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Para que abunde toda gracia

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La verdad de los principios que yo estoy estableciendo aquí no son solamente para esta campaña financiera sino son para toda la vida. Eso es bien importante que lo recuerden.

Yo he dicho en el espíritu creo que este año es un año de enseñanza sobre fe para la Congregación León de Judá, que todo lo que vamos a estar enseñando de una manera u otra va a ser orientado a restablecer la fe de este pueblo, para que sea un pueblo agresivo, un pueblo militante, y un pueblo efectivo con respecto a las cosas del reino de Dios.

Así que, esta enseñanza que yo voy a compartir con ustedes, les aseguro, es para toda la vida. Y conlleva uno de los principios grandes de la vida cristiana que es como dar una fe para desatar la bendición de Dios, tanto alrededor de nosotros como en nuestra propia vida. Y tengo dos textos que quiero compartir con ustedes, uno se encuentra en Marcos, capítulo 12, versículo 41 al 44. Así que, quiero invitarlos si es niñito lo pueden tomar y llevarlo a su clase, se los agradezco, por favor para que tengamos, hablando de usar los servicios de la Iglesia, sería muy bueno y el puede ser bendecido también.

Marcos, 12, 41 al 44. Y quiero orientar su mente hacia esta imagen, esta escena del evangelio. El título de este mensaje es, 'Para que abunde toda gracia.' Nos dice allí este pasaje, que Jesús una vez estaba sentado delante del arca de la ofrenda. Había un lugar en el templo donde la gente venía, era como un lobby digamos, era una plaza grande en ese santuario inmenso que era todo un complejo de edificios, el templo. Y allí venía la gente a entregar sus ofrendas, sus diezmos, sus ofrecimientos para el templo. Y el Señor estaba allí sentado, nadie sabía que él era el Hijo de Dios, en ese momento, me imagino, pero él estaba allí viendo la escena.

Y así pasa muchas veces en nuestras vidas, que nosotros le damos al Señor y no entendemos que tenemos una gran nube de testigos alrededor de nosotros en el Espíritu que están viendo. Yo creo que hay ángeles, hay demonios, hay principados, potestades, arcángeles y el mismo Dios está mirando sobre este drama que se está desarrollando en esta congregación en estos días. Dios está mirando y muchas veces no sabemos cuán importante es lo que yo hago, lo que yo doy al Señor, y pienso "yo no soy nadie, yo simplemente estoy dando mecánicamente" y no sabemos lo sublime que es ese momento de dar.

El Señor estaba mirando esa escena de la gente dando cotidianamente, dice "y miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca y muchos ricos echaban mucho," primer detalle, ¿no? venía esa gente con todas sus grandes vestiduras, sus hermosos trajes, evidentemente gente de afluencia y de recursos y echaba dinero en abundancia. Algunos de ellos quizás lo hacían ostentosamente, y el Señor observaba discretamente, pero qué pasa, segundo detalle, "vino una viuda pobre," cuántas veces vemos en la Escritura gente pobre de escasos recursos que son los que Dios escoge para que le den. Haga un recuento de la Escritura y usted verá cuántas veces se repite eso.

No había nadie menos provista que una viuda en esos tiempos, era la imagen misma de la pobreza y de la incapacidad para dar, sin embargo, viene una mujer así, evidentemente el Señor la identificó como una viuda pobre, y esa mujer echó dos blancas, o sea, un cuadrante- yo no sé, cuánto exactamente equivalía dos blancas o un cuadrante, yo me imagino que era el precio de una taza de café o quizás hasta menos, 50 centavos, un dólar, no sabemos. Pero, era muy poco en comparación con la gran cantidad de dinero que daba aquella gente muy rica. Entonces, el Señor, observó, marcó esa escena y como Él siempre estaba buscando formas de edificar, instruir y preparar a sus discípulos para el ministerio, Él entendió que era importante que ellos supieran el principio espiritual que estaba detrás de ese momento. Muy importante, porque hermanos uno de los principios más poderosos de la vida cristiana es el dar y servir al Señor.

Busca tal vez en toda la escritura, cuando Dios quiere bendecir a alguien, cuando quiere algo de alguien le pide que dé, llama a alguien para que dé algo, y piensen en Abraham cuando Dios le pide que le dé a su único hijo y que se lo entregue en sacrificio. Dios siempre se impresiona y quiere que nosotros aprendamos a dar y a servir. Entonces el Señor llamó a sus discípulos y quiso compartir con ellos una lección. Fíjense, que a veces, la gente se molesta cuando tocamos los temas de dar y de dinero, y la gente dice, 'Oh, eso no es para la iglesia.' Mire aquí al mismo hijo de Dios separando tiempo de su enseñanza, para compartir acerca de dar, y si usted mira el ministerio de Jesús, muchas veces el Señor habló acerca de dinero, generosidad, darle a Él.

Entonces, él llamó a sus discípulos y les dijo, "de cierto les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca.” Matemáticamente eso no era cierto, matemáticamente eso no era cierto- físicamente los ricos dieron mucho más en términos de cantidad total que ella. ¿Por qué dijo el Señor que ella dio más que los demás? Bueno, aquí está la respuesta, dice, "porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta” -esa viuda- “de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento." En otras, palabras, en la economía divina, en la economía espiritual la ofrenda de esta mujer tenía más poder y más valor que la de los que dieron mucho cuantitativamente, ¿por qué? Porque esta mujer dio en la zona de la incomodidad. Esta mujer dio con fe, dio sacrificialmente y eso fue lo que movió el corazón de Dios.

Hermanos, yo les digo que siempre en toda la escritura, lo que verdaderamente toca a Dios es cuando nos salimos de lo predecible, lo cómodo, lo confiable, lo razonable y entramos en la zona de lo que solamente Dios puede hacer posible. Allí es donde verdaderamente se activa el concepto de fe, mientras usted se mantiene en lo natural, entonces no hay fe. Cuando usted sale de lo natural y entra donde sólo Dios puede proveer, allí usted ha entrado en la zona de fe. Toda vida de fe presupone sacrificio, riesgo, si no hay sacrificio, si no hay riesgo, si no hay estiramiento, si no hay déficit en alguna manera, escuchen lo que les estoy diciendo, no hay fe. David entendió esto muy bien.

En un evento de la historia del pueblo de Dios, al rey David Dios le marcó sobrenaturalmente el lugar exacto donde se había de construir templo para Él. El primer templo. Dios por medio de una escena de un ángel parado en un solar, una era de un hombre de Israel, Dios marcó ese es el lugar donde yo quiero que se construya mi santuario. Porque hay lugares así, lugares sagrados, yo le decía a la congregación esta mañana, yo realmente no comparto esto, pero yo creo que esta iglesia, este lugar está en un lugar sagrado. No lo digo así porque es una iglesia simplemente, no, pero este lugar específicamente.

Y yo le decía a los hermanos, mire esto es importante que entendamos estas cosas, porque yo siempre he sabido que geográficamente el León de Judá está en un lugar céntrico, está céntricamente ubicado en la ciudad de Boston. Hace 2 ó 3 sábados atrás, Linda Clarke, que es una intercesora afro-americana, muy conocida aquí en el área de Boston, en Nueva Inglaterra, en una reunión de oración y alabanza que teníamos aquí con hermanos de diferente áreas de la región, dijo algo que yo pensaba que yo era el único que en realidad entendía esto. Pero no es así, ella dijo, esta iglesia que abre sus puertas para que aquí se de oración y alabanza y Dios dijo, ella tiene un propósito especial para este lugar y dijo, este lugar está y uso las palabras 'en el epicentro de la ciudad de Boston.’

Geográficamente, si usted mira un mapa del área de Boston, usted va a ver esta área es céntrica geográficamente a la ciudad de Boston. Inclusive se ha echo más céntrica todavía cuando se hizo esa salida 18 de la ruta 93, este lugar es absolutamente accesible. Uno de los lugares más fácilmente accesible de iglesia en toda la ciudad de Boston. Y Dios tenía un propósito, cuando esta iglesia era apenas escombros y apenas habíamos entrado a comenzar a trabajarla yo tuve un sueño una noche, Dios me dio varios sueños alrededor de esto, esta iglesia de echo es el origen de un sueño con el León de Judá, por eso se llama Congregación León de Judá y yo lo he compartido con ustedes.

Pero al inicio de la construcción yo tuve un sueño donde yo me veía en el basement de la iglesia que en ese tiempo era una mazmorra, feísimo, oscuro, tétrico, usted lo ve hoy y no se imagina lo terriblemente feo que era ese lugar allá abajo. Y es más los arquitectos ni querían que nosotros tratáramos de construir nada allá abajo, dijeron simplemente cierren eso porque no hay mucho que hacer. Dios nos permitió habilitarlo. Pero yo me veía allá abajo en el sueño y en mi mente yo sabía que no había nadie, era así porque yo tenía una de las pocas llaves en ese tiempo para entrar en el santuario o para entrar en el edificio completo. Entonces, yo había entrado en el sueño solo, sabía que era el único en el edificio, pero en el momento me percaté de que había alguien más adentro en el basement conmigo.

Yo me pregunté, pero ¿quién puede estar aquí? Porque yo soy el único que he entrado aquí, en un momento se materializó en mi visión, en mi vista, una mujer alta, delgada, todavía la recuerdo bien, con una mirada de locura en sus ojos, una mirada así vacua y distante, y con el pelo todo enmarañado, como cuando los deambulantes no se han bañado en mucho tiempo, y la barba y el pelo se le pone como pastoso, como una paja, así pegajosa y estaba todo así pegado su pelo; y ella me miraba pero no me veía, miraba a través de mí y comenzó a caminar, yo recuerdo el terror en el sueño cuando yo sentí cuando ella se acercaba hacia mi persona, y mientras más se acercaba más aumentaba mi terror porque yo sabía que en ella había un espíritu de locura. Esta mujer estaba desaforada, su mente ida y yo entendí que era un espíritu de locura y por eso mi terror, porque se acercaba hacía mí el espíritu de locura. Cuando yo pensé que ella iba a chocar contra mí ella simplemente pasó a través de mí y siguió caminando como si yo no existiera.

En el momento en el sueño, en el mismo basement, vi otra persona, un hombre sobrepeso, extremadamente sobrepeso, anglosajón, sentado en un lazy sofa, un lazyboy, un sofá de esos grandes, acolchonados de una sola persona de esos que se reclinan, reclinador, sentado allí también con una mirada así lejana, todo mal vestido, simplemente así bien, bien extremadamente sobrepeso, pero sin hacer nada. Y yo lo que sentí era que esta persona era un fracaso en la vida, estancado, no tenía a donde ir, simplemente estancamiento fue lo que yo sentí y en mi espíritu yo sentí que este hombre me presentaba un espíritu de estancamiento y de fracaso en la vida. Y de momento todo el lugar se iluminó y se llenó de gente, de espíritus que traficaban a través de el espacio de allá abajo, y yo entendí entonces en el sueño que esos, todos esos espíritus malignos, eran los que poseían a mucha de la gente en esta comunidad y que los afligían con diferentes males y que esos espíritus simplemente no sabían ni les interesaba que aquí había un edificio, para ellos era simplemente una zona espiritual y ellos cruzaban de un lado para otro y traficaban aquí como se haría en una gran plaza, moviéndose como a ellos les daba la gana.

Yo entendí desde ese día, apenas comenzando la construcción aquí que Dios nos había puesto en un lugar de mucho mal espiritual, de mucha necesidad. En ese tiempo teníamos Blancher's Liquors, esa deparadora de maldad y de vicio que ahora se ha convertido en una farmacia deparadora de medicina, gloria Señor teníamos allí este sitio aquí que era una barra de mala muerte también abiertas, oramos y Dios los ha ido cerrando uno tras otro. Y esta ciudad que es una de las grandes concentraciones en todo Estados Unidos de servicios sociales, aquí está el centro más grande de deambulantes, de tratamientos de ambulantes, allí en Boston Medical Center, que en, yo creo que en uno, sino en todos Estados Unidos, en un tiempo lo fue. Pero usted sabe los cientos y cientos de persona deambulantes, aquí está Rosy's Place, aquí está Pine Street Inn, uno de los grandes, grandes centro de deambulantes en toda la región, está el Salomon Carter Fuller Center aquí a un tiro de piedra, que es uno de los manicomios más grandes que hay aquí en toda la región.

Fue un área de tanto mal, de tanta violencia. Antes de nosotros llegar a este edificio, meses antes mataron a dos personas en ese callejón que está allí detrás de ustedes, una prostituta y un hombre deambulante. Este era un lugar terrible aquí, y yo entendí que Dios nos había movido a este lugar. Y Dios ha ido bendiciendo y limpiando este lugar, no solamente porque nosotros estamos aquí, pero yo creo que nuestras oraciones, nuestra presencia aquí ha ido limpiando mucho hasta el punto de que hoy en día el South End y esta avenida por aquí es una de las áreas más cotizadas de toda la ciudad de Boston.

Pero Dios me dijo que este lugar era así magnético, era un lugar espiritual y a ese lugar Dios nos había traído para hacer guerra espiritual en el nombre del León de Judá, no en el nombre del pastorcito de ovejas, el León de Judá que es una encarnación de guerra de Jesucristo. Es el temperamento que Dios le ha dado a esta iglesia hermanos, esa es la encarnación profética que ustedes tienen. Ustedes tienen el ADN de León de Judá como congregación y yo espero que ustedes se levanten a esa altura del llamado que ustedes y yo hemos recibido.

Porque eso es lo que Dios quiere, un pueblo guerrero y aguerrido, como esa guatemaltequita que se paró aquí con corazón de gigante, sabe, yo se la hecho de cualquier mujer de 6 pies con 8, sabe esta allí. Y si tengo que ir a la guerra me gustaría con 1 o 10 como Delmi, y eso es un crédito para nuestra iglesia, sabe. Pero, Dios quiere eso para hombres y mujeres de esta congregación.

Entonces lo que yo les decía es que cuando David se acercó a ese dueño de esa era, de ese solar, para comprarle esa tierra el hombre entendiendo que era una oportunidad para él dar esa tierra al Señor, porque cuando uno le da al Señor hay bendición, sabe lo que le dijo David, cuando David le dijo mira, te quiero comprar esta tierra y pagártela por su precio justo. El hombre éste, que creo que su hombre era Arauna si no me equivoco, sino no importa. El caso es que el hombre dueño de la tierra le dijo, sabe que Rey, yo te la entrego, yo te la doy, no me pagues por ella es más sabe qué yo te voy a dar bueyes y madera para que hagas un sacrificio al Señor en este lugar y consagres este sitio al Señor, yo te lo regalo todo, no me des nada.

Y sabes lo que David le dijo, sabes qué muchas gracias, pero yo no le ofreceré al Señor sacrificio que no me cueste nada. Famosas palabras. Aquí se dio un duelo entre dos dadores. Cada uno quería la bendición de darle al Señor y los dos sabían que para desatar la bendición de Dios hay que dar. Y David dijo, no, tú no me vas a quitar ese privilegio, yo no le voy a dar nada al Señor que no me cueste. Y por eso es que siempre en los textos de la Biblia va haber gente dando que le cuesta. Si a usted no le cuesta, no le dé al Señor. Si usted no siente una pullita de duda y de temor, no le dé al Señor. Si usted no se siente un poquito incómodo cuando usted da, no le dé al Señor.

Yo le digo, yo le suplico en el nombre de Jesús, en este gran momento de la historia de esta congregación, déle al Señor así, como esta viuda. Déle al Señor en la zona de lo incómodo, déle de su pobreza, déle de su desempleo, déle de su temor a quedarse sin empleo, déle de su mirar este tiempo raro y nefasto que estamos viviendo en la economía de esta nación, déle al Señor de allí. Métase allí en ese lugar incómodo y déle al Señor desde allí. Déle al Señor desde su duda, de que si yo en estos tres años verdaderamente soy capaz de dar esto y atrévase en el nombre de Dios. Sabe que cada vez que esta iglesia ha tenido que darle al Señor, siempre se ha estirado espiritualmente y siempre ha quedado más fuerte que antes. Y yo sé que esta vez va a ser diferente, veo un aquí que está asintiendo con su cabeza cuando yo digo esto, ese hombre se me acercó a mí el domingo pasado y me dijo, 'Pastor, yo quiero decir, yo prometo 7,000 dólares para esta iglesia, quiero decírselo ahora mismo. Y yo voy a tratar de dárselo al Señor lo más pronto posible, y ni siquiera voy a esperar 3 años.’ Y yo me sentí tocado por esa ofrenda y esa promesa de ofrenda. Sabe, y esta iglesia está poblada de gente así, hermanos, yo sé que a esas personas no les sobra el dinero, pero, guau, qué bendición.

Y uno se siente, y yo creo que Dios sobretodo se siente agradecido y agradado por un pueblo así que se pegue a David y a Arauna y diga yo quiero ser como ellos que dieron de manera que les costara algo. Esa viuda dio de esa manera y esa es la manera en qué nosotros estamos dando en este tiempo. Hay otro texto con lo cual quiero ya completar este estudio que se encuentra en 2a de Corintios, capítulo 9, versículo 6 al 8, que ilustran de nuevo ese tipo de experiencia de la cual estamos hablando. Yo he dicho ya que en muchos pasajes de la escritura resalta el tema de la fe, y de paso Gregory, mis gráficas no son tan cool como las tuyas, él hizo una presentación allí con muñequitos y pintura, todo esto es bien básico, yo cuando crezca voy a ser como él y ya voy a dar más... Pero, ésta aquí lo máximo que pude meter un poquito de color, eso es todo.

En muchos pasajes de la escritura resalta el tema de la fe. Estamos hablando de fe en este año, ¿no? Y la iniciativa del individuo, la agresividad espiritual que ustedes vivieron desplegada aquí esta mañana. La fe es agresividad, es una lanza que se mete y se incrusta en una pared. Vemos que Cristo reacciona positivamente ante la acción de fe que arriesga cosas confiando en su fidelidad y poder. Y hemos dicho que cuando nosotros damos como Hijos de Dios, damos mirando hacia el Dios del cual nace nuestra provisión y nuestra seguridad. Damos con un ojo mirando hacia dios y un ojo mirando hacia la necesidad.

Porque esa mano que se extiende hacia Dios dice, ‘Señor yo voy a recibir de ti y voy a canalizar tu provisión y tu bendición hacia la necesidad.’ Entonces usted no dé por si misma o por sí mismo, creyendo solamente en usted, dé creyendo en el Dios que lo respalda. Y la Biblia está llena de gente que arriesga, la fe presupone riesgo. Ya lo he dicho, Bartimeo es uno de esos ejemplares, usted recuerda la historia de Bartimeo, el ciego que cuando clamó y le gritó al Señor, "Señor hijo de David, ten misericordia de mí," la gente decía cállate, no molestes al Maestro. Y finalmente su fe prevaleció, el Maestro lo escuchó y dice que cuando lo mandó a llamar, a Bartimeo, dice que dejando su capa, fue hacia Jesús. ¿Por qué el espíritu Santo animó al evangelista, dejando su capa? Porque la capa era la capa era la fuente de seguridad de un mendigo, la capa lo cubría de la lluvia, lo abrigaba, servía para que él se sentara sobre ella, para que él pusiera sus ofrendas cuando se iba hacia la casa. La capa era esencial.

Cuando Jesús lo llamó, Bartimeo dejó su capa y se fue hacia el Señor. Y yo digo eso, que cuando nosotros vamos a un milagro a una bendición, en alguna manera tenemos que dejar la capa de seguridad, de arriesgarnos, meternos en la zona del riesgo. Esa es la fe. Ahora otro punto que quiero señalar a ustedes, es lo siguiente hermano, porque esto es también bien importante. Un principio de fe que nos va a ayudar en todos los aspectos de nuestra vida es que Dios es un Dios de pactos. Digan conmigo: Pactos. Si usted mira siempre a Dios haciendo Pactos, en la escritura, con Abraham hizo un pacto. Le digo yo, tú vas a ser mi hijo, tú vas a servirme a mí, a través de ti las naciones serán bendecidas, si tú me eres fiel yo multiplicaré tu descendencia, yo te haré tan numeroso como la arena del mar, etc. etc. y bendeciré tu descendencia. Pactos. Ahora les dijo, ustedes sírvanme a mí.

A los Hebreos, hizo pacto con el pueblo de Israel a través de Moisés, y les dijo hoy yo pongo delante de ustedes la vida y la muerte, escojan una cosa o la otra, si ustedes me sirven yo los haré prosperar, los bendeciré, les daré salud, nunca habrá estériles, su familia habrá riqueza, ustedes harán prestadores y no gente que pida prestado, serán cabeza y no cola. Una cantidad de promesas, les dijo, hizo un pacto con ellos. Dios siempre quiere hacer pactos, y por medio de su Palabra, Dios establece pactos también con nosotros, y nosotros establecemos pactos con Dios. Ahora qué quiere decir cuando Dios hace un pacto con un hombre, una mujer, eso quiere decir que lo toma en serio.

Usted nunca hace un pacto, un contrato, con un niño. Usted lo hace con una persona que usted cree en su palabra y usted traba un trato con ellos, si usted cree que esa persona está conciente, madura y sabe lo que está haciendo y que se atiene a las consecuencias del contrato y del pacto. Dios nos trata como adultos, los pactos tienen una cualidad legal, hay consecuencias si los rompemos y hay recompensas si los cumplimos. Según los violemos o los obedezcamos. Ahora recuerde eso, yo estoy aquí como un abogado, estoy montando un caso. Dios ama el riesgo y el sacrificio, Dios hace pactos con sus hijos. Un tercer elemento muy importante es esto, la importancia de la Iglesia de Jesucristo. Este trato que estamos haciendo de esta campaña financiera, lo hace la iglesia con sus feligreses. La iglesia es importante, mucha gente dice, bueno yo le doy a Dios, pero cuándo se vio a Dios tendiendo su mano para que alguien le diera algo, nunca. Usted siempre le da a una causa, una institución, un ministerio, una empresa del reino de Dios. Siempre es algo humano, concreto, personal, físico, ¿no?

Y la iglesia, Dios ha hecho un pacto con nosotros en cuanto a sus negocios aquí en la Tierra. Dios le ha dado al hombre autoridad -a la iglesia-, y funciona a través de esos canales de autoridad. Recuerden que hemos hablado mucho acerca de autoridad, Dios delega a su iglesia la autoridad. Su iglesia es autoridad en al Tierra, la iglesia vela por los asuntos de Dios aquí. El Señor Jesucristo le dijo a su iglesia, lo que ustedes aten yo ataré en el cielo, lo que ustedes desaten en la Tierra yo lo desataré en el cielo. Es más dijo, a los que ustedes les perdonen sus pecados, yo se los perdonaré. Eso es inconcebible. Dios le da a la iglesia la autoridad para derribar y para construir. Para juzgar. Dice que un día juzgaremos a los ángeles mismos de Dios, y que por lo tanto tenemos autoridad para juzgar cosas menores aquí en la Tierra. La iglesia es algo muy poderoso, entonces, cuando usted le da a su iglesia, entienda, usted le está dando a Dios, si esa iglesia fluye en conformidad con los principios bíblicos. Si la iglesia está manipulando, explotando, engañando, no. Pero si la iglesia está moviendo la Palabra de Dios, al usted darle a su iglesia usted le está dando al Señor. Porque ella es la autoridad que él ha constituido aquí, Ahora por eso, hermanos, por esa autoridad que tiene la iglesia el estado de la casa de Dios, los recursos de los cuales dispone la iglesia, son importantes para Él, porque según su iglesia tenga recursos así podrá hacer su voluntad.

Qué dice el libro de Ageo, capítulo 1, versículo 7 y 8. Dice allí, "así ha dicho Jehová de los Ejércitos, meditad sobre vuestros caminos, subid al monte y traed madera y reedificad la casa” -hablando de su templo-, “y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.” Usted ve, cuando usted construye la casa de Dios, el ministerio, la misión de la iglesia, pasan dos cosas: Dios entonces puede poner en ella su voluntad, es decir, puede desarrollar sus propósitos redentores aquí en la Tierra y también Él es glorificado. Yo sé que Dios está siendo, y va a ser glorificado, por esta empresa que nosotros hemos emprendido. Porque todo esto va a redundar en gran manera para la gloria de Dios. Entonces, por eso que el estado de la casa de Dios es tan importante. Entonces vemos una y otra vez, Dios promete que si nos preocupamos por el estado de su casa, Él se preocupará de nuestras necesidades. Él proveerá. Recuerden eso siempre, cuando tú le das a Dios tú estas dando a un Dios que dice, no te preocupes no te va a faltar. Como le dijo a la viuda de Sareta. Yo me aseguraré de que no te falte lo que tú necesitas para tu existencia, para tus necesidades. Malaquías, 3, 10 al 12 es el pasaje clásico en este sentido, donde Dios le dice al pueblo, traed todos los diezmos al alfolí.

Nunca se quede con una parte del diezmo de Dios, nunca se quede con lo que a Dios le pertenece, tráigaselo todo. Dice, “traed todos los diezmos al alfolí, es ir a la casa mía, que haya alimento en mi casa,” y mire lo que dice el Señor, “y probadme ahora en esto, dice Jehová de los Ejércitos. Si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Dios ha sido generoso, cuando nos llama a darle nos dice, no se preocupen yo les voy a bendecir. Y miren Él añade, dice, “reprenderé también por vosotros al devorador y no os destruirá el fruto de la Tierra, y vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejército, y todas las naciones os dirán bienaventurados porque seréis tierra deseable dice Jehová de los Ejércitos.” Sabe cuál es mi gran deseo como pastor, que esta Congregación de León de Judá se convierta en una tierra deseable, nuestros hijos sean prosperados, nuestras finanzas sean prosperadas, ver cada día más matrimonios bendecidos, más gente arreglando sus asuntos con Dios, gente que son buenos trabajadores, un crédito para nuestra comunidad que representen bien el reino de Dios, gente que Dios está prosperando y bendiciendo y nuestros hijos siendo hombres y mujeres funcionales, exitosos, llenos del Espíritu Santo, bendiciendo a su comunidad, y que toda la gente mire esta congregación, esta comunidad, como cuando miraron a los peregrinos, puritanos, llegaron a esta nación y la convirtieron un jardín florido y digan guau, verdaderamente, Dios está con ellos, que nos llamen bienaventurados. ¿Por qué? Porque le estemos dando al Señor esa parte sacrificial que desata su bendición y su vida, ¿entienden? Que estemos muriendo para tener vida, el grano de tierra, cayendo a la tierra- el grano de trigo cayendo a la tierra, quebrándose, abriéndose y dando vida, mucho, mucho fruto. Porque el que pierde su vida la ganará dice el Señor.

Entonces, no olvide nunca, si usted se preocupa por el estado de la casa de Dios, Él se preocupará por usted. Ahora bien, la casa del Señor lo representa a Él, su gloria, su poder, su capacidad para proveer y, hermanos, debemos ser celosos de contribuir nuestra parte al estado y la gloria de la casa de Dios. ¿Por qué estamos queriendo construir un nuevo santuario? No solamente porque ya hay una necesidad, si miramos alrededor, arriba, abajo, todas partes, está lleno esto- la segunda vez que se llena en este día. No nos damos abasto ya, pero sobre todo hermanos en nuestro corazón está ofrecer al Señor algo aún más digno de su gloria. Ese santuario, cuando esté allí lleno de gente, y se llenará dos veces, escúchenme que se lo prometo en el nombre del Señor. Usted sabe que nosotros no vamos a simplemente tener un solo servicio allá. Desde el primer día vamos a tener dos servicios. Yo no estoy buscando que se nos haga más fácil el trabajo a nosotros, sabe. Parece que una hermana, alguien me contaba que pensaba que íbamos a hacer servicio porque ya el pobre pastor está cansado de dos servicios, todavía no, quizás dentro de 10 años, 15 años, todavía me queda un poco de fuerza, sabes. Pero no, no, yo lo que quiero es más espacio para más almas salvadas, eso es lo único que me interesa, sabes.

Así que nosotros estaremos siempre abriendo este lugar para la gloria de Dios, para que haya más espacio, para que más vidas sean salvadas, para que haya más gloria para el nombre del Señor. Yo no me conformo, simplemente, okay ya tenemos este pacito aquí, no piense como pobre, hermano, no piense como una persona miserable. Tire la mentalidad miserable al piso, y pisotéela. Sálgase de ese hueco pequeño y crece en una mentalidad de prosperidad, bendición, excelencia, grandeza, ambición del Señor, no te conformes con algo chiquito, ya qué más. Mire, Dios tiene más y más bendición para su pueblo. Entonces, vamos a contribuir para el estado, para la gloria de esa casa del Señor. Hay unos principios universales que encarna, Segunda de Corintios, 9, este pasaje que acabamos de leer. Dios establece principios universales, ¿cuáles son algunos de esos principios que vimos allí en ese pasaje que leímos? En la segunda de Corintios, 9. Rápidamente, primero vemos una advertencia, dice, “pero esto digo," ese pero, es un pero como de advertencia, no, pero esto digo, el que siembra escasamente, también segará escasamente. Hay una advertencia allí. La palabra de Dios a veces es bien seria, no todo es melcocha, y jalea. Hay veces que hay que mirarlo serio también, ese Dios nos toma en serio y nos dice, sabe qué yo voy a hacer un trato con ustedes, hagan su parte yo haré la mía. Dice, “si tú siembras escasamente tú vas a segar escasamente.”

Muchos no reciben más de Dios porque no siembran más. Dios nos trata como adultos, dependiendo de nuestra inversión así cosecharemos los intereses. Yo voy a aclarar eso un poquito más, más adelante, lo voy a matizar un poco más. Si usted mira en Ageo, capítulo 1, versículo 9 al 11. Dice aquí, “buscáis mucho y halláis poco, y encerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo." Cuántos trillones de dólares ha perdido esta nación en un soplo, ¿cuántos trillones de dólares se han perdido en este país de riqueza en un soplo desde octubre para acá? Trillones, varios trillones- yo leía en un artículo de periódico los otros días, el encabezamiento decía, es el trillón el nuevo billón, is the trillion the new billion in America? Porque hoy en día se habla de trillones, ya no se habla de billones, las pérdidas han sido de trillones y las inversiones son de trillones y no se sabe ni siquiera si van a surtir efecto. En un soplo se ha perdido en esta nación y en Europa y en todos los países del mundo, ya son no sé si más de trillones de dólares, se ha perdido una cantidad inconcebible.

Dice, “encerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo, ¿por qué? Dice Jehová de los Ejércitos, por cuanto mi casa está desierta y cada uno de vosotros corre a su propia casa.” Cuando una nación, una familia, un individuo hace de su propia comodidad, su propia riqueza, su Dios, sabes qué y se descuida de los principios de la casa de Dios y de Dios y sus propósitos, eso es efímero. Su riqueza, su comodidad es efímera, se va en un soplo. Porque si esta nación pusiera su mirada en Dios y en los principios de justicia de la palabra de Dios y de generosidad, no estaría pasando por la tragedia por la cual está pasando. “Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos, y llamé la sequía sobre esta Tierra y sobre los montes, sobre el trigo sobre el vino, el aceita, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.” Esta nación ha sembrado en los últimos años escasamente y está segando escasamente, está cosechando. Cuando los puritanos y los peregrinos en esta nación sembraron generosamente para con Dios, Dios los bendijo, multiplicó esta nación increíblemente, ahora está escaseando porque ha escaseado la fe y el amor hacia las cosas de Dios.

Noten, hermanos, simplemente el papel directo que juega la fe en activar o desactivar el poder de Dios. Hay principios de siembra y de cosecha en todo proceso de fe. Si tú siembras generosamente, dice aquí, vas a segar generosamente. Note algo, muchas veces a la gente no le gusta este vocabulario de siembra y yo creo que hoy en día se ha abusado un poco el principio de sembrar. Y mucha gente usa eso para manipular a las personas para su propia ganancia, aún en la iglesia. Y yo reprendo ese espíritu, no somos parte de eso en absoluto, pero hay que rescatar una verdad espiritual que es bíblica. Esto de sembrar, ¿qué implica la palabra sembrar? Se siembra siempre con intención de cosechar. Sembrar en el Señor es como invertir, siempre hay que esperar rendimiento. Aún una mujer que siembra flores, por ejemplo, porque se puede decir, bueno un agricultor siembra para cosechar fruto, pero sabe que una mujer o un hombre que le gustan las flores, las flores quizás no tienen mucha utilidad pero es un fruto. Usted siembra y espera aunque sea una flor, nadie siembra una mata que no produce algo que sea bueno o provechoso. Y siempre se siembra para cosechar algo, entonces hermanos, saben qué, que uno tiene siempre que esperar rendimiento de sus inversiones.

A Dios no le da problema con que le demos con cierta expectativa de recibir. Hay gente que quiere ser más católica que el Papa, más santa que San Pablo o San Pedro, y dice no yo le voy a dar al Señor pero yo no espero nada y yo reprendo aquellos que dicen que Dios te va a dar si tú le das, etc. Pero mire usted no puede ser más generoso que usted mismo, y Dios es quien le dice a usted, da y yo te voy a bendecir. No tengas vergüenza de esperar una bendición, yo creo que hay un momento en que la santidad pasa a ser necedad. Y yo les animo hermanos, déle al Señor y mire entonces espere una bendición, usted no sabe cuándo va a llegar, pero espere bendición porque Dios se lo ha prometido. Creanlo. Eso es bíblico, entonces Dios no tiene problemas con que le demos esperando recibir sabiendo que Él ha prometido, él ha sido quien dice probadme ahora en esto. Si Él le dice, pruébame, deje al hombre allá arriba que lo pruebe. Y pruébelo.

No esté tratando de hacerle la vida más fácil a Él, Él no necesita esa ayuda. Espere recibir bendición. “Probadme en esto, yo abriré las ventanas en el cielo y yo daré bendición hasta que sobreabunde,” dice el Señor. Ahora, la aclaración que hago es que no se trata de algo mecánico, si usted me oye a mí diciendo dale al Señor $1,000 y Dios te va a dar un BMW mañana, entonces sí, allí yo me aparto de esa gente. O, dadle al Señor tu anillo de matrimonio, dame la llave de tu carro y ven que mañana Dios te va a dar un humvee o lo que sea. No se trata de eso. Ahora lo que yo sí creo, es que cuando usted le da al Señor hay una esperanza que se genera bíblicamente de que si usted es generoso con Él, su vida y aún sus finanzas en su totalidad van a reflejar la bendición y la aprobación divina.

Puede decir amén a eso. Porque yo lo he visto en mi vida, en la vida de mi familia, la vida de mi madre, que por ejemplo mi madre conoció al Señor hace 50 y pico de años en la pobreza de República Dominicana y yo he visto cuatro generaciones desde que ella hizo ese acto de fe, de entregar su vida al Señor, bendecida. Porque lo vi en ella y su generación, su familia, lo vi en sus hijos, de los cuales yo soy parte, lo vi en sus nietos, y lo he visto en sus bisnietos. Todos han sido bendecidos financieramente y son gente que han estudiado, han progresado y tienen todo lo suficiente. Yo creo que si hubieran dado más a buscar dinero más dinero tendrían, porque Dios los hubiera bendecido. Pero muchos de ellos se han dado a servir al Señor. Y allí ha sido su gozo y Dios los ha prosperado en eso, y los ha bendecido y seguirá bendiciendo. Ves, cuando tú le das al Señor hay un soplo de prosperidad y bendición que cae sobre ti y tu descendencia.

Eso es así, el Shalom, la paz de Dios se esparce a través de tu vida y tu vida fluye en una palabra de bendición. Podrán venir momentos de prueba, ciertamente, como nuestra hermana Delmi hablaba, claro que sí, pero la curva siempre va a ser en ascendencia. Eso es lo importante. Que la vida vaya como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Así que no tenga temor de esperar bendición, porque la bendición va a venir a su vida. Lo último es que Pablo dice, cada uno dé como propuso en su corazón. “Cada uno dé como propuso en su corazón.” Cada uno, un principio de la Biblia, todo hombre, mujer, miembro de una congregación debe darle al Señor.

Yo espero que en esta campaña no se quede nadie sin dar. Si usted tiene una ardilla en su caza, sáquele una nuez de la boca y tráigala aquí, no importa lo que sea. Pero dé, que dé todo lo que respira, que alabe y que le dé a Jehová. Voy a usar ese versículo, allí. Hermanos, esto es para todo el mundo. Mire, yo no quiero que nadie se me quede el domingo que viene porque vamos a tener la campaña. No se quede en su casa, venga y aunque sea eche una promesa allí, lo que sea. Pero prométale al Señor algo, el gozo del Señor va a ser, hermanos, que toda familia que se considere miembro de esta iglesia, parte de esta congregación que esté recibiendo. Si usted nos visita, si usted todavía no se identifica con León de Judá no se sienta aludido, pero si usted come de esta casa espiritualmente hablando, mire yo le animo en el nombre de Jesús, atrévase y déle al señor. Amén. Prepare una ofrenda.

Por eso dice, cada uno dé, por que yo separé dé. Porque sabe qué muchas veces son muy generosos con decir padre yo te amo, mi vida es tuya, cantamos coritos, ¿no? Yo lo entrego a ti, que se yo qué cuando, pero cuando viene el momento de dar, óigame, desarrollamos una tortícolis allí, un dolor se nos entra y se frena la palanca y no quiere saltar pero pa' nada, ¿no? Hay un momento en que tiene que salir uno de las promesas y de lo romántico y hay que dar, simplemente. Cada uno dé, como dice, como propuso. Yo pongo énfasis en propuso, como propuso en su corazón. Proponer quiere decir hacer una decisión consciente y hacer un propósito, tomar una deliberación y decir, yo voy a dar.

Esta semana órele al Señor, y proponga en su corazón una ofrenda generosa y de fe para con el Señor. Dice, “no dé cono tristeza ni por necesidad” Hermanos si el domingo que viene, cuando usted esté viniendo a dar su ofrenda, yo quiero que sean lágrimas de gozo, no de tristeza, ¿okay? No venga nadie aquí a dar, sabe cojeando y rengueando allí, no, No. Dé con gozo en su corazón. Venga riéndose a carcajadas. Porque Dios ama al dador alegre. Dé con soltura, generosidad, espontaneidad, dé con fe sabiendo que Dios ha de recompensarle. Entonces, lo último, ya así. Dice, "dé cada uno, dé como propuso su corazón, no con tristeza," dice, lo tercero una promesa. Vimos una advertencia, vimos un llamado, dé, y ahora vemos una promesa. “Porque poderoso es Dios,” déle al Señor sabiendo que Dios es más poderoso que la recesión, la inflación, la depresión, lo que sea. Dios es más poderoso. Dios es poderoso “para que abunde en vosotros.” Note el lenguaje abundante, sobrecogedor de este pasaje. Imágenes de abundancia. Dice, “para que abunde en vosotros toda gracia.”

Es decir, la gracia de Dios es el combustible que hace posible toda buena cosa en la economía humana. Y dice, Dios es poderoso para que en tu vida, tu negocio, tu salud, tu vida familiar, tus emociones, tu trabajo abunde toda esa esencia que se necesita para que haya bendición en tu vida, Abunde de toda gracia. “Teniendo siempre en todas las cosas,” cualquier transacción, cualquier situación de tu vida haya gracia, todo lo suficiente “para que abundes tú en toda buena obra.” Sabes qué, Dios te va a dar no solamente para ti sino para otros, cuando Dios te dé, no almacenes solamente, no amontones como el mísero de la parábola, da. Sé una fuente de bendición, en estos tiempos vamos a tener que aprender a darle a otros. Dios va a bendecir a alguno y entonces esos deben bendecir a otros. Van a ver y Dios va a bendecirlos a todos al final. No faltará, dice, el que tuvo no le falto, ni el que no tuvo lo que sea. Hubo bendición. El caso es que hubo bendición y hubo provisión para que abundéis en toda gracia. Una promesa, un llamado, una advertencia, una promesa. Bueno, eso va a ser la ilustración. Entonces, hermanos.

Yo estaba sentada así, yo vi algo precioso así, como algo brillante… yo siento que es el Espíritu Santo, llena de gente todavía más que ahora, yo dije Señor, pero qué será que tú vas a hacer. Vamos a romper esas paredes pero no hay espacio, porque yo veo que hay algo atrás. Y yo dije, será que me estoy volviendo loca, pero no. Sabes con Dios no se juega, ¿verdad? Pararme en frente a todos ustedes.

Estoy un poco nerviosa porque no me gusta hablar en público pero el Señor me ha tocado y el Señor quiere que ustedes lo sepan, desde el primer momento que vine a esta iglesia, yo sentí algo especial, el pastor es un elegido de Dios. Tengo viniendo a la iglesia desde que tengo 7 años de edad, mi abuelita sembró la semillita en mí y nunca he podido separarme de Dios, he tenido momentos bien difíciles en mi vida como el que ahora estoy pasando pero tengo a Dios en mi corazón. Tengo una visión en esta iglesia, hace un año y medio, más o menos. Yo venía aquí pidiéndole al Señor un hogar hermoso como el que tengo ahora. Y lo vi aquí orando, el Señor me lo dio así mismo como yo lo vi. Y no recuerdo de qué tema estaba predicando el Pastor, yo sé que estaba hablando del Espíritu Santo y yo tuve una visión que vi el Espíritu Santo encima de todos nosotros como algo brillante, grandísimo que nos arropaba a todos. Yo vi esta iglesia más grande, con más miembros, y no es el Pastor que quiere esta iglesia llena de gente, es el Señor. Yo dije dentro de mi corazón, Señor, será que esas paredes se van a romper y van a ser más amplias para atrás. Porque yo no tenía conocimiento que iban a ser otro templo más grande al lado, de hecho yo vine, estoy otra vez en los caminos del Señor y quiero seguir buscando más de Dios.

Y el Señor, cuando el Pastor empezó a decir, creo, 5 domingos atrás a decir que a cada uno podíamos dar $2,000 $3,000 en dos años, yo dije en mi corazón, cómo yo lo doy si tengo la economía super-mal, I dunno, no sé, en septiembre fue a Santo Domingo traje una cantidad de dinero para atrás. El Señor no ha permitido que ese dinero se vaya de mis manos, y yo hace dos domingos el pastor volvió a decir otra vez lo mismo, que podemos darle al Señor y me vino a la mente ese dinero y yo dije, “Señor, lo único que yo tengo, ¿cómo lo voy a dar? Pero seguí escuchando al Pastor. Y el domingo que pasó dije en mi corazón, ese dinero no es mío ese dinero es para el Señor. Y eso lo único que yo tengo ahorrado pero no es para mí. Es para el Señor. Y el domingo tuve una inquietud bien fuerte en mi corazón de hablarle al pastor, pero vi que estaba muy ocupado. Lo sentí tan, queriendo convencer a la gente de que le diera al Señor y yo sentí en mi corazón que el Señor iba a seguir tocando gente como me tocó a mí, que ese dinero no es para mí, es para el Señor. Y el Señor va a seguir tocando, pastor, porque yo lo vi, yo sé que es así. Porque el Señor ha hecho cosas grandes en mi vida. Nadie se puede imaginar las maravillosas cosas que el Señor ha hecho en mi vida.

Y hoy que vi a la hermana aquí parada con todas las necesidades que ella tiene, trayéndole lo que es del Señor. Yo dije, Dios mío tú eres maravilloso, y esta iglesia así se va a construir con el poder de Dios. A lo que yo quiero venir es que yo sentí que solamente fue a mi que el tocó mi corazón estos dos domingos atrás, que lo diera porque no es mío eso es del Señor, cuando yo vi a la hermana yo dije increíblemente el domingo, que el Señor iba a tocarlos para que den, mira la hermana que se paró aquí a darlo. Y así van a venir más personas que el señor va a seguir tocando porque lo que dios quiere así se va a hacer.

Gracias, gracias. Amén.

Saben, yo creo que hay mucho que decir. Gracias Señor por esa manera. Normalmente no hago eso pero sentí de Dios que había que hacerlo. La conclusión, hermanos, de todo esto es así. Lo voy a leer, en una iglesia como la nuestra, hermanos, con muchos inmigrantes, muchos de escasos recursos, este texto que yo acabo de discutir adquiere mayor significado. Aquí en esta iglesia, en el León de Judá, como en el caso de la viuda que discutimos que dio todo lo que tenía, tenemos la oportunidad de probar cuán grande verdaderamente sea nuestra fe en este tiempo. Podemos ver cuando Dios nos prospere y bendiga por medio de nuestra fe sacrificial, cuán fieles y confiables son las promesas del Señor. Amén. Gloria a Dios.

Gracias Padre, gracias por la manera en que tú concluyes tus enseñanzas, porque sólo tú haces posible estas cosas, Señor. En este tiempo profético que estamos viviendo como congregación, te pedimos solamente que nos sostengas de la mano Padre, y que tengas misericordia de tus hijos que quieren honrarte y quieren aplicar tus principios. No nos dejes caer de esta gloria ni permitas que una sola palabra caiga a tierra, Señor. De todo lo que hemos declarado, bendice a tu pueblo, fortalece sus manos, fortalece sus corazones y espíritus, Padre, para que podamos honrar tu propósito en este tiempo en la vida de nuestra congregación y te daremos a ti toda la gloria y toda la honra cuando tu voluntad haya sido cumplida, Padre. En el nombre de Jesús. Amén y amén.

¿Tú, qué quieres?

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Isaías 61. Hermanos, yo quiero comenzar compartiendo un testimonio. En mi casa yo tengo un niño de dos años y él aprendió una nueva palabra en esta semana, yo estaba allí haciendo mis cosas y escuché una vocecita detrás de mí, una voz de ángel que clamó diciendo "I want milk!" '¡Yo quiero leche!’ Yo no quiero enseñarle la palabra "now" –ahora, porque seguramente lo hubiera usado. Saben que él aprendió la palabra I want, y él lo usa bien.

Y sabe qué me puse a pensar, el señor muchas veces hizo esta pregunta al pueblo, Jesús le dijo a las personas, ¿tú, qué quieres? ¿De verdad quieres ser sanado? Personas que le estaban siguiendo y él les dijo, ¿Qué buscas? Y yo sentí al Señor decirme Gregory, ¿qué quieres? ¿Qué quieres de mí?

Dios te hace la pregunta, y muchas veces nosotros no sabemos qué decir. Así que yo quiero leer por lo menos en el largue de discipulado, ¿qué queremos? ¿Qué queremos lograr en todo lo que hacemos? Discipulando y sirviendo al pueblo de Dios.

Isaías 61, lo dice. Jesús lo dijo. Él dijo, "el espíritu de Jehová, el Señor, está sobre mí, porque me ungió Jehová, y me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos. A vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los presos. Apertura de la cárcel. A proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, el día de venganza del Dios nuestro. A consolar a todos los enlutados, a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza. Olio de gozo en lugar de luto. Manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas y levantarán los azoramientos primero y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores, y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados, comeréis las riquezas de las naciones y con su gloria seréis sublimes. En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra os alabarán en sus heredades por lo cual en sus tierras poseerán doble honra y tendrán perpetuo gozo."

Señor, yo quiero esto. Yo quiero personas y quiero destacar una palabra que dice allí al final del versículo 6, "… y con su gloria seréis sublimes" ¿Sabe qué? Yo no soy experto en español, ustedes lo saben muy bien, pero a mí me gusta la palabra sublime. Sublime significa que algo es precioso, es algo trascendente, algo tan bello que ni hay palabras para describirlo. Como cuando se pone el sol en el mar, tal vez tú estás en una isla muy lejos de Boston y ves una noche preciosa, y tú dices es sublime este anochecer. O tal vez tu eres fanático, aficionado del arte y estás mirando una pintura hermosa y tú dices, "sublime". Tal vez a ti te gusta la música, escuchas algo de Juan Luis Guerra, y dices, ésta canción es más que chévere, es sublime.

Sublime es algo excelente, algo que tiene dignidad, algo que tiene majestad.

Sabes que yo he visto a veces personas ancianas en sus últimos días de vida y están allí preparándose para ir al otro mundo, al próximo mundo. Y yo mirándolos y yo pienso, son varias, y yo las miro y me viene la palabra ‘majestad’. Se siente casi blasfemo decir majestad de una persona, ¿no? Pero nuestro Dios nos ha hecho reyes y sacerdotes. Nuestro Dios toma de su gloria, de su corona y lo pone sobre nuestras cabezas. Y nos hace reycitos y reinas en Dios.

Nuestro Dios nos hace brillar con la dignidad del espíritu en nuestras vidas, y yo creo que Satanás quiere lo opuesto, él quiere humillar a la humanidad, él quiere degradar a la humanidad y hacernos sentir pequeños y sucios, peor nuestro Dios dice, "ah, ah, ésta es mi hija ella es preciosa, él es mi hijo y yo lo he llamado a ser un sacerdote en el reino de Dios."

Y yo creo que Dios nos llama a reedificar vidas, personas, para que conozcan el poder del Evangelio, para que lleguen a tener la gloria sublime que Dios quiere para ellos. Dice que el pueblo tiene vergüenza, tiene vergüenza, el deseo de esconderse, ¿no?

Sabe que mi hijo, hablando de vergüenza, lo encontré el otro día con un lápiz y con un libro haciendo eso y cuando yo entré él me vio y puso el lápiz, y me vio. Así que ya se está poniendo un poquito inteligente, ¿no? Vergüenza... muchos andamos con vergüenza. Pensamos, no me miren, no, nos escondemos. Nuestro Dios dice, tú puedes quitar el velo y tú puedes brillar en mi presencia. Yo te voy a dar en lugar de vergüenza, doble honra. Doble honra y tú te vas a poner allí parado firme con la cabeza en alto. No de orgullo sino de la dignidad de ser un hijo de Dios.

En lugar del espíritu angustiado Dios va a sanar el corazón y darte el manto de alegría. Hemos hablado del efecto de poner un traje elegante, ¿no? Poner un saco bueno, como uno mira a uno de esos maestros aquí, que se ve como puede ser precedente de la nación, ¿no? Dios quiere darnos manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Dios quiere poner en libertad a los cautivos.

Nosotros creemos que el mundo viene, muchos vienen con ataduras, ataduras espirituales, ataduras mentales, ataduras morales en su vida. Cosas que no pueden soltar porque tienen cadenas allí y no pueden dejar de hacer ciertas cosas, están atrapados en la vida y nuestro Dios viene y dice, "tengo buenas noticias para ti, yo he venido para romper esta cadena." Nosotros hablamos de la imagen de un pajarito que está en el jaula, el pajarito del jaula y después tú abres la puertecita y el pajarito sigue allí dentro del jaula y no sale de la puerta porque no sabe que está libre. Nuestro Dios en el nombre de Jesús viene y agarra esta jaula y le da un buen sacudón, sacudida. Y dice, 'ya fuera de allí, es tiempo de volar.'

Volviendo a lo que dije al principio, estrellas en aumento, estrellas que se están levantando. Hermanos, muchos venimos tan cargados, venimos con tantas cosas. Nuestro Dios viene y dice, 'el espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar nuevas a los abatidos.' Nosotros creemos que el evangelio tiene poder, el espíritu tiene poder, por eso, ¿sabe qué? Una clase no cambia a nadie. Es el espíritu de Jehová que te cambia. Por eso lo que nosotros queremos lograr en esta iglesia es una combinación del poder y la unción del espíritu Santo combinado con estudio de la palabra de Dios.

Queremos que en los cultos la gente venga para orar, para buscar de Él durante la oración, queremos ver a todos aquí en el altar, clamando y orando, lágrimas saliendo. Y después del culto tomando una clase para hablar de cómo voy a poner en práctica lo que estoy aprendiendo. ¿Cómo de verdad voy a cambiar? Combinando la unción con el estudio y el diálogo, es una combinación potente para cambio de vida. Hermanos, esto funciona... funciona. Y yo personalmente soy adicto a ver este proceso, a mí me encanta ver personas ser glorificadas delante de nuestros ojos. Revestidas de alegría, del Espíritu Santo.

Y yo no sé lo que tú buscas en la vida, y vuelvo al comentario del principio, Jesús te pregunta, "¿Qué quieres? ¿Qué buscas?" Y yo te dejo con esta pregunta, porque a veces Dios no nos da por que no pedimos. No recibimos porque no sabemos cómo buscar. Dios te pregunta hoy, ¿qué tu quieres de mí? ¿Qué buscas en la vida? Nuestra visión es muy pequeña, es tiempo de decir yo quiero ser un árbol de justicia, yo quiero tener el manto de alegría, yo quiero ser rey sacerdote para ti y no me voy a conformar con menos, Señor. Te busco hasta que me des lo que necesito, así Dios honra la persona que le busca con ese ruego. Así que pongámonos de pie y vamos a cerrar este tiempo orando, ¿no?

Padre, en el nombre de Jesús, venimos delante de ti, Señor, y te damos gracias, Señor, que tú eres poderoso y majestuoso. Y yo te doy gracias, Señor, que a ti, Señor, te gozas en compartir tú gloria, tu majestad con la humanidad. Yo te doy gracias por cada persona que tú has llamado, Señor, que ha venido a buscar de ti, quien se ha atrevido a creer en el evangelio y entregarse a ti aquí y la manera que tú, Señor, has quitado las sombras y lo has reemplazado con una luz que brilla en los ojos y en el rostro.

Padre, yo te pido que tú vengas revistiéndonos, Señor, de este manto de alegría, yo te pido por la transformación de vidas y la transformación de la ciudad, Señor. Te pido que sea una realidad, Señor, que podamos tener testimonios de sanidad y que tú levantes sacerdotes y siervos en esta iglesia. Señor, gracias que no hay ni uno que no tiene propósito, gracias que tú tienes plan para cada uno en esta iglesia. Te pido por las estrellas escondidas, ¡que se levanten, Señor! Que comiencen a brillar en ti, Señor, os entregamos a ti una vez más.

Así que en este momento de tranquilidad, en este momento de paz, lanzamos la pregunta, ¿qué quieres? ¿Qué quieres del Señor? ¿Qué buscas de él? Estamos tan enfocados en los problemas, que buscamos soluciones solamente, sin saber que Dios quiere no solamente solucionar problemas sino transformar la vida. ¿Qué quieres? dile al Señor en tu corazón, qué es lo que tú quieres de Él, si quieres más de Él. Si quieres ir al otro nivel con Él.

Padre, descansamos en ti en este día. Sabemos, Señor, que tú que nos llamas eres fiel para perfeccionar la buena obra que tú has comenzado, que tú eres fiel para poner esta corona sobre la cabeza. Recibimos esto en el nombre de Jesús, amén. Amén. Amén. Gracias a Dios, hermanos que el Señor te bendiga, que el Señor multiplique su poder en vida. Vaya en paz, Dios le bendiga.

Estrellas escondidas

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Deutoronomio, 8. Y sólo vamos a leer un texto sencillamente, y reflexionar por unos momentos. Es algo que yo sentí que el Señor puso en mi corazón, ahora mismo de hecho, que yo sentí que Dios quería que leyéramos juntos, ¿no? Yo dije antes que la mejor escuela del Señor no es un salón de clases, es y lo hablamos antes, el desierto.

No sé si alguien ha vivido en un desierto, yo no, pero me imagino que no es un lugar tan lindo. Dios llama a sus siervos allí, es un lugar donde tú no sabes de dónde viene la próxima comida, es un lugar donde no hay sombra para protegerte del sol, es un lugar donde tú no miras a nadie, te sientes completamente solo a veces. Es un lugar que parece ser eterno, que tú no miras el final porque hay horizontes por todas partes y sólo ves arena y todo seco. Y nuestro Señor dice, 'allí, mi escuela perfecta de la fe' Y él llamó a Abraham, Jacob, Isaac, José, Moisés y todo su pueblo, Jesús mismo al desierto para ser formados.

Pero allí vemos que Dios no es cruel, cuando Dios nos pasa por el desierto es porque Él tiene un plan para nosotros y esto es no solamente para nosotros individualmente, es para nuestra iglesia. Dios nos ha llamado a ser atrevidos en el desierto y ver si vamos a serle fiel en este tiempo, para que veamos su gloria manifestada.

Deutoronomio, 8, comenzando en versículo 1. Dice, "cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy para que viváis y seáis multiplicados y entréis y poseáis las tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres. Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios, estos cuarenta años en el desierto para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tú corazón. Si habíais de guardar o no sus mandamientos y te afligió y te hizo tener hambre y te sustentó con maná, comida que no conocías tú ni tus padres la habían conocido. Para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti ni el pie se te ha hinchado en estos 40 años, reconoce asimismo en tu corazón que como Dios castiga el hombre a su hijo, que como castiga el hombre a su hijo así Jehová, tu Dios, te castiga."

Padre, en el nombre de Jesús sabemos que tú eres un Padre que castiga con propósito, que tienes tu plan para nosotros, te pido que nos hables en el día de hoy en el nombre de Jesús, amén.

Castigar... eso no es una palabra que yo quiero escuchar. ¿Quién quiere castigo? ¿Alguien? Castigo en la Biblia, en este uso no es un cocotazo, porque te has portado mal. En este caso, castigo es entrenamiento, es disciplina, es el castigo del sargento. ¿Cuántos han vistos esas películas de boot camp? ¿No? O, ¿cuántos tal vez han servido de militar? Y sabe que el sargento se pone en la cara, y te grita… te trata mal, no para humillarte, aunque te humille en el momento, sino para que tú seas duro y fuerte para cuando venga el momento de la batalla, tú seas preparado para luchar y para ser exitoso y para sobrevivir.

Y nuestro Dios es un padre que sabe muy bien cómo levantar a sus hijos y Él usa de todo en la vida, especialmente los tiempos de escasez y prueba para formarnos. El mejor oro, ¿dónde se purifica? En el fuego. Se aprieta el carbón para hacer el diamante que Dios tiene para nosotros, que seamos estos diamantes. Dios hizo a Israel pasar por el desierto, no por ser cruel, no por ser malo, sino para enseñarles algo.

Yo quiero que tú sepas que ‘no solamente de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.’ Yo quiero que tú sepas muy bien de dónde viene tu sustento, para que cuando tú entres en la tierra prometida y ya tienes el trabajo y el dinero y la casa, y ya estás prosperado que no te olvides de dónde viniste, que no te olvides de dónde vino la provisión en tu vida, ¿no?

Nosotros hemos visto prosperidad en esta iglesia, hemos visto personas llegar con nada, sus vidas en un desastre, en escombros. Conocen al Señor, vienen al frente y lloran aquí y se ora por ellos y se vuelan los demonios, se liberan, reciben unción del Espíritu Santo y comienzan a decirse, ya no soy víctima, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Yo soy una nueva criatura en Cristo y comienzan a sentirse, no sé… fortalecidos, no orgullo, pero se sienten bien de ellos mismos. Caminan más firme, tienen una sonrisa más confiada porque saben que son nuevos en el Señor. Y se ponen a pensar quién dice que yo no puedo tomar una clase de discipulado, sí se puede, yo voy a tratar de hacerlo. Y se hace y se gradúa. ¿Quién dice que yo no puedo aprender inglés? … y se lanza a aprender inglés. ¿Quién dice que yo tengo que conformarme con el nivel educativo que tengo? … y se echan a estudiar y sacan su GED, su bachillerato y su maestría. Y compran casas y su vida se mejora en todo aspecto, porque lo espiritual resulta en transformación material también.

Pero después de toda esa transformación, ¿qué es el peligro? Que se olvida.

Y que comenzamos a pensar, ‘guau mira lo que hice yo,' y nosotros como iglesia estamos en pañales, hermanos, bueno, no diría pañales, I would say we are pre-adolescent, you know, maybe pre-teen. Tenemos 25 años pero estamos, no somos bebés pero tampoco somos jóvenes adultos todavía, estamos como teenager, pero Dios quiere entrarnos en la madurez, quiere prosperarnos, quiere bendecirnos. Pero, para eso, quiere probarnos.

Y nosotros somos parte de una generación especial en la vida de Congregación León de Judah. Somos parte de una generación que en el desierto Dios nos va a probar y ver si nosotros confiamos que Él sí puede sacar agua de la roca. Que Él puede poner una columna de fuego para guiarnos en las noches y una nube en el día para darnos sombra. Si la ropa no se va envejecer, si va haber maná cada mañana, sin nosotros guardar para mañana. Dios nos va a probar y cuando entremos en la grandeza de lo que Dios tiene para nosotros sabremos que no es por nuestras fuerzas, es porque nuestro Dios es fiel y que es Él que nos da el sustento, es Él que toma personas pequeñas y nos hace caminar grande en Él.

Dios nos llama, dios nos prueba y hermanos, si usted está viviendo un desierto personal y creo que todos lo viven en un momento u otro, puede ser algo en términos de las finanzas y provisión financiera. Podría ser una relación en la vida que está seca y tú no ves la solución de dónde va a llegar la resolución en tu familia o vida emocional. Puede ser un problema personal que tú tienes y tú no sabes cómo vas a salir de eso. Has tratado mil veces de dejar de fumar o no sé qué y es difícil. ¿Sabes qué? Dios quiere decirte algo.

El desierto parece ser eterno pero no lo es. Es una antesala como esta vida es una antesala, el desierto es antesala a la tierra prometida. Lo que pasa en el desierto sigue con nosotros el resto de la vida. Es allí que vemos que nuestro Dios es grande y fuerte y poderoso y hay testimonios para compartir. Y allí entramos conquistando en la tierra prometida sabiendo mi Dios ha sido fiel conmigo.

Tú sabes que yo anoche saliendo de un evento vi en el cielo, no sé si han visto esta estrella que está en el cielo desde diciembre, yo soy tonto con astronomía, así que no sé. Me imagino que no es estrella, es planeta o algo así no sé. Pero qué hermoso, mi hijo dice "Star! Moon! Star!" Él lo mira, está allí es una estrella bella, una estrella impresionante y yo sentí al Señor decirme, hay estrellas escondidas en esta congregación que van a comenzar a levantarse en esta época, están todavía opacadas tal vez por unas nubes, pero no va a seguir así se va aclarar los cielos y hay algunas estrellas que ahora tú no miras, tal vez pasaron por aquí pero no los conoces, que van a comenzar a brillar en Cristo. Pero ahora están opacados, están pasando por el desierto, pero saben qué, nuestro Dios los mira y los conoce por nombre. Él mira no solamente lo que son sino el potencial que ellos tienen para el futuro.

Y por allí vamos, por allí vamos hermanos. Estrellas guiando muchos a justicia como dice Daniel, como estrellas brillando en el firmamento. Hermanos, Dios te llama a ti a brillar así. Te llama, pero tenemos que decirle que sí. Señor, yo estoy dispuesto a pasar por tu entrenamiento que es mucho más que una clase, es todo el desierto que tú quieres para mí y yo voy a salir de eso un marine, un marinero con el uniforme bien puesto con esas medallas y voy a caminar con orgullo sano porque yo habré pasado por el fuego y saldré al otro lado. Hermanos, esto es para ti. Dios te llama, te conoce por nombre, sabe lo que estás viviendo y llegarás al otro lado porque nuestro Dios camina con nosotros. Amén.

Pongámonos de pie, vamos a orar. Yo invito al Pastor Omar, u otros van a administrar la oración así que adelante.

Yo, presento delante de ti a todo este pueblo, Señor. Te doy las gracias por cada uno de los hombres y mujeres, Señor Jesús, que celebramos el que hayan pasado de un nivel a otro en su discipulado, Señor, y gracias por todos aquellos que vendrán aún más. Y también, Señor Jesús, en una forma especial te damos las gracias por los desiertos de nuestra vida, Señor. Padre, porque aunque sabemos que son tiempos difíciles, podemos declarar con fe y certeza de que tú no nos abandonas, Señor Jesús, sino que tú estás allí como una nube de día guiándonos, y con una columna de fuego también en la noche, en las noches oscuras de nuestras vidas.

Tú estás allí para marcar el paso que debemos seguir, tú eres el que hace que brote agua de la peña, tú eres el que manda maná del cielo, Señor, en los momentos que menos los esperamos, Señor Jesús, cuando pensamos que más solos estamos, de alguna forma u otra tú nos dejas saber y nos dejas entender que tú estás allí, que tú estás en control, que tú estás guiando cada uno de nuestros pasos, Señor. Que si hay dos huellas que vemos que quedan en la arena, son las tuyas porque tú nos llevas cargados en tus brazos, Señor Jesús.

Así que mi Dios, yo te ruego que ninguno de nosotros olvidemos la forma en la cual tu obra se ministra en medio de nuestras vidas. No permitas que al alcanzar la riqueza, que al alcanzar el poder, que al poder alcanzar los trabajos, la educación, los grados que podamos tener, Señor, líbranos de nosotros pensar que lo hemos podido lograr alcanzar por nuestras propias fuerzas. Sino que con toda humildad podamos reconocer que lo hemos hecho por la fuerzas que tú nos das, por la sabiduría que tú nos das, por los recursos que tú has traído a nuestras manos para nosotros poderlo alcanzar así.

Así que, Señor, yo declaro tu bendición sobre cada uno de tus hijos e hijas en este momento, Señor, en esta tarde. Cualquiera sea su desierto, cualquiera sea su situación, Señor, yo declaro tu bendición sobre cada uno de ellos, sobre sus familias, sobre sus trabajos, sobre sus escuelas, mi Dios, sus universidades, en sus hogares, mi Dios, donde quiera que ellos vayan. Donde quiera que ellos estén, yo declaro tu bendición, la bendición tuya como Padre, la de tu hijo Jesús, la de tu Espíritu Santo nuestro consolador que nos guía a toda verdad. Declaro tu bendición sobre tus hijos e hijas en esta tarde.

Llévanos con bien Señor Jesús, a donde quiera que vayamos después de aquí de este lugar, llévanos con bien, con tu bendición Señor Jesús, y que podamos seguir meditando en estas palabras para poder seguir creciendo a la altura que tú nos llamas a que podamos alcanzar. Te doy las gracias por este pueblo, Señor, y sobre ellos dales tu paz, tu Shalom, tu bendición. En el nombre de tu hijo Jesús. Amén. Y Amén. Salúdense unos a otros mis hermanos, extiéndanse la paz de Dios, adelante el Señor, a los hermanos que nos ven por Internet, muchas bendiciones, adelante todos en el nombre de Jesús.

Dando en la zona de la incomodidad

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Quiero partir de un texto de Primero de Reyes, capítulo 17, versículo del 8 al 16. Y saben por qué, porque yo siento que este texto, y este episodio en la vida del profeta Elías como que representa el emblema mismo, la temática misma espiritualmente hablando, la unción, la energía, el propósito de Dios en el cual este tiempo que estamos viviendo se está desarrollando. Es bajo esta señal, bajo este signo espiritual que nosotros estamos emprendiendo lo que estamos emprendiendo, y usted, yo creo que va a ver eso rápidamente. Y por eso lo he escogido, porque yo quiero… recuerde que esto que estamos viviendo es simplemente un ejercicio para algo mucho más amplio que Dios quiere hacer en tu vida.

El templo es en última instancia hasta secundario y terciario comparado con el tema mayor que Dios quiere desgranar dentro de ti. Y por eso es que este texto yo quiero que sirva como la bandera, sirva como el tema de darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. Darle a Dios extraordinariamente en tiempos de escasez para ser bendecidos extraordinariamente. 17, 8 dice, “vino luego a Él, a Elías, palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. He aquí, yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña, y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba. Y yendo ella para traérsela…” y usted vea, esa parte la podía hacer ella bien, tenía agua suficiente, aparentemente.

Pero el profeta la detiene y mete el drama en un nivel mucho más profundo y tenso, y él la llamó y le dijo, “ven acá un momentito, te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso” y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar y le dijo, “¿sabes qué?, te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.” Y ella respondió -aquí fue donde ella comenzó a resbalar y a responder en una manera negativa, “dile a Jehová, tu Dios, que no tengo pan cocido, solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo.” Mire esa imagen de dos leños, si usted fuera un estudioso de literatura usted entendería que esos dos leños querían decir ni siquiera había leña para hacer comida.

Me imagino que un tiempo de sequía todos los árboles los habían cortado, los habían convertido en carbón, todo lo que pudiera, y aún para cocinar una cosita pequeña había que estar buscando por donde quiera para encontrar algo, ella tenía dos leños, esos dos leños son símbolos de la total escasez y carencia, sequía que había en la tierra. Ahora recogía dos leños 'para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos y nos dejemos morir'. Tiene allí usted una imagen muy clara de la devastación que había en la tierra, la total sequía y carencia que había, una mujer preparando su última comida para echarse a morir. Pero Elías le dijo, “no tengas temor, ve, haz como has dicho, pero hazme a mí primero.” Usted ve, allí está la clave.

Y de paso, estoy consciente, se me olvidó decirlo al principio, estamos usando el mismo texto que Omar predicó el domingo pasado, pero esto es diferente, la palabra de Dios es multifacética, sabes, tiene diferentes niveles, diferentes… yo le he pedido a Omar que lo predicara y él lo predicó en su estilo, su enfoque y yo quería predicarlo en este enfoque y es muy largo de explicar, pero le aseguro, no crea que el pastor tuvo un senior moment, se le olvidó que lo predicaron el domingo pasado. No. Este es el mismo texto, pero estamos haciéndolo diferente.

“No tengas temor, ve, haz como has dicho, pero hazme a mí primero.” Eso es bien importante, una de las leyes primordiales, de la buena mayordomía, del buen uso del dinero, del tiempo, de todo es que al Señor hay que darle siempre primero. Y entonces, todo lo que tú deseas después de eso, eso vendrá por añadidura. Esa es la ley esencial de toda buena mayordomía de la vida. “Hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de las cenizas y tráemela. Y después harás para ti y para tu hijo.” Y después harás para ti y para tu hijo. A mí primero, y después para ti. Mis hermanos, mis hermanas, allí está el razonamiento loco de Dios, el razonamiento trascendental, contraintuitivo de Dios. Hazme a mí primero y después harás para ti y para tu hijo. ¿Por qué? Porque Jehová, Dios de Israel, ha dicho así. La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la Tierra. ¿Cuántos pueden recibir eso para su vida, en este día? La harina no escaseará, el aceite no disminuirá hasta el día en que Jehová haga llover otra vez. Vuelva la prosperidad, vuelvan los tiempos de normalidad, no faltará.

Entonces, ella fue e hizo como le dijo Elías y, ¿sabes qué pasó? Que comió él, y ella y su casa muchos días. Note el contraste entre él, estoy haciendo un poquito de comida ya lo último que me queda para que nos muramos, comió ella, su hijo, su casa, toda su casa. ¿Qué quiere decir su casa? Yo me imagino que los sirvientes estaban metidos allí, los perros que había en el patio de la casa también comieron, quien sabe si los vecinos también les pudo llevar comida, ella y toda su casa. Sus nietos… comió ella y su casa muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó. Conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. Bendiga al Señor su Santa Palabra.

Hermanos, este texto es un texto ilustrativo, es un texto que nos enseña uno de los principios más profundos; Meches, pásame ese texto que está allí de la mayordomía. Lo pone todo en un contexto de crisis, de urgencia, pero también de claridad de extremo. ¿Ustedes recuerdan, yo les hablé hace unos días del caso de Josafat? Y yo les decía que el caso de Josafat, donde Dios le dijo, “paraos, estad firmes y ved la salvación de Jehová”, que no siempre es tan clara la cosa, de que a veces hay que dar duro y hay que pelear, pero que Dios había escogido ese texto porque ilustraba la esencia misma de lo que es el mover de fe. Una crisis una palabra profética que sale de en medio del pueblo, un pueblo que cree esa palabra y se lanza a hacer algo que parece loco como simplemente ir a encontrar un enemigo mucho más numeroso, y lo único que se va a pelear es con alabanza y adoración. ¿Locura? Pero cuando ese pueblo cree lo que Dios le ha dicho, Dios pone los armamentos del enemigo en contra unos de los otros y al final de esa crisis hay grandes… -ojo-, gran provisión, gran llenura y el pueblo regresa convencido como cuando comenzó en crisis.

Y yo les decía que esa es la trayectoria esencial de la fe en la vida de un hombre y de una mujer de Dios. Y estos textos son así, son textos ilustrativos, este texto es igual en un sentido quita toda la complejidad, la quita toda y lo que deja es una situación extremadamente clara. Donde los procesos de la fe se pueden ver en una forma muy, pero muy, paradigmática. Muy precisa, muy clara. Y lo que esto texto manifiesta es eso, lo que es la mayordomía, lo que es darle al Señor en una manera bíblica y lo pone todo así, un contexto de crisis extrema, urgencia extrema, claridad extrema.

Dios ha dado la orden para que Elías sea sustentado, pero esa orden se va a realizar a través de un proceso complicado y zigzagueante. ¿Qué hemos visto aquí? Elías está huyendo de un rey que lo quiere matar, Dios lo ha estado sustentando, proveyéndole comida a través de los cuervos, un arroyo que le provee agua, pero llega un momento en que el agua se seca, los cuervos ya no vienen y Dios le dice, ¿sabes qué Elías?, ahora hay una nueva etapa. Te voy a mandar a otro lugar para que tú seas provisto. Cuando usted mira la vida de Elías, usted ve continuamente pasa de victoria a persecución y prueba, a victoria, a más persecución y prueba, primero el gran momento culminante de los profetas de Baal cuando Elías delante de toda la nación destruye a los profetas de Baal. Tiene que huir porque lo quieren matar, prueba. Depresión, se deprime. Provisión, Dios se le aparece por medio de un ángel, le da comida, lo recuesta a dormir, lo fortalece, lo manda a caminar. Es continuamente ese proceso de prueba, sufrimiento, cuando está en la casa de la viuda después de la gran victoria, se le muere el hijo a la viuda, crisis. La viuda dice, tú me has traído mala suerte aquí, pero Elías resucita al hijo de la viuda, victoria. Es una vida, y así es la vida de fe.

Dios permite cosas en la vida, y eso no quiere decir que su mano se ha apartado de ti. Simplemente, que él está proveyéndote otra experiencia para tu crecimiento espiritual, porque a Dios lo único que le importa es producir hombres y mujeres experimentados en los procesos de la fe, gente llena del espíritu, gente conocedora de los principios espirituales, Dios no quiere niños espirituales, y siempre que hay un hombre o una mujer de fe viviendo la vida cristiana como Dios quiere que la viva, va haber zigzagueo, va haber complejidad, pero Dios siempre va a proveer. Va a venir momentos y tu vas a tener que preguntarte y ahora de dónde va a salir la próxima provisión, Dios ya la tiene en su mente, Dios ya sabe exactamente donde va a venir.

Tú quizás no lo sepas pero en el momento preciso Dios te va a decir de dónde va a venir. Con cuántos de nosotros Dios ha bregado así en la vida, que a veces estamos allí en el momento preciso y no sabemos y Dios saca las respuestas. Increíblemente, de alguna manera. Y eso pasa aquí Dios le provee a su siervo Elías, y siempre nos dice cuando estamos entrando en una nueva etapa de fe, de crecimiento, de trato de Dios. Dios te dice, no temas porque allí viene el temor muchas veces. El señor le dice al pueblo en Lucas 12, 32, “no temáis, manada pequeña, porque a Dios le ha placido daros el reino, a vuestro Padre le ha placido daros el reino.” Esa es la base de todo caminar en el camino de Dios. Hay zigzagueos, hay complejidades como este tiempo que estamos viviendo, pero Dios dice no temas. Mis hermanos, ese ‘no temas’ es el fundamento de nuestra generosidad para con Dios. Él es nuestro proveedor, la persona que le da al Señor tiene que creer que Dios es su proveedor y que no importa cuál sea el momento que está viviendo, Dios le va a proveer. Porque si tú le das al Señor creyendo que depende de ti solamente y que si tú no haces lo que tienes que hacer, te va a faltar, y que es tu inteligencia la que te da para dar lo que tú necesitas… ¿sabes qué? Nunca le vas a dar al Señor. La gente de Dios, el hombre, la mujer de fe le da a Dios porque cree que Dios es quien le provee y que si le da a Dios, Dios enseguida va de alguna forma va a manifestar su fidelidad en su vida.

Nosotros le damos generosamente a Dios desde una postura de confianza en que Dios proveerá para nosotros en toda situación y por eso podemos darle a Dios con gozo. “Jehová es mi pastor, nada me faltará”, dice el salmista. “Aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo, Jehová me recogerá. Joven fui y he envejecido y no he visto justo desamparado, ni descendencia que mendigue pan.” Ese es la Palabra continua, es esa provisión divina y la mujer, el hombre que conoce a Dios, cuando tiene que darle a Dios le da porque ha entendido eso. Si usted no cree que Dios provee en toda circunstancia y que Dios es generoso para con su pueblo, usted nunca va a entrar en una medida de fe. En un mover de fe.

Dios proveyó para Elías, en todo momento hemos visto, nunca le faltó nada a Elías. ¿Por qué registra la historia bíblica ese episodio… esa vida de Elías? ¿Simplemente para que supiéramos que hubo un hombre que se llamó Elías, que caminó sobre la tierra y que Dios hizo cosas grandes con él? O es porque él quería que usted y yo entendiéramos que lo que hizo con Elías también lo puede hacer con usted.

Por qué escogió no solamente a Elías para proveerle, como le proveyó en el desierto, sino que también escogió una viuda y un hijo -que ninguno de los dos tiene nombre. Porque Él, Dios quiere que entiendas que los milagros de provisión de Dios, no son solamente para los ungidos, los apóstoles, los profetas, los pastores, los líderes grandes, no, eso es para toda persona que cree. Y Dios quiere mostrarle a su pueblo desde Génesis hasta Apocalipsis, 'Yo soy tu proveedor.’ Cuando usted ha muerto verdaderamente a su voluntad y a su intelecto, esa verdad puede amanecer a su vida.

Mire el ministerio de Jesús, dos ejemplos tenemos allí, uno cuando envió a los 70 a predicar el Evangelio, les dijo, “no lleven bolsa, ni alforja, ni bordón, ni nada. Deje la tarjeta de ATM, la MasterCard, la Visa, la American Express, dejen todo, la chequera, déjenla y váyanse simplemente con lo que tienen puesto. ¿Por qué? Porque Él quería mostrarles a ellos que cuando ellos emprendieran algo en su nombre, Él siempre les iba a proveer, quería ejercitarlos de fe. Dios quiere siempre ejercitar a su pueblo en fe. Y a veces artificialmente nos quita todos los andamios alrededor de nosotros, toda la seguridad, para que al quedarnos en el aire solamente entendamos que sí, que Él puede proveer. Dios a veces se construye escenarios artificiales alrededor de nosotros porque Él quiere mostrarnos que Él es lo único que importa a la larga. ¿Por qué Dios escogía el sábado? ¿Por qué Dios escogió que al séptimo día no se trabajara? Porque Él quería dejarle a la humanidad un paradigma. Que si tú dejas de trabajar por un día a la semana, un 14%, muy cerca del diezmo de paso, si tú dejas de hacer una vez a la semana, tu mente y todo tu ser te van a decir, me va a faltar. Pero si tú honras al señor con ese ejercicio tú vas a ver que no te falta y Dios te bendice.

¿Por qué Dios escogía que cada 50 años, creo que era así, cada 50 años se dejara un año libre, o era cada 7 años la tierra se dejaba un año, verdad? Y el 50 el año de jubileo, pero cada 7 años se dejaba la tierra un año sin tratar, sin trabajar. Y Dios le decía yo le voy a proveer a ustedes por ese año y por el año siguiente en lo que plantan, porque siempre había una espera, Dios le iba a proveer por dos años si ellos dejaban la tierra tranquila. ¿Por qué? Porque Él quería un pueblo de fe y les integró en su vida comunal ese principio de depender de él y no de ellos mismos. Porque nosotros estamos tan entrenados por la mente a que si yo no hago no voy a recibir, y si yo doy me va a faltar. Y Dios quiere que nosotros, el pueblo de Dios, entienda que eso no es así, que nosotros nos movemos en el poder de Dios, la provisión de Dios, y que si yo honro a Dios y pongo mi vida en riesgo por Dios, Él es poderoso para hacer todo lo que parece que no se haría si yo no lo hago.

Y entonces para que nosotros refresquemos ese principio continuamente y a los 50 años, en el año 50 lo volvía todo y decía todas las tierras se devuelvan a los que las perdieron, todo el dinero se redistribuya, todos los esclavos sean libertados, todos los siervos sean libertados, todas las deudas sean perdonadas y vamos a comenzar de cero otra vez. Guau, si Israel hubiera tenido el valor para vivir así, no tendrían todos los problemas que tienen hoy. Pero es que a nosotros nos falta la fe, pero eso es lo que Dios, Jesús envía estos hombre y mujeres para que aprendan fe, y cuando llega el momento de proveerle a 5,000 personas al final del día, y ellos le dicen, “Jesús envía esa gente ya para que se busquen comida.” “No, ustedes, denles de comer.” “Nosotros, ¿de dónde? No tenemos dinero, es más por aquí no hay supermercados, no hay nada, a esta hora del día, ¿cómo le vamos a dar de comer?” Y él les dice, “no, busquen entre ustedes.” ¿Por qué? Porque Dios quiere siempre, hermanos, sus procesos llevarlos a cabo con su pueblo. Y Él les dice, “busquen allá dentro.” Y regresan 5 panes, 2 peces, y Él entonces toma ese depósito que ellos dan. Los 5 panes y los peces eran totalmente inmateriales, secundarios. Él podía hacerlo con 5 piedras y 2 palos, pero Él quería que sus discípulos entraran en función, que se sacara algo de la multitud porque Dios siempre busca un depósito de parte de nosotros. Sus milagros él siempre los hace en sociedad con sus hijos, hermanos, entiendan esto, siempre.

¿Por qué Dios no hace llover ahora mismo 3 millones de dólares del cielo para que esta iglesia construya su edificio? ¿Ustedes creen que él no puede hacerlo? Él puede hacer eso y mucho más. Dios podría despertar un filántropo de algún sitio que dijera, ‘¿sabes qué Roberto…?’ Y, ¿sabes qué? Si él lo quiere hacer no estaría malo tampoco, yo lo recibo. ‘Quiero evitarte estos líos, ¿sabes qué? Allí tienen el dinero, no se preocupen.'

¿Saben qué? A Dios le interesa a esta iglesia mostrarle lo que es vivir por fe. A Dios le interesa levantarse gigantes, hombre y mujeres, llenos del Espíritu Santo, gente de fe. Y nos dice, ¿qué tienen? ¿Qué hay entre ustedes…? Denme un depósito. Denme su demostración de que ustedes me creen, y yo voy a hacer algo estruendoso, estrepitoso. Yo sí creo, estamos viviendo ese tiempo increíblemente profético, en que Dios como en este caso de la mujer de Sarepta, nos está diciendo yo quiero hacer algo en sus vidas, pero primero denme a mí, aunque parece que ustedes me están dando escandalosamente, locamente, irresponsablemente, denme a mí primero y no les va a faltar nada a ustedes. Ese es el lema del hombre y la mujer de Dios, “nada me faltará.” Y, ¿sabes? que la resistencia de muchos a darle al señor con generosidad, viene precisamente de su falta de confianza en que él proveerá.

Nosotros a veces decimos en nuestra mente, si yo le doy al señor me va a faltar a mí. Pero la gente de fe dice, “Jehová es mi pastor y nada me faltará.” Esa es la base de todo lo que el Señor quiere para nuestra vida. Lucas, Capítulo 12, dice, “vosotros, pues, no preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud; consideren los cuervos que ni siembran, ni siegan, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimentan. ¿No valen ustedes más que las aves? Y quién de vosotros podrá afanarse añadir a su estatura un codo, no estéis en ansiosa inquietud, todas estas cosas buscan las gentes del mundo, pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.” Elías había confirmado esto una y otra vez. Sin embargo, aún así hubo momentos de duda en él, como ese momento cuando él salió huyendo de Jezabel, se metió al desierto y dijo sabes qué señor yo ya estoy cansado de este ministerio. Es demasiado sufrimiento, demasiada zozobra, demasiada pérdida. Yo sé que ya mi tiempo llegó, mátame, sácame de este mundo porque yo, ya no tengo más nada que hacer. Elías era un hombre agónico, por eso es que el Apóstol Santiago, siglos después dice, “Elías era un hombre sujeto a pasiones similares a las nuestras, sin embargo, él oró y Dios escuchó y paró el cielo y no llovió.” Hablar de la eficacia de la oración, porque Elías evidentemente era un hombre muy sicológico, era un hombre con unas emociones inestables, quizás. Y, él dudó en momentos. Pero uno pensaría, una persona que así como Elías dudando, imposible, si yo hiciera una fracción de lo que Elías hizo yo estaría siempre seguro.

Miren, nosotros siempre vamos a tener que luchar con la duda, la vida de generosidad para con Dios siempre involucrará la duda. La lucha contra la mente natural eso es parte del proceso de fe, si no hay duda, lucha en usted, titubeos, zigzagueo, no es un proceso de fe. A veces nosotros vamos a creer, y a veces vamos a dudar. Y tendremos que sobreponernos a la duda y obrar estrictamente por principios objetivos y no por emociones. El darle al señor generosamente es asunto de disciplina. En última estancia, es uno aprender como el soldado, como el corredor del maratón cuando se pone y dice yo voy a llegar a la meta, y llega las 25 millas y no le queda nada excepto aliento, voluntad y disciplina. Y eso es lo que lo lleva a la meta. Y muchas veces nosotros vamos para darle al señor como Él quiere, vamos a tener que ir más allá de las emociones. Yo les digo, le decía a los hermanos esta mañana, este es un tiempo en que yo hago todo lo que hago, prácticamente lo hago por disciplina, por fe y por creer en los propósitos y los principios de Dios. Si yo fuera un hombre más sabio y prudente, yo ya hace tiempo que hubiera cerrado este proceso porque los tiempos no son buenos.

Hay alguna gente que se pregunta, por ejemplo, por qué el pastor Miranda espera dos o tres años para que esto se defina mejor y entonces emprender esto. Confiese, algunos de ustedes han pensado quizás así; yo lo he pensado. Pero, yo sigo porque creo que este es el tiempo, y porque me muevo por fe. En estos tiempos yo digo soy como un piloto que está a 30 mil pies de altura en una noche cerrada, sobre el mar, a su alrededor no hay ningún punto de referencia y lo único que tengo delante de mí, son los instrumentos del avión, las agujitas y los instrumentos que me dicen por dónde tengo que ir. Y tengo que confiar en los instrumentos porque en mi propia vista no puedo confiar, ni mis emociones ni nada, sino simplemente en los instrumentos. Y así es el diezmo, y así es el darle al Señor. Si esperamos a sentir siempre deseos de diezmar, nunca lo haremos. Diezmar es una disciplina por ejemplo, darle al señor es una disciplina. Es como pagar los impuestos. Yo sé que se habla mucho de darle a Dios con alegría, pero mire al final de cuentas, cuando yo tengo que darle al Señor, yo no me pregunto si estoy contento o no, yo simplemente le doy al Señor, porque tengo que darle porque eso es lo correcto y eso es lo que dice la biblia y eso es lo que me bendice.

