios nos dice, todavía no es el tiempo. Y tremendo es cuando Dios nos para nuestros planes. Jacob, regrésate a Bet-el, porque yo quiero hablar contigo una vez más. ¿Habrá alguien que ya quiere pasar a Bet-el? Aquí está la presencia de Dios, tú no la ves, pero se siente su Espíritu Santo. Y ya para administrar a alguien. Ahora quiero terminar, hablamos un poquito de regresar a Bet-el. Quiero terminar en hablar de esta shekina o shikina, gloria de Dios. La presencia de Dios.

Escúcheme, hermano, la presencia de Dios es algo tan tremendo que necesitamos reconocer que si en nuestras actividades no está Dios no es una actividad de Dios. ¿Me oyeron lo que dije, hermanos? Si en nuestras actividades no está Dios, se vuelve nomás otra actividad. ¡Amén! Pero cuántos saben cuando Dios aparece, suceden cosas maravillosas. ¿Cuántos saben que cuando Dios está presente, Dios nos habla, Dios nos bendice Levanta al caído, al enfermo, restaura a aquél que está sufriendo? Pero se necesita esa presencia de Dios, esa gloria. Algunos escritores han dicho que se llama, la gloria de Dios. Esta palabra, shikina o shekina quiere decir la presencia de Dios. Y viene de un verbo -shakan- que quiere decir la habitación de Dios. Que viene de la palabra de los nidos de las aves. El lugar donde habitaba, donde habita, o un lugar, quiere decir 'tomar residencia’ en el Arameo con el Hebreo.

Y vemos nosotros que desde el Antiguo Testamento, allá en el tabernáculo, en Éxodo, capítulo 24. El capítulo 40 de Éxodo, se manifestaba la presencia de Dios en forma de una nube… una nube que llenaba el templo, que cubría el templo o el tabernáculo. Después llegó el templo, que vamos a hablar un poquito más adelante. Pero, quiero enfatizar algo muy importante. Cuando nosotros podemos reconocer que la presencia de Dios está en medio de nosotros es algo tan tremendo que no hay enfermo que Dios no pueda sanar. Dije que, ¡no hay enfermo que Dios no pueda sanar!

¡No hay pecador que no se arrepienta cuando Dios está allí para administrar y para hablar! Pero, para que la presencia de Dios se pueda manifestar, tiene que haber dos cosas muy importantes. Todos digan: fe. Díganlo más fuerte: fe. Y la otra cosa es, adoración y alabanza a Dios. Reconocimiento a Dios. Muchas veces Dios no se aparece porque no lo invitamos. ¡Amén, hermanos! Hablamos de tantos programas y tantas cosas, pero a Dios no lo invitamos al culto. Él es, no es el… huésped de honor. ¡Él es el Rey de Reyes, Él es Dios, Él es el maravilloso, Él es el Alfa, Él es el Omega, Él es el Todopoderoso!

Sin embargo, muchas veces a Dios lo invitamos cuando ya no hayamos la puerta, estamos patinando… y, hermanos, se nos olvidó, 'vamos a alabar a Dios’ ¿Cuántos saben que Dios habita en las alabanzas de su pueblo? ¿Cuántos ya alabaron a Dios y sintieron su presencia? Entonces, si Dios está presente van a empezar a suceder cosas maravillosas. Fe, porque se tiene que creer que Dios está aquí, pero no lo veo, pero ¿cuántos lo sienten esta mañana? Todos lo que lo siente, denle un aplauso a Cristo.

Entonces, la presencia de Dios. A veces está aquí la nube de Dios. Pero hay resultados cuando la presencia de Dios está presente. Se ven, son palpables, son visibles. Muchos dicen, hay tuvimos un culto tremendo, ¿qué paso? Nada. Hermanos, si Dios está aquí, algo precioso tiene que pasar ahora. Haber, hermanos, ¿cuántos ya saben que algo precioso ya pasó y va a pasar, hermanos? No están convencidos. ¿Cuántos de verdad, ya saben que Dios está aquí, hermanos? ¿Cuántos sienten su presencia ya en sus corazones? No están convencidos, todavía. Pero, es que somos como Santo Tomás, queremos ver para creer. Nosotros los hispanos tenemos esa bendición de que le hayamos siempre el ‘pero,’ un tremendo ‘pero,’ hubiera sido más tremendo. Nosotros los mexicanos le echamos mucha crema a los tacos, y esto estuviera mejor pero, si le agregaras esto estuviera mucho mejor.

Pero, quiero decirles algo, ¿quién es el que está en control? ¿Quién es el jefe, quién es el capitán, quién es el que está aquí para bendecirte? ¡No soy yo, no es nadie más pero es el Señor que está aquí para bendecirte, para levantarte, para sanarte! Esa presencia, esa gloria de Dios, otros escritores han dicho que es la habitación de dual implantion God, the shekina glory of God que se llena la nube. Ahorita que estábamos adorando a Dios empezó a llegar la nube. ¿Cuántos la vieron o sintieron, hermanos? Porque Dios habita en medio de las alabanzas. Cuando nosotros reconocemos que Dios está presente, comienza el Señor a manifestar su gloria. Esa gloria es la que hace los milagros.

El domingo que viene se va a orar por los enfermos. Pero, yo quiero decirles que necesitamos que la gloria de Dios esté presente. ¿Cuántos quieren que la gloria de Dios esté presente? Yo ya siento que Dios está tratando con alguien, pero tenemos que regresarnos a Bet-el, quiere regresarnos un poquito. Jacob había tenido un problema grande con su hermano, pero él cuando se paró, descansó, Dios le habló, creyó y recibió las promesas de Dios e hizo un monumento. Puso una piedra, la bañó con aceite y dijo, este lugar se llamará Bet-el, Casa de Dios. Muchas veces el diablo nos roba las bendiciones, en vez de robarle nosotros las bendiciones, el diablo nos roba la bendición. ¿Por qué? Porque no nos regresamos a aquel encuentro.

Decía el hermano, Pastor Omar, tenemos mucho por qué estar agradecidos, hermanos. Dije,¡que tenemos mucho por qué estar agradecidos! ¿A cuántos ha salvado el Señor? ¿A cuántos ha cambiado el Señor? ¿A cuántos ha transformado el Señor? ¿A cuántos ha perdonado el Señor? ¡Hay motivo de haber agradecimiento en nuestras vidas! Alguien puede decir, gloria a Dios por acá. No desayunaron, hermanos. ¿Cuántos pueden decir gloria a Dios por acá? ¿Cuántos pueden decir aleluya aquí? ¡Aleluya!

¿Cuántos pueden decir hay poder en Jesús? ¿Cuántos pueden decir hay poder en Jesús? ¿Cuántos pueden decir gloria a Jesús? ¿Cuántos pueden decir aleluya? ¡Dios está aquí! Dije, ¡que Dios está aquí para bendecirte, para levantarte, para darte nuevas fuerzas! ¡Dale gloria, dale gloria, regresa a tu Bet-el! ¡Regresa a tu Bet-el! Para que Dios cambie tu nombre. “Jacob tú ya no te vas a llamar suplantor, ladrón… ahora te vas a llamar Israel.” ¡Qué experiencia! Le cambió el nombre. Algunos necesitamos que nos cambie el nombre y la personalidad también, porque estamos un poco rústicos pero cuando Dios viene y nos cambia, si alguno está en Cristo… las cosas viejas… he aquí… ¿Cuántos quieren ser nuevos en esta mañana?

Voy a invitar al pianista que pase, porque ya voy a terminar… porque si no le voy a seguir y seguir y hermanos, se me olvida cuando parar. Que pase el pianista mientras yo me preparo para la conclusión. Este mensaje es para toda la iglesia en general, iglesia de Dios en todas las partes del mundo: tenemos que regresar a nuestro Bet-el, a nuestras raíces, a esa experiencia que tuvimos con Dios y muchos de nosotros no entendemos en esta última hora, Dios está permitiendo que pasen cosas en nuestras vidas para que regresemos a Bet-el. Me voy para allá, me voy a mover, me voy para México, me voy para Texas, me voy para la Florida. Y Dios dice, no, no, no, regresa. Todavía no ha acabado, tú pensabas que ya pero no he acabado contigo. Tengo algo, quiero cambiar tu nombre. ¡Quiero darte más unción, quiero tratar con tu vida, te quiero usar para que otros conozcan mi amor!

Y, a veces, corremos pero cuando nos regresamos rendidos, “aquí estoy papá. Yo quería hacer esto pero hágase Tu voluntad no la mía, hágase Tu voluntad no la mía. Yo quiero esto, pero yo sé que tú tienes algo mejor para mí.” Mientras el hermano empieza a tocar algo, yo quiero, hermanos, que todos cierren sus ojos.

Cuando el Pastor Roberto y yo hablábamos allí cuando tuvimos esta reunión hace unas semanas atrás. El futuro de la iglesia Congregación León de Judá e iglesia en general, confesaba algunas cosas que él ha puesto en su corazón, y entre ellas me decía, 'Pastor Gilberto, yo sé que Dios está preparando la iglesia Congregación León de Judá para una etapa nueva.' Y me decía, yo quiero que Dios nos prepare y entre ellos dijo algo que llegó a mi corazón. Y me dijo, 'Gilberto, tú sabes que estamos haciendo un nuevo templo para la gloria de Dios, pero me dijo, Gilberto, yo, ese templo no es tanto importante para mí o para la iglesia, porque podemos tener otras maneras de tener cultos y tener actividades. Pero me dijo, ‘yo quiero que sea un monumento profético. Una señal que en medio de las crisis hay un lugar donde está la presencia de Dios. ¡Hay un lugar donde todavía Dios sana, un lugar donde Dios todavía salva, Dios todavía transforma vidas, Dios todavía es real!’

Hermano, hermana, tú que estás sintiendo el… pasa al altar, no tengas temor, ven e híncate aquí, Señor yo soy el primero que quiero regresar a Bet-el. Yo necesito que Tú trates con mi vida una vez más, yo te servía mejor, pero me he alejado, me he alontanado, no me estoy acercando como Tú quiere. Pasa, póstrate delante de tu Bet-el para que Dios cambie tu situación. Este monumento que se está orando, se está levantando fondos, se está construyendo es una señal. Dios te bendiga, hermana. Alguien más que comienza a sentir el llamado de Dios. Dios te bendiga, hermana.

Este monumento donde nosotros queremos que almas se salven, queremos ver… Dios les bendiga, hermanos, es tu Bet-el. Cuando tú lo sientas. Dios está hablando, hoy va a cambiar tu nombre, va a cambiar tu vida. Créelo, ten fe, comienza a hablar con Dios. Algo está pasando ya ahorita en el mundo espiritual. Jacob se regresó a Bet-el, ya no era Bet-el, era “el Bet-el.” Dios era primero en su vida. Hermano, hermana, tú que estás aquí en el altar has regresado a tu Bet-el. Es tú y Dios. Dios conoce toda tu vida, Dios conoce todo tu pasado, tu presente y tu futuro. Él sabe todo lo que tú has pasado, ‘no, pero si paso, van a decir algo…’ Dios ya lo sabe. De Dios no puedes esconder, no queda nada escondido delante de la presencia de Dios. Regrésate iglesia, it's time to return to Bethel.

Oh, hermanos, en unas vidas el diablo ha estado viniendo a destruir, pero hoy se regresan a Bet-el, y la shekina gloria de Dios está aquí. La nube de Dios ya ha llegado para llenar tu vida. Mientras comenzamos ya a administrar, hermanos, algo va a pasar en tu vida que tú ni te vas a dar cuenta. Pero vas a tener que hacer nuevos votos con Dios. Dónde está esa persona que dice, bueno yo no he pasado, pero yo sé que soy esa persona. Tengo temor, pero yo sé que yo ahorita estoy bien. Jacob por 20 años pensaba que estaba bien, porque andaba con una bendición robada, pero Dios tiene una bendición personal para ti. Dios quiere abrazarte en esta mañana y decirte, 'hija mía, aunque todos te abandonen, yo no te abandono’. ‘Hijo mío aunque tú has sido despreciado, yo no te desprecio, yo te amo. Yo te quiero bendecir.’ Hermano, hermana, Dios te quiere bendecir en esta mañana. Regrésate a Bet-el. Ten un encuentro con Dios, deja que Dios bendiga tu vida, ya no sufras más por andar por el camino con tu propia inteligencia, con tus propias ideas, regrésate a Dios. Regrésate a Dios. Dios está aquí en esta mañana tratando.

Que quiere Dios conmigo?

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Isaías 61. Mientras tanto, dale la vuelta a alguien y dile, salúdale y dile "Dios te Bendiga". Un buen saludo evangélico, carismático, Pentecostal: Dios te Bendiga. Hermanos, como compartí a las nueve, mi deseo para su vida; una de las cosas que pido de parte del Señor para su vida en esta mañana es que de hoy en adelante cuando ustedes oigan ese saludo, o cuando ustedes extiendan ese saludo, ustedes... que nunca oigan esas palabras igual. Qué sepan el poder de esas palabras hacia su vida y que usted conozca la autoridad que el Señor le está dando para bendecir; como acabamos de bendecir estos hogares; como acabamos de bendecir estas familias.

Saben hermanos, una manera de definir Bendición, una vida bendecida es vivir conforme a la voluntad de Dios para nuestras vidas. O sea, podemos asumir que si nosotros estamos, si logramos vivir conforme a la voluntad de Dios para nosotros; si lográramos conocer la perfecta voluntad del Señor y viviéramos dentro de esa voluntad, sólo puede culminar en Bendición. Lo único que nosotros podemos esperar es bendición. Y tal vez su pregunta -y es una buena pregunta y justa- '¿Bueno Samuel, entonces cuál es la perfecta voluntad para mi vida? Muéstramelo, Señor. Muéstrame tu perfecta voluntad y Amén, bendíceme.

Hermanos, yo les sugiero esta mañana que tal vez esa no es la pregunta apropiada o por lo menos preguntémonos del Señor otra cosa y que esta sea la pregunta. Si Dios tuviera la libertad de obrar en nuestras vidas de la manera que Él desea, ¿qué haría Él? Si nosotros le diésemos la oportunidad al Señor que Él hiciera en nuestras vidas precisamente lo que Él desea hacer. Este Dios quien te creó, quien te conoce, quien te ama, que es poderoso y que sólo desea tu bien, ¿qué haría Él? Es como francamente preparando esta palabra oigo la voz del Señor diciéndome: "If they only gave me an opportunity”. "Si sólo me dieran la oportunidad para hacer lo que yo deseo hacer en sus vidas, Samuel". "If I only had a chance".

Hermano, tal vez, hace poco que estás buscando al Señor, tal vez unas semanas, hace poco que estás experimentando esto de 'llame lo que usted llame' conforme a su vocabulario: la religión o los caminos del Señor o esta jornada, llámelo lo que le llame, pero usted está buscando del Señor, tal vez por primera vez y nunca más serio como lo está haciendo ahorita, porque francamente sientes que el Señor te ha estado llamando, o sea donde quiera usted ve señales del Señor. No te ha estado llamando como dijo A.W. Tosser 'Te ha estado persiguiendo'. El Señor como que te persigue, donde quiera usted está viendo evidencia del Señor queriendo compenetrarse contigo, en pequeños intercambios, cositas que acontecen en tu trabajo o en tu hogar. Pequeños milagros, el Señor, sacándote de los líos y protegiéndote como tizón entre las llamas y por fin tú estás listo para rendirte, por fin. Y preguntarle "¿Por qué me persigues, Señor? ¿Qué quieres Tú conmigo, que te veo hasta en la sopa?" Donde quiera estás Tú, donde quiera oigo tu voz, dondequiera... ¿qué quieres conmigo?"

O tal vez tú no eres tan nuevo al Evangelio, tal vez hace tiempo tú has estado, usted ha estado buscando del Señor, pero te encuentras en una encrucijada en este momento y sientes que está a punto de hacer… tienes, no te queda otra que hacer ciertas decisiones. Decisiones que impactarán en su familia, su hogar, su ministerio tal vez, su trabajo, su empresa; sea lo que sea vienen cambios y lo sabe. O sientes profundamente en tu corazón, que hay algo más. Y ahora le pregunto al Señor ¿qué quieres tú conmigo? ¿Qué hay detrás de todo esto?

Y hermanos yo no pretendo que este mensaje conteste, te ofrezca respuestas específicas como ¿qué debería estudiar? o ¿con quién me debería casar? o ¿a qué profesión o ministerio me debería dedicar? Pero sí creo que esta palabra del Señor, que el Señor ha de compartir con nosotros te mostrará el propósito de Dios contigo; el plan de Dios contigo. El hecho de que Dios no está tratando con su vida al azar, que Él quiere algo contigo, hay un fin dice la palabra "esperado" para el hombre, la mujer de paz.

Hay un destino, algo que el Señor quiere hacer contigo y, hermanos, ese es el Evangelio. Declara la palabra del Señor en Lucas capítulo 4 -no tenemos que ir allí pero “Temprano en el ministerio de Jesús, Él entró en la sinagoga a donde solía adorar, a donde en la ciudad donde Él se crió y entrando ese día de reposo a la sinagoga, a la iglesia local, su parroquia, le entregaron las Escrituras, un rollo y Él abrió a este pasaje Isaías 61 y comenzó a leer estas palabras. A Él no le tocaba traer el mensaje ese día, no era el maestro, Él meramente leyó estas palabras y se volvió a sentar entre el pueblo. Pero nada más se pudo hacer ese día. Todo -al oír el Señor leer estas palabras- ojo se clavó sobre Él. Hubo silencio en este lugar, la voz de Jesús de Nazaret declarando estas palabras y el Señor rompió ese silencio declarando: "Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros".

Hermanos, en este día oímos de nuevo la voz del Señor anunciando estas palabras. Y el Señor te dice: 'Si usted me deja, si usted me permite, hoy se cumplirán estas palabras en tu vida. Hoy se cumplirán estas Escrituras. Si me deja'. 'If you let me'.

¿Qué leyó Él? Comenzó declarando el Señor: "El espíritu de Jehová el Señor está sobre mí; porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos...".

Detengámonos un poco allí, hermanos. "Buenas nuevas", buenas nuevas, ¿han oído esta expresión? Lo han oído muchas veces, lo único es que lo han oído en griego, porque el griego... esta expresión ha sido traducido "EVANGELIO", buenas nuevas. O sea para mí, mis hermanos, los versículos 1 al 7 de Isaías capítulo 61 es una encapsulación elocuente del Evangelio de Jesús, del evangelio que nosotros predicamos. No solamente una encapsulación, es una declaración de la misión de la iglesia de Jesucristo. Sí, el espíritu de Jehová el Señor estuvo sobre Jesús, lo ungió para predicar este mensaje, pero el Señor escogió discípulos y estos discípulos entrenaron otros discípulos y por eso es que nosotros tenemos ahorita discipulado en esta iglesia. Porque ustedes son discípulos de Jesucristo y ustedes son comisionados, apartados, ungidos, que quiere decir “autorizados” para pregonar esta buenas nuevas.

Ese privilegio y responsabilidad tiene la iglesia de Jesucristo. La palabra unción implica autoridad. Los profetas, los reyes, los sacerdotes, los siervos de Dios fueron ungidos con propósitos específicos para cumplir una misión específica, no cualquier cosa que le diera la gana o lo que le pareciera bien. Pero para cumplir una misión específica y el Señor Jesús le ha dicho: 'Este es el Evangelio, este es tu mensaje Iglesia de Jesucristo'.

Y es más, mis hermanos, diría las iglesias -y esto no se trata de denominación, esto se trata de misión y unción- usted pastor, donde quiera que usted este en el mundo, sintonizando en el internet, usted donde quiera que este, líder de célula, maestro de discipulado, hermano cumpla la misión que el Señor te ha dado.

Porque francamente mis hermanos, las iglesias -como estaba compartiendo yo con un grupo de hermanos ayer- que cumplen con esta misión, que comparten el Evangelio, que viven bajo esa unción, que procuran esa unción y son canales de esa unción; esas iglesias Dios se ocupa de prosperarlas. Esas iglesias son prosperadas, crecen, ven la mano de Dios, ven evidencia de la presencia de Dios entre ellos.

No cabe duda que Dios los ha llamado, pero también lo opuesto es igual. Si nos desviamos de esta misión, si nos olvidamos de ella, si hay aspectos de esta misión que preferimos no tocar por lo que sea, porque es Nueva Inglaterra y de eso no se habla aquí, esas iglesias morirán porque no están ¿para qué? Son autorizadas, ungidas para cierta labor y si la unción de Dios nos está canalizando a través de ella, no están cumpliendo su misión.

Lo que estamos viendo en Nueva Inglaterra no hay iglesias estáticas en Nueva Inglaterra, eso no existe aquí. Una o dos cosas están pasando en las iglesias de Nueva Inglaterra, o están creciendo de una forma increíble, log rítmico o se están muriendo. Y estos edificios de doscientos y trescientos años, estas casas de adoración se están convirtiendo en condominios y restoranes, estacionamientos o preferiblemente lugares a donde una iglesia -tal vez no con grandes recursos financieros- pero cumpliendo con la unción del Señor, esa gente ocupan esos lugares y están cumpliendo la misión. Por lo cual aquellos peregrinos que pusieron piedra sobre piedra pusieron esos lugares allí. Ellos hicieron un pacto trescientos años atrás cuando ellos pusieron la piedra sobre piedra para edificar estas iglesias y el Señor va a tomar ese pacto en serio y serán ocupados esos lugares por iglesias que reflejan el corazón de Cristo y están pregonando este Evangelio. Porque lo que quiere Dios contigo y lo que quiere Dios con Nueva Inglaterra es sencillo. Increíblemente sencillo, el Evangelio es sencillo, mis hermanos. ¿Qué quiere Dios contigo? ¿Sabes lo que quiere Él? Él te quiere sanar, Él te quiere transformar, Él te quiere usar y te quiere prosperar. Este Dios que te ha llamado, que te persigue te quiere sanar, transformar, usar y prosperar. Y aquí está, mis hermanos, es muy claro. Dice la palabra, sigue Él: "Me han enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar". ¿Te imaginas, el Dios de gloria vendando una herida? No lo lea meramente, véalo, véalo, vea a su Dios vendando las heridas de los quebrantados. El Señor, Él vino a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar" libertad a los cautivos y a los presos apertura de la cárcel". Detengámonos ahí un momento.

Mis hermanos, lo que hace la presencia del Señor, es esencial. Hermanos, ¡Qué bello estuvo la presencia del Señor, ahorita, ¿verdad?! ¡Qué lindo es estar en los atrios del Señor! Aunque no entendamos todo lo que esté aconteciendo, no cabe duda que es lindo estar en su presencia. Pero hermanos, lo que hace la presencia del Señor especial y lindo no es meramente que Dios esté aquí, pero que usted también está aquí. Y no meramente que usted esté aquí, pero el Señor al verte, al mirarte, al contemplarte desde su trono, te conoce, te conoce y conoce su necesidad. Y no solamente te conoce y no solamente conoce su necesidad pero algo más bello y más majestuoso todavía: a Él le importa tu necesidad, a Él le molesta si usted está herido. Su corazón se quebranta si el tuyo se quebranta.

Eso es parte de la fórmula que muchas veces nosotros nos olvidamos. Para que el Señor te pueda sanar, te tiene que conocer y no solamente te tiene que conocer, te tiene que amar y una otra vez el Señor, una y otra vez por toda la palabra Él no encuentra otra manera de comunicarla en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento de Génesis a Apocalipsis el Señor ha estado tratando de decirnos lo mismo: "Yo te conozco y te amo y te quiero sanar".

El Señor declara en su palabra: "Yo tengo cada cabello de su cabeza contado". El Señor sigue declarando: "No se mueve una hoja sin que tu Padre Celestial no lo conozca". El Señor dice: 'Mira si el Señor cuida de las aves del cielo y de la hierba del campo". ¿No vales tú más que las aves? ¿No vales tú más que la hierba del campo? ¿No tienes tú valor delante del Señor?

Hermanos, más que el oro en el cielo vale tu oración. Con el oro hacen ladrillos allá. Las calles están forradas de ello. La oración de los santos, dice la Palabra es uno de los aspectos más bellos -yo creo en el Apocalipsis- el Señor los considera, ¿sabes qué? Incienso precioso que recoge en vasos de oro que son derramados a los pies de Jesús. No hay una lágrima, yo no sé como Él lo hace, pero eso es lo que declara la palabra: 'No hay una lágrima derramada que se desperdicia'.

El Señor se da cuenta de todo, lo registra todo, le importa tu quebranto y si lo deja Él lo sanará. Y Él sigue declarando: "He venido a traerle libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel".

Hermanos, ¿Saben verdad que las cárceles más efectivas, las cadenas más fuertes no son hechas de hierro? Y el Señor quiere traer libertad en cada aspecto del sentido. Al Señor le molesta ver vidas encadenadas y limitadas y hay un sin número de prisiones. Usted puede ser cautivo, por así decirlo, de decisiones que usted hizo, decisiones que hiciste y ahora está viviendo las consecuencias de eso.

O sea, es cautivo en su presente y su futuro de algo que aconteció en su pasado. Lo terrible de esto, hermanos, es que el Señor ve eso y puede ser hermano que eso fue una cosa u otra que usted hizo y nadie lo sabe. Tal vez usted está sentado aquí y hasta el sol de hoy, nadie se ha enterado de esta cosa o la otra aparte de Dios y aparte de Satanás, a propósito, que te sigue acosando. Qué sigue apretando los grillos y tal vez usted lo ha superado; sea lo que sea lo superaste y eres una dama de la comunidad, un hombre respetuoso. Tienes ahora tu esposo, tu familia, tu trabajo, su profesión; pero en los rincones, en el sótano de su corazón, en la esquina más oscura a donde usted mismo teme ir, está esa cosa, encadenándolo.

El Señor le dice: "Si me dejas, hoy puedes ser libre. Hoy te puedo dar libertad". O tal vez ni siquiera es una decisión que usted hizo, ni siquiera es su pasado, tal vez es una cadena generacional, un patrón familiar. Una decisión que hizo su bisabuelo que afectó el futuro de su abuelo, que marcó la vida de su padre y ahora usted está viviendo estos patrones y ya estás comenzando a ver, tal vez, en tus hijos, estos patrones. Y used dice: '¡Oh, here we go again!’ Aquí vamos otra vez, esta misma cosa, el Señor lo reprenda, aquí vamos de nuevo. Y el Señor te dice: "Esa cadena, esa prisión, esa cautividad... también yo puedo abrirla. Y también te puedo liberar".

Patrones satánicos de maneras de pensar de lo cual el Señor quiere que seamos libres y esto no nos debe escandalizar. ¿Usted quiere un héroe de la fe más poderoso que David? Un guerrero, un salmista, un rey y oímos a David pidiéndole al Señor: 'Libra mi alma de la prisión para adorarte'.

Si David pudo orar de esa manera, David, tú puedes pedir lo mismo al Señor. You can be free. No sé cual profeta menor es que hace una referencia a "prisioneros de esperanza" -prisoners of hope- eso es lo que somos todos, hermanos. Y sanidad física.

Hermanos, cuando el Señor leyó este pasaje en esa sinagoga en Nazaret, Él lo leyó no en hebreo pero en griego. Una Biblia -lo que llamaban exeptuagente- una traducción griega; y Él añadió esta frase: "Y vista a los ciegos”.

Y en este lugar, en esta iglesia nosotros creemos en eso en una forma LITERAL y el día 12 de Julio nosotros -como se ha anunciado- tenemos un compromiso con el Señor. Yo les voy a ser franco, hermanos, yo les voy a ser francos. Nosotros vamos a recibir con nuestras rodillas temblando esas almas que llegan en silla de ruedas o en muletas o en camillas, pero hermanos ¡Qué vengan! ¡Qué vengan en el nombre de Jesús! Si estás aquí hoy, ¡Bienvenido! porque esta iglesia sintámonos preparados o no, cumplirá su misión. ¡Para algo el Señor nos ha ungido! Este es el Evangelio. Este es el Evangelio.

Whether we like it or not, if you are ready or not, we are gonna do this thing.

Y Él sigue leyendo y esto sí no se oye tan lindo, pero, y no debe ser, pero mira lo que declara el Señor al proclamar el año de la buena voluntad de Jehová y fíjate: "El día de venganza del Dios nuestro. A consolar a todos los enlutados".

Hermanos, la franca verdad, fíjate ¿sabes qué aspectos yo veo de esto? ¿Qué aspecto de Dios yo veo expresado aquí? Su Justicia. Nuestro Dios es un Dios de justicia. Y muchos de nosotros vivimos enlutados por x o y injusticia que hemos sufrido, en luto.

Hermanos, ¿saben lo que les dice el Señor? Francamente. Al Señor, todo esto le molesta, le quebranta. Al Señor le quebranta ver gente que su ocupación, toda su energía es dedicada a tratar de arreglar las cosas torcidas que le han hecho. Lo que le hizo "fulano" tal vez en su hogar o lo que le hizo en su niñez o algo que le pasó en su vida. Y ya es imposible rectificar la cosa y está viviendo con eso y ahí atado a esa situación, está un sin número de cadenas: rencor, lamento, pérdida, quebranto, más rencor.

Y el Señor te dice a ti, y, hermano, cuando usted tropiece con estas palabras en la Escritura no las ignore, el Señor las tiene ahí porque te ama. Él lo tiene ahí porque Él te ama.

Romanos 12 existe porque te ama y el Señor te dice a ti: "Hijo, mía es la venganza, yo pagaré. Tú bendice".

¿Saben? Para mí esto, yo dije a las 9 que esto es semejante a las películas esas de los mafiosos, cuando uno se acerca al padrino. Nos acercamos hoy al padrino y le besamos su anillo y le decimos:"Padrino, hazme justicia" y el padrino te dice: "Mira, me lo dijiste. Bien, yo me voy a encargar de eso. No hay nada que Satanás ha hecho en ti. Y él las va a pagar toditas...toditas. No te apures, él las va a pagar todas. Tú ve, tú come, tú ve en paz, tú vive tu vida, tú aprovecha de todas las bendiciones que te vengan a la mano. Tú entra por cada puerta que yo te he de abrir. Ve en paz, hijo. Ve en paz, hija. Viva una vida de victoria, yo me encargaré. No te apures."

Porque el Señor no quiere que usted se quede ahí. El Señor te dice a ti: "Para yo hacer cualquier otra cosa en tu vida, para yo obrar en tu vida, te tengo que sanar. Te tengo que sanar."

¿Cómo el Señor...? Fíjate, te está extendiendo la invitación pero tiene que salir de tus labios. Tú tienes que expresar las palabras a voz alta: 'Señor, te necesito. Redímeme, sáname". Tell God where it hurts. Tiene que salir de ti porque la voluntad de Dios no es que usted se quede ahí. El Señor te quiere transformar. El Señor quiere hacer una cosa totalmente otra en su vida.

Hermanos, esa es una de las cosas que yo más admiro, que más me encanta francamente de esta iglesia y no porque sea mi iglesia mis hermanos, o porque nosotros adoramos al Señor juntos. Es que ¿no ve usted este patrón? Ahí de nuevo, cada iglesia que está viviendo su misión, usted va a tropezar con vidas transformadas. Vidas transformadas, declara el Señor: "Vine a ordenar y a los afligidos de Sion se le de gloria en lugar de ceniza; oleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Y ellos serán llamados arboles de justicia, plantío de Jehová". La nueva versión internacional es de "robles de justicia para la gloria suya".

Hermanos, a propósito... yo sé que tal vez el Pastor Omar lo dijo ahorita, pero ¿quién está aquí visitando tal vez por primera vez hoy? Amén.

Bienvenidos, pero lo triste, lamento pero usted se ha perdido el show. Usted se ha perdido el drama, porque usted viene y ahorita está viendo una escena que Dios ha creado aquí. Usted está viendo tal vez, un caballero con su chaleco y su corbata, cepilladito y adorando al Señor, muy elegante. Tal vez está viendo una dama y un caballero juntos, un esposo, una esposa, unos hijos que parecen saludadísimos y usted diría: 'esa gente toda su vida han sido así'.

O tal vez 'toda su vida esta familia ha sido así'. Pero se perdió el drama. Yo, es más, yo le sugiero algo, después del servicio acércate tal vez a cualquiera de estos hermanos al azar y pregúntale: ¿Qué ha hecho Dios por ti? ¿Qué ha hecho Dios por ti? ¿Qué ha hecho Dios en tu vida? What has He done? Porque lo que usted está viendo es un milagro de Dios. Usted está viendo lo que está viendo es un act of illusion, es una ilusión. Está mirando la gente a través de la sangre de Cristo, está viendo la gente a través de su unción.

Hermano, usted también tal vez sabrá, usted conoce muy bien las cenizas en las cuales usted se ha sentado. Usted conoce muy bien el luto que usted ha guardado. Usted tal vez hermano, usted sabe la angustia que ha sufrido tu espíritu.

Y es más, usted, dirá 'Pastor, sí, tengo... estoy vistiendo mejor, estoy llegando a la iglesia pero todavía el Señor no ha terminado conmigo. Todavía hay mucho trabajo que hacer, todavía el trabajo es incompleto, imperfecto. Soy un cristiano en construcción. But that's Okay, that's Okay. Porque la gente ve... Gloria a Dios.

You know what I'm talking about.

Pero la gente no ve eso, la gente lo que ve es la corona de gloria que el Señor te ha puesto. La gente lo que ve es el oleo que el Señor ha derramado sobre ti. La gente lo que ve es una sonrisa que tal vez usted nunca se sonreía en su vida... ahora inexplicablemente sonríes porque hay algo que el Señor está haciendo en ti. Incambiablemente, innegablemente, permanentemente, eternamente el Señor está haciendo algo poderoso en ti y eso, mi hermano, es lo que saca Dios del milagro ¿sabe? Él saca gloria. Yo cambiaré, como estábamos cantando ahorita, su lamento en baile para gloria suya.

¿Sabes por qué? Porque tal vez dijo el Apóstol Pablo: 'Ni mi palabra, ni mi predica fue con palabras persuasivas de humana sabiduría sino con demostración del espíritu y del poder". Eso es como el evangelio es predicado y sus amigos dirán "yo nunca he visto ha Dios, pero sí he visto a Saturnino. ¿No hay nadie acá llamado Saturnino, no? Okay. Estoy en el lugar seguro.

Yo sí conozco a Saturnino y sé por lo que Saturnino pasó y yo sé los años que Saturnino estuvo en drogas.

Hermano, si tú te sientes aludido, no te apures porque esto es el milagro que el Señor ha estado haciendo al por mayor en esta iglesia. Esto puede ser usted, u otro o como dos docenas de otras personas en esta iglesia. Usted ve a Saturnino y a Saturnina y yo sé que esa gente andaban dejados por 10, 15 años. ¿Qué hacen ellos juntos? Y esos hijos, miran que lindos están, van en camino a la universidad y usted puede decir como dice Gigi Ávila '¿Quién lo hizo? Cristo'. A su nombre gloria, y eso es transformación.

Dios saca gloria de tu vida. Y no hay una cosa que le de más gloria al Señor que el hecho, y es aquí... mira... es lo que... el Señor es un genio estratégico. Todo eso tiene que ver con guerra espiritual.

Porque Él escoge la misma gente que Satanás quiso destruir, fíjate. Él llama a la misma gente que Satanás quiso usar como alfombra y desecharlos. Él usa esa gente que Satanás quiso destituir de la gloria de Dios.

Esa es la gente que Él usa, fíjate, dice aquí:

"Esa gente reedificarán las ruinas antiguas. Esa gente levantarán los asolamientos primeros. Son esa gente que restaurarán las ciudades arruinadas. Los escombros de muchas generaciones".

En otras palabras son esa gente que el Señor escoge usar. El Señor te quiere usar. Hermanos, nosotros no solamente creemos en el avivamiento, creemos en un avivamiento que se acerca a Nueva Inglaterra y estamos contando los días. Lo creemos como un hecho, como que están pronosticando que va a llover esta tarde, va a llover sobre Nueva Inglaterra. Será transformada. Pero nos olvidamos de la manera como el Señor trae estos avivamientos. ¿Cómo escoge Él? ¿Cuál es el proceso? Y el proceso del avivamiento es que Él toma sus hijos, Él toma... usted es un escombro en vida. Todos nosotros lo somos.

El Señor comienza reedificándonos a nosotros. Comienza contigo y luego Él te planta, eres plantío de Jehová. Él te planta en un lugar u otro. Puede ser su trabajo, su hogar, su ministerio, pero en un lugar decisivo y usted comienza a oír la voz de Dios ahí y usted sirve al Señor. Y en esos lugares el Señor te comienza a usar. Es más ni cuenta te das que el Señor te está usando porque lo hace tan naturalmente, fluye de ti, pero el Señor te está usando.

O puede ser esto, te hace como a Nehemías que hay un problema en la comunidad, algo que jamás ha habido solución de esta cosa. Todo el mundo lo ha oído por generaciones y jamás han visto solución. Pero cuando estas noticias le llegaron a Nehemías, Nehemías... "¿Cómo va Israel? ¿Cómo está Judá estos días?" y le contestaron "¡Ah, si tú lo vieras! Los muros están desolados y el pueblo vive en depresión y ansiedad. Pero tú lo oyes de una forma distinta, esto te afecta. ¿Se ha dado cuenta? ¿Esto te ha pasado? Lo que a nadie más le molesta a ti te molesta, lo que otros oyen y le entra por un oído y le sale por otro, el Señor no te deja en paz.

Te levanta, te pones a orar, ayunar acerca de eso, porque no te deja quieto acerca de eso. Buscas la presencia del Señor, "Padre, ¿cómo Tú permites esto? ¿Cómo es qué esta cosa exista, que sea una vergüenza a tu pueblo? ¿Qué sea una afrenta a tu pueblo y a tus hijos? Haz algo, esto no tiene solución". Y de momento usted oye la voz del Señor: "Sí, esto tiene solución. Sólo te he escogido para esto. Hay una estrategia. Yo sé la estrategia, yo sé como reedificar esos muros, Nehemías". “Josué, Yo sé como tumbar los muros de Jericó. Yo sé cómo hacer esto".

Las fortalezas de Satanás son maleables, hermanos, son plásticas. Se pueden mover y el Señor busca Nehemías. El Señor busca a Josués. El Señor planta su visión. Veo a Patty. 'Alfa, ¿de dónde salió eso? ¿De dónde salió eso?'

Años atrás, todo el mundo viendo necesidades. Pero si uno oye la voz del Señor, inclina su oído, el Señor te escoge. Te comienza a compartir su estrategia y te dice 'Ahora ve y hazlo'.

Y tal vez en ese momento usted es el primero que se queja, el primero que protesta: "Pero Señor, yo no puedo hacer eso" y ¿por qué? porque yo soy parte del problema. Yo soy de esta generación. ¿Cómo puedo yo limpiar los escombros de esa generación, si yo soy de esta generación?

Dices tú como el mismo Isaías: "Yo soy hombre de labios inmundos de un pueblo de labios inmundos". "Señor nadie en mi familia se ha graduado de la universidad" o "Señor, nadie en mi familia, ningún varón en mi familia, nadie ha vivido una vida sobria, casta", "Señor, nadie en mi familia se ha casado". El Señor te dice a ti 'No te apures, ve, deja que yo te use. Y al usarte te voy a prosperar'.

'Será primero y no postrero', será primero, será cabeza y no cola”. ¿Nadie se ha casado? Bueno, tú serás el primero. ¿Nadie ha ido a la universidad? Good! Tú serás el primero. ¿Nadie ha vivido una vida de santidad? Bienvenido, tú serás el primero. Tú eres el Colón de esa familia. Tú eres a quien yo le entregaré el rollo, la maldición termina contigo y de mi saldrá bendición. ¡Bendición!

Gloria a Dios.

"Extranjeros”, mis hermanos, “apacentarán vuestras ovejas". “Y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores”. Y hermano, usted, que no ve como el Señor te puede usar, el Señor te dice 'Usted será llamado sacerdote de Jehová'.

"Ministros de nuestro Dios seréis llamados, comerais de las riquezas de las naciones. Y con su gloria seréis sublimes. Y en lugar de vuestra doble confusión y vuestra doble deshonra, os alabarán en su heredad. Por lo cual en sus tierras poseerán doble honra". Y oye esto, esto sí es raro: ¿Cómo se traduce esto? ¿Con qué se come esto? "Y tendrán perpetuo gozo"

¿Saben lo que es eso? Si no saben lo que es eso, no los culpo. Hay muchos que no saben lo que es. Hay muchos que no saben lo que es eso. Pero déjenme darles una meta. Pídanle esto al Señor. Gente que toman esto en serio y que reciben esta palabra, viven vidas raras a donde el Señor convierte cosas que podrían destruir a cualquier otra persona. Y aún dentro de ese remolino ellos experimentan un gozo. Gozo... gozo perpetuo, que no terminará jamás. El Señor obrando en tu vida. Emociones estables, de poder en poder es lo que promete el Señor. De gloria en gloria. Y hermanos, si esto se oye raro para usted, yo le digo hermano, en el nombre de Jesús: Acostúmbrese.

Si usted ha tomado esta palabra en serio, si usted ha dejado que el Señor obre en sus vidas, el Señor te llama a ti sacerdote. El Señor te llama a ti producto de su gloria, de su misericordia, un canal de su bendición. El Señor tendrá que formar toda una nueva... te tienes que acostumbrar a toda una nueva mentalidad y en vez de pensar en escasez comenzar a pensar en prosperidad y abundancia.

El Señor te va a entrenar. Él te promete: "No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Caigan mil a tu lado, diez mil a tu diestra. Tú que me tomas en serio, tú que me llamas Señor, tú que te atreves a creer mi palabra, tú eres diferente" ¡No se aplica a ti! Tú eres pueblo de Dios, linaje escogido, real sacerdocio. No eres poca cosa. Saben el llamado es un llamado de una palabra. Si algo de esto tiene sentido, Gloria a Dios que han recibido esta palabra.

Pero ahora el Señor te dice a ti: "¿Sabes qué? Ahora hijo, déjame sanarte. Déjame transformarte, déjame usarte, déjame prosperarte. Déjame obrar en ti".

Inclinemos nuestros ojos un momento y pido que los músicos me acompañen en este momento.

Aún tenemos mucho que hacer, tenemos Santa cena, el tiempo corre.

Pero un hermano se me acercó después del primer servicio y yo creo que se me acercó con un mensaje profético y me dijo "Pastor por favor si vas a predicar ese mensaje de nuevo, haga un llamado". Y así haremos.

¿Qué es un llamado? Ahora te voy a explicar. Si usted está aquí y tú dices hay áreas de mi vida que no siento sanidad. No siento sanidad, no siento que el Señor... hay baches enteros.

Vamos a ir a lo más esencial.

Estas promesas, el Evangelio, la razón porque son buenas nuevas es porque el Señor, primero tienes que darle permiso.. darle permiso al Señor... que Él sea el Señor de tu vida, el jefe, el que manda.

O sea, Padre yo he vivido de esta manera hasta aquí, tómame de la mano, ahora dirígeme. Eso es todo. Dirígeme. Hazme Tu hijo. Yo te recibo como mi Señor. Yo te recibo como mi respuesta, yo te recibo como mi solución.

Y si usted nunca ha hecho eso, públicamente yo les voy a pedir... si eso es noticia para usted... y desea hacer eso públicamente, por favor levante sus manos. Si usted quiere recibir al Señor en esta tarde y hacerlo Tú Señor, te invitamos a levantar la mano. Amén.

Si nunca has dicho 'Señor, encárgate de mi vida, quiero que seas mi Señor y que obres en mi vida de una forma activa. Te invito a levantar la mano. Amén. Amén.

Si no hay nadie, hermanos, yo pido que nos pongamos de pie.

Hermanos, cerremos nuestros ojos por un momento antes de recibir los elementos de la Santa Cena.

Y al usted digerir estos elementos, imagínese que el Señor está; su cuerpo quebrantado, su sangre está caminando por su ser, su interior y al Él caminar, al Él hacer ese curso en su interior, Él está tocando este u otro, distintos aspectos de su ser.

Y vamos ahorita... pidámosle: Señor, recibimos tu sanidad. Señor recibimos tu transformación.

Señor, te dejamos que Tú nos uses de la manera que te de más gloria a ti y que te levante más en alto.

Señor, anhelamos que nos prosperes y que Tú bendigas la obra de nuestras manos. Te pedimos en el nombre de Jesús.

El corazón paternal de Jesús

TRANSCRIPT

Vamos juntos al libro de Marcos Capítulo 2. Sabes que… me puse a pensar en el día de hoy en el corazón paternal, no solamente de Dios padre, sino de Dios Hijo también, el corazón paternal de Jesús; pero espera, Él nunca se casó en su vida terrenal, ¿no?

Jesús era un hombre soltero, ¿no? sabemos que un día se casará y ¿quién es la novia? Somos nosotros, hombres también. La novia de Cristo, la Iglesia es la novia de Cristo.

Pero en su vida terrenal, Él era un hombre soltero, sin hijos biológicos. ¡Pero, cuántos sabemos que amor paternal es mucho más que biología! Es amor de una índole especial demostrado.

Y yo me puse a pensar en momentos en la Biblia cuando Jesús llamaba a la gente 'mi hijo' o 'mi hija', no era muy común ¿no? No era algo frecuente en su vida. Yo sé que no lo escucho tanto aquí pero en California con los latinos que conozco allí cuando estoy visitando la familia de mi esposa, no sé, los mexicanos llaman a todo el mundo ‘Mi hijo, mi hija', ¿no?

No sé si hay otros que lo hacen.

Jesús, fíjate, no lo hizo mucho, alguien puede pensar. Yo sólo pude encontrar dos veces que Jesús llama a alguien, 'mi hijo' o 'mi hija'. Yo sólo te invito a pensar. ¿Puedes pensar en los momentos, en las personas? ¿No? Bueno, es un grupo grande así que no voy a pedir que me griten la respuesta. Sé que no estamos en clase de discipulado.

Pero yo sólo pude encontrar dos momentos cuando Jesús lo hizo y en todos los Evangelios sinópticos se repite que Jesús dijo, 'mi hijo, mi hija' y sabemos que la Biblia no tiene palabras sólo por tenerlas.

Jesús usó sus palabras con propósito. Había algo que quería comunicar; no fue un accidente. La Biblia pone eso. Jesús dijo esto a estas personas con un propósito especial. Así que, vamos a comenzar con el caso número uno. Si alguien encuentra más casos, perdóname, esos son los únicos dos que yo encontré. Y yo sentí algo muy parecido en los dos.

Vamos a comenzar en el libro de Marcos, Capítulo 2 y comenzando en el versículo 1.

Dice la Palabra de Dios: "Y entró Jesús otra vez a Caernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. Inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a Él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: 'Hijo, tus pecados te son perdonados' ".

Saben que la primera vez que lo leí dije: " Hermano, tus hijos te son perdonados", pero no es 'Hijo, tus pecados te son perdonados'.

"Estaban ahí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? ¡Blasfemias dice! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: '¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?”

“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico, 'a ti te digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.'"

“Entonces, él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo, ‘nunca hemos visto tal cosa.’"

Caso número uno: el paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados".

El próximo caso. ¿Alguien sabe? Okay. I'll give you the chance. Go ahead, you can say. ¿Quién es? ¿Quién? Go ahead. ¡Ahí! Marcos 5. ¡Tú ganas el premio!

Marcos 5. Es la historia de un hombre, un padre desesperado, que se llamaba Jairo que era un jefe de la Sinagoga; que se acercó a Jesús y dijo: "Mi hija está muriendo. Jesús ven ayúdala". Si tú hija, tu niña está muriendo, tú vas a pedir arrodillado, clamando 'Dios, ¡ayúdanos! está muriendo'. Jesús dice: "Vamos. Y van en camino para sanar a la niña".

Y mira lo que pasa. Versículo 24. Y quiero que piensen en que tienen en común las dos historias. La historia del paralítico y la historia de la mujer con el flujo de sangre que vamos a leer ahora. ¿Okay?

Versículo 24: "fue pues con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y enseguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.”

“Luego Jesús conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo, ¿Quién ha tocados mis vestidos? Y sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices ¿quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz y queda sana de tu azote.”

Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temáis, cree solamente. Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo y Juan hermano de Jacobo. Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. Y entrando, les dijo, ¿por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Más él, echando fuera a todos, tomó a padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dijo, talita cumi; que traducido es: niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer."

Jesús era latino ¿no? "Qué se le diese de comer a la niña,” eso es lo primero que piensa, ¿no? Padre en el nombre de Jesús. Gracias que Tú eres un Padre perfecto. Señor, yo te pido, y Señor yo siento la... Padre, que soy incapaz de encontrar palabras para comunicar las verdades que Tú quieres expresar a tu pueblo en el día de hoy. Así que yo te pido que sea Tu Espíritu Santo, tocando a cada uno, Señor, dejándonos saber, Señor lo que está en Tu corazón. Padre, guíanos, te pido, háblanos, te pido. Espíritu Santo, Tú eres el Maestro y abrimos nuestros corazones a Ti. En el nombre de Jesús. Amén y amén.

Así que Jesús tenía un corazón paternal, Jesús era un padre también para la gente de alrededor. O sea que yo me pongo a pensar en los testimonios que acabamos de escuchar, ¿no? Los niños especiales; quién de nosotros no es especial en alguna manera, ¿no? ¿Tú eres especial, tienes alguna necesidad especial? Yo sí, yo tengo varios y ustedes lo saben. Mi español ya es una necesidad especial, pero hay otros que ustedes no saben, cosas privadas que todos tenemos. Nuestras imperfecciones, ¿no?

Pablo hablaba de su aguijón en la carne. Cada uno de nosotros somos imperfectos en algo. Pregunta: cuando tú miras un niño de necesidades especiales, que tiene alguna necesidad, la necesidad, ¿no sé si esto te ha afectado en alguna manera, te hace amar y querer al niño aún más? No, a pesar de, sino a causa de su necesidad especial. Y sabes que nosotros también somos personas con necesidades especiales.

El corazón del Padre nos mira con todos los baches, todos los problemas que tenemos, todos los defectos y dice: 'Mi hijo, te quiero, no a pesar de todas tus cosas; sino aún más porque tienes estas cosas'.

El corazón del Padre para con nosotros, ¿no? Quisiera pensar un poquito en lo que tiene en común el paralítico con la mujer que tiene el flujo de sangre. Dos cosas que yo veo en común en estas historias -hay muchas cosas que tal vez ustedes pueden ver- pero lo primero que yo veo es que los dos tienen necesidades especiales. En un caso es una persona que necesita ser cargada por otros cuatro, en otro caso es una mujer que lleva su necesidad por dentro, secreta, perdida, ¿no? cosas muy privadas, pero que ella tiene. Los dos son personas que tienen esa necesidad.

Y número dos que yo observo, los dos milagros toman lugar dentro de una multitud. En el caso del paralítico, ¿qué está pasando en la casa, no? están todos, todos apretados. Algunos líderes de células aquí a veces vienen tres o cuatro gatitos, ¿no? Pero a veces se llena la casa y ya no hay espacio; hay personas en todas partes y todos apretados y están ahí en la esquina; y los niños haciendo bulla, gracias a Dios. Así era en la época de Jesús, en esta casa, la casa llena de personas. En un libro de niños que tenemos, un dibujo de este milagro, hay una mamá afuera con un niño. Un toddler mirando y mi hijo mira y dice: 'Mami, quiero ver a Jesús. Mommy I wanna see Jesus'. Yes, sigue diciéndolo, ¿no? porque está como ese niño tratando de ver. Están todos apretados.

Y en el segundo caso tenemos a Jesús caminando para hacer un milagro importante, sanar la niña de una persona líder en la comunidad y una niña preciosa de doce años. Y Jesús está ahí todo apretado por la multitud. ¿Cuántos han ido a ver las luces artificiales ahí en el Boston Common, en el 4 de Julio, no? Conocen lo que es saliendo de allí, estar apretado dentro de una multitud, ¿no? No siempre es algo muy placentero, ¿no? Estás ahí pegado con todo el mundo.

Jesús así, la multitud apretándolo y Él hace el milagro dentro de la multitud. Y yo siento que Dios quiere decirnos algo. Él dentro de contexto de mucha gente, ¿cuántos sabemos que es posible sentirnos muy perdidos en la multitud, no? A veces tú andas en la ciudad y te sientes solo, te sientes sola, que nadie me conoce. Se llama "being anonymus in the crowd", en la multitud te sientes aparte de todos. Jesús sabe que es así para la humanidad. Nos sentimos perdidos a veces y Jesús en estos contextos, escoge dos personas y los llama ‘hijo,’ ‘hija’.

Y yo siento que Dios quiere decirnos algo con eso.

Tener hijos, de verdad me ha sorprendido a mí. No es que no fue planificado, aunque, well, pero muchas cosas te sorprenden ¿no? de la nueva experiencia. Y para mí algo que me sorprendió mucho era que es como algo permanente hay cambiado en mi cabeza. Es que el radar de mi mente siempre tiene a ellos presentes. Ahora yo me imagino que es diferente en épocas diferentes, de vida. Muchos de ustedes podrían decirme mejor que yo. Pero no importa donde estoy o que estoy haciendo, ahí están. Yo puedo estar aquí predicando, pero si cierro los ojos ahí están, los veo. Hay algo diferente.

Yo recuerdo el domingo pasado -mi esposa a veces se esconde atrás con el niño para que él pueda jugar en una esquina sin molestar a nadie- que yo los busqué y no los vi. No sabía si estaban o no en cierto momento y después mi hijo viene corriendo y lo vi en la multitud and I was like 'no way, ahí está. I can't believe it. It's you! I didn't know you were here'. ¡Qué sorpresa!