Y es así como usted le va a pagar al IRS, cuando llega el momento de pagar los taxes, yo no conozco a nadie que diga, gloria a Dios, qué bueno llego abril, llegó marzo, ahora puedo pagarle al IRS lo que le debo. Pero usted lo hace porque hay que pagarle al IRS y sabe que la biblia habla en esos términos de darle al señor en esa manera. Busque por ejemplo Salmo 76, versículo 11, dice allí, “prometed y pagad a Jehová, pagad a Jehová, vuestro Dios, todo lo que están alrededor de él traigan ofrendas al temible.” Pagad a Jehová, vuestro Dios. Saben, Dios es temible, Dios es sublime, Dios es poderoso, grandioso. Al Señor hay que pagar. Por qué la biblia habla, esta mañana se me hizo absolutamente claro, aún cuando escribí estas palabras, cuando las predicaba nunca me había atrevido a entender claramente eso de que cuando nosotros damos el diezmo le estamos pagando al Señor algo que le debemos a Él. Miren lo que dice Hebreos, siglos después el escritor de Hebreos habla en los mismos términos. Porque la gente a veces dice, bueno estas son cosas del Antiguo Testamento, miren lo que dice el escritor de Hebreos, 7, 9. Dice, hablando de cuando Abraham pagó el diezmo, etcétera, “y por decirlo así en Abraham pagó el diezmo, también Leví…” -un descendiente- “que recibe los diezmos.“ En otras palabras, hay una transacción allí puramente legal, cuando Abraham dio el diezmo a ese sacerdote, Melquisedec, estaba pagándole a Dios el diezmo. Cuando la gente, los subalternos, los súbditos le daban los diezmos a los reyes en la economía antigua, le estaban pagando al rey, tenían que pagarle. Y el diezmo obedece ese principio de que al soberano se le paga por los servicios que él rinde, y eso es una señal de subvención a él. Y entienda esto hermanos, porque muchas veces yo les quiero decir, Dios no les va a tirar un rayo, como dicen algunos por allí, si usted no diezma. Pero sí le puedo decir que usted está involucrado en una transacción cuando usted entra en la economía divina, espiritual, usted entre en unos tratos, en un sistema legal terriblemente fuerte, y hay cosas que pasan y no pasan en nuestra vida. Hay cosas que están cerradas en nuestra vida porque hay un lean, hay una deuda, hay un documento legal que impide que algo suceda.

Ha habido gente que ha querido vender una casa y cuando va a venderla, descubren que no pueden venderla porque hay un documento metido allí en el título que le impide venderla porque tiene que pagarle algo a alguien primero. ¿Cuántos saben eso? Eso se llama un lean, y yo creo que hay muchas veces en el mundo del espíritu que hay cosas atadas que no se sueltan porque hay otras cosas que tienen que ser resueltas. Y el diezmo es interesante porque una y otra vez es asunto de, es como que a Dios se le debe, y hay que pagarle eso. Y cuando no se le paga uno está en un sentido hay cosas que están agarradas. ¿Por qué Dios dice en Malaquías, vosotros me habéis robado? Y la gente le pregunta, extrañada, nosotros en qué te hemos robado, dicen. Me habéis robado porque no me habéis dado el diezmo. Cuando es que ustedes le roban a una persona, cuando le debe algo y no se lo paga. Si usted mira una y otra vez el lenguaje del diezmo está acompañado en esa idea de es una transacción legal, es una acto. Y yo creo hermanos que muchos no están recibiendo más porque legalmente no están, el mundo del espíritu se mueve legalmente, es una cosa que claramente, el mundo de los demonios y de lo divino se mueve por principios legales. Observen ese lenguaje de pagar y de robarle a Dios. Es muy importante.

Ahora qué pasa, Elías llega a Sarepta. Dios le dice, ve allá porque hay una mujer que te va a alimentar allá. Quizás Elías pensó bueno, me pegué la lotería, esta mujer va a tener mucho dinero, una gran casa, un cuarto especialmente para mí. Toda la comida que yo necesito y me voy a desquitar finalmente esta hambre que he estado viviendo con estos benditos cuervos que no me traen suficiente comida. Y qué pasa, cuando llega a Sarepta plaza, allí en la ciudad de Sarepta, lo que encuentra es una mujer pobre, andrajosa, lista para echarse a morir. Y él dice, oye Señor tú me estás jugando una mala aquí, es un chiste cruel lo que me estás haciendo. Pero Dios le habla a Elías, y le dice, “esa es la mujer que yo he escogido para que me dé." Quién sabe si Dios ha escogido una comunidad de inmigrantes, no próspera o no rica para hacer algo extraordinario y excepcional en este tiempo. Quién sabe si Dios está escogiendo esta comunidad pobre, entre comillas, para dar una lección a los ricos de Lexington y de Newton y de otras partes. Quién sabe si Dios ha escogido esta comunidad para que a través de ella Dios traiga bendición y avivamiento y comida a muchos de su pueblo, esa es una pregunta, simplemente la dejo allí.

A veces, Dios tiene sentido irónico del humor, Dios siempre escoge lo pequeño, lo débil, lo poco prometedor para avergonzar a los fuertes y para proveer. Y Dios tiene un drama en esto, Dios nunca… a Dios no le interesa tanto el resultado como el proceso. Por eso siempre los procesos de Dios son multinivel, multifacéticos. Dios siempre embute todo lo posible de los procesos para sacarle el máximo de provecho y por eso escoge esta viuda, este jovencito, por eso escoge a Elías, porque Él quiere fortalecer a la viuda, bendecirla a ella, por quién sabe qué hubo en el corazón de esa mujer que Dios la escogió a ella para que fuera la protagonista de este drama. Y quería también bendecir a Elías y proveerle a él. Y, ¿sabes qué? También quiere glorificarse. Porque en última instancia, todas estas cosas a lo que apuntan es a la gloria de Dios. Todo esto que nosotros estamos viviendo es solamente, Dios está allí sentado en su trono aspirando este holocausto que nosotros estamos elaborándole allí. En última instancia todo esto, si se da como yo creo que él quiere, va a redundar en absoluta gloria para Él. Porque hay muchas cosas que nosotros vivimos y las vivimos a un micro-nivel, pero Dios lo está viviendo y hay ángeles hay demonios, hay principados, hay arcángeles, mirando, está Dios, está Jesús, una multitud de testigos mirando nuestros procesos, privados muchas veces. Y ni esta mujer, ni siquiera Elías, sabía que él estaba viviendo un drama que iba a servir de alimento espiritual para generaciones, generaciones, generaciones, naciones, culturas, siglos. Y lo que él estaba viviendo era puramente secundario, Dios estaba simplemente montando un drama para que se escribiera, para que le diera comida a generaciones, a través de la historia como nos da hoy en el siglo XXI porque Dios quiere glorificarse y todo esto hermanos apunta a los procesos complejos de Dios.

En todo proceso de fe y de dar está involucrada la gloria de Dios. A la misma vez Dios también estará tratando con nosotros, estirando nuestra fe además de probarnos, y cuando su pueblo le cree y arriesga, Dios es glorificado. Nosotros hemos llegado a un punto ya, Dios nos ha bendecido, Dios nos ha avanzado, Dios nos ha dado mucho hermanos. Dios ha bendecido esta congregación. Yo sin orgullo digo, muy pocas congregaciones pueden adorar al Señor como nosotros lo hicimos hace un rato, y esta mañana, a las 9 de la mañana. Y yo decía, no se puede repetir esa misma intensidad, pero Dios lo hizo posible, ustedes han sido bendecidos, Dios nos ha dado muchas cosas. Y nosotros venimos aquí, y yo creo que a veces no estamos conscientes de todo lo que Dios le ha dado a este grupo de inmigrantes. Y no, no ha sido con tanto dolor, miren nosotros no hemos sido estirados, pero sabe qué, Dios está diciendo, ya ahora ustedes han recibido mucho y yo quiero que su fe se anche y yo quiero que ustedes hagan algo que les va a doler y que va a ser… quiero que se estiren, quiero que me den una ofrenda que les cueste verdaderamente. Y quiere estirar nuestra fe. Dios quiere que después de este proceso de fe, nosotros no volvamos a ser como antes, sino que lleguemos a otro nivel.

Cuando León de Judah entró en este proceso para venir aquí y estuvo luchando para hacer este edificio y levantarlo y hacer todas las cosas, León de Judah nunca volvió a ser lo que era antes de eso. Es más, ni siquiera el nombre, éramos Iglesia Bautista Central, hoy en día es Congregación León de Judá, hasta nos cambió el nombre, nos cambió identidad, nos cambió el ministerio, nos cambió todo. Lo multiplicó ingresos, población, impacto, nivel de ministerio, alcance, perfil en la ciudad, notoriedad, todo lo cambió, hermanos, nunca volvimos a hacer lo que éramos antes de venir aquí. Y ahora yo sé que Dios quiere hacer lo mismo. Dios quiere ahora poner esta iglesia a otro nivel, pero para la gloria que Él quiere, hay que pagar un precio, siempre antes de la resurrección viene la cruz, antes de recibir hay que dar, antes de ser resucitado hay que morir, antes de crecer hay que menguar como decía en ese coro, y siempre el crecer cristiano viene a través de la muerte y del despojo. Un pueblo generoso glorifica a Dios. Un pueblo encogido y cómodo es una vergüenza para Dios. En todo proceso de darle al Señor hay profundos principios espirituales en juego. Y miren cómo se desarrolla esto, Elías le pide a la mujer un poquito de agua, ella tiene agua parece que todavía se puede encontrar agua en la ciudad. Y como es poco lo que él le pide, ella inmediatamente se lanza a buscarlo porque es muy fácil darle al Señor dentro de lo razonable, lo posible ¿no? Pero eso no es suficiente, después Elías le pide algo que sí le va a costar.

¿Por qué el drama divino se da en esa manera? En dos etapas, allí. De nuevo, porque Dios es un dramaturgo muy deliberado. Primera etapa, dame algo de beber. No hay problema, cómo no, pero sabes qué, dame de comer. Allí viene el problema, ella no tiene para darle de comer. Y es allí donde Dios quiere probarla. Tiene que dar comida de lo cual tiene muy poco y aquí ella se resiste, como nos resistimos nosotros muchas veces. ¿Qué podemos aprender de esto? Lo siguiente: Dios nos pide hermanos que le demos a él en la zona de la incomodidad. Yo muchas veces he hablado de esa zona de la incomodidad. Donde nos duele. ¿Dónde prueba Dios a sus siervos? ¿Dónde gradúa Dios a sus siervos? ¿Dónde entra Dios a sus siervos en un nuevo nivel de poder espiritual? En la zona de la incomodidad.

Dónde probó él a Abraham, y le dijo dame tu hijo, tu único hijo. A los ciento y pico de años, el único hijo que tenía Abraham, su única esperanza de preservación y de extinción, y Dios le dice te voy a meter en la zona de la incomodidad. Y le dice, dame a tu hijo, tu único hijo. Y lo pone en un viaje. Tres días. Sudando, cociéndose en su propia humanidad. Sabiendo que en un momento le espera un monte, donde allí va a tener que meterle el cuchillo a lo que él más ama y adora para mostrar que hay algo para él más valioso que su hijo, que es el Dios que se lo dio. Y que si él sacrifica a ese hijo y se lo da al Señor, hay millones de hijos en las entrañas de Dios que él puede darle. Porque eso fue lo que dice el escritor, después en la escritura, que en la fe de Abraham había suficiencia para creer que Dios era poderoso inclusive para resucitarle a Isaac. Porque de nuevo, Dios es mi proveedor, yo sé que Él es, aunque yo le de algo que yo amo, Él me lo va a regresar.

Sabes, déjenme decirles algo de eso. Ustedes sabe, algunos saben, yo acabo de terminar de escribir un libro que yo espero que va a salir dentro de poco tiempo, ya está escrito, ya estamos trabajando en la portada y todo eso. Déjenme decirles algo, un drama, algo personal mío. Cuando Dios me llamó a ser pastor en el año ’84, yo, como ustedes saben, estaba haciendo mi doctorado en la universidad, mi deseo era escribir y ser profesor universitario, moverme en el mundo intelectual, ese era mi anhelo, mi deseo profundo para lo cual yo desde niño había querido y lo que quería ser. Y Dios me dijo conviértete en el pastor de una iglesita pequeñita en una esquinita de Cambridge, y yo tuve que morir a mi sueños, no le digo eso para que me admire o me respete. Olvídese de eso, Dios me ha dado mil veces más. Pero, yo tuve que sacrificar algo que yo amaba, quería. Y yo vi que esos libros que yo quería escribir, cobraron alas y se me fueron, pero ¿sabes qué? Yo dije en mi corazón, si yo estoy haciendo lo que Dios quiere y si esto es de Dios que yo no estaba seguro que lo fuera, porque podía ser simplemente que yo estaba en un momento en que esta iglesia necesitaba un pastor, y yo podía hacerlo y como yo siempre he resuelto necesidades pues estaba recibiendo una necesidad. Yo no estaba seguro de que fuera Dios activamente, aunque Dios me había dicho ya que Él quería que yo pastoreara esta iglesia. Pero yo por fe se lo entregué a Él, y dije, “Señor, tú quieres que yo pastoree esta iglesia, yo lo voy a hacer,” y tuve que poner mi deseo de escribir durante 25 años y yo dije siempre, Señor, si tú quieres hacerlo en algún momento tú lo vas a permitir. Y quizás me voy a morir y nunca lo voy a poder cumplir, pero yo creo que tú eres poderoso para hacer posible esas cosas. Y este año pasado, con dolor en mi alma, porque ese libro nació de un dolor, una espina en el corazón. Dios me dio la facultad en medio de tanto tiempo de trabajo y tanta cosa, de escribir ese libro. Que yo sé que es el inicio de muchos otros que Dios me va a permitir hacer para gloria de Él, porque cuando tú le das al Señor lo que tú más amas sin garantía de que vas a recibirlo, pero porque tú crees que Dios es tu proveedor. Pero me tomó 25 años, hermanos, para yo comenzar a ver la fidelidad de Dios en ese punto. Y hay otras cosas asimismo que Dios me ha dicho y todavía no las veo, pero yo sigo caminando. Si me muero sin verlas Él sabrá cómo me responde cuando yo llegue allá al cielo, pero yo sí creo que las voy a ver.

A veces dudo y agonizo, porque cuando tú le das al Señor, tú sirves al señor, simplemente espera, espera la Salvación de Jehová, porque vendrá en su momento. Y es esa zona donde dios nos prueba, esa zona donde Dios nos gradúa, hay que primero resolver controversias con el diablo, con los demonios, con la ironía, el cinismo de Satanás y la controversia que tiene con la raza humana y con Dios, y hay cosas que primero hay que resolverlas con él porque por alguna razón él tiene algún derecho aquí por un tiempo, y hay cosas primero que sólo se resuelven muriendo, sangrando y siendo crucificado. La sangre paga precios que usted no entiende, ni yo. Y no solamente Jesús tuvo que ser sacrificado. Y hay cosas que hay que hacerlas, primero hay que pagar un precio, hay que sangrar, hay que morir, hay que disminuirse para que se puedan cumplir contra el diablo que es el legalista más terrible que hay. Algo tiene que pagarse, misterios de las cosas de Dios, hay que dar en la zona de la incomodidad donde le duele.

La viuda dio todo lo que tenía, y Jesús dijo, ésa ha dado más de quien diera millones de dólares, por eso tantas viudas en la biblia porque es que las viudas eran símbolo de todo lo que se da cuando no hay nada, sólo muerte y carencia. Dios alaba esas mujeres, alaba esas figuras que dan de la nada, de lo vacío, de lo pobre, de lo mínimo, de lo negativo. La conclusión es esa y cuando le damos al Señor en esa zona de lo incómodo, de lo sacrificial, es allí donde somos verdaderamente bendecidos, hermanos. Ese tipo de ofrenda glorifica a Dios grandemente, desata la gran bendición de Dios. La viuda opone una objeción racional y lógica a la petición de Elías. Si usted tuviera que darle la comida de su hijo a un hombre que llega a la plaza de la ciudad, sin usted saber quién es, que le dice yo soy un siervo de Dios dame a mí comida, mire hermano, usted lo mandaría a freír papas por allá, este es un charlatán. Este es un sinvergüenza. Y a qué madre se le puede acusar de no ser sabia y prudente cuando dice, mira yo no te puedo dar la comida de mi hijo, de mí misma. Y en cualquier situación eso sería lo razonable, pero mire muchas veces cuando Dios quiere hacer algo extraordinario, te pide algo extraordinario a ti. Te pone a veces a prueba, hay veces que hay que darle a Dios irresponsablemente, escandalosamente.

Sabes cuando dice la Palabra, Dios ama al dador alegre, la palabra alegre en el griego original es una palabra más bien quiere decir como loco, hilarious, esta es la palabra, hilarious –es la palabra de la persona que da a carcajadas, la persona que da en una locura. A Dios no se le da ni siquiera con una sonrisa, se le da con carcajadas. O que llegara el día en que nosotros le diéramos al Señor riéndonos a carcajadas, laughing all the way to the bank, en realidad. Esta mujer le opone una objeción racional. Quién puede culpar a alguien que diga, mira en este tiempo yo no puedo dar, yo prefiero mejor esperar un tiempo en que las cosas estén mejores para yo ser generoso, para dar. Y que yo tenga a alguien un poco más confiable que este mero hombre, pastor Miranda, pidiéndome, si viene un angelito por allí y me lo dice yo, entonces, quizás voy a dar. Pero es un hombre, común y corriente, que está diciendo, dame a mí primero, al Señor, y no le opongas lógica. Cuando nosotros damos frecuentemente, así, a veces nosotros oponemos ¿no? Esas razones, razonables, valga la redundancia.

Por qué la viuda le responde, “mira no puedo ahora. Me voy a morir, ya no me queda nada.” Todo lo que ella le dice a Elías es una imagen de negatividad, la viuda le responde a Elías lo que yo llamo una mentalidad de carencia. Ustedes recuerdan cuando predicamos el sermón hace un tiempo atrás, de Josué y Caleb. Josué y Caleb y los diez espías. Había una división. Yo decía que hay dos mentalidades en el pueblo de Dios. Una es una mentalidad de suficiencia y posibilidad y otra es una mentalidad de carencia y de imposibilidad. Y que el pueblo de Dios siempre se divide entre esas dos dimensiones, Josué y Caleb representaban el pueblo que cree, que mira lo positivo, que mira al Dios que está allí, que mira al que los ha llamado, mira al que ha prometido, no mira los obstáculos. Los que viven conforme a carencia, miran los obstáculos, miran al enemigo, miran la altura del monte, miran lo cerrado del camino, miran lo seco del desierto, miran lo imposible de la empresa y miran lo grande del gigante. Miran lo pequeño de ellos mismos y esa gente nunca recibe lo que Dios tiene para ellos. Esos diez espías se quedaron en el desierto, sus esqueletos se quedaron allí y ahora son parte del polvo, de la tierra seca del desierto. Josué y Caleb, solamente dos de doce entraron a la tierra prometida, porque había en ellos un espíritu diferente dice la biblia.

Qué interesante, dos de doce, sabe cuánto es, es 1 de 6, lo cual quiere decir, 16.6 -17%, casi 20% Y esta mañana, yo compartía con los hermanos algo interesantísimo, y es lo siguiente. Con todo esto de los bancos y las negociaciones nos han pedido una inmensidad de cifras y de detalles, increíble. Cantidad de cosas. Y gracias al Señor, nosotros hemos mantenido récords muy preciso que nos han permitido darle a los bancos todo lo que ellos nos han pedido, peor una de las cosas que ellos nos pidieron fueron cifras de mes por mes, semana por semana, tres meses, cuánta cantidad y cuántas personas dan cierta cantidad de dinero y tuvimos que proveerles todo eso. Por primera vez, tuvimos que ponernos a examinar esas cosas de esa forma y miren qué interesante lo que descubrimos, y de paso les digo hermanos, sabe qué, yo nunca miro quién da diezmos de iglesia. Durante 24 años, 25 años de ministerio, yo nunca me he puesto a mirar una planilla, y esta vez tenía las planillas frente a mí y obvie, no miré quien diezma en esta iglesia. Porque yo siempre he dicho yo no quiero que eso impacte ni influya sobre la manera en que yo trato a nadie, ni quiero que eso contamine mi mente en absoluto y no miré, pero sí tomamos números y cosas, y es interesante lo que salió a la luz. Porque tenemos que hacer muchas gráficas.

Siempre los expertos en mayordomía de las iglesias dicen que el 20% de las congregaciones, el 20% de la gente de una congregación, generalmente da el 80% del dinero. Y saben lo que sucedió cuando nosotros miramos los números, que el 20% de esta iglesia da el 80% del dinero. El 20% da y yo dije guau, y qué predecibles somos los seres humanos. Ahora yo sé que esto es apretado lo que yo estoy diciendo, hermanos, pero relájese. Yo quiero bendecirlo a usted. Es que así mismo como 2 espías, 2 solamente tuvo la visión de ver que Dios quería hacer y de creerle a la promesa de Dios y 10 no tuvieron esa visión, y 2 fueron bendecidos, nuestro nieto se llama Caleb por alguna razón. Y, esas son la gente que marcan la historia, esas son la gente que marca el pueblo de Dios. Cuántos Josués hay en esta iglesia ahora misma, y cuántos hay que tienen los nombres de los diez espías, quién sabe, porque nos sabemos siquiera los nombres de ellos. Se murieron en el desierto hermanos. Pero 2 de 12, y 2 de 10, se atreven a creerle. Ese es como un número paradigmático que divide al pueblo de Dios.

A través de la historia, y eso todavía qué misterioso son los procesos de Dios, los procesos del espíritu. Hermanos, yo les quiero decir, si esta iglesia, por ejemplo si en esta campaña todo el mundo que puede dar, diera modestamente, nadie tendría que sacrificarse. Déjenme decírselo así sencillamente. Si todo el mundo que tiene que diezmar, diezmara, hermanos nosotros seríamos una de las congregaciones más poderosas y ricas de toda la región. Y una de las cosas que a mí me preocupa como pastor, aprovecho para decirles, es que nuestra iglesia sigue creciendo numéricamente pero no necesariamente sigue creciendo a la manera que debe crecer financieramente. Ahora, qué quiere decir eso, que cada vez hay más presión sobre los servicios de la iglesia porque tenemos que hacer mucho más con relativamente menos. Las bocas espirituales aumentan pero no la provisión. Y eso entonces hace que mucha gente se sienta, ‘oh no me visitaron, no me llamaron, no me hicieron…’ no hay, aunque entra mucho dinero, pero así sale, son muchas las propiedades que Dios nos ha dado, muchos los ministerios, muchas las cosas y nosotros hacemos rendir cada centavo, aquí no se gasta nada de que no sea absolutamente necesario, se lo puedo decir. Pero, qué pasa, si seguimos así si más gente no crece espiritualmente y se une a las filas del creerle a Dios, y darle a Dios, la iglesia va a crecer en cierto sentido, pero va a en calidad de su mantenimiento, de su planta física, de sus servicios, de su pastorado, todas estas cosas, y por eso es que ustedes tienen que crecer. Muchos de ustedes tienen que crecer rápidamente, porque lo que Dios quiere hacer es grande. Muchos de ustedes tienen que romper el cascarón, están metidos en una camisa de fuerza, de incredulidad.

Y yo les animo en el nombre de Jesús, eso se los digo proféticamente, estoy hablando ahora en palabra profética, rompe el cascarón, ese cascarón te está asfixiando, no te está protegiendo, te está asfixiando, es una camisa de fuerza, te está impidiendo que tus alas se expandan para que tú puedas volar como Dios quiere que tú vueles. Créele al Señor, párate sobre la Palabra de Dios, la Palabra profética, muere a tu razón, muere a tu comodidad y Dios te va a bendecir. No vivas en la mentalidad de carencia, no mires lo feo, lo siniestro del ambiente, mira al Dios que dice, “Yo soy igual en la tormenta, soy igual en el día de sol, soy igual en el desierto y soy igual en la tierra fértil, yo no cambio, para mí no hay difíciles, no hay imposibles, todo es sí, todo es posible, todo es fácil, todo es presente.” Ese es el Dios que tú sirves.

Elías le dice a la mujer, -ya voy terminando- “no tengas temor, no tengas temor.” Ese 'no tengas temor’, es una palabra como yo decía al principio, es una palabra para nosotros, esa es la respuesta divina, una y otra vez para el pueblo de Dios. “No tengas temor, recuerda eso, no temáis manada pequeña, a vuestro Padre le ha placido daros el reino, todo es de ustedes.” Dios te dice no temas, si me das a mí por fe no te faltará más adelante. Al contrario tendrás más de lo que tenías antes de darme. La pregunta es, ¿le vamos a creer a Dios? ¿Le vamos a creer a Dios? Esa es la pregunta siempre.

Elías le dice ‘no temas, hazme a mí primero’ yo les decía que ese es un principio de la vida de mayordomía, a Dios hay que darle primero. Proverbios, 3, 9. Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todo tu fruto, primicias, primicias… lo primero, lo primerizo, y cuál será el resultado, serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto. Cuando tu le dabas primicia, si usted tiene una concordancia, de esas concordancias completas, busque cuántas veces aparece la palabra primicia en la biblia, para que usted entienda que ese es un principio absoluto usted tiene que decirle a Dios, buscar primeramente el reino de Dios y todas estas cosas que la gente se mata tratando de conseguir serán añadidas. Busque después, Deutoronomio 26, versículo 2, “entonces tomará de las primicias, de todos los frutos que sacares de la tierra y que Jehová tu Dios te da y las pondrás en una canasta e irás al lugar que Jehová, tu Dios, escogiere para hacer habitar allí su nombre.” Qué dice el señor, mira toma de lo que tú has recibido, coge lo mejor, coge lo escogido y llévalo al lugar donde tú te nutres, donde está la presencia de Dios, donde tú estás militando, donde estás recibiendo y entrégaselo al sacerdote que está allí, hoy soy yo, mañana puede ser otra persona no importa, entrégaselo porque esa persona me lo va a rendir a mí. Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano después que tú hayas dicho, declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová, nuestro Padre, que nos daría. Cuándo usted le da al señor, cuando usted reconoce que lo ha bendecido a usted y que ha sido fiel. Muchos de nosotros hemos venido a una tierra que no es nuestra, y aquí Dios nos ha bendecido, aquí muchos de nosotros hemos comprado casas, hemos conseguido trabajo, el otro día, yo he visto un hermano centroamericano con un tremendo aparatito que se pone aquí, pajareando, como decimos nosotros. Aquí con uno de esos celulares, aquí verdad, se veía bien bonito, bien grande, hasta creo que una joyita tenía allí, y yo jocosamente le dije a Meches, ‘¿sabes qué? Ese en su país te aseguro que no tendría uno de esos hoy en día.’ Se lo dije así de juego solamente. Sabe qué y es así hermano, muchos de nosotros hemos sido bendecidos en esta tierra. Nacimos, ya usted sabe, con una mano delante y otra atrás y Dios nos ha bendecido, nos ha prosperado. Y cuando nosotros reconocemos todo lo que Dios nos ha dado, es por eso que nosotros tenemos que darle al Señor, porque no nos ha faltado en el camino. Y por eso Dios les dice, cuando tú lleves tu primicia a donde el sacerdote, di, “declaro hoy…” declaro es una palabra legal, documental, “declaro hoy a Jehová, tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová, nuestro Padre, que nos daría.” En otras palabras, cada vez que usted le dé al señor, cada vez que usted le dé su diezmo, que usted le entrega al Señor una ofrenda, diga, ‘Señor, yo declaro y reconozco y confieso que yo he sido bendecido por ti, y por eso te doy.’ Dígaselo en su corazón, no diga pensando, ‘oh qué lata tengo que dar otra vez.’ No. Reconozca por qué usted está dando, que usted ha sido bendecido, y continúe, mire ese texto, yo no me voy a detener contra mi alma, porque hay tanto allí, léalo, 26, todo lo que le dice esa persona cuando le da al Señor, hay allí un principio de seriedad, de integridad, Dios me dio, Dios me llamó yo estoy dando según Él me ha pedido. Notar la generosidad de Dios, el agradecimiento que presupone el diezmo, y el darle generosamente al Señor.

Voy a saltar, voy a saltar simplemente. Hay mucho, mucho, pero quiero… ya voy a terminar. El resultado de todo esto, el resultado de todas estas cosas, y hay mucho que en otro tiempo, busque el sermón de la mañana, donde pude terminarlo. Cuál es el resultado de este proceso, que involucra riesgo, muerte al yo, muerte a los razonamientos, dar por fe, reconocer la generosidad de Dios, dar en la zona de la incomodidad, atreverse a creerle al Señor. El resultado de este complejo proceso revela un principio espiritual universal con relación a darle generosamente al señor. Y es el siguiente, póngase de pie yo quiero que lo leamos todos lo que sigue. Cuál es el resultado de todo esto que estamos diciendo. Usted lo puede repetir, y ustedes lo van a confesar conmigo porque yo creo que nada de lo que yo he dicho aquí se sale de lo bíblico, si yo he predicado algo, si yo he declarado algún principio que no está respaldado por la Escritura, yo les suplico que no me escuche y que cierre su corazón contra lo que yo he dicho. Pero si a todo lo que yo he dicho usted no puede encontrar un contraargumento biblicamente, entonces abra su corazón a lo que yo le estoy diciendo, porque es de Dios, y esto lo está impregnando, lo está secundando, lo está llenando para el resto de su vida. Si yo he predicado un sermón en la palabra de Dios es éste, si lo he predicado en el espíritu de Dios es éste, si lo he predicado en el espíritu profético es éste.

El resultado de este complejo proceso que vemos aquí, revela un principio espiritual universal con relación a darle generosamente al Señor y es el siguiente, diga conmigo: "Cuando nos arriesgamos para darle a Dios, cuando damos en la zona de la incomodidad, cuando damos más allá de nuestras posibilidades, cuando le damos a Él primero, no importa cuán escandaloso sea este acto a la razón.” Confiéselo, “Dios nos bendecirá.” Dígalo duro, “Dios nos bendecirá en una forma generosa, más allá de nuestras expectativas, y nuestra fe será fortalecida.”

Esa es la palabra del Señor para congregación León de Judah en estos tiempos nuestros hermanos. Señor te adoramos, te bendecimos, te exaltamos, te glorificamos Señor. Padre, yo sé que tú quieres marcarnos, Señor, con esta Palabra. Tú quieres marcarnos con esta vivencia, tú quieres graduarnos a un nuevo nivel de potencia como congregación, como individuos, como siervos tuyos en tiempos proféticos, Señor. Ahora entra esta Palabra en lo hondo de nuestro ser, Señor, y que sea un faro que dirija nuestra vida, nuestra relación contigo. Quebranta Señor, todo lo que no sea de ti. Y pon solamente lo que obedece a los patrones que tú has establecido en tu Palabra. Bendice este pueblo Señor. Yo entrego esta Palabra a ti para que dé fruto para gloria de Tu nombre exclusivamente. En el nombre de Jesús oramos. Amén, y amén, y amén. Gloria al Señor. Gloria al Señor. No deje que el enemigo le arranque esa Palabra.

Cada crisis es una oportunidad

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Anoche yo estuve compartiendo en la Iglesia del Pastor Alan Juárez, la Iglesia Cristiana Nueva Vida allá en East Boston. Anoche estuvo predicando el Hermano Rigoberto Rojas, que no sé si se recuerdan, él estuvo aquí predicando en el mes de noviembre, él es este Hermano de allá de Costa Rica, que Dios usa grandemente a ese nivel profético y mientras estábamos allí yo me impacté mucho con las primeras palabras que él usó para comenzar su mensaje porque él estaba diciendo que hay algo que Dios está haciendo con la Iglesia alrededor del mundo entero, hay algo que Dios está haciendo con su pueblo alrededor del mundo y sí obviamente se oye en términos de un gran avivamiento que Dios va a traer en medio de las vidas, pero los medios a través de los cuales ese avivamiento se dará, es lo que Dios está trabajando en particular, y Dios se está valiendo de cada una de las necesidades, de cada una de las circunstancias, de cada una de las situaciones que sienten y padecen sus hijos alrededor del mundo entero para glorificar su nombre.

Y eso anoche fue algo que resonó tanto en mi corazón, porque viendo yo el tiempo el cual nosotros estamos viviendo, yo puedo decir con una gran fe y certeza de que algo Dios tiene en sus planes para la Iglesia suya hoy Día… Algo Dios tiene en sus planes para usted que está aquí sentado hoy, algo Dios tiene en los planes que tiene para usted que me está viendo a través de esa computadora, algo Dios tiene para los planes en la Iglesia en España, en Italia, en Roma, en Argentina, en Costa Rica, sea donde sea, Dios tiene planes para su pueblo.

Ahora hay una clave bien esencial para nosotros verdaderamente recibir ese tipo de Palabra, y eso es el elemento de la fe. Si no tenemos fe mis hermanos, esa Palabra va a sonar como una bobada a los ojos- a los oídos de muchos, si yo no tengo fe mi experiencia cristiana se queda corta, si yo no tengo fe yo puedo estar escuchando por mil y una formas de que Dios quiere traer un avivamiento pero si no tengo la fe para creerlo, ese avivamiento no va a llegar a mi vida, podrá llegar a otro pero a mí no. Si yo no tengo la fe para creer que Dios tiene todas las cosas bajo control y que todas las cosas obran para bien de aquellos que aman a Dios, esa Palabra no va a funcionar para mí. Por lo tanto, mis hermanos, yo puedo comprender y yo puedo entender, que hoy más que nunca Dios está llamando a su pueblo a que pueda vivir en una dimensión de fe sobrenatural. Que sí podamos tener nuestros pies en la tierra pero que nuestra cabeza, nuestra mente, nuestro corazón, nuestro espíritu, estén enfocados en la Gloria de Dios.

Yo quisiera hablarles hoy acerca de un tema que para mí, me está, como diría, quemando mucho en mi corazón. Y eso es la idea de vivir con una fe sin límites. Vivir con una fe sin límites. Tengo la presentación allí, gracias. Esto es algo que el Señor a mí lo ha puesto en mi corazón y yo entiendo que él me está retando tanto a mí como a cada uno de nosotros como pastores aquí en la Iglesia, muchos de los líderes en la Iglesia están recibiendo este reto de parte del Señor y nosotros creemos firmemente aunque las circunstancias parezcan ser adversas a nosotros, nosotros creemos que Dios va a hacer algo en estos días en medio de la Iglesia. Que no tan solamente va a hacer algo a nivel de los procesos de construcción por los cuales nosotros estamos pasando como Iglesia, sino que Dios va a hacer algo en cada una de sus vidas. Porque ustedes son la Iglesia, ustedes componen la Iglesia. Cada uno de ustedes con sus altas y sus bajas, con sus pros y sus contras, con sus buenas sonrisas, y su mala sonrisa, ustedes son parte de la Iglesia. Y algo Dios quiere hacer en medio de nosotros. Y para probarles esto yo les quiero contar la historia de un niño que se llama Juan Sebastián de Sidón. ¿Ustedes han escuchado la historia de Juan Sebastián de Sidón? Me imagino que no.

Como se lo traen al Pastor pues, me aprovecho yo y bebo yo un poco.

Miren, Juan Sebastián de Sidón es un personaje bíblico. Lo que pasa es que no le ponen nombre, yo le tuve que poner nombre a Juan Sebastián de Sidón. Y la historia de este niño para mí es bien particular, porque aunque muchos no le prestan atención, esta vez yo me enfoqué en la historia de este niño. Y este niño vivía con su mamá, una mujer viuda, y en aquél entonces diría yo que este niño tal vez tenía como unos 10, 11, tal vez 12 años. Este niño vivía con su mamá, y en el lugar donde estaban viviendo estaban pasando una gran necesidad. Había una gran sequía por ende si no estaba lloviendo los terrenos no estaban dando su fruto, y si los terrenos no estaban dando su fruto, eso significa que había una gran hambruna ocurriendo en el área también. La gente estaba viviendo en una escasez total. Y aquí yo me encuentro con la historia de este niño, de como él podía ver a su mamá que día tras día se levantaba, buscaba atenderlo, buscaba satisfacer sus necesidades más esenciales como poderle proveer un techo, poderle proveer alimento para que él pudiera comer, y a lo largo del tiempo, mientras que esta madre se iba dando cuenta que sus recursos se iban reduciendo, reduciendo y reduciendo, esta mamá ya iba pensando como que llegará el momento en que no vamos a tener suficiente ni para mi hijo Juan Sebastián ni para mí, sin embargo, poco a poco, ella iba racionando sus porciones. Y tal vez habían noches en las cuales Juan Sebastián le decía, “mamá, mamá puedo comerme una tortita de pan porque tengo hambre," y tal vez la mamá le decía, “Juan sabes qué hoy no te puedo dar esa tortita porque la vas a necesitar mañana.

Así que tomate un poquito de agua y trata de controlarte durante la noche y mañana entonces nos comemos la torta de pan.” Y así este muchacho, y él iba creciendo y con todas esas cosas, y yo me imagino que hay veces que él sí apreciaba los gestos de su mamá, pero que tal vez a veces los resentía porque tenía hambre, “hello mamá, quiero comer.“ Pero un día, llegó un hombre a la casa de esta mujer. Este hombre yo me lo imagino ya un hombre entrado en edad, su cara tal vez arrugada, tostada, por el sol candente del desierto, él lo más seguro llega con una capucha así tratando de cubrirse, con su bastón para poder caminar y llega a donde esta mujer y este niño comienza a ver la interacción entre su mamá y este hombre. Y tal vez desde su cuarto o del lugar donde este niño esté sentado él empieza a escuchar la conversación que se da entre ellos dos.

Primero él escucha que el hombre viene así bien confiado se quita su capucha y le dice, “mujer puedes traerme un vaso de agua.” Y ella, “sí como no,” va y le busca su vaso de agua. Mientras va caminando, el niño escucha que el hombre dice “oh, by the way, me puedes traer un pedazo de pan también, que tengo hambre.” Yo me imagino que este niño como que… “pero, ¿qué se cree éste? Si es un extranjero, viene aquí y pasa y no se da cuenta que nosotros la cocina está casi vacía ya y no tenemos suficiente y viene y se atreve a mi mamá que le dé, no tan solamente un vaso de agua sino que le de también una torta de pan. ¡Caray! ¿Qué se cree este hombre?” Y yo me imagino que este niño salió y fue donde su mamá y le dijo, “Mamá, ¿tú no estás pensando darle mi porción de pan a ese hombre verdad?” La mamá no le responde nada, y el niño como que se queda perplejo, “Okay, mamá no me respondió. ¿Por qué?” Y mamá sigue allí trabajando, en la cocina preparando la torta de pan, y vuelve y le dice, “mamá, ¿tú estás segura de lo que vas a hacer?”

Y yo me imagino que la mamé en ese momento dejo de hacer lo que estaba haciendo y miró a su hijo, y le dijo, “hijo, ¿sabes qué? Esta mañana yo me levante con una impresión en mi corazón, de que alguien iba a venir y yo tenía que hacer algo por esa persona. Yo no sé por qué, pero a mí me está, que este hombre que ha llegado es la persona a la cual nosotros tenemos que ayudar.” “Pero mamá, ¿por qué le vas a dar la torta de pan que queda para nosotros? Si eso es para nosotros, lo hemos estado racionando, no me dejaste comer anoche porque no tenías suficiente y, ¿se lo vas a dar ahora a él?” “Hijo, tranquilo. Vamos a hacer esto.” Y yo me imagino que el chico se quedó refunfuñando allí en la cocina y la mamá fue donde este hombre que si ustedes no han entendido todavía, les voy a decir su nombre, su nombre es Elías. Y la mamá va donde Elías, y le entrega no tan solamente el vaso de agua sino que también le entrega la torta de pan. Y yo imagino que este niño de repente se queda así asomado en la puerta y ve a Elías saboreándose la torta de pan. Y tal vez el niño se quedó salivando... “la torta de pan que yo me iba a comer”

Quién sabe si de repente se empezó a llorar y como que no puede ser posible y va y se encierra en la cocina y cuando el niño va a la cocina se encuentra con algo que él jamás se había esperado. De repente la tinaja de harina que estaba vacía estaba repleta desbordándose. La tinaja de aceite que solamente quedaba una gotita estaba también llena hasta el tope. Y el niño sale y grita, “¡Mamá, mamá! ¡Pasó algo!” Y yo me imagino la señora, “guau, pero, ¿qué pasó?” Y viene y trae a la señora, “mamá, ¡mira, las tinajas están llenas!” Y allí fue donde este niño reconoció que hubo una visitación de un poder sobrenatural sobre ellos dos como familia por la visita de este hombre. ¿Por qué? porque había una promesa de Dios en medio de todo este panorama.

Ahora la historia no se queda allí. Porque tal vez dos meses después a este niño le pasó algo. A nuestro querido Juan Sebastián le dio un dolor de barriga, que empezó a contaminarse con dolor en su pecho, de repente se estaba quedando corto de respiración y en cuestión de par de horas el chico expiró. Y nuestro querido Juan Sebastián dejó de respirar. Y allí va esta mujer, y va al aposento donde estaba Elías recostado, y le dice Elías, tenemos un problema y no se lo dijo tal vez así de calmado, lo más seguro estaba super desesperada. Y va y le dice a Elías, “Elías, qué he hecho yo contigo. O sea me pediste una torta de pan y sí hubo un milagro, se repartió ahora hasta le he podido dar a mi familia, y hemos podido comer. Pero mira, mira a mi hijo ahora, se me ha muerto,” y mira al muchacho allí tendido en la cama. Y yo me imagino que Elías, se compungió en el momento, lleva agarra este muchacho y se lo lleva arriba a su aposento y allí empieza a hablar con Dios.

Y dice, “Dios, ¿qué tú tienes con esta mujer? ¿Qué tú tienes con esta mujer que en media necesidad sí tu le proveíste, pero ahora su hijo, qué hizo el muchacho?” Pero Elías sabía en la dimensión en la cual él se estaba moviendo, que era una super, sobrenatural, y Elías hizo algo que tal vez para muchos de nosotros será algo raro, pero el texto dice que él se tiró tres veces sobre este muchacho llorando por él, a medida que se tiraba sobre este muchacho, el muchacho de repente… cogió aire, abrió sus ojos, y “ujh, ¿qué pasó?” “Nada, Juan Sebastián, no te preocupes, tú estás superbien, nada ha pasado, otro milagro, ven acá. Déjame llevarte donde tu mamá y vamos a hacer otras tortas de pan y nos las vamos a tomar con agua.” Y hubo un gran fiesta en el momento.

Saben qué mis hermanos, con una historia como esa, yo puedo decir que cosas así son las que Dios quiere hacer en medio nuestro ahora y aún mucho mejores. Hay muchos Juan Sebastianes en medio de nosotros, que Dios quiere ver y demostrarse en medio de ellos para que puedan ver el poder de Dios obrando en acción en medio de sus vidas. Pero para esto hace falta un elemento de fe que no podemos pasar por alto. Saben que hay algo bien interesante de esta historia. ¿De dónde era Juan Sebastián? ¿No es que dice el nombre de él? Juan Sebastián… ¿de dónde? De Sidón. El pueblo de Sidón. ¿Saben otro personaje bien importante que salió del pueblo de Sidón? Si nosotros leemos el capítulo anterior, de Primera de Reyes, Capitulo 16, ustedes se van a dar cuenta que hay un personaje que tal vez muchos cuando oyen el nombre de esa persona tiemblan, pero este personaje salió de allí. Primera de Reyes, 16, yo lo puedo leer, empezando en el verso 30, dice “Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer…” ¿A quién? A “Jezabel, hija de Et-baal rey de los…” ¿Rey de quién? De los sidonios.

Jezabel era del pueblo de la tierra de Sidón también. Y a mí me está tan interesante, que mientras que Jezabel se estaba dando la tarea de eliminar por completo a los profetas de Jehová, Dios por otro lado estaba enviando a uno de sus profetas a bendecir la tierra de donde ella misma salió. Cuando yo trato de pasar esta historia el contexto en el cual nosotros estamos, yo puedo pensar en un Estados Unidos de América que día tras día está buscando la forma de eliminar todo lo que tiene que ver con Dios, sin embargo, yo sigo viendo que Dios sigue escogiendo sus siervos y siervas para traer bendición sobre esta nación. Mientras que otros no están reconociendo el rol de Dios, Dios está reconociendo su rol con ese pueblo, con esa nación para seguir trayendo bendición aún cuando ellos no lo reconozcan. Y en el jamón del sándwich aquí se encuentran usted y yo. Porque usted y yo somos esos instrumentos de Dios para traer bendición en medio de esta nación. Amén.

Miren algo Hermanos, esta historia que yo les conté me da tres cosas. Que yo aprendí. Y las quiero compartir con ustedes. Lo primero que yo veo es que no importando las circunstancias de nuestra vida, las circunstancias que nos rodean, Dios es soberano, poderoso, y Él está en control. Podrá sonar bien simple, podrá sonar bien sencillo, pero estas son palabras que son bien profundas. Porque para yo poder declarar eso, significa que hay un nivel de fe interior, que me permite decir precisamente esas palabras. Saben qué, anoche mientras el hermano Rigoberto predicaba, a mí me gustó algo que él dijo en un momento, y lo voy a coger los créditos de él y lo voy a compartir con ustedes. Pero él anoche, él estaba diciendo que en ningún momento de su predica el mencionó la palabra crisis. En ningún momento. Y cuando la mencionó la mencionó para decir lo siguiente.

Él dijo que en el vocabulario de Dios la palabra ‘crisis’ no existe. Y él hizo una ilustración que me pareció tan particular, él se imaginó que Dios estaba así en su trono porque él está escuchando muchas oraciones de gente, “Señor estamos en crisis, ¡ayúdanos!” “esta crisis, esta crisis, y crisis, y crisis aquí y crisis allá, y crisis debajo de la bocina, y crisis debajo del asiento, y crisis con la nieve,” y el Señor como turbado, sale y dice, “pérate, pérate, déjame buscar mi diccionario un momento.” Y Dios coge y abre su diccionario... y Él empieza a buscar, “la C, Cr…“ y como que Dios tiene esta cara así perturbada y de repente llama al Arcángel Gabriel, “Gabriel, ven acá un momento, yo necesito que me ayudes aquí, ¿dime tú, si en este diccionario, tú ves la palabra ‘crisis’?

Y Gabriel se asomó, y “es que Dios, ¿tú sabes qué es lo que pasa?” le dice Gabriel, “lo que pasa es que como tú eres soberano, esa palabra no existe.” Pero, entonces, a ese relato yo le quiero añadir otra cosa, y el asunto fue que entonces a Dios se le ocurrió, “perate, déjame buscar mi libro de sinónimos,” y va y se saca su libro de sinónimos y lo abre… y él empieza a decir: “Crisis, crisis, crisis; no encuentro la palabra ‘crisis’” pero de repente se encontró con un sinónimo para Dios de crisis.” Y ese sinónimo significa, ¿sabe qué? Oportunidad. Y yo confundí el español de ustedes allí, bien feamente, pero en el vocabulario de Dios, crisis significa oportunidad.

Eso es lo que una crisis significa para Dios, y ¿saben qué? Yo quiero explorar algo con ustedes, porque yo entiendo que hoy más que nunca Dios nos está llamando a nosotros a vivir en ese nivel de fe, que donde nosotros podamos percibir una crisis que se nos ha designado a nuestras vidas, o que estemos en medio de una, que podamos decir: No, es todo lo contrario, es un sinónimo perdón, es una oportunidad. Miren, muchos de nosotros o algunos de nosotros tal vez nos hemos enfrentado o nos vamos a enfrentar a que tal vez cuando usted llegue a su trabajo le digan, “no podés trabajar aquí más.” Y usted se encuentra con eso y a usted se le va a caer el mundo, le van a arrancar la alfombra debajo de los pies y va a caer en el piso. Tal vez algunos de ustedes, y me voy a asegurar de que no repita lo mismo que dije esta mañana, algunos de ustedes, puede ser que mañana usted tenga una cita en el médico y cuando le vienen a dar el diagnóstico le dicen, “mira hemos encontrado un nódulo en tu pulmón y te tenemos que hacer una biopsia,” lo dije esta mañana fue una autopsia. ¡Ya maté a la persona! dije… exacto, sí, ya estaba poniendo a la persona allá como que muerta. No, no, no, no. “…le tenemos que hacer una biopsia para asegurarnos de que no sea nada malo,” y usted recibe esa noticia, y ya usted se pone en un ámbito de crisis, así como, “guau, espérate, aquí está sucediendo algo que yo no me esperaba.”

Va por allí en la calle y Dios no lo permita y yo reprendo al Diablo, pero de repente usted pega los frenos y su carro resbala y va a parar en contra de un poste y lo digo de nuevo reprendo al Diablo eso no va a suceder, no va a suceder, pero eso puede ser una crisis que de repente usted diga, “yikes, ¿y ahora qué hago?” Lleva tanto y tanto y tanto y tanto y tanto tiempo, tanto tiempo, esperando para que sus papeles de inmigración se cuadren de una vez y por todas y cuando usted va a su próxima cita le dicen, “guau, tienes que esperar 3, 4 años más porque ahora no tenemos solución.” Arrgh, una crisis allí en la cara de nosotros. Pero Dios lo que nos está diciendo es que en vez de ver una crisis que veas una oportunidad para que su poder se pueda manifestar en medio de tu vida.

Miren mis hermanos ustedes me ven que yo estoy hablando bien animado de esto pero a mí se me está haciendo bien difícil compartir este mensaje, porque yo mismo tengo mis luchas muchas veces con esos mismos principios de la Palabra de Dios. Suena bien bonito, suena bien inspirante, pero cuando, como se dice en inglés, ‘when the rubber hits the road,’ cuando el fuego quema, por así decirlo, uno se dice, guau, o sea, ¿qué puedo hacer para poder vivir en ese nivel? Y yo quiero animarte diciendo, mis hermanos, que esta dimensión de fe no se puede vivir en tus propias fuerzas, las tienes que vivir con las fuerzas que te da el espíritu de Dios, porque cuando estamos hablando de una fe sobrenatural, es precisamente sobrenatural. No estamos hablando que es una fe natural que, que sale de nosotros, digo, sale de nosotros pero sale a través de la fuerza y el poder el Espíritu Santo obrando en nosotros.

Y miren qué interesante porque a Dios le da con moverse en esos niveles cuando más feas se nos ponen las cosas. Cuando todo estaba de color rosa, peaches and carrots, todo está bien, ah pues estamos tranquilos, pues sí yo tengo fe, la vivo y todo tranquilo pero cuando las cosas se ponen difíciles, entonces es cómo que “argh, Dios, ¿por qué estás tú trayendo esto a mi vida ahora? Yo soy un hijo tuyo. Yo soy una hija tuya, ¿por qué tu me permites vivir esto ahora? Mi esposo me dijo que se quiere ir de la casa porque no me soporta más, ¿por qué después de 8, 10, 15 años de matrimonio? ¿Por qué esto tiene que salir ahora? Y allí es mis hermanos, es allí en ese punto, es allí en ese nivel, es allí donde uno se cree que ya no hay esperanza, que esa fe, que esa fe sobrenatural, que emana del corazón de Dios tiene que tomar acción en nosotros. Es allí cuando uno se está sintiendo que está siendo abarrocado con todas estas presiones que uno tiene que sacar la fuerzas de donde uno no las tiene, y poder decir Señor esto es lo que me dicen las circunstancias pero yo creo en lo que tú me dices a mí.

Y esto me lleva a mi segundo punto, mis Hermanos, porque Dios se mantiene fiel a sus promesas y él se va a encargar de proveer a cada una de las necesidades de sus hijos e hijas. ¿Sabes qué? A mí me gusta que cuando yo digo que Dios se mantiene fiel, es como si Dios se atreviera a retarnos a nosotros, bueno, no se atreve, él lo hace, nos reta. Si usted ve el pasaje, Malaquías 3, 10. Que es un pasaje que nosotros conocemos muy bien. Malaquías 3, 10… se me perdió Malaquías. ¡Ay, mirá! Okay. Malaquías 3,10. “Traed todos los diezmos al alfolí y hay alimento en mi casa,” y, ¿qué es lo que dice después? “Probadme mis Hermanos.” Miren esa palabra del mismo Dios, pruébame, es como si Dios te dijera ‘provócame, tú quieres ver, do you want to see if I'm from real, go ahead, make my day.’ ‘Tú quieres ver si yo soy real, ven provócame, hazme el día.’ Es como si Dios trazara una línea en el piso y se para en esa línea, y te dice de aquí yo no me muevo, yo te di una promesa y yo voy a cumplir con esa promesa.

Ahora, pero es bien interesante mis hermanos, que cuando Dios da una promesa yo no puedo encajonar a Dios en mis propios parámetros mentales y humanos que son tan limitados, tan chicos y tan imperfectos. En mi capacidad humana, yo no puedo concebir el que Dios se limite a lo que yo quiero y en la forma en que yo lo quiero, y cuando yo lo quiero. Si yo hago eso yo estoy ofendiendo a Dios. Digo yo, yo le puedo decir a Dios sí me gustaría que hicieras esto, y esto, y esto, pero en último caso él es el que tiene la última palabra no soy yo. Así que yo debo de reconocer mis hermanos, que cuando yo me acerco a él y cuando yo veo que mi capacidad humana ha llegado a su límite, que es cuando ya no logro entender por qué de las cosas, el por qué de las cosas, allí entonces es donde la fe sobrenatural, esa fe que no tiene límites se activa. Y empieza a llevarte a ti a otro nivel.

Esa es la fe que cuando tú te encuentras delante de esas crisis, que yo mencioné hace un minuto, o tú te enfrentas delante de ellas es que tu fe entonces puede decir, tengo esto delante de mí, estoy bien claro al respecto, no estoy siendo irrealista si las ignoro. Yo las reconozco, pero yo también reconozco que yo tengo un Dios que se mantiene fiel, yo tengo un Dios que tiene control de todas las cosas, yo tengo un Dios que aunque yo tenga que pasar por un período de prueba por un momento, yo sé que tengo un Dios que me va a sacar de allí y me va a poner en un lugar que es más alto que yo mismo. Me va a poner en esa roca que es más alta que yo. Saben qué mis hermanos, hoy más que nunca, el Señor quiere que nosotros aprendamos que no podemos ponerle límites a nuestra fe, ¿saben qué? Aunque cueste, esa es una de las partes más difíciles.

Si queremos ver a Dios obrando en nuestras vidas como nunca antes lo habíamos visto vamos a tener que pasar por episodios donde va a costar, donde va a costar tener que tener que sacrificar de lo nuestro para que Dios verdaderamente se pueda manifestar. Como la mamá de Juan Sebastián, que ella reconoció en su corazón que algo estaba ocurriendo y estaba tomando un sacrificio bien grande de dar todo lo que tenía para entregarlo a este siervo de Dios, porque de alguna manera u otra Dios iba a proveer. Hubo una palabra que Elías le dio a esta mujer, y ella decidió creer esa Palabra. En la misma forma Dios nos da a nosotros una Palabra de que él se va a mantener fiel y de que él va a proveer, usted tiene la opción si va a creer esa Palabra o no, si no la cree pues se va a perder la aventura, si decide creerla, get ready for the ride. Yo lo digo una vez más, mis hermanos, Dios está haciendo, ha hecho y va a seguir haciendo cosas grandes en medio de su pueblo. Y nosotros nos tenemos que preparar para verlo.

Pero para poderlo ver nos vamos a tener que preparar y hacer sacrificios. Sacrificios no por hacer un sacrificio, sino un sacrificio de fe para ver a Dios obrando en una forma poderosa. Yo lo creo mis hermanos, que a nivel de iglesia nosotros como iglesia, como cuerpo de Cristo, yo estoy seguro que nosotros vamos a ver a Dios obrando en una forma grande y poderosa en medio nuestro. Que tal vez cuando el mundo está diciendo esa iglesia está loca en tirarse a construir un edificio ahora, sabes qué nosotros nos reímos delante del mundo porque es una promesa que se nos ha dado y nosotros nos estamos moviendo al nivel y al estándar de esa promesa. No nos movemos al estándar de este mundo, sí maquinamos y hacemos las negociaciones que se tienen que hacer pero sabemos que nuestra fe esta puesta en otro nivel, y es a ese nivel en donde nosotros nos movemos.

Te dicen te quedaste sin trabajo, Okay, tú reconoces que vas a tener un tiempo de presión, que vas a tener que buscar otro pero tú sabes que tu fe está puesta acá arriba, y es esa fe que te mueve. Tuviste una pelea con tu esposo, con tu esposa, sea como sea y tu sabes, reconoces el trauma, reconoces el problema, pero también sabes que por encima de esas cosas hay una fe que te está moviendo. Puedes tener una persona por la cual tu hayas estado orando por años y no ves ningún cambio todavía y tu reconoces eso que está delante de ti pero también tenemos que poner nuestra fe acá arriba, de que Dios, Dios, Dios, Dios va a obrar algo en medio de esa persona, en medio de esa vida, en medio de esa circunstancia.

Dios no quiere que le pongamos límites a nuestra fe. Dios quiere que nosotros veamos... que lo que podrá parecer imposible, para Dios es bien chévere, que posible. Saben qué mis hermanos, hay algo que yo quiero hacer, una de esas locuras que se me ocurren a mí a veces, bueno no se me ocurren, sino yo entiendo que Dios pone en mi corazón. Lo hice esta mañana y lo quiero hacer con este grupo otra vez. Esta mañana cuando yo me desperté, que estaba repasando mis notas, Dios puso una impresión en mi corazón, que yo me quedé como que, “guau, Señor, ¿tú estás seguro?” Esto podrá parecer algo ilógico para muchos si lo hago, pero el Señor lo seguía poniendo allí en mi corazón. Y yo sentí que el Señor me dijo, mi Dios- mi pueblo quiere ver milagros, y yo lo quiero dar, pero ellos tienen que tomar acción, ellos tienen que tomar acción. Así que haz, y yo, “fine.”

¿Cuántos de ustedes tienen su celular con usted ahora mismo? ¿Tienen su celular? sáquenlo por favor. Y ustedes que nos están viendo por el internet también saquen su celular. Y si los músicos pueden pasar por aquí también que me ayuden por favor, venid. Saben, hay algo, si usted lo cree hermano dígame, ¿usted cree que Dios está haciendo algo en medio de esta iglesia? ¿Usted cree...? Ahora, exacto. Si lo tiene apagado, préndalo, porque lo vamos a usar. Si lo tiene en vibrador, quítele el vibrador, sea lo que sea, sáquelo. Saque su celular. Y yo quiero que usted vaya pensando en una persona que usted sabe que las palabras que hemos discutido, que hemos hablado aquí, que esa persona necesita escuchar esas palabras. Yo quiero que usted piense en una persona que necesita escuchar. Por favor, si me pueden poner la computadora de nuevo. Una persona que necesita escuchar que alguien le diga lo siguiente: “que Dios está en control, que Dios va a proveer y que esa persona no le ponga límites a su fe.” Así que yo quiero que ahora mismo usted tome un momento para pensar en esa persona, piense en esa persona, y vamos a orar antes de hacer esa llamada. Yo quiero que de aquí hagamos esa llamada ahora mismo.

¿Saben por qué lo estoy haciendo así? Porque el Señor puso en mi corazón esta impresión, que de aquí es como si fuera el efecto de una bomba, que cuando explota algo aquí se riega, su efecto va a llegar a donde quiera que esas llamadas se estén enviando. Y esa llamada la vamos a hacer en fe, la vamos a hacer en fe, aún si usted tiene que gastar minutos de su plan, bueno no minutos, le voy a pedir 30 segundos nada más. Bueno es domingo, verdad, so no se preocupen por los minutos. Miren se lo voy a poner en la pantalla para que no se les olvide. Por favor no me miren con caras como que a Omar se le fue un tornillo de la cabeza, no, no, no, no, no voy a aceptar esa mirada, reciba esto con fe mis hermanos. Porque usted va a hacer una llamada a una persona que necesita un toque, una visitación por parte de Dios, y yo creo que a través de esa llamada Dios va a tocar el corazón de esa persona. Si usted no lo quiere hacer, si usted no se siente seguro, segura, fine no lo haga, piérdase la bendición de no ser parte de algo que Dios quiere hacer con esa persona, pero si usted cree que Dios tiene el poder para conmover el corazón de una persona por algo tan simple y sencillo como una llamada de teléfono, agarre ese teléfono entonces.

Yo quiero que usted haga lo siguiente, llame a esa persona, si la persona le contesta hable con la persona y dígale, mire estoy en medio de la iglesia, estoy en medio de servicio, y tal vez la persona, “peor y tú estás loca, me estás llamando en medio de un sermón,” sabes qué, dile, “mira te quiero decir algo rapidito. Dios está en control, Dios te va a proveer. No le pongas límite a tu fe. Te quiero mucho, bye bye” enganchan, ya. Si te sale la máquina del mensaje, le dejas el mensaje. Le dejas el mensaje, que esa persona reciba el mensaje después. Pero el asunto es que nosotros en fe vamos a expandir Bendición a esas personas que usted tiene en su mente ahora mismo. Así que coja su teléfono en su mano y ore conmigo, ore conmigo ahora mismo.

Padre yo estoy haciendo esta acción en fe, Señor Jesús, porque hay personas que necesitan un toque tuyo, y esas persona, Señor Jesús, las tenemos como un contacto aquí en nuestros teléfonos pero tu las tienes en el contacto de tu corazón, así que Padre ahora mismo, esta llamada que vamos a hacer, yo la consagro a ti Señor Jesús. Que estos próximos 30 segundos, estas palabras, este mensaje que vamos a enviar a estas personas, Señor, lleguen a lo más profundo de su corazón, Señor Jesús, y que puedan hacer un cambio grande señor, que traigan un sentido de esperanza, que traigan un sentido de paz a sus corazones. Así que bendice a mis hermanos y hermanas, a medida que marcan esos números, Señor Jesús, y que tu gracia y tu poder esté en medio de esa conversación. Por tu Hijo Jesús. Amén. Y amén. Hermanos, hagan esa llamada. Yo me voy a mantener aquí orando, haga esa llamada en fe.

El poder de la fe (Parte 2)

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Quiero invitarlos a buscar de nuevo en Segundo de Crónicas, Capítulo 20. Recuerdan ustedes que ahí estuvimos el domingo pasado en ese texto y dijimos que como no lo pudimos terminar íbamos a continuar hoy con él porque tiene todavía muchas enseñanzas que darnos y se me quedó la mitad del sermón en el tintero, como dicen por allí, y quería terminarlo porque es un sermón muy, cómo dijéramos, fructífero, tremendamente ungido, mucha enseñanza. Recuerdan que en este año Dios nos ha dicho que él quiere que caminemos por fe, caminemos en fe, que aprendamos a ser un pueblo de fe, un pueblo que le crea a Dios. Y yo, mi promesa y mi compromiso es en todo lo posible tener una serie de sermones que nos ayuden a entender esos principios de fe.

Dice la Biblia, el justo por la fe vivirá o por su fe vivirá. Es decir, la estructura esencial del Reino de Dios es fe, esa es la energía básica, es la mentalidad básica, es el fundamento básico, es el paradigma para usa una palabra dominguera básico del pueblo de Dios, es la fe. El hombre, la mujer de Dios no vive la vida y no procesa los eventos y las circunstancias de la vida como los procesa la persona que no conoce a Dios. El hombre, la mujer de Dios, el hijo de Dios tiene que ir haciendo un cambio en su mente, tiene que cambiar de forma de pensar y entonces vivir la vida a la luz de principios muy diferentes a los principios que se usan en el mundo. Y por eso requieren lo que la Biblia llama una renovación de la mente, una transformación, un cambio de forma de pensar.

En la Biblia se habla de metanoia, eso es en el griego original, meta noia, meta en griego quiere decir cambio, y noia es mente, entonces una de las cosas esenciales, cuando uno entra en los caminos de Dios uno tiene que cambiar de mente. Es como si a una computadora le sacan el hard drive antiguo que tenía y le ponen otro hard drive. Es como, la gente que usa computadoras PC, personal computers, y las personas que usan Apple, son como dos naciones diferentes. La gente que le gusta la computadora Apple juran que son mejores y es como una cultura diferente y así la gente que usa las PC, las computadoras Dell o Hewlett Packard o todo esto, tienen otro programa, otra forma. Las dos hacen prácticamente lo mismo pero son como dos culturas diferentes. Y así pasa con el pueblo de Dios, el pueblo de Dios tiene una computadora diferente y procesa los asuntos de la vida en una forma diferente, un programa diferente. Y ese programa se llama fe. Ahora fe, es una cosa muy compleja. Fe tiene muchas capas y muchos elementos dentro de ello. Pero lo principal es eso que tenemos que cambiar de mente.

¿Cuánta gente entra a los caminos de Dios y no cambia de mente? Se quedan igualitos como eran, son dementes pero no cambian de mente. Y Dios quiere que cuando entremos a sus caminos aprendamos a funcionar y pensar en una forma diferente. Y uno de los textos más poderosos en ese sentido es Romanos, Capítulo 12, creo que es, no tiene que buscarlos, si quiere búsquelo pero, dice allí que no se conformen, no se acostumbren a esta época en que ustedes viven, sino, dice, transfórmense por medio de la renovación de su mente. En otras palabras, mucha gente, muchos cristianos nunca cambian de actitud y de manera de pensar, están en la iglesia pero la iglesia no está en ellos. Entonces, cuando viene el problema en la vida, cuando viene la oferta de trabajo, cuando viene la oportunidad de escoger un compañero de matrimonio, cuando viene la oportunidad de definir su forma de hacer negocios o de finanzas usan lo que la cultura les dice que deben hacer y conjugan la vida conforme a los patrones seculares racionales, mentales de la humanidad que no conoce a Dios.

Ahora, el hijo de Dios, la hija de Dios se supone que cuando entra a los caminos del Señor entienda que está entrando como a otra dimensión donde hay leyes diferentes, donde algo parece que es un animal pero es un ave, y otra cosa parece que allá en ese mundo dos y dos son diez, no son cuatro. Y entonces uno tiene que aprender una matemática diferente, una aritmética diferente, una ciencia diferente y mucha gente no hace esa transición entonces es importante que ustedes entiendan, hermanos, que al ustedes entrar a los caminos de Dios hay un cambio que se espera. Usted ya no piensa como piensa la gente común y corriente, hay una matemática diferente y esa matemática está basada en fe. Hay matemáticas que están basadas en el principio de decimal, otras son binarias o lo que sea, nosotros usamos una matemática basada en el número diez, uno a cero, uno, dos, tres, cuatro, nueve, diez, y ahí se repite. Hay diferentes matemáticas, así pasa también, hay diferentes modelos. Hay un modelo que es el modelo bíblico, el modelo espiritual y Dios quiere que usted aprenda. Y mi deseo en esta serie es ayudar aunque sea un poquito en su vida y compartir con ustedes principios que les ayuden a pensar en otra manera y que sea esa manera bíblica. Y al examinar estos textos yo espero extraer de ellos verdades que se pueden aplicar a cualquier situación universal.

Una larga introducción, ¿verdad que sí? Vamos al texto ahora, Segunda de Crónicas, Capítulo 20, y les voy a resumir simplemente. Usted puede irlo leyendo mientras me escucha. ¿Qué vimos allí el domingo pasado? Una crisis: el rey Josafat, un hombre que es, como yo decía, un hombre común y corriente, normal, es un rey pero no es un gigante espiritual, no es un hombre tremendamente espiritual y consagrado, tenía sus errores. Pero era un hombre que le creía a Dios y tenía eso, que tenía fe. Y Josafat recibe una terrible noticia de que viene un ejército muy poderoso contra Judá y que están a unas millas de distancia y se van acercando poco a poco y ese ejército es tan poderoso que Israel no tiene fuerzas para resistirlo, se requiere algo sobrenatural porque humanamente no hay posibilidades.

Y Josafat, ¿Qué hace Josafat? Clama al Señor, convoca a una gran reunión de parte del pueblo. Llama a todo el mundo a reunirse en la plaza de la nación y allí oran al Señor y claman a Dios. Y en la reunión de momento al clamor del pueblo Dios responde hablándole a un hombre que está allí, un hombre de Dios que se llama Jaaziel, y Jaaziel recibe el espíritu de Dios. Yo decía el domingo pasado, que importante es que en nosotros haya fe para recibir el espíritu de Dios cuando viene a nuestras vidas y que podamos discernir lo que Dios nos está diciendo, y que haya un pueblo que crea en los dones del Espíritu Santo que son para todos los tiempos. Porque si en una iglesia no se cree que Dios habla en forma sobrenatural, ¿saben qué? Dios no va a hablar. Pero donde hay un pueblo de fe como este pueblo que le creyó a Dios y se reunieron para orar y un líder, o líderes que creen en Dios, hay oportunidad para que el Espíritu Santo hable.

Dios habló a través de Jaaziel, Dios le dio a Jaaziel en ese momento una palabra profética, y eso es muy importante para lo que voy a decir. Le dio una palabra profética donde Jaaziel le dijo al pueblo, ¿saben qué? no miren a esta multitud, no le teman por grande que sea, que viene contra ustedes, miren hacia Dios y crean que Dios está con ustedes. No tienen que pelear porque la batalla es de Dios y no de ustedes, les dijo Jaaziel. Que importante es, hermanos, que nosotros las luchas de la vida las emprendamos creyendo que no estamos solos.

Estos son tiempos difíciles. ¿Cuántos saben que estamos viviendo tiempos difíciles? Las estadísticas económicas son negativas, y hay intimaciones de sequía y carencia en el aire y si usted cree que solamente está usted contra el mundo hay toda la razón para desesperarse. Pero si usted cree que usted no está solo y que la batalla es de Dios y no solamente suya, eso le va a dar fuerza y ánimo para seguir adelante.

Y yo espero que ustedes, mis hermanos, sepan que ustedes no están solos. Y el Señor ha dicho, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas. Y eso no se lo dijo Dios solamente a Josué sino que se lo dice a cada hijo de Dios. El Señor Jesucristo dijo, hoy aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Estos son tiempos, hermanos, para que cada hijo de Dios cuando vea esa multitud que viene en contra de uno, sepa que la batalla no es suya sino que es de Dios con usted y que usted le crea al Señor. Estos son tiempos para que el pueblo de Dios aprenda a vivir por fe, aprenda a vivir conforme a los principios de la Escritura. Dios nos está dando el privilegio, hermanos, que no tienen muchas otras generaciones de vivir en tiempos donde se va a hacer más importante que nunca que nosotros pongamos en práctica los principios espirituales y que se ponga a prueba nuestra fe y que nos veamos obligados a vivir por fe. Porque ¿saben qué? muchas veces nosotros como que vivimos por fe, pero por si acaso reservamos también otro recurso, por si nos falla la fe y como que somos binarios y bicamerales y somos un poquito de fe y un poquito de carne y de mente humana. Eso se llama ser de doble ánimo y el Señor dice, mire, el que sea de doble ánimo no espere que va a recibir nada del Señor.

Pero yo creo que estamos viviendo unos tiempos que van a poner a prueba a la gente y yo no creo que solamente con respecto a las finanzas, yo creo que estamos entrando en tiempos difíciles de la humanidad y en esos tiempos verdaderamente se va a decir el justo por su fe tendrá que vivir. Donde vamos a tener que poner a prueba los principios espirituales y donde la gente va a tener que decidir si es de Dios o si es del mundo, donde no va a ser suficiente tener una capa de espiritualidad y de religión sino que va a tener uno que ser genuino y auténtico. La espiritualidad va a tener que ir hasta la raíz misma.

Usted ha visto esas maderas hoy en día que tienen una capita de madera buena y abajo es cartón, hay pisos hoy en día que usted los pone, los que son carpinteros saben eso, hoy en día hay pisos que tienen un milímetro de buena madera y abajo es plywood o madera bien barata. Pues ¿saben qué? Dios, y así son muchos cristianos, tenemos una capa evangélica por encima, pero debajo lo que hay es cartón o plywood. Y Dios nos va a probar por fuego.

Y dice la Biblia que cuando seamos probados por fuego se va a ver si hay paja, si hay madera o si hay acero y joyas preciosas. Y Dios no quiere gente con una capa evangélica, Dios quiere gente que se le mete un tornillo hasta abajo es madera buena. ¿Cuántos pueden decir amen a lo que estoy diciendo? No sé, a mí me gusta esa comparación, no se si le gustó a usted, a mí me gustó. Porque muchas veces, como les digo, vivimos con una capa religiosa por encimita nada más pero por debajo lo que tenemos es carnalidad y humanismo. Y Dios quiere que nosotros, estos tiempos que estamos viviendo que aprendamos a ser gente de fe ciento por ciento.

Esta gente que estaba aquí estaba en crisis. No les podía salvar su ejército, no les podía salvar su estrategia, no les podía su economía, no tenían aliados que pudieran venir a sus recursos, se vieron obligados a tirarse a los pies del Señor y decir, Padre, ten misericordia de nosotros.

Óigame es bueno a veces estar contra la esquina porque ahí a veces salen cosas que ni siquiera sabíamos que teníamos. En tiempos de prueba es donde el pueblo de Dios verdaderamente saca lo que tiene. Dice la palabra de Dios que vuestra fe siendo probada como el oro redunde en bendición y en gloria para el Señor.

Y yo creo que como Josafat y el pueblo de Israel nosotros vamos a tener que creer que Dios está con nosotros porque sino vamos a desmayar y nos vamos a deprimir. Mire, y esto quizás no era lo que estaba en mi sermón pero es parte del sermón y es parte de ese concepto de vivir por fe.

Hermanos, mire, yo le decía alguien antes de ayer, tenía una conversación por teléfono, esta persona perdió su trabajo, es una persona trabajadorísima, yo lo conozco de varios años, una persona muy diestra en su trabajo manual que hace, y ha sido muy bendecido y prosperado. En estos días se ha quedado sin trabajo y está bajo presión económica, y en nuestra conversación nos dimos ánimo y yo le decía a él que en última instancia, hermanos, la carta final que se juega el hijo de Dios, usted sabe que hay una carta que nadie le puede quitar a usted, aunque todo el mundo se despedace sobre usted y encima y al lado de usted, hay una carta y es que usted sabe que su alma nadie la puede tocar, su espíritu el diablo no lo puede tocar y que usted es un ciudadano de la eternidad, usted no es de este mundo. Y dice la palabra que teniendo sustento y abrigo debemos estar contentos con eso.

Y ¿saben qué? cuando yo pienso en nuestra vida, hermanos, mire, nosotros estamos tan llenos de tantos juguetes en nuestra vida que no son necesarios para la vida, tenemos tostadoras que te cantan cuando terminan de tostar, tenemos camas que uno se mueve y el otro no lo siente, tenemos teléfonos con 17 diferentes sonidos que usted le puede poner el que usted quiera, y carros que prácticamente nos abren la puerta y nos invitan a entrar y nos la cierran después, y tenemos tantas cosas que en realidad no son necesarias para la vida. Y a veces Dios nos quita todos esos andamios y nos deja en centro nada más para que aprendamos que mire, yo no necesito tanto juguete, yo no necesito comer chicken cordon bleue con aceite de oliva virgen y que esto y que lo otro. Mire, si Dios me ha dado un plátano vacío con un poquito de aceite, una cebollita con vinagre, yo estoy feliz con eso. Uno no necesita tanto para.. quien sabe si Dios quiere que por un tiempo aprendamos a ir al centro nada más de la vida y a estar contento con eso hermanos. Uno no necesita tanto para vivir.

Mire, tres cuartas partes del mundo vive con un quinta parte de lo que nosotros tenemos. Y a veces nosotros vivimos como allí que si pierdo esto, si pierdo lo otro me voy a morir, me voy a pegar un tiro. Mira, tu vas a descubrir que no lo necesitabas después de todo y que algunos de nosotros necesitábamos menos calorías de todas maneras y qué bueno ahora ya no tenemos que preocuparnos de que tengo sobrepeso.

Mire en última instancia dice el Señor es sustento y abrigo, usted necesita un techo sobre su cabeza, una comidita para comer y una ropa que vestir, eso es todo. Lo demás eso es icing on the cake, como dicen, eso es crema sobre el bizcocho. Y esa es la carta que yo al final digo, mira, al final de cuentas yo soy un hijo de la eternidad, al final de cuentas nadie me puede arrancar la bendición de ser un hijo de Dios. Mi destino está asegurado.

Ahora, dentro de eso yo sí voy a pelear por mi bendición aquí en la tierra, pero no me voy a aferrar a ella. Así que yo le digo a los hermanos, miren, lo que tenemos que hacer es hacer un ejercicio mental y es pensar en la peor situación que pueda suceder en mi vida y pensar, ok, bueno, digamos si yo pierdo mi casa y pierdo mi carro, ¿puedo yo seguir viviendo? Y usted se va a sorprender que la respuesta es sí. Usted puede seguir viviendo. Ok, haga ese ejercicio en su mente, entrégueselo todo al Señor, y diga, Padre, lo que tu me quieras devolver devuélvemelo y lo que te quieras llevar, llévatelo. Eso es tuyo de todas maneras, y ¿saben qué? Dios le va a decir, no te preocupes, perdiste eso pero te voy a dar como Job diez veces más de lo que tenías. Uno siempre puede volver a comenzar.

Si pasara lo peor, que no tiene que pasar, no tiene que pasar, no estoy diciendo que va a pasar, pero si pasara lo peor tu vas a descubrir que aún así todavía tu tienes todo lo que tu necesitas para ser una persona feliz. La palabra del Señor dice, aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo Jehová me recogerá.

Y yo creo que es importante que nosotros desprendamos de nuestro corazón la avaricia, la vanidad, el materialismo, el apego a los juguetes y que aprendamos a vivir en el Señor. La Biblia dice, no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Es una invitación al hijo de Dios a vivir en los principios del espíritu y no en las cosas de la carne. La persona que ama la materia nunca va a ser libre, va a estar encadenada y esclavizada a la materia. El cristiano que se despega de la materia entonces es el único ser que puede disfrutarla verdaderamente porque los demás son esclavos de la materia.

Ahora, cuando tu puedes vivir sin la materia entonces puedes disfrutar de la materia. Eso es que te estoy diciendo es muy profundo, escúchalo y medítalo bien. Cuando tu te has liberado de las cosas materiales y de los objetos y del dinero, entonces cuando Dios te da el dinero y te da los objetos tu puedes disfrutarlos, y si te los quitan vendrán otros mejores todavía. ¿Cuántos de nosotros vivimos pobres en nuestros países y llegamos aquí y Dios nos ha bendecido y nos ha prosperado? Y miren a veces éramos más contentos antes que ahora porque ahora todas las cosas que tenemos nos mantienen despiertos de cómo las vamos a retener.

Dice la Biblia que dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco, dice, pero al rico no le dejan dormir las ganancias, dice la Biblia y a veces nosotros tenemos tantas ganancias que no dormimos bien. Y sin embargo la gente pobre se acuesta y pone la cabeza sobre la cama y a veces se quedan dormidos inmediatamente. Se levantan por la mañana, cogen una hierbita, hacen un te y un pedazo de pan con un poquito de mantequilla si acaso y están felices. Y los niños crecen saludables y aman a sus padres y no es que yo esté glorificando la pobreza, le estoy diciendo, yo amo las comodidades, pero no quiero depender de ellas.

Y por eso es que yo digo que en este tiempo quizás Dios está llamando a muchos de nosotros a aprender verdaderamente dónde reposa tu felicidad, en qué. Es una invitación a visitar lo esencial y a vivir por lo esencial. Nos están quitando todos los andamios para que entendamos que tenemos que vivir por fe. Y gloria a Dios. Después quiero hablar sobre eso, de cómo uno puede vivir en tiempos de sequías y ser feliz.

Y una de las cosas que voy a decirle aquí, aunque de nuevo, me estoy apartando un poquito, pero no, esto es parte del sermón. Mire, una de las cosas que vamos a tener que aprender es aprender a vivir en comunidad más. Esta es una sociedad individualista, cada uno, válgasela como pueda, sálvese como pueda. Everybody on his own y cada cual independiente. Es una sociedad atomizada donde no hay verdadera comunidad compasión, compañerismo, espíritu de familia, de amistad, de apoyo mutuo. Y en estos tiempos de sequía Dios quiere que nosotros nos apoyemos mutuamente.

Mire, si usted ve alguien que necesita y usted tiene, compártalo. Ojalá llegara un día en que tuviéramos que hacer una reunión aquí en León de Judá por la mañana y traer todo el mundo un poquito de comida y compartirlo todos aquí como se pueda. Gloria a Dios si es así, mire, amen, es un privilegio vivir en comunidad. Es un privilegio si usted sabe de un trabajo, pues refiere a su hermano. Estas ocasiones son ocasiones para que las comunidades se estrechen lazos, que cada uno se convierte en guarda de su hermano, que nos invitemos a comer a la casa, que nos refiramos de recursos que sabemos, que nos demos ánimo unos a otros, que apreciemos más los momentos de compañerismo y de conversación, que amemos más nuestras familias, que compartamos nuestros temores unos con los otros. Que lindo es eso.

Sabe que en las sociedades industrializadas y ricas lo que primero se pierde es ese sentido de compañerismo, la gente se convierte en gente egoísta, gente materialista, gente que piensa en ellos, en lo suyo. Por eso es que esta crisis ha venido a esta nación, porque el egoísmo ha cundido en las corporaciones, las finanzas, el gobierno, por eso estamos como estamos, porque eso no es un buen fundamento para una cultura y una comunidad. La comunidad se nutre donde hay compasión, donde hay amor, donde hay compañerismo, donde hay compartir recursos, donde el fuerte ayuda al débil y cuando el débil se fortalece entonces ayuda al fuerte que quizás entonces está débil. Eso glorifica a Dios.

Y cuando una sociedad fluye conforme a principios de gracia, misericordia, amor, verdad, justicia, compasión, esa sociedad es bendecida. Pero cuando fluye conforme a principios del fuerte comiéndose al débil, el que sabe más engañando al que sabe menos, el fuerte explotando al débil, el pobre sufriendo cuando el fuerte lo explota y lo engaña, esa sociedad está maldecida y tarde o temprano termina perdiendo. En esta crisis se han perdido trillones de dólares. ¿Por qué? es que cuando usted edifica sobre arena tarde o temprano se desploma todo. La gente se engaña creyendo que está ganando cuando engaña a los demás, pero no saben que es simplemente están posponiendo el desastre, y cuando venga el desastre van a pagar con intereses lo que ganaron.

Sabe que esta crisis no ha sido solamente los pobres, mucha gente rica, millonaria y que se hizo rica a expensas, han perdido también muchísimo. Este país ha perdido casi la mitad de su riqueza en estos últimos meses y es que Dios es muy claro en sus cosas. El mundo procede conforme a principios espirituales en última instancia, no es conforme a principios materiales, racionales. Y nosotros que somos los hijos de Dios tenemos el privilegio de entender eso y la oportunidad de vivir conforme a esos principios de fe, del espíritu.

Y yo les suplico, hermanos, que vean este tiempo como un privilegio en que Dios nos dice, ¿saben qué? te voy a dar el privilegio de de morir a tu yo y a tu carne y de vivir verdaderamente una vida legítima y auténticamente cristiana. Y eso es un privilegio. Aunque haya guerra es un privilegio. ¿Por qué? Para qué vive un soldado en última instancia? Es para esos pocos tiempos en que viene guerra. Cuando viene la guerra un soldado se ve obligado a poner en práctica todo lo que aprendió. Hasta que llega el momento de guerra ese soldado no es un verdadero soldado, es simplemente una persona que se está entrenando. Pero cuando llega el momento de la guerra, que es un momento de agonía y de lucha, ahí es donde él entra en su destino y en su identidad verdadera.

Nosotros, como cristianos, tenemos la oportunidad de vivir aunque sea por un corto tiempo como verdaderos cristianos. Y yo les animo en el nombre de Jesús, no se atemoricen, por favor, estos son tiempos para que usted se ponga toda la armadura de Dios como dice el escritor de Efesios: Cuando venga el día malo, vístase toda la armadura de Dios y habiendo pasado el día malo que se le encuentre a usted parado firme.

Estos son tiempos para que no aloje en su corazón la ansiedad, no le de cabida en su espíritu a la depresión, no deje que las circunstancias le quiten el ánimo, no deje de conversar, de reírse, de decir chistes, de leer la palabra, de gozarse en las cosas importantes de la vida. Dígale que no al diablo cuando le venga a susurrar depresión o ansiedad o miedo.

Mire, hoy yo estoy aquí por esa razón, yo siempre digo, mira, aunque sea en un trineo pero yo voy a llegar a la iglesia, si puedo, porque yo tengo guerra, mire, yo tengo guerra a muerte contra el miedo, la depresión, las circunstancias adversas. Yo quiero darle la gloria a Dios y vivir por el espíritu no por la carne. No siempre lo logro pero en todo lo que yo pueda yo quiero vivir en esa forma la vida y como dice la Biblia, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. El Señor no sabe de circunstancias difíciles o de dificultades, para él todo es sí y amen.

Y nosotros somos sus hijos y tenemos la misma genética espiritual que tiene Dios la tenemos nosotros, porque él sopló de su esencia y de su naturaleza en nosotros. Así que como él vence con la fe que él tiene, que es infinita, nosotros vencemos con la fe que él nos ha dado a nosotros también. Cualquier situación que tu estés confrontando a mí no me importa cuál sea hay poder en la palabra de Dios, hay poder en los principios espirituales. Aprende a vivir por fe. Aprende a vivir conforme a los principios de la fe. Y eso es lo que yo quiero compartir con ustedes.

Josafat fue un hombre que cuando vino la prueba a su vida él no se metió en una esquina a deprimirse sino que dijo, vamos a convocar una gran reunión, vamos a reunir a toda la comunidad y vamos a orar juntos y vamos a clamar a Dios porque él es la única esperanza que tenemos, y en ese contexto de fe llovió y descendió el programa de Dios. Y Dios usó a Jaaziel y Jaaziel dio la palabra y vino esa palabra y miren el versículo 17, es un versículo que yo digo es un versículo preñado, es un versículo lleno de enseñanza. La palabra profética de Dios fue esta:

“… No habrá para que peleéis vosotros en este caso, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh, Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos porque Jehová estará con vosotros….” Gloria al Señor.

Mire, escriba ese versículo y póngalo en su refrigeradora, búsquese un imán y péguelo ahí en la nevera. Cada vez que usted abra la nevera lea ese versículo porque está lleno de enseñanza.

Lo primero que dice, hay muchos principios espirituales aquí, como les digo, voy a estar compartiendo esos principios espirituales de fe. Dice, no habrá para que peleéis vosotros… a mí me resulta revelador, en este caso. Digan todos, en este caso. ¿Por qué dijo el profeta en este caso? Porque en este caso Dios iba a hacer un milagro rotundo, claro y tajante. Era un milagro donde Israel no iba a tener que dar un tajo, como dicen los portorriqueños, no iba a tener que disparar un solo tiro. Dios lo iba a hacer todo. Lo único que ellos tenían que hacer era adorar al Señor y presentarse allí al campo de batalla. Y todo lo demás Dios lo iba a hacer él.

Y yo les digo que muchas veces, hermanos, en la vida de fe hay veces en que Dios va a actuar así, en que lo único que tu tienes que hacer es adorar al Señor, reclamar la palabra de Dios, declarar con tu boca que Dios es fiel, y Dios va a hacer la obra. Pero ¿qué pasa? En otras ocasiones, en otros casos, Dios va a requerir que tu te ciñas los lomos, te remangues la camisa y te fajes a trabajar duro. Y él va a trabajar a través de tus esfuerzos.

A diferencia, digamos, una persona que necesita un trabajo y está ahí en su cama con las frisas hasta el cuello, por la mañana, oh Señor envíame un trabajo, yo creo que tu eres milagroso, Dios, tu eres fiel. Y Dios dice, mira, levántate y busca un periódico, léelo y llama por teléfono y yo voy a bendecirte en ese esfuerzo y vas a conseguir lo que necesitas.

Hay casos en que Dios dice, mira, créeme y declara mi bendición y muévete por fe. En otros casos, Dios va a querer que tu te fajes a trabajar duro y que tu creas que en esa exersión de energía el poder de Dios va a estar contigo. Hay dos modelos de vida y a veces va a ser uno y a veces va a ser otro. Muchas veces Dios ha trabajado en mi vida a través de mis esfuerzos, ahora, yo siempre le doy gloria a él porque yo sé que mis esfuerzos fueron simplemente el vehículo que Dios usó para encarnar su poder a través de mí, porque él quiere que yo sea un varón esforzado y valiente así como quiere que tu seas una mujer esforzada y valiente. Es más, yo diría que en la mayoría de los casos Dios quiere que tu te esfuerces y seas valiente y él dice, yo te voy a bendecir en lo que tu emprendas. Si tu lo que necesitas es educarte, yo te voy a bendecir, pero vas a tener que pelar pestañas y vas a tener que estudiar, y vas a tener que fajarte, porque yo no te voy a dar esa A así por así simplemente, tienes que poner tu parte y yo te voy a bendecir y te voy a dar esa profesión que tu buscas. Yo te voy a dar esa bendición pero tienes que escarbar, buscar, tocar y pedir.

Y en otras ocasiones, sin embargo, Dios escoge, mira, hay veces que antes que tu abras tu boca ya Dios te ha bendecido. En este caso Dios le iba a dar una bendición casi gratis, en otros casos va a requerir esfuerzo. Un primer principio espiritual.

Segundo, el profeta dice, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros. Mire donde aquí hay la otra parte de eso que yo acabo de decir. Hay veces que, y es más, yo diría que siempre, el creyente tiene que aprender a encontrar lo que yo llamo, es como the fulcrum, es, como dijera, es el eje, es el punto central, es el punto de apoyo donde tu te puedes parar. Puede ser una palabra de Dios, puede ser una promesa, puede ser alguien que te da una palabra profética, pero como que nosotros los cristianos tenemos que aprender a pararnos sobre lo que Dios ha dicho y lo que Dios ha declarado. Por eso es tan importante que nosotros aprendamos bien la palabra de Dios y que cuando Dios te da una palabra para tu vida, o para una lucha, o un quest, una jornada, una aventura, que tu encuentres esa palabra en la Biblia que tiene que ver con tu drama que estás viviendo. Y cuando Dios te de esa palabra tu la recibes y como que haces una bandera de esa palabra y esa palabra va a ser el lema de tu batalla.

Muchas veces Dios me habla así, mientras yo estoy leyendo la Biblia como que un texto hace así como que cobra relieve y adquiere tres dimensiones y Dios me dice, ese es el texto que yo quiero que tu uses.

Cuando nosotros estábamos batallando aquí en el vecindario por recibir el permiso de la ciudad para comenzar el proceso de la construcción del santuario, había tantas luchas allá afuera y el vecindario estaba hostil porque Boston no es un lugar muy bueno para las iglesias tratar de construir, y no lo tengo por aquí, no me voy a detener a menos que lo encuentre muy rápidamente pero Dios me dio un salmo y yo puse en ese salmo una nota que, de nuevo déjeme ver si es el salmo 144. Yo escribí, esto yo lo escribí hace varios años, esa cosita aquí y la tengo ahí en el lugar, en el salmo 144 dice esta notita dice, salmo de mi batalla por la construcción del nuevo templo. Yo lo guardo allí donde está el salmo 144, ahí lo tengo porque fue un tiempo de mucha lucha.

Y mire uno de los versículos que Dios me dio en ese tiempo porque teníamos que ir a la ciudad a las agencias sociales de la ciudad, a los grupos de vecindario que no ven nuestra postura teológica con buenos ojos, y ellos tenían que soltar la bendición y dejar de pelear contra los permisos que la ciudad tenía que darnos. Ese salmo 144 en uno de los versículos dice, bendito sea Jehová mi roca quien adiestra mis manos para la batalla y mis dedos para la guerra. Dice misericordia mía y mi castillo, fortaleza y mi libertador, escudo mío en quien he confiado el que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

Estas palabras me dieron a mi fortaleza porque yo estaba peleando una batalla y yo sentí que Dios me dijo, mira, coge esa declaración y ve con ella al mercado y ve con ella a la pelea. Y yo recibí eso e hice ese salmo el lema de mi pelea.

En otra ocasión de crisis en mi vida Dios me dio hace tiempo otro texto, creo que es el salmo 40, si no me equivoco, o el 37 donde dice, usted me ha oído citarlo, pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y escuchó mi clamor y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso, puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos, puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios, verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová.

Y yo entré en un tiempo de prueba, duró meses pero yo me agarré de esa palabra y cada parte de ese texto me decía algo y me prometía algo y lo último que ese texto decía puso en mi boca cántico nuevo, y yo sentí que Dios me estaba diciendo, cuando tu hayas pasado por esta prueba tu vas a ser un hombre diferente, tu ministerio va a tener otras cualidades y yo voy a poner un cántico nuevo en tu boca. Y los que sepan de tu batalla y hayan visto el antes y el después, como dice aquí, verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová. Porque sabes lo que pasa, después que tu has pasado por las pruebas hay mucha gente mirando a ver si tu te vas a hundir y hay mucha gente esperando a ver si Dios lo va a sacar del aprieto, o si se va a hundir. Y hay otros que quieren que tu te hundas y tenemos una cantidad de testigos siempre alrededor de nosotros y Dios dice, no te preocupes que cuando hayan visto tu proceso y hayan visto como yo te puse en tierra firma, en roca segura, verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová.

Porque cuando la gente te ve pasar por la prueba y que tu sales oliendo a rosas y azucena dicen, guau, verdaderamente Dios está con él, Dios está con ella, y temen a Dios y confían en el Señor, y tu eres una fuente de aliento para otros. Por eso es que hay que encontrar esos textos y así yo les podría decir, Dios me ha hablado en este tiempo, por ejemplo, me ha dado textos para esta etapa del proceso de la construcción del templo y yo creo que estoy moviéndome en esas palabras. Esos textos me hablan a mí y me dan fuerza y yo me paro sobre ellos. Ese es mi punto de batalla.

Cuando yo uso la espada la uso parado en ese territorio porque los golpes de espada que tu das cuando estás parado sobre la palabra de Dios son diez mil veces más poderosos que cuando tu lo estás simplemente parado en otras cosas.

Entonces, el profeta dice, paraos, estad quietos. Mire, muchas veces, hermanos, el lugar más poderoso de un hombre, una mujer de Dios es la quietud, el descanso, porque cuántas veces la agonía y la angustia nos agota. Y yo le pido al Señor, Padre, yo no quiero vivir mi vida en agonía y en angustia, yo quiero vivir siempre renovándome como el águila, en el aire, cobrando nuevas fuerzas para poder seguir la batalla.

Muchos hombres y mujeres cuando trabajan y sirven al Señor se queman y mientras pasan los años, más se debilitan. Yo creo que el hijo de Dios debe ser lo contrario, mientras más se mueve en el poder de Dios y la palabra de Dios, y mientras más procesa los principios del Evangelio más fuerte debe ser. Y debe encontrar más quietud, y debe ser más económico en el uso de sus energías, y puede hacer mucho más desgastándose menos porque gasta menos gasolina, su motor, su transmisión se hace más eficiente y entonces consume menos gasolina y puede hacer más porque está cultivando quietud.

Mucha de la gasolina que nosotros gastamos es por ansiedad y preocupación. No dormimos bien, gastamos energía mental preocupándonos y anticipando el desastre y nos desangramos gotita a gotita, como una mujer con flujo de sangre: gotita a gotita se desangra y se debilita. Y así pasa con los hijos de Dios. Muchos de los decaimientos es por preocupación, ansiedad, no porque Dios quiere que así sea. Cuando uno aprende a estar quieto en el Señor eso es tu punto de poder.

¿Qué dice la palabra? Tu guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera. Estad quietos y sabed que yo soy Dios. Y tantos otros textos que nos hablan de la quietud.

Dice, en descanso y quietud seréis salvos, en reposo y descanso será vuestra salvación. Hay algo en la quietud, no quietud como cualquier quietud, es una quietud en Dios, es una quietud donde el diablo está rugiendo alrededor de ti, las tormentas están rugiendo alrededor de ti, te están susurrando destrucción que viene y tu estás tranquilito en el Señor, y tu aquietas como un maestro de budismo zen, como un samurái espiritual, tu te centras y dejas que el mundo gire alrededor de ti y tu te olvidas y te metes en el centro de Dios y encuentras ese lugar de quietud. Eso tiene un poder increíble.

Mire a Jesús en la barca, la tormenta alrededor rugiendo, la barca parece que se va a hundir, los discípulos se están volviendo locos de miedo y creen que la barca se va a destruir y está el Señor allí roncando a pierna suelta. Y se acercan a Jesús y le dicen, Señor ¿tu no ves que nos estamos hundiendo, qué te pasa, tu no nos amas? ¿Cómo te descuidas así? Y el Señor se despierta y ve alrededor y ve la tormenta y dice, paz, eso es todo lo que él dijo, estate quieta. Dicen que enseguida el mar se tornó como un vidrio, se tranquilizó todo y ellos se asombraron. Y el Señor les dijo, por qué temisteis hombres de poca fe.

¿Qué le permitía al Señor estar tranquilo en medio de la tormenta? El sabía quién él era, él sabía que él tenía una misión que cumplir, él sabía que él era Dios mismo y que esa tormenta no tenía poder. Mientras él estuviera en esa barca, esa barca absolutamente no se podía hundir porque él estaba parado en su identidad como Hijo de Dios.

Y es asi en la vida, hermanos, nosotros tenemos que decir, Señor, ayúdame a encontrar paz en medio de la tormenta, ayúdame a pararme en lo que tu has declarado, ayúdame a callar las voces del miedo y estar quieto.

Y sabe lo que pasa? Cuando usted se para sobre la palabra que Dios le ha dado, cuando usted se está quieto y encuentra el eje de su vida, usted tiene entonces ocasión de ver la salvación del Señor. Y entonces viene la bendición a su vida y puede que se tome meses, semanas, años, pero usted va a ver la salvación de Jehová y mientras tanto usted está tranquilo en el Señor, están rugiendo las voces pero usted está tranquilo. No ve lo que dice, ved la salvación de Jehová con vosotros, oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis. Hay veces que uno tiene que decirse a sí mismo, no temas y ni desmayes. Hay veces que la ansiedad viene de tal manera a su vida que si usted no se cuida usted se va a romper en pedazos de tanto temblor que tiene por dentro.

¿algunos de ustedes ha pasado por tiempos de esas horas de la madrugada en que viene la ansiedad y se le mete adentro como un demonio y usted dice, cómo voy a pasar yo el día hoy, qué me espera en este día? ¿Qué hace uno en ese momento, qué hace uno? Va a donde el médico para que le llene de pastillas la cabeza a uno y lo ponga como un zombi y busca refugio….? Mire, yo le digo si eso es lo único que usted puede hacer según su fe, si eso es lo que hay que hacer hágalo, no voy a decirle que no porque hay personas que quizás necesitan esa ayuda, pero yo diría que hay una mejor manera. Tómese una pastilla de fe y de poder de Dios y de bendición y promesa de Dios. Pruebe a Dios primeramente.

Hay muchas veces que lo único que usted necesita es aprenderse dos o tres o cuatro buenos salmos y recitarlos y usted va a ver cómo las aguas bajan de nivel enseguida, unos cuantos versículos que usted puede tirarle al diablo en la frente para destruir al gigante. Por eso es importante, memorice la palabra de Dios, tenga acceso a la palabra de Dios.

Hay mucha gente que el único tiempo que tienen contacto con la Biblia es cuando vienen a la iglesia y el resto de la semana nunca meditan sobre la Biblia. Yo creo que el hijo de Dios, la Biblia es su rifle, la Biblia es su espada, la Biblia es su weapon of choice y el cristiano guerrero tiene que, es como un soldado que si no aprende a usar el weapon, el arma, para qué sirve, y ¿cuál es el arma del cristiano? Es la palabra de Dios, es el recurso número 1 pero muchos de nosotros no hemos aprendido a usar la palabra.

Y yo creo que mire, I speak to you Young people, young adults, please learn, the old people, I’m going to use that term respectfully, they have learned the word of God by heart, many of them, they know it, they have memorized it. Their bibles are full of markings and the pages are weathered and broken up because they use it. Please, learn the word of God.

Estudien la palabra del Señor, jóvenes, métanse en una dieta de bible y memorícense la Biblia porque cuando la palabra de Dios vive dentro de ti tu puedes sacarla en momentos de necesidad y entonces puede venir la bendición. Hay momentos en que si tu sabes un versículo o dos o tres, eso es todo lo que tu necesitas para que venga la paz a tu vida. Y hay muchas veces que una palabra va a surgir en un momento de crisis y va a salir de tu boca, y tu no sabes dónde estaba esa palabra pero sale de momento y esa es la palabra que tu puedes ir al banco con esa palabra y va a haber bendición para tu vida.

Es necesario que estemos yenos de la palabra del Señor y que le digamos a nuestra alma, alma, tranquila, descansa. Para mí hay textos que me dan paz, me dan descanso. Por qué te abates, oh alma mía y por qué te turbas dentro de mí, espera en Dios porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.

Ve, cuando yo recito ese salmo, si hay tiempo de ansiedad yo puedo tomar la palabra del Señor y meterme dentro de ella y pronunciarla como si fuera yo, mi alma, hablándola, dice, como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan diciéndome cada día dónde está tu Dios. Hay muchas veces que la mente y la gente te dice así, aha, mira, tu que dices que Dios es tan fiel y que es tan bueno, ahora, por qué estás en esa situación? Entonces ahí usted tiene que decirle al alma, ¿por qué te abates oh alma mía y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios porque aún es de alabarle salvación mía y Dios mío.

Hay un momento en que usted tiene que hablarle a sus emociones con la palabra de Dios para que esas emociones se domen y asuman su verdadera postura, que es la postura de fe. Entonces, dice, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos. Hay que salir contra el problema. No esperes que el problema venga a ti.

Los hebreos estaban esperando a que viniera el ejército y Dios le dijo, no, salgan ustedes y encuéntrenlos en el camino. Ese principio, yo creo que lo mencioné el domingo pasado, no deje que los problemas ganen el control de tu vida. Cuando venga un problema a tu vida, sea familiar, matrimonial, salud, finanzas, emociones, lo que sea, no le dejes el problema tener soberanía y señorío sobre tu vida. No dejes que el problema te controle a ti. No te metas tanto dentro del problema que todo lo que tu veas es el problema, sino que en ese momento tu tienes que salir contra el problema, tienes que determinar una estrategia, tienes que ayunar, orar, clamar, buscar, tocar, recordarle al Señor lo que él te ha prometido, recordar los tiempos en que él te bendijo, si hay algunos ajustes que hay que hacer en tu vida, hazlos.

Si hay alguien a quien tienes que pedirle perdón, pídele perdón. Si hay algo en tu estilo de vida que tiene que cambiar, cámbialo. Si necesitas fuerza para romper una atadura, ve y búsquela del Señor. Si tienes que confesar algo, búscate a alguien discreto y dile, mira, yo hice esto y esto y esto y quiero que ores conmigo y que pidamos perdón juntos. Lo que sea, si necesita un trabajo, ora para que el Señor te oriente a donde tienes que ir. Si vas a perder algo, entrégaselo al Señor y ya, como yo decía antes, brega con tus emociones. Es decir, siempre hay algo que uno puede hacer porque lo que el diablo quiere que tu hagas es que tu simplemente te eches a morir, que temas y desmayes.

¿Qué quiere decir desmayar? Bajar la guardia, dejar que los brazos se caigan y decir, ya yo no puedo más, no hay solución, ya viene la destrucción a mi vida. Dios dice, no, sal contra el problema. Métete a pelear contra el problema y no te des por vencido. El hijo de Dios nunca se debe dar por vencido. Eso fue lo que dijo Churchill, Winston Churchill, cuando venían los alemanes y parecía que la maquinaria nazi era irresistible completamente y en el momento más terrible de la historia de Inglaterra, una islita pequeñita comparada con esa maquinaria inmensa, esa mole nazi, alemana que venía a destruir a los ingleses, él le dijo al pueblo inglés, nunca, nunca, nunca, nunca se rindan, nunca se rindan y si eso lo podía decir un hombre humano, carnal, secular, cuánto más lo debe decir el hijo de Dios.

Dice la palabra, ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo futuro, ni lo pasado, ni lo por venir, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Esas son palabras que están allí por eso nosotros no nos podemos dar por vencidos. Dice, antes en todas estas cosas somos más que vencedores, en todas las situaciones que puedan venir a la vida, el cristiano dice, ¿saben qué? Yo voy a pasar a través de esa lluvia de meteoritos y voy a salir al otro lado con mi nave. Y cuando haya pasado la lluvia y la tormenta yo simplemente voy a quitar las maderas que puse sobre las ventanas, voy a abrir para oír los pajaritos cantando otra vez porque yo no me voy a desmayar, no voy a darme por vencido nunca porque Jehová estará conmigo, con nosotros.

Dios está con nosotros. Les voy a pedir que los músicos pasen por aquí rápidamente. Hermanos, les dejo con un último pensamiento porque esto es tan importante, esto es quizás el core, el centro de esta palabra. Cuando Josafat escuchó la voz de Dios a través del profeta animó al pueblo a creerle al profeta que había dicho esa palabra porque la estrategia que venía a través de la boca del profeta era tan increíble y tan difícil de aceptar que Josafat tuvo que decirle al pueblo, crean esto que ustedes han oído. Porque a quién se le ocurre contra un ejército inmenso primero exponerse, abrir las puertas de la ciudad para ir y encontrar al ejército enemigo, cuando tu lo que tienes es un grupito de gente. Lo natural, lo racional, lo militarmente correcto hubiera sido trancar las puertas y quedarse adentro y resistir. Pero en este caso el profeta le dice, no, salgan ustedes y entonces les dice, mire, ni se preocupen por llevar armas, lleven más bien a los sacerdotes y lleven a los adoradores y pónganlos enfrente. Y cuando venga el enemigo, adoren y glorifiquen al Señor.

Mire, si usted no me cree, vaya allí, mire el versículo 21,dice, y habido consejo con el pueblo, puso algunos que cantasen y alabasen a Jehová vestidos de ornamento sagrados mientras salía la gente armada y que dijesen, glorificad a Jehová porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza Jehová puso contra los hijos de Amón, Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá y se mataron los unos a los otros.

La estrategia era alaba, glorifica, bendice al Señor y usa los músicos, los cantores, los sacerdotes y la palabra de Dios y ese va a ser el arma que tu vas a usar contra el enemigo. Era una estrategia loca. Mire hermano, la mayoría de las veces las estrategias del Señor son locas y Dios generalmente usa la debilidad contra la fuerza.

¿Qué usó con Gedeón? Cuando Gedeón fue contra los…. Bueno, después veremos, no se preocupen, lo que sea, eran enemigos, los madianitas creo que fue. ¿Cómo ganó Gedeón la batalla? Dice que cogieron cosas vasijas de barro y metieron antorchas dentro de ellas y rodearon al enemigo unos cuantos hombres, 300 de ellos, y en un momento quebraron todos a la misma vez los cestos de barro y gritaron, por Jehová y por Gedeón y eso hizo que el enemigo se confundiera y se mataron todos, unos a otros, y se ganó una gran batalla.

En otro caso los muros de Jericó estaban total….. ¿Quién se atreve a hacer eso hoy en día? Y una y otra vez uno ve que las estrategias de Dios, por eso es que yo decía, recuerden comencé esta serie preguntando ¿cómo será esto? Uno siempre se pregunta, ¿cómo se hará esto? Porque cuando Dios te dice yo voy a hacer un milagro en tu vida y uno a veces piensa en la magnitud del milagro, uno se rasca la cabeza pensando cómo, de dónde va a salir esa bendición que Dios dice que va a salir.

Pero ¿saben qué? Gloria a Dios que la estrategia no es tuya, es de Dios. Dios siempre tiene una estrategia y su estrategia es bien sencilla, bien fácil porque Dios es totalmente económico. Él no tiene que ponerse a elaborar una matemática bien completa y compleja, él tiene una respuesta sencilla. Uno se ríe a veces de las soluciones que Dios inventa. Y lo único que nosotros tenemos que hacer es caminar por fe, movernos por fe.

En este caso yo Dios le dijo, esto es lo que ustedes tienen que hacer, vayan, vistan a los sacerdotes, pónganlos delante y adórenme y yo me voy a encargar de lo demás. Ahora, a esto es que yo venía hermanos, cuando Josafat escucha él anima al pueblo a creer. Porque yo estoy seguro que la gente, hmmm, eso no es tan fácil así, eso no va a suceder de esa manera, comenzaron y entonces Josafat les dijo, miren, miren lo que dijo en el versículo 20, segunda parte:

Oídme Judá y moradores de Jerusalén, creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados. Se lo voy a leer una segunda vez: creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados.

Mis hermanos, esto que nosotros queremos hacer en medio de un enemigo económico muy poderoso no solamente quedarnos tranquilos y confiar en el Señor, sino proceder agresivamente a construir y a dar. En medio de esa crisis económica yo les estoy diciendo proféticamente, no solamente economicen, le estoy diciendo, denle al Señor.

Ahora, yo sé por ese silencio yo sé que muchos de ustedes no creen en lo que yo estoy diciendo en este momento. Por ese silencio yo sé que muchos de ustedes reciben lo que yo estoy diciendo con cierto temor, y es natural, y hasta con cierto escepticismo. Este es un vendedor de sirup raro diciéndome que lo compre que el pelo me va a crecer si yo lo uso. Mire, yo le estoy hablando, hermanos, esta mañana lo dije y vuelvo a decirlo, la construcción de este templo yo no la estoy prosiguiendo como pastor, la estoy prosiguiendo como profeta. Se lo digo así en esa manera, no tiene que aplaudir. Yo creo que estoy moviéndome en una energía profética. Yo creo que me estoy moviendo en algo sobrenatural porque yo les aseguro que lo que yo quisiera es quedarme callado y esperar, y simplemente decir, vamos a cerrar esta tienda y olvidémonos de ese sueño y vamos a pasar esto así nadie piensa que yo estoy obsesionado o que estoy explotando a la gente o lo que sea, y yo quisiera estar tranquilo en este tiempo, pero ¿saben qué? El fuego dentro de mí no me deja hacer eso. Yo pienso que si yo no hiciera todo lo posible por propiciar esto yo les estaría robando a ustedes la mayor bendición que Dios tiene para esta comunidad. Yo siento sinceramente que Dios ha escogido este tiempo para probarnos a nosotros como la viuda de Zarepta de la cual voy a predicar.

Esto que nosotros estamos viviendo lo estamos viviendo en el texto de la viuda de Zarepta. Yo les dije hace un momento que a veces hay textos que Dios me dice, este es el texto que tu tienes que usar para la batalla. Bueno, la batalla de la construcción de este templo es en la modalidad de la viuda de Zarepta, Elías y la viuda de Zarepta. Ese es el texto lema donde esta viuda tenía casi nada que comer, se iba a morir, dijo, yo lo único que me queda un poquito de harina y un poquito de aceite y Elías va donde ella y le dice, escandalosamente, dame a mí primero un poquito de comida y después coman tu hijo y tu y yo te prometo que no te va faltar comida ni aceite todo el tiempo de esta hambruna.

Óigame, con qué corazón le dice a una persona que no tiene casi nada, dame a mí primero de comer. Me meterían preso, me sacarían de la ciudad como un charlatán. Pero Dios le dice a esa mujer, dame a mí de comer primero a través del profeta y yo te prometo que a través de ese sacrificio, ese acto escandaloso yo voy a desatar la bendición en tu vida.

Esta mujer le creyó al profeta y dice que nunca le faltó comida a ella y a su hijo mientras duró toda el hambre en ese tiempo en Zarepta. Porque hay veces que Dios pide que tu hagas algo escandaloso para soltar la bendición en tu vida. Yo siento, hermanos, que si nosotros pasamos esta prueba la bendición va a venir a esta comunidad de León de Judá como nunca antes y que Dios nos está probando como hace tantas veces en la Escritura y te pone una adivinanza y te dice, si tu la resuelves yo te voy a bendecir después de ella. Si tu me das lo que tu más amas, le dijo a Abraham, si tu me das tu hijo, tu único hijo, es más, no le dijo que le iba a dar nada, le dijo simplemente, dame tu hijo, tu único hijo. Y Abraham se lo iba a dar, le iba a meter él mismo el cuchillo y Dios le dijo, aguántate, cada tu me negaste lo que yo te pedí te voy a dar hijos en abundancia, te voy a dar descendencia, te voy a enriquecer y vas a ser de bendición a otros.

Mis hermanos, cuando Dios le pide algo y ese algo es de él y es profético, métase en esa palabra y usted va a ser bendecido. No sé si me estoy haciendo claro. Créanle al Señor y créanle a sus profetas y serán prosperados. Vivan en la fe y vivan en la palabra de Dios.

Óigame yo les dije que este es un tiempo en que usted tiene el privilegio como pocas veces en su vida de vivir la palabra puramente. En estos tiempos que estamos viviendo de escasez la única gente que va a ser prosperada y bendecida serán los que encuentren la rendija de la palabra de Dios. Los que encuentren esa palabra para sus vidas, los que se muevan genuina y auténticamente en el espíritu, los que le quiten todo el polvo a la madera de encima, y la brillen, la pongan a brillar otra vez y saquen la espada mohosa que hace años que no la usan y la brillen y le pongan aceita, la pongan a brillar otra vez y comiencen a usarla. Esos son los que van a ser prosperado y bendecidos. Yo les planto en el nombre del Señor una semilla, viva en fe en este tiempo de su vida. Créale al Señor y usted verá que va a ser bendecido y prosperado.

Pongámonos de pie, hermanos, vamos a darle gloria y honra al Señor por todo lo que hemos recibido en este día. Internen su corazón allí, lo que usted ha recibido y dígale, Padre, lo meto bien hondo, esa semilla bien hondo en mi tierra y la declaro vivificada y despertada dentro de mí. Ayúdame a ser un hombre, una mujer de fe, ayúdame a ponerlo todo sobre la mesa y a vivir por tu palabra en el nombre de Jesús. Levanta, Señor, un pueblo poderoso, un pueblo de fe, un pueblo que le crea a su Dios y gracias porque tenemos el privilegio de aprender a vivir por fe, Señor.

Te adoramos y te bendecimos. Te entregamos nuestra vida, todo lo que tenemos, todo lo que somos lo ponemos, Señor, a tu disposición. Se glorificado, alabado sea tu nombre. Gracias Jesús. Amen y amen. Gloria a Dios.

El poder de la fe

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Segundo de Crónicas, Capítulo 20, comenzando con el versículo 1. Yo voy a estar en estos días hablando mucho acerca de esta dinámica de fe, la dinámica de la fe porque queremos engendrar fe en el pueblo de Dios y en mi propia vida también porque hay luchas grandes, hay tareas grandes, hay circunstancias alrededor de nosotros que exigen esa postura de fe y la Biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios. La fe es el conducto esencial para la vida del hijo, de la hija de Dios. No se puede ir mucho por debajo del elemento de la fe. No se ponen las cosas más simples ni más sencillas en la vida cristiana que hablando del concepto de la fe. Y este es un pasaje maravilloso porque para mí ilustra en una forma muy sencilla, muy escueta, muy gráfica la dinámica de la fe. Hay situaciones en la vida que son mucho más complejas en términos de cómo la fe y el poder de Dios se manifiesta y muchas veces en nuestra propia vida los elementos de fe se hacen más complejos junto con los elementos de la participación nuestra de los principios de la cruz y de la prueba en la vida del cristiano y otras cosas que ese mezclan y que hacen mucho más complejo el elemento de la fe.

Pero aquí tenemos el poder de la fe y los conceptos del espíritu expresados en una forma tremendamente clara, muy sencilla y por eso este pasaje es muy bueno. Porque aquí tenemos una crisis, tenemos gente que le cree a Dios, tenemos una oración y un clamor a Dios y tenemos un Dios que responde a esa fe y a ese clamor y tenemos una victoria sobre la crisis. Esos son los elementos claves de la vida de fe, están aquí retratados en una forma muy, muy clara y en una forma en que el pueblo de Dios no hace casi nada, excepto simplemente constituirse en un canal del poder de Dios por medio de su fe.

Es decir que lo que vemos aquí es fe como dijera yo, encarnada, fe gráficamente descripta, los procesos de la vida espiritual expresados en una forma tremendamente claros y sencillos. Este evento en la vida de Israel se dio durante el reinado del rey Josafat y habla acerca de una crisis nacional que viene a la vida de Israel. Un ejército inmenso ha salido de su país y se acerca hacia los muros de Judá, vienen a conquistar, vienen a destruir, vienen a poseer la tierra del pueblo de Dios. Es un ejército sin misericordia, violento, viene a matar, a robar y a destruir. Se desata una crisis nacional y Josafat entra en acción al respecto y al nosotros ver cómo se desarrolla esto vamos a poder entender un poco mejor cómo nosotros también podemos lidiar en la situaciones de la vida que nos vienen.

Ahora, yo les animo a pensar que fe no es solamente para resolver crisis, fe no es solamente para salir de apuros, fe también es para vivir la vida proactivamente, para vivir la vida positivamente, para impedir y prevenir las crisis, para vivir teniendo al enemigo en jaque mate, manteniéndolo a raya, manteniéndolo sujeto para que nuestra vida pueda prosperar y ser bendecida. ¿Hay alguien por lo menos que entiende lo que estoy diciendo aquí? ¿Cuantos pueden decir amen a lo que estoy diciendo? Amen.

Es decir, la vida cristiana no es solamente para ser vivida a la defensiva y para resolver crisis por medio de la fe, sino que sobretodo es para vivir en la bendición y la prosperidad de Dios porque Cristo ha dicho, yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. Él no dijo, yo he venido para que sobrevivan, sino para que tengan vida en abundancia. Amen. Y la fe es el canal, es el instrumento, es el conducto por medio del cual Dios puede realizar y ejecutar los buenos propósitos que él tiene para nuestra vida.

Entonces digo aquí, este pasaje es importante porque exhibe la dinámica de la fe en una forma clara y escueta. Ya dije, crisis, primero, después clamor, después intervención divina, y finalmente victoria. Cuatro elementos que son las cosas básicas de la fe, una situación de necesidad en nuestra vida, una petición a Dios, Dios entonces interviene y vemos un cambio, una transformación. Esa es la dinámica de la Escritura, desde Génesis hasta Apocalipsis, esa es la dinámica esencial, cambian los personajes, cambia la trama, cambian las circunstancias, pero la dinámica de fe y de espiritualidad es la misma desde la vida de Daniel, la vida de Moisés y el pueblo de Israel, la vida de José, la vida de Gedeón, la vida de Ester, de Ruth y su suegra, de Pedro y sus luchas, Pablo y su ministerio, María cuando recibe la promesa de Dios y su situación, el Dios que interviene respondiendo a una necesidad y que da victoria a través de aquellos que creen en él. Esencialmente esa es la dinámica de la fe, de creerle a Dios y de ejercer fe en los asuntos y las situaciones de la vida.

Ahora, generalmente yo digo aquí, las cosas no son tan claras como lo vemos presentado en este pasaje en la vida cotidiana. Pero para aprender hay que ir de lo sencillo a lo complejo y por eso este pasaje es tan bueno porque quita muchas complejidades y deja la dinámica de la fe esencialmente aquí. En otras palabras, usted no comience enseñándole a un niño cálculo o física, sino que usted comienza con aritmética y entonces poco a poco va entrando a geometría, a trigonometría, hasta que termina en cálculos y otra cosas. Pero lo esencial es simplemente las cosas básicas.

Ahora bien, a pesar de esa sencillez artificial aquí, es así esencialmente que se pelean las batallas de la vida, así es que se viven las situaciones de la vida, así es que se lleva la vida en la dinámica de la fe. Lo primero que vemos aquí, hermanos, es bien interesante: el rey Josafat, que Dios usa para liberar a Israel de su crisis, era un hombre común, espiritualmente hablando, Josafat no era un gigante espiritual, no era un hombre digamos profundamente espiritual, como hubiera sido David quizás o algo así. No, Josafat era un hombre con pies de barro. No tengo tiempo para desarrollarlo pero lea el Capítulo 19 y el Capítulo 21 y usted verá que Josafat fue un hombre que cometió errores. De hecho, el relato del reinado de Josafat comienza con una gran crisis que él mismo se ha acarreado juntándose con un rey impío, Acab, y casi pierde la vida, pero porque era un hombre que amaba a Dios, Dios tuvo misericordia de él. Pero era un hombre con pies de barro.

¿Y por qué digo yo esto? Porque no tenemos que ser gigantes espirituales nosotros para ver la gloria de Dios en nuestra vida. Ahora, es importante claro, ir hacia lo mejor, ¿verdad que sí? Es importante uno querer crecer cada día más y más, pero a veces nosotros creemos, bueno, yo tengo que ser un gran hombre o mujer, un misionero, un genio espiritual para que Dios se mueva en mi vida, y eso es para los grandes, los poderosos. No, mire, a Dios le encanta moverse a través de gente común y corriente, gente con pies de barro, gente que está todavía peleando sus batallas y que está en proceso de mejoramiento. Quién de nosotros puede decir, yo estoy ya perfeccionado. Si lo digo, estoy ya cometiendo el primer pecado: estoy mintiendo. Pero todos nosotros tenemos necesidades, pero Dios en su misericordia usa la fe para romper barreras. Así que tu no tienes que ser un gigante, una gigante espiritual, tu puedes ser una persona con luchas, con inconsistencias, y estar en proceso, pero Dios puede usar la fe para romper las barreras. La fe es para todo aquel, toda aquella que cree. Eso es lo importante.

David, Abraham, Gedeón eran gente con pies de barro, cometían sus errores, violaron la ley de Dios en situaciones, pero eran gente que amaban al Señor, amaban la palabra de Dios, creían en Dios y eso permitió que vivieran a un nivel más alto. Así que el primer principio que está aquí es que Dios usa tu fe, no tu perfección para moverse. Que lindo sonó eso. Dios usa tu fe no tu perfección. Muy importante eso.

Ahora, vemos aquí en este pasaje, surge una gran crisis, un gran enemigo viene contra Israel. Capítulo 20 dice:

“… Pasadas estas cosas aconteció que los hijos de Moab y de Amón y con ellos otros de los amonitas vinieron contra Josafat a la guerra y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat diciendo, contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar y de Siria, y he aquí están en Hazezón Tamar, que es en Guedi….”

Hay una crisis que desata, un problema, cuántos de nosotros hemos visto un problema, una crisis, una necesidad, una situación apremiante venir, un momento de sufrimiento en nuestra vida. La pregunta es no si vamos a tener esos momentos, sino, cuándo vengan esos momentos qué vamos a hacer y cómo vamos a lidiar con la situaciones de la vida. En el mundo, dice la palabra, hallaréis aflicción. Pero Cristo dijo, pero confiad, ahí está el concepto de fe, porque yo he vencido al mundo.

Surge una gran crisis, un gran enemigo viene contra Israel. Ahora, la manera en que Josafat confronta la situación, la manera en que él reacciona a la situación es lo que tenemos que mirar aquí. Vamos a analizar cómo Josafat confronta esta situación y vamos a aplicar esas verdades y esos principios a nuestra propia vida. Amen.

Se me ocurre, English speaking brothers and sisters you have your translation, you’ll have access to your listening ok, you have earphones and so on? If you don’t please, raise your hands and we’ll get one for you.

La manera en que Josafat confronta la situación, número 1: lo primero que hizo Josafat fue que reconoció la situación, reconoció el peligro, vio claramente lo que estaba confrontando. Fue específico en definir y reconocer su situación. Es importante que nosotros sepamos lo que estamos viviendo, que no vivamos como pensando en pajaritos en el aire como el avestruz con la cabeza metida en la arena. A mí me gusta reconocer mis gigantes, me gusta reconocer mis problemas, mis limitaciones, mis luchas, la circunstancia de mi vida. Tengo que nombrarlos. Dios quiere un pueblo realista. Mucha gente está viviendo una vida artificial, disfrazan sus defectos, ignoran los problemas financieros hasta que les dan con un bate en la cabeza. Y ahí está la pobre mujer diciéndole, mira, paga el bill de la luz, y uno va, pues no te apures, que Dios es misericordioso y cuando viene a ver un día, prende la luz y nada sucede. No, mire su situación, sea específico en definir sus problemas.

Hermanos, la especificidad es clave en la vida cristiana, el ser específica, es uno de los principios más poderosos que hay en la vida cristiana. Y yo se los voy a señalar más adelante, pero él reconoce el peligro, define y reconoce su situación.

En el versículo 2 él ve que viene contra él una gran multitud, vienen del otro lado del mar y de Siria, están en una ciudad vecina, en una región vecina y vienen contra él. Él está claro en lo que está sucediendo. Se informa bien sobre lo que está pasando y experimenta temor en su corazón.

Por ejemplo, en este tiempo de la cuestión de la construcción del templo, y esta es una de las grandes tareas que yo tengo por delante como pastor, es la principal de este año, que me he planteado. Yo tengo que medir exactamente lo que conlleva esta tarea. Ya yo he hablado con consejeros financieros, tenemos una estrategia para negociar con los bancos y presentar claramente nuestras finanzas. He identificado los aspectos de este proceso, está el financiamiento a través del banco, está la campaña financiera, hemos estado planificando durante meses todas estas cosas, está el aspecto de la contratación de una Compañía de construcción, está el encaje entre los recursos de construcción que nosotros podemos aportar y la dirección que se necesidad muy profesional, altamente profesional de parte de Compañías de construcción dada la naturaleza compleja de lo que vamos a emprender. Yo he tenido que reconocer la economía en que estamos viviendo y saber que es un tiempo difícil para ajustar mis expectativas y para ajustar también la forma en que yo les presento a ustedes la tarea que tenemos por delante.

Es decir, todas estas cosas, el elemento de fe no obvia, no impide que nosotros veamos estas cosas y que, como hizo Moisés, espiemos la tierra antes de poseerla. Es decir, la fe no niega la lucidez, las dos cosas tienen que ir juntas. Tenemos que pedirle al Señor sabiduría e inteligencia. La Biblia habla de ciencia también. Pídele al Señor que te de inteligencia, sabiduría, estrategia. Yo les decía ahí en el video de que este es un tiempo en que como hay tanta carencia y tanta esterilidad en la economía, se necesita gente dotada con sabiduría especial para encontrar los recursos donde otros no lo vean. Así que por eso tenemos que pedirle al Señor, dame sabiduría, dame estrategia para yo escarbar y encontrar donde otros no encuentran nada. Se necesita una estrategia de parte de Dios.

Entonces, él reconoce el peligro, eso es lo primero que veo aquí, con lucidez, con claridad, define la situación. Tu tienes que definir tus problemas, ponle nombre y apellido y un segundo apellido también si es necesario y preséntaselo al Señor claramente.

En segundo lugar, algo muy importante que hizo, se humilló y consultó al Señor. Mucha gente sufre porque prefieren hacer las cosas con su inteligencia, buscan a Dios ya como último recurso y no se llevan de consejo y no buscan sabiduría de Dios. Aquí dice en el versículo 3 “…que entonces él tuvo temor y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová…”

Hay que pedirle al Señor sabiduría. El Apóstol Santiago dice en Santiago Capítulo 1, si alguno tiene falta de sabiduría, ¿Qué hace? Pídala a Dios, el cual da abundantemente y sin reproche y le será dada. Lo primero que yo busco cuando tengo necesidad o una tarea en mi vida es, Señor, dame sabiduría, dame la estrategia. Porque yo creo en un Dios que habla, un Dios que ilumina, un Dios que nos dice por dónde tenemos que caminar. El Espíritu Santo es el instructor, dice la Biblia que él nos llevará hacia toda verdad. Cree, pídele al Señor sabiduría y humíllate. Dile, Señor, la verdad es que yo no tengo lo que necesito. En este tiempo yo tengo que decir, Padre, esto es un milagro solamente. Solamente tu moviéndote en una manera extraordinaria podemos llegar a la victoria. En debilidad hay gran poder, hermanos, en reconocer nuestra debilidad, en cultivar un sentido de debilidad hay poder. ¿Por qué? Porque el hombre sin Dios, la mujer sin Dios, el cultivar debilidad lleva a depresión y lleva a fracaso, y lleva a inacción. Pero el hijo de Dios, la mujer de Dios cuando cultiva debilidad en el espíritu, lo que hace es reconocer, yo no tengo la victoria pero Dios sí la tiene, yo no tengo la respuesta pero Dios sí la tiene, yo no tengo el poder pero Dios sí lo tiene. Yo no tengo las armas, pero Dios sí las tiene.

El Apóstol Pablo dice que cuando soy débil entonces soy fuerte por tanto, dice, me gozaré en las debilidades para que el poder de Dios se manifieste más poderosamente en mí. Un hombre, una mujer tiene que vaciarse primero de sus suficiencia y de su capacidad, y de su autosuficiencia y decir, ¿sabes qué, Dios? Me vacío de todo eso, lléname ahora con tu espíritu.

Josafat se humilla, reconoce. Esto es demasiado grande para mí, no podemos, no tenemos las armas, no tenemos la victoria. Ahí comienza, hermanos, el poder de un hombre, una mujer de Dios, en reconocer, yo no puedo hacerlo solo, necesito la gracia de Dios. Entonces, vas y buscas sabiduría.

Reconoció el peligro, número dos, se humilló y buscó sabiduría consultó al Señor. Número 3, pregonó ayuno y oró. Dice aquí:

“… e hizo pregonar ayuno a todo Judá y humilló su rostro para consultar a Jehová…”

Ahí está la oración y el ayuno. Y no solamente oración y ayuno, sino que es interesante porque dice aquí que “… e hizo pregonar ayuno a todo Judá, y se reunieron, dice en el versículo 4, los de Judá para pedir socorro a Jehová….”

¿Qué principio hay aquí también? Oración pero también hay otro principio, oración en comunidad. En la oración mientras más gente tenemos en la trinchera, más poderosos podemos ser. El Señor Jesucristo que donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo. Dijo, si dos o tres se pusieren de acuerdo….

Yo creo en la oración individual y yo digo que la oración individual no es sustituto para la oración colectiva. Pero hermanos, hay situaciones que tu tienes que búscate un buddy, búscate un compañero de trinchera y dile, mira, ayúdame a orar porque lo que tengo es tan difícil y tan grande que solo lo que voy a hacer es que me voy a decaer en mi ánimo. Y cuando usted se amarra con dos o tres, eso le da ánimo para seguir adelante. Así que, ore con hermanos, búsquese gente de fe, viva la vida en comunidad con otras personas, hermanos, no pelee la batalla solo. No sea como Elías que cuando se deprimió se fue solo al desierto y allí casi se suicida. Porque cuando estamos solo el diablo nos puede dar el batazo más fácilmente, únase con gente de fe y órele al Señor y clame a Dios.

El Apóstol Pablo dice, por nada estéis afanosos sino que sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego. En otras palabras, en vez de llorar, ora; en vez de que te tiemblen las rodillas, dobla las rodillas. Que lindo sonó eso. En vez de que te doblen las rodillas, doblas las rodillas. Si están dobladas no van a poder temblar porque van a estar sobre el piso.

Así pregonó ayuno, oró en comunidad, buscó apoyo, dijo hermanos, esto es grande necesito oración, necesito que ustedes me apoyen en esto. Hay que orar, las batallas de la vida hay que pelearlas en oración. Yo creo mucho en oración preventiva. No esperes a que el diablo esté a la puerta para destruirte, para comenzar a orar. Ora para mantenerlo alejado por allá, en otros países. Que se vaya detrás de otro, de los impíos pero que te deje a ti tranquilo. Y la manera es que hay que orar.

Dicen por ahí, an apple a day keeps the doctor away. Bueno, a prayer a day keeps the devil away.

Una oración diaria mantiene al Diablo a raya. Ahí está otro, que bonito, me están saliendo hoy. Está bueno esto. Oración diaria mantiene al diablo a raya. Está muy bueno. Dígalo 100 veces bien rápido ahora y usted verá lo que pasa. Oró en comunidad.

Cuarto: tomó tiempo para orar y clamar al Señor y le dio importancia nacional a la oración. Mire, cuando el rey mandó a toda la nación a orar y a ayunar, y a reunirse con todas las cámaras de televisión allí, CNN, y CBS y todo allí enfocando ese momento, se estaban amarrando a su dependencia de Dios, estaba comprometiéndose espiritualmente, estaba diciendo yo creo en el poder de la oración, y yo creo en el Dios que ha prometido intervenir a favor de su pueblo.

Yo le digo a la gente, mire, comprométase, amárrese a sus metas espirituales, declárelas, compártalas con dos o tres gentes que crean y recuerden lo que yo dije, que llega un momento para cultivar las visiones de Dios en silencio, en quietud y en privado, pero llega un momento para anunciar la visión y declararla, y hablarla, y profetizarla y uno amarrarse y comprometerse para no echar para atrás cuando la cosa se ponga dura y difícil.

Entonces él no solamente oró sino que le dio importancia, valor público, hizo esfuerzos claros para mostrar su confianza en la oración y declaro su fe públicamente en el Señor. Así que vemos allí, primeramente este asunto de cuál fue la manera en que Josafat confrontó la crisis.

Ahora, vamos un poquito más hondo y yo quiero hacer otra pregunta, ¿en qué consistió la oración de Ezequías? Podemos aprender cómo orar al Señor, podemos aprender cómo clamar al Señor porque eso es importante. Vamos a hacer una entrada honda específicamente en la oración de Ezequías, porque no solamente oró sino cómo él oró, nos puede ayudar a nosotros también, cómo podemos nosotros bañar y sazonar, recuerden que yo dije que hay que adobar los problemas en oración, hay que ablandar esas habichuelas y esos frijoles en oración antes de comérselos, hay que orar en una manera bien específica.

Pero mire lo que dice aquí en el versículo 5, “… entonces Josafat después que vinieron la gente de toda Judá a pedir ayuda, se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén en la casa de Jehová delante del atrio nuevo y dijo, y aquí viene la oración que él hizo públicamente y en esa oración hay unos principios de fe muy importantes, tenemos aquí un modelo para nuestra vida de oración y de presentarle al Señor nuestras necesidades.

Número 1, lo primero que hizo fue que alabó al Señor y señaló sus poderosos hechos históricos, alabó al Señor y al señalar lo que Dios había hecho en la vida histórica de Israel estaba implícitamente glorificando al Señor y glorificando sus poderosos hechos.

En el versículo 6 y 7 dice aquí, “..y dijo, Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tu Dios en los cielos y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?….”

Hay allí alabanza porque es una pregunta retórica, es una declaración más bien, pero también está ya oponiendo el principio espiritual a la circunstancia material. Sí, viene un ejército poderoso y todo, pero Señor, tu eres Dios en los cielos, y tu tienes poder sobre todos los reinos de las naciones.

“…¿no está en tu mano tal fuerza y poder que no hay quien te resista?...”

Hermanos, a veces una pregunta es más poderosa que una declaración. Si es una pregunta que está preñada de fe como esta. ¿No está en tu mano la fuerza y el poder de manera que no hay quien te resista?

“…. Dios nuestro, ¿no echaste tu los moradores de esta tierra delante de tu pueblo, Israel, y la diste a los descendientes de Abraham, tu amigo, para siempre?....”

Hay una alabanza allí, es un recordatorio, por así decirlo, al Dios todopoderoso. Señor, tu interviniste antes en la vida de tu pueblo, y este es el mismo pueblo a favor del cual tu te moviste hace siglos atrás. Y ese amigo, Abraham, nosotros somos descendencia de él. Entonces hay una alabanza allí pero también hay una declaración del poder de Dios y de los hechos poderosos de Dios.

Esa acción tiene una triple virtud, eso de recordarle al Señor sus hechos poderosos tiene una triple virtud. Número 1, glorifica a Dios y señala su fidelidad, sus atributos, sus hechos poderosos, primeramente. Número 2, fundamenta la petición que se está haciendo en la palabra y en la promesa de Dios.

Ustedes recordarán que yo les decía antes que una de las cosas que tenemos que hacer cuando estamos bañando y cultivando un milagro es orar en la palabra de Dios y ver si lo que estamos pidiendo encaja y fluye en afinidad con la palabra de Dios. Esto es importante. Cuando nosotros fundamentamos nuestras peticiones en la palabra y en las promesas de Dios le estamos recordando a Dios. Somos como abogados viniendo ante un juez y diciéndole, Señor juez, la ley dice tal y tal cosa. Y Dios se sujeta a su ley. Dios se sujeta a sus principios. Entonces, cuando nosotros conocemos la palabra de Dios, conocemos los principios de la vida espiritual podemos venir ante el Padre con mayor autoridad, ¿sí o no? Me entienden lo que estoy diciendo? Y es importante, por eso es importante conocer y estudiar la palabra. Si usted estudia esa oración usted verá cuántas veces Josafat le recuerda a Dios la palabra, las promesas, los actos poderosos de Dios.

Y entonces en tercer lugar, la triple virtud de alabar al Señor y señalar sus hechos, está en que fortalecen nuestra fe al mencionar estos hechos. Cada vez que Josafat le decía, Señor, tu hiciste esto, Padre, tu hiciste aquello. ¿Qué está pasando? Que su fe se está fortaleciendo. Que importante es que nosotros cuando estemos orando y el enemigo esté allí respirando con su olor, con su aliente maligno sobre nosotros, nosotros le recordemos al Señor, Padre, mira lo que me está haciendo aquí, métele mano, Señor, tu hiciste eso hace años atrás y tu me sacaste de aquello. Tíratele encima. Es importante, hermanos, y uno como que se crece entonces.

Hay que recordar, Señor, tu me sacaste de aquel aprieto hace cinco años cuando parecía que todo estaba cerrado, y tu lo puedes hacer otra vez, Padre. Y como que de momento el gigante este va haciéndose más pequeñito, más pequeñito, más pequeñito y nuestra fe va creciendo, creciendo, se va fortaleciendo.. son técnicas bien importantes, bien reales.

Entonces, él primero alabó al Señor, señaló sus hechos poderosos y a través de eso glorificaba a Dios, fundamentaba su oración en las realidades divinas y en segundo lugar, se fortalecía en su fe y fortalecía al pueblo de Dios también.

Tercer concepto aquí en este modelo de oración: describió claramente, presentó claramente cuál era la situación específica que ellos estaban confrontado. Recuerdan que yo dije que la especificidad es muy importante en la vida cristiana, en la vida de fe. Aquí tenemos ese principio una vez más. Miren el versículo 11 y el versículo 12, él dice aquí:

“… he aquí ellos ahora….”, estas naciones con las cuales ellos habían tenido antes, y le habían hecho bien de hecho Amón y a Moab, los amonitas y los moabitas, y dice, “…. Y ahora esta gente mira cómo nos pagan Señor, he aquí nos dan el pago viniendo a arrojarnos a la heredad que tu nos diste en posesión, oh Dios nuestro…”

Que buena es la pasión, es importante es una de las cosas, hermanos, la oración debe tener jugo, debe tener intensidad. A veces Dios está esperando a que lleguemos al rojo vivo, a veces estamos comiendo un plato de cereales, y decimos, Señor, recuérdate que necesito esto. No, Dios quiere la oración cuando ya te quitó el hambre y solamente estás pensando en tu problema y estás enfocando al Señor. Y Dios a veces espera que tu te cuezas bien hasta que llegue ese punto de la desesperación, que tu definas lo que quieres, lo que necesitas y que digas, Señor, no puedo seguir viviendo si tu no me das esto. Que importante es la pasión aquí, el signo de exclamación.

Versículo 11, “… he aquí ellos nos dan el pago, mira oh Dios nuestro, no nos juzgarás tu porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros, no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos….”

Que oración más bella, hermanos. Ve, aquí esto de la debilidad llevada a su punto de hervor, de definición total. La conciencia, Señor, mire, coja eso, escríbalo y póngalo en su refrigerador si tiene uno en la casa, hermanos. No sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos.

Hermanos, esa es la esencia de la oración allí, esa es la esencia de la vida. Yo siempre le digo al Señor, Padre, yo soy un niño torpe, tómame de la mano y llévame a través del camino de la vida. Porque si Dios me abandonara a mis propios recursos sería un desastre inmediatamente. Y hasta que usted no cultiva ese sentido de impotencia total, usted no está preparado para orarle al Señor como conviene.

Entonces él dice aquí, no sabemos qué hacer, la situación es compleja. Se la describe, vienen a destruirnos, el enemigo es grande, un enemigo con el cual hemos tratado históricamente. Hay una definición de la situación, una especificidad de su propia debilidad e insuficiencia. Presentó claramente y describió la situación que confrontaba.

En tercer lugar, así como presentó la situación así también presentó claramente la petición. En el versículo 12, de nuevo, como acabo de leer, “no sabemos qué hacer y a ti volvemos nuestros ojos…”

No tenemos fuerza, es una gran multitud. Hermano, cuando tu le ores al Señor preséntale con lujos de detalles lo que tu necesitas y lo que estás confrontando. No seas escaso, preséntale a Dios parte por parte, en qué consiste tu situación, descríbesela, no para que te desesperes sino para que tu bañes aspecto de tu situación en el poder del Espíritu Santo. Es muy importante ser claro en la petición y en la descripción de la situación.

Y finalmente, en su oración se mostró expectativa de que Dios obraría. No le ores al Señor simplemente para ventilar emociones, órale al Señor con una expectativa de que él va a obrar. Amen. Órale pero entonces ponte a buscar de dónde vendrá la bendición y la solución al problema. Cuando tu ores levántate de tu asiento diciendo, de dónde va a venir la respuesta. Y yo esperaré hasta que yo vea la visión realizada, como dijo Habacuc en el Capítulo 2. Aunque tarde yo voy a buscar, voy a espiar, porque yo sé que esa solución viene.

Si tu le vas a orar al Señor, espera una respuesta, cree. Hay mucha gente que viene aquí adelante, ora, lloran, claman y todavía están caminando al asiento y siguen llorando y clamando y sufriendo. Hermanos, yo creo que hay un tiempo para orar y hay un tiempo para decir, ¿saben qué? ya. Creo y entonces crea y láncese a esperar la bendición del Señor. Ore y crea que Dios va a ser la solución. Vamos a ser un pueblo que cree, hermanos, nuestro sí sea sí, nuestro no sea no. Dios llama a las cosas que no son como que son. Ora con integridad y si tu le pediste al Señor algo, cree. Bueno, tu puedes seguir orando y buscando y clamando pero no ores como que Dios no te oyó porque entonces lo que estás es simplemente es ventilando tu desesperación y eso no honra al Señor. Si vamos a clamar a Dios clamemos con propósito, no seamos como que, ay Señor ahí vienen. Y entonces uno está en pánico. Eso no honra al Señor. No, háblale al Señor claro, define tu situación. Si vas a definirlo, defínelo con propósito, con orden, con aplomo. Un soldado camina con aplomo. Un soldado guerrea, no está dando golpes al aire como dice Pablo, sino que golpea como un boxeador tratando de noquear al enemigo. Hay que ser con propósito, hermanos, en la vida cristiana.

Entonces, ¿cómo veo yo que mostró expectativa? Porque mire lo que dice allí en el versículo 4, “… se reunieron y también de toda la ciudad de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová…” y dice, “… se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo….”

Había una congregación nacional esperando. Se reunieron, había un propósito nacional, y había una expectativa: qué va a hacer Dios, qué va a pasar. La expectativa es la matriz dentro de la cual se pueden gestar los milagros del Señor. Tiene que haber una matriz abierta y expectante para que la vida de Dios pueda engendrarse en nuestras vidas. Así que es importante que haya expectativa.

Entonces este modelo de oración alaba al Señor y señala sus hechos poderosos; presenta claramente la situación; presenta claramente la petición; y muestra expectativa de que Dios obrará.

Ya se me durmieron o todavía están un poquito más de energía. Ya voy acabando, ya voy aterrizando así que aguántese ahora mismo.

Otra cosa, como ustedes verán, para que recuerden lo que estoy haciendo aquí, hemos analizado la manera en que Josafat confronta la situación, hemos descrito antes de eso la situación, la reacción a la situación, y entre esas reacciones una cosa importante es la oración y cómo él ora y cómo clama al Señor.

Ahora yo quiero que finalmente miremos, no finalmente sino casi finalmente, cómo se manifiesta la intervención divina, porque eso es importante para reconocer cuando Dios se está moviendo en nuestra vida; cómo vino la intervención de Dios, cómo se expresó, cómo se manifestó.

Mire lo siguiente, esa manifestación del poder de Dios se dio en un ambiente de fe, en un ambiente donde operaba una mentalidad sobrenatural. Por eso es que yo digo que estos sermones son importantes así como los sermones sobre los dones del espíritu que predicamos un tiempo atrás, porque es importante generar en el pueblo de Dios una expectativa de fe, un ambiente de fe, cuando el pueblo de Dios se ejercita en la fe y bate las aguas de la fe Dios puede moverse entonces.

A veces la gente tiene fe pero es como un lago plácido y callado. A Dios le gustan las aguas que saltan. Río de agua viva, dice, saltarán de vuestro interior.

We have to stoke our faith.

Tenemos que llevarla al rojo vivo, tenemos que moverla. Te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti. Este era un pueblo que le creía a Dios. Es importante, hermanos, que congregación León de Judá comience y viva en fe, que sea una congregación que compute la vida, que conjugue la vida en términos de fe, de sobrenaturalidad. No un pueblo que crea solamente en las acciones y en las iniciativas humanas, sino un pueblo que se mueva en el poder sobrenatural, porque si hay un ambiente de fe Dios puede hacer cosas. ¿Entienden lo que le estoy diciendo?

Este pueblo creía que Dios podía hacer algo por eso se movilizaron de esa manera. Tiene que haber un ambiente de fe. Busque enseñanza, busque ambientes, busque gente, busque iglesias donde se predique fe, una fe inteligente sin embargo, no una fe tonta y a veces superficial como hay tanto de eso hoy en día en el pueblo de Dios, una fe compleja, profunda, bíblica, matizada, multifacética, eso es importante, pero fe de todas maneras. Una mentalidad sobrenatural.

Había un ambiente donde Dios podía obrar. Había una apertura a los dones del espíritu y estaban en función, esto es diferente a lo que acabo de decir, es una forma más específica de decir. Los dones del Espíritu Santo estaban en manifestación allí y había gente que creía, por ejemplo, en el don profético.

Mire lo que pasa aquí cuando ellos oran dice, y todo Judá estaba en pie delante de Jehová con sus niños, y sus mujeres y sus hijos. Mire aquí eso de la expectativa, había una expectativa, lo describe como que la gente estaba, qué va a pasar, cómo Dios va a obrar, de dónde va a sacar el conejo del sombrero, de dónde va a salir la respuesta. Había expectativa, los ojos estaban abiertos, qué va a pasar.

Yo me imagino que cuando Josafat terminó de orar hubo como un silencio y la gente dijo, y ahora qué? ¿Cómo será esto? ¿Cómo se hará? Había una expectativa. Yo me imagino que en un silencio sepulcral, ya Josafat termina su oración y dice, bueno, y ahora cómo despido a esta gente, qué hacemos. Dice, “… y estaba allí Yajaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio la reunión…”

Hubo una visitación del poder de Dios, hubo una manifestación de los dones del espíritu, hubo un desatar por medio de la oración de fe del mover y el poder divino, espiritual. Se desató el poder de Dios. Había allí un profeta, un levita, podría haber sido un pastor, un evangelista, lo que sea, pero el rayo de Dios vino y usó ese hombre como canal de la solución, la intervención divina. En un pueblo que creía y un pueblo que esperaba y un pueblo que no le ponía trabas a Dios, Dios usó un hombre y desató su poder.

Hermanos, si nosotros creemos, que los dones, eso era para cuando Martín Lutero o para cuando Pablo y que ya se cerraron los dones, como tanta gente predica, ¿Qué pasa? Le matamos la fe a la gente y la gente dice, ¿saben qué? Dios no puede obrar así porque eso era antes de que se escribiera la Biblia, eso fue antes de que …….. escribiera su Biblia o lo que sea, y entonces la gente, hay tanta gente en el mundo cristiano hoy en día, en esta nación por ejemplo que le han matado la fe, le han adormecido la expectativa de que Dios se mueve en el poder del Espíritu Santo, le han adormecido la idea de que los dones todavía están en manifestación. Y esa pobre gente entonces cuando viene la crisis, la necesidad, no saben a qué apelar, no saben qué esperar. Vienen las situaciones y no tienen recursos. Por eso es importante hermanos, cree que los dones de Dios son para ahora, para aquí y para ti y que Dios todavía habla en sueños, visiones, profecía, que todavía los dones proféticos de sanidad, los milagros, las señales, los prodigios de Dios todavía están en función, es para ahora, es para los que están lejos y para los que están cerca, dice la palabra del Señor. Hay que creerle a Dios.

Y hay que creer que así como Dios abrió el Mar Rojo con Moisés lo puede abrir hoy en el siglo XXI también, aunque vengan los egipcios detrás de mi y parezca que no hay salida, Dios todavía puede abrir el Mar Rojo delante de mí, aunque haya crisis económica, aunque todo esté cerrado, Dios todavía puede abrir una puerta para mí. Dios puede hacer que los cuervos me den comida, dice la palabra del Señor, así como lo hizo con Elías lo puede hacer contigo también.

Los dones son para nuestro tiempo. Y entonces en ese mover poderoso de Dios viene el Espíritu Santo y habla específicamente a través de un hombre y viene el espíritu sobre él y dijo, ahora ese ‘dijo’ es una declaración profética, es un ‘dijo’ no como cualquier dijo, este es un dijo preñado, este es un dijo lleno del poder y la autoridad del Espíritu Santo y “….dijo Yajaziel, oíd Judá todo y vosotros moradores de Jerusalén y tu rey Josafat, Jehová os dice así, no temáis ni os amedrentéis…” gloria al Señor, óigame, dígale a su corazón no temas ni te amedrentes, no importa lo que esté pasando alrededor tuyo no temas ni te amedrentes. Si te amedrentaste perdiste la batalla, ¿sabe? Si le diste la espalda al diablo te va a dar con todo gusto, no se puede uno amedrentar ni atemorizar, puede venir el temor pero destiérralo, sácalo enseguida antes de que venga, azótalo con algo pero que se vaya. No dejes que ese animal se pose sobre tu vida.

“… no teman ni se amedrenten delante de esta multitud tan grande porque no es vuestra la guerra sino de Dios….”

Ahí está una dinámica poderosa de fe. La batalla en última instancia no es tuya, es de Dios. Tu no eres el que tiene que ganar la batalla en última instancia, es Dios quien lo hace, nosotros sembramos otros riegan, pero el crecimiento lo da Dios, dice la palabra del Señor.

Entonces, invita en esta intervención divina donde hay un ambiente de fe, donde hay una apertura a los dones de Dios, una mentalidad sobrenatural, el Espíritu Santo invita a poner los ojos en Dios y no en el enemigo, en sus propias debilidades. Esto es bien importante como vimos en el versículo 15.

No te amedrentes delante de esta multitud tan grande, no enfoques, hemos dicho eso varias veces a través de estos sermones, no enfoques el enemigo, no enfoques lo difícil de la tarea, no enfoques lo grande de la circunstancia, no enfoques lo poco de tus recursos, enfoca el poder de Dios a través de tu vida. La batalla en última instancia no es tuya, sino es de Dios.

En cuarto lugar, invita a no ceder al temor sino a mantener una postura de fe. El temor es el peor enemigo, la ansiedad, la fijación en el problema, eso debilita y congela al hijo de Dios. Mira, después que tu definas tu situación, se la entregues al Señor, no estés todos los días mirando al gigante ese, y oyendo lo que él te está diciendo y reensayando lo difícil, lo imposible que parece la cosa y ¿qué pasa? Cuando uno se cuece allí, se mete en lo difícil y está continuamente mirando al enemigo es como esos conejos que se fijan en los ojos de la serpiente que los hipnotiza y se congelan y viene la serpiente y se los come. O el siervo ese que en la noche cuando viene el carro con las dos luces se le pega y lo enfoca y el conejo que queda atrapado y viene el carro o el siervo lo que sea y le pasa por encima.

Yo recuerdo que estaba en Chile con el hermano Gonzalo Álvarez y estábamos caminando un camino de esos apartadísimos de campo y Gonzalo me estaba diciendo cómo ellos cazaban a los conejos, le echaban el carro encima en la noche, esta gente era peligrosa, esos chilenos son terribles, tengan cuidado con ellos. Pero ¿saben lo que hacían? Cuando encontraban un conejo en el camino le prendían la luces y enfocaban al conejo, y de hecho así pasó, había un conejo que estaban corriendo en el camino en la oscuridad de la noche y se metió uno en el camino nuestro y lo enfocamos y el pobre conejo corriendo detrás del carro y no se apartaba porque cada vez que miraba para atrás se fijaba en las luces y estaba atrapado en las luces, y no se podía salir del camino sino que seguía con la lengua afuera y el carro detrás de él.

Y así pasa con nosotros, el diablo detrás de nosotros nos prende las luces, nos enfocamos en el problema y nos quedamos allí y nos agotamos y viene él y nos pasa por encima. Pon el problema a un lado, después que lo definiste no estés todos los días pensando en la situación, lo difícil, lo terrible porque sino te vas a debilitar. Pon los ojos en Dios, pon los ojos en la palabra, concéntrate en la palabra. Muchos cristianos dejan de orar, de leer la Biblia, de ir a la iglesia cuando no tienen problemas, es el tiempo en que más debe buscar de Dios , más debes poner alabanza en tu casa, más debes poner todos los buenos predicadores que tu consigas por allí, lee buenos libros, mantén tu mente enfocada en Dios porque eso te va a dar fuerza. Si te pones a hablar con gente negativa y a pensar en el problema vas a quedar frito en el camino, concéntrate en Dios.

No temas ni te amedrentes, dice el Espíritu Santo, no temas a esta multitud tan grande.

Quinto, invita a tomar la iniciativa y no estar a la defensiva. Tomar la iniciativa y no estar a la defensiva. En otras palabras, invita a llevar la batalla al enemigo, a ser proactivo. Aquí hay una tensión y yo creo que voy a, hay una parte que posiblemente el domingo que viene la termine, porque no quiero cansarles demasiado pero mire, el versículo 16, dice:

Está el Espíritu Santo hablando, la estrategia de Dios “… mañana descenderéis contra ellos, he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis y los hallaréis junto al arroyo antes del desierto de Jeruel…”

Que les parece eso para instrucciones específicas. Mire, ellos hubieran podido estar todo el tiempo esperando a que esta gente viniera. Venían acercándose, venían con sus tanques de guerra, con sus aviones, con sus barcos y con toda su infantería para encima de Israel. Y la tendencia hubiera sido esperar a que ellos llegaran y resistirlos. ¿Y qué dice Dios? ¿Saben qué? No, no, llévenles la batalla a ellos. Vayan y métanle manos directamente a ellos, encuéntrenlos en el camino.

Hermanos, yo veo al Señor siempre diciendo, mira, no esperes a que el problema esté a la puerta. Identifícalo y diseña una estrategia con la sabiduría del Espíritu Santo y mete mano y sé proactivo en la vida. Yo amo a la gente que es esforzada, valiente, agresiva en el espíritu. No espere a que el enemigo esté ya destruyendo tu vida antes de entrar en acción. No, cuando tu veas un problema inmediatamente cíñete los lomos y lánzate a resolver el problema, lánzate a diseñar una estrategia, lánzate a orar, lánzate a tirar el poder de Dios y las armas del Espíritu Santo sobre el problema.

Muchos de nosotros no tenemos soluciones para nuestra vida y es porque no identificamos, no actuamos, no emprendemos, no somos más agresivo y el Señor está allí mordiéndose los nudillos diciendo, cuándo tu me vas a meter en el asunto para que yo haga hechos poderosos a favor tuyo. No es que Dios no obra, es que nosotros no lo estamos animando a que obre. No recibís porque no pedís dice la palabra del Señor.

Entonces, le dice, vayan ustedes y encuéntrenlos en el camino, no esperen a que vengan aquí para que hagan daño sino vayan a ellos. Sea proactivo en su vida, hermano, hermana, busque solución a los problemas mientras tienen solución. Desde que usted los vea que se levantan como una matita pequeñita, métale mano enseguida, no espere a que sea una mata llena de animales y de comegén y todo eso que destruya la casa y que las raíces se le metan por donde quieran. No, córtela a tiempo.

¿Cuándo es el mejor tiempo para sacar la nieve de la casa? Lo tengo muy fresco en mi memoria: desde que cae. Si usted espera que la gente lo pise, olvídese perdió la batalla. ¿sí o no? Cuando la gente pisa la nieve se le pega a la acera, eso es gratis. Ese consejo es gratis para ustedes. Que difícil es sacar la nieve después que la gente la ha pisado y que los carros han pasado por encima y todo eso y que ha caído lluvia o lo que sea, se pone una melcocha pero si usted la saca fresquerita eso es ufff, ni lo siente si quiera, una pajita en la mayoría de los casos.

Pero entonces sea proactivo, lleve la batalla al enemigo. Y finalmente, ese versículo 17 es un versículo preñado espiritualmente, el versículo 17, mire léalo conmigo, dice:

“… no habrá para que peleéis vosotros en este caso, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros, oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis, salid mañana contra ellos porque Jehová estará con vosotros….”

Gloria al Señor. Amen. Amen. ¿Saben qué? voy a terminar aquí, voy a pedir que los músicos pasen por acá, ni siquiera lo voy a exponer porque quizás el domingo que viene puedo hacer el resto del sermón. Pero note ahí en el versículo 17, en este caso, vamos a ver que hay. Hay una enseñanza muy profunda, paraos, estad quietos y ved la salvación…

Mire, este sermón yo lo titutlo así, “Paraos, estad quietos y ved” la salvación del Señor.

Tercero, no temáis ni desmayéis y cuarto, salid y quinto, Jehová estará con vosotros. ¿Cuántos pueden decir amen a eso?

Póngase de pie en el nombre de Jesús. ¿Por qué en este caso? Porque hay situaciones diferentes, pero en ese, esa era la estrategia que Dios quería. En otros casos puede ser diferente, pero estos son principios de fe, principios de ciencia espiritual, principios que te pueden servir en tiempos de escasez y de necesidad, en tiempos difíciles se necesita un pueblo sabio, complejo y entendido en los principios de la palabra del Señor.

I want you to really let the word of the Lord simmer in your spirits. God wants a people of faith, a people who clamour, a people who are open to the supernatural, a people who believe in the gifts of the spirit, a people who know how to pray, a people who have expectation that God will answer prayer according to our faith. God needs a people who move in faith. God needs a people who will look not so much at the difficulty and the seriousness, and the critical nature of the circumstances that they’re facing but rather upon the great God who has said, I am with you. And God wants a people who are aggressive, who will go towards the enemy rather than wait for the enemy to come to them and who will take the battle to the enemy, who will pray in community, who will come together in prayer and seek the blessing of the Lord. Alleluia! Praise the Lord.

Gloria en nombre del Señor. Pídele al Señor que te recuerde estos principios y que tu vida sea una vida de fe. Vamos a repasar estos principios en la próxima ocasión y yo sé que Dios tiene, como yo decía en esa grabación, Dios quiere que nuestra iglesia aprenda a vivir en fe.

God wants us to live faith. He wants us to mature. He wants us to discover the principles of faith.

Que aprendamos a vivir una fe compleja, una fe poderosa, una fe a la altura de la palabra de Dios. Señor, crea en nosotros fe. Crea en nosotros convicción. Crea en nosotros seguridad y confianza. Danos sabiduría, danos la estrategia, danos estrategia, danos entendimiento, danos instrucciones claras, Señor. Enséñanos a vivir en el poder de tu palabra. Gracias, porque no nos has dejado inermes, no nos has dejado sin armas. Nos has dado la directiva, la instrucción, Señor, que necesitamos. Bendice a tu pueblo. Implanta esa semilla, Señor, en sus corazones. Implanta tu verdad, Señor, esa semilla viva, oh Dios, tu palabra dice que tu palabra no caerá a tierra sino que ni siquiera volverá a ti vacía, hará aquello para lo cual tu las has enviado. Te adoramos. Bendice a tus hijos, bendice a tus hijos. Gloria al nombre de Jesús. Denle un gran aplauso al Señor, amen.

Ministerio de Matrimonios : Testimonio de Cesar y Liliana Deossa

Un pequeño testimonio de una de las maravillosas bendiciones que Dios nos ha dado. Todas las parejas cuando forman un hogar, su primer sueño es tener una casa, y nosotros no somos la excepción. Por años éste fué un objectivo y tratamos por todos los medios, pero en nuestra propias fuerzas y nunca lo logramos. Después de llegar a este país esto se convirtió en un sueño que cada día estaba más lejano, pero ahora nuestras esperanzas y fortaleza estan en la voluntad de nuestro Señor Jesucristo. Estamos seguros que todo lo que somos y tenemos le pertenece a EL, nosotros somos solo sus mayordomos.

En el momento en que nuestro Padre Celestial nos regaló la oportunidad de tener una casa sabiamos que era un regalo de Dios y por esta razón hicimos un pacto con El, de entregarle nuestro hogar para servirle, que sea casa de oración y una pequeña extención de la congregación León de Judá. Nuestra visión principal es poder ser un puente que DIOS pueda usar para que las parejas tengan una relación estrecha con Jesucristo y puedan tener hogares fundamentados en la palabra de DIOS, bendecidos,fortalezidos y prosperados. Como también parejas Cristianas que quieran crecer y fortalecer sus matrimonios teniendo familias aprobadas por DIOS. Cesar y Liliana Deossa.

Sin amor nada vale

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En este año más que nunca Dios me ha guiado a meditar sobre el amor. Es posible que sea que uno llega a cierta a edad ya empieza quizás a revaluar su vida y ver cómo está en las cosas importantes de la vida. Fue el año que también cumplimos 25 años de casados, y fue el año que una de nuestras hijas se casó. Y fue el año donde por primera vez estamos experimentando lo que es ser abuelos. Y todas esas cosas hacen que uno medite con profundidad cómo ha llegado ahí y cómo puede mejorar para el futuro.

Y he descubierto que el mayor tesoro que yo tengo es el amor de mi Padre celestial. Es la conciencia de su presencia en mi vida el hecho de que él es el que pilotea mi avión y que todos los aspectos de mi vida están bajo su control y que a él nada se le escapa, aún lo que yo no veo él lo ve. Y yo le quiero decir en esta noche que el amor de Dios es invariable. Siempre ha estado y siempre estará sobre ti. Ninguno de nosotros es un error y ninguno de nosotros escapa a los ojos de amor de nuestro Padre.

Nuestro Dios es un Dios que busca, él busca a sus hijos con celo y con pasión y desea tener un trato personal e íntimo con cada uno de ustedes. La palabra dice en Jeremías, con amor eterno te he amado. Es un amor que nunca termina. El amor de nuestro Padre se manifiesta en todos los aspectos de nuestra vida. Comienza con la visión y el futuro, el destino que él ha puesto en cada uno de nosotros. Se manifiesta en su perdón, en la atención a todos los detalles de nuestra vida, al proveer a todas nuestras necesidades, y aún en su consuelo y ne la afirmación sobre quién es cada uno de nosotros.

Y yo he aprendido que a Dios le agrada mucho lo que hacemos por su Reino, pero que aún más le deleita quiénes somos en él, le importa quiénes nosotros somos en nuestra privacidad, cuáles son nuestras motivaciones y nuestras actitudes. Y los momentos donde yo siento más el amor de Dios y la presencia de Dios no es en los momentos de hacer sino en los momentos de ser, cuando soy su hija y en esos momentos en que me concentro en saber quién soy en él y recibir sus tiernas palabras de amor y su abrazo amoroso y aún su palabra de corrección. Así que esos son los momentos más importantes, más significativos en mi caminar cristiano.

Esta es la primera vez yo creo que hacemos este dúo. Tenemos que hacerlo más a menudo como te digo. Siempre le estoy diciendo que debe predicar más, ¿verdad que sí? Amen. Así que yo estoy dispuesto a traducir cuando tu quieras.

Y quiero que vayamos a la palabra en el pasaje por excelencia sobre el amor, sería obviamente Primera de Corintios 13 y vamos primero a leer del primero al versículo 3 que dice así:

“… si yo hablase lenguas humanas y angelicales y no tengo amor vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retine. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado y no tengo amor, de nada me sirve….”

Así que eso es una confirmación de lo que estaba compartiendo anteriormente que por más grandioso que sea lo que nosotros hagamos no vale absolutamente nada si no está gestado y bañado en amor. Y seguimos leyendo en el mismo pasaje, Primera de Corintios 13, versículo 4 a la primera parte del versículo 8 y ahí dice:

“… el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injustita más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta….”

Y la última parte que vamos a leer dice, “… el amor nunca deja de ser…”

Este es el amor que yo aspiro tener en mi vida. Quizás muchos de ustedes han oído acerca de que el amor no es un sentimiento, ¿verdad? Aunque parte es sentimiento sino que es más bien una decisión. El amor tiene que estar fundamentado en un genuino deseo de honrar a Dios y cuando proviene de esa fuente del amor inagotable de Dios es cuando entonces se convierte, tiene un poder sobrenatural. Nunca subestimes el poder de los actos de amor que tu haces en el nombre del Señor.

Y en este final de año yo quiero extenderle tres retos con relación a lo que es el amor. El primero es dedícate a conocer a tu Padre como él es. Trata de desechar la imagen mundana que tu has adquirido en tu vida acerca de quién es Dios. Todos tenemos que hacer eso porque no conocemos a Dios como él es de verdad y actuamos muchas veces y reaccionamos contra Dios en maneras que, como hemos aprendido en nuestra vida, en base a nuestras experiencias en la vida.

Así que yo quiero animarles a que abra su corazón a Dios como el corazón de un niño. Greg estaba haciendo alusión a ese mismo principio. Cómo un niño pequeño se acerca a su padre amoroso; lo hace con libertad, con abandono, con confianza. Se trepa en la falda de su papá y se aprieta al regazo de su papá, busca la protección cuando la necesita, el consuelo cuando lo necesita, le trae su juguetito dañado para que su papá se lo arregle, y muchas veces hemos aprendido a tratar a Dios con mucho formalismo, aunque lo que él desea es que vayamos a él como un niño.

Así que ese es el primer reto que quiero hacer, dedícate a conocer a Dios, los atributos de Dios como él es, porque en eso vas a tener libertad.

Ahora me vino a la mente cuando yo recibí el bautismo del Espíritu Santo lo que el Señor me repitió una y otra vez era la frase, amor de padre, amor de padre es. Como por una hora Dios me repitió eso, amor de padre, amor de padre es. Y fue cuando comencé a tratar a Dios como mi papá de verdad porque antes de eso para mí era un Dios formal, lejano, un juez. Y de ahí en adelante todo cambió, ahí tuve la libertad de acercarme a él como su hijita y de llamarlo por primera vez mi aba, mi papá. En mi mente yo sabía que esa era la imagen que yo debía tener y desde ahí pues Dios ha seguido revelándose a mí y ha puesto en mí hambre de buscar de él como mi papá y me ha hecho una persona mucho mejor por eso porque me ha completado y me ha libertado.

El segundo reto que quiero extenderles es que no te conformes en cómo tu amas hoy. Aspira a crecer en el amor. Evalúa dónde tienes que cambiar, ¿amas como esa descripción que acabamos de leer de Primera de Corintios 13? Reconoce tus faltas. Sabes que muchos de nosotros nos quedamos estancados y nos conformamos con un amor mediocre cuando en realidad tenemos todos los recursos del cielo para poder amar como Dios ama, y seguir creciendo en el amor de Dios.

Así que eso sería, pídele a Dios que transforme tu corazón de manera que puedas aprender a amar como un niño. Un principio de la consejería es que si no hay cambio, no hay cambio. Así que si tu quieres mejores relaciones con tu cónyuge, con tus hijos, con tus hermanos, con tus compañeros de trabajo, vecinos, cualquier persona que sea, entonces tienes que hacer cambios. Así que ese es el otro reto.

Y dentro de eso también, no esperes a que otros cambien para que tu cambies. Muchas veces nos quedamos estancados en la misma situación porque señalamos al otro como el primero que tiene que hacer el cambio, cuando en realidad nosotros podemos empezar. Y lo maravilloso es a veces cuando hacemos aquello, incorporamos cambios positivos en el amor, en el trato con los demás, vemos que eso libera una disposición quizás de Dios para él obrar en la situación porque estamos siendo obedientes a Dios de hacer lo que él ha mandado a hacer.

Así que el primer reto es dedícate a conocer a Dios como él es, a tu Padre como él es. Aspira a crecer en el amor, y el tercero es crece en tu demostración de amor hacia otros. Cada uno de nosotros es un embajador de amor del Señor. Un hogar donde reina el amor, donde impera la gracia es el mejor testimonio que puede haber del poder transformador de Cristo y es el lugar donde estos niños que estaban aquí al frente y tantos más van a aprender a amar.

Así que, querido hermano, querida hermana, no importa tu edad, tu estado civil ahora mismo tienes dentro de poco tiempo, 365 días de oportunidades delante de ti para demostrar amor genuino.

Así que yo te animo a que aproveches al máximo cada día. Amen. Pues vamos a orar para que así sea. ¿Por qué no nos ponemos de pie? Pedimos que el Señor haga eso posible, crecer en el amor genuino de Dios, manifestarlo y también expresarlo.

Gracias Señor, nos presentamos Señor delante de ti, tal como somos y te pedimos, Señor, que tu nos ayudes a entender mejor cómo llegar a conocerte a ti como tu verdaderamente eres. Padre, nos presentamos delante de ti como somos y te pedimos que tu hagas cambios en este año en nuestra vida de manera que podamos ser más sensibles a tu amor.

Señor, abre nuestro corazón para ser más sensibles a tu amor. Padre, ayúdanos a crecer en ser como niños para llegar a ti como tu quieres que lleguemos a ti, con abandono, con entrega, con alegría, con amor. Yo te pido, Señor, que en cada hogar haya una transformación primero por el poder de tu amor, por la eternidad que tu pones en el ser humano, por la gracia tuya sobre cada vida. Y Señor, por los cambios que cada uno de nosotros va a establecer en su hogar, en todas nuestras relaciones, de manera que verdaderamente demos testimonio de tu amor.

Ayúdanos a amar, Señor. Padre, cuando se nos hace difícil ayúdanos a amar. Ayúdanos a amar a aquel que nos ha herido, y te pido también, Señor, que tumbes toda barreras que nos impide amar como tu quieres que amemos. Padre, que tu amor sanador sea la marca de cada persona aquí, de cada familia, Señor, enséñanos, Señor. No podemos en nosotros mismos, en nuestra fuerza, dependemos de ti, como niños nos sentamos en tu regazo, te pedimos, Señor, tu amor y nos refugiamos en tu amor, nos deleitamos en tu amor y nos preparamos para amar también a otros. Gracias, Padre, amen, en el nombre de Jesús, amen, amen. Gloria al nombre del Señor. Buen fundamento para comenzar el año recordando el más básico de los principios espirituales: el amor de Dios en nuestra vida manifestándolo, sintiéndolo y aprendiendo el amor de Dios y de ver a Dios como él es. Gloria al Señor.

¿Cómo será esto? (Parte 2)

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Yo quiero concluir el estudio que inicié la semana pasada, o la meditación y recordarán que la meditación la fundamentamos en una pregunta que hizo María cuando el ángel Gabriel le anuncia que va a ser madre y que el ser que va a nacer de su vida va a ser llamado Hijo del Altísimo que es un ser maravilloso que Dios ha escogido para sanidad de la humanidad, el Mesías prometido. Y María hace una pregunta clave y dice, ¿Cómo será esto? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo se va a dar esto?

Ahí en el versículo 31, Lucas 1:31 el ángel le dice, “… y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, llamarás su nombre Jesús, este será grande, será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,….” Y le dice una serie de cosas maravillosas que van a surgir de la vida de ese ser sobrenatural. “… Reinará sobre la casa de Jacob, su reino no tendrá fin…”

Pero al escuchar todas esas promesas, grandes, que va a salir de su vientre, María hace esa pregunta, “…. María dijo al ángel, ¿Cómo será esto pues no conozco varón?...” Entonces el ángel le da la respuesta y le dice, “-… el Espíritu Santo vendrá sobre ti, engendrará en ti la vida de Dios y como resultado de ese trato de Dios sobre ti nacerá un ser santo que será llamado Hijo de Dios..”

Pero lo importante de ese pasaje es la pregunta que le hace María, ¿Cómo será esto? Y ustedes recuerdan que también antes de eso, 5 meses antes, Dios se le había aparecido a Zacarías, sacerdote, mientras preparaba el incienso que había de ser ofrecido al Señor y estaba solo él en el lugar santo. El mismo ángel se le había aparecido a él y le había dicho algo similar pero en menor escala, le dijo, Zacarías, tu y tu esposa van a tener un hijo también. Y ese hombre, ese niño, va a ser algo maravilloso, va a ser un profeta de Dios. Dios lo va a usar grandemente, él va a ser preparado para abrir el camino del otro ser que ha de venir que es el Mesías.

Y se me ocurre al decir esto que Dios siempre tiene un plan. Era un plan que estaba bien concebido, primero, iba a anunciar, segundo, el que iba a ser anunciado, de dar la palabra y tenía su manera de preparar todo, en el tiempo propicio. Dios siempre tiene un plan y el problema es que nosotros muchas veces no sabemos cuál es el plan. Él simplemente nos dice va a suceder esto, pero nosotros no sabemos cómo va a suceder.

Ahora, miren lo siguiente que cuando el ángel le anuncia a Zacarías, tu vas a tener un hijo con tu esposa que ha sido llamada estéril toda su vida, y ya ellos son entrados en edad, son gente ya bastante avanzada en edad, nunca han tenido hijos y Zacarías le sale con una pregunta similar al ángel. En el versículo 18 “… dijo Zacarías al ángel, ¿en qué conoceré esto?...”

Cuando Dios trae un anuncio a nuestra vida, como decíamos el domingo pasado, cuando Dios genera en nosotros algo de vida y de creatividad y de transformación, y de estación de algo nuevo, en nosotros siempre surge una pregunta. Ahora, hay una diferencia cualitativa en estas dos preguntas. Zacarías pregunta con incredulidad, ¿Cómo va a ser eso? ¿Qué señal tu me vas a dar? El Señor Jesucristo dijo que los judíos siempre estaban pidiendo señales, siempre estaban pidiendo señales para que Dios le confirmara las cosas. Y había una semilla como de duda y de resistencia al mover de Dios, de dureza de corazón en esas preguntas y esas peticiones de señales. Y Dios discernió, el ángel discernió que en la pregunta de Zacarías había duda y cuestionamiento. Y por eso la reacción del ángel a esa pregunta de Zacarías es diferente a la reacción que tiene a María.