Yo siento que Dios quiere decirnos algo. Ese amor tan especial que tú tienes por ese chamaco, por esa bebe, yo tengo ese amor por cada persona en la multitud. Tú estás caminando en la calle y pasas un hombre mayor de edad que tiene su sombrero, está caminando, solo pasas, Dios mira 'es mi hijito, lo amo'. Tú estás manejando y hay alguien parqueado al lado y un hombre joven, tal vez de una raza diferente que tiene la música "bump, bump" y está ahí y Dios mira 'es mi hijito'. Estás en la tienda y compras comida y hay una muchacha bregando con eso y Dios mira 'es mi hijita, preciosa'.

Dios quiere que sepamos que el corazón del Padre es por cada uno de nosotros y cada una de las personas alrededor y nosotros a veces no podemos hacer todo lo que quisiéramos por sus hijos. Pero Él sí es su papá excelente y siempre está con ellos, los ama. Son preciosos para Él y por más defectos que tienen y ¡cuántos sabemos que todo hijo tiene defectos! A veces los amas y a veces quieres darles un buen cocotazo. Dios los ama en eso.

La historia del paralítico, ahí Jesús dice: "Hijo, tus pecados te son perdonados". ¿Cuáles pecados? Jesús sabía, Jesús sabía. Conocía su corazón. Dios es un Padre que nos conoce, que nos mira aún cuando nosotros no lo sabemos.

O sea que una historia hermosa para mí que exprese el corazón de Dios Padre es la historia de Jacob cuando él está viajando, corriendo de su hermano Isaú. ¿Cuántos sabemos la historia? Jacob era hijo de Isaac y era una persona tramposa, una persona que engañaba, que era muy astuto, que tenía muchos defectos, mentía, pero también amaba al Señor. ¿Es posible? Bueno, se espera que se cambie con el tiempo, que se tome el discipulado, que la unción, trabaje, que se cambie, ¿no?

Pero sabemos que Dios escoge vasos de barro, personas imperfectas. Y Jacob se había metido en problemas con su hermano, pecado. Pero él robó la bendición, mintió; el hermano consolándose con la idea de matar a su hermano Jacob, ¿no? Y Jacob está corriendo y está durmiendo en el desierto, un lugar en el camino, no tiene lugar donde hospedarse, así que él encuentra una piedra y usa la piedra como almohada. It's pretty bad! Es que él no tiene nada, ¿no? Está pelado, ya no, nada. Seguramente no lo dije bien, pero él está durmiendo ahí, no tiene nada, se metió en problemas. Y él los buscó, él se buscó sus propios problemas, ¿no? y está ahí y tiene un sueño. Sabemos el sueño. Él sueña con una escalera -a ladder- y ángeles de gloria, subiendo y bajando en la escalera. Y él amanece y él escucha en el sueño "Yo soy Dios, Jehová, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios que te estoy llamando. Te daré" y Dios le dice todas las promesas que Él tiene para Jacob, promesas para su vida. Y Jacob se levanta y dice: 'Este lugar es terrible'. Ciertamente Dios estaba aquí y yo no lo sabía. Dios, Padre Dios, estaba aquí pendiente de mí y yo no lo sabía.

Esto es el corazón de Dios Padre que sabe aún en nuestros pecados, aún en nuestros líos, Él está ahí presente, mirando, guardándonos, protegiéndonos. ¿Cuántas mamás y papás orando "Señor, protege a mi hijo contra todas las barbaridades que está haciendo?" y Dios se encarga de enviar ángeles guerreros, velando y cuidándolos. Dios lo hace, Dios está aquí y yo no lo sabía porque Dios es mi papá y aunque yo no me daba cuenta, ¡Dios me estaba velando!

Dios está ahí. Salmo 139, un Salmo hermoso. Vamos juntos:

"Oh, Jehová, tú me has examinado y conocido.

Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;

Has entendido desde lejos mis pensamientos.

Has escudriñado mi andar y mi reposo,

Y todos mis caminos te son conocidos.

Pues aún no está la palabra en mi lengua,

Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Detrás y delante me rodeaste,

Y sobre mi pusiste tu mano.

Tal conocimiento es demasiado

maravilloso para mí;

Alto es, no lo puedo comprender.

¿A dónde me iré de tu Espíritu?

¿Y a dónde huiré de tu presencia?

Si subiere a los cielos, allí estás tú;

Si en el Seol hiciere mi estrado,

He aquí, allí tú estás.

Si tomare las alas del alba

Y habitare en el extremo del mar,

Aun allí me guiará tu mano,

Y me asirá tu diestra.

Si dijere: Ciertamente las tinieblas

me encubrirán;

Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

Aun las tinieblas no encubren de ti,

la noche resplandece como el día;

Lo mismo te son las tinieblas que

la luz.

Porque tú formaste mis entrañas;

Tú me hiciste en el vientre de mí

madre…"

Y el Salmo sigue, sigue. Dios Tú me conoces. Cuando yo nací, ahí estabas Tú... mirando. Cuando yo crecí y tomé mi primer pasito... ahí estabas Tú caminando a mi lado, agarrando la manito. Cuando fui a la escuela, ahí estabas Tú conmigo, cuando me gradué y recibí el certificado, ahí estabas Tú gozándote conmigo.

Dios dice: 'Ahí estaba mi hijo. Y aún cuando las cosas no te salían bien, cuando te dejaron solo, cuando sufriste pérdida y dolor... ahí estaba Yo, mirándote como un papá cuidando a su hijo. No te dejo nunca. Nunca te dejaré. Nunca te abandonaré.'

Dios es un Padre Omnipresente, un Padre que cuida de sus hijos, que cuida de nosotros y por eso Él pudo mirar al paralítico y decir: 'Hijo, tus pecados te son perdonados'.

Él sabía que este hombre tenía necesidades más profundas que la necesidad de sanidad. Él tuvo dolor, tal vez por dentro; el estrago de pecado en la vida, que todos tenemos.

Él dijo: 'Yo te veo, conozco tu corazón. Toda la complejidad y te digo: Hijo, tus pecados te son perdonados'.

¿Sabes qué? Hay algo lindo, algo liberador de saber que Dios te conoce, ¿no? No sé si has tenido la experiencia de confesar tus pecados o tus luchas a un hermano o hermana de confianza. Bueno de trasfondo católico se hace con los sacerdotes, ¿no? Así que no está mal. Pero la idea es no buscar que esta persona te perdone, sino que esta persona ore por ti; que esta persona esté a tu lado. No sé si has tenido esta experiencia de buscar un hombre de Dios si tu eres hombre, una mujer de Dios si tú eres mujer y decirle las cosas feas que tú tienes que confesar. Y cuando lo haces experimentas el amor de Dios en una manera que jamás hubieras haber imaginado. Porque tú sabes que estoy en la luz de esta persona y Dios me ve tal como soy y me ama a pesar de todo. Y me ama a causa de todo. Está conmigo mi Dios, aún en esto, ¡guau! Tú eres un papá celestial. Gracias, Dios.

Dios te mira y te conoce y Él sabe todo el potencial que hay en ti. ¿Cuántos hemos tenido una persona en la vida -puede ser mamá o papá o puede ser un coach o un maestro o un Pastor de jóvenes- que te mira y mira el potencial que hay en ti; y tú sientes que cuando te miran, tú sientes ¡guau, esta persona cree en mí! Y tú sientes, ¡guau, esto se siente bien, ¿no?! It feels good. Porque que la persona puede ver tu potencial.

En el libro de Jeremías Capítulo 1 Dios dice lo siguiente: Él dice un Versículo muy conocido, palabra de Jehová vino -o vino pues Palabra de Jehová- a mí diciendo, Versículo 5, Jeremías 1:

"Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones." Eso es todo, "antes que te formase en el vientre te conocí, antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones". Dios mira el potencial que hay en ti, mira la belleza que hay en ti y mira la belleza que está en la persona al lado, también. Y mira la belleza aún dentro de ese jefe que te fastidia, que tú odias y quieres sacarle la cabeza. Y Dios mira a esta persona y dice: '¿Sabes que él también es mi hijito?'

Sabes que si algo me ha cambiado en mi proceso de estos años, puedo pensar ¡guau, Dios ama a esta persona en una manera que yo jamás entendía antes! Esta persona es preciosa para Dios, y Dios los conoce en toda su complejidad y Dios los busca. En el contexto de la mujer con el flujo de sangre, ¿sabes que la mujer viene detrás y lo toca? Sabemos la historia, ¿no? Espero que hayas escuchado muchos sermones de eso, porque es un texto hermoso.

La mujer tenía flujo de sangre. En la cultura hebrea de esa época, si tú eres una mujer con flujo de sangre, hay efectos de eso bajo la ley de Moisés: te quedas inmunda, impura. Hay ciertos lugares donde tú no puedes ir, si tú tocas a una persona, esta persona queda inmunda. ¿Cómo se siente estar así? Ya es suficiente que estás enferma, pero además cualquier persona que tú tocas ya está sucia, bajo la ley. Esto es duro. Jesús quería decir algo: 'Yo vengo para cambiar eso. Yo vengo para traer sanidad y limpieza emocional y espiritual y moral a la gente'.

Así que ella tocando a Jesús era un acto de suma osadía porque si ella toca una persona y mucho más un rabino y mucho más Jesús, se puede transmitir su inmundicia ceremonial a esta persona. Era algo que no se hace y por eso ella lo hizo a escondidas entre la multitud para que no se diera cuenta.

Pero sabemos que nuestro Dios se da cuenta. ¿Cuántos han querido hacer eso? ¿Tú quieres una sanidad de Dios, un milagro de Dios y después ya quieres esconderte entre la multitud otra vez? Pero Jesús no te deja esconder. Jesús quiere más que solamente sanar el cuerpo -aunque vamos a orar por sanidades de cuerpo- Él quiere sanar tu corazón, sanar tu alma; y Él no queda satisfecho con eso. Y Él se para en la multitud -y recordamos que Jesús está apurado, la niña está muriendo y Él está- y Jesús se pone en la multitud y se pone a buscar: "Alguien me tocó. ¿Quién me tocó?" y está buscando en la multitud.

Y los discípulos que le dicen: "Jesús, ¿quién te tocó? Como 10 mil personas acaban de tocarte y tenemos prisa. Mira tenemos un horario, hay una niña. Vamos, vamos".

Sabes que esto pasa, esto pasa. Cuando te sometes a discipulado con una persona, casi siempre hay escándalos y Jesús con sus discípulos los escandalizaba. Ellos dicen: "¿Qué haces buscando? ¿Qué quiere decir que alguien te tocó?".

O sea que yo miro otro elemento del corazón paternal de Jesús en eso: que Jesús busca sus hijos, busca sus hijos. Piensa en el huerto de Edén. Sus primeros dos hijitos metieron la pata con el pecado, ¿no? comieron del fruto prohibido y Dios viene en el viento del día y ellos ¿qué hacen? se esconden de Él. Se esconden y están ahí temblando entre los árboles y Dios dice las palabras más tristes y más hermosas que tú vas a escuchar. Dios dice, ¿qué dice?: "Adán ¿dónde estás? Mi hijo, ¿dónde estás?" Y Dios está buscando su hijo perdido porque los ama. O sea que Dios, sabes, que es Todopoderoso. No hay nada que lo tome por sorpresa, pero sabemos que Dios tiene sentimientos, sentimientos humanos que nosotros recibimos de Él y yo escucho en esa voz cierta -voy a usar una palabra pero tengo que matizarlo- yo escucho cierto afán en eso: "Mi hijo, Adán, ¿dónde estás?"

Y Jesús en la multitud: "Alguien me tocó", cierto como "no, no, no... no voy a estar yo..." y ellos dicen: "Mira Jesús, relájate. Muchos te...", "No, no, no me voy a relajar. Alguien me tocó. Hay una niña perdida en esta multitud que es hija de Dios, que es hija mía y no voy a calmarme hasta encontrarla".

Hay cierto afán, no es afán con ansiedad porque Dios, Jesús es Dios Todopoderoso también, Él sabe lo que va a hacer. Pero hay ese corazón solicito de un padre buscando a su hijo, buscando a su hija.

Saben que yo me puse a pensar en una película al ver esto, ¿han visto esa película "Finding Nemo"? Cuando ese pececito va detrás de ese barco, yo quería hasta enseñar ese clip pero averigüé que cuesta mucha plata enseñar algo a un grupo de personas y que mi esposa dijo "yo encontré una manera más barata de hacer tu punto" así que ella consiguió...

Said: Nemo come back! -sonidos de velocidad- Do you remember that? He swims after him... él está nadando y el barco -sonidos de un barco saliendo a toda velocidad- y después hay él swimming y después está el diver ahí con los cargos grandes y "No, mi hijo, mi hijo" y está nadando, nadando, está ahí en el mar buscándolo con afán: "Mi hijo, ¿dónde está?" y sabemos la historia ¿no?

Así que él busca, él tiene que pelear con los tiburones, pelear con los pececitos de "jelly", whatever in the world, how do you say jellyfish in Spanish? ¿Aguaviva? You know how it is: Aguaviva es el Señor, pero bueno... él buscando pelea con estas cosas y nadando y busca y busca y busca y está la ballena -como Jonás- y después todas estas cosas y por fin gracias a Dios, encuentra a su hijo.

¿Saben qué? el mensaje que creo que Jesús quería dar a la multitud, a estas personas es que: "Yo te estoy buscando, mi hijo, te estoy buscando. No te escondas de mí".

Aquí mi esposa cuando era niña, ella tenía su closet, su armario grande con toda su ropa y zapatos y todas estas cosas, pero también tenía todos sus libros y sus peluches. Y a ella le gustaba cuando niña esconderse en su closet, estar ahí con sus libros, pero también porque a ella le encantaba cuando su papá o mamá abrían la puerta y decían: "Allí estás". Es el gozo de ser hallado, el gozo de ser encontrado.

O sea que todos nos hemos alejado de Dios. Algunos son como el hijo pródigo que anda en pecado y nos hemos separado de Dios por eso y rompe el corazón de Dios porque quiere esa intimidad contigo como Él tenía antes. Pero hay otros que podemos estar alejados de Dios aún dentro de la casa.

Sabemos la parábola del hijo pródigo. Había otro hijo, el hijo mayor que se quedó en la casa trabajando pero su corazón lejos de Dios. Él se enojó cuando volvió el otro hijo y el padre va saliendo donde él y el hijo dice: "¿Por qué nunca me has dado ninguna fiesta y todos estos años te sirvo?" y el padre le dice: "Hijo, hijito mío, siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo. Pero tenemos que gozarnos porque este hijo fue perdido". La cosa es que este hijo también aún dentro de la casa, aún dentro de la iglesia estaba perdido. Pero el corazón de Padre lo busca, con afán, lo busca con seriedad que dice: "No me voy a dar por vencido hasta que te encuentre, porque yo soy tu papá celestial y estoy contigo siempre y no te vas a esconder de mí. Mi hijo, mi hija tu fe te ha salvado. Vete en paz pero tienes que saber que siempre estoy contigo".

Hermanos lo que quisimos hablar hoy es que Dios te está buscando y no se dónde estás, si estás huyendo de Dios, si estás tal vez, alejando de Dios sin saberlo. Dios quiere que tú sepas que Él es tu Papá, Él te ama, Él te ve. Me encanta esta historia de Hagar en el desierto. Invito a los músicos a pasar.

Hagar en el desierto, una esclava, la esclava de Abraham que tuvo el hijo Ismael y después fue maltratada y sale corriendo y se siente completamente sola en el desierto. Y el ángel de Jehová aparece y dice: "Hagar, ¿de dónde vienes y para dónde vas?" Y ella dice: "Yo vengo huyendo de la casa de mi ama". Ella no sabía para donde iba y Dios dice: "Mira, vuelve, yo te voy a bendecir a ti y a tu hijo". Y ella puso un nombre a un pozo, ahí. El nombre era, es el pozo del Dios que me ve. Pozo del Todopoderoso que me ve. Dios te mira, aún cuando tú te sientes lejos, cuando tú te sientes solo o sola, cuando no sabes que hacer... Dios te mira. Está contigo, está con los tuyos y él te busca y Él te cuida y Él te conoce y Él anhela intimidad contigo. Quiere que tu te pongas en su regazo y dice: "Aquí estoy contigo". Quiere que tú seas un niño cercano a Él otra vez.

Así que yo les invito a consagrarte una vez más a tu Papá Celestial, acercarte a Él, a darle a Él el mejor regalo del día de los padres que puedes regalar que es tu propia vida, tu propio corazón. Él te busca y los quiere. Así que pongámonos de pie y vamos a orar.

Padre, en el nombre de Jesús, yo te doy gracias porque no te conformaste con quedar en los cielos, Jesús. Tú viniste a este mundo y sufriste para buscar y encontrar lo que se había perdido que somos nosotros. Y Padre, yo te pido en el nombre de Jesús que tu Espíritu Santo en este momento revele a cada corazón el amor del Padre para con nosotros.

Padre, te pido en el nombre de Jesús, Señor, Padre que Tú abras nuestro corazón, para acercarnos a Ti una vez más.

Señor, para dejar que Tú nos mires a los ojos. Muchos de nosotros estamos escondidos entre la multitud, Señor, o estamos viviendo lejos en una tierra lejana en pecado. Señor no queremos estar lejos de Ti nada más queremos estar cerca a Ti Queremos estar cerca de Ti, volvemos a Ti en este día. Te decimos: 'Te damos nuestro corazón'.

Padre yo te pido ¡Oh, Dios mío! qué Tu Espíritu Santo pase por aquí, Señor, revelando ese amor especial que Tú tienes para con cada hijo tuyo.

Señor yo te pido especialmente por los que están separados de su familia, Señor, sea por distancia o sea por distancias, Señor que sepan que hay un Padre Celestial sobre todos, que nos une a todos. Y el espacio de la geografía y aún, Señor, las diferencias. Los que han ido para estar contigo, todo es presente contigo, Señor.

Gracias Padre, gracias que Tú eres el Dios fiel, el Dios Todopoderoso. Gracias Jesús por tu corazón paternal. Lo recibimos en el día de hoy, Señor. No nos escondemos más.

Vidas transformadas

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Mientras nos preparábamos para hacer estos detalles de la graduación y las distintas cosas que uno tiene que hacer, yo me ponía a pensar: 'Señor ¡guau! ¿Cuál es el centro de todo esto? ¿Cuál es la meta final de todas estas cosas? Y claro está, está bien en línea con lo que yo mencionaba hace unos minutos y es el mero hecho de que haya vidas transformadas, vidas transformadas por el poder de Dios.

Vidas transformadas por el poder de Su Palabra obrando en medio de nosotros y son vidas que no tan solamente son transformadas por conocimiento sino que detrás de ese conocimiento hay -como diría yo- una esencia mayor que inyecta la vida de cada una de estas personas.

Y al yo decir estas cosas, yo quisiera invitarlos a que ustedes puedan abrir en sus Biblias en Primera de Corintios, 13. Hay unos versos a los cuales quiero hacer referencia aquí, meditando acerca de todo este aspecto de lo cual hemos estado celebrando en esta mañana.

Y si podemos comenzar en el verso número 8 -Primera de Corintios 13, verso 8- quisiera meditar en algunas cosas del Apóstol Pablo que para mí son de mucha inspiración cuando pienso en este aspecto del proceso de educación y aprendizaje del cuerpo de Cristo, de cada uno de ustedes, de cada uno de nosotros.

Dice el verso 8: "El amor nunca deja de ser, pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos y en parte profetizamos mas cuando venga lo perfecto..." -esto es el mismo Cristo Jesús- "… entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño yo hablaba como niño, pensaba como niño y juzgaba como un niño; mas cuando ya fui hombre dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido."

Vamos a dejarlo ahí.

¿Por qué yo hago referencia a este texto al celebrar este proceso del discipulado de aquí de Congregación León de Judá? Y yo creo que una de las cosas que más me hizo gravitar a ese texto fue el mero hecho de que aún cuando nosotros invirtamos tiempo, esfuerzo, energías en poder aprender, en poder conocer, nuestro conocimiento siempre va a estar limitado. Siempre va a tener algún límite que no nos va a permitir conocer la totalidad de las cosas. En cierto aspecto, nuestra capacidad humana siempre está limitada a un nivel u otro. Ahora, pero así como dice Pablo, ese conocimiento se va a hacer total, se va a hacer pleno, una vez que Cristo regrese y nosotros podamos ver entonces cara a cara el origen de ese conocimiento total.

Nosotros entendemos que es en Cristo Jesús donde está fundada toda esa base de conocimiento, de enseñanza, aprendizaje. ¿Por qué? porque todo se origina en Él y todo termina en Él. Por ende al yo mencionar estas cosas, mis hermanos, cada esfuerzo que nosotros hacemos de poder aprender, cada día que nosotros separamos un momento de leer aunque sea un verso, dos versos, cada día que nosotros sacamos aparte de venir a una célula o de venir a una de las clases de discipulado o de venir y exponernos a la predicación aquí en este contexto un domingo; cada una de esas oportunidades es una oportunidad para poder aprender, para poder conocer aún más.

Ahora, pero el conocimiento en sí como tal, el conocimiento en sí en su forma básica es algo nulo. ¿De que vale que yo tenga mucho conocimiento y no esté haciendo nada al respecto con ese conocimiento? ¿De qué vale que yo sepa todo lo que sumar, restar, multiplicar, dividir, cálculos, física; qué yo sepa todo con respecto a números pero no sé como aplicar ese conocimiento al trato diario con la gente a mí alrededor?

¿De qué vale que yo pase tiempo aprendiendo acerca de las leyes o los mandatos que el Señor Jesús nos enseña a través de su Palabra, pero no saco el tiempo o la energía o la intencionalidad para vivirlo o practicarlo y aplicarlo? La transformación, mis hermanos, no se da tan solamente en yo sentarme delante de un maestro o una maestra y aprender todo lo que esa persona tenga que darme. La transformación verdadera se da cuando yo una vez que tengo todo ese conocimiento, que lo tengo ahí cimentado en mi mente y lo proceso, lo mastico y lo digiero, cuando yo entonces me encuentro en situaciones de vida que de alguna forma u otra ese conocimiento se vea forzado a ponerse en práctica. Entonces es cuando la transformación de vida verdadera toma lugar.

La razón por la cual yo comienzo leyendo el verso número 8 es algo bien clave: "El amor nunca deja de ser." Hay algo que yo le digo a la clase del nivel número cuatro cada vez que empezamos; es algo que yo digo como fundamento para esa clase, porque en esa clase, obviamente discutimos todo lo que tiene que ver con el fruto del Espíritu, los dones del Espíritu Santo y como estos se ven en práctica en nuestro servicio, en nuestro trabajo. Y algo que yo hablo fundamentalmente es que nada de eso funciona si no está basado en el amor.

Por algo es que el Apóstol Pablo comienza el verso 13 diciendo: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas pero no tengo amor, soy como un metal que lo que hace es ruido y nada más.”

Si yo supiera profetizar, si yo supiera verlos a ustedes ahora mismo y Dios me da una revelación sobrenatural y empiezo a decirles a cada uno de ustedes ¡Guau! Mira, cada uno de ustedes está en pecado. Vayan, arrepiéntanse, oren 50 Aves María, caminen 5 millas de rodillas o algo así por el estilo; pero si yo digo todas esas cosas y mucha gente se asombra. ‘¡Guau! ¡Qué profeta tan grande y poderoso en medio nuestro!‘

Pero si todo lo que yo digo, no está cubierto por amor... soy un profeta nulo. Si yo tuviese toda la Fe para hacer sanidades, si yo tuviese toda la Fe para orar y que un caso de inmigración se "clareé", como quién dice, en cuestión de una semana, si yo tuviese toda la Fe para orar por ese hijo rebelde que le está dando dolores de cabeza a su madre y a su padre y el hijo rebelde vuelve; si yo tuviese toda la Fe para la orar para que en su cuenta de Banco o de repente de la nada aparezcan tres mil dólares y usted la tenía en cero; si yo tuviese toda la Fe para hacer eso... pero si lo hago sin amor... de nada sirve.

Si yo tuviese todos los bienes de la Tierra, si mis bolsillos estuviesen llenos de billetes de cien y yo empiezo a hacer una fila ahora mismo; vengan billetes de cien para todo el mundo; si yo reparto todos mis bienes, yo se que muchos dirían "Ya, tíralos para acá, muchacho" y tal vez alguno por ahí por el Internet lo estarían diciendo también. Pero si yo empiezo a tirar todos esos billetes de cien aquí a 'tutti li mundi', además de que voy a formar un caos, si no lo hago con amor... esos billetes de cien no le van a durar a ninguno de ustedes.

Hermanos, el amor se convierte en la esencia de todas las cosas. Es un amor que está fundado en la persona, en la esencia misma de Dios y entonces cuando nosotros buscamos conectar -si por si acaso se están imaginando 'Omar, ¿a qué tú vas con esta idea del conocimiento y del amor?', hermanos el nosotros buscar conocer a Dios está basado en una relación de amor.

¿De qué vale -piensen ustedes- que yo me sepa este libro de tapa a tapa, si no hay amor en mí? ¿De qué vale que yo busque conocer lo que hay en el corazón de Dios solamente por el mero hecho de conocerlo? ¿De qué vale que yo le pregunte a Dios por todos los misterios de la vida, si no voy a tener el amor para saber como lidiar con ello, para saber como compartirlo con otros, no tan solamente de darles un taller de 7 puntos y decir 'Estos son los misterios del corazón de Dios, ahí van, han con ellos como ustedes quieran? No, si no hay amor en eso, mis hermanos, yo dudo que Dios vaya a revelar ese conocimiento.

¿Saben? Dios sabe, Dios sabe, Dios SABE... repitan conmigo, Dios sabe por qué nos permite a nosotros aprender y conocer en etapas, por qué nos permite a nosotros conocer en niveles.

El mismo Pablo cuando él estaba hablando diciendo que... en Segunda de Corintios él estaba hablando acerca de todas las revelaciones que Dios le había permitido tener. Hay un cuidado que hay que tener. O sea, el mero hecho de que nosotros conozcamos no significa que vamos a estar exentos de no pecar de alguna forma u otra. Y uno de los peligros más grandes cuando uno piensa que sabe mucho es el peligro de la vanagloria. De entonces yo creerme un sabelotodo y si me cruzo con alguien al lado mío que tal vez no sabe tanto como yo, entonces empiezo a mirar la persona por encima del hombro: "Tú no sabes de lo que estás hablando". Y quién sabe si a Pablo en algún momento sufría de esto porque él mismo estaba diciendo 'para que la revelación que Dios me había dado no me sobre abrumara a mí de tal forma' -estoy hablando de Segunda de Corintios 12- ¿qué fue lo que Dios le mandó a él? Un aguijón en la carne. Le mandó ese aguijón, como quien dice, para mantenerlo humilde, para mantenerlo humillado de que esa revelación no dependía tan solamente de él, sino que esa revelación dependía del poder de Dios y los planes de Dios de querer usarlo a él para dar a conocer esos misterios a otros.

Y es por eso, que yo entiendo, mis hermanos, que aún para nosotros en el conocimiento que nosotros podamos tener; el conocimiento que nosotros podamos adquirir debemos de hacerlo con una receptividad humilde; con una humildad de corazón, sabiendo de que si esos misterios que Dios nos da a conocer a nosotros, salen de corazón de Dios eso es un tesoro bien grande. Eso es un tesoro que no es como quien dice, para esconderlo debajo de la almohada, sino que es un tesoro para darlo a conocer. Y darlo a conocer sabiamente. Más en el tiempo en el cual nosotros estamos viviendo, mis hermanos. Si nosotros pensamos en oportunidades como las que tuvo este grupo que fue allá a Ecuador o tal vez los hermanos de Lazos de Amor que se están preparando para ir allá a Santo Domingo, o tal vez en la célula en la cual usted se reúne, o tal vez en su servicio como un ujier, o tal vez en su servicio con niños en Agua-Naf o tal vez en su servicio tan simplemente como decorar el altar con algunas plantas o algo.

Cualquier cosa que nosotros hacemos, nosotros estamos impartiendo algo de Dios, a través de eso que hacemos. Impartimos algo de Dios y tenemos que hacerlo con una mente consciente, con una mente intencional, con una mente clara, de que todo esto se basa en el amor de Dios a cada uno de nosotros. Dios quiere, mis hermanos, Dios quiere que nosotros le conozcamos a Él como Él nos conoce a nosotros.

¿Usted se imagina esto? Si yo le preguntara ¿cuántos de ustedes se conocen bien? Déjame ver sus manos, ¿cuántos de ustedes se conocen bien? O sea que ustedes pueden decir "yo conozco quien es Omar Soto al cien por ciento". Es verdad, estoy mintiendo, no me conozco bien, levanté la mano y no me conozco bien.

Es imposible, mis hermanos, hay veces que nosotros podemos decir que yo me conozco bien y de repente me encuentro en una situación donde me comporto en una forma como que "Ven acá ¿de dónde salió eso? Yo pensaba que yo me conocía bien. Yo pensaba que todo estaba bien conmigo, más sin embargo salió eso ahí como que ¡puf! ¿De dónde salió eso?".

La Biblia dice: "Engañoso es el corazón, mas que cualquier otra cosa. ¿Quien lo conocerá? Solamente Dios". Dios es el que tiene el último modelo de MRIs que ha existido en la vida. Él es el único que puede vernos así por completo y sabe así al detalle, sabe ... y los MRIs de Dios no son blanco y negro, ¿Okay? Los MRIs son en vivo y a todo color, high definition, 10 ad, LP lo que usted quiera ponerle. Así son los MRIs de Dios. Y, ¿sabes qué? Eso lo puede asustar a uno. Pero lo bello de esto es que Dios quiere que nosotros le conozcamos a Él como Él nos conoce a nosotros y esto se basa en una relación de amor. Él quiere que con el mismo detalle que Él, con cada uno de los pelos que Él conoce en la cabeza de Oscar, Dios quiere que Oscar conozca a Dios, Dios quiere que Oscar conozca todos los pelos que hay en la cabeza de Dios, si hay alguno, porque la verdad es que no sé si los tiene. Pero imagino que sí.

Así es como Dios quiere que Oscar lo conozca a Él y así mismo con el resto de cada uno de nosotros. Y esto mis hermanos, yo creo que Dios nos ha dado el privilegio a nosotros de ser un pueblo que está bien educado. Y un pueblo bien educado, mis hermanos, nadie puede tomar a ese pueblo por lo que no es. En otras palabras, nadie se deja coger de bobos. Hoy día vivimos alrededor de mucha gente que busca por ahí tratando de engañar a la gente de 'que sí cree esto, si cree esto, si cree aquello o lo otro' o como yo decía en unas predicaciones hace poco 'tú puedes hacer tu propia verdad, no creas en la verdad de que dice la Biblia'. Miren, un pueblo bien educado se puede librar de muchos dolores de cabeza.

Hay un proverbio que dice: "Mi pueblo perece por falta de conocimiento". Nosotros no nos podemos dar el lujo, mis hermanos, de no conocer las intenciones que Dios tiene para nosotros, para su pueblo escogido, para un pueblo especial.

El conocimiento que nosotros podemos adquirir de la Palabra de Dios, miren , pueden funcionar como un filtro para poder dejar afuera todo ese residuo de pecado que muchas puede nublar nuestro entendimiento y que puede causar como ese sentido de terquedad, por así decirlo. Terquedad, en el sentido de uno empecinarse en hacer lo que uno quiera, sabiendo lo que está mal, pero uno vuelve y cae en el fango. O se sigue revolcando en el fango.

Un pueblo bien educado en la Palabra de Dios, un pueblo que no -miren como estoy haciendo la diferencia- un pueblo que no tan solamente sabe sino que aplica y vive lo que sabe, ese es el pueblo que sabe vivir en la abundancia de Dios.

Eso es un pueblo que ha aprendido a saber lo que significa a vivir en una relación de amor con Dios. Porque esa relación de amor, mis hermanos, no es tan solamente unilateral como quien dice "¡Ah! Dios yo se que Tú me amas así que vivo en paz y tranquilo porque sé que Tú me amas". Pero ¿qué tal yo? ¿Yo amo a Dios también? Si Dios a base de su amor, si Dios basado en ese amor que te da a ti que me da a mí, si Dios basado en ese amor te da a conocer cosas que están en su corazón para ti, porque Él quiere lo mejor para usted, Él quiere lo mejor para su vida, Él quiere lo mejor para su familia y si Él da a conocer esos misterios es porque Él sabe y desea y espera que también de parte de nosotros pueda haber un tipo de feedback, que pueda haber un tipo de respuesta de parte de nosotros.

No es necesariamente de que "¡Ah! pues Dios, ya sé como Tú me tratas, ya sé como Tú me quieres, pues Okay sigo por ahí pajareando como sea o sigo viviendo la vida como yo desee". No, si Dios da a conocer esos misterios mis hermanos, es para nosotros tener un sentido de compromiso mayor con Dios.

Un sentido de compromiso mayor de yo poder sabe '¡Guau! Dios son tantas las cosas que Tú tienes para mi vida , ¿por qué yo no habré de responder a ese trato de amor que Tú tienes conmigo?' '¿Por qué yo no habré de entregar y dedicar mi vida a lo que Tú también tienes para mí? Y de yo poder buscar ser recíproco contigo a ese amor'.

Miren, mis hermanos, cuando nosotros nos adentramos a esa dinámica yo creo que el nivel de transformación es mucho mayor. Ese es el propósito de Dios: que nuestras vidas sean transformadas. Qué nuestras vidas sean transformadas. Imagínese usted como será su vida transformada. Si usted ya ha experimentado transformación hasta el día de hoy, piense que Dios no se conforma con eso que usted ha experimentado todavía sino que puede tener aún más. Y si tiene aún más, ¿qué entonces yo debo hacer para poder seguir experimentando esa abundancia que procede de Dios para que mi vida sea transformada al nivel que Dios quiere y que Dios desea? Aquí el conocimiento es bien importante porque no es necesariamente yo tener que decir '¡Guau! pues sí Señor, yo, pues, okay, ya se estas cosas, vamos a dejarlo ahí. Ya aprendí lo que necesitaba’.

No, ese conocimiento va más allá. Es como quien dice hay una expresión en inglés que dice: "Faith seeking understanding", ese el título de un libro.

Lo que dice el es "La Fe en búsqueda de entendimiento". Eso es una constante búsqueda, nuestra fe, ese sentido de conocer más y más y más de Dios tiene que estar en constante crecimiento. Al momento que yo sienta que estoy estancado, que nada está pasando yo tengo que decir "hay algo que está ocurriendo aquí". O Dios está en stand-by o yo estoy en stand-by pero algo está ocurriendo aquí.

Y tiene que haber, mis hermanos ese sentido de intencionalidad, de fuerza, de esmero de poder seguir adelante, conociendo aún más y recuerden que yo no estoy diciendo conocer por el mero hecho de conocer. Yo estoy diciendo conocer con el sentido de que su vida sea aún mucho más abundante, mucho más plena. Una vida aún mucho más rica para entonces usted compartir su vida con aquellos que están a su alrededor

Ese es el propósito que Dios tiene con un pueblo que está bien educado, con un pueblo que tiene el conocimiento como quien dice "en check", en un buen lugar. Así que yo quiero animarle mis hermanos, como dice así el Apóstol Pablo en este texto. Por ahora en parte yo reconozco que nuestro conocimiento siempre va a estar limitado en alguna forma u otra. Mientras estemos aquí en esta tierra nunca llegaremos a conocer como Dios verdaderamente nos conoce a nosotros. Eso solamente lo lograremos cuando llegue el momento en el cual Cristo se revele y venga a llevarse su Iglesia una vez más. Para eso tenemos que estar listos, tenemos que estar preparados.

Pero mientras tanto, mis hermanos, ese conocimiento que Dios nos da, ese conocimiento que Dios permite que podamos tener está basado en una relación de amor. Está basado en una relación de un sentido de que Dios le ama a usted, que Dios quiere lo mejor para usted, que Dios quiere lo mejor para su vida y por ende Él quiere que usted también pueda repartir ese amor a otras personas que están a su alrededor. Sea su cónyuge, sea sus hijos, sea su vecino, su vecina, sea quien sea el Señor anhela y desea que nosotros podamos ser un reflejo de ese amor que Dios nos da.

Y ¿cómo transmitimos ese amor, mis hermanos? cuando tenemos ese conocimiento en su lugar, nos sale por los poros, por así decirlo. Está tan impregnado en medio de nuestro corazón que todo lo que nosotros conocemos de Dios, buscamos darlo a conocer a otros.

Así que yo les animo mis hermanos. Yo quiero que podamos meditar en esto. Cuando ustedes oyen que la iglesia está lanzándose de nuevo a reclutar gente para el discipulado para que se apunten del nivel uno al nivel cuatro los internado o la clase de Crown, o la clase de Padres, sea cual sea, mis hermanos, no vayan a pensar como que "ahí viene de nuevo, otra vez la rutina de meterse al discipulado, de aquello o si lo otro". No, no, no, véanlo como una oportunidad que Dios les da para que usted pueda llegar a un nivel mayor. Para que usted pueda ser preparado y equipado en una forma en donde usted pueda sentirse mucho más útil con las personas que están a su alrededor, para que usted de alguna forma u otra pueda experimentar un sentido de transformación interna de su corazón, de su mente, de sus pensamientos y así usted se convierta en el tipo de hombre, en el tipo de mujer que Dios tiene intencionado para usted. Que usted no es una mosca en una pared, sino que usted es una columna, una persona escogida por Dios, usted es un pueblo especial, usted es un pueblo que marca la diferencia y hace una diferencia. Así que por ende, mis hermanos, no dejemos, no dejemos de ser ese pueblo que se educa en la palabra del Señor; que mantiene un sentido de humildad sobrio pero que a la misma vez busca crecer en ese conocimiento porque hay un Dios que nos ama.

Porque hay un Dios que quiere revelar los secretos de su corazón hacia usted y por ende nosotros debemos amar a Dios también para poder experimentar la abundancia de todas esas cosas que Dios tiene para su pueblo.

Así que yo les animo mis hermanos. Vamos a ponernos de pie, vamos a orar. Gracias Señor.

Y Señor Jesús, ahora mismo, yo, humildemente Señor, yo te pido que Tú Espíritu Santo, Señor traiga un sentido de convicción sobre cada uno de mis hermanos y hermanas, Dios. Trae un sentido de convicción Padre de que hay un amor que emana de Tu corazón Señor Jesús.

Hay un amor que Tú quieres verter sobre cada uno de nosotros y que en conjunto con ese amor, Señor, viene un nivel de aprendizaje. Tú quieres que nosotros podamos aprender de Ti, Señor, que podamos aprender de Tu corazón los secretos que Tú tienes guardados, Señor Jesús en Tu corazón.

Y Señor yo pienso en la palabra que Tú le hablaste a los discípulos mientras los preparabas antes del momento de que Tú fueses arrestado.

En un momento Señor Jesús Tú les dijiste a Tus discípulos que aún tenías muchas cosas que darles a conocer, pero que aún no era el tiempo porque todavía no las podían sobrellevar.

Señor de alguna forma u otras esas palabras hacen eco ahora mismo en mi corazón. Tal vez hay muchas personas aquí escuchando este mensaje, que por mucho tiempo ha estado pidiéndote conocer algo más.

Por mucho tiempo han estado escudriñando los misterios de Tu corazón pero todavía no han hallado esa respuesta que desean. Por mucho tiempo hay personas que han tenido preguntas acerca de su vida de Fe, tal vez hay personas Señor que hasta han sentido flaquearse porque no han encontrado esa respuesta que tanto anhelan y desean.

Pero yo hago eco de Tus palabras ahora, esas palabras que nos afirman de que aún Tú tienes muchas cosas que deseas compartir. Aún Tú tienes muchas cosas que deseas enseñar, aún hay muchas cosas que tu quieres que nosotros podamos conocer pero todavía no es el tiempo, Señor.

Pero así mismo Tú dices que cuando venga el Espíritu, el Espíritu de verdad Él nos dará a conocer todas las cosas. Que ese es el Espíritu que conoce lo que está en el corazón de Dios y nosotros no hemos recibido ningún espíritu de seres humanos, sino que hemos recibido Tu Espíritu para poder conocer lo que está en Tu corazón, ¡Oh, Dios!

Señor ayúdanos a que cuando llegue esa revelación, mi Dios, cuando llegue ese conocimiento que tanto anhelamos, cuando llegue mi Dios ese vislumbre, esa manifestación de lo que Tú tienes para nuestras vidas, permite que nosotros podamos estar preparados para saber como responder, mi Dios.

Qué no enterremos ese tesoro de Tu conocimiento en la tierra sino que podamos ser confrontado por ello, que podamos ser alentados, que podamos ser animados, que podamos ser empoderados Señor Jesús con ese conocimiento que sale de Tu corazón para llevar una vida más plena, para llevar una vida, Señor, íntegra delante de Ti vidas transformadas, día tras día, hora tras hora, minuto a minuto, Señor, por Ti por Tu poder y por Tu amor.

Gracias te damos, Señor.

Yo declaro Tu bendición sobre cada uno de Tus hijos e hijas y que esta palabra pueda seguir haciendo eco en medio de sus corazones. Lo declaramos así en el nombre de Jesús. Amén y amén.

La sequía nos prepara para lo que viene

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Vamos a la Escritura. Vamos a ubicarnos en Primera de Reyes, Capítulo 17. Primera de Reyes, capítulo 17, Versículo 1 al 7. Y vamos a estar observando un pasaje de las Escrituras que nos narra acerca de la persona de Elías como Dios le habla, como Dios le utiliza y vamos a estar tratando la temática: la sequía nos prepara para lo que viene.

Primera de Reyes 17 y vamos a estar leyendo inicialmente el Versículo 1. Ahí con su Biblia abierta, permanezca ahí, vamos a orar y luego leemos el versículo.

'Padre te damos gracias porque Tú eres hermoso, Señor, porque Tú te haces presente en medio de tu pueblo que se determina a congregarse para adorarte, para bendecir tu nombre, y para escuchar y atender a lo que Tú tienes Padre, para nosotros, Señor. Padre, en esta hora llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo Jesús de tal manera Señor que todo aquello que tu has determinado que tu Palabra por la cual Tú la envías hoy haga en nosotros, así sea en este día. Señor estamos ante ti con un corazón abierto, con nuestros oídos espirituales alertas, atentos a lo que Tú tienes para nosotros, Señor. Gracias te damos por Tu Palabra en esta hora. Gracias porque Tú te dispones a hablarnos una vez más. Amén, amén, amén.

El versículo uno de ese Capítulo 17 dice de la siguiente forma: "Entonces Elías bisbita que era de los moradores de Galat, dijo a Acha: Vive Jehová, Dios de Israel en cuya presencia estoy. Que no habrá lluvia ni rocío en estos años sino por mi Palabra. Vive Jehová, Dios de Israel en cuya presencia estoy. Qué no habrá lluvia, ni rocío en estos años sino por mi Palabra.

En esta parte de este capítulo 17 de Primera de Reyes en el contexto literario de lo que está ocurriendo ahí en la narración bíblica encontramos que el Profeta Elías aparece por primera vez en la narración Bíblica y ese Versículo 1 en particular nos narra a nosotros o registra una Palabra de Dios dada al Rey Akat a través del Profeta. Los versículos siguientes, los versículos 2 al 7 registran la Palabra, una Palabra dada a Elías al Profeta que ya ha administrado la Palabra al Rey, registran los versículos 2 al 7 la Palabra dada a Elías y su complemento de provisión sobrenatural divina, como vamos a ver más adelante.

Pero hablando un poquito, ubicándonos un poquito más dentro del contexto de lo que está ocurriendo dentro de la narración bíblica quiero mencionar unos detalles para que entendamos el evento de lo que está declarando aquí Elías en esta Palabra profética. El Rey Acab se ha casado con Gesabeth, una mujer que no sirve a Jehová, sino que sirve a otros dioses. Una mujer no israelita, Dios había prohibido que los israelitas, que Su Pueblo escogido se juntase con otros pueblos, porque esto le llevaría precisamente a… ¿qué? A contaminarse y a alejarse de su Dios y a pecar yendo hacia otros dioses. Esta mujer influencia en el Rey Acab y también tiene influencia en el pueblo. Y Acab mismo por causa de haber sido influenciado, influencia en el pueblo y el pueblo es llevado, se deja conducir a… ¿qué? Y es conquistado a adorar a otros dioses. Y en particular esta mujer y el Rey Acab en este momento de la historia se han tornado a adorar al dios Baal - el dios cananita de la lluvia.

Así que un pueblo que había conocido al Dios Todopoderoso, al único Dios y verdadero Dios, se deja influenciar por todo lo que trae el paganismo y está en un momento de la historia alejado su corazón del único Jehová verdadero, Dios que existe y que vive. Ha alejado su corazón y está en pos… ¿de qué? De los principios y el paganismo del servicio y el seguir… ¿a quién? Al dios Baal, dios de la lluvia.

Quiere decir, entonces, que en este contexto es que viene la Palabra profética del instrumento de Dios, Elías al pueblo y ahí la palabra decía: "Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy" y se anuncia un tiempo ¿de qué? de sequía. La Palabra profética es una palabra de juicio por causa de la condición del pueblo. Cuando Dios envía un juicio tiene un propósito, cuando Dios envía un juicio ulteriormente el propósito del juicio viene por causa de lo que el pueblo ha hecho, pero el propósito de Dios es volver a traer al pueblo a Sí, a que le sirva, a que corra lo que tiene que correr. Y aclaro de qué estoy hablando en el contexto para que entendamos lo que está ocurriendo, no en ningún sentido voy a estar hablando aquí de que Dios entra a juicio ni nada de eso. Simplemente estamos ubicándonos en el contexto para luego aplicar unas verdades a nuestra vida cristiana y a nuestra vida como iglesia.

Así que en el caso de Israel, la sequía que se anuncia viene por causa del pecado.

Nosotros en nuestra vida cristiana experimentamos diferentes situaciones, vivimos diferentes experiencias que pueden ser tipo sequía o que pueden ser de otras circunstancias y lo que quiero traer o desarrollar esta mañana es que vamos a estar tomando la experiencia de como Dios trabaja con el pueblo y especialmente con Elías para aplicarlo a como nosotros debemos vivir cada experiencia que viene a nuestras vidas en nuestra vida cristiana vivirla de tal manera que estemos observando y preparándonos para lo próximo que Dios tiene para nosotros.

Es por eso que este mensaje le titulé: "La sequía nos prepara para lo que viene".

Por ejemplo en nuestros tiempos a nivel de nación hemos estado pasando por una recesión económica que ya ven, pues estamos empezando a salir y se vislumbran mejoría, pero aún así todavía falta… ¿verdad? Bastante. Entonces hay una circunstancia, que si bien como nación seamos creyentes, o no seamos creyentes, nos toca vivir porque estamos en este mundo, estamos en esta nación y nos afectan directamente a nuestra familia, nuestra casa, nuestros budgets -nuestros presupuestos- nuestras finanzas. Pueden venir las preocupaciones, las diferentes circunstancias que en consecuencia de esta situación afecta nuestras vidas, afectan lo que hacemos, afectan nuestros planes y entonces cada circunstancia sea como esta que estoy dando el ejemplo -que todos en la nación estamos viviendo- como cualquier otra circunstancia o experiencia que vivamos en la vida, nos va a afectar pero nosotros tenemos que aprender a procesar todo lo que viene de tal manera que le saquemos provecho y bendición en el Señor y podamos entonces remontarnos y apuntar hacia lo próximo que Dios tiene para nosotros y nos sirva para aprender. Nos sirva para prepararnos.

Debemos pues, mantener nuestra Fe y crecer en Fe. Agarrando del Señor y a través de las diferentes experiencias que vienen a nuestra vida. Es interesante, volviendo al pasaje de las Escrituras que el profeta que Dios utiliza para traer esta palabra a Israel, su nombre ya lo mencionamos es Elías, su nombre significa 'Jehová es mi Dios'. O sea que aún su nombre mismo ya le está hablando al pueblo. A un pueblo que se ha olvidado que Jehová es su Dios. El nombre mismo del profeta ya es profético para el pueblo, le está recordando 'Yo soy Jehová, el Dios al cual tú tienes que servir. Así como mi siervo, mi profeta, él me sirve a mí y Jehová, yo Jehová soy su Dios'. Así que el profeta llevaba un nombre que significaba el mensaje que estaba proclamando y Elías era un hombre de oración, un hombre entregado a Dios, un hombre entregado a agradar a Dios y a comunicar la palabra que Dios le daba. Históricamente y teológicamente hablando a través de las Escrituras podemos decir que Elías viene a ser un personaje en Israel de gran importancia para el pueblo de Dios. Fue de gran importancia en toda la narración bíblica que encontramos en Reyes y fue de gran importancia y es de gran importancia hasta el día de hoy en el presente para el pueblo judío. En la narración bíblica de Reyes vemos un Elías que los capítulos siguientes se narra y se cuentan incidentes de milagros, de señales, de prodigios que ustedes pueden haber escuchado aquí en Predicaciones de como Dios trajo palabras y realizó proezas y milagros a través de este profeta.

Así que pronunciaba la Palabra pero también entonces Dios lo utilizaba como un prodigio con señales, con milagros porque 'Jehová es mi Dios'. Y Elías también representa lo que significa hasta el día de hoy para los judíos el sentido de anuncio entre otras cosas de la venida del Mesías. A tal punto que los judíos en el presente para la Pascua dejan una silla vacía en sus mesas para cuando venga Elías porque están esperando que Elías venga primero antes de que llegue el Mesías; ya que para los efectos de los judíos el Mesías todavía no ha llegado.

Así que Elías tiene una importancia histórica y teológica para el pueblo de Dios, para nosotros también en este día. La base de la declaración de la Palabra que está dando el profeta se cimenta, la base es Jehová mismo porque él declara 'Vive Jehová. En cuya presencia estoy'. Lo que él comunica no lo comunica porque se le dio la gana comunicarlo. No lo comunica porque se le ocurrió de su cabecita, no lo comunica porque observó la condición del pueblo y dijo, “¡Ay! ¡Yo debo de darle una palabra fuerte a este pueblo!” Si que lo comunica responsablemente porque como profeta indaga antes su Dios y su Dios le comunica la palabra como instrumento fiel al Señor es usado para procesar eso que sale del trono de Dios para corrección, en este caso, de su pueblo. Y ya aquí -aunque no es la temática de hoy pero déjenme mencionar alguito. A veces yo hago eso en las Predicaciones- aquí nada más tenemos un principio, aquello que Dios usa dando palabra específica, sea profética, sea de conocimiento. Tenemos que ser celosos y cuidadosos de poder ministrar lo que Dios nos da, de no añadir y quitar y de no darle el tono que Dios no le haya dado, sino de ser fiel, íntegros a lo que Dios nos comunica porque 'Jehová es mi Dios'. Pero volvamos a la temática de hoy: 'Vive Jehová en cuya presencia estoy'. Elías basa lo que está diciendo en el hecho de que mi Dios vive y de que él vive, él como profeta como hijo de Dios, vive en la presencia de Dios.

Aquí vemos otro punto, aquellos que servimos al Señor, sea en el área profética, en el área que sea, tenemos que vivir ante la presencia de Dios para comunicar o hacer lo que Dios nos mande hacer. No puede ser basado en nosotros mismos sino en la verdad y en el hecho de que dependemos de ¿qué? de lo que fluye del Cielo, de lo que fluye del trono de Dios para poder ministrar su bendición y su Palabra a su pueblo.

Pero también esa frase o esa expresión 'Vive Jehová en cuya presencia estoy’, nos demuestra a nosotros que hay Fe en este profeta de Dios; que tiene que tener Fe y creer a lo que Dios le está comunicando porque si no tiene Fe en lo que Dios le esté comunicando lo que va a decir, lo que va a proclamar va a ser… ¿qué? Una palabra… ¿qué? muerta. Una palabra que el pueblo quizá no respondería aún cuando es una Palabra fuerte. El profeta de Dios -aquellos que ministramos al Señor en el área que sea, sea en el área de profecía o en el área que sea- tenemos que tener fe en Dios y mantener nuestra Fe independientemente en que área Dios nos usa, tenemos que ministrar en Fe de que estamos creyendo al Dios que nos está indicando lo que tenemos que hacer. Al Dios que nos está guiando a servirle de la manera que le estamos sirviendo. La Fe de Elías estaba basada en quien es Dios. Nuestra Fe en nuestro caminar en el Señor y en nuestro servicio a Dios tiene que estar basada en quien es Dios. Dios es el único Dios, Él es el verdadero, Él es Jehová de los Ejércitos. Él es mi Rey, Él es nuestro Señor, Él es el Señor de la Iglesia, Él es único Dios que reina y que vive por siempre. Esa es la base de nuestra entrega, esa es la base de nuestro servicio.

Y el punto principal es la realidad de que mi Dios vive y que se hace presente en todo tiempo.

Israel había conocido a un Dios vivo, a un Dios que caminó con ellos en el desierto, que les cuidó, que les guardó, que les dio provisión, alimento, agua que les sostuvo. Que les pasó a través, primero del Mar Rojo y luego a través de todo el desierto, que les entrega en un momento dado la Tierra prometida. Israel vio los milagros, los prodigios de este Dios vivo. Israel había conocido ciertamente a un Dios vivo, pero en este momento en la historia se había olvidado de mantener su Fe, de depositar su fe en el Dios vivo y le habían trasladado al dios pagano de la lluvia Baal.

'En cuya presencia estoy’. ¿En presencia de quién estamos nosotros? En presencia de quien nos atrevemos a proclamar lo que proclamamos cuando ministramos la Palabra. ¿En presencia de quién comunicamos lo que tenemos que comunicar? ¿En presencia de quién pasamos nuestro tiempo? Ayer hablábamos de estar solas con el Señor, del tomar de la fuente. ¿A dónde vamos a tomar de la fuente? Elías estaba en la presencia de su Dios. Y esa expresión no solamente nos habla de cercanía con Dios sino que también nos habla de una relación de una posición oficial y de confianza en que lo que va a decir es válido porque lo está respaldando el Dios al cual sirve y el Dios que está ante su presencia.

Cuando nosotros ministramos al Señor no podemos confiar en nosotros mismos, tenemos que confiar ¿en quién? en el Dios que nos está dando lo que vamos a ministrar y que estamos en ¿qué? en su presencia. Pero esa frase 'En cuya presencia estoy' también ata a la persona que la dice -inclusive, y estoy hablando en el contexto del pueblo de Israel, a la pena de muerte si la Palabra pronunciada no se cumple- así que lo que Elías está pronunciando con sus labios tiene que ser una palabra que se pronuncia definitivamente creyendo a Dios en Fe y en confianza en el Dios al cual está sirviendo. Porque aún su propia vida puede estar en juego si esta Palabra no se cumple.

Así que la palabra del profeta viene a ser… ¿qué? la palabra de Dios mismo. Es interesante que la parte final de ese versículo uno cuando se proclama la palabra Elías declara, "no habrá lluvia, ni rocío en esto años," y luego dice, "si no por mi Palabra". ¿No deberíamos de decir...? -no hay una frase tradicional y oficial que debe de decir 'la palabra del Señor- ¿Jehová me dijo? Es interesante que el profeta está comunicando la Palabra de Dios pero en un momento dado dice, ¿si no por qué? Por mi palabra porque él sabe donde está parado. Porque él sabe que mi palabra no es mi palabra, mi palabra es la palabra que sale del trono de Dios. Así que la palabra del profeta y la palabra que sale del trono de Dios se unen y son una. Esta es la conciencia, esta es la confianza, esta es la Fe que tiene Elías cuando está comunicando la palabra al pueblo. Pero tenemos que avanzar en el pasaje Bíblico y tenemos que seguir adelante y quiero entonces repetir que el tipo de juicio, el tipo de palabra que se anuncia es una palabra de juicio donde se pronuncia ¿qué? en otras palabras: habrá una sequía porque no hay lluvia, ni hay rocío. No habrá lluvia, no habrá rocío sobre la tierra. Palestina tiene un buen patrón de lluvia y rocío pero en el verano, sino fuese por el rocío la vegetación… ¿qué? Moriría. Así que la lluvia y el rocío son igualmente importantes para nosotros en nuestros lugares pero para Palestina -como cualquier otro lugar- la lluvia y el rocío son importantes para mantener la vida de una población, de una región y en Palestina -vuelvo y repito- en particular en el verano si no es por el rocío, la vegetación, ¿qué? Se muere y cuando hay entonces tiempos de sequía como la que se está anunciando aquí en esta palabra profética… ¿qué ocurriría? Al no haber lluvia, al no haber rocío viene la hambruna, se muere la vegetación, no hay entonces frutos de la tierra, los animales también se mueren y hay un caos en la tierra.

La necesidad del rocío, por ejemplo, la vemos cuando Dios habla metafóricamente a Israel y le dice: 'Yo seré como el rocío para Israel' en el sentido de que el rocío… ¿es qué? Necesario. Que el rocío es indispensable tanto como lo es la lluvia. Así que la lluvia y el rocío se utilizan en las Escrituras de forma simbólica para hablarnos de bendición de Dios, para hablarnos de bienestar, para hablarnos de presencia de Dios en el pueblo, para hablarnos de prosperidad y aclaro en el sentido bíblico de la palabra prosperidad; no como está corriendo por ahí una doctrina de prosperidad que se sale de los principios bíblicos. Sino que prosperidad en el sentido de cuidado de Dios, de bendición, de bienestar de Dios para nuestras vidas. Así que lluvia y rocío lo que representan son la bendición de Dios sobre el pueblo y se está anunciando una palabra donde se está diciendo "la bendición de Dios se retira" por causa de… ¿qué? de la condición del pueblo. Pero vuelvo y repito, no es esa la condición de esta Congregación en este día, pero de lo que está pasando aquí vamos a seguir aprendiendo y observando unos principios que nos ayudan. Por otro lado, cuando hay mucha lluvia y cuando hay rocío significa para el pueblo de Israel que… ¿qué? Que el pueblo está en bendición, que el pueblo está en… ¿qué? En abundancia, que el pueblo está siendo favorecido por Dios porque está en obediencia. Así que cuando Elías proclama esta palabra está entendiendo lo que el profeta está diciendo porque ya en la ley del antiguo Testamento se le había comunicado la ley al pueblo y se le había dicho: "Si me obedeces, la tierra será bendecida. Pero si se alejan de mí adorando a otros dioses la tierra no recibirá lluvia, la bendición será retirada".

Así que cuando la palabra del profeta viene, el pueblo entiende, está entendiendo de que el profeta está hablando. No necesitaban mucha explicación y nosotros entonces aplicándolos la frase esta de la sequía, aplicándola a experiencias en general, del tipo que sean, que viene a nuestras vidas, nos podríamos preguntar ¿qué tenemos que hacer nosotros en tiempos de sequía? ¿Qué tenemos que hacer nosotros cuando por las razones que sean -razones pues que la vida trae, como el ejemplo que traje hace un rato de recesión económica, razones de por ejemplo cuando se nos muere alguien querido- diferentes circunstancias y experiencias que atravesamos en la vida, qué tenemos que hacer en tiempos de sequía; entre comillas digo ahora representando cualquier situación o experiencia en particular?

Número Uno: escondernos en Dios. Versículo 2 de este pasaje: 'Y vino a él palabra de Jehová diciendo -recuerden que les dije al inicio el primer versículo palabra al pueblo, del 2 en adelante palabra ¿a quién? al mismo profeta- ahora el 3: "apártate de aquí y vuélvete al Oriente y escóndete en el arroyo que Keré que está frente al Jordán", en medio de noche de sequía ya Dios tiene su plan para el profeta.

En medio de la recesión que pudiese venir, ya Dios tenía su plan para nosotros. Y yo no sé si a ustedes les ha pasado pero en momentos de recesión a veces hemos experimentado más bendición que en otro momento. Así que en medio del anuncio de lo que venga, de la experiencia que pudiese venir sea cual fuese: positiva, negativa o termino medio entendamos y vivamos con nuestro corazón confiado de que Dios tiene cuidado de nosotros y que Dios nos manda… ¿a qué? A escondernos.

Ahora bien, ustedes cuando hace unos añitos atrás cuando éramos niños, ¿verdad? Y jugábamos a las escondidas, ¿se recuerdan? Y jugábamos a las escondidas y buscábamos el lugar, ¿verdad? Cuando todo el mundo corre a esconderse y el que tenía o la que tenía que buscar se quedaba en un lugar que no veía a nadie donde se escondían, nosotros buscábamos el lugar más oscuro, más difícil ¿para qué? Para que no nos encuentren. Porque si me encontraban a mí, de último me tocaba después a mí buscar, así era el juego, ¿verdad? Pero usualmente, había algún niño, alguna niña bien astuto y travieso que se escondían en un lugar que por más que tú buscabas... entonces no me recuerdo cual era la frase que se usaba pero ya uno tenía que declarar para que saliera, porque no había quien lo encontrara, ¿se recuerdan de eso? Los otros días, ¿verdad? Pero ¿saben qué? Nos tenemos que esconder nosotros. Así somos llamados a escondernos en el Señor. Dios nos llama a escondernos en tiempos de sequía, en cualquier experiencia que venga a nuestras vidas, que identificamos que va a afectar nuestras vidas de alguna manera que sea; Dios te dice:"escóndete en mí". Y Dios le dijo a Eláis 'Escóndete en el arroyo de Kerit,' y le dio instrucciones específicas 'Que está frente al Jordán' y Dios nos dice a nosotros "escóndete en tu Kerit. Yo tengo un Kerit para ti en medio de la sequía". El estar escondidos en Dios implica seguridad, implica cuidado de Dios. El Apóstol Pablo habló de esa seguridad cuando habló "Nuestra vida está escondida en Cristo". En Cristo es que estamos seguros, no estamos seguros en nosotros mismos, sino en Cristo. Así que cuando Dios nos llama y nos da instrucciones en esos tiempos de sequía tenemos que seguirlas como hizo el profeta Elías. Vemos entonces como Dios en medio de un anuncio de sequía para el trato de Dios con el pueblo, también Dios está tratando con su gente fiel, con su profeta.

Y ahora, sí, vamos a aplicarlo todavía más a nosotros. Dios está tratando con nosotros, sus profetas, porque este es un pueblo profeta. Dios está tratando con nosotros, con su gente fiel y nos dice: "escóndete en Kerit. Porque yo traigo cosas nuevas, porque yo traigo cosas para tu vida", porque lo que estás pasando, o las experiencias que vienen a tu vida, o que vienen a esta iglesia como Congregación te van a llevar a lo próximo que Dios tiene. Entonces debemos vivir esas experiencias en la vida o experiencias como Congregación, enfocados a sacar provecho, escondiéndonos en Kerit en la presencia de Dios para estar preparados para lo próximo que viene en el Señor. "Escondete en Kerit". En Kerit tenemos la protección de Dios y el enemigo no puede encontrarnos para dañarnos. Vamos a ver más adelante como ciertamente el cuidado de Dios estuvo sobre la vida del profeta ¿en dónde? escondido en Kerit. Así que cuando Dios nos ordena escondernos, hagámoslo. Hagámoslo en fe y en confianza porque Dios nos está preparando.

¿Qué tenemos que hacer en tiempos de sequía? Confiar en ese cuidado soberano de Dios. Confiar que Dios hará lo que sea necesario hacer. A veces vivimos experiencias apretadas en la vida, aún en lo financiero pero seguimos confiando en que Dios está en control y que Dios nos va a sacar al otro lado y a veces cuando menos imaginamos, ahí viene el auxilio de Dios. A veces pasamos unas experiencias más apretaditas que otras, pero le aseguro una cosa: Dios no falla. Dios no falla. Los hombres nos pueden fallar pero Dios no nos falla y Dios no le falló al profeta. Y es interesante que en el Versículo siguiente le sigue diciendo: "Beberás del arroyo. Y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer". Dios utiliza ahí a la naturaleza misma a su servicio para proveer al profeta. Y al profeta se le indica, se le dan instrucciones de que en Kerit va a beber del agua de Dios. Elías debería beber del agua que Dios iba a proveer en un tiempo que no habría agua, en un tiempo en que habría sequía. Dios provee en medio de la sequía, en medio de las experiencia, en medio de las circunstancias, Dios te da de lo que otros no tiene. Pero hay que ir y tomar del agua que ya Dios ha determinado proveer en Kerit.

Hablábamos del agua ayer cuando hablábamos de la temática de beber de la fuente y todos sabemos que el agua es indispensable para la existencia humana, para poder vivir y bíblicamente el agua representa eso: vida. Jesús mismo declaró a la mujer samaritana y esto lo hablábamos ayer, que "El que tomase del agua que Él le da" ¿tendría qué? "No tendrá sed, jamás" porque esa agua ¿qué da? "Da vida eterna". También Jesús dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". Porque él ¿es qué? el agua de vida eterna. Así que beber del agua divina implica vida, pero vida para vivir una vida cristiana en abundancia, estando satisfechos en Dios, en su presencia aún en tiempos de sequía. Dios sustentaría al profeta y le daría de beber en el arroyo de Kerit. Y podemos imaginar que la experiencia del profeta fue tal al ver Dios supliéndole sus necesidades físicas que su experiencia espiritual y su fe tienen que haber crecido. El suplir de Dios en lo natural y lo físico o las necesidades que él tenía debieron haber trabajado, esa experiencia debió haber trabajado en el interior del profeta para afirmar aún más la fe que ya el profeta tenía. Así que independientemente de las diferentes experiencias que vivimos en la vida, aprendamos e intentemos buscar en ella el lado positivo de la fe. El lado positivo de lo que Dios tiene, afirmar nuestros corazones en medio de las experiencias, en medios de las circunstancias porque

Dios nos está enseñando para lo próximo que viene, para que afirmemos nuestro corazón, nuestra confianza y sigamos adelante.

Elías también se le dio instrucciones que tendría que comer del sustento que Dios iba a proveer, o sea, no sólo agua sino que también se le dijo: 'Y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer'. Dios había ya dado instrucciones. Al arroyo que proveyera el agua, y a los cuervos que le proveyesen de comer. Pero es interesante que Dios utiliza a quien quiere como quiere. Porque ahora estamos hablando de animales, de aves. Los cuervos son depredadores o sea depredan los animales muertos, las carnes de los animales pero ¿para quién? ¿Para llevarselos a alguien para que coma? No; para sí mismos. Quiere decir entonces que Dios va a hacer el milagro de utilizar los cuervos para que depreden la carne de los animales pero que en vez de quedarse con ella se la lleven ¿a dónde? al profeta. Dios iba a suplir de la manera que a él soberanamente se le ocurre y determina suplir al profeta. Ahí está un milagro de Dios. Está el milagro del agua que saldría del arroyo y estaría el milagro de Dios supliendo a través de unos animales que lo que agarran es para sí mismos, no para llevárselo a nadie. Pero en este caso la orden divina salió del Cielo, salió del trono de Dios y los animales, los cuervos, llevarían provisión. Dios te envía cuervos y te provee lo que necesitas y estamos hablando materialmente, necesidades físicas y otras áreas. Dios utiliza a quien quiera utilizar. En otras porciones de las Escrituras, en otros pasajes bíblicos los cuervos representan cosas negativas, pero en otras ocasiones representan cosas positivas. En este caso Dios los utiliza positivamente para bendecir y dar provisión al profeta.

Yo he experimentado que Dios ha enviado sus cuervos en mi vida a través de los años, aún en lo financiero. Yo recuerdo en Puerto Rico hubo unos dos años que estuvimos dedicados a la labor misionera por completo, hicimos misiones por unos diez años. Pero en todos esos diez años dos dedicados por completo, sin trabajar secularmente. Y entonces dependíamos de la provisión de Dios y yo recuerdo que yo llegué un día a mi casa y frente a la puerta de entrada había dos empaques, dos bolsas o fundas de verduras, de alimentos. Nunca supimos quien las dejó en aquel lugar. Dios envió sus cuervos. Dios envió su provisión.

En esa etapa, en esos dos años -no sé si lo he contado antes, pero lo quiero contar para ilustrar lo que estoy diciendo- teníamos que pagar el mortgage de la casa, la hipoteca de la casa y nos faltaban 75 dólares y el pago se vencía al otro día. Esa noche tocan a la puerta, un pastor que vivía dos casas más abajo de donde nosotros vivíamos llegó con un sobre en la mano. Él sabía que estábamos en misiones y da la casualidad ¿verdad? de que ese día Dios lo tocó para que fuera a nuestra casa con un sobre y darnos una bendición. Y ¿saben qué? cuando abrimos el sobre ¿de cuanto era la cantidad? 75 dólares. Dios utiliza quien quiera utilizar envía sus ángeles, envía sus cuervos, pero envía provisión y suple a nuestras necesidades. Suple a nuestras necesidades físicas, suple a nuestras necesidades emocionales, suple a lo que necesitamos.

¿Cuántas veces ustedes no han recibido una llamada de un hermano o una hermano que le dice, "permíteme orar por ti," o "tuve un sueño," o "tengo una preocupación por ti y Dios me ha enviado esto," y es precisamente lo que tú necesitas? Dios envía y suple en medio de las experiencias, en medio de la sequía, en medio de las circunstancias. En Puerto Rico hicimos -como les mencioné- misiones mucho tiempo, la iglesia donde estábamos sigue haciendo misiones hasta el presente; yo recuerdo que en los tiempos en que nosotros estábamos allá, había una persona no creyente, no evangélica, vamos a decirlo así, que trabajaba con una agencia de seguros que se recogía por incendio o inundaciones o lo que fuese que se podía salvar la mercancía que estuviese razonablemente bien. Esta mercancía se la entregaban a esta persona y él estaba libre lo que quisiese con ella. Y nos llama a nosotros porque sabía que dábamos viajes misioneros a Haití, a los indios a suplir las diferentes necesidades y nos llamaba y nos daba de esa mercancía. Dios supliendo a través de sus cuervos. Y no solamente nos da la mercancía sino que luego venía "¿para dónde es que van?, ¿qué necesitan?" y hacía un cheque de a veces mil, dos mil o tres mil dólares para ¿qué? para ir a suplir a las necesidades de otros lugares. Dios supliendo aún a través de personas no creyentes, Dios utiliza a quien quiera utilizar para responder a nuestras necesidades.

Todas estas experiencias que vivimos en ese trato y en ese proceso de Dios nos hacen mantener nuestra fe y crecer en Fe en este proceso. Dios también le anuncia al profeta que le daría de comer, perdón ya le anunció que le daría de comer, pero entonces, los cuervos no solamente iban a llevarle carne sino que también los cuervos le llevarían pan.

El Versículo siguiente dice: "Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová "él" se refiere a Elías. Elías obedeció. Dios le da las instrucciones y Elías obedece. Y luego dice "pues se fue y vivió junto al arroyo de Kerit que está frente al Jordán" y ¿qué ocurre? Versículo 6 "los cuervos le traían pan y carne por la mañana y pan y carne por la tarde y bebía del arroyo". O sea, los cuervos no solamente le traían carne sino que también le trajeron ¿qué? pan. La palabra pan en el hebreo es la palabra "leham" y se traduce por nuestra palabra pan, pero usualmente representa en la Biblia, en el hebreo, el alimento sólido en general. No solamente y exclusivamente lo que nosotros conocemos como pan, sino alimento sólido en general. Así que Dios le está proveyendo alimento sólido al profeta, le está provengo de lo que necesita en tiempos de sequía cuando otros no tendrían, el profeta, sí tendría. Dios te ha provisto, aún cuando otros no tienen nosotros hemos tenido aún para echar para adelante un proyecto de iniciar un nuevo edificio. Dios está proveyendo, Dios está bendiciendo aún en tiempos de sequía.

Así que Dios cumple la palabra que pronuncia al profeta, también cumplirá la palabra de sequía que anunció al pueblo. La Escrituras nos hablan a nosotros de alguien que es el "pan de vida". Jesús, es el pan de vida y el que "viene a Jesús -dicen las Escrituras- no tendrá hambre" pero ese versículo bíblico no solamente se aplica para el momento en que nos convertimos sino que no tendremos hambre en nuestra vida cristiana. Cuando venimos al Señor -y ahora le estoy dando un énfasis al no tener hambre en el sentido espiritual- no tendremos ya hambre, porque en el Señor somos saciados, pero tenemos que ir a Kerit porque en Kerit es que Dios nos ha de suplir su pan y su bendición. Tenemos que ser obedientes como el profeta Elías. Dice la Escritura que el "profeta fue e hizo como Dios le mandó".

A veces nosotros queremos recibir las bendiciones de Kerit pero sin ir a Kerit y sin hacer lo que Dios nos manda hacer... Queremos tomar del "pan de vida" cada día pero a veces no vamos a donde tenemos que ir. Dios nos sostiene en medio de la sequía pero tenemos que seguir las instrucciones de ir a nuestro Kerit. Ciertamente, Dios sostuvo al profeta y ciertamente Dios nos sostiene a nosotros pero el profeta obedeció y nosotros tenemos que obedecer. En la obediencia del profeta vemos a un hombre que sigue creyendo a Dios, porque si tú no crees que Dios ha de proveer en el lugar que te dijo, tú te vas para otro lado. El profeta mantuvo su fe y se mantuvo ante el anuncio de sequía. Nosotros tenemos que mantener nuestra Fe y tenemos que obedecer. Dice que "vivió junto al arroyo", se fue y vivió junto al arroyo. Vamos a ir y vamos a vivir junto a nuestro Kerit. Hay que hacer conforme y accionar y actuar conforme a las instrucciones que Dios da. No podemos tomar otra ruta.

A veces escuchamos la palabra y nos gozamos "¡Ay, sí Señor, Tú nos vas a cuidar, porque Tú has hablado!" pero después cuando tenemos que seguir las instrucciones y los detalles de lo que tenemos que hacer, cogemos por otro ladito, cogemos por otra vía, por otra ruta, Dios no cumple lo que prometió no porque no quiso sino porque nosotros no cumplimos nuestra parte. Dios espera que vayamos a Kerit porque en Kerit está la bendición y la provisión de Dios. Hay que hacer conforme a lo que Dios nos dice. Hay que ir a donde Dios nos dice que vayamos y ciertamente ya leímos que los cuervos venían ¿y? le servían. La autoridad y la palabra de Dios se cumplen a cabalidad. Dios no falla. Esa es una de las experiencias o una de las verdades que aprendemos en Kerit. La realidad de que Dios no te falla. ¿Tú has visto....? Claro que sí, que Dios no te ha fallado y ahora Dios le está hablando a una persona en particular. Si tú has visto en el pasado como Dios no te ha fallado, que tú fe no decaiga te dice el Señor en esto que estás viviendo en el presente. Porque así como Dios hizo en el pasado así tú harás en el presente y aún más. Tú has visto. Y también te dice pueblo, el Señor ¿tú has visto yo he hecho en medio de ti? Así que pueblo yo no he de fallar, yo tengo para ti todavía cosas mayores. Tú has visto pueblo y verás, te dice el Señor.

Volviendo a las Escrituras, repetimos, los cuervos venían y le servían. Se cumplió la palabra proclamada por Dios para el profeta. Se cumplió porque el profeta obedeció. Con esto vemos que la fe está ligada a la obediencia. Y la obediencia está ligada a la fe por cuanto que creemos a lo que Dios ha dicho, obedecemos y por cuanto obedecemos vemos que Dios cumple lo que ha dicho. La obediencia lleva a crecer en fe al ver que Dios cumple lo prometido. La obediencia lleva a un proceso mayor, a una etapa mayor de avanzar en ver la realidad del cumplimiento de Dios.

La fe bíblica es aquella que está ligada con lo que Dios dice, por eso digo la obediencia está ligada a la Fe. La fe bíblica es una que obedece porque está de acuerdo con aquello que Dios dice. En obediencia me someto a las instrucciones de Dios y entonces avanzo en lo que Dios tiene para mí y a la misma vez mi fe crece en el Señor. Crecemos en nuestra fe, crecemos en el Señor dadas las experiencias que vivimos constantemente por causa de obedecer a la palabra de Dios. Pero ¿qué ocurre? volviendo entonces al versículo que le sigue encontramos lo siguiente: versículo 7: "pasados algunos días, se secó el arroyo porque no había llovido sobre la tierra". Ese versículo bíblico me deja ver a mí que la primera palabra profética que se le da al pueblo se cumplió. No había llovido sobre la tierra. ¿Okay?

Dios cumplió la palabra de juicio para el pueblo. Ya habíamos visto que Dios cumplió la palabra que le había dado al profeta de provisión pero ahora pudiéramos decir que a Elías se le pudiera estar poniendo en tela de juicio la provisión de Dios. A Dios, Señor pero ¿cómo me mandaste a Kerit y ahora que pasó? No había llovido, como no llovió se secó pero Tú dijiste que aquí yo bebería del arroyo. Y ¿que pasó, Señor? Dios te proveyó en Kerit, pero Dios te lleva a otro lugar porque Dios tiene otros planes y en esos otros lugares también te proveerá.

A veces Dios nos envía Kerit pero es por un tiempo que vamos a estar en Kerit. Luego Dios tiene otros lugares donde tenemos que ir y también obedecer y también entraremos en el proceso de mantener nuestra Fe y de crecer en Dios pero tenemos que movernos de Kerit.

A Dios: "Señor, Tú me fallaste. Se secó el arroyo", podría haber dicho el profeta. Pero, el profeta... ¿qué hizo? El profeta no comenzó a quejarse, "pero Señor Tú me mandaste aquí y el arroyo se secó." ¡No!", el profeta simplemente siguió las instrucciones próximas que Dios le iba a dar. Y no podemos entrar a todo el pasaje que sigue solamente voy a leer un versículo.

Dice: "vino luego a él palabra de Jehová diciendo 'Levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. Y aquí yo he dado orden a una mujer viuda que te sustente'". Tuvo la experiencia de Kerit, obedeció, mantuvo su fe, su fe tenía que haber crecido, pero ahora nos vamos de Kerit para otro lugar. Y en ese otro lugar ya Dios tiene provisión. Cada experiencia en nuestras vidas nos lleva hacia un próximo lugar y en ese próximo lugar vamos a seguir aprendiendo para uno próximo que Dios tiene. Así que podemos decir que cada experiencia, cada Kerit en nuestras vidas nos debe trabajar en nosotros para preparación de lo que Dios tiene para nosotros para preparación de lo que viene. ¿Qué vino después para Elías? Ya lo leímos, ustedes han estudiado este pasaje de la viuda de Sarepta. Dios le provee a través de una mujer viuda un puñado de harina, un poco de aceite que le queda, tiene que preparar comida al profeta. Pero luego entonces ni el aceite ni la harina faltó.

Y el profeta pudo haber dicho: "¡Ay, Señor! pero, ¿por qué no permitiste que el arroyo siguiera fluyendo agua y qué los cuervos me siguieran trayendo carne en vez de llevarme donde esta mujer que nada tiene?" El profeta obedeció que parece ilógico, pero también la mujer obedeció. Cada experiencia nos lleva a… ¿qué? A obediencia y a crecer en Fe

¿Qué más vino después para Elías? Vino la resurrección del hijo de Sarepta. Cuando el hijo muere, Elías ora por él y Dios lo resucita. ¿Qué más vino después para Elías? Vino según la narración bíblica de Reyes, vino la confrontación con los 400 profetas de Baal. ¿Recuerdan? Israel se había apartado adorando al dios Baal, el dios de la lluvia, Elías los confronta. Preparó un altar, echa agua en derredor del altar y les dice "Oren ustedes a Baal para que envíe fuego, para que consuma el holocausto". Pero ellos allá hicieron cuanta ceremonia pudieron hacer y nada pasó. Pero cuando Elías echa agua en derredor del altar que él prepara para Jehová, descendió el fuego y consumió aún en el agua. Y consumió el holocausto y Jehová demostró a través del fuego que Baal dios de la lluvia, realmente no es dios de la lluvia porque había habido sequía en toda la tierra y que Dios es Dios del fuego, de lluvia, de toda la naturaleza porque Él es el único Dios.

Cada experiencia que vino después de la experiencia vivida va llevando al profeta de gloria en gloria. Cada experiencia que vivimos en el Señor y que somos obedientes y mantenemos nuestra fe nos llevan a crecer en fe y a vivir de gloria en gloria. Cada Kerit nos prepara para lo próximo que Dios tiene para nosotros.

¿Qué más vino después para Elías? Vamos a pasar al Capítulo 18 -no me voy a detener mucho en este pasaje bíblico- pero quiero mencionar unas cositas. ¿Qué más vino después para Elías? La confianza y la fe de Elías en Dios fue probaba por tres años y medios luego de declarar la Palabra de que vendría sequía sobre la tierra. Efectivamente por tres años y medio no llovió sobre la tierra. La fe de un hombre al comunicar una palabra, Dios cumple exactamente lo que ha se ha pronunciado a través de los labios del profeta. Pero pasaron tres años y medio ¿saben? la fe del profeta tuvo que mantenerse en esos tres años y medio. Pero llega un momento en que el tiempo ya pasó y Dios ha de enviar lluvia. Y a través del mismo profeta que declaró sequía ahora viene una palabra donde se declara que vendrá lluvia sobre la tierra.

Capítulo 18 versículo 41 dice de la siguiente forma: "entonces, Elías dijo a Acab: 'Sube, come y bebe, porque una lluvia grande se oye'". Todo esto ocurre después del evento de derrotar a Baal. Ya el Dios Baal fue derrotado, ¿verdad? Ahora cuando el pueblo comprende quien es Jehová de los ejércitos, ahora se retira la palabra de juicio y viene la lluvia de bendición. Dice: “Porque una lluvia grande se oye". Aquí el profeta está declarando una palabra de que lluvia grande se oye cuando no hay lluvia, cuando todavía está la sequía presente. Hay Fe en el corazón del profeta y hay obediencia. Acab subió a comer y a beber y él subió a la cumbre del carmelo y postrándose en tierra puso su rostro entre las rodillas. Declara la palabra que Dios le da a declarar y luego se va a orar y postra su rostro entre las rodillas, se inclina a orar y se postra ante Dios y ¿qué estaría haciendo Elías? Clamando para que la lluvia viniera. Declara la palabra y luego clama. También eso nos deja ver los procesos de los siervos de Dios. Uno obedece, uno declara lo que Dios dice, a veces uno está comunicando una palabra que no entiende por qué la comunica pero Dios sabe. Pero también uno pasa sus procesos en el Señor. Y entonces mientras Acab está allá comiendo y bebiendo y luego en el Versículo 43 dice: "Y dijo a su criado, 'sube ahora y mira hacia el mar'" y "Él subió y miró y dijo ' No hay nada' y él le volvió a decir 'Vuelve siete veces'. A la séptima vez dijo 'Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre que sube del mar' Y él le dijo: 'Ve y di a Acab 'Unce tu carro y desciende para que la lluvia no te ataje'". Envía al criado no una vez, no dos, no tres, ni cuatro, ni cinco, sino siete veces. Siete veces en la Biblia representa la plenitud de Dios y a las siete veces es que el criado ve la pequeña nube que anuncia la lluvia que Elías ya había dado la palabra profética y entonces cuando la pequeña nube sale Elías manda decir al Rey Acab 'Prepara tu carro, muévete que viene una grande lluvia'. Y efectivamente el milagro de Dios ocurrió, se cumplió la palabra profética de que la lluvia vendría. Acab, entonces, se les dan esas instrucciones y dice el Versículo 45: "Y aconteció que estando en esto, que 'los cielos se oscurecieron con nubes y viento y hubo una gran lluvia'" conforme a la palabra que salió que se le dio al Rey Acab 'Vete y dile que una grande lluvia viene', así mismo Dios lo cumplió.

Cuando era profeta de Dios, conforme a lo que proclama con tus labios que sale del trono de Dios, exacto como sale del trono de Dios, Dios lo cumplirá. Y tu fe crecerá al ver a Dios obrando. Pueblo de Dios conforme a aquello que sale del trono de Dios y que tú proclamas y te determinas a hacer, Dios lo cumplirá e irás creciendo de gloria en gloria al ver al Dios obrando en cada experiencia como iglesia. Y sigue diciendo: " Y aconteció que estando en esto, los cielos se oscurecieron con nubes y viento y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab vino a Jezeel y la mano de Jehová estuvo sobre Elías el cual ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezeel". Había una distancia desde el monte donde estaba Elías hasta Jezeel. Acab iba en ¿qué? en carros. Elías iba ¿qué? Elías dice que corrió pues solamente ocurrió el milagro de la lluvia después de una sequía de tres años y medio. Ahí también hay otro milagro. Elías está en el monte, Elías va corriendo no tiene ningún medio de transportación. El rey Acab va adelante conforme a las instrucciones que se le dio pero... Elías llega primero.

Dios le lleva, Dios le pasa adelante. Pueblo de Dios, Dios te pasa adelante. Y quizás llegues primero que muchos otros que van corriendo, o que muchos otros que van en carros aunque vayamos caminando, aunque vayamos solo con nuestros propios pies. Dios nos pasa adelante porque Dios se propone su propósito en nosotros. Cada experiencia, iglesia del Señor, cada experiencia sea tipo sequía o sea la que fuese, que vivimos en el Señor, debemos vivirla en obediencia, debemos vivirla en fe manteniendo nuestra fe. Nos va a llevar a ver a Dios obrando y esa experiencia nos prepara para lo próximo que viene. Así como vemos en la narración en la Biblia de la vida del profeta Elías cada experiencia luego de Kerit, vino a ser una experiencia de ¿qué? de gloria en gloria, de milagros y prodigios, de bendición de Dios de obrar tremendo y poderoso de Dios. Pero tuvo que pasar por depender de Dios en ¿qué? en Kerit.

Iglesia de Dios en este lugar, tú has dependido de tu Dios en Kerit por lo tanto Dios te lleva a lo próximo, por lo tanto Dios te lleva y una lluvia de bendición grande se acerca. Una lluvia de bendición grande viene para su pueblo por cuanto hemos sido fieles en Kerit, por cuanto hemos esperado la provisión de Dios en Kerit, por cuanto hemos batallado contra las vallas que se levantan en nuestra sociedad. Por cuanto hemos sido obedientes al Señor, por cuanto hemos entrado en cada etapa en los procesos que Dios nos lleva. Hemos sido obedientes, hemos mantenido nuestra Fe, hemos crecido, hemos madurado. Es tiempo de Dios para movernos para lo próximo.

Iglesia de Dios has sido fiel en tu Kerit, prepárate para la lluvia torrencial que viene. ¿Cuál es tu sequía? Dios te está preparando -ahora estoy hablando en el sentido individual- Dios te está preparando independientemente de la experiencia o de la circunstancia aprendamos a depender de Dios, a mantener nuestra Fe, a obedecer, a acercarnos más y más a Dios en nuestro Kerit y Dios mostrará su poder. Maduraremos, creceremos en fe, avanzaremos en el Señor y Dios utilizará de cada experiencia para prepararnos para lo próximo que tiene para nosotros.

Puestos en pie, por favor.

Te adoramos, Dios. Te adoramos, Señor. Bendito eres Dios, bendito eres Señor. Levanta tus manos al Cielo mientras escuchamos esa melodía. Y dile "Gracias, Señor". Gracias Señor porque reconozco que Tú has dado provisión en mi Kerit. Gracias, Señor porque me enseñaste a ir a Kerit. Gracias, Señor porque allí encontré tu arroyo, porque allí bebí de tu agua y comí de tu provisión y de tu pan. Comí de esa carne suculenta que me serviste en tiempos de sequía cuando se supone que no hay carne. Gracias, Señor porque en esa experiencia en Kerit aprendí que Tú eres un Dios fiel. Pero digámosle también "Te doy gracias, Señor, porque mi fe se ha mantenido, se sostuvo y creció en Kerit y ahora voy avanzando a alcanzar y agarrar y lograr lo próximo que Tú tienes para mí. Ahora voy avanzando a confrontar a los profetas de Baal a los Baales de nuestra sociedad. Ahora voy avanzando para poder bendecir otras vidas con prodigios, señales y milagros que Tú haces en mi vida y medio de tu pueblo para bendecir otras vidas en necesidad. Ahora voy avanzando para bendecir otras vidas alcanzándolas para Ti, Señor. Ahora voy avanzando a lo próximo que Tú tienes para mi vida. Ahora voy avanzando a lo próximo en lo cual Tú me quieres utilizar como instrumento tuyo en medio de tu pueblo para servirte a ti. Ahora voy avanzando como Iglesia para lo próximo que Tú tienes Señor. Ahora voy avanzando como Iglesia para lo próximo que Tú has determinado en tu plan porque has visto Señor que hemos procurado serte fiel, mantener nuestra fe en nuestro Kerit y ahora como Iglesia nos llevas a lo próximo, Señor. Digamos: Señor, aquí estamos. Cuenta con nosotros una vez más. Te adoramos Señor. Padre yo bendigo este pueblo en esta hora. Yo declaro palabra de bendición sobre esta Congregación, yo declaro Palabra de bendición sobre cada vida que está aquí en este lugar. Yo declaro palabra de bendición sobre cada madre, sobre cada esposa, esposo, hijos, hermanos, familiares. Yo declaro palabra de bendición sobre sus vidas para que sean aún más fortalecidos en Kerit y para que sigan avanzando hacia lo próximo que Tú tienes para ellos, Señor. Yo declaro para ellos fortaleza, yo declaro aún mayor crecimiento en fe, yo declaro Señor bendición sobre tu pueblo. Yo declaro, Señor que tus dones se sigan derramando aún más en medio de tu pueblo.

Yo declaro Señor, que aún más llores sanidades, milagros y prodigios así como hiciste con el profeta Elías ocurrirán Señor en este lugar como han ocurrido en el pasado, aún más, como han ocurrido en Kerit, aún más han de ocurrir, Señor y que tu nombre sea exaltado a través de tus obras, Señor. Yo declaro que tu palabra sea proclamada en este lugar y que las vidas sigan viniendo ante ti para recibirte para ser transformadas, que este lugar se siga llenando de vidas nuevas, de vidas que vienen con necesidad y Tú les rescatas y les transformas. Gracias, Señor porque Tú vas a seguir operando el milagro más grande de la salvación en este lugar. Gracias Señor por todo lo próximo que Tú traes para esta Iglesia. Los bendigo en tu nombre. Amén, amén, amén.

Toma de la fuente - parte 2

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La temática, seguimos con la misma temática principal tomando de la fuente, pero la temática es más específico que vamos a compartir ahora en la tarde, se titula “Tomando de la fuente para florecer”. Todas somos llamadas a florecer pero antes de entrar en la temática quiero darle las gracias a mi nuera, María, asómate por ahí, mi nuera que me eché la presento al inicio, María es la esposa de mi hijo mayor Mario Alejandro, el bebé que está en sus brazos es mi primer nieto, así que como abuela tengo, estoy orgullosa de ese primer nieto, esa experiencia tan especial. Es una manera de florecer. Las generaciones y ver las cosas que Dios hace en nuestros hijos, y María es una hija más, es una bendición. Quiero darle las gracias a ella, gracias a mi hermana, Miriam, que nos está hospedando en su casa muy gentilmente, muy amablemente.

Y ahora vamos a la palabra del Señor. Y les invito a que me acompañen a Isaías, Capítulo 35, y vamos a estar leyendo inicialmente los versículos 1 y 2. Isaías 35:1 y 2 en el Antiguo Testamento el libro del Profeta Isaías, dice de la siguiente forma:

“… Se alegrarán el desierto y la soledad, el yermo se alegrará, se gozará y florecerá como la rosa, florecerá profusamente y también se alegrará y cantará con júbilo la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová y la hermosura del Dios nuestro Padre…”

Te damos gracias por tu palabra y te damos gracias por lo que tu vas a continuar hablándonos en esta tarde, y nuevamente te decimos que llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo Jesús, de tal manera que tu palabra haga en nosotros aquello por lo cual tu le envías tu propósito se cumpla en nuestras vidas. Gracias te damos en esta hora porque tu Señor nos haces entender que debemos tomar de tu fuente, que debemos tomar de tu agua viva para florecer. Gracias Señor en el nombre de Jesús, amen.

Estos versículos del texto bíblico que acabo de leer es una visión escatológica, una palabra escatológica que está trae el profeta Isaías acerca de la restauración de Israel y este pasaje bíblico nos sugiere a nosotros imagen de un ambiente de alegría, ¿verdad? Un ambiente de júbilo, de tiempos de florecer cuando estamos viviendo en Estados Unidos, no sé, en mi país Puerto Rico pues el asunto de estaciones del año no se ve, ¿verdad? No se nota. Tenemos un clima tropical, pero cuando nosotros nos mudamos a vivir a Boston definitivamente se nota el cambio de estaciones. Y cuando llega la primavera es un tiempo como hermoso, ¿verdad? Nada más de ver que empiezan a salir las flores, ya uno está como alegre, ya el frío como que quiere ir pasando, ¿verdad? Aquí en Boston el frío dura bastante, aun en primavera. Pero ya se anuncia un cambio, se anuncia que viene algo, se anuncia que hay alegría, que hay colorido en la tierra, que hay que florecer.

Ese es el sentido que guarda este pasaje bíblico. Dios está dando una promesa en el contexto de restauración a través del profeta de restauración a Isaías y le expresa y le dice que el Líbano florecerá, que el Carmelo, que el Sarón, todas estas áreas, todas estas regiones son áreas hermosas, son áreas preciosas, son áreas conocidas por su hermosura como florecen, y como florecen profusamente, pero es interesante que está diciendo aquí que el desierto es el que ha de florecer de esta forma. Estas áreas se conocen por su belleza, por sus árboles, por sus flores, pero lo que la palabra profética que está trayendo el profeta a Israel es que el desierto, y ¿Qué es el desierto? Un lugar árido, un lugar donde este tipo de flores que se dan en estos otros lugares no se dan, un lugar donde hay sequedad. El desierto representa nada más escuchar la palabra desierto representa algo que es desagradable, ¿verdad? Que nadie quiere ir para ese lugar. Está diciendo el profeta que Israel, que está en desierto, ha de florecer y lo compara a ese florecer como florece el Líbano, como florece el Carmelo, como florece Sarón.

Así que basados en ese pasaje bíblico podemos declarar lo siguiente hoy: el plan de Dios para nosotras es que tomemos de su fuente de agua viva para florecer, que tomemos de su fuente para florecer y hay un proceso de siembra un proceso a seguir para poder florecer. Dios desea y espera de nosotras que seamos productivas. Dios espera que seamos productivas, no todo es recibir y recibir, recibimos de la fuente pero también dar. Y Dios quiere que florezcamos, pero tenemos que seguir unos procesos y si pensamos en el proceso natural de la siembra, podemos decir que por ejemplo, hay que preparar el terreno, ¿verdad? Luego de preparar el terreno hay que plantar, abonar, hay que regar, hay que permitir que tome el sol, hay que cuidar lo plantado. También hay un tiempo de espera, ¿verdad? Para que lo que se sembró produzca.

Así que hay que planificar cada paso en ese proceso de poder florecer. Si lo aplicamos a la vida espiritual podemos decir que el crecimiento y el florecer no se da al azar así porque sí, el crecimiento y el florecer, lo que Dios ya ha puesto, la semilla que Dios ha puesto en nosotros hay que cultivarla y hay que cuidarla, así como la tierra naturalmente puede producir y hay que cuidarla como quiera, también nosotros tenemos que cuidar nuestro terreno y nuestro proceso para poder florecer.

Por ejemplo, si yo entiendo que yo necesito mejorar mi vida de oración, que Dios demanda más de mí, porque es para bien para mi vida, porque es ahí donde tomo de la fuente, entonces tengo que planificar, tengo que planificar para entrar en un proceso y determinar qué yo voy a hacer para mejorar mi vida de oración, voy a seguir con, hace un rato en la mañana hablamos, daba un ejemplo de lo que nos impide tomar de la fuente, yo decía, a veces la vagancia, voy a seguir con la vagancia que seguía antes, si quiero mejorar mi vida de oración, si quiero tomar de la fuente, vagancia a un lado. Televisor si hay que dejar, no es que no veamos televisión, no tenemos nada en contra de los buenos programas, pero si hay que dejar aún los buenos programas, también se dejan. Si hay que acostarse más tarde, o levantarse más temprano, pues también se hace. Pero tenemos que establecer un plan de trabajo para poder florecer en cada área de nuestra vida que identificamos que tenemos la necesidad de mejorar.

Si necesito mejorar las relaciones entre las hermanas en la iglesia, esos problemas no ocurren aquí, valga la aclaración, entonces tengo que establecer una manera de cómo abordar a mi hermana, proponerme intencionalmente el trato, la amistad, el cuidado, con la hermana con la cual quizás he tenido algún inconveniente. O sea, para nosotros florecer en cualquier área de la vida, apenas he dado dos ejemplos, tenemos que ser intencionales, tenemos que determinarnos a entrar en procesos y hacer algo para lograr florecer.

Dios por ejemplo, nos puede anunciar o darnos a conocer que nos quiere usar en x área en la iglesia por ejemplo, en la enseñanza. Dios nos quiere usar, ay, qué bueno, el Señor me llama a la enseñanza, tan pronto el pastor Miranda, o los pastores escucharon esa palabra, ya pronto me van a poder a enseñar en algún lado, en alguna clase. Dios te quiere usar en la enseñanza, en vez de ir a donde el pastor a pedirle una oportunidad, ve al pastor a decir, dónde puedo aprender, dónde me puedo preparar, y luego que me prepare aquí estoy, disponible para que Dios me utilice.

Queremos florecer, queremos ser productivas pero queremos obviar ciertos procesos así como la naturaleza misma para poder florecer tiene su proceso, nosotros también en el sentido espiritual para poder ser productivas y florecer tenemos que entrar en proceso.

Por ejemplo, hablábamos de preparar el terreno, podríamos decir, pero yo he vivido tantas cosas negativas, en la mañana hablaba de cuando el terreno está endurecido, ¿verdad? Hay veces que hemos vivido experiencias negativas en la vida y a veces que hay experiencias que nos machacan en una misma área, no le ha pasado a usted, y en una misma área, y otra vez, y otra vez, Dios está trabajando. Duele, claro que duele, a veces el corazón se quiere, el terreno del corazón se quiere endurecer porque es en lo mismo, en lo mismo, y en lo mismo y como que uno no sale adelante en esa área, pero Dios nos está diciendo, ese terreno hay que trabajarlo. A ese terreno hay que echarle agua para que pueda ser productivo. Hay que tomar de la fuente aún a pesar de lo que hayamos vivido, en el futuro es tiempo de dejar el pasado, es tiempo de determinarnos a seguir adelante para poder florecer.

El texto que leímos decía florecerá, decía el yermo florecerá, decía el desierto y cuando hablamos de yermo se refiere a un área de tierra con poca vida o el equivalente al desierto. O sea, la palabra profética está utilizando dos términos diferentes para decir una misma verdad. Y yo en muchas ocasiones he dicho que en el pensamiento hebreo, estamos hablando del Antiguo Testamento, escrito en hebreo, en el pensamiento hebreo la repetición implica o indica énfasis. O sea, Dios está enfatizando que el desierto, que el terreno árido ha de florecer. Dios está enfatizándolo cuando luego el profeta dice, el yermo, que también implica terreno seco, ha de florecer. Dios está enfatizando que la palabra que sale de su boca se cumplirá y que Israel ciertamente será restaurado. Dios nos está enfatizando hoy que nosotras hemos de florecer. Dios nos está diciendo que mientras estemos dispuestas a trabajar en las áreas que sea necesario trabajar, al entrar en los procesos que son necesarios entrar, él se compromete con nosotros a lograr que florezcamos.

El terreno árido florecerá. Ahora, observe usted, ese tipo de cambio de soledad, de desierto que ocurrirá? Soledad, ahora viene el gozo. De desierto viene el florecer y el florecer como la rosa. O sea, que cuando Dios inspira al profeta Dios sabe lo que está hablando y Dios sabe la imágenes que desea utilizar a través de su profeta para hablar a su pueblo y Dios hoy nos dice, yo quiero que florezcas hija mía, pero yo no quiero que florezcas como una simple flor, yo quiero que florezcas como una flor delicada, como es la rosa. Yo quiero que florezcas como una flor hermosa, no te consideres, y estos pensamientos ya yo los tenía, no me puse de acuerdo en nada con Meche, Dios no quiere que nosotros nos consideremos poca cosa, somos hijas de Dios, Dios nos considera sus flores, Dios nos considera sus tesoros y Dios desea que seamos productivas, que florezcamos. Dios hace los cambios mientras nosotros nos disponemos a cambiar, él nos ayuda en ese proceso.

Y decía el versículo que se le dará la gloria del Líbano, la gloria del Carmelo, la gloria de Sarón. En el Líbano hay árboles altos y hermosos, en el Líbano hay un olor exquisito que producen esos mismos árboles. Sarón es un área grande de planicie que se llena de flores. En Palestina las planicies de la costa de momento florecen profusamente como dice el texto bíblico y se convierte en un área hermosa, pero hermosa. Esas áreas son famosas por eso.

Imagínense si yo cuando viví aquí en Boston y se sembraban las flores, siempre las flores en tiempo de primavera o salen, si es que están ya sembradas, pero solamente cuando viene todo ese sembradío de flores para la primavera, uno nota el cambio. Yo lo disfrutaba, lo siento hermoso. En Texas por ejemplo, tenemos lo que se llama los blue bonets, que son las florecitas lilitas. Texas es famoso por esas flores, las florecitas lilita chiquita y cuando uno va pasando por la autopista usted ve a ambos lados, cuando llega la primavera, que por ejemplo, el día anterior usted pasó y no había nada, pero de momento pasa el día domingo para ir para la iglesia y ambos están esos llenos de florecitas lilitas violetas o lilas a ambos lados, lleno, cubierto, cubierto profusamente.

El desierto florecerá y florecerá profusamente. Tu y yo floreceremos y floreceremos abundantemente y en Señor porque el Señor espera y desea y nos ayudará a florecer. Dios desea hacerlo con nosotros. Si lo hace con la naturaleza lo puede hacer con nosotros.

Hace un tiempo atrás les conté en una de las predicaciones que vine a hacer, acerca de una jovencita en Costa Rica que padecía del estómago, yo no lo sabía, Dios me llevó a orar por ella, el Señor la sana, Dios la alivia, etc., etc., dos años después que regreso a Costa Rica viene esa jovencita, estaba bien delgadita, tiene una bacteria en el estómago, yo no lo sabía, pero Dios la sana, dos años después viene una joven donde mí que yo no la reconozco, y me dice, ¿usted sabe quién soy yo? Yo soy aquella joven que usted oró por mí. Yo no la reconocía. El desierto floreció. Fue sanada. Y parecía otra persona, aún físicamente. Estaba floreció en términos de sanidad física y floreció espiritualmente, emocionalmente al ser sanada, al ser restaurada en todas las áreas de su vida, porque se determinó a poder florecer, se determinó a buscar el Señor, la misericordia de Dios se extendió hasta su vida y yo ni la reconocí físicamente cuando ella se acerca donde mí a contarme que ahora estaba testificando y hablando de las cosas que Dios había hecho en su vida. El desierto florecerá aún lo que parece imposible o difícil Dios lo hace posible.

Qué tenemos que hacer en ese proceso para florecer? Permitir que nuestro grano de trigo muera. Ese es un pasaje muy conocido, no vamos a buscarlo pero hay que morir para florecer. Si no siembra el grano, dice la Escritura, no muere y entonces no florece. Y ese morir representa muchas veces el negarnos a nosotras mismas. Representa el dejar a veces lo que nos gusta, representa como yo decía en la mañana, a veces el dejar ese a mi manera, ese a mi forma, ese a lo que yo creo que es lo que conviene. Representa determinarnos a tu Señor has en mí lo que sea tu voluntad y como tu quieras hacerlo. El grano de trigo tiene que morir.

Jesús declaró el que quiere venir en pos de mí niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame. Hay que negarse a sí misma. Tenemos que negarnos a nosotras mismas, eso no contradice la verdad del tesoro y lo preciosas que somos en Dios. Pero Dios espera que aún nosotras que somos preciosidades en Dios, las rosas del Señor, nos neguemos a nosotras mismas para que su gloria sea manifestada y podamos florecer y ser de bendición y podamos proclamar con nuestra vida y con lo que somos la gloria del Señor.

Permitir que nuestro grano de trigo muera también tiene que ver con perdonarnos a nosotras mismas. A mí me gusta mucho mencionar esto casi siempre en las actividades de mujeres porque a veces Dios nos ha perdonado cosas del pasado y uno está ahí recordando, y recordando y recordando y ya es tiempo de dejar el pasado atrás. Así que a mí, yo diría como el Apóstol Pablo, yo no me canso de repetir estas verdades. Es tiempo de dejar el pasado, ya Dios perdonó, caminemos hacia adelante, caminemos hacia el florecer, deje el desierto atrás porque Dios tiene cosas nuevas para nosotras.

También hay que perdonar a otras personas porque si guardamos cosas del pasado en nuestro corazón no vamos a poder florecer. Quiere decir entonces que el negarnos a nosotras mismas, el permitir que el grano de trigo muera tiene que ver con cosas como estas. Apenas he dado algunos ejemplos pero tenemos que poner nuestro yo a un lado y dejar que el Señor reine en nuestras vidas.

Qué más tenemos que hacer para florecer? Tenemos que dar en el proceso natural, regar, abonar, dar mantenimiento, cómo podemos regar y abonar? Efectivamente es el tema de hoy, tomando de la fuente, tenemos que proveer las condiciones apropiadas para nuestro crecimiento, para nuestro florecer. Es por eso que el énfasis en esta mañana era, estamos tomando de la fuente, Dios nos llama a tomar. Si estamos tomando todavía Dios quiere que tomemos más, tenemos que abonar nuestra espiritualidad.

La planta no crece así porque sí solita. Algunas plantas silvestres que crecen solas, pero si el terreno se pone árido, si no hay lluvia, aún las silvestres también se mueren. Así que tenemos que abonar nuestro terreno en el Señor, tenemos que darle riego, tenemos que tomar de la fuente, tenemos que darle mantenimiento, tenemos que trabajar en nuestro interior, en nuestras emociones. Como hablaba esta mañana, en esos sentimientos negativos que nos aguantan, que aguantan el avance que Dios tiene para nosotros. El agua es esencial para la vida. Sin agua decía también esta mañana, qué pasa con la naturaleza, la naturaleza se muere, no hay alimentos, los animales también, viene la hambruna. Dios declaró en Oseas a su pueblo, lo tienen que buscar, yo seré a Israel como rocío y luego le dice, él florecerá como lirio. Y extenderá sus raíces como el Líbano.

Dios está declarando a través del profeta Oseas que su pueblo va a recibir rocío porque él, Jehová, su Dios, es el rocío para Israel, y Dios nos dice hoy, yo Jehová tu Dios, soy rocío para ti María. Yo Jehová, tu Dios, soy rocío para ti Lourdes. Yo Jehová, tu Dios, soy rocío para ti hija mía. De mí es que recibes el agua, de mí es que recibes el bien, de mí es que recibes la bendición y tu has de florecer como el lirio, tu has de florecer como la rosa, tu vas a extender tus raíces como el Líbano, tu ciertamente florecerás y también dice ese versículo se extenderán sus ramas. Recuerdan el otro pasaje que dice, ensancha el sitio de tu cabaña porque hay lugar de más para ensanchar, Dios desea que nuestras ramas sean extendidas en nuestro florecer. Dios desea que nuestra planta no se quede en una planta pequeña. Dios desea que como plantas de Dios, como siembras de Dios tengamos ramas que se extiendan y que sean de bendición a nuestra familia, a nuestros hijos, a nuestros nietos que ahora estoy en esa etapa, a nuestros hermanos y hermanas en la iglesia, en los diferentes ministerios, a los compañeros de trabajo, en el evangelismo. Dios desea que nuestra rama se extienda, y dice, y será su gloria como la del olivo y perfumará como el Líbano.