Zacarías, el ángel le dice, como tu dudaste del Señor vas a quedar mudo, vas a ser disciplinado, y Dios la señal que te va a dar es que tu vas a quedar mudo hasta que nazca el hijo que te hemos prometido. Y cuando nazca entonces tu vas a poder volver a hablar. Hay una disciplina que se le impone. ¿Por qué? Cuando María hace la pregunta, ¿Cómo será esto? La pregunta de María nace de una sana curiosidad, bueno ¿y cómo va a ser eso posible, qué va a hacer Dios en mi vida? No hay en ella necesariamente un cuestionamiento, pero en Zacarías lo hay y yo he dicho que siempre cuando Dios quiere hacer algo en nosotros va a surgir algo de cuestionamiento o de pregunta y todo depende de cómo nosotros preguntamos, cómo nosotros reaccionamos a la oferta de Dios de hacer algo diferente en nosotros.

Pero la dinámica es similar, por eso está aquí en la Escritura. Yo he dicho que lo que sugieren estos dos relatos que es aplicable a todas las generaciones es que Dios siempre quiere tornar nuestra esterilidad en creatividad. Dios quiere tornar nuestros vacíos en presencias. Dios quiere tornar nuestros callejones sin salida en avenidas para el fluir de su espíritu. Dios quiere tornar nuestro anonimato en noticia y algo sobresaliente que sea visible a todos. Dios quiere tornar nuestra mediocridad en excelencia.

Y esa es la esencia de este pasaje, porque tanto María como Elizabeth y Zacarías, reflejan lo estancado, lo vacío, lo que no tiene potencialidad. María no había tenido contacto con su prometido, no podía concebir. Elizabeth era estéril, toda su vida y ambas representan los vacíos que hay nuestra propia vida, la potencialidad que está allí sin activarse. Y así como Dios quiso activar la vida suya en María y en Elizabeth y Zacarías, Dios quiere hacer lo mismo en nuestras vidas.

Usted ve, porque los relatos de la Biblia son paradigmas, son modelos, son ejemplos que cuando extraemos la estructura que está debajo de ellos podemos aplicar eso a nuestras vidas. Y Navidad es en parte ese mensaje de que hay un Dios que está dispuesto a descender a nuestra realidad y depositar su poder en la vida humana que está atrancada, cerrada, vacía y activarla con su poder para que demos vida. Esa es la encarnación, ese es el advenimiento, eso es Navidad.

Por eso nosotros damos, sin saber, los regalos. La humanidad da instintivamente entendido, sí, los reyes magos trajeron regalos, pero detrás de eso había algo de la gracia de Dios, de darnos cosas que no merecemos, que no tenemos, de enriquecer nuestra vida, de aumentar nuestro caudal. Para mí la Navidad es aumento, la Navidad es vida que nace de la nada, vacíos que se convierten en fuentes que fluyen. Y eso es lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas. Y Dios siempre, hermanos, nos está animando a creer que un milagro se va a actualizar en tu vida y en la mía y tenemos que adoptar una mentalidad de que la bendición está a la vuelta de la esquina, de que Dios quiere darme vida abundante, de que yo no he sido llamado a vivir del plato a la boca, como dicen. Muchos de nosotros venimos de trasfondos de pobreza, de familias disfuncionales, de matrimonios que quizás inexistentes en nuestros padres, fracasos que hemos tenido, carencia, falta de educación. Vemos tanta gente afuera disfrutando de carros y de casas, y de familias estables, y de profesiones productivas, y nosotros decimos, bueno, eso es para ellos, a los blancos, a los que tienen ojos azules, a los que hablan inglés o alemán o francés, pero no es para mí.

Hermanos, Dios quiere tornar tu vacía en fruto. Dios quiere tornar tu matriz inactiva en una matriz que de a luz la vida de Dios. Y todo depende de que tu creas eso, de que tu cambies tu modelo mental y que creas que para él no hay imposibles, que para él no hay de que, ah, bueno, tu vienes de una familia disfuncional o que nunca tuvo un profesional, o lo que sea. No, Dios puede activarte, Dios puede activar tu mente, Dios puede activar tu vida y eso de esterilidad convertida en productividad está a través de toda la Escritura.

Uno de mis pasajes favoritos es Isaías 54: “… regocíjate oh estéril…” Usted ve ahí ese mismo patrón: “… regocíjate oh estéril, la que no daba a luz, levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová…”

Y en preparación a ese milagro dice, “… ensancha el sitio de tu vientre y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas. No seas escasa, alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas, porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades azoladas…”

¿No le da gozo a usted escuchar esa promesa de parte de Dios? Pero ve usted le mismo patrón que se realiza en la vida de Zacarías y su esposa Elizabeth, y en la vida de María, y en la vida de Sara y Abraham, cientos de años antes, y en la vida de los padres de Sansón, que también no podía tener hijos. El mismo patrón del Dios que torna matrices cerradas en matrices abiertas que dan a luz vida.

Hay algo en la mente de Dios que le gusta tornar lo humilde, lo mediocre, lo sin sentido en algo positivo, coherente, bello, creativo, productor de vida. Y eso suena muy alto, muy altisonante, muy poético, muy simbólico pero esa es tu vida, hermano, mi vida. Dios puede hacer cosas en ti para fecundarte también como fecundó a María. Todo está en que tu creas como creyó María, que no seas incrédulo.

Yo he dicho también, recuerdan que, hay anuncios, nosotros cuando Dios quiere hacer algo en nuestra vida no va a venir un ángel o un arcángel como Gabriel para decirte, he aquí así te dice el Señor, hija mía o hijo mío. Muchas veces el anuncio de Dios va a ser como un impulso dentro de ti, una inquietud, un pensamiento, algo que nace y que tu dices, guau, de dónde vino eso. Que interesante, la primera vez que te surja ese pensamiento por tu mente. Ese es el anuncio de Dios. Y tu tienes la misma opción que tuvo María o que tuvo Zacarías, tu puedes despedir el anuncio de Dios y decir, bueno, esos son sueños vanos, y no volver a pensar en eso. O tu puedes decir, hmm, espérate un momento, déjame pensar un poco, quizás es Dios que me está hablando. Y tu puedes entonces entrar en una acción, en una relación entre el anuncio divino que se ha gestado dentro de ti, la inquietud de fe que Dios ha puesto, la vida esa embriónica que Dios ha puesto en tu mente, en su sensibilidad y comenzar a activarla y comenzar a trabajar en ella.

No ves tu lo que le dijo Pablo a Timoteo? Le dijo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por medio de la imposición de mis manos, en uno de los dos pasajes donde Pablo le dice así a Timoteo. En otras palabras, Timoteo había recibido una palabra profética de parte del Apóstol Pablo y Pablo había proferido un don en la vida de Timoteo, era un don quizás un don pastoral, un don de maestro. Pero ese don estaba allí, el anuncio de Dios, el germen de vida de Dios estaba ya en Timoteo, ahora a Timoteo le tocaba avivar ese fuego y convertirlo en una realidad. Se habrá tomado muchos años, pero la vida de Dios así viene a nuestra vida y como una criatura que se toma 9 meses para nacer dentro de la madre, así a veces nuestros milagros que Dios quiere hacer se tomarán tiempo.

Y la pregunta que tu tienes que hacerle a Dios cuando viene ese gesto de vida dentro de ti es, Señor, ¿cómo tu vas a hacer esto, qué tu quieres que yo haga, cuál es la labor que tu y yo vamos a hacer juntos?

Y ahí fue que nos quedamos en ese, yo quería, voy a ir rápidamente, darles a ustedes una serie de sugerencias que no pude hacerlo el domingo pasado. Mire aquí, este es el tema esencial de mi meditación: la pregunta es esta, cuando Dios anuncia un milagro en la manera en que sea, cuando Dios anuncia su intensión milagrosa en nuestra vida, cómo debemos nosotros reaccionar, qué hacemos con esas inquietudes creativas que Dios pone en nosotros. Cuando Dios quiere fecundarnos, cuál es nuestra reacción o nuestra labor. Y yo quiero darles a ustedes algunas ideas sobre eso, así que si usted tiene su lapiz apúntelo allí o tome nota porque esto es bien importante.

Bueno, ok, Dios me ha tocado, Dios ha puesto una semilla de vida en mí, una inquietud, algo de fe que ha nacido en mí, un anuncio que ha venido de alguna manera, alguien me ha dicho, tu puedes hacer esto, un pensamiento ha cruzado mi mente, un pastor ha orado por mí, alguien ha profetizado en mi vida. Mientras yo lavaba los platos vino una inquietud a mi espíritu y a mi corazón, ok, ¿Qué hace usted con eso, qué hace usted con ese anuncio de Dios en su vida? Si el ángel le ha dicho tu puedes, tu debes, tu vas a, ¿qué hace usted con eso? Quiero darle algunas ideas aquí.

Una de las preguntas, cómo se yo si esto es de Dios o no. Muchas veces, cómo se yo que esto no es simplemente algo carnal en mí, o lo que sea. Bueno, lo primero que uno hace es discernir si viene de Dios o no. Yo creo que mucha gente me pregunta siempre, bueno, pastor, cómo se yo discernir la voluntad de Dios en mi vida, cómo puedo yo escoger entre esto o lo otro, si me mudo a tal ciudad, si me quedo aquí, si escojo una profesión u otra, si me caso con fulanita o con fulanita, si me compro una casa o no la compro, si comienzo este negocio o no lo comienzo. Una pregunta que la gente siempre hace es, bueno, cómo se yo, cómo puedo yo discernir.

Déjenme decirle, nunca va a haber una respuesta ciento por ciento cierta porque yo creo que las jornadas de Dios siempre son unas jornadas de fe, siempre va a haber cierto grado de incertidumbre y eso es parte de la jornada de fe. Yo no puedo decir que voy a aquietar toda duda o todo temor en ustedes y que no va a quedar cierta inquietud, pero puedo ayudarlos, yo creo en algunas cosas.

Bueno, ok, discernir si viene de Dios o no. ¿Cómo, qué elementos podemos usar para discernir si es de Dios o no?

1). Usted puede hacer una pregunta y es, está esta inquietud de acuerdo a la palabra de Dios. Porque yo creo que los impulsos que nosotros tenemos a lo mínimo deben fluír en armonía con la palabra de Dios. Si está de acuerdo con la palabra de Dios entonces hay una buena posibilidad de que tu estás en buen camino. No seas tu como una señora que me dijo alguien aquí de la iglesia, que se acercó a un pastor que conocemos en Puerto Rico y en una sesión de consejería le dijo, pastor, el Señor me ha dicho que usted tiene que divorciarse de su esposa y casarse conmigo. Probablemente eso no era de Dios.

Las inquietudes tenemos que examinarlas a la luz de la palabra del Señor, tienen que fluir primeramente y habiendo dicho esto también digo algo más concerniente a la palabra de Dios y es que por eso es bueno conocer la palabra de Dios, porque muchas veces cuando oramos es bueno entre comillas, recordarle a Dios lo que él nos ha prometido. Y usar la Biblia para apuntalar y respaldar nuestras oraciones. Que lindo es cuando uno le dice, Padre, tu dijiste tal cosa en tu palabra, tu prometiste darle vida al que está muerto, generar en la estéril vida. Tu prometiste que nos has venido a dar vida en abundancia, tu dijiste que oraríamos por los enfermos y sanarían. Óigame, eso le fortalece su fe y también es una bendición para el Padre que escucha su palabra siendo devuelta a él. Y eso apuntala nuestras oraciones.

Así que nuestros deseos, nuestros impulsos de fe tienen que fluir conforme a la palabra. Y por eso es tan importante que nosotros leamos la palabra para que Dios tenga más como pistas de aterrizajes para sus impulsos milagrosos. ¿Me doy a entender? Cuando la palabra está fluyendo y bullendo dentro de ti eso permite que el Espíritu Santo tenga más material para prender el fuego de la fe dentro de tu vida. Es decir, que para el propósito de discernimiento siempre hay que preguntarse, bueno, fluye esto conforme a la palabra de Dios.

2). Tu puedes preguntarte, esto que yo siento, que deseo, que estoy buscando glorifica a Dios o más bien me está satisfaciendo a mí y glorificándome a mí? Porque muchas veces hay peticiones que nosotros le hacemos al Señor pero en realidad es nuestra carne la que la está pidiendo o hay orgullo en nosotros u otras cosas, pero yo creo que si glorifica a Dios y estamos buscando la gloria, la honra de Dios y aún por ejemplo, si tu quiere digamos, ok, yo quiero ir a estudiar. Bueno, ¿por qué quiero ir yo a estudiar? Simplemente para tener `más dinero y tener un título que le voy a estrujar a la gente en la cara, mira yo el licenciado tal; o es para yo poder servir mejor a Dios, para bendecir a mi familia, para bendecir a mi iglesia, para glorificar al Padre que puede hacer cosas imposibles en vidas estériles. Yo creo que el impulso principal debe ser la gloria de Dios y entonces nosotros tenemos que examinar nuestros impulsos para ver qué hay allí que pueda glorificar a Dios o glorificar a mi propia persona.

3). Y eso me lleva a una tercera cosa en el discernir el propósito de Dios y es que también es bueno preguntarse asimismo, bueno, coincide este impulso, esta inquietud con alguna debilidad o cualidad de mi carácter; o si coincide con alguna debilidad o va contrario a debilidades que hay en mi vida. ¿Por qué eso es importante? Porque muchas veces hay cosas que Dios pone en nuestra mente o en nuestro espíritu que son tan contrarias a lo que nosotros normalmente haríamos que tiene que ser de Dios, porque no puede haber otra alternativa.

Hay cosas que Dios pone que uno dice, bueno, si esto me vino a la mente, hay que ponerle atención por lo menos porque puede que sea de Dios porque yo soy una persona tímida o nunca he estudiado o siempre he pensado que no podía aprender un nuevo idioma, o tener un ascenso en mi trabajo y usted al discernir que es contrario al fluir natural de su carne puede decir, mira, déjame darle un poquito más de mente a esto. Por otro lado, muchas veces hay deseos incursos en nosotros que son más bien expresión de defectos de nuestro carácter. Hay personas que dicen, oh, yo me voy a mudar a otra ciudad o voy a comprar un carro nuevo y muchas veces hay impulsividad en su carácter, más bien es una personalidad materialista, consumerista, impulsiva que no ha pensado bien las cosas. Hay que meditar bien, que muchas veces lo que nosotros sentimos que es Dios no lo confundamos con lo que más bien es de la carne y hay que pedirle al Señor de nuevo, Padre, dónde estoy yo con respecto a eso. Hay que buscar, discernir una cosa con la otra.

Por ejemplo, les confieso, en este asunto de construir un nuevo santuario, yo le he tenido que preguntar a Dios varias veces, Señor, ¿es eso un sano deseo de avanzar el destino de esta congregación y tu reino sobre todo o es Roberto Mirando con un complejo faraónico de construir nuevos edificios y esto y lo otro? Yo he tenido que examinar mi propio corazón y en este tiempo de dificultades financieras he tenido que volver a examinarme y preguntar, ¿ese soy yo, Señor o eres tu que estás hablando? Y me parece algo tan, precisamente, tan difícil y tan contrario que mira, tiene que ser Dios porque el tiempo no es para pescar. La hora no es para pescar como dijo Pedro. Toda la noche hemos tratado de pescar y no hemos cogido un solo pez pero en tu nombre yo echaré la red.

Yo le dije a los diáconos recientemente, cuando nos reunamos otra vez vamos a analizar de nuevo si este proyecto es de Dios, si estamos seguros de que es de Dios, porque si es de Dios se hace. ¿Usted entiende? Hay que ser sobrio, hermanos. La vida de fe es una vida también de prudencia y de sobriedad y hay que usar estas coordenadas para tirarlas para tener una idea clara. Eso no está en conflicto con la fe.

Entonces, que coincide con otra debilidad. Otra forma de discernir si es de Dios, y esto es muy importante, lo voy a leer como lo escribí. Resiste la oración, la consulta con gente sabia y madura y sobretodo la espera y el paso del tiempo. Cuando usted recibe de Dios algo, muchas veces, mira póngalo en remojo allí, póngalo a ablandarse un poco como las habichuelas, métalo en oración enseguida y comience a gestarlo en oración y métale la luz de la oración encima. Padre, he recibido esto, confírmalo, acláramelo, dame seguridad. Si no es de ti te lo entrego ahora mismo y quítalo de mi mente. Y si cuando usted ora así, ahora, si es de ti, confírmalo y pon en mí una imperiosa necesidad de llevarlo a cabo. No permitas que ni mi carne ni nada me aparten de ello.

Entonces usted lo somete al horno de la oración. Y si con el tiempo resiste y usted todavía tiene ese impulso y lo siente en su corazón, mire, siga a del en el nombre del Señor. Y si usted al consultarlo con una persona madura, no consulte sus sueños y sus visiones con todo el mundo, porque le van a echar agua muchas veces y se lo van a dañar en un momento. Yo he aprendido ya que hay cosas que yo tengo que pelearlas con Dios solamente directamente, él y yo, porque si se las digo a otra persona puede que no entienda y entonces no es el momento, hay que tener, pero busque, hay un pastor sólido, una persona madura en la fe, alguien que usted sabe que puede resistir su consulta. Consúltelo con esa persona y someta su visión a un nuevo cedazo, porque de nuevo hay que buscar todos estos recursos.

Otra cosa, espere. Hay cosas que se puede esperar y que es bueno a veces esperar que pase un ratito y usted se enfríe, y si cuando usted se enfrió todavía está ahí eso, eso entonces posiblemente sea de Dios. Porque a veces somos impulsivos y, ah, Dios me habló, venimos en la tarde y le decimos a la mujer, cojan todas las cosas, empáquenla porque nos vamos para Chicago. Dios me dijo que llegamos allá y Dios dice quién te mandó aquí, yo no te dije nunca eso, muchacho.

Tenemos que esperar, tenemos que madurar. Ahora, si tu impulso espiritual, si lo que está dentro de ti resiste la oración, la consulta con gente madura, la consulta con la palabra de Dios, la espera en el espíritu y el paso del tiempo, mira, muy posiblemente esto es de Dios.

Y por último en términos de discernimiento, todavía estamos allí, te puedes preguntar, ¿obedece este impulso, este santo propósito, si lo quieres llamar así, obedece a los patrones milagrosos de la palabra de Dios? Porque hay formas en que Dios obra.

Por ejemplo, yo les he dicho uno ahora mismo: el Dios que torna matrices vacías en matrices fructíferas. Eso es un patrón. Bueno, ahí está una manera y esto posiblemente, mi vida nunca ha habido, yo nunca he estudiado, nunca ha habido un profesional, bueno, mira, eso posiblemente es de Dios. Es tan loco que tiene que ser de Dios. Rompe un patrón carnal y establece uno espiritual. Formas de discernir.

Entonces, aquí usted tiene, lo primero, cuando Dios pone un impulso en su vida usted siente algo nuevo, algo diferente, algo creativo, algo de fe, disciérnalo primeramente conforme a estos patrones.

Ahora, segundo, pensaban que ya terminé? No, Ahora estoy comenzando. Estábamos hablando de discernimiento, pero segundo lugar, voy a ir rápido. Ese fue el que más tiempo va a tomar.

No se detenga mucho a pensar que es demasiado difícil, que no es posible. No se pierda en las tecnicalidades del asunto porque si usted se enmaraña en lo difícil, que cuantos años, que con quién va a hablar, que dónde va a conseguir el dinero, que quién lo va a ayudar. Mire, se va a volver un mar de imposibilidades y no va a hacer nada. No se detenga demasiado en lo difícil del asunto.

Recuerden a Josué y Caleb. Los 10 espías pensaron: imposible, gente grande, gente con armas de guerra, experimentadas en la guerra. Nosotros no sabemos ni cómo usar un palo si quiera. No vamos a poder entrar en esa tierra prometida. Josué y Caleb dijeron, miren, si Dios está con nosotros nos los vamos a comer como pan y mantequilla. Yo añado la mantequilla para hacerlo más fácil todavía. Ellos pensaron en el poder de Dios no pensaron en los obstáculos. No se pierdan en cómo.

Mire, cuando viene el gesto de Dios, el impulso, el anuncio de Dios deténgase allí solamente, si es de Dios, Dios sabe, Dios tiene la técnica, Dios tiene la solución, Dios tiene el procedimiento como lo tenía con María, como lo tenía… Dios siempre tiene la salida, Dios tiene siempre el conejo dentro del sombrero y lo va a sacar. Usted no sabe cómo pero él lo va a sacar de alguna manera. No se complique la vida demasiado, todavía, después habrá tiempo para esa parte, habrá tiempo para eso. Pero en el momento no se concentre demasiado en lo difícil que va a ser, porque sino va a perder inmediatamente el impulso. No se detenga mucho a pensar cómo será posible.

Tercero: bien interesante esto. Cuando venga la duda a su corazón y yo digo que vendrá, si es algo de Dios, de escala divina, la carne se va a resistir un poco a ello. Cuando venga la duda a tu corazón no te dejes dominar por ella, sino aquí está la clave, continua dando pasos de fe. No cedas a la crítica, al temor, a la oposición, a las dificultades del proceso, sino simplemente ve conforme al manual de operaciones. Sigue caminando en fe. Has lo que dice el manual y deja que Dios abra el camino delante de ti. No cedas al temor y a la duda, o a las críticas de la gente, o los que te van a decir, eso no se hace, no se puede, no se hizo nunca. Si Dios te lo confirmó aunque tu mente y tus emociones se rebelen diles, hey, sujétense. Yo voy detrás de lo que Dios ha dicho en mi vida.

Lo que yo decía el domingo pasado, cuando yo iba allí, ya me habían dicho, no es posible que, están cerrados los estacionamientos, ya dijeron que no, fue rotunda la negativa. Pero yo dije, Señor, tu puedes hacer algo y cada paso que yo daba en medio de esa nieve y bajo ese granizo con lluvia que estaba cayendo, yo pensaba, yo voy a hacer el ridículo. Me van a decir otra vez, no le dijimos ya pastor que no se podía estacionar allá. Dios hizo el milagro, hermanos. Y vino de la manera en que yo no esperaba. La gente me estaba viendo por la ventana a 3 cuadras de distancia y vieron mi cara destruida y dijeron, a este hombre hay que ayudarlo. Vamos a sacarlo de su miseria, vamos a darle un estacionamiento allá para su gente. Yo no sabía cómo iba a ser la respuesta, pero mire que fácil Dios lo hizo.

Ahora, si yo me pongo a pensar en mi temperamento, las dudas, el temor, la negatividad ya recibida, no hubiera hecho nada. Uno tiene que imponerse sobre los sentimientos. Hermanos, la gente madura de Dios, la gente creativa en el mundo es gente que vive por principios y no por emociones. Recuerde eso. Sus emociones son unos animalitos malcriados. Si usted los deja se adueñan de la casa y lo sacan del sofá y se sientan ellos y hasta prenden la televisión ellos si quieren y dicen, váyanse para su cama o lo que sea. Mire, las emociones son irredentas, las emociones son biología, carnalidad.

Dice la Biblia que el corazón humano es la cosa más engañosa del mundo. Nosotros los cristianos tenemos que aprender a poner el corazón y las emociones en paréntesis y obrar por lo que dice la palabra de Dios, aunque su carne le grite, no lo hagas, te vas a despeñar. Si Dios le ha dicho, se puede hacer, mire, camine adelante y el diablo tendrá que echarse a un lado para que usted pase. Hay que creerle al Señor. Y no le de demasiada atención a la carne.

Recuerde a Ester. Ester dijo, mira, nadie jamás ha entrado ahí sin autoridad, al salón del rey. Los han matado a todos por atrevidos pero yo voy a entrar porque hay una necesidad y si perezco que perezca. Y mandó a sus amigas a orar por ella, a ayunar 3 días, todos los judíos que pudieron encontrar, y cuando ella entró el rey le extendió su cetro, ha hallado gracia delante de mí.

Hay que atreverse, hermanos. El temor nunca… mire, si yo me pusiera a obedecer el miedo yo no haría nada. Estaría metido en un rinconcito de mi casa con la luces apagadas temblando de miedo porque siempre lo siento, siempre que me paro aquí a predicar tengo temor y tengo dudas de si Dios va a bendecirme, si me voy a bajar en ridículo de la plataforma. Pero lo hago porque creo que Dios es proveedor, hermanos.

Nunca te dejes dominar por el miedo. Nunca te dejes dominar por lo que no ha pasado en tu vida y lo que no se dio, lo que no te dijeron, lo que no te permitieron. Confía que Dios tiene algo nuevo para tu vida. No le pongas atención a la carne porque eso nunca fue buen vehículo para los milagros de Dios. El único vehículo para los milagros de Dios, la única pista de aterrizaje confiable es el espíritu. Dice el Señor Jesucristo, la carne es débil pero el espíritu siempre está dispuesto. Las emociones las procesa el cerebro, la razón, el sistema nervioso. El espíritu tiene otro canal. Conéctate con tu espíritu, vive conforme al espíritu, no conforme a la carne. Los milagros de Dios se darán cuando aprendamos a movernos por lo que Dios ha declarado. No te pierdas demasiado en la crítica, el temor, la oposición, las dificultades.

Cuarto: has tu parte. Di conmigo, has tu parte. Muy importante, has tu parte para que el milagro de Dios se complete. Generalmente hay una parte, cierto esfuerzo que tenemos nosotros que ejecutar para que el milagro de Dios se confirme en nuestra vida. Si no participamos el milagro posiblemente no se dará.

Recuerden hay muchos de estos paradigmas en la Escritura, ¿Qué pasó cuando el Señor le dice a los discípulos, denle ustedes de comer a la multitud? ¿Recuerdan la historia? Más de cinco mil personas al final del día sin comida en un lugar desierto y el Señor les dice a los discípulos, hey, no los manden al market basket, denle ustedes de comer. Y ellos le dicen, pero Señor si aquí ni siquiera una bodeguita latina hay en ninguna parte en todo este vecindario. Esto es el desierto aquí, el campo abierto. Aún si tuviéramos dinero no hay para comprar. Ve, esa es la mentalidad de estrechez. Recuerdan la diferencia entre mentalidad de abundancia y mentalidad tímida, de estrechez. Los discípulos pensaron, no tenemos, no hay, no hemos, no se puede, y el Señor tenía algo ahí en su mente que estaba ya pensando. Y entonces qué les pregunta, ¿Qué tienen entre ustedes? Ellos van y buscan, porque el Señor siempre te hace esa pregunta, ¿Qué hay?

Cuando Dios pone un impulso milagroso en tu vida, mira, generalmente hay cosas en tu ámbito de acción, en tu área de influencia, o en tu mundo relacional que hay cositas allí que Dios ha puesto como semillitas para que tu puedas caminar y encontrar la salida. Tu puedes siempre en tu iglesia va a haber alguien, tu puedes consultar con un pastor, con un anciano, con alguien de discipulado, con tu líder de célula, hay quizás en tu familia alguien que fue a la universidad y tu puedes decirle, cómo tu lo hiciste; quizás hay alguien que trabaja en un programa como Herk o una persona que es un consejero profesional, vocacional. Hay gente en tu ámbito que Dios ha puesto como ángeles secretos esperando a que tu vayas. Yo creo que la potencialidad de Dios está entre nosotros lo que pasa es que nosotros a veces no tenemos ojos para ver y no estamos buscando porque creemos que si Dios me lo va a dar él va a venir en un lacito, una cajita bien envuelta con papel de regalo y una cinta bien bonita y un moño encima y Dios me lo va a bajar del cielo y me lo va a poner en la mano. Mire, generalmente Dios da milagros prefabricados, por así decirle, te los da como a mitad de hacer. Y él dice, ahora termínalo tu. Hay una parte que tu tienes que hacer.

Recuerdan ustedes esas estatuillas que las venden por allí y las compran la gente de artesanías y las terminan de pintar? La estatuilla ya está hecha pero está en yeso y entonces la persona la termina con su pinturitas y sus detallitos. Yo diría que así es como Dios obra, por lo menos así ha obrado en mi vida y yo lo veo obrando en la Escritura muchas veces, es que él te da el 80% pero hay un 20% que él quiere tu hagas. Y eso es porque él quiere que tu aprendas a guerrear, que tu aprendas a usar los principios del reino, que tu desarrolles músculos espirituales, que tu desarrolles fe, paciencia, humildad, dependencia de él, hábitos de oración, persistencia, todos los elementos que son necesarios para una vida victoriosa en el mundo. Y si Dios te diera las cosas cien por ciento hechas cada vez que tu abres la boquita nunca desarrollarías madurez espiritual, nunca desarrollarías músculos espirituales. Dios quiere formar guerreros, Dios quiere formar gente de poder, Dios quiere formar gente de carácter y por eso él nos pone a trabajar muchas veces y nos da los milagros semi trabajados para que nosotros los terminemos y nos dice, ponte a buscar ahí en tu mundo hay cosas que ya yo he puesto. Yo las he depositado como uno de esos juegos de Semana Santa que dónde está el huevo y los ponen a los niños a buscar en el jardín hasta que encuentran el regalito escondido por allá. Mira así es, Dios tiene sus juegos con su pueblo y a veces nos dice, mira, yo quiero que tu te esfuerces un poquito, suda un poquito, busca el depósito, tráeme el germen y yo eso lo voy a bendecir.

Le trajeron 5 panes y dos peces, cuando encontraron la multitud, cinco panes y dos peces y se los trajeron, mira Señor, lo único que encontramos. Ramajeamos por todas partes, como dicen los dominicanos, y lo único que encontramos fueron 5 panes y dos peces. Mira, eso es lo único. Te lo dijimos, no se podía hacer nada. Dénmelos, los cogió, los levantó al cielo, oró, lo bendijo, se multiplicaron, miles de personas comieron. No me pregunten cómo se dio eso, el video lo vamos a ver cuando lleguemos al cielo. Pero miles de personas comieron y sobraron 12 cestas llenas para que no hubiera duda de que cuando Dios bendice hay suficiencia. Pero se requirió un depósito. Hay una parte que tu tienes que hacer.

Así que cuando tu sientas que Dios te dice, mira, yo te voy a bendecir, yo te voy a hacer profesional, yo te voy a hacer el primer graduando de universidad, el primer pastor o pastora en tu iglesia, la primera persona que yo voy a usar en evangelismo en toda tu familia. Yo te voy a dar un aumento en tu salario, esa casa tu la vas a tener, ese negocio tu lo vas a abrir, entonces hay una parte que tu vas a hacer en tu vida y entonces tu vas a meter tu brazo en el brazo de Dios y van a decir, juntos papá lo vamos a hacer y Dios va a decir, vamos muchacho, yo estoy contigo. Da el primer paso, es más, el primer paso lo dio Dios ya, da el segundo paso. Y tu te agarras de Dios hasta que tu veas ese milagro hecho, no dejes de hacer tu parte. Has tu parte. Ese es otro patrón bíblico, has tu parte y Dios completará lo que él ya ha puesto en ti.

Otra cosa, baña el milagro con oración. Me quedan dos nada más. Baña el milagro en oración hasta que se de. Adóbalo en oración. Yo no sé si eso está en algún concepto teológico pero hay que adobar los milagros. ¿Qué pasa cuando una mujer o un hombre adoba una carne, lo sazona? Coge el adobe, coge el marinade ese, como dicen, y meten la carne allí para que se compenetre con el sabor de las especies. Bueno, nuestros milagros tenemos que adobarlos con oración. Hay que ablandarlo. Esa piedra dura métela en agua hirviendo de oración y se va a ablandar aunque no parezca posible.

Mire, cuando tu recibes la vida de Dios dentro de ti comienza a orar y tu no sabes cuánto tiempo tu vas a tener que esperar pero bendice ese milagro y mientras el milagro se está convirtiendo en una vida completa, báñalo con la vida de Dios, declara victoria, declara recursos, pide influencias que vengan, pide puertas que se abran, pide sabiduría de tu parte, pide disciplina para llevar a cabo las cosas, pide circunstancias milagrosas que vengan a tu camino, pide energía física, pide persistencia, pide humildad, pide espíritu de oración, pide entendimiento, lo que sea pero comienza a bañar el milagro con todas las cosas que tu te imaginas que pueden necesitar para convertirse en realidad. Y báñalo en oración día tras días y así como te cepillas los dientes por disciplina, órale al Señor para que haga el milagro, preséntale todos los aspectos del milagro, visualízalo en diferentes maneras y declara la vida de Dios y báñalo en oración y eso te va a fortalecer a ti también. Baña el milagro en oración.

Penúltimo, muy importante esto. Decláralo con tu boca. Llegará un momento en que el milagro tendrá que salir del proceso de gestación al proceso de declaración. Todo milagro tiene, yo diría, dos partes: una parte es la parte de la matriz o debajo de la tierra. Una mata primero crece debajo de la tierra, se rompe el grano, echa raíces, se compenetra con los químicos y las nutrientes de la tierra y nadie ve nada por unos días, pero debajo de la tierra hay vida que se está formando y cuando Dios pone un milagro en tu vida recíbelo y muchas veces es mejor quedarte callado por un tiempecito. Géstalo en oración, báñalo con la vida de Dios, medita, has estas cosas que yo dije con respecto al discernimiento, preséntaselo que Dios, examínalo y déjalo allí cultivándose en la oscuridad, como el niño en el vientre de su madre antes que aparezca.

Ahora, llegará un momento en que Dios te dirá, mira, ya llegó el momento, comienza a anunciarlo porque viene. A Elías, o fue Eliseo, cuando llegó Dios dijo, va a llover sobre la tierra, fue Elías, va a llover sobre la tierra y va a venir una nubecita allá y la vas a ver y Elías mandó a su criado varias veces para que viera si venía la nube. En una el criado le dijo, aquí está la nube, ya la vi, una cosita chiquitita. Él dijo, mandémonos a correr porque viene la lluvia. Muchas veces Dios ha dicho algo y no se ve nada en la superficie, pero debajo de la tierra, tu tierra, Dios está preparando todo para que el milagro salga a la luz y tu vas a sentir dentro de ti una presión que va creciendo, va creciendo, va creciendo y llega un momento en que tu espíritu te va a decir, ahora comienza a anunciarlo y mándate a correr porque el milagro ya viene detrás de ti.

Es así hermanos. Como las contracciones en el vientre de la mujer se hacen más intensas y más frecuentes: eso quiere decir el niño va a nacer pronto. Comienza a declararlo con tu boca. Hay veces que hay que abrir la boca y decir cosas que después que tu las dices te asustas y te quieres mandar a correr porque te coge miedo a ti mismo, pero hay momentos que la palabra anunciada, proferida, declarada, confesada rompe la matriz para que salga el bebé, rompe fuente. Y a veces Dios te dice, habla ahora y di, Dios me va a fecundar, yo me voy a graduar, esa casa la voy a comprar, ese negocio es mío, esa profesión es mía, ese aumento Dios me lo prometió, habla como un loco, una loca y deja que Dios se encargue. No serán avergonzados cuantos en él confían dice la palabra del Señor.

Y si tu has sometido tu milagro a todos esos procesos y has esperado, si has orado, si has consultado, si has discernido, si has pagado el precio, si has hecho tu parte y el milagro todavía resiste, y el bebé está dentro de ti, anúncialo, decláralo, el Señor se tomó tiempo antes de decir, yo soy el Mesías, porque siempre los milagros de Dios se toman tiempo y hay que esperar el momento preciso para disparar. Pero cuando Dios te dice ahora, comienza a declararlo en el nombre de Jesús aunque no te sientas ciento por ciento seguro, decláralo en el nombre del Señor.

Y finalmente, esto es bien importante, aunque se tarde el milagro, aunque el proceso sea más largo de lo que tu pensabas, espéralo, no flaquees, no te des por vencida, no digas, bueno, yo ya esperé bastante, Dios me dijo esto y no ha venido así que me voy para mi casa. Los milagros de Dios…. Yo he aprendido hermanos que Dios no tiene la misma agenda que nosotros tenemos. Dios piensa en términos eternos y cósmicos, la escala del pensamiento de Dios es infinitamente más grande que la nuestra así que lo que a Dios le parece un instante, un segundo, a nosotros nos parece una eternidad. Lo dijo el profeta, un día para Dios es como mil años y mil años como un día. Y nosotros, nuestra mente es corta, las escalas nuestras son bien pequeñitas. Dios nos dice algo y creemos que mañana tiene que darse y si no se dio, pues vamos a buscar otra cosa.

¿Saben qué? a veces Dios te dice algo y mira, eso es simplemente un comienza, ahora viene lo bueno, ahora viene el viaje. Porque nosotros somos impacientes y queremos las cosas. Pero mire, yo siempre he dicho a Dios no le interesa tanto el resultado como el proceso y Dios se toma tiempo para las cosas. Yo le pido al Señor, Padre, siempre alarga mi visión para que yo pueda pensar en la magnitud en que tu piensas y no acobardarme prematuramente. Porque muchos de los procesos que nosotros vemos en la Escritura los leemos y se toma una página o dos pero es algo condensado. Si pudiéramos vivirlo con esa gente que lo vivió descubriríamos que muchas veces se tomó décadas. Lo que pareció tres días, cuatro días, eso fue décadas. Y Dios se toma su tiempo, él va haciendo las cosas.

A Abraham le ofreció un hijo a los 75 años, saben qué edad tenía Abraham cuando finalmente vio al hijo que Dios le había prometido? 100 años, 25 años estuvo el pobre esperando el milagro ese que Dios le ofreció. Y se impacientó en el camino y mire todos los líos que ha causado Ismael, todavía los está causando allá en el Medio Oriente. 25 años.

A David mandó a Samuel que lo ungiera y algunos piensan que entre la unción de Samuel sobre David y el día que él ascendió al reino, hay como 15 años. Y usted sabe todo lo que tuvo que huir David de Saúl para llegar al reinado y todas las cuevas que tuvo que visitar, y todos los líos y humillaciones que tuvo que pasar antes de que lo coronaran rey, mucho tiempo.

Saulo fue encontrado en el camino a Damasco y dice la Biblia que después de eso él estuvo un tiempo escondido por ahí en el Medio Oriente, no se sabe exactamente cuánto tiempo, pero pasaron años antes de que Saulo se convirtiera en el Apóstol Pablo. Muchos años. Uno se pregunta, bueno por qué simplemente Dios no esperó un poco más y cuando lo llamó pues ya lo envió enseguida? Procesos.

Y nosotros somos gente que somos cortos de atención, si Dios no lo hace en las próximas 24 horas que se olvide de mí porque… y por eso es que no hay más riqueza en nuestras vidas. Yo he aprendido una cosa, la gente madura, la gente creativa, la gente de poder es capaz de pensar a largo plazo. Para mí es una de las grandes destrezas del líder, la líder de Dios, puede pensar a largo plazo, como ustedes aquí que se han tomado un sermón a largo plazo ahora.

Pido que los músicos pasen por acá por favor. Vengan. Pero, se va a tomar tiempo, hermanos, si se toma tiempo espérelo que vendrá. Les termino con las palabras de Habacuc en el Capítulo 2, versículo 1, palabras de toda visión, dice Habacuc:

“…Sobre mi guarda estaré y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá y Jehová me respondió y dijo, escribe la visión…”

Hermano, cuando tu recibes algo de Dios, un impulso, una inquietud, un pensamiento preñado o lo que sea, escríbelo, apúntalo, señálalo, pon un bookmark en tu mente, como sea, pero señálalo, subráyalo, pon algo, coloréalo, lo que sea pero escribe la visión.-

“…..decláralo en tablas dice, para que corra el que leyere en ella…”

Nosotros necesitamos esas visiones que Dios ha puesto en nosotros para guiarnos a través de la vida, para darnos un derrotero a seguir. Dice aquí, esta es la clave:

“… aunque la visión tardará aún por un tiempo, dice, más se apresura hacia el fin…”

Que contradicción. Se tarda y se apresura. Hermanos, no trate de descifrar el corazón y la mente de Dios. Cristo viene pronto y se ha tomado dos mil años para llegar. Por eso es que usted no puede estarle poniendo relojes a Dios. Si Dios puso algo en ti, deja que esa vida, los partos de Dios no son nuevemecinos, a veces son cuatro añinos, o diez añinos o lo que sea. No le ponga tiempo, cultívalos, géstalos en la oración, en la espera y deja que Dios use esa visión para ir formándose un hombre, una mujer llena del Espíritu Santo, lleno de la palabra de Dios, capacitado para hacer cosas grandes más allá del milagro inmediato.

Aunque la visión tardara aún por un tiempo, se apresura hacia el fin y no mentirá. Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Los dones de Dios son irrevocables, las promesas, los llamados de Dios son inviolables. Si Dios puso algo en ti, una vida, una promesa de vida enamórate de ella y pégate a ella hasta que tu la veas realizada aunque se tarde espérala. Aunque tardare espéralo porque sin duda vendrá. No tardará, dice el Señor.

Pongámonos de pie, hermanos. Pongámonos de pie. Y recordemos esas lecciones: discierne, no te detengas a pensar en lo difícil, cuando venga la duda sigue el manual, sigue adelante, has tu parte para que el milagro se de, baña el milagro con oración, decláralo con tu boca y finalmente aunque se tarde espéralo porque Dios no miente. El milagro vendrá.

¿Cuántos creen eso en esta tarde? Recíbelo, pon ahí lo que sea, pon ahí lo que Dios te ha dicho, pon ahí los sueños de tu vida, pon ahí los impulsos del liberación, pon ahí la necesidades que tu has tenido, los sueños que has tenido, los gigantes con los cuales todavía estás peleando, los demonios que no se han querido ir de tu familia, las luchas en tu hogar, la creatividad que tu has querido ejercer en tu vida, los sueños profesionales, ministeriales, escribe lo que sea. Si Dios te ha dicho algo, bautízalo con el nombre de Jesús y báñalo en oración y no te safes de esa rama hasta que tu veas frutos en tu vida, aunque seas un anciano sigue saludándolo al milagro, sigue señalándolo, sigue esperándolo, síguelo confesando con tu boca como hicieron esos grandes hombres y mujeres de Hebreos 11, saludaron de lejos el milagro. Dios les dio sus milagros, se sanaron de enfermedades, sanaron enfermos, revivieron muertos, derribaron muros, o resistieron el mal pero Dios les dio lo que necesitaban para la victoria. Dios quiere una vida fructífera para ti, hermano, hermana. Dios quiere una familia bendecida, Dios te quiere un profesional resaltante, Dios te quiere una mujer llena del Espíritu Santo, Dios quiere para ti una familia bendecida, Dios quiere para ti salud física, Dios quiere para ti consejo para otros y palabras evangelísticas para otros. Dios quiere hacerte una sanadora de vidas. Todo lo que Dios ha dicho, él te lo va a dar pero créelo en el nombre de Jesús. Celébralo, visualízalo, óralo, actúalo y Dios te va a dar esos bebés santos, esos seres maravillosos que él ha dicho, tu matriz lo va a producir. Créelo en el nombre de Jesús ahora mismo, vive en ese espíritu, vive en ese espíritu.

Padre, yo declaro sobre tu pueblo ahora mismo gestos milagrosos, acciones milagrosas en el nombre de Jesús, sus matrices, Padre, las preñamos con la vida de Dios, Señor. Envía tu espíritu, Padre, comienza conmigo, Señor, desata tu vida sobre esta comunidad. Los que están cerca y los que están lejos, Señor, sobre esta comunidad de León de Judá, sobre la comunidad latina, afro americana, blanca ahora mismo estéril, Padre, fructífica, multiplica, pon la estéril a cantar, pon la estéril a tener más hijos que las casadas, Señor, en el nombre de Jesús. La desamparado, Padre, el desamparado sean más prominente y más próspero que el que tiene riquezas porque tu eres el dueño de la bendición.

Padre, ese es el Dios que servimos, esos son los patrones que tu nos has puesto a esperar en tu palabra. Señor, tu mismo has abierto en nosotros esa hambre y esa sed y te recordamos, Padre, que tu nos has dicho que si creyéremos veremos la gloria de Dios. Nosotros creemos en milagros, creemos en algo grave, grande, terrible, Padre, que tu vas a hacer en este tiempo, Señor. Creemos en mares que se van a abrir delante de nosotros, rocas que van a manar agua, Padre, maná que va a caer del cielo, Señor, casas que no hemos construido que vamos a habitar, Señor, pozos que no hemos cavado del cual vamos a beber agua. Señor, profesiones que no trabajamos pero que tu vas a hacer posibles en nuestras vidas, inteligencia que va a venir, Señor, que no sabemos de dónde va a venir, pero tu nos vas a dar la respuesta, tu nos vas a dar la salida, tu nos vas a dar el detalle, tu nos vas a dar la solución, Señor en el nombre de Jesús. Dios poderoso, gracias, Señor, gracias, recibimos. Preña a tu pueblo, Padre, y fertiliza a tus hijos, Padre, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Recibimos tu vida, Señor, por esta palabra que ha sido proferida, Señor, nosotros declaramos vida en esta nación que tu estás levantando, esta familia sagrada, Padre, gracias, Señor, gracias.

Dile gracias a Dios por su propósito en tu vida. Dile gracias al Señor. Recibe la vida de Dios. Amen y amen. Gloria a Dios. Gloria al Señor.

¿Cómo será esto?

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Hermanos les invito a ir a la palabra de nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio según San Lucas, vamos al Capítulo 1, uno de los relatos más famosos, más bellos de toda la historia del universo. Y vamos a comenzar, hay dos anunciamientos podríamos llamarlos en el Capítulo 1, de nacimientos imposibles. Los dos anunciados por un ángel del Señor, los dos prometiendo vida donde no se suponía que hubiera vida.

Vamos a comenzar con el versículo 11 del Capítulo 1 de San Lucas, dice allí:

“…Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso y se turbó Zacarías al verle y le sobrecogió temor, pero el ángel le dijo, Zacarías, no temás porque tu oración ha sido oída y tu mujer, Elizabeth, te dará a luz un hijo y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán de su nacimiento porque será grande delante de Dios. No beberá vino, ni sidra, será lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre, y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos, e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto….”

Ahora, aquí viene lo importante de este pasaje y es el punto alrededor del cual ha de girar el sermón y hay un punto similar en el próximo relato también. Miren cómo reacciona Zacarías a esta promesa abundante y hermosa de un ser sobrenatural que va a nacer de él y de su esposa.

“… Dijo Zacarías al ángel, ¿en qué conoceré esto porque yo soy viejo y mi mujer es de edad avanzada?...”

Pensó en el obstáculo, ¿ve? ¿Recuerdan lo que decíamos el domingo pasado? Este sermón, de paso, está muy vinculado con muchos de los principios que elaboramos el domingo pasado.

“…¿en qué conoceré esto porque yo soy viejo y mi mujer es de edad avanzada? Respondiendo el ángel le dijo, yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios y he sido enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas, y ahora quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Y el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que él se demorase en el santuario, pero cuando salió no les podía hablar y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas y permaneció mudo y cumplido los días de su ministerio se fue a su casa…”

Primer relato. Una pregunta ante un anunciamiento de un evento milagroso que habría de tornar una vida estéril en una vida fructífera y abundante, ante lo complejo de esa promesa y esa operación hay duda, hay cuestionamiento, hay una pregunta. ¿En qué conoceré esto?

Entonces vamos ahora al segundo relato en, bueno, ustedes conocen la historia, el ángel, les voy a relatar una parte de ella, el ángel se le aparece a María, le dice, María no temas, hay hallado gracia delante de Dios, vas a dar a luz un hijo, su nombre será Jesús, será grande, hijo del Altísimo, reinará sobre la casa de Jacob para siempre. En el versículo 34 ante esa segunda promesa, recuerden María es virgen, no se ha casado todavía, está desposada con su prometido, José, no han tenido ningún tipo de relación física, no es posible que ella conciba, la biología dice una mujer concibe cuando hay un encuentro físico con su esposo, con un hombre, pero María no ha tenido ningún tipo de encuentro físico. Y entonces María le dijo al ángel, versículo 34:

“….¿Como será esto?.... – otra pregunta, la primera pregunta, ¿en qué conoceré esto? Y aquí María pregunta, ¿Cómo será esto? Por la magnitud de lo que se le anuncia se supone que ella conciba en condiciones imposibles y entonces ella pregunta, bueno, “….¿cómo será esto pues no conozco varón? Respondiendo el ángel le dijo, el Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra por lo cual también el santo ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elizabeth, ella también ha concebido hijo en su vejez y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril que nada hay imposible para Dios…”

Yo quiero que repita usted eso conmigo, porque nada, otra vez, porque nada hay imposible para Dios.

“….Entonces María dijo, he aquí la sierva del Señor hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia…..”

Bendiga el Señor su santa palabra. Gracias Señor, ayúdanos a creer, Padre, en lo que expresamos, Señor porque tu eres grande, tu eres poderoso y para ti no hay imposibles, Señor. Solo te pedimos que nos des la capacidad sobrenatural para creer que lo imposible contigo es posible. Ayúdanos a creer en cuentos de hadas, Señor. Ayúdanos a creer en mitos, ayúdanos a creer en cuentos de niños, Señor, ayúdanos a creer en cosas que solo los niños pueden creer. Ayúdanos a tener una imaginación, una sensibilidad de niños para que creer esta palabra, Padre, tan difícil de creer pero solo tu iluminando nuestro espíritu, Señor, puedes hacer esto posible. Gracias. Amen y amen.

Yo quiero titular mis sermón en esta mañana ¿Cómo será esto? Porque eso fue lo que el Señor puso en mi pensamiento esta semana mientras yo pensaba en algún texto para compartir con ustedes que fuera relacionado con el relato navideño. Y quería algo diferente a lo que uno siempre toca con respecto al tiempo navideño. Me vino ese pensamiento, la pregunta de María ¿Cómo será esto? me ha estado persiguiendo a mí durante toda mi vida prácticamente. Muchas veces a través de mi ministerio, y aún antes del ministerio cuando Dios ha puesto en mi espíritu una promesa de algo que él quiere hacer en mi vida o a través de mi vida, muchas veces la magnitud de lo que Dios me dice en mi espíritu es tan grande y tan diferente a las circunstancias que yo estoy viviendo y a mis capacidades que yo siempre pregunto ¿Cómo se va a dar eso? ¿Cómo será posible que esto se de?

Yo recuerdo cuando estaba haciendo mi doctorado en la universidad y habían pasado años y yo me había metido en el ministerio, en el pastorado y había perdido todo contacto con la universidad y con mi tesis doctoral y tenía una cantidad de cosas que todavía estaban sueltas y no había podido trabajar. Y habían pasado como tres años y yo no había pisado un salón universitario. Mi profesor de tesis se había ido a otra universidad. Yo no había tocado un libro de literatura en todo ese tiempo, me había desconectado emocional, mentalmente de mi doctorado y yo me preguntaba cómo voy yo a poder volver a rescatar esa inversión que yo había hecho, cómo será esto.

Y el Señor les puedo decir que cuando yo decidí una mañana que bien recuerdo todavía desesperado porque sabía que si pasaba un año más o unos días más sin yo emprender mi doctorado lo iba a perder, y yo desesperado cogí un bulto que yo usaba, recuerdo bien, sábado por la mañana metí tres lápices dentro de él, una hoja de notas como esa que está ahí en mi asiento y me fui desesperado a la biblioteca de Harvard y me metí en el basement donde yo tenía un cubículo pequeño, y dije, yo voy a comenzar a escribir y lo primero que yo escribo aunque sea garabato lo voy a escribir. Y esa fue la primera oración de mi tesis doctoral que completé 6 meses después. Y unos 8 meses después yo me estaba graduando de la universidad con mi doctorado en mano. Y Dios hizo milagros en ese tiempo.

Yo recuerdo, tenía un requisito de latín al nivel de maestría que tenía que cumplir y yo no podía tomar las clases así que tuve que coger un libro de latín, ponerme al día y tomar un examen dificilísimo que cuando lo tomé yo estaba seguro que lo había quemado, no lo había pasado. Y eran dos o tres nada más candidatos al doctorado que lo tomaron ese año, y cuando yo llegué unas semanas después a la oficina del profesor que Dante Della Tersa, lo recordaré toda mi vida, para que me diera las noticias, yo estaba seguro que me iba a decir, lo sentimos, Señor Miranda tiene que tomarlo otra vez. Y él con una sonrisa pícara me dijo, lo pasaste. Y yo todavía creo que Dios puso gracia en el corazón de ese hombre para que me pasara porque dijo, esto no es esencial y él ha trabajado y ya que el pobre, vamos a librarlo de su agonía y vamos a sacarlo. Yo creo que Dios me dio gracia ante esa persona.

Y yo recuerdo sueños que yo tenía, esos sueños obsesivos, compulsivos, donde yo llegaba el día de la graduación y alguien decía, hay un requisito que tu no hiciste, y yo ni me recordaba eso y ese sueño lo tuve varias veces, porque uno siempre se pregunta cómo será esto. Yo estaba terminando este doctorado, no tenía ni siquiera un consejero de tesis, hice mi tesis creyendo que Dios iba a hacer algo y se la presenté completa, no seguí el proceso y Dios se glorificó y me dio mi doctorado que yo tanto lamenté que si lo perdía iba a ser una gran pérdida en mi vida. Y yo creo que el temor simplemente de yo pasar por esa universidad y saber que había mancado, había perdido esa oportunidad no lo hubiera soportado. Y Dios en su misericordia, cada vez que yo paso por la universidad de Harvard y camino por ese campus y paso sobretodo donde está el edificio de mi facultad yo le digo, gracias Señor porque fuiste fiel y tuviste misericordia de mí y me bendijiste.

Hermanos, cuando Dios promete algo a veces parece tan difícil y a veces imposible, que si uno se pone a pensar, cómo será esto, uno se congela de miedo y no va hacia adelante. Y precisamente esto es lo que yo veo en estos dos, un hombre viejo con una esposa anciana, nunca han dado a luz, ella es estéril y se le aparece un ser milagroso un día que él está haciendo su rol de sacerdote en el santuario y le dice, tu mujer va a tener un hijo y tu vas a tener un hijo con tu esposa. Y él, qué, está loco si ella es estéril. Yo soy viejo, ella también y cómo va a ser eso.

Aquí está una cosa, que cuando Dios te dice algo así que va a suceder en tu vida milagroso, tu tienes que preguntarte cómo vas a reaccionar. Pero déjenme ir un poquito hacia atrás ahora. Qué tiene esto que ver con el relato navideño? Evidentemente es un relato concerniente al nacimiento, a navidad, a la encarnación y navidad nos habla, hermanos, de un Dios presente, un Dios activo que desciende entre los hombres, interactúa con ellos, se interesa en si situación y obra milagros entre ellos. Esa es la esencia del relato navideño. Un Dios activo, presente, milagroso, que obra prodigios en la humanidad. Navidad, hermanos, es sinónimo de milagros. Imagínese, reyes magos viniendo desde lejos guiados por una estrella, milagro. Pastores que ven y escuchan ángeles y que son guiados a un pesebre donde reposa el Hijo de Dios en forma de frágil bebé. Milagro. Dos mujeres que no pueden, ni deben concebir son fecundadas milagrosamente por el poder de Dios. Navidad nos recuerda que los milagros nos pueden suceder en la persona de María y de Elizabeth y de Zacarías y de José, nos pueden suceder a nosotros, a cualquier de nosotros, porque esos son seres comunes y corrientes a quienes les sucede algo absolutamente extraordinario y sin precedentes. Y por lo tanto, por extensión, esos milagros nos pueden suceder a cualquiera de nosotros como a María, esa humilde doncella de una aldea minúscula, en un país insignificante como es Israel.

Hermanos, cuando Dios quiere hacer un milagro en nuestra vida, generalmente hay un anuncio, generalmente hay un anuncio, como vemos aquí en estos dos relatos, hay un anuncio de milagro. El anuncio no se da generalmente por medio de un ángel como en este caso, en la mayoría de los casos se da por medio de una vocecita, un impulso, una inquietud, una cosquilla que nace y casi imperceptiblemente en el interior de nuestro ser y que comienza a crecer como el bebé creció en el vientre de María y de Elizabeth. Se da un destello de vida, una concepción, una impregnación del Espíritu Santo y uno sabe como la mujer sabe que algo ha cambiado dentro de nuestro ser. Hay un anuncio, hay un presagio de algo mágico que se ha gestado dentro de nosotros.

Y cuando viene ese anuncio a nuestra vida, porque muchas veces Dios te va a decir algo a ti, te va a decir en alguna manera, yo quiero fecundar tu vida, yo quiero ponerte a dar a luz, yo quiero preñarte con algo, puede ser, el deseo de ir a la universidad después de años de no haber estudiado; puede ser un ama de casa decidir yo quiero aprender inglés o quiero emprender mi profesión que dejé cuando me casé y tuve hijos; puede ser una persona que dice, ¿saben qué? yo estoy cansado de oír a la gente hablando alrededor mío y no entender lo que me están diciendo, así que voy a ponerme a aprender inglés y voy a ir al centro de recursos académicos, me voy a anotar y voy a comenzar a tomar clases de inglés aunque yo creo que no sirvo para aprender ningún idioma y ese deseo nace dentro de ti un día, puedes estar mirando por la ventana, escuchando una pieza de radio, cambiando al bebé o lavando platos y ahí te nace ese impulso. Un pensamiento que cruza fugazmente por tu sensibilidad. Es un anuncio, es una declaración de la intensión de Dios en tu vida.

Y cuando hay un anuncio en tu vida tu tienes que preguntarte cómo vas a reaccionar ante ese anuncio. El anuncio viene y nos toca reconocerlo o no reconocerlo, obedecerlo o no, ignorarlo o no, dejar que transforme nuestra vida o seguir con nuestra situación normal de esterilidad y de normalidad, cómoda pero sin vida. Como María pudo haberle dicho al ángel, no thank you. Gracias, pero yo no me he casado todavía. En esta aldea hay una cantidad de gente bochinchera y cuando yo les diga que el Espíritu Santo, me van a decir, oh, sí claro que sí. Y voy a estar en vergüenza con todo el mundo y no thank you. Dile al Señor, que mira, allí al lado vive Juanita y yo creo que ella es lo suficientemente loca como para creer eso, así que ve allá mejor. Pero María decidió reaccionar a ese milagro.

Dios quiere llegar a nuestra vida, hermanos, Dios quiere llegar a tu vida, a la mía y tornaa nuestra esterilidad en abundancia, nuestra carencia en fruto. Hermanos, esa es la esencia del mensaje navideño: una humanidad sumida en pecado, oprimida por la bota del diablo, sin relación con Dios porque no tiene un intermediario, condenada a la misma cosa que han sufrido durante milenios, sin esperanza, dando vueltas alrededor de la nada, sin salida, condenada al fracaso e irrumpe una luz y un anuncio de que esa humanidad frustrada puede dar a luz, puede cambiar su destino, puede dejar de ser estéril y comenzar a dar fruto para Dios. Esa es la esencia de la navidad: Esterilidad convertida en fruto. Dos mujeres estériles dando a luz.

Dios, hermanos, quiere redimir nuestra condición limitada y ponernos a dar fruto. Dios quiere que vivamos vidas ricas y abundantes. Cuando el Espíritu Santo llega a tu vida, quizás tu estás lleno de pecado, ataduras, pobreza, fracaso, tu familia nunca ha dado a luz, no hay esperanzas que sugieran que algo puede suceder en tu vida, y Dios viene y te dice, ¿sabes qué? Yo quiero cambiar tu esterilidad en fruto. Yo quiero que te regocijes porque de aquí en adelante con Cristo tu ahora vas a ser algo completamente diferente. Antes era un ser anónimo, deprimido, sin posibilidades y ahora cuando mi Hijo entre dentro de ti te va a preñar y el Espíritu Santo te va a fecundar y tu esterilidad va a ser convertida en fruto. Esa es la dinámica esencial de la navidad.

Yo yo veo eso continuamente en la vida de nuestra gente. Durante años que hemos estado aquí en esta congregación yo he visto gente como Wilson y su ……, perdone que lo ponga en aprietos aquí, estos dos jóvenes están aquí, los conocemos hace muchos años y ustedes conocen a estos jóvenes, podrían estar por allí ahora mismo vidas destruidas, vidas como tantos jóvenes latinos desgraciadamente viviendo en un callejón sin salida, sin dar fruto. El destino de ellos era un destino de fracaso probablemente y sin embargo Dios los ha bendecido. Cuando yo veo a nuestros hermanos aquí casados con su hijita, ya otra por venir en el camino, y cada uno con sus estudios y trabajando como consejeros y bendiciendo vidas y bendiciendo su iglesia, con los niños, con los diáconos. Guau, yo digo, esos dos representan vidas que Dios ha fecundado, milagros que Dios ha hecho. Dios ha tornado el desierto en jardín florido y yo puedo señalar a muchos.

Pienso en Ana Andujar que quizás no me está oyendo, estaba aquí arriba. Ana llega a nuestra iglesia hace años atrás, triste, amargada, frustrada, un pasado infantil triste, y trágico hasta cierto punto, y Cristo entra a su vida y su temperamento cambia, su mirada hacia la vida cambia, Dios endulza su relación con su familia que fue una relación tortuosa y conflictiva y difícil. Está estudiando, tiene su buen trabajo, ha aprendido inglés, está embellecida y Dios está bendiciendo la vida de ella. Y cada vez que yo la veo, veo un milagro, Dios fecundando lo estéril.

Margarita Brito que no está aquí. Margarita, endemoniada, literalmente cuando la conocemos. Un pasado oscuro y con muchos problemas. Dios la liberta el día de Halloween de sus ataduras demoníacas, la primera parte porque después la segunda parte se dio en el basement de la iglesia allá en Cambridge, todavía lo recuerdo. Y esta joven que no ha estudiado, tronchó sus estudios, después entra otra vez a la universidad y con un inglés deficiente termina su primer título y consigue su maestría también y está trabajando para el departamento de escuelas y para un centro de recursos sociales aquí en Boston. Y yo la veo, y la veo casada, sus hijos yendo hacia adelante, con su casa, su esposo que la ama, y digo, he ahí una María que Dios fecundó. Cuando Cristo entra hizo un anuncio, yo no quiero que tu vivas una vida de ocultismo y de fracaso como tantas dominicanas, yo quiero que tu seas feliz, que tu des fruto, que tu seas bendecida, quiero borrar tu pasado, quiero fecundarte, quiero dar vida a través de ti, mi espíritu se va a posar sobre ti y lo que nazca de ti va a ser algo santo, algo maravilloso.

Y yo quiero decirte a ti, y a ti, y a ti, que Dios puede hacer lo mismo en tu vida, que Dios quiere fecundarte. Dios ha dado un anuncio en tu vida de que él no quiere que tu vivas una vida de anonimato y de normalidad y de mediocridad. A mí no me importa quién tu seas, mientras más difícil y menos prometedora sea tu vida, más yo me atrevo a decirte que Dios quiere cambiar esa situación y que ya Dios ha puesto un anuncio, un ángel ha venido a ti sin que tu lo identificaras como tal y te ha dicho, yo quiero fecundarte, y yo no quiero que tu vivas una vida anónima, te quiero sacar del anonimato y quiero infundir mi poder dentro de ti.

Esta gente que yo acaba de señalarle le han creído a Dios y Dios los ha puesto a dar fruto y todavía lo mejor está por delante. El mensaje de la navidad es el mensaje de la encarnación que Cristo ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Nos ha puesto, como dice Juan 15:16 para que llevemos fruto y para que nuestro fruto permanezca.

En la vida de cada creyente, en el vientre de cada creyente, la matriz de cada creyente, y usted tiene una matriz y es un hijo de Dios, fructífera, hay un anuncio de vida allí, hay una vida de Dios que está por salir, quiere salir y todo depende de cómo reaccionamos a ese anuncio. Cada creyente en Cristo Jesús existe para vivir una vida rica, productiva, creciente, creativa, bendecida. Ese es el destino que Dios tiene para ti. Para eso has sido llamado, para eso has sido creado, como María y Elizabeth fueron creadas para una sola cosa: para dar a luz la vida de Dios y enriquecer el mundo por el resto de la historia porque caminaron sobre la tierra.

Cuando Cristo viene a nuestra vida nos dice, tu vas a dar fruto, vas a dar a luz la vida de Dios. Y hermanos, se supone que nuestra vida sea una vida de milagros y como en el relato navideño todo depende de cómo reaccionamos a esa promesa de que han de acontecer milagros con relación a nosotros.

Yo quiero que tu en tu mente comiences a cultivar una perspectiva de abundancia, como yo decía el domingo pasado, una perspectiva de que Dios me ha llamado a algo bello, a algo diferente, algo creativo, algo inmenso. Van a venir dificultades, como en el caso de Josué y Caleb. Claro que sí, hay gigantes que hay que pelear con ellos, hay tiempos de desierto. Claro que sí. Hay tiempos de guerra, batalla, imposibilidades que hay que confrontar. Hay que tomar la espada y hay que batallar pero el destino de Dios para ti es que tu entres a la tierra prometida y comas de la tierra que fluye leche y miel y que bebas de pozos que tu no cavaste y que vivas en casas que tu no edificaste. Eso es lo que Dios quiere.

Ahora, hay un terreno en el medio de lucha y de complejidad. Pero que novela hermosa no lo tiene, que historia de aventura no tiene un villano que vencer y dos o tres indios por allí con lanzas que te quieren comer. Pero eso es lo que hace hermoso el relato y es necesario para que el relato sea un relato noble y de aventura.

Ahora, es interesante que tanto María como Zacarías reaccionan extrañados cuando el ángel les dice que van a tener un hijo. Y las promesas y los milagros de Dios, como yo he dicho, siempre causan extrañeza en nosotros, siempre surge la pregunta, cómo será esto. Esa ama de casa que yo decía que de momento un día mientras lava los platos siente que quizás sería bueno que yo aprendiera a hablar inglés, la pregunta, bueno, cómo lo voy a hacer? Y entre ese momento de quiero aprender inglés, que es la visión, a cómo lo voy a hacer, hay una trayectoria. Entonces, hay que comenzar a caminar ese camino. Si ella, cuando dice, quiero aprender inglés, dice, hmm, que va, yo no puedo, no debo, no tengo tiempo, a dónde voy a ir, se van a reír de mí, estoy demasiado ocupada en la casa, los muchachos quién los va a atender mientras yo voy. Ya, si comenzó a pensar en todo eso, perdió la batalla antes de comenzar, murió en la película, al comienzo mismo. No hay película, es más, su héroe, la heroína murió. El anuncio, vino un anuncio pero cómo voy a hacerlo, cómo será esto. El momento del anuncio es el más peligroso de todos. Cómo reaccionamos ante el anuncio determinará lo que siga en la película.

Ahora, miren estos dos seres: María y Zacarías. María hace una pregunta técnica, esto es importante. Ella hace una pregunta técnica, una pregunta neutral y hasta cierto punto legítima y recibe una explicación que satisface su curiosidad. Bueno, cómo será esto. Bueno, el espíritu del Señor reposará sobre ti y te va a fecundar con su vida y el ser que nazca va a ser Hijo de Dios, así que no te preocupes, esa es la manera. María, porque mucha gente se ha preguntado, bueno, por qué María hizo una pregunta y Zacarías hizo una pregunta y al pobre Zacarías le tocó la java, como dicen, le pegaron a él con el mazo y a María la dejaron libre. Yo creo que hay una diferencia entre las dos preguntas y eso es muy importante también.

Cómo uno le pregunta al Señor, si le pregunta con incredulidad o si le pregunta como buscando un poquito más de respuesta, de elaboración, dame una idea de cómo hacerlo, dame la estrategia, dame cuál es el plan que tu tienes. Eso es lo que tu tienes que hacer, cuando viene a tu vida un deseo de hacer algo grande, diferente, imposible, difícil, complicado, pregúntale al Señor, ok, Padre, cuál es la estrategia que vamos a seguir? Siéntate y desarrolla el plan. Pídele al Señor iluminación. Pídele al Señor sabiduría, claridad, eso no está malo. Hay que espiar la tierra. Espiar la tierra no tiene nada de malo. Lo importante es que cuando la espías no vuelvas con incredulidad como los diez hicieron.

Ahora, Zacarías sí pregunta con incredulidad y por eso el relato dice que el ángel le dijo, como tu no creíste, ahí está la cosa. El ángel tenía un entrenamiento psicológico bien fuerte. Tomó unas clases de psicología allá en el cielo, son mejores que las de aquí abajo. Y él entendió que la pregunta de Zacarías era una pregunta incrédula. Ah, pero que va, como va a ser eso si yo soy viejo, ella también. Hubo un discernimiento diferente. La pregunta de María es una pregunta técnica, neutral, bueno, cómo será esto. La pregunta de Zacarías es, cómo será, cómo voy yo a saber que eso es verdad y quién eres tu, dónde están tus credenciales de ángel. Enséñame tu posición angelical o si eres ángel o si me están jugando un chiste malo estos sacerdotes compañeros míos. Zacarías pregunta con incredulidad, a pesar de que conoce las Escrituras y pide una señal. Y la señal que le dan es una señal de que va a quedar mudo y humillado hasta que compruebe la fidelidad de Dios.

Zacarías que era un sacerdote, otra cosa, al que mucho se le da mucho se le demanda. María es una mujer sencilla, es una doncellita, no ha estudiado la Biblia, probablemente no sabe ni leer ni escribir. No conoce los relatos bíblicos excepto así, de paso. Zacarías es un hombre educado, un sacerdote, debiera, he should know better. Él debiera saber que allá atrás hay un relato de otra vieja que concibió, se llamaba Sara, que interesantemente le pasó algo parecido. Porque a Dios le encanta fecundar a la gente que no puede dar a luz, ¿sabe? Ese es uno de los relatos grandes de la Escritura, uno de los constantes, los paradigmas grandes de la Escritura. Dios le encanta fecundar a gente que no puede dar a luz, por eso él siempre escoge las personas más claramente marcadas como imposibles de dar a luz. Y cuando Dios quería que otro profeta suyo bien poderoso, Abraham, fuera una señal para toda la humanidad de su hijo, de paso, porque la vida de Abraham sigue ciertos paralelos con la vida de Jesucristo y Dios, se le aparece y le dice, tu y tu mujer van a tener un hijo.

Y miren que interesante este otro relato en Génesis, cientos de años atrás, donde vienen dos ángeles a la casa de Abraham y le dijeron, dónde está Sara, tu mujer? Y él respondió, aquí en la tienda. Entonces uno de los ángeles le dijo, de cierto volveré a ti. Este es el ángel del Señor, y según el tiempo de la vida, es decir, los 9 meses que una mujer tiene para dar a luz, he aquí que Sara, tu mujer, tendrá un hijo. Y miren que interesante esto, y Sara escuchaba a la puerta de la tienda que estaba detrás de él y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada, y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres, y qué hizo Sara? Se rió pues Sara entre sí diciendo, después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo, ja, ja, ja. Entonces Jehová dijo a Abraham, ¿por qué se ha reído Sara? Diciendo será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja. ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti según el tiempo de la vida Sara tendrá un hijo y Sara se asustó porque el ángel se molestó de su incredulidad. Y Sara negó diciendo, no me reí porque tuve miedo, y él dijo, no es así sino que te has reído.

En otras palabras, el Señor no le gusta que le digamos, no, no me vengan con esa, tu sí te reíste y ten cuidado la próxima vez. Y estas son, veo el tiempo, que rápido se ha ido el tiempo, pero amen. Yo voy a cortar porque quiero ser prudente. Ya he sido imprudente, ni siquiera me he dado cuenta de la hora que es. Pero we’ve had a good time, lo hemos pasado bien, ¿verdad que sí?

Pero hermanos, se me quedó el sermón a mitad pero quizás lo voy a continuar el domingo que viene. Pero mire, váyase hoy de aquí con esa cosa, bien importante que Dios quiere fecundarte primeramente. Dios quiere que tu vida sea una vida de poder y de fruto, de abundancia, de riqueza, de creatividad. No te conformes con esos relatos y esos esquemas de infertilidad y de anonimato y de mediocridad. Renuncia a eso, renueva tu mente. Llénate, imprégnate con los paradigmas de la Escritura. Cree que el Señor tiene algo para tu vida y cuando tu sientas que Dios te llama a hacer algo o que algo suceda grande en tu vida, no te pongas a pensar cómo será esto, imposible. No, si le haces una pregunta al Señor, pregunta más bien, ok, Señor ahora dame el plan, cómo va a ser esto. No albergues la duda porque el milagro sea tan grande, tan imposible que parezca que eso es tu imaginación. Créele al Señor. Espera cosas grandes en tu vida. Vive tu vida con la expectativa de que Dios va a hacer algo grande y vive a la luz de esa visión. Atrévete a dar pasos de fe, lánzate en el nombre del Señor. Cree que Dios te ha llamado a hacer proezas y renuncia a la idea de que tu has sido llamado simplemente a vivir una vida normal, común y corriente. Tu no eres normal, tu eres un hijo de Dios. La vida de Dios vive dentro de ti. Ese es el anuncio, lo que hace posible eso es la navidad, la encarnación, la venida de Jesús que nació bajo un signo de milagro rotundo, de la nada a la vida.

Y eso es el milagro reducido a su estructura más básica de todas, de cero a infinitud. Ahí está lo esencial de un milagro y eso es para ti y para mí y es para esta iglesia. Al Señor le encanta hacer con cosas pequeñitas cosas estrepitosamente grandes. Que el Señor te bendiga.

Ponte de pie. Y cree que la navidad es todos los días para el que cree. La navidad no fue algo que sucedió hace dos mil años, la navidad es hoy para ti y para mí. Padre, imprégnanos con tu vida y ayúdanos a ser hombres y mujeres que no pongan trabas a tus intensiones de fecundarnos y bendecirnos. Ayúdanos a ser como María, abrir nuestra matriz para que tu hagas lo que tu tienes que hacer en ella, tu operación, tu extraña operación, Señor.

Yo bendigo a mis hermanas y mis hermanos, los fecundo con la bendición de tu espíritu en esta mañana. Declaro sobre ellos milagros, milagros, milagros. Sácalos de aquí con tu bendición. Señor, sella esta palabra en nuestros espíritus y comienza conmigo.

Father, bless us with the absolute certainty that you are the same yesterday and forever and that you want to do miracles of fertility and blessing and creativity in our lives, that you have incredible things ahead for each of us. You want to impregnate us with your glory, your life and let us be like Mary, like Elizabeth, men and women whose womb is ever ready for you to come in and bring the life of Christ in us and through us. We thank you this morning, Father. Lead us now in safety and joy into our normal lives, to live lives that are not normal. We bless you, we glorify you.

Gracias por lo que has hecho posible en este día, Señor en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice, amen. Están bendecidos.

Adoptar una mentalidad de abundancia

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Vamos al libro de Números, el Capítulo 13, versículos, comenzando el versículo 17 y voy a saltar a otros versículos también. Dice la palabra del Señor: "Los envió pues Moisés a reconocer la tierra de Canaán diciéndoles, subid de aquí al Neguev y subid al monte y observad la tierra cómo es y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso, cómo es la tierra habitada, si es buena o mala y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas, y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no, y esforzaos y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas…"

Vamos al versículo 25 ahora, “… y volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días…” en otras palabras, Moisés los envió para que fueran, miraran la tierra donde iban a entrar, Dios les había prometido la tierra de Canaán y los envió para que observaran, espiaran, reconocieran la tierra y que trajeran un reporte de cómo era esa tierra a la cual Dios los había de entrar.

Entonces “….volvieron de reconocer la tierra al fin de 40 días y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón y a toda la congregación del hijos de Israel en el desierto de Parán, en Cades y dieron la información a ellos y a toda la congregación…”

Cuando dice congregación está diciendo todo el pueblo, toda la nación. “… y les mostraron el fruto de la tierra y les contaron diciendo, nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel y este es el fruto de ella…” – eran unos racimos bien grandes los que habían traído, se dieron cuenta de que sí, la tierra era de hecho muy fértil. Pero miren lo que dijeron ellos, “…más – ese más es un más bien grande como vamos a ver dentro de un momento – “… pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte y las ciudades muy grandes y fortificadas y también vimos allí a los hijos de Anak… - eran gente muy alta, eran unos gigantones, eran gente hoy en día serían jugadores de basketball, estarían en mucha demanda porque eran gente bien alta, de una altura bien considerable - …. Amalek habita en Neguev y el eteo, y jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán…”

En otras palabras, esa tierra que Dios les había prometida estaba llena de gente bien fuerte, bien grande y que no iba a ceder su tierra así tan fácilmente y eran muy capaces en la guerra, y estos hebreos no tenían ninguna experiencia en la guerra. Entonces están diciendo, mira, fuimos allá, sí, es cierto, la tierra es tremendamente fértil y hay mucha comida pero la gente que está allí y que han dicho de aquí no nos saca nadie, son gente muy poderosa, muy fuerte.

Entonces, Caleb, había entre los 12 que fueron enviados por Moisés a hacer un reconocimiento de la tierra donde Dios les había prometido que los iba a llevar, entre los 12, 10 son los que dan este reporte negativo, pero hay 2, Josué y Caleb, entre esos 12 espías que fueron enviados, que tienen una actitud diferente. “….Uno de ellos, Caleb, hizo callar al pueblo delante de Moisés…., les dijo, shshs, un momentito, un momentito, …..subamos luego y tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos. Más los varones que subieron con él dijeron, no podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros, y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores, y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura, también vimos allí gigantes, hijos de Anak, razas de los gigantes. Y éramos nosotros a nuestro parecer como langostas y así le parecíamos a ellos….”

Los gigantes decían, hey, quiénes son estos renacuajos que nos van a sacar aquí de esta tierra. Vengan para que ustedes vean lo que les vamos a hacer.

Vamos al Capítulo 14, comenzando con el versículo 4, y qué pasa. ¿Cuál es la reacción del pueblo? Cuando escuchan a sus soldados que fueron enviados para reconocer esa tierra donde Dios los había llamado a que la habitaran, ellos escuchan esto y se descorazonan, se sienten defraudados, se sienten desalentados completamente. Se les cae el ánimo completamente:

“… y decían el uno al otro, designemos un capitán y volvámonos a Egipto….”

Egipto, por si acaso usted no sabe, es de donde Dios los había sacado originalmente. Habían sido esclavos allí, habían sido oprimidos allí, habían tenido que trabajar duramente en Egipto y Dios los sacó de allí en su misericordia, pero ahora están diciendo, ¿saben qué?, volvamos busquemos un líder diferente y vámonos a Egipto de nuevo.

“…Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jephone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos….”

Esta era una señal de luto, de escándalo espiritual, de sentir que algo terrible había sido hecho espiritualmente por esta gente que estaban diciendo, volvámonos a Egipto. Ellos se escandalizan de escuchar eso y el hebreo tenía una señal de luto extremo, cuando sentía un dolor bien grande, cuando moría alguien muy amado, ellos se desgarraban la ropa. Eso todavía se puede ver un poquito en Palestina y el Líbano, cuando hay un ataque terrorista o alguien muere, las mujeres gritan y se tiran al piso y se rasgan los vestidos. Es una manera de enseñar gran sentido de escándalo. Ellos sienten que Dios ha sido ofendido con esa actitud negativa de esta gente.

“… se rasgaron los vestidos y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena, si Jehová se agradara de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará. Tierra que fluye leche y miel, por tanto no seáis rebeldes contra Jehová ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nosotros los comeremos como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y con nosotros está Jehová. No los temáis, no los temáis, con nosotros está Jehová….”

¿Por qué no dicen conmigo ahora mismo? Con nosotros está Jehová. Una vez más, con nosotros está Jehová. Gloria al nombre del Señor. Mire, si usted puede entender eso, y usted lo recibe, usted se puede parar ahora mismo y no me voy a ofender, váyase para su casa, porque usted ya no necesita sermón, porque esa es la esencia misma de la vida de un creyente. Ahí es donde nosotros nos paramos siempre. Por eso es que el salmista declara, aunque yo ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo. Ese sentido de la presencia permanente de Dios en nuestra vida, la compañía de Dios. Dios quiere que nosotros sepamos que él está con nosotros.

Y cuando nosotros sabemos que él está con nosotros, eso nos debe inspirar confianza, fe, quietud, por eso el Señor Jesucristo antes de irse y ascender al cielo, después de su resurrección le dijo a los discípulos, toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto id, haced discípulos de todas las naciones, etc. y dice, he aquí yo estoy con vosotros. ¿Cuándo? ¿El domingo a las 12 del día cuando termina el servicio? He aquí yo estoy con vosotros todos los días. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que me canse y ya no quiera saber de ustedes? Hasta el fin del mundo.

Ese sentido de la presencia permanente de Dios con nosotros es la esencia de la postura de una hija de Dios, un hijo de Dios y eso debe llenar nuestra visión continuamente aún en medio de pruebas, tribulaciones, tiempos difíciles, nubarrones alrededor de nosotros, anuncios de desastre. Nosotros tenemos que decir, el Señor está conmigo, el Señor está con nosotros.

Y eso es lo que debe gobernar el sentido de nuestra vida en todas las situaciones en que estamos pasando. Nosotros como hijos de Dios tenemos dos opciones, dos actitudes, lo que yo llamo, dos mentalidades posibles para vivir la vida: podemos vivir la vida con una mentalidad de escasez y de timidez y de poquedad. Esa es una alternativa, y muchos seres humanos viven la vida así, y aún muchos cristianos viven la vida desde una perspectiva de escasez. Hay otra alternativa, sin embargo, para el hijo de Dios, que yo creo que es la única posible si usted va a vivir su vida bíblicamente y es una postura de abundancia y de suficiencia en el Señor porque Dios está con usted.

Y esas son las únicas dos posibilidades: una posibilidad de timidez, pusilanimidad, o una postura de fe y de confianza en el Señor y hacer de esa postura como un imán que atrae la bendición. Y la Biblia es bien clara, que conforme a lo que tu piensas así será tu vida. Conforme a lo que tu crees, así será tu vida. El Señor le dijo a, no recuerdo si fue a la mujer sirio fenicia, conforme a tu fe te sea hecho. Y varias veces vemos al Señor decir, hágase conforme a tu fe, hágase conforme a lo que tu crees.

Porque la fe de uno, la confianza, la mente, hermanos, tenemos que siempre estar examinando nuestra mente, tenemos que siempre estar examinando y asegurándonos que de nuestra mente esté en la sintonía correcta porque en la mente es, podría decir, en el corazón, donde está la esencia de nuestra personalidad, allí conforme al clima, conforme al ambiente de tu interior, de tu ser interior, así va a proceder tu vida. Por eso es que usted siempre tiene que estar examinando, ok, ¿Cómo está mi mente hoy? ¿Y cómo está mi actitud esta mañana que me voy a levantar? ¿Está mi mente como una esponja preparada para recibir la bendición de Dios o está esa esponja seca y dura que no puede recibir la lluvia que Dios ha de enviar a mi vida? Y usted tiene que chequear eso, y si su mente no está completamente sintonizada con la palabra de Dios, con lo que Dios ha declarado, entonces usted tiene que alinear otra vez su mente, usted tiene que recondicionarla. ¿Cómo se recondiciona la mente? Bueno, a mí lo único que me ayuda es, antes de comenzar el día, comenzarlo en oración, porque eso me obliga a mí al yo hablarle al Señor y al poner mis necesidades y mis luchas en un contexto espiritual, eso recondiciona mi mente y hace que mis pensamientos se orienten de nuevo a la realidad espiritual en la cual yo habito.

Y eso usted tiene que hacerlo continuamente. Déjenme decirle, no tiene que contestarme pero, ¿Cuántas veces usted se baña a la semana? La mayoría de nosotros nos bañamos todos los días, yo espero. Y si no aunque sea un baño de gato nos damos, pero algo tiene que darse. ¿Cuántas veces nos cepillamos, cuántas veces nos peinamos? ¿Por qué? Porque el orden del mundo es caos, usted arregla las cosas y siempre tiene que volver a arreglarlas. Usted barrió la casa y a los 3, 4 días, a la semana tiene que volver otra vez a barrerla porque viene el polvo, se desorganizan las sillas, los platos se ensucian, todo, el mundo, la vida humana es una lucha continua contra el caos. El caos siempre está ahí a la vuelta de la esquina esperando para posesionarse de nuevo de la vida humana. Y así pasa con la mente también.

Por más que nosotros confesamos las verdades de Dios el orden natural de la mente es como volver otra vez a la duda, a la desconfianza, al temor, y entonces uno tiene que volver, y esa vaca silvestre, hay que volver a amarrarla y jalarla otra vez, y traerla otra vez a la verdad de Dios. Hay que amarrarla otra vez, porque la mente siempre está devaneando y entonces lo único que a mí me ayuda, es cuando yo oro, sabe, yo oro sí, para presentarle al Señor mis necesidades específicas, pero también oro para realinear mi mente con la mente de Dios. Y al yo confesar la verdad de Dios, al yo decirle, Padre, yo sé que hay necesidad pero yo creo que tu eres fiel y yo te necesito y probé y bendice y te doy gracias, y esto y lo otro, y al yo decir estas cosas en un ámbito de fe, mi mente va otra vez, como que algo pasa, como que un sirup baña mi interior y yo como que vuelvo otra vez a recordar, hey, Dios está en control. Y eso me orienta y me prepara para mi día y me bendice y mi mente entonces vuelve a alinearse otra vez. Porque la mente siempre está dudando y entonces yo creo que nuestra postura debe ser siempre, si mi mente está centrada en lo que Dios ha dicho, si mi mente está concentrada en los principios de la Escritura, porque como digo, de eso van a depender muchas cosas.

Y en este pasaje y veo dos mentalidades, dos actitudes, dos tipos de mentalidad que gobiernan y que determinan qué va a pasar en tu vida, como resultado de eso. Si la bendición de Dios va a correr a través de tu vida, si vas a cruzar las montañas que se presentan delante de ti, si vas a atravesar los ríos tormentosos que pueden venir en la vida, si vas a destruir a los gigantes que van a ponerse en tu camino para que no llegues a la bendición que Dios tiene determinada para ti, o si vas a sucumbir y te vas a ir escurriéndote en una esquinita a quejarte y a vivir una vida en derrota y no habiendo alcanzado la plenitud que Dios necesita que tu alcances.

El destino de estas dos mentalidades es bien claro en la Escritura. De esos 12 espías que fueron a ver la tierra que Dios les había prometido al otro lado del río Jordán y que regresaron, dependiendo de las actitudes que ellos evidenciaron determinó qué pasaría con ellos. De esas 12 personas que entraron a ver la tierra prometida solamente 2 lograron entrar en ella al final. ¿Sabe quienes fueron? Josué y Caleb. Los otros 10, ¿sabe dónde terminaron? Sus cuerpos en el desierto. No pudieron pasar a la tierra prometida.

Es más, mire el poder de la fe que ni siquiera Moisés tuvo el privilegio de pisar la tierra prometida, solamente Josué y Caleb porque dice la Biblia que había un espíritu diferente en ellos. Lo que ellos creyeron, lo que confesaron, lo que sostuvieron determinó su destino final.