El olivo es esencial en Israel, el olivo es uno de los productos básicos de la producción agrícola. Se usa para muchas cosas y dice aquí que Israel tendrá una gloria como la del olivo. El olivo es casi indispensable vamos a decir así, el olivo representa en la Escritura bendición, y Dios nos dice a nosotros aplicando este principio bíblico y palabra que se le da a Israel en Oseas aplicándola a nosotras, Dios quiere darte su gloria, Dios quiere que su gloria se manifieste cuando tu estés floreciendo. Dios quiere que tengas una gloria como la del olivo, que es un producto esencial, un producto esencial para el Señor, un producto indispensable para bendecir, aunque nadie es indispensable, pero indispensable en comparación con el olivo, para bendecir a otras vidas, un producto también que perfumará como el Líbano.

Decía hace un rato que en el Líbano hay unos olores riquísimos, y nosotros tenemos que perfumar, de nuestras vidas tiene que salir olores fragantes. Cuando nosotros florecemos las flores que dan perfume, al florecer qué sale, sale la flor, se ve hermosa, pero también ese olor es exquisito ¿verdad?

Hace poco mi hijo mayor y su esposa me regalaron un perfume diferente al que tengo y como ellos saben que yo me voy por la línea de flores, pues me llevaron uno de un, no me recuerdo el tipo de flor, pero tan pronto lo abrí me encantó, olía a flores. El perfume alcanza a otros, no solamente el poder que de nuestra salga perfume es bendición del trato de Dios en nuestra vida, sino que bendecimos a otros y cuando tu vas caminando en tu vida cristiana, los que pasan por tu lado, por donde tu pasas, ay, que rico huele la hermana, ay que rica esa persona de esa hermana, porque qué bendición la vida de Dios que tiene en ella.

Dios desea que seamos productivas, Dios desea que florezcamos, que extendamos nuestras ramas, que la gloria de Dios se manifiesta a través de nuestras vidas, que perfumemos a otras vidas. También dice ese pasaje, volverán y se sentarán bajo su sombra, serán vivificados como trigo y florecerán como la vid. Y florecerán como la vid.

A Israel se le promete que florecerá como la vid. Pero la vid tiene que permanecer pegada al pámpano. Otro pasaje de la Escritura en el Evangelio según San Juan, Jesús es el pámpano, ¿verdad? Jesús es la vid, nosotros somos los pámpanos, al revés, y nosotros tenemos que permanecer pegados al Señor para poder florecer, para poder ser productivos. Tenemos que tomar de la fuente, hay que estar junto a la fuente.

El salmo 1, un pasaje muy conocido, ahora lo invito sí a que lo busquen, salmo 1, dice, está hablando acerca de aquel varón que se mantiene íntegro ante los ojos de Dios, que no se contamina con gente escarnecedora, etc., etc., los primeros versículos, sino que es una persona que medita en la palabra de Dios, en los mandamientos, de día, de noche, y el versículo 3 dice:

“… esa persona que hace eso será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará….”

Cuando permanecemos pegadas a la fuente, qué va a ocurrir en nuestras vidas? Vamos a dar nuestro fruto a su tiempo. Todo lo que hacemos en el nombre del Señor va a prosperar y será bendecido por el Señor y manifestaremos la gloria de Dios en nuestras vidas. Que más hace Dios? Nuestra hoja, si permanecemos tomando del agua de la fuente, si permanecemos ahí pegaditos, nuestra hoja no cae, pero a veces podemos vivir la vida cristiano como árboles que la hoja se va secando y yo puedo dar un ejemplo de eso en mi casa. Yo no soy buena para las planta, aunque estoy hablando del proceso de sembrar. Las plantas dentro de mi casa son artificiales, lo tengo que confesar. La realidad, salgo mucho, viajo mucho, estoy muy ocupada así que se me mueren las plantas. Yo lo intenté, fracasé así que no tengo plantas naturales. Pero entonces afuera en el patio, la persona que hace el patio, pues tengo lo básico, me gustaría también tener flores, me encantan las flores, pero lo que tengo es más que arbustos y lo básico.

Pero cuando compramos la casa, pues ellos siempre han, un arbolito en el centro del patio, en el frente, y lamentablemente como yo no he sido, ahí yo he fracasado en ese aspecto, no he sido buena cuidando las plantas, todos los árboles del vecindario, están preciosos y frondosos, y el arbolito de nosotros de momento está seco, se le caen todas las hojas, bueno, hay un tiempo que se le caen y queda el palito seco, pero hay meses que todos los demás están florecientes, el mismo tipo de árbol, el de nosotros está con dos o tres hojitas y las pocas que tiene se le están cayendo. ¿Por qué? Porque yo no me he ocupado de darle agua, así que este ejemplo negativo de algo que a mí me pasa, nos sirve a nosotros para entender lo que significa la otra verdad opuesta a esta. Cuando realmente recibimos de la fuente de Dios nuestra hoja no cae, porque nuestro árbol no se seca sino que en el Señor estamos con vida, estamos floreciendo.

Hay que estar pegados a la fuente, también hay que abonar, hay que abonar el terreno. Y el terreno de nuestro corazón, de nuestra vida se abona de diferentes formas. Yo siempre no puedo dejar fuera la palabra de Dios. Cuando yo voy a hablar de abono, de crecimiento la palabra de Dios es básica. La oración, el ayuno, el congregarnos, todo esos principios que ustedes toman en las clases de discipulado cuando venimos al Señor, todos esos principios nunca debemos de soltarlos de nuestras manos. La palabra de Dios es clave, el ayuno, la oración, la cercanía con Dios en todos esos principios que a veces, ay, no pero eso era yo cuando recién convertida. Esos son los que nos mantienen pegados a la fuente, las bases de la Escritura y de la vida cristiana no cambian. Las bases bíblicas no cambian. Las bases para lo que es ser una vida fructífera en el Señor, productiva no han cambiado. Los tiempos cambian, el Evangelio y la manera de presentar el Evangelio a veces cambia, pero la verdad bíblica de los principios de la palabra de Dios no la podemos cambiar, tenemos que abonar nuestro terreno.

La Escritura también nos dice que Dios es nuestro sol. Y las plantas necesitan recibir sol. Las plantas necesitan no solo el abono, sino también el sol y Dios es nuestro sol, de él recibimos el agua, de él recibimos la luz que nos sostiene, de él recibimos la fuerza. Es interesante que mencionaba hace un ratito que en este pasaje bíblico se dice que la gloria del Líbano le será dada. Ya yo he hablado de la parte que nos toca a nosotros, aunque también he hablado de la parte que hace Dios, pero quiero también enfatizar que si por un lado nosotras somos responsables de hacer nuestra parte para florecer, este pasaje bíblico dice, la gloria del Líbano les será dada. Después que usted y yo somos responsables de hacer todo lo que debemos hacer pegados a la fuente, y de cuidar todo ese proceso para poder florecer, tenemos que descansar en que es la gloria del Señor dada por su gracia.

Hace un ratito estaba en la proyección un pensamiento que decía, su gracia es suficiente. Nosotras somos responsables para hacer todo lo que Dios espera de nosotros hacer, pero después de nosotras ser responsables descansemos que por la gracia de Dios no es, aunque tenemos que seguir haciendo, no es por lo que yo me gane por lo que hago, esto no es para un canje con el Señor, esto es soy responsable, Dios demanda de mí responsabilidad pero por su gracia él me hace florecer.

Yo he aprendido del Señor prácticamente recién convertida y a través de los años que yo tengo que ser responsable, claro que sí, pero mi dependencia no está en que porque yo fui responsable, por mis capacidades, por lo que estudié, por el grado que me dieron, miren yo puedo tener el grado que sea, y si yo no me preparo, y si yo no soy responsable delante de Dios buscando en oración y haciendo lo que tengo que hacer para poder traerles este mensaje, nada sale hoy de aquí, palabra hueca y vana. Pero no importa la herramienta que yo tenga, soy responsable por esas herramientas pero dependo de que el Señor, aquí está todo lo que yo hice, está en tus manos, para que tu Señor, por tu gracia y tu favor lo hagas florecer.

También encontramos en la Escritura, de esto voy a hablar bien brevemente porque tuve una predicación de esto precisamente en esta iglesia, que en Ezequiel 47, no tienen que buscarlo, hay una visión escatológica de un río que sale del altar de Dios y se describe ese río y se dice que del altar fluye unas aguas y esas aguas se van extendiendo y el profeta Ezequiel que se la está mostrando ese fluir de ese río, llega un momento que el varón, varón o ángel, que él está mostrando ese río que fluye en el altar, le dice, entra hasta cierto lugar en el río y le llega el agua hasta los tobillos, luego hasta las rodillas, luego hasta los lomos y luego llega un punto en que lo cubre y tiene que nadar. Y la imagen que se presenta ahí es la imagen de restauración profética, de restauración de Israel y lo que habla es de la presencia de Dios fluyendo, el río de Dios fluye desde la presencia de Dios salen esos ríos de agua viva, esos ríos de corrientes de bendición y todo lo que alcance ese río en esa visión escatológica en Ezequiel, hace que florezca. Describe esa visión escatológica que a las orillas del río hay muchos árboles frutales con variedad de fruto, describe esa visión escatológica que no solamente eso sino que el río hasta el Mar Muerto, mar donde no hay peces, no hay vida y aún esas aguas son sanadas y entonces hay muchos peces, hay muchos pescadores en un mar donde no había peces para pescar, porque la bendición del río de Dios llegó y trajo vida donde no lo había.

El desierto florecerá, el yermo florecerá, el lugar muerto, el área muerta de nuestra vida que muchas veces hemos tratado de mejorar, de tratar de lidiar con ello, si nos disponemos y hacemos nuestra parte Dios hará que florezca, aún el desierto, aún lo que está muerto puede tener abundancia de bendición de parte de Dios si nos disponemos a florecer.

También en el proceso de florecer hay un tiempo de espera, hay un tiempo de espera. Cada planta necesita un tiempo en particular, unas florecen más rápido que otras, ¿verdad? Pero lo importante es que si somos diligentes en el proceso para florecer, en el tiempo de Dios para nuestra vida, porque somos plantas diferentes en el Señor, diferentes tipos de flores, diferentes tipos de semilla, pero en el tiempo de Dios para tu vida tu ciertamente has de florecer. Ciertamente has de florecer.

Hay unas flores que salen cada año, ¿verdad? Hay otras cuando las siembras salen, cuando las siembras y luego el otro año no salen porque hay que sembrar nuevamente. Independientemente del tipo de planta que usted y yo seamos, yo le garantizo, mis hermanas, que si nos mantenemos tomando de la fuente Dios se determina a enviar su bendición, Dios se determina a enviar su favor sobre nuestras vidas y ciertamente floreceremos.

Ahora bien, hay un dicho que dice el que espera desespera. Y dentro del proceso de florecer como hay tiempo de espera de acuerdo a la planta que usted y yo somos, tenemos también que aprender a ser pacientes en el Señor. Diligentes haciendo lo que tenemos que hacer, pero con paciencia, esperando que llegue nuestro tiempo. La Escritura nos habla a nosotros que el sembrador siembra y luego espera que llegue la cosecha de lo que sembró. Hay un tiempo de espera y no podemos desesperarnos en ese tiempo de espera. Hay ocasiones en que Dios nos contesta bien rápido y un área de nuestra vida como que florece todo bien rápidamente. Hay ocasiones en que yo he estado ante el Señor trabajando en unas áreas y yo veo los resultados, o la contestación a una petición por ejemplo, a la semanas, dos semanas, a los dos o tres meses, y también he tenido situaciones delante de Dios que llevo 18 y 20 años en espera. Pero aún así sigo floreciendo en el Señor.

Porque coloco esa situación, y yo se que en un momento, también florecerá, pero mientras en esa área llega ese florecer, ese tiempo de Dios trabajar con esa área, tengo que seguir floreciendo en las otras áreas, porque la bendición de Dios no ha cesado, pero si yo me detengo a mantenerme solamente mirando, ay, en esta área Dios no ha contestado, entonces paso por alto todas las bendiciones que Dios estás haciendo en las otras áreas de mi vida, entonces viene la frustración. Aparentemente entonces considero que Dios no me está ayudando a florecer, que en mi vida no estoy floreciendo, pero aunque esa área todavía está en espera, ciertamente está floreciendo, Dios te está bendiciendo en otras áreas de tu vida.

No seamos engañadas por nosotras mismas o por el enemigo pensando que aunque estamos en espera, que por estar en espera, Dios no nos está bendiciendo. Ciertamente floreceremos aún cuando tengamos tiempos de espera largos.

A veces también en la espera, en ese sentido de desesperarnos llegamos a correr el riesgo de ir o buscar en los lugares que Dios no desea que busquemos. Por ejemplo, Israel cuando salió de Egipto llegó a un lugar, a Mara, y allí encontrar aguas amargas, en Éxodo de acredita esto. Entonces qué hizo Israel? En vez de decirle, Señor, guárdanos, provéenos en otro lugar, esta agua no debemos de tomarla, pero sabemos que tu has de proveer, en vez de decir eso, se quejaron contra Moisés y Moisés tiene que clamar a Jehová en favor del pueblo y a pedir pues, y Dios entonces le dice, toma este árbol, échalo sobre las aguas, las aguas se endulzaron y entonces las aguas ya se podían tomar y ya dejaron de ser amargas. Pero lamentablemente el pueblo se quejó. Dios tuvo que hacer lo que hizo, Moisés va delante de Dios y Dios se la resuelve ante la queja del pueblo. Pero la Escritura nos dice allí los probó Dios.

Y ¿saben qué? Más adelante en Elín ya Dios tenía provisión, tenía 12 fuentes de agua y 70 palmeras para su pueblo. Y a veces nosotros estamos en Mara, y el agua es amarga, y la identificamos amarga. Entonces comenzamos a quejarnos a pelear contra Dios, ¿verdad? Pero entonces Dios lo que espera es que si nos está probando con esa agua amarga que llegó en nuestro caminar, en nuestra ruta, ok, aquí está el agua, pues vamos a pasarle por el ladito y yo sigo mi caminito porque más al frente están las 12 fuentes y están las palmeras que me dejan ver que está la bendición esperándome en la trayectoria y en el plan de Dios que Dios tenía para Israel, que Dios tiene para mi vida.

El agua amarga de Mara va a aparecer en el camino. Eso nosotras lo sabemos. En este camino de florecer el agua amarga va a aparecer. Por un lado tenemos el agua viva del Señor de la cual tenemos que estar tomando, pero también van a haber estanques de aguas amargas y Dios nos ha de probar a ver qué nosotros vamos a hacer en medio de esa agua que se nos presenta, qué vamos a hacer? Intentaremos tomar de ella, empezaremos a quejarnos contra Dios? No, como decía da la vuelta, bordea el agua y sigue caminando porque la bendición de Dios está más adelante. No nos quejemos contra el Señor en este proceso de florecer.

Por otro lado también podemos decir otro ejemplo de las Escrituras que cuando estamos en tiempo de espera a veces las aguas nos pueden parecer que no son estables. Jeremías experimentó este sentimiento cuando, por estar proclamando la palabra profética del pueblo, es perseguido hasta el punto de que al final lo mataron, pero es perseguido hasta en peligro de muerte muchas veces, y en un momento dado después de ser responsable ante Dios por comunicar la palabra al pueblo y a otras naciones, se angustia. El profeta se angustia y le pregunta al Señor, ¿serás para mí como aguas que no son estables? Un agua que no es estable es un agua que no se puede nadar, es un agua que no te da seguridad para tu meterte en ella, y el profeta se siente tan y tan cargado por la situación de que siendo responsable ante Dios y han venido persecuciones y a nosotros también hemos experimentado a veces, que aún por servir al Señor han venido persecuciones. Y el profeta llegó un momento que se siente desesperado y declara y le pregunta al Señor, serás para mí como aguas que no son estables?

Y yo les repito, las aguas que no son estables no hay seguridad. Pero Dios desea que aprendamos e identifiquemos que no importando las circunstancias que puedan venir a nuestras vidas como las que le pasó a Jeremías aún por servir al Señor, no importando las circunstancias, no pensemos que Dios es para nosotros aguas que no son estables. En él hay fuentes de agua viva, no es agua estancada, no es agua turbulenta, no es corriente que nos quiere dañar. Dios tiene bendición, Dios tiene bien para nosotros. No confundamos dentro de los procesos de Dios de las cosas difíciles que vienen a nuestra vida y pensemos lo que el enemigo quiere que pensemos, que Dios no es estable para mí. Dios es estable a pesar de que se esté removiendo la tierra. Dios es estable a pesar de que las circunstancias me hagan estremecer. Dios sigue siendo estable y firme para mí, él me da seguridad de que ciertamente he de florecer.

En Jeremías también Dios promete a Israel restauración y les dice que les hará andar junto a arroyos de agua. Un profeta que se siente de esa forma, a ese mismo profeta Dios le sigue dando palabra para Israel y le declara que a su pueblo los hará andar junto a arroyos de agua. Jeremías mientras comunica la palabra profética tiene que haber entendido, ay, Señor, perdóname porque hace un ratito te dije que eres para mí como aguas que no son estables y tu lo que dices a tu pueblo es que tu Señor eres para nosotros y que nos vas a hacer andar junto a arroyos de agua que implica aguas que están fluyendo, aguas que están corriendo, aguas vivas.

Decía yo el dicho de que el que espera desespera y hay veces que ciertamente nos desesperamos. Pero Dios nos dice que guardemos nuestro corazón, guardemos nuestro corazón para que no se contamine, para que no se dañe en ese tiempo de espera. Guardemos nuestro corazón si ya hemos perdonado en un área pero la situación sigue presente aunque ya tomamos la determinación de perdonar, Dios nos dice, guarda tu corazón, guarda tu Manasés, cuida tu Manasés y Dios te hizo perdonar, Dios te hizo ya olvidar las circunstancias pasadas aunque todavía siga ahí algo rondando, guarda tu corazón, guarda tu Manasés, ya Dios te hizo olvidar, como le dijo a José, Manasés era el nombre que José le dio a uno de sus hijos. José fue un personaje bíblico que sufrió mucho, que fue vendido por sus hermanos, pero finalmente llegó a ser la mano derecha de faraón y cuando tiene este hijo le pone por nombre Manasés que significa Dios me hizo olvidar, le hizo olvidar, porque Dios lo bendijo, lo prosperó en medio de la situación difícil.

Y Dios nos dice hoy, en medio de las circunstancias que sean, guarda tu Manasés. Si ya declaraste, no esto ya Dios me hizo olvidar, ya esto pasó, guarda tu corazón, no volvamos atrás en lo que ya Dios ha hecho, en lo que ya hemos declarado en nuestro interior. Guarda tu corazón porque Dios una vez me dice a mí, si tu corazón se daña, yo no te puedo usar. Guarda tu Manasés, hija de Dios porque si tu corazón se daña Dios no te puede usar. Entonces el perfume no saldrá, entonces la rosa hermosa que será de bendición a otros ya no florecerá como Dios espera. Guarda tu Manasés.

En la espera también, qué tenemos que hacer? Isaías 35, versículo 3, el versículo siguiente a los últimos que leímos dice:

“..fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles….”

Hay que fortalecer lo que está cansado. En este caminar cristiano hay muchas veces que hemos tenido experiencias extraordinarias pero a pesar de esas experiencias extraordinarias también nos cansamos, también como que el desánimo y el desaliento quiere venir. He escuchado a muchos siervos de Dios que aún después de tener experiencias gloriosas, extraordinarias de mover de Dios tremendo en su ministerio, luego entonces viene un tiempo como de angustia, como de temores, de interrogante, de todo este tipo de cosas que quieren opacar lo que Dios ha hecho. Y Dios nos dice a nosotros que tenemos que fortalecer cuando experimentamos que se cansan nuestras manos, cuando experimentamos que nuestras rodillas ya como que están… hay que fortalecerlas. Están cediendo las rodillas, hay que fortalecerlas. Hay que fortalecerlas en el Señor para llegar a florecer y alcanzar lo que Dios tiene para nosotros.

También hay que animar a los demás, no solamente fortalecernos nosotros, sino que el versículo siguiente dice:

“… decid a los de corazón apocado esforzaos, no temáis. He aquí que vuestro Dios viene con retribución con pago, Dios mismo vendrá y os salvará….”

No solamente tenemos que procesar lo nuestro sino que Dios quiere que florezcamos, Dios quiere que en ese tiempo de espera y de florecer, fortalezcamos nuestras rodillas, nuestras manos pero también demos ánimo a los de corazón apocado. Así que este florecer tiene que ver conmigo, con mi propósito, lo que Dios tiene conmigo, pero también lo que Dios tiene con otras personas a través de mi vida. Dios espera que en este tiempo de espera, valga la redundancia, podamos aún fortalecer a otros.

Recuerdan que les dije que en Palestina, especialmente en las planicies las flores florecen de momento profusamente, se llena de gladiolas, de iris, de narcisos, de lirios, y estas áreas se ponen hermosas cuando menos uno lo espera como los blue bonets de Texas. Hay un dicho que dice, en el momento más oscuro de la noche viene el amanecer.

Si somos diligentes en ese proceso para florecer en el momento que menos esperemos ciertamente floreceremos. Y cuando florecemos la gente, las personas ven la vida de Dios en nosotros. La gente ve lo hermoso de esa rosa, nadie a veces entiende, la gente no va a entender los procesos que hemos pasado, los procesos que hemos pasado quizás de sufrimiento, de dolor, de espera, de interrogantes, etc., etc., la gente no ve eso, pero la gente ve la gloria de Dios en nosotros porque hemos permitido que Dios obre en nuestras vidas.

Así que aunque el tiempo de florecer pareciera tardar no nos desesperemos. Isaías 35, el versículo 2, la parte última decía:

“…. Ellos verán la gloria de Jehová….”

Ciertamente Dios está asegurando que ocurrirá, ellos verán la hermosura del Dios nuestro. Las Escrituras nos dice a nosotros, Jehová cumplirá su propósito en mí. Así en el proceso de florecer hay tiempo de espera, no nos desesperemos porque ciertamente Dios es fiel para cumplir lo que ha declarado con su boca.

También en el proceso de florecer tenemos que mirar al futuro creyendo y declarando, creyendo y declarando. Decía hace un rato que el sembrador, luego que siembra, no se sienta a decir, ay, sembré pero no va a pasar nada. No, el sembrador hace su trabajo porque espera que venga la cosecha, espera que venga el fruto, así que nosotros tenemos que creer que ciertamente el fruto de Dios se dará profusamente en nuestras vidas.

En Isaías, no tienen buscarlo, Capítulo 27:6 Dios dice, días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel. Y la faz del mundo llenará de fruto…”

Días vendrán cuando tu y yo echaremos raíces o estamos ya echando raíces, días vendrán cuando tu y yo floreceremos, cuando echaremos renuevos y el mundo conocerá y el mundo verá que nuestra vida está llena de fruto y seremos de bendición. Dios espera que Israel sea restaurado, Dios espera que Israel florezca, Dios espera que tu y yo florezcamos profusamente porque Dios cree en ti.

Dios cree en ti. A veces nosotras no creemos en nosotras mismas, y es por eso que Dios tiene que estar repitiéndolo, palabras y expresiones como estas, pero Dios cree en ti que ciertamente has de florecer, por lo tanto, tenemos que mirar al futuro creyendo y también declarando. O sea, abriendo nuestros labios para declarar lo que Dios ha dicho de nosotros.

¿Para qué nosotros abrimos nuestros labios? Para lamentarnos, para quejarnos, para ay Señor, y esto y lo otro, y lo otro y lo otro. Abrimos nuestros labios para decirle gracias Señor, porque aunque esta circunstancia está, yo sé que tu estás conmigo, yo sé que yo voy a salir adelante. Qué sale de nuestros labios? Salen palabras positivas que declaran la verdad de Dios? No estoy hablando positivismo vano, sino palabras positivas basadas en la palabra de Dios, en los principios de Dios que declaran las bendiciones de lo que Dios ha declarado. Ya es su palabra para nosotros o salen de nuestros labios quejas que no producen nada. Tenemos que creer y declarar la bendición y la bondad de Dios para nosotros.

Las declaraciones negativas no nos llevan a florecer. Si yo lo que declaro, yo no sirvo para nada, para nada sirvo. Si yo lo declaro, ay, conmigo no va a pasar nada conmigo, con los demás sí pero conmigo no, le aseguro, nada va a pasar con usted. Pero si yo lo que declaro es, Dios tiene propósitos conmigo, Jehová cumplirá su propósito en mí, yo soy una rosa hermosa, yo voy a florecer profusamente, yo estoy ya floreciendo, Dios me va a usar. Yo soy tesoro de Dios, yo soy importante para Dios, yo soy instrumento de Dios, ciertamente lo que declaro con mis labios es lo que estoy creyendo en mi corazón y Dios cumplirá su propósito en mí.

Cree y declara aunque si alguna de ustedes está pasando por un desierto, aún así, cree y declara así como Dios le declaró a Israel que ciertamente florecería porque él es tu fuente en el desierto.

Hace un rato mencioné a José, ¿verdad? Cuando hablé de Manasés y quiero mencionarles otro versículo bíblico, no tienen que buscarlo pero está en Génesis 49:22, cuando Jacob está declarando bendición sobre su hijos, está ya a punto de morir y está declarando la bendición patriarcal a sus hijos y quiero mencionar en específico lo que dice de José. Dentro del contexto general de ese pasaje, de ese Capítulo cuando habla de José llega a mencionar que José pasó por en unas palabras bien específica, yo lo estoy generalizando, por amarguras pero que fue fortalecido, llega a mencionar las dificultades que pasó José pero cuando declara la palabra patriarcal de bendición del padre al hijo, declara lo siguiente:

“… rama fructífera es José, ¡Aleluya! Rama fructífera junto a una fuente cuyos vástagos se extienden sobre el muro…”

Ciertamente habla dentro del contexto de que José pasó por situaciones difíciles, su padre supo por las situaciones que pasó su hijo, pero cuando le declara la palabra de bendición declara que es rama fructífera porque está junto a piedras? No, no, es rama fructífera porque está junto a la fuente. Y entonces por estar junto a la fuente sus ramas, qué hacen? Se extienden. Rama fructífera eres tu, rama fructífera somos nosotras. Si nos mantenemos pegadas a la fuente. La palabra de bendición, la palabra de florecer está sobre nuestras vidas si nos mantenemos pegadas a la fuente.

Recuerdan que hablaba del pámpano y de la vid, hay que estar pegados al Señor para poder florecer aún cuando la planta de uva tiene que ser podada y se pasa por situaciones difíciles se poda para florecer, pero hay que estar pegado al pámpano. Una cosa es podar y otra cosa es cortar. El podar hace que se produzca más pero si permitimos que seamos cortados por x razón, por negligencia, por lo que sea, entonces no vamos a florecer. Tenemos que permitir ser podadas por Dios para fructificar, para dar frutos y fruto en abundancia.

También en el proceso de florecer hay que aprender a convertir el valle de lágrimas en fuente, hay que accionar, hay que hacer algo. El salmo 84, los versículos 5 al 7 dicen de la siguiente forma:

“… bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos, atravesando el valle de lágrimas, ¿Qué hacen? Se quedan ahí llorando? No, verdad que no, dice el texto bíblico, lo cambian en fuente, lo negativo lo convierten en positivo.

Cuando la lluvia llena los estanques y entonces ¿que ocurrirá? Irán de poder en poder, verán a Dios en Zión. El hundirnos en el valle de lágrima, aunque como dije, hay procesos en que tenemos llorar y Dios no se molesta con que lloremos, pero el quedarnos ahí, el quedarnos en el llanto, en la depresión no nos lleva a nada, no nos lleva a vivir de poder en poder, no nos lleva a fructificar, no nos lleva a florecer. Tenemos que aprender a cambiar el valle de lágrimas ¿en qué? En bendición. Tenemos que aprender a cambiar el valle de lágrimas en fuente.

Las Escrituras nos dicen a nosotros en Romanos, Capítulo 8 que Dios hace que todas las cosas obren para bien de aquellos que aman al Señor y lo que dice el texto bíblico es que Dios hace. Algunas versiones simplemente dicen todas las cosas obran bien para los que aman al Señor. Parece como que verdad, sabemos que Dios, pero las cosas, pero el texto bíblico lo que dice es Dios hace. O sea, Dios se ocupa que todo obre para bien, por lo tanto somos llamadas a aprender a cambiar el valle de lágrimas en fuente de bendición aún las cosas negativas, tornarlas en cosas positivas.

Hay otro dicho que dice que si lo que me dan son limones, ¿Qué tenemos que hacer con limones? Son agrios, le echamos y cual ………… para los que no podemos tomar mucho azúcar, le echamos azúcar y formamos una limonada y nos la tomamos, pero si nos quedamos contemplando los limones, nada hacemos con ellos. Así que el valle de lágrimas somos llamadas a tornarlo en qué, en fuente, en bendición de Dios.

La Escritura también nos dice en Cantares Capítulo 2, por qué aquí ha pasado el invierno, se ha mudado la lluvia se fue, se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola.

Este pasaje bíblico en Cantares que describe la relación hermosa entre un hombre y una mujer, pero en estos versículos en particular está hablando, dentro de la descripción de esa relación, cómo ha llegado que en esa relación amorosa como ha pasado el invierno, y ha venido la lluvia ya se fue, y entonces ¿que ha venido? Ya se oye la tórtola, ya llegó la primavera. Y como hablaba yo al inicio, las estaciones del año aquí las podemos diferenciar claramente. El invierno se va, la lluvia ya se fue de tu vida. El invierno se está yendo y es tiempo de que entendamos que la primavera de Dios ya llegó a nuestras vidas, que la voz de la tórtola ya se está escuchando, que ciertamente Dios está haciendo que nuestra vida sea productiva y que florezcamos.

En Ageo, Capítulo 2, versículo 9, fíjese lo que dice este versículo: “… no está aún la cimiente en el granero, oigan eso, ni la vid de la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía, o sea están en el proceso, todavía no han florecido, todavía la cimiente no está en el granero, más desde este día os bendeciré…”

Todavía estamos en los procesos, nos dice el Señor a algunas de nosotras, a otras nos dice, ya mira, estás ahí, ya floreciendo, ya la flor está saliendo. A otras todavía hay que esperar un poquito más, pero desde este día nos dice el Señor hoy, desde este día os bendeciré. No importando la etapa en tu vida, el tiempo de Dios para tu vida como planta de Dios hermosa que eres, no importando el tiempo de Dios para florecer, el proceso en el momento en que estés ahora, Dios te dice hoy, todavía quizás no has florecido, todavía quizás el capullo no ha salido pero te digo, que desde este día te bendigo hija mía.

Solo tomando de la fuente para casi concluir podemos decir que solo tomando de la fuente es que podemos florecer, que cuando florecemos somos bendecidas, vivimos vidas realizadas en Dios, podemos bendecir a otros, personas cercanas a nosotros, personas no creyentes, otros se gozan en ver la obra, la gloria de Dios en nosotras, somos productivas en nuestras vidas y para bendecir a otros, podemos decir que cuando florecemos el Reino de Dios también se extiende a través de nosotras. Damos gloria a Dios en nuestro florecer que cuando florecemos vivimos vidas victoriosas y plenas en el Señor, por lo tanto, hermanas, el llamado de Dios es a tomar las acciones que tengamos que tomar, las determinaciones que tengamos que tomar, a no quedarnos recostaditas, tomar de la fuente, hacer lo que tenemos que hacer, tener las actitudes positivas necesarias para lograr ser mujeres realizadas en Dios y florecientes.

Y repito para el cierre pueden pasar las hermanas de la adoración, el versículo de Ageo que me encanta, escuchémoslo nuevamente:

“… no está aún la cimiente en el granero, ni la vid ni la higuera, ni el granado ni el árbol de olivo ha florecido todavía más desde este día os bendeciré…”

Mantente tomando de la fuente porque llegó tu tiempo de florecer. Puestas en pie por favor. Tea doramos Dios, oh te adoramos, Señor. Oh te adoramos Jehová de los ejércitos. Gracias, Señor.

Oh, gracias Señor porque en ti hay bendición. Gracias Señor, porque tu tienes palabra de bien para nuestras vidas. Gracias Señor, porque tu tienes palabra de bien para nuestros corazones, para nuestra alma, para nuestro espíritu, para nuestras casas, nuestros hogares, nuestros esposos, nuestros hijos, nuestra familia, Señor, nuestros parientes, oh Dios, tu tienes palabra de bien para nosotros, Señor. Tu tienes palabra de bendición, tu tienes palabra de fructificación, tu tienes palabra de prosperidad en el sentido bíblico, tu tienes palabra de bendición y de bien para nosotros, hoy, gracias Señor.

Levantemos nuestro corazón al Dios. O continuemos con nuestro corazón levantado al Señor y digámosle, Señor aquí estoy. Estoy floreciendo, o digámosle, estoy a punto de florecer, o digámosle, estoy dispuesta a florecer, estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario hacer pero quiero florecer, Señor, recibo tu palabra hoy, recibo tu palabra que me dice desde este día, te bendigo. Recibo tu bendición hoy.

Recibe lo que Dios tiene para ti. Bendito eres Dios. Bendito eres, Señor. Levanta tus manos al cielo. Levanta tus manos al cielo. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Ahí donde tu estás recibe la bendición de Dios para tu vida. Ahí donde tu estás recibe lo que Dios tiene para ti. Disfruta de su presencia, disfruta de su bendición, Dios desea que seas productiva, que tu puedas tomar esta palabra hoy al salir de aquí, ponerla por obra, y ser productiva en el Señor, profusamente florecerá.

Decláralo con tus labios, yo estoy floreciendo profusamente. Declara esto. Díselo al Señor, gracias Señor porque yo estoy floreciendo profusamente. Gracias Señor, porque de este día tu me has bendecido, tu me bendices hoy. Gracias Señor, porque declaro palabra de bien sobre mi vida, no palabra de mal. Gracias, Señor porque declaro cosas positivas sobre mi vida, no cosas negativas. Gracias, Señor, porque declaro que ríos tuyo fluye en mi vida desde mi interior, que tu bendición fluya en mí, oh Dios. Gracias Señor, ¡Aleluya! Te adoramos Dios.

Oh te adoramos. He aquí que mi lluvia de bendición está sobre tu pueblo. Lluvia de bendición está sobre ti, pueblo, dice el Señor. Mi lluvia de bendición está sobre ti, pueblo, te dicta el Señor. Derramo mi bendición sobre ti. El Señor está declarando que derrama su bendición sobre ti, pueblo. Y tiene una lluvia abundante, tiene una lluvia abundante. Tiene una lluvia de bendiciones, tiene una lluvia que refresca. Recibe lo que Dios tiene para ti. Recibe lo que Dios tiene para ti. Gracias, Señor.

Toma de la fuente - parte 1

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Es un placer estar nuevamente aquí con ustedes y realmente en los planes de Dios estaba todo esto. Hace unos meses atrás estábamos hablando por teléfono Roberto y yo acerca del libro que él acaba de publicar, estábamos hablando del libro mío, estábamos dialogando de la posibilidad de venir por el área.

Y así, tentativamente, hablamos de una posible fecha pero para confirmar más tarde. Al poco tiempo me llama Meche y me dice: "¿Sabes qué, Awilda? Tengo aquí que Roberto tiene pendiente tal fecha para ver, para confirmar más adelante, como que vienes para esta área" y dice, "y yo quería traerte para esa fecha, precisamente, para la misma fecha para la actividad de mujeres que tenemos hoy".

Así que Dios está en control de todo, Dios tiene todo en su agenda y dentro de todas las cosas que Dios quiere hacer, lo más importante es que Dios desea que podamos comprender o refrescar nuestro entendimiento en cuanto a la verdad Bíblica, los principios Bíblicos de que nosotros tenemos que estar conscientes que necesitamos tomar de la fuente constantemente, día a día. Procurar vivir bajo el favor de Dios porque en la fuente de Dios encontramos su favor y su Bendición.

Inclinemos nuestro rostro, ahí donde estamos y oremos: 'Padre te damos gracias porque hemos podido adorarte con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser. Y en esta hora, Señor, continuamos ante tu Bendita presencia ¡Oh, Dios! y te decimos, Señor que queremos seguir atentas a Ti, Señor. Atentas a lo que Tú tienes para nosotros en este día. Hemos venido a tomar de la fuente, hemos venido a tomar de Tu Palabra, te necesitamos, ¡Oh, Dios! y... en Cristo Jesús de tal manera que Tu Palabra haga en nosotros aquello por lo cual Tú la envías, Señor. Gracias, te damos en esta hora; Gracias por lo que Tú estas haciendo y por lo que vas a seguir haciendo. Gracias Señor, Amén, Amén.

Les invito a que nos ubiquemos nuevamente en Juan Capítulo 4 que es el texto clave de la temática de este día.

Juan, Capítulo 4. Y ya se leyó al inicio del Servicio, pero quiero que volvamos a leer los Versículos 13 al 14. Dice de la siguiente forma: 'Respondió Jesús hablando con la mujer samaritana y le dijo: "Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed. Más el que bebiere del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será una fuente de agua que salte para vida eterna".

Este pasaje de las Escrituras muy conocido y especialmente muy conocido cuando hablamos en el sentido Evangelistero, ¿verdad qué sí? Este pasaje de las Escrituras nos habla a nosotros de una mujer samaritana y su encuentro con Jesús de Nazaret. Su encuentro con el Maestro, su encuentro con el Mesías. Y habían tres factores -podrían haber muchos más- pero quiero mencionar tres factores en particular que esta mujer tenía en su contra.

El número uno que quiero mencionar es que esta mujer, ¿era qué? Ya lo mencionamos: samaritana. O sea esta mujer pertenece a una raza rechazada por los judíos. Cuando en un momento dado en la historia del pueblo de Dios, los asirios, el pueblo asirio ataca al pueblo de Dios y ataca a Samaria ¿Qué hizo el pueblo asirio? Deportó a todos los habitantes de Samaria, trajeron gente de otros lugares y, ¿qué ocurrió? Aquellos judíos que quedaron en Samaria se mezclaron con los que llegaron de otros lugares, entonces los samaritanos ya no eran… ¿qué? Judíos puros, sino que eran mezclados y eran considerados por la raza judía como gente… ¿qué? Como gente menospreciable. No eran considerados como parte de los judíos ya porque se habían mezclado con otras razas.

Así que, esta mujer dentro de lo que tiene que ver con la cultura judía era, tenía una desventaja y es el hecho de que… ¿era qué? Samaritana. No era de la raza por excelencia, no era de la raza pura y en adición a eso podemos también mencionar que esta mujer; el sólo hecho de ser mujer era otro aspecto que estaba… ¿en qué? En su contra o que no le favorecía.

En el mundo antiguo las mujeres no contaban para nada. A veces pasa así en algunas culturas hispanas, pero gracias a Dios en nuestros tiempos eso ha cambiado muchísimo, ¿verdad? Mucho más en estas áreas.

Pero, la realidad es que en el mundo antiguo -aún en el presente- la mujer no cuenta prácticamente casi para nada. Y resulta ser que el ser mujer en el mundo antiguo era algo bien crítico y el ser mujer dentro de la cultura judía también era algo bien crítico en el sentido que nosotros hoy entendemos: que se aprecia y se estima en sus diferentes funciones. En el pueblo judío es una cosa, muy diferente. Tan es así, que los judíos consideraban a la mujer impura desde -como si estuviese impura, como si tuviese menstruación- la cuna. Y disculpen que utilice los términos exactos y médicos y correctos. Desde la cuna. Se le consideraba impura a la mujer, por ser mujer como si tuviese menstruación desde la cuna.

Un judío podía orar a Dios, o acostumbraba orar a Dios, diciéndole: "Gracias, Señor, porque ni nací gentil y ni nací mujer". Así que, la mujer dentro de la cultura judía no era considerada en estima -aunque Dios siempre nos ha considerado en estima- pero, dentro de lo que es la cultura, no era considerada con estima. Esta mujer, tenía muchas cosas en contra suya; o por lo menos estoy mencionando tres aspectos.

Y el tercero de ellos es, que según la narración Bíblica para colmo samaritana, mujer y para colmo pecadora. Una mujer en una condición de pecado. Pero, esta mujer que tenía estos factores, y muchos más que podríamos mencionar en su contra, era una mujer que ante la persona de Jesús encontró respuesta para su vida, para sus necesidades ante la sed que ella tenía que aún quizás ella misma no sabía ni siquiera identificar. Jesús le suple conforme a su necesidad aún dentro de su condición de pecado. No importando los factores que pudiesen estar en su contra, Jesús no la rechazó; al contrario, las Escrituras dicen al inicio de esa narración, de este pasaje que a Jesús le era necesario pasar por Samaria y los judíos cuando tenían que ir a cierto lugar que tenían, que la ruta implicaba Samaria, ¿qué hacían? Bordeaban y daban la vuelta pero no pasaban por Samaria porque era un pueblo impuro. Pero, la Escritura nos dice a nosotros que a Jesús le era necesario pasar por Samaria.

¿Por qué le era necesario pasar por Samaria? Porque allí había una encomienda de llevar agua viva a una mujer que lo necesitaba. Y a Jesús le era necesario pasar cerca de nuestras vidas en un momento dado en que nosotras no le conocíamos, en un momento dado en que nosotras estábamos en nuestra Samaria, Jesús determinó pasar y tocar nuestras vidas y llegar a nuestros corazones y le dijimos, "Sí, Señor, aquí estamos y te aceptamos. Quiero tomar de esa agua viva".

Pero es interesante, importante, que podamos entender que ese momento tan hermoso de encuentro, de primer encuentro con el Señor se tiene que repetir día a día en nuestras vidas. Jesús no rechazó a esta mujer, Jesús no nos rechazó a nosotras. Nosotras también éramos mujeres samaritanas. Nosotras también teníamos nuestra condición de pecado fuese cual fuese. Esta mujer tenía una condición de pecado en el área sexual, nosotras teníamos la condición que fuese. Quizás opuesto a pecado moral o sexual, que teníamos el pecado de creernos - como me pasaba a mí- que éramos muy santitas porque me habían criado en mi casa de una forma y unos principios morales tales que yo viví una vida muy santa, muy buena gente, yendo a la Iglesia Episcopal todos los domingos, todas las semanas.

Acostumbrada a una educación moral en la casa bien firme, pero, ¿saben qué? Yo estaba igual que esta mujer samaritana porque yo no tenía al Señor. Independientemente de la condición que nosotros tuviésemos, si yo por mí parte me creía que estaba bien, un día Dios me confrontó en mi Samaria y me dejó ver: 'No te creas que porque desde chiquita has ido a la Iglesia y has experimentado, que has tenido una buena vida y moral, etc., etc., que tú no tienes pecado. Por cuanto todo es pecado están destituidos del Reino de los Cielos.’ Y un día Dios se concientizó en mi Samaria. Todas teníamos y estábamos en nuestra Samaria y Jesús no nos rechazó.

Jesús no rechaza a esta mujer siendo Él… ¿siendo qué? Judío. No rechaza a esta mujer… ¿siendo qué? Hombre. No rechaza a esta mujer siendo Él puro y sin pecado, siendo Él el Hijo de Dios. Al contrario, Jesús le da una invitación, le invita a tomar del agua viva. No importando su condición, Jesús abre y da y extiende una invitación. La invitación más importante que le había llegado a esta mujer. Había tenido muchas invitaciones en su vida según lo que narra la Escritura aquí y según la pregunta que más adelante Jesús le dice. Pero Jesús le hace la invitación por excelencia. Y Jesús comienza a tocar con ella el tema de lo que es el agua viva y precisamente ese es el tema principal de este pasaje Bíblico y de la conversación entre Jesús y esta mujer.

A diferencia de ella, ya nosotras -asumo-, o la mayoría de nosotras… ¿hemos sido qué? Rescatadas ya por el Señor. A diferencia de ella que en este momento en el pasaje Bíblico se está encontrando con el Maestro, ya nosotras nos encontramos con el Maestro. Ya fuimos rescatadas, pero hay otra cosa que no estamos en diferencia de ella, que aunque ya fuimos rescatadas lo necesitamos hoy en día como esta mujer lo necesitó en su momento. Hay otras áreas en nuestras vidas que Dios desea trabajar con nosotros y que nos dice: 'Necesitas tomar del agua viva que un día, hace tiempo atrás ya tomaste. Hoy tengo agua viva para ti,’ dice el Señor.

En los versículos 4 al 5, luego que indica en el 4 que le era necesario pasar por Samaria, dice que, “vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José, y que allí había un pozo,” y que Jesús… ¿estaba qué? Cansado… ¿de qué? Del camino. Al pozo se le llamaba el pozo de Jacob y es interesante que hay dos palabras en griego para pozo, que se traducen: pozo. Una de ellas es 'prear' que se refiere al pozo cavado para conseguir agua, o sea, el hoyo este que hace el ser humano, el hombre para poder cavar agua. Pero entonces tenemos otra palabra que se llama 'pegue' que algunos la pronuncian 'peje' y esa quiere decir "la fuente de agua". ¿Me captan?

El pozo es el que el hombre crea, pero por más que el hombre cree y levante o ahonde y trate de sacar agua, si la fuente no está ahí no sale nada. Y es interesante que esta mujer llegó… ¿a dónde? Al pozo, al prear, ¿verdad?

Pero, ¿qué encontró? La fuente de donde verdaderamente fluye, de donde verdaderamente se produce... de donde verdaderamente sale, ¿qué? El agua de vida eterna.

Jesús está en el pozo de Jacob y esta mujer llega… ¿a qué? A sacar agua. Esta mujer llega muy de seguro a la tarea común que ella acostumbraba a hacer diariamente a buscar agua para las necesidades diarias y Jesús se encuentra allí con esta mujer porque Jesús tenía sed y se para en este lugar precisamente porque le era necesario pasar por Samaria.

Y cuando se encuentra con esta mujer samaritana, Jesús le hace un ofrecimiento, que al entrar en un diálogo Jesús llega un momento que le hace el ofrecimiento más importante -como mencioné- que esta mujer pudo haber recibido.

Pero antes de dar más detalles de esa declaración de los versículos iníciales que leímos, quiero mencionar unos detalles acerca de este diálogo entre Jesús y la mujer samaritana. Y los detalles que voy a mencionar nos van a llevar a ver que lo que Dios desea darnos a nuestras vidas diariamente es Su Bendición, Su presencia, es Su favor como se lo ofreció y se lo dio a esta mujer.

Jesús estaba cansado del camino. Jesús estaba cansado de lo que había estado haciendo en ese día. Se sienta junto al pozo, estaba solo porque los discípulos habían ido a comprar algo de comer y dice la Escritura que era "como la hora sexta". Esa hora es más o menos el mediodía y esta mujer como mencioné fue a hacer quizás lo que acostumbraba hacer. Pero es interesante, que las mujeres iban al pozo a sacar agua usualmente al atardecer cuando ya el sol había… ¿qué? Bajado, ¿verdad? Y ya no era tan fuerte. Pero, esta mujer iba… ¿a qué hora? A la hora más crítica, al mediodía. Muy posiblemente -o muy de seguro-… ¿para qué? Para no encontrarse con las otras mujeres que sabían de su condición. Era una mujer samaritana y aún las mujeres mismas samaritanas dentro de la práctica de su religión, que ellos entendían que también eran el pueblo escogido de Dios, tenían que tener cuidado de juntarse… ¿con qué? Con otras mujeres samaritanas que tuviesen una vida moral indecente.

Así que, muy de seguro, esta mujer fue al mediodía para evitar el encuentro con las otras mujeres porque ella tenía una mala reputación. Y Jesús le pide de beber. Jesús le pide de beber. Y ella lo que le contesta -en el versículo 9- ante lo que Jesús le dice, le contesta de la siguiente manera: “¿Cómo tú,” -con una pregunta-, “que siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana?”

Jesús le pide de beber, ella lanza para atrás una pregunta. Tú eres judío -o sea los judíos y los samaritanos no se llevan entre sí- y ¿cómo tú siendo judío me pides a mí de beber?

El que le pidiera de beber a una mujer samaritana era algo que Jesús dentro de la cultura judía no debió de haberlo hecho. Pero Jesús rompe las barreras que tenga que romper. Nosotras no merecíamos que Él se acercara a nosotras en nuestra Samaria, pero Él rompió lo que tuviese que romper para alcanzarnos un día. Jesús rompe las barreras con esta mujer que tiene que romper aún las barreras de su propia cultura, de su propia religión porque Él traía el agua viva. Él traía el agua verdadera. Y Jesús, no solamente rompe con la cultura, con los principios de esta cultura sino que sobre todas las cosas el romper con esos principios lleva a una vida que quizás estaba… -bueno, muy de seguro- estaba consciente de su condición, pero aunque estaba consciente de su condición cuando Jesús entra en diálogo con ella encontramos que esta mujer ante lo que Jesús le dice lanza respuestas, y preguntas y preguntas y van y vienen y como que comienza a evadir el trato, el diálogo o la conversación que Jesús tiene con ella.

Así que Jesús rompe con los principios que tenga que romper establecidos por la cultura para alcanzar las vidas que tenga que alcanzar así como un día nos alcanzó a nosotros. Y Jesús torna esta conversación -que parece ser una conversación normal y una conversación normal acerca del pozo, del agua, de que tengo sed, de que vengo cansado, dame de beber- la torna en… ¿qué? En una conversación espiritual. Pasa del plano humano y terrenal al plano espiritual. Y cuando pasa al plano espiritual en el versículo 10 observamos que dice: 'Respondió Jesús y le dijo: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva".

Del plano terrenal: tengo sed, estoy cansado, dame agua pasa al plano espiritual: 'Es que, mira, si tú supieras quién es el que te está pidiendo; ¡el que te está pidiendo tiene para darte a ti de beber! El que te está pidiendo a ti agua para el sustento físico por el cansancio o por el sol del mediodía, este que te está pidiendo realmente lo que vengo aquí es a darte lo que tengo para darte'.

Y Dios nos dice hoy: '¿Tú me estás pidiendo?' Alguna de nosotras Dios nos dice: 'Tú estás en angustia, tu has estado pidiendo por tus hijos, por tu familia, por esta situación, por la otra, por la otra y estas pidiendo y estás pidiendo, pero yo tengo una Bendición para ti que es ese reposo espiritual en tu alma y en tu ser cuando tomas de esta agua viva que yo te doy cada día. Y esa agua viva te ayudará a reposar en medio de tu situación, en medio de tu circunstancias'.

Es por eso, que al inicio les decía que lo que Dios desea de nosotros es que de esa agua viva que tomamos en un día en nuestras vidas, nos mantengamos tomando… ¿qué? día a día.

Sigue el versículo siguiente: "La mujer le dijo: 'Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo’“. No tienes con qué sacarla y el pozo es hondo. Jesús está en un plano… ¿qué? Espiritual y ella vuelve a un plano… ¿qué? A un plano humano. No está entendiendo.

Y ella le pregunta: "¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?", sigue en un plano ¿qué? Terrenal. Y entonces luego vienen los versículos que leí al inicio cuando Jesús le declara que Él tiene agua viva para darle a esta mujer. Y cuando hablamos de aguas vivas, estamos hablando de aguas que corren. No estamos hablando de aguas estancadas, estamos hablando de aguas que están… ¿qué? Corriendo constantemente como las de un río, como las de un arroyo. No se refiere a un agua estancada, pero por estar estancada pueden venir animalillos, en Puerto Rico les decimos mimes, en un momento dado el agua puede apestar porque el agua estancada… ¿qué? No sirve para tomarse, no sirve para nada. El agua estancada es peligrosa al consumirse, pero el agua viva es un agua que… ¿qué? Que corre.

La Biblia nos dice a nosotros "que la fuente nunca deja de manar su agua". Jesús le está ofreciendo a esta mujer agua viva de la fuente. ¿Recuerdan pozo y fuente? Jesús le está ofreciendo agua viva de la fuente porque "la fuente nunca deja de manar su agua".

En el Antiguo Testamento, en Jeremías, la Biblia nos dice a nosotros que "Jehová es fuente de aguas vivas". También el salmista en los Salmos se nos dice a nosotros que en Sión donde está la presencia de Dios, allí están todas mis fuentes "están en ti" dice el salmista. "En Sión están todas mis fuentes, porque allí está la presencia de Dios". Aguas vivas, agua que corre, presencia de Dios, vida de Dios en nosotros.

Hasta aquí podemos, o quiero mencionar un principio. Y el principio que quiero mencionar es el siguiente: Somos llamadas a tomar de la fuente que se origina en Dios. Somos llamadas a tomar -fíjense que dije fuente, no dije pozo- de la fuente que se origina en Dios y de aquí en adelante me voy a mantener mencionando los principios después de haber explicado parte del pasaje Bíblico y expresado algunas ideas.

Usualmente lo hago al contrario, pero en esta ocasión voy a indicar y a enfatizar los principios después de haber desarrollado unas ideas para concientizarnos de como lo vemos en el pasaje bíblico.

Pero regresando a Juan, esta mujer no entiende lo que Jesús le está diciendo. Esta mujer no entiende y le dice: "¿Tú quieres agua, pero tú no tienes ni con qué sacarla?".