Y yo quiero decirte, mi hermano, mi hermanas, que cuando vienen los tiempos de pruebas y de dificultades, según la mentalidad que tu adoptes, una mentalidad de escasez y de insuficiencia y timidez, o una mentalidad de abundancia, de poder que tu puedas decir, como dijo el Apóstol Pablo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Antes en todas estas cosas somos más que vencedores.

Dice que por lo tanto, ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo futuro, ni lo por venir, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que es Cristo Jesús.

Ese tipo de confesión es la que nosotros tenemos que estar continuamente ensayando en nuestra mente y manteniendo nuestra mente atada en los tiempos de prueba y de dificultad, en los tiempos de nubarrones, en los tiempos de anuncios de destrucción. Esa mentalidad de suficiencia en Cristo Jesús, es tan importante eso, porque sino vamos quedar en el desierto. Y en estos tiempos de gran incertidumbre en las naciones, no solamente en Estados Unidos, en las naciones, como yo decía también el domingo pasado, nosotros vamos a tener que más que nunca alimentarnos con una dieta espiritual muy fuerte, muy poderosa. Estos son tiempos para volver a las verdades de Dios y vivir a la vida cristiana a un nivel muy, pero muy maduro.

Ahora bien, estas dos mentalidades, la mentalidad de Josué y Caleb, o la mentalidad de los 10 espías, se reflejan en la forma en que ellos confrontan la situación que tienen por delante. Cuando ellos entran a la tierra que todavía, visualice esto, visualice los hebreos están, llevan 40 años casi dando vueltas en un desierto prácticamente, Dios no les ha dado permiso para que entren. Hay un río que es el río Jordán que actúa como una línea divisoria entre ese lugar donde ellos han estado todo este tiempo y un lugar que se llama Canaán que es una región grande, fértil, hermosa y Dios los sacó de Egipto, donde eran esclavos, décadas atrás, y les dijo, yo los voy a llevar a esa tierra. Esa tierra está ocupada por gente fuerte y que ha habitado esa tierra mucho tiempo, pero esa gente se ha corrompido, esa gente ha pecado contra mí, esa gente ha hecho barbaridades, y yo he estado esperando hasta que se cumpla el nivel cúspide de su maldad y su pecado para yo entonces sentir que puedo sacarlos sin ningún sentido de que estoy cometiendo una injusticia. Así es que Dios obra. Y Dios esperó hasta que se colmara la copa de la maldad de ese pueblo en Canaán antes de decir, ok, ya ahora ya los puedo sacar legítimamente y voy a entrar a mi pueblo, para crearme una nación nueva y diferente.

Y Dios los saca de Egipto, y ahora entramos nosotros en el relato cuando Moisés está cerca de entrar ya y les dice, vayan y vean la tierra y díganos qué es lo que ustedes ven allá. Cuando estos hombres vienen, vienen con un reporte negativo. O sí la tierra es muy fértil, dicen ellos, es tremenda pero hay un pequeñito problema es que hay gigantes allí, que viven allí, que dicen que nos van a cortar la cabeza si nosotros entramos allá a quitarles la tierra. Y entonces ahí se traba. Es decir, ¿qué pasa hermanos cuando se le pone la piña agria a usted? ¿Qué hace usted? Ahí está la pregunta. Entonces la manera en que estos dos grupos de personas reaccionan ante un reto, ante una situación negativa que viene inesperadamente a sus vidas, va a determinar su destino final.

La manera en que nosotros afrontemos las situaciones que vienen a nuestra vida, quizás alguno de ustedes ha perdido un trabajo, por ejemplo, quizás algunos de ustedes está posiblemente confrontando la posibilidad de perder su casa o de perder su trabajo, o quizás hay enfermedad en tu vida, o estás pasando por una situación difícil familiarmente, de salud, quizás estás pasando por un tiempo tormentoso de tu vida y hay situaciones difíciles con las cuales tu estás lidiando en este tiempo y siempre nosotros tenemos la opción de confrontar las situaciones de la vida conforme a una de estas dos mentalidades. La mentalidad que dice, mira, yo no firmé para esto, esto no estaba en el contrato. Cuando yo me metí a esto de evangélico no me dijeron que esto iba a ser así y así, me dijeron que orara y Dios me iba a dar un Cadillac y una casa grande y una novia bonita, y es todo lo contrario.

O usted puede decir, ¿saben qué? yo creo que Dios dijo me va a bendecir, y aunque pase por tiempos difíciles yo creo que cuando haya pasado el día malo, Dios me va a dar bendición, que después de la tormenta viene la calma, viene la paz, que viene la fortuna de Dios, la bendición de Dios. Yo creo eso y yo voy a mantenerme allí y me voy a amarrar a un árbol para que aunque ruja la tormenta, yo me agarre bien. Y ese árbol ¿Qué es? La palabra de Dios. Todo lo que Dios ha dicho con su boca, hermanos.

Dios no te ha prometido ni a usted ni a mí un jardín de rosas. Ahora, Dios nos ha prometido la gracia y el poder para atravesar cualquier cosa que venga a nuestra vida. Eso sí yo lo puedo decir. Y me ha dicho a mí y le ha dicho a usted también que aunque venga cualquier prueba en su vida, aunque vengan tiempos de dificultad Dios le va a sacar hacia adelante. El Señor dice, aunque pases por el fuego no te quemarás y aunque por la llama no arderá en ti, aunque pases por los ríos no te anegarán. En otras palabras, vamos a pasar a veces por los ríos, vamos a pasar a veces por el fuego, vamos hasta a oler un poquito ahumado al final pero ¿saben qué? el Señor dice, pero yo voy a estar contigo y yo te voy a atravesar, yo te voy a sacar adelante. Gloria al Señor.

Y ¿saben qué? las personas que han experimentado esos tiempos y que han salido de esas pruebas son las personas que luego pueden testificar de la fidelidad de Dios a otros. Son las personas que cuando llegan ya a la adultez o a la vejez, pueden aconsejar a los jóvenes y a los nuevos en la fe y recordarles que sí, que Dios es fiel, y van a decir, oh, sí, yo me acuerdo cuando en el año 2008… pero Dios nos sacó adelante y nos bendijo, etc. Y podrá hablar con seguridad, podrá hablar con confianza porque ese es el Dios en que yo he creído y primero tenemos que ganarnos las bendiciones que después vamos a usar para seguir adelante.

Y yo estoy pensando aquí, estoy buscando porque, sí, aquí está el mensaje, vino a mi mente mientras decía esto lo que dice el Apóstol Pedro en su Primera Epístola y quizás, me voy a salir un poquito pero es todo lo mismo, es la palabra de Dios llamándonos a mantenernos en nuestra confesión.

El Apóstol Pedro en Primera de Pedro, Capítulo 1 habla aquí de que Dios nos ha llamado, versículo 4, “….para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible reservada en los cielos para nosotros que somos guardados por el poder de Dios mediante la fe….”

Somos guardados por el poder de Dios ¿mediante qué? Mediante la fe. “…. Para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero…”

Es una bendición preciosa lo que él dice allí: promesa, Dios te va a guardar, Dios te va a fortalecer, Dios tiene una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible. Y uno podría decir, bueno, que bueno, gloria a Dios, que bien. Todo va a salir bien. Pero mire lo que añade, dice:

“…. En lo cual vosotros os alegráis aunque ahora… - ahí está la otra parte del proceso - … aunque ahora por un poco de tiempo…. – ese poco de tiempo puede ser una semana, puede ser un año, puede ser 3 años, hermanos, yo no te puedo decir cuánto tiempo porque todos nosotros hemos pasado por situaciones y pruebas en la vida y hemos estado un tiempo allí en la olla de presión, cociéndonos a fuego lento en nuestro propio jugo muchas veces, y uno dice, Señor, óyeme, mira ya me está llegando al cuello el agua, Señor, no queda mucho más antes de la nariz. Y usted está pensando, cuándo va a llegar la caballería para salvarme y todavía el Señor lo… ese poco de tiempo uno nunca sabe.

El Apóstol Pablo en Efesios, Capítulo 6 habla del día malo. No es un día de 24 horas, es una época un tiempo. No sabemos. Pero dice:

“… aunque ahora por un poco de tiempo si es necesario…. – déjenme decirles, lo que estemos pasando en este tiempo yo creo que es necesario. Esta nación y las naciones han estado viviendo impíamente, creyéndose que ya son adultos y se pueden desprender de Dios y de su gracia, hay mucha injusticia en la sociedad, hay mucha impiedad, mucha corrupción, y Dios muchas veces ve que es necesario para preservar vidas darle una bofetada al hombre, al ser humano y dejarlo sin aliento para que cuando esté en el piso mire hacia arriba y mire hacia Dios.

Porque de qué le sirve a un hombre, dice la palabra, a una mujer, si se gana todo el mundo y pierde su alma lo que a Dios más le interesa es el alma, recuerde eso, y muchas veces hay gente que se va a ir al infierno con anillos de diamantes y trajes de tres piezas, y carros, que de nada le van a servir cuando lleguen allá al infierno. Y Dios quiere dar vida a la humanidad, y Dios quiere a su iglesia purificarla también y todas estas cosas a veces es necesario pasar.

Dice, “… para que sometida a prueba vuestra fe mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo…”

Es decir, hermanos, Dios quizás muchas veces te va a pasar por un tiempo de prueba, y ¿Qué tu vas a hacer en ese tiempo? Es necesario que tu determines, ¿Cómo voy yo a pasar la prueba en mi vida? ¿Cómo voy yo a atravesar? ¿LO voy a atravesar con una mentalidad de escasez, con una mentalidad de abundancia?

Déjenme darles rápidamente unos principios bien básicos y con eso termino:

1. ¿Cómo se manifiesta esta diferencia de mentalidades? Miren lo siguiente, en primer lugar, estos 10 espías, los primeros 10 espías miran, ponen su mirada sobre el enemigo, sobre el opositor mientras que Josué y Caleb ponen su mirada, y voy a explicar esto: ellos, Josué y Caleb miran hacia sí mismos, no en el sentido de que ellos son la gran cosa, pero ellos miran a lo que ellos tienen dentro de ellos. Ellos miran a quiénes ellos son en Dios. Ellos ponen su mirada en su identidad como hijos de Dios mientras que los 10 espías ponen la mirada en el enemigo.

¿Dónde veo yo esto? Miren en el Capítulo 3, 28 y 29, los espías dicen, más el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, las ciudades muy grandes y fortificadas y también vimos allí a los hijos de Anak, etc. y menciona a todas las tribus que están esperándolos allí para darle palos. Miran al enemigo. Sin embargo, Josué y Caleb miren lo que dice en el versículo 30 del Capítulo 13, dice, “… entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés y dijo, subamos nosotros luego, tomemos posesión de ella porque más podremos nosotros que ellos…”

Caleb y Josué ponen la mirada en nosotros, vamos a subir. No, vamos a subir, vamos a tomar la tierra, nosotros somos más poderosos. Es decir, mira hacia… ¿por qué miraban ellos hacia sí mismos? Porque ellos sabían que Dios estaba con ellos.

Y es importante, hermano, que tu entiendas que en tu vida tu tienes algo muy poderoso. Tu caminas con toda la presencia de Dios dentro de ti. El Espíritu Santo de Dios mora dentro de ti. Los recursos del cielo caminan donde tu vas. El poder de Dios puede cambiar circunstancias en tu vida. Dios puede tornar cosas difíciles en cosas totalmente positivas y prósperas.

En segunda de Timoteo, vamos primero a Efesios, Capítulo 1, el Apóstol Pablo ora, un pasaje que yo siempre cito, Capítulo 1, versículo 17, Pablo ora para que el Señor le de a los efesios un espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Dios, alumbrando los ojos del entendimiento de los efesios. ¿Para qué? Para que ellos sepan cuál es la esperanza a la cual Dios los ha llamado y cuál es la riqueza de la gloria de la herencia que ellos tienen, y cuál la supereminente grandeza del poder de Dios para con ellos que creen. En otras palabras, Pablo está diciendo, hermanos, yo estoy orando para que ustedes se den cuenta de cuán grande es la herencia y el poder que ustedes tienen en Dios. El mismo poder que levantó a Crisot de los muertos, dice Pablo, a los efesios, está dentro de ustedes y yo oro para que ustedes estén concientes de eso.

Hermano, cuando hay situaciones difíciles en tu vida no mires tanto a los gigantes, mira el poder de Dios dentro de ti, mira la dotación que tu has recibido, mira la gracia que Dios ha hecho habitar en tu vida.

En segunda de Timoteo, Capítulo 1, versículo 6 y 7 el Apóstol Pablo le dice a Timoteo, creo que es primera de Timoteo. Siempre me confundo entre uno y otro. Capítulo 1, 6 y 7, alguien que me ayude allí.

“… por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio….”

En otras palabras, hermanos, hermanas, no te aminores, no decaigas en tu ánimo, no mires tanto lo negativo en la vida, no mires al enemigo, mira el poder de Dios que está dentro de ti y deja que ese poder te guíe y usa ese poder, usa el poder de Dios, el poder de la alabanza, de la oración, del clamor para destruir los gigantes. Eso te va a permitir entonces tu, como en este caso decir, ¿sabes qué? voy a poseer esa tierra. Ese trabajo que yo estoy buscando, perdí el trabajo, pero está bien, hay otros. O Dios quiere otra bendición de otra manera, Dios quiere fortalecerme porque Dios está conmigo y yo sé que yo voy a salir adelante. Eso es diferente. Tu estás mirando la dotación de Dios dentro de ti y vas a buscar una alternativa, una salida, una diferente forma de actuar en vez de simplemente tirarte en la cama a deprimirte porque Dios se ha apartado de ti.

2. Los 10 espías miran a los peligros y miran los obstáculos. ¿Qué pasa? Ellos dicen, hay gigantes, nos van a matar, nos van a destruir, hay gente muy fuerte entrenada en la guerra, las ciudades que tienen son muy fuertes, muy grandes, muy fortificadas. Ellos miran a los peligros.

Josué y Caleb miran la bendición potencial, la promesa, lo que ofrece esa tierra. Miren el Capítulo 14, versículo 7:

“… hablaron a toda la congregación Josué y Caleb diciendo, la tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena…”

En otras palabras, no nos detengamos tanto en los gigantes y las ciudades fortificadas y el número de guerreros que tienen, miremos, esta es una oportunidad tremenda. Miren que bendición, miren que tierra más linda, más fértil.

Hermanos, y asimismo nosotros tenemos que mirar siempre las bendiciones, mirar siempre la promesa de Dios en nuestra vida. Dios nos ha llamado. Cristo dice, yo he venido para que ustedes tengan vida y la tengan en abundancia. Concéntrate en la bendición que Dios te ha prometido. Concéntrate en el hecho de que Dios tiene algo bueno para ti. Si tu te mantienes firme en las promesas del Señor, la bendición ha de venir. No te preocupes por estos tiempos que están pasando, no te preocupes por las dificultades. Mucha gente a veces piensa solamente en lo negativo y por eso nunca llegan a la bendición que Dios tiene para ellos.

En el libro de Eclesiastés en el Capítulo 11, en el versículos 4 y 6, el escritor dice, “… el que al viento observa no sembrará y el que mira a las nubes no segará…”

En otras palabras, mira, si tu te pones a pensar en los obstáculos de por qué algo no va a tener éxito y no va a resultar va a encontrar 27 razones para no hacerlo. La gente que no sale a nada y que no hace nada en la vida es la gente que siempre está pensando en por qué no se puede hacer algo. Concéntrate en esta bendición tan grande es importante, esto es lo que va a hacer la diferencia.

Viene a mi mente una ilustración de dos vendedores de zapatos que lo enviaron a un país lejano, no voy a decir cuál, ponga el que usted quiera allí. Su Compañía los envió a abrir un mercado de zapatos y uno de ellos envió un reporte a la Compañía, dice, la gente en este país nadie usa zapatos, así que esto no hay posibilidades, vamos a cerrar, no vale la pena que nosotros estemos aquí.

El otro envió una carta diciendo, aquí nadie usa zapatos, es una oportunidad tremenda para venderle zapatos a todo el mundo y hacer una millonada. Uno vio lo negativo, otro vio lo positivo. Y así pasa muchas veces en nuestra vida, si nos concentramos solamente en el por qué y los obstáculos, y qué sucede si pasa esto y lo otro, uno nunca va a hacer nada. Concéntrate en lo positivo y Dios va a usar eso para que tu salgas adelante.

Yo le pido al Señor, Padre, siempre ayúdame a pensar en la bendición que puede venir. Yo piense en ese santuario que Dios quiere que construyamos y yo pienso, mira, Padre, las vidas que pueden entrar al Reino de Dios. Esta mañana en el servicio que tuvimos allí, mire, yo tenía veinte mil razones para no hacer eso, no tengo mucho tiempo para explicarle, pero hasta el último momento que yo llegué allí y comenzamos, yo estaba, qué va a pasar? Es un servicio en inglés, porque yo siento que el Señor, yo creo que hay una gran bendición en un ministerio en inglés aquí y yo creo que Dios quiere eso y que eso puede ser de gran impacto en la ciudad. Y yo veo la bendición posible pero mire, yo pienso, no tengo tiempo, no hay los recursos, no tenemos los recursos pastorales, dónde está el espacio, que esto y que lo otro, y uno se vuelve un mar de negatividad.

Yo digo no, esto, yo siento que Dios me lo ha dicho, puede ser de gran bendición. Yo me voy a concentrar en eso y aunque pase sustos y no todo quede bien, yo voy a seguir adelante porque eso es de bendición y Dios lo quiere.

Piense en lo positivo y les puede decir que fue una tremenda bendición, mucho más de lo que yo esperaba, se los digo sinceramente. La gente salió de allí contenta, feliz y yo digo, llevo tantos meses diciéndole a mucha gente, vayan a los servicios en inglés, los suspendimos por un tiempo. Y ¿saben qué? es que a veces es difícil que la gente vea lo que uno ve. Y yo puedo ver que si la gente se atreve, uno empieza, no, que si ahora comenzamos a las 9 de la mañana; oh, que tengo que dormir un poco extra, que esto y que lo otro. Mire, el dormilón no sale para ningún lado. La bendición viene cuando usted se despierta por la mañana y va a la casa de Dios. Busque al Señor, temprano yo te buscaré, dice ese coro. Busque temprano al Señor.

Y jóvenes, adultos y otros, la gente se queja, oh, que no hay nada en inglés. Bueno, la iglesia está ofreciendo algo, busca la bendición y Dios te la va a dar. Atrévete a buscar la bendición, no busques el obstáculo, busca la bendición.

3. Mentalidad de positividad. Los 10 espías confiesan con su boca negatividad tras negatividad. Miren el versículo 31 de ese mismo Capítulo 13:

“… más los varones que subieron con él dijeron, no podremos subir…. - ¿usted ve ahí? Primer error. Ya ellos están condenándose al fracaso. - …. no podremos subir contra ellos, contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros y hablaron mal entre los hijos de Israel…. Y dice, … la tierra traga sus moradores, todo el pueblo que vimos en medio de ellos son hombres con grande estatura…. Y hacen una retahíla de razones negativas por las cuales no pueden entrar.

Y yo he dicho, hermanos, lo que nosotros confesamos con nuestra boca tiene mucho poder. La boca es una fuente de vida o de muerte. Yo le digo a la gente, por ejemplo, mira, si estás pasando por un tiempo de depresión tu quizás no puedes cambiar las emociones que tienes por dentro, pero puedes cambiar lo que dices con tu boca, y puedes cambiar tu comportamiento también, puedes cambiar las acciones externas. Las acciones externas son más fáciles de manipular que los sentimientos internos. Y ¿saben qué? muchas veces cuando nosotros cambiamos nuestra confesión las emociones se ajustan a la confesión. Eso es un misterio de la vida.

Les remito a Isaías 54 donde le dice a la mujer estéril, “…. Alza voces, levanta canción, tu que eras estéril, que no tienes hijos….”

¿Por qué se le dice a una mujer estéril que levante la voz y cante al Señor? Porque ¿saben qué? cuando usted canta al Señor en la esterilidad, muchas veces viene la fructificación, viene el fruto, viene la bendición.

“… porque tu cambiaste tu confesión…”

Cuando estés en prueba alaba al Señor, cuando estés en dificultades glorifica el nombre del Señor, cuando te sientas mal pon un coro y llena tu casa de música y ponte el mejor vestido que hay en la casa y sal y tómate un café, un capuchino en algún sitio y celebra.

Declara las bondades del Señor, no te amilanes como decimos nosotros, no te eches a morir, confiesa con tu boca lo positivo. Dios crea con su boca y el pueblo de Dios, hecho a la imagen y semejanza de Dios también crea con su boca.

Estos son tiempos no para estar confesando, oh, Dios tenga misericordia de nosotros, el mundo, etc. no, está bien si usted lo dice, pero diga también, pero Dios nos va a guardar, Dios es poderoso, Dios nos va a sacar adelante, Dios tiene buenos propósitos. Confiese positivo con su boca. Hermanos, cambie su confesión y cambiará su situación. Escriba eso allí en algún sitio. Cambie su confesión y cambiará su situación. Eso es palabra del Señor para este pueblo. Declare que Dios tiene buenas cosas para usted. En su vida acostúmbrese a hablar positivamente y cuando usted de una confesión negativo, por lo menos neutralícela con una de esperanza y de positividad. Eso es un hábito que usted se puede crear. Y eso va reconfigurando el interior. Usted va a descubrir poco a poco que su mente y sus emociones se van ajustando a sus confesiones.

4. Los 10 espías cometieron un error, y fue que confiaron en su propia fuerza. Es decir, ellos pusieron su enfoque en su propia fuerza y también en los principios racionales que les dictaba su propia fuerza. Ellos miraron su capacidad versus la situación en la cual estaban. Y claro, había un déficit muy grande.

Capítulo 13, la segunda parte del versículo 32, “… la tierra por donde pasamos es tierra que traga a sus moradores, allá los hombres son de gran estatura y nosotros, dice, a nuestro parecer éramos como langostas…”, éramos como insectitos pequeñitos “… y así también nosotros les parecíamos a ellos…”

Es decir, claro, ellos miraron, los hebreos, los judíos no son gente muy alta por raza y no tenían entrenamiento en la guerra. Esta gente era genéticamente bien alta y eran gente de huesos, me imagino, fuertes y largos y había una desigualdad increíble. Todavía la hay en Israel, si usted mira el mapa de Israel, Israel es un puntito. Y a mí siempre me impacta eso, cuando yo miro un mapa del mundo y yo miro lo que es, ¿saben que Israel, hermanos, es del tamaño de Rhode Island? La gente escucha tanto del poder que tiene Israel para determinar el estado de las naciones y del mundo y cree que Israel es una tierra inmensa. Israel es un puntito, hermanos, en la tierra, y está metido allí, rodeado de naciones inmensas, Irak, Irán, usted mira, Irán es una nación increíblemente grande comparada con ese terroncito que es Israel. Y los judíos no son gente muy alta ni muy fuerte tampoco, sin embargo, tienen a todo el mundo en jaque mate alrededor, todo el mundo árabe los tienen agarrado y no han podido destruir esa nación, todo lo contrario. Esa nación ha prosperado. ¿Por qué? porque la gracia del Señor en su misericordia Dios tiene misericordia de los hebreos, porque son gente dura de corazón pero tienen un propósito con ese pueblo.

Y cuando usted mira muchas veces hermanos, su condición negativa, su vida, yo le digo siempre a los hermanos, mira, no mires tu situación pasada, no mires tu pedigrí académico, no mires tu herencia familiar, mira que Dios ha dicho que si estás en Cristo eres una nueva criatura. Hay que borrar todo lo del pasado, ahora es simplemente Dios y tu yendo hacia adelante con toda la dotación del poder de Dios dentro de tu vida. Y mira, no mires el déficit porque si miras el déficit nunca vas a hacer nada. A los jóvenes hay que decirles eso, no mires el hecho de que los estudios son difíciles y que tu no estás saliendo adelante o lo que sea, comienza a creer confesando positividad en tu boca, trabajando duramente y arduamente y haciendo tu parte y no mirando tu propia fuerza.

¿Qué fue lo que miraron Josué y Caleb? ¿Dónde pusieron ellos su enfoque? Lo pusieron en el Señor. Los otros pusieron su enfoque en su falta de fuerza. Josué y Caleb lo pusieron en el Señor y en los principios del espíritu.

Miren el Capítulo 14, versículos 8 y 9, ¿Qué dijeron ellos? Esa tierra es buena y si Jehová, es la primera vez que mencionan a Jehová en todo este diagnóstico que se ha hecho, “… si Jehová se agradare de nosotros él nos llevará a esta tierra y nos la entregará…”

Pusieron un principio espiritual contra el principio racional y eso es lo que nosotros tenemos que hacer en nuestra vida. Busca el principio espiritual, busca la promesa de Dios, busca dónde está el principio que aplica a tu situación y como un abogado usa ese principio para traérselo al Señor y decir, Padre, tu me dijiste en tu palabra que tal y tal situación tu tenías una respuesta para ella. Ahora, conforme a tu palabra aquí está, haz lo que tu has prometido. ¿Saben qué? eso es una manera muy poderosa de uno orar. Usando la palabra de Dios, por eso es importante conocer la palabra porque así usted sabe cuál es el principio que aplica a su situación y usted puede recordárselo al Señor, entre comillas recordárselo.

¿Recuerdan la historia de la mujer sirio fenicia? Viene donde Jesús, le dijo, mi hija está oprimida por un demonio. Sánale. El Señor le vino con una respuesta displicente y la quiso despedir diciendo, ¿sabe qué? No es legítimo darle, hasta insultante, la comida de los hijos a los perrillos. Esa mujer se hubiera podido ir toda molesta, maldiciendo, echando pestes de Jesús, que mal la trató, esto y lo otro, pero ¿saben qué? ella dijo, ah, sí tu dijiste que no se le debe dar comida a los perrillos pero ¿sabe qué, Señor? Aunque sea los perrillos pueden comer de las migajas que caen de la mesa y ahí lo pilló al Señor, lo agarró. Ella le dijo, bueno está bien, Señor, pero por lo menos que sea un gajito, una cosita dame. Y el Señor dijo, mujer, grande es tu fe, sea hecho conforme a tu fe.

Y dice la palabra que en ese mismo momento la hija de ella, que estaba a distancia, fue sanada de la contaminación demoníaca, fue sanada. ¿Por qué? porque esta mujer encontró el principio, y usó el principio para meterle una llave inglesa a Jesús y decirle, sí pero, y agarra al Señor y el Señor se rió. ¿Saben qué? a Dios le gusta a veces que nosotros lo atrapemos en su propia palabra y que pongamos el principio espiritual que aplica a nuestra situación.

Y eso fue lo que Josué y Caleb hicieron. Dijeron si el Señor se agrada de nosotros no importa lo que pase, nosotros vamos a entrar a esa tierra, él nos la va a entregar. “…. Por tanto, dice, no seáis rebeldes contra Jehová y temáis al pueblo de esa tierra, nosotros los comeremos como pan….”

Miren la confesión positiva, “… su amparo se ha apartado de ellos…” Ellos se están dando fuerza, están confesando. Dios los ha abandonado, ya ellos no están con el Señor ni el Señor con ellos, pero está con nosotros así que nosotros tenemos toda la razón para vencer.

“… y con nosotros está Jehová…” Tres veces Jehová, Jehová, Jehová. Los otros, nosotros, nosotros, nosotros. No podemos, no está buena la situación, la ciudad es grande, esto y lo otro.

Hermano, viva los principios de la palabra de Dios. No te orientes por lo que tu ves alrededor. Lo que está alrededor es bueno para guiarte y para orientarte y para darte unas coordenadas, pero el principio que debe guiar tu vida es el principio espiritual. ¿Qué dice Dios? Los médicos dicen esto, los economistas dicen lo otro, pero qué dice Dios. Hasta que Dios no ha dado su fallo no te rindas. Es muy importante.

5. Y el último principio es que estos hombres, los 10 israelitas se enfocaron en lo que yo llamo el desorden del proceso, la confusión, lo complicado de los procesos de Dios. Y se enfocaron en el tiempo que se tomaba, en las dificultad de las cosas, en los factores inesperados, en el desierto y en estos datos que ahora surgían de que había gente fuerte y un ejército poderoso. Y ellos se enfocaron en eso y qué pasa con eso? Que confiesan de nuevo, vámonos de aquí. ¿Cómo le dicen ellos?

“… ¿por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa, no sería mejor volvernos a Egipto?...”

Cuando se le puso la cosa difícil y complicada, cuando las cosas no fueron tan rápidas como ellos esperaban y vino la confusión y la complejidad, se dieron por vencidos. Pero ¿Qué hacen Josué y Caleb? Ellos lo reducen todo, toda esa confusión la reducen a un principio central, si Dios está con nosotros, si el Señor se agrada de nosotros.

Hermanos, miren, la vida es complicada, los procesos de Dios son complicados, las promesas de Dios a veces se toman años para cumplirse, a veces la bendición que Dios ha declarado sobre tu vida tu no la vas a ver hasta 20, 25 años ó 15 años después. ¿Cuánto tiempo lleva la humanidad esperando la segunda venida de Cristo? Y ¿Cuántas cosas han pasado en el interino? Muchas dificultades, pero por eso es que nosotros no nos podemos concentrar en las fluctuaciones de la vida. La aguja de la vida humana sube y baja mercurialmente. Hoy tu puedes estar en victoria y en prosperidad, mañana viene un tiempo difícil. Hoy tu hogar puede ser un dechado de virtudes y de bendición, mañana puede que todo esté patas arriba y venga la dificultad. Si tu te concentras en las fluctuaciones, en la vicisitudes, en los cambios de la vida y cuando las cosas están bien, pues tu estás contento, cuando están mal, estás sumido en la depresión; cuando viene una nube te paniqueas y cuando está el sol abierto pues, eres completamente animado y contento y positivo. Nunca vas a hacer nada. El hijo de Dios, la hija de Dios se concentra en lo que Dios ha declarado, se concentra en la fidelidad de Dios, se concentra en el hecho de que Dios ha dicho, yo no te dejaré ni te desampararé y se agarra de eso aunque venga lo venga, aunque vea lo que vea, aunque oiga lo que oiga, se mantiene concentrado en una sola cosa: si Dios está conmigo nadie puede contra mí. Si Dios está conmigo yo saldré adelante. Si la promesa de Dios está conmigo yo no paso del piso. Usted se mantiene allí, en eso, y usted sigue adelante y usted le dice a sus emociones, sujétense, a su mente, sujétate, a las circunstancias, sujétense. Y usted se mantiene centrado en lo que Dios ha dicho. Esas son las personas que salen adelante, esas son las personas que son bendecidas.

He aquí hermanos, algunos de los elementos que componen esa mentalidad de abundancia y esa es la mentalidad que te va a atravesar a ti y a mí a través de estos tiempos y que te va a llevar a una vida de frutos, de bendición.

Pido que los músicos pasen por acá, por favor. Repito, no mires al enemigo, mira al Dios que está dentro de ti. Número dos, no mires los obstáculos y los peligros, mira la bendición que Dios te ha prometido. No confieses negatividad sino confiesa positivamente. No enfoques tu mente en tu propia fuerza sino enfócala en el Señor y en los principios espirituales. Y finalmente, no te dejes ofuscar por la complejidad del proceso sino que simplifica las cosas y concéntrate en lo que Dios ha dicho y en su presencia en tu vida y su fidelidad.

¿Cuántos pueden decir amen a estos principios? Póngase de pie conmigo. Gloria al Señor. Y vamos a vivir esa vida positiva, vamos a creer que el Señor está con nosotros, que el Señor nos va a sacar adelante. Yo te animo a poner tu mirada en esa positividad. Pídele al Señor que transforme tu mente. No te conformes a la mente del siglo, de este mundo, transfórmate por la renovación de tu entendimiento.

Yo pido al Señor que le de a este pueblo un entendimiento diferente. Como decía el domingo pasado, Dios nos está llamando a que tomemos en serio lo que leemos en la palabra y que vivamos unas vidas consistentes. Estos son tiempos para o creemos o no creemos, o vivimos o no vivimos lo que hemos confesado. Son tiempos para que tu vivas la vida cristiana en todo sentido, no bajes la guardia, ponte la armadura, dice el Señor, cíñete los lomos, no te lleves por tu mente, no te lleves por tus emociones, no te lleves por las circunstancias, no te lleves por lo que otros digan, si es necesario, mira, ni veas las noticias, olvídate. Si te vas a deprimir no las leas, concéntrate en el Señor. Lee más tu Biblia que las noticias.

Se me ocurre algo ahí, mire eso, hermanos, es importante. La gente habla de la diferencia entre un termostato y un termómetro: el termómetro solamente lee y registra lo que hay afuera. Si está caliente el termómetro sube, si está frío baja. Él no controla nada, el termostato controla la temperatura, ¿verdad? La Biblia es el termostato, las noticias son el termómetro. ¿De cuál de esos dos instrumentos quieres tu pegarte más bien y con qué quieres tu llenar tu mente, con lo que puede cambiar las circunstancias o con lo que simplemente las registra?

Entrega tu mente, llénate de la palabra del Señor, llénate de los principios de Dios. Fortalécete con la palabra de Dios. Enfoca tu mente en lo que Dios ha declarado. Estos son tiempos que los valientes lo arrebatan. El que tenga la fortaleza del Señor sobrevivirá y triunfará inclusive. Yo le doy gracias a Dios por poder vivir tiempos como este porque aquí podemos ver la gloria del Señor manifestada.

Quiera el Señor en esta tarde renovar tu mente y renovar tu espíritu. Sal de aquí fortalecido, sal de aquí confiada, venga lo que venga el Señor está con nosotros y él es fiel. Padre, te damos gracias porque tu no eres un termómetro, eres un termostato, Señor, tu controlas la temperatura del universo inclusive, Padre, tu determinas los eventos de la historia. Tu no te atemorizas por nada, nada de coge de sorpresa, nada está más allá de tu control, nuestras vidas están en tus manos. El corazón de los reyes es como agua en tus manos, tu lo llevas por donde tu quieres y te damos gracias porque servimos a ese Dios todopoderoso y nuestra vida está segura en él y bendecimos a tu pueblo, Señor, yo pido que renueves el ánimo, la mente de tu pueblo, que sea un pueblo todo poderoso porque tienen un Dios todopoderoso, que sea un pueblo vencedor, porque tienen un Dios vencedor, que sea un pueblo lleno de fe porque su Dios tiene toda la fe del universo, que sea un pueblo vencedor de circunstancias porque Dios controla las circunstancias, que sea un pueblo próspero porque Dios es el dueño del oro y de la plata. ¡Aleluya!

Vende todo lo que posees

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Marcos Capítulo 10. Hermanos, mientras buscamos ese texto, no se si ustedes han notado que nuestro pastor ha estado trayendo una serie de mensajes que enfatizan entre otros temas algo que francamente yo he oído al Señor y yo he oído al Señor en mi espíritu una y otra vez. El Señor me ha estado redarguyendo con este mensaje. Yo le doy gracias al Señor por esta serie que está trayendo el pastor y está influyendo no solamente la manera en que vivo, también en la manera que trabajo en centro de recursos académicos. Está aún perneando la manera en que trato con el mundo que rodea la congregación León de Judá y la obra de Dios en nuestros medios.

Y yo creo que uno de estos temas, el que más me agarra, es este: hermanos, la economía de Dios es distinta a la economía del mundo. La economía de Dios es distinta a la economía del mundo. En la economía de Dios uno gana aunque lo pierda todo. Amen. En la economía de Dios los hijos de Dios son prosperados y sus necesidades son atendidas aún cuando en el mundo hay escasez y ansiedad. En la economía de Dios, mis hermanos, podemos dormir tranquilos sabiendo que nuestros tesoros están seguros en el cielo aún cuando en el mundo los tesoros están expuestos al ladrón, a la polilla y al descuido. Y la pregunta clave hermanos en esta mañana es cómo entramos en la economía de Dios, cómo entramos a esa vida de contentamiento, de prosperidad, de unción, de discernimiento, de confianza, ese mundo que permite que como Jesús durmamos tranquilos en la barca aún cuando hay una tempestad a nuestro alrededor. ¿Cómo entra uno a este mundo?

Y hermanos, la respuesta del Señor nunca ha cambiado, y es la misma respuesta de la semana pasada, es la misma respuesta este domingo, será igual la semana que viene, y esta: para entrar en la economía de Dios el precio es vendiendo todo lo que posees. Hermanos, para lograr lo más que deseas es necesario que vendamos todo lo que tenemos, todo lo que poseemos. Hermanos, ese siempre ha sido el precio, siempre será el precio y esta fue la nueva, este fue el mensaje le compartió a este joven rico que deseaba entrar en la economía de Dios.

Padre, bendice tu palabra. Gracias Señor por el amor que nos tienes, por el Dios poderoso que eres, y por tus promesas que son inviolables. Señor, declaro, Padre, un ambiente listo para que vidas sean transformadas y para que tu bendición sea derramada sobre cada hogar, Señor, aquí, Señor, y al otro lado del Internet, y dondequiera que alcance esta palabra, en el nombre de Jesús.

Veamos juntos hermanos, Marcos Capítulo 10 comenzando con el versículo 17, el joven rico.

“…Al salir él para seguir su camino vino uno corriendo e hincando las rodillas delante de él le preguntó, Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo, ¿por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes, no adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. Él entonces respondiendo le dijo, Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús mirándole le amó y le dijo, Una cosas te falta, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo y ven sígueme tomando tu cruz..”

Y ustedes saben cómo termina esta historia. “….Pero él afligido por esta palabra se fue triste porque tenía muchas posesiones….”

Primeramente, hermanos, me gusta esta imagen de este primer encuentro entre el joven rico y el Señor porque para mí esto representa un encuentro gráfico entre la economía del mundo, lo que el mundo llama prosperidad, lo que el mundo considera como una vida fructífera, y la economía de Dios.

Hermanos, ¿Qué tenía, con qué contaba este hombre, con qué contaba este señor? Y permítanme, mis hermanos, si ellos van a tener un experimento, vamos a tener un experimento, por lo menos yo voy a experimentar con un ….. presentation. Vengan mis hermanos.

Elizabeth, get ready, this is going to be interesting.

Ojalá no salgan retratos de mi niñez. Amen. Bueno, dentro de poco sabrán. Bueno, ¿Qué tiene este joven? Por eso lo llamamos un experimento, espero que su experimento salga mejor. Amen.

Primeramente, ¿Qué tenía este joven a su favor, este hombre a su favor? Yo no sé de usted pero tal vez los editores de tu Biblia lo llaman, lo titulan el joven rico. ¿Cómo sacamos esto? Porque ni siquiera en el texto en el libro de Marcos indica que el hombre era un joven. Bueno, en Marcos, en Lucas y en Mateo, todos relatan este encuentro entre este señor, esta persona y el Señor Jesús.

Primeramente, Mateo 19:20 nos que era un hombre primeramente joven. ¿Con qué contaba él? Primeramente era joven. O sea, él contaba si era joven, ¿Qué implica eso para ti? Juventud, energía, toda su vida por delante. Hermanos, entre los valores de este mundo, entre la economía del mundo este mundo, yo no sé si usted se ha dado cuenta, pero nuestra sociedad tiene un alto valor en la juventud. Nuestra sociedad valora la juventud tal vez en una manera exagerada. Es más, yo diría que es más que valorar la juventud, se acerca a un tal, a un adorar la juventud.

Hermanos, a menos que no sea un anuncio de AARP, un plan de retiro, es duro, es muy difícil conseguir un modelo que represente menos de 35 años en un anuncio de televisión. ¿No es cierto? Aún si están vendiendo llantas de carro, es un joven, una jovencita que está haciendo esto, que lo está representando. Este hombre tenía toda su juventud.

¿Qué más? El Libro de Lucas, Capítulo 18 declara que él es un principal, un líder, un principal. Ahora, ¿Qué te dice eso, qué implica eso? Para mí eso implica que este hombre también, encima de su juventud, tenía autoridad, o sea, tenía influencia en su comunidad, tenía poder político. Y hermanos, así como en nuestro, yo no sé de su país, en mi país, en este país gente que tienen conexiones, gente que conocen a gente, gente que te pueden presentar a gente son muy valorados, ¿no? Hermanos, él tenía la capacidad, en otras palabras, de ejercer su influencia sobre otros. Él era en algún nivel un cacique, un jefe de algo, un líder de algo, lo trataban de usted.

Era joven, tenía autoridad y los tres evangelios están de acuerdo que era rico. ¿Qué implica eso? En verdad, no se necesita mucha explicación: recursos financieros, dinero, lana, plata, cuartos, lo que él tenía muchos lo valoraban. Y cuando uno habla de alguien rico, eso implica meramente que él tiene dinero suficiente para cubrir sus necesidades, especialmente.

En el primer siglo hablar de alguien rico quiere decir que tenía la capacidad de adquirir no solo lo necesario pero también aún lujos y antojos. Él tenía la capacidad de cambiar su carro cada dos años. Él tenía la capacidad de comprar esta casa y ni siquiera recordarse de dónde era la dirección, tal vez regalársela. Él tenía sus dos o tres laptops, él tenía su wi. Él tenía estas cosas: era joven, tenía autoridad, y era rico.

Hermanos, con todo y eso este hombre, me encanta lo que dice el Evangelio de Marcos, no se acercó a Jesús, no envió un mensajero, no lo invitó a cenar, él se tiró a sus pies, hincándose delante del Señor. Este hombre le pide, Maestro bueno, por favor, qué haré para heredar la vida eterna.

¿Y por qué se tira este hombre joven, rico, con autoridad? Se supone que tiene todo lo que él necesite y más, cómo es que este hombre se tira a los pies de Jesús. Usted sabe la respuesta, por favor, usted bien sabe que nada de eso llena el vacío de nuestras vidas, ¿verdad? Nada de eso llena ese espacio en nuestras vidas. Tal vez por eso es que usted está aquí. Si usted está mirando en el Internet, por eso usted está sintonizando. Usted que me está viendo en su oficina, usted que en su hora del break se está escondiendo con su laptop y mirando a ver qué más tiene Dios para mí.

Por eso es que usted está aquí. Por eso es que ustedes participan. Por eso es que ustedes están en discipulado. Por eso es que estamos buscando el rostro de Dios y hermanos, esto no es un secreto que ni la juventud que tanto valoramos, ni la autoridad, que tanto respetamos y estamos detrás de ella, que ni el dinero que tanto lo valora esta sociedad, nada de eso es suficiente.

Hermanos, si quieres más evidencia de esto, vea hermanos, los escándalos que se ven aún en el mundo político entre gente que son jóvenes y ricos con autoridad. ¿Qué necesidad tenía el gobernador de Illinois de violar la ley y así desperdiciar su carrera, desperdiciar su matrimonio, desperdiciar, tal vez, su libertad?

Hermanos, si él estuviera sola, Eliot Spitzer, el gobernador de Nueva York con tanta influencia, un hombre que muchos lo nombraban como un candidato tal vez a la presidencia, ¿por qué por un pecado tan bajo y vacío lo desperdicia todo, todo? Aún aquí en el estado de Massachussets, aún aquí en los recintos de Roxbury, vemos la gente joven, ricos, con autoridad desechándolo todo, desperdiciando lo que tienen, ¿por qué? porque tienen más y aún lo que tienen no es suficiente.

Y hermanos, por lo menos este joven tenía la integridad de reconocer que aún lo que él tenía no era suficiente. Y algo vio él en Jesús que lo atrajo y dijo, yo no sé lo que él tiene pero si hay un hombre bueno en todo este mundo que yo he visto, lo es él. Este hombre sencillo.

Hermanos, porque no era meramente lo que decía Jesús, era lo que él era, lo que manaba de él. El Señor sanaba porque virtud fluía de él. El Señor al entrar, gloria a Dios, el Señor al entrar en escena las reglas del universo cambiaban con él, meramente su presencia cambiaba la escena, daba esperanza, llenaba a uno de gozo, había vida en él, había algo que lo atraía.

Hermanos, por eso las multitudes le seguían, por eso los enfermos estiraban sus manos para tocar el borde de su manto, por eso se inclinaban la gente a la orilla de la sociedad solamente para oír dos o tres palabras de sus labios, porque había vida en él y por eso usted está aquí, porque hay vida en Jesús, la vida fluye, mana, corre de él como manantiales.

Jesús es bello. Es una belleza que nos atrae. Es una belleza que nos deja queriendo más. Y si fuéramos nosotros honestos y comparáramos, esta es mi vida, y esto es lo que veo cuando lo veo a él, y eso es lo que siento cuando estoy en su presencia, y esto como él me deja cuando tengo algunos momento a solas con él, no hay comparación. Y queremos más. Y queremos más.

Y este joven viendo que el Señor iba de camino, ya salía de su aldea, antes de perder esta oportunidad, antes de perder la oportunidad de la intervención de Jesús, no pensó en su reputación o cómo le iban a ver en el concilio, corrió, se tiró a sus pies y dijo, Maestro bueno, yo quiero lo que tu tienes. ¿Cómo puedo hacer para que mi vida valga para algo? ¿Cómo puedo heredar la vida eterna?

El Señor, como un buen pastor, lo aconseja y lo primero que le pregunta es acerca de los mandamientos. Esto no es Santa Claus preguntando si te estás portando bien. El Señor le dice, ¿tu conoces los mandamientos, no? Tu conoces los mandamientos y así como el pastor Gregory les dio un examen que él sabía que iba a pasar, le dijo, ¿tu conoces no adulteres, no mates, no hurtes?

A propósito, mis hermanos, todos estos mandamientos dense cuenta que son todos los mandamientos acerca de cómo nos tratamos los unos a los otros. No habla nada de los mandamientos que nos comprometen con nuestro Dios, por ejemplo, no te inclines a dioses ajenos, no harás una imagen de nada sobre la tierra o debajo de la tierra y te inclines a ella.

Interesantemente el Señor no le preguntó acerca de esos. Pero sí le preguntó acerca de estos. Creo, me imagino que conociendo su vida de lejos, y conociendo su corazón le preguntó, ¿conoces estos mandamientos? Y el joven dijo, sí, sí, mis vecinos hablan bien de mí, no pierdo un día en la sinagoga, siempre saco la basura cuando la tengo que sacar, sí, sí, todos hablan bien de mí, yo me porto bien. Y aún así me siento insatisfecho, aún con todos mis esfuerzos religiosos me siento vacío.

Hermanos, no tienen que responder, pero ¿no se han sentido muchos así? Pastor, yo desde que he entrado a esta iglesia he tratado de servir, estoy involucrado en la célula, estoy tomando cursos de discipulado, estoy haciéndolo todo.

¿No conoce usted a un inconverso así? Gente buena. Hermanos, gente buena. Gente noble, gente con un corazón muchos de ellos, de oro. Y si fuéramos a indagar aún así se sienten vacíos, aún así se sienten incompletos, aún así en la presencia plena del Señor, si fueran sinceros, como fue este hombre, tienen que admitir que todavía no han entrado en una vida plena de bendición como que no se identifican con la unción y la bendición y la plenitud de la vida de Dios. No le ha amanecido esta economía del Señor.

Las promesas del Señor todavía, es como si fueran estuvieran hablando en un idioma extranjera. El Señor dice que lo miró, y mirándolo lo amó. Hermano, ¿saben qué? no dudes de que Cristo le ama hoy. No dudes de que Cristo le ama. Hermanos, el hecho de que usted viene delante del Señor sinceramente y le dice, Señor, yo quiero más, yo sé que todavía no he llegado a dónde tu quieres para mí. Hermanos, no hay nadie que quiera que usted crezca, que seas próspero, que seas bendecido, no hay nadie que anhelo eso para su vida más que él. No hay nadie que lo anhela más.

Pero hay algo, hay cosas que ni él puede hacer por usted. Hay pasos que solo le corresponden a usted tomar. Hay cosas que por más cerca que estemos del Señor solo le corresponde a usted cruzar la línea y el Señor amando a este muchacho le dice, sabes, solo te falta una cosa, solo una cosas. Estás cerca, estás cerca pero solo te falta que hagas esto: vende ¿Qué? todo lo que tienes, dale a los pobres y tendrás tesoros en el cielo.

Ustedes ya a estas alturas, hermanos, esto debe responder en nuestros corazones lo que ha estado predicando acerca de hacer tesoros en el cielo y dice el Señor, “…y ven, sígueme, tomando tu cruz….”

Y este joven al oír el precio, considerando este trato, ahí el vendedor cruza sus manos porque por mejor que el vendedor presente el producto él no te puede arrancar el dinero. Eso tiene que salir de usted. Usted tiene que entrar en ese trato. Usted tiene que pagar ese precio. Solo usted tiene la autoridad de hacerlo y este joven se fue triste porque tenía muchas ¿Qué? posesiones.

Y yo creo, hermanos, que él no fue el único que se fue triste. Yo oigo lamento en la voz del Señor. Yo creo que el Señor, el mismo Señor se entristeció. Guau, y que pena tan cerca, tan cerca, por poco. Que difícil, dijo el Señor, que difícil es que entre en el Reino de los Cielos alguien que confíe en sus riquezas, dijo. Que difícil.

Next. Y en eso los discípulos oyendo esto ellos entendieron perfectamente lo que quería decir el Señor. Espero, hermanos, que nosotros entendamos porque ellos exclamaron, ¿Quién pues, Señor, puede ser salvo? Si es así, si es así, ¿Quién puede ser salvo? ¿Y sabes por qué ellos exclamaron de esta manera? Porque, hermanos, entendieron desde un comienzo que todos tenemos posesiones, todos, hermanos, todos tenemos posesiones, todos nosotros poseemos algo. Es más, poseemos algo o alguien. Todos tenemos posesiones.

¿Saben por qué, mis hermanos? Una posesión no describe con un título legal. Uno no posee de esa manera. Sus posesiones no están archivadas en la oficina de su abogado. El título de sus posesiones están archivados en su corazón. Uno posee con el corazón.

¿Sabes cuándo tienes una posesión? Una posesión es esa cosa a la cual usted se acerca y dice, mi identidad está mezclada en ti, mi x posesión, mi seguridad depende de ti. El autor A W Tosers, escribió una vez, identifique sus posesiones y estará muy cerca de identificar su Dios. Esa cosa por la cual fácilmente usted daría su vida porque no puede imaginar su vida sin eso.

¿Y qué poseemos nosotros, mis hermanos? Bueno, obviamente nosotros poseemos cosas, stuff, oh el servicio de inglés es allá, stuff posesiones físicas. En otras palabras, todos nuestros cachivaches, todas nuestras cosas, en el buen chapin, todos nuestros chunches, everything. Todas nuestras cosas, sea su casa, sea su carro, sea su trabajo, sea su carrera, sea su iphone, sea su wi, sea lo que sea, hermanos, qué es un wi, ni yo lo sé pero está. Yo sé que es electrónico, yo sé que es caro, y yo sé que acompaña el plasma TV, eso es lo único que sé.

Sus posesiones, ahora hermanos, como compartió el pastor algunas semanas atrás, la gente ha andado, darán y seguirán dando sus vidas cuando pierden sus casas, cuando de momento se encuentran sin trabajo por 25 años, 30 años en el mismo lugar, como que eso reconfigura su manera de pensar.

Hermanos, nosotros somos capaces de poseer nuestras cosas y también somos capaces de poseer gente, gente. La gente en nuestras vidas también constituyen posesiones: sus padres tal vez, sus hijos, sus amigos, su esposa, su esposo, su novio, su novia. Hermanos, sus Isaacs, sus Isaacs.

Hermanos, eso fue la confrontación entre Dios y Abraham por más que él amaba a Abraham, por todas las promesas que él le dio a Abraham el Señor vio, y estamos hablando de rendir no la gente en sí, no los hijos en sí, sino el lugar, oigan bien, el lugar ilegítimo que ellos ocupan en nuestros corazones.

Y esto, hermanos, cuando nosotros poseemos, cuando un ser humano posee no puede bendecir. Cuando uno posee, detrás de esa posesión viene control, viene el título, viene el apretar y controlar y desconyuntar y afear. Hermanos, toda la gente que nosotros poseemos son presa fácil del enemigo. Velo de esta manera, Dios no es el único y tu no eres el único que sabe a dónde usted ha escondido sus posesiones. El enemigo es muy capaz de tomar a nuestras posesiones, aún la gente que nosotros amamos y tomarlos de rehén. ¿Tu quieres servir a Dios? ¿Quieres pagar el precio? Yo sé a dónde están tus posesiones. Y hermanos, nadie los puede bendecir y proteger mejor que nuestro Dios, decidamos entregárselos de una vez en este día.

Y también, hermanos, nosotros poseemos cosas intangibles, cosas que no son medibles: así como sus ideas y su manera de ver el mundo. ¿Cuánta gente sigue al Señor muy felices hasta que tropiezan con algo de la palabra que los escandaliza, algo que trastorna su manera de ver el mundo, algo que cambia toda su filosofía de cómo es Dios, qué es lo que Dios espera de nosotros, sus ideas sacras acerca de la santidad o la adoración, o etc.? se confrontan con una idea y ellos tienen que escoger, o abrazo la palabra de Dios como es y vendo esta idea y se la entrego al Señor por más que a mí me conviene saber estas cosas o hago un lío ahí tratando de retener a mi Dios y a la vez ideas que no tienen que ver con el Reino de Dios.

Yo conozco muchos así, muchos así. Intangibles: su orgullo, su reputación, su buen nombre. Hermanos, hay un momento de entrega precioso en la historia de la Navidad: cuando María, después de oír el anuncio de que este niño Jesús iba a ocupar su vientre, cuando ella declara al ángel Gabriel, sabe he aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra. Ella está diciendo, aunque yo sé que esto es imposible explicarlo a mami, y a mis vecinos en Nazareth.

Hermanos, no porque usted esté siguiendo al Señor quiere decir que todo le va a caer bien a todo el mundo. Es más, prepárense desde que la iglesia es iglesia hay gente que han perdido su reputación, su buen nombre por heroicamente vender sus posesiones y seguir a Cristo. María pagó ese precio. Aún hasta el sol de hoy hablan cosas escandolas de esa sierva de Dios.

That’s ok. Hermanos, y también intangibles incluyen: nuestro dolor y resentimientos. Hay muchos que prefieren abrazar resentimientos, dolor, raíces de amargura, traumas, antes de venderla de una vez, venderla de una vez, dejársela al Señor, seguirlo.

Hermanos, la gran mayoría de la gente que no siguen al Señor, no lo siguen precisamente por la misma razón que le fue difícil que el joven rico lo siguiera. ¿Por qué? se nos hace difícil vender nuestras posesiones. El precio es muy alto. Ellos te dirán muchas cosas, ellos te pondrán muchos pretextos, ellos lo pueden poner de una forma teórica, pero al fin y al cabo su pretexto es este: esto es muy caro para mí.

Yo creo, me encantaría tener la vida eterna, pero el precio, esta cosa o esta persona, o esta idea que yo poseo es demasiado de precioso para mí, esto en verdad lo quiero más que a Dios, o a lo que tiene. Y tal vez esperan que la semana que viene haya un baratillo, ahora en la época de Navidad que salen gangas, que vengan la semana que viene y que hay una ganga sobre la salvación, un baratillo, el Señor bajó el precio. Amen. Praise the Lord. Vi un flash de vida ahí. Amen. Gloria a Dios.

Pero el precio no cambia. Hermanos, noten lo semejante de lo que el Señor le declara a este joven rico en el siglo XXI a lo que él le dice aún a sus propios discípulos. Este es el precio. Entonces Jesús dijo a sus discípulos, lo sabemos de memoria porque está en el curso de discipulado, si alguno quiere venir en pos de mí, ¿Qué? niéguese a sí mismo, niéguese a sí mismo, tome su cruz.

Hermanos, para muchos de nosotros el rendir lo que poseemos es una cruz y sígame porque todo el que quiera, ¿Qué? salvar su vida la perderá y todo aquel que pierda su vida por causa de mí, la hallará. ¿Porque qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? O ¿Qué recompensa dará el hombre por su alma? Hermanos, la semana que viene cuando usted venga, de nuevo, pidiendo al Señor, Padre, yo quiero más, yo deseo plenitud, yo quiero que virtud fluya de ti, inunde mi vida, inunde mi estado. Padre, yo quiero una bendición que corra de generación a generación. Yo quiero ver a mis hijos salvados. Yo quiero ver mi familia entregada a ti. Padre yo quiero verme escrito en las páginas de la palabra y habitando los salones de tus promesas. Quiero que tu Espíritu Santo more en mí como un templo. Yo quiero participar de tu gloria y de tu resurrección. Yo quiero estar contigo en lugares exaltados y saber que mi oración toca el fondo del corazón de mi Padre y que al inclinarme a ti, Señor, puedo aún sentir la batida de las alas de los ángeles, y saber que estoy en tu presencia. ¿Cómo lo adquiero? Quiero eso. Más que la vida lo deseo, Señor.

Y la semana que viene el Señor te va a decir, el precio no ha cambiado. El precio no ha cambiado. Pero detrás de este precio hay una promesa. Es más, hay dos. El Señor dice, saben, mis hermanos, lo que parece imposible, lo que para ti parece imposible en este día, hermanos, cómo puedo yo vivir sin esa posesión. ¿Sabe? Aún sin saber lo que está diciendo, tal vez, aún con temor y temblor, aunque te tiembla la mano, se lo entregas al Señor y le dices, Señor, ni siquiera sé lo que estoy haciendo, esto me parece una locura. Tómalo. El Señor te lo toma, te lo guarda porque él es un buen dueño, y él te declara el mayordomo de esa cosa, te lo multiplica y te dice a ti, yo no me quedo deudor de nadie, de cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa o hermanos o hermanas o padre, o madre, o mujer, o hijos, hermanos, o tierras, o pasado, o trasfondo, por causa de mí y del Evangelio que no reciba cien veces más ahora en este tiempo, casas.

Hermanos, bienvenido a la familia de Dios. Hermanas, madres, el Señor pone a los hijos huérfanos en hogar. Y tierras, con persecuciones, él no te está ofreciendo color de rosa, pero lo bueno es que cada persecución para mí es como un interés, y surge de allí como obra de magia una bendición más, una multiplicación más, aún las persecuciones sirven para bendecirnos y para multiplicar la gracia del Señor. En este siglo venidero y en este siglo venidero la vida eterna, él te hace esa promesa, cien por uno, cien por uno. Yo veo las sonrisas de muchos así que han conectado su chequecito del Señor, que han visto lo imposible. ¿Cómo estudian mis hijos? No me explique. ¿Cómo es que tenemos casa? No te sé decir. ¿Cómo es que mi matrimonio sobrevivió? No sé. ¿Qué hago yo vivo? No te sé decir, pregúntale a Dios. ¿Cómo fue que se desapareció esa enfermedad? La gloria es de Papá. Ustedes saben lo que es esto y si no lo saben lo desean. El Señor te dice, bien, esto es tuyo si pagas el precio.

Y el Señor te dice, y esto es también bien buenas nuevas, otra promesa más, yo lo veo esto como una promesa, no es una amonestación, pero muchos primeros serán postreros y los postreros primeros. Saben lo que eso me dice a mí? En el Señor no hay seniority, no hay antigüedad. Usted puede estar aquí 15 años, 20 años, 25 años, si usted no está listo para pagar el precio, el Señor esperará hasta que estés listo. Estarás en remojo hasta que estés listo. La semana que viene el Señor te va a ofrecer la misma oferta. La semana que sigue igual. No te apures, él te ama y él te espera. Pero si tu acabas de llegar, si no me conoces, mejor todavía para ti, I think, ¿sabe qué? Hoy mismo el Señor está dispuesto, si tu vendes tus posesiones, usted pasa a la cabeza de la cola, usted es primero.

Hermanos, en el momento en que usted venda sus cachivaches usted va a sentir una soltura, usted va a sentir un gozo, usted va a sentir una unción, usted va a volar. Esa cosa fue un ancla. Hermanos, y estamos viendo tantos hermanos volando, vendiendo sus posesiones y uno se da cuenta porque de momento algo surge en sus vidas.

Hermanos, estos hermanos que ustedes ven llegaron los otros días, ya están en liderazgo, son de bendición, muchos de ustedes, cómo pasó eso? Porque algo temprano en su relación con el Señor tomaron en serio y ellos vendieron sus posesiones.

Y no sé, hermanos, hablando de pagando el precio, el día 24 de octubre los hombres de esta iglesia tuvimos una vigilia y a las 3 de la mañana ya que nosotros estábamos cerrando esto se me acerca un hermano con este documento. Es algo que él escribió en una página de su agenda y este hermano que conoce un poco de documentos legales le puso su fecha, y al final que no vemos aquí, para proteger su confidencialidad, hubo un espacio para unas firmas y me dijo, pastor Sammy, por favor, usted me firma esto. Son las 3 de la mañana! Apenas puedo leer a esa hora. ¿Qué estoy firmando entonces? Esto es un contrato que elaboré entre Dios y yo. Y el Señor me está llamando a hacer esto. Hermanos, esto puede ser su oración de entrega en esta mañana.

Hermanos, de esto que hablamos, día 24 de octubre de 2008, este hermano escribo, y yo, hermanos, yo hallo este documento, un documento santo, sagrado. Para mí esto es muy especial.

Señor, quiero darte gracias primeramente por la vida, por todas las bendiciones que me ha dado y por la oportunidad de ofrecerme a ti, Señor. Quiero escuchar de ti lo que quieres que hagamos con la vida que me has dado, Maestro bueno, quiero la vida eterna.

Luego escribe, Señor, te entrego con esta carta todo lo que me has dado incluyendo mi vida para que la moldees y le des uso a este cuerpo, esta alma, este corazón y hagas tu voluntad. Te adoro, Señor, y quedo dispuesto a ti.

Luego lo firma y pidió la firma de dos o tres hermanos allí como testigos. Algo que él había hecho en su corazón, pero él lo quiso hacer de una forma gráfica.

Hermanos, pido que los músicos suban. Pongámonos de pie. Hermano, si usted no lo ha hecho el Señor hace tiempo que te está hablando que lo hagas, esto sí le voy a, como un buen doctor, le voy a avisar de antemano acerca de este proceso. Si no has vendido todas tus posesiones y hay una cosa que te está limitando, que experimentes la plenitud del Señor, primeramente si lo estás tomando en serio y quiere usted, estás listo de firmar tu propio pergamino con el Señor, lo primero que te quiero avisar es esto: this is gonna hurt. Esto va hincar.

Esta primera inyección de rendimiento es Isaac, que tu tomas, acompañas con la leña y el fuego al monte Moriá, amarras al altar confiando que el Señor que te lo ha pedido te ama a ti, te lo dio, porque no hay nada que él pide de nosotros que primero él no nos lo ha dado ya y lo puede cuidar mejor que tu. Tu no pierdes en esto, no te apures por esa cosa, no te apures por esa gente, no te apures por tu nombre, no te apures por tu bienestar, no te apures por tu reputación, no te apures por tus hijos, no te apures, el Dios que te dio tu cobertura, tu casa, tu vida, te toma muy en serio. El Señor mirándolo lo amó. El Señor mirándolo lo amó. El Señor mirándolo lo amó. El Señor te ama. El Señor quiere verte bendecido, el Señor quiere ver que el año 2009 sea irreconociblemente bendecido comparado con años anteriores. Pero tal vez hay una posesión o dos, que el Señor nos está llamando a vender. Confiar. Trust him. Trust him. Confía en él, en quien te ama.

Señor, desnudos salimos del vientre de nuestras madres y al Señor descenderemos desnudos. We have nothing that you have not given us already. No tenemos nada que tu no nos hayas dado ya. Señor, solo queremos que tu seas nuestra posesión. Yo no quiero una posesión aparte de ti, yo no quiero una herencia aparte de ti, yo no quiero una esperanza que no nazca de ti, yo no quiero nada que no sea creado por ti, yo no quiero nada que no me corresponda primero por tu misericordia, tu virtud porque quiero comer de tu mesa, quiero gustar de tu presencia, quiero llamarte aba y que me adoptes, ser tu siervo, Señor, sin nada que me limite, sin nada que me estorbe. Padre, el enemigo no tiene acceso a nada en mi vida porque transfiero el título de mi vida a ti. El enemigo no puede alcanzar mi nombre porque yo estoy muerto contigo, muero, Señor, y mi nombre conmigo para que vivas tu.

Padre, mi casa, Señor tu eres el dueño del oro, de la plata. Señor, el ganado sobre mil coyados, ¿no es tuyo? Padre, mi carrera, Señor. Tu tienes el curso de mi vida. Esta mente con que trabajo, estas manos, estas imaginación, Señor, todo eso es una sombra de tu gracia, no tengo nada aparte de eso, mis hijos, Padre, el título te lo paso a ti. Mis seres queridos te los paso a ti, el enemigo no tiene nada que ver con ellos, mis seres queridos son tu posesión, son tu posesión, son tu posesión. Tu sabrás cómo cuidarlos, tu sabrás cómo criarlos, tu sabrás cómo vestirlos, tu sabrás de dónde vendrá su comida. Oh, Señor, alzamos nuestros ojos a los montes de donde vendrá nuestro socorro. Solo danos a ti, solo danos a ti, solo danos a ti de posesión, Padre, como los levitas y los sacerdotes. Renunciamos a toda posesión, renunciamos a toda tierra sobre este mundo. Renunciamos, Señor, a esta mente, a esta cultura, Padre, renunciamos a nuestras posesiones porque más bello es un día en los atrios de Jehová que mil fuera de ellos, Señor. Nada se compara a ti, nada se compara a ti, nada se compara a ti. Tómalo todo, Señor, y en cambio toma todo lo que soy, todo lo que espero ser, todo, todo, todo, todo. Tómalo Señor, tómalo Señor, tómalo Señor. Soy tuyo, todo tuyo. Soy tuyo, todo tuyo, soy tuyo, todo tuyo, Padre. Recibo tu puesto como mi dueño, mi amo.

Y si es la primera vez, si usted no está seguro de haber hecho una oración así estás buscando todo esto y tu dices, Señor, yo no quiero que haya ni una duda, que mi vida te pertenece. Si tu estás orando eso, si esa es tu petición, te pido que levante su mano en esta mañana, si es la primera vez en particular. Amen.

Hermanos, por qué no de una forma simbólica traiga sus posesiones al Señor, tráigalas, si levantas la mano le invito, pase, le invito a que pase, hermano. Esto es un contrato que estamos firmando, esto tiene significado en el reino de los cielos, los ángeles son testigos, el Señor es testigo, el espíritu de Dios es testigo, la sangre del cordero es la tinta que usamos para firmar este contrato y el Señor lo tomará en cuenta.

Señor, yo te doy gracias porque cuando nos amas nos alivianas la carga y eso es lo que estás haciendo tu con mis hermanos. Yo declaro una carga liviana, el Señor te dice esta mañana, mira, tomad mi yugo, tomad mi yugo que es ligero, que es liviano y ligera mi carga. Mi yugo es fácil, mi yugo es fácil, mi carga es ligera y yo te tomaré. Yo tomaré lo que está entregando, Señor, en esta mañana, Señor, tómalo y si estas es la primera, si tal vez usted está pasando por el altar y es la primera vez que está entregando su vida al Señor, yo te invito a que compartas esta oración conmigo.

Señor Jesús, tu me has dado la vida y yo vuelvo y te la entrego, tómala, tu eres mi dueño, tu eres mi salvador. Cubre mi vida con la sangre del cordero. Espíritu Santo te invito a morar en mi vida y declaro que todo lo que soy, todo lo que espero ser es tuyo, y mi nombre está escrito en el libro de la vida. Señor, yo declaro que tu eres nuestra seguridad. Padre, cuando el mundo habla de temblores y de ansiedades, tus hijos duermen tranquilos, cuando hay pestilencia en Egipto, tus hijos están cubiertos, cuando hay mortandad tu declaras sobre tus hijos bendición, cuando hay confusión tus hijos andan en la confianza que su Padre celestial está en control y entramos, Maestro, entramos, yo entro, Señor, con mis hermanos en el centro Señor, de tu zona de voluntad y esperanza.

Experimentar la victoria en la guerra

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¿Cuántos están preparados para recibir la palabra del Señor, ahora? Hageo, el libro de Hageo. Es un libro pequeñito que está allí, es el antepenúltimo libro del Antiguo Testamento. Después viene Zacarías, y después Malaquías, si no me equivoco. Hageo, antepenúltimo libro del Antiguo Testamento. Vamos al Capítulo 1.

El Señor me ha estado hablando acerca de este libro y de los otros dos libros que le siguen y quiero compartir con ustedes algo en esta mañana que tiene que ver en parte con el tiempo que estamos viviendo de escasez y de dificultades económicas.

Quiero compartir con ustedes algunos pensamientos del Capítulo 1, les animo a leer todo el libro, son solamente creo que tres Capítulos, dos Capítulos. Voy a leer del Capítulo 1.

Dice: “…En el año Segundo del rey Darío en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo… - vino esa palabra a dos personas, dos funcionarios - …uno se llamaba Zorobabel, hijo de Salatiel quien era gobernador de Judá, y también vino palabra a Josué, hijo de Josadac que era el sumo sacerdote, diciendo, así ha hablado Jehová de los ejércitos diciendo, este pueblo dice no ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada….” – eso es lo que estaba diciendo la gente y Dios está parafraseando lo que el pueblo de Israel está diciendo por ahí.

“… el tiempo no ha llegado para que la casa del Señor sea reedificada. Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo diciendo, ¿es para vosotros tiempo para vosotros de habitar en vuestras casas artesonadas y esta casa está desierta?...”

¿A qué casa se refería el Señor? A la casa desierta, su casa, su templo. “… pues así ha dicho Jehová de los ejércitos, meditad bien sobre vuestros caminos, sembráis mucho y recogéis poco, coméis y no os saciáis, bebéis y no quedáis satisfechos, os vestís y no os calentáis. Y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, meditad sobre vuestros caminos… - una segunda vez les dice, mediten sobre sus caminos - …. Subid al monte y traed madera y reedificad la casa y pondré en ella mi voluntad y seré glorificado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho… - aquí vuelve el Señor a enfatizar cuál es el problema - … buscáis mucho y halláis poco, en quien cerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Porque cuanto mi casa está desierta y cada uno de vosotros corre a su propia casa, por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia y la tierra detuvo sus frutos, y llamé la sequía sobre esta tierra, sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres, sobre las bestias, sobre todo trabajo de manos…”

Mire que detallada es la descripción del Señor de lo que está pasando verdaderamente, detrás de una economía que no está funcionando como debiera. Entonces dice:

“… y oyó Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josafat, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo la voz de Jehová, su Dios, y las palabras del profeta Hageo como le había enviado Jehová, su Dios y temió el pueblo delante de Jehová…”

Ahí está la solución al problema. ¿Cuál fue la reacción del pueblo en vez de endurecer su corazón? Escucharon y ajustaron su corazón al mensaje del Señor a través de su profeta.

“….Entonces Hageo enviado de Jehová habló por mandato de Jehová al pueblo diciendo, yo estoy con vosotros, dice Jehová, y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josafat, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día 24 del mes sexto en el segundo año del rey Darío…”

Bendiga el Señor su santa palabra. Que lindo relato. Vamos a darle gracias. Señor, entregamos a ti esta lectura y esta meditación y pedimos que tu Espíritu Santo nos dirija y nos bendiga, Señor, en este momento al meditar sobre tu palabra. Danos tus enseñanzas y abre nuestros corazones y nuestras mentes para que podamos entenderte en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Sí, este texto ha sido parte de mi meditación en estos días. Hace unos tres años Dios activó las palabras de este libro en mi corazón acerca de cosas por venir y asuntos del futuro. Hageo es un libro muy profético, no solamente porque está escrito por un profeta sino porque también tiene partes que hablan acerca de tiempos mucho más allá de los tiempos en los cuales predicaba el profeta mismo. En algunos momentos el profeta Hageo, quizás sin saber lo que estaba diciendo ni viendo verdaderamente se remontó a la venida del Señor y este texto a veces como que nos introduce sin decirnos cuándo termina una cosa y comienza la otra en una visión profética para los últimos tiempos.

Pero el tiempo que concierne a Hageo es un tiempo en el cual el pueblo de Israel acaba de regresar, no hace mucho tiempo, del cautiverio en Babilonia. Dios había exiliado al pueblo hebreo por sus pecados y su idolatría y los había llevado cautivos a Babilonia y los había tenido allí durante 70 años, Dios había dicho que el pueblo iba a estar en cautiverio y lo había profetizado a través del libro de Daniel. Y el pueblo estuvo en cautiverio todo ese tiempo, y cuando ya se estaba acercando el final de ese tiempo Dios movió el corazón del rey Darío originalmente para que, y del rey Ciro antes, para que comenzara a permitir que el pueblo judío regresara del cautiverio a su tierra de nuevo. Y claro, antes del cautiverio el templo había sido destruido, los hebreos se había resistido al imperio babilonio y había sido ordenado que el templo, ese bello que había sido construido por Salomón fuera completamente destruido. Cuando los judíos regresaron a Jerusalén no había templo y tenían que comenzar otra vez a reedificar el templo.

Que interesante que hoy en día en el siglo XXI no hay templo de nuevo en Israel. El templo fue destruido en el año 70 después de Cristo por las tropas romanas en otra resistencia de parte del pueblo judío, una rebelión, y el imperio romano mandó a destruir de nuevo ese templo. Y desde entonces en los últimos dos mil años los judíos no han tenido templo.

De paso, si usted va a Jerusalén, como yo he tenido la gracia de ir, lo que está hoy en día encima del recinto del templo es una mezquita árabe que es, la llaman la mezquita de la cúpula dorada, es una maravilla, bellísima. Yo he estado allí. No se puede entrar a ella porque solamente los árabes y los musulmanes pueden entrar, pero es una belleza arquitectónica y es inmensa y hoy en día todo el área donde estaba el templo salomónico ahora está gobernado y custodiado por autoridades musulmanas, aún dentro de Jerusalén, fíjese, esa área ahí no pueden entrar las autoridades judías. Han entrado una o dos veces y les han tirado piedras y todo eso, lo han hecho como para establecer su… pero aún dentro de Jerusalén mismo, y dentro de Israel, en esa área no pueden entrar los judíos.

¿Saben lo que ellos hacen? Ellos adoran, no sé por qué estoy diciendo esto pero debe ser importante. Los judíos adoran debajo, donde está el muro, el antiguo muro, que ellos saben que ahí fue donde estaba el templo salomónico. ¿Y saben cómo se llama ese muro? El muro de las lamentaciones. Yo he estado allí también. Es un lugar muy conmovedor. Ahí están 24 horas al día los judíos orando y clamando y lamentándose de que su templo todavía no ha sido reconstruido. Y ellos quieren reconstruir su templo, pero ahora está sin construir.

Y yo personalmente creo que estos libros de Hageo, Zacarías y Malaquías tienen que ver con la reconstrucción del templo hace miles de años atrás, pero también tienen una dimensión profética que se remonta a los tiempos actuales en los cuales también se espera que el templo judaico va a ser reconstruido otra vez.

Yo les digo, hermanos, el día que ustedes vean que se reconstruye el templo judío, hágase una reservación en un edificio bien alto y espere que el Señor va a venir en cualquier momento a llevarse su iglesia, porque las puertas estarán muy cerca de abrirse para la segunda venida de Jesucristo.

Pero oh Dios mío, alguien me ha dicho, apague su celular hermano, ese es el mío imagínese, el pastor dando mal ejemplo. Todos pecamos y de paso, alguien me dijo, Anita vino el domingo pasado, pastor, dígale a la gente que apague los celulares. Yo le dije, claro, Anita, se los voy a decir. Ahora se los digo. Todo eso estaba fríamente calculado. Yo lo puse allí para que sonara así, para que me recordara que apaguemos nuestros celulares. Yo no sé quién es ese imprudente pero voy a hablar con él para que salga de aquí. Óyeme tiene que coger el momento más dramático para interrumpir.

El caso es, hermanos, que yo creo que Dios está hablándole a la iglesia en este tiempo acerca de la reconstrucción del templo judaico y déjenme decirle algo aquí que ni debiera decirlo. Yo creo que nosotros, esta iglesia, que está ahora involucrada en un proyecto de construcción de su templo, hermanos, yo siento que hay como lejanos paralelismos allí con respecto a la construcción de nuestro templo. La iglesia de Jesucristo necesita estar reconstruyendo templos en este tiempo como señal de que el diablo ha querido destruir el testimonio del pueblo de Dios pero no lo va a poder hacer. El diablo ha querido suplantarse y ponerse encima de esos lugares donde debe ir un templo dedicado al Dios verdadero y la iglesia de Jesucristo tiene que resistir eso y tiene que estar reconstruyendo y construyendo sus templos.

Aquí en Boston, en esta ciudad, donde hay un testimonio ahora mismo apagado de la iglesia, esta nación, esta área de Nueva Inglaterra fue cuna del Evangelio, aquí llegaron los primeros puritanos y peregrinos a Plymouth, para establecer lo que iba a ser la nación más poderosa en la tierra, una nación que durante siglos estuvo fundamentada sobre valores bíblicos y ahora eso ha desaparecido. Y hoy en día muchas de las iglesias de Nueva Inglaterra están ocupadas por doctrinas de demonios, unitarianismo y una cantidad de otras cosas donde la palabra de Dios no está siendo predicada y ahí hay gente que debería sentarse a escuchar palabra de Dios pastoreando gente y no conocen al Dios verdadero. Y lo digo con humildad. Dios conoce mi corazón. No me siento mejor que ellos pero la verdad es la verdad.

Hay templos en Nueva Inglaterra que han sido tomados por doctrina hereje y por gente que no conoce al Dios de la palabra de Dios, y por eso se están muriendo esas iglesias y hay que pedirle al Señor, Padre, sopla para que esos templos puedan volver a ser retomados por el espíritu de Dios y que de nuevo, de esos púlpitos vuelva a sonar la palabra una vez dada a los santos.

Pero hay algo que Dios quiere que sus templos reconstruidos o construidos, hermanos. Y esto no son los mejores tiempos para estar construyendo templos. Miren lo que dice aquí, el Señor llama a su profeta, Hageo, para que le profetice al sumo sacerdote y al gobernador, es decir, a la autoridad civil, a través del gobernador, y a la autoridad religiosa, a través del sumo sacerdote. Y para que esos dos hombres que son autoridad sobre el pueblo reciban la palabra de Dios en representación de todo el pueblo que tiene que recibir esa palabra, y el Señor le dice, dile a esa gente que la gente está diciendo, el pueblo está diciendo, no ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.

Está diciendo, la gente lo que está diciendo es que no es el momento adecuado, no es el tiempo adecuado. Déjenme decir algo, hermanos, primeramente, mire, no hay ningún tiempo ideal para darle al Señor, ni para construir la casa del Señor. Siempre va a haber problemas, siempre va a ver carencias, yo no creo que ninguno de nosotros aquí pueda decir, ¿saben qué? guau, mi cuenta de crédito está tan buena y mi cuenta de banco está tan llena y atestada de dinero, que tengo que comenzar a darle al Señor porque es la única manera que puedo liberarme un poquito de todo el dinero que tengo. ¿Cuántos pueden decir que ese es su problema para hablar con usted después del servicio inmediatamente y pedirle un préstamo o algo así?

Yo creo que todos, ¿saben qué? darle al Señor tiene que ser una cuestión de principio y de fe, de disciplina espiritual, es la única manera, porque la carne y el diablo nunca le van a dejar a usted ser generoso para con Dios. Y uno que es como que tiene hacer un propósito, uno tiene que ponerse a luchar y a pelear con la Biblia hasta que se resuelva el problema y uno está convencido de que darle al Señor es bueno y es de bendición y que llueva, truene o ventee, me guste o no me guste, yo voy a ser generoso con el Señor, yo voy a asegurarme de que su casa esté repleta y bendecida y que tenga todo lo que necesita para su necesidades y sus ministerios.

Mucha gente dice, oh, no ha llegado el tiempo, yo voy a esperar a que me pegue la lotería, estoy jugando a la lotería y orando para que el Señor me de un buen boleto y que cuando me pegue, entonces le comenzaré a dar al Señor. ¿Saben qué, hermanos? Nunca va a llegar el momento.

A Dios hay que darle por fe, es un asunto de fe. Es en un asunto de creo o no creo y esto o es una mentira o es la verdad y lo que Dios dice y promete se va a cumplir en mi vida si yo soy fiel a él, y que mientras más las circunstancias alrededor de mí se pongan negativas yo le voy a creer al Señor y voy a tirarle esos pesos al diablo en la cara para que se moleste, se lo voy a dar al Señor en el nombre de Jesús.

Y esa unción profética del pueblo de Dios rompe el yugo. El pueblo hebreo, este pueblo judío, fíjese, esto es largo y quizás por lo que veo me voy a tener que tomar otro sermón más para terminar esto. Parece que hay dos o tres que están contentos de que así sea. Saben hermanos, esa palabra de Hageo tiene cola porque unos 18 años antes de que viniera esa palabra de Hageo al pueblo judío los hebreos habían comenzado a construir su templo, ellos habían fielmente habían comenzado a construir y habían comenzado a echar los cimientos del templo. ¿Pero saben lo que pasó? Vino oposición y si usted quiere vaya conmigo un momentito atrás, al libro de Esdras, otro de esos libros escondidos en la Biblia. Está al lado de Neemías, Esdras y Neemías son libros hermanos también porque hablan del regreso del pueblo de Dios a Jerusalén después del cautiverio.

Estos libros, Esdras y Neemías, aunque están bastante alejados en espacio de Hageo, son casi contemporáneos. Esdras y Neemías son un poquitito antes que se escribiera Hageo, recuerden eso, los hermanos nuevos en la palabra. Porque un libro esté alejado físicamente de otro no quiere decir que en términos de tiempo, esté igualmente de alejado. Esdras y Neemías fueron escritos más para menos en un tiempo, un poquito antes de Hageo, Zacarías y Malaquías.

Y miren aquí el historial de qué es lo que ha pasado. Cuando Dios le dice a Hageo, ve y predícale al pueblo y profetízale, lo que está pasando es que el pueblo, después de comenzar la construcción del templo, vinieron dificultades y se atemorizaron y detuvieron la obra. Y pasaron casi 20 años sin la obra continuarse, y entonces es cuando Dios envía al profeta Hageo y a Zacarías para que profeticen y les dice, profetízale al pueblo y dile qué es lo que está pasando aquí, por qué ustedes me han detenido la obra y ustedes están diciendo que todavía no ha llegado el tiempo. Vamos a ver cuándo llega el tiempo, vamos a ver.

Y mientras tanto ustedes están construyendo sus casas y están artesonándolas y le están poniendo caoba en las paredes, y están comprando ventanas de 600 dólares, y ustedes dicen que mi casa no ha llegado el tiempo de trabajarla todavía. Y ese es el contexto. Miren en Esdras, esto es interesante lo que ha pasado porque qué pasó, y es aleccionador, es muy iluminador este proceso espiritual. Por eso es que la Biblia está escrita, hermanos.

Why does God write the Bible and give it to us? It’s because as we read these events of scripture that happen hundreds and even thousands of years ago, we can extract, we can take out from them principles that are not limited to time or space. They are applicable to our own time and our own experience, so it’s not really important what happened ultimately in the past, what is important is the principles that are contained in that narrative that we can apply to our times. So when we go back to Esdras, chapter 4, we can see some principles there, how to act in times of crisis and opposition.

Aquí en el capítulo 4 de Esdras vemos lo que pasa cuando el pueblo de Dios fielmente comienza a construir el templo, porque el templo era importante para ellos, la adoración, y estaban escarmentados. Habían sufrido mucho por su olvido del templo y ahora quieren construir su templo, y miren lo que pasa. Dice, Capítulo 4, ellos comienzan a construir el templo y dice que:

“…oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová, Dios de Israel, vinieron a Zorobabel, el mismo Zorobabel al cual le profetiza Hageo, al gobernador, y a los jefes de casas paternas y les dijeron, edificaremos con vosotros porque como vosotros buscamos a vuestro Dios y a él ofreceremos sacrificio de los días, etc….”

Ellos vienen hipócritamente a decirles, déjenos trabajar con ustedes a construir el templo, pero lo que querían era espiar. Además eran impíos que no tenían la misma visión que tenían los hebreos y entonces el pueblo de Israel les contesta, en el versículo 3:

“… no nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová, Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia…”

Ellos tienen buen deseo y dicen, no, déjennos a nosotros edificar la casa del Señor. Hermanos, las cosas de Dios deben ser hechas por el pueblo de Dios …. Yo le pido al Señor, Padre, bendice a tu pueblo, prospera a tus hijos de manera que nosotros no tengamos que ir a las autoridades financieras de afuera a pagarles dos veces, tres veces lo que cuesta el templo en intereses, para construir tu casa. Tu casa debiera tener gente que pudiera dar el dinero para construir tu templo. Y Dios quiere bendecir a su pueblo, Dios quiere prosperar.

Yo espero con la ayuda del Señor que según pasen los años, si Cristo no ha venido todavía, León de Judá se llene de gente prosperada por Dios, que sean fieles al Señor, que le den al Señor y que sus hijos prosperados y bendecidos puedan darle al Señor para cualquier necesidad para avanzar el Reino de Dios. Ese es nuestro deseo, que esta comunidad sea prosperada y bendecida porque Dios es un Dios de bendición y que el pueblo de Dios sea llenado de toda provisión para que en la casa del Señor no falta nada y nosotros mismos podamos hacer la obra de Dios y no tener que estar dando nuestro dinero, el dinero de Dios a los impíos y a los inconversos, porque nosotros podemos hacerlo nosotros mismos.

Entonces, pero ¿Qué pasa? Como esta gente, mire, cuando el pueblo de Dios trata de hacer algo, hermanos, el diablo se molesta y siempre pone oposición. Cuando hay algo que va a bendecir el Reino de Dios le aseguro que activan enseguida algún diablito que está por allá durmiendo y le dicen, tírate encima de ese cristiano y hazle la vida imposible para que no avance.

Una hermana me decía hace poco, estoy sirviendo al Señor y desde que traté de servir al Señor de una vez me vino la oposición. Le dije, ese es el mejor indicio de que usted está en los caminos de Dios correctamente. Porque cuando queremos servir a Dios enseguida el diablo comienza a menear la cola, molesto, y viene un forcejeo a ver si tu te vas a dar por vencido. Y lo que uno tiene que hacer, como dice el escritor de Efesios, Capítulo 6, ¿Qué tenemos que hacer? Pararnos firmes y ponernos la armadura de Dios, dice, para que habiendo pasado el día malo estemos firmes y habiéndolo acabado todo estemos firmes.

Este es un tiempo para ponerse toda la armadura de Dios y para llenarse de la palabra de Dios. Este es un tiempo para que ustedes y yo estemos más que nunca metidos comiendo Biblia a todo lo que da. Llorando y ayunando para que el Señor fortalezca nuestra emociones, nuestra mente porque son tiempos difíciles y tenemos que estar plantados en la palabra del Señor para pelear.

Mire, qué pasa cuando vienen tiempos de dificultad, de crisis. Lo que usted tiene que hacer es arroparse con la bendición y la palabra de Dios y que rujan las ventanas, y que el huracán pasa y después cuando ya todo haya pasado usted abre la ventana otra vez y están los pajaritos cantando y usted vuelve otra vez a la vida normal.