Entonces, ¿qué? ¿Cómo? ¿Cómo podemos resolver esto? No tienes con qué sacarla, el pozo es hondo. Ese pozo puede tener una profundidad de setenta y cinco a cien pies de profundidad. "¿De dónde pues tienes el agua viva?", le preguntó ella. Y a veces Dios nos habla y no entendemos lo que nos está diciendo. Aún cuando llevemos tiempo en el Señor, aún cuando le estamos sirviendo por muchos años, a veces Dios nos habla y le contestamos para atrás, "Pero Señor, ¿De qué es que Tú estás hablando?".

A veces Dios nos habla en ese plano espiritual y nosotras estamos teniendo una comprensión ¿qué? de un plano terrenal. Ella está hablando del pozo y Jesús estaba hablando de la fuente que llena el pozo.

A veces Dios te habla y no entendemos, estamos cegadas como esta mujer. Por eso es que decía que nosotras también ¿somos qué? mujeres samaritanas. O a veces no solamente es que nos dejamos envolver por situaciones familiares, situaciones de trabajo, problemáticas que a veces nos cargan, sino que en ocasiones también cuando Dios nos ha llamado al Ministerio, por ejemplo, y le contestamos "Señor, pero ¿yo?" y el Señor nos mira y sabe que nos ha dado capacidades, que nos ha dado dones y nos llama al Ministerio porque sabe que podemos, porque Él es quien nos ha capacitado y quien estará con su gracia y con su favor en nosotros en ese camino ministerial. Pero nosotras pensando que no podemos. "¡Señor! Pero, y ¿de dónde?" Y el Señor nos dice "del agua que ya tú tienes dentro de ti". "¿De dónde me preguntas? De lo que ya yo te he dado. Mantente tomando de mi agua, mantente tomando de mi favor, porque en mi fuente se encuentra la Bendición, se encuentra el favor mío".

Pero a veces miramos el pozo y lo encontramos muy hondo, lo encontramos profundo. Encontramos que lo que Dios quiere hacer con nosotros está muy lejano. ¡Ah! con la hermana sí, pero conmigo no. No, conmigo es muy difícil, no yo no puedo. No, no, no es que la hermana tiene gracia y tiene habilidades, tiene esto y tiene lo otro. Pero yo soy tan poquita cosa. Si te crees que eres poquita cosa, lo poco Dios lo convierte en mucho, si tomamos de la fuente.

No podemos estar mirando la profundidad del pozo, no podemos mantener nuestra mirada en la profundidad de las problemáticas, en la profundidad de lo que creemos ser o no creemos ser. Tenemos que mantener nuestra mirada en la fuente y tomar de esa fuente.

Principio número dos: Procuremos entender las realidades espirituales que Dios nos comunica. Ahora en el versículo 12 le preguntó ella a Jesús, "¿acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo...?" O sea para ella hasta ahora no hay nada extraordinario en Jesús. Sabe que es judío, pero es un judío más y ella está en dialogo con este judío. A veces estamos tan familiarizados con lo que hemos alcanzado o tenemos en Dios que pareciera que nos acostumbramos tanto a Dios que nos olvidamos el Dios grande y majestuoso al cual servimos. O a veces llevamos tantos años en el Evangelio sirviendo al Señor, que entramos en un estado de ¿qué? de acostumbrarnos a todo lo que tiene que ver con el Señor, al mover de Dios, a la vida cristiana, a la vida en la iglesia, a la hermandad pero dejamos de tomar de la fuente y estamos en la iglesia, estamos sirviendo al Señor pero no estamos tomando de la fuente día a día como debemos de tomar.

Y esta mujer está considerando con esa pregunta, está considerando a Jesús en menor que los padres, en menor que el padre Jacob. Cuando ella habla de nuestros padres se está refiriendo a ¿qué? a la descendencia.

Recuerden que había una lucha entre samaritanos y judíos. Los judíos eran los puros, samaritanos era una mezcla. Los samaritanos decían que sí eran, los judíos decían que ellos eran los que eran y entonces esta mujer está reclamando ¿qué? su herencia. Esta mujer tiene reverencia por los patriarcas, esta mujer reclama lo que ella entiende que de ella es. Esta mujer reclama con la expresión "nuestros padres", esto es lo que yo tengo, pero Jesús sabía lo que Él era.

A veces nosotros reclamamos ante el Señor, nos atrevemos a reclamar. "¡Señor, pero esto! Es que mira, Señor, yo he hecho esto y no he visto que Tú has hecho lo otro". "Es que Señor, yo llevo tantos años en Ti, ¿no es hora ya de que por favor me favorezcas en esta área y hagas algo?" o "Esta petición que te pedí hace un año, dos años o veinte años atrás y ¿qué pasa, Señor? ¿Acaso de mí no te vas a acordar, Señor?".

A veces hacemos preguntas a Dios con honestidad, como esta mujer que está hablando ahí con honestidad dentro de su ir y venir en la conversación con Jesús. Con honestidad pero a la misma vez son preguntas que reflejan que nos estamos alejando de la fuente. Que nos estamos alejando de la fuente.

Y a Dios no le incomoda que le preguntemos. Pero siempre Él va a hacer como hace Jesús con esta mujer: procurar llevarnos a donde tiene que llevarnos aunque no entendamos nos confrontará, aunque no entendamos nos guiará en la conversación, aunque nos tratemos de desviar nos guiará para llevarnos a lo que Él tiene para nosotros, para que alcancemos su Bendición para que alcancemos su favor tomando de la fuente.

Esta mujer muestra que ella tiene herencia de los patriarcas, pero está hablando con el judío por excelencia. Está hablando con el Mesías y no lo estaba reconociendo.

Otro principio: No permitamos que lo que hayamos alcanzado en Dios no nos deje ver lo próximo que Dios tiene para nosotras. "¡Ah! Es que yo llevo tantos años en el Señor"; ¡Ah! Es que yo he tenido tal experiencia con el Señor"; "¡Ah! Es que Dios me ha usado en esta forma". No importa la herencia en el Señor, no importa la experiencia, los años... uno, dos, tres, veinte, treinta... mantengámonos tomando de la fuente porque Dios nos sigue invitando día a día. Esto no es algo de la herencia de lo pasado, tenemos que vivir, lo pasado vale, es importante todo lo que hemos caminado en el Señor. El pasado nos lleva a crecer en Fe, a crecer en el Señor pero tenemos que vivir cada día en el presente tomando de la fuente.

A veces el pasado glorioso de experiencias en Dios nos puede estancar para lo próximo que Dios quiere para nosotras porque nos sentimos satisfechas en todas las experiencias pasadas y entonces, ¿nos olvidamos de qué? De que hay algo nuevo y fresco de Dios para nuestras vidas en el presente.

¿Cuál es la fuente de agua que sostiene nuestras vidas? En el nuevo pacto la fuente de que Jesús estaba hablando aquí a esta mujer cuando le declara esta verdad de que "Yo te daré a tomar agua viva" –es el Espíritu Santo. Nosotros tomamos de esa fuente el día que recibimos al Señor, pero como mencioné al inicio este pasaje Bíblico aunque se utiliza mucho en la evangelización para hablar de salvación; es un pasaje bíblico que nos habla todos los días. Es un pasaje bíblico para el diario vivir tomando de la fuente diariamente aplicándolo a nuestras vidas diariamente en nuestro presente.

Jesús declaró también en el Evangelio de Juan: "Yo he venido para que tengan vida" y para que la tengan ¿Cómo? ¿En escases? No, en abundancia. Eso es y eso se logra cuando estamos tomando constantemente del agua viva.

El próximo principio que quiero mencionar es: Debemos tomar de la fuente día a día para estar saciadas en Dios y vivir vidas abundantes. Cuando estamos debilitadas, cuando estamos en estado de desesperación y hasta de depresión. Porque dicen que a nosotras las mujeres -a los hombres también le da- pero a nosotras la mujeres, después de cierta edad más todavía, ¿verdad?, Pero en depresión, en desesperación o en angustia, ¿saben que pasa? Aún en esos tiempos difíciles, ¿nos olvidamos de qué? De tomar de la fuente.

Pero si tomamos día a día cuando vienen los tiempos difíciles, cuando se anuncia la depresión, cuando se anuncia el desosiego, cuando se anuncia la desesperación, cuando viene la problemática el agua que estamos tomando constantemente y día a día nos refresca para trabajar y lidiar con cada situación que se presenta en nuestras vidas. Es por eso que es necesario tomar de la fuente día a día para vivir vidas abundantes.

Ahora bien, en el versículo 15, la mujer le dijo: "Dame de beber esa agua, para no tener que venir aquí a sacarla". Nuevamente ¿qué ocurrió? plano espiritual versus ¿qué? el plano terrenal. Está entendiendo todo en el plano terrenal. "Dame de beber" cuando está ofreciendo un agua que si la bebo pues, no me va a dar sed jamás.

"Dame de beber" y así… ¿qué? No tengo que venir cada día, no tengo que estar evitando encontrarme con las otras mujeres que conocen mi condición. No tengo que venir a agarrar el sol del mediodía porque tengo que escaparme de ellas. "Dame de beber de esa agua", lo está entendiendo en el sentido… ¿qué? humano, en el plano terrenal. Está en un plano natural, está mirando lo que le conviene.

A veces nosotras, vamos a ser honestas, estamos en un plano tan natural y tan terrenal que también estamos negociando con el Señor buscando lo que nos conviene. Y no es lo que nos conviene, es lo que Él sabe que nos conviene a nosotros.

Eso es lo que Dios quiere para nosotras. Pero la realidad es que a veces somos tercas, disculpen que lo diga así... a veces somos tercas y Dios sabe lo que conviene y nosotras insistimos ¿en dónde? en lo que no conviene. Seguimos... ¡Ah, pero Señor! Pues dame porque entonces... y esto..." y negociando con el Señor. El Señor sabe lo que te conviene, el Señor sabe lo que nos conviene y Él sabe del agua que nos está ofreciendo que salta para vida eterna.

También podemos decir que esta mujer cuando le contesta así a Jesús, en ese Versículo, puede estar como jugando con Jesús. Porque evidentemente en el plano natural de la vida humana se sabe que ninguna agua calma la sed por siempre, que necesitamos tomar agua constantemente, día a día. Así que, ¿esta mujer está qué? En el plano terrenal hasta jugando con lo que Jesús le está diciendo. No está tomando seriamente lo que Jesús está comunicando. No está considerando en profundidad y en el plano espiritual lo que este judío, que realmente era el Mesías, le estaba ofreciendo. Esta mujer está jugando en la conversación, tirando de un lado hacia otro y contestando con preguntas y con frases y con diferentes ideas lo que Jesús le está comunicando.

Y nosotras a veces -no importa el tiempo que estemos en el Señor- aquí estamos Señor dialogando contigo. ¿Qué diálogo? Lo disfrazamos de...

Interrupción

"No, Señor, pero..." y el Señor nos dice: "Atiende en el plano espiritual". El tiempo...

Esta vida ha tenido tantas y tantas interrogantes en cuanto a porque hace o no hace algo que inclusive ha pensado ha pensado en apartarse de la iglesia. Dios le dice hoy: "No mires las circunstancias y detente a tomar del agua viva que Dios tiene para ti". El hecho de que estés hoy aquí -y disculpen que me detenga en esto pero es bien importante- pero el hecho de que hoy estés aquí es Dios rescatándote de lo que estas pensando.

Volvemos a la Palabra. Dios nos invita a tomar constantemente de su agua viva. No es lo que nos conviene a nosotros, el próximo principio.

No es lo que nos conviene, el plano natural, lo que nos conviene no debe de ir por encima de ¿qué? de la voluntad de Dios, el plano espiritual. Lo que nos conviene no debe ir por encima de la voluntad de Dios; lo que nos conviene es como nosotros queremos que Dios haga las cosas y el plano espiritual es como Dios determina y quiere hacerlo porque sabe lo que realmente conviene a nuestras vidas.

Y es interesante que volviendo a la mujer samaritana y al pasaje, en el versículo 16, Jesús le dijo: "Ve, llama a tu marido".

¡Oh! Pero espérate, esta mujer no le está diciendo en el Versículo anterior "Dame de esa agua para que yo no tenga que venir aquí a sacarla", entonces ¿Jesús está haciendo lo mismo que hace ella, cambiándole el tema?

Jesús la está llevando a donde la tiene que llevar, Jesús no se está dejando engañar por las respuestas de ella o por las temáticas que ella trae ni por los comentarios que ella hace. Él sabe hacia donde va, porque recuerden le era necesario pasar por Samaria para bendecir a esta mujer y a aquellos que creerían en su testimonio.

"Ve, llama a tu marido, y ven acá". Ahora Jesús le declara su condición. Jesús le declara la condición moral en la cual -y espiritual- ella estaba viviendo. Pero esta mujer sigue siendo muy astuta, sigue siendo muy inteligente y ¿qué le contesta esta mujer a Jesús?

Le dice en el versículo 17 "No tengo marido". ¡Oh, qué no tienes marido! Pero Jesús se las sabe todas, Jesús le dijo: "Bien has dicho: 'No tengo marido'". Claro que sí, has dicho una verdad. Ella está diciendo una mentira pero Jesús le dice: "Has dicho una verdad: No tienes marido" y ¿por qué? que Jesús ha dicho que dijo una verdad -Versículo 18: "Porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad".

La respuesta astuta de la mujer, "no tengo marido." Jesús la transforma y le dice… sí… lo que era una mentira Jesús lo transforma y le dice: "Has dicho una verdad". Porque mira más de uno has tenido, has tenido hasta cinco y aún el que tienes ahora no es tu marido, le declara su condición. Pero cuando Jesús le declara su condición no se la declara para dejarla en ella.

Un día Jesús nos declaró nuestra condición pero nos rescató y nos dio a tomar del agua viva.

Así que la respuesta de Jesús, esta respuesta que no parece cuadrar con la temática de "Dame de beber", "no tengo con que sacar el agua", etc., etc. Sí cuadra muy bien porque Jesús sabe hacia donde va en su conversación. Jesús la está llevando a tomar del agua viva y para que ella tomase del agua viva era necesario que reconociera su pecado, dejara su pecado y tomara de la fuente. Entonces el agua viva le transformaría.

Así que la respuesta de Jesús es una respuesta muy acertada. Aplicándola a nosotras entonces podemos decir, y Dios nos pregunta, no en el sentido en que se lo preguntó a la mujer samaritana que le habló en el sentido de pecado moral. Pero Dios nos puede preguntar ¿quién es tu marido? Y podemos decir "quien es tu marido" en el sentido ¿a qué le estoy dedicando más tiempo yo que al Señor que no puedo tomar del agua viva? ¿Le estoy dedicando más tiempo, inclusive, a mi esposo? No estoy diciendo que hay que descuidar a los esposos ni el hogar, todo tiene su balance. Pero ¿saben qué? Yo he conocido mujeres tan fiel en el cristianismo, mujeres cristianas que admiran tanto a su esposo -y eso hay que hacerlo, la Biblia nos habla de admirar al esposo y de reconocer lo que ellos son para nosotros como cabeza del hogar- pero en una ocasión conocí una mujer que lo admiraba tanto y tanto a su esposo Pastor que un día me dice: "Si yo pierdo a mí esposo yo no se que yo haría" y yo… no me lo estaba diciendo en el sentido de la compañía humana, ¿me entienden? Estábamos hablando de lo que tenía que ver con el Ministerio, con servicio a Dios en ese sentido es que estábamos hablando y yo digo: "Si mi esposo me falta, yo sigo caminando en el Señor, con dolor en el corazón y Dios trabajará con eso", ¿verdad? pero yo sigo caminando en el Señor. Mi servicio a Dios, aunque uno esté ministrando en conjunto con su esposo, mi servicio y mi compromiso a Dios tiene ser de un total que yo tomo de la fuente diariamente individualmente.

Yo tengo que apreciar lo que Dios me ha dado como compañero, a la persona que Dios me ha dado de compañero, pero mi responsabilidad es ¿qué? individual ante el Señor. Yo tengo que tomar de la fuente, igual que mi esposo tiene que tomar de la fuente y mi esposo no puede ocupar el lugar en mi corazón que ocupa el Señor. Puede ocupar el segundo lugar después del Señor, pero no el primero. El primero siempre lo tendrá el Señor.

Hay que tomar de la fuente. ¿Quién es tu marido? ¿No tienes marido? ¿Estás sola? Hay alguna que este ejemplo que acabo de dar no les aplica porque están solas por alguna razón en la vida. Pero a veces, entonces, la soledad ocupa el lugar ¿de qué? Que debe ocupar Dios. Porque entonces estamos pensando tanto: ¡Ay! ¡Qué si yo tuviera un compañero, como la hermana tal! ¡Qué sirven al Señor juntos! ¡Qué lindo! Entonces el lamentarnos de lo que no tenemos en el presente o que me ha tocado vivir con criar a mis hijos sola, ¡qué duro! entendemos no es una cosa fácil la responsabilidad financiera, emocional, espiritual en todos los aspectos. Entonces tomamos la situación presente de nuestra vida, que Dios también la entiende y que Dios tiene cuidado de nosotros, pero nos preocupamos tan desmedidamente de ella que olvidamos que ¡Él es nuestro marido! ¡Qué Él es nuestro hacedor!

Qué aunque esté sola criando a mis hijos o que aunque este sola sin hijos porque no tengo esposo porque no se me ha dado la bendición de estar casada, Él sigue siendo mi hacedor, Él sigue siendo mi Creador, Él es mi compañero por excelencia. Es la fuente de vida de la cual yo tengo que tomar. Él es quien me satisface realmente a un cien por ciento.

Yo siempre le digo a las hermanas, que por más buen esposo que nosotras tengamos -yo tengo un buen esposo, Gracias a Dios- quien nos tiene que satisfacer a nosotros espiritual y aún emocionalmente a un cien por ciento es el Señor. Nuestros esposos por más buenos que sean por algún lado cojearán como nosotras que también cojeamos por algún lado. Pero el Señor nunca cojea con nosotros, el Señor siempre, siempre es Fiel ¡Aleluya!

Pero tenemos que mantenernos tomando de la fuente, tomando de la fuente.

Versículo 19: 'Le dijo la mujer: "Señor, me parece que tú eres profeta" '. Ahora como que cambia el tono. ¡Por fin, ya era hora! Ahora como que esta mujer está cambiando el tono en medio de la conversación. ¡Pues claro! Jesús la llevó contra la pared, ella le buscó la vuelta para escaparse de lo que Jesús le está declarando, pero Jesús la llevó porque quería darle agua viva y ahora ella reconoce "Yo creo que tú eres profeta" por lo que estás diciendo. Y es interesante que los samaritanos no reconocen a ningún otro profeta después de Moisés. Solamente el Profeta que vendría: el Mesías.

Así que cuando esta mujer dice "Yo creo que tú eres profeta" lo que está implicando es que en alguna medida está reconociendo que este judío, ciertamente, es enviado de Dios, que este hombre judío con el cual yo estoy aquí yendo para atrás y para adelante en mi conversación, es enviado de Dios y algo realmente tiene. “Me parece que eres profeta”.

Pero ¿saben qué? Aún así, vuelve a cambiar el tema.

Versículo 20. 'Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que Jerusalén es el lugar donde se debe adorar'. Okay. Me parece que eres profeta, pues voy a cambiar el tema este de mi moralidad y yo quiero hablar del asunto de ser adorador, de cual es el lugar donde se debe adorar porque nuestros padres dicen en tal sitio y ustedes dicen en tal sitio. Volvió a cambiar el tema, aunque en un momento dado reconoce "Me parece que eres profeta". A veces Dios nos impresiona y de momento caemos en nuestro lugar y entendemos lo que Dios nos está queriendo decir, pero luego queremos darle la vuelta al Señor. ¡Ay, no Señor!...espera déjame seguir por donde voy...

Empezamos a entender lo que Dios quiere, empezamos a entender por donde Dios nos quiere llevar pero de momento nos desviamos porque dejamos ¿de qué? de tomar de la fuente.

El otro principio que quiero mencionar: Prestemos atención a la verdad que Dios nos comunica y hagamos lo que sea necesario hacer. Y ante la pregunta: nuestros padres adoraron en tal lugar, ¿dónde es entonces que se debe de adorar? Encontramos nosotros que el lugar de adoración -la respuesta que le da Jesús- no es lo importante. Lo que importa es… ¿qué? Le contesta Jesús, –Jesús va más allá del lugar de adoración, lo que importa es que 'un corazón que adore en espíritu y en verdad'.

Jesús va a la necesidad de esta mujer. No es donde tú adores, es que si tú vas a adorar en tal y tal lugar pero sigues en la condición en que estás, no estás siendo una verdadera adoradora. Necesitas tomar del agua, necesitas tomar de la fuente, necesitas recibir perdón y necesitas ser una adoradora en espíritu y en verdad. Jesús vuelve dentro de la vuelta que da esta mujer la lleva nuevamente a la verdad: necesitamos ser adoradores en espíritu y en verdad. La lleva a lo que Él quiere llevarla. 'Tú necesitas tomar de esta agua viva', en otras palabras le está volviendo a decir Jesús.

Y Dios nos dice hoy, algo que ya sabemos, que Él está buscando adoradoras que le adoren en espíritu y en verdad.

Hace muchos años, de esos años que hablaba Meche, o un poquito más atrás... para el año ‘74 yo me convertí al Señor y yo recuerdo que como un año después estábamos en un culto de oración y Dios te da una palabra Profética y pregunta y dice "Estoy buscando adoradores que me adoren en espíritu y en verdad. ¿Dónde están? ¿Encuentro en este lugar alguno?" Y yo recuerdo que en mi corazón le dije al Señor: "Señor, aquí estoy". Le dije: "Señor, yo quiero adorarte en espíritu y en verdad". Entendiendo que esto que dice aquí es servir, es entregar vida a Dios en espíritu y en verdad.

Yo le dije al Señor, "Señor, yo quiero eso, Señor. Yo quiero entregarte mi vida y servirte en integridad, servirte de corazón. Darte lo mejor de mí, obedecerte, Señor y donde Tú quieras hacer, lo que Tú quieras, Señor". Yo le dije "Cuenta conmigo, Señor" y mi esposo allá en su corazón también le estaba diciendo al Señor "Cuenta conmigo, Señor". Y Dios escuchó nuestra respuesta y Dios comenzó entonces a meternos más y más ¿en qué? en trabajo misionero, más responsabilidad, más trabajo de iglesia... ¿por qué? porque le dijimos "Sí, Señor, queremos adorarte y servirte en espíritu y en verdad".

Lo importante es lo que hay en el corazón. Porque con lo que hay en el corazón, eso es lo que vamos a llevar a la acción. Podemos tener una acción que aparente ser servicio a Dios, pero realmente no estar adorando al Señor y sirviéndole en espíritu y en verdad. Ese servicio a Dios se hace nulo. Podemos estar en la iglesia, podemos estar cada domingo aquí, podemos estar en cada actividad de mujeres, pero nuestro corazón tiene que ser un corazón que se mantiene bebiendo de la fuente, tiene que ser un corazón que sirve al Señor en espíritu y en verdad.

Y vuelo y digo: no importando nuestra circunstancia: soltera, casada, divorciada, con hijos, sin hijos, abuela, hermana... el rol que nos toque vivir que tengamos que vivir, los roles que desempeñemos pero sirviendo al Señor en espíritu y en verdad.

La mujer le pregunta más adelante acerca del Mesías que ha de venir en el versículo 25.

Perdón en el versículo 23 antes de eso, le dice "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren". Dios está buscando esto, Dios está buscando, mujeres, que le sirvamos en espíritu y en verdad y que tomemos de su fuente diariamente. Y luego sigue diciendo: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".

Y el 25: 'Le dijo la mujer: "Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas" y lo que esta mujer -que había reconocido algo de Profeta en Jesús- no está reconociendo es que Jesús era el Mesías.

'Jesús le dijo' -en el Versículo 26-: "Yo soy, el que habla contigo". El Mesías que le estaba ofreciendo el agua viva.

"Yo soy el que habla contigo".

Y en el Versículo 28, más adelante nos dice: 'Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad' y habló ¿con quién? 'con los hombres de la ciudad y les contó: "este hombre me ha dicho...” ¿qué? "Toda mi vida". Este hombre conoce lo que es mi vida. ¡Miren lo que este hombre me ha dicho!

Pero es interesante, ¿A dónde fue ella? Bueno, tomó de la fuente, ¿verdad? Pero fue a los hombres de la ciudad, el contexto que ella conocía. Ella fue al contexto que ella conocía, a los hombres que la conocían. Fue y les dijo: "Este hombre me ha dicho todo lo que yo he hecho". Pero esos que escucharon, precisamente, porque la conocían, esos que escucharon creyeron en Jesús y fueron a buscar a Jesús por el testimonio de esta mujer a la cual se le ofreció agua viva y se le confrontó con su verdad.

Podemos ver entonces en este pasaje que esta mujer es persistente e intenta evadir constantemente lo que Jesús le está diciendo. Y a veces nosotras somos persistentes y tratamos de evadir en la ruta, la vía, la intención de Dios en nuestras vidas. La intención de Dios es llevarnos a que disfrutemos de una vida abundante. Pero a veces Dios nos tiene que dar... así en la cabecita, ¿verdad? y nos dice: "¡Ay, qué tú eres cabecidura!"

¿Han oído esa expresión? Nosotros los puertorriqueños la decimos mucho. Es que somos cabeciduros y Dios nos tiene que dar y llamar a cuentas y decirnos "Vente a tomar de mi fuente, vente a tomar, no del pozo, sino de la fuente, de donde se origina el agua de bendición que tengo para ti". Podemos decir que en este pasaje a pesar de la terquedad de esta mujer Jesús es persistente.

Y yo tengo que decirles que a pesar de nuestra terquedad Jesús es persistente con nosotras. Insiste e insiste e insiste e insiste para alcanzar de nosotros lo que quiere hacer. Esta mujer por fin, "dejó su cántaro y se fue a proclamar la verdad de lo que había ocurrido en su vida". El cántaro puede representar esos cuestionamientos que ella había tenido. El cántaro para nosotros puede representar esos peros o preguntas, interrogantes que tenemos ante el Señor, esos peros. El cántaro puede representar algo en tu vida que te detiene o que nos detiene ¿de qué? de alcanzar tomar el agua viva que Dios tiene para nosotros.

Deja tu cántaro, deja lo que te preocupa, deja lo que te detiene, deja lo que tengas en la mano que dejar con tal de proclamar la verdad de Dios en tu vida y con tal de tomar de la verdadera agua que tenemos que tomar diariamente.

Ahora bien, aunque ya hemos mencionado la importancia de tomar del agua viva, quiero que sigamos dialogando o hablando un poco de por qué se necesita tomar constantemente de esta fuente. Ya mencionamos para vivir vidas abundantes, saciadas en Dios y bajo el favor de Dios. Recordemos que mencioné el agua estancada, no está en movimiento y no sirve. Pero Jesús nos ofrece de un agua que es viva, que está en movimiento, que es la fuente de vida. Esa es la que tenemos que tomar, del agua que está corriendo, porque el agua que está corriendo nos hace bien. Nos bendice. El agua que está corriendo es el favor de Dios que corre hacia nuestra vida. De esa es el agua que hay que tomar. Cuando tomamos de esa agua, hay sanidad emocional, hay sanidad espiritual y aún física en la fuente del agua de vida que es el agua que Dios nos da.

¿Por qué más se necesita tomar de la fuente? Necesitamos tomar de la fuente constantemente para ser transformadas y crecer. No podemos vivir la vida cristiana, o no debemos vivir la vida cristiana en la misma etapa siempre. Ya es tiempo de crecer.

Nosotras las mujeres somos muy emocionales, ¿verdad? Y Dios, papá Dios también es emocional. Jesús lloró ante Jerusalén; Jesús lloró cuando Lázaro se murió. No hay ningún problema con ser emocional. No hay ningún problema con verter nuestras lágrimas ante el Señor.

¡Yo lo he hecho veinte mil veces! y lo seguiré haciendo. Pero hay veces que nos derramamos en tanta lágrima y en tanta emoción que nos quedamos en ese estado y no avanzamos hacia la madurez que Dios desea de nosotros.

¡Hay que llorar! Pero hay que secarse las lágrimas, levantarse y seguir caminando. Hay que llorar, pero también hay que madurar y crecer. Y dentro de ese madurar y crecer llegará otro día en que lloraremos nuevamente, en que nos preocuparemos, en que tendremos dolores de cabeza por diferentes circunstancias pero también avanzaremos mientras nos mantengamos tomando de la fuente.

¡Hay que tomar de la fuente para ser transformadas y crecer! Hay que crecer y mejorar en nuestro carácter, en nuestras actitudes. A veces tenemos actitudes negativas aún dentro del mismo trabajo en la iglesia. ¡Ay, hermana! ¿De qué usted habla? Eso no se da aquí. ¡Ay! Perdone.

Si, a veces tenemos actitudes negativas aún en el trabajo en la iglesia y Dios desea que corrijamos en nuestra vida lo que sea necesario corregir. Para eso hay que tomar de la fuente.

Yo les quiero decir algo. Hay veces que se le da tanta importancia a los dones espirituales... Estoy hablando ahora, especialmente de los que se habla en Primera de Corintios que últimamente se le llaman dones espirituales -y la gente le da mucha importancia a la Profecía- eso es bueno, es para edificación, don de discernimiento, de conocimiento, sanidad, milagro, etc. ¡qué bueno!, pero ¿saben qué? un día yo le dije al Señor: "Señor, yo quiero el fruto de tu Espíritu fluyendo en mi vida. Yo quiero eso primero. Yo se que Tú me has dado esto dones y que Tú me quieres usar en esto, yo lo voy a seguir haciendo. Pero Señor ¿de qué vale que yo ministre este don, el otro y el otro y que el fruto de tu Espíritu no esté en mi?".

¡Porque el fruto del Espíritu Santo, Gozo, Paz, Benignidad, Fe, Mansedumbre, Paciencia es el que me ayuda a vivir la vida diaria en victoria!

Así que hubo un momento en mi vida que yo le dije al Señor: "Dame todos los dones que Tú quieras. Yo estoy dispuesta a obedecerte. Pero, Señor, yo quiero el fruto de Tu Espíritu fluyendo en mí". Y para que el fruto del Espíritu de Dios fluya en nuestra vida tenemos que mantenernos bebiendo constantemente de la fuente. Así que a esta mujer samaritana se le confronta con su verdad; a esta mujer samaritana se le corrige lo que era necesario corregir para que fuese transformada y entonces podemos decir ¡Ay, hermana pero esta mujer sí que estaba en una condición crítica moral!

Y Dios a nosotros nos puede decir lo siguiente en nuestro caso para aplicarnos estas verdades. A ella se le dijo: "Cinco maridos has tenido. El que tienes ahora no es el tuyo". Pero ¿saben qué? a nosotros se nos puede decir: "Cinco veces le hablaste malcriadamente a tu esposo y lo que estás pensando decirle ahora es una malacrianza". "Cinco veces no has perdonado a tu hermana por la falta cometida y lo que hay todavía en tu corazón, es falta de perdón". Oh, my God! No somos samaritanas. "Tres veces te he hablado de ministerio y tú sabes que te estoy llamando a la tarea y siempre tienes un pero y un no, ¡ah! pero no somos samaritanas como esta mujer que estaba en este tipo de pecado. No, no somos samaritanas. ¡Oh, no!

Pero también por otro lado Dios nos puede decir "Te llamé y me respondiste", "te llamé y has estado tomando de mi fuente y hoy te Bendigo. Y en lo poco has sido fiel y en lo mucho te pondré, por cuanto has estado tomando de mi fuente mi favor está sobre tu vida, mi Bendición está sobre ti".

Cada una de nosotras sabemos donde estamos. Este mensaje es para todas. Y yo les digo, Dios me habla a mí igual que les está hablando a ustedes. Por mi mismo mensaje. Este mensaje es para todas nosotras, independientemente de las circunstancias que nos rodeen procuremos vivir constantemente tomando de la fuente para poder vivir vidas abundantes, para poder ser transformadas y crecer. Para poder madurar y crecer en el Señor, para poder avanzar en el Señor. Cuando tomamos de la fuente, también somos bendecidas en la obediencia. Porque cuando se está cerca de la fuente, ¿sabes qué pasa? uno está tan enamorado del Señor que no quiere hacer otra cosa que obedecerle. Pero cuando estamos lejitos de la fuente, ¿qué pasa? ¡Ay, como que me da lo mismo! Sí, Señor yo quiero obedecerte, pero más adelantito. Déjame resolver estos asuntos.

Pero cuando estamos pegadas de la fuente, estamos tan enamoradas del Señor que lo que queremos es agradarte, Señor. Lo que queremos es complacerte Señor; lo que queremos es bendecirte, Señor; lo que queremos es bendecir Tu nombre; que de nuestros labios sale una adoración genuina en espíritu y en verdad. Ser Bendecidas en la obediencia. Israel fue un pueblo que Dios le prometió lluvia fresca y rocío sobre la Tierra y eso implica bendición en la Tierra, ¿verdad? frutos, crianza de animales, etc., etc. Bienestar y Bendición.

Si se mantenían ¿qué? sirviendo a Dios. Pero si se apartaban y miraban a otros dioses, entonces ¿qué faltaría? faltaría la lluvia, faltaría el rocío, faltaría la bendición. Así que cuando estamos tomando de la fuente, representa que estamos procurando ser obedientes a Dios para tomar de su Bendición.

Dios tiene Bendición en su fuente.

En la fuente de Dios no hay maldición para nosotros. Hay veces que podemos vivir vidas engañadas y el diablo -a mí no me gusta estar mencionando mucho al diablo. Me gusta hablar del Señor, pero la realidad es que existe un enemigo que- muchas veces quiere engañarnos y tapar y ocultar y disfrazar la verdad de Dios en nuestras vidas. Dios quiere Bendecirnos. Dios no desea maldición sobre nosotros. Las circunstancias difíciles vienen pero Dios se propone tornarlas a bien si nos mantenemos ¿qué? tomando de la fuente. Dios quiere visitar la tierra de nuestro corazón. En cierta ocasión -en el Salmo 64 - la Escritura dice:

"Visitas la tierra, y la riegas;

En gran manera la enriqueces;

Con el río de Dios, lleno de aguas,

Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.

Haces que se empapen sus surcos,

Haces descender sus canales;

La ablandas con lluvias,

Bendices sus renuevos".

Dios desea dar bendición a la tierra de nuestro corazón. Dios quiere bendecir y regar ese terreno de nuestro corazón. Si en algún momento ese terreno se ha secado, si la tierra está árida, Dios te ha traído hoy para decirte: "Es tiempo de que el terreno de tu corazón se ablande y permitas que yo lo remueva nuevamente, y me permitas trabajar en ti y darte la bendición de mi agua viva".

¿Qué nos impide a nosotros a veces tomar de la fuente? A veces experiencias negativas de la infancia. ¿Saben que a veces arrastramos experiencias negativas de la infancia que impiden, interfieren en nuestra relación con Dios en el presente?

No sé si lo he contado aquí, pero en otros lugares he contado la experiencia de un hermano que él me escuchaba orar a Dios aún en público en los cultos; y yo decía "Papito bueno" y hablaba con el Señor así de "Papito", esas expresiones así de cercanía. Y él un día se acerca a mí y me dice: "Hermana yo quiero preguntarle algo. Esa confianza que usted tiene en el Señor y yo no me atrevo a decirle a Dios "Papito". Y yo le pregunté: "¿Cuál fue tu experiencia con tu papá en tu infancia? ¿Cómo te trataba él?" "No," -me dice él- "mi papá me trató muy duro, muy fuerte. Mi papá no me daba expresiones de cariño. Mi papá siempre fue mano fuerte conmigo". "Por eso por la imagen que tuviste de padre de pequeño te ha afectado en la imagen de padre que tenemos de Dios".

Aunque mi padre no me crió a mí, mis papás se divorciaron desde que yo tenía 6 meses de nacida. Mi experiencia también era otra. Pero mi experiencia, quizá, por faltarme un padre cuando tengo al Señor es "mi papito bueno" y la experiencia de él fue una de que por causa de que su padre lo trataba tan y tan duro y no recibió expresiones de cariño no se atrevía a acercarse al Señor con ternura y con confianza como el papá que está dispuesto a abrazarnos. No se atrevía a tomar esa fuente como le hemos de tomar, con toda confianza.

¿Qué nos impide tomar de la fuente? Cosas como estas. Apenas di un ejemplo y podría dar muchos más ejemplos, pero quiero avanzar.

¿Qué más nos impide tomar de la fuente? Nosotras mismas. Dios nos ha perdonado, inclusive cosas del pasado. A esta mujer, Jesús la perdonó. Imagínense que ella luego de ser perdonada y de mantener una vida íntegra delante de Dios tuviese recordando el pasado como "¡Ay, Señor, pero es que lo que yo hice...! ¡No! En el momento en que tomó del agua viva, Dios la perdonó.

A veces nosotras mismas persistimos en recordar cosas que Dios ya perdonó desde hace tiempo. Y nosotras las traemos a la memoria, pero Dios no las trae a la memoria. O a veces nosotras queremos -entendiendo que somos muy inteligentes- preparar nuestra vida y nuestro camino a nuestra manera y nos pasa lo que pasó al pueblo de Israel que el profeta Jeremías en cierta ocasión declara:"Porque dos males ha hecho mi pueblo. Me dejaron a mi fuente de agua viva y cavaron para sí cisternas", cisternas rotas que ¿qué? que no retienen agua.

El agua viva es una fuente que constantemente fluye dijimos. Las cisternas rotas, ¿qué pasa? Corre el agua pero ¿qué? no hay beneficio en esa agua, porque la cisterna está rota. Las cisternas no se benefician, se preparan para guardar agua para suplirse de esa agua. Pero cuando la cisterna está rota no hay ningún beneficio porque el agua no se puede utilizar, se va. Por un lado la echas y se escapa.

Y a veces nosotras, en vez de estar tomando de esa agua fresca día a día comenzamos a cavar cisterna. Pero son cisternas huecas que lo que entra sale y se va y no nos bendice y el favor de Dios no está en ello, porque pensamos en nuestro propio parecer. Decidimos en nuestro propio criterio, no en el criterio de Dios entonces estamos levantando o creando cisternas rotas que no son de bendición.

¿Qué más nos puede impedir tomar de la fuente? Dar prioridad a otras cosas. ¡Ay, Señor, pero yo te amo! Si, tú sabes que yo te amo. Si, pero es que esto, lo otro, lo otro, la agenda de hoy está llena.

Sí, Señor yo tengo que orar yo tengo que buscar esto otro. Si, Señor Tú sabes que te amo. Yo te adoro en espíritu y en verdad pero me voy Señor, al rato hablamos.

Dar prioridad a otras cosas. Dios tiene que ser lo primero en nuestras vidas. Podemos tener el mejor deseo del mundo pero no nos podemos quedar en deseo de estar cerca de la fuente. Tenemos que ir a la fuente.

¿Qué más nos puede impedir tomar de la fuente? Excusas, sí también. Vagancia, ¡oh sí también! Falta de compromiso, también. A veces estamos comprometidas con la tarea de la iglesia. ¡Ay, sí! Se necesita ayuda en esto o lo otro. Claro que yo... apúnteme hermana que voy a ayudar. Pero, ¿comprometidas con qué? Con mi relación personal. Con el acercarme a esa fuente día a día, ¿eso lo dejamos para cuando? Para después y después y después. Excusa, vagancia, falta de compromiso. Las excusas que sean, tantas cosas que a veces ponemos y le damos prioridad a tomar de la fuente.

¿Qué tenemos que hacer? Debemos proteger los canales de agua en nuestra vida espiritual. Israel, el pueblo de Israel, cuando iba a construir ciudades uno de los factores más importantes que tenían que tomar en cuenta o consideración era que la ciudad fuese construida cerca de fuentes… ¿de qué? De agua, de fuentes naturales de agua y se construían canales para llevar el agua, ¿hasta dónde? Hasta la ciudad. Esos canales también se protegían, se levantaba protección en esos canales de tal manera que si venían pueblos enemigos no fuesen a envenenar las aguas, etc., etc. Así que nosotros también si aplicamos ese principio de como Israel construía y como cuidaba el agua que tenía que ser conducida hasta la ciudad podemos decir que nosotros tenemos que cuidar los canales de agua espiritual de nuestra vida. Tenemos que poner murallas de protección, de tal manera que esa agua viva, que esa agua que Dios tiene para nosotros, que esa agua que ya está en nosotros no se contamine. Tenemos que levantar muros de protección, tenemos que cuidar lo que tenemos dentro de nosotros, ese Espíritu Santo que mencionamos es el agua de Dios en nosotros.

Tenemos que cuidar lo que tenemos dentro de nosotros. "¿No sabéis que sois templo de Dios?" dice la Escritura en Corintios. "¡Que el espíritu de Dios habita en nosotros!". Hay que cuidar esos ríos de agua viva que nos habla la Escritura, que es el espíritu de Dios que habita dentro de nosotros.

A veces contristamos hasta el Espíritu Santo. El Espíritu Santo se entristece dentro de nosotros y no permitimos que pueda hacer en nosotros lo que es llamado a hacer. A veces vivimos vidas en el Señor, donde entramos y salimos y estamos como la mujer samaritana, preguntando y no preguntando y desviando al Señor de por donde Él nos quiere llevar. Dios desea que afirmemos en nuestra vida lo que sea necesario afirmar, que corrijamos en cierta medida -no quiero utilizar mucho esa palabra, pero la realidad es esa también- que corrijamos lo que sea necesario corregir pero que nos mantengamos tomando de la fuente. Que no permitamos que nuestra agua se contamine. Dios es un Dios Santo y espera que vivamos en Santidad.

En Proverbios se nos dice cuando el justo da lugar al impío "es como una fuente contaminada" y Dios nos dice "el tomar del agua viva también implica cuidar esa agua viva que está en nosotros". No contaminarnos, no contaminarnos con lo que quiere venir a través de la compañera de trabajo o la vecina o esto o lo otro; o circunstancias en la vida que nos quieren llevar a… ¿qué? A dejar de tomar de esa agua viva.

Túneles o canales espirituales por donde el Espíritu Santo fluya en protección. El Espíritu Santo nos ha sido dado, nosotras tenemos la responsabilidad de proteger y cuidar lo que ya tenemos dentro de nosotras. Somos llamadas a tomar constantemente de la fuente para vivir bajo la cobertura de Dios, para vivir bajo el favor de Dios.

Isaías, capítulo 12 -no voy a discutirlo, sólo lo voy a leer- versículo 1 al 6 dice de la siguiente forma: "En aquel día dirás: 'Cantaré a ti, oh, Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquél día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido".

Versículo 5: "Cantad salmos a Jehová porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel".

Decía el versículo 3: "Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación". De las fuentes de la salvación del agua viva que Jesús le ofreció a esta mujer.

Este pasaje es un pasaje escatológico que nos habla a nosotros hoy, que nos dice hay fuentes de agua viva. Tenemos que regocijarnos tomando de esas fuentes de aguas vivas.

Y este no lo tienen que buscar, lo voy a leer yo directamente. Escúchenlo solamente. Dice Isaías, 41: "En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente, para que vean y conozcan, adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó".

Este pasaje describe toda una bendición, toda una tierra fructífera, toda una bendición de Dios en medio de la tierra. Aún en el desierto, Dios lo hace florecer, aún en el desierto Dios levanta sus cedros, Dios levanta sus arrayanes, Dios levanta sus olivos. Aún en tu desierto Dios te levanta si te decides a tomar de la fuente.

Puestos en pie, por favor.

Te adoramos, Señor. Te adoramos, Dios. Te adoramos Señor, bendito eres Dios. Bendito eres Señor. Señor aquí estamos delante de Ti y te decimos nosotras también somos mujeres samaritanas. Un día Tú nos rescataste de nuestra Samaria. Un día Tú nos rescataste de nuestra condición y aún hoy nos hablas para rescatarnos o nos has hablado para afirmarnos en lo que estamos haciendo en Ti Pero te has preocupado, Dios, de decirnos que necesitamos mantenernos tomando de la fuente. Que necesitamos mantenernos tomando de Tu Bendición, porque en esa fuente de agua viva, encontramos Tu favor, Señor. En esa fuente que Tú nos das, esa fuente es equivalente a Tu bendición y a Tu favor, Señor.

Hoy te decimos 'Aquí estamos, Señor, delante de Ti'. Y te invito a que continúes con tu corazón abierto. Continúes con tu corazón abierto porque el Espíritu Santo de Dios está aquí, está ministrando, o sigue ministrando, no ha dejado de hacerlo. Y está ministrando en esta hora, mientras esta melodía está sonando, el Espíritu Santo está trabajando en cada uno de nuestros corazones.

A unas de nosotras Dios nos ha hablado para que volvamos a la fuente o para que aumentemos la intensidad. A otras, Dios, nos ha corregido de condiciones aún hasta extremas, aún hasta extremas que atentan contra la relación íntima contra el Señor y aún contra la Salvación. A otras Dios nos ha dicho "Te has conducido y te has mantenido tomando de mi fuente. Entra en mi gozo, gózate en mí aún más, porque he visto tu caminar, he visto tu cercanía, he visto como me buscas día a día".

A cada una Dios nos ha hablado dependiendo de nuestra necesidad y en esta hora yo declaro palabra de bendición ¡oh Dios sobre tu pueblo! Padre, yo en esta hora, yo declaro palabra de bendición sobre tus hijas, Señor. Yo declaro, Señor, tu frescura. Yo declaro Tu visitación, yo declaro esa lluvia fresca que viene del Cielo. Esa lluvia de bendición de esa agua viva fresca que Tú ¡oh Dios! determinaste darnos hoy porque Tú ¡oh, Dios determinaste este día para bendecirnos! Tú determinarte separar este día para traer bendición fresca sobre Tu pueblo; bendición fresca sobre nuestras vidas y en esta hora te decimos 'Aquí estamos, Señor' y recibo.

Dile al Señor, 'Señor, levanto mis manos y mi corazón a Ti y aquí donde estoy recibo lo que Tú tienes para mi'. Dile al Señor, 'he entendido lo que me has dicho'. Dile, 'me has hablado a mí. Lo he tomado, Señor, he tomado lo que has tenido para mí en este día y te digo: "Aquí estoy Señor".

Recibo Tu Bendición, recibo Tu Bendición, recibo Tu favor, recibo Tu favor. ¡Aleluya!

Dios te bendice hoy mientras las hermanas entonan un cántico, desbórdate ante el Señor porque el Señor se desborda para bendecirte hoy. ¡Aleluya! El Señor se desborda.

He aquí que se ha desbordado el Señor, he aquí que ha derramado, aún antes de llegar a este lugar, ya el Señor había derramado de su presencia.

Ya la fuente de Dios, estaba fluyendo. He aquí que el Señor este en este lugar y esté derramando bendición. Te está visitando ahí donde tú estás, te está visitando el Señor.

Recibe donde estás, ahí donde estas te visita el Señor. Se derrama sobre ti. Se derrama sobre ti. Derrama tu corazón porque Él se está derramando sobre ti, se derrama el Señor sobre ti.

Bendito eres Dios. Bendito eres Señor. Gracias Señor, Gracias Señor.

Retiro de Mujeres en Video

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Querida hermana, En una ocasión Jesús inició una conversación con una mujer en Samaria. Para ella era un día como cualquier otro. Pero su encuentro con Jesús en la fuente lo tranformó en un día extraordinario.

 

Al igual que la samaritana tú y yo necesitamos acercarnos a esta Fuente para tomar de Su Agua. Todas tenemos que hacer altos frecuentes en la jornada para refrescar el alma.

El agua que Cristo te ofrece te renueva por dentro y por fuera Te prepara para lo que tienes por delante. Según las propias palabras de Jesús esta agua que Él te da “será en ti una fuente que salte para vida eterna.”

TEMA: TOMA DE LA FUENTE
FECHA: sábado, 6 de junio del 2009
HORA: 9:00 a.m. a 3:30 p.m.
LUGAR: Congregación León de Judá,

Acerca de la predicadora invitada
Durante los últimos veinticinco años, la doctora Awilda Gonzalez-Tejera ha desempeñado el pastorado junto a su esposo Raúl Tejera en Puerto Rico, Boston y Dallas, Texas. Obtuvo su doctorado en Divinidades de la Escuela de Teología de la Universidad de Boston, y recientemente publicó su primer libro. Ha presentado en conferencias para mujeres y temáticas bíblicas en Estados Unidos, El Caribe y América Central. Más que nada, la doctora Tejera es una genuina sierva del Señor, con un don prófetico comprobado, una palabra muy ungida y sabia, y una gran capacidad para ministrarle a las almas por medio de la predicación. Es un privilegio tenerla como predicadora para nuestro retiro.

Los desafíos de Dios

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Hermanos, Dios nos ha bendecido hoy con un mensaje precioso de parte de nuestra hermana, la Doctora Olga Martínez, ella está con nosotros hoy. Denle un aplauso a la Doctora Martínez que esta aquí y yo sé que Dios tiene palabra para nosotros en esta tarde.

Olguita -como cariñosamente la llamamos- es una amiga querida de muchos años; ha venido a León de Judá varias veces. Siempre que viene deja un depósito, deja un depósito de Dios, un depósito del Espíritu y ella ha Bendecido Lorens este fin de semana.

El Señor dirigió a nuestra hermana Carolina León Barrutia que también trabaja aquí como Secretaria Ejecutiva de nuestra Iglesia para bendecir a Lorens, abrir brecha allí.

Lorens es una ciudad que necesita mucho, hablamos de Puerto Viejo, Ecuador. Pero Lorens esta aquí mismo a 30 minutos al norte de Boston y necesita mucho de Dios y allí estuvo Olguita y la hermana Carolina y su esposo José estuvieron encabezando un esfuerzo para bendecir la ciudad de Lorens y declarar el Señorío de Cristo allí en Lorens la hermana Olga Martínez llevó la Palabra de Dios.

Gran Bendición esta mañana nos bendijo aquí y yo sé que Dios tiene una Palabra fuerte para nosotros. Den un aplauso de bienvenida a la Hermana Olguita y vamos a preparar nuestros corazones, vamos a abrir nuestros espíritus, porque Dios tiene algo muy especial que darnos este día.

Olguita bendecida y bienvenida a la casa del Señor.

Dra. Olga Martínez: Muy buenos días. Es un gusto para mí estar aquí, ver rostros y abrazar personas a las que les tengo mucho cariño, de las veces anteriores que hemos estado en este lugar. Inclinen sus rostros un momento, cierren sus ojos y vamos a orar:

“Padre, te damos gracias en esta mañana por permitirme de nuevo estar aquí en este país y estar en Tu casa. Gracias Padre por cada una de las personas que puedo volver a ver y por las personas nuevas que estoy conociendo.

Padre, en esta mañana ponemos este mensaje delante de Ti para que seas Tú quien tome el control, que seas Tú el que hable a nuestros corazones. Tomamos autoridad sobre toda fortaleza mental que quiera impedir lo que Tú tienes para nosotros en esta mañana.

Gracias Padre, Gracias Hijo y Gracias Espíritu Santo. Amén”.

Estamos en épocas de desafíos, los gobiernos tienen desafíos. Los bancos, las instituciones tienen desafíos y el pueblo de Dios tenemos fuertes desafíos.

Si usted mira la Palabra de Dios va a encontrar que todos los escogidos de Dios han tenido desafíos, si usted y yo somos escogidos de Dios tenemos desafíos. Un desafío de Dios tiene ciertas características. Una de ellas es que parte de una necesidad: la necesidad de resolver algo para beneficiar a otros, para beneficiar a muchos.

Otra característica es que un desafío de Dios es mucho más grande que lo que las personas podemos hacer. En Lucas 18:17 dice: ‘Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios’.

Otra característica es que cuando Dios da un desafío, da exactamente las especificaciones de lo que se tiene que hacer. Cuando Dios le da a Noé el desafío de construir un Arca, le da específicamente cómo debe de hacerla. En Génesis 6:14 dice: ‘Hazte un Arca de madera de Gofer, harás aposento en el Arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera’. Luego le sigue dando todas las especificaciones del material que debe de usar, el tamaño, el número de compartimientos, las ventanas, las formas de las ventanas, qué debe de hacer con el Arca, quienes deben de introducir en esa Arca porque en los desafíos siempre hay involucradas varias personas.

Y luego, en Génesis 6:22, vemos que dice: ‘Y así lo hizo Noé conforme a todo lo que Dios le había mandado’. Conforme a TODO, no a una parte, no a lo que le gustó, no a lo que quiso, no a lo que le pareció, conforme a todo lo que había mandado.

Cuando Dios le da a Josué un desafío, que lo podemos ver en Josué 1:2 le dice: ‘Mi siervo Moisés a muerto ahora pues levántate, cruza este Jordán tú y todo este pueblo a la Tierra que Yo les doy a los hijos de Israel’. Y más adelante vemos que le está diciendo que lo que él tiene que hacer es esforzarse y ser valiente o sea hacer las cosas bien hechas, seguir las instrucciones que Dios le está dando y que sí hace eso todo le saldrá bien, en todo va a ser prosperado. ¿Por qué razón? Porque tenemos que entender que otra de las características del desafío de Dios es que es de Él, no es del hombre, es de Dios.

Él da al desafío, Él está en el asunto y la victoria es de Él.

En el momento que da el desafío ya tiene la victoria. Cuando Dios le da a Josué el desafío para que le va a entregar la ciudad de Jericó, primero se la entrega, le dice en Josué 6:2: ‘Mira yo he entregado en tu mano a Jericó y a su Rey con sus varones de guerra’. Primero se la entrega después le da todo lo que tiene que hacer usted ya sabe: dar una vuelta, cada día por seis días el último día dar siete vueltas, siete varones van a tocar las trompetas y al final esta ahí la victoria. Josué 6:16, 'y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez Josué dijo al pueblo: “Gritad porque Jehová os ha entregado la ciudad”’, ya está la victoria.

Si a usted y a mí Dios nos da un desafío, tenemos que saber que Dios está en control de ese desafío y que si nosotros hacemos lo que Él nos dice y lo hacemos bien hecho y nos esforzamos, la victoria ya está dada. ¿Qué se necesita para recibir un desafío? Para recibir un desafío lo primero que necesitamos es estar cerca de Dios.

Cuando Moisés recibe el desafío de Dios lo recibe en el momento en que se acerca a la zarza, no lo recibe cuando está lejos, lo recibe cuando está cerca. Dice en Éxodo 3:4: “Viendo a Jehová que él iba a ver lo llamó Dios de en medio de la zarza y dijo: ‘Moisés, Moisés’ y él respondió: ‘Heme aquí’”. Él oyó la voz de Dios, estaba cerca de Dios, tenía su corazón dispuesto.

Lo segundo que tenemos que hacer para recibir un desafío es creerle a Dios. A veces los desafíos que Dios nos da son tan grandes, mucho más grandes que lo que nosotros podemos hacer, que cuesta creerle. Y en Éxodo 3:10 dice: “Ven por tanto ahora y te enviaré a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. El desafío era grande, el desafío era poderoso, el desafío era de importancia.

Otra de las cosas que se necesita para recibir un desafío es ser persona de compromiso. Dios da desafíos a las personas de compromiso. Si Dios le está dando a usted desafíos es porque sabe que usted es una persona de compromiso. Dios le da el desafío a un líder para que las personas de compromiso lo sigan.

Y, ¿cómo enfrentar un desafío?

Lo primero que tenemos que hacer al recibir un desafío para enfrentarlo es lo que hizo Nehemías. Nehemías cuando recibió el desafío que tenia que reconstruir los muros de Jerusalén, lo primero que él hizo fue orar. No podemos enfrentar un desafío si no tenemos oración. En Nehemías 1:4 dice así: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los Cielos”.

Luego, lo segundo para enfrentar el desafío tenemos que ver que tenemos, con qué recursos contamos, qué es lo que tengo yo en mí poder, qué es lo que Dios ya me ha dado para poder enfrentar ese desafío.

En Éxodo 4:12 vemos lo siguiente: “Entonces Moisés respondió diciendo: ‘He aquí que ellos no me creerán ni oirán mi voz, porque dirán: ‘No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?”, y él respondió: “Una vara”’.

¿Sabe, usted sabe? La vara representa la autoridad y cuando Dios le da a usted y a mí un desafío junto con el desafío nos da la autoridad, porque no nos manda solos, nos manda con la victoria y nos manda con la autoridad de Él. Si usted tiene un desafío ya tiene la victoria, ya tiene la autoridad de Dios para cumplir el desafío, lo que tiene que hacer es hacerlo bien, esforzarse y cumplir las especificaciones de Dios.

¿Qué hace un desafío? Un desafío hace cosas en nuestra vida.

Lo primero que hace un desafío es que cambia la manera de pensar. Nos hace pasar del “No puedo”, al “si puedo”. Nos hace pasar del “no sé cómo se hace” a “sí sé cómo se hace”; nos hace pasar de “no tengo” a “sí tengo”. Porque Dios cuando da un desafío da las instrucciones, sabemos como hacerlo y da también los medios para lograrlo.

Mire lo que dice en Éxodo 4:10: “Por favor Señor”, dice Moisés, “Nunca he sido hombre elocuente, ni ayer ni en los tiempos pasados, ni aún después que has hablado a tu siervo. Porque yo soy tardo en el habla y torpe de lengua” y Dios le dice: “Ahora ve y Yo estaré en tu boca y Te enseñaré lo que debes de hablar”. No lo mandó solo, no le dijo: ‘¡Ay! a ver como te va, a ver que haces’. No, le dio todo lo que tenía que hacer; le dio los medios, le dio la forma, le proveyó lo que tenía que decir, lo que tenía que hacer.

Un desafío, cambia nuestro destino.

David enfrentó muchos desafíos de Dios y su destino fue totalmente cambiado. Pasó de ser un pastor de ovejas, pasó a ser un Rey. Y, ¿sabe que si nosotros aceptamos los desafíos de Dios, nuestro destino cambia? Nos lleva a lugares que nunca nos hemos imaginado, nos lleva a niveles que nunca habíamos sospechado que llegaríamos. Nos pone con personas que nunca habíamos conocido.

El desafío de Dios cambia nuestro destino para bien porque Él siempre nos lleva de Gloria en Gloria, de victoria en victoria.

¿Sabe que un desafío nos saca de la comodidad? ¿Le gusta la comodidad? ¿Le gusta estar sentado en la banca, ahí cómodo? Prepárese.

Dios con el desafío lo va a sacar de la banca porque la comodidad hace que nos estanquemos. Siempre hago lo mismo, siempre hago lo cómodo, lo que ya sé hacer, donde no me esfuerzo. Vengo a la iglesia y me siento en la misma silla y que nadie me la vaya a quitar porque es mía. Y ahí me siento yo.

Y, ¿sabe qué los desafíos de Dios nos sacan de la comodidad? Nos sacan de lo conocido a lo desconocido, nos mandan a niveles donde no sabemos cual es el siguiente paso, a niveles donde tenemos que confiar en Dios por lo que no sabemos lo que viene adelante.

Hace que el potencial que tenemos ahí sea sacado. Ese potencial que tenemos guardado ¡por quién sabe cuantos años!

Pero cuando viene el desafío descubrimos lo que somos capaces de hacer en el poder de Dios. El desafío trae nueva revelación de quién es Dios; conocemos a Dios de cerca, conocemos la magnificencia de Dios, el poder de Dios, lo que Dios puede hacer en nuestras vidas; cosas que antes nunca nos había revelado nos empieza a revelar Dios cuando entramos al desafío.

Mire lo que dice Éxodo 13:14: “Dijo Moisés a Dios, ‘he aquí que llego yo a los hijos de Israel y les digo “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”. Si ellos me preguntaren “¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?” y respondió Dios a Moisés: “Yo soy el que soy,” y dijo así: “Dirás a los hijos de Israel ‘Yo Soy, me envió a vosotros’ “.

¿Sabes qué? Nosotros entonces en el desafío conocemos el poder de Dios y podemos decirle a la gente yo voy en nombre de Dios porque Él es el que es y conozco mayor que nunca antes la revelación de Dios y la magnificencia de Dios y el poder y la soberanía de Dios sobre todas las cosas.

Y un desafío tiene otra cosa muy hermosa: nos hace conscientes de la necesidad que hay alrededor nuestro. ¿Sabe qué es muy fácil no darnos cuenta de la necesidad que hay alrededor nuestro? Nos volvemos cómodos, tenemos cierta seguridad, cierta tranquilidad y se nos olvida que alrededor nuestro, muy cerca aún muy cerca en nuestra propia familia hay mucha necesidad.

En Guatemala, mi país, Dios ha dado grandes desafíos en los últimos años. Los desafíos que Dios a dado para Guatemala son el de hacer templos. ¿Por qué razón? Porque teníamos un problema. Había una necesidad y el problema que teníamos allá en Guatemala es que somos demasiados y no cabíamos en los Templos.

A mí me gusta este tipo de problemas. ¡Ojalá todos los problemas fueran así! ¡Qué no cabemos en un Templo!

Y allá en Guatemala mire, habíamos cumplido al pie de la letra el mandato de Génesis 1:22 que dice: “Creced y multiplicaos”. Habíamos crecido y nos habíamos multiplicado y Dios es un Dios de crecimiento, Dios no es un Dios de estancamiento, Dios es un Dios de proyectos.

Un proyecto es algo que está en la mente; puede estar en un papel, es una idea que se va a llevar a cabo; es algo que se tiene que realizar. La antítesis de un proyecto es el estancamiento: no hay ideas, no hay proyectos, no hay nada por realizar. Pero mire lo que dice Hebreos 3:4: “Porque toda cosa es hecha por alguno, pero el que hizo todas las cosas es Dios”.

Y mire en Hebreos 11:10 dice: “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamento”, pero el arquitecto y constructor es Dios y como Dios es Dios de proyectos le dio a la Iglesia donde yo estoy ‘Fraternidad Cristiana de Guatemala’, le dio un desafío. El desafío se lo dio al Pastor, el Doctor Jorge. H. López.

Nosotros somos una Congregación que tenemos un Templo para seis mil personas, hay un colegio a la par y bueno, el Templo tiene todos los servicios que ya conocemos en una iglesia. Y teníamos cuatro servicios y de pronto Dios le da el desafío. Le dice las palabras de Isaías 54:2: “Ensancha el sitio de tu tienda y tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”.

Y el Pastor viene y plantea a la Congregación el desafío. El desafío consistía en un Templo para doce mil personas. Tenía que tener un espacio para tres mil vehículos, escuela dominical para tres mil niños, más todos los demás servicios. El desafío tenía un costo de 30 millones de dólares. Para un país con una economía en desarrollo eso no es un desafío. Para un país como Guatemala que no es que vayamos a entrar a la crisis, no es que hayamos entrado a la crisis, en Guatemala vivimos en crisis todo el tiempo. ¡Es la realidad!

Y ahí se le ocurre a Dios hacer el desafío. Cuando nosotros oímos aquello, de inmediato -nosotros nuestra moneda es el quetzal- y es un equivalente al 8 por 1. De inmediato hicimos la multiplicación: 30 millones por 8. Es esa cantidad que usted ya multiplicó, es esa misma. En millones de quetzales, que es nuestra moneda y lo que nosotros ganamos.

Cuando oímos ese desafío, las respuestas de la Congregación fueron variadas.

Ustedes saben que hay diferentes gustos, diferentes opiniones. Hubo quien se ofendió, y se fue de la Congregación; hubo quien pensó muy cómodamente: "Pero si lo que quieren es más espacio para más gente, ¿por qué no hacen otro servicio?". Usted sabe que siempre hay gente que quiere que otro haga las cosas, pero no hacer nada.

Y hubo quien dijo: "¿Y cómo gastar en un Templo cuando pueden hacer escuelas, pueden hacer un hospital, pueden hacer tantas cosas?" Pero el desafío era de Dios, la orden era de Dios y la mayoría sí entendimos que el desafío era de Dios. La mayoría sí entendimos que era un PRIVILEGIO que Dios nos estaba dando: escoger a una Congregación para hacer un Templo grande que lo que iba a demostrar era la grandeza de Dios. Iba a ser el reflejo de la magnificencia de Dios.

La mayoría sí entendimos que era un privilegio que Dios nos estaba dando; poder entrar en un desafío de Él. Y miren lo que dice aquí en Lucas 14:28-30: “¿Porque quién de vosotros queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él diciendo, ‘este hombre empezó a edificar y no pudo terminar.’ “

Porque lo importante es empezar, continuar pero también terminar los desafíos de Dios.

El Pastor nos presentó la situación, el terreno que teníamos ya estaba pagado, ya se había pagado al contado, no se debía, ni se había hecho préstamo. El terreno estaba. La cantidad de dinero con la que se contaba era el 30 por ciento del total. O sea que teníamos un 30 por ciento y el 70 por ciento restante tenía que venir por Fe.

Hebreos 11:3 dice "Por la Fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". Hebreos 11:6 dice: "Sin Fe es imposible agradar a Dios," y en el Versículo 7 dice: "Por la Fe, Noé cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían con temor preparó el Arca para que su familia se salvara".

Y el grupo que entendimos que el desafío era de Dios y lo vimos como un privilegio entramos a caminar en él. El desafío implicaba muchas cosas; implicaba que saliéramos de la comodidad de nuestra silla y nos involucráramos mucho más en la Iglesia. En todos los Ministerios de la Iglesia. Había que preparar personas para que sirvieran en un Templo de 12 mil personas, personas para que estuvieran en los seis niveles de parqueo; personas que atendieran a 3 mil niños en la escuela dominical, nuevos líderes de células que pudieran cubrir a todos los nuevos convertidos y muchas de las personas cómodamente en una banca salieron de la comodidad, enfrentaron el desafío y empezaron a prepares.

Y toda la Iglesia como equipo entramos en la parte económica. Porque usted sabe que la Iglesia somos un equipo, somos un cuerpo. Mire lo que dice Génesis 1:26: "Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza". Dios dijo 'Hagamos' no dijo 'Hago'. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

En Génesis 2:18 dice: "No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él", forma un equipo. Romanos 12:5 dice "Así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros," un equipo grande. Y en Mateo 18:19-20 dice: "Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la Tierra acerca de cualquier cosa que pidiesen les será hecho por mi Padre que está en los Cielos. Porque donde están dos o tres en mi nombre ahí estoy Yo en medio de ellos".

Acuerdo, equipo, unidad para trabajar juntos. Y en Nehemías 2:17 vemos que Él dijo: "Venid y edifiquemos el muro. No estemos más en oprobio". No dijo 'Yo lo voy a edificar'. Reunió a todos y les dijo "Venid y edifiquemos todos juntos." Y en Eclesías 3:4-9 dice: "Mejores son dos que uno porque tienen mejor pago de su salario".

Los que entendimos que éramos el equipo de Dios para trabajar en él. Les voy a decir algo: los que entendimos que no éramos el equipo del Pastor, éramos el equipo de Dios, porque el desafío era de Dios a través de un hombre que era el líder que nos iba a guiar, el que Dios había escogido. Pero el desafío era de Dios.

Y empezó la labor de hormiga, ¿por qué le digo labor de hormiga? Porque para la construcción nunca se hizo un préstamo bancario, nunca se le prestó dinero a nadie, nunca se debió un centavo. Los materiales se compraron siempre al contado, nunca recibimos una donación de un país extranjero, nunca ninguna institución privada, pública o estatal nos dio un centavo. Los aportes para los 30 millones de dólares en un país en crisis fueron única y exclusivamente las ofrendas y las promesas de Fe de la Congregación.

El Templo estaba contemplado para una construcción de cuatro años, sin embargo nos tardamos seis porque íbamos al ritmo que íbamos ofrendando y dando nuestras promesas. Si eso se aligeraba todo marchaba rápido; si eso se detenía un poco, pues la obra también se detenía un poco.

A medida que se fue viendo la construcción del Templo nos sucedió lo mismo que le sucedió a Nehemías, que cuando empezó a verse que estaba reconstruyendo el muro, aparecieron los Ambalath enojados, con oprobio para Nehemías. Así nos pasó a nosotros. Sólo empezaron a ver el tamaño del Templo y aparecieron los comentarios.

Los comentarios venían de la propia Iglesia, de otras Iglesias y de cualquier Institución. Los comentarios al principio eran en relación al origen del dinero. “¿A saber de dónde había sacado la Iglesia el dinero?“ Ya se imagina usted de dónde decían que había sacado la Iglesia el dinero.

Después los comentarios eran en relación a que la Iglesia se estaba hundiendo, el terreno se estaba partiendo en dos porque no habían hecho estudio de suelos. ¡Y lo decían con una firmeza, qué usted no se imagina! Para que se ría un poquito: El arquitecto que estaba construyendo el edificio se juntó un día con unas personas y le dijeron, '¿sabes tú que a la construcción de la MegaFrater se está hundiendo el suelo?', '¡Ah!, ¿sí?' les dijo él '¿De veras? y ustedes ¿cómo lo saben?’ 'Y nosotros hemos pasado por ahí y vemos que se está hundiendo'... '¡Ah! Les dijo. ‘Pues qué raro porque yo soy el arquitecto que la construye, voy todos los días y no veo que se está hundiendo'.

Después la problemática que decían era que el techo se estaba cayendo. Y, ¿saben qué nos ayudó a subsistir todos esos comentarios? Dos cosas: la primera sabíamos que el desafío era de Dios; lo segundo sabíamos que eran nuestros aportes, nuestras ofrendas que Dios nos estaba proveyendo para el Templo, y lo tercero era que siempre nos habían mantenido informados del proceso de la construcción.

Cuando la gente decía, "se está hundiendo, no hicieron estudio de suelos", nosotros habíamos visto las gráficas porque se nos presentan en la pantalla, todas las fases: la fase que terminaba y la fase que empezaba, los problemas que se estaban encontrando en la construcción. Nosotros sabíamos, habíamos visto que, sí se había hecho un estudio de suelos. Habíamos visto quienes eran las personas que habían llegado para encargarse de ese estudio de suelos. Nosotros sabíamos que el techo se estaba deteniendo un poco en la aceleración de terminarlo porque era demasiado alto y tenían que ir muy lento por la seguridad de las personas que lo estaban haciendo.

Sabíamos también que un huracán había detenido que los materiales llegaran a tiempo. Nosotros sabíamos cual era la verdad de nuestra situación.

Después de seis años, se llegó el momento del proyecto terminado. Y así fue como un día pudimos ver el desafío de Dios cumplido. Y cuando Dios nos da el desafío de construir un Templo tenemos que tomar en cuenta varias cosas. Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que ese Templo es para la Gloria de Dios. ¡Qué Él es el desafío, Él fue el que lo construyó y es para Su Gloria!

Si lo va a aplaudir, ¡apláudalo bien!

Mire, tenemos que saber que no es para la Gloria ni de un grupo, ni de una Iglesia, ni de un nombre, ni de un país... es para la Gloria de Dios. Tenemos que entender también que es para que nos lo gocemos, para que nos los disfrutemos nosotros y otras personas.

No es para que digamos: '¡Ay! ¡Tener que dar las ofrendas y las Promesas de Fe!'. ¡No!, es para saber que vamos a tener un lugar que nos lo vamos a gozar y disfrutar nosotros y otras personas.

Hoy día los cuatro servicios que teníamos antes en el Templo anterior, siguen vigentes. Tienen la misma cantidad de personas que antes asistían; y yo me atrevería a decirle que el Servicio de las 12 aún tiene más que antes. Tenemos también el Servicio de la Megafrater o sea el Templo Grande a las 9 de la mañana en el cual todos los domingos se llena con un 80 por ciento. Cuando son servicios extraordinarios se repleta, no caben las personas, hay personas que han tenido que quedarse afuera porque ya no pueden entrar.

Para la Semana Santa tuvimos una obra teatral que se presentó tres veces, ahí en la MegaFrater, tuvimos más de seis cientos nuevos convertidos.

¿Por qué? Porque para eso fue que Dios nos dio el Templo... para alcanzar mucho más almas.

El día de la inauguración pudimos decir como dice Efesios 3:21: "A Él sea la Gloria en la Iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por todos los siglos de los siglos, amén".

Y pudimos decir también como dice Lucas 18:27: "Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios," y pudimos decir también como dijo Nehemías: "La mano benéfica de Dios estuvo sobre nosotros".

Yo quiero que en este momento podamos ver algunas tomas de la Iglesia el día de la inauguración. Quiero que por favor cuando lo vea piense en un desafío de Dios, en un país llamado "País del Tercer Mundo" en el que siempre se vive en crisis…

[Interrupción]

Esas son las cosas que Dios hace. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. A Él sea toda la Gloria y a Él sea toda la honra.

Como usted puede ver, si usted llega a Guatemala y nos quiere llegar a visitar y no quiere llegar en carro puede llegar en helicóptero. Ahí hay espacio para que usted aterrice.

Póngase de pie y vamos a orar, porque cuando Dios da un desafío, si nosotros le obedecemos, si nosotros lo tomamos como un privilegio que Dios nos da de escogernos para ese desafío, porque cuando Dios escoge a un grupo para un desafío, es porque sabe que a las personas que les está dando el desafío, son personas de compromiso.

¿Se recuerda qué vimos que es una de las características del desafío? Entender que es más grande que lo que nosotros podemos hacer. Entender que cuando lo da, ya está la victoria, sólo es cuestión de seguir lo que Él ordena que se haga. Entender que Él está con nosotros todo el tiempo del desafío; entender que está cambiando nuestro destino y el destino de muchas personas más.

Está cambiando nuestra manera de pensar y nos está sacando de la comodidad, y si nosotros nos esforzamos y somos valientes y le creemos a Dios y entramos como equipo a trabajar en el desafío el resultado es la Gloria y la Victoria de Dios.

El resultado es que el mundo pueda ver, a través de un Templo, la grandeza y la magnificencia de Dios. El resultado es que podamos tener muchas personas más que conozcan a Cristo y que podamos decir, ¡qué bueno y qué hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía! Porque ahí envía bendición Dios.

Yo sé que ustedes tienen el desafío de construir un Templo. Yo le voy a pedir que cierre sus ojos y vamos a orar y le vamos a clamar a Dios, porque todos como Congregación juntos, podamos entender el privilegio que Dios le ha dado a esta Congregación, de llamarlos para un desafío. El privilegio que Dios les ha dado como Congregación de tomarlos en cuenta y decirles: “este es mi equipo”.

Porque no es el desafío de una persona, es el desafío de Dios y usted es el equipo de Dios que Él ha escogido y que Dios le dice en esta mañana: “Mira que te mando, que te esfuerzo, que seas valiente.” Lo que Dios quiere en esta mañana es que usted le crea a Dios en ese desafío que no es una casualidad ni un capricho que los haya escogido a ustedes como Congregación.

Lo que Dios quiere es que entendamos que si Él quiere un Templo mayor Dios es soberano, Dios es sabio, Él sabe por qué lo quiere y que no es cosa de que a mí me gusta o no me gusta. Creo que debe de ser o no debe de ser. Dios es soberano y si yo he rendido mi vida a Dios yo tengo que rendir mi voluntad a la de Dios y si esa es la voluntad de Dios yo tengo que entrar en la voluntad de Dios.

Dios quiere que entendamos que somos un equipo, que tenemos que pasar a un nuevo nivel de trabajo, a un nuevo nivel de servicio, a un nuevo nivel de credibilidad, a un nuevo nivel de unidad y de apoyo los unos por los otros y qué cuando nosotros seguimos las especificaciones de Dios el resultado ya está logrado. ¡Porque grandes maravillas ha hecho Jehová!

Padre amado, ponemos a esta Congregación delante de Ti. Primero te damos gracias, Padre, Gracias por el privilegio que Tú les das de haberlos escogido para hacer algo más grande, algo que pueda mostrarle al mundo la magnificencia Tuya.

Gracias, Padre, te damos por esta Congregación que Tú has escogido porque sabes que son personas de compromiso. Por eso es que Tú los has escogido porque sabes que son personas de compromiso que están con su oído cerca a Ti y que cuando Tú los llamas como los estás llamando ahora como llamaste a Moisés ellos te dicen: ‘heme aquí, aquí estoy, Señor, para lo que Tú me quieras’ Gracias Padre, Gracias Padre.

Gracias, Padre, por esta Congregación, Padre, que está entrando como equipo; el equipo Tuyo a Tu servicio. Gracias, Padre, porque sus talentos, su potencial va a ser desarrollado como nunca se ha visto para Tu obra. Gracias Padre por la involucración de toda la Iglesia en Tu servicio y Gracias, Padre, porque Tú proveerás todos los medios necesarios para que todo todo, todo el monto total de lo que se necesita, Padre amado, yo me atrevo a declararlo sea como Tú lo hiciste con nosotros: con Guatemala -un país sin recursos.

Para que sea sin préstamo; para que sea sin deuda; para que el pueblo pueda ver lo que son Tus finanzas. Para que la gente conozca que los Cielos están abiertos para nosotros los hijos de Dios. Gracias, Padre.

Gracias, Padre, porque pronto podremos ver las maravillas que Tú vas a hacer. Si nosotros somos obedientes a Tu mandato, obedientes a Tus especificaciones, nos unimos todos y todos de lo que Tú nos das, porque sabemos que entre más damos, más Tú nos das. Y todos de lo que Tú nos das vamos a aportar nuestras Promesas de Fe y nuestras ofrendas para que Tu Templo, Tu Casa sea construida.

Gracias Padre, Gracias Hijo, Gracias Espíritu Santo. ¡Gloria a Dios!

Pastor Dr. Roberto Miranda: Gloria Señor.

Hermanos, ¡Qué más puede uno decir! Sólo quiero aclararles una cosa para que entiendan bien el contexto de esta Palabra. Es que yo no había hablado con Olguita desde que ella llegó de Guatemala.

Yo hubiera podido decirle bien fácil: “Olguita estamos en construcción. Trae tu mensaje de ánimo para la Iglesia y etc.”. Pero no, no había podido conversar con ella y hace años que no hablaba directamente con Olguita. Así que yo creo que eso le da un poquito más todavía de peso y de validez al reto que Dios nos emite o que refuerza en esta tarde.

Esta mañana yo compartía con los hermanos lo que Dios puso en mi corazón al escuchar eso.

Me vino inmediatamente las palabras de Pablo citando un Versículo del Antiguo Testamento en Romanos 10:19 donde Pablo citaba este Versículo y decía que Dios le decía a los judíos, “yo les voy a provocar a ustedes a celos con un pueblo que no es pueblo.” Queriendo decir los judíos habían recibido la revelación de Dios, el llamado de Dios, los dones de Dios, la tierra de Dios y habían desperdiciado el don de Dios y lo habían despreciado inclusive y entonces Dios dijo: “Yo les di a ustedes ese don, les di ese llamado, les di Mí recurso, les di Mi tierra. Se la quité a otros y se las di a ustedes, ustedes lo despreciaron. Está bien, yo voy a llamar a otro pueblo”.

Y llamó entonces a los gentiles –nosotros- y les dijo: “Yo les voy a dar a ellos el don que yo les había dado a ustedes originalmente.” Y por eso Pablo habla de ese versículo donde, “yo los voy a provocar a celos con un pueblo que no es pueblo”.

Esta nación recibió el llamado de Dios. Hace 400 años aquí se fundó una nación sobre fundamentos Bíblicos, cristianos. Esta nación fue luz e inspiración y fuente de evangelización a Guatemala, a Asia, África. De aquí fueron muchos de los primeros misioneros a esa nación.

Esta nación impactó naciones con el Evangelio. Hoy en día esta nación ha renunciado, se ha revelado contra Dios. El presidente Obama hace poco cuando le preguntaron si Estados Unidos era una nación cristiana, se apresuró a decir que “Estados Unidos no es una nación cristiana”.

Pues eso es una declaración espiritual y por esa esta nación y la iglesia de esta nación… porque hay que confesar algo, hermano, los cristianos en Estados Unidos, nos hemos empobrecido hemos carecido de visión, nos hemos acomodado, nos hemos vuelto cómodos y medimos cada centavito, cada esfuerzo, cada iniciativa. Somos muy conservadores, no somos conservadores para otras cosas, pero somos muy conservadores cuando se trata de darle a Dios y de esforzarnos para Dios. Esa es la verdad.

Y cuando un pueblo pierde la visión, cuando un pueblo pierde la capacidad para sacrificar y darle al Señor, cuando un pueblo pierde la pasión por Dios, cuando un pueblo se vuelve tímido y conservador y mide todo con una cucharita de medir, el Espíritu de Dios se retira, se estanca, se contriza y deja de moverse. Esta nación debiera estar construyendo Templos como ese, por donde quiera hoy en día. Cientos de Templos como ese y más grandes todavía porque los recursos de esta nación son prácticamente ilimitados.

Por eso es que yo digo que Dios está provocando a celos a un pueblo.

No es que Guatemala no sea pueblo, es más pueblo de Dios sabemos que los Estados Unidos. Pero ese pueblo subdesarrollado nos da ejemplos como ese.

Yo creo que detrás de eso no solamente estaban los dignatarios que estaban allí, había invitos y gente pobre que había dado de su dinero para que se construyera ese Templo. Porque muchas veces en las grandes inauguraciones, pues, viene la gente hermosa pero detrás de eso también hay gente pequeña que dio sacrificialmente. Esos son los que verdaderamente Dios… yo creo que, ¡guau!

Hermanos, lo que les quiero decir es que para un pueblo que tiene visión y un pueblo que le da al Señor con Fe y atrevimiento, no hay límite lo que Dios puede hacer y Dios me provoca celos sentado allí, me provoca celos. Yo digo, “Oye, Señor, ¿qué es lo que nosotros estamos haciendo comparado? Pero es un celo Santo. Yo se que eso es lo que Dios quiere por ahora y eso es lo que viene lo demás.

Yo siempre he dicho: “Ese templo no es simplemente, no es ni siquiera para que podamos poner más gente allí”. Para mí es un símbolo, es una declaración profética, es un abrir la matriz, es forzar la matriz romperla para que quepa más.

Es una pedrada al diablo que dice que el cristianismo se esta muriendo en América y es algo que yo quiero que hagamos para inspirar, motivar, despertar a tanto cristiano evangélico norteamericano en esta área de Nueva Inglaterra que no hay Templos. Se están muriendo los templos, el cristianismo está decayendo y nos quejamos de que la gente no quiere creer de que el mundo esta duro.

Mire, el que está duro es la Iglesia. La Iglesia es la que está durmiendo. El día que la Iglesia se despierte, el día que la Iglesia tome visión, el diablo tiene que mandarse a huir, el diablo ocupa el terreno que la Iglesia le permite ocupar. El diablo es una entidad que no existe en si mismo, excepto cuando nosotros le damos espacio. Él no tiene poder en sí mismo, no tiene vida, no tiene capacidad para nada. Sólo lo que él ocupa: el espacio negativo que nosotros le abrimos, le permitimos. Eso es así. Nosotros tenemos la autoridad, nosotros tenemos el poder.

¡Quiera el Señor usar esto para apuntalar el propósito en nosotros de ser fieles al Señor! Dar una declaración de Fe. Cristiano, cristiana yo te motivo en el nombre del Señor, sella tu promesa delante de Dios, no permitas que el diablo te robe el privilegio de darle al Señor en esta empresa de Fe.

Y algunos de ustedes, yo…, todavía quizá no han hecho su promesa. No lo digo acusativamente sino lo digo para que usted no se pierda el privilegio de ser parte de algo que está en el corazón de Dios.

No deje de hacerlo por cobardía o por racionalismo o lo que sea. Hágalo por Fe y déle al Señor. Uno de los lemas de nuestra campaña ha sido: 'Cada uno dé, cada uno dé, que no se quede nadie sin dar'.

Yo aprovecho esta oportunidad santa para decirle, mire, conciba un sueño grande, una misión grande en Dios, atrévase en el nombre del Señor.

Estos son actos proféticos que abren la matriz, estos son actos proféticos que le dan el mentís al diablo que dice que el Cristianismo está decayendo en Estados Unidos y que está muerto, ya.

Vamos a creerle a Dios. Si estos guatemaltecos subdesarrollados lo pueden hacer, ¿por qué nosotros no? y lo digo con respeto porque hablamos del tercer mundo y todas estas cosas. Toda esta gente está más desarrollada que nosotros. Nosotros tenemos que aprender de ellos.

Así que, hermanos, vamos a creerle a Dios, vamos a renovar el fuego de Dios. Yo creo que hay un celo Santo que dice, "¿cómo es posible? Tenemos nosotros que ponernos al día", eso es lo que Dios provoca hacer, Dios nos está provocando a celos, vamos a creerle a Dios.

Recuerde esta Palabra que es una Palabra profética de Dios. Yo no la solicité, no la pedí, pero Dios la trae desde allá con autoridad de Dios. Créanle al Señor.

Levante su mano, dígale, "Padre, yo me comprometo con Tu Espíritu, me comprometo con la visión, me comprometo con Tu llamado para darte, para derrotar al diablo; para darle esa pedrada central a Goliat y derribarlo de una vez por todas y abrir espacio para una conquista. Para la reconquista de la Tierra."

Nosotros somos el pueblo de Dios, declaramos, somos los Hijos de Dios, somos los dueños de la Tierra. Tú nos has entregado la Tierra, Padre. No importa que gigantes se presenten, nosotros somos autoridad y declaramos esa autoridad y nos moveremos en Fe, Señor. Conquistaremos, llegaremos a la meta y la sobrepasaremos, Padre, para Gloria exclusiva del nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gracias Señor, Amén, Amén. Gloria a Dios.

Vamos a declarar algo: 'aquel que la buena obra empezó será fiel en completarla'. El que comenzó esta obra, el que la declaró no fue Roberto Miranda, no fue el Diaconado de León de Judá, fue el Espíritu Santo y nosotros tenemos que llenarnos de esa autoridad.

Vamos a ser un pueblo feroz, un pueblo concentrado, un pueblo peligroso para las huestes del infierno.

Vamos a decir: 'Señor, Tú comenzaste esta obra, Tú la vas a terminar'.

Los desafíos de Dios

Transcripción

Hermanos, Dios nos ha bendecido hoy con un mensaje precioso de parte de nuestra hermana, la Doctora Olga Martínez, ella está con nosotros hoy. Denle un aplauso a la Doctora Martínez que esta aquí y yo sé que Dios tiene palabra para nosotros en esta tarde.

Olguita -como cariñosamente la llamamos- es una amiga querida de muchos años; ha venido a León de Judá varias veces. Siempre que viene deja un depósito, deja un depósito de Dios, un depósito del Espíritu y ella ha Bendecido Lorens este fin de semana.

El Señor dirigió a nuestra hermana Carolina León Barrutia que también trabaja aquí como Secretaria Ejecutiva de nuestra Iglesia para bendecir a Lorens, abrir brecha allí.

Lorens es una ciudad que necesita mucho, hablamos de Puerto Viejo, Ecuador. Pero Lorens esta aquí mismo a 30 minutos al norte de Boston y necesita mucho de Dios y allí estuvo Olguita y la hermana Carolina y su esposo José estuvieron encabezando un esfuerzo para bendecir la ciudad de Lorens y declarar el Señorío de Cristo allí en Lorens la hermana Olga Martínez llevó la Palabra de Dios.

Gran Bendición esta mañana nos bendijo aquí y yo sé que Dios tiene una Palabra fuerte para nosotros. Den un aplauso de bienvenida a la Hermana Olguita y vamos a preparar nuestros corazones, vamos a abrir nuestros espíritus, porque Dios tiene algo muy especial que darnos este día.

Olguita bendecida y bienvenida a la casa del Señor.

Dra. Olga Martínez: Muy buenos días. Es un gusto para mí estar aquí, ver rostros y abrazar personas a las que les tengo mucho cariño, de las veces anteriores que hemos estado en este lugar. Inclinen sus rostros un momento, cierren sus ojos y vamos a orar:

“Padre, te damos gracias en esta mañana por permitirme de nuevo estar aquí en este país y estar en Tu casa. Gracias Padre por cada una de las personas que puedo volver a ver y por las personas nuevas que estoy conociendo.

Padre, en esta mañana ponemos este mensaje delante de Ti para que seas Tú quien tome el control, que seas Tú el que hable a nuestros corazones. Tomamos autoridad sobre toda fortaleza mental que quiera impedir lo que Tú tienes para nosotros en esta mañana.

Gracias Padre, Gracias Hijo y Gracias Espíritu Santo. Amén”.

Estamos en épocas de desafíos, los gobiernos tienen desafíos. Los bancos, las instituciones tienen desafíos y el pueblo de Dios tenemos fuertes desafíos.

Si usted mira la Palabra de Dios va a encontrar que todos los escogidos de Dios han tenido desafíos, si usted y yo somos escogidos de Dios tenemos desafíos. Un desafío de Dios tiene ciertas características. Una de ellas es que parte de una necesidad: la necesidad de resolver algo para beneficiar a otros, para beneficiar a muchos.

Otra característica es que un desafío de Dios es mucho más grande que lo que las personas podemos hacer. En Lucas 18:17 dice: ‘Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios’.

Otra característica es que cuando Dios da un desafío, da exactamente las especificaciones de lo que se tiene que hacer. Cuando Dios le da a Noé el desafío de construir un Arca, le da específicamente cómo debe de hacerla. En Génesis 6:14 dice: ‘Hazte un Arca de madera de Gofer, harás aposento en el Arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera’. Luego le sigue dando todas las especificaciones del material que debe de usar, el tamaño, el número de compartimientos, las ventanas, las formas de las ventanas, qué debe de hacer con el Arca, quienes deben de introducir en esa Arca porque en los desafíos siempre hay involucradas varias personas.

Y luego, en Génesis 6:22, vemos que dice: ‘Y así lo hizo Noé conforme a todo lo que Dios le había mandado’. Conforme a TODO, no a una parte, no a lo que le gustó, no a lo que quiso, no a lo que le pareció, conforme a todo lo que había mandado.

Cuando Dios le da a Josué un desafío, que lo podemos ver en Josué 1:2 le dice: ‘Mi siervo Moisés a muerto ahora pues levántate, cruza este Jordán tú y todo este pueblo a la Tierra que Yo les doy a los hijos de Israel’. Y más adelante vemos que le está diciendo que lo que él tiene que hacer es esforzarse y ser valiente o sea hacer las cosas bien hechas, seguir las instrucciones que Dios le está dando y que sí hace eso todo le saldrá bien, en todo va a ser prosperado. ¿Por qué razón? Porque tenemos que entender que otra de las características del desafío de Dios es que es de Él, no es del hombre, es de Dios.

Él da al desafío, Él está en el asunto y la victoria es de Él.

En el momento que da el desafío ya tiene la victoria. Cuando Dios le da a Josué el desafío para que le va a entregar la ciudad de Jericó, primero se la entrega, le dice en Josué 6:2: ‘Mira yo he entregado en tu mano a Jericó y a su Rey con sus varones de guerra’. Primero se la entrega después le da todo lo que tiene que hacer usted ya sabe: dar una vuelta, cada día por seis días el último día dar siete vueltas, siete varones van a tocar las trompetas y al final esta ahí la victoria. Josué 6:16, 'y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez Josué dijo al pueblo: “Gritad porque Jehová os ha entregado la ciudad”’, ya está la victoria.

Si a usted y a mí Dios nos da un desafío, tenemos que saber que Dios está en control de ese desafío y que si nosotros hacemos lo que Él nos dice y lo hacemos bien hecho y nos esforzamos, la victoria ya está dada. ¿Qué se necesita para recibir un desafío? Para recibir un desafío lo primero que necesitamos es estar cerca de Dios.

Cuando Moisés recibe el desafío de Dios lo recibe en el momento en que se acerca a la zarza, no lo recibe cuando está lejos, lo recibe cuando está cerca. Dice en Éxodo 3:4: “Viendo a Jehová que él iba a ver lo llamó Dios de en medio de la zarza y dijo: ‘Moisés, Moisés’ y él respondió: ‘Heme aquí’”. Él oyó la voz de Dios, estaba cerca de Dios, tenía su corazón dispuesto.

Lo segundo que tenemos que hacer para recibir un desafío es creerle a Dios. A veces los desafíos que Dios nos da son tan grandes, mucho más grandes que lo que nosotros podemos hacer, que cuesta creerle. Y en Éxodo 3:10 dice: “Ven por tanto ahora y te enviaré a Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”. El desafío era grande, el desafío era poderoso, el desafío era de importancia.

Otra de las cosas que se necesita para recibir un desafío es ser persona de compromiso. Dios da desafíos a las personas de compromiso. Si Dios le está dando a usted desafíos es porque sabe que usted es una persona de compromiso. Dios le da el desafío a un líder para que las personas de compromiso lo sigan.

Y, ¿cómo enfrentar un desafío?

Lo primero que tenemos que hacer al recibir un desafío para enfrentarlo es lo que hizo Nehemías. Nehemías cuando recibió el desafío que tenia que reconstruir los muros de Jerusalén, lo primero que él hizo fue orar. No podemos enfrentar un desafío si no tenemos oración. En Nehemías 1:4 dice así: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los Cielos”.

Luego, lo segundo para enfrentar el desafío tenemos que ver que tenemos, con qué recursos contamos, qué es lo que tengo yo en mí poder, qué es lo que Dios ya me ha dado para poder enfrentar ese desafío.

En Éxodo 4:12 vemos lo siguiente: “Entonces Moisés respondió diciendo: ‘He aquí que ellos no me creerán ni oirán mi voz, porque dirán: ‘No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: “¿Qué es eso que tienes en tu mano?”, y él respondió: “Una vara”’.

¿Sabe, usted sabe? La vara representa la autoridad y cuando Dios le da a usted y a mí un desafío junto con el desafío nos da la autoridad, porque no nos manda solos, nos manda con la victoria y nos manda con la autoridad de Él. Si usted tiene un desafío ya tiene la victoria, ya tiene la autoridad de Dios para cumplir el desafío, lo que tiene que hacer es hacerlo bien, esforzarse y cumplir las especificaciones de Dios.

¿Qué hace un desafío? Un desafío hace cosas en nuestra vida.

Lo primero que hace un desafío es que cambia la manera de pensar. Nos hace pasar del “No puedo”, al “si puedo”. Nos hace pasar del “no sé cómo se hace” a “sí sé cómo se hace”; nos hace pasar de “no tengo” a “sí tengo”. Porque Dios cuando da un desafío da las instrucciones, sabemos como hacerlo y da también los medios para lograrlo.

Mire lo que dice en Éxodo 4:10: “Por favor Señor”, dice Moisés, “Nunca he sido hombre elocuente, ni ayer ni en los tiempos pasados, ni aún después que has hablado a tu siervo. Porque yo soy tardo en el habla y torpe de lengua” y Dios le dice: “Ahora ve y Yo estaré en tu boca y Te enseñaré lo que debes de hablar”. No lo mandó solo, no le dijo: ‘¡Ay! a ver como te va, a ver que haces’. No, le dio todo lo que tenía que hacer; le dio los medios, le dio la forma, le proveyó lo que tenía que decir, lo que tenía que hacer.

Un desafío, cambia nuestro destino.

David enfrentó muchos desafíos de Dios y su destino fue totalmente cambiado. Pasó de ser un pastor de ovejas, pasó a ser un Rey. Y, ¿sabe que si nosotros aceptamos los desafíos de Dios, nuestro destino cambia? Nos lleva a lugares que nunca nos hemos imaginado, nos lleva a niveles que nunca habíamos sospechado que llegaríamos. Nos pone con personas que nunca habíamos conocido.

El desafío de Dios cambia nuestro destino para bien porque Él siempre nos lleva de Gloria en Gloria, de victoria en victoria.

¿Sabe que un desafío nos saca de la comodidad? ¿Le gusta la comodidad? ¿Le gusta estar sentado en la banca, ahí cómodo? Prepárese.

Dios con el desafío lo va a sacar de la banca porque la comodidad hace que nos estanquemos. Siempre hago lo mismo, siempre hago lo cómodo, lo que ya sé hacer, donde no me esfuerzo. Vengo a la iglesia y me siento en la misma silla y que nadie me la vaya a quitar porque es mía. Y ahí me siento yo.

Y, ¿sabe qué los desafíos de Dios nos sacan de la comodidad? Nos sacan de lo conocido a lo desconocido, nos mandan a niveles donde no sabemos cual es el siguiente paso, a niveles donde tenemos que confiar en Dios por lo que no sabemos lo que viene adelante.

Hace que el potencial que tenemos ahí sea sacado. Ese potencial que tenemos guardado ¡por quién sabe cuantos años!

Pero cuando viene el desafío descubrimos lo que somos capaces de hacer en el poder de Dios. El desafío trae nueva revelación de quién es Dios; conocemos a Dios de cerca, conocemos la magnificencia de Dios, el poder de Dios, lo que Dios puede hacer en nuestras vidas; cosas que antes nunca nos había revelado nos empieza a revelar Dios cuando entramos al desafío.

Mire lo que dice Éxodo 13:14: “Dijo Moisés a Dios, ‘he aquí que llego yo a los hijos de Israel y les digo “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”. Si ellos me preguntaren “¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?” y respondió Dios a Moisés: “Yo soy el que soy,” y dijo así: “Dirás a los hijos de Israel ‘Yo Soy, me envió a vosotros’ “.

¿Sabes qué? Nosotros entonces en el desafío conocemos el poder de Dios y podemos decirle a la gente yo voy en nombre de Dios porque Él es el que es y conozco mayor que nunca antes la revelación de Dios y la magnificencia de Dios y el poder y la soberanía de Dios sobre todas las cosas.

Y un desafío tiene otra cosa muy hermosa: nos hace conscientes de la necesidad que hay alrededor nuestro. ¿Sabe qué es muy fácil no darnos cuenta de la necesidad que hay alrededor nuestro? Nos volvemos cómodos, tenemos cierta seguridad, cierta tranquilidad y se nos olvida que alrededor nuestro, muy cerca aún muy cerca en nuestra propia familia hay mucha necesidad.

En Guatemala, mi país, Dios ha dado grandes desafíos en los últimos años. Los desafíos que Dios a dado para Guatemala son el de hacer templos. ¿Por qué razón? Porque teníamos un problema. Había una necesidad y el problema que teníamos allá en Guatemala es que somos demasiados y no cabíamos en los Templos.

A mí me gusta este tipo de problemas. ¡Ojalá todos los problemas fueran así! ¡Qué no cabemos en un Templo!

Y allá en Guatemala mire, habíamos cumplido al pie de la letra el mandato de Génesis 1:22 que dice: “Creced y multiplicaos”. Habíamos crecido y nos habíamos multiplicado y Dios es un Dios de crecimiento, Dios no es un Dios de estancamiento, Dios es un Dios de proyectos.

Un proyecto es algo que está en la mente; puede estar en un papel, es una idea que se va a llevar a cabo; es algo que se tiene que realizar. La antítesis de un proyecto es el estancamiento: no hay ideas, no hay proyectos, no hay nada por realizar. Pero mire lo que dice Hebreos 3:4: “Porque toda cosa es hecha por alguno, pero el que hizo todas las cosas es Dios”.

Y mire en Hebreos 11:10 dice: “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamento”, pero el arquitecto y constructor es Dios y como Dios es Dios de proyectos le dio a la Iglesia donde yo estoy ‘Fraternidad Cristiana de Guatemala’, le dio un desafío. El desafío se lo dio al Pastor, el Doctor Jorge. H. López.

Nosotros somos una Congregación que tenemos un Templo para seis mil personas, hay un colegio a la par y bueno, el Templo tiene todos los servicios que ya conocemos en una iglesia. Y teníamos cuatro servicios y de pronto Dios le da el desafío. Le dice las palabras de Isaías 54:2: “Ensancha el sitio de tu tienda y tus habitaciones sean extendidas, no seas escasa, alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”.

Y el Pastor viene y plantea a la Congregación el desafío. El desafío consistía en un Templo para doce mil personas. Tenía que tener un espacio para tres mil vehículos, escuela dominical para tres mil niños, más todos los demás servicios. El desafío tenía un costo de 30 millones de dólares. Para un país con una economía en desarrollo eso no es un desafío. Para un país como Guatemala que no es que vayamos a entrar a la crisis, no es que hayamos entrado a la crisis, en Guatemala vivimos en crisis todo el tiempo. ¡Es la realidad!

Y ahí se le ocurre a Dios hacer el desafío. Cuando nosotros oímos aquello, de inmediato -nosotros nuestra moneda es el quetzal- y es un equivalente al 8 por 1. De inmediato hicimos la multiplicación: 30 millones por 8. Es esa cantidad que usted ya multiplicó, es esa misma. En millones de quetzales, que es nuestra moneda y lo que nosotros ganamos.

Cuando oímos ese desafío, las respuestas de la Congregación fueron variadas.

Ustedes saben que hay diferentes gustos, diferentes opiniones. Hubo quien se ofendió, y se fue de la Congregación; hubo quien pensó muy cómodamente: "Pero si lo que quieren es más espacio para más gente, ¿por qué no hacen otro servicio?". Usted sabe que siempre hay gente que quiere que otro haga las cosas, pero no hacer nada.

Y hubo quien dijo: "¿Y cómo gastar en un Templo cuando pueden hacer escuelas, pueden hacer un hospital, pueden hacer tantas cosas?" Pero el desafío era de Dios, la orden era de Dios y la mayoría sí entendimos que el desafío era de Dios. La mayoría sí entendimos que era un PRIVILEGIO que Dios nos estaba dando: escoger a una Congregación para hacer un Templo grande que lo que iba a demostrar era la grandeza de Dios. Iba a ser el reflejo de la magnificencia de Dios.

La mayoría sí entendimos que era un privilegio que Dios nos estaba dando; poder entrar en un desafío de Él. Y miren lo que dice aquí en Lucas 14:28-30: “¿Porque quién de vosotros queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él diciendo, ‘este hombre empezó a edificar y no pudo terminar.’ “

Porque lo importante es empezar, continuar pero también terminar los desafíos de Dios.

El Pastor nos presentó la situación, el terreno que teníamos ya estaba pagado, ya se había pagado al contado, no se debía, ni se había hecho préstamo. El terreno estaba. La cantidad de dinero con la que se contaba era el 30 por ciento del total. O sea que teníamos un 30 por ciento y el 70 por ciento restante tenía que venir por Fe.

Hebreos 11:3 dice "Por la Fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". Hebreos 11:6 dice: "Sin Fe es imposible agradar a Dios," y en el Versículo 7 dice: "Por la Fe, Noé cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían con temor preparó el Arca para que su familia se salvara".

Y el grupo que entendimos que el desafío era de Dios y lo vimos como un privilegio entramos a caminar en él. El desafío implicaba muchas cosas; implicaba que saliéramos de la comodidad de nuestra silla y nos involucráramos mucho más en la Iglesia. En todos los Ministerios de la Iglesia. Había que preparar personas para que sirvieran en un Templo de 12 mil personas, personas para que estuvieran en los seis niveles de parqueo; personas que atendieran a 3 mil niños en la escuela dominical, nuevos líderes de células que pudieran cubrir a todos los nuevos convertidos y muchas de las personas cómodamente en una banca salieron de la comodidad, enfrentaron el desafío y empezaron a prepares.

Y toda la Iglesia como equipo entramos en la parte económica. Porque usted sabe que la Iglesia somos un equipo, somos un cuerpo. Mire lo que dice Génesis 1:26: "Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza". Dios dijo 'Hagamos' no dijo 'Hago'. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

En Génesis 2:18 dice: "No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él", forma un equipo. Romanos 12:5 dice "Así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros," un equipo grande. Y en Mateo 18:19-20 dice: "Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la Tierra acerca de cualquier cosa que pidiesen les será hecho por mi Padre que está en los Cielos. Porque donde están dos o tres en mi nombre ahí estoy Yo en medio de ellos".

Acuerdo, equipo, unidad para trabajar juntos. Y en Nehemías 2:17 vemos que Él dijo: "Venid y edifiquemos el muro. No estemos más en oprobio". No dijo 'Yo lo voy a edificar'. Reunió a todos y les dijo "Venid y edifiquemos todos juntos." Y en Eclesías 3:4-9 dice: "Mejores son dos que uno porque tienen mejor pago de su salario".

Los que entendimos que éramos el equipo de Dios para trabajar en él. Les voy a decir algo: los que entendimos que no éramos el equipo del Pastor, éramos el equipo de Dios, porque el desafío era de Dios a través de un hombre que era el líder que nos iba a guiar, el que Dios había escogido. Pero el desafío era de Dios.

Y empezó la labor de hormiga, ¿por qué le digo labor de hormiga? Porque para la construcción nunca se hizo un préstamo bancario, nunca se le prestó dinero a nadie, nunca se debió un centavo. Los materiales se compraron siempre al contado, nunca recibimos una donación de un país extranjero, nunca ninguna institución privada, pública o estatal nos dio un centavo. Los aportes para los 30 millones de dólares en un país en crisis fueron única y exclusivamente las ofrendas y las promesas de Fe de la Congregación.

El Templo estaba contemplado para una construcción de cuatro años, sin embargo nos tardamos seis porque íbamos al ritmo que íbamos ofrendando y dando nuestras promesas. Si eso se aligeraba todo marchaba rápido; si eso se detenía un poco, pues la obra también se detenía un poco.

A medida que se fue viendo la construcción del Templo nos sucedió lo mismo que le sucedió a Nehemías, que cuando empezó a verse que estaba reconstruyendo el muro, aparecieron los Ambalath enojados, con oprobio para Nehemías. Así nos pasó a nosotros. Sólo empezaron a ver el tamaño del Templo y aparecieron los comentarios.

Los comentarios venían de la propia Iglesia, de otras Iglesias y de cualquier Institución. Los comentarios al principio eran en relación al origen del dinero. “¿A saber de dónde había sacado la Iglesia el dinero?“ Ya se imagina usted de dónde decían que había sacado la Iglesia el dinero.

Después los comentarios eran en relación a que la Iglesia se estaba hundiendo, el terreno se estaba partiendo en dos porque no habían hecho estudio de suelos. ¡Y lo decían con una firmeza, qué usted no se imagina! Para que se ría un poquito: El arquitecto que estaba construyendo el edificio se juntó un día con unas personas y le dijeron, '¿sabes tú que a la construcción de la MegaFrater se está hundiendo el suelo?', '¡Ah!, ¿sí?' les dijo él '¿De veras? y ustedes ¿cómo lo saben?’ 'Y nosotros hemos pasado por ahí y vemos que se está hundiendo'... '¡Ah! Les dijo. ‘Pues qué raro porque yo soy el arquitecto que la construye, voy todos los días y no veo que se está hundiendo'.

Después la problemática que decían era que el techo se estaba cayendo. Y, ¿saben qué nos ayudó a subsistir todos esos comentarios? Dos cosas: la primera sabíamos que el desafío era de Dios; lo segundo sabíamos que eran nuestros aportes, nuestras ofrendas que Dios nos estaba proveyendo para el Templo, y lo tercero era que siempre nos habían mantenido informados del proceso de la construcción.

Cuando la gente decía, "se está hundiendo, no hicieron estudio de suelos", nosotros habíamos visto las gráficas porque se nos presentan en la pantalla, todas las fases: la fase que terminaba y la fase que empezaba, los problemas que se estaban encontrando en la construcción. Nosotros sabíamos, habíamos visto que, sí se había hecho un estudio de suelos. Habíamos visto quienes eran las personas que habían llegado para encargarse de ese estudio de suelos. Nosotros sabíamos que el techo se estaba deteniendo un poco en la aceleración de terminarlo porque era demasiado alto y tenían que ir muy lento por la seguridad de las personas que lo estaban haciendo.