Pero el diablo siempre va a atacarnos, cuando queremos hacer algo por Dios, mire, viene la oposición y si usted no sabe pelear en el espíritu le van a pasar por encima. Por eso es que el pueblo de Dios tiene que estar entendido en el arte de la guerra espiritual y de la palabra profética de Dios

La construcción de ese santuario que nosotros queremos hacer allí sería para que ahora mismo yo cogiera todos los planos y los cerrara y los mandara guardar en una bóveda del banco y dijera, voy a esperar a que pase todo esto antes de volver a pensar en la construcción de un templo. Este es el peor tiempo para nosotros estar, no es el tiempo como dice, aquí en Hageo, no es el tiempo y uno podría decir, no es el tiempo para continuar con la construcción.

Nosotros tenemos sin embargo, un reloj que está marcando de parte del gobierno de aquí de la ciudad y del estado, que nos obliga a continuar con el plan de construir este santuario. En algún momento vamos a hablar un poco más acerca de eso. Porque es lo que le digo, yo creo que esto está implicado en esto. Estamos viviendo tiempos proféticos, hermanos, y yo podría ahora mismo si fuera un hombre prudente, yo diría, vamos a detener esto, pero ¿saben qué? hay momentos en que hay que ser loco en el Señor, y hay que ser profético, y hay que decir, aunque no sea el mejor tiempo, aunque haya dificultad vamos a creer que Dios va a hacer un milagro, y Dios va a bendecir a su pueblo.

¿Saben qué? cuando Hageo le predica al pueblo de Dios vamos reconstruir el templo, hay crisis económica en el pueblo, hay crisis económica y por eso la gente está diciendo, no ha llegado el tiempo de construir el templo. Y el Señor le está diciendo, ustedes dicen que no ha llegado el templo pero yo veo las cosas diferentes. Mediten sobre sus caminos y entiendan bien por qué está pasando lo que está pasando más bien.

Y entonces hubo oposición de parte de esta gente y le escribieron una carta al rey acusando a los judíos de estar construyendo el templo sin autoridad. ¿Saben qué? ellos no han sacado los permisos así que cancélenle la construcción. Ellos le escriben al rey Artajerjes, creo que es, o uno de esos reyes, no importa cómo se llame tanto, pero le escribieron una carta, interesantemente, cuando Neemías trató de construir el muro pasó lo mismo también, vino oposición. Los adversarios le escribieron una carta al rey.

Dicen, entonces, mire, el versículo 4:4, “… el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá y lo atemorizó para que no edificara, sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro, rey de Persia, y hasta el reinado de Darío, rey de Persia. En el reinado de Asuero, en el principio de su reinado escribieron acusaciones contra los habitantes de Judá y de Jerusalén, mandaron carta de Jerusalén a Persia para decirle al rey, no permita que esta gente construya el templo…”

¿Por qué? Mire la acusación que le hacen, después vean esos Capítulos, pero en el versículo 16 Capítulo 4 dice, “… hacemos saber al rey que si esta ciudad fuere reedificada y levantados sus muros, la región de más allá del río, es decir, Jerusalén e Israel, no será tuya…”

¿Sabe qué pasa, hermanos? Que el diablo sabe que cuando la iglesia se pone de pie y comienza a establecer su presencia en la ciudad con templos gloriosos y con adoración poderosa, el diablo sabe que esa ciudad ya no va a ser de él, que los vecindarios van a comenzar a ser bendecidos, la gente va a comenzar a convertirse, la bendición va a venir, los demonios van a tener que ceder su agarre.

Y por eso en este tiempo en que yo creo que Dios quiere restaurar a Nueva Inglaterra y poner su bandera de nuevo en Nueva Inglaterra el diablo está forcejeando y resistiendo porque él no quiere que haya avivamiento en Nueva Inglaterra. Y solamente por medio de una guerra espiritual, esta región va a ser reconquistada para Cristo. El Señor dice que cuando usted quiere saquear la casa de un hombre fuerte, a menos que usted no lo ate primeramente usted no puede saquear su casa. Y el diablo no va soltar lo que él tiene, el diablo va a forcejear y va a tratar de impedir que las cosas de Dios se hagan.

El Señor Jesucristo dijo, el reino de los cielos, desde los tiempos de Juan el Bautista, el reino de los cielos avanza con fuerza y los valientes lo arrebatan. Es la única manera, el Reino de Dios siempre avanza en modalidad de guerra porque el diablo nunca quiere que el Reino de Dios avance, porque el Reino de Dios está en contra de él, de su ocupación ilegítima en la tierra. Y cuando el Reino de Dios avanza es peleando contra el imperio de Satanás, y por eso nadie crea que va a hacer algo significativo para Dios a menos que no sea primero con un forcejeo. Ahora, nunca forcejee directamente con el diablo, forcejea a través de la palabra de Dios, de los principios de Dios y con las armas del Evangelio, de la palabra de Dios.

Pero esta gente sabía y le decía al rey, si ellos erigen su templo se van a poner fuertes y ya no te van a servir, y eso es lo que el enemigo sabe y no quiere que el pueblo de Dios se fortalezca y que ocupe terreno y que se ponga fuerte y que tenga sus planta física y que crezca y que tenga… Satanás no quiere que esta iglesia crezca. Satanás no quiere que esta iglesia tenga un lugar más amplio para que pueda venir más gente, que podamos hacer más cosas. Él quiere una iglesia pequeñita, metida en un espacio de 20 por 20, la gente allí sentados unos encima de los otros alabando al Señor, como yo veo, a veces tantas iglesitas.

Cerca de nuestra casa hay una iglesia preciosa brasilera, son gente que aman al Señor, yo los veo siempre pintando el pedacito que tienen alquilado y hacen todo lo que pueden y siempre los veo con algo nuevo que están haciendo, cada vez que paso por ahí, lo que pasa es que soy un pendenciero, siempre mirando a ver qué es lo que están haciendo cuando estoy doblando para ir a nuestra casa, siempre puedo estar y miro por ahí a ver qué están haciendo. Es una iglesia linda pero tienen un templo alquilado y hace poco le pusieron allí la calle nuestra se convirtió solamente para residentes y todos los espacios donde podían estacionarse, ahora ya no pueden estacionarse, la iglesia ha mermado muchísimo. Y yo digo, caramba, lo que esa iglesita necesita es un buen templo, donde ellos puedan adorar al Señor y servir al Señor, y ¿saben qué? desgraciadamente esta ciudad y esta región está llena de templos muertos, vacíos, con una o dos gente allí asustada, metido, muriéndose y una palabra aguada, diluida y pidiendo que el pueblo sea alimentado y que haya crecimiento.

Porque el diablo no quiere que las iglesias vivas, avivadas, llenas del Espíritu Santo tengan sus templos. Y han cantidad templos en Nueva Inglaterra hoy en día que no tienen la palabra de Dios y yo le pido al Señor, Señor, has algo, una redistribución masiva porque las iglesias necesitan sus lugares para fortalecer a sus pueblos. Yo le doy gracias al Señor por la bendición que nosotros tenemos, dos edificios, cada vez que yo llevo gente al nuevo edificio allá, se quedan boquiabiertos. Esos negociantes que le dieron a Samuel los dos mil dólares, o al centro de recursos académicos, los llevé por allá, tres o cuatro de ellos, hermanos, el asombro de ellos, de lo que está iglesita ha podido hacer allá, se quedaban boquiabiertos. Y ahora quieren traer a otros más para que le enseñemos el templo, lo que hemos hecho aquí. Estos dos edificios los hemos hecho a pulso, pulseando con Satanás y con las circunstancias. Si nosotros hubiéramos esperado a que todo estuviera bien y que las cosas estuvieran color de rosa, nunca hubiéramos hecho nada.

Porque es que a Dios hay que glorificarlo cuando las cosas no te van bien. Esos son los tiempos para que el pueblo de Dios se crezca y haga lo que tiene que hacer, hermanos. Y ahí es donde uno aprende verdaderamente a confiar en el Señor, que Dios es fiel, que Dios nos saca de los aprietos, que cuando viene la carencia siempre podemos decir, nada me faltará porque el Señor está conmigo en el valle de la sombra de muerte. No temeré.

Cuando viene las pruebas es cuando el pueblo de Dios más debe pintarse la boca bien y ponerse colorete en los cachetes y seguir adelante y celebrar al Señor. No es tiempo para deprimirse, hermanos, no es tiempo para estar llorando allí como si no tuviéramos un Dios todopoderoso.

El pueblo de Dios se dejó intimidar, mandaron las cartas y el rey mismo dio la orden de que se detuviera la obra. Pasaron 18 años y el pueblo ahí aplatanado sin construir el templo. Y miren lo que pasa, vayamos al versículo 23, entonces, versículo 24 dice:

“…. Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén y quedó suspendida hasta el años segundo del reinado de Darío, rey de Persia….”, que es cuando comienza nuestra historia en el libro de Hageo, una larga gira, pero ahí llegamos pero hemos aprendido un par de cositas en el camino. ¿Verdad que sí? Así es la palabra de Dios, es muy linda.

Entonces, miren lo que pase en el Capítulo 5, ahí mismo de Esdras todavía. Que lindo es el Señor, como una cosa se compagina con la otra, porque estamos leyendo historia no estamos leyendo cuentos de hadas. Capítulo 5, Esdras, dice.

“.. Profetizaron Hageo y Zacarías, hijo de Ido,…” ahora estamos donde estábamos en Hageo, “… ambos profetas a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos. Entonces se levantaron Zorobabel…”

¿Recuerdan a Zorobabel? Un nombre difícil de no recordar, “… hijo de Salatiel y Josué, hijo de Josadat, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que estaba en Jerusalén y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban…”

Que lindo. Y ¿saben qué? Ya decidí, voy a terminar dentro de unos 7, 8 minutos, digan gloria a Dios todos. Y voy a seguir el domingo que viene si Dios me permite, porque esto es bello, esto es muy lindo, todo lo que Dios tiene para nosotros allí. Pero, yo creo que lo que Dios nos está diciendo es precisamente eso, no te amedrentes. Dile a tu hermano ahí al lado, no te amedrentes. Dile así, no te amedrentes.

Do not fear. Don’t be afraid. Don’t let yourself be intimidates, do not be intimidates.

No te amedrentes cuando vengan los problemas, las dificultades. Si Dios ha puesto algo en tu corazón concibe un sueño para el Señor y no te amedrentes. No dejes que el enemigo, no dejes que el diablo, no dejes que la circunstancias, no dejes que la gente y sus murmuraciones, que no conocen al Señor, te amedrenten y te quiten la mirada de Dios que te ha dicho, yo soy fiel, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas. No temas, solamente esfuérzate y sé valiente porque yo estaré contigo, yo te he entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies, dice el Señor.

Esa es la palabra de Dios, hermanos, para los que creen. Entonces, cesó y ellos escucharon la palabra del Señor. Dice entonces en el versículo 5:3, “… en aquel tiempo vino a ellos Tatnai, gobernador del otro lado del río y Setarboznais, su compañero y le dijeron así, ¿Quién os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros?

Fíjense que interesante. Ellos comenzaron a construir y dijeron, ¿saben qué? a pesar de esa orden del rey nosotros vamos a comenzar a construir, ya bregaremos con eso cuando llegue el momento. Hay que ser atrevido en el Señor a veces. No estoy diciendo que rompan, que quebranten la ley, pero en este caso ellos lo hicieron así. Había una orden de 18 años emitida por otro rey que decía, no pueden seguir construyendo. Cuando vino la palabra de Dios y la palabra profética de Dios, ellos se llenaron de, porque hay que creerle al Señor, la palabra de Dios rompe estructuras. Cuando usted recibe una palabra de Dios vaya al banco con ella, porque esa palabra es una llave mágica que abre la puerta de la misericordia y la bendición de Dios. Y ellos dijeron, si Dios nos ha dicho esto, nosotros vamos a lanzarnos en el nombre del Señor.

Todo lo que yo le digo al Señor, Padre, es tu voluntad que ese templo se construya, porque si es tu voluntad no importa lo que pase, eso se va a construir. Lo único que importa en su vida es que Dios le ha hablado. Si Dios le ha hablado, tírese encima de los dragones, lo que sea y siga para adelante porque el Señor está con usted. Dios le va a abrir puertas, usted no sabe cómo pero él lo va a hacer. Tírese en el nombre del Señor.

If God has spoken the word to you, if you’re sure of the word that God has given you and you’re sure that you’re acting within the spirit of God and his will, go for it. Do not be afraid, do not be intimidates. Whatever comes out of the mouth of the Lord, you can go to the bank with it. You can believe that you’ll be blessed. It doesn’t matter how difficult the circumstances are, it doesn’t matter how adverse the situation around you, how many people you have in opposition, you just go, keep walking in the name of the Lord and let your faith break through the mountain. You’ll come to other side. We have to believe in the word of the Lord.

En este caso ellos tenían la oposición del rey mismo de Persia, y ellos comenzaron a construir. Claro, ¿Qué pasó? Otra vez los denunciaron, le preguntaron quién os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros, versículo 3. “….ellos también preguntaron, cuáles son los nombres de los hombres que hacen este edificio….” Guau, eso le mete miedo a cualquiera.

“… más los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos…”

Cuando usted está haciendo la voluntad del Señor, hermanos, los ojos del Señor están sobre usted, y la bendición de Dios vendrá tarde o temprano vendrá. No le tema al diablo, no le tema a las circunstancias, es más no le tema ni aún a su propio corazón, no le ponga atención a los gritos de su carne y diga, yo voy a hacer lo que me dice la palabra de Dios. Porque hay muchas cosas que las tenemos que hacer contra nuestra propia carne y nuestra propia mente. Y a veces cuando estemos dando pasos de fe todo dentro de nosotros va a estar diciendo, te vas a morir, te van a dar, te van a encarcelar. Usted tiene que seguir hacia adelante en el nombre del Señor. De pasos de fe. No se deje llevar por las emociones. El que se deja llevar por las emociones no hace nada.

Nosotros no vivimos por emociones, vivimos por lo que ha salido de la boca de Dios, que Dios ha declarado, los principios de la palabra de Dios. Tenemos que vivir conforme a principios. Hermanos, es tiempo de que el pueblo de Dios aprenda a vivir conforme a la palabra de Dios, el radar de Dios, el mapa de Dios, no lo que le dice su mente o sus emociones. Dios quiere levantar un pueblo aguerrido, por eso es que a veces permite que vengan los gigantes a perseguirnos para que aprendamos lo que es la guerra. Si todo le va bien al pueblo de Dios nunca desarrolla músculos espirituales.

¿Usted sabe cuando es el tiempo para crecer? Tiempos cada este. Cuando está la prosperidad, olvídese, porque nadie crece porque todo está bien, pero cuando hay prueba y usted tiene que poner en práctica la palabra de Dios ahí es donde se crece y después cuando usted tiene sus medallas, se sienta en su casa a tomarse un cafecito y recuerda, esa me la gané yo en tal fecha y usted entonces está preparado para la próxima batalla, y usted tiene autoridad para hablar y testificarle a otros de las proezas de Dios.

Hay gente que no puede testificar de Dios porque no han experimentado la victoria en la guerra. Y Dios permite a veces que venga la guerra a nuestra vida para que creemos corazón de guerreros, hermanos, para que podamos profetizarle a otros y evangelizar a otros y consolar a otros, y animar a otros y darle gloria al Señor siempre en nuestra vida.

Entonces, ellos hicieron cesar la obra y entonces los hebreos mandaron una carta al rey, mandaron una carta, fíjese Dios les dio inteligencia para que recordaran la orden original que había dado Ciro hacía décadas atrás donde Ciro, otro rey de Persia, había dado una orden de que los judíos pudieran edificar su templo, y ellos recordaron eso. Usted ve, hermano, cuando usted está haciendo la voluntad de Dios viene iluminación, viene sabiduría, viene inteligencia y Dios le permite entonces encontrar la ranura por donde usted puede salir al otro lado.

Eso es lo que yo he creído, que cuando yo estoy en la voluntad de Dios, Dios me va a dar sabiduría para yo salir adelante, cualquier prueba, cualquier dificultad. Eso es lo que tenemos que pedir, Señor, danos sabiduría. Ayúdanos a estar tan llenos de tu Espíritu Santo que cuando venga el problema mi mente reciba iluminación tuya y yo sepa por dónde ir adelante. Eso es lo que tiene el hombre, en estos tiempos de prueba y de carencia económica hay una solución para tu problema económico y si tu estás lleno del espíritu de Dios y estás haciendo la voluntad de Dios, Dios te va a dar esa sabiduría para que tu puedas ir adelante y darle el pan a tu familia, comida a tu familia y no necesites ir a estar mendigando por allí.

Yo siempre digo, Señor, ayúdame a estar en tu voluntad para que yo pueda recibir la sabiduría que yo necesito para continuar haciendo tu voluntad y prosperar en medio de la dificultad.

Dios les dio sabiduría a los judíos y ellos mandaron una carta diciendo, Ciro, que es autoridad en Persia, hace décadas atrás dio una orden de que este templo se construyera. Busquen en los registros, busquen en los records legales de Persia y ustedes van a encontrar esa carta allí. Y si esa carta está allí, esa carta tiene superioridad sobre la orden actual, esa carta es un documento legal y ustedes están comprometidos a dejarnos construir nuestro templo.

Fíjense, cómo el Señor les dio sabiduría. Y no tengo tiempo para leerlo todo, mire lo que dice el Capítulo 6:

“…Entonces el rey Darío dio la orden de buscar en la casa de los archivos, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia, y fue hallado en Acmeta, en el palacio que está en la provincia de Media, un libro en el cual estaba escrito así…”

Guau, yo me siento como que voy a violar mi promesa de 5 minutos porque esto es bello. Esto es bello. Dice, encontraron allí, se encontró el documento legal y dice, “….memorias, en el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio orden acerca de la casa de Dios la cual estaba en Jerusalén para que fuese la casa reedificada como lugar para ofrecer sacrificios y que sus paredes fuesen firmes…”

Hermanos, las paredes del templo de Dios tienen que ser firmes, los fundamentos del templo de Dios tienen que ser fuertes, firmes. La casa del Señor tiene que ser bien hecha, que su altura de 60 codos y de 60 codos su anchura, y 3 hileras de piedras grandes, y una de madera nueva y que el gasto sea pagado por el tesoro del rey y también los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor, sacó del templo y los pasó a Babilonia, sean devueltos y vayan a su lugar al templo que está en Jerusalén y sean puestos en la casa de Dios.

Hermanos, cuando el pueblo de Dios se pone los pantalones y le cree al Señor y se llena del poder de Dios, el diablo tiene que soltar todo lo que ha agarrado y aún el hombre, las autoridades seculares tienen que darle al pueblo de Dios lo que necesita para llevar a cabo la obra de Dios.

Cuando estos hebreos se atrevieron a creerle a Dios y se pusieron a la obra, Dios dio la solución. Y no solamente eso, sino que se encontró allí que Ciro había dicho que se pagara el costo de la construcción del templo.

Y mire esto, tiene usted que leerlo antes de irse. Entonces cuando el rey, como se llame, encontró la carta dio una orden, mire lo que dice en el versículo 6:

“… dio una orden, dice, ahora pues Tatnai, gobernador del otro lado del río, Setarboznai, etc., dice, dejad que se haga la obra de esa casa de Dios, que el gobernador de los judíos y sus ancianos reedifiquen esa casa de Dios en su lugar y por mí es dada orden de lo que habéis de hacer con esos ancianos de los judíos, para reedificar esa casa de Dios, que de la hacienda del rey que tiene del tributo del otro lado del río, sean dados puntualmente a esos varones los gastos para que no cese la obra…”

Gloria al Señor. “…. Y lo que fuere necesario, becerros, carneros y corderos para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeron los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado día por día sin obstáculo alguno para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo y oren por la vida del rey y por sus hijos…”

Guau. Gloria al Señor. Hermanos, saben, Dios quiere que estas autoridades, nosotros estamos diciendo, oh estas autoridades no son creyentes. Miren, estos reyes eran de lo más sanguinarios que ha habido en toda la historia y a esos reyes los puso Dios a bendecir al pueblo de Dios para construir su templo, y les dice y oren por nosotros, por si acaso.

Dios quiere un día que la iglesia, hermanos, tenga esa autoridad, que los gobernadores y los reyes, y los presidentes verdaderamente, no ceremonialmente le pidan a los cristianos que oren por ellos, que los bendigan. Ese rey, dice el versículo 11, “….y por mí es dada orden que cualquier que altere este decreto se le arranque un madero de su casa y alzado sea colgado en él. Y su casa sea muladar por esto, y el Dios que hizo habitar allí su nombre destruya a todo rey y pueblo que pusiera su mano para cambiar o destruir esa casa de Dios la cual está en Jerusalén. Yo, Darío, he dado el decreto, sea cumplido prontamente….” Gloria al Señor.

Que bella es la palabra de Dios. Hermanos, todo eso viene cuando se le cree a Dios, todo eso viene. Las circunstancias eran penosas, terribles, trágicas, imposibles, no se podía, pero vino la palabra de Dios, vino la palabra profética. Hermanos, yo creo que yo estoy, hoy estoy predicando en el poder y la autoridad profética de Dios y esta palabra yo la estoy predicando para decirle a Satanás, suelta tus manos de este proyecto, en el nombre de Jesús y que sea dada orden a quien quiera que la necesite recibir para que esa casa se construya en el nombre de Jesús y para gloria de él.

Y se necesita un pueblo que le crea al Señor, hermanos. Yo les he dicho que Dios les está quitando a ustedes la grasita de bebé y quiere ponerles a ustedes cuerpo de hombres y mujeres del espíritu. Dios quiere un pueblo, hermanos, déjenme decirles, Dios está bregando con León de Judá, los tiempos de jugar a niños se pasaron ya y esta iglesia va a tener que aprender a ser iglesia o algo va a pasar. Tenemos que ir ahora de niños a hombres y mujeres de Dios. Esta iglesia, tenemos que dejar de hablar, hablar, y tenemos que poner nuestra vida donde está nuestra boca. Tenemos que aprender a vivir como guerreros y guerreras. Tenemos que poner nuestra vida sobre la mesa del sacrificio y decirle, Señor, vivimos para ti, nuestra vida es para ti, nuestro dinero es para ti, nuestro tiempo es para ti, nuestros talentos son tuyos, nuestras casas son tuyas, nuestros trabajos son tuyos.

Nosotros tenemos un lugar no construido por mano de hombres y eso es donde está nuestro afecto. Un día usted podrá vivir en mansiones de inmenso tamaño uy provisión, pero ahora aquí en la tierra, mientras usted pueda aquí, trabaje para el Señor y avance en el nombre de Jesús. De su vida al Señor, recuerden el mensaje del domingo pasado, inviertan donde polilla no corrompe, donde ladrón no roba. Ahí invierta, ponga su tesoro allí porque donde esté su tesoro estará su corazón. Viva como un hijo de Dios, viva como un hombre, una mujer del Reino de Dios, no viva con un pie en el mundo y otro pie en el Reino de Dios, viva con los dos pies en el reino del Señor, en la palabra de Dios. Usted o es o no es, usted o vive conforme a la palabra del Señor o sálgase del Evangelio, hermano. Créale al Señor. Dios quiere una mente renovada en el pueblo de Dios, les digo, en el nombre de Jesús Dios quiere renovar nuestra mente en este tiempo. Dios está haciendo algo diferente en un tiempo diferente. Hay que cambiar de manera de pensar, hay que cambiar de corazón, hay que cambiar de mentalidad, hay que cambiar de actitud y disposición.

Dios quiere hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo, hombres y mujeres que sepan caminar como un ejército bien formado. Por esos sermones sobre autoridad. Dios se los dio a ustedes y me lo dio a mí porque Dios le está diciendo a la congregación León de Judá, aprendan a caminar como soldados y guerreros que saben ceñirse a la autoridad de Dios y de sus autoridades espirituales.

Dios está preparando esta iglesia, le está hablando a esta iglesia. Lo que estamos predicando es palabra profética de Dios y esa palabra va a abrir cosas, hermanos y va a desatar cosas. Es tiempo de entrar a la madurez ahora, es tiempo porque Dios quiere bendecirnos, Dios quiere cosecha para su pueblo pero no se la va a dar a un pueblo indolente y tibio. Oh, hermanos, si usted quiere recibir la bendición de Dios póngase las pilas, póngase la armadura de Dios y reciba la palabra de Dios porque en esa palabra hay bendición.

Vamos a ponernos de pie, hermanos y vamos a darle gloria y honra al Señor. Pídale al Señor que meta esta palabra en lo profundo de su corazón en esta mañana. Y haga un propósito en su vida de caminar como un hijo y una hija de Dios que traiga alegría al corazón del Padre. Entregue su vida al Señor, entregue su tesoro al Señor. Para Dios no hay difíciles, no hay imposibles, para Dios todo es posible y fácil.

En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús pedimos ahora mismo que los principios del Reino de Dios se apoderen de nuestra mente. Padre comienza conmigo, Señor.

Begin with me, Father. I pray that you will change my heart, my mind, my spirit, my outlook, Lord, and make me what you want me to become, Father, the leader that you want me to become, whatever it is that you want us to do, Father. Conform us to you, conform our mind, conform our spirit to you, Father. We need you.

Queremos cambiar, queremos ser diferentes, queremos ser tu pueblo guerrero, Padre, queremos saber cómo lidiar con las ataduras y los obstáculos del enemigo. Danos el poder, Señor porque tu prosperas a tus hijos en medio de tiempos difíciles. Oh, Señor, tenemos la victoria.

We have the victory, Father. We have the weapons, the weapons of our warfare are not of the flesh, they’re weapons of warfare in the spirit, they’re weapons of light, they’re weapons of truth, of goodness.

Las armas de nuestra milicia no son carnales, dice el Señor, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Oh, Señor aviva a tu pueblo, renueva tu pueblo, llénanos con el poder del Espíritu Santo, Señor. Renueva nuestra mente, danos un corazón guerrero, Señor. Danos un corazón que sepa cómo despojar el reino del enemigo, Señor, y traer vidas al conocimiento de Jesús. Te adoramos, Señor, te bendecimos y te exaltamos en esta mañana. A ti Señor sea la gloria y la honra.

Dele gloria al Señor. Comprométase ahí, hermano, hermanas, comprométase en esta mañana a ser un hombre, una mujer de Dios. Comprométase a vivir, arrepiéntase de la tibieza, arrepiéntase de una mente dividida, una mente dividida no agrada al Señor, nadie puede conseguir nada con una mente dividida. No crea el que piensa así que recibirá nada del Señor, dice el Apóstol Santiago, renueva nuestra mente, Padre. Renueva congregación León de Judá, levántate un pueblo atrevido, guerrero, escandalosamente valeroso, atrevido, Señor. Oh, Padre, límpianos, límpianos, purifícanos, purifícanos.

Gracias, Padre, gracias. Nos comprometemos, Señor, Padre, que esta palabra ni una sola letra de ella caiga a tierra, Padre, ni regresará a ti vacía, lo creo. Gracias, Padre. Te adoramos, te bendecimos. Despide a tu pueblo en paz, Señor en esta mañana, y dale una semana de bendición y de éxito y de triunfo, Padre. Provéele a tu pueblo, Señor, provéele a tu pueblo y bendice a tu pueblo. Te damos gracias en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Gloria al Señor.

Hermanos, les bendigo en el nombre del Señor, salude a su hermano e infúndale ánimo. Váyanse con la paz del Señor, nos vemos si Dios permite el próximo domingo o miércoles. Que la gracia del Señor sea con ustedes. Están bendecidos.

La juventud necesita mentores

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En el libro de Tito, la epístola a Tito, el Apóstol Pablo le escribió a Tito una carta de instrucciones sobre cómo llevar a cabo su pastorado, su ministerio. Y quiero hacer todo lo posible, voy a decir, por concluir la serie que comencé hace un tiempo atrás sobre el tema de autoridad. Esta mañana casi, casi paso a otro tema, pero sentí en mi espíritu que debía concluir formalmente el tema que inicié sobre autoridad espiritual. Lo que pasa es que como ustedes saben intervinieron viajes y predicaciones de otras personas y tuvimos que suspender por unas cuantas semanas este tema pero siento que debemos clausurarlo en una forma formal, por así decirlo y entonces entrar en otro tema como el Señor nos dirija.

Algunos de ustedes que han venido a la iglesia recientemente o que están hoy visitando, desgraciadamente no van a poder tener el cúmulo de enseñanzas que hemos tenido en estas últimas semanas sobre el tema, pero yo voy a hacer todo lo posible por darles un poquito de contexto al menos, de trasfondo para que entiendan cómo encaja este tema de la autoridad espiritual.

Otra cosa que puedo decirles es que este es un tema como para digamos, es un tema un poquito más avanzado en términos espirituales. De vez en cuando uno tiene como pastor, que escoger temas que eduquen a la iglesia, quizás no es un tema que se presta tanto para consumo general, pero yo creo que todos podemos sacarle algo a este tema, se lo aseguro, y yo creo que todo el mundo se va a beneficiar de la enseñanza que contiene este pasaje.

Capítulo 2 de la epístola a Tito. Bien, déjenme decirles además, el Apóstol Pablo está escribiendo en un contexto aquí de corrección casi, se puede decir, contra un espíritu, contra una actitud que él discierne en la cultura en la cual este pastor, Tito, está desempeñando su tarea, y entonces él le escribe para que Tito no se acobarde, sino para que hable la verdad, para que predique en una forma con autoridad. Y ustedes van a ver, mientras yo leo, usted vea cómo el asunto de autoridad entra en juego aquí. Yo voy a tratar de dilucidar un poco más. Dice el Apóstol Pablo en versículo 1 de Capítulo 2:

“… pero tu, hablándole a Tito, recuerden es un pastor que está levantando iglesias, dice, pero tu, Tito, habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina….”

Detengámonos ahí un momentito. Ese, pero tu… se está refiriendo al hecho de que hay una forma diferente de hacer las cosas y Pablo quiere que este pastor predique en una forma diferente. Pero tu, queriendo decir, si usted mira en Segunda de Timoteo, Capítulo 4, creo que es el versículo 3, es más, antes de eso todavía. Pablo le está escribiendo a otro pastor que se llama Timoteo, miren el versículo 1, Segunda de Timoteo, si me ayudan hermanos, dice:

“… Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo que juzgará a lkos vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino…”

Guau, está poniendo esto como en una forma muy solemne.

“… que prediques la palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina….”

Le está diciendo, mira, predica la palabra, no tengas temor, habla con claridad, exhorta a la gente. Si tienes que reprender en la predicación, hazlo. No te preocupes porque estés predicando algo que suene un poquito fuerte para la gente. Dice;

“… porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina sino que teniendo comezón de oír se amontonarán maestros, conforme a sus propias concupiscencias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas….”

¿Qué está diciendo el Apóstol Pablo en este pasaje que sirve con trasfondo? Pablo dice que llegará un día en la historia de la humanidad en que la gente tendrá deseo de oír la palabra. Pero a pesar de que tendrán sed de oír la palabra no querrán oír la palabra verdadera de Dios sino que querrán que les prediquen lo que ellos quieren oír y no la sana doctrina de Dios. Y por eso, Pablo le dice a Timoteo y a Tito, pero ustedes como pastores no se dejen atemorizar por esa actitud de la gente. Ustedes prediquen la palabra, ustedes den a la gente lo que la gente necesita, no lo que la gente quiere oír.

Ve allí usted ya implicado el tema de la autoridad en el sentido de que, hermanos, las iglesias, le pueblo de Dios requiere de pastores que no se atemoricen de proclamar la verdad, que no se atemoricen de usar la autoridad que Dios les ha dado y también se necesita iglesias y gente que le den libertad a sus pastores para predicar la sana doctrina. Amen. Entienden.

Dios necesita una cultura cristiana donde la gente desee escuchar la verdad, no lo que ellos quieren oír, no lo que halaga su mente sino la palabra que sale de la boca de Dios porque eso es lo único que sana a nuestras comunidades. Y hoy en día sin embargo, en el mundo moderno, yo creo que muchos pastores se sienten amordazados, se sienten impedidos de predicar la sana doctrina. Hoy en día, en países como Estados Unidos la iglesia está tan débil que muchos pastores tienen miedo de que cuando venga la gente a visitar sus iglesias y escuchen doctrina de verdad sobre la moralidad, sobre las relaciones humanas, sobre el matrimonio, sobre temas políticos inclusive, que si predican lo que dice la palabra de Dios la gente se les va a ir. No van a querer venir a la iglesia porque estamos en una cultura, en una sociedad que por naturaleza es rebelde, mucha gente profesional, muchas veces, o muy seguros de sí mismos vienen a la iglesia y dicen, bueno, si el pastor se pone muy personal o muy íntimo yo no vuelvo a la iglesia. Lo que quieren es una enseñanza por allí que les diga que Dios les ama, que Dios tiene buenas cosas para ellos, que Dios los bendicen, que ellos valen, que hay prosperidad y que hay bendición para ellos, pero no quieren una enseñanza más profunda y más directa que vaya más a la yugular y al corazón, al comportamiento, a la moral, a las relaciones humanas, al matrimonio, al trabajo. Queremos simplemente huevitos pasados por agua, por encima.

Pero ¿saben qué, hermanos? Que la iglesia de Jesucristo está llamada a hablar con autoridad, a hablar con propiedad y eso es lo que sana la vida de una iglesia. Muchas veces los matrimonios están deshechos porque la iglesia no está declarando la forma de conducir un matrimonio. Muchas veces la iglesia vive exactamente como vive el mundo porque desde los púlpitos no se está enseñando la verdad de la palabra de Dios y se requiere un pueblo instruido, educado, humilde, sujeto a la autoridad espiritual que venga a la iglesia y que diga, pastores, estamos aquí para que ustedes nos den el consejo de Dios. Amen. Para que ustedes nos digan la palabra de Dios y si esa palabra es verdadera y es legítima y es sana doctrina, nosotros la vamos a recibir como que viene de parte de Dios y no del hombre.

Y sabe que cuando hay esa actitud en la gente hay bendición, cuando el pueblo de Dios viene a la casa de Dios y viene con un corazón contrito y humillado, con un corazón abierto a lo que Dios quiera. Guau, eso es tremendo porque entonces la palabra de Dios puede caer como una semilla que cae en buena tierra y puede hacer su obra. Nunca venga a la iglesia con una actitud de rebeldía, nunca venga a la iglesia con una actitud de que pruébeme lo que usted está diciendo. No, venga a la iglesia con un corazón abierto, venga a la iglesia como buena tierra sedienta de agua y de buena semilla y deje que la palabra del Señor le instruya y sujétese a sus autoridades espirituales.

Yo digo lo siguiente, si sus pastores están predicando la palabra del Señor, y si usted puede juzgar que es la palabra de Dios, porque eso es importante. Hoy en día, se necesita conocer la Biblia, hay que conocer la palabra para saber si la gente que está predicando la palabra está basándose en la Escritura. Ahora, una vez que usted confirma que la palabra que está saliendo de ese púlpito es bíblica, mire, aunque usted no le guste, aunque le corte por mitad, aunque usted crea que el pastor le está tirando indirectas a usted, recíbala. Amen. Abra su corazón a ella, deje que esa palabra se establezca en su espíritu y usted será bendecido, y usted será edificado.

Las iglesias, las comunidades, hermanos, son sanadas por esa sana doctrina. Y tenemos que pedirle al Señor, Padre, libera los púlpitos de esta nación y llena las iglesias de gente deseosa de escuchar la sana palabra de Dios, gente sumisa, gente abierta a la verdad de Dios. El Señor Jesucristo dijo, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. ¿Saben lo que liberta y sana a las comunidades, hermanos? La verdad de Dios. La comunidad latina, la comunidad afro americana tiene muchas luchas, muchos problemas con nuestros jóvenes, con nuestros hombres, con nuestros matrimonios, nuestras familias, nuestras finanzas, el sistema educativo, hay muchas ataduras que tenemos y ¿qué es lo que va a sanar la comunidad nuestras? ¿Saben qué? la palabra de Dios. Cuando nuestros jóvenes aprendan a escuchar la palabra de Dios, esa palabra va a sanar sus vidas, nuestros matrimonios van a ser bendecidos. Cuando haya un pueblo abierto y entregado y sujeto a la palabra del Señor.

You know, how our communities going to be healed and blessed? How is the Latino community, the African American community and the Anglo community in another way, how are these communities going to be healed and delivered from all the difficulties and all the disfunctionalities that affect them? Well, it’s going to begin with a church that feels free to announce the wholesome counsel, the whole counsel of the word of God, and by people who come to church hungry and thirsty for the truth of God, who don’t come to church just to be encouraged and to be patted on the head and to be told that God loves them and that God is with them.

Yes, I think that’s part of the ministry of the preacher, but also the ministry of the word involves wholesome, deep, practical instruction that goes to the areas of life, the family, morality, work, finances, human relationships, marriage, all different areas are also areas that the word of God should go deep into and that the people of God, when they come to church should be open and submissive to the word of God and pastors should feel free to speak to our congregation and sometimes, you know, will challenge them. Sometimes we will confront them, sometimes we will exhort them, sometime we will make people feel uncomfortable, but that’s ok, that is the healing action of the word of God exercising itself.

You know, there’s a prophetic dimension to the proclaiming of the word of God that when you utter the word of God in the spirit and from a prophetic stance, that word enters directly into the spirit of the individual. And I think it also even penetrates the community as a whole, that listens to that word and the word of God like a living thing begins to act upon lives and it begins to cleanse, it begins to sharpen, it begins to confront, it begin to realign and to straighten and to deepen itself in the lives of those who listen. That’s an important ministry of the word of God and it requires a community that is open to it.

I hope that there will be young people in our church more and more each day, who will be hungry for the word of God. I speak to you, young men, young women right now and I say to you, I pray that the Lord will create a community of young people who are thirsty and anxious to hear the word of God, instead of saying, oh, you know the preacher started time to go and get a drink of water somewhere or to go and hover in some room of the church or something like that and forget. No, please, stay, listen tp the word and do the best that you can and pay attention to it. You will be blessed by it. You will be edified, your life will be strengthen. Even if you’re 7 years old, 10 years old, if you are anxious to hear the word of God, God will illuminate. I tell you, God will activate your wisdom.

I think many young people don’t understand the word, not because they are not capable of understanding it, but because they are not attentive enough to it. But if you say to yourself, you know, I’m here, I’m going to pay attention to the word, I’m going to hold my horses here and discipline myself, you will discover that slowly your mind and your understanding start opening up and you start understanding things that before you did not understand and the word of God is a living thing that extends your capacity to understand deep, abstract things, you know, and in turn that will bless you in your school work as well, it will bless you intellectually, it will bless you academically, and you will become a very, very powerful human being as a result of that. But you got to take the word of God seriously and I do pray that some day I’ll see hungry eyes from young people and I will be like now, I’m doing I will be obligated to speak to you in English, because as I say, I got to give those young people something also. Amen.

Can I hear an amen from those young people. Praise the Lord, we need you. I want you as your pastor to be attentive, I want you, as your pastor, to be hungry for the word of God and to be growing in the word of God because I tell you, that is a privilege that you have that no other generation, or no other sector of the young people of this nation have, the capacity and the ability to sit at the feet of Jesus Christ himself as he teaches you through his teachers and pastors. So do not underestimate the importance of that privilege.

Y ya que perdí a los demás que no hablan ingles, voy a volver otra vez a hablarle. Pero yo creo que es importante, hermanos, que ustedes también sean tolerante mientras de vez en cuando nosotros hablamos en inglés también, porque tenemos muchos jóvenes aquí, adultos y estamos bregando con eso. Yo les pido que oren para que el Señor nos aclare cómo podemos ministrarle también a nuestros jóvenes. Amen. Cómo podemos ministrarles a muchos norteamericanos que vienen deseosos también de recibir la palabra de Dios en nuestro medio, y eso es importante que nos sacrificamos para ellos porque estamos aquí para bendecir, no solamente para ser bendecidos. Pueden decir amen a eso. Gloria a Dios.

Entonces, el Apóstol Pablo está diciendo a Tito, volviendo a Tito, Tito, habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina y entonces él desglosa eso, dice, se dirige a los ancianos. Ahora, no los ancianos como diáconos, o ancianos espirituales, no, a los ancianos cronológicos, la gente adulta, mayor, la gente mayor, avanzada en edad, dice:

“…. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia….”

La Biblia tiene algo que decirle a cada generación y a cada etapa y cada estado o actividad de la vida. La Biblia tiene palabra y consejo para todas las dimensiones de la vida. Entonces se dirige primero a los ancianos y le dice a los ancianos que se comporten con dignidad, que se comporten sobriamente, que no anden por allí como si fuera un muchachito de 17 años, usando jeans ahí pegados y todo eso, y las mujeres ahí con colorete en la cara, demasiado avanzado para su edad. No, las ancianas, los ancianos compórtense con dignidad, bendigan a los adultos y a los jóvenes con su gravitas, su experiencia acumulada a través de los años, sean modelo de sobriedad.

Que lindo es en las iglesias esas ancianas, y esos ancianos ya curtidos por la vida que han pasado ya, están curados de espanto como decimos nosotros, han pasado por diferentes experiencias en la vida y bendicen a su congregación con su vida de oración, con su seriedad, con su compromiso al Señor, con su comportamiento casto y experimentado, y que bendicen a los jóvenes con su consejo y con su ejemplo. Yo le doy gracias a Dios por cada persona avanzada de edad, cada anciano o anciana que hay en esta iglesia.

Dios nos libre de una iglesia solamente de gente joven y gente adulta. No, amamos a los ancianos. Amen. Denle un aplauso a esos ancianos que están aquí en la iglesia ahora mismo. Nos bendicen con su edad.

Yo creo que uno de los problemas de esta nación y de muchas naciones occidentales es que se han hecho idólatras de los jóvenes, como que los jóvenes controlan todo. Es una cultura de idolatría a la juventud. Casi en la televisión usted casi no ve gente anciana y ¿saben qué? las culturas antiguas han aprendido a valorar a los ancianos porque ya saben que la persona anciana tiene una autoridad, tiene una experiencia de vida que hay que venerar.

Y yo le digo a los jóvenes en nuestra iglesia, jóvenes aprendan a saludar a sua ancianos y a respetarlos y a besarles la mano si es necesario.

Young people, respecto your elders. Bless the elderly in our churches. Don’t pass them by. You know, stop before them and thank them for their age, thank them for their counsel, seek the company of elders. There’s something very beautiful about them. They have an anointing that is so beautiful.

Entonces, el Apóstol Pablo dice a los ancianos que se comporten en una forma seria, sobrios, prudentes, sanos en la fe, en el amor. A las ancianas, asimismo, sean reverentes en su porte, caminen como mujeres ya que tienen su edad. Compórtense según su edad y use esa ancianidad como una bendición.

De paso, a las hermanas que están ya entrando en edad, mire, no se queje de estar entrando en edad. Bendígase a sí misma y entre en su adultez y en su ancianidad, si eso es lo que cabe, con gozo. Amen, hermanas, no se avergüence de esas canitas que están saliendo por allí, son de bendición.

Óigame, cada edad tiene su belleza, cada edad tiene su atractivo y tiene su dignidad y su unción y no tenemos que pedir disculpas porque ya quizás los músculos no obedezcan tanto como cuando teníamos 20 años, pero hay otras bendiciones que vienen: experiencia, fortaleza, convicción acerca de la vida. Quien quiere, yo no quiero volver a los 20 años, hermanos, les digo la verdad. Yo me veo a los 20 años y me da vergüenza de mi mismo, muchas veces, las cosas que yo decía, y hacía en esa etapa. Gloria a Dios por los jóvenes, pero también entrar en adultez y entrar en vejez en el Señor es una bendición grande.

Y todos tenemos que respetarnos unos a otros, los jóvenes respetando a los ancianos, los ancianos ejerciendo su ancianidad y dándole gracias a Dios por entrarlos en esa edad. Y una iglesia que se guía así por patrones de autoridad es la gloria de Dios. Las naciones necesitan el consejo de los viejos, las sociedades necesitan el consejo de los viejos. Y voy a usar esa palabra en el sentido más respetuoso posible, no hay que pedir disculpas por decir un ‘viejo’. Una persona vieja es una bendición para una comunidad y yo creo que nuestra nación se beneficiaría mucho si tuviera unos cuantos más viejos en el gobierno y en otras partes porque se necesita esa experiencia antigua.

Dice que “… anciana sea reverente, no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien…” y me gusta eso que dice el versículo 4, dice, “… que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos…” los varones digan, gloria a Dios.

Hermanas mayores, y hermanos mayores, ¿saben qué? la juventud necesita mentores. Tenemos que invertir en nuestros jóvenes, y de paso, los jóvenes tienen que buscar mentores. Yo creo que hay muchos viejos y gente madura que les encantaría bendecir a un joven con una palabra de consejo, pero se sienten cohibidos, porque los jóvenes cuando les decimos un consejo muchas veces, salen todas las púas, todos los cuchillos, todas las defensas de una vez, yo no necesito que tu me aconsejes, yo sé lo que estoy haciendo y por allí se van y pierden ellos.

Ahora, nos también estemos dispuestos a bendecir a los jóvenes con una palabra de consejo. Nuestros jóvenes necesitan mentores. Cómo las muchachas van a aprender a ser esposas, amas de casa, madres. Yo les digo la verdad, yo le pido al Señor que nos ayude como iglesia cada día a enseñarle a nuestra juventud sanos modelos de matrimonio, de ser padres o madres y de ser guías en su comunidad.

Jóvenes, ustedes necesitan aprender. Pronto van a llegar a la edad de 20, 22, 24, 25 años, muchos de ustedes se van a casar, van a entrar ya a una vida responsable donde tienen ustedes que pagar sus cuentas, alquilar un apartamento, conseguir un trabajo, el peso de la vida va a caer sobre ustedes, y ¿saben qué? en esos tiempos habría sido muy buenos si ustedes hubieran tenido gente que les enseñara cómo ser padre, cómo ser madre, cómo ser esposa, cómo ser ama de casa, cómo ser cabeza de un hogar, líder de un hogar.

Y yo creo que la comunidad actual ha perdido porque estos patrones de autoridad se han distorsionado, ha perdido un mecanismo milenial, muy bello, muy importante para las culturas y es la capacidad de que la generación vieja, anterior, le pase sus experiencias y su sabiduría a la próxima generación. Sabe que no se aprende a ser madre experimentando sobre los pobres hijos como conejillos de india? Hay que por lo menos recibir un poco de enseñanza, modelaje. Desgraciadamente muchos de nuestros jóvenes no han tenido ese modelaje porque han vivido en hogares donde falta el papá o ha habido disfuncionalidad en el hogar. Se requiere más que nunca jóvenes dispuestos a ser mentoreados por adultos y mujeres u hombres experimentados y gente adulta, mayor dispuesta a mentorear a la juventud.

Quiera el Señor romper las divisiones generacionales que el diablo ha establecido en nuestra comunidad. Y yo le pido al Señor una comunidad armoniosa: jóvenes, viejos, adultos amándose unos a otros, respetándose, reconociendo su nivel de autoridad y bendiciéndose mutuamente.

La última palabra que hay en el Antiguo Testamento y usted lo va a buscar más adelante, es una palabra acerca de la venida de Elías. Usted recuerda al profeta Elías? No sabemos si eso va a ser, probablemente va a ser una persona con la unción, el profeta Elías, pero hay una cosa muy misteriosa que dice que cuando venga Elías, él reconciliará a los padres con los hijos y a los hijos con los padres para que Dios no venga y maldiga la tierra.

El diablo ha establecido división hoy en día entre jóvenes y ancianos, entre hijos y padres, y eso no es de Dios, eso es del enemigo. Y la iglesia tiene que ser la primera en romper esa maldición generacional y unir a las generaciones. Yo les animo a los jóvenes en el nombre de Jesús a poner a un lado toda rebeldía contra los padres y a amar a sus ancianos y escuchar la voz de ellos. Y a los ancianos de igual manera, a no abdicar de su gran llamado de ser mentores, ser ejemplo. Jovencitas, pídanle a sus madres o pídanle a una mujer mayor, si no tiene buena comunicación con su mamá, pídale a otra anciana o a una mujer casada, pídele que te de consejo, mira, yo voy a ser mamá un día y ni siquiera sé cómo cambiar un pañal, o no sé cómo se disciplina un hijo, cómo se corre una casa. Eso es lindo, eso es lindo y no es que solamente las mujeres van a hacer eso, evidentemente.

Pero hermanos, yo creo que en la Biblia hay ciertos patrones: la mujer tiene ciertos dones, el hombre tiene otros dones y no se nos está enseñando cómo desarrollar esos dones. Pidámosle al Señor una iglesia unida, familias unidas donde las generaciones estén en armonía una con la otra y eso tiene que ser anunciado desde el púlpito. Ese tipo de enseñanza tiene que ser anunciado desde los púlpitos.

Los tengo conmigo todavía, hermanos? Ya voy casi llegando hacia el final. Dice:

“…que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos para que la palabra de Dios no sea blasfemada…”

¿Por qué añade el Apóstol Pablo eso de que para que la palabra de Dios no sea blasfemada? Porque hermanos, qué pasa si el mundo mira a los cristianos y examina sus hogares, y examina sus matrimonios y examina su vida familiar y ve que los cristianos son tan disfuncionales y tan neurótico como la gente de allí afuera, ¿Qué van a decir? La palabra de Dios es una mentira. Para qué ser cristiano si mira cómo se viven peleando esta familia que supuestamente es cristiana. Mira cómo sus hijos viven como cualquier otro miembro de la comunidad. Mira, todos los líos y todos los problemas que tienen. Mira sus finanzas en desorden. Mira su casa completamente, manga por hombro, como decimos nosotros. Entonces, el mundo va a decir, hey, si eso es lo que es el cristianismo no sirve para nada. Para qué hacerse uno cristiano?

Entonces Pablo dice, que la vida familiar de los cristianos y que sus relaciones de autoridad sean tan diferentes que la gente tenga que reconocer, ok, ahora yo entiendo, la palabra de Dios es verdadera porque esa gente tiene un orden diferente en su hogar.

Nosotros tenemos que pedirle al Señor, Padre, ayúdanos a entender la verdadera palabra de Dios y estructurar nuestros hogares en esa manera, hermanos. Y yo les digo, hoy en día, los pastores tenemos temor de decirle a la gente, mira, hay un patrón para el hombre, hay un patrón para la mujer, hay un patrón para ser esposa, hay un patrón para ser esposo, porque eso choca con la sensibilidad de la cultura actual. ¿Sí o no? Nos acusan de ser chovinistas, de ser feministas o lo que sea, y entonces tenemos temor de decirle a la gente la verdad de cómo se debe regir un hogar cristiano.

Entonces lo que tenemos es gente confundida, jóvenes que no saben para dónde ir, que están dando vueltas continuamente, tienen miedo de casarse, tienen miedo de formar un hogar, y si lo forma se deshace en un momento porque no hay instrucción sana, no hay preparación, no hay enseñanza básica, sólida y eso tiene que cambiar, eso tiene que cambiar.

La iglesia de Jesucristo tiene que anunciar el consejo de Dios para que el mundo sea convencido. Yo le pido al Señor, Padre, por lo menos en esta comunidad que tu nos has dado has que tu shalom corra, ordenando la vida de nuestra gente, que nuestros hogares sean lugares de paz, de armonía, que nuestros matrimonios sean lugares donde el hombre sepa cómo ser cabeza del hogar conforme al patrón de Cristo Jesús, un siervo líder que ama, que instruye, que ejemplifica el carácter de Cristo, que habla con amor, con mansedumbre, con edificación, que se desvive por su esposa y sus hijos. Donde hay una mujer que no resiente el liderazgo de su esposo, sino que lo respeta y le da su lugar y Dios corre a través de esa cadena de autoridad. Donde los hijos están sujetos a sus padres y se sujetan a su autoridad y los honran y los veneran y donde los padres no abusan de su autoridad y tratan a sus hijos con respeto, como que son de Dios, y los aconsejan un con un espíritu adecuado, no abusando, pero tampoco temiendo de su autoridad paternal o maternal.

Hermanos, una familia así, ¿qué va a pasar? la gloria de Dios va a estar en ella. Nosotros no vivimos como vive el mundo, hermanos. Nosotros sabemos lo que es autoridad. Yo creo en la autoridad del hombre, yo creo en la autoridad de la mujer, yo creo en la autoridad de la iglesia, yo creo en la autoridad de los pastores, yo creo en la autoridad de los ancianos. Y yo creo también en el valor de los jóvenes y los niños. Cuando sabemos nosotros navegar cada aspecto de autoridad hay bendición en la comunidad. Y la iglesia de Cristo necesita estar anunciándole a la comunidad esa bendición. Cuando eso pase, el mundo va a ver iglesias sanadas.

Mire, yo creo que al yo pronunciar estas palabras hoy, no solamente eso va a bendecir a los que la escuchan y la entienden, sino que esa palabra viva ahora mismo está radiografiando esta iglesia, está corriendo como electricidad a través de ustedes y está corriendo a través inclusive de la comunidad allá afuera, y está siendo anunciada en el poder del Espíritu Santo y ustedes van a ver cambios y transformaciones en sus vidas, porque ese es el valor de la palabra viva de Dios, es el valor de la sana doctrina cuando es anunciada en el poder del Espíritu Santo.

La iglesia corregida, la iglesia es rectificada, la iglesia es sanada, la iglesia es ungida por la bendición de la palabra del Señor. Eso es agua que bendice y refresca la vida de una comunidad.

El versículo 6 dice, “… exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes…”

Guau, jóvenes, no hay nada de malo con ser prudente, no hay nada de malo con comportarse bien, no hay nada de malo con no andar por allí con los pantalones cayéndose del trasero o de vez en cuando vestirte bien con una corbata para venir a la iglesia. Mira, sorpréndete a ti mismo un día vistiéndote bien y viniendo a la iglesia. No es que tienen que hacerlo todo el tiempo, entiéndame. Guau, pero que bueno es cuando los jóvenes de vez en cuando imitan a los adultos.

Óigame no hay nada de malo en eso, de vez en cuando que un joven se ponga un traje o que aprenda a comportarse en una manera diferente. Hoy en día, de nuevo es como que los jóvenes tienen que ser una tribu completamente separada y que hay que pasar por un período de rebeldía total para entonces después entrar en la adultez. Yo creo que no, yo creo que un joven puede ser animado, dinámico, creativo, vestirse con colores adecuados para su juventud y con ropa adecuada para su juventud pero de vez cuando también probarse los atuendos de esa adultez que pronto viene ya por ahí alrededor de la esquina y aprender también a cómo usar esas cosas. Porque un día la va a tener que usar, en el trabajo o donde sea.

Jóvenes, comiencen ya a probarse los trajes de sus padres y de sus madres, comiencen ya a verse adultos. Yo creo que muchos jóvenes no crecen emocionalmente porque no se visualizan siendo adultos, porque la comunidad, la sociedad no les está enseñando cómo visualizar eso. Y un día la adultez les sorprende, les coge por sorpresa y ya es demasiado tarde para aprender lo que tiene que aprender. Los jóvenes sean sobrios, no hay nada con un joven comportarse en cierta manera.

Dice, y ahora le habla al pastor, a Tito mismo y así le habla a cada líder de esta congregación, dice, “… presentándote tu en todo como ejemplo de buenas obras, en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de vosotros…”

Hermanos, se requiere líderes también, líderes íntegros, líderes que estén viviendo la palabra de Dios, líderes que estén esforzándose. Nosotros no podemos hablar desde el púlpito simplemente por decreto, tenemos que encarnar, y eso es lo que hace tan difícil el ministerio, que nosotros tenemos que encarnar lo que estamos predicando.

La iglesia de Jesucristo tiene que vivir lo que predica. Yo creo que la iglesia ha perdido mucha autoridad porque nosotros, los líderes, les hemos fallado, y el Señor llama a los líderes a tomarse su propio trago de integridad también y decir, hey, tenemos que hablar, tenemos que enseñar, pero también tenemos que vivir lo que predicamos.

Hay un llamado, hermanos, para la iglesia en su totalidad hoy en día, mucha gente acusa a la iglesia de siempre estar señalando, siempre estar señalando los pecados de la gente allá afuera, pero la verdad es que la iglesia también tiene sus propios pecados. Tenemos nuestras propias faltas que tenemos que traer delante de Dios y pedirle perdón al Señor por todas las cosas en que nosotros le hemos fallado.

Por eso es que la iglesia de Jesucristo tiene que tratar de vivir conforme a estos patrones y ¿saben qué? cuando nosotros habamos eso dice que el mundo ni el adversario tendrán nada malo que decir de nosotros. Que lindo sería que un día la gente al señalar nuestra vida, al examinar lo interior de nuestra vida pudiera decir, ¿saben qué? no encontramos nada. Como Daniel que trataron de encontrar algo de lo cual acusarlo ante Nabucodonosor y lo único que encontraron es que era un hombre de oración que desobedecía la orden de no orarle a Dios. Quiera el Señor levantar en nosotros una integridad grande, una capacidad para vivir lo que predicamos, que nuestras vidas reflejen lo que nosotros estamos predicando.

En el versículo 9 dice, “… exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones, no defraudando sino mostrándose fieles en todo para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro salvador…”

Lo voy a dejar allí hasta ese punto. Pero mire como la palabra de Dios le ha hablado a los ancianos, a las ancianas, a los jóvenes, a los líderes espirituales, pastores para abajo, y ahora dice aquí, exhorta a los siervos.

Bueno, cuando Pablo hablaba aquí de los siervos, estaba hablando de los esclavos que vivían en el mundo grecorromano bajo sujeción. Hoy en día no tenemos esclavos aquí en Estados Unidos pero sí tenemos trabajadores, tenemos empleados. Yo diría que lo más cercano en este caso y lo que aplica muy bien, los que trabajamos, que dice que seamos gente que no defraudemos, que estemos sujetos a nuestros amos.

Yo creo que, hermanos, los trabajadores cristianos, los empleados cristianos debemos ser los mejores empleados que tenga una fábrica o una firma. Amen. Debemos ser gente cuando nos vayamos de un empleo los amos o los patrones se pongan a llorar porque se les fue el mejor empleado que tenían, gente que de cada minuto de trabajo, que se gane su pan en una manera adecuada, gente que sea una ayuda, un recurso para su superiores, gente que no esté criticando continuamente lo que se hace a los supervisores o a los patrones, gente que sea gente de paz, hacedores de paz entre los que están en enemistad en un trabajo, gente que tengan una buena palabra de consejo en su boca, cada vez que sucede algo en la fábrica o en el trabajo, gente que no esté defraudando y no esté engañando sino que den lo que tienen que dar y que sean recursos para sus instituciones.

Hermanos, gente así va a ser de gran bendición para la comunidad. Que la palabra del Señor entre en nuestros corazones en esta tarde y que podamos nosotros entender eso de que, hey, vamos a vivir vidas sujetas a la verdad de Dios, vamos a ser una iglesia hambrienta de la verdad de Dios. Todas las generaciones, jóvenes, ancianos, mujeres, esposas, maridos, todos sepamos cuál es el lugar que nos toca, cuál es la función, cuál es la reacción, cuál es el comportamiento que nos compete como miembros de un grupo al cual pertenecemos. Eso es algo que se ha perdido en la comunidad, la conciencia de grupo. Cada grupo, cada generación, la palabra de Dios se dirige a ellos en alguna manera y cada grupo tiene algo que absorber de la palabra del Señor, y cuando funcionamos en esa capacidad, hermanos, la gloria de Dios va a manifestarse en nuestra iglesia.

Pongámonos de pie y vamos a recibir esta palabra. Yo espero que nuestros hermanos hayan estado escuchando esa palabra también, sentaditos allí recibiendo esa enseñanza de la palabra de Dios, porque también a ellos, a todos nosotros nos toca algo de la palabra del Señor.

Debemos ser siempre gente deseosa, hambrienta, sedienta de la palabra de Dios. En tu espíritu ahora recibe la enseñanza, en tu espíritu recibe la palabra del Señor, en tu espíritu di, yo quiero ser instruida, yo quiero ser instruido por la palabra de Dios, yo quiero ser una persona sujeta, sumisa a la palabra del Señor. Yo necesito que se me enseñe, yo necesito que se me discipline, que se me corrija. Yo necesito la sana doctrina, la doctrina que sana es la sana doctrina. La doctrina que corrige matrimonios, corrige familias, corrige instituciones, corrige iglesias, corrige escuelas, corrige gobierno, o que llegue el día en que la palabra de Dios pueda correr a través de todas las estructuras de esta nación. Ese será el tiempo en que veremos la gloria de Dios manifestarse en esta nación.

Gracias, Padre. Señor, llénanos con tu palabra en este día. Fecúndanos con tu verdad. Yo te pido que esta iglesia, Señor, pueda ser un lugar penetrable a tu palabra, que esté poblada de corazones de carne, Señor, no corazones de piedra, sino corazones de carne, abiertos a tu enseñanza. Padre, humíllanos, quebrántanos, moldéanos y haznos como Cristo Jesús.

Padre, yo te doy gracias por nuevas familias, nuevos matrimonios, gente joven, gente que están entrando ahora, por primera vez a tu iglesia y que son los primeros en muchas generaciones que conocen del Evangelio y que tu los estás trayendo a esta iglesia. Yo los bendigo y celebro su presencia en medio de nosotros, Señor. Celebro a las madres solteras, celebro a los hombres solteros, celebro a los ancianos que están viniendo a la iglesia, Padre, celebro jovencitos que están apenas entrando en el conocimiento tuyo y te pido que trabajes en cada uno de esos sectores, Señor, y que tu levantes una generación joven, ejemplar, una generación joven que tenga apetito de tu palabra, Señor, matrimonios en el cual el hombre y la mujer estén funcionando según tu definición, no la definición del mundo sino la definición de la palabra de Dios, y una iglesia, Padre, una iglesia que no tenga miedo ni vergüenza de anunciar tu verdad en formas prácticas, sencillas, comprensibles y un pueblo abierto a todo lo que salga de tu boca, Señor, que regrese a sus hogares con nuevas notas mentales para meditar y reflexionar sobre cómo van a entrar en la próxima etapa de crecimiento.

Gracias, Padre, yo he declarado tu palabra, Señor y tu palabra es viva y eficaz, tu palabra es autóctona, es autónoma, ella tiene vida en sí misma y yo pido que esa vida se mueva como una onda transformadora en este pueblo, cambiando el curso de sus vidas, Señor, enséñanos a amar tu palabra sencilla, Padre, y a anunciarla cada día. Nos comprometemos, Señor, a ser una comunidad obediente a tu palabra la cual amamos y te damos gracias por ella.

Despídenos en paz en esta tarde, Señor. Despídenos en paz a nuestros hogares, a disfrutar del resto de este día de descanso, Señor, con nuestra familia, nuestros seres queridos, nuestros amigos o aún solos, si eso es lo que tu quieres, Padre, pero te tendremos a ti Señor, nuestro compañero. Te amamos, gracias por tenernos aquí hoy, en el nombre de Jesús. El pueblo de Dios dice, amen. Gloria a Dios, mis hermanos. Amen, amen. Salúdense unos a otros y vayan en la paz del Señor. Dios tiene buenas cosas para este pueblo, así lo sabemos. Amen, amen.

Dónde está tu tesoro? Dónde está tu corazón?

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Vamos a la palabra del Señor. Quiero compartir con ustedes en esta mañana precisamente, yo creo que Dios ha dirigido soberanamente, sin ningún tipo de esfuerzos previos nuestra adoración hacia un enfoque de esperanza, de gratitud al Señor, en medio de situaciones de pruebas y de dificultades como las que está viviendo esta nación.

Y yo quiero traer un mensaje en esta mañana que yo espero que su efecto sea un efecto de consuelo, un efecto de consejo y un efecto de confianza y de bendición para nuestros hermanos, en tiempos de pruebas y de dificultades financieras nosotros tenemos ayuda y socorro, y fundamento en la palabra del Señor.

Y quiero dirigir su atención a un pasaje que se encuentra en el Evangelio según San Lucas, en el Capítulo 12. Vamos al Capítulo 12 y en realidad déjenme detenerme sobretodo en los versículos 32 al 34, aunque quiero también ir a los versículos 22 al 31.

Es más vamos allí ya directamente porque quiero asegurarme que tengamos bien establecido el fundamento bíblico de lo que yo quiero compartir con ustedes.

Lucas Capítulo 12, vamos al versículo 22 específicamente. Dice allí la palabra del Señor, “… dijo luego a sus discípulos, por tanto os digo no os afanéis por vuestra vida…”

Vamos a ser un poquito pentecostales esta mañana, tórnese a la persona que está a su lado y diga, no te afanes, dígale así, no te afanes. El Señor me está diciendo a mí en esta mañana no te afanes. Ojalá que ese sea el lema de esta semana para nosotros, ¿está bien? No te afanes. Amas de casa, cuando estén ahí bregando con el pavo, el pernil, lo que sea, y no esté saliendo bien la cosa, dígale a su alma, no te afanes, ok? Y esposa, dígale a su esposa, no te afanes, mujer, y la esposa al esposo si está quejándose de algo, no te afanes. El Señor nos dice, no os afanéis, no os afanéis por vuestra vida.

¿Cuántos necesitan escuchar ese consejo de Dios esta mañana? Amen. Yo sé que yo lo necesito así que soy el primero en levantar la mano.

“… no os afanéis por vuestra vida…” ¿Y de qué cosas nos afanamos nosotros? “… qué comeréis, ni por el cuerpo, qué vestiréis…”

Es más yo creo que muchos de nosotros necesitamos sacar ropa del closet, hay demasiada ropa en esos closet. A veces parecen que se van a explotar si los abrimos y nos van a atacar las ropas, porque están tan atestados de cosas allí.

“… qué vestiréis. La vida, hermanos, la vida, Roberto Miranda, es más que la comida y el cuerpo es más que el vestido….”

¿Sabes tu que tu eres más que tu materia, que las cosas materiales? Hay algo en ti que es infinitamente más amplio, más rico, más alcanzador que lo material. Tu eres un espíritu viviendo dentro de un cuerpo, eres eternidad que está en proceso de llegar a su plena naturaleza y su destino.

La vida, hermanos, es más que la comida y el cuerpo más, mucho más que el vestido. Consideren, hermanos, piensen en los cuervos que ni siembran ni siegan….”, y yo añadiría que son bastante feos también, no son los animales o los pájaros más simpáticos de la tierra, los cuervos.

“… no siembran ni siegan, ni tienen despensas, ni granero y ¿saben qué? Dios los alimenta. Si alimenta a los cuervos, ¿no valéis vosotros mucho más que las aves? Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura tres pulgadas, seis pulgadas, cuatro pulgadas, lo que sea, pues si no podéis ni aún en lo que es menos…”

En otras palabras, si usted no puede cambiar esas cositas que en realidad son relativamente pequeñas, insignificantes de la vida, con todos los esfuerzos que usted hace.

“… si no podéis aún lo que es menos, por qué os afanáis por lo demás…” Si tu no tienes control aún de cosas relativamente insignificantes por qué tratas de controlar cosas que son bastantes, bastante profundas y considerables.

Dice, “… considerad los lirios, piensen en los lirios, piensen en las flores, hermanos, cómo crecen, no trabajan, no hilan, más os digo que ni aún Salomón con toda su gloria y toda su riqueza se vistió jamás como uno de ellos….”

Piense en la belleza, el colorido, la suavidad y la delicadeza de un lirio y por más ropa que se invente y se tiñan jamás habrá una ropa tan bella como la que usa un lirio. Y a pesar de que no hacen nada. El Señor estaba usando ahí como unas imágenes poéticas.

“.. nadie se ha vestido como uno de ellos, ni el hombre más rico y más poderoso que ha tenido la tierra. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo y mañana es echada al horno…”

En otras palabras, si esas cosas que son perecederas, tan pequeñitas, tan rápidamente que se desvanecen de la tierra, si Dios las cuida, provee para ellas y las atiende, cuánto más a ustedes hombres y mujeres de poca fe. Eso es una pregunta retórica. This is a rhetorical question that Jesus is asking us. If God takes care in such a delicate manner, such a detailed manner of seemingly insignificant things such as flowers, and birds, how much more so will he take care of us and be attentive to our own, much more significant needs.

Versículo 29, “… vosotros pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, si estéis en ansiosa inquietud….”

Es muy importante esto, no estéis en ansiosa inquietud. Yo sé que muchos de nosotros en esta mañana necesitamos que el Señor se pare al lado de nosotros, ponga su brazo alrededor de nosotros, de nuestro hombro y nos diga, no estés en esa inquietud tan ansiosa, no estés tan afanado, no estés tan preocupado, no pierdas el sueño, no pierdas el gusto por la vida ni por las cosas importantes de la vida.

“… no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo…”

Ponga su atención un momentito, hermanos, sobre esa expresión: las gente del mundo…. Si usted está en Cristo y yo espero que todos los que estamos aquí estamos en Cristo Jesús, usted no pertenece a esa categoría de gente del mundo. Amen. La gente del mundo a la cual el Señor se refiere es la gente que no conoce a Jesús, la gente cuya perspectiva es una perspectiva temporal, meramente humana, social, material, pero cuando uno entra a los caminos de Cristo, cuando uno entra a la economía del Reino de Dios uno se supone que ya se aparta de esa masa humana que vive para el ahora y para el aquí y ahora nosotros pertenecemos a otra raza, a otro grupo familiar.

Entonces el Señor está diciendo aquí que todas esas cosas, estos afanes, estas cosas que ocupan la mente y que preocupan el alma y que tienen una atención excesiva, ese tipo de actitud más bien pertenece a los que están en el mundo, los que todavía están atados en el afán, en la lucha, en la red tramposa del mundo, pero nosotros somos diferentes.

“…. Pero vuestro Padre, ve ahí el pero después de todas estas cosas, buscan la gente del mundo, pero, pero, ese pero hace una división entra esa dimensión mundanal, temporal, material meramente y la dimensión en la cual nosotros habitamos. Ese pero hace una división y entra la cosa ahora en otra dimensión. Dice:

“… pero vuestro Padre, vuestro Padre….” ¿Por qué el Señor dijo pero Dios, por qué no dijo él Dios o Jehová o el Señor y lo puso en términos de vuestro Padre? Porque él quería señalar algo en la naturaleza de Dios con respecto a nosotros. Un padre, cuando él pone a Dios en la perspectiva de Padre, está hablando de proveedor, amante, protector, ferozmente leal a nosotros, comprometido con nuestro bienestar. Nos ha dado vida, tenemos su naturaleza, es otra dimensión ya.

“… vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de todas esas cosas, nombre ahí lo que sea, nombre ahí la renta, vamos a decir renta, podría decir alquiler y sonar más fino, pero la renta porque eso es lo que decimos nosotros, la renta, el morgage, la hipoteca, el carro y el pago del carro, y la comida, y la tarjeta de crédito y las deudas que tenemos, y la escuela de los muchachos, y todas estas cosas, dice aquí que “… vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas…”

Dios está al tanto del asunto, Dios no está por allá preocupándose solamente por la órbita de Marte o de Júpiter o lo que sea, Dios sabe también de las necesidades de la gente en el 68 de la Northampton Street, ahora mismo aquí y de donde tu vives. Él sabe, él sabe, dice aquí. Guau, eso si entendiéramos eso ahora mismo yo podría cerrar e irnos todo el mundo para la casa. No necesitaría predicar más nada. Si tu entiendes que Dios sabe que tu necesitas… Dios entiende dónde tu estás. No piense usted por un momento que cuando comenzó esta crisis financiera Dios tuvo que llamar a los ángeles que se encargan del estado financiero de Estados Unidos y le dijo, óigame, por qué ustedes no me dijeron que esto iba a pasar. Los voy a despedir a todos ahora mismo y tráigame otros ángeles que sepan lo que está sucediendo en el mundo financiero. A Dios no le tomó de sorpresa estas cosas. El Señor tiene los detalles pequeños de la historia y de la vida humana. Dios es un Dios detallista y el mundo está yendo en la dirección que Dios quiere.

Los hombres quieren control de mundo, hermanos, y hoy en día en el siglo XXI como nunca la gente cree que tiene control y que puede despedir a Dios y decirles, bueno, gracias por administrar el mundo estos últimos miles de años, pero ya ¿saben qué? No te necesitamos porque ya tenemos la ciencia, la tecnología, las computadoras, tenemos los ipods y todas las demás cosas, ya estamos bien. Gracias, ahora sigue bregando tu con otros mundos y otras cosas. Y el hombre está tratando de hacer eso. Y es interesante que cada vez que el hombre, el ser humano, la raza humana, llega a esos puntos de como creer que ya hemos llegado al control, ya tenemos las cosas por el mango, como que viene y se desbarata todo otra vez, y viene otra vez la zozobra, la incertidumbre, la ansiedad y descubrimos que no estamos en control, tan en control después de todo como creemos.

Son cosas periódicas que Dios trae para recordarle a la raza humana que él está en control todavía. El pueblo de Dios entiende eso, el pueblo de Dios vive bajo la perspectiva de que Dios sabe, Dios sabe, Dios sabe. Él tiene control de todas las cosas, las grandes y las pequeñas, el macro cosmos, y el micro cosmos. Dios está en control y como cristianos nosotros tenemos que entender y entender que esto tiene que ver con mí vida, tengo que poner mi nombre allí. Todos los asuntos, mi matrimonio, mis hijos, mi futuro, mi pasado, mis finanzas, mi salud, mi vida profesional u obrera, todo el Señor tiene control. Él sabe, vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Y aquí está el punch line, aquí está la declaración culminante de esa reflexión del Señor, dice:

“…. Más…”, esta es la alternativa a la mentalidad de la gente del mundo, la gente que vive en el afán de la vida y Dios dice, pero ustedes tienen otra alternativa, ustedes tienen otra práctica.

“… más buscad el Reino de Dios, buscad el Reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas….”, dice el Señor.

Oponga allí al reino de este mundo el Reino de Dios, oponga a estas cosas materiales, el Reino de Dios. Esa es la alternativa que nosotros tenemos que perseguir, hermanos, en nuestra vida, en nuestra búsqueda.

Ahora, el Señor continúa y si usted mira, todo este pasaje maravilloso, este Capítulo 12, es un pasaje que tiene mucho que ver con la segunda venida de Cristo, con el Reino de los Cielos, el mundo del más allá, la tierra celestial en oposición a esta tierra. Y si usted lee todo este pasaje del Capítulo 12 y aún antes de eso y después, hay mucho de anteponer lo humano, lo de este tiempo, lo de esta tierra, lo de este mundo con lo eterno, con lo venidero.

Entonces en realidad esto fue lo que a mí más me tocó, esta parte, el versículo 32, el Señor como que me trajo eso, y por eso he puesto a un lado por un momento lo de la meditación sostenida que he tenido sobre autoridad y todo esto, y he querido hacer como un paréntesis, porque el Señor puso en mi corazón esta semana, hey, tráele al pueblo una palabra de esperanza, tráele al pueblo una palabra de consuelo, de perspectiva y pastoréalos y háblales acerca de dónde ellos están y tráeles mi palabra acerca de eso, y mi consejo de lo que yo les quiero decir para que estén tranquilos, estén en paz.

Entonces, este pasaje el Señor me lo trajo a la mente, dice, “·…. No temáis, no temáis manada pequeña, no temáis manada pequeña porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis…”

¿Saben qué? Más bien ahí fue donde el Señor, esa fue la asociación mental que Dios trajo a mi mente esta semana, me vino así como, me pasó por la mente como una brisa suave ese versículo 33, entonces yo tuve que ir a la Biblia y buscarlo a dónde estaba y de ahí partir a todo lo demás.

Dice, “… vended lo que poseéis y dad limosna, haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote donde la ladrón no llega, ni polilla destruye….”

¿Saben qué? Eso fue precisamente. Ese fue concreta y específicamente la palabra que cruzó por mi mente, así bien específica. Esa palabra estaba insertada en el resto del versículo pero eso de, donde ladrón no llega ni polilla destruye. Eso fue lo que se grabó en mi espíritu, donde ladrón no llega ni polilla destruye.

“…. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón….”

Entonces, fíjese que el Señor como que nos está preguntando, dónde está tu tesoro, dónde está tu énfasis en la vida. Dónde está el enfoque de tu mente, dónde están tus afectos, dónde está lo que verdaderamente cuenta para ti, porque de la respuesta a esa pregunta muchas cosas van a partir. Dependiendo de dónde está el enfoque de nuestra vida, a qué es lo que nosotros le damos más importancia, dónde está el marco de nuestra existencia, dónde está el asiento, podríamos decir, el asiento de nuestra vida, el fundamento. Todo el mundo vive la vida sin darse cuenta muchas veces con un fundamento, una base, un marco de referencia y la palabra dice dónde está el marco de referencia de tu vida, dónde está el enfoque, el fundamento, porque dependiendo de eso, eso va a determinar tus prioridades, tus acciones, tus opciones que escojas y también va a determinar cómo tu reaccionas cuando vienen los momentos de crisis y de dificultad y de amenaza y de sufrimiento, pérdida, padecimiento, decepción o lo que sea, cuando las cosas no te van como tu esperabas, dependiendo de dónde esté el marco de referencia de tu vida, el enfoque va a determinar cómo tu reaccionas.

Y la palabra nos dice cuál debe ser el marco de referencia, pero también dice hay otro marco de referencia que pertenece a la gente del mundo, la gente que no conoce de la eternidad, la gente que no conoce la palabra de Dios, nos dice, ese marco de referencia no es para ustedes, hijos de Dios, ese es para los hijos del mundo. Y entonces nos describe cuáles son algunos de los atributos del marco de referencia correcto que es el eterno y el espiritual.

Esta semana yo estaba leyendo en el Internet las noticias y siempre me gusta mantenerme al día sobre eso, y me impactó un artículo que luego perdí y traté de buscarlo esta mañana apresuradamente pero no lo conseguí. De todas maneras, metí en Google, ese sector del Internet donde usted puede, es mágico Google, ¿Cuántos alaban al Señor por Google? Nos saca de unos aprietos hoy en día, si yo hubiera tenido Google cuando hice mi tesis doctoral, yo hubiera sido un genio, hermanos, me tuve que valer ahí con una maquinilla de esas antiquísimas, no quiero ni decir cuan antigua era, para no darles mucha información. Pero Google, metí ahí en Google, fíjese puse suicidios y crisis financiera y me salió una cantidad de artículos que han salido sobre la crisis financiera actual en que vivimos y lo que está pasando hoy en día en muchos segmentos de Estados Unidos, con respecto a esta crisis económica financiera que está viviendo esta nación.

Déjenme leerle uno de los artículos que saqué y voy a leerles simplemente algunos pasajes bien breves, porque lo tengo que traducir simultáneamente del inglés al español, pero el encabezamiento de ese artículo es, Las cifras de suicidio debido a la crisis financiera están en aumento. Financial crisis suicide numbers mounting.

Y comienza el artículo, un administrador financiero desempleado en California pierde una fortuna y destruye a toda su familia en un suicidio asesinato. Una viuda de Ohio, de 90 años se dispara a sí misma en el pecho mientras las autoridades llegan para sacarla de la casa modesta que ella ha llamado su hogar por 38 años. Eso sucedió, una mujer de 90 años se disparó en el pecho mientras llegaban las autoridades porque la iban a sacar de su casa. Gracias a Dios sobrevivió pero imagínese eso, la desesperación que siente una persona de 90 años porque no ha podido pagar su casa.

En Massachussets dice, una ama de casa que le había escondido la crisis financiera creciente de su familia a su esposo, envía una nota a la Compañía de hipotecas advirtiéndoles para el tiempo en que ustedes traten de reposeer mi casa yo estaré muerta y entonces Carleen Valderrama, después de escribir esa nota, se hirió, se mató, se suicidó dejando una póliza de seguros y una nota de suicidio sobre la mesa. Su esposo durante 3 años y medio no sabía que había una crisis financiera que le iban a reposeer la casa. Ella desesperadamente le escondió a su esposo eso y finalmente se suicidó dejando una póliza de seguros para que pagaran, le dijo al esposo que con eso paguen la casa. Imagínense.

Cita aquí ahora a un pastor de Trinity Church en el corazón del distrito financiero de Manhattan, dice, he tenido un número de gente que me ha dicho que esto que está pasando es lo que más recuerda a la crisis de 9/11, dice el Reverendo Cannon Anne Malonney, pastora de esa iglesia. Se trata de ese sentido como que nos han arrancado el piso de debajo.

Dice con ningún otro lugar a donde ir, mucha gente está llamando las líneas telefónica de prevención contra el suicidio. Los samaritanos de Nueva York, una agencia que ayuda a gente en crisis a través del teléfono, los samaritanos de Nueva York han visto el número de llamadas subir más de un 16% en el último año, muchas de ellas relacionadas con el asunto de finanzas y dinero. Los teléfonos de Miami, Switchboard oficina Miami, otro sitio de intervención de crisis, ha registrado más de 500 llamadas relacionadas con desposesión de casas últimamente. Entonces cita aquí, dice, mucha gente nos están diciendo que están perdiéndolo todo, están perdiendo sus casas, están entrando en reposesión, han perdido su trabajos, dice Virginia Cerbasio, directora ejecutiva de un centro de recursos contra el suicidio en el Condado de Lee, en la Florida. Dice el artículo, pero las tragedias continúan subiendo.

Entonces hay una lista, que no los voy a deprimir con más… hay muchísimos casos aquí, patéticos, terribles, de gente que dada la pérdida de sus planes de retiro, dada la pérdida de sus sueños también, concerniente hacia el futuro cuando sus acciones y sus inversiones han perdido la mitad, tres cuartas partes de su valor, y sus planes de una vida placentera, segura, estaban ya confiando en que su futuro estaba bajo su control, porque mucho de esto tiene que ver con la pérdida de control, con la incertidumbre que viene a la vida humana cuando las cosas se tornan impredecibles y cuando los planes que teníamos ya todo escrito, todo preestablecido, ya sabíamos cómo iba supuestamente el guión de nuestra vida, todo cambia, y mucha gente entonces al ver sus planes de seguro, esta semana leí acerca de eso, de un hombre que decía, yo me voy a retirar a los 55 años, después voy a dedicarme a escribir el libro que siempre he querido, voy a dedicarme a viajar el mundo y todo este tipo de cosas, y de momento pierde la mitad de sus inversiones y dice, ahora voy a tener que trabajar parece por el resto de mi vida, y he pensado a veces suicidarme.

Entonces, toda esta gente ha reaccionado de una manera terrible y con pensamientos de autodestrucción porque su vida que ellos tenían planificada, también de momento ha perdido la certidumbre y ahora están a la deriva. La reacción de esta gente tiene que ver con eso que yo decía de el dónde está el marco de referencia para ellos, dónde está el fundamento de sus vidas, dónde están sus proyecciones acerca del futuro y dónde tienen puesta su confianza, porque de momento, cuando le han arrancado lo que estaba en el centro que es su seguridad en lo material y su control de la vida, de momento, su identidad se desploma, su seguridad, su certidumbre, su definición del mundo, lo que entienden de cómo es la vida, se les viene a pique entonces no hay nada por lo cual vivir, ya tu no sabes quién eres, y no sabes lo que tienes, no sabes a qué atenerte.

Y por eso es que el Señor habla aquí de que miremos las cosas de una manera diferente. Por ejemplo, el hombre, la mujer de Dios sabe que la vida no está bajo mi control, yo solamente tengo una cantidad limitada de control, pero está en las manos de Dios. Dios sabe mis tiempos, Dios sabe las razones, Dios tiene las secuencias, eso está en las manos de él, yo no puedo decir, hermanos, qué va a ser de mi vida mañana.

La Biblia dice que no digamos, oh mañana voy a hacer esto, voy a estar en tal sitio, sino que digamos, si Dios quiere, porque el hijo de Dios, la hija de Dios tiene que abandonarse a las manos del Señor y muchas veces, hermanos, lo que Dios haga no va a corresponder a lo que tu quieres que él haga. Hay veces que el Señor va a hacer algo que va a ser completamente diferente a lo que tu esperabas, Dios va a escribir un guión diferente para tu vida y tu creías que todo iba a ir de a a b, a c, a d, lógica, coherentemente, perfectamente, el sueño que tu tenías, la novela que tu tenías escrita en tu mente, y Dios tiene algo diferente, pero ¿saben qué? Que es algo mejor, eso es lo importante. Sabe hermanos, que muchas veces Dios escribe algo diferente y lo escribe con tinta oscura y nosotros queríamos que lo escribiera con tinta color de oro pero Dios es un Dios tan maravilloso, en un novelista, un artista, un creador tan bello que aún cuando él escribe las tragedias y los sufrimientos y los padecimientos de nuestra vida, eso lo que hace es que le añade más densidad, más riqueza, más textura, más gloria a nuestra vida.

Hermanos, les digo la verdad, ninguno de ustedes, ni yo queremos que todo lo que pase en nuestra vida sea solamente bueno, lindo, agradable, atractivo, porque eso lo único que serviría es para crear gente superficial y gente malcriada, y gente egoísta, y gente que cree que como los bebés cuando gritan tiene que venir papá de una vez y meterte la botella en la boca. Y Dios quiere gente noble, gente amorosa, gente humilde, gente compasiva, gente que pueda consolar a otros, gente que sepa que el mundo no es mi hogar como dice ese himno, gente que sepa que aunque mi padre y mi madre me dejaran con todo Jehová me recogerá, gente que camine sobre la tierra humildemente, mirando siempre a su Padre celestial para su comida y su provisión, gente que no esté enamorada del mundo y de la materia, gente que pueda decirle al mundo, mira, hay otra dimensión más importante y más valedera y más permanente, este mundo es una ilusión, no pongas tu afecto en el mundo, y para eso Dios muchas veces tiene que escribir un guión diferente, tiene que meter la cruz de cuña en nuestra vida, y nadie quiere que la cruz venga a la vida, porque nosotros queremos siempre que nos den lo que nosotros queremos, pero, hermanos, eso nunca fue bueno para crear un hombre, una mujer de Dios. Y nosotros tenemos que abandonarnos al control divino y creer que lo que pasa en mi vida es para la gloria y la honra de Dios y para bendición mía, para edificación de mi vida, para enriquecimiento de mi vida.

Lo que pasa en mi vida aunque tenga elementos negativos y dañinos y feos, Dios lo va a tornar en algo precioso para su gloria. Yo creo que el tapiz total, la pintura total que Dios pinta aunque pinta a veces colores oscuros, pero el total va a ser algo bello, algo hermoso, algo digno de alabanza. Los hijos de Dios que yo conozco que han llegado a una vida ya avanzada en edad y la han vivido en el Señor, son gente que brilla. Su rostro es hermoso. Tiene a veces arrugas y líneas de la vejez y achaques y todas las demás cosas pero yo, lo que quiero es meterme encima de sus brazos y que me abracen y que me arrullen como un bebé porque son gente que conoce a Dios y conoce de la vida y no se atemorizan por las cosas, y brillan casi como los ángeles. Mi mamá era una de ellas, de paso.

Y yo les digo, hermanos, que a esa gloria, a esa gloria no se llega así por así, a esa gloria se llega padeciendo, sufriendo, pasando trabajos, y dificultades y besando la mano de Dios cuando vienen esos tiempos. Porque es que la mentalidad del hijo de Dios, la perspectiva de la hija de Dios es diferente a la del mundo. Los hombres quieren esto, yo quiero saber cuándo me voy a retirar, y quiero ponerle un año y la edad en que me voy a retirar, y sé cuántos cientos de miles voy a tener en la cuenta para repartirlo en tales cantidades hasta que me muera a los 85, 90 años. Eso no es.