Sabíamos también que un huracán había detenido que los materiales llegaran a tiempo. Nosotros sabíamos cual era la verdad de nuestra situación.

Después de seis años, se llegó el momento del proyecto terminado. Y así fue como un día pudimos ver el desafío de Dios cumplido. Y cuando Dios nos da el desafío de construir un Templo tenemos que tomar en cuenta varias cosas. Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que ese Templo es para la Gloria de Dios. ¡Qué Él es el desafío, Él fue el que lo construyó y es para Su Gloria!

Si lo va a aplaudir, ¡apláudalo bien!

Mire, tenemos que saber que no es para la Gloria ni de un grupo, ni de una Iglesia, ni de un nombre, ni de un país... es para la Gloria de Dios. Tenemos que entender también que es para que nos lo gocemos, para que nos los disfrutemos nosotros y otras personas.

No es para que digamos: '¡Ay! ¡Tener que dar las ofrendas y las Promesas de Fe!'. ¡No!, es para saber que vamos a tener un lugar que nos lo vamos a gozar y disfrutar nosotros y otras personas.

Hoy día los cuatro servicios que teníamos antes en el Templo anterior, siguen vigentes. Tienen la misma cantidad de personas que antes asistían; y yo me atrevería a decirle que el Servicio de las 12 aún tiene más que antes. Tenemos también el Servicio de la Megafrater o sea el Templo Grande a las 9 de la mañana en el cual todos los domingos se llena con un 80 por ciento. Cuando son servicios extraordinarios se repleta, no caben las personas, hay personas que han tenido que quedarse afuera porque ya no pueden entrar.

Para la Semana Santa tuvimos una obra teatral que se presentó tres veces, ahí en la MegaFrater, tuvimos más de seis cientos nuevos convertidos.

¿Por qué? Porque para eso fue que Dios nos dio el Templo... para alcanzar mucho más almas.

El día de la inauguración pudimos decir como dice Efesios 3:21: "A Él sea la Gloria en la Iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por todos los siglos de los siglos, amén".

Y pudimos decir también como dice Lucas 18:27: "Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios," y pudimos decir también como dijo Nehemías: "La mano benéfica de Dios estuvo sobre nosotros".

Yo quiero que en este momento podamos ver algunas tomas de la Iglesia el día de la inauguración. Quiero que por favor cuando lo vea piense en un desafío de Dios, en un país llamado "País del Tercer Mundo" en el que siempre se vive en crisis…

[Interrupción]

Esas son las cosas que Dios hace. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. A Él sea toda la Gloria y a Él sea toda la honra.

Como usted puede ver, si usted llega a Guatemala y nos quiere llegar a visitar y no quiere llegar en carro puede llegar en helicóptero. Ahí hay espacio para que usted aterrice.

Póngase de pie y vamos a orar, porque cuando Dios da un desafío, si nosotros le obedecemos, si nosotros lo tomamos como un privilegio que Dios nos da de escogernos para ese desafío, porque cuando Dios escoge a un grupo para un desafío, es porque sabe que a las personas que les está dando el desafío, son personas de compromiso.

¿Se recuerda qué vimos que es una de las características del desafío? Entender que es más grande que lo que nosotros podemos hacer. Entender que cuando lo da, ya está la victoria, sólo es cuestión de seguir lo que Él ordena que se haga. Entender que Él está con nosotros todo el tiempo del desafío; entender que está cambiando nuestro destino y el destino de muchas personas más.

Está cambiando nuestra manera de pensar y nos está sacando de la comodidad, y si nosotros nos esforzamos y somos valientes y le creemos a Dios y entramos como equipo a trabajar en el desafío el resultado es la Gloria y la Victoria de Dios.

El resultado es que el mundo pueda ver, a través de un Templo, la grandeza y la magnificencia de Dios. El resultado es que podamos tener muchas personas más que conozcan a Cristo y que podamos decir, ¡qué bueno y qué hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía! Porque ahí envía bendición Dios.

Yo sé que ustedes tienen el desafío de construir un Templo. Yo le voy a pedir que cierre sus ojos y vamos a orar y le vamos a clamar a Dios, porque todos como Congregación juntos, podamos entender el privilegio que Dios le ha dado a esta Congregación, de llamarlos para un desafío. El privilegio que Dios les ha dado como Congregación de tomarlos en cuenta y decirles: “este es mi equipo”.

Porque no es el desafío de una persona, es el desafío de Dios y usted es el equipo de Dios que Él ha escogido y que Dios le dice en esta mañana: “Mira que te mando, que te esfuerzo, que seas valiente.” Lo que Dios quiere en esta mañana es que usted le crea a Dios en ese desafío que no es una casualidad ni un capricho que los haya escogido a ustedes como Congregación.

Lo que Dios quiere es que entendamos que si Él quiere un Templo mayor Dios es soberano, Dios es sabio, Él sabe por qué lo quiere y que no es cosa de que a mí me gusta o no me gusta. Creo que debe de ser o no debe de ser. Dios es soberano y si yo he rendido mi vida a Dios yo tengo que rendir mi voluntad a la de Dios y si esa es la voluntad de Dios yo tengo que entrar en la voluntad de Dios.

Dios quiere que entendamos que somos un equipo, que tenemos que pasar a un nuevo nivel de trabajo, a un nuevo nivel de servicio, a un nuevo nivel de credibilidad, a un nuevo nivel de unidad y de apoyo los unos por los otros y qué cuando nosotros seguimos las especificaciones de Dios el resultado ya está logrado. ¡Porque grandes maravillas ha hecho Jehová!

Padre amado, ponemos a esta Congregación delante de Ti. Primero te damos gracias, Padre, Gracias por el privilegio que Tú les das de haberlos escogido para hacer algo más grande, algo que pueda mostrarle al mundo la magnificencia Tuya.

Gracias, Padre, te damos por esta Congregación que Tú has escogido porque sabes que son personas de compromiso. Por eso es que Tú los has escogido porque sabes que son personas de compromiso que están con su oído cerca a Ti y que cuando Tú los llamas como los estás llamando ahora como llamaste a Moisés ellos te dicen: ‘heme aquí, aquí estoy, Señor, para lo que Tú me quieras’ Gracias Padre, Gracias Padre.

Gracias, Padre, por esta Congregación, Padre, que está entrando como equipo; el equipo Tuyo a Tu servicio. Gracias, Padre, porque sus talentos, su potencial va a ser desarrollado como nunca se ha visto para Tu obra. Gracias Padre por la involucración de toda la Iglesia en Tu servicio y Gracias, Padre, porque Tú proveerás todos los medios necesarios para que todo todo, todo el monto total de lo que se necesita, Padre amado, yo me atrevo a declararlo sea como Tú lo hiciste con nosotros: con Guatemala -un país sin recursos.

Para que sea sin préstamo; para que sea sin deuda; para que el pueblo pueda ver lo que son Tus finanzas. Para que la gente conozca que los Cielos están abiertos para nosotros los hijos de Dios. Gracias, Padre.

Gracias, Padre, porque pronto podremos ver las maravillas que Tú vas a hacer. Si nosotros somos obedientes a Tu mandato, obedientes a Tus especificaciones, nos unimos todos y todos de lo que Tú nos das, porque sabemos que entre más damos, más Tú nos das. Y todos de lo que Tú nos das vamos a aportar nuestras Promesas de Fe y nuestras ofrendas para que Tu Templo, Tu Casa sea construida.

Gracias Padre, Gracias Hijo, Gracias Espíritu Santo. ¡Gloria a Dios!

Pastor Dr. Roberto Miranda: Gloria Señor.

Hermanos, ¡Qué más puede uno decir! Sólo quiero aclararles una cosa para que entiendan bien el contexto de esta Palabra. Es que yo no había hablado con Olguita desde que ella llegó de Guatemala.

Yo hubiera podido decirle bien fácil: “Olguita estamos en construcción. Trae tu mensaje de ánimo para la Iglesia y etc.”. Pero no, no había podido conversar con ella y hace años que no hablaba directamente con Olguita. Así que yo creo que eso le da un poquito más todavía de peso y de validez al reto que Dios nos emite o que refuerza en esta tarde.

Esta mañana yo compartía con los hermanos lo que Dios puso en mi corazón al escuchar eso.

Me vino inmediatamente las palabras de Pablo citando un Versículo del Antiguo Testamento en Romanos 10:19 donde Pablo citaba este Versículo y decía que Dios le decía a los judíos, “yo les voy a provocar a ustedes a celos con un pueblo que no es pueblo.” Queriendo decir los judíos habían recibido la revelación de Dios, el llamado de Dios, los dones de Dios, la tierra de Dios y habían desperdiciado el don de Dios y lo habían despreciado inclusive y entonces Dios dijo: “Yo les di a ustedes ese don, les di ese llamado, les di Mí recurso, les di Mi tierra. Se la quité a otros y se las di a ustedes, ustedes lo despreciaron. Está bien, yo voy a llamar a otro pueblo”.

Y llamó entonces a los gentiles –nosotros- y les dijo: “Yo les voy a dar a ellos el don que yo les había dado a ustedes originalmente.” Y por eso Pablo habla de ese versículo donde, “yo los voy a provocar a celos con un pueblo que no es pueblo”.

Esta nación recibió el llamado de Dios. Hace 400 años aquí se fundó una nación sobre fundamentos Bíblicos, cristianos. Esta nación fue luz e inspiración y fuente de evangelización a Guatemala, a Asia, África. De aquí fueron muchos de los primeros misioneros a esa nación.

Esta nación impactó naciones con el Evangelio. Hoy en día esta nación ha renunciado, se ha revelado contra Dios. El presidente Obama hace poco cuando le preguntaron si Estados Unidos era una nación cristiana, se apresuró a decir que “Estados Unidos no es una nación cristiana”.

Pues eso es una declaración espiritual y por esa esta nación y la iglesia de esta nación… porque hay que confesar algo, hermano, los cristianos en Estados Unidos, nos hemos empobrecido hemos carecido de visión, nos hemos acomodado, nos hemos vuelto cómodos y medimos cada centavito, cada esfuerzo, cada iniciativa. Somos muy conservadores, no somos conservadores para otras cosas, pero somos muy conservadores cuando se trata de darle a Dios y de esforzarnos para Dios. Esa es la verdad.

Y cuando un pueblo pierde la visión, cuando un pueblo pierde la capacidad para sacrificar y darle al Señor, cuando un pueblo pierde la pasión por Dios, cuando un pueblo se vuelve tímido y conservador y mide todo con una cucharita de medir, el Espíritu de Dios se retira, se estanca, se contriza y deja de moverse. Esta nación debiera estar construyendo Templos como ese, por donde quiera hoy en día. Cientos de Templos como ese y más grandes todavía porque los recursos de esta nación son prácticamente ilimitados.

Por eso es que yo digo que Dios está provocando a celos a un pueblo.

No es que Guatemala no sea pueblo, es más pueblo de Dios sabemos que los Estados Unidos. Pero ese pueblo subdesarrollado nos da ejemplos como ese.

Yo creo que detrás de eso no solamente estaban los dignatarios que estaban allí, había invitos y gente pobre que había dado de su dinero para que se construyera ese Templo. Porque muchas veces en las grandes inauguraciones, pues, viene la gente hermosa pero detrás de eso también hay gente pequeña que dio sacrificialmente. Esos son los que verdaderamente Dios… yo creo que, ¡guau!

Hermanos, lo que les quiero decir es que para un pueblo que tiene visión y un pueblo que le da al Señor con Fe y atrevimiento, no hay límite lo que Dios puede hacer y Dios me provoca celos sentado allí, me provoca celos. Yo digo, “Oye, Señor, ¿qué es lo que nosotros estamos haciendo comparado? Pero es un celo Santo. Yo se que eso es lo que Dios quiere por ahora y eso es lo que viene lo demás.

Yo siempre he dicho: “Ese templo no es simplemente, no es ni siquiera para que podamos poner más gente allí”. Para mí es un símbolo, es una declaración profética, es un abrir la matriz, es forzar la matriz romperla para que quepa más.

Es una pedrada al diablo que dice que el cristianismo se esta muriendo en América y es algo que yo quiero que hagamos para inspirar, motivar, despertar a tanto cristiano evangélico norteamericano en esta área de Nueva Inglaterra que no hay Templos. Se están muriendo los templos, el cristianismo está decayendo y nos quejamos de que la gente no quiere creer de que el mundo esta duro.

Mire, el que está duro es la Iglesia. La Iglesia es la que está durmiendo. El día que la Iglesia se despierte, el día que la Iglesia tome visión, el diablo tiene que mandarse a huir, el diablo ocupa el terreno que la Iglesia le permite ocupar. El diablo es una entidad que no existe en si mismo, excepto cuando nosotros le damos espacio. Él no tiene poder en sí mismo, no tiene vida, no tiene capacidad para nada. Sólo lo que él ocupa: el espacio negativo que nosotros le abrimos, le permitimos. Eso es así. Nosotros tenemos la autoridad, nosotros tenemos el poder.

¡Quiera el Señor usar esto para apuntalar el propósito en nosotros de ser fieles al Señor! Dar una declaración de Fe. Cristiano, cristiana yo te motivo en el nombre del Señor, sella tu promesa delante de Dios, no permitas que el diablo te robe el privilegio de darle al Señor en esta empresa de Fe.

Y algunos de ustedes, yo…, todavía quizá no han hecho su promesa. No lo digo acusativamente sino lo digo para que usted no se pierda el privilegio de ser parte de algo que está en el corazón de Dios.

No deje de hacerlo por cobardía o por racionalismo o lo que sea. Hágalo por Fe y déle al Señor. Uno de los lemas de nuestra campaña ha sido: 'Cada uno dé, cada uno dé, que no se quede nadie sin dar'.

Yo aprovecho esta oportunidad santa para decirle, mire, conciba un sueño grande, una misión grande en Dios, atrévase en el nombre del Señor.

Estos son actos proféticos que abren la matriz, estos son actos proféticos que le dan el mentís al diablo que dice que el Cristianismo está decayendo en Estados Unidos y que está muerto, ya.

Vamos a creerle a Dios. Si estos guatemaltecos subdesarrollados lo pueden hacer, ¿por qué nosotros no? y lo digo con respeto porque hablamos del tercer mundo y todas estas cosas. Toda esta gente está más desarrollada que nosotros. Nosotros tenemos que aprender de ellos.

Así que, hermanos, vamos a creerle a Dios, vamos a renovar el fuego de Dios. Yo creo que hay un celo Santo que dice, "¿cómo es posible? Tenemos nosotros que ponernos al día", eso es lo que Dios provoca hacer, Dios nos está provocando a celos, vamos a creerle a Dios.

Recuerde esta Palabra que es una Palabra profética de Dios. Yo no la solicité, no la pedí, pero Dios la trae desde allá con autoridad de Dios. Créanle al Señor.

Levante su mano, dígale, "Padre, yo me comprometo con Tu Espíritu, me comprometo con la visión, me comprometo con Tu llamado para darte, para derrotar al diablo; para darle esa pedrada central a Goliat y derribarlo de una vez por todas y abrir espacio para una conquista. Para la reconquista de la Tierra."

Nosotros somos el pueblo de Dios, declaramos, somos los Hijos de Dios, somos los dueños de la Tierra. Tú nos has entregado la Tierra, Padre. No importa que gigantes se presenten, nosotros somos autoridad y declaramos esa autoridad y nos moveremos en Fe, Señor. Conquistaremos, llegaremos a la meta y la sobrepasaremos, Padre, para Gloria exclusiva del nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gracias Señor, Amén, Amén. Gloria a Dios.

Vamos a declarar algo: 'aquel que la buena obra empezó será fiel en completarla'. El que comenzó esta obra, el que la declaró no fue Roberto Miranda, no fue el Diaconado de León de Judá, fue el Espíritu Santo y nosotros tenemos que llenarnos de esa autoridad.

Vamos a ser un pueblo feroz, un pueblo concentrado, un pueblo peligroso para las huestes del infierno.

Vamos a decir: 'Señor, Tú comenzaste esta obra, Tú la vas a terminar'.

Los procesos de la Fe

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Hemos hablado sobre poner la Fe en práctica y usar los principios de las enseñanzas de Fe que hay en las escrituras. Quiero dirigir, ahora, sus miradas hacia el Capítulo 15 del Evangelio según San Mateo, comenzando con el Versículo 21.

Hay allí una mujer que para mí es una mujer de Fe. Así como hemos hablado de Ana, hemos hablado de las Parábolas de Cristo del amigo a media noche, hemos hablado acerca de Bartimeo y muchos otros personajes de Fe: Mozafath, etc. Quiero hablarles acerca de la mujer Siro-Fenicia.

Ese no era su nombre, gracias a Dios; no sabemos su nombre pero era del área de Fenicia, de Tiro, de Sidón, una región pagana al norte de Galilea. Ya esta región no pertenecía a Israel, todavía no pertenece a Israel. Es en la parte de Siria ahora mismo, que son enemigos como lo fueron en estos tiempos también.

Esta mujer pertenecía a una nación enemiga, como todavía dos mil años después, es enemiga de Israel. Enemiga acérrima, de paso, de Israel, así como lo era en ese tiempo, también. Así que esta mujer no tenía derecho a recibir nada de parte de Jesús, porque pertenecía a una nación espiritualmente enemiga de Israel.

Pero el Señor fue en esa dirección y se encontró con esta mujer.

¡Qué interesante! que muchas veces en la Escritura, la gente que recibe de Dios, como la viuda de Sarepta, eran personas que no eran de adentro, era de afuera. Gente que no tenía… como el joven, el hijo pródigo, como la mujer samaritana, como Zaqueo, Bartimeo, eran gente de afuera, no estaban dentro del círculo, no eran gente religiosa. No eran gente que parecería que tenían derecho a recibir nada de parte de Jesús. Y el corazón de Jesús siempre se fue hacia esa gente que era como dudosa en términos de capacidades para recibir.

Algo que nos recuerda de que no es por merecimiento, ni justicia propia, sino que es por Gracia, Amén, que nosotros recibimos cualquier cosa. Y en el nombre de Jesús yendo a la persona correcta y por los méritos de Jesucristo.

Mateo 15:21. Esta mujer de Fe, enfoque la Fe de esta mujer, busque dónde está la Fe en este relato. Dice: 'Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón y he aquí una mujer Cananea que había salido de aquella región, clamaba...'

"Clamaba", ¿recuerdan a Bartimeo que clamaba, también? Al Señor le gusta la gente que grita, le gusta la gente gritona, le gusta la gente que toma en serio su necesidad. No vienen allí con una petición, ahí, de pañitos de agua tibia, sino, verdaderamente han definido su necesidad, saben lo que quieren, saben lo que buscan, saben a donde tienen que ir y no van a aceptar "NO" como respuesta. Están decididos, están claros. Al Señor le gusta la gente clara.

¿Qué dice la Palabra en Santiago? Dice que: 'El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos,' dice, 'No espere quien pide así que va a recibir nada del Señor, pero pida con Fe, no dudando' -dice Santiago- 'porque el hombre que duda es semejante a las olas del mar, que es llevado de un lado para otro' y dice 'no piense quien pide así que recibirá nada del Señor'.

Al Señor le gusta la gente clara, decidida, enfocada y que sabe que el Señor es galardonador de los que le buscan, como dice la Palabra. Y esta mujer 'clamaba', es una mujer decidida. Clamaba diciéndole: "Señor, hijo de David, ten misericordia de mí. Mi hija es gravemente atormentada por un demonio". Ahí está la petición específica de esta mujer.

Ella le dijo claramente al Señor cual era su condición e implícitamente lo que ella necesitaba de Él: que tuviera misericordia, que sanara a su hija; e inclusive por qué su hija estaba afectada y cual era la intervención que ella requería de parte de Jesús.

Pero surge algo interesante, Jesús no le respondió. Interesante.

Yo les invito a mirar como tres niveles de obstáculos que esta mujer encontró en el camino hacia su respuesta; que necesitaba. Tres etapas de obstáculo, conflicto, impedimento que ella tuvo que sobrepasar para poder recibir.

Hemos dicho muchas veces que la Fe no entiende de obstáculos, la Fe persiste, la Fe se mantiene enfocada en el objetivo, la Fe continúa, la Fe atraviesa los tiempos de desierto, la Fe se impone sobre las negativas, se impone sobre la duda inclusive, para llegar a su objetivo.

Pero miren aquí tres niveles de objeción y de dificultad que esta mujer tuvo que superar para poder recibir la respuesta que ella necesitaba.

Lo primero es que el Señor no le responde. ¿Cuántos de nosotros nos hemos encontrado con el silencio de Dios alguna vez en nuestra vida? Le hemos pedido al Señor y no hay respuesta. Los Cielos son de bronce, rebotan nuestras oraciones y caen inertes al piso. Pasan los días, las semanas, le pedimos al Señor y no parece haber respuesta y ¿cuál es nuestra tentación? A decir "¿Sabes qué? Aquí termino, este Dios no es un Dios fiel, no responde y nos "quiteamos" como dicen los portorriqueños. Nos olvidamos, nos vamos, y buscamos, quizá, otra oración que sea más fácil de alcanzar y dejamos de persistir.

Nosotros tenemos que recordar, hermanos, muchas veces el silencio de Dios tiene intención detrás de él. Y eso es lo que yo quiero que ustedes entiendan.

Esta mujer me impacta porque es algo interesante acerca de la Fe. La Fe es un proceso. Digan conmigo "Proceso"

La Fe es un proceso, la Fe tiene etapas, la Fe tiene zigzagueos, la Fe tiene complejidades. Muchos cristianos pecamos de un simplismo trágico con respecto a los asuntos de la Fe. La Fe es un drama muchas veces. Nosotros queremos muchas veces, "pedí y okay, enseguida queremos la respuesta y déjame ir a otra cosa"; pero Dios tiene otras intenciones, Dios es un Dios intencional.

Lo que yo quiero es que ustedes miren aquí que la oración es un proceso y en la oración hay dos, por lo menos dos protagonistas. A veces hay tres, el diablo, también es un protagonista en el proceso de oración. Pero por lo menos hay dos: la persona que pide y el Dios que escucha la oración.

A veces nos olvidamos de eso y así como nosotros hablamos, Dios también a veces habla y nosotros tenemos que estar atentos a las intenciones de Dios; que Dios a veces quiere sacar algo de nosotros a través de la espera. A Dios no le interesa simplemente darnos, porque Él puede hacer eso en cualquier momento, una respuesta Él te la puede dar en un instante.

Pero a Dios le gusta que a través de nuestras oraciones, nosotros aprendamos cosas. Siempre recuerda que cuando tú vienes ante el Señor, no solamente tú estás pidiendo y dirigiéndote a Dios, sino que Dios también quiere decirte cosas a ti. Y a veces su silencio es parte de su respuesta.

A veces, ¿sabes cuál es la respuesta de Dios? "Espera", esa es la respuesta de Dios. A veces te va a decir: "¿Sabes qué? No". Pero a veces te va a decir, "no, pero te voy a dar otra cosa". Hay muchas formas en que Dios responde, no es solamente dándote la paleta que tú quieres.

A veces Dios dice: "¿Sabes qué? No te voy a dar la paleta pero te voy a dar un platito de espinaca con un poquito de aceite verde porque eso es lo que tú necesitas". Depende. Dios es un Dios intencional, Dios no quiere niños malcriados que abren la boca y ahí viene la comidita a la boca y se crean parásitos. No, Dios quiere gente interactiva, gente que sepa bregar con sus principios, gente madura.

Y muchas veces la oración es el proceso que Dios usa para intervenir en nuestro interior y operar quirúrgicamente en nuestra sensibilidad espiritual y de sus silencios, sus esperas, sus "No", sus sustituciones, sus premios de consolación Dios nos enseña a que Él es Soberano, Él es Señor.Él sabe lo que Él hace. Nuestra parte es someternos a Su voluntad.

No ser niños malcriados que "Yo te pedí eso y no me lo diste, pues, no quiero nada". Esa no es la actitud. Y a veces Dios decide en el corazón y Él sabe que esa es la actitud con la que venimos y dice: "¿Sabes qué? Hasta que tú no aprendas tu lección no te voy a dar nada" Y nos aguanta allí.

Entonces la oración es proceso, la oración es una interacción entre Dios y la persona que pide. Y a veces hay un tercero que es el diablo que está forcejeando para impedir inclusive que nuestras oraciones lleguen al Trono de Dios; y a veces o para impedir que la Bendición de Dios llegue a nosotros.

Usted dirá "¡Guau! Eso es escandaloso. Ya el Pastor Miranda se volvió hereje". No, es Bíblico.

¿Recuerdan una oración de Daniel, cuando Daniel oró? y ¿Qué pasó? Veintiún días estuvo orando al Señor por su pueblo y nada sucedía. Hasta que en el día veintiuno se le apareció un ángel, no cualquier ángel... un Arcángel... el Arcángel Miguel creo que era... y el Arcángel le dijo: "Daniel, siervo de Dios, desde que tú te dispusiste para orar y ayunar tu oración fue recibida en el Trono de Dios. Pero se me interpuso el Príncipe de Grecia y hasta ahora he podido llegar a darte la respuesta a tu oración".

La Biblia no nos dice todos los detalles, pero hay una implicación aquí de que hubo una batalla espiritual en los aires entre los ángeles de Dios y los espíritus demoniacos que querían impedir que una Revelación muy poderosa le fuera dada a este hombre de Dios. Pero le llegó al final. Daniel persistió, había que resolver algunos asuntos en la dimensión espiritual pero finalmente vino la respuesta.

Muchas veces no entendemos que en nuestras oraciones, detrás de ellas, hay guerra espiritual. Hay muchas cosas.

La Palabra dice por ejemplo: 'Si vas a pedir algo y tienes algo contra tu hermano'... ¿Qué pasa? ¿Tienes primero que arreglar con tu hermano? ¿Verdad que sí? Antes de pedir al Señor -porque no vas a recibir nada mientras tienes resentimiento con tu hermano o con tu hermana- por eso es tan importante el perdón, la reconciliación. Cuando hay nubes, cuando hay resentimientos, interferencias entre nosotros y nuestros semejantes eso impide que la Bendición de Dios venga.

Hay procesos; y a veces tenemos que arreglar una cosa con la otra. Dice: 'Si tú tienes algún problema con tu hermano y vienes a ofrecer tus sacrificios al Señor,' pon tu sacrificio "on hold", aguántalo, arréglalo con tu hermano y luego ven y ofrece tu sacrificio. ¿Cuantos saben que eso es Bíblico? Amén.

También hay otro, a los hombres les dice: 'Varones no sean ásperos con sus mujeres, para que sus oraciones no tengan impedimento' ¡Guau! Otra razón para... muchas veces nuestras oraciones tienen impedimento porque estamos siendo abusivos, opresivos con nuestras esposas.

Me imagino que también será con las esposas, porque hay esposas que también son opresivas. ¿Cuántos saben eso? ¿Cuántos pueden decir amén entre los varones? Amén. Es decir que no solamente las mujeres, aquí, no crean que el Pastor Miranda solamente tiene un azote que dice "hombres" aquí, no, eso va a los dos lados, para que todos estén molestos conmigo.

El caso es que la actitud opresiva, la actitud abusiva muchas veces puede también establecer... y hasta que esas cosas no se resuelven puede haber impedimento y va a haber proceso, va a haber controversia, va a haber contorsión en el proceso de la oración.

Es decir, la oración es una ciencia, la oración es muy compleja y aquí vemos algo interesante porque esta mujer se encuentra con proceso. El Señor no le responde, el Señor se queda callado y continúa su camino. No es la primera vez que Él hacía eso. Con Bartimeo igual, Él seguía caminando y Bartimeo seguía insistiendo "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí". No se daba por vencido. El silencio.

Esta mujer pudo decir, "¿sabes qué? Este tipo es un descortés, no voy a seguir orando, este es un Evangelista que se cree el mejor de todos y no está poniendo atención", así que ella se hubiera podido dar por vencida allí, pero ella insistió. Ella sabía que el Señor tenía la respuesta.

Sigue insistiendo aunque tú no recibas una respuesta inmediatamente, sigue, persiste, sigue, día tras día… día tras día hasta que tú recibas del Señor una respuesta.

Entonces 'Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos le rogaron diciéndole: "despídela pues da voces tras nosotros" '.

Segundo obstáculo: los discípulos.

¿Saben que muchas veces hasta los hijos de Dios pueden ser un obstáculo en tu vida espiritual? Muchas veces tu familia, muchas veces la gente en la iglesia cuando no comparte tu visión, cuando una persona no sabe lo que Dios ha puesto en tu corazón, muchas veces lo que ven es locura, fanatismo, obstinación, falta de entendimiento y te van a decir: "Deja eso, no sigas, ya, está bueno".

Pero uno tiene que discernir verdaderamente "esto que yo siento, este llamado, este impulso, esta necesidad, este reto que yo siento en mi corazón, ¿es de Dios o es del hombre? ¿O es de la carne?" Si es de Dios, entonces yo tengo que persistir, no importa que.

Porque muchas veces bien intencionadamente gente que no entiende la visión que Dios te ha dado... va a imponer... porque muchas veces las cosas de Dios parecen locura a los que no comparten.

¿Recuerdan a Ana orando? Porque necesitaba, quería un hijo y Elí -un hombre que carecía de entendimiento a pesar de que era Pastor, Sacerdote- le dijo: "tú estas borracha, mujer, vete de aquí y digiere tu vino". Le dijo: "No, Señor, es que yo tengo una pasión en mí, yo quiero un hijo".

La gente que no entiende, muchas veces se va a oponer a tus visiones y donde tú ves oportunidad ellos va a ver peligro, van a ver obstáculos, va a ver obstinación, falta de discernimiento. Ahora cuando tú hayas discernido que las cosas son de Dios, miren, aún si es el Pastor -de vez en cuando, una que otra vez yo me he equivocado en mi vida, hermanos, muy raro pero me he equivocado- aunque sea el Pastor, usted persista en su visión. Aunque sea la persona que usted más ama, el anciano más sabio espiritualmente, si Dios te ha hablado y tú sabes que es de Dios, sigue adelante y pídele al Señor sabiduría y confirmación.

Es todo lo que te pido.

Pero hay veces que uno tiene que ser desesperado, ¿sabes? Aquí los discípulos se opusieron a ella, le dijeron, "señor, ya, deshazte de ella, nos tiene hartos ya. Está gritando demasiado esta mujer" y ella hubiera podido decir, "¿sabes qué? Mira, si estos son los discípulos de este hombre, si esos son los que Él escogió, este hombre no puede ser un Profeta verdadero. Así que no voy a seguir. Si estos son los cristianos yo no quiero saber de ellos".

¿Cuánta gente se va de las iglesias porque un cristiano hizo algo y perdieron la bendición? El problema es de ellos, claro, el cristiano también que se portó mal va a ser enjuiciado. Pero no se crean, la persona que se va por razones ilegítimas también va a tener que pagar las consecuencias.

No deje que la gente le quite su Bendición, no importa lo que usted vea; oiga, experimente en la iglesia... siga adelante. La gente que va a la iglesia a veces pueden ser los mayores obstáculos al crecimiento espiritual de una persona.

Con dolor de mi alma lo digo. Pero usted, ¿a quién usted ha creído? ¿Usted le ha creído a Dios, al Pastor o a la gente que está...? Ponga su mirada en Cristo, siga enfocado, no importa lo que la gente le diga, no importa lo que hagan, usted ha creído en Jesús y la iglesia es para todo el mundo, yo digo.

Muchas veces la gente dice "¡Ah! Qué fulanito me hizo esto, y yo me voy de la iglesia," y yo digo "Bueno, ven acá. Si porque fulanito te lo hiciera... bueno si te lo hubiera hecho el Pastor quizás podría entender y aún así ni siquiera. Pero ¿quién es fulanito? Fulanito no es Cristo, Fulanito no es la Iglesia. ¿Por qué te dejas escandalizar por una persona más de la Congregación?".

Eso es raíces de amargura que hay en el corazón y por eso la persona así no puede recibir, va a ser inconstante. Si Dios le ha dicho: "Este es tu lugar, tú sigue" y sigue buscando de Dios, pon tu mirada en el Señor, pon tu mirada en Jesucristo. No permitas que te quiten la Bendición. Persiste. Sigue buscando de Dios.

Y, entonces, finalmente viene un tercer obstáculo y esta vez este sí que es peligroso porque viene directamente de Jesucristo. Él respondiendo le dijo: "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." Entonces ella vino y se postró ante Él. Insiste. Aquí vino como un "subirle el volumen" a su Plegaria. Primero le dijo "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí", pero ahora se le tira al frente, se postra.

A veces hay que ayunar, hay que clamar, hay que buscar esa entrada final al corazón de Dios. El ayuno es importante, el clamor a Dios, a veces hay que tirarse al piso y echar una perreta delante de Dios. A veces hay que echar lágrimas delante del Señor, a veces hay que venir desesperadamente, si Dios no te escucha sigue tocando a su puerta. Tócale más duro, grítale más duro, clama, llora, ayuna. Haz lo que tengas que hacer, ponte de cabeza tres días, lo que sea, pero subráyale a Dios lo urgente de tu necesidad. No te dejes acobardar, sigue adelante, persiste en el nombre del Señor.

A Dios le gustan esos gestos desesperados.

Ana: "Si no me das un hijo, yo me muero". Dios honra a veces las peticiones desesperadas. Se postró ante Él diciendo: "Señor, socórreme," respondiendo Él le dijo un insulto: "No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos". ¿Qué le estaba Él diciendo? Tú eres una perrilla, una perra, perdonen ustedes la expresión tan fuerte, que ni siquiera quiero decirlo.

Esta mujer era de Tiro y de Sidón, era Cananea, enemigos de Dios. El Señor está diciendo, "¿Sabes qué? Mi misión no es a los gentiles, es a los hijos de Israel."

Ahora yo sé que...

¿Hay alguien por aquí que tenga un teléfono? Si me pudieran ayudar con los celulares por favor. Me sacan la concentración. Apáguelo o póngalo en vibración o pida perdón. A veces se le olvida a uno pero, por favor...

Okay, hermanos, de nuevo, ¿dónde estaba? Si, esta mujer no merecía recibir nada. El Señor hasta en un sentido la insulta diciéndole "Mira, yo no soy llamado sino a los judíos".

Ahora yo creo que eso era ¿cómo dijera yo? Era para probarla. ¿Saben por qué? De nuevo proceso.

Muchas veces Dios te da respuestas a ver que vas tú a hacer con ellas. Muchas veces Dios está en silencio para ver si tú te vas a dar por vencido. Muchas veces Dios inclusive te sale, con algo totalmente escandaloso en tu vida para ver si tú lo sirves por los panes y los peces o porque Él es Dios y porque ¿a dónde iremos si sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna?

Yo pienso en esos jóvenes sobre los cuales oramos esta mañana, nosotros pedimos para que Dios los retenga aquí, pero, ¿qué si esos jóvenes se tienen que ir a su país? Yo espero que no sea así.

¿Qué pasa si son deportados? ¿Qué pasa? ¿Cuál es la actitud que esos jóvenes tienen que tener? Hermanos, después de orar, de clamar de pedir al Señor, si tienen que regresar a su país -algo que ellos absolutamente sería una tragedia para ellos- ¿podrán ellos servir al Señor allí donde están? ¿Podría yo en una situación...?

Yo siempre tengo que preguntar al Señor: 'Padre, si Tú me das una respuesta escandalosa en mi vida a una petición, ¿tendría yo el valor para seguir amándote, besar Tu mano, seguir orando a Ti, seguir clamando, seguir creyendo en Tu Misericordia y en Tu Bondad? No importa qué. ¿Para seguir, entonces, pidiendo una respuesta cuando todo parece haberse cerrado? ¿Estamos nosotros preparados para las respuestas escandalosas de Dios? ¿Las respuestas insultantes de Dios en nuestra vida? ¿Estas tú dispuesto para escuchar de parte de un médico que te diga: 'Tienes una enfermedad terminal'? ¿Estas tú dispuesto para escuchar de una oficina de emergencia de un hospital, 'un ser querido tuvo un accidente y está aquí en su lecho de muerte’?

¿Estamos nosotros dispuestos para una carta que dice: "Lo sentimos, no ha sido aceptada a la Universidad de sus sueños"? ¿Está usted dispuesto para las respuestas escandalosas de Dios y para tú continuar hacia adelante en tu vida de oración? Tenemos que prepararnos porque nadie sabe donde, que tiene Dios.

Muchas veces, recuerda, sin embargo, que las respuestas escandalosas de Dios son temporeras, después viene la Bendición, después viene la consolación, después viene el crecimiento. Dios nunca nos da simplemente una palabra destructiva para destruirnos. Muchas veces depende de qué hacemos con esa palabra, qué hacemos con ese decreto de Dios. Lo podemos tornar en gloria, lo podemos tornar en un escalón para ir a otro nivel de crecimiento y de madurez espiritual. Nadie creció jamás a menos que haya pasado por situaciones donde Dios le da respuestas escandalosas. Donde Dios nos dice: "No, y vete de aquí," y entonces Él espera ver si nosotros decimos: "Está bien, Señor" y besamos su mano y decimos "Yo esperaré a otro día".

Ese es el corazón que Dios ama y responde.

Quiera el Señor en nuestros corazones, nosotros estar dispuestos a decir, "Padre, aunque me mates yo seguiré amándote y creyendo" como le dijo Job al Señor, "aunque me mate yo se que mi Redentor vive y que yo le veré," y Dios escuchó y Job derrotó al diablo y Job se ganó la bendición de Dios y pudo ser de Bendición a multitudes y generaciones a través de la historia porque la respuesta escandalosa de Dios, la recibió con mansedumbre. Importante que nosotros estemos dispuestos a recibir las respuestas escandalosas de Dios con humildad, sujeción y entrega total a lo que él quiera.

Eso, hermanos, tiene un poder absolutamente arrollador y esa es la marca -yo diría- verdadera de un cristiano. Sigue orando, sigue pidiendo, sigue insistiendo pero en última instancia sabe que Dios es soberano. Dios es Señor y Él sabe porque hace las cosas que hace.

Esta mujer, cuando el Señor le da la respuesta escandalosa ella dijo -27-: "Sí Señor, si Señor". Nosotros tenemos que decir así "Sí Señor, si señor". "Pero aún los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos". ¡Guau!

Ella tomó el insulto del Señor y lo tornó contra Él en un sentido. Usó judo espiritual, usó el judo, usa la fuerza del contrincante para tumbarlo y vencerlo. Ella tomó la palabra de Cristo y dijo: ‘¿sabes qué? Voy a coger esa palabra. Pero, ¿tú dices que no es bueno echar la comida de los niños a los perrillos? Pero, ¿sabes qué? Aún un perrito, los niños a veces sueltan una migaja y eso es suficiente para ellos.’

Así que ¿qué le estaba diciendo?: "Señor yo creo en ti tanto que aunque Tú no me des la comida central, una migajita tuya es suficiente para sanar mi situación". Lo glorificó, lo alabó, tornó la palabra de Él en una oportunidad para adorarlo y para declarar su Fe en Él y no darse por vencida.

Y esa Palabra que ella declaró fue suficiente y, dijo entonces el Señor, “entonces respondió Jesús y dijo: ¡Oh mujer grande es tu Fe! Hágase contigo como quieres y su hija fue sanada desde aquella hora.” Ella tomó la palabra del Señor.

Yo quería compartir algo con ustedes -y con esto voy a terminar- acerca de ese aspecto de nuestra vida de oración: de tomar una palabra de Dios y de pararnos sobre una palabra de Dios. Pararnos sobre algo que Dios dice y usar eso como un argumento legal ante su presencia.

Yo estoy escribiendo un libro sobre la vida de Josafat y hay muchas cosas en este que Dios me ha abierto sobre la vida de Josafat. Cuando Josafat se ve invadido en Israel por una multitud de ejército terrible que viene a invadir Israel, Josafat se para ante la multitud, convoca a todo Judá y hacen una oración poderosa. Oran al Señor, claman a Dios y dicen que entre la multitud estaba Haziel un profeta de Dios, que se para cuando ha terminado Josafat de orar y le dice una palabra que para mí fue bien reveladora y que yo escribo sobre esto en el libro y Haziel le dice: "Paraos, paraos, estad firmes y ved la Salvación de Jehová". "Paraos, estad firmes y ved la Salvación de Jehová".

Yo digo, hermanos, que muchas veces nosotros tenemos que pararnos sobre la palabra de Dios. Ese 'paraos' tiene muchas implicaciones. Pero una de las implicaciones acerca de pararnos es lo que esta mujer hizo: ella se paró sobre la palabra que Jesús dijo y ella se paró sobre una palabra que esa palabra de Jesús la inspiró a ella.

Escuche esto, hay otra forma de interpretar este llamado de Dios a "pararse". En la jornada de Fe hay ocasiones en que el creyente tiene que buscar lo que yo llamo 'el eje espiritual', el punto de apoyo escritural, desde donde sea posible afincarse para desde allí emprender la batalla que esta por delante.

Puede ser un texto de la Palabra de Dios, puede ser una promesa que hayamos recibido, puede ser una palabra profética. De todas maneras, como hemos dicho antes con respecto a la oración, es importante que el creyente busque y descubra la declaración específica de Dios para cualquier batalla que haya de librar y que aprenda a pararse sobre lo que Dios ha dicho concerniente a su situación particular.

Fíjense que aquí el Señor dice -en otro pasaje que está en Marcos, Capítulo 7- el Señor le dice a esa mujer: "Por esta palabra que tú has dicho, ve. El demonio ha salido de tu hija".

Cuando esa mujer le dijo a Jesús: "Si los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa." Esa palabra fue la que sanó a su hija. No fue siquiera el Señor Jesucristo. Esa palabra dicha a través de Jesús sanó la hija de esta mujer.

Es importante eso de encontrar esa palabra para pararnos. Esa declaración, ese impulso profético que Dios ha puesto en nuestro corazón y pararnos sobre eso. Y hacer palanqueo con esa palabra que a veces Dios nos da. Entonces, continúa aquí diciendo: "Por eso es tan importante que aprendas bien la palabra de Dios y que cuando seas confrontado con un reto en la vida o asumas una lucha, una jornada, una aventura espiritual, puedas encontrar esa palabra específica en la Biblia que tiene que ver con el drama personal que estas viviendo.

Y cuando Dios dé esa palabra, rema a tu espíritu, recíbela y haz de ella tu bandera. Conviértela en lema de tu batalla. Medita en ella constantemente, presenta tus peticiones en términos de su contenido. Satura tu espíritu con las imágenes que de ella emanan. Repítela una y otra vez hasta que tu espíritu se haya empapado de su mensaje y haya extraído de ella todos los nutrientes espirituales que encierra".

En ocasiones Dios me ha hablado así, mientras he estado leyendo la Biblia, un texto particular como que ha cobrado relieve en mi ser interior y ha adquirido tres dimensiones dentro de mi espíritu. Y Dios me ha dicho: "Ese es el texto que quiero que uses para desatar y canalizar el poder de Mi Espíritu en esta jornada especifica que has emprendido".

La mujer Siro-Fenicia se le acercó a Jesús con una petición desesperada: su hija estaba gravemente afectada por un espíritu inmundo. ¿Podría Él liberarla de su aflicción? le preguntó. El Señor le respondió para probarla con una Palabra descorazonadora y hasta levemente insultante. Su nacionalidad la descalificaba, no era bueno dar la comida de los hijos, los judíos a los perrillos gentiles como ella y su hija. "Si, Señor", respondió ella muy humildemente "Pero aún los perrillos debajo de la mesa comen de las migajas de los hijos". Impactado por esa respuesta tan astuta, tan específica y tan llena de Fe, el Señor le dijo: "Por esta palabra, ve. El demonio ha salido de tu hija".

La mujer encontró la palabra específica que desató el poder sanador de Jesús. Se paró sobre esa respuesta y reformuló su caso empleando la misma imagen que el Señor había utilizado para rechazarla.

El Maestro no tuvo otro remedio que premiar con una respuesta afirmativa el contundente argumento espiritual que ella le planteó.

Los procesos de la Fe se asemejan en muchos aspectos a los procesos legales que conocemos en el mundo secular. En un proceso judicial el abogado defensor investiga cuidadosamente el Código Legal para encontrar el argumento específico, el ángulo de defensa más apropiado para extraer de parte del Juez el veredicto deseado. De igual manera, en ocasiones, el Espíritu nos depara la forma especifica que debemos emplear para acercarnos a Dios".

¿A cuantos de nosotros nos ha pasado que en un momento de oración hemos formulado una petición con palabras tan inesperadas de nuestra boca que nos dejaron sorprendidos? ¿Les ha pasado a ustedes alguna vez eso? ¿Ha usted orado y algo ha salido de su corazón? y dice, ¿De donde salió esto?

Sin embargo, entendimos oscuramente que esas palabras extrañas y desacostumbradas eran precisamente las que se requerían para que nuestra oración diera en el blanco y desataran la respuesta que estábamos necesitando. Quizás esta sea la mejor manera de explicar las misteriosas palabras del Apóstol Pablo en Romanos 8:26, concerniente al Ministerio intercesor del Espíritu Santo a favor nuestro. Dice el Apóstol Pablo allí: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Pues ¿qué hemos de pedir como conviene? No lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Más el que escudriña los corazones sabe cual es la intención del Espíritu. Porque conforme a la voluntad de Dios, intercede con los Santos."

En otras palabras, a veces nosotros no sabemos con seguridad ni lo que debemos pedir, ni cómo debemos pedirlo. Nuestra mente no sabe como formular apropiadamente nuestra petición ante la Corte Celestial y se requiere la guía experta del Espíritu Santo para ayudarnos a emplear el lenguaje específico del Cielo; para proveernos de la palabra específica sobre la cual podamos pararnos cuando presentemos nuestra petición delante de Dios.

Como un buen abogado, el Espíritu nos manda a guardar silencio mientras él se sustituye por nosotros y presenta nuestra petición ante el Juez Celestial, conforme a la voluntad de Dios.

En otras palabras, empleando el lenguaje que Dios necesita escuchar y armonizando nuestras peticiones con la voluntad de Dios.

Cuando el joven Samuel -en un pasaje de la Biblia- escucha por primera vez la voz de Dios es totalmente inexperto en discernir las cosas del Espíritu. Dios lo llama tres veces en medio de la noche y tres veces Samuel piensa que es él, Elí, quien lo esta llamando. A la tercera vez, Elí, entiende que es Dios quien está tratando de comunicarse con el joven profeta. Elí instruye a Samuel acerca de la forma específica de responderle a Jehová y le dice: 'Ve y acuéstate. Y si te llamare otra vez, dirás: "Habla Jehová porque tu siervo oye"'. Elí le dice exactamente lo que tiene que decirle al Señor.

En otras palabras, hay veces en que nosotros somos espiritualmente torpes y no sabemos en que términos comunicarnos con el Señor. En esos casos necesitamos el Espíritu Santo que nos instruya y que nos provea con las palabras precisas sobre las cuales hemos de pararnos para presentar nuestras peticiones delante de Dios.

Esta mujer se paró sobre lo que el Señor le dijo y lo que ella le respondió: ‘¡Ah! ¿Tú me dices esto?’ Una palabra que salió inspirada por el Espíritu Santo de ella, la negativa de Cristo estaba diseñada para sacar de ella una palabra especifica, contundente, certera que movilizara la gracia de Dios y ella encontró esa palabra: "Sí, Señor, pero aún los perrillos comen de las migajas" y Él le dijo: "¿Sabes qué mujer? Por esa palabra la sanidad se ha de dar en la vida de tu hija".

Y eso es lo que yo quiero que enfoquemos, hermanos, los procesos de la oración están diseñados para extraer de nosotros ese nivel de especificidad, de poder, de exactitud para que podamos recibir lo que Dios quiere darnos. Tenemos que perder el "baby fat" como dicen en inglés, la inocencia en cuanto a la oración y tenemos que saber cuan profundo, cuan complejos son los procesos de Dios.

Hace tiempo cuando iniciamos el esfuerzo para construir un nuevo Santuario para nuestra Congregación me vi involucrado en un arduo proceso de negociación con diversos grupos y organizaciones de la comunidad, con mucha influencia para determinar si la ciudad nos daría o no los permisos necesarios para la construcción. Eso hace un par de años atrás. En ocasiones hubo resistencia, cuestionamiento de nuestras motivaciones y hasta abierta hostilidad de parte de individuos que no querían ver una iglesia cristiana expandirse en el vecindario donde nos encontramos.

Nuestra comunidad está muy politizada y es extremadamente liberal y muy contraria a todo lo que representa nuestra iglesia moral y teológicamente. Hubo reuniones tensas y desagradables. El futuro de nuestro proyecto estaba en peligro. Durante ese proceso, Dios me dio -yo lo llamo así- el Salmo 144 y en esa página de mi Biblia yo escribí una nota que dice -miren yo la tengo aquí-: 'Salmo de mi batalla por la construcción del nuevo Templo'.

El Salmo 144. Entre otras cosas ese Salmo declara:

"Bendito sea Jehová mi roca,

Quien adiestra mis manos para la batalla

Y mis dedos para la guerra.

Misericordia mía y mi castillo.

Fortaleza mía y mi libertador.

Escudo mío en quien he confiado.

El que sujeta mi pueblo debajo de mí"

El Espíritu Santo me estaba guiando a enmarcar mi esfuerzo en términos de una guerra espiritual. Adoptar una postura de batalla y a declarar la fortaleza y capacitación del Señor sobre mi vida, que son los Versículos 1 y 2. Ese Salmo continúa declarando que los hombres y las agencias sociales y gubernamentales están bajo el dominio de Dios.

Dice aquí: "¡Oh, Jehová, ¿qué es el hombre para que en él pienses? O ¿el hijo del hombre para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad, Sus días son como la sombra que pasa."

El hombre está sujeto a lo que Dios quiere hacer. Invita además al Señor a tomar control y afirmar su dominio sobre los asuntos humanos. Versículos 5 al 8: "¡Oh Jehová inclina tus Cielos y desciende, Toca los montes y humeen, despide relámpagos y disípalos, envía tus saetas y túrbalos, envía tu mano desde lo alto. Redímeme y sácame de las muchas aguas, de las manos de los hombres extraños."

Continua empleando la alabanza como una manera de afirmar la protección de Dios sobre su siervo mientras él emprende la batalla. Versículos del 9 al 11: "Tú, el que da victoria a los Reyes, Él que rescata de maligna espada David su siervo, rescátame y líbrame de la mano de los hombres extraños cuya boca habla vanidad y cuya diestra es diestra de mentira.

Y finalmente ese Salmo culmina con una declaración profética del Shalom y la prosperidad de Dios, descendiendo del pueblo de Dios que habita seguro y confiado bajo la mirada generosa de su Padre Todopoderoso.

“Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio, nuestros graneros llenos provistos de toda suerte de granos. Nuestros ganados que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos.”

Estas palabras me dieron fortaleza y confianza durante ese tiempo difícil. Estas palabras, en realidad, me animaron a seguir adelante en la batalla. Me encontraba peleando una ardua y desgastadora guerra, pero sentía que Dios me estaba diciendo: ‘Aprópiate esa declaración y ve con ella al campo de guerra.’ Yo hice mío el contenido de ese Salmo y lo convertí en el lema de mi pelea.

Ya terminó con esto.

Evidentemente ese texto captaba todos los aspectos de mi drama en ese momento. Se constituía en una hermosa imagen de mi jornada espiritual con poderosos elementos que podía usar para darle cuerpo a mis oraciones y obtener ánimo y esperanza en momentos de lucha y fragor. Dios me dio la victoria finalmente, en ese aspecto de la batalla, y cada vez que me encuentro con ese Salmo en mi Biblia y la nota que escribí en esa página me gozo y le doy gracias a Dios por su dirección, su amor y su fidelidad para conmigo.

En ocasiones cuando Dios activa un texto de la Escritura para aplicarlo de alguna manera en mi vida, yo marco ese texto con algún comentario y una Fecha a fin de recordarlo y usarlo como fuerza orientadora durante los diversos procesos de mi peregrinaje espiritual personal.

Ese recurso ha sido de gran bendición para mi vida sobre todo cuando he visto el contenido de alguno de esos textos realizarse a lo largo del tiempo y he podido constatar que no se trataba de una mera impresión emocional o de una proyección de mi carne.

Hermanos, yo comparto esto con ustedes, porque de nuevo quiero dejarles ver como a veces en las escrituras nosotros tenemos que apropiarnos... en la jornada de Fe, una de las cosas más importantes -yo he descubierto- es encontrar la palabra específica, encontrar el punto de apoyo, encontrar la imagen de Dios adecuada.

A veces Dios se va a presentar ante ti como un guerrero con una espada poderosa de fuego en su mano y tú tienes que usar la imagen del guerrero que está delante de ti. A veces se presentará como el pastor que dice:"Nada me faltará mientras yo camine con Él". A veces Dios se presentará como una nube que cubrirá tu vida en tiempos de sol y quemazón en tu vida.

A veces Dios se presentará como una madre que te va a querer arrullar en sus brazos cuando estás asustado, triste o derrotado. A veces Dios se presentará como el que te ilumina, el que te da sabiduría en tiempos de confusión y de necesidad y de no saber qué hacer.

Hay diferentes maneras, Dios tiene diferentes nombres: Jehová Rafa, Jehová Giré, Jehová Nissie, muchos nombres que representan diferentes encarnaciones de Dios. La Biblia está llena de promesas, está llena de puntos de apoyo y por eso es importante que tú y yo conozcamos la palabra de Dios para usar esos puntos de apoyo.

¡Qué la palabra de Dios nos hable, escuchar de Dios! A veces Dios va a querer decirte: "Mira, deja de pedirme y escucha algo que te estoy diciendo".

Pero nosotros estamos tan metidos en lo que estamos pidiendo que no estamos escuchando lo que Él.... "Mira yo quiero que tú te me acerques de esta manera." Los Reyes tienen formas de que la gente se les acerque a ellos, hay protocolos. Y Dios es un Dios que le gusta que nosotros nos acerquemos a Él en ciertas maneras, pero Él quiere que le pidamos al Espíritu Santo: ‘Espíritu Santo, enséñame como acercarme al Padre. Enséñame como formular mis oraciones. Enséñame la palabra de apoyo sobre la cual yo me pare y Dios diga: ¿sabes qué? Por esa palabra que tanto me halagas, recibe lo que has pedido,’ y eso solo lo puede hacer el Espíritu Santo iluminándote y tú dispuesto a escuchar.

La oración es proceso, la Fe es proceso. Dios no solamente quiere darte lo que tú le pides, Dios quiere enseñarte a ser un guerrero, un hombre, una mujer más profunda, más entendida con respecto a su corazón.

Esta mujer Siro-Fenicia nos enseña ese principio tan importante de buscar, buscar, tocar, argumentar hasta que encontremos la palabra precisa que pueda abrir el corazón de Dios.

Vamos a ponernos de pie. Vamos a pedirle al Señor: ‘Padre ayúdame a ser un hombre, una mujer sabia, entendida, un hombre discernidor del Espíritu, que yo entienda que esto no es Aritmética, esto es cosas muy profundas, muy vastas.’ El Universo del Espíritu, de la oración de la Fe y Dios quiere hombres y mujeres sabios. Padre en el nombre de Jesús, pedimos, ilumínanos, danos tu entendimiento, Señor. Haznos hombres y mujeres entendidos en las cosas del Espíritu.

Enséñanos a encontrar la palabra precisa, enséñanos como desatar Tu poder, como hablar a Tu corazón de Padre, como llegar temprano hasta donde Tú estás sentado y escuchar de ti la próxima etapa de la jornada, Señor. Queremos ser gente del Espíritu, gente entendida, gente que conozca Tu corazón y que sepa como abordar tu Gracia, Señor.

Gracias, porque Tú no solamente nos llamas a orar sino que nos enseñas como orar, a través de esos gemidos que da el Espíritu Santo. Yo pido que este pueblo sea guiado, Señor, cada día hacia lugares más profundos en su caminar contigo.

Gracias, porque Tú eres un Dios que siempre contestas, siempre contestas, Señor, aunque sea con silencio pero siempre contestas. Te adoramos y te Bendecimos. Gracias Señor. En el nombre de Jesús. Amén y Amén.

Que el Señor les continúe bendiciendo, mis hermanos. Amén, amén.

El divorcio y la disfuncionalidad matrimonial

Parte 22 (final) - [Conclusión de la serie 'Iglesia Siglo 21' - reflexiones de Dr. Miranda tomado del libro 'En la tierra de los peregrinos'] Otro reto importante que confronta la Iglesia hispana tiene que ver con la salud y estabilidad del matrimonio en nuestra comunidad. Es cierto que la cultura hispana valora la familia en una forma que no es común entre muchas otras culturas en este país. Pero también se hace cada día más evidente que tanto la sociedad moderna como los efectos de la vida migratoria conspiran contra la solidez del matrimonio en el pueblo hispano. Tanto las estadísticas de los censos más recientes como diversos estudios sociológicos muestran que esa concepción entre los hispanos del matrimonio como algo sagrado y duradero decae cada día, a medida que nos vamos adaptando a los patrones que predominan en la cultura moderna.

Es cierto que los hispanos tenemos una tasa de divorcio menor que la de los demás grupos étnicos principales en Estados Unidos. Pero también se hace evidente que esa diferencia se va reduciendo cada año, que las cifras de separación matrimonial son más altas entre los hispanos que en cualquier otro grupo étnico, y que las anulaciones de matrimonios entre los católicos hispanos en Estados Unidos han aumentado astronómicamente en los últimos años. Según algunos sociólogos, si se toman en cuenta las parejas separadas entre los hispanos, y se suma esta cifra al número de divorcios, desaparece la diferencia entre los hispanos y los demás grupos en lo que respecta a la salud y durabilidad de sus matrimonios.

SANANDO EL MATRIMONIO CRISTIANO

Como pastor, otro elemento que me resulta muy preocupante es la baja calidad de muchos de los matrimonios cristianos que observo, tanto en mi iglesia como en otras congregaciones hispanas en este país. Mucha de nuestra gente llega al evangelio después de años de tensión e insatisfacción matrimonial. Cuando finalmente entran a la iglesia, ya los patrones de abuso emocional o físico, mala comunicación, adulterio o formas deficientes de resolver el conflicto han hecho sus estragos, y resulta muy difícil rectificar esas distorsiones. Sólo cuando los principios éticos del evangelio se arraigan muy hondo en la vida de estos creyentes, o por medio de intervenciones profundas y a largo plazo de parte de pastores o consejeros cristianos, se pueden observar cambios significativos entre esas parejas. Si no, lo que se da más comúnmente es matrimonios insatisfechos y débiles, languideciendo debajo de una capa de religiosidad, a penas sanados a medias por los efectos positivos del evangelio, pero carentes de verdadero amor e intimidad.

Muchas veces, los resentimientos de los abusos y las ofensas del pasado permanecen debajo de la superficie en estos matrimonios, no reconocidos ni tratados, ejerciendo sutilmente su efecto contaminador, impidiendo verdadera sanidad entre las parejas. Desgraciadamente, hay que admitir que muchos hombres cristianos, a pesar de su innegable conversión y amor por el Señor, continúan con patrones destructivos de comportamiento. Como hemos señalado antes, frecuentemente las heridas emocionales y los malos ejemplos de su propio pasado familiar no les permiten entrar en una nueva forma de relacionarse con sus esposas. Continúan manifestándose los mismos patrones de abuso emocional y verbal, la crítica continua, la desconsideración en el área sexual, y el distanciamiento emocional. El triste resultado de todo esto es matrimonios cojeando perpetuamente, sangrando debajo de la superficie religiosa, desmintiendo en efecto los reclamos de victoria y poder del evangelio.

Todo esto nos recuerda la importancia creciente del ministerio de la consejería cristiana en la Iglesia hispana. El trabajo de consejeros que combinen un llamado espiritual con conocimientos adecuados de la dinámica matrimonial y familiar se hace cada vez más indispensable en nuestras iglesias. En mi propia congregación, en los últimos años he podido constatar cuán impactante este tipo de ministerio puede llegar a ser. Aparte de la consejería pastoral que los pastores de la iglesia podemos proveer, nos hemos beneficiado de los aportes de laicos muy ungidos y capacitados en el área de la consejería cristiana. Uno de ellos, el Dr. Luis Vallés, pediatra de profesión, junto a su esposa Ada han llevado a cabo una tarea admirable de cuidado y atención a incontables parejas con serios problemas a través de los últimos años. Mi esposa, quien ejerce su propia profesión en el área de la terapia ocupacional, trabaja en este dedicado equipo proveyendo consejería matrimonial, individual y prematrimonial.

Estos dedicados consejeros cristianos han ido desarrollando y puliendo sus destrezas de consejería a través de muchos años de estudio, lectura, reflección y práctica. Nuestra iglesia ha reconocido sus dones y les ha provisto la oportunidad de continuar desarrollándose profesionalmente. Además, les ha provisto espacio de oficina para las sesiones de consejería, y ha reconocido su ministerio como parte formal de los servicios que ofrece nuestra congregación. En todo lo posible, los hemos animado y apoyado para que obtengan entrenamiento adicional, y continúen puliendo sus destrezas de consejería. Estamos conscientes de que se trata de un esfuerzo a largo plazo, y que se toma tiempo desarrollar este tipo de recursos hasta llevarlos a un nivel de máxima efectividad. Además, es necesario ir creando un ambiente congregacional donde la gente se sienta cómoda buscando este tipo de ayuda, en vez de sentirse de alguna manera deficientes en su espiritualidad por tener que reconocer que tienen un problema, y verse obligados a abrir su intimidad ante otra persona a fin de encontrar sanidad.

Nuestro único problema con este ministerio ha sido que una vez que la gente de nuestra congregación se ha dado cuenta que existe este recurso, las peticiones para citas de consejería han aumentado considerablemente, excediendo la capacidad de nuestros consejeros laicos para mantenerse al día. Actualmente, la demanda para consejería pastoral de todo tipo en nuestra iglesia es lo suficiente como para justificar por lo menos dos posiciones ministeriales a tiempo completo, y aún así probablemente no serían lo suficiente. Inclusive, hemos recibido muchos pedidos para consejería de parte de parejas e individuos de otras congregaciones, las cuales en ocasiones hemos tenido que atender a expensas de las necesidades de nuestra propia gente, dada la severidad de las situaciones que confrontan.

Todo esto ha hecho evidente la necesidad imperiosa de desarrollar sistemas de consejería pastoral en nuestras iglesias. Como hemos reconocido anteriormente, la familia hispana experimenta continuamente los estragos y el estrés de la vida migratoria. El desempleo, los bajos salarios o las largas horas de trabajo, condiciones de vivienda muy pobres, el desarraigo cultural, las inevitables tensiones entre hijos y padres que habitan diferentes mundos culturales, la independencia mayor de la mujer hispana en esta sociedad y sus expectativas mayores con respecto a la salud de sus matrimonios—todo esto hace del matrimonio hispano una jornada muy frágil e incierta. Se requieren ministerios capaces de dirigirse a esos puntos de presión en la familia hispana, a fin de fortalecerlos y nutrirlos con los principios transformadores de la Palabra de Dios.

EL ROL DE LA CONSEJERÍA PREMATRIMONIAL

No sólo los matrimonios existentes requieren el cuidado pastoral de la Iglesia, sino que además se necesita proveer instrucción preventiva a nuestros jóvenes antes del matrimonio. Dadas las barreras culturales y lingüísticas que existen entre adultos y jóvenes en la comunidad hispana en Estados Unidos, la juventud latina carece de modelaje saludable para orientar sus matrimonios. Desgraciadamente, los únicos modelos que tienen muchos de nuestros jóvenes en al área matrimonial le vienen de la cultura secular o los medios de comunicación, los cuales, sabemos, no son los más saludables. Además, como hemos visto, muchas veces los patrones de relación matrimonial que observan en sus propias familias cristianas tampoco representan una alternativa muy atractiva. La única esperanza en este caso reside en la Iglesia, proveyéndole consejería prematrimonial en una forma sistemática a las parejas que estén considerando matrimonio.

Hace varios años, nuestra iglesia determinó firmemente requerir de toda pareja que fuéramos a casar el participar en un proceso sostenido de consejería prematrimonial. Sólo en casos muy excepcionales estiramos las reglas un poco, pero siempre hacemos todo lo posible para que cada pareja que se casa bajo nuestros auspicios reciba algún tipo de preparación previa para el matrimonio. Los resultados que hemos visto a través de estos últimos años en los matrimonios que han recibido este tipo de consejería han sido muy alentadores, y nos convencen más que nunca que la Iglesia tiene una gran responsabilidad en asegurarse que nuestras parejas jóvenes entren al matrimonio con todos los recursos posibles para asegurarse de una vida matrimonial exitosa.

MÁS QUE TERAPIA

En el mejor de los casos, el tiempo invertido en el proceso de la consejería cristiana termina siendo una mezcla compleja de liberación espiritual, estudio bíblico, oración, indagación psicológica, catarsis, y discipulamiento, produciendo en los individuos y familias que participan en él transformaciones duraderas y profundas. Se trata de un proceso de formación espiritual intensivo, el cual va mucho más allá de las intervenciones relativamente superficiales que se dan a través de los demás aspectos de la vida congregacional. Por medio de esa indagación profunda y sistemática en las estructuras de un individuo o una familia que es la consejería pastoral, los principios sanadores de la Palabra de Dios pueden ser llevados a dimensiones del alma que normalmente permanecen sellados e inaccesibles a su influencia iluminadora. Sin duda alguna, la consejería cristiana es uno de los ministerios más estratégicos y poderosos que se puedan cultivar en la Iglesia hispana del siglo veintiuno.

Hoy les quiero hablar de sexo

TRANSCRIPT

Quiero compartir una Palabra que el Señor ha puesto en mi corazón, que el Señor me ha inquietado mucho al respecto, obviamente yo sé que no es un mensaje muy fácil a dar pero definitivamente en el nombre de Jesús nos encomendamos a Él y pedimos que este mensaje pueda ser de bendición a todos y cada uno de nosotros.

Pero una cosa en la cual yo he estado reflexionando, claro está, en estos primeros meses del año nosotros hemos querido reflexionar acerca de como Dios nos está llamando a vivir en una dimensión nueva de Fe. Dios nos está estimulando como Iglesia, que nosotros podamos reconocer, que nosotros somos una comunidad de Fe, que somos una comunidad que vivimos no tan solamente mirando las cosas que tenemos delante de nosotros sino que hay una dimensión de nosotros que se enfoca en lo que no se puede ver necesariamente con nuestros ojos físicos. Hay una dimensión a la cual el Señor nos llama y que Dios nos reta a que nosotros podamos aprender a mirar las cosas de la perspectiva de Dios. Eso es uno de los aspectos que yo he podido ver y entender de lo que Dios quiere hacer con León de Judá en estos tiempos, en estos días. El que nosotros podamos ser una comunidad de Fe que sí mira hacia lo sobrenatural pero ha perdido la perspectiva a la realidad tangible que tenemos a nuestro alrededor.

Y precisamente pensando en esa realidad que nos rodea, el mundo en el cual estamos, el mundo en el cual vivimos, las situaciones, los dramas por los cuales pasa cada persona, cada mujer, cada hombre, cada joven, cada niño que tenemos a nuestro alrededor.

Dios me ha inquietado a reflexionar sobre un tema que me ha causado pensar en cómo nosotros como una comunidad de Fe podemos restaurar a las personas que han caído en distintos aspectos de su vida por la causa del pecado. Yo creo que Dios nos está llamando a nosotros como Iglesia a que seamos esa comunidad de Fe que pueda servir de fundamento y bálsamo para poder restaurar a personas que llegan con un bagaje de historia que muchas veces no saben ni qué hacer con una cuarta parte de esas historias.

Yo creo que la mayoría de nosotros podríamos estar de acuerdo que la naturaleza humana es bien frágil, la naturaleza humana es bien frágil y que las fallas del pecado se pueden manifestar en múltiples formas. Para algunas personas las fallas de su pecado se ven en una forma interior, ya sea con aspectos o rasgos de carácter que tienden a ser un poco dañinos o destructivos; para otros la manifestación de su pecado se ve en formas más externas donde ya se comete un daño más directo a las personas que tienen a su alrededor y sea en la forma en que eso se pueda manifestar.

Pero en mi jornada de meditación Dios me ha llamado, me ha llevado a considerar un aspecto bien particular de nuestra naturaleza humana que tiene gran influencia y poder sobre nosotros. Mayormente pienso en esto cuando a lo largo de toda mi vida y aún recientemente he recibido tantas noticias de personas, amistades, pastores que yo tengo en muy alta estima que han fallado en alguna forma u otra, debido a este aspecto del cual les quiero hablar.

Y hoy, mis hermanos, le pido al Señor que me cubra con su Gracia porque yo quiero hablar en una forma bien clara y bien abierta acerca de como nosotros debemos guardar el frente de nuestra sexualidad en todos los aspectos de nuestra vida.

Sí, mis hermanos, hoy les quiero hablar de sexo.

Y quiero poner una nota aclaratoria antes de decir una palabra más. Yo quiero, mis hermanos, que podamos tener bien claro que con este mensaje yo no estoy apuntando a nadie, yo no quiero que esto se convierta en un mensaje farisaico en donde se apunta a la genta para juzgar... Dios me libre de que esa sea la intencionalidad. Y Dios sabe muy bien que eso no es.

Si éste mensaje tiene alguna medicina amarga yo creo que yo sería uno de los primeros que me la tragaría la medicina. Pero Dios sabe muy bien que yo me acerco a esta temática con mucho respeto, me acerco a esta temática con un temor delante de Dios, porque yo sé lo que Dios pide de nosotros como seres humanos, como hombres y mujeres, con respecto a nuestra sexualidad; yo respeto las experiencias que cada persona haya tenido o no haya tenido con respecto a este tema. Yo tengo un nivel de respeto muy afinado con respecto a esto.

Pero también yo quiero que este mensaje sirva de ánimo a todos los que estamos aquí, yo quiero que también sirva de exhortación porque hay una creciente urgencia de que nosotros como Iglesia podamos hablar abiertamente de esta temática ya que hay tanta gente desde niños hasta jóvenes hasta personas adultas que sufren porque no han sabido como defender bien esos frentes de su sexualidad en su vida.

Así que, como diría el Apóstol Pablo en Primera de Corintios 10:12 "Si alguno de ustedes se cree estar firme con respecto a esta temática, mire bien que no caiga”. Y conviértase en un restaurador.

Pero si alguno de ustedes por alguna razón este tema toca alguna fibra particular en su vida, en su corazón, en su alma… yo le invito entonces a que vaya conmigo al libro de Gálatas Capítulo Seis... comenzando en el Verso Uno, el pasaje dice lo siguiente: " Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta…" -o en algún pecado como diría algunas traducciones- "… ustedes que son espirituales…" o en otras palabras ustedes que son maduros, "… en su vida de Fe, deben restaurarle con espíritu de mansedumbre considerándose a sí mismo, no sea que usted también vaya a ser tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo".

Esta ley de Cristo está hablando de 'amar al prójimo como a uno mismo' "Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra o su propia conducta y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo con respecto a su propia historia y no en otro…” -o sin compararse con otra persona- “… porque cada uno llevará su propia carga. El que es enseñado en la Palabra haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye".

Miren como dice el Verso Siete: "No se engañen, Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembra eso también segará; porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu del Espíritu segará vida eterna".

Verso nueve, que este se quede bien grabado en nuestros corazones. Verso nueve, vamos a leerlo todos juntos, "No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos."

Oigan, hermanos, yo voy a decir algo que tal vez va a sonar un poco fuerte para muchos, pero yo quiero decir algo. El sexo como creación de Dios es algo bello, es algo hermoso, es algo rico, es algo placentero, es algo orgásmico... lo tengo que decir así. Pero solamente cuando es practicado dentro del contexto para lo cual Dios lo intencionó, esto es, el matrimonio.

Quiero empezar desde esa premisa porque para mí esto es crucial que lo podamos entender. Esa belleza y placer que fue intencionada por Dios, el pecado lo tergiversó y hasta puso en ello un sentido de vergüenza por la entrada que tuvo a través de la persona de Adán y Eva. Sí, todavía al día de hoy por causa de Adán y Eva nosotros sufrimos estas cosas. Hoy día, algo que en su estado original tenía, y yo entiendo que aún tiene, unas cualidades que lo hacían maravilloso, la sociedad ahora en la cual vivimos la ha tornado en algo morboso.

El sexo, en sí como tal, podrá parecer algo que es meramente físico.

Pero yo entiendo que es un evento mucho más complejo y misterioso que eso. Si nosotros vemos cuando la Escritura dice en Génesis Capítulo Dos, Verso 24: " El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne", esa frase, en sí como tal, ‘que serán una sola carne,’ presenta una dimensión del sexo que muchas veces, o la mayor parte de las veces no se toma en consideración por los estándares por los cuales se rige la sociedad del día de hoy.

Miren, científicamente hablando, es imposible que dos objetos similares puedan ocupar el mismo espacio, es imposible. Por lo tanto si usted está hablando de dos cuerpos humanos que puedan hacerse en una sola carne, eso es algo que físicamente o científicamente no es posible. Por eso es que esa frase trae una dimensión espiritual, mis hermanos, que no podemos perder de perspectiva.

Cuando un hombre o una mujer se unen en el acto sexual hay una transferencia de energías que se está dando en ese mismo acto. Ciertamente hay una energía química que se está transmitiendo de un cuerpo al otro, pero a la misma vez hay una serie de virtudes e incapacidades que se están transmitiendo de un cuerpo a otro. En palabras más sencillas, cuando un hombre y una mujer se unen en el acto sexual, las cosas buenas que tenga esa persona se les transmiten al otro y las cosas malas que tenga la otra persona también se cuelan por ese mismo acto.

Yo creo que por algo es que la Biblia es tan intencional cuando dice que,"aquél que se va a casar tiene que buscar una ayuda idónea", porque cuando está hablando de una ayuda idónea, cuando uno entra en ese acto las cosas buenas que tenga la otra persona se me van a pegar a mí y de alguna forma u otra van a complementar las cosas buenas que yo tengo para yo poder convertirme en el tipo de hombre, en el tipo de persona que Dios quiere que yo sea. Y a la misma vez si hay algún defecto en la otra persona que se me peguen a mí y que las mías se le peguen a esa otra persona, entonces la intención de Dios es que esas defectuosidades puedan ser corregidas entre ambas personas con la ayuda y la Gracia de Dios, para entonces, poder llegar al plano original que Dios tenía intencionado para esa pareja.

¿Están conmigo?

Pero ahora, hay obviamente unas realidades que tenemos que enfrentar y mis hermanos, yo quiero ser bien claro, la sexualidad hoy día tiene tantas ramificaciones. El sexo hoy es uno de los temas más complejos. Hay gente que ha tenido tantas y tantas experiencias que yo no espero abarcar todas y cada una de ellas en este mensaje, pero sí quiero tocar algunos puntos claves. Porque yo creo que hoy día más que nunca el enemigo está buscando por cielo, tierra y mar de como denigrar la creación de Dios en el ser humano usando la sexualidad.

Hace muchos años, yo me crucé con un libro de este autor Richard Foster que es el que escribió 'Las disciplinas espirituales'; él también escribió un libro que se titula 'Sexo, dinero y poder', las tres fuerzas de esta humanidad que más influyen sobre el ser humano. Y obviamente pone el sexo como la primera, porque es una de las más fuertes, que tiene una influencia bien sólida sobre la creación del hombre y la mujer.

Pero tenemos que estar al tanto, mis hermanos, que por muchos años la Iglesia ha vivido con unos parámetros -y cuando estoy hablando de Iglesia me refiero a la Iglesia con "i" mayúscula, no me refiero a esta iglesia y eso se refiere a la Iglesia de los países de donde nosotros venimos, sea de Puerto Rico, Guatemala, Bogotá, Colombia, de donde quiera que vengamos- y muchas veces la perspectiva es que el sexo se le mira con este tipo de tabú que no podemos hablar de ello en la iglesia y lo único que se dice es que el sexo es únicamente para la procreación de los hijos y después de eso ya nada más.

Pero no, mis hermanos, el sexo como creación de Dios tiene unos propósitos, unas intenciones mucho más fuertes que esas; mucho más específicas que esas, pero de nuevo, el mundo en el cual vivimos ha tergiversado tanto las cosas que hay veces que la iglesia tiene que competir con el tipo de enseñanza que la sociedad hoy día le transmite a la gente que tenemos que buscar como podemos que unir esos puentes que han sido quebrantados a lo largo de toda la historia.

Hoy día la Iglesia no se puede dar el lujo de dormirse en sus laureles y solamente proseguir con el tema de la sexualidad como si fuera un tabú. Porque allá afuera ahora mismo nuestros niños de 8, 9, 10, 11,12 años están recibiendo un tipo de educación que yo estoy seguro que la mayoría de nosotros si nos exponemos a eso nos vamos a quedar.... "¡Ave María purísima!" Perdónenme los evangélicos conservadores, si mencioné el Ave María, pero esa es la expresión típica como quien dice.

Nosotros tenemos a nuestro alrededor mucha gente que ha sufrido y que tienen heridas bien marcadas en el área de su sexualidad. En distintas formas, mis hermanos, la comunidad de solteros hay veces que ese aspecto de lo que es la fornicación es algo que está ahí bien centrado en ellos, pero como mucha gente se ha dejado llevar por la corriente del mundo y la sociedad en la cual vivimos hay veces que hasta ha perdido la sensibilidad de lo que es eso, y de la seriedad que tiene eso delante de Dios. Aún dentro del contexto del matrimonio, muchas veces, hay tantas y tantas parejas que han sido dañadas porque no tienen un entendimiento claro, concreto, bíblico, dirigido de Dios de lo que es el sexo en medio de la pareja y más una pareja cristiana.

Yo creo que el mundo le ha robado mucho a lo que Dios quería intencionar para la pareja cristiana, lo ha robado de ese contexto del matrimonio y lo ha tergiversado en formas demasiado morbosas y Dios quiere restaurar aún ese aspecto de nuestra vida.

Dios quiere restaurar el que las parejas puedan disfrutar de una sexualidad sana, bella, preciosa, todos esos adjetivos que yo mencioné hace unos momentos. Dios quiere que las parejas hoy en día puedan disfrutar eso; que los solteros que están ahí luchando con su sexualidad en alguna forma u otra, que sepan cómo... como dice el pasaje de Gálatas que no se cansen de hacer el bien, que no se cansen de hacer lo que está correcto delante de Dios, para que cuando llegue el momento de la cosecha... ¡Uh! exploten las villas y castillas.

Yo creo que Dios quiere, y lo creo fielmente, mis hermanos, que nuestros jóvenes, que nuestros adolescentes, que aún nuestros niños, mis hermanos, puedan aprender de todo lo que sale de este lugar, que puedan aprender que la sexualidad es algo bello y precioso pero que tiene su punto y tiene su lugar. Pero a la misma vez vivimos en un mundo caído y Dios nos está llamando a nosotros como una comunidad de Fe, que pueda restaurar al caído, que pueda restaurar a la caída. Y es por eso que yo quiero que nosotros analicemos este pasaje de Gálatas que acabamos de leer.

Ese verso Primero que leímos, voy a leerlo de la Versión Internacional que dice: "Hermanos, si alguien es sorprendido en algún pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde pero cuídese cada uno porque también puede ser tentado o tentada."

Miren, la comunidad de fe, una comunidad de fe genuina y madura, tiene la responsabilidad y el llamado -voy a usar esas palabras bien intencionalmente- de restaurar aquellos que han caído en alguna falta y puede ser cualquier falta, ustedes llenen el blanco. Pero ahora nos estamos enfocando en esa área de la sexualidad. Yo creo que nosotros debemos resistirnos a esa actitud farisaica de apuntar los dedos y acusar diciendo: 'Mira para allá, y eso que se cree la más cristianita o el más cristianito, y eso que con las mismas manos que alaba a Dios, con las mismas manos las usa para otra cosa'.

Yo no creo que esa es la Iglesia que Dios está buscando hoy día.

Dice el Verso Dos: "Ayúdense los unos a otros a sobrellevar sus cargas y así cumplirán la ley de Cristo".

Yo estoy convencido más que nunca, mis hermanos, que hoy más que nunca se necesita una Iglesia que pueda promover un ambiente donde la gente se sienta libre de poder expresar y desahogar sus luchas y debilidades sin el temor a ser juzgados, sin el temor a ser criticados y en el peor de los casos a ser rechazados. Dios nos libre a nosotros de ser ese tipo de iglesia.

Yo creo que Dios quiere que nosotros podamos ser una iglesia, como predicaba el Pastor unos días atrás, que le pongamos al Evangelio carne, que sepamos que el Evangelio se encarna como la persona de Cristo Jesús, que aún después que resucitó y vino a esta Tierra, tenía su cuerpo, tenía sus agujeros, tenía todos los órganos de su cuerpo bien puestos en su lugar. Y es ahí donde el mensaje del Evangelio llega, llega a la gente, no es solamente aquí, ni aquí, el mensaje del Evangelio llega a todos los aspectos del ser humano y nosotros como iglesia tenemos que responder a ese llamado de poder restaurar a las personas que luchan con ese aspecto en su vida.

Dice el Verso Seis: "El que recibe instrucción en la Palabra de Dios, comparta todo lo bueno con quien le enseña". ¿Saben lo qué significa ese verso? Ese verso está promocionando que si usted recibe algún tipo de enseñanza, sea de este púlpito, sea en una clase discipular o sea en una célula en un hogar, sea en un servicio de oración, sea donde sea, la persona la cual le instruye esa persona usted debe sentirse en toda libertad de venir a esa persona y compartir las luchas que usted tiene también. Comparta sí las cosas buenas, pero también aquellas cosas que son un poco medio... ¡ugg!, atrévase a compartirlas.

La Palabra de Dios en Primera de Pedro dice: "Confesaos unos a otros vuestras ofensas…” ¿Para qué? ¿Para que sean juzgados, para que sean rechazados, para que se les dé una patada por detrás y se vayan de aquí? No. La palabra dice, "Confesaos unos a otros vuestras ofensas para que sean sanados." Y esa es una sanidad que Dios nos está llamando a nosotros como iglesia poder transmitir hoy día.

Pero tenemos que entender, mis hermanos, que en el momento que nosotros asumamos el rol de poder restaurar al caído, yo quiero que usted este preparado porque 'all hell is going to break loose against you', en otras palabras 'el infierno entero se va a tornar en contra de usted'. Para buscarlo a usted, hacerlo caer en la misma forma o en una forma distinta.

Pastor Omar ¿de dónde usted se inventó esto? El Verso Uno ¿Qué es lo que dice? "Considérese a usted mismo, no sea que usted también sea tentado".

Hermanos, es bien importante que nosotros podamos entender esa dimensión. Ese llamado de nosotros poder restaurar a la gente, nosotros poder restaurar al caído, es una guerra espiritual donde nosotros nos estamos metiendo, porque no tan solamente son luchas con esa parte física del ser humano. Pero que es una parte física que tiene una dimensión psicológica, tiene una dimensión espiritual y por ende si el enemigo está buscando como destruir a la gente, el que se quiera meter para servir como la Cruz Roja y restaurar a esas personas, esa persona de alguna forma u otra va a estar expuesto a las balas y a los cañones también.

No hay forma de que eso se pueda evitar. Pero esto debe servirnos de ánimo, mis hermanos, porque al nosotros obrar en esa forma considerándonos a nosotros mismos de que yo puedo caer en las mismas cosas que estas otras personas han caído y de que así como Dios puede restaurar mi vida, también Dios puede restaurar la vida de otros.

Ese es el llamado que Dios nos da a todos nosotros como iglesia. Y tenemos que estar bien alertas de todo esto, mis hermanos, tenemos que estar bien conscientes que Dios tiene un llamado sólido sobre cada uno de ustedes como personas, y muchas veces esa restauración dependiendo el caso, comienza también desde el núcleo de la familia. De como todas estas cosas se dan a nivel del núcleo de la familia; de como un esposo trata a su esposa y viceversa como la esposa trata al esposo; como se buscan satisfacerse el uno al otro y de que haya una apertura y un nivel de genuinidad de que eso es un tema que en ese núcleo familiar están dispuestos a enseñar y a educar a sus hijos en una enseñanza sana, basada en las Escrituras de la palabra de Dios.

Que de ahí es de donde proviene una enseñanza que pueda realmente forjar en nuestros niños, en nuestros adolescentes, un hombre y una mujer que sepan como vivir a ese nivel de integridad. Y tal vez, usted me dirá 'Omar eso es fácil decirlo pero es difícil hacerlo', créanme, yo tengo un hijo de dos años y dos meses y si hay un tema en el cual yo ya estoy mirando para hablar con él en el futuro es acerca del tema de la sexualidad.

¿Cómo lo voy a hacer? ¡Qué Dios me ilumine! Yo me encomiendo a la Gracia de Dios.

Porque si hablar con la juventud hoy día acerca del sexo es una de las cosas más difíciles que uno pueda hacer, yo me imagino ¡guau! en diez, trece años cuando Lucas tenga todas sus hormonas corriendo a todo lo que da... ¿Cómo yo voy a hablar con este muchacho? Definitivamente que los tabús no van a resolver el problema.

Y yo sé, mis hermanos, que Dios nos está retando a nosotros también a poder buscar hacer lo mismo hoy día, a poder hablar abiertamente así con nuestros niños, con nuestros jóvenes pero también en los núcleos de los matrimonios que están aquí representados.

Dios quiere que nosotros podamos luchar una buena batalla a ese nivel, Dios quiere que nosotros podamos proteger esos frentes de batalla de nuestra sexualidad. Sea usted un adulto, un joven, un casado, un soltero… esto es un reto que cada uno de nosotros enfrentamos día tras día.

El mundo en el cual nosotros vivimos, mis hermanos, sus valores se han tergiversado de tal forma que uno ya no sabe lo que es bueno ni lo que es malo, lo que es permisible de lo que no es permisible. Es bien difícil poderlo distinguir.

El pensamiento postmodernista -si usted no sabe lo que significa esa frase, pero el postmodernismo es como un tipo de filosofía que se ha engranado en la mentalidad de la nación norteamericana- que una de las cosas que más promueve es que cada ser humano, cada persona, tiene el privilegio y la libertad y el derecho de hacer su propia realidad y de edificar su propia verdad, y que su vida se rija de acuerdo a esa verdad.

Así que si yo me encuentro con una persona que me dice 'Para mí la verdad es que yo me pueda acostar con cualquier mujer que yo quiera y así es como yo rijo mi vida'; pues esa persona se va a acarrear sus consecuencias de acuerdo a esa verdad.

Si hay una persona que se rige bajo la verdad de que 'no existe ninguna autoridad, que no existe ninguna persona como Dios" y que el Dios es el aire, el poder del Universo y tienen la mente allá pensando en pajaritos preñados, pues así va a ser la vida de esa persona.

Pero precisamente, por ese tipo de pensamiento es que se ha escabullido maquiavélicamente bajo una fachada de tolerancia en las iglesias ese tipo de pensamiento también, causando entonces que se pierda la sensibilidad para poder discernir lo que Dios quiere hacer en las vidas, se pierde esa capacidad de nosotros poder verdaderamente reconocer la autoridad sobre la cual nosotros estamos parados, para entonces poder traer un sentido de restauración y libertad a aquellas personas que tienen su entendimiento totalmente nublado.

Yo creo que Dios nos llama a que nosotros podamos vivir a ese nivel, que ese discernimiento que Dios ha puesto en nosotros pueda recibir su vitalidad una vez más, para saber cómo restaurar a los hombres y las mujeres que sufren en ese aspecto de su vida.

Miren, el Verso Siete dice: "No se engañen, no se engañen, nadie se burla de Dios. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar…" -o allí diría yo para satisfacer- "… su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción. Y el que siembra para agradar y complacer y satisfacer al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna".

Miren, hay una ilustración que yo quiero traerles. Yo comparto mucho con mi hermano Toño, él es mecánico de carros así foráneos, Antonio Díaz. Yo comparto mucho con él, y hubo un día que él me estaba compartiendo una historia de una persona que llega a su taller y llega porque el carro le estaba humeando así por el bonete, y la persona esa le dice: ‘¡Ah! Toño yo no se que fue lo que pasó con el carro, si ayer el carro estaba corriendo lo más bien’, y Toño comienza a hacerle preguntas y le dice: ‘Pero ¿cuando fue la última vez que usted le hizo el mantenimiento al carro? y ¿Cómo usted guía este carro?’

‘Bueno tú sabes como son las calles de Boston, llenas de agujeros por todos lados…’ y, ‘¿Usted esquiva todos los hoyos o se tira por los hoyos como si estuviera en un carro o un Humvee por la luna o algo así?’ Y cuando Toño sale me dice: ‘Omar muchas veces la gente se puede evitar esos dolores de cabeza con los carros si supieran cómo mantener sus carros y cuidarlos y tratarlos bien.’

Y eso a mí me hizo pensar como que ¡guau! hay veces que los Pastores nos sentamos al cruzar la mesa con otra persona y estas personas vienen a contarnos los achaques de vida que tienen, los dramas de vida que tienen: ‘¡Ay Pastor! ¿Si usted supiera el problema que tengo? ¡Ay! qué si no se que hacer con esto! ¡y no se que hacer con aquello, y no se que hacer con lo otro…’ Y todo es “¡Ay!” Y uno tiene que sacar la cajita de Kleenex y ponerla ahí en el medio de la mesa y 'no se apure, límpiese la nariz,’ y, ‘no se apure, aquí estamos para escucharle’.

Pero hay veces que yo me pongo a pensar y yo me digo ¡guau! si tan solamente entendiéramos el misterio de este verso que muchas veces las cosas que nosotros vivimos hoy día son las consecuencias de las acciones y decisiones que nosotros hemos tomado en años pasados. Que si esas acciones en el pasado fueron basadas en decisiones alocadas, en impulsos descontrolados, ¡pues mira! Es imposible que yo no vaya a evitar el que yo me vaya a meter en un problema en el futuro. Porque cada una de esas decisiones va a tener una consecuencia.

‘¡Ay! Pastor ¿qué voy a hacer ahora?’ ¡Ayayay!

Miren como diría el Apóstol Pablo en Romanos Capítulo Siete, yo creo que este Verso fue inspirado por Dios, Romanos Capítulo Siete versos 24-25 Pablo dice: “Miserable de mí, ¿quién me podrá salvar de este cuerpo de muerte?” Y entonces, viene esta declaración única en la historia, “Gracias a Dios por Cristo Jesús, porque Él es el único que puede restaurar mi vida.”

¿Saben qué, mis hermanos? Yo creo que Dios nos está llamando a que nosotros seamos un pueblo sobrio. Dios nos está llamando a que nosotros, verdaderamente, seamos un pueblo que busquemos alinearnos con su verdad, que busquemos alinearnos con los principios de su Palabra. Hay veces que nosotros nos podemos ahorrar tantos dolores de cabeza si verdaderamente nos metiéramos y nos sometiéramos al trato de Dios. Pero hay veces que nuestra mente está tan empedernecida por seguir la corriente del mundo en la que estamos, de escuchar otras voces que no necesariamente son voces inspiradas por Dios y entonces nos acarreamos esta serie de cosas.

Pero estos son frentes, mis hermanos, que Dios hoy más que nunca nos está llamando a que nosotros podamos defender y que nosotros podamos pelear por cada uno de ellos.

Ese Verso Nueve dice: "Miren, no nos cansemos de hacer el bien. Porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos"

Óiganme mis hermanos, ¡si tan solo pudiésemos entender la profundidad de esta Palabra! Porque muchas veces el sexo tiene este poder que está ahí seduciendo, seduciendo, seduciendo a la gente, y seduce por aquí y seduce con distintas formas.

Mira tal vez antes… unos diez, veinte años atrás lo más grave que una persona podía ver era una mujer en un bikini completo que le llegaba a la mitad del muslo y que cubría sus hombros.

¡Ay qué aberración! cuando veían eso.

Hoy día las revistas que uno ve en los estantes, es como que... todo está allí expuesto.

Es más te dan consejos y todo: '10 formas para mantener a tu hombre en la cama', '10 formas para que tu cintura se vea bien sexy', o a los hombres le dicen: 'Haz estos ejercicios y veras cómo la vas a tener en la gloria'.

Y uno dice ¡guau! ¿A dónde estamos llegando? O sea las cosas se han ido por unos rumbos que son medio oscuros y uno tiene que aprender, mis hermanos, a saber como controlarse, como uno ponerse en línea con lo que Dios verdaderamente pide y lo que Dios busca que nosotros vivamos.

Hay tanta gente que se pone a ver esas revistas y empiezan a decir como que: 'Mmm, verdaderamente si hago esos ejercicios, ¿podré hacer eso?' o 'si me comporto de esta forma, ¿voy a alcanzar esto?'

Pero no nos damos cuenta que las intenciones detrás de esas palabras son intenciones que están bien tergiversadas, mis hermanos, y nosotros tenemos que buscar vivir sin cansarnos de hacer el bien.

Hay unos estatutos, unos mandatos que Dios nos ha dado y tal ves usted me va a decir, ‘Si, pero Omar es difícil vivir de acuerdo a eso.’

Pero ¿Sabes qué? Por más difícil que sea, si uno se mantiene firme de lo que Dios pide de uno vas a ver la Gloria cuando llegue tu momento. Y hay que saber, mis hermanos, que si hay personas que han caído y que se han raspado bien duro en el piso, entonces mira acá está la iglesia para poder restaurar a esas personas.

Yo creo que Dios nos está llamando a no cansarnos de vivir de acuerdo al estándar que Él pide para nosotros. Que si usted es un soltero o una soltera y lucha en alguna forma con esa área de esa sexualidad, mira qué usted se puede encontrar con alguien que le puede decir: ‘Ven acá, vamos a hablar, no lleves esta carga tú sólo o tú sola, vamos a hablar al respecto!’

Que si tal vez uno se cruza con una persona que se masturba compulsivamente usando pornografía y que esa persona se siente totalmente culpable, mira, que esa persona se puede encontrar con alguien en la iglesia que le diga: ‘Mira,¡ no te comas esa paleta tú solo, ven yo te ayudo a restaurarte! 'No cargues con eso tú solo!’

Que si hay personas que no tienen su identidad sexual muy bien definida y luchan en alguna forma u otra, que esas personas puedan venir en libertad y puedan decir: ‘Mira, estoy luchando con esto,’ y que se puedan encontrar con alguien que les diga: ‘Ven acá, vamos a ayudarte con eso, vamos a caminar contigo. Yo no estoy aquí para juzgarte, yo estoy aquí para ayudar a levantar tu vida, que tú puedas alcanzar el propósito de Dios en tu vida.’

Oye, en el círculo de los matrimonios, mis hermanos, que si hay problemas en el matrimonio y que muchas veces se ven afectados en esa área de la sexualidad, y que entonces una de las partes -porque esto es algo que se ve en ambos géneros, no es solamente en los hombres y "no" en las mujeres, pero que si hay algo que se está llevando a cabo y una de las partes se siente tentado a buscar al vecino/a para que los satisfaga, ‘¡mira! no te metas en la casa del vecino, ¡ven acá! vamos a hablar, vamos a buscar restaurar este matrimonio, hay oportunidad, hay esperanza.’

Que si tal vez hay una persona que estuvo en una relación abusiva, y estas yo creo que son de las más difíciles, si hay personas que han estado en relaciones abusivas en las que el sexo se veía como algo abusivo, esas personas son las que más necesitan una iglesia que pueda extenderles la mano. Que no tan solamente puedan ayudar a restaurar sus emociones, sino que también puedan ayudar a restaurar su mente, su corazón y su cuerpo en alguna forma u otra.

Ese es el llamado que Dios nos está dando a nosotros, mis hermanos.

¡Oye! Yo creo que hoy Dios quiere equiparnos a todos, mis hermanos, a que nosotros podamos ser una comunidad que restaura al caído en esa área de su sexualidad.

Que si usted es un maestro, una maestra discipulado, y que tal vez usted se encuentra con un joven o una joven que le cuenta acerca de su historia, de su sexualidad y para usted eso suena como ‘¡Pero, ay, Dios mío, esta persona está en el Infierno!’ Mire, no acuse a esa persona, más bien mantenga sus oídos y su corazón abiertos y permita que el discernimiento de Dios permee todo su corazón para saber como ayudar y edificar la vida de esa persona.

A la primera que nosotros apuntemos el dedo, perdimos a esa persona.

Y yo no estoy diciendo, mis hermanos, que le pasemos la mano por encima al pecado, yo no estoy diciendo eso.

Porque si hay alguien que se ha beneficiado de corrección, yo sería uno de los primeros que diría eso. Pero sí, es una corrección que viene cargada de amor, que viene cargada de cariño pero también hay una firmeza y una autoridad en eso. La autoridad que el mundo ofrece es flácida, es algo que no tiene sustancia, es algo que se cae, se permea en sí sola, a cada rato tienen que estarla cambiando para -como quien dice- darle validez.

Pero la verdad que se encuentra en la palabra de Dios es una verdad sólida, eterna, que no hay cambio, que no hay sombra de variación en ella y cuando nosotros nos paramos en esa verdad y cuando yo reconozco que yo soy un humano y que soy frágil también y que mi dependencia está totalmente en Dios; si yo me agarro de eso, entonces puedo agarrar a otro por acá, a otra por acá y decirle, ‘vente, yo entiendo esa lucha, yo entiendo esa prueba, pero vente. Vamos a ayudarte, vamos a levantarte y vamos a caminar juntos en esto.’

Oigan mis hermanos, yo creo que Dios desea una iglesia que sea una comunidad restauradora, una comunidad sanadora. Gracias.

Ya esos tiempos de estar… ‘¡Oh! Mira lo que hizo este… Hmm, en el infierno te veré.’ Si lo verás en el infierno, es porque tú también vas para allá.

Hermanos, miren, yo creo que el pueblo cristiano, y me quiero enfocar en el pueblo cristiano ahora, el pueblo cristiano ha sufrido mucho de ataques en esta área de la sexualidad.

Yo creo que en estos últimos dos meses, yo he recibido noticias de Pastores muy allegados a mí que yo guardo en muy alta estima, que han sufrido por alguna falta en ese aspecto de su sexualidad. Un matrimonio de mucho tiempo que ha sido quebrantado por una falta, un adulterio, que fue bien dañino. Una práctica en un Pastor que era demasiado morboso para yo poderlo decir. Pero son cosas que han afectado a la comunidad cristiana.

Y yo sé que hay mucha gente ahí afuera que están acusando a la iglesia diciendo, ‘Mira, y eso que se creen cristianos…’ o tal vez son personas que dicen, ‘por eso es que yo no voy a la iglesia, si lo que hay ahí son todos un chorro de hipócritas.’

Pero saben que, mis hermanos, cuando la gente tiene la perspectiva correcta de lo que Dios verdaderamente está llamándonos nosotros a hacer, si nosotros queremos ser una comunidad madura, una comunidad de Fe madura en los principios de Dios, aquí es donde se prueba nuestra madurez. La madurez cristiana no se prueba en el que yo pueda acusar a alguien, la madurez cristiana no se prueba en el hecho de que, ‘¡Ah! mira tú tienes una pajita chiquitita allí en tu ojo, pero no me estoy dando cuenta de una viga de cemento así que yo tengo en el mío.’

La verdadera madurez cristiana se ve en el nivel de que yo veo a alguien que está herido, yo veo a alguien que ha sufrido, yo veo a alguien que se ha caído y yo puedo ir y acercarme a esa persona y levantarlo, levantar, restaurar a esa persona, darle una palabra de ánimo, una palabra de sustento, darle una palabra de esperanza.

Decirle, ‘mira no te olvides, esto es lo que Dios pide de nosotros en esa área de la sexualidad. Pero yo no te voy a dar por la cabeza con la Biblia, al contrario yo quiero darte palabras de ánimo.’ Tú veras que a medida que tú vayas buscando restaurar tu vida en tu relación con Dios, cada una de estas otras cosas van a ir cayendo en su lugar.

Le hemos dejado demasiado espacio al diablo, mis hermanos, que se salga con la suya en ese aspecto de la sexualidad. Le hemos dejado demasiado terreno, nos hemos dormido en nuestros laureles y está ahí carcomiendo todo como una gangrena.

Yo creo que hoy más que nunca nosotros como iglesia tenemos que levantarnos y decir: No más, no más.

Pero también tenemos que saber mis hermanos de que va a haber una lucha rampante que se va a levantar en contra del pueblo de Dios, que quiera restaurar a la gente en ese aspecto de su vida. Es una lucha espiritual y tenemos que estar preparados para eso y yo quiero que nosotros podamos salir de aquí con esa convicción en nuestras mentes y en nuestros corazones.

Oigan, mis hermanos, Dios quiere, Dios quiere que nuestros matrimonios sean unos matrimonios saludables. Dios quiere y anhela que un hombre pueda mirar a su mujer y que diga, ‘No tengo ojos para ninguna otra, solamente esta que Dios me ha dado,’ y viceversa que también una mujer pueda mirar a su hombre y que aunque tenga una pancita y todo que pueda decir, ‘bajo esa pancita, me deleito en ella.’ Que si tiene los chichitos aquí, pues mire agárrelo por ahí bien fuerte y deléitese en ello también. Por algo le dicen los "love handles".

Mire, Dios quiere que nuestra población de jóvenes solteros, Dios quiere que estos jóvenes vivan una sexualidad sólida, saludable, que cuando llegue el momento de consumir toda esa energía con la persona que Dios ha establecido para ellos, mira, que vean la gloria de Dios abierta y mucho más.

Dios quiere que nuestros jóvenes adolescentes también crezcan en una sexualidad sana, saludable, no tan tergiversada como lo que están recibiendo allí afuera y aún a nuestros niños, mis hermanos.

Hay niños -yo he escuchado historias, he visto reportes de niños- que a sus 9 ó 10 años ya están activos sexualmente. Yo lo lamento, pero eso no está bien y Dios nos llama para que nosotros como iglesia podamos trabajar, podamos restaurar esas personas de tan temprana edad, hasta el momento que les llegue llegar a la tumba.

Yo creo que es por eso que Dios ha movido esta iglesia a implementar programas como el de "Vale esperar" y personas que están ahí recibiendo ataques constantemente de que el mejor mensaje para evitar embarazos en la adolescencia es la abstinencia.

Yo recuerdo, yo escuché un Pastor una vez, mira esto; yo escuché una vez un Pastor que dice que, “la mejor forma de evitar los embarazos es una pastillita que es así chiquititita y esa pastillita cualquier persona la puede coger over-the-counter. Pero que en vez de tomársela es una pastillita para que se la ponga entre medio de las rodillas y la aguanten así bien fuerte y que no la dejen caer esa pastillita.”

Oigan, mis hermanos, les hemos dado demasiado espacio al enemigo, no podemos, no podemos. No nos podemos dar el lujo de dormirnos en ese aspecto.

Dios quiere que nosotros podamos ser transformados, Dios quiere que nuestros matrimonios sean matrimonios felices, sólidos en respecto a esa dinámica de la sexualidad.

Dios quiere que ustedes jóvenes puedan disfrutar cuando llegue su momento, de usted entrar en el matrimonio y de disfrutar su vida con una mujer o un hombre que sea algo placentero, sólido, bello, bonito, que usted pueda mirar atrás y decir: ¡guau! esa pastillita verdaderamente funcionó.

Yo los invito, mis hermanos, póngase de pie. Yo creo que Dios nos quiere ministrar en esta área y de nuevo, no es que yo esté apuntando a nadie, pero yo se que muchos han sufrido de alguna forma u otra en ese aspecto y Dios quiere restaurar las vidas y así como Dios quiere restaurar, Dios también quiere depositar en su pueblo ese don de poder restaurar a las personas que han caído en ese aspecto de la sexualidad.

Dios quiere restaurar a la gente. Dios llora con aquellos que lloran porque no saben como lidiar con esas luchas, con esas presiones y Dios nos está llamando a nosotros como iglesia. Si hay un mensaje que yo quiero que usted salga de aquí con él, es eso: que usted es un instrumento para la sanidad y restauración de vidas que han sufrido en ese aspecto de su vida.

Y que a la misma vez, Dios quiere restaurar su propia vida, Dios quiere restaurar su propio corazón. Así que la gotita de agua le ha caído a alguien, yo le invito a que usted, a que en usted está que podamos orar en línea con esto.

Cierre sus ojos ahí donde está.

Señor Jesús, ahora mismo nosotros reconocemos que nuestra naturaleza humana es bien frágil, Señor, y que caemos en muchas formas, Señor Jesús. Pero dado el tema de hoy, Señor, yo te pido que Tú nos ayudes a saber como defender esos frentes de la sexualidad en medio de nuestra vida, Señor.

Padre, como dice Tu Escritura, que si hay personas que se creen estar firmes, pues mira, Señor, yo pido que Tú Bendigas esa firmeza, Señor, y que ese aspecto de esa tentación, mi Dios, que Tú los libres por completo, Señor de eso.

Y que esas mismas personas se puedan convertir en personas que puedan restaurar la vida de otros, pero aquellas personas que han sufrido y que han padecido, sea ya por decisiones alocadas que han tomado o por decisiones que otros tomaron en contra de ellos, en contra de su voluntad... Padre, yo te pido que Tú deposites un bálsamo de Tu Espíritu ahora mismo, y restaures esos corazones, Señor.

Que como sólo Tú sabes hacerlo, Espíritu de Dios, que Tú traigas un sentido de convicción a cada corazón que está aquí hoy. Qué Tú quites el velo de la mentira y el engaño y que Tú traigas esa convicción que nos ayude vernos, Señor, a través de Tus ojos, que nos ayude a vernos, Señor, como Tú nos ves, que somos creación tuya. Somos joyas, Señor Jesús, somos joyas en Tus manos que Tú estás formando, mi Dios.

Y hacemos guerra espiritual mi Dios, reprendemos cualquier artimaña del enemigo, Señor, cualquier engaño de Satanás, lo cancelamos en Tu nombre, Señor. Y yo te pido que cada día podamos ponernos nuestra armadura desde la cabeza hasta los pies para saber como defender esos frentes de nuestra batalla, Señor.

Para que sepamos proteger nuestros matrimonios, para que sepamos proteger a nuestros hijos, para que podamos proteger las relaciones que tenemos con las personas del sexo opuesto, mi Dios. Padre, ayúdanos, te necesitamos, Señor. Trae convicción. Tú no traes culpas, Señor, Tú traes convicción al corazón.

Así que Padre, sé Tú depositando Tu Gracia sobre cada uno de nosotros, mi Dios. Deposita Tu Gracia sobre niños, sobre jóvenes, sobre jóvenes adultos solteros, aquellos que están casados, los que llevan años de matrimonio, Señor. Yo te pido que ellos puedan experimentar la intencionalidad que Tú tienes para el sexo del origen que Tú lo formaste, Señor.

Padre, permite que esta iglesia pueda ser una casa de restauración y que nosotros podamos ser tus instrumentos para restaurar esas vidas, Señor.

Llena tu pueblo, Señor, llena tu pueblo. En el nombre de Jesús lo declaramos así, Señor.

Gracias, Jesús, gracias, Señor.