La mujer de Dios, el hombre de Dios tiene su confianza puesta en el Señor, sus afectos están puestos en lo eterno, lo material lo agarra livianamente porque si se le va no quiere estar sufriendo. Puede vivir una vida feliz e inclusive puede trabajar duro y hacer grandes esfuerzos, estudiar, invertir mucha energía porque tiene energía de sobra, porque no la desgasta preocupándose y aferrándose a las cosas materiales innecesariamente.

Sabe cuanta energía usted gasta preocupándose y ansioso y perdiendo el sueño. Si nosotros pudiéramos dormir tranquilos y estuviéramos confiados en nuestro Dios seríamos unos gigantes espirituales y físicos. Porque mucha de la energía yo creo que gastamos es preocupación, falta de sueño, ansiedad, peleas por la ansiedad, y una cantidad de cosas. Pero si nosotros pudiéramos estar tranquilos y confiados en el Señor la vida sería muy diferente, podríamos entonces dedicarle más tiempo a trabajar duro, esforzarnos pero en una manera diferente.

Yo no estoy hablando de ser fatalistas aquí, yo no estoy hablando de que los cristianos dejemos de trabajar, de estudiar, de esforzarnos, de emprender cosas grandes. No, al contrario, yo creo que cuando uno deja de amar el mundo y deja de poner su afecto y su obsesión en las cosas del mundo, uno tiene más energía entonces para ser exitoso en la vida.

Ahora, lo que pasa es que tu no pones tu corazón en el éxito, y si pasas por tribulaciones y dificultades y pruebas, tu dices, bueno, más se perdió en el ciclón de San Zenón o lo que sea, y usted dice, vuelvo otra vez a construir y vuelvo, porque mi vida no está en este mundo, total, si no en el cielo Dios me va a reponer todo lo que he perdido. Es una actitud diferente, usted entiende? No es que no gocemos, es más, nos podemos gozar porque tenemos a nuestro Padre celestial.

Hay tantas imágenes que vienen a mi mente mientras yo digo esto. Pienso, hablando acerca de control, pienso en el rico necio de la parábola de Jesucristo que tenía su vida planificada ya y que hizo sus graneros y los llenó, dice la Biblia, de todo bien, de toda su cosecha y ya estaban listos a explotar los graneros, y dijo, caramba, qué problema tengo, no sé dónde poner `más comida y más mis negocios. No sé cómo expandirlos. Saben qué es lo que voy a hacer, que voy a destruir estos graneros, voy a hacer unos muchos más grandes y me voy a regocijar mirándolos, voy a decir, alma mía, come, bebe, gózate porque muchos años tienes delante de ti. Dice la Biblia que esa misma noche vino el ángel de la muerte a decirle, necio, esta noche vienen a pedirte tu alma y todo lo que tu has cosechado y lo que has planificado y lo que has invertido de qué sirve, para qué lo hiciste.

Porque es que Dios tiene algo en contra de lo que los griegos llamaban ubris, el orgullo del hombre. La tragedia griega hay mucho del héroe trágico que se llena de orgullo contra los dioses y quiere suplantar a los dioses, quiere escaparse del control de los dioses y los dioses se aíran contra él y determinan su destrucción y su tragedia. Y es inescapable la tragedia.

Y el hombre moderno, la raza humana, ha estado con ese jueguito siempre, rebelándose contra Dios, poniéndose en el lugar de Dios, queriendo controlar las cosas, queriendo sacar a Dios de la película y siempre viene Dios y les revuelca todo como en la torre de Babel, les dice, ahora tienes que empezar de cero otra vez.

Y los griegos inclusive previeron eso. No conocían la Biblia pero en el mito de Sísifo, no se cuántos han leído el mito de Sísifo. Sísifo es un héroe trágico que se rebela contra los dioses, los desobedece y es condenado para toda la eternidad a rodar una piedra de molino, una piedra redonda, rodarla hasta la sima de una montaña y ver esa piedra volver otra vez a bajar y tiene otra vez que volver a subirla, se baja otra vez, y así tiene que pasar la eternidad, subiendo la piedra y viendo la piedra bajarse y subiéndola otra vez. Y ese mito habla acerca de la humanidad. La humanidad siempre está tratando de reinventar la historia, se reinventa nuevos sistemas, nuevas economías, nuevas filosofías, y cree que ya puede prescindir de Dios y Dios viene en un momento y hace así, borra toda ese castillo de arena, lo destruye y dice, ahora tienes que comenzar otra vez. Y vuelven e inventan otro sistema, otro sueño, otro plan, otra revolución y cien años después, cincuenta años después todo se viene abajo y vuelve otra vez porque es que cuando ponemos nuestra confianza en nosotros mismos, perdimos ya la batalla. Nuestra confianza tiene que estar en el Señor siempre y nosotros siempre tenemos que saber cuán débiles somos, cuán movediza, cuán frágil es la vida.

Y ¿saben qué? Que en vez de deprimirnos en ese conocimiento, debemos encontrar liberación, en el hecho de que a la larga estamos en las manos de Dios. Y él es quien tiene control. Y si Dios está en tu vida, no te preocupes por nada, aunque vengan tormentas, vengan dificultades, aunque la barca parezca que se va a romper en mil pedazos, si Dios está dentro de tu barca no hay desastre posible, al final de cuentas.

Tenemos ahí el otro relato de Jesús en la barca, se acuesta a dormir, se desata una tormenta terrible. Los discípulos están dentro de la barca con él, el viento ruge contra la barca, se sube y se baja la barca en las olas. Los discípulos se llenan de pánico y ahí está el Señor durmiendo a pierna suelta, no se inmuta, no se preocupa. Él no oye nada, él está soñando quien sabe con qué ángeles. Y vienen los discípulos, todos molestos y airados con el Señor porque, Señor, dicen, no tienes cuidado de nosotros, no ves que perecemos y tu ahí durmiendo. Y el Señor se despierta, mira, y dice, ¿Cuál es el problema? Le dice a la tormenta, calla, enmudece, bum… todo se calló, las olas se bajaron, quietud total, el mar que estaba embravecido se vuelve un espejo y el Señor se torna ahí y dice, ¿por qué temisteis, hombres de poca fe?

Porque el Señor siempre nos está diciendo, por qué temes, por qué te afanas, por qué estás tan preocupado si yo estoy en control de todo, si yo me preocupo por ti, si yo sé que tu tienes necesidad de estas cosas. Cuánto tiempo a veces estamos en la barca y cuánto tiempo se toma la tormenta.

El otro relato es de cuando los discípulos se entran en la barca, el Señor les dice, vayan a la otra orilla y se meten y se desata una tormenta. Y el Señor les dice, yo los voy a encontrar en el otro lado. Se desata la tormenta y están ellos ahí toda la noche remando y no van para ningún sitio, dando vueltas en el lago de Genesareth, que es un lago inmenso. Y dice que el Señor los podía ver de dónde estaba orando, y dice que como a las 3 de la mañana o algo así, el Señor salió de donde estaba y caminando sobre las aguas se acercó a ellos y se montó en la barca y se calmó la tormenta. Porque el Señor los veía y el Señor me imagino que al verlos estaba intercediendo por ellos y orando y quiso fortalecer su fe caminando sobre las aguas, llegando hasta ellos diciendo, mira, yo estoy en control aún de las aguas. Yo estoy en control aún de la tormenta, aún de la física. Yo estoy en control, no tienen que temer, y si yo me monto en su barca todo va a estar bien.

Y esos discípulos estuvieron toda la noche remando, dice, porque el viento les era contrario. Y uno se pregunta por qué el Señor no los sacó del apuro inmediatamente, por qué no lo hizo. Porque es que Dios a veces quiere que estemos un tiempecito ahí, cociéndonos en nuestro propio jugo para que aprendamos, para que tomemos conciencia, para que recapacitemos, para que tengamos tiempo para ablandarnos un poquito, ese orgullo se ablande, ese materialismo se ablande, esa dependencia de nosotros mismos, de nuestra propia inteligencia, esa seguridad, esa autosuficiencia que sentimos porque la cuenta está full y la casa está casi pagada y todo los signos económicos están bien, como que viene el orgullo en el hombre y entonces Dios dice, ¿saben qué? Te voy a poner un tiempecito de prueba para que sepas quién está en control y a quién tu tienes que mirar.

Voy en terminando y en realidad es un sermón diferente pero es lo mismo lo que estoy… hay un pasaje que leyó el hermano Gonzalo esta mañana, al inicio, usted quizás no se recuerda. Pero el Señor nos está hablando desde el principio, ese pasaje no estaba allí en mi mete ni nada, pero Dios quiso que lo leyéramos y me recordó también de nuevo lo mismo, que Dios permite a veces que pasemos por pruebas, por dificultades, hermanos, pero él está en control. No se va a desfondar la cosa, escúcheme, su vida está en las manos de su Dios. No temas manada pequeña porque a tu Padre le ha placido darte el reino. No temas, no te afanes, no te ajores como dicen los portorriqueños, el Señor está. Pero a veces el Señor va a permitir que tu pases por tiempos de prueba, porque a él le interesa que tu aprendas algo diferente, que tu no vivas como el mundo, superficial, vano, vanidoso como es el mundo. Dios quiere crear hombres y mujeres profundos, espirituales, capaces de consolar a otros. Y a veces permite que vengan tiempos de prueba.

Pero solamente la persona que tiene la perspectiva correcta puede pasar por los tiempos de prueba y salir ileso, y más fuerte. La persona que no tiene el código para descifrar los eventos de la historia y de la vida, cuando viene la tragedia, cuando viene el sufrimiento muere, se desgasta, pierde fuerzas, se neurotiza porque no sabe cómo decodificar, cómo interpretar lo que está pasando porque no tiene el código. El código está aquí en la palabra de Dios. El hijo de Dios, la hija de Dios que entiende cómo suceden las cosas puede pasar por las pruebas y entender: ah, esto es por esto, ah, esto es por aquello, ah, yo entiendo lo que Dios está haciendo en mi vida, oh, sí, claro. Y entonces pasa por eso, claro que sí, vamos a experimentar cierto temor, claro, pero siempre nos tomamos una pastillita de Biblia todas las mañanas, una pastillita de la palabra de Dios y los mares bajan, se aquietan la cosa un poco y podemos pasar hasta que tenemos que volver otra vez a tomarnos otra pastillita porque así es la mente humana. El hombre, esta mente nunca se va a sujetar completamente a Dios ni a las verdades de Dios por eso es que tenemos que renovarnos con la palabra de Dios, con la oración.

Hermanos, estos son tiempos para orar mucho, déjenme decirle entre paréntesis. Estos son tiempos para orar mucho y no solamente para pedirle a Dios como debemos hacer lo que resuelva nuestros problemas, nos provea, nos bendiga, nos de lo que necesitamos. Claro, eso es importante, presenta tus cargas, tus necesidades al Señor, pero ¿saben qué? Para mí el beneficio de la oración en tiempos de prueba y de dificultad es sobretodo para abrir la válvula de escape para que salga la ansiedad y para que en mi mente se renueve y yo pueda entender que yo vivo en la eternidad y que soy un ser eterno y que yo no dependo solamente de este mundo.

Cuando yo me meto en el ámbito de la oración y le oro a mi Dios y por mi boca salen palabras de eternidad y de espíritu mi mente recuerda que yo no pertenezco a este mundo y que por lo tanto este mundo no tiene poder sobre mi vida, que si me arrancan algo yo tengo un depósito inagotable en la eternidad y que eso se puede reponer y se repondrá y que un día todos mis padecimientos, mis sufrimientos, mis vaivenes no tendrán ningún significado a la luz de la gloria eterna que Dios tiene para mí. Y la oración nos recuerda eso, que somos eternos.

¿Por qué dice el Apóstol Pablo, por nada estéis afanosos sino sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego? Y después añade y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento mantendrá vuestros corazones y mentes en Cristo Jesús Señor nuestro. ¿Ve? Porque la alternativa humana es estar afanoso, preocuparse. Dios dice, ¿saben qué? En vez de eso, ora. Deja saber tus necesidades al Señor, manifiéstalas, exprésalas, entra en el vapor de la eternidad y de lo espiritual y cuécete allí un poco y purifica tus poros, saca todas las contaminaciones, todas las toxinas materialistas y como consecuencia de eso la paz de Dios mantendrá tu corazón y tu mente enfocados en Cristo Jesús. Tu pondrás la mira de la crisis a Cristo y eso te mantendrá en paz y ecualizará tu sistema.

Estos son tiempos para orar. En vez de estar afanosos, en vez de decir, ay de mí, por qué yo, mira, invierta esa energía en oración y cálmate en el espíritu y deja que la eternidad de Dios tome control de tu mente. Por la mañana saca tiempo para orar, en la noche saca tiempo para orar, entrega tu sueño, entrega tu cama al Señor, entrega tu almohada al Señor, en el trabajo, en el carro satura tu mente de oración, renueva tu pacto con Dios, renueva tu conciencia de lo eterno. Eso es importante porque eso es lo único que nos mantiene en tiempos de incertidumbre y de dificultad. Nos mantiene saludables, al contrario, vamos a brillar más que nunca en estos tiempos, hermanos, en los tiempos de necesidad y de prueba el hijo de Dios que tiene la mente correcta se crece y se hace más fuerte. Eso es así.

Pero, de nuevo, termino con esto, lo que dice, ya lo convertí en Apóstol el escritor de Deuteronomio. Deuteronomio Capítulo 8, donde habla de la perspectiva divina, la perspectiva divina en el versículo 2, uno de los Capítulos más profundos de toda la Biblia, el Señor le dice al pueblo hebreo que ya está presto para salir del desierto donde lo ha tenido 40 años, comiendo maná, apenas subsistiendo con comida bien básica, bien poco atractiva, y el Señor les dice:

“… te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová, tu Dios, estos 40 años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón si habías de guardar o no sus mandamientos y te afligió y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tu ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre más de todo lo que sale de la boca de Jehová, vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti ni el pie se te ha hinchado en estos 40 años. Reconoce asimismo en tu corazón que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Guardarás pues los mandamientos de Jehová tu Dios andando en sus caminos y temiéndole porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de agua, de fuentes y de manantiales que brotan en vegas y montes….”

Yo creo que Dios tiene, lo mejor está por delante de nuestra vida, hermanos. Yo creo que Dios tiene buenas cosas para nosotros. No tiene destrucción, no tiene muerte ni pérdida. Eso es lo que a veces nosotros creemos, y el diablo quiere que nosotros creamos eso. No, esta crisis pasará como han pasado otras crisis, vendrán tiempos de refrigerio. Yo sinceramente creo que Dios quiere bendecirnos y tiene buenas cosas en el futuro, pero antes de que lleguemos a eso él quiere que pasemos por un tiempo de susto y de prueba y que aprendamos dónde está verdaderamente la vida y el significado de la vida. Este es tiempo para que reflexionemos de nuevo y Dios lo único que quiere es darnos una lección espiritual en este tiempo y recordarnos que, mire, mi vida no, yo no vivo de la comida, en última instancia, ni de las cosas materiales sino de la palabra que sale de la boca de Dios.

Dios dice pon tu mente en lo que verdaderamente importa, pon tu mente en el espíritu, pon tu mente en la eternidad, pon tu mente en las cosas de la palabra de Dios, pon tu afecto allí, allí la polilla no corrompe, los ladrones no se meten, las economías no te roban las inversiones. Pon tu énfasis en las cosas del espíritu, pierde tu vida y la vas a ganar, vive para el Reino de Dios y eso hará que tu seas impenetrable, inviolable, invencible aún en tiempos de dificultad. El Señor te dice, cristiano, dónde has puesto tu afecto y si no lo tienes en el Reino de Dios que esta mañana tu digas, Señor, yo lo pongo en tu reino y en tu eternidad. Yo te voy a servir llueva, truene o ventee, venga lo que venga yo estoy en tu lado, en tu dimensión y yo no me voy a preocupar como se preocupa la gente del mundo porque mi mente está puesta, yo tengo la mira en las cosas de arriba donde está Cristo sentado la diestra de Dios intercediendo por mí, asegurándose que el final de mi vida sea bueno.

En el nombre de Jesús, Dios te dice, no temas, no te afanes, confía que yo tengo el guión de tu vida ya escrito y la palabra es buena, la palabra del Señor para ti en esta mañana. Ponte de pie, renueva tu fe en esta mañana, confiésale al Señor, Padre, yo confío en ti, yo espero en ti. Pase lo que pase, venga lo que venga yo voy a confiar en ti, yo voy a esperar en ti. Perdóname por estar ansioso, perdóname por dudar, perdóname por cuestionarte, Señor, perdona mi mente que me traiciona a cada instante y me hace creer que era yo el que estaba en control y por eso ahora estoy preocupado porque no estoy en control. Pero yo te devuelvo el control y pase lo que pase yo, mi afecto está en ti, mi esperanza está en ti y yo entrego mi vida a tus manos.

Oh Señor, yo pido en el nombre de Jesús que tu comiences conmigo renovando mi mente, renovando mi entendimiento.

Father, I pray that you would renew my mind, renew my perspective, renew my understanding, I confess that you are in control of my life, that you explain every, the minutest detail of my life.

Tu explica, Señor, todo lo que pasa en mi vida, no yo. En esta mañana yo te pido que confortes los corazones de tu pueblo y que renueves la visión y renueves la mirada. La vamos a poner en ti, Señor, no importa lo que yo haya perdido, yo te lo entrego, yo me despego de ello, Padre.

Lord, we release any claim that we have to anything in our lives. We relinquish any clinging to anything, Father and we acknowledge that it all belongs to you and you can do whatever you want with it, even with our own lives because we do not belong to this dimension, we belong to eternity and we choose to be at peace this morning, we choose to be resting in you.

Confiamos en ti, Señor, esperamos en ti, ponemos nuestra confianza en ti en esta mañana. Padre, calma los corazones de mis hermanos y hermanas, que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento gobierne su mente, sus corazones en el nombre de Jesús declaramos que tu estás en control.

You’re in control, Father. We declare that this morning.

Oh, Señor Jesús, renuévanos, sánanos, fortalécenos. Gracias porque tu palabra no nos deja sin consuelo, no nos deja sin perspectiva, no nos deja sin explicación. en esta mañana yo bendigo este pueblo, Padre, y te pido que lo saques de aquí con esperanza en sus corazones porque tu nos has hablado, Padre, nuestras verdaderas intensiones están en un lugar donde no hay corrupción, no hay decaimiento, no hay robo, no hay pérdida. Lo verdadero de nosotros está inviolable, completamente a salvo de toda eventualidad, toda circunstancia advenediza, Señor, todo flujo, estamos seguros, nuestra vida está en la roca que es Cristo Jesús y así lo declaramos.

We thank you, Lord, we glorify you, we magnify you, we welcome you, Father.

Y Señor, si hemos perdido trabajo, te decimos, glorifícate, si vamos a perder la casa, te decimos glorifícate, te la entregamos, Señor. Lo que sea, Padre, es tuyo, oh Dios ayúdanos a entender aún eso, que aún si pasara lo peor, nuestra vida no consiste en esas cosas, Señor, oh, en el nombre de Jesús pedimos por los que están en zozobra en esta nación, Señor, y en el mundo, ancianos y padres, y madres, Señor, envía tu paz. Envía tu paz, envía tu paz. Nos compadecemos, Señor, sentimos su dolor y pedimos que tu envíes tu espíritu, dale sabiduría a los administradores de esta nación desde el presidente electo hasta el último burócrata, Señor, de esta nación. Bendícelos, dales sabiduría, dales entendimiento, Padre para que podamos vivir vidas apacibles, para que esta nación pueda regresar a la estabilidad. Yo bendigo, Señor, los que padecen, los que sufren, los que pierden trabajos, los que están en zozobra y en necesidad. Suple, Señor, suple, Padre y que esta iglesia pueda al contrario, prosperar en medio de las dificultad, Padre. Pedimos soluciones, pedimos puertas abiertas, pedimos tu provisión a manos llenas, Señor, pedimos lo que tu prometes a tu pueblo que es salvarlos del devorador, salvarlos en medio de las pruebas.

Te glorificamos, Padre, te damos gracias, nos renovamos en ti, lavamos nuestra mente en tus aguas, Señor, en esta mañana, lavamos nuestros corazones en tus aguas, Padre y gracias porque tu nos llamas a nuevos niveles de confianza y de fe.

We worship you, Lord. Renew our minds again, Father. We pray and we thank you because you are a good God, never destructions for your children, Father, never ultimate laws, always good things, always a good ending in the name of Jesus, we claim your promises, we claim your blessing, and even if we go through the valley of the shadow of death, Father, we know that you are there with us. Even if there is temporary loss, we know that there is an eternal gain, there is absolute victory because this is not our home and this does not define us. We thank you, we bless you, we glorify you. Be glorified even in our trials, Father.

Gracias, Jesús, te adoramos, te bendecimos. Alabado sea el nombre de Jesús. Gloria al nombre de Jesús. Denle un gran aplauso al Señor en esta mañana. Amen. Amen.

¿Estás en el lugar y tiempo de Dios?

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Mateo 28, versículo 10. y lo que quisiera compartir en el día de hoy más que un sermón como exposición normal, es más una meditación basado en algo que yo sentí, que el Señor me impresionó, basado en este versículo y que yo sentí compartir con ustedes y conmigo mismo, cada vez que predicamos aquí nos predicamos a nosotros mismos. Espero que sepan eso. Así que Mateo 28 en versículo 9 y 10, es después de la resurrección, Jesús ya en este texto se levantó de los muertos, y saben que la resurrección espero que pensemos más en eso, que nuestro Dios está vivo, él vive, él no está en la tumba, la tumba está vacía.

Otra historia de mi hijo que ya que ustedes quieren escuchar todas las historias de mi hijo, ¿no? Pobrecitos. En una audiencia cautiva aquí, cuando yo le leo de la resurrección en una Biblia de niños siempre decimos, Jesús is alive, Jesús is alive, así que hacemos like a cheer y él como he gets into that. Un día yo hablando por teléfono mi hermana, usé la palabra vida no sé por qué, I said, in all my life or something like that. Y él dijo, life y fue donde una Biblia y un dibujo de Jesús y señaló. I thought, guau, gracias a Dios. Yo sentí, y yo pensé gracias a Dios, espero que esto llegue a su corazón. Pero de saber que nuestro Dios es la vida y tener esta asociación bien puesta en el corazón. Y esto es la base de lo que vamos a hablar en el día de hoy.

Miren lo que él dice a las mujeres que vinieron a verlo, versículo 9 y 10. Dice, “… he aquí Jesús salió al encuentro diciendo, salve y ellas acercándose abrazaron sus pies y le adoraron. Entonces Jesús les dijo, no temáis, id dad las nuevas a mis hermanos para que vayan a Galilea y ahí me verán…”

Yo sentí el Señor destacar para mí las palabra “allí me verán”, que vayan a un lugar Galilea, y que esperen porque ahí me van a ver en este lugar. Y sabemos que fue de ese lugar que el Señor hizo la gran comisión. ¿Por qué no lo hizo de otro sitio? ¿Por qué no lo hizo desde la China o desde no sé donde u otro lugar? Él escogió Galilea. ¿Por qué? Bueno, tal vez hay una razón teológica que yo no sé en este momento pero lo importante es que él quería que fueran ahí a esperarle y él dice, si ustedes están en el lugar correcto, en el momento indicado que yo estoy señalando, allí me verán. Y yo me puse a pensar que nosotros creemos en la omnipresencia de Dios, que Dios está en todas partes y por eso algunos dicen, bueno, yo adoro a Dios desde mi casa, yo no necesito venir a la iglesia. Pero cuántos sabemos que uno mira a Jesús diferente en ciertos lugares y ciertas situaciones.

No es que Dios es diferente pero él se revela en maneras diferentes. Así que él dice, donde hay dos o tres congregados en mi nombre, ahí estoy yo entre ellos. ¿Y él no está en otro sitio? Claro que él está en todas partes pero donde hay dos o tres ahí él está en una manera especial y si nosotros estamos en los lugares que Dios ha indicado, en los momentos indicados, ahí lo vamos a ver.

Y eso es lo que yo sentí compartir en este día. Porque yo me pregunto, ¿Señor, y de verdad, día a día, en los momentos de mi vida, estoy cumpliendo con mis citas contigo o te estoy dejando plantado? ¿Que hubiera pasado si algunos de ellos no hubieran ido a Galilea? ¿Qué hubiera pasado? No hubieran escuchado la gran comisión, no hubieran estado ahí en persona, hubieran perdido la cita. ¿Alguien te ha dejado alguna vez? Tu estás ahí esperando y ¿Dónde está? Yo no quiero hacer esto con el Señor. Yo quiero cumplir las citas que él tiene para mí y yo creo que Dios sigue haciendo citas.

Lo que quiero hablar en el día de hoy es la voluntad digamos geográfica de Dios para mi vida. Que Dios tiene propósitos para ciertos lugares, en ciertos momentos y él quiere tener un encuentro con nosotros en estos sitios. Y toca a nosotros estar donde tenemos que estar.

Un escritor muy sabio no cristiano, pero de los Estados Unidos, Mark Twain, creo que era, que escribió 99% del éxito en la vida es sencillamente llegar al lugar. Dice, 99% of success in life is simply showing up. Just got to show up.

Si no estamos ahí perdemos lo que Dios quiere hacer ahí. Yo quiero que vayamos juntos a Génesis 28 y vamos a mirar el texto que los niños están estudiando arriba en escuela dominical. La historia de Jacob, no vamos a entrar en todo detalle con la historia, solo vamos a mirar un aspecto de la cosa. Cuántos sabemos del sueño de Jacob. Jacob que se metió en problemas con su hermano, Isaú, y se fue, se tuvo que ir corriendo. Un joven loco, un joven malcriado, Dios tenía que disciplinarlo, enseñarlo, pero a pesar de todo estaba en el mero centro de la voluntad de Dios para su vida, sin saberlo. Pero Dios lo sabía, gracias a Dios.

Y él se para en un lugar en el camino, pone una piedra y lo usa como una almohada. Yo he escuchado decir que la piedra era tan dura como la cabeza que él tenía, cabecidura. Y él estaba ahí durmiendo y ahí en un sueño Dios le aparece y vamos a mirar lo que pasa en versículo 12.

“… y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra y su extremo tocaba en el cielo y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí Jehová estaba en lo alto de ella, él cual dijo, yo soy Jehová y después él da la promesa a Jacob….”

Más adelante, versículo 16, “… y despertó Jacob de su sueño y dijo, ciertamente Jehová está en este lugar y yo no lo sabía. Y tuvo miedo y dijo, cuan terrible es este lugar. No es otra cosa que casa de Dios y puerta al cielo. Y él puso una piedra ahí por señal y el lugar a ser llamado Bethel que quiere decir, casa de Dios…”

Es que ustedes creen que de verdad era casa de Dios? El portal al cielo como si estuviéramos en una película de ciencia ficción, donde hay un portal a la otra dimensión. Para Jacob en este momento sí, porque él estaba donde tenía que estar en este momento y vio Dios está aquí, hay ángeles presentes, hay promesas que Dios me hace. Ahí en ese lugar, pero yo creo que no fue el lugar, fue que él estaba en el camino donde él tenía que estar.

Yo recuerdo cuando yo era un joven buscando universidad y yo tenía que salir de la casa, 18 años, y yo pensando, ay, Señor voy a salir de la casa. Feliz pero también con un poquito de nervios. Y después yo fui a la universidad, en Amherst, donde yo asistí y yo en la capilla dije, Señor, puedo estar en casa en ti aquí en este lugar? Y Dios me dijo, Gregory, dondequiera que tu vayas, yo estoy en casa. Tu solo obedece a mí y ahí estaré en casa, yo estaré ahí. Me encuentro contigo, si tu vas donde tu crees que tiene que estar en el Señor, ahí me verás. Obedece, estar en el lugar indicado donde tu sientes que Dios te está dirigiendo, y allí me verás.

Saben que yo creo, y no quiero entrarme en cosas como medias raras, pero tu sabes como hay corrientes en el mar, hay ciertas corrientes que te llevan. Cuántos han visto, en la mañana hablábamos de esto. Vamos a tratarlo otra vez. ¿Cuántos han visto la película Nemo? Este pececito perdido, el papá va finding Nemo. No, ok, el Señor te perdone. Así que en esta película, se acuerdan que tenían que llegar a Australia pero no podían nadar ellos solos, así por eso fueron dirigidos a una corriente de aguas y después de meterse en la corriente, pua… los llevan a Australia con todas sus tortugas, bien cool… y ahí están, se meten en la corriente y los lleva en la dirección donde tienen que estar. Y después la salida apropiada, los pone ahí cerca de Australia.

En el espíritu nosotros creemos que no hacemos las cosas en nuestras propias fuerzas. Hay corrientes en el espíritu y nos toca a nosotros seguir conectados con la vid que es Jesucristo que nos guía a enchufarnos con lo que él está haciendo y nos lleva en la dirección que tenemos que ir. Depende de nosotros ubicarnos en la corriente del espíritu y él hace lo demás. Así que no somos totalmente pasivos pero es él que lo hace.

Y leyendo el libro de los Hechos vemos una y otra vez y así como pasó con Jacob, cuando estamos en el fluir hay una brisa que nos lleva, como el barco que tiene, the sail boat, que tiene la brisa que lo lleva en la dirección donde tiene que ir.

Quiero que vayan conmigo al libro de Hechos y yo quiero estudiar un poquito este llamado de andar en el espíritu, de estar donde, en el sentido de estar donde tenemos que estar cuando tenemos que estar. Hechos, Capítulo 1. Mirando en el libro de Hechos uno mira una y otra vez Dios hace citas con su pueblo, citas con su pueblo, indica lo que tiene que hacer.

Hechos 1:4 “.. y estando juntos les mandó que no se fueran de Jerusalén sino que esperasen la promesa del Padre la cual les dijo, oísteis de mí porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días….”

¿Ellos tenían que hacer qué? Tenían que ir a un lugar y esperar. ¿Cómo tu visualizas este salón donde estaban esperando los Apóstoles? ¿Cómo lo visualizas? Saben, yo escuché un sermón que me llegó mucho una vez. Muchas veces espiritualizamos mucho las cosas en la Biblia. ¿Cómo tu visualizas? Estos Apóstoles después de haber negado al Señor bajo peligro de muerte, ahí esperando, por semanas. Yo visualizo unos niños molestando, unos Apóstoles desanimados, un cuarto ahí, pero estaban orando como tenían que hacer. Pero ahí, en el día, en el momento indicado, el espíritu los encontró y los bautizó con el Espíritu Santo, con este viento y fuego y Pedro se puso a predicar y tres mil conocieron a Cristo.

Estaban en el lugar correcto, en el momento preciso haciendo lo que tenían que estar haciendo y Dios hizo lo demás. 99% of success in life is simply showing up to the right place at the right time. Y el Señor tiene los pasos.

Yo sé que estamos saltando un poco, así que me perdonan por eso. Pero vamos juntos al libro de Efesios, otro libro, otro versículo que me gusta mucho en eso. Efesios 2:10, dicen en versículo 8 y 9 que somos salvos por la gracia mediante la fe, no por obras para que nadie se gloríe y en versículo 10 dice “.. porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas….”

Miren eso. Saben que muchas veces hay debate entre predestinación y la libertad humana. La pregunta es, nosotros tenemos decisiones que hacer o ¿es que Dios hace todo? Nosotros, yo creo, que sí, Dios está en control de todo y sí, tomamos decisiones. Así que por eso, no hice muy bien en el seminario, porque yo combino las dos cosas. Pero yo creo que Dios preparó obras para mí hacer un camino pero me toca a mí descubrir estas obras. Me toca a mí estar donde tengo que estar cuando tengo que estar ahí y descubrir la obra que Dios tiene preparada para mí.

Así cada día vuelve a ser como un buscar de tesoros. You ever heard, do the Easter egg hunt when you were a kid. Tu sabes, que los huevitos están escondidos pero tienes que encontrarlos. Y así es la vida.

Dios tiene buenas obras para mí, y me esperan cada día pero me toca a mí cuáles son y andar en ellas. Y la vida, y el día no tienen que ser una carga de, ay, otro día, lo cotidiano. No, cada día es una aventura. Dios tu tienes algo para mí hoy. En cada momento Dios estoy buscando tu propósito. Y si estoy donde tengo que estar, cuando tengo que estar ahí, ahí veré a Jesús en algo, en alguna manera.

Vamos a volver al libro de los Hechos y vamos a ver esto en acción. Hechos 8, muchos soltar en la Biblia, a ver si pueden encontrar libros, Hechos es después de Juan, Hechos 8, ahí la historia de Felipe, un diácono, Felipe, un diácono.

Este hombre había aprendido el secreto de cómo fluir con lo que el Espíritu Santo quiere hacer en la vida. Y sabemos como hemos dicho, que no es para los pasivos. Dios no te va a obligar a hacer lo que tiene que hacer, tu tienes que estar en movimiento y él te dirige. Vamos a ver a Felipe y el etíope, versículo 26, Hechos 8:26.

Dice que un ángel del Señor habló a Felipe diciendo, levántate y ve hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza el cual es desierto. Así que Dios le dirige a ir un, a bridge to nowhere, una calle a la nada, una calle en el desierto. Pero Señor, por qué no me envías a un lugar importante, una dirección específica? No, vayas a esa calley, y tu ahí me verás. Hay buenas obras esperándote. Ok, voy. Cuantos sabemos que nosotros no somos capitanes de nuestra propia vida? Tu no tienes el derecho de decidir dónde vas a ir y cuándo vas a ir. Si eres cristiano Jesús es tu capitán y si él dice, jump, you say, how high. Si él dice, ve para allá, tu dices, ok, vamos. No es que tenemos opciones aquí, así que Felipe era un hombre sometido al espíritu y fue. Y también yo creo que a él le gustaba la aventura, porque él ya había gustado del poder de Dios y él sabía que buenas cosas suceden cuando uno está moviéndose.

Así que versículo 27, “… entonces él se levantó y fue y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros y había venido a Jerusalén para adorar, y volvía sentado en su carro leyendo el profeta Isaías y el espíritu dijo a Felipe, acércate y júntate a ese carro….”

Así que Felipe ahí vagando en el desierto, en obediencia, y él mira el carro ahí, y Dios dice, mira, ve acércate a ese carro. Sabe que, ¿Cómo es el que el espíritu le habló? Yo no sé, tal vez fue una voz que él escuchó, pero yo creo que por lo general Dios nos habla en maneras mucho más sutiles, mucho más sutiles. Hay una inquietud, no sé si tu has experimentado eso. Te sientes preocupado por alguien y no sabes por qué. Bueno, tal vez es que tu te preocupas mucho y no hay razón, pero tal vez hay algo. Así que trata eso, la próxima vez que te encuentres con una inquietud, bueno, llama a la persona y ¿cómo está? ¿Todo bien? No le dices, mira, el Señor me tiene preocupado por usted, hermano, en qué pecado estás andando. No, hagas eso. Just, muy natural. Hey, mira, cómo estás? Sentí llamarte, todo bien? Tal vez te va a decir, todo bien. No hay ningún problema, gracias a Dios. Solo fue un pensamiento mío, no fue de Dios necesariamente. Pero tal vez tu vas a llamar a la persona y te van a decir, pero cómo tu sabías llamarme? Con lo que yo estoy viviendo hoy, yo pedí al Señor que alguien me llamara, y mira, aquí estás. Y tu, porque tu seguiste el impulso que el espíritu te dio.

O a veces es un gozo. Yo he visto eso. Cuando las personas encuentran su nicho, cuando están donde tienen que estar, haciendo lo que tienen que estar, normalmente se ponen como luna de miel con Dios. Y yo he visto eso. Hace poco una hermana que comenzó a trabajar aquí en la iglesia en cierta capacidad, pero andando en las nubes, toda feliz y ella dice, y qué me pasa? Esto se me va a acabar pronto? No, no, esto no tiene fecha de vencimiento. Es que tu estás en tu nicho, estás donde tienes que estar, haciendo lo que tienes que estar. Hay un gozo, porque estás haciendo tu ministerio, estás donde Dios te quiere.

Así que a veces es donde hay un gozo sobrenatural y tu puedes sentir, ah, estoy donde tengo que estar y ahí veo a Jesús en una manera diferente. Esto es estar siguiendo lo que Dios te habla.

Y mira lo que pasa con Felipe en este caso. Él está cerca del carro y acudiendo Felipe, versículo 30 “…. Le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo, pero entiendes lo que lees? Y él dijo, ¿pero cómo podré? Si alguno no me enseñare. Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él a explicarle el Evangelio…”

Este hombre de África conoció a Cristo, oró para recibir a Cristo, se bautizó ahí mismo, encontraron un agüita, se bautizó y volvió a África, un hombre en el gobierno. Ahora, ¿saben qué? En la iglesia primitiva había tres iglesias principales, una en Antioquia, Siria, la otra iglesia naturalmente en Jerusalén pero había una tercera en África, en Alexandría. Será que tal vez este hombre fue parte del avivamiento en África, que llegó a una iglesia principal a nacer ahí? Yo no sé. No hay documentación pero quién sabe.

Yo creo que Dios no hubiera permitido esto aquí, a menos que sí fuera algo importante, que ese hombre iba a volver y evangelizar en una manera especial. Pero lo que sabemos es que Felipe estaba donde tenía que hacer, haciendo lo que tenía que hacer. Y mira más adelante. I love this one. Él después de predicar él lo bautiza y cuando subieron del agua, versículo 39:

“… el espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no le vio más y siguió gozoso su camino pero Felipe se encontró en Azoto y pasando anunciaba el Evangelio en todas las ciudades hasta que llegó a Cesarea…”

Pero este hombre sí vivía la vida loca, ¿no? Para el Señor. Después lo bautiza, y flaccc lo lleva la corriente, lo lleva, lo arrebató como Moisés, tipo Moisés, como Elías, fue arrebatado en el carro de fuego. Esto sí sería interesante, que lindo ver esto antes de que venga el Señor, arrebatamientos y el Señor moviendo personas.

Pero sea lo que sea, este hombre estaba en la onda. Ahora, no quiero ponerme muy raro, pero él estaba buscando qué es que Dios tiene para mí, dónde tengo que estar, qué tengo que hacer. Y cuando él se enchufa, es como una electricidad. Si uno está bajo una tormenta con una cosa metálica esto invita el rayo. Ahora, claro que no queremos ser quemados por rayos, gracias a Dios, pero solo digo que si nos ubicamos, si nos posicionamos donde tenemos que estar todo el poder del Señor está dispuesto a derramarse sobre nosotros.

Un ejemplo bueno es Gedeón. Sabemos la historia de Gedeón, ¿te acuerdas? Él con su grupito de hombres que toman agua en una manera rara, que tenían que venir en contra de un ejército grande, grande, y Dios dice, otra vez Gedeón estaba en el fluir del Espíritu Santo, Gedeón con mucho temor, ay, pero qué va a pasar. Todos nos vamos a morir mañana. Y Dios dice en la noche antes de la batalla, quiero que tu bajes al campamento y que pases un tiempecito ahí. Ok, bueno. Él baja al campamento y él como tipo disfrazado escucha dos hombres hablando y uno dice, mira, pero tuve el sueño más raro, yo tuve un sueño que había un pan que del cielo, un pan gigantesco, like a big giant piece of bread, you know, dando vueltas que tumbó todo el campamento de los enemigos. Tiene que ser Gedeón conquistando. A través de esta tontería de un sueño Gedeón se puso a adorarle a Dios porque él sabía que Dios le estaba dando ánimo.

Cuando tu estás donde tienes que estar, cuando tienes que estar vas a escuchar cosas que Dios quiere que tu escuches. Yo, fíjate, mañana mismo, yo en el grupo Lázaro, yo no iba a dar el estudio pero bueno, el líder estaba enfermo… di el estudio y yo sabía, Dios tiene algo que decirme, y yo estaba no solamente para dar el estudio sino yo estaba escuchando a los hermanos. Hay algo para mí hoy, yo sé. Esto no es casualidad. Dios me va a enseñar. Y ¿saben qué? Me enseñó. Me habló a través de esos hombres en varias maneras, pero yo siempre siento cuando estoy en una situación que no es por casualidad, es que Dios me está dirigiendo y si yo sigo en los caminos que yo siento que Dios tiene, ahí yo veré a Jesús en una manera especial.

Hay ejemplos en toda la Biblia de eso, muchos ejemplos. Elías, durante la sequía, ¿Qué le dice Dios? Quiero que bajes a tal lugar, cerca de un arroyo, baja a tomar agüita. Hay cuervos que te van a dar comida y después se acaba el agua. Ok, bueno, vaya a tal lugar, va a encontrar una señora, te va a dar comidita. Él como guiado por lo que Dios le decía.

Pero ¿saben qué? Es fácil cuando hablo de eso, de ponernos muy místicos y estar siempre, y Dios qué debo hacer después de la iglesia, a las 3 de la tarde, porque no quiero perder lo que tu tienes para mí. Miren, esto no es para que nos pongamos neuróticos. Amen. Dios es más grande que eso. Y hay muchas cosas que tu no tienes que orar, estamos hablando en la mañana, si tu tienes un trabajo normal, con horas de oficina no tienes que estar orando, Dios dónde tu quieres que yo esté el lunes a las 9 de la mañana. Solo voy si tu me dices estar ahí. Estar en tu puesto, estar donde tienes que estar.

Pero ¿saben qué? Es importante hablar de eso. La unción nos espera en el puesto que Dios nos ha designado. La unción sobre Pedro, cuando él subió a predicar, la unción fluyó porque él estaba donde tenía que estar haciendo lo que tenía que hacer. Después de Jesús le había dicho a todos los discípulos, saben que te van a castigar por ser cristianos y te van a llevar presos pero no te preocupes, si tu estás donde tienes que estar, yo te voy a dar las palabras indicadas en ese momento, no te voy a dejar solo, si tu estás donde tienes que estar, en tu puesto, cumpliendo lo que Dios te ha dado.

Me encanta, Isaías 43, qué dice, “… cuando pases por las aguas estaré contigo, creo que es, ahí estaré…”

Daniel, los amiguitos de Daniel, en el horno, ¿se acuerdan de la historia los tres? Y después miran y no son tres, son cuatro. Jesús se metió en el fuego con ellos. Si tu estás donde tienes que estar sabemos que no estamos solos, sabemos que hay uno que nos respalda si estoy en mi puesto, y no siempre voy a querer estar en mi puesto, yo creo que estos hombres no hubieran escogido pasar un día en un horno de fuego. Pero tuvieron que hacerlo para cumplir lo que Dios quería para ellos.

Yo pienso esto mucho en el ministerio. Yo espero que tu tienes gozo en el ministerio que haces, que lo haces de corazón, pero cuántos sabemos que hay días que no te da la ganas de llegar a tu clase de niños que tu enseñas cada tres meses. Cuántos saben que hay días para los músicos cuando no van a sentir la unción cuando se despiertan en la mañana. Hay días que no te va a dar la gana de cumplir tu ministerio o tal vez un ujier que tal vez viene arrastrándose, pero dice, estaré en mi puesto porque Dios me ha llamado. Aunque sea por obligación de vez en cuando, no es que servimos por obligación, pero cumplimos cumpliendo el deber que Dios nos ha dado.

Saben que cuando somos así, como el hombre que dijo, soy siervo inútil, solo he cumplido mi deber. ¿Saben lo que dice la parábola? Jesús dice, tan siervo, el dueño de la casa viene y le sirve a él. Cuando tu lo haces, cuando llegas a tu clase o tu puesto, o tal vez aún más, visitando a personas necesitadas en el hospital o en la cárcel, si tu estás donde tienes que estar, ahí verás a Jesús. Verás a Jesús. Hay una unción que te espera ahí.

¿Cuántos han tenido esta experiencia? Una vez que estás con estos niños te acuerdas, o ahora recuerdo, yo amo a estos niños. Yo amo estar en la presencia de Dios, ya la unción comienza y viene el gozo. Pero viene o no, vas a estar donde tienes que estar cuando tienes que estar ahí.

Pero quiero hablar un poquito de eso porque, así que sabemos que ciertas cosas tenemos que seguir el espíritu. Pero en otras cosas ya sabemos la voluntad de Dios, no tenemos que orar. Por ejemplo, Jesús dijo, y yo me puse a pensar en eso, cuando él habla de las cabras y las ovejas, las personas que visitaban a la gente necesitada en la cárcel o en el hospital, gente como pasando por sufrimiento, Jesús dice, cuando tu lo hiciste al más pequeño de estos, lo hiciste para mí. Ni lo sabías, pero estabas en mi presencia y me diste a mí y así es. Cuando tocamos, cuando llegamos a estos lugares…

Saben que yo comenzando mi ministerio aquí fue muy difícil a veces entrar en situaciones con mucho dolor porque uno siente eso, el dolor de las familias, tal vez en un hospital, o un funeral y yo sentí al Señor decirme, no te preocupes, yo te espero ahí al lado de esta tumba. Que raro. Pero para mí me ayudó mucho saber eso. Él dijo, yo estoy ahí llorando con ellos y cuando tu entras, hay una unción que te espera.

Cuando visitamos a hospitales tomar un momento en la capilla antes de subir, y recordar, Dios tu ya estás obrando en esta situación, yo voy ahí para encontrarme con lo que tu estás haciendo, contigo, ahí te veré. Yo no quiero ir en mis propias fuerzas, quiero ir contigo, Señor, y yo sé que tu me vas a respaldar aunque sea en el fuego.

Si uno está donde tiene que estar, ahí me verás, dice el Señor. Pero cuántos sabemos que a veces somos tentados a ir o to either be behind what God wants to do, y ser tarde para estar al paso con Dios, o I’ll say this in English and then I’ll try to say it in Spanish. Sometimes we get ahead of God. A veces nos adelantamos al timing, al momento de Dios.

Un buen ejemplo de eso, los israelitas, ¿se acuerdan de la historia? Habían salido de Egipto y los espías vuelven de espiar la tierra y Jacob y Josué dicen, vamos, Dios nos va a dar la tierra, y los otros espías, ¿Qué dicen? ¿Alguien se acuerda? Dicen, no, son grandes, son gigantes, somos como langostitas. Nos van a comer vivos. No vamos, Moisés quiere matarnos. Y todos deciden, no vamos a atacar. En lugar de eso vamos a pensar cómo volver a Egipto. Y Dios después castiga fuertemente a los espías y pronuncia el castigo contra el pueblo de Israel. Y después dicen, ok, ahora sabemos que hemos pecado. Ahora vamos a atacar a ellos, así que vamos, ahora vamos. Y Moisés dice, no, no, no, ya es tarde, ya mejor que te sometas al castigo y no vayas. Dicen, no, no, no, vamos, vamos, vamos. Y fueron, ¿Qué les pasó? Fueron derribados y Moisés, he said, I told you so, I think that’s in the Bible. I think he said, didn’t I tell you? I think he said, I told you so. It’s like, first you were behind and then you’re ahead of God.

Somos así a veces. Hacemos la cosa a nuestra manera. A veces en el ministerio especialmente tenemos inquietud, tal vez Dios te ha dado un llamado, tal vez a cantar, tal vez a predicar, y tu quieres agarrar de este ministerio ya y el Señor dice, no es el momento. Por este momento uyo te quiero trabajando de ujier, o trabajando en el nuevo edificio, o haciendo algo. Y después será el momento para eso. Y tenemos que ir al paso con lo que Dios tiene para nosotros.

Sometimes, a veces, somos lentos, Dios te dice, mira, ya por años te estoy hablando de los párvulos y qué tu haces. Te estoy esperando ahí, si tu lo haces me vas a ver, habrá bendición. Pero somos tardes con las cosas. Dios nos pide estar al paso de él y cuando lo hacemos, lo vemos en maneras diferentes.

Sabes que también es posible y no quiero demorarme mucho en eso, pero igual como es posible estar en el lugar correcto en el momento correcto, cuántos sabemos que es posible estar en el lugar incorrecto en el momento indebido. How many people have lived it? Sometimes it’s possible to be in the wrong place at the wrong time. Tu no quieres estar ahí.

Saben que yo estaba, I was definitely in the wrong place at the wrong time. Hace dos semanas atrás manejando mi carro, eso fue, yo saliendo de una left turn, y yo mirando yo no vi a ningún carro, así que comencé a salir, y después vi que había un bajoncito en la calle y yo no había visto un carro que estaba subiendo rápido y me tuve que parar, así que dónde está mi carro en ese momento? Donde no tenía que estar. It was in the middle of the road, I had nosed out… no estaba, no sé si estoy explicándolo. ¿Puede visualizar? I had nosed out y yo estaba donde no tenía que estar. El carro estar, pero, que pude hacer así… I was about to back up pero había alguien detrás de mí, y saben qué me pasó? Bang. Me dio, gracias a Dios que estaba solo, yo sentí reargüirme. Manejar con más cuidado, pero estaba solo, no hubo daño, el tipo parece que no quería problemas conmigo. Dijo, mira, olvidemos que esto ha pasado y un amigo bueno de la iglesia me lo arregló. Y todo salió bien. Gracias a Dios, pero yo aprendí algo.

Aprendí, first, manejar con cuidado, eso es lo primero, pero lo segundo era, estar donde uno tiene que estar. No importa cuán bueno tu eres, si tu pones tu carro en el lugar incorrecto, se te va a pegar. Tu puedes ser la mejor personas, pero la cosa es estar encarrilado. Me encanta las historias de la Biblia para como reargüirnos, de personas que estaban en el lugar incorrecto.

¿Cuántos sabemos la historia de David? ¿Qué pasó con David? El rey David, un hombre exitoso en el Señor, pero después en la primavera la época cuando los reyes van a hacer guerras en otros países, eso se supone que sea así en esa época. Se supone que el rey está ¿Dónde? En la guerra, con sus hombres. Pero dónde estaba David? En el palacio. Y si tu lees la historia, es la tarde, son las 3, 4, 5 de la tarde y dice que él está levantándose de la cama. It says that. He’s just getting up. Now, o uno de dos cosas, o él durmió hasta las 3 de la tarde porque había trasnochado o él tomó una siesta muy larga y ahí… mira Betsabé, como se dice, the rest is history. Estaba en el lugar incorrecto en el momento indebido.

En Proverbios 7 habla del joven necio que él andaba en la calle donde vivía la mujer inmoral, la ramera. Y él sabe, ella vive ahí, pero solo voy a caminar por aquí, no voy a hacer nada, solo voy a caminar por aquí. ¿A qué hora? Atardecer, ¿Dónde está el esposo? Fuera. He was in the wrong place at the wrong time. Proverbios 7, míralo, está ahí. I’m not making this stuff up. Está en la Biblia. Y ella sale y tentación y él cae, pero ya el pecado había comenzado ya, porque él estaba in the wrong place at the wrong time. La respuesta para eso, en lugar de estar andando paranoico, oh, Señor quiero… estar en las cosas buenas, estar donde tienes que estar cuando tienes que estar ahí, haciendo lo que toca hacer y saber ahí veré a Jesús. Él va a estar conmigo.

Cuando viene Jesús, saben que yo quiero que él te encuentre en tu lugar, en tu puesto, haciendo lo que tienes que hacer. Esto puede ser aquí en la iglesia, pero tal vez es en la casa. No queremos ser súper espirituales aquí. Una conversación que tu tuve con un amigo que sé que nunca va a olvidar. Yo preparándome para ser padre, …. Estaba embarazada y yo buscando libros para aprender cómo voy a hacer esto. It looks really hard. Cómo voy a ser papá. Así que busco libros, estoy escuchando programas, Dobson, esto lo otro, pero yo sentí del Señor solamente leer un libro, es un libro excelente, no es cristiano, pero es un buen libro que se llama “Primeras cosas primero”, “First things first”, es como organizar tu tiempo para que puedas hacer tiempo para las cosas importantes en tu vida. Y yo sentí del Señor, mira, solamente lea ese libro y yo hablando con mi amigo, que es otro gringo confundido de la iglesia, esposo de Sonia, él me dice, y yo digo, pero por qué, y él dice, oh Gregory, no importa, puedes leer todos los libros del mundo, pero si no estás ahí, que ganamos. Si no estás ahí, no importa toda tu preparación, todo tu amor, no está allí. Estás lejos, estás ausente.

El primer paso es sencillamente estar, estar ahí, en su vida. Y si no organizas tu tiempo, según la voluntad de Dios, no va a estar ahí. Así que por eso Dios quería que yo leyera ese libro primero y después lo demás.

Ahora, no me malentiendas, una vez allí, hay algunos que hacemos más daño que bien, así, mejor te quedes… así que después tenemos que pensar cómo estar presente de verdad.

Sabe que yo escuché algo lindo que cuando llegas a la casa si ya la familia está en la casa, si es una situación así en tu vida, antes de entrar orar un momento: Señor, ayúdame a estar presente en la casa, ayúdame a verte a ti, a lo que tu estás haciendo en la casa, y después entrar. Y ya buscando qué es que Dios tiene para nosotros en la noche. Tal vez cuando llegas al trabajo, antes de salir del carro o de entrar al edificio te tomas un momento, Señor, ayúdame a estar atento a ti en mi trabajo en el día de hoy. Dame gracia con ese jefe, dame gracia con ese compañero. Ayúdame a estar presente en la onda de tu Espíritu Santo.

Y Jesús dice, ahí me verás, me verás. Si estamos caminando en el espíritu Dios está a nuestro lado, hermanos. Y ahora estamos al punto de entrar en un momento muy sagrado y yo uso esta palabra a propósito, es la santa cena. Uno puede hacer las cosas por rutina, porque se hace o uno puede recordar, Jesús dejó estas señales para que él tenga un encuentro con nosotros en este momento. Y yo quiero estar no solamente aquí físicamente, en el espíritu yo quiero estar delante de Dios en este momento. Yo quiero confesar todos los pecados de la semana, los voy a confesar, Señor, perdóname, todas las cargas las hecho de lado, si uno no es cristiano, uno decide, yo recibo a Cristo en el día de hoy, te recibo como mi Señor y salvador y recibo esta santa cena porque quiero ver a Cristo en este momento. Es un momento sagrado pero ¿saben qué? Todos los momentos de la vida son sagrados aunque hay algo especial en las señales que Dios nos dejó. Pero podemos estar en cada minuto de la vida, en cada actividad sabiendo, Dios yo quiero estar en el mero centro de lo que tu tienes para mí, aunque sea triste, aunque sea una prueba, aunque sea el fuego, tu me prometes no dejarme solo. Abre mis ojos para que yo pueda verte.

Este cántico, yo solo quiero estar donde tu estás, pensar en el gozo de estar con una persona que tu amas. Si esta persona está ahí, todo es mejor. Dios quiere que vivamos pensando, yo quiero estar donde tu estás, Señor, no importa dónde, no importa qué, yo iré donde tu me mandas porque tu mandas y no yo en mi vida y yo quiero estar en la cita indicada que tu has puesto para mí. Amen.

Así que la cita que nos toca a todos en el día de hoy es la santa cena, así que voy a invitar a los músicos a hacerlo, pero antes también quiero hacerte la pregunta, ¿Dónde estás tu? ¿Dónde estás en tu vida? ¿Estás donde Dios te quiere? ¿Estás haciendo lo que Dios quiere que tu hagas? Si no ora, busca, y si tu estás buscando sinceramente, él no te va dejar plantado, él te va a enseñar y la clave es estar donde está él, no donde a ti te parezca bien, sino lo que Dios te enseñe que es su voluntad para su vida. Amen.

Es tiempo de usar nuestras armas

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Saludo en grande manera a los hermanos que nos escuchan por diferentes partes en el Internet, al hermano Guerino, en Roma, Italia, que esta mañana me llamó, a nuestro hermano Hugo, a Michelo en Buenos Aires, Argentina, y también a Carmen Ianichello en Grotaminarda, Merino, Italia, que llamó y dijo hermano, quiero una oración especial.

¿Cuántos saben que Dios escucha la oración, hermanos? En esta tarde voy a invitarles que todos abran su corazón porque creo que este mensaje es un mensaje que Dios ha estado tratando con mi vida algunos días. Hemos estado en la clase de discipulado, y también la cédula de hombres de Dios en crecimiento, sintiendo esta necesidad de poder, hermanos, prepararnos.

¿Cuántos saben que la iglesia está en avivamiento? No todos, no están todos convencidos. Maybe I should say it in English, how many know that the church is in revival? Cuanti sano que estamo en resvello? Ningún italiano.

Sí, hermanos, créalo o no la iglesia está en avivamiento. Dije créalo o no la iglesia está en avivamiento. Cristo todavía es el mismo, ayer, hoy ty por los siglos. Él todavía sana, él todavía salva, él todavía está en el trono, hermanos. Y hay poder en su nombre, si lo cree déle un aplauso fuerte al Rey de reyes y Señor de Señores. Ahora sí, se siente que alguien está convencido que Cristo está aquí, y cuando él está presente suceden cosas maravillosas.

Ahora ya sí ya me siento, me estaba sorprendiendo, hermanos. I was starting to feel brother pastor Omar, he maybe I needed to preach in English.

Pero voy a tratar, hermanos, oren por mí se me olvida el español, se me olvida el italiano, hasta el inglés. So, voy a tratar hermanos, de predicar en español.

Segunda de Corintios, Capítulo 10, versículo 3 y hermanos, para los que estuvieron en la mañana me van a perdonar porque voy a predicar el mismo mensaje con los mismos versículo pero les garantizo que vaya a salir igual, porque cada vez que predico yo, a veces Dios me dirige y saludo a nuestra pastora, la hermana Mercedes, también que está aquí esta mañana, pensé que andaba en Nicaragua comiendo queso fresco allá con el pastor Roberto, pero está aquí y Dios bendiga a toda la familia.

¿Todos ya tienen Segunda de Corintios, 10:3 al 7? Unas Escrituras muy conocidas de nuestro gran Apóstol san Pablo. Cuando lo tengan digan amen, hermanos. Dice:

“…. Aunque andamos en la carne no militamos según la carne porque las armas… - todos digan las armas – de nuestra milicia no son carnales, sino ¿Qué dice? Otra vez hermanos, como que desayunamos, ¿Qué son? … ¿para qué? ….En Dios para destrucción de fortalezas…”

Otra vez, “… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino ¿qué?.... amen. Dice, “… derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento… - todos digan el conocimiento de Dios - … y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos a castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia sea perfecta, irán las cosas según la apariencia si alguno está persuadido en sí mismo, que es de Cristo eso también piense por sí mismo, que como él es de Cristo así también nosotros somos ¿de quién?.... amen.”

Para la honra y gloria del Señor quisiera predicarles un mensaje intitulado, “Es tiempo de usar nuestras armas”. In English “It is time to use our weapons”.

Creo hermanos que la iglesia ha llegado a una dimensión y lo estamos viendo, hay avivamiento en todo el mundo, y para que el avivamiento tenga efectividad, podamos tener éxito, necesitamos siempre recordar que la iglesia es una iglesia militante, dije que militante, porque estamos aquí en la tierra militando. Un día estaremos en el cielo pero por hoy el Señor nos tiene aquí en la tierra caminando, marchando como un ejército en orden, militando, conquistando terreno, quitándolo, destruyendo esta fortaleza y ganando territorio para el Reino de Dios. Y en esta batalla, en esta guerra espiritual hay necesidad de que la iglesia tome una posición y conozca sus armas, tenemos muchas armas lamentablemente algunos no saben todavía usar las armas que Dios nos ha dado y a veces Dios nos ha dado diferentes armas para diferentes batallas, porque el propósito de Dios es que seamos una iglesia victoriosa.

Si usted lo cree, déle un aplauso a Cristo. Dios no te ha llamado para derrota, Dios no te ha llamado para que estés en conflicto. Dios no te ha llamado para que pierdas la batalla. Él te ha llamado para que seas más que vencedor, por su amor y su misericordia. Si tu lo crees, dale gloria al que te salvó.

Entonces, es tiempo de usar nuestras armas. Creo que estamos viendo que estamos en una dimensión de que hay luchas, hay pruebas, hay cosas que están viniendo contra nosotros que a veces no entendemos por qué, y esta mente humana a veces quisiera, hermanos, reaccionar humanamente, pero podemos entender que nuestra batalla no es una batalla carnal.

La Biblia dice que no luchamos contra carne y sangre, sino contra principados y potestades que vagan por los aires. Lamentablemente hay una crisis de entidad, hermanos, una crisis de entidad donde el creyente a veces pierde la fuerza, pierde su posición como hijo de Dios y una de las grandes astucias del enemigo de nuestras almas, hacerte sentir que estás solo, que Dios ya no está contigo, que no puedes, y a veces hermanos, allí llega la derrota, la confusión, lo no claro.

¿Cuántos se han sentido así que a veces están confundidos? Levanten la mano los que son sinceros. No hay nadie confundido en esta mañana ¿verdad? Eso es el orgullo latino que todo bien, how are you? Fine, pero dentro del corazón estamos llorando. Pero gracias a Dios que Dios ve más allá que la apariencia, él ve el corazón. ¿Cuántos dicen gloria a Dios por ello?

Entonces, esa crisis de entidad, hermanos, a veces es porque no conocemos lo que tenemos o se nos ha olvidado lo que Dios nos ha dado y tenemos un almacén, una bodega, un arsenal grandísimo de armas que a veces no las usamos como debemos y cada ejército tiene armas de aire, armas de tierra, armas en el agua. Hay diferentes, ahora hay láser, misiles, nucleares, hay bombas, hay dinamita, ahora ya no se trata nomás de una batalla digamos, hay muchas armas justificadas o profundas, internas que algunas ni las conocemos.

Ahora hay aviones que vuelan solos, no necesitan piloto humano, hay aviones que los controlan de otra manera, con sensores. Pero gracias a Dios que también el cristiano tiene sus armas espirituales. Alguien diga gloria a Dios por estas armas. Y voy a mencionar algunas aunque necesitaríamos varios sermones para cada uno de estas armas.

Qué diríamos de la primera arma que es la palabra de Dios. ¿Cuántos aman la palabra de Dios? Esta palabra que es una espada de dos filos, esta palabra que es el martillo que quebranta la piedra, esta palabra que es el pan de vida, esta palabra que es agua de vida, esta palabra que es fuego consumidor, esta palabra tiene poder. Cuantos lo creen denle gloria por su palabra. Y pudiera hermanos predicar varias series en esto, porque la palabra es algo poderoso y hay que aprender a usar la palabra.

La segunda arma es la fe. Qué dijéramos de fe, esta es una bomba atómica que mueve montaña. A ver, pícale a tu hermano y pregúntale si movió una montaña en esta mañana. Ojalá que no haya sido la esposa, ¿verdad que hay poder en la fe. ¿Cuantos saben que hay poder en la fe, hermanos? Dije que hay poder en la fe. La fe mueve montañas. Lamentablemente la fe a veces no la sabemos usar. De nada sirve tener fe si no la usas, hermano. Y no necesitas mucha fe, la Biblia dice que un granito de mostaza, algunos quieren un balde, un troque de fe, un camión, una guagua, pero gracias a Dios que el Señor dice, no necesitas mucho, solo un poquito pero usarlo, creerlo, y él se manifiesta, él honra la fe de sus hijos.

Me ha llamado mucho la atención en estos días el padre Rafé. ¿Cuántos saben quién es el padre Rafé? A ver si saben discipular. ¿Cómo se llama? All right, va a estar contento que el pastor que todos contestaron Abraham. Porque es verdad, pero hay que ver la vida de Abraham para ver por qué fue el padre de la fe. Después que Dios lo llamó fuera de Ur, de caldeos, salió fuera de su parentela. A veces es el problema, dice, yo a mi esposa, a veces Dios los tiene que sacar de la familia, hermanos, y llevarnos por allá porque a veces le pasó a Abraham. Lo llevó el Señor, él vio muchas cosas, vio la destrucción de Sodoma y Gomorra, dejó a Lot y vio muchas cosas. Y después en su vejez Dios le dio una promesa, que le iba a dar un hijo. Y su esposa estaba anciana y se rió, hasta por cierto Isaac significa, risa porque Sara no creyó. Estoy muy vieja, no puedo, pero lo que Dios da y promete, él lo cumple. Si lo cree diga amen.

Pero después que le dio el hijo, le pidió que sacrificara a su hijo. Que interesante esto. Dice que Dios le dijo, quiero que sacrifiques a tu hijo y yo te llevaré a un monte, no le dio el nombre del monte, yo te mostraré dónde va a ser. Camina tres días, veo el número 3 para los tiolocos o teólogos, el número 3 otra vez. Tres días de camino, imagínese usted, Abraham sabía que iba a sacrificar a su hijo. Él iba caminando sabiendo que Dios le había pedido algo profundo. Yo creo que si Dios nos pide esto a nosotros, yo ya hubiera entregado la toalla. Digo, no Señor, no voy. Me quedo, estoy enfermo y mil excusas. Pero imagínese usted caminado con Isaac, caminando, no como nosotros, yo creo que yo iba a ir llorando, Señor, por qué, por qué a mí, por qué me escogiste. Tu me lo diste y a veces razonamos con Dios como que si Dios, pero yo sé que Abraham iba seguro, porque dice que sus siervos iban con él pero llegado al lugar que el Dios le mostró, y ¿qué les dijo?, esperen aquí que yo y mi hijo vamos a subir y vamos a regresar.

Que fe tremenda y luego Isaac le dice, papá, dónde está el sacrificio. Aquí viene la fe, hermanos, es un arma poderosa. ¿Qué le dijo Abraham? Jehová proveerá. Jehová proveerá, pero lo dijo antes de subir la montaña porque él sabía que Dios aunque si él sacrificaba a su hijo, aunque si su hijo se quemaba allí en el altar y había cenizas de aquellas cenizas Dios lo podía resucitar y poner de nuevo en sus manos. Eso es fe, eso es un arma poderosa.

Es fácil gritar victoria después que pasamos la batalla. Es como dijo una persona, estamos tremendos, ya habíamos vencido, yo sabía que íbamos a vencer. Pero qué tal, por qué no decían nada antes? Es fácil, hermanos, a veces hablar pero es difícil creer. Pero eso es un arma poderosa, y en otro día hablaremos de eso.

Que diríamos de la oración. ¿Cuántos saben que Dios escucha la oración? ¿Cuántos oraron en esta mañana? A la luz de la mañana. Dijo un hermano que pastoreaba una iglesia, hermano, yo oro todas las noches, me quedo bien dormido y oro con los ángeles. Ojalá que aquí no oren de esa manera.

La oración es un arma poderosa. Mucha oración, mucho poder. ¿Cuántos saben que la oración tiene poder, hermanos? Y la oración junta con la palabra y con la fe, más poderosa. Y el otro día hablaremos de la oración.

Ahora, ahí les va algo que no nos gusta o esta carne no le gusta, el ayuno. Todos digan ayuno. Fasting. ¿A cuantos les gusta ayunar, hermanos? No se nota. Estamos bien llenitos. Pero a veces esta carne necesita el ayuno. ¿Cuántos saben que es importante el ayuno, hermanos? En una ocasión los discípulos quisieron echar fuera a unos demonios y el Señor les dijo, este género solo con ¿Qué? Hay algunas situaciones que vamos a necesitar ayuno y oración. Y otro día vamos a hablar de eso.

Adoración y alabanza. ¿Cuántos se gozaron con los jóvenes cantando, hermanos? Ya se me estaba olvidando hermanos, menos mal que tenía 50, ya me lo comenzaba a danzar y a brincar porque es poderosa la adoración, amemos. ¿Cuántos se gozaron con la alabanza, pudieron sentir la presencia de Dios? La alabanza trae poder, trae alegría. Dice que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Y es más poderosa la alabanza cuando usted está en medio de una lucha y de una prueba y usted puede cantar, puede glorificar a Dios sabiendo que Dios va a contestar su petición. Alguien déle gloria a Dios. Es un martirio poderoso, una bomba atómica cuando usted alaba a Dios y no puede, no hay razón por qué alabar a Dios.

La siguiente número 6, es un arma poderosa, el nombre del Jesús. Alguien diga Jesús. Saben lo que están diciendo? El nombre del Jesús significa Dios salva. En una ocasión, ustedes saben yo fui misionero en Italia, esta mañana daba el testimonio, cada persona que me visitaba en Italia, primera una cosa que quería es que yo lo lleváramos a San Pedro, la basílica, en Roma, íbamos allí y por cierto, hermanos, por tantos años que fuimos, ya nos conocían porque llevábamos mucha gente y en una de esas giras que fuimos llegó un hombre y me preguntó, un hombre muy estudioso me preguntaba, él sabía que nosotros éramos misioneros y que predicábamos el Evangelio y me dijo, quiero hacerte una pregunta: ¿por qué siempre ustedes oran en el nombre del Jesús? Y hermanos, ustedes saben, ya me comenzó a hablar teológicamente, que las sofrología, en el estudio de la salvación, y que esta rama y ya me dio una buena explicación y luego el Señor me dijo, pregúntale si sabe lo que significa el nombre del Jesús. Y le dije, perdone, ¿qué significa el nombre del Jesús? Se quedó un poco maravillado y le dije, bueno, la Biblia dice que significa Dios salva. Se me quedó y dijo, no, pues nosotros oramos a María y le dije bueno, es que… y les di tarea a los hermanos de la mañana, les voy a dar la misma, busque a ver qué significa el nombre María, y sin ninguna ofensa a las Marías porque Dios bendiga a las Marías. Pero tiene un significado el nombre María y el nombre Jesús tiene un significado también que es Dios salva. Y por eso dice la Biblia por allá en Efesios, y en Filipenses que le ha dado un nombre que es sobre todo nombre y toda lengua confesará que él es el Señor. Y dice también en Hechos que no hay otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvos. El nombre de Jesús tiene poder. Dije que el nombre de Jesús tiene poder para sanar, para liberar, para dar nuevas fuerzas. Ese el nombre que tiene poder, ese nombre puede cambiar tu vida, ese nombre puede darte nuevas fuerzas. Pero cuántos sabemos usar ese nombre.

La última arma que quiero en esta mañana mencionar, digo en esta tarde, estoy norteado todavía, la sangre de Jesús. Número 7 que quiero mencionar y es la que quiero concentrarme por unos minutos. La sangre de Jesús es un arma muchas veces no se habla mucho ya porque ya hemos recibido la salvación pero en estos días el Señor me ha estado mostrando, y si queremos entrar en una dimensión de avivamiento tenemos que regresar a la cruz. Dije que tenemos que regresar a la cruz, al sacrificio de Jesús por nosotros.

En Primera de Pedro 1:18 y 19 dice, “.. pues ya sabéis que fuiste rescatados de vuestra vana manera de vivir la cual recibiste de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, el 19 dice, sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin mancha y sin contaminación…”

El enemigo de nuestras almas, él no quiero que tu entiendas, o tengas el conocimiento de lo que es la sangre de Cristo que fue derramada en la cruz. Y en el estudio de sofrología de das cuenta que hay necesidad de entender esto para que nadie vaya a quitarte la posición que tu tienes como hijo de Dios. Ese es le problema que algunos se alejan de Dios porque no entienden su posición como hijos de Dios.

Y quisiera, hermanos, como digo si ustedes, voy a tratar de ser corto pero preciso al punto, al grano voy a llegar. En el Antiguo Testamento vemos allí en el Capítulo 3 de Génesis, usted puede leer con la segunda tarea, puede leer todo el Capítulo y tiene que hallar el significado de María y en el Capítulo 3 se va a dar cuenta que algo que aconteció cuando Dios creó al primer Adán y Eva, y ellos pecaron aunque le echan la culpa a la mujer, que Eva convenció a Adán pero también Adán comió de aquel fruto y desobedeció, y dice la Biblia que ellos se encontraron desnudos y se alejaron, se escondieron. El pecado hace que el hombre se esconda de Dios, se aleje, se alejaron, quisieron esconderse. Y otra cosa interesante que ellos hicieron, dice con hojas de higo hicieron coberturas, hicieron túnicas, se quisieron cubrir con hojas de árbol. Ese el elemento humano, ellos quisieron con su propia fuerza cubrirse de la vergüenza que ellos sentían. El pecado te hace alejar de Dios.

Pero vemos ahí en el mismo Capítulo que Dios hizo túnicas de piel y allí vemos que esa piel vino de algunos animalitos que tuvieron que derramar sangre y la Biblia nos dice que sin derramamiento de sangre no hay remisión o perdón de pecados. Vemos allí la primera, en Génesis, que hubo derramamiento de sangre y Dios no quería que se cubrieran con hojas de higo sino que él trajo las pieles y les hizo túnicas. Ahí dice que Jehová les hizo esas túnicas y los cubrió con esas túnicas. Y más adelante puede leer esa palabra de separación o esconderse que la palabra muerte que significa separación. La vemos también en Romanos 6:23 donde dice, porque la paga del pecado es separación, separación ¿de quién? De Dios, más ¿Qué dice? Pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. ¿Cuántos saben que hay vida eterna en Cristo Jesús? Déle un aplauso fuerte si usted ha recibido esa vida eterna. A su nombre gloria y honra por esa preciosa salvación.

Ahora, esa palabra muerte, pecado nos separa, nos morimos si nosotros cometemos pecado pero la sangre de Cristo dice que nos acerca a Dios y vamos a hablar un poquito de esto. También veamos allí en Éxodo, Capítulo 12 en el versículo 7 antes de que el pueblo saliera de Egipto, después de las plagas, la última plaga de la muerte de los primogénitos humanos y animales, Dios les dijo en el Capítulo 12, versículo 7, tomando de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer, hablando del cordero que iban a matar sin mancha y sin defecto. Y luego dice el 13, Éxodo 12:13, la sangre oh será por señal en las casas donde vosotros estéis, veré la sangre y pasaré de largo ante vosotros y no habrá muerte, no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiere la tierra de Egipto.

Allí vemos que la sangre era una señal de protección de la muerte. ¿Cuántos saben que la sangre de Cristo los protege de la muerte? Ahora, hay que aprender a usar esta sangre en nuestras vidas. El diablo es un ladrón, ¿Cuántos sabían que el diablo es un ladrón, hermanos? Juan 10:10 dice que el ladrón no viene sino para ¿Qué? Hurtar o robar, matar y destruir….

Dígalo conmigo, hurtar, matar y destruir, pero dice, y no he venido para tengáis y para que tengáis vida y tengáis vida en ¿qué? En abundancia. El diablo quiere robar o hurtar, quiere matar y quiere destruir, ese es el trabajo del diablo. Y lamentablemente a veces la iglesia no está preparada, los creyentes no están preparados cuando el diablo viene a robar las peticiones. ¿Cuántos saben que el diablo quiere robarte la salud? ¿Cuántos enfermos hay en esta tarde? Sean sinceros, ¿Cuántos saben que Cristo los puede sanar? Tocó mi corazón, oraba por un anciano en el primer culto, un anciano que conocí en el hospital donde trabajo, ni sabíamos que él venía aquí, pero mi esposa lo atendió, le hablamos. Resulta que es de Perú, un ancianito que toma el autobús y tiene dos o tres horas para venir al culto aquí, y se tiene que ir, viene al culto temprano y luego se va al autobús donde él vive. Y hermanos, lo conocí y él ha estado batallando con su vista y esta mañana él pasó adelante y oramos por él y en cuanto vio a mi hija dijo, ya Dios me sanó. Eso es fe, hermanos. Cuando alguien puede proclamar con su corazón que Cristo lo ha sanado. ¿Cuántos saben que hay poder en la sangre de Cristo para sanidad? Él lavó nuestras enfermedades.

Entonces el diablo quiere robarte la salud, quiere matarte, destruirte por medio de atacar tu salud, tu cuerpo. Hay enfermedades crónica pero gracias a Dios que también hay poder en el nombre de Jesús para sanar esas enfermedades. Cristo sana. Si usted lo cree, déle un aplauso al que lo sanó y al que lo va a sanar. Él es tu sanador, Jehová Rafa, él es tu sanador y tu salvador. Alguien dijo gloria a Dios. Alguien grite gloria a Dios.

El matrimonio hermanos, ahí les va. ¿Cuántos Dios no quiere destruir el matrimonio? Levanten las manos los que saben esto. Aunque no lo crea el diablo anda detrás de todos los matrimonio, y no nomás los de los jóvenes, también los viejitos se enamoran. Pero el Señor quiere que entendamos que la sangre de Cristo puede proteger nuestro matrimonio hermanos. A veces no entendemos lo que está pasando en nuestro matrimonio pero necesitamos aprender a defendernos cuando el diablo nos quiere robar nuestro matrimonio, nos quiere matar y destruir pero gracias a Dios que Cristo quiere unir y ayudar a los matrimonios. ¿Cuántos dicen amen? Si tiene a su … ahí a un ladito, déle un abracito, déle un besito y dígale gracias a Dios por ti. Se miran bien, así abrazando. La mía está por allá, mi Paloma está por allá, pero ella sabe que la amo mucho, pero tengo que decírselo. Ahí les van los matrimonios. ¿Cuántos saben que es necesario, hermanos, que la sangre de Cristo proteja los matrimonios? Porque, hermanos, el diablo anda como león rugiente y a veces hermanos, quiere robarnos ese amor que tenemos.

Me dijo un anciano una vez y esto nomás entre paréntesis, un ancianito de 80 años me dijo, mire, quiero contarle algo pastor. Allí en el trabajo, ya trabajaba, por eso a veces tenemos que aprender a hacernos retired porque trabajaba el hermano, ya casi 80 años y dice que había una señora ahí de unos 40, dice, una niña de unos 40 y hermano pastor le voy a decir algo, Dios me la puso en mi camino. Ya se había olvidado de la viejita de 50 años que estaba, que lo había aguantado por 50 años y le dije, no, hermano, no dejes que el diablo se meta allí. Dios no te la puso, es el otro te quiere robar aquellos años de felicidad que Dios te ha dado. Cuidado, hermanos, el diablo anda detrás de tu matrimonio. Alguien diga, gloria a Dios. Alguien diga, la sangre de Cristo proteja mi matrimonio.

Enseguida, la familia. Estamos viendo una rebelión de hijos contra los padres. El domingo pasado se habló de la restauración. Dios bendiga a los que tienen niños pequeños, decía en la mañana, en Italia dicen bambino picolo, why picolo. Bambino grande o groso, why groso. Quiere decir, cuando los niños están pequeños hay problemitas chiquitos, pero cuando crecen también hay problemas grandes. Y a veces hermanos, ya los hijos los quieren decir, decía mi mamá, cuando los patos le tiran a la escopeta, cuando por hay Gilberto quería decirle más de la cuenta. Mi mamá era una mujer chaparrita pero llena del Espíritu Santo. Cuando ella decía algo, si somos tres hombres grandotes, más grandes que yo, mis hermanos, pero cuando decía, yo te dediqué a Dios tu tienes que honrarme porque la palabra de Dios dice. Y hermanos, nos bajábamos.

Pero hay una rebelión, ¿Cuántos han visto que hay una rebelión en algunos jóvenes? No todos, Dios bendiga a la juventud que está buscando a Dios, pero hay una rebelión en el mundo. ¿Cuántos han visto a estas personas que se rebelan? Me decía el otro día, miré allí donde yo trabajo, y llegó una jovencita de unos 15 años y traía todo, aretes por todas partes, traía aretes por los pies, por los …., tenía como 10, no había ya más campo, y por todas partes y traía hasta un grande círculo aquí, parecía toro, vaca, pero ella… ahí les va hermanos? Y yo en la curiosidad, el profesionalismo yo le dije, oh, that looks nice, very nice. Y luego me dijo, you don’t want, let me tell you something, así como hombre habló, pero era muy chiquita pero le salió una vocesota. You know, what I have all these, … all these piercings, you want to see some more? I said, no, no, wait a minute. Y me dice, because I’m a rebellious letting the world know and I can take pain. Y yo dije entre mí, que triste. Y estaba la madre a un lado y le dijo, no voy a mencionar su nombre por regulations, pero dijo la mamá, why don’t you be quiet. Y le dijo a su mamá, shut up, mom!

Y yo sentí en mi corazón, hermanos, dije, if that was me, ya hubiera levantado los dientes por allá lejos. Pero hay rebelión, hermanos. ¿Cuántos dicen amen? Algunos se ríen pero algunos están batallando con sus hijos. Les gritan a veces. Ya nos quieren decir los hijos, me da risa porque a veces ellos nos quieren decir, me dice mi hijo Gilberto, porque él es mi chofer, papá, tu no sabes manejar. Digo, hijo, yo tengo más años que tu tienes de vida manejando. Yo manejo hasta con los ojos cerrados. Y él dice, papá, por eso yo necesito ser el que manejo. Y quiere un Mercedes A Class para llevarme por ahí.

Pero es que los hijos a veces, hermanos, no entienden que es el diablo que quiere robarlos de la bendición de honrar a sus padres. Yo les voy a decir algo: hay bendición, yo estoy aquí porque una madre y un padre me inculcaron. Dice mi madre, cuando yo estaba en el vientre de ella, ella oraba por mí, quería dedicarme mis tres hermanos son pastores, porque ella los dedicó a Dios. Y hermanos, también nos disciplinó y ahora, time out. It’s a better method, no, no hay que disciplinar. Pero la Biblia habla de lavar esos otros mensajes. Pero ya me estoy saliendo. Y algunos jóvenes están viendo con ojos de rebelión.

Hablamos de las finanzas. Todos digan finanzas. Todos digan bendición a las finanzas. ¿Cuántos quieren más bendición en las finanzas? Hay que aplicar también la sangre en nuestras finanzas, estamos por embarcar un grande proyecto de construcción, pero quiero decirles algo, si aprendemos a poner la sangre de Cristo en nuestras finanzas, en el aspecto del conocimiento, de entender el diablo quiere robarme, quiere destruir lo que Dios me ha dado, pero cuando yo aplico la sangre de Cristo a mis finanzas va a haber bendición, hermanos. ¿Cuántos creen esto con todo el corazón?

Les contaba en esta mañana y no estaba mi esposa presente, estaba en el discipulado y me atreví a decir esto, y lo voy a tener que decir ahora sí está presente, porque lo va a escuchar en el Internet de todos modos. Pero decía en estos días, nosotros vinimos como ustedes saben, de California, de San Diego, un área donde no hay frío. Ahí está 70 grados casi todo el año. El hermano Greg conoce un poco allí esa área. Es bonito San Diego, allí estábamos bien, Dios nos había bendecidos. Dios nos había dado una iglesia muy próspera, por cierto, estábamos contentos.

Pero Dios nos trajo para acá según para apoyar a mi hija en sus estudios y hermanos, pues nos vinimos así como quien dice, vendimos todo, nos subimos a los carros, les contaba a los hermanos que yo le compré un Mustang convertible, un GT Ford Mustang a mi hija cuando se graduó de high school, el convertible estilo San Diego. Muy contentos, ahí vinimos de California con nuestro convertibles. Y hermanos, la primer nieve que cayó vino el vecino y me dijo, esos carros no sirven aquí y yo venía con un ….. esos grandes, hermanos, llantas, 20” wheels, pero era a tracción atrás. También no servía para nada el …. Y luego mi hijo tenía un Toyota también con rear traction, un troque, y vino el viejito, el anciano por cierto con mucho respeto me dijo, those cars are no good here, they’re for California. Get rid of them. Y bueno, pues ya tuvimos que vender. Llegamos con 3 carros, los vendimos, y me dijo, comprate un Landrover. Fui por allí y me compré un Landrover de esos que pueden subir hasta derecho para arriba y gracias a Dios ese carro fue de bendición porque todos se atoraban, aprendí que se necesita un buen vehículo para la nieve.

Pero lo que quiero decir es que a veces perdemos todas las esperanzas en nuestras finanzas, Dios estábamos rentando… nuestra idea era venir a apoyar a Adriana, se graduaba, seguía su escuela de medicina, y nosotros nos regresábamos a sunny California, here we come. Pero Dios en sus planes nos dijo, es lo que tu quieres pero yo tengo otra bendición para ti. Y hermanos, pues ya vamos a cumplir dos años y le mes pasado pudimos adquirir nuestra casa aquí, pues nuestra primera casa, mi hija y mi esposa oraban y nosotros queremos si nos vamos a queremos una casa. Pero yo les decía, hay crisis, ahorita no podemos.

Y a veces, hermanos, las finanzas es un área donde el diablo nos roba mucha bendición. Y mi esposa con mucha fe decía, las mujeres son tremenda, hermanos, cuando usan la fe es algo tremendo. Pero Dios nos puede ayudar, honey, y luego cuando te dicen honey, olvídate, nos derretimos. Ok, all right. Y le dije, bueno, y dice, yo quiero una single family home, digo, Carmen, no estás en California, aquí todas son multifamily, apartamentos, todos viven. Es que aquí es ciudad. Y ella me decía, pero yo quiero una single family home con dos baños, hermana Mercedes, no quería un baño, quería two bathrooms. Y con 4, un cuarto para cada, una oficina para ti. A veces nos ponemos chiqueados pero gracias a Dios que la sangre de Cristo tiene poder. Por hay, no sé cómo pasó pero cuando menos me acordé ya tenía en trámite una casa de 4 dormitorios, con dos baños, con basement y 5 family, con un cerco hasta para el perro, porque quieren perro también. ¿Cuántos saben que Dios bendice las finanzas? Dije que Dios bendice las finanzas.

O Dios me dio la nueva casa, nos mudamos el primero de octubre y como buena dama, dijo honey, ya tenemos nueva casa ahora nuevos muebles. Pero la bolsa está muy mal, honey, Carmen. Que vamos a hacer? Yo creo que Dios nos puede ayudar. Se vuelven poderosas las mujeres cuando quieren algo. Que bueno es esto. Y bueno, le dije, mira, hay crisis, honey, acabamos de mudarnos, hay muchas necesidades. Y yo, hermanos, tratando de sacarle al parchi pero, bueno, Dios bendiga que un día llegaron los muebles, y no nomás de la cocina, primero era nomás un dining room set, pues cuando ya menos acordamos hay nuevos couches, hay nuevos sofá, hay escritorio, hay dining room set y todo nuevo porque no querían nada usado porque Dios hace las cosas nuevas, dice.

Luego hermanos los hijos también están aprendiendo a usar la fe. Y aplicar la sangre de Cristo porque me dijo mi hijo Aarón, el más chiquito pero el más grande, a ver Aarón ponte de pie, miren este es mi niño, ese es my baby. Él tiene 15 años y está ya jugando Barcity football for …. High. Lo van a ver, ya lo están haciendo recruit en Boston College, en North Carolina y un día no va a trabajar ya. Pero Dios bendiga a Aarón y mi otro hijo Giliberto que está trabajando, por cierto. Dijeron, papá, mamá consiguió los muebles, tenemos muebles, tenemos todo, yo quiero una big screen, uno de esos plasmas TV, con …. Y playstation, y wi. Y bueno, hermanos, gracias a Dios, me dijo, papá yo tengo un poco de dinero, pues para hacer el cuento corto, ya tenemos casa nueva, muebles nuevos, televisión nueva, muebles nuevos y hermanos, yo le decía a mi esposa, la persona que nos vendió los muebles allí en la furniture store, nos decía, hay crisis, Señor Sábano, por qué no se detiene, compra una cosa a la vez. Pero dice mi esposa, yo sé que Dios nos va a ayudar. Él nos ha ayudado siempre. Eso es cuando uno está seguro de su posición, el mundo dice algo, pero Cristo te ha dado fe y esperanza.

Algunos maridos me están viendo mal. Dicen, por qué está predicando así. Porque las mujeres van a pedir nuevos muebles. Pero no, hermanos, no es los muebles, es la fe, la seguridad, la posición del hijo de Dios y la sangre de Cristo nos ha comprado. El Señor dice que nos ha redimido, nos ha rescatado. Cuando hablamos de la sangre de Jesús hay tres palabras muy importantes. Díganla conmigo, la primera es la propiciación. Díganlo. Una vez más. La segunda es la expiación. Y la tercera es redención.

A ver digan, propiciación, que significa que el Señor ha reconciliado, ha pagado, ha detenido la ira. Óigame bien, la sangre de Cristo nos ha redimido de tal manera que el pecado nos separa de Dios pero la sangre ha detenido la ira de Dios y dice que la palabra expiación quiere decir, borrar las culpas mediante un sacrificio. Entonces quiere decir que nosotros estábamos condenados a muerte pero por medio la sangre de Cristo pasamos de la muerte a la vida. Y ahora que estamos en la vida tenemos ciertos privilegios, Dios nos ha redimido, nos ha rescatado. Él pagó el precio, estábamos secuestrados por el diablo pero llegó el ransom note y Cristo lo pagó por nosotros. La cuenta está pagada, hermanos, la cuenta está pagada, hermanas. Cristo ya te hizo libre y si el Hijo te ha hecho libre tu estás libre y puedes caminar seguro que Dios está contigo.

Entonces esta arma de la sangre de Cristo se trata del conocimiento, de saber quién soy yo delante de los ojos de Dios. Lamentablemente hermanos, el diablo ha robado a muchos, los ha destruido su fe porque no saben su posición.

Pero hermanos, para terminar quiero llevarlos a la cruz. Para haya avivamiento el grande evangelista Billy Graham siempre decía, cuando nosotros predicamos de la cruz siempre hay avivamiento. Es bonito predicar de muchos temas pero lo más hermoso es recordar que si estamos aquí es por el sacrificio de Cristo en la cruz del calvario.

Cierre sus ojos, permita que te lleve al Gólgota, al calvario. Jesús lo azotaron, dice la Biblia que lo azotaron, le golpearon su espalda con esos azotes romanos que arrancaban la piel de su espalda, como era profetizado por el profeta Isaías. Fue inmolado, era carne molida su espalda. Sin embargo, dice que no abrió su boca como cordero que va al matadero.

La primera cosa que hicieron, le pusieron una corona de espinas en su cabeza y aquellas espinas traspasaron su cráneo y salió sangre. Clavaron sus manos a un madero. La pregunta que yo me hacía era por qué, pero el Señor me hacía entender que a veces nosotros cometemos o cometíamos pecado con la cabeza, con el cerebro, pero gracias a Dios que hay sangre de Cristo para lavar nuestros pensamientos que a veces nos hacen pecar. Y gracias a Dios que también con estas manos, ¿Cuántos han pecado con las manos? Levanten las manos los que han pecado con estas manos. Pero gracias a Dios que la sangre de Cristo también salió de las manos de Cristo.

¿Cuántos han ido a un lugar a donde no deben de ir y estos pies los llevan a veces a pecar? Pero también allí en la cruz traspasaron sus pies para que haya perdón para los que pudiéramos cometer con nuestros pies.

Lo que me llama mucho la atención a mí es que cuando traspasaron su costado dice que salió agua y sangre con aquella lanza. Quiere decir que llegó esa lanza hasta traspasar su corazón. ¿Cuántos saben que hay perdón también para las cosas que se guardan en el corazón? Hay cosas que el rencor, la amargura, la raíz de amargura puede, hermanos, destruir tu fe en Dios, en no perdonar, hay rencor, hay raíces que a veces solamente la sangre de Cristo puede sacar, en las manos, en la cabeza, en el costado, en la espalda, en los pies hay sangre de Cristo en esta tarde para lavarte.

Primera de Juan 1:9 y 10 dice, si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos, a ver hermanos comience a sonar porque sino lo voy a seguir, play softly. Este mensaje habla de un arma poderosa que es el conocimiento del sacrificio de Cristo en la cruz. La sangre de Cristo perdona nuestros pecados, la sangre de Cristo protege nuestras vidas sobre las amenazas del enemigo, sobre nuestra familia, nuestro matrimonio, nuestras finanzas, hay que poner la sangre allí para que haya bendición en tu vida.

Pero la sangre de Cristo también te da una posición tan grande que tu eres un hijo de Dios, tu puedes con toda confianza entrar al lugar santísimo y decir, papá, aquí estoy, te necesito.

En estos días escuchaba el gran ejemplo de nuestro ex presidente John F Kennedy, que dice que una de las características de este hombre fue de que cuando sus hijos estaban en la Casa Blanca, en una reunión tan importante su hijo entró a esa reunión a platicar con su papá. Se escapó y llegó allí y le dijo, daddy, y el presidente John F. Kennedy dice que paró todo y tomó a aquel niño John y lo levantó.

¿Cuántos saben que Jesús nos ama así? Que podemos entrar. He’s never too busy to help us. El nunca está muy ocupado para ayudarnos.

Hermana, hermano, ponte sobre tus pies en este momento. Yo quisiera concluir diciendo esto; la sangre de Cristo tiene un lugar especial, tu eres hijo, yo soy hijo de Dios por el sacrificio en la cruz. A veces menospreciamos, a veces se nos olvida que fuimos comprados a alto precio, Efesios 1:7 nos dice, que la redención ha llegado por la sangre preciosa de Jesús. No dejes que el diablo te robe, te mate o te destruya, tu tienes posición, eres hijo e hija de Dios.

Pero pastor yo tengo problemas. Yo lo comprendo, yo tengo incertezas, estoy confundido, Dios te puede aclarar en esta tarde tus necesidades. Yo quisiera

Sermón 2 de noviembre 2008 : Volver el corazón de los hijos a los padres

Transcripción

Es un privilegio tener a la Dra. Emma de Sosa con nosotros y su esposa, el hermano Rigoberto de Sosa y yo quiero invitar a la Dra Emma de Sosa que pase por aquí. Denle un gran aplauso de bienvenida, una mujer de Dios que nos ha bendecido con sus enseñanzas y que yo sé que tiene algo muy especial. Yo creo que le podemos pedir a ella que se tome el tiempo que ella necesite para exponer la palabra. Amen. Hermanos, el tiempo es del Señor, ok. Venimos a la casa de Dios y venimos a que el Espíritu Santo se posea y glorifique en nosotros. Olvídese de las habichuelas, los frijoles que dejó allá en la casa, si se queman, eso es asunto de ellos, que los bomberos lleguen allá a tiempo y hagan lo que tienen que hacer, pero nosotros vamos a escuchar la palabra del Señor. Vamos a seguir, que privilegio tenemos de escuchar la palabra de Dios.

Dios nos ha bendecido hoy con una alabanza poderosa, con un tiempo, satúrese, que sus baterías estén full cuando salga de aquí hoy, gloria al Señor. Denle de nuevo a nuestra hermana Ema de Sosa, en el nombre del Jesús la bendecimos. Gracias, hermana.

¡Aleluya! Amados estamos pero bien agradecidos con el Señor porque él siempre es bueno, él es bueno en gran manera. Ha sido muy bueno con nosotros en este tiempo aquí con ustedes. Yo quiero agradecer a cada uno su fineza, su detalle, sus atenciones directa o indirectamente. Unos nos han llevado a casa, otros a comer, regalitos especiales que hemos recibido. Hemos sido tan bendecidos en este tiempo y yo quiero declarar una bendición sobreabundante a su vida. Yo quiero añadir algo que el pastor decía sobre la importancia de diezmar y ofrendar.

Sabe, cuando viene a nosotros la revelación de que todo es de él, como Vilma a David dijo, todo es tuyo y de lo recibido de tu mano es que te damos. O sea, realmente todo es de él. Y aun cuando le das el diez pues le estás devolviendo diez que es de él pero aún el 90 que te quedas tu es de él también. O sea, ahora que hemos sido comprados con precio de sangre, todo lo nuestro le pertenece, todo es suyo: la casa, el auto, los hijos, todo, el futuro, el presente, todo es de él. Él es Señor de todo en nosotros, ¿verdad? Y yo espero que la revelación venga a sus vidas de la importancia de sembrar en abundancia, generosamente darle al Señor porque ciertamente que los diezmos abren las ventanas de los cielos y te da alimento, pero la ofrenda generosa te lleva a una mayor prosperidad, no solo la ventanas se abren sino que las compuertas de los cielos vienen sobre ti con bendición.

Así es que es muy importante darle al Señor porque estás ahorrando en el banco del cielo y los intereses ahí no bajan, no fluctúan como la bolsa de valores. Y cuando tu tienes necesidades espirituales o materiales, tu puedes sacar de la cuenta de ahorro que tienes en el cielo, en una necesidad de salud, de trabajo, lo que sea, cuando tu siempre estás ahorrando en los cielos.

Yo espero que tu seas de los que ahorra en el Reino de los cielos, ¿verdad que sí? Yo quiero que pedirte que un momentito te levantes para ejercitar tu circulación, tus huesos, tus músculos. ¿Estás de acuerdo? Porque todo lo que respira tiene que alabar a Jehová y aún tu puedes alabarle con un grito, con un aplauso, con un gloria a Dios, con un respirar para él. Tu puedes alabarle porque él vive, porque él reina, porque él es poderoso, porque él es santo, él es milagroso, no hay otro como él. Yo bendigo tu vida esta tarde. Puedes sentarte si gustas.

Solo quería que se te activara la circulación, hermano, ¿verdad? No te vayas a quedar adormecido. Yo tengo así como una percepción del espíritu que él quiere sanar físicamente algunas personas hoy. Estaba percibiendo que hay una unción de sanidad. Sabes el espíritu de Dios siempre es el mismo, pero según la necesidad de la asamblea él se mueve como él quiere.

Yo meditaba, cuando me pidieron si estaba bien predicar o ministrar en las dos reuniones y le dije a la pastora, sí, claro que sí, no hay problema, pero yo no le terminé de decir algo. Claro que sí pastora, pero yo nunca he pedido predicar dos veces el mismo mensaje, así es que en el nombre del Jesús vamos a ser obedientes al Señor a lo que él quiera hacer hoy, ¿verdad?

Yo quisiera que abriéramos las Escrituras en el libro del profeta Malaquías en el Capítulo 4. Malaquías es el último profeta que aparece en nuestra Biblia en el antiguo pacto antes de la época del silencio. Muy fácil de encontrarlo ahí, antes de Mateo, ¿verdad? Antes del Nuevo Testamento.

En el Capítulo 4 yo voy a leer nada más tres versos para ustedes, verso 4, 5 y 6 del Capítulo 4 de Malaquías. Dice:

“… Acordaos de la ley de Moisés, mi siervo, al cual le encargué en Oreb ordenanzas y ley para todo Israel. He aquí yo os envío el profeta Elías antes que venga el día de Jehová grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres no sea que yo venga y era la tierra con maldición…”

Hasta ahí nada más, esos tres versos. Aquí vimos a través del profeta Malaquías está llamando a recordar algo, dice, acordaos de la ley de Moisés, mi siervo, el cual encargué en Oreb ordenanzas para Israel. Pero dice, he aquí, yo os envío el profeta Elías, está hablándonos de dos parámetros: uno, recordar la ley que fue dada a través vamos a decir del Apóstol Moisés. Moisés aunque fue un profeta en su inicio, un profeta al cual Dios le habló cara a cara, a diferencia de los demás profetas que les hablaba por parábolas y por señales, él fue en el inicio un profeta pero cuando le fue comisionado el sacar al pueblo de Israel de manos de los egipcios, él se convirtió en un Apóstol, él tuvo una comisión apostólica, un Apóstol del antiguo pacto que hizo una labor muy particular que era libertar al pueblo de Dios y llevarlo durante 40 años por el paso del desierto.

Ahora, Moisés representa proféticamente al Señor Jesucristo. Jesucristo fue nuestro libertador, es y sigue siendo el libertador para sacar a su pueblo del cautiverio, o de la esclavitud y llevarlo a una tierra que fluye leche y miel. Entonces, aquí dice que nos acordemos de la ley que Moisés enseñó al pueblo, que le fue dado por Dios en el monte Sinaí, o en el monte Oreb, y allí le dio leyes, mandamientos, ordenanzas, etc. Pero inmediatamente después dice, yo envío al profeta Elías.

Si nosotros vemos un poquito, meditamos un poco, vemos que después cuando viene el Señor Jesucristo en su ministerio hubo un momento que él llamó a los tres más cercanos a él para ir a un monte, al monte Carmelo. Recuerda que Jesús tenía 3 niveles, ¿verdad? Tenía los 70, a los cuales él envió a sanar leprosos, a limpiar leprosos, sanar enfermos, etc., a predicar el reino. Luego tenía los 12 que fueron sus discípulos pero los constituyó en Apóstoles, los comisionó para ir y hacer discípulos a las naciones. Pero tenía un círculo más pequeño que eran los tres, Pedro, Juan y Santiago, a los cuales le contaba las cosas más íntimas, más secretas, misterios del reino, y a ellos tres llevó consigo para ir al monte Carmelo y dice la Escritura que cuando estaban allí se transfiguró Jesús y se aparecieron precisamente estos dos de los cuales habla Malaquías: Moisés y Elías. Y cuando entendemos y leemos a la luz del Espíritu Santo qué fue lo que ocurrió en el monte de la transfiguración, Moisés representaba la ley y Elías representaba lo profético, o sea la ley y los profetas.

La Escritura nos dice que el Señor Jesucristo vino para cumplir la ley y lo que dijeron los profetas. O sea que en Jesús se conjugaba o se consumaba el cumplimiento de la ley, de lo dicho por los profetas, o sea, lo que estableció Moisés y lo que dijo también Elías.

Ahora, aquí nos dice que nos acordemos de la ley de Moisés y que él envía al profeta Elías. Ahora, Malaquías está escribiendo muchos años después de que vino Elías. O sea, cientos de años de que Elías ya vino. Entonces uno dice, bueno, cómo es que está diciendo que va a enviar al profeta Elías, si Elías ya vino y si ustedes recuerdan, hubo un momento en que vinieron unos carros de fuego y subió en un torbellino Elías y dejó caer un manto que lo tomó Eliseo. Eso había ocurrido cientos de años después. Entonces de qué está hablando el profeta si dice que va a enviar a Elías? No está hablando de Elías, está hablando del espíritu que estuvo sobre Elías, o sea, del espíritu profético. Tampoco estamos hablando de reencarnación porque hay quienes han usado esto para decir que el espíritu de Elías viene para reencarnar en otro cuerpo. No, no, no, la palabra de Dios dice que el hombre viva solamente una vez y después el juicio.

Está hablando del espíritu profético que estuvo sobre Elías, que sería enviado nuevamente pero dice que ese espíritu que va a ser enviado nuevamente va a tener una particularidad, o una característica que hará volver el corazón de los padres a los hijos, y los hijos a los padres. Esa es la consigna o la insignia o esa es la comisión por la cual será enviado.

Ahora, si nosotros nos vamos un poquito atrás y revisamos qué fue lo que hizo el profeta Elías, obviamente era un profeta confrontativo. Era un profeta que hablaba con la verdad y hacía mover el corazón de la gente para definirse. Elías era un profeta radical. Él su sí era sí, su no era no, daba la palabra como tenía que ser dada. Era un profeta de fuego, un profeta muy definido en lo quería hacer. Él confrontó al rey Acab, ustedes recuerdan en el tiempo del rey Acab dejó de llover por la palabra del profeta y volvió a llover hasta que el profeta lo dijo.

Jesabel que era la esposa de Acab quiso exterminar al profeta Elías y Jesabel se constituye no en un espíritu sino en un sistema demoníaco que persigue a los profetas, porque luego lo vemos también persiguiendo a Juan el Bautista. Pero, acá si leemos un poquito, Primera de Reyes 18 nosotros vemos cuando está Elías confrontándose con los profetas de Baal. Israel estaba en una crisis tremenda, parte del pueblo adoraba a Baal y parte del pueblo creía en Jehová, Dios. Pero aún los que creían en Jehová Dios no estaban como muy definidos, tenían un pie aquí y un pie allá, decían amar al Señor pero siempre estaban en idolatría, en paganismo, haciendo rituales y costumbres que estaban alejadas de la verdad de Dios o de la ley de Dios.

Y fue necesario que viniera el profeta Elías para confrontar al pueblo, no era tanto el confrontar a los profetas de Baal, sino que los que se tenían que definir no eran los profetas de Baal. Esos ya estaban definidos con el enemigo. Los que se tenían que definir era el pueblo de Dios que estaba en ambivalencia, en ambigüedad, que no se sabía con quién estaban, ¿verdad? Un tiempo con uno, otro con otro. Así que fue necesario que ese espíritu profético tomara a Elías, el profeta, para confrontar al pueblo de Dios.

Y sabemos que hubo una cita, un enfrentamiento precisamente en el mismo monte, en el monte Carmelo, donde después es la transfiguración y dice que lo primero que Elías hizo fue arreglar el altar que estaba arruinado. Eso usted lo puede ver después en el verso 30 del Capítulo 18, dice que arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.

Si usted quiere ir un poquito más, cuando arregló el altar lo que hizo fue poner 12 piedras. Qué número apostólico. Él lo que está es estableciendo proféticamente que se arregla el gobierno de Dios en la tierra, pero no vamos a entrar en eso. Elías arregla el altar, pone agua en la zanja del altar, pone el holocausto y comienza la competencia, ¿verdad? Los profetas de Baal están ahí sajándose con cuchillos, derramando sangre, etc. a ver cuál era el Dios que respondía.

Ya sabemos lo que ocurrió, que el Dios de Elías, o sea, Jehová Dios fue el que respondió, y respondió con fuego. O sea, Dios honró el corazón de Elías y respondió con fuego quemando el holocausto donde había fuego, y aún a pesar de que le habían puesto agua. El fuego consumió el holocausto para que el pueblo de Israel que estaba presente fuera convencido de que verdaderamente Jehová era Dios.

Y sabemos lo que ocurrió después. Elías degolla a los 450 profetas de Baal, a los profetas de Acera, etc., pero fue establecido que el verdadero Dios de Israel era Jehová y no Baal. Entonces, ese espíritu que estuvo sobre Elías para hacer volver el corazón de los hijos a los padres, es lo que Malaquías está hablando que volverá.

En Primera de Reyes 18:37 habla Elías y dice, “.. respóndeme Jehová, respóndeme para que conozca este pueblo que tu, oh Jehová, eres el Dios y que tu vuelves a ti el corazón de ellos…”

Una de las características del ministerio profético, del espíritu profético, de la unción profética, es que hace volver el corazón del pueblo a Dios. Donde se para un profeta tiene que haber restauración, donde se para un profeta tiene que provocarse un movimiento del corazón del pueblo a Dios. Los profetas de Dios siempre hacen que la gente se consagre más a Dios o que haya un volverse al Señor.

Porque muchas veces podemos practicar un cristianismo de fórmula, podemos hacer las cosas que normalmente se hacen, podemos cantar, podemos diezmar, podemos ofrendar, podemos asistir, podemos congregarnos, pero quizás el corazón no esté plenamente consagrado al Señor. Pero el ministerio profético tiene la capacidad o la habilidad de Dios de atraer los corazones al Señor para que haya una consagración, para que haya una entrega, para que haya una pasión por el Dios de Israel y el Dios de Boston y el Dios de América.

Entonces, Malaquías está diciendo que enviará otra vez al espíritu de Elías. Y nosotros vemos que esto se cumple cuando viene Juan el Bautista. El mismo Señor Jesús al empezar su ministerio dijo, yo les dije que les enviaría al profeta Elías otra vez y él era Juan el que vino antes que yo, pero ustedes no le quisieron recibir.

Ahora, Juan el Bautista venía con el espíritu de Elías, tenían algo muy similar y es que Juan el Bautista también fue un profeta confrontativo, y si usted quiere verlo del punto de vista natural, ambos vivían en el desierto. Juan el Bautista creció con los esenios en el desierto aprendiendo la palabra, ambos habitaron en el desierto. Ambos se alimentaban de cosas silvestres, sabe que a Elías lo alimentaban los cuervos y mientras que Juan comía, dice langostas silvestres y miel silvestre. O sea, tenían una dieta más o menos parecida. Dice que ambos, si usted estudia, se vestían con piel de camello, o probablemente túnicas tejidas de pelo de camello. No se sabe a ciencia cierta pero tenían muchas similitudes. Pero lo más importante es que los dos fueron profetas confrontativos que vinieron de parte de Dios para hacer volver el corazón del pueblo a Jehová Dios.

Ahora, antes de ir a lo que quiero ir, quiero que una vez más veamos en Malaquías algo importante en el último verso. En ese verso 6 del Capítulo 4 de Malaquías dice, “… él hará volver el corazón a los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres…” ¿verdad? Como hizo Elías, pero después hay una coma y dice, “… no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición…”

Esa palabra a mí me ha conmovido, me ha estremecido cada vez que la leo, porque la primera vez que veo a Dios maldiciendo la tierra, es cuando el primer hombre, el primer Adán, o el primer varón y la primera mujer pecaron. Y Dios le dice, la tierra será maldita por tu causa. ¿Se acuerdan? Le dice, y la tierra ahora solo producirá espinos y abrojos por causa de tu pecado.

Quiere decir, que cuando el corazón de Dios se pone triste por causa de hombres que pecan, que desobedecen, Dios maldice la tierra y la tierra deja de ser fértil, la tierra es maldita. Y ahora Dios dice que él enviará el espíritu profético otra vez para que volvamos nuestro corazón a Dios y que se vuelva el corazón de los hijos a los padres, y los padres a los hijos porque Dios no quiere volver a maldecir la tierra. No es el deseo de Dios por eso nos está dando una provisión para que no tenga él que destruir o maldecir la tierra otra vez.

Ahora, esta promesa, o esta profecía tiene varios aspectos. Cuando habla de volver el corazón de los hijos a los padres, y los padres a los hijos tiene una connotación espiritual y una connotación natural. En el caso de Elías, él dijo, te doy gracias Dios porque tu vuelves el corazón de ellos, del pueblo, a ti. Está hablando de que el pueblo vuelva su corazón al Dios Padre. En la primera reunión hablamos de la importancia de la paternidad de Dios. Entonces, el espíritu profético vino en Juan el Bautista para hacer volver el corazón del pueblo a Dios Padre.

Recuerde que la predicación de Juan era arrepiéntete, arrepiéntete que el Reino de los cielos se ha acercado. Juan vino como la voz que clama en el desierto. Él vino para allanar el camino, para abrir la calzada, vino para declarar arrepentimiento al pueblo y prepararle al Mesías un pueblo dispuesto.

Y entonces su predicación toda fue confrontativa: arrepiéntete, arrepiéntete, el Reino de los cielos se ha acercado, vuelve tu corazón al Padre. Y Juan los bautizaba en agua, en el bautismo de Juan, pero cuando Jesús vino cambió y el bautismo fue diferente, pero Juan vino para cumplir una comisión, un designio, un diseño de Dios para preparar la calzada, preparar el camino para la venida del Mesías. Y él hizo lo que tenía que hacer, confrontó al pueblo con su pecado, hizo que se volviera el corazón de ellos al Padre.

Pero yo quiero hablarte en esta tarde de lo que está por venir. Todo lo que está en el antiguo pacto se cumpliría en el tiempo del Señor Jesucristo pero también es hombre y figura de lo que viene ahora en la era del Espíritu Santo. Por el Espíritu Santo sabemos que también vendrá un movimiento profético en el último tiempo para preparar la segunda venida del Señor, un pueblo con un corazón bien dispuesto para recibir al Señor.

Ahora, fíjate que en el tiempo de Juan el Bautista, era un solo profeta, Juan. Pero cuando Jesús murió y resucitó, era necesario que muriera y resucitara, el Espíritu Santo vino y vino para quedarse y vino ya no solo para estar alrededor nuestro y darnos convicción desde afuera, de error de pecado, de justicia y de juicio, sino que vino para ser Dios mismo en el corazón del hombre y hacer de nosotros una morada del Espíritu Santo. De manera que el Espíritu Santo de Dios que un día habitó en el Señor Jesucristo en la tierra, hoy está en el corazón de los hombres que han creído en Jesús, hoy él vive y mora dentro de nosotros. Es decir, que el espíritu profético que estuvo sobre Elías, el espíritu profético que estuvo sobre Juan el Bautista, el espíritu profético que es el Espíritu Santo que está dentro de ti, dentro de mí estará operando y funcionando como un día lo hizo con Elías y con Juan, para provocar que el corazón del pueblo se defina con el Señor, para atraer el corazón de los hijos a los padres y los padres a los hijos. Tenemos una comisión como iglesia del Señor Jesucristo para provocar una reconciliación entre las generaciones.

Dije que esta palabra tiene diferentes aspectos, tiene que ver uno con que el corazón del pueblo se vuelva a Jehová Dios, tiene que ver dos, con que Israel se vuelva a Yahvé y tiene que ver tres, con que haya una reconciliación entre las generaciones: padres con hijos, hijos con padres; tiene que ver con reconciliación transgeneracional porque una de las cosas de las cuales está adoleciendo nuestra sociedad y las naciones de la tierra es que los muchachos dicen, mis padres no me entienden. Los muchachos dicen, no, es que el viejo no sabe de qué estoy hablando. Ellos están obsoletos ya, nosotros somos ya de otra época, otra onda, y no me entienden.

Pero por el espíritu profético habrá una reconciliación milagrosa porque no será por cuestiones mentales de entendimiento ni de modas, sino que será por el espíritu de Dios atrayendo los corazones, para provocar una reconciliación transgeneracional y agradar el corazón de Dios para que no sea destruida ni maldita la tierra. Amen. Apláudale fuerte al Señor.

¡Aleluya! Quiero comentarte algo, quiero compartirte: cuando yo llegué al Señor yo llegué apasionadamente al Señor, porque yo estaba pensando en quitarme la vida, que no tenía sentido vivir y Dios llegó justo a tiempo a mi vida. Cuantos saben que él no llega ni antes ni después. Él llega en el momento exacto, todo está fríamente calculado. Así es que él llegó a mi vida y me tomó, y yo me entregué con todo y zapatos, calcetines y todo lo que andaba. Y tan apasionadamente yo vine al Señor que yo lo que quería era pasar con el Señor alabándole, adorándole, estudiando la palabra. Yo comencé a ver la Biblia de una manera diferente, ya no era un libro de literatura, como antes había sido, ahora las palabras cobraban vida para mí, el Espíritu Santo me las traía, me las mostraba, como que salieran del libro y cobraban vida. Yo sabía que sabía que sabía, que esta Biblia, estos libros y las cartas de amor habían sido escritos para mí, yo les ponía mi nombre en todo, yo me sentía como que era la única salva en la faz de la tierra, como que Dios era mío solamente. Yo no sé cuántas han sentido eso.

Pero tan enamorada del Señor y obviamente se comenzó a ver el cambio en mi vida. Yo era una persona tremendamente prepotente, altiva, orgullosa, egoísta, rencorosa, amargada, todo lo que se pueda imaginar, eso era yo. Pero el Señor, porque nada bueno hay en mí todavía, lo único bueno es lo que él ha puesto, y yo sé que él sigue trabajando con mi vida y le falta largo rato todavía. No ha terminado conmigo. Pero cuando empezó a verse el cambio mi familia toda se empezó a convertir al Señor, estoy hablando de la familia inmediata, nuestros hijos, las mujeres que estuvieron ayer escucharon la manera como Vigo y yo nos casamos y mis hijos estaban pues muy mal, muy heridos, muy dolidos, eran adolescentes, pero cuando vino el cambio y yo me convertí al Señor y ellos se empezaron a convertir al Señor, y mi esposo después como un año después, llegó a Cristo y fue maravilloso porque toda la familia estaba en el Señor, íbamos y como familia predicábamos, ministrábamos, compartíamos, y los hijos pequeños, la hija mayor, que en ese tiempo tenía 14, 15 años, yo me acuerdo que testificaba y predicaba por la radio y los CDs todavía están andando por allí, gente se sigue convirtiendo.

Y ella era tremenda, tremenda para predicar. Y luego el otro hijo, dos años y medio más joven que ella, tenía como 12 años por allí, maestro de la palabra y él solo tenía, le regalamos un tecladito marca Cascio, que casi parecen calculadora, bien chiquitos que salieron en ese tiempo, de baterías, y él se ponía a escuchar lo que nosotros cantábamos y así por la gracia del Señor comenzó a aprender a tocar el teclado y tenemos fotos por ahí, entonces él dirigía la alabanza con aquel tecladito. Y el otro más pequeño, dos años y medio menos, tenía como 9, 10 años, entonces él comenzó a tocar la guitarra, una guitarra eléctrica y Dios lo usaba poderosamente desde que tenía 9 años, él imponía manos a los niños, caían bautizados con el Espíritu Santo, bueno era una gloria tremenda. Estábamos todos como familia realizados con lo que Dios estaba haciendo.

Pero a los poquitos meses empezaron las luchas a ocurrir. Y entonces la hija mayor se fue a estudiar a la capital, comenzó a estudiar psicología, y allí le comenzaron a decir, que no, que el hombre no tiene espíritu, que solo es alma y cuerpo. Comenzaron a decirle que la virginidad era un mito y una tontera, que el lesbianismo era totalmente aceptable. Por supuesto, ella no creyó, no aceptó eso, pero comenzaron a moverla y la circunstancias la hicieron alejarse un poco del Señor.

Luego el siguiente hijo, yo notaba, él ha sido así como muy taciturno, muy solitario, y yo notaba que cuando iba a estudiar, llevaba una mochila que no sospeché qué era lo que estaba pasando. Después me enteré que cuando él salía de la casa iba donde un amigo y se cambiaba de ropa, entonces se ponía ropa de cholo, así bien ancha y toda rota, o sea, tenía como una doble personalidad. En la casa todo era muy recto, todos cristianos, a tal hora tal cosa, se hace así, todos bien vestiditos. Pero entonces cuando salía era otra cosa, porque la presión social era muy fuerte sobre él y era un muchacho.

Y luego comenzó a estudiar, cuando terminó su octavo grado, se fue al colegio a San Pedro Sul, la ciudad más importante que está cerca de done nosotros, y allá vive su papá, un hombre profesional y tiene alguna facilidades económicas, tiene su casa ya, él ya estaba casado de nuevo. Y entonces cuando salía del colegio me decía, me voy a ir directo a casa de mi papá y allí me voy a quedar de ver con unos amigos que vamos a estudiar y después que vaya Rigo a recogerme por la noche. Está bien. Pero luego me dice, no, que no venga a recogerme, me voy a quedar porque tengo mucho estudio. Está bien, y ya luego se hacían más prolongadas las estadías y cuando yo me vine a percatar él cada día se iba llevando ropa de la casa, y cuando me enteré su guardarropa, su closet estaba vacío, él se había mudado a la casa de su papá prácticamente. Y obviamente con esa mudanza lo que significaba era que se alejaba de un caminar en el Señor, se alejaba del ministerio, porque en casa las reglas eran o sí o sí, y allá él podía llegar a la hora que quería, podía andar con los amigos que quería, podía fumar, beber, hacer lo que él quisiera. Así es que inadvertidamente él se fue de la casa.

Y dije, bueno, me queda el pequeño, aquel que cuando ponía manos los niños eran llenos del Espíritu Santo. Yo dije, bueno, me queda este pequeño, con este vamos a estar ministrando y Dios sabrá. El día que se graduó de octavo grado, el tercer hijo, me dijo, mamá ya tengo todo listo para mudarme hoy mismo a la casa de mi papá, o sea, a penas terminaron los actos de clausura, él se fue de casa.

Entonces nos quedamos sin los muchachos, quedamos nada más con la nena, la de milagro que Dios nos dio, Rebeca, y claro, imagínese la intención de toda madre, sin el Señor, es sentarse a llorar y sentirse rechazado y sentirse todo lo que usted se imagina, ¿verdad? Pero, en Cristo las cosas son diferentes, y yo empecé a inquirir en el corazón del Señor, Señor, cómo voy a hablar de un Dios que restaura familias, mira el desastre que tengo.

Porque imagínense, nosotros hablamos de la restauración familiar y Dios dijo a mi corazón, solamente se fiel y obedece. Nada más. Está bien, Señor. Y en aquella intimidad con el Señor nada más recibí que es lo que hay que hacer, qué es lo que no hay que hacer, ser obediente, ser fiel, etc. y fueron muchos años, bastante tiempo, llegó el momento que los varones también fueron a la universidad, se mudaron a la capital, y los tres vivían juntos en una casa allá en la capital. Y fue tremendo como a veces el espíritu de Dios nos movía a ir donde ellos, a pelear una batalla literalmente contra el ángel de la muerte que los quería destruir. Y cuando llegábamos nos encontrábamos con cosas que eran aterradoras. O sea, yo sabía que ellos estaban fuera del Señor, pero no me imaginaba que tan hondo andaban.

Y uno de ellos hasta hacía tatuajes a otros amigos y calaveras, y pitones, y cosas grotescas, después de haber caminado en el Señor. Y recuerdo que en varias ocasiones el Espíritu Santo nos movía a orar por protección y cobertura. En una ocasión recuerdo que uno de ellos, el segundo que se llama Elías, él estudió arquitectura, es arquitecto de profesión, y él venía de la universidad de sus clases, y en ese tiempo no tenían auto, viajaban en autobús, y él venía con su regla de arquitectura y todos sus utensilios, sus cuadernos y dice que vio 3 hombres que se acercaban y él empezó a temblar con mucho miedo, era oscuro, y era una calle muy fea, y entonces dice que uno de ellos se quedó y dos se cruzaron a la calle para enfrentarlo y él no supo qué hacer. Dice, que él comenzó a pensar en el Señor, este hombre sacó su revolver y le apuntó, pero en el momento que le apuntó, algo sobrenatural ocurrió. Se abrió el tambor del revolver y cayeron las balas. Y este hombre no pudo disparar. Y entonces el otro hombre que iba con él, peleó y le dijo… sí, apláudale al Señor porque él es bueno. Santo Dios.

El otro hombre se peleó y le dijo, eres un tonto, inútil lo que hiciste, y el otro empezó a gritarle y se confundieron todos y en eso pasó una amiga de él, que nunca jamás había pasado por esa calle y solo le abrió la puerta del carro para que él entrara y él salió ileso. Por supuesto, inmediatamente todo nervioso fue a llamarme y él vio la mano de Dios como lo guardó.

Hicieron una banda musical, porque como ya traían la habilidad musical, los dos hermanos una banda musical, con otros muchachos, satánicos todos, unas cosas que cantaban y que componían que ustedes no las quieren oír. Pero era terrible y aparecían en la primera plana del periódico. Ahora, usted se imagina cómo yo me sentía cuando iba a hablar del Dios de toda restauración de la familia, y la gente había visto eso en los periódicos y los veían tocando en el parque, y cuando yo me bajaba, algunos me preguntaban irónicamente, ¿y sus hijos? Yo les decía, andan dando la vuelta en el mundial, pero ya van a regresar. Porque yo estaba convencida de lo que Dios iba a hacer.

Mira, mi amado, esos hijos que un día decían que yo no los entendía, que la manera de pensar que yo tenía que ellos estaban en otra época, etc. etc., yo no te voy a hacer tan largo el testimonio pero te quiero comentar que un día, cuando se graduó el que es arquitecto, el segundo de ellos, Dios nos había dicho que vendiéramos la casa que teníamos a la que nos pasamos el día que nos casamos, ayer lo comenté, y estábamos alquilando un lugar hasta esperar la dirección de Dios, el dinero estaba en el banco aguardando. Y cuando él terminó su carrera de arquitectura Dios me dijo que él les haga los diseños de la nueva casa. Y yo le dije a mi esposo, recibí la voz de Dios que Elías nos haga los diseños de la casa y mi esposo es un hombre muy prudente y muy temeroso de Dios y me dijo, si Dios te lo dijo, que así sea.

Así es que yo hablé, porque era difícil, estaba en el mero mundo, uno normalmente buscaría un arquitecto muy cristiano que le diseñe su casa, pero Dios me estaba diciendo que fuera él, porque sabe, Dios no es legalista, él tiene una manera de trabajar muy diferente a la nuestra. Cada vez lo conozco más y me sorprendo de las barbaridades que yo he hecho.

Y entonces le dijimos, Elías, tu estarías dispuesto a hacer los diseños de nuestra casa? Te vamos a pagar como a cualquier arquitecto. Sí, está bien. Y ya los hizo, nos los entregó y cuando nos iba a entregar los planos Dios me habla y me dice, que él construya la casa. Y otra vez Rigo, imagínese, es arquitecto, no ingeniero civil, no es constructor sino arquitecto, y además pues no estaba en el Señor todavía. Yo le digo, Rigo, el Señor me dice que él construya la casa. Y una vez más me dice, si el Señor te lo dijo, que así sea.

Y yo pues le dije, Elías estás dispuesto a dirigir la construcción de nuestra casa? Y él no tenía trabajo entonces, dice, está bien. Le dije, vas a cobrar igual tus honorarios como si fuera otra persona. Así es que lo acordamos, él llega a tomar levantamiento y niveles del terreno, se le queda con llave su carro, y han tenido que romperle la chapa del carro y todo ¿verdad? Y entonces él estaba bien molesto y bien incómodo, mira lo que me pasó. Ay, hijo, le digo, es que te has metido a terreno minado. Cuando alguien entra aquí cosas empiezan a pasar. Y yo dije, de estar bien arrepentido de lo que está haciendo, pero bueno, se fue. Mire, a la semana me llaman por teléfono, él vivía con una muchacha, no era su esposa, ni es su actual esposa, vivían así esas cosas tan modernas que compartía casa con una muchacha. Y entonces, me llaman y me dicen, acaban de meterse los ladrones a la casa, al apartamento de su hijo. Ay, dije yo, qué es lo próximo, dice, le robaron todo, le llevaron teclados, sintetizador, computadora, vhs, colección de CD, bueno, yo ya no quería oyendo. Gracias, le dije. Y luego le comenté a mi esposo, le digo, Rigo, pasó tal y tal cosa, yo me atrevo a decírselo, yo no sé cómo decírselo, pero yo solo voy a orar.

Estaba un hombre de Dios de Guatemala allí y le dije, hermano, pasó esto y esto, él tomó mis manos, me dice, vamos a orar y el piso de ese lugar de madera, pero no así una madera tan pulida, tan linda, tan finita. No, era una de esas que usted puede ver un poquito hacia abajo, no estaba tan… y aquel hombre que pesa más de 200 libras, oró con una vehemencia que yo no me podía concentrar pensando que él iba a caer abajo ahí, porque está como a un metro del piso. Allá construimos así por las inundaciones que eran frecuentes, por la gracia de Dios ya no serán. Pero si todo lo construimos a un metro de altura, pero este hombre no oró para que devolvieran las cosas los ladrones. Él solo oró por la salvación de Elías y yo bien complacida, era un día viernes. No lo voy a olvidar.

El día sábado yo dije, aunque no quiera enfrentar a Elías tengo que verlo. De todas maneras cuando él llegó a su casa se enteró de todo lo que pasó, creo que mi esposo le dijo, pero yo no me atreví a verle la cara porque yo sabía lo que estaba pasando: juicios de Dios sobre la tierra, ¿verdad? Así es que al día siguiente que llega, que era sábado había que pagar planillas, yo tenía que darle el dinero que le iba a dar a los empleados, a los trabajadores. Teníamos que vernos. Llega a la oficina, y sin que yo dijera nada, me dijo, mamá, he sido un necio, he sido un tonto hasta ahora, reconozco que todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a Dios. No me importa si aparecen o no esos sintetizadores, y si aparecen son para el ministerio, pero quiero decirte que a partir de este día puedes contar conmigo para lo que quieras en el ministerio. Alábenle a Dios porque él es Dios de toda restauración. Amen.

Y bueno, empezó a llegar, claro, imagínense, tenía que pasar por el dry cleaning, la lavandería y todo, con todo lo que traía, ¿verdad? Empezando por la música que oía, y con toda la vida que tenía. Hay que cuidar mucho a los músicos. Y luego, el otro estaba trabajando en Nicaragua, él era gerente ejecutivo de una empresa multinacional. Le pagaban en dólares, viajes, buenos carros, buena ropa. Ese de los que todo lo que se pone es de marca, muy diferentes los dos. Y llega en una de esas a visitarnos y estaba leyendo un libro como de espiritismo y le dijo, hijo, ¿por qué estás leyendo eso? No sé, me parece interesante. Y le dijo, oro a Dios que te muestre que hay error en ese libro. Pero veo que hay inquietud en ti en buscar del Señor y oro que busques de la manera correcta. Se regresó a Nicaragua y yo comencé a orar fuertemente porque sentí que era la hora, que era el tiempo, y Dios empieza hablarle y un día él me llama y me dice, voy a renunciar a la empresa y quiero a trabajar contigo al ministerio. Le dije, pero vas a venir a trabajar ganando una octava parte de lo que tu ganas, me dijo, no me importa, sé que el Señor va a suplir. Y le dieron bendito sea Dios, le dieron sus prestaciones y dijo, mamá lo último que voy a hacer en este trabajo es ir a Israel, quiero ir a conocer Israel, voy a regresar por Europa y después estoy listo para trabajo.

Así que lo hizo, y como yo lo conozco que es bien acelerado o al menos era, hasta antes de que me viniera yo de Honduras hace unos días, le mandé una carta porque cuando él llegó nosotros estábamos en alguna misión en algún lugar, y le mandé un correo, una carta y le dije, hijo, como te conozco te suplico que antes de tomar cualquier decisión de irte a vivir a cualquier lugar, te quedes con nosotros un tiempo, que te quedes en casa un tiempo mientras Dios dirige. Y fue algo tan de Dios porque él había salido tan chico de casa, que necesitaba ese calor de hogar, necesitaba ese calor de mamá en la casa. Yo solo quiero decirte, yo sé que te comparto esto, porque aquí hay madres, padres, que quizás están sufriendo por la condición de sus hijos. Yo quiero decirte que nuestro Dios es el Dios de toda restauración y que el espíritu profético que está sobre la iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo provocará que haya una reconciliación de las generaciones.

Yo me gozo ahora, porque aunque hay tanta diferencia de años entre ellos y yo y sus hijos, podemos ver en la casa, en el ministerio aquella restauración de todas las generaciones. Es tan lindo que está abuelos, papás, hijos, nietos, todos sentados allí en el ministerio del Señor. Quiero decirle que esos hijos de los cuales le estoy hablando, uno es ahora el pastor de la iglesia que nosotros fundamos hace 11 años, él y su esposa. Dios le regaló una esposa que no pudo ser mejor. Dios es tan maravilloso, él actúa por caminos tan sorprendentes, y el hijo que es un profeta, aunque es joven, él es el rector del colegio cristiano bilingüe que fundamos hace 9 años. Nosotros ya estamos delegando a la siguiente generación. Ellos hacen una labor mejor que la nuestra, nos han superado. Pero lo lindo, Dios ha puesto que cada domingo que nosotros estamos en casa, toda la familia salimos a comer. Hemos comprado, Dios nos bendijo, como yo les dijo todo obra para bien, y aunque me robaron la camioneta, el seguro nos dio 70% de ello y compramos una mini van, un poquito más grande, y entonces todos vamos ahí como familia apretados, con los bebés y todos los domingos comemos juntos, hablamos el mismo idioma. Ya no hay un gap generacional, porque el espíritu de Dios es profético, está juntando las generaciones y está trayendo la reconciliación porque ese es el deseo del corazón de Dios.

Yo quiero decirte, mi amado, no importa cómo tu viniste a Cristo, qué tan despedazada está tu familia, el Dios que yo conozco es un especialista en restaurar, es especialista en hacer volver los corazones, porque el amor de él está por encima de toda diferencia y de toda distancia. El espíritu profético está sobre la iglesia del Señor Jesucristo y esa debe de ser nuestro mensaje, eso debe de ser nuestra palabra en nuestra boca, el provocar, el producir que los corazones de nuestras diferentes generaciones se vuelvan a Dios y cuando se vuelvan a Dios se volverán los unos a los otros.

Yo quisiera hacer algo esta tarde antes de despedirnos, si aquí hay padres e hijos o abuelos, padres e hijos, que están aquí juntos, si pueden unirse, acercarse un poquito donde están, busque usted, si usted es el más joven, busque a la abuela, o al abuelo si están aquí por favor, o si están juntos pues gloria a Dios, pónganse en pie, si están juntos las diferentes generaciones y si no, si no están juntos pues, búsquelo. Yo quiero declarar una palabra de restauración para las generaciones a través de esta iglesia, de esta comunidad de fe, yo quiero declarar que ustedes van a ser agentes de reconciliación.

Mire, que lindo ahí hay tres generaciones ¿verdad? Precioso, Dios bendiga a Caleb. Padre, yo quiero por tu gracia declarar que en ti es posible que se reconcilien las generaciones. Yo declaro que el espíritu profético se moverá más poderosamente en esta iglesia, en esta congregación, más todavía, provocando que el corazón de los hijos se vuelva a los padres. Si hay familias, amados, que han tenido dificultades o conflictos, y necesitan una oración especial pueden ponerse al frente. Padre en el nombre del Jesús yo declaro hoy por tu palabra una reconciliación en las familias, una reconciliación en las generaciones, aún si los padres de mis amados se encontraran en otra nación, que por tu Espíritu Santo hoy tu provoques esa restauración generacional, yo declaro Señor familias fundamentadas en ti, familias unidas, donde el abuelo puede hablar con el nieto el mismo lenguaje porque es el lenguaje del espíritu. Yo hablo restauración, yo declaro bendición, yo hablo bendición a las familias en el nombre poderoso de Jesús, declaro que lo que estaba muerto resucita y lo que estaba seco reverdece, por tu palabra Señor, yo te suplico que tu avives el amor en el corazón de los esposos, aviva el amor en el corazón de los esposos, de marido y mujer, Señor, que puedan verse a los ojos como no se veían antes y que puedan, Señor, ser llenos y plenos del amor tuyo. Yo hablo restauración a las vidas en el nombre poderoso de Jesús.

Sermón 2 de noviembre 2008 : ¿Qué significa restauración?

Transcripción

Quiero presentarle a la Dra. Emma de Sosa, denle un gran aplauso a ella. No voy a hacer demasiado extendido, las mujeres han sido bendecidas en este fin de semana con su presentación extraordinaria, su espíritu, su sentido del humor, complejidad de presentación, muchas cosas bellas que yo sé que ustedes, los que no la escucharon ayer, van a tener oportunidad de constatar por su propia cuenta. Es un gozo verdaderamente tener a nuestra hermana que viene de Honduras, con su esposo, así que los hondureños y los centroamericanos están de fiesta hoy, que bueno. Eso me da gran gozo, gran alegría y yo sé que ella tiene una palabra para nosotros.

Desgraciadamente sus libros se le terminaron ayer y todas las cosas que trajeron, así que fue como que una plaga de langostas descendió sobre lo poco que trajeron. Pero yo sé que vamos a tener otra oportunidad en un tiempo no muy lejano para que ella nos continúe bendiciendo con lo que Dios le ha dado. Así que hermana, sea bendecida y bienvenida. Amen.

¡Aleluya! Es bueno estar en medio de la congregación de los santos. Yo lo voy a incomodar un poquito. Que tal si se pone en pie un momentito y levanta sus manos. Sabe que nosotros somos árboles de justicia, plantío de Jehová. Usted es un árbol, el árbol de vida está en usted. Así es que mueva sus ramas, mueva el árbol que usted es, ¿verdad? Las hojas son para sanidad a las naciones, así es que en sus manos hay sanidad. Mueva sus ramas y declare la bendición de Dios sobre este lugar, la presencia del Señor está aquí. Él es bueno, él es maravilloso. Adoramos al que vive, al eterno, al todopoderoso, al león más joven de la tribu de Juda. A él lo adoramos, lo bendecimos, lo exaltamos. A Jehová Shammah, el que siempre está presenta. Jehová Rohi el príncipe de los pastores, a Jehová shalom, el Dios de paz, lo bendecimos. Jehová, Tsidkenu, Dios nuestra justicia, lo bendecimos. Jehová, Tsidkenu, oh te bendecimos, Jehová, Sabaot, Dios de guerra, te bendecimos, Dios y declaramos que tu eres Señor en este lugar. Yo te bendigo amado hermano, tu que estás aquí, tu que escuchas por Internet sea la extremada bendición de Dios sobre tu vida. Que este sea un día que marque en tu calendario un antes y un después, que hoy puedas ser extremadamente bendecido a través de la palabra del Señor.

Sabes que la palabra del Señor puede ser como martillo que quebranta la roca, pero también puedes ser como una espada poderosa, más filosa que una espada de dos filos que penetra como una daga que puede penetrar tu corazón para separar lo que es del alma y lo que es del espíritu, una espada que penetre hasta los tuétanos y que hoy, hoy pueda ser definitiva para ti. Así es que abre tu espíritu, abre tu corazón para escuchar la palabra. No digas la palabra es para el que no vino, es para ti que estás aquí.

Así es que yo te bendigo y declaro que tienes un espíritu receptivo, un espíritu enseñable para recibir la palabra del Señor. La palabra es medicina a tus huesos. Tu puedes recibir sanidad hoy a través de la palabra. La palabra es viva y eficaz, trae vigor.

Sabes, Jesús dijo, mis palabras son mi espíritu y son mi vida. Así es que yo creo que tu hoy recibes vida del espíritu y eres vivificado a través de la palabra. Puedes sentarte, mi amado. Muchas gracias.

Brenda recibió al Señor ayer y es una extremada bendición, no solo para Mary Santiago, sino para todos nosotros, ¿verdad? Mary se va para Ocala, pero ella queda aquí muy bien ubicada. Y Anthony es el esposo de Brenda y yo sé que esta familia va a comenzar a caminar en los pasos firmes del Señor. Yo los bendigo de todo corazón.

Yo quiero que abran su Biblia conmigo un momentito en el Libro de los Hechos en el Capítulo 3. Mire, el Señor es maravilloso y tenemos un Dios muy eficiente que en 20 minutos vamos a llegar a donde Dios quiere que lleguemos. ¿Verdad? La unción es eficiente. Amen.

Si usted puede quedarse más yo no tengo problema, yo puedo estar aquí mientras esté hablando la palabra del Señor, yo puedo estar hasta el amanecer. Yo no tengo problema. Sabe, cantidad de veces yo me he parado a predicar sintiéndome mal de salud, y cuando yo comienzo a hablar la palabra, y yo me olvido de todo y cuando me bajo digo, ¿y qué pasó? Se me alivié, se me fue la fiebre, me sanó y todo.

Nosotros tenemos allá un dicho, en nuestra congregación, que lo primero que se convierte cuando llega la gente a la iglesia es el reloj y la cartera, o la billetera, porque nosotros sabemos cuando empezamos pero nunca cuando terminamos. Y la billetera se tiene que convertir, ¿verdad? Porque cuando tu das el corazón al Señor lo de menos es darle la billetera. Pero bueno, no voy a pedirles su billetera hoy. No se preocupen.

Vamos a ir a Hechos, Capítulo 3, yo creo que es una Escritura con la que todos estamos muy familiarizados y espero que Dios nos hable en este día. Vamos a leer del verso 17 en adelante.

Dice, “… más ahora hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho como también vuestros gobernantes…”

Están hablando de haber crucificado a Cristo. “…. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas. Jesucristo había de padecer…”

Verso 19 que nos concierne mucho en este día, “… así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio y él, verso 20, envía a Jesucristo que os fue antes anunciado, verso 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de su santos profetas que han sido desde tiempo antiguo….”

Vamos a ver, yo quiero, un poquito ilustrar el verso 19. Aquí está el Apóstol Pedro hablando acerca de las cosas que han ocurrido después de la muerte y resurrección de Cristo y está estableciendo una verdad. Dice, “…así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados y venga de la presencia de Señor tiempos de refrigerio…”

Hay una diferencia entre estar arrepentido y estar convertidos. ¿Cuántos lo saben? Saben que muchas congregaciones están llenas de gente arrepentida, pero que no se ha convertido. Arrepentido es que tu te dueles de la vieja manera de vivir, te duele por las cosas que hacías que no eran correctas delante de Dios, el Espíritu Santo trabaja a través de la conciencia del ser humano. Todos nosotros tenemos una conciencia. La conciencia es tocada por el Espíritu Santo a través del espíritu humano y muchas veces aún cuando tu no conocías al Señor, hacías cosas y tu decías, que me reprende la conciencia o me remuerde la conciencia, aunque no eras cristiano todavía, aunque no había reconocido a Jesús, tu sabías que estabas haciendo algo que no era correcto, porque el Espíritu Santo te estaba dando convicción a través de la conciencia. Y entonces cuando viniste al conocimiento del Señor porque fue activada tu medida de fe por la predicación del Evangelio, por la palabra de Dios.

¿Cuántos saben que todos tenemos una medida de fe? A todos se nos dio una medida de fe. Pero esa fe es activada en el momento de Dios cuando viene la palabra activa que produce en ti esa fe para escuchar y para creer. Yo recuerdo en mi vida que me habían hablado del Señor y yo no quería oír absolutamente nada. Me decían que él era la solución para mis problemas pero yo estaba totalmente sorda y ciega. No sabía pero cuando llegó el día, cuando llegó el momento, cuando llegó el de repente de Dios porque cada quien tiene una hora debajo del sol, y llegó mi día de salvación y llegó mi hora y llegó mi momento, fue como que cuando predicaron esa palabra, como que se me abrieron los ojos como que se me encendieron las luces, algo pasó, ¿verdad Brenda? Algo ocurrió y lo mismo que habías oído antes ahora lo oyes de una manera diferente, lo captas en tu espíritu, lo oyes con entendimiento, se activa algo dentro de ti, hacen el llamado y tu no sabes qué pasó pero tu vas allí y comienzas a llorar, comienzas a acordarte de todo lo malo que hiciste y empiezas a llorar y ay, Señor, y por qué, y mira. Bueno, viene toda una revolución ahí adentro, comienza a confrontarse la luz del Señor con toda la tiniebla que estaba dentro de nosotros. Y eso nos provoca un arrepentimiento, la conciencia nos hace entender que no estábamos caminando en el camino correcto, y nos arrepentimos delante del Señor.

Pero luego, cuando el espíritu de Dios viene a tu interior, a tu espíritu comienza a alumbrar desde adentor a todas las áreas de tu vida, a tu mente, tu alma, todo tu ser, con el propósito de que te conviertas. Ahora, convertirte a qué o a quién. A la naturaleza de Cristo. Nosotros estamos en este caminar para modelar al Señor. Nosotros, los seres humanos de la nueva creación somos la imagen y semejanza de Dios en la tierra. Por eso es tan importante que los padres en una familia, papá y mamá, caminen de acuerdo a la palabra de Dios, porque cuando tu caminas de acuerdo a la palabra de Dios, de acuerdo a la Biblia, de acuerdo a las Escrituras, de acuerdo al Espíritu Santo de Dios tu vas a ser el modelaje para tus hijos de quién es Dios. Los niños aprender acerca de Dios por lo que ven en sus padres. Sus padres, si son nacidos de nuevo, deberían de ser la imagen y semejanza de Dios en la tierra.

Entonces, estamos aquí, no solo para habernos arrepentidos sino para convertirnos. ¿Saben qué? Me imagino que aquí igual que en Honduras, en el ejército hay una palabra acerca de conversión, me imagino que en inglés es lo mismo, o en Estados Unidos es igual. Cuando alguien, un soldado, va marchando y luego dicen, conversión izquierda, y entonces tienes que cambiar de dirección. O sea hay una instrucción en el ejército cuando vas marchando, una conversión es que tu cambias de dirección. Entonces, yo venía caminando en los principios del mundo, en los principios naturales, en lo que había aprendido en la escuela, en el colegio, en las revistas, en la televisión, etc. Pero cuando vino el día en que la luz llegó y me alumbró, entonces me dice, conversión, y yo tengo que empezar a tomar decisiones y a someter mi voluntad a la voluntad del Señor para convertirme a la naturaleza de Cristo. Yo no puedo seguir un caminar en el Señor sencillamente habiéndome arrepentido. Necesito convertirme.

Y la palabra me dice que cuando yo me convierto, además de arrepentirme, vienen de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Los tiempos de refrigerio tienen que ver con la presencia y la llenura del Espíritu Santo.

Nosotros humanamente, en los trabajos, en la escuela, en el colegio, la universidad, uno dice, vamos a tener un break, o sea, un refrigerio, ¿verdad? Y tenemos de vez en cuando unos refrigerios, pero ¿saben qué? En la presencia de Dios hay plenitud de gozo y tu puedes vivir en un refrigerio continuo en medio de toda tribulación. Una cosa hermosa del Señor es que aunque la situación esté crítica, aunque las cosas estén pesadas, aunque las noticias estén dramáticas, tu puedes estar en refrigerio en medio de toda tribulación.

Sabes que cuando tu estás convertido y vives de verdad para el Señor, puedes estar en medio del infierno y vivir en el cielo, si me lo puedes entender. Es algo hermoso. Sabes, en nuestro país hemos estado pasando por muchas situaciones difíciles, tal vez si has leído en las noticias, ha habido asaltos, secuestros, cosas terribles, yo personalmente fui asaltada este año en el mes de marzo, me asaltaron con un arma, me la pusieron acá y me robaron la camioneta nueva que el Señor nos había provisto. Y una cosa es verla venir y otra es platicar con ella, ¿verdad? Cuando tu oyes, sí, oras así por las cosas pero mira, cuando yo, porque fue algo en un abrir y cerrar de ojos, cosas que aún de eso Dios tomó control. Mi esposo es un hombre muy saludable, es muy raro que se enferme pero cuando iba a venir a Boston se enfermó. No, no porque iba a venir aquí, no.

Pero en esa ocasión, en marzo, él se había torcido un tobillo jugando basketball, porque él es muy atlético ahí donde lo ven, y entonces se resbaló en una pelota, nuestro sietecito queriendo jugar con él, le tiró la pelota, él va caminado hacia atrás y se resbala y se golpeó la cabeza, pero también se torció el tobillo y bueno, se sentía muy mal, y en esa ocasión yo iba a ver a sus padres y normalmente él es que maneja y yo voy con él, pero yo tengo chofer de lujo, y me siento muy cómoda cuando él maneja, pero esa vez, de esas pocas y raras veces, yo iba conduciendo y fue bien tremendo, en un abrir y cerrar de ojos, no sé de dónde aparecieron los asaltantes y cuando yo voy a abrir la puerta me tienen puesta el arma y me empieza a insultar aquel hombre y a ordenarme que me pase al asiento de atrás porque querían llevarnos no sé dónde, a hacer qué se yo cuántas cosas con nosotros. Y yo no sé de dónde yo tomé la fuerza, yo estaba forcejeando con aquel hombre y él con el arma aquí, yo quería cerrar la puerta y él me la abría.

Bueno, pero finalmente, yo le tiré la llave del carro y le dije, aquí tienes el carro pero yo no voy contigo a ningún lugar. Pero, el asunto, yo no sé ni a qué hora se lo dije, ¿verdad? Yo después empecé a temblar, en el momento no, pero se llevaron la camioneta, cara, buena y todo pero en ese momento lo que importaba era que la vida mía no la habían tocado, todo estaba bien, aún pude sacar mi cartera, mi bolsa y estaba el teléfono y allí empecé a llamar a mi esposo. Pero lo que quiero decirte es que aún en medio de todo lo terrible que pueda pasar en un lugar, si tu vives en la dimensión del espíritu tu tendrás siempre refrigerio, aún en aquellas cosas que parecen negativas, que parecen malas, tu estarás en refrigerio.

Cuando yo ya volví en mí y comencé a meditar en todo lo que había pasado nunca reclamé, nunca me molesté, nunca me enojé, comencé a bendecir a los asaltantes y comencé a darle gracias a Dios. Señor, muchas gracias, Señor, muchas gracias. Gracias, gracias, gracias, fue como que empezó a brotar una gratitud hacia el Señor por su cobertura, por su cuidado, porque guardó nuestras vidas, por tantas cosas, estaba tan agradecida con el Señor. Y luego de eso, veo que siempre todas las cosas ayudan para bien, pero lo que quiero decirte es que aún en medio de las situaciones más difíciles tu puedes estar en refrigerio cuando tu te has convertido a la naturaleza del Señor.

Ahora, yo quiero ir un poquito más abajo, dice, esto es como una premisa para una promesa que está en el verso 20, dice, “… y él envía a Jesucristo que fue antes anunciado…”, obviamente esto es escrito después de que Jesucristo ascendió a los cielos, en el Capítulo 2 del libro de los Hechos, ya descendió el Espíritu Santo y llenó a todos los que estaban en el aposento alto, o sea, que no está hablando de la primera venida de Cristo, está hablando de la segunda venida del Señor Jesucristo. Dice, para que sea enviado Cristo que fue antes anunciado, pero está hablando de que él será retenido en los cielos, el verso 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas.

Si tu buscas en la nueva versión internacional o King James version, u otras versiones dice, a quien de cierto es necesario que el cielo retenga hasta la restauración de todas las cosas. Lo que está hablando es que el Señor Jesucristo ascendió a los cielos pero está retenido en los cielos y que su segunda venida, cuando él venga como Señor a recoger su iglesia será hasta el tiempo de la restauración de todas las cosas.

Y eso es lo que yo quiero dejar este día en su corazón. ¿Qué significa restauración? Restaurar es volver al modelo original. Cuando un artista tu le llevas y le dices, mire, quiero que me restaure este cuadro, o que me restaure esta estatua o esta escultura, ellos necesitan una fotografía de cómo era originalmente para poderla restaurar y dejarla igual como era.

Ahora, nuestro modelo original no es Adán, nuestro modelo original es Cristo el hombre de la nueva creación. Sí, hombre apláudalo, fuerte, así, déle a él el aplauso porque lo merece. Amen.

Tu modelo original es el hombre de la nueva creación, en el cual Dios pensó desde el principio y que lo creó a imagen y semejanza suya. Tu crees que cuando Dios formó a Adán del polvo de la tierra, Dios sabía que Adán iba a fallar. Claro, Dios es omnisciente, todo lo sabe y todo lo conoce. Ahora, tu crees que Dios ya tenía un plan alternativo para cuando el hombre fallara. Claro que sí, Dios sabía que tendría que enviar a su Hijo el que en el principio era el verbo, en el principio era la palabra pero luego en Juan 1 vemos que dice, en el principio era Dios o era el verbo, el verbo era con Dios y se hizo carne y habitó entre nosotros.

Dios tenía una alternativa, Dios tenía un plan alterno porque sabía que el hombre iba a fallar. Ahora, el postrero Adán, Jesucristo el Hijo del hombre, el sí es la imagen y semejanza de Dios en la tierra, porque él no falló, en él no hubo pecado, en él no se encontró ni siquiera que protestara cuando era llevado como oveja al matadero, entonces, tomo de él hoy mi modelo, no es Adán, es Cristo. Entonces, cuando venga la restauración de todas las cosas, cuando todas las cosas se aliñen al modelo que es Cristo, ahora, la palabra nosotros conocemos a través de la Escritura a Cristo, el que es la palabra, estas son las cartas que dan testimonio de él. El Señor Jesucristo le dijo a los fariseos, vosotros escudriñáis las Escrituras porque creéis que en ellas está la vida pero no queréis venir a mí. Ellas dan testimonio de mí pero yo soy el camino, la verdad y la vida. Entonces, la Escritura da referencia de quién es él, pero cuando tu vienes a él, es que verdaderamente le conoces por vivencia, por experiencia, no solamente por referencia y teoría, sino un conocimiento íntimo de quién es él, cuál es su naturaleza, qué puedes esperar de él.

Ahora, la palabra nos dice también que tu te conviertes en aquello que adoras. Es decir, que si tu adoras a Dios tu te convertirás en la imagen y semejanza de Dios, o serás la naturaleza de Cristo en la tierra en cuerpo de hombre. Entonces, la restauración tiene que ver con muchas cosas que tienen que ser restauradas en la tierra, tienen que ser restaurados los principios bíblicos, la verdad de Dios tiene que ser restaurada en la tierra, en su iglesia. Pero, para que todo esto pueda ser restaurado lo primerititito que debe ser restaurada es la comunión del hombre con su Padre, la comunión del hombre con Dios.

Ayer, yo hablaba un poco de lo que ocurrió cuando este primer varón y primera mujer pecaron. Dios le habla y le dice dónde estás, y Dios no le estaba preguntando en qué ubicación geográfica. Dios sabía que estaba en el huerto de Edén, él mismo los había puesto ahí. Lo que le está preguntando es, dónde estás en tu relación conmigo. Cuál es tu posición ahora después de que has fallado, cuál es tu actitud, cuál es tu reacción, dónde estás tu. Y saben que esa es la misma pregunta que Dios nos hace cuando fallamos. El punto es que este primer varón y esta primera mujer no actuaron como hijos de un Padre amoroso. Ellos actuaron sencillamente como creación. Y ellos lo que hicieron fue que tuvieron miedo, tuvieron vergüenza y se escondieron, pero un hijo cuando ha fallado, lo que hace es venir a los brazos de su padre y decirle, perdona, fallé pero sé que me vas a dar una oportunidad. Te he fallado, perdona, papá.

Mira, cuando nuestros hijos hacen alguna travesura, nuestros hijos biológicos estoy hablando, piensen algo que no está bien, el hijo que tiene confianza con su padre, el hijo que considera que su padre le da seguridad, que su padre le ama a pesar de lo malo que haga, ese hijo va a esperar que papá llegue y le va a decir, papá perdóname, mira quebré la lámpara de la sala así es que perdóname. Si me vas aponer trabajos o a lavar el auto, o algo, para pagarla, pero aquí estoy, pero yo lo hice. Eso es lo que hace un hijo que tiene confianza en que su padre le da seguridad y no lo va a rechazar sino que le va a amar a pesar de lo malo que haya hecho.

O cuando el hijo ya le dieron carro y tuvo un accidente, el que sabe que su padre le da seguridad y le ama a pesar de lo malo que hace, le va a llamar y le va a decir, mira papá, tuve un pequeño accidente, me dieron, me pegaron, que se yo, por atrás, ven estoy en la calle tal, pero perdona. Y sabe que su papá va a ir y va a ir a defenderle y va a ir a hacer lo que sea necesario, pero no lo va a dejar de amar.

Pero Adán y Eva no estaban seguros, no tenían la revelación de que Dios era Padre y no estaban seguros de cuál iba a ser la actitud de Dios por eso se escondieron, tuvieron miedo, tuvieron vergüenza. Pero Jesús, el Hijo del hombre, en todo momento supo que su Padre le oía, que su Padre le amaba, aún cuando fue a resucitar a Lázaro y habló y dijo, no digo esto por causa de ti, sino de ellos, porque sé que tu siempre me oyes. Jesús tenía la seguridad y la certeza que su Padre siempre le oía.

Entonces, tiene que ser restaurado en nosotros la relación de hijos con nuestro Padre Dios. Alguien puede estar años en una iglesia, puede recibir todos los discipulados bíblicos, puede estar en el seminario bíblico y ser un huérfano. O sea, no caminar como un verdadero hijo de Dios.

Dios quiere quitar las marcas de orfandad de sus hijos, quiere atraer nuestro corazón al suyo para que sepamos que él es un Padre bueno que siempre nos ama a pesar de lo que hagamos, porque nosotros podemos fallar, pero si nuestro corazón es recto para ir delante de él y nos dolemos porque le hemos fallado, él siempre tendrá misericordia para restaurarnos.

Nosotros vemos que la Biblia dice que David era un hombre con un corazón conforme al corazón de Dios. Ahora, tu te dices, pero cómo es posible si David lo que hizo, se acostó con Betsabé teniendo tantas mujeres, y aparte al marido Urías Eteo lo manda poner al frente de la batalla para que lo maten, cómo es que ese hombre era conforme al corazón de Dios? Sí, porque aunque lo hizo, inmediatamente se arrepintió y se dolió y fue delante de su Padre cuando él tuvo conciencia de pecado, fue delante de su Padre y se puso en ayuno y en clamor y a llorar y aunque pagó la consecuencia porque el hijo de esa relación murió, pero su corazón siempre estuvo presto a arrepentirse.

Entonces, Dios quiere un pueblo que tenga un corazón sencillo y sensible al amor de su Padre, que nosotros sepamos que aún cuando fallemos tenemos un Padre de amor que nos espera. Sabe, nosotros dentro de la estructura de una congregación, de una iglesia, puede que el día de hoy tengamos una posición y que dentro de dos años no la tengamos, quizás hoy eres un diácono y dentro de, que vengan las elecciones, no les estoy profetizando a los diáconos, pero, puede ser que ya no lo sean. Sí, pero sabes que en el regazo de tu Padre, tu siempre tendrás un lugar, tu podrás sentarte en las piernas de papá y nunca nadie te podrá quitar tu lugar. Y aunque tu te portes mal y te vayas por otro lado, siempre que regreses tendrás tu lugar en el regazo de papá.

Eso es lo lindo del Padre que tenemos. Y eso es lo primero que tiene que ser restaurado. De eso depende otro montón de cosas. Yo no puedo ser un buen ministro si no soy un buen hijo de mi padre. Es interesante que aunque el Señor Jesús fluía en los cinco ministerios de oficio, era el Apóstol de Apóstoles, él era el profeta de los profetas, confirmado, él era el mayor evangelista porque él mismo era las buenas nuevas. Él era el rabí, el maestro y él era el príncipe de los pastores. Fluyó en los cinco ministerios, tenía todos los dones que le acompañaban, sin embargo, cuando se le hizo la ceremonia de adopción, sabe que el pueblo judío cuando los varones tienen 30 años le hacen una ceremonia de adopción.

Para poderle hacer esa ceremonia primero investigan en la comunidad judía cómo es el comportamiento de ese muchacho, de ese varón. Investigan si él cumple con lo que dice la torá, si él es respetuosos, si honra a sus padres, si es un hombre que sabe administrar bien el dinero, que sabe ahorrar, etc., y cuando han dado todos los certificados de que él tiene un comportamiento maduro, entonces los padres considerando que él es un hijo maduro, le hacen una ceremonia de adopción a los 30 años y allí es cuando le transfieren las empresas, o le transfiere propiedades, o le delega dónde él va a trabajar, o económicamente lo certifican como un hijo maduro para administrar la herencia.

Pero en el caso del Señor Jesucristo cuando llegaron los 30 años, recuerde que 30 era el año del sacerdocio. Para que alguien pudiera ser sacerdote necesitaba haber cumplido los 30 años y haber sido aprobado y haber tenido una ceremonia de adopción, por eso se escoge 30 años.

Pero en el caso del Señor Jesucristo cuando él cumplió 30 años antes de iniciar su ministerio, que era lo que iba a administrar de parte del Padre, le hicieron su ceremonia y fue Juan el Bautista quien lo hizo en el río Jordán. Pero cuando Juan está derramando el agua o sumergiendo a Jesús quien lo certifica no es José, probablemente José ya había muerto, es el Padre que está en los cielos. Y se oyó la voz que dijo, este es mi Hijo muy amado en el cual tengo complacencia.

Ahora, yo quiero que tu veas que el Padre no dijo, este es el Apóstol muy amado, el Padre no dijo, este es el profeta muy amado. El Padre no dijo, este es el evangelista muy amado, o este es el pastor muy amado, él dijo este es mi Hijo muy amado en el cual tengo complacencia. O sea, mi amado que antes que el ministerio, antes que cualquier cosa, está que tu puedas ser certificado por el Padre como un hijo que agrada su corazón, alábale y apláudele fuertemente.

Mientras tu relación de hijo no sea restaurada con el Padre, no pretendas ser un buen evangelista, un buen pastor, un buen Apóstol, no pretendas ni siquiera ser un buen esposo, ni un buen padre de familia, porque la paternidad de Dios rebelada a tu corazón te da seguridad, la paternidad de Dios te da identidad y cuando tu caminas como un verdadero o una verdadera hija de Dios vas a poder ser una buena esposa y un buen esposo porque no importa lo que te digan, nada te hará cambiar de opinión de quién tu eres en Cristo Jesús porque el Padre te lo ha rebelado. Amen.

Y cuando tu tienes la identidad bien clara de quién tu eres y quién es tu Padre, tu vas a poder ser un buen padre o una buena madre. No importa lo que el enemigo te quiera venir a decir, tu tienes identidad y tu tienes seguridad de quién tu eres y tu vas a poder dar de lo que el padre te ha revelado que quiere que tu seas.

Muchas veces uno humanamente quiere agradar a las personas con cosas que están en el corazón de uno, pero no en la otra persona. Un ejemplo, a mi me gustaba mucho cada vez que yo salía o cuando era una fecha especial, uyo quería llevarle un regalo a mi esposo. Me gusta mucho regalar, soy regalona y me gusta mucho comprar para regalar. Así es que yo andaba por las tiendas y lo que más me gustaba yo le compraba la camisa que más me gustaba, obviamente por mi naturaleza le compraba la camisa anaranjada, o la camisa verde limón, o la amarilla fuerte a mi gusto…. Que se miraba un poco así flojita pero cuando yo llegaba bien emocionada a regalarle él quedaba viendo aquello. Yo ya sabía, no se la va a poner. No es su gusto, estoy pensando en mí, en agradarme yo, no estoy pensando en lo que le gusta a él.

Y luego me di cuenta que aún para hacer un regalo tu necesitas la dirección del Espíritu Santo. Y aún para hacer otras cosas en el hogar, aún lo que vas a cocinar, si quieres agradar a la otra persona, no vas a hacer lo que te gusta a ti, tienes que pensar en lo que le gusta a él, ¿verdad? Y conozco una persona que decía, ay, le voy a hacer una comida a mi esposa. Y le hacía espaguetis, y él detestaba los espaguetis, pero a ella le gustaban. Entonces, aún para eso tu necesitas la dirección del Espíritu Santo, y la dirección del Espíritu Santo viene cuando tu estás caminando como un verdadero hijo de Dios y tu Padre que te ama y que te da identidad y te da seguridad se asegura que te sea revelado cada detalle de tu caminar. Los hijos, nosotros no podemos tratar por igual a todos los hijos, cada uno es diferente. Nosotros tenemos cinco hijos biológicos, una adoptiva y todos son totalmente diferentes. Entonces, hay gente que dice, no, yo soy equitativo, les compro a todos por igual. No, no puede ser así, porque cada uno tiene su propia personalidad. Pero aún para eso necesitas la dirección del Espíritu Santo.

Entonces, tu no puedes ser un buen esposo, ni un buen padre si tu no has sido un buen hijo del gran rey. Pero aún para ser un buen hijo de tus padres biológicos necesitas sentirte y saber que eres un buen hijo del Padre Dios todopoderoso, el dador de todas las cosas.

Ahora, cuando tu como hijo vas a casa de tu papá o de tu mamá, tu tienes libertad de abrir la nevera, ¿verdad? Abrir la refrigeradora, tomar agua, si necesitas ¿sí o no? Puedes hacerlo, te sientes en libertad porque esa es la casa de tus padres, de tu papá de tu mamá. Ahora, yo te pregunto, tu tienes esa misma libertad para ir a la casa de tu Padre y abrir la despensa de él y tomar todas las cosas que él tiene para ti? A veces no, a veces nos parece que Dios está muy ocupado para oírnos. A veces nos parece que Dios tiene otras prioridades y que no nos tiene a nosotros en su primera lista, pero yo vine para decirte que tu Padre bueno te ama como hijo y tu estás siempre en primer lugar. Amen. Tu necesitas saber que él es tu Padre amoroso, y que quiere que tu camines en confianza con él.

Y una vez que es restaurada esa relación, entonces tu podrás esperar la restauración de todas las demás cosas. Todo tiene que ser restaurado, los principios morales, la relación entre padres e hijos, la relación de una generación a la otra. Todo eso va a ser restaurado, pero lo primeritito que tiene que ser restaurado es la paternidad de Dios rebelada a tu vida.

Si eso no se restaura las demás cosas no vendrán. Dios quiere que vivamos como hijos suyos. Dice la Escritura que Jesucristo a los suyos vino, los suyos no le recibieron, pero a los que hemos creído en su nombre se nos ha dado la potestad, la autoridad delegada de ser hechos hijos de Dios ¿verdad? Porque tu escoges, tu escoges caminar como un hijo. El Padre siempre está con sus brazos abiertos, pero muchas veces nosotros nos estamos perdiendo más de la mitad del paquete que nos corresponde como hijos porque pensamos que no tenemos derecho o porque hay tantas heridas de rechazo, o tuvimos un padre natural que nos malatrató tanto que pensamos que el Padre de los cielos es igual, que está esperando que cometas un error para golpearte.

Quiero decirte particularmente en mi vida, yo trabajé desde los 8 años de edad, desde que yo llegaba de la escuela, yo tenía que poner a un lado mi mochila y trabajar en la farmacia de mis padres. Yo era la cajera a los 8 años, a los 10 años yo recetaba, inyectaba y hacía de todo. No tenía salario pero yo tenía que trabajar. Y yo me acuerdo un día estaba un señor y me dice, bájeme ese frasco de talco, bájeme ahora ese otro frasco. Y él empezaba a comprar, y ese otro, ya cuando tenía como 5 frascos, yo era una niña, yo me enojé, yo le hice así, un gesto feo y mi papá me agarró de una orejita, me llevó a una bodeguita que estaba ahí atrás y me dijo, mire muchachita, cuando usted tenga lo suyo propio haga como quiera, pero ahorita usted tiene que hacer buena cara y si 20 frascos tiene que bajarlos, tiene que hacerlo. Sí, papá esta bien. Y siempre trabajé, siempre.

Ayer les compartí a las mujeres que a los 18 años ya yo estaba casada y tenía 3 trabajos a tiempo completo y toda mi vida fue trabajar, trabajar, trabajar. Y aún cuando estaba haciendo mis estudios doctorales yo tenía dos trabajos a tiempo completo más los estudios. Trabajaba en una escuela en la mañana, en la tarde en un colegio, no sé a qué horas estudiaba, pero trabajaba siempre.

Y entonces cuando yo vine al Señor me era tan difícil sentarme, o sea, yo pensaba que en el Señor tenía que estar trabaje, trabaje, trabaje, que todo era actividad. Y cuando alguna vez porque estaba muy cansada me sentaba un momentito y llegaba algún hermano a la casa, yo me paraba inmediatamente. Me daba vergüenza que me vieran sentada porque mi mentalidad era que para ser aceptado tenías que trabajar, trabajar, trabajar, porque eso es lo que mi papá me mostró.

Y olvídese usted, yo creía que había que trabajar duramente para poder ser acreedor a una remuneración. La primera vez que me invitaron a predicar a algún lugar y me dieron una ofrenda, yo la devolví porque no me sentía bien de recibirla. Y recuerdo que ese pastor era en un área de una finca y el pastor dijo, ah, que bien, ella devuelve la ofrenda, y luego me siguió invitando mucho porque yo devolvía la ofrenda. Pero ya la tercera vez, me dice el pastor, hágame un favor, fírmeme aquí que usted recibió la ofrenda, pero siempre me la devuelve. No le vuelvo a aceptar una invitación porque él le decía a los demás que yo la había recibido pero yo la devolvía. Pero Dios comenzó a trabajar conmigo y hasta que me fue rebelada la paternidad de Dios por encima de la paternidad biológica que yo había tenido de mi papá, hasta entonces puedo decir que yo comencé a caminar en sanidad.

Pero mucha gente aún puede estar en el ministerio, puede estar ejerciendo una función de liderazgo y todavía no sentirse con esa plena libertad de ir donde papá, abrir su corazón y tomar de todo lo que le pertenece. Porque todo lo suyo es nuestro. Nosotros somos coherederos con Cristo con todas las riquezas en gloria

Ahora, yo quiero decirte esta mañana, no puedo entrar en toda la restauración de todas las áreas, tal vez el próximo culto podamos entrar en otras restauraciones que tienen que ser dadas pero, yo quiero decir en esta mañana es sumamente importante que tu hayas perdonado a tu padre o tu madre biológica o toda figura de autoridad que hayas tenido sobre ti para que pueda venir la sanidad, que el enemigo no se aproveche sino que haya sanidad en tu corazón y te pueda ser revelada como es la naturaleza de tu Padre Dios para que tu entonces camines en seguridad y en identidad, seas una persona firme y segura, que no importa si hoy tienes una posición y mañana no la tienes. Eso no te afecta porque tu sabes quién eres en Cristo Jesús.

El Padre quiere revelarse a ti como el Padre bueno y que tu vivas confiado que no te faltará nada porque sabe de nosotros depende que Jesucristo regrese y que regrese pronto porque aquí dice que él está siendo retenido en los cielos hasta la restauración de todas las cosas. Si nosotros somos restaurados como hijos, seremos instrumentos para restaurar todas las demás cosas que tienen que ser restauradas, que tiene que ver con la restauración del tabernáculo de David, tiene que ver con la restauración de los ministerios, con muchas cosas, con el gobierno de Dios en la iglesia, pero lo primero que tiene que ser restaurado es tu condición de hijo.

Ahora yo quiero hacerte una pregunta porque no quisiera irme de este lugar sin que tengas la oportunidad de que cambie tu condición en este día, si hay personas que no sienten libres como hijos del Padre, personas que a veces se sienten rechazados por Dios o que se sienten intimidados, o que aún cuando hacen algo malo entran en condenación en lugar de ir directamente al Padre para ser perdonados y liberados. Si hay alguien que entra fácilmente en condenación por cosas del pasado, o entra en culpabilidad, yo quisiera que pases al frente, yo quiero declarar una palabra de bendición sobre tu vida antes de irme y te estoy hablando porque yo era una persona que pasaba en condenación todo el tiempo y siempre estaba pidiendo perdón por las mismas cosas hasta que un día el Señor me dijo, de qué estás hablando. Desde la primera vez yo lo borré de la lista.

Pero muchas veces aunque el perdón ya está si no lo recibimos volvemos y nos sentimos condenados por situaciones del pasado y no entramos en la libertad, yo quisiera que vinieras al frente porque el Padre quiere manifestarse a tu vida y quiere darte identidad de hijo o de hija, él quiere hacer algo maravilloso con su iglesia en la tierra y yo quiero bendecirte este día, declarar que esa revelación es activada para ti y yo sé que hay varones aquí que necesitan esa revelación, sé que hay varones que a veces luchan con su propia su vida y se frustran porque no pueden lograr la victorias que quisieran.

Luego quisiera pedirte que me apoyes por favor orando por los varones de Dios. ¡Aleluya! Luis Enrique Dios te ama tanto y yo desde anoche supe que tenía que traer esta palabra por ti. Dios va a hacer algo maravilloso en tu vida. Dios te ama. Pastores sientan la libertad si ustedes quieren ministrar a alguien. Espíritu de Dios yo te suplico que esta mañana por tu inmensa gracia tu traigas revelación a cada corazón de que son hijos de un Padre bueno. Oh, Padre, muchas gracias por cada hijo e hija tuya que están en este lugar, les sea revelada la paternidad de Dios. Yo te suplico que la sangre del cordero sea efectiva en esta hora para borrar de sus memorias las obras muertas, que la sangre de Cristo ahora sea efectiva para borrar toda memoria negativa de su relación con su padre biológico. Oh en el nombre del Jesús yo te suplico, revélate al corazón de cada hijo, revélate Dios por favor en el nombre del Jesús. Oh…… en el nombre del Jesús venga la revelación a tu corazón. Revélate Dios, revélate Dios… oh….. te ama el Señor, te ama tu Padre.

Yo declaro que es activado ahora espíritu de revelación sobre sus vidas y viene la sanidad completa, se va toda condenación de sus corazones y provoque Dios en ustedes el anhelo de buscar al Padre y de estar en paz en su relación con el Padre. Oh muchas gracias, te bendigo varón de Dios, te bendigo de todo corazón, sea activado en ti hoy la condición de hijo, seas bendecido, seas bendecido. Yo hablo paz interior a tu corazón, yo hablo ahora a tu espíritu para que sea despertado como fue despertado el espíritu de Zorobabel que puedas ser un edificador de la casa, que sea revelado cuánto te ama tu Padre y cuánta seguridad puedes tener en él. Él es un Padre bueno, te bendigo, bendigo a tu esposa, tus hijos, tus nietos. Seas muy bendecido este día en el nombre del Jesús que puedas ser marcada tu vida, un nuevo comienzo para ti. Gracias, espíritu de Dios. Gracias por cada vida, por cada corazón. Gracias, Señor. Gracias, Espíritu Santo. Ministra por favor los corazones. Oh….. ¡Aleluya! Padre, gracias, gracias por tus hijas, hijos amados. Sea revelada tu identidad y tu naturaleza a ellos. Te bendigo en el nombre del Jesús. Declaro una restauración plena en tu vida, en tu corazón. Sea restaurada tu condición de hija con el Padre, sea un nuevo comienzo para ti este día. Seas bendita en el nombre del Jesús. Muchas gracias, Padre. Muchas gracias. Declaro un nuevo comenzar para ti, un nuevo comienzo para ti, sea revelado el amor del Padre a tu vida. Oh espíritu de Dios, muchas gracias. Ministra a cada corazón, Señor por favor. Muchas gracias, en el nombre del Jesús. Yo te bendigo poderosamente. Oh Señor, nunca es tarde para comenzar a caminar como hijo tuyo. Oh, yo te bendigo en el nombre del Jesús. Oh…. Que ahora pueda recibir la ministración del Padre bueno, del Padre que te ama. Oh… del padre que te acepta y te recibe. Oh, santo…. Rigo, puedes venir….. Abrázalo por favor. Oh….. te bendigo, te bendigo, oh, que venga la revelación de quién eres. La hija del Dios altísimo, la hija amada, la muy mimada te bendigo en el nombre del Jesús, sean sanadas tus memorias en el nombre del Jesús. Gracias, Señor. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gracias, Señor. Gracias, muchas gracias. Muchas gracias, Dios. Muchas gracias. Sea sanado tu corazón, mi hermana en el nombre del Jesús. Gracias, Señor.

Padre, yo te bendigo por tu hijo amado, sea ministrado tu corazón ahora, te bendigo en el nombre del Jesús. Oh….. venga la revelación de la paternidad de Dios a tu vida, te bendigo. Oh…. En el nombre del Jesús, gracias, Padre, en el nombre del Jesús. Ministra su corazón en el nombre del Jesús. Gracias, Señor por la obra poderosa tuya. ¡Aleluya! Oh, sí, Señor los bendigo en el nombre poderoso de Jesús. Declaro la sanidad del corazón, un nuevo comienzo, la fuerza de Dios en tu vida, varón, que Dios quiere usarte poderosamente. Venga la revelación de la paternidad del Dios todopoderoso a ti. Oh… en el nombre del Jesús. Quebranto toda atadura del pasado sobre tu vida. Oh, en el nombre del Jesús. Gracias, Padre en el nombre del Jesús.

Padre, gracias en el nombre del Jesús. ¡Aleluya! Pueblo de Dios levántate y canta por favor. ¡Aleluya